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Pamplona 24 de Enero de 1902 VALANCHA

Dirección y Administración: BIBLIOTECA CATÓLICO-PROPAGANDISTA Tejería, 40, 3. , izquierda, PAMPLONA

AÑO VIII DIFUSIÓN GRATUITA DE BUENAS LECTURAS ws- N. 165

premios, y aun parece que sin talos premios y regalos no se salvará el mundo. A eso se tira; pero por ahora no ha> llegado á ese término y extremo la revolución cosmopo-'- lita, y la preparación que requieren los que se alisten en este ejército del periodismo católico no es, hoy por hoy,' la preparación al martirio: ¡y quién sabe si es también es-' N una de las sangrientas revueltas de pecial providencia de Dios para con sus hijos, porque es- la república del Ecuador, que en po- tamos muy lejos de esa preparación, y de eso espíritu y cos años ha ido descendiendo hasta de ese temple! convertirse en refugio y guarida de sectarios ávidos de sangro, quienes Por ahur a, basta con que los que se ordenen en esta desde el Gobierno están acabando con nueva caballería andante, sepan que son eso, primero que la obra y con la patria de García Mo- todo: caballeros y soldados de la más noble y santa de reno, ocurrió un caso verdaderamente. las causas. Pero caballeros y soldados, entiéndase bien; notable, y fue el de un periodista ca- no comerciantes ni ganapanes, ni cocineros ni pinches;" tólico que selló con su sangro las ideas caballeros y soldados dispuestos siempre á la pelea, ven- que defendía.. Estorbaba á los planes revolucionarios, y cedores ó vencidos, hasta morir agarrados á la bandera la Revolución quitó el estorbo suprimiendo al que lo re- santa; caballeros y soldados en la próspera y adversa for- presentaba sin formación de causa y contra toda justicia. tuna, que podamos repetir con Cadalso ó con quien es- Ahí tienen los periodistas católicos abogado y patrón, cribió los cuartetos do la bandera: el día que se quieran constituir en gremio, porque según ,. •.•-;• ¿. Dicele el veterano ¡I su bandera: • . • . • i el relato de la prensa americana y europea y por todas .;,.•, hecha un girón estás bandera mía, .- . ....-, *•'••*' pero auu'atji, brillautey altanera, ; las señales del caso, el periodista ecuatoriano fue mártir '- •'•' flotando vas por la región vacia: i* '••'• te amo mas que el avaro a su tesoro, •" •f do la fe de Cristo, y á estas horas estará gozando del pre- ^y¡ no hay otra como tu vieja hermosura, mio reservado al vencedor. Para que se vea el cumpli- , , . . ayer engalauó tu lienzo el oro, - - , hoy cou manchas te ves de sangre oscura. • , miento de la palabra del Espíritu Santo sobre el poder de '•'" "'** Asi te quiero yo, pobre bandera: J Dios, que puode convertir en hijos de Abraham bástalas '•<.'." "• ¡oh! tú das fuerza a mi cansada mano, • ' • l o : \ • ¡oh! tú serás mientras la suerte quiera . piedras. Y para que se vea cómo en la general apostusfa la esposa del valiente, veteranol y rebajamiento de los hombres, hay gloriosas excepcio- Así sea; y Dios nos conceda la gracia de la perseve- nes, y una de ellas corresponde de derecho á un ejem- rancia. . . - • • -*"• : ' "• plar de la más sufrida de todas las condiciones: la del pe- riodista católico, que lucha por los derechos de Cristo en Tiene no se qué de hermoso la gloria militar que arras: los pueblos que se llaman católicos, acosado, estrochado y tra tras de sí á los corazones; pero la del soldado cristia- maldecido por los liberales y por la mayor parte de no, es decir, la del que lucha y cae herido y muere si es los que pasan por católicos, también. . . ; . , • necesario por la honra de Cristo, no sólo arrastra los co- razones, sino que cautiva los entendimientos y rinde has- é Suum cuique. • (•; -.-•« *v < ta los mayores enemigos. ¥ como ya hemos dicho que el Pero una golondrina no hace verano; y la excepción periodismo católico sano ha de ser caballería de Cristo, no es la regla. Ei caso dol periodista ecuatoriano, mártir por eso es tan digna de alabanza la actitud del señor don por la fe, no es fácil que se repita por ahora, aunque por Ignacio Fernández, de la Somera, colaborador del exce- caminos vamos al fin de los cuales encontraremos esos lente diario católico de Málaga El Noticiero Malagueño, 14 LA AVALANCHA que tan ruda campaña ha sostenido para barrer de aque- des caracteres. Al cumplimiento del deber va siempre lla capital la lepra del juego, que arruina á las familiaB, aneja la debida recompensa; cuando más costoso, más prostituyo á los pueblos y llena de almas los infiernos. espléndida, más brillante. La defección, en cambio, lleva aparejados el descrédito, la odiosidad, la ruina de los Por eso ha despertado tan universales simpatías la acti- pueblos, la maldición de la Historia y, luego y para siem- tud de nuestro querido compaíloro,que no ha retrocedido pre, el castigo de Dios. Sería muy curioso y muy instruc- ante los procesos, ni ante la cárcel con que lo han rega- tivo un índice de las grandes culpas de los monarcas y lado el gobernador de Málaga D, Cristino Martos, acusa- de los grandes desastres que han sido su inevitable se- do de explotar el juogo, y la autoridad judicial compla- cuela; pero hoy no es ese nuestro propósito. ¿Qué han dejado los Reyes?, escribíamos al empezar estas líneas; y ciente con la política. Periodista hoy es sinónimo de sol- si refiriéndonos á los santos reyes de Oriento contestába- dado, aunque vivan y medren tantos vividores del perio- mos: «preguntadlo á los niños», volviendo la vista á los dismo; periodista católico tiene que ser sinónimo de- sol- de Occidente, á los que rigen loa destinos de Europa, sus dado de loa intereses de Jesucristo, de su moral santa y pueblos contestarán por nosotros. de la honra de la patria que le vió nacer, aunque existan tantos que deshonren el uniforme con sus doctrinas non ¿Qué han dejado los reyes? sanólas ó con su conducta turbia, con sus debilidades ó Rusia, cismática, tirana de Polonia, temerosa de Ingla- con sus miserias. terra, sedienta del Asia, mientras pono su visto bueno al pie de las grandes iniquidades cometidas en los últimos años por yanquis ó ingleses; mientras consiente se destie- El día que tales ejemplos sueltos de decencia cristiana rre de la inútil Conferencia de la paz al delegado del y de altivez española se generalicen, y no haya pueblo ni único poder moral en la tierra, no advierte cómo el nihi- región donde dejen do mostrarse á su tiempo y sazón, lismo mina el vasto imperio de los zares y se apodera de pero perseverante y sistemáticamente, comenzará la rege- todas las conciencias, desde el mujik que muere ham- neración de España, y quizá coincida este despertar con briento en la estepa hasta el aristócrata de la más pura el recrudecimiento de la guerra á la fe verdadera y á sus estirpe. El joven Nicolás, espiado constantemente, cerca- do de peligros, deja á su país y á los suyos á merced de soldados fieles. los nihilistas. Para eso basta tomar por modelo á periodistas católi- Austria, de caída en caída, sin fuerzas para oponerse al cos de las ideas y del temple de Somera; basta con que mal ni para hacer el bien, unida á Alemania protestante seamos personas decentes, mostrando ante Dios y los y á Italia sacrilega, mira desligarse los vínculos que sos- tenían su imperio y hundirse lentamente la familia impe- hombres una conducta, en conformidad con nuestros sa- rial. El viejo Francisco, herido por tanto quebranto, deja nos principios y sin olvidarnos de que Hornos caballeros ciertamente rota la corona de Austria-Hungría. de la Religión y de la Patria. El águila alemana, detenida en la tierra por Rusia y ESTANISLAO. por Inglaterra en el mar, heredera de los que hicieron triunfar en Westfalia la libertad de conciencia, está des- tinada á presenciar también el triunfo de las masas so- cialistas. Una cosa es consecuencia de la otra: después de Lutero, el socialismo. Eso es lo que deja el kaisser. El nuevo, aunque no joven, rey do Inglaterra no ha ¿QUÉ HAN DEJADO LOS REYES? tenido valor para reparar la grande iniquidad de la gue- rra sudafricana. La predicción de Bismarck parece cum- plirse: el Transvaal y el Orange son el principio del fin á los niños: el juguete apetecido, la mu- de Inglaterra. Eduardo III deja ese juguete á sus fieles ñeca soñada, el dulce codiciado, cuanto era objeto do subditos. sus apremiantes deseos infantiles. Unos han visto Italia. El fundador de ese reino lo levantó con despo- cohnadas sus esperanzas; otros, menos felices, han recibi- jos sacrilegos y lo amasó con sangre de mártires. Del ro- do también de los Reyes grandes desengaños. Para éstos, bo y del asesinato no podía nacer más que la anarquía. los Reyes no han respondido á su alta misión; la leyenda, Y he ahí que Víctor Manuel no puede dejar otra cosa la fábula, la fantasía, que los pintan derramando á manos que imitadores de Bresci, de Caserío y de Angiolillo. llenas sobre los niños montones de juguetes, se han roto, ¿Qué deja España? Mejor podríamos decir: ¿qué nos se han desvanecido. ¡Hasta los Reyes .Magos, la única dejan? Porque al paso que vamos, dentro de poco ya no realeza persistente á través de los siglos, siempre venera- seremos nación. Después de las pérdidas sufridas, pode- da, ha hecho quiebra! ¡Ha hecho quiebra para aquellos mos anotar ¡oh, contento! un rasgo de carácter. ¡Parece insaciables muchachos que pedían lo que no debían pe- mentira! Pero es bien cierto que á consecuencia del cual dir ó esperaban lo que no se lea podía conceder! Pero, no se ha querido dejar y se ha dejado ¡cesante al Padre cabe duda, los Magos han cumplido su misión, y desaten- Montaña! diendo peticiones disparatadas han dado prueba de su Es todo lo que han dejado los reyes. paternal amor para con esos niños que muchas vecos no MENOS. saben lo que se piden.

Los pueblos son como los niños: muchas, veces no sa- ben lo que se piden. Deber de los monarcas es entonces negarse á tales demandas, que no es buen padre quien UNA CIRCULAR PLAUSIBLE no cela el bien de sus hijos. La debilidad, el temor, la falta de carácter y condiciones de mando, la inepcia, un insensato afán de populachería arrastran á los reyes á la El señor Gobernador civil de esta provincia, D, Benito concesión de derechos y gracias en que va envuelta la Francia, acaba de dirigir á todos los señores alcaldes de ruina de sus pueblos. «Más quiero perder mis estados Navarra una interesante circular para que por todos los que reinar sobro herejes», decía el gran rey, uno de los medios que les otorgan á las autoridades el Código y las pocos que jamás se han doblegado á otra razón ni peso Ordenanzas, impidan y castiguen el juego y la blasfemia, que la verdad y la justicia; y hubiera perdido sus estados reprobables vicios que, por desgracia, se van arraigando y hubiera desceñido de sus sienes la áurea corona, y aun en nuestra región. con eso y por eso precisamente se habría escrito con su Véase con qué razón se expresa nuestra primera auto- nombre la página más hermosa de la historia de los gran- ridad civil: LA AVALANCHA 15

«Esposas y madres desoladas y otras personas de recto En aquellas tristes noches de insomnio, en que sólo el * criterio, se me han dirigido en diversas formas, deploran- doctor y Celestina le acompañaban, abrumado por las do- . do con dejos de amargura la desmedida afición con que lencias y lleno de tedio, el barón de Villalta empezó á re- se entregan los hijos y jefes de familia al juego, compro- cordar su juventud primera, su hermosa adolescencia, los . metiendo en corto espacio el fruto de penosos ahorros, ó felices años que pasó al lado de Eulalia, la pureza y ter- el escaso jornal arrancado á duras penas con el sudor de nura de ésta, su mutuo y santo amor, y mía provechosa sus honradas frentes, dejando el hogar vacío de recursos inquietud se había ido posesionando de su corazón. y falto de lo más necesario á las perentorias necesidades ¡Provechosa inquietud! Sí; porque ella hizo reflexio- de la vida, aunque lleno de las angustias y congojas que nar á Teodoro y se pudo convencer de que Eulalia tenía siguen de cerca á los desórdenes y transgresiones que re- razón, de que era una de esas mujeres verdaderamente gulan los actos de las sociedades inspiradas en la tran- cristianas que posponen la felicidad al deber y que en to- quilidad de las buenas costumbres y en la satisfacción do buscan pura y simplemente la voluntad de Dios; ad- '• del cumplimiento de sus deberes. miró su fe ardiente, su serenidad, su valor indomable, la Además del vicio del juego, se me señalan como fre- abnegación de su alma, y en medio de la cólera y de la cuentes el escándalo de la blasfemia y las canciones obs- desesperación que á veces surgían ante sus ojos como iie- • cenas, que no sólo ultrajan la santidad de la Religión é gros fantasmas, la dulce luz de la gracia iba esclareciendo • inñeren horrible ofensa á la moral cristiana, sino que las tinieblas de su alma- ofenden al sentido común, á la educación y á la sensatez Teodoro recordaba la tranquilidad y la pureza de su " de la inmensa mayoría del vecindario que tiene la des- primera juventud y se avergonzaba de los últimos tiem- , ' gracia de padecer semejantes oprobios.» pos de su vida agitada y borrascosa. Las doctrinas que le Esta hermosa circular ha sido justamente elogiada por habían ensefíado desde niüo, las santas creencias que ad- todas las personas sensatas y de recto juicio. quiriera desde la infancia, las oraciones y las piadosas ¡Muy bien, señor Gobernador! ¡Adelante por ese cami- lecturas que había hoeho con Eulalia en otra época, todo no! ¡Duro en los viciosos! Con ello se hará V. S. acreedor acudía ÍÍ SU memoria y conocía que hacía mal en no re- á la gratitud de los buenos navarros, y merecerá los plá- troceder en la senda que iba siguiendo; conocía que su cemes de todos. Esto es lo que le desea nuestra modesta amiga estaba en posesión de la verdad, que él era vícti- revista LA AVALANCHA'. ma de su tenacidad y de esas ideas hijas del orgullo de la juventud moderna, y deseaba abjurar sus errores, bus- car á Dios y recobrar para siempre su tranquilidad perdida. Pero el espíritu del mal no cedín en su empello; y cuando el arrepentimiento penetraba en el corazón del enfermo, cuando estaba próximo el ángel bueno á cantar victoria y yá la verdad exclareoía las sombras que envol- vían la mente del barón, como un oscuro velo se interpo- \ nía la duda entre los ojos de su alma y la radiante luz de la fe el orgullo gritaba sordamente en sus oídos, el respeto humano y la cólera le ofuscaban y todo estaba perdido! ' * —¡Qué!, se decía Teodoro casi desesperado con la lu- * (Continuación) '; '• cha que el bien y el mal sostenían en su corazón, yo iré *. '. N • • - XII .-..•••*.•.* V ahora á entonar un himno de arrepentimiento, á pos- trarme á los pies de un confesor, á ir al templo á darme La tibia claridad que despedía una lámpara de noche, golpes de pecho como una beata insustancial! Dejaré colocada sobre un .velador, permitía ver, en una salita mi alegre vida para aceptar la melancólica y penosa de suntuosamente arreglada, dos personas de distinto sexo y los mOjigatotíV ¿Qué dirían mis amigos? ¿Cómo sopor- condición que, entregadas á tristes cavilaciones, perma- taría sus burlonas sonrisas y sus pesadas bromas? , • necían silenciosas, con los ojos medio cerrados, como si ¡No! ya es tarde! Los hombres deben conservar su in- pretendiesen reconcentrar RUS sentidos para aislarse más dependencia y no rendirse ante una mujer quédense y más del mundo exterior. • - . para ella los rezos, las novenas y los ayunos.... yo quie- Eraii un hombre y una mujer. ro gozar! El primero era Teodoro, la segunda la criada de Eula- —Pero, si no soy Miz, se decía después con desaliento; lia, aquello, Celestina de quien le oímos hablar cuando le si me falta la paz y todo me causa hastío! Si ella me dio á la marquesa la noticia de la herida del barón. acompaña despierto ty dormido, y creo que tiene razón, y Teodoro estaba recostado en una butaca, y Celestina, á sus ejemplos me humillan y me avergüenzan ¡oh! • veinte pasos de distancia, ocupaba un silloncito colocado ¿cómo salir del caos en que estoy sumido? ¡Tened pie- en el hueco de un balcón. dad de mí, oh Dios mío! Ambos estaban tristes y silenciosos. Así los que más blasonan de incredulidad, siempre que Han pasado muchos días desde que Teodoro fue heri- el dolor les hiere, casi sin darse cuenta de lo que hacen, do en desafío y yá estaba convaleciente; pero una fiebre por un impulso irresistible de su alma, llaman á Dios! A lenta y que el doctor Espinosa creía mortal, iba inmundo Dios, único consueto de los tristes! A Dios, esperanza, poco á poco su existencia. luz, fortaleza y felicidad! Mucho ha variado Teodoro en el tiempo de su enfer- Teodoro no quería confesarse vencido porque el orgu- medad. llo hablaba más alto que su amor; y cuando veía la sere- Ya no es el hombre despreocupado y burlón, escépti- nidad de Eulalia y su calma evangélica, y admiraba sus co y material de quien tuntún quejas tenía Eulalia: me- virtudes, una sorda cólera le agitaba y la acusaba de san- diante la lectura de buenos libros, las frecuentes visitas turronería, pequenez de ánimo y hasta'de ignorancia! del doctor Espinosa y de Eulalia, y la soledad, que es ¡Acusar á Eulalia! A la inocente joven que tanto su- buena consejera, el joven entró en cuentas consigo mis- fría por él! á la mujer fuerte que hollaba animosa hasta mo y empezó á creer que estaba labrando su eterna des- su felicidad por no faltar á sú fe esto era orgullo y gracia y la de una santa mujer, sólo por no ceder á sus egoísmo, por no decir un efecto de la sorda- cólera que al- palabras, por no aparecer vencido por una niña débil y gunas veces rugía 011 su nlnia. sencilla cnnin una paloma. En la mañana del día en que volvemos á ver á Teodo- Teodoro á veces sentía ímpetus do colora contra la mu- ro, había salido por la.maüaiui á dar un pasco, y sin pre- jer que amaba: su inquebrantable firmeza le mortificaba tenderlo, acertó á pasar por una iglesia y se le ocurrió en extremo; sus consejos le humillaban, y no quería con- entrar en ella. fesar que le hacían .vacilar en sus ideas. La gracia llamaba á su corazón; la gracia visitaba su : t 16 LA AVALANCHA alma desolada, y el ángel bueno triunfaba después de una Historia de España que estudio, es tan amante de la pa- larga resistencia y de una incesante lucha. tria, tan celoso de su gloria, que de seguro no enaltece á Entró en el templo el barón y fue á postrarse ante una nadie que no haya dado á España lustre y esplendor. imagen de María; alzó sus ojos al dulce semblante de la —¿Y en qué lo habéis conocido? Madre sin mancha y le pareció que le sonreía, que sus —En un detalle sin importancia: en la lección que ojos le dirigían miradas compasivas, quo extendía los aprendí ayer, aparte otros muchos. pliegues de su manto para indicarle un refugio y que sus —¿Y qué dice esa lección? manos se abrían para derramar sobre su alma la paz y el —Trata del período del G8 al 94, ó sea la Revolución consuelo. y la Restauración. El último párrafo se ocupa del con- Teodoro recordó las dulces plegarias de otros tiempos, flicto de Melilla, que por ser tan reciente es de todos co- y oro la reina de los mártires, el refugio de los pecado- nocido. Y yá sabéis cómo la pasión política, la prensa de res, el auxilio de los cristianos, la inmaculada María, que oposición y los eternos perturbadores de España han pre- escucha las oraciones y las ofrece á Dios, oyó al barón; y tendido negar el indiscutible acierto con que gloriosa- el llanto inundó sus mejillas. Un esfuerzo más, y estaba mente para España fue solucionado aquel conflicto. salvado! —¿Gloriosamente? . RAQUEL. —Gloriosamente, gracias á la pericia del general Mar- (Continuará.) tínez Campos y del Gobierno del Sr. Sagasta. Ved lo que dice Espinosa: «llamado nuevamente á las esferas del Gobierno el partido liberal, sobrevino un conflicto que estuvo á punto de ocasionar una nueva guerra de África, por haberse opuesto los moros del Riff á que fortificára- mos convenientemente nuestra plaza de Melilla, cuyo go- 1ASI SE ESGRIBE LA HISTORIA! bernador, el general Mar-gallo, sucumbió gloriosamente al rechazar un ataque; pero, enviados grandes refuerzos (ESBOZO LITERARIO) bajo la dirección del general Martínez Campos, apaci- guáronse los riffefios, y el emperador de Marruecos dio ADÍE ponía en duda la aplicación y aprovecha- cumplida satisfacción á España del ultraje inferido por miento de Luis. En el primer año del bachillerato RUS rebeldes subditos á nuestro pabellón, señalando, para 5 había ganado sobresaliente y premio en todas las hacer más difíciles las agresiones de los moros, una zona asignaturas. Aquel muchacho era honor del colegio y ale- neutral entre su campo y el de nuestra plaza». gría de sus padres. Con el tiempo sería una notabilidad; Admirable. Será muy patriótico ocultar las desdi- la patria esperaba algo de él. Ybien podía esperar la patria. chas de esa gran vergüenza que tú y tu autor llamáis Antes de Carnaval yá se sabía Luis los libros de texto conflicto de Melilla;.pero la Historia no es trapo que cu- del segundo arlo. Hubiera podido examinarse por car- bre pudores ni caleidoscopio á cuyo través los más torpes nestolendas: se adelantaba á las explicaciones del profe- objetos toman formas y colores hermosísimos. La Histo- sor, y en un mes hacía el trabajo para el que BUS cornpa- ria es la verdad, y la verdad en el conflicto de Melilla ea fieros necesitaban dos. que, después de disponer los moros de nuestro campo —¿Cómo va esa Historia?—le preguntaba un su tío, días y días, y matar impunemente á cientos de soldados hermano de su madre. , espuñolea, llegados los refuerzos, veinte mil hombres man- —Me. sé setenta lecciones, y el autor no trae más que dados por el primer general do la nación, no pudieron setenta y una. dar un paso fuera de la zona de la plaza ni consiguieron —¿Sólo te falta una? otra reparación que unos miserables cuartejos arrojados —Sí, tiíto; y no es difícil. Trata de «la civilización es- como limosna al rostro de España. Esa es la satisfacción pañola en el período contemporáneo». Ya ve V.: progre- cumplida de que habla el Sr. Moreno Espinosa. Y cuando so intelectual, florecimiento literario, adelantos materia- tales cosas se leen de cosas y hechos acaecidos á nuestra les; historiadores, poetas, dramaturgos, eruditos, orado- vista, y por historiadores que hacen gala de imparciali- res, etc., etc.; materia muy amena, muy simpática muy dad ño anotan como éxitos lo que no han sido más que agradable para todo buen español. ¿Quién no se enorgu- enormes fracasos, sólo cabe pedir á Dios que tenga de su llece de saber y repetir los nombres de los que tanto enal- mano á los míseros estudiantes que en esas fuentes han tecen á su patria? ¿Cómo no envanecerse de tener un do beber las enscfiaiizas de la que llamó Cicerón maestra Sanz del Río, un Galdrts, un Moret, un Castelar y otros de la vida, luz de la verdad y testigo de los tiempos. Sí, que cita el Sr. Moreno Espinosa? querido Luis, téngate el Seflor de su mano; pues entrega- —Mucho que sí, hijo mío; mucho que sí. Y sobro to- do á tales textos sin criterio bastante á discernir la verdad do, reten en tu memoria el nombre de aquellos filósofos del error, no es difícil que llegues á afirmar mañana que españoles que nos han hecho la gran merced de propa- la pérdida do las colonias en la guerra con los yanquis gar en España el krausismo, una filosofía creada ex pro- fue una de las glorias de la Regencia y singularmente feso para decir las cosas de manera que nadie las entien- del Sr. Sagasta; porque, no lo creerás, pero no ha faltado da. ¡Mira si es profundal historiador en ciernes quo así lo haya dado á entender —¿De veras, tío? desde la tribuna de la prensa liberal. —Sí, Luis; y no olvides tampoco á aquellos dramatur- jAsí se escribe la Historia! % gos que han convertido la escena del teatro español en F. CHACÓN. era de pan llevar, y han hecho del templo del arte lonja del estómago; que yá es progreso material digno de pe- renne encomio. Pero —Sí, y recuerda así mismo el nombre de aquellos ora- dores insignes que, han tenido la rarísima habilidad de EXPLOSIVOS arrastrar á las muchedumbres á fuerza de falsear la His- toria, y el de aquellos historiadores que hau alcanzado esta alta investidura escribiendo cuentos inverosímiles y Una buena noticia. sólo para hombres. Y no lo digo porque sí, ó como suelen decirlo los pe- —Pero mi autor no citará esos oradores; mi autor no riódicos noticieros, que debajo del título pomposo de una será tampoco de esos historiadores. hiena noticia, á lo mejor nos cuentan que D.» Romualda ; \ —No sé cual es tu autor; mas se sirven tales platos de ha estrenado un sombrero ó que D. Ilermógenes fuma texto, que temo te haya cabido en suerte alguno do los con pipa, y otras menudencias por el estilo, que hacen más indigestos y perjudiciales. á uno exclamar; ¡Pues, señor, y para saber esto me he es- —No lo creáis. El Sr. Moreno Espinosa, autor de la tado media hora leyendo!... ¡Esto es la gran información!... LA AVALANCHA 17

]Ah! Y menos mal, si la cosa no pasa á mayores; por- Otra noticia. que la gran información de la prensa de moda consiste Y de la que -tampoco hace gran mérito la gran infor- frecuentemente en recoger noticias que hacen perder al- mación de los fulanos do la gran circulación. go más que el tiempo. ¡Como que muchas de ellas no En Málaga han sido procesados en menos de una se- se pueden leer sin taparse las naricesl mana tres periodistas. Pero do mi noticia, no haya miedo; es buena. ¡Hombre! Y los chicos de la gran información no Tan buena, que pertenece al número de las que la han atronado los espacios, cuando tan por lo serio toman prensa liberal suele callarse, ó desfigurar ó referir á me- las cosas que atañen á los del oficio? dias y con la lotra más poqueflita. —Es que los procesados son periodistas católicos. Porque no es verdad, ni mucho menos, lo que más de —jAaaaaah! cuatro creen, de que la prensa liberal todo lo cuenta con —Si, señor, periodistas católicos, los Sres. Fernández sus pelos y señales. No lo crean Vds. La prensa liberal, de la Somera, Salas y Rueda. á pesar de su tan decantada información, suele tener —Alguna conspiracioncita ¿eh? ancho campo sólo para las noticias que sirven ó no con- —¿Conspiracioncita dice Vd? No, señor Conspi- trarían sus perversos fines. En el caso contrario, ni un racionaza ha sido. Como que se trata de los escándalos bledo le importa la gran información. del juego penado en el Código — Pero, ¿cuándo sale la buena noticia? ^-preguntarán —¡Ahí pues si so los ha sorprendido jugando á los ustedes. prohibidos, ya me lo explico todo. líela aquí, señores míos: —¿Todo? Ni la mitad tampoco. El ex-je8uíta I). Ramón Sarmiento, que desde que tu- —¿Cómo que no? vo la desgracia de ahorcar los hábitos, tanto ha alegrado —Lo que hay es que en Málaga, según más de un tes- á los demonios y sus amigos más ó menos nominatim, timonio público, se juega ó jugaba á los prohibidos es- acaba de retractarse solemnemente de sus errores y yerros. candalosamente Esta buena noticia no me la ha comunicado ningún —Y la autoridad persiguió á los jugadores y cogió en- periódico liberal, pues para otras cosas y cosazas guardan tre ellos á los mencionados periodistas. los de la secta su rápida, grande y despampanante in- —¡Bueno! Lo que ha sucedido es que los periodistas, formación. como celosísimos defensores de la moralidad y del Códi- La he adquirido en la prensa católica, que publica un go, han sostenido una brillantísima campaña contra los hermoso documento firmado por el interesado y fechado jugadores y sus cómplices, y en vez de ir á la cárcel és- en Roma á 1.° de Enero de 1902, del cual corto este pá- tos, han sido empapelados aquéllos. rrafo que leerán con singular gusto todos los hombres de —¿En quó'país vivimos? ¿Entre quó gentes estamos? bien, que no pueden menos de alegrarse de ver cómo —Entre liberales, señor mío, entre liberales. vuelve al redil una oveja descarriada, apartándose de tos —¡Honor y gloria, pues, á esos beneméritos periodis- caminos de perdición: tas quo padecen persecución por la justicia! «Yo, Ramón Sarmiento, Sacerdote de la diócesis de —Conforme, conforme. Y para que en su vida vuel- Madrid, nacido en la misma ciudad, arrodillado á los van á extrañarle las cosas y cosazas que ocurren en los pies del Excmo. 6 Iltmo. Sr. Comisario del Santo Oficio, países donde alumbra el sol de la libertad, no olvide lo y puestas las manos sobre los Santos Evangelios, declaro que dijo el poeta: que firmemente creo y confieso que nadie puede conse- «En tiempos de las bárbaras naciones guir la eterna salud, sino recibiendo y abrazando todo lo colgaban de las cruces los ladrones. que cree y enseña nuestra santa Madre la Iglesia católi- Y en el sig-lo que llaman de las luces ca, apostólica y romana. Por lo cual, duelome con toda , del pecho del ladrón cuelgan las cruces.» mi alma de haber públicamente pecado contra sus ense- # # # ñanzas y mandamientos, abandonando los sagrados debe- Ahí va un detallo do lo que ocurre en Valencia, en la res de mi ministerio - sacerdotal, y sembrando escándalo católica Valencia, en la piadosísima Valencia, por haber- entre los fieles, ya con los numerosos artículos escritos en se apoderado del Municipio los amigos de Blasco Ibáñez. periódicos sectarios como El Tais, que se publica en Ma- El Ayuntamiento ha acordado no costear la antiquísi- drid, y FA PunhJo, que se publica en Valencia, ya escri- ma fiesta religiosa de San Vicente mártir, Patrón de biendo y haciendo representar el drama La Marquesa y aquella ciudad, y en cambio, para que el bofetón sea ma- el drama Honra cristiana, y así mismo publicando los yor, aumenta la fabulosa consignación para las fiestas de folletos titulados La Nunciatura por dentro y Memorias carnaval. de un Jesuíta. Declaro y confieso que en estos menciona- Y los católicos con las manos ea los bolsillos, y lloran- dos escritos, y en cualquier que durante estos años de mi do las calamidades de los tiempos. extravío hubiere dado á la imprenta, incurrí en verdade- Pues nadie diga de esta agua no beberé, que si la acción ros errores condenados y condenables, los cuales ahora católico-política continúa como hasta hoy, no está lejano yo condeno y detesto, según tendencias contrarias á mis el día en que esa agua ahogue desde la más importante deberes, á los intereses de Dios y de la Iglesia, y final- ciudad al menos significante villorrio. mente, que hablando de Prelados y d9 personas constitui- das en dignidad eclesiástica, no sólo las ofendí y ultrajé Y eso que somos los más. con injurias, sino que además con gran ceguedad mía me PELAYO. valí de la calumnia.» Luego reconoce que fueron calumniosas todas las es- pecies y cosas que en los dichos escritos y folletos relató contrarias á la honra y al decoro de los indicados Prela- dos y personas religiosas. Y basta con lo copiado para dar gracias á Dios por la AMATA ó LOS VASCOS EH EL SIGLO VIII conversión del Sr. Sarmiento y para que se limpien los ojos quienes han tenido la desgracia de ensuciárselos le- ESTUDIO CRÍTICO yendo las infamias de El País, El Pueblo y otros ejus- dem fúrfur is. Y ahora, díganme Vds. si mi noticia era buena y apta (Continuación) para alegrar hasta á los mismos ángeles. Y todas estas diversas escenas desfilan ante nuestros Quienes no se alegrarán serán los imitadores de Luci- ojos con extraordinario relieve; la misma propiedad que fer, que sólo ensalzan al clérigo si por acaso tiene la des- hemos señalado en los asuntos pequeños campea en los dicha de marcharse con Judas. asuntos grandiosos; todos los objetos característicos de la escena que se trata de presentar aparecen sucesiva- * * * mente ante nuestra vista; ninguno de ellos huelga en la 18 LA AVALANCHA descripción, ni tampoco ninguno importante se omite: de la cordillera pirenaica, que forman laberintos de va- este esfuerzo de concentración ejercido aun sobre loa lles y cañadas, de precipicios y barrancos, de crestas y asuntos más extensos, explica la mágica verdad y la sin- rocas arremolinadas, de bruscas pendientes y suaves de- gular belleza de los cuadros de Amaya. clivios; cuándo de peñascos en montón, sin más vida que Villoslada, como la mayor parte de los grandes escri- el musgo, ni más habitantes que las águilas; cuándo de tores modernos, es un amante apasionado cíe la naturale- selvas derramadas, el menor de cuyos árboles fuera or- za; siempre que la encuentra cu su camino se detiene á gullo de otras montañas. contemplarla, y embelesado, su pluma se torna pincel que »Allí leinan helados vientos de nieves perpetuas, y ca- reproduce lus perennes bellezas del paisaje, no sin que la lientes auras saturadas de azahar; allí moran, desde el oso emoción del artista deje do traslucirse á través de las ga- recostado en témpanos de hielo, hasta las aves de los tró- las descriptivas. Recordemos la descripción del panorama picos; y crecen en opuestas latitudes, la flora dol Norte y que se descubre desde la cumbre del Aralar. « la vista la del Sur, hayas y fresnos, geranios y magnolias. alcanza sin esfuerzo desde los Pirineos centrales que cie- »La caprichosa estructura de las ramificaciones de esa rran el cuadro por el Oriente, hasta la curva del mar, con- gran sierra, y la atrevida ondulación é inesperados plie- fundida entre las brumas del Norte; desde las castellanas gues de sus estratificaciones geodésicas, presentan, al de- sierras de la cuenca del Ebro, (xorbon y Aizgorri sobre cir do un geólogo, )a imagen del Océano súbitamente pe- Aránzazu, basta las montañas que dominan San Sebas- trificado á la voz de Dios en la más desatada tempestad. tián, Hernani y la desembocadura del Bidasoa. En una Aquella mañana ofrecía esta comparación mayores visos palabra, tierras de Burgos y de Francia, de Vizcaya y de exactitud que nunca. El piélago de montañas tenía sus Aragón; dos golfos y rugidos en 'las sel- fuentes innúmera- • NAVARRA vas, y su fondo azul bles de caudalosos en los vapores de los ríos. valles, sobre los cua- »Las formidables les, flotantes en la cordilleras de Pam- apariencia las rocas plona parecen hu- de las cumbres, he- mildes escalones de ridas por el sol con la gran cordillera pi- rayos horizontales, renaica; la famosa al- rojizas y doradas, re- tura cónica de Mon- medaban la espuma real que se divisa de de las olas.» toda Navarra, queda Pero no es sola- reducida á las pro- mente la serena her- porciones de túmulo mosura de los paisa- céltico y cerro artifi- jes pirenaicos la que cial Pamplona es un se refleja en las pá- modesto caserío que ginas de Amaya, por- tiene por oimientos que así como Villos- las enormes peflas lada sobresale en la de Osquía y por res- pintura do los puros paldo los Pirineos afectos del alma y centrales. en la délas agitacio- »Sola hacia el Sur nes maléficas que la la sierra ele Andla, empañan y agitan cortada vertical inen- como las demencias te por la de Urbasa, del viento al mar, de quiere como echarse la misma manera so- encima del Aralar bresale en la pintura para contenerlo en do la conmoción de sus pretensiones de los elementos, cuan- rey de los gigantes; do éstos parecen y entre uno y otro romper las férreas se tiende el vallo de - leyes de la naturale- Araquil con todos za que los sujetan y sus pueblos, ríos, sel- regulan. Quién quo vas y peñascos que la haya leído podrá deleitan los ojos con VALCARLOS.-Vista parcial. olvidar jamás la ad- detalles; todo lo de- mirable descripción más, desvanece por lo vago y dilatado; confunde el espí- con que termina el episodio de la sublevación de Pamplo- ritu con la idea de la inmensidad. na? «El viento de aquel día había traído en sus alas de «Surgen del azulado fondo de los valles ingentes masas fuego la tempestad. Las veletas de las torres se ladearon de rocas blanquecinas, oscuros lienzos de ciclópicas mu- un poco hacia el Sur, y las crestas de Sárbil y del Perdón rallas, montes revueltos y desordenados como despojos se cubrieron inmediatamente de negros nubarrones, que de . Por una parte lo más profundo; por descendieron al valle del Arga y cubrieron con rapidez to- otra lo más empinado; golfos que ciñen los templados y da la cuenca. Parecía que la noche habla tendido súbita- suaves valles de Aitor, cimas de casi perpetuas nieves, mente su manto más lóbrego. Por espacio de dos ó tres se- sobre las cuales se alzaban los fantásticos palacios y jar- gundos sintióse en el cielo un ruido aterrador, como el del dines de Luzaidc y Maitagarri. El Pirineo allí lo domina paso de un ejército que avanza en silencio de tambores y y absorbe todo; el Pirineo, de mar á mar alzado por la trompetas. Cayó luego un granizo seco do piedras enormes mano de Dios, como baluarte de la independencia ibérica, y espesas, que á grande altura rebotaban del suelo, de los tendido para separar á dos naciones, como un gigante tejados, de las paredes mismas frente al Mediodía. cuya crespa cabellera salpican las espumas del Océano, y »En breve calles y plazas quedaron como nevadas, con. cuyos pies se mojan en las ondas del Mediterráneo. espesa capa de guijas de alabastro. »Las ramas de los robles de tiempo inmemorial, que »A la piedra siguió el agua que caía á torrentes, revuel- crecen en lo fragoso de aquellas breñas, con su primitiva ta con truenos y relámpagos; y sobre el fondo de tenebro- pompa y libertad, no se enlazan y revuelven con tanto y sas nubes veíanse cruzar, rodar, volar otras más negras, tan magnífico desorden como los muros y contrafuertes que á cada momento se iluminaban con rojiza lumbre, LA AVALANCHA 19

descargando sobre la ciudad andanada de centellas. Y tras unas, otras. Era como especie de simulacro de infor- nal armada, que pasaba sin cesar de sierra á sierra, de CARTAS Á CECILIA Sur á Norte, rompiendo en truenos y rayos por una y otra banda. »Lnfl calles convertidas en ríos, la ronda en lago hir* viente de cenagoso oleaje, arrastraban granizo, maderos, v, preguntas qué libros buenos puedes adquirir, muebles y despojos de tenduchos ó cañas viejas que se porque han agotado tus hijas toda tu biblioteca y desplomaban; no era posible que humana criatura pudie- te piden con afán libros nuevos qué compro- se resistir la tempestad, ni había corazón que uo Be aco- miso, Cecilia! Hay pocos para niñas, y como tú posees vo- bardara con tan distintos y siniestros rumores, estruen- luminosa colección de ellos, no sé qué decirte. Si fuesen dos y estallidos.» para ti, que gustas de lecturas serias, te enfrascas en hon- A medida que la grandeza de las situaciones aumenta, das meditaciones y sólo por vía de descanso coges en tus se agiganta la imaginación de Villoslada que se cierne, manos cuentos y novelas, mucho podríamos hablar; pero como las águilas, dominando las más remotas cumbres. las niñas? válgame Dios! y qué han de leer esas criaturas? Hasta ahora> le hemos visto eminente en la expresión de por más que tú, como madre prudente, les hayas formado la belleza do las cosas; pero llega al límite de su genio el gusto, no sé si podrán resistir lecturas demasiado serias. cuando manifiesta la belleza de las ideas, cuando conden- ¿For qué 110 escribirán novelas bonitas 6 interesantes sa la enorme poesía que en España, propias para se desprende de los gran- mujeres, como en Fran- des acontecimientos his- NAVARRA cia, Inglaterra y Alema- tóricos. Cuan vibrante y nia? Esto preguntas des- majestuosa se alza su pués de agotar tus hijas voz repitiendo los inex- la preciosa colección que tricables fallos del des- les envié. No sé qué de- tino! Entonces la novela cirte, Cecilia; depende, á se transforma en poema, mi modo de ver, de va- y el poema, dilatado pur rias causas, y una de inspiración titánica rom- ellas es la pereza ó la pe los moldes poéticos y falta de intención me toca la meta de líi filo- explicaré. sofía. Creeríais entonces Debían los que saben estar leyendo una pági- y pueden, como limosna na de Vico ó Herder, espiritual hecha á las al- aunque escrita bajo muy mas, escribir un poco ca- diverso sistema; los se- da semana para los pe- cretos y misterios de las riódicos católicos, que ge- revoluciones que cam- neralmente son sosos—• bian hasta en sus entra- según dice el público.— ñas el modo de ser de En qué funda esta afir- los pueblos y naciones, mación? En que traen surgen vestidos de oro, pocas noticias y ninguna irradiando luz sobre Jos novela.—De lo primero más oscuros problemas. hemos hablado en otra Pero estas explicaciones ocasión y no lo hemos de jamás se muestran dis- repetir aquí... hay quien gregadas de la narración, gusta de que le cuenten sino que por el contrario, las riñas que hubo entre las veis viviendo dentro las verduleras do la pla- del drama, formando la za, los carros que han malla de la misma com- chocado, etc., etc.; pero plicación del argumento, respecto do las novelas y para mí, este consorcio tienen razón. inimitable es uno de los Las mujeres son casi mayores méritos de Ama- siempre las que sostienen ya. Así, por ejemplo, la subscripción de los pe- cuando la idea superior riódicos que no son po- de la Religión triunfa del líticos y no se tienen por esclusivismo patriótico VALCARLO8.--Iglesia parroquial compromiso. Como ellas de los bascos, aquel gran le pongan la proa y co- movimiento que hace entrar á los euskaros en el concierto miencen á decir que no vale, que es BORO, que las abu- de la nacionalidad ibérica, se produce con tan espontánea rre, bajá segura esto lo saben todos. energía dentro del cuadro de la misma novela, responde Puesto que las obras buenas son escasas y difíciles de tan exactamente al carácter de los personajes que en ella sostener, debían, repito, los que saben hacerlo, proponer- juegan, que el lector comparte tan férvido entusiasmo y se la obra de caridad de escribir artículos amenos, cuen- aplaude tan grandioso episodio, sin darse cuenta que el tos morales, novelitas entretenidas con algo de nal y pi- autor en el mismo instante está sosteniendo y desarro- mienta, con atractivo agradable que sostenga la atención, llando una tesis, que puede considerarse como capital aumente el interés y haga que la lectura se repita varias dentro de su obra, y os, que los intereses católicos están veces.—Porque libro que sólo una vez pueda ser leído, por encima de todos los intereses de la tierra, por respe- ya está juzgado.— tables que sean, tesis que al mismo tiempo es explicación, . No entran en este número las que te he recomendado. • y profunda, de up acontecimiento hasta entonces inaudito Mis hijas las han leído diez veces, siempre con igual in- en la tierra bascongada. terés, siempre sacando provecho de su lectura. • , AUTUIIO CAMPUJN. Pensar que hemos de quitar de manos de la juventud {Continuará.) las novelas en boga de escritores despreocupados, de du- dosa moral, poniendo en ellas cuentos soporíferos, rela- ciones cansadas y desprovistas de encantos, en que los personajes parecen maluquios que Be mueven á compás 20 LA AVALANCHA según el impulso que les ha dado el autor, para que la otra carta hablaremos de otros libros por ahora que sa- virtud quede siempre recompensada y el vicio castigado; boreen éste tus hijas. pintar ángeles on vez de mujeres y desfigurar lo que es Abrázalas por mí y no olvidos á tu amiga, natural para dar lecciones, es notorio desacierto. Eso no RAQUEL. interesa; así no pasa en el mundo; muchoa buenos su- 1902, fren y no pocos malos triunfan basta que la idea sea buena, que se presenten tipos reales; que si el autor así lo quiere, sin esforzarse mucho, con diestras pinceladas resultará hermoso el cuadro, la virtud ensalzada, el vicio anatematizado no hay que forzar la máquina; no es LAS TORRES DE MI PARROQUIA preciso predicar en la novela, porque cansa la lección debe resultar sin que parezca que se tiene intención do dar lo contrario es asustar á las gentes. Hubo una torre orgullosa II Por desgracia no se hace así, Y de aquí que muchas sobro un arco sostenida; novelitas llenan de buena voluntad no lleguen á leerse ni tan altiva y engreída Hoy, la torro, construida como vieja y achacosa. veremos dentro de poco. una vez á lo más las hojean y luego duermen en pro- Sonoro lenguaje loco fundo olvido. No sé quien la fabricó anunciará nueva vida. Por qué no escriben los escritores católicos con más que, haciendo alarde de ciencia, con atrevida ocurrencia Cuando nazca un *nuevo ser frecuencia para sus periódicos, que arrastran una vida sobre el arco la luudo. canto dará de victoria, lánguida ó cansan por demasiado serios? Antes lo dije, y repicaran á gloria Cecilia, por falta de intención no les ocurre tomar la De muy correcto perfil; por el querubín de ayer. pluma como quien mete la mano en el bolsillo para re- tan tiesa y tan elevada: era una plaza montada Si nos morimos, dolor mediar la necesidad de un pobre; no piensan la ventaja de la tropa torreril. mostrará en grave sonido: que tiene la limosna espiritual sobro la material, y ade- ¡Por un alma que ha partido, más de perder el gran mérito que tiene esa buena obra, Desafiando á los vientos reza—dirá—pecadórl privan al periódico de poderoso auxilio debían escri- rigida permanecía: la pobre no comprendía Y en nuestras penas y duelos bir pensando ambas cosas y, siguiendo los consejos de su lo frágil de sus cimientos: y en cristianas alegrías Santidad León XIII y de eminentes Obispos de todos los nos djra todos los días: países, llevar su granito de arena al edificio de recons- Que las torres, como elhombre, vuestra patria son loa cielos. trucción social cristiana, ya que la avalancha de libros si un viento adicto las alza otro viento las descalza impíos é inmorales amenaza aplastarnos. y las apea basta el nombre. III Pero no lo hacen: conozco aventajados ingenios que Nuestra torre se agrietó; Feliz si os veo surgir duermen en la ociosidad y la pereza. Cuántas voces les. inminente ruina vino: ¡oh-torres tan descadas! he pedido ayuda! Y sonriendo me han contestado que no ¡Por no hacer uu desatino y ¡i los cielos elevadas tenían tiempo, cuando acababan de pasar dos ó tres ho- finamente se sentó! os miro, pétreas, lucir. ras en el café charlando, jugando y perdiendo el tiempo de que dicen que carecen. Lo ves? aquí falta la inten- Y eu vez de aplastar á cien Cuando esbeltas y elegantes concurrentes al mercado, alcéis sobre mi ciudad ción la idea el amor si pensaran en Dios, dirían; en el silencio callado como brazos ."•uylicuutes «id, páginas mías, escritas á costa de un sacrificio, á cos- se desplomó mucho bien, pidiendo al ciclo piedad.-,. ta de la renuncia de una satisfacción, id á llevar á los ho- Estella. gares cristianos un rato de amena distracción, un poco do IT. Ol.AZARÁN. consuelo, un rayo de luz, fortaleza y buenos ejemplos id á luchar con las novelas de tendencia anti-cristiana y con el auxilio de Dios, triunfaréis». Nada de esto piensan; tienen enterrados los talentos y nos privan de que los admiremos. Hay además gentes un poco meticulosas para las que sólo el Catecismo está bien, y aun le encuentran algo muy crudo «esa novela no la quiero para mis hijas porque habla de novios, de costumbres malas, de casadas infie- les » bendito Dios! y en sociedad no están viendo cada día novios, seductores, rapiñas, iniquidades? Para niñas de corta edad, cuyo criterio no se halle formado, ningu- na, absolutamente ninguna novela. La menor de mis hi- jas no ha leído ninguna de las mías pero las que son mujeres, que tienen novio ó están on disposición de te- PERIQUILLO SIN AIEDO nerlo, las que oyen cada día que su amiga fue traiciona- da, que la vecina sufre los desdenes y agravios de su ma- rido y todas las mil peripecias de la vida del hogar ¿qué (CUENTO POPULAR) tienen que aprender en las novelas? han de vivir siempre en el limbo? con tal de que sean buenas y la moral pura, con tal de que se mantenga la afición en "los límites de la A CARLITOS X.**, ILUSTRE QENE1UL Y REVOLTOSO CTIIOUELO moderación, la novela no hace daño; ayuda, puede ayu- dar á ser buena I • Si no fuese así, tendrían que prescribirse preciosas no- NA noche en que habías enredado más de lo ordi- velas de Pereda, de Fernán Caballero, del P. Coloma, de nario, te cogí por la manita sin decir palabra, y otros autores igualmente cristianos no se escriben las te llevé al famoso torreón moruno, terror de los novelas para los niños: se escriben para hombres y muje- revolucionarios del Colegio. Por el camino me dijiste que res que yá saben lo que van á leer. habías pensado ser un general muy valiente, y que por Discurriendo por el vasto campo de asunto que merece lo tanto á nada temías. toda nuestra atención, he llenado varias páginas sin re- La noche estaba más negra que suelen estarlo tus de- comendarte libro alguno. Como vives un poco alejada, dos al levantarte de escribir la plana, y no pudiste notar tal vez no lleguen ahí las modernas, y me apresuro á de- por eso la risa que tus futuros proyectos me causaron. cirte que compres La Me¿na Mártir, del P. Coloma, cuyo Vínoseme al punto a la memoria cierto enanito que allá peregrino ingenio luce una vez más sus brillantes galas en los tiempos de mi niñez enseñaban por calles y plazas en esas páginas históricas, admirablemente escritas. En con el marcial apodo de El general mil hombres, y encon- LA AVALANCHA 21

tré gran semejanza entre tu diminuta persona, y la de —jFilho do demo!—gritó el gallego despertando des- aquel émulo de Tom Pouce, que se exhibía por dos pavorido. cuartos. Pero Periquillo se había colocado yá al abrigo de una No sé intimidó, sin embargo, mi sotana negra aute tus esquina, y con la sotana remangada y puesta por la ca- futuros entorchados, y vióse aquella noche el espectáculo beza, le sacaba la lengua cantando á grito pelado: extraño y único en la historia, do un pobre jesuíta arres- Los jallegos de Jalida , ; tando á un general ilustre, en la lúgubre torre del Moro Cuando van ¡I confesare, negro, que hace de los niños malos, chuletas ala Papillote. Llevan la barrija llena t • . No sé si en la media hora que allí estuviste encerrado, De mendruguifiii3 de pane. te obsequiaría el Moro con algún plato de alcuzcuz, ó al- El Cura dio una vuelta por la iglesia, que preparaban guna pipa de legítimo hachisch. Yo por mi parte me vol- para la novena, y una hora después entraba en la sacris- ví al salón de estudio, diciendo para mis adentros: tía á recoger el sombrero de teja y el manteo, para ir á —¿Y por qué este niño no lia de ser con el tiempo un la tertulia del boticario. general valiente? Corazón tiene que lo dé alientos: --]Ah tunantol—exclamó al ver que yá de vuelta Pe- sangre ilustre que le preste brillo ¿Por qué no ha de riquillo, metía sus indiscretas narices en el tarro de con- empuñar algún día una espada que realce la gloria de servas, que encerrado en una alacena, guardaba el señor sus abuelos, con nueva gloria por él adquirida? ¿Aca- Cura para obsequiar á sus tertulianos. Y acercándose de so Alejandro el Macedonio, no era á la edad de este niño, puntillas, añadió dando al goloso un tremendo pescozón: como él lo es ahora, un pobre chicuelo? ¿Acaso Nolson —¡Dominus teeum! no enredó en la escuela, antes de pronunciar el heroico —¡Et cum spiritu tuo!—replicó con desparpajo el de- Vitory or Westminster abbey*, que se ha grabado después lincuente. en mármoles y bronces? ¿Por ventura Méndez Núñez no —¿Has comido, desgraciado?—le dijo el Cura, fingien- hizo alguna vez novillos, antes de dar en el Callao la no- do el mayor sobresalto. ble respuesta que conserva en sus anales la marina es- —No, señor, que no me díó V. tiempo, —replicó Peri- pañola: Más quiero honra sin barcos, que barcos sin quillo, cuyas narices chorreaban almíbar, gracias al pes- honra? cozón recibido, que se las hizo meter dentro del tarro. v Convencido quedé de que serás, si quieres, un general —¡Algún santo rogaba por ti en el cielo, criatura!— valiente, y espero ver algún día ceñida á tu lado izquier- añadió ol Párroco. do, sobre una faja roja, una de aquellas hojas toledanas, Periquillo sacó la lengua para recoger la gota de al- que llevan por lema: No la stiquw ain razón, ni la envai- míbar que amenazaba caer de sus narices, y al ver al I nes sin honor Empúñala entonces para gloria de Dios Cura tan azorado, se echó á reir descaradamente. y de aquella Virgen bendita, á quien yo te he enseñado —¿Te ríes?—dijo el Cura, que en vano quería asus- á llamar Madre. Empúñala en defensa del Key, con la tarle. ¿No sabes que eso es veneno para los ratones? misma buena fe con que tus labios de niño le encomien- —Pero no para los monaguillos. dan hoy á la clemencia divina. Pero jamás la vuelvas en —Es que se te caerán las narices,—replicó el Cura. contra de Dios aunque la impiedad te tiente y la ambi- Ese veneno ea un atroz corrosivo. ción te empuje: jamás la vuelvas en contra del Rey aun- —¿Corrovivo?—dijo Periquillo guiñando uu ojo. Pues que la injusticia te persiga y te venza Arrójala más si es cosa que mata, será más bien corromuerto bien á sus pies rota, pero limpia, y recuerda entonces lo —¡Calla con dos mil de á caballo, chilindrinero! que que dijo siglos hace, el mejor tipo del buen caballero: ya se me va acabando la paciencia, y el día menos pen- ...venganza de vasallo sado te planto en la calle y te ajusto la cuenta. Contra el Rey, traición semeja, —Mejor será que me la ajuste V. primero y me plante Y el sufrir loa tuertos suyos, en la calle después. Es señal de sangre buena, —¿Callarás al fin? replicó el Cura impaciente. Lávate Sé, pues, si lo quieres, un general famoso; pero no sa- ahí pronto. • ques de la faja y los entorchados, la ilógica consecuencia Periquillo zambulló su picaresca cara on una jofaina, de que nunca has de ver la cara al miedo. Hay un miedo escamondándose la nariz con tanta fuerza, que la sacó á muy saludable que todo hombre ha de buscar para gran poco colorada como un pimiento. provecho suyo, y quiero yo ponértelo de relieve, contán- —No estaría yo feo chato,—dijo secándose con la man- dote un cuento que hoy te hará reir ¡Quiera Dios que ga de la sobrepelliz. mañana te haga pensar! —¿Pero tú no tienes miedo á la muerte, muchacho?— II exclamó el Cura á quien sacaba de quicio la calma de Periquillo. Las campanas de la parroquia repicaban la fiesta del —¿Miedo yo? ¡Ojalá y lo encontrara! Carmen, á impulsos del más travieso monaguillo que han —Ya lo encontrarás sin que lo busques. registrado los fastos de sacristías y campanarios. —No esperaré á que venga, sino que iré yo á buscarlo. —¡Periquillo!—gritó de repente el señor Cura al pie —¿Qué dices? de la escalera de la torre. —Que en cuanto le coja las vueltas á mi madre, me —¿Mande V.?—contestó Periquillo sin dejar tranqui- marcho por esos mundos de Dios en busca del miedo. •. las las campanas. —Tú estás loco, Periquillo,—dijo el Cura volviéndole —Baja corriendo. la espalda. A poco apareció Periquillo embutido en su sotana co- —El que tenga ojos verá si estoy cuerdo,—replicó el lorada. muchacho. Y echando á correr á pie cojito, se sentó á la —Llégate en casa del Alcalde, y dile que mañana em- puerta de la iglesia, cantando al mismo tiempo que con pieza la novena,—le dijo el señor Cura. una piedra partía piñones: Periquillo dio media vuelta á la derecha sin decir pa- labra, y salió canturreando entre dientes su tonada fa- ,•...... ;• Ayer tarde 1' • .'^ Fui á la huerta vorita: . . • *• '-.\ " • • • De mi tío Antón. A vivir, á vivir ' •-•..•'.' ..-'• ' Cogí un pepinillo, ¿Quién en el mundo . . • ' '.,'."' Me dio un pescozón. 1 v Me hará a mi huir? '. ? • Por más que corría, *.••-'' Mi tío volaba. (. . Y como si quisiese probar su aserto con la provoca- ¡Ay, ay, con mi tío! ción, descargó al mismo tiempo un soberbio puñetazo en ¡Qué palos me daba! ,, • > ' la montera de un gallego que apoyado en su cuba de Y el travieso Periquillo se rascaba con uua risita ra- aguador, dormía á la puerta de la iglesia. biosa, el sitio saludado por el señor Cura. * «Venzamos ó vayamos á reposar yn Westminster.» Pala- Nada pudo en efecto apartar á Periquillo de su extra- bras del almirante Nelson en la batalla de Trafalgar. ña determinación, de marcharse por esos mundos de Dios v t •

LA AVALANCHA en busca del miedo: ni las lágrimas do su madre, ni loa y de habitantes, incluidos aquéllos, de 1.001. Onza toda consejos y pescozones del señor Cura, que por ser su pa- la extensión del valle en dirección de Sur á Norte el río drino le tenía especial cariño, pudieron disuadirle de su Valcarlos, que nace en su término, juntándose con el Nive propósito. (Francia) cerca de la población francesa de San Juan de Ciñóse un día un sable de cana sobre su sotana colora- Pie de Puerto, sirviendo de límite á ambas naciones; sus da, púsose en la cabeza un bonete del señor Cura, á que aguas, excelentes y cristalinas, crian abundantes y ricas había recortado los picos para imitar mejor un birrete, y truchas. con este gentil atavío se presentó á su madre, pidiéndole Poco antes de llegar á Arnegui se encuentra la adua- la bendición antes de ponerse en camino. Lloraba ésta y na, y la carretera penetra en Francia por el puente inter- le suplicaba en vano que no la abandonase sola y desva- nacional de Arnegui. lida, para poner en práctica un proyecto que en todas partes le acreditaría do loco ó do necio. —Sí,—replicaba el muchacho á sus razones: tontillo es el hijo de mi padre. Métanme el dedo en la boca y tién- tenme las cordales, y verán si me ha despabilado Dios las luces del entendimiento. AESA REVUELTA Llorosa entonces la madre, fuese á un arcón viejo que bajo de la cama había, y sacó de él unas-alforjas. En cumplimiento de los Cánones sagra- —Toma, hijo, estas alforjas,—dijo entregándolas al do».—Hace poco tuvo lugar en la catedral católica de chico. Aquí están encerrados todos los vicios: los ajenos Chicago, una escena verdaderamente dramática. van en esta bolsa: los tuyos los he puesto en esta otra, pa- raque puedas fácilmente examinarlos y corregirte de ellos. Un domingo, durante la misa mayor, entró en el tem- plo, colocándose debajo del pulpito, el exsacerdote Crow- P. Luis COLOMA, S. J. ley, recientemente excomulgado por insubordinación con- (Concluirá.) tra su Obispo Mons. Feehan. Apercibióse de su presencia el canónigo Mr. Barry, y dirigiéndose á é!, lo rogó cortes- mente que se marchara; mas como aquél se negara en absoluto a acceder á su ruego, hizo una seílal al organis- ta para quo dejase do tocar; la misa mayor se suspendió NUESTROS GRABADOS en el Gloria in excclsís; el celebrante y sus acólitos aban- donaron el altar; la velas de éste y las demás del templo se apagaron, y subiéndoso al pulpito dijo el canónigo Iglesia parroquial de Valcarlos.—Hace muchos Mr. Barry: «La misa mayor ha tenido que suspenderse, aíloH que en el pueblo de Vallarlos so sentía la necesidad por hallarse en el templo un sacerdote excomulgado. So de una iglesia en relación con el crecido número de ha- continuará el Oficio divino con una misa rezada.» bitantes que cuenta, y otros pueblecillos y caseríos agre- gados; pues la iglesia antigua ora tan reducida que ape- nas podía albergar la mitad de los vecinos. Obreros católicos.—Tomamos de un semanario El celoso párroco de aquella localidad, D. Cruz Goye- de Valencia: neche íué quien determinó la construcción de la nueva «Los 130 oficiales panaderos de Valencia que, separándoso do iglesia, derribando la antigua para aprovechar los mate- los 80U menos piadosos del oficio, siguen cobijados bajo el anti- riales y emplazarla, aumentando la superficie, en el sitio guo estandai-to del gremio y a la sombra del Salvador del mun- que ocupaba* aquella. do, su patrono ha acordado, por iniciativa del fervoroso D. Ma- tías Arbiol, pegar un cartel en la casa social anunciando quo so A principios del año 1898 se dio comienzo á las obras prohibe allí la blasfemia; poner en el salón de juntas uu magní- bajo la dirección del arquitecto diocesano I). Florencio fico cuadro de Jesús en el acto do bendecir el pan, cuya imagen de Anaoleaga, habiendo duratlo éstas 18 meses, próxi- presidirá las sesiones y a la quo se le dirigirán preces en toda mamente, y cuyo coste asciende á 4f>.0()0 pesetas en nú- reunión, y corregir el rótulo do la casa (quo da A la callo) en. esta forma: «Gremio católico de oficiales panaderos». meros redondos, coiitamjo la parroquia para la ejecución La bendición del hermoso cuadro su verificó en S. Nicolás el do ka obras con la mayor parte del capital. "" día del Salvador, siendo después colocado en su sitio á los acor- La nueva iglesia forma una cruz latina y ocupa una des de la marcha real y entre ¡vivas! entusiastas. superficie de H50 metros, contando además con hermosos Un aplauso merecen estos trabajadores católicos que, contra la corrieute dol siglo, se conservan fieles A la Iglesia y procuran porches en la fachada principal, cuya fachada se encuen- guardar las tradiciones benditas de sus antepasados.» tra en línea con la carretera que conduce á Francia, y por su posición presenta el aspecto de un templo suntuoso. Deseamos tengan estos obreros muchos imitadores en El virtuoso presbítero D. Cruz Goyeneche ha trabaja- todas partes. do sin descanso por ver realizado tju pensamiento, ven- ciendo los muchos inconvenientes que le presentaban, y ha dado fin á la obra dejando á sus feligreses (al trasla- Una conversión notable.—En la iglesia de San- darse á Maya) un templo que satisface las necesidades to Domingo de Córduba (Buenos Aires) ha sido bautizada que anhelaban los vecinos del pueblo de Valcarlos. recientemente la sefiorita María Eva Vandestar, de la nobleza holandesa, después de haber abjurado la religión judía. Esta señorita cuenta 20 años de edad y tiene una . Vista parcial de Valcarlos.—A la bajada del puer- esmerada educación. Ha hecho estudios

CORRESPONDENCIA CON LOS SEÑORES SOCIOS

ABONO POR SUBSCRIPCIÓN ArazurL—D. R. V. . . . Fin de Diciembre 1901 Olazagutía.—D. E. M. . Fin de Diciembre 1901 Nuin.—D. J. U » Diciembre 1902 Azcona.—D. C. R. . . . » Julio 1902 Orbaiz.—D. E. L » Junio 1902 Santurce.—D. M. C. . . » Junio 1902 Satrústegui.—D. M. G. . . » Diciembre 1901 Zariquiegui.—D. L. Z. . » Diciembre 1901 Villava.-D. F. A » Diciembre lííOl Larráyoz.-D. S. E. . . > Junio • 1902 Ucar.—D. M. L » Diciembre 1901 Tajonar.—D. G A. . . » Diciembre 1901 Urdax.—D. C. T. y E. . . » Diciembre 1902 Vilíava.—D. J. A. . . . » Diciembre 1902 Peralta.—D J. A » Diciembre 1901 Villava. -D. J. S. . . . » Diciembre 1901 Azeárute.—D. J. U. . . . » Diciembre 1001 Beriáin.—D. C. O.. . . » Diciembre 1901 Ilzarbe.—D. F. V » Diciembre 1901 Puente la Reina.—D. F. O. » Diciembre 1901 Aranaz.—D. V. H. . . . » Diciembre 1901 Sumbilla.—D. P. O. . . » Diciembre 1902 Oteiza.—O. M. V » Diciembre 1901 Arróniz.—D. J. B. . . . » Diciembre 1902 Betelu.—D. J. G » Diciembre 1901 Arróniz.—D. F. L. . . » Diciembre 1902 Arizcun.—D. J. B. Z.. . . » Diciembre 1901 Pamplona.—D. V. M. . » Diciembre 1901 Azpilicueta.—D. F. Y. . . » Diciembre 1001 Munárriz.—D. E. A. . . » Diciembre 1901 Arizcun.—D. J. L.. . . . * Diciembre 1901 Iráizoz.—D. M. Z. . . . » Diciembre 1901 Osacáin.—D. J. M.a L. . . » Diciembre 1901 Igal.—D. J. A » Diciembre 1901 Olave.—D.P. A » Diciembre 1901 Sangüesa.—D. J. B. . . » Diciembre 1902 Maquirriain.—D. A. D. . . » Diciembre 1901 Zunzarren.—D. L. A. . » Diciembre 1901 Villamayor.—D. A. A. . . » Agosto 1901 Olmnos.—D P. D. . . » Dici timbro 1902 Olóriz.—D. B. O » Diciembre 1901 Zufía.—D.11 M. A. ... » Diciembre 1901 Cizur-mayor.—D.a J.P. de O. » Diciembre 1902 Mendigorría.—D. C. L. . » Diciembre 1901 Riezu.—D. M. 8. M. . . . i Diciembre 1902 Gazólaz.-D. T, A. . . » Diciembre 1902 Olite.—D. V. F » Diciembre 1901 Zolina.—D. N. C. . . . » Diciembre 1902 Olite.— D.a 0. M » Diciembre 1901 Barásuuin.—1). A. 8. . . » Diciembre 1902 Tafella.—D.» A. P. . . . » Diciembre 1901 Villava.—D. A. Z. . . . » Diciembre 1902 Olagüe.—D.a M. C. . > Abril 1902 Azcona.—D. C. R. . . » Diciembre 1901 Larraga. - D. F. R. y O.. . » Diciembre 1901 Tafalia.-D. A. M. . . » Diciembre 1901 Allí.—D. F. I i Octubre 1902 Berrioplano.—D. B. G. . ' » Diciembre 1902 Torres.—D. M. O » Junio 1902 Sangüesa.—D. E. N. . . » Diciembre 1902 VillaTa—D. P. M. . . . » Diciembre 1901 Artaiz.—D. LA. . . . » Diciembre 1901 ' Villava.—D. F. E * Diciembre 1901 Lumbier.—D. C. M. . . » Diciembre 1901 , Berriozar.—D. L. T. . . . » Diciembre ¿902 Zarauz.—D. L. O. ... » Diciembre 1901 Tafalla.—D. F. M. . . . » Diciembre 1901 Rentería.—Fr. A. de E. . » Noviembre 1902 Maya.—D. C. G * Diciembre 1901 Pamplona.—D. C. A. . . » Diciembre 1901 Vidaurre.—D. J. J. M. . . Pamplona. -D. F. H.. . » Diciembre 1902 a » Diciembre 1901 Belaseoáin.—D. L. U. . . » Diciembre 1900 Pamplona.—D. M. A. . » Diciembre 1901 Benegorri.—D. L. A. . . . » Diciembre 1901 Pamplona.-D. V. G.. . » Diciembre 1901 .'. Villava.—D. C. O * Diciembre 1902 Atondo.--D. H. M. . . » Diciembre 1902 Burgo de üsrna.—D. P. N. I. » Diciembre 1901 Yanci.—D. J. E. . . . » Diciembre 1902 Villava.—D. M. S » Diciembre 1901 Pamplona.—D. P. S. . . » Junio 1902 . Imárcoain.—D. A. G.. . . » Junio 1902 Peralta.—D. L. V. ... » Diciembre 1902 Pamplona.—I). A. I. . . . » Diciembre 1901 Errazu.—D. L. L. I. . . » Diciembre 1902 '

LA VASCO-NAVARRA COMPAÑÍA DE SEGUROS Á PRIMA FIJA CONTRA LOS ACCIDENTES DEL TRABAJO Establecida con arreglo á la Ley "de 30 de Enero de 1900

-CAPITAL SOCIAL: 4.000.000 DE PESETAS-

Domicilio social: PAMPLONA

La Ley de accidentes del trabajo impone graves responsabilidades á los patronos en cuantos accidentes ocurran á sus obreros en el ejercicio del trabajo á que se les destine 6 con ocasión de él. Es un paso dado en ol camino de las reformas sociales, y fúndase en un principio de justicia que el obrero lesionado ó muerto por un accidente del trabajo, no quede abandonado ni deje desamparada á su familia. La Vasco-Navarra, Sociedad constituida con un capital de 4.000.000 de pesetas, cuyas acciones han sido cubier- tas en las tres Provincias vascas y Navarra, proporcionalmente, mediante una modesta prima que deberán pagar los patronos, toma á su cargo todas las responsabilidades quo impone la Ley de 30 de Enero de 1900 y garantiza en todo caso las indemnizaciones correspondientes, sustituyéndose al efecto en la personalidad do aquéllos.

PAMPLONA. —Imprenta y Librería de Erice y García, calle de la Estafeta, número 31. •>"

24 LA .AVALANCHA

ENTISTA G. Munárriz. OS MEDICAMENTOS JAQUECAS LEGUMBRES SUPERIORES L GRANULADOS do PA- DGarantiza las dentadu- LACIOS PELLETIER, far- EURALGIAS,lumbago, ras artificiales y extrae mue- Garbanzos de Castilla, alu- macéutico de FITERO (Na- N ciática, toda clase de do- las por la electricidad.—Cha- bia de Mendavia, León, San- varra) son los mejores que se lores y fiebres desaparecen pitela, 21, 1.° ..^ ., güesa y de la Ribera; arro- conocen y se hallan de venta rápida y seguramente con la ces, bacalaos, galletas, almi- dones. en Pamplona en las farma- ANTIPIRINA GRANULA- IBRERÍA científico-reli- cias de Aguinaga, Marquina DA PALACIOS PELLE- Lgiosa: NEMESIO ABAM- ULTRAMARINOS — y de Negrillos y en las prin- TIER. B'URU.- -Han Saturnino, 14, Bienvenido Ibáüez, S. Nicolás, 25 cipales de España. Probad y os convenceréis. y Curia, 17 y 19.

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