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POLITICAL IDEOLOGY AND ORIENTALISM:

THE PRE- NARRATIVE OF THE

MOROCCAN WAR (1921-1923)

DISSERTATION

Presented in Partial Fufillment of the Requirements for the Degree of Doctor of Philosophy in the Graduate

School of The Ohio State University By

Dionisio Viscarri, B.A., M.A.

The Ohio State University

1 996

Dissertation Committee: Approved by Samuel Amell Salvador Garcia Castaneda

Stephen Summerhill Adviser

Department of Spanish and Portuguese UMI Number: 9639365

UMI Microform 9639365 Copyright 1996, by L7MI Company. All rights reserved. This microform edition is protected against unauthorized copying under Title 17, United States Code.

UMI 300 North Zeeb Road Ann Arbor, MI 48103 IDEOLOGIA POLITICA Y ORIENTALISMO:

LA NARRATIVA PREFASCISTA DE LA

GUERRA DE MARRUECOS (1921-1923) Para mi hijo William.

iii RECONOCIMIENTOS

Quiero mostrar mi agradecimiento a los miembros de mi tribunal de tesis, los profesores Salvador Garcia Castaneda y Stephen

Summerhill y, en especial, a mi director el profesor Samuel Amell, por el apoyo, los consejos y la paciencia que me han sido deparados, y por las largas y repetidas llamadas telefonicas que sostuvimos durante la realizacion de este proyecto. Agradezco a la profesora

Susana Paun de Garcia de Denison University su fe en mi. Al profesor

Jose Antonio Perez Bowie de la Universidad de Salamanca le debo su generosa contribucion documental y sus consejos. Y por ultimo, le doy las gracias a mi amigo, Gonzalo Martinez Camino, por las infinitas conversaciones y lecturas telefonicas. A todos muchisimas VITAE

April 30th, 1963 Born - Barcelona, .

19 8 8 B.A., University of Houston

University Park, Houston,

Texas.

1 9 9 0 M.A., University of Houston University Park, Houston,

Texas.

1990 Present The Ohio State University, Columbus, Ohio.

AREAS OF STUDY

Department of Spanish and Portuguese:

Spanish Peninsular Literature of the 19th-and-20th Centuries and

Spanish Peninsular Culture INDICE

RECONOCIMIENTOS ...... iv VITAE ...... v

INTRODUCCION ...... 1

CAPITULO PAGINA

1. LOS ANTECEDENTES ...... 15

2. DIARIO DE UNA BANDERA ...... 80

3. NOTAS MARRUECAS DE UNA SOLDADO ...... 144

4. TRAS EL AGUILA DEL CESAR ...... 210

CONCLUSION ...... 269

BIBLIOGRAFIA ...... 284

vi INTRODUCCION

El presente estudio propone una aproximacion critico-anah'tica que contribuya a clarificar la dialectica entre literatura e ideologia politica.

Como objeto de analisis se han seleccionado tres textos escritos entre 1921-1923 que conjuntamente reunen las caracteristicas principales que con mayor o menor medida definen a la narrativa prefascista de la ultima guerra de Marruecos. La vision de este conflicto implica una compleja gama de condicionantes ideologicos que delatan la polarizada situacion socio-poh'tica de la

Espana de la epoca y la intromision de conceptos y mitos culturales tan antiguos como el mismo pais.

Recientes estudios sobre la literatura fascista espanola, suelen adherirse a la postura critica tradicional que se centra en la guerra civil o en el triunfalismo de la posguerra. No obstante, al casi unanime consenso crftico de la existencia de una formula retorica y de unos topoi comunes presentes en los textos falangistas, no se ha dado suficiente atencion a las fases de desarrollo de estos elementos.

Este trabajo examina como tres escritores de futura afiliacion fascista o pseudofascista (como es el caso de Franco) conciben, representan, e interpretan en su narrativa la experiencia espanola en Marruecos durante los anos veinte. Empleo el termino narrativa ya que las obras en cuestion son por lo general autobiogrdficas y corresponden a un subgenero hibrido que oscila entre las cronicas periodisticas de guerra, la novela testimonial y la metaficcion. El resultado es una tabula muy personal vista a traves de un narrador unidimensional que arbitrariamente selecciona y manipula aquellas experiencias que con fines ilustrativos de cierta ideologia busca subrayar.

Las tres obras en cuestion son Tras el aguila del Cesar: Elegfa del Tercio, 1921-1922 de Luys Santa Marina (1898-1980), N otas marruecas de un soldado de Ernesto Gimenez Caballero (1899-1988) y Diario de una bandera del entonces comandante

Bahamonde (1892-1975).

El enfoque de mi estudio es mayormente tematico y en su desarrollo se hace hincapie en la intima relacion que existe entre el fondo politico, social y cultural y la trayectoria politico-ideologica de los escritores en cuestion. Por lo tanto, la metodologia empleada consiste en el anaiisis minucioso de las ideas, temas, imagenes, aspectos retoricos, variantes biograficas y descripciones que demuestran la presencia de indicios prefascistas en la prosa de las obras senaladas. Refiriendose a la literatura nacional-socialista alemana, Titus

Suck comenta:

The fascist intellectual and artist remains for a great many literary historians a somewhat embarrasing issue...the criterion of esthetic quality is most often used as to dismiss the literary product as worthless and not memorable. (3)

El desprecio critico bajo al que se ha venido sometiendo a la literatura fascista corresponde a una peligrosa, aunque comprensible, simplificacion evaluativa basada exclusivamente en las conexiones directas o indirectas que un texto pueda tener con un regimen politico determinado. Esto ha perpetuado una poderosa cadena de mitos comparable a la maquina propagandista fascista que buscan desprestigiar. Por eso, hoy en dia, se aceptan sin el debate necesario generalizaciones como la referencia de Strachey al

"Profoundly anti-cultural character of " y se toma como presupuesto la "Deadly enmity of fascism for every form of culture"(7).

El aho pasado, 1995, marco el vigesimo aniversario de la disolucion del regimen franquista en Espafia y por extension, aunque para muchos sea discutible, de parte del caparazon ideologico de . En los cuatro lustros que nos distancian de la muerte del general Franco, ha madurado una nueva generacion circunstancialmente libre de las connotaciones positivas o negativas que tradicionalmente han venido forjandose en torno a los casi 70 ahos de presencia fascista en la realidad espanola. Hasta ahora, los caudales de tinta derrochados para analizar el desarrollo de la ideologia falangista casi siempre han implicado una posicion de defensa o de ataque en relacion con los intereses del critico pertinente. El resultado ha sido generalmente la politizacion maniquefsta de estudios que a pesar de sus indispensables 4 aportaciones intelectuales, inconscientemente lastran su aproximacion crftica con cierta carga emotiva.

En las tres narraciones objeto de este estudio, confluyen elementos de indole cultural propios de la literatura colonialista que al mezclarse con el programa politico en gestacion producen un fenomeno ideologico unico. De esta manera, el marco geografico que ocupan estas obras invita a la consideracion de una serie de componentes etnograficos que sostienen el diverso repertorio de estructuras historicas, literarias y culturales que forman lo que

Edward Said denomina Orientalismo .

En su libro de este titulo el critico palestino-americano, explora la dimension de este concepto, abordando el tema de la representacion del Otro en las manifestaciones literarias coloniales de Francia, Inglaterra, y Estados Unidos. Sin embargo, por razones de espacio, Said admite haber hecho caso omiso de otras literaturas occidentales que experimentan un desarrollo y procedimientos similares en la concretizacion y representacion de la realidad de un mundo desconocido. En un precursor estudio, Julia Kushigian explica:

Hispanic orientalism has been denied its rightful place in the contemporary revision of the concept of orientalism, even though it signals an enduring and nonmanipulative perspective that should be restored through a literary approach to the discourse on orientalism. (1)

De hecho, en su libro, Said busca identificar y describir como una erronea, pero compleja, piramide ideologies ha sido edificada, ampliada, y paulatinamente deformada por los cronistas, 5 antropdlogos, novelistas, funcionarios coloniales, poetas y eruditos europeos que han entrado en contacto directo o indirecto con el denominado mundo Oriental. El mencionado critico profundiza al respecto haciendo hincapie en la envergadura del problema:

Thus a very large mass of writers, among whom are poets, novelists, philosophers, political theorists, economists, and imperial administrators, have accepted the basic distinction between East and West as the starting point for elaborate theories, epics, novels, social descriptions, and political accounts concerning the Orient, its people, customs, "mind", destiny and so on. (2-3)

Empleo el termino piramide, ya que segun Said el pensamiento y el conocimiento europeos con respecto a lo oriental han atravesado diversas etapas o ciclos formativos, cuyos contenidos se justifican y comprueban solo en el defectuoso legado dejado por las fases de desarrollo ideologico que los preceden. Es decir, que los enormes bloques de piedra ideologies que constituyen los cuatro costados de la superficie de esta metaforica piramide, sufren de una base zozobrante a causa de su premeditada ilegitimidad. De esta manera, el corpus del pensamiento orientalista es comparable al ciclo vital de una estructura cuya trayectoria puede contemplarse y analizarse tanto diacronica como sincronicamente.

La vertiente espahola de ese fenomeno intelectual llamado

Orientalismo es inherentemente anomala ya que Espaha tiene la paradojica condicion de pasar de reducto conquistado a entidad conquistadora, lo cual germina un desarrollo ideologico conflictivo que difiere radicalmente de la experiencia orientalista de otras naciones europeas. Espana por su peculiar condicion histories, experimenta de manera mucho mas intensa la presencia de culturas de corte afroasi£tico, por lo cual desarrolla muy pronto una vision maniquefsta en lo que respecta a lo filosofico-religioso pero a la vez toma una posicion de admiracion y asimilacion en su concepcion practica y cultural.

Para algunos criticos, la representacion del Otro adquiere una nueva dimension convirtiendose en elemento primordial para descubrir e interpretar el Yo. Es decir, la vision y representacion del

Otro sirve como espejo que refleja la posibilidad de autoconocimiento. Para Kushigian esta dicotomia "infers an absence of condescension toward the other culture that other nations disguised in a veil of teaching ’them' to be more like 'us'" a lo cual anade una erronea simplificacion "Hispanic Orientalism comprises a generosity toward, and respect for, diversity" (3).

En principio, parece peligroso incluir dentro de una misma mentalidad a la esfera peninsular con la latinoamericana, simplemente por las divergencias historicas, raciales y de perspectiva que son aparentes. Los pafses del nuevo continente no experimentan siete siglos de presencia oriental en su territorio, igualmente no "negocian" un proceso de convivencia, asimilacion y prestamo cultural al que se unen expulsiones, intolerancia y

Reconquista, para caracterizar el legado de relaciones entre Espana y el mundo oriental.

Para Said, la ideologia orientalista aparece escindida y a la 7 vez paradojicamente unida por dos momentos de interpretation.

Estos se manifiestan dentro de unos marcos cronologicos determinados que sirven como fondo intelectual e ideologico para cada fase subsiguiente.

La primera etapa corresponde a un periodo embrionico de indole mitico-religiosa que se extiende desde los principios del Medioevo hasta aproximadamente fines del siglo XVII, y se identifies con los primeros esfuerzos por delimitar los confines geograficos y religiosos del universo greco-latino-germanico en oposicion al resto del mundo. La Biblia, el apego de los intelectuales a los principios escolasticos y el desgaste politico-economico de las Cruzadas forman los primeros puntos de contacto que desembocaran en el desarrollo de una ideologia orientalista.

La segunda fase de este proceso de apropiacion del mundo oriental tiene sus comienzos en el siglo XVIII cuando los numerosos descubrimientos cientificos, con su aplicacion empirica, se extienden en su metodologia a la definicion del Otro. El siglo XIX represents la elaboracion de esas teorias con la intromision de un nuevo afan por la clasificacion y categorizacion de toda entidad observable, en la cual se incluye al ser humano. Taine, Comte,

Chamberlain, Gobineau, entre otros, contribuyen a confeccionar las teorias raciales, culturales e historicas que representan a la justificacion positivista de las oposiciones y estructuras que definen al Orientalismo en su ultima vertiente.

Muchos de los mitos que prevalecen y estructuran algunas de las obras en cuestion estan relacionados con los siguientes conceptos 1) el mito de la responsabilidad civilizadora que tiene Europa hacia regiones no europeas 2) el tema de la encomendacion divina y predisposicion cristiana hacia la Cruzada 3) el apoyo en una larga secuencia de textos literarios sobre el colonialismo y el

Oriente en general, forjados bajo el patrimonio de una serie de intereses creados 4) el tema del "honor" como vestigio romantico tanto a nivel ideolbgico-textual como a nivel intertextual.

Mi intencion es ir mas alia de esta obvia separacion geografica y escindir el mismo Orientalismo espanol en fragmentos mas concretos que entran en relacion con la ideologia politica-social individual y colectiva de los grupos de extrema derecha y en concreto de lo que seria la Falange Espahola. El programa ideologico de la Falange se basaba en un intenso nacionalismo que estaba acompahado por una vision imperialista, sobre todo con respecto a

Marruecos. Por lo tanto, se quiere demostrar como el concepto orientalista forma parte del inconsciente politico de los escritores prefalangistas, siendo considerado por algunos como una faceta de la personalidad de la nacion, y rechazado por otros como algo foraneo e inferior. Mi trabajo examina esa inconsistencia en la actitud hacia

Africa, y por extension hacia Espana, por parte de tres escritores que se encuentran en un estado ideologico prefascista.

Esta dualidad implica la ya tdpica discusion sobre la naturaleza netamente europea o circunstancialmente hibrida del alma espahola. Juan Goytisolo ha dedicado gran parte de sus escritos a este tema, concluyendo que la solucion al problema de identidad espanola no va unida a la europeizacion de Espana, como pedia

Ortega (entre otros), ni a la espanolizacion de Europa, como clamaba

Unamuno, sino a la africanizacion de Espana, lo cual alude a la existencia de todo un proceso intelectual que busca resolver esta problematics sobre los origenes, sustancia y deudas culturales de la nacion.

Las campanas de Marruecos representan un capitulo mas del afan por manifestar la "europeidad" espanola, por demostrar su arraigo en los ideales europeos de superioridad tecnologica e institucional, con responsabilidades civilizadoras y proyectos de urbanizacion. Asf mismo, estos conflictos reflejan la obsesion existente en los espanoles por despojarse de la influencia semita, por resolver de una vez por todas la lucha de identidad que justificada o injustificadamente les consume. Los escritores que se tratan en este estudio, luchan en contra o se dejan seducir por ese patrimonio historico implicando y reflejando sus respectivas ideas en el discurso que emplean para trasmitir sus vivencias en tierras marroquies.

La necesidad e in teres academicos en estudiar los textos en cuestion, surgen de la carencia de un estudio completo que enfoque y clasifique estas obras desde una perspectiva netamente tematica e ideologica. Es cierto que existen multiples trabajos que han examinado algunas de estas novelas a partir de su situacion en el 1 0 universo hist6rico-literario o a nivel independiente. Sin embargo, tales estudios hasta la fecha nunca se han concentrado en el analisis de los componentes prefascistas y mucho menos en la presencia orientalista en las mismas. El presente trabajo propone la resolucidn de los numerosos problemas que surgen a raiz de un estudio ideologico-cultural de las novelas prefascistas sobre las campanas africanas, buscando establecer claras definiciones, asociaciones y divergencias.

Por una parte, se intenta analizar el desarrollo de una vision ideologica de car£cter netamente insular o nacional, templada por unas circunstancias socio-poh'ticas y por unos moviles exclusivamente espanoles. Por otra, estudiar como la presencia del fenomeno orientalista impacta y contribuye a la ideologia politica de estos escritores.

Todos comparten una serie de circunstancias que sirven para acentuar el interes de su propia produccion literaria y por extension de este estudio. Cronologicamente todos pertenecen a una generacion cuya juventud es testigo de la crisis que define a Espana durante el primer tercio del siglo XX, etapa que Manuel Rubio Cabeza ha clasificado como "una de las epocas mas tristes de su triste historia" (Meaker 8). Este periodo historico conlleva una serie de catastrofes politicas, sociales y militares. El 67% de los espanoles, segun el censo de 1900, eran analfabetos. En ese mismo ano estalla en Barcelona una revolucion anarquista que dejara un numeroso saldo de muertos y que solo ser£ reprimida tras una brutal intervencion de las fuerzas armadas. Directamente relacionadas con los disturbios en "la ville des bombes", como un periodista frances denomind a la

Ciudad Condal, estan las ya mencionadas insurrecciones rifenas que a partir de aquel mismo ano, se reinician esporadicamente hasta

1927. En 1912, Canalejas, el Presidente del Gobierno, es asesinado en el mismo centro de , en la Puerta del Sol, mientras el pistolerismo sindical se establece como una forma natural y cotidiana de vida en los centros industriales de la nacion. Asi mismo estos escritores-soldados que experimentan la dictadura de

Primo de Rivera, la "dictablanda" de Berenguer, la abdicacidn de

Alfonso XIII, y el advenimiento de la Segunda Republica espanola, mas tarde triunfaran en la conflagracion civil e impondran su vision ideologica. Todos pasan por el Ejercito de Africa (aunque se haya sugerido lo contrario con respecto a Santa Marina, sin evidencia que lo corrobore), otorgandoles de esta manera una legitima autenticidad adornada con experiencia directa en el conflicto que posteriormente habrian de relatar.

Ademas, todos comparten la condicion de pertenecer a la misma clase social que por tradicion de descontento, se encarga de fomentar la agitacion intelectual que se materializa en una multiplicidad ideologica. Victor Fuentes los define en su conjunto, de esta manera "Procedentes de la pequena y media burguesfa, estos jovenes tuvieron su 98 en la catastrofe de Annual, de donde regresaron con la conviccion de que habia que transformar el Estado espanol" (51) y prosigue mencionando la universidad como elemento 1 2 consolidador que otorga organization e impetu a los jdvenes revolucionarios. Aunque Fuentes se refiere solo a los movimientos de izquierda, es bien sabido que paralelamente de ese mismo ambito universitario, con Ortega como maestro comun, surge lo que posteriormente sera la Falange Espahola.

Todos los textos seleccionados son primeras obras, lo cual me parece de interes ya que en ellos puede verse una sintesis previa del conjunto de la obra de estos escritores y de sus acetones posteriores en el campo de la politics. Las direcciones y tendencias de sus obras posteriores se encuentran ya, fijadas unas e insinuadas otras, en las paginas de sus primeros intentos literarios; lo realista, lo historico y lo social se unen org£nicamente con lo imaginativo, poetico o simbolico.

El presente estudio se divide en cuatro capitulos delimitados principalmente por los textos escogidos. La estructura formal es congruente con una secuencia ordenada por factores cronologicos, tanto en lo que atane al ano de publicacion de cada obra, como en lo que respecta a su ubicacion dentro del contexto historico-tematico.

Las exigencias del tema obligan a la inclusion de una seccion expositoria que resume lo mas sucintamente posible el conjunto de relaciones historicas y poh'ticas entre Marruecos y Espana, y en concreto el car£cter de sus confrontaciones militares. Este fondo historico-cultural es imprescindible para entender las referencias y el marco narrativo de las obras en cuestion. El mencionado capitulo 1 3 traza toda la trayectoria de las aspiraciones espanolas en Marruecos, desde las primeras incursiones hasta el siglo XX. Se concede marcada atencion a los conflictos que surgen a partir de la guerra de 1921 y que finalizan con la dictadura de Primo de Rivera y con la consecuente actuacion hispano-francesa en 1925 contra las harkas de Abd el Krim. Los tres textos a analizar se situan entre ambas fechas senaladas. Dos de los trabajos en cuestion, giran en torno a los acontecimientos que ocurren entre 1920 y 1922 teniendo en el fati'dico ano de 1921 (desastre de Annual) el punto de convergencia. Solo Notas marruecas empieza su narracion relativamente bastante despues de la mencionada ofensiva rifena.

Conjuntamente, en este capitulo de introduccion historica, se ofrece una sintesis interpretativa de la situacion interna espahola durante estos anos de crisis, destacando de manera primordial la evolucion, situacion y constitucion del "problema de Marruecos".

Los tres capftulos siguientes se adentran en el analisis de los textos mencionados estudidndose tanto a nivel individual como comparativo dentro de sus apartados correspondientes y manteniendo el concepto del Orientalismo como aglutinante tem atico.

La ultima seccion recoge las conclusiones a las que se ha llegado proporcionandole una vision de conjunto a este estudio y reiterando las divergencias y elementos en comun que coloca a las tres obras dentro de ia literatura prefascista. OBRAS CITADAS

Franco Bahamonde, Francisco. Diario de una bandera. Madrid: Afrodisio Aguado, 1956.

Fuentes, Victor. La marcha al pueblo en las letras espanolas 1917- 1936. Madrid: de la Torre, 1980.

Gimenez Caballero, Ernesto. Notas marruecas de un soldado. Madrid: Artes Graficas,1923. (Barcelona: Planeta, 1983.)

Kushigian, Julia A. Orientalism in the Hispanic Literary Tradition. Nuevo Mexico: U of New Mexico P, 1989.

Meaker, Gerald. La izquierda revolucionaria en Espana. 1914-1923. Barcelona: Ariel, 1978.

Onrubia Rebuelta, Javier. Escritores falanaistas. 2 vols. Madrid: Fondo de Estudios Sociales, 1982.

Said, Edward W. Orientalism. Nueva York: Pantheon Books, 1978.

Santa Marina, Luys. Tras el aquila del Cesar: Eleaia del Tercio. H 9 21-1922). Barcelona: Planeta, 1980.

Strachey, John. Literature and Dialectical Materialism. Nueva York: Haskell House, 1974. CAPITULO 1

LOS ANTECEDENTES

"Con la aspada desde Cisneros a Montemar y con el arado y la azada desde hace un siglo nuestra raza conquistd en Africa su puesto al sol, que nadie debe ni puede arrebatarle" (Areilza, Reivindicaciones de Espana 212-213).

Los vinculos historicos entre Espana y lo que es actualmente

Marruecos se extienden a una epoca remota. Las primeras migraciones de grupos nomadicos de corte neardental, que se establecen en la Peninsula Iberica inician su peregrinaje desde el

Norte de Africa. Estos primeros colonos se valen del mismo Estrecho que servira posteriormente como puente de enlance para una prolija sucesion de invasores y colonizadores y que en ciertos contextos se extiende hasta nuestros dias en forma de los trabajadores documentados e indocumentados de origen norte africano que residen en Espana. La busqueda de beneficios economicos ha sido solo una de la motivaciones principales para justificar el trafico cultural e historico que ha atravesado Gibraltar. A esta deben unirse el ansia de establecer bases estrategicas y comerciales que aseguraran la soberama nacional o del sultanato y la entrada y salida al

Mediterraneo. El arte primitivo que se manifiesta en la cuevas de ambos continentes delata una experiencia comun. Asi, indicios de la influencia capsiense procedente de TOnez se extiende por toda la

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Europa Occidental. Mientras que el arte rupestre levantino encuentra correspondientes naturales en la montanas del Rif. Los ultimos estudios etno-antropologicos han llegado incluso a establecer el cercano parentesco racial y linguistico entre los iberos y los bereberes, aunque se desconocen detalles exactos de esa relacion.

Por lo tanto, el lazo que une Espana y Marruecos es mucho mas antiguo y estrecho de lo parece a primera vista. Y de lo que cree popularmente el espanol.

El llamativo numero de bereberes rifenos "who are tall, heavy bearded with light skin and hair" (Ling 5), justifican su inclusion dentro de la raza caucasoide o europea, y se distinguen tanto cultural como linguisticamente de otros grupos autoctonos o migratorios de esa area.1

De caracter independiente y disposicion guerrera natural, los bereberes se mantuvieron hasta hace relativamente poco tiempo, aislados por la inhospita topografia de la region y reacios a cualquier forma de autoridad central o exterior. Lejos de representar una unidad homogenea, los bereberes aparecen escindidos por una complicada diversidad dialectal y por las dificultades de comunicacion propias de la inaccesibilidad que surgen a causa del accidentado terreno que define al territorio que ocupan.2

Sin embargo, el impacto de las invasiones arabes, que a partir del siglo VII se repetirian con mas impetu que constancia, influyeron profundamente sobre todo en lo que respecta a las instituciones 1 7 administrativas, a la religion y a la lengua escrita. Los bereberes conservan el uso cotidiano de su idioma, thamazirth a shelha, y han incorporado a su practica de la religion musulmana elementos del animismo panteista que tradicionalmente profesaban sus antepasados. Si a lo mencionado se ahade la aversion que tienen estos pueblos hacia cualquier manifestation de influjo exterior y la sospecha con la que perciben todo lo desconocido, se explican los problemas que encontraron tanto las potencias europeas en su inten- to por subyugarles, como los mismos cabecillas militares indigenas en su esfuerzo por coordinar cualquier operacion armada.

Durante siglos las sociedades que ocupaban las montanas del

Rif y los montes de la Yebala se caracterizaban por un estilo de vida sedentario compatible con el caracter predominantemente agricola de su economia. Paradojicamente, esta subsistencia pacifica con la naturaleza no se extendia a la convivencia con sus hermanos de raza.

Las rencillas interfamiliares y las disputas tribales dominaban las relaciones de los pueblos bereberes donde la agresividad y la venganza se antepoman a consideraciones legales o religiosas.

Aludiendo a la propensidad a la violencia que tiene el bereber un observador ingles de los anos veinte de este siglo comenta :

The Rifi will abandon everything in the pursuit of vengance, just as he will sacrifice everything to have the wherewithal to buy a rifle. Peace seldom reigns for more than a few months at a time. If a quarrel does not exist a pretext is found for instituting one. The 'bloodfeud* is universal. There is no pardon and no mercy-nothing but hate and treachery and death in the pursuit of revenge. Even religious ceremonies and 1 8

tribal festivities are often interrupted by murder. (Harris 34)

Dejando a un lado el matiz exagerado y orientalista que se detecta en la cita anterior, no cabe duda que la aspereza de las condiciones climdticas y topograficas, la escasez de recursos y la constante intromision de invasores han contribuido al desarrollo de unas cualidades guerreras que se manifiestan y ratifican por medio de la violencia.

Entre las costumbres religiosas pseudopaganizadas que caracterizan a estas gentes, debe mencionarse la presencia de un sector de la pobiacion que se identifica bajo el apelativo de

"Murabitin" a quienes se les considers estar dotados de poderes sobrenaturales llamados "baraka". Esos poderes proveen a los elegidos de una suerte especial. Este grupo que represents aproximadamente el 15% de la pobiacion bereber posee las tierras mas fertiles e inspira un gran respeto dado su presunto vinculo con el profeta.

La conquista arabe de Espana representa tan solo un capftulo en la serie de vicisitudes historicas que conectan la Peninsula con las tierras del Magreb. Rezette enfatiza esta antigua relacion senalando

"Morocco and Spain long constituted the two coasts of one and the same world, if not empire" a lo que anade una posible explicacion economica a este fendmeno "the greater portion of commercial activity took place on the north-south axes necessitating the development of Morocco's mediterranean ports and greatly animating 1 9 life in the northern provinces" (19).

Cuando en 1494 el Papa Alejandro VI ratifica el Tratado de Tordesillas que reparte el mundo no europeo en dos esferas de influencia colonizadora, una espanola y otra portuguesa, Espana obtiene la garantfa de sus derechos territoriales sobre las plazas que conquistara al este del Penon de Velez.

A partir de ese momento, la historia de Marruecos adquiriria un nuevo protagonista, que desplazaria a la influencia portuguesa, y se situarfa permanentemente sobre sus costas. Debe mencionarse que aunque los intentos colonialistas hispanos no se inician hasta el siglo XV, hay una larga trayectoria de alianzas temporales y de conflictos militares entre el Magreb y los reinos independientes de la Peninsula.

A partir del siglo XV las incursiones de cristianos espanoles se llevana a cabo bajo la unidad politics y economica de una sola corona. El Tratado de Medina del Campo (1504), tambien conocido como el testamento de Isabel la Catolica, inicia un nuevo capi'tulo en las relaciones entre Espana y el Magreb. Pocos dias antes de morir, firma el documento que tendrfa repercusiones domesticas e internacionales muchos ahos despues de su confeccion. Las preocupaciones vinculadas a la difusion religiosa que tanto habian representado en la polftica de aparecian plasmadas en las paginas del testamento. En este manifiesto "piedra angular y resumen de toda la actuacion politics de los Reyes Catdlicos" que

"mas que un simple testamento es un breviario para el buen gobierno 20 de Espana" (Bleiberg 985), la reina hace recomendaciones sobre la funcion que debe tener Espana en Africa.

Isabel ordena a sus sucesores "que no cesen de la conquista de

Africa e de pugnar por la fe contra los infieles; e que siempre favorezcan mucho las cosas de la Santa Inquisicion contra la heretica pravedad" (Bleiberg 986). El testamento de la reina solo corrobora la politica africana que los mismos Reyes Catolicos habian seguido desde la toma de Granada (1492). La logica de esta politica estaba basada en el establecimiento de plazas militares en la periferia marroqui para asegurar las costas espanolas y prevenir cualquier intento de reconquista territorial por parte de los moros hispanos exilados en Marruecos. Para los monarcas Catolicos la lucha contra el infiel no habia concluido con la victoria granadina y la recuperacion de todo territorio cristiano en la Peninsula.

Este documento tuvo gran importancia para la ideologia falangista. Puesto que los fascistas espanoles idealizaban el reinado de los Reyes Catolicos, al considerar que la nacion espanola habia nacido con la union de Fernando e Isabel, el testamento de la monarca resultd ser punto de referenda constante en el diseno de un programa de politica exterior. La Falange se sentia heredera de la empresa imperial y pretendia reanudar la labor iniciada en el siglo

XV. Despues de la guerra civil los falangistas hablaron mucho sobre las reivindicaciones territoriales en Africa que, segun ellos, le correspondlan a Espana y siempre recuman al testamento para justificar sus aspiraciones. 21

En 1508 una escuadra mandada por Pedro Navarro zarpa del puerto de Malaga con el fin de neutralizar una flota de corsarios bereberes que habia saqueado varios pueblos de la provincia sevillana. La base de los piratas se encontraba en la ensenada de

Bades que a su vez estaba localizada paralelamente a la ciudad de

Velez de la Gomera. Frente a esta ciudad se hallaba el penon del mismo nombre que estaba guarnecido por un grupo de corsarios. Al ver las naves hispanas, los defensores del penon abandonaron su refugio y se congregaron en torno a la ciudad facilitandole a los espaholes la captura del islote. Las alturas de la costa inmediata permitieron a los moros mantener las hostilidades contra los nuevos duehos del penon.

Para complicar la situacion de los espaholes, la politica de la epoca provocd un enfrentamiento entre los dos paises ibericos a causa de la situacion geografica del pendn, el cual se encontraba situado justamente en la linea demarcatoria que separaba las dos zonas de influencia decretadas por el Tratado de Tordesillas. El monarca portugues Manuel I, reclamo a su suegro Fernando V sus derechos sobre la fortaleza insistiendo que esta cafa dentro de los h'mites asignados a los lusitanos. Ante la respuesta del rey espanol de que la lucha contra el infiel y la indeterminacion en los limites de los estados marroquies precluian cualquier negociacion previa, y agradecido de la ayuda que el mismo Pedro Navarro les presta a los portugueses en la toma de Arcila, Manuel accede al tratado de Cintra

(1509). Este ultimo documento fija la linea limitrofe excluyendo al 22

Penon de Velez de la zona portuguesa.

En diciembre de 1522 el penon es reconquistado por los moros y se mantendrfa bajo su dominio aunque en 1563, Sancho de Leyva, siguiendo las ordenes de Felipe II, desembarca en el islote y tras cerciorarse de las deficiencias de su artilleria emprende la retirada y vuelve con sus naves a Malaga. A pesar de este fracaso, un ano despues una poderosa flota constituida por 93 galeras y unos 60 navios, mandada por don Garcfa de Toledo se propone la reconquista de la plaza. El ejercito de mas de 13,000 soldados contaba con una representacion internacional. Flamencos, alemanes, italianos, portugueses y espaholes participarfan en la operacion anticipandose a la Legion Extranjera de cuatro siglos despues. Las fuerzas cristianas ocuparon primero la ciudad y se situaron frente a la guarnicidn que estaba defendida por un contingente de piratas turcos mandados por el renegado Ferret. La destruccion de los bastiones y muros que defendi'an la fortaleza por la artilleria espanola, provoco el desaliento y la retirada de los moros que abandonaron el Penon dejandolo para siempre en manos cristianas.

De esta manera, Espana adquiria sus primeras posesiones en el

Magreb. Siglos despues el museo municipal de Melilla lucfa un rotulo incrustado en el muro de la entrada que hacfa alusion a que Melilla fue espanola 18 anos antes que lo fuera el reino de Navarra, 162 antes que el Roussillon fuera trances y 279 anos antes de la creacion de los Estados Unidos. A primera vista, la denominada Guerra de Africa (1859-1860), llama la atencion por las nimiedades de los motivos que la causaron y por el impacto que dejo tanto en la Espana de la epoca como en las generaciones posteriores de soldados espanoles que lucharon y murieron en Marruecos. Aun hoy, sus imdgenes resultan emocionantes gracias a la saturacion periodfstica, artistica y literaria con la que se enfoco el conflicto. La mitificacion del general Prim con sus voluntarios catalanes calando la barretina tradicional de su pueblo, la gloriosa marcha a Tetuan, la habilidad estrategica de Leopoldo O'Donell y el entusiasmo patriotico con el que la nacion espanola despide y recibe a los reivindicadores del honor de la patria, forman parte del folklore historico nacional.

Algunas de las plumas mas ilustres de la epoca participan directamente u ofrecen relatos pseudoficcionales sobre los acontecimientos que definen a la guerra de Africa. La mayorfa se adscribe a una vision heroica y nacionalista del conflicto. Tal fue el caso de Pedro Antonio de Alarcon3 a quien, como comenta Donald

Shaw, la guerra de Africa le proporciono "la oportunidad de un gesto patriotico y se alisto en las fuerzas expedicionarias como voluntario. Su belicoso relato de testigo presencial, Diario de un testigo de la guerra de Africa fue un best-seller" (Shaw 94). De hecho, Alarcon sirvio de agregado a otro novelista, y a la sazbn general, que tambien relataria sus experiencias africanas en forma de cuentos cortos, me refiero a Antonio Ros de Olano. Aita

Tettauen es el titulo del Episodio Nacional de Galdos que narra con 24 gran escepticismo las vicisitudes de un conflicto militar preparado para distraer al pueblo espanol y venderle el atractivo de la Union

Liberal. En la novela de Galdos hay un interesante ejercicio de intertextualidad y ficcionalizacion de personajes reales pues el mismo autor del Diario de un testigo de la guerra de Africa (1860) aparece brevemente en la obra, parodiado por el protagonista Santiuste que le denomina "el poeta de la guerra" (Ribbans 114). La diatriba que Galdds lanza contra el escritor granadino no debe interpretarse como un ataque personal o ni siquiera literario, mas bien ha de explicarse como una reaccion del primero contra la actitud ignorante del pueblo espanol que permite que los poh'ticos manipulen sus convicciones utilizado tretas tan tradicionales y simples como una guerra contra el infiel.4

Mas adelante me referire en este trabajo, al influjo de estas obras sobre los escritores-soldados que en el siglo XX narraron sus experiencias en otra guerra de mismo corte geografico pero de indole mucho mas complicada. Por ahora, basta decir que a las mencionadas obras decimononicas en prosa de tema marroqui y a otras de inferior calidad narrativa, se ahade una abundante produccion en verso dentro de la cual se destaca el Romancero de la guerra de Africa recogido por Mariano Roca de Togores, marques de Molins.

Volviendo a los factores concretos que hacen estallar la guerra de Africa, conviene mencionar que el 11 de agosto de 1859 los cabilenos de Anyera atacan el puesto de guardia de Santa Clara, situado en las cercanias de Ceuta, destruyendo el escudo de Espana 25 que estaba incrustado en uno de los muros que designaba la linea de demarcacion entre la zona espanola y la marroqui. El mojon con las armas espanolas fue repetidamente derribado por los moros y el Gabinete espanol presento un ultimatum en el que exigia que el emblema de la autoridad espanola fuera repuesto: que las tropas del sultan Muley Abderraman saludaran dicho slmbolo: que los autores del desagravio fueran castigados: que el gobierno marroqui declarase oficialmente el derecho de los espanoles de construir dentro de su perimetro todas las fortalezas que creyera necesarias: y que se adoptasen medidas preventivas para asegurar que no se repitiera una ofensa similar. Indignados por la respuesta poco convincente del gobierno del sultan y la del sucesor de este,

Mohamed, los espanoles expusieron en las diversas cortes europeas su posicion ante el conflicto. El ministro de Estado Calderon

Collantes indico a sus representantes en las capitales europeas que anunciaran la necesidad de solucionar el problems con las armas.

Todos los gobiernos europeos asintieron a la propuesta espanola, solo Inglaterra, preocupada por sus intereses comerciales en el

Magreb y por la seguridad del Estrecho, pusieron condiciones y animaron al sult£n a que prolongara la extension diplomatics del conflicto.

La guerra se inicia el 19 de noviembre de 1859 cuando uno de los cuerpos de infanteria dirigido por el mariscal de campo Echague ocupa la altura del Serrallo que se encuentra en las cercanias de

Ceuta. Una vez asegurada la cumbre que dominaba la ciudad, 26 comienzan una serie de acciones ofensivas entre las que se destacan

los combates de sierra Bullones y la marcha hacia Tetuan que se

prepara con la construccibn de una cadena de pequenas fortificaciones (antepasados de los blocaos que protagonizarian las campanas marroquies de nuestro siglo) y con el desembarco de tropas de apoyo en Cabo Negro y Rio Martin.

La superioridad numerica de los moros y las dificultades climaticas (lluvia persistente que hace del terreno un barrizal terrible) no logran imponerse a las fuerzas de O'Donell, constituidas por tres cuerpos del Ejercito, una divisibn de reserva, otra de caballeria y una pequena flota. El avance hacia Rio Martin para

llegar a Tetuan conduce a la celebre batalla de los Castillejos en la que se puso a prueba el valor de Prim y se vio la carga de los husares sobre el Alto de la Condesa comparable, aunque, con diferente

resultado, al conocido ataque de la Brigada Ligera britanica en

Balaclava. A este senalado triunfo de los espaholes, se unio la toma de Tetuan el 2 de febrero de 1860 que resulto en un cuantioso botin y dos rehenes, Abbas y Muley Ahmed, hermanos de sultan. Despues de esta victoria espanola, el caudillo marroqui, Muley el Abbas, fingio

pedir las condiciones de la paz al conflicto mientras sus seguidores eran derrotados en Samsa. Sin embargo, la cesion de Tetuan que formada la pieza fundamental de las demandas espanolas fue

rechazada por el sultan hasta que el 23 de marzo de 1860 en el

camino de Tanger sus tropas sufrieron mas humillante derrota.

Conocida como la batalla de Wad-Ras, esta accion significo el 27 repliegue de las fuerzas jerifianas tras ser duramente castigadas por la masa de la fuerza expedicionaria. El impacto de la acometida espanola en la que se destaco la oportuna intervencion de la artilleria a cargo de Ros de Olano, fue tal que al dia siguiente Muley el Abbas presentaba su capitulacion a O'Donell aceptando las condiciones que este habia impuesto en la primera entrevista concertada despues de la batalla de Tetuan. Las hostilidades cesaron oficialmente el 26 de abril de 1860.

Curiosamente, aunque la guerra de Africa fue un conflicto armado entre todos los territorios que dominaba el sultan en el

Magreb y Espana, el desarrollo militar de este queda contenido exclusivamente a la zona noroeste del pais, excluyendo al Rif y a la

Yebala de las acciones. Serfa interesante especular que hubiera sucedido si la guerra no se hubiera limitado al triangulo que forman

Ceuta-Tetuan-Tanger, y si las tribus bereberes, tradicionalmente rebeldes al sultan, se hubieran sumado a los acontecimientos. La apertura de dos frentes, uno en el area de Ceuta y otro en el extremo oriental en torno a Melilla podria haber complicado muchfsimo el resultado de la contienda. Como se vera mas adelante la lucha con la extension y dificultad topografica del Magreb ocuparia un papel predominante en las guerras posteriores a pesar de que los medios de transporte y de communicacion en el siglo XX eran en teoria superiores. La influencia indirecta de Inglaterra determino que los beneficios que obtuvo Espana de la campana africana fueran minusculos, haciendo del conflicto una verdadera empresa romantica 28 donde se jugo poco mas que et honor nacional. Aquel celeb re "mas vale honra sin barcos que barcos sin honra" se impuso a una meditada consideracibn poh'tico-econbmica y militar de la situacion. Al termino de las hostilidades el ejercito espanol habfa sufrido 10.000 bajas y gastado 237 milliones de reales aunque aumento, eso si, el prestigio internacional de la nacion dado a la brillante actuacion de las tropas espanolas. La debilidad y estado de decadencia en que se encontraba el pais se hace evidente cuando se repasa el tratado de paz firmado en Tetuan la ultima semana de abril de 1860. Sus condiciones exigian;

Cesibn a Espana en pleno dominio y soberanfa del territorio comprendido desde el mar, en la costa norte de Ceuta, siguiendo las alturas de sierra Bullones hasta el barranco de Anyera...; establecimiento de un campo neutral; ratificacibn del convenio de 24 de agosto de 1859 por el que Marruecos nos cedfa... una zona en el campo de Melilla...; organizacion de contingentes marroqufes con un cafd para evitar y reprimir las acometidas de las tribus a las plazas espanolas; concesion a perpetuidad en la costa del oceano, junto a Santa Cruz la pequena, del territorio suficiente para la formacion de un establecimiento pesquero...; pago como indemnizacion por los gastos de guerra de 20 millones de duros en cuatro plazos..., ocupando mientras tanto Tetuan las tropas espanolas;...terreno donde edificar una iglesia catolica... Y para establecer en Fez una casa para los misioneros espanoles;... un tratado de comercio concediendo a Espana las ventajas de nacion mas favorecida. (Bleiberg 57)

Como se vera mas adelante, la mayona, sino todas, de las clausulas del mencionado tratado serian violadas por los marroqufes confirmando el criterio del pueblo espanol de que habi'a sido "una guerra grande y una paz chica." 29

En retrospectiva, la Guerra de Africa fue inutil ya que no resolvio ninguna de las cuestiones que planteaba Marruecos. Por otra parte, el momento historico no era el mas propicio para una expansion territorial permanente en Marruecos. Si el conflicto marroqui' de 1859 hubiera sucedido diez anos mas tarde, es muy probable que el resultado de su paz hubiese adquirido una dimension completamente distinta.

El gran reparto imperialista europeo del continente africano empieza sin pautas a partir de 1870. Algunos, como el economista ingles, J.A. Hobson y mas tarde, Lenin, atribuyen este fervor imperialista a motivos de ambicion econbmica de "capital greed for cheap raw materials, advantageous markets, good investments, and fresh fields of exploitation" (Thomson 455). Sin embargo, hacia mediados del siglo XIX la politica internacional y la opinion publica de las grandes potencias no favorecian la posesion de colonias ultramarinas. De hecho, los preceptos economicos que habia ideado

Adam Smith sostem'an que los beneficios del colonialismo eran inferiores a los problemas que este acarreaba. La fuerza Ibgica del

"laissez faire" animo a que los grandes cerebros de la epoca insistieran en la necesidad del libre comercio. Asi Jeremy Bentham sugirfa que los franceses emanciparan sus colonias, mientras que el primer ministro de la corona britanica, Gladstone vaticinaba que el imperio ingles se disolveria. Sin embargo, esta actitud internacionalista cambiaria abruptamente con el gobierno de Disraeli cuya politica oficial pasarfa a ser una de expansion

imperialista. Aunque el espi'ritu de conquista territorial no habi'a cesado completamente en las decadas anteriores a 1870, como lo demuestra la invasion francesa de Argelia en 1830, tambien es cierto que las condiciones politicas y economicas del ultimo tercio del siglo XIX obligan la necesidad de crear mercados ultramarinos para aliviar la congestion de capital y de poblacion que acusaban las naciones europeas. Espana no se aprovecha de la situacion del momento debido tanto a su desordenada situacion domestica como al subdesarrollo de su industria que indirectamente ahoga la necesidad de buscar mercados que compren los productos que habian saturado las economfas de otras naciones europeas de la epoca. Hay que tener en cuenta que la Conferencia de Berlin de 1884, establecio que cualquier pafs europeo podfa extender libremente su influencia sobre aquellas zonas del continente africano que no estuvieran ya bajo el mandato de otra nacion europea, siempre y cuando, la potencia interesada obtuviera la aprobacion del resto de Europa.

Espana, al ser potencia de segunda fila y al tener otras prioridades como la conservacion de los restos de su imperio americano y en el Pacifico, no ejercio una funcion decisiva en la division de Africa. Rfo de Oro, el Sahara espanol..., fueron los unicos marcos geograficos en los que participo Espana aunque los contactos que los espaholes habian tenido con estos territorios, en algunos casos, antecedfan al siglo XIX.

La honrosa paz que se habia firmado en Tetuan duro muy poco 3 1 ya que los ataques contra los destacamentos espanoles por parte de los bereberes de la zona, se reanudaron con igual fmpetu tras la retirada de las fuerzas expedicionarias. En 1863 el convenio de

Tanger abre las puertas de Marruecos a la influencia indirecta de

Francia y de otras naciones europeas, permitiendo que los agentes consulares en Marruecos contrataran a indfgenas que a su vez quedaban exentos de impuestos y amparados por la autoridad del consul de la nacion interesada. Ante las protestas del sultan, se llevaron a cabo una serie de conversaciones diplomaticas en Madrid en 1880 cuyo resultado fue la ratificacion de lo expuesto en Tanger con algunas prerrogativas concedidas al sultan.

La politica de aislamiento y no intervencion que habia seguido

Espana a lo largo del ultimo tercio del siglo XIX empezo a verse asediada por los problemas que conlleva la cuestion marroqui en los albores de nuestro siglo. La sacudida que recibe Espana en 1898 tiene varias consecuencias nacionales e internacionales que repercuten directamente en el destino de Marruecos. La perdida de los ultimas posesiones coloniales de lo que en su dfa fue el imperio donde no se ponia el sol, segun Felipe II, obliga a los espaholes a reconsiderar su politica africana . Con la debilidad de los gabinetes que protagonizan la politica espanola de las primeras decadas del siglo XX, contrastan el empuje y la influencia de la Iglesia y del Ejercito. Landau comenta como:

The Spanish church had never forgotten that in her will Isabella la Catolica, who in 1492 expelled the Moors from Spain, had left the priests an exhortation to work zealously to 32

propagate the 'true faith’ among the infidels of the North Africa. (164)

Sin embargo, me inclino mas a aceptar la opinion de Harris quien senala que a diferencia de la conducta espanola en otras zonas de influencia, en Marruecos se respetaron las idiosincracias religiosas de los indigenas. Eso no quiere decir que no hayan habido intentos de conversion al Catolicismo por grupos de misioneros hispanos; lo que no existio fue una politica oficial del gobierno espanol que exigiera o promocionara la alteracion de las creencias religiosas de los marroqufes.

De hecho, la adhesion a una postura de conversion masiva habia afectado la implantacion de la autoridad del otro sector poderoso de la sociedad espanola de la epoca, los militares. Durante toda su historia de insumision al poder central del sultan las cabilas del territorio marroqui solo se habian unido entre ellas, y con el

Gobierno, cuando habia habido el peligro de que se cometiera un atentado contra la fe religiosa. El grito al Jihad habia brotado siempre que los cristianos habian querido imponer sus doctrinas en el Magreb. Conscientes de este fenomeno y animados por otra serie de intereses de indole economico-politicos, los espaholes tuvieron cuidado de no exacerbar la situacion con ofensas al credo musulman.

Para los militares, Marruecos representaba la posibilidad de reivindicar la perdida del honor que habia representado la guerra hispano-americana. Ademas, sabian que las aventuras colonialistas siempre habian conllevado la adquisicion de riquezas y la posibilidad 33 de ascensos fulminantes. Deseosos de restaurar su prestigio dentro de la sociedad espanola y de reimponer su influencia en el Gobierno, el Ejercito necesitaba desesperadamente una empresa militar que le facilitara la posibilidad de cubrirse de gloria. El enemigo en

Marruecos no era una flota supermoderna construfda con buques de acero, ni un ejercito bien organizado y provisto, mandado por generales expertos en las ultimas tacticas y tecnicas belicas, como habian sido los norteamericanos. No, el contrincante en Marruecos era tan viejo y conocido como Espana misma. Los moros eran enemigos naturales y sus fuerzas armadas eran las de un pais atrasado, casi primitivo, al que se habfa vencido en numerosas ocasiones. Asi razonaban los militares espaholes que pedian la intervencion en Marruecos.

A lo dicho se anadia la preocupacion de que si Espana no actuaba, otras potencias del continente lo harian antes. En 1901

Espana busco establecer un tratado con Francia que proyectaba la division de Marruecos en dos sectores de influencia. El artifice de la propuesta fue el embajador espanol en Paris, Leon y Castillo, que habia recibido el visto bueno de Sagasta. Por medio del tratado, los espaholes pretendian adjudicarse todo el territorio que urn'a a las cinco plazas de soberama y una faja costera, desde el cabo Guer hasta el cabo Bojador. Excluyendo esta ultima zona costera las ambiciones territoriales hispanas que se estipulaban en el tratado en cuestidn llegaban a ser mas o menos las mismas que posteriomente comprenderian el Protectorado. Los tres puntos 34 limftrofes; el Atlantico en el oeste, el Mediterraneo en el norte, y el

Rio Mulaya en el este, serfan identicos a los del Protectorado. Hasta el caracter neutral de Tanger quedaba documentado en el convenio propuesto. Solo el limite sur se extendia mas alia de lo que seria la frontera en 1912. Francia ocuparia el resto del pais uniendolo con sus otras posesiones en el noroeste de Africa, Argelia y Tunez.

Cuando las clausulas del tratado fueron presentadas a las potencias, ni Rusia, ni Inglaterra accedieron a que se ratificara.

Parece ser que al enterarse de los planes hispano-franceses el inquieto sultan Abd el Aziz envio a su tutor, el caid Sir Harry

Maclean, empleado del Foreign Office, a Londres para que suplicara a

Eduardo VII que mantuviera la integridad de Marruecos. En 1903 Abd el Aziz se vio forzado a pedir casi un millon de libras esterlinas de prestamo a los sindicatos espanoles, ingleses y franceses. Para pagar esta deuda el gobierno frances le convencio para que pidiera otro prestamo de aproximadamente 62,500,000 de francos. El interes era de un 5%. Asi, poco a poco, el gobierno marroqui se vio metido en una interminable deuda, cuyos intereses llegarian a sobrepasar la cifra original del prestamo (situacion muy parecida a la de las economias latinoamericanas de nuestro tiempo). La trampa tendida por los franceses habia tenido gran efecto, pues a partir de aquel momento, tenian un pretexto valido para intervenir en la politica marroqui. Cuarenta anos antes los franceses habian utilizado una tactica similar para justificar la invasion de Mexico y la imposicion de Maximiliano de Austria en el trono azteca. En 35 aquella ocasion tanto Espana como Inglaterra habian participado en el proyecto pero y luego retrocedieron cuando quedaron claras las intenciones imperialistas de Napoleon III.

Frustrado, por el momento, el convenio con el pais vecino,

Francia se apresuro a firmar un tratado con Italia en noviembre de

1901 por medio del cual cada una de aquellas naciones prometia respetar los intereses norteafricanos de la otra. De esa manera,

Italia tendria la mano libre en Tripolitania y Francia en Marruecos.

Tres anos despues los temores de Adb el Aziz empezaron a realizarse con la fundacion de la entente cordial o pacto anglo- frances cuyo resultado, analogo al que se concierta con el gobierno italiano, da libertad de accion a Francia en Marruecos a cambio de la misma consideracion para Inglaterra en Egipto. Las provisiones del documento proclamaban que el gobierno britanico "recognize that it appertains to France... to preserve order in that country [Morocco] and to provide assistance for the purpose of all administrative, financial and military reforms it may require" (Landau 71).

El acuerdo anglo-frances de 1904 poseia varias acotaciones secretas en las que se incluia a Espana en el repartimiento de influencia sobre el imperio jerifiano. Todos los puertos mediterraneos de Marruecos eran otorgados a Espana, cosa que se ratified en el tratado hispano-franees de 1904. Las garanti'as que ofrecia este documento tranquilizaron a la opinion publica espanola que habia visto como la competencia anglo-francesa habia estado a punto de desintegrar las aspiraciones hispanas en el Magreb. Cuando 36 el gobierno de Maura se entero de que se estaban llevando a cabo negociaciones entre los dos pai'ses mencionados la noticia causo una gran molestia en los circulos africanistas de la Peninsula que pensaban que las dos potencias estaban maniobrando a espaldas de

Espana. No sin razon, fue tan gratamente recibida la informacion de la inclusion espanola en el tratado. Aunque publicamente Francia y

Espana garantizaron la integridad del estado jerifiano y la autoridad del sultan, en privado se guardaban las prerrogativas estipuladas en las clausulas secretas del acuerdo que facilitaban la intervencion armada en sus respectivas zonas de influencia si asi lo requeria el criterio de los interesados. La naturaleza complicada de la diplomacia del momento queda ejemplificada por el hecho de que las gestiones:

Were in harmony with the principles of sovereignity and independence of the sultan and the integrity of his empire. Neither the British, nor the French, nor yet the Spanish parliaments or public knew anything about the secret agreements by which France, Spain and Britain had given one another the right to end Moroccan independence. In fact, public and parliaments had no grounds for suspecting that such far-reaching decisions had been taken. Even a year after the signing of the secret treaties with Britain and Spain respectively... the French Premier Rouvier assured the German Ambassador in Pan's of France's rights in Morocco. (Landau 73)

Cuando la prensa de los respectivos paises hizo publico el contenido de las claOsulas secretas hubo una indignada protesta en diversos sectores de cada nacion, sobre todo en los parlamentos y congresos.

Mayor impacto tuvo en los alemanes que se habian alarmado ante lo 37

que ellos consideraban un peligro para sus intereses comerciales en el Magreb.

En 1905 el kaiser Guillermo II hizo una visita oficial a Tanger (ciudad que el tratado hispano-frances dejaba como centro

diplomatico aunque bajo supervision espanola) y declaro que deseaba

reiterar su reconocimiento de la autoridad del sultan y la independencia del pais. Este acontecimiento fue el primero en una

serie de crisis diplomaticas entre Alemania y Francia en torno al

problema de Marruecos. De hecho, estas confrontaciones serian el

preludio a la guerra mundial del 14.

A la provocacion del estadista aleman sigue por una

interminable sucesion de escarceos politicos que a su vez culmina en la primera conferencia de Algeciras en 1906. Doce paises concurrieron a estas negociaciones que se llevaron a cabo por un espacio de casi cuatro meses, del 16 de enero al 7 de abril del senalado ano. Representantes de los Estados Unidos, Suecia,

Portugal, los Paises Bajos, Rusia, Italia... y las cuatro potencias

involucradas en el problema de Marruecos, asistieron a una larga serie de discusiones en la que Alemania por un lado y Francia por el otro presentaron sus conflictivas posturas respecto al imperio jerifiano. Al final, solo Austria apoyo a Alemania mientras que las

otras naciones reunidas, encabezadas por Inglaterra, Rusia y Espana dieron la razon a Francia.

Espana obtuvo los beneficios que su asociacion con Francia le

habia proporcionado. Con respecto al control de las fuerzas de 38 seguridad y de las finanzas de Marruecos, se decidio que a la guardia del sultan seria integrada la policia hispano-francesa para el mantenimiento del orden, bajo la vigilancia de un inspector suizo. y

Se creo el Banco del Estado de Marruecos cuyas acciones fueron adquiridas por Alemania, Espana, Francia e Inglaterra, aunque el

Consejo de Administracibn era supuestamente independiente. Dado el caracter secreto de las anotaciones a los articulos del tratado las garantias de autonomia que se le habian dado al sultan Muley Abd el

Aziz eran nulas.

Lo unico que respeto la conferencia de Algeciras fue el estatuto que durante los prbximos 50 anos despues de la reunion seria el documento que impodria la conducta internacional respecto al reino jerifiano. Incluso el tratado que dispoma del Protectorado en 1912 estaba subordinado a los principios que se habfan establecido en 1906. De todas formas, Francia no espero mucho para ejercer las atribuciones que le habian otorgado en Algeciras. El asesinato de un agente consular y el de unos obreros en Casablanca propiciaron la ocupacion del nudo de Uxda y las proximidades del

Mulaya. Viendo la intervencibn de su aliado, Espana tomo La Restinga y el Cabo de Agua en 1908, utilizando la necesidad de mantener la seguridad de Melilla como pretexto para las incursiones.

Alemania, molesta por la intromision francesa en su consulado en Casablanca para arrestar a dos desertores alemanes de la Legion

Extranjera, pidib una investigation al respecto. Esta se hizo en forma de una reunion en La Haya que los germanos utilizaron para 39

desviar la atencion mundial en aquellos momentos por la anexion de

Bosnia-Hercegovina por, Austria, aliada del kaiser.

El resultado de las conversaciones en La Haya, despues

ratificado en el acuerdo de Berlin de 1909, fue el reconocimiento de

la situacion de Francia en Marruecos por parte de los alemanes y la

promesa de que los galos respetan'an los intereses economicos de

los mismos. Aunque dos anos despues volverian a enconarse las

refaciones entre los dos paises, tras la ocupacion francesa de Fez y

la respuesta germana por medio del envfo a Agadir del acorazado

Panther, la intervencion de los ingleses y la imminencia de una

guerra hizo dar marcha atr£s al kaiser. Este episodio seria el ultimo

intento oficial de los alemanes de entrometerse en los asuntos de

Marruecos. Digo oficial, porque como se ver£, los empresarios,

mercenarios, mineros, contrabandistas y vendedores de armas de

esta nacion ejercerian una funcion importante en los acontecimientos que acompanan a su evolucion en Protectorados.

A partir de 1905, hace su aparicion en las proximidades de

Melilla un Roghf o pretendiente, llamado Bou Hamara que procedia de

la zona de Taza y habia demostrado innumerables veces su insumision al sultan Abd el Aziz. De hecho, cuando el hermano de

dicho sultan, Muley Hafid le despojo del trono, el Roghitampoco

cambio de politica. Recuerdese que los espanoles se habfan hecho con La Restinga para contrarrestar la expansion francesa en la zona

Este del Magreb. Antes de que el general Marina hubiera ocupado el

mencionada ciudad y exfuerte romano, se habi'a pedido permiso a Muley Hafid para que otorgase temporalmente a los espanoles la "Mar

Chica1' o territorio situado al lado opuesto de Melilla. El Roghi no opuso resistencia a la toma de la "Mar Chica" e incluso accedio a que un regimiento espanol de 500 hombres se instalara en la zona costera que esta enfrente de las Islas Chafarinas. Precisamente, habia sido el Roghi quien a fines de 1903 habia derrotado a la mehalla imperial, expulsandola de la Alcazaba de Frajana y situandose en Zeluan, ciudad infame para quienes que les toco vivir la debacle de 1921, donde se habia declarado monarca absoluto.

La cooperacion de el Roghi, siempre y cuando, se comprasen sus servicios, se extendio tambien al sector privado espanol ya que permitio la explotacion de los yacimientos de hierro en Guelaya a la

Compama Espanola de Minas del Rif y de los de plomo de Monte Afra a la mayoritariamente francesa Compama Norte-Africana. Al principio, las operaciones de los ingenieros y mineros transcurrieron sin ningun inconveniente, progresando felizmente la construccion de las vias de ferrocarril que prometian unir las minas de Beni bou

Ifrour con Melilla. No obstante, al debilitarse el poder del pretendiente tras su derrota a manos de los Beni Urriagel, cabila que protagonizaria la ofensiva de los anos veinte y cuna de Abd el Krim, varios contingentes de bereberes atacaron a los obreros y destrozaron la labor que estaban llevando a cabo. Aunque el Roghi castigo severamente a los responsables del desmdn, poco despues los ataques se reanudarian y el mismo pretendiente caeria prisonero al ser emboscado por el nuevo sultan, Muley Hafid, quien despues de 41 ejecutarlo permitio que se propugnaran todo tipo de vejaciones sobre el cadaver al mejor estilo moro. Asi moria un aliado, aunque interesado, de la influencia espanola en la zona oriental de

Marruecos, muchos pensaban que era un agente trances. Sin duda, el

Roghi se habia aliado con espaholes y franceses en muchas ocasiones. Lo que no esta tan claro es si esa "amistad" era exclusivamente una asociacion para sacar beneficios economicos o si hacia frente comun con las potencias para exasperar al sultan y provocar una confrontacion armada entre las fuerzas imperiales y las potencias de, la que pudiera sacar provecho.

El 7 de junio de 1909 el destacamento de Melilla recibio 6,000 hombres como refuerzo para que se prosiguiera el tendido de las vias de ferrocarril. Elio no fue suficiente para evitar que el 9 de julio los cabilenos de la Guelaya se precipitaran sobre los trabajadores que estaban situados en la fraccion de Beni Ensar, matando a seis e hiriendo a uno. El general Marina respondio ocupando el pequeno fuerte de El Ataloyoun. Las posiciones de Sidi All, Sidi Musa y de

Sidi Ahmed el Hach fueron tomadas y heroicamente defendidas en sangrientos combates que se libraron los dias 18, 21, 22 y 23 de julio. La guerra habia estallado. En realidad, el conflicto que empieza en 1909 no terminara hasta la accion pacificadora hispano- francesa iniciada con el desembarco en Alhucemas de 1925. Lo unico que se logra despues de las hostilidades que se generan con el ataque a los obreros, es una serie de altos al fuego que mantienen una atmosfera explosiva que obliga a que Espana, poco a poco, se vea profundamente metida en el pantano marroqui.

Ei 27 de julio ocurrirfa la humillante derrota del Barranco del

Lobo en la que lucharia con gran valor aunque con poca efectividad la

mencionada brigada madrilena. Esta batalla librada en las

estribaciones del monte Gurugu causo graves perdidas a las tropas

espanolas que dejaron 150 muertos entre ellos un general, cinco jefes y ocho oficiales, y mas de 52 heridos. La derrota del Barranco

del Lobo, precursora de la de Annual, causo una gran conmocion en la

Peninsula ya que al comprobarse la seriedad y magnitud del conflicto en Marruecos, el gobierno de Maura se vio forzado a mobilizar a los reservistas. Esta fue la chispa que hizo estallar el descontento

popular.

Como se ha visto, a la gran mayoria de ciudadanos opuesta a esta tentativa colonial, se enfrentaban las clases acomodadas que

estaban apremiando al Gobierno y al Ejercito a intervenir y vengar el

desagravio cometido. Sin embargo, a traves del sistema de "cuotas",

los hijos de los mismos industriales y clases acomodadas que favorecfan la ampliacion de la guerra compraban su exclusion del servicio militar. Si a lo dicho se afiade la agitacion en la que se encontraba el pais y las actividades revolucionarias de anarquistas,

socialistas y sindicalistas, se entiende como pudo haber incidentes como los intentos de prevenir que un tren militar partiera de la

estacion de Atocha, las agresiones del publico ante el embarque de

tropas en el puerto de Barcelona, y finalmente la Semana Tragica en 43

la misma Ciudad Condal.

Este ultimo acontecimiento ocurre desde el 26 de julio hasta

el 1 de agosto como consecuencia directa del desastre del Gurugu. Ante la llamada general a filas a los soldados de la reserva activa, entre los que se incluia a hombres casados, muchos de ellos obreros y con ideas socialistas, se inicio en Barcelona una huelga general de

protesta contra la campana de Melilla. Al declararse la ley marcial en la ciudad por el gobernador militar Santiago Manescay, se

levantaron barricadas, se cortaron todas las comunicaciones ferroviarias, telefonicas y telegraficas. A partir de aquel momento, hubo numerosos incendios que afectaron especialmente a iglesias y conventos. Raymond Carr explica la extension de los agravios que produce la fiebre anticolonialista y, sobre todo, antigubernamental durante la violenta ultima semana de julio de 1909:

Forty-two convents and churches were burnt or damaged: nuns were 'liberated' (a popular tradition more recently enshrined in Galdos' Electra): corpses were exhumed for signs of torture, and, as in 1936, enthusiasts masqueraded in pillaged vestments. Outside Barcelona, customs posts were burned and Juntas were set up, routine operations of popular revolution. (484)

Aunque con la entrada del ejercito el 28 de julio la resistencia de los revolucionarios tardo poco en apagarse, la Semana Tragica 5 dejo un saldo de m£s de 100 muertos, trescientos heridos y otros detenidos. La posterior ejecucion de Ferrer tras un juicio publico nublo las condiciones emotivas que habian impulsado la protesta. La

relativamente rapida conclusion oficial de la guerra y la presencia 44 militar que siguio a la explosibn anarquista, previno que se repitiesen rebeliones parecidas.

Aunque los movimientos izquierdistas mantuvieron su oposicion a las pretensiones espanoles en Marruecos, su foco de atencion fue acaparado por problemas nacionales relacionados con las disputas laborales en las ciudades y la reforma agraria en el campo. Esto no significa que los disturbios de la Semana Tragica no tuvieran una profundo sentido antimilitarista y de protesta social, prueba de ello, es que simultaneamente a los desordenes de

Barcelona ocurrieron acontecimientos similares en Bilbao y en

Madrid, aunque estos fueron abortados antes de que se convirtieran en actos de mayor gravedad.

Pese a la oposicion de un sector mayoritario en la Peninsula que presentia el advenimiento de otro desastre colonial, la ofensiva espanola en la zona oriental del Magreb persistio con la llegada de nuevos refuerzos a finales de agosto. El aumento de otra division expedicionaria, dos de Cazadores y otras unidades menores, le dieron nuevo impetu a la avanzada espanola. Con estas nuevas incorporaciones, el ejercito de operaciones reurn'a a 3 generales al mando de 7.680 hombres. Confiados de sus fuerzas, los espanoles se adentran en las regiones de Beni Sicar, llanura de Bu Area, y proximidades del Gurugu, este ultimo, escenario de la derrota de dos meses antes. La ultima semana de septiembre, la prensa da a conocer graficamente la tragedia del Barranco del Lobo. Tras recoger a los 45

muertos el Ejbrcito establece varias posiciones en diversos puntos

del Gurugu que seran posteriormente abandonadas para que sus

componentes puedan ser destinados a otras operaciones. Sin embargo, la prensa engafia al publico de la Peninsula haciendole

creer que las tropas espanolas controlaban la montana. La llegada de nuevos refuerzos en octubre, representa la iniciacion de la ultima etapa de la guerra, aunque como el resto del ejercito que se encontraba en Africa "su preparacion, su armamento, y su equipo dejaban mucho que desear" (Espadas Burgos 597). A principios de noviembre de 1910, Espafia y Marruecos concluian un tratado que tenia su origen en enero de 1909, independientemente de la guerra que estallaria aquel verano. El motivo de esta paradojica situacion se debe a que la campaha espanola que se habia llevado a cabo en

1909, habia sido dirigida no contra el gobierno oficial del sultan

Muley Hafid sino contra las tribus bereberes que pertenecian al "Bled es Siba" o territorio autonomo de la autoridad central. Es decir, que la labor espanola durante el conflicto de 1909 se habia limitado a lo que hoy llamariamos una "intervencion policial" con el unico proposito de establecer cierto grado de orden civil. El balance final de la guerra de 1909 acusa 2.700 bajas, algunas de ellas por enfermedades adquiridas durante el transcurso de las operaciones, a estas se suman la perdida de una cifra indeterminada pero costosa de material y la destruccion de propiedad y vidas que la reaccibn contra la contienda causo en las ciudades espanolas. La guerra habia demostrado que al aventurarse tierra adentro fuera de las murallas y 46 otras fortificaciones inmediatas a los presidios, las posiciones eran vulnerables a los ataques rifenos. Las exigencias logfsticas relacionadas con la proteccion del personal minero y las diffcultades que podia enfrentar un ejercito europeo ante las peculiaridades topograficas del Magreb, habian quedado asumidas por el enemigo.

Asi lo captaria un joven interprete al servicio de la

Comandancia General de Melilla, quien esporadicamente hacia de corresponsal en el Telegramme du Rif. Las escenas de la guerra transmitidas por medio de las borrosas imagenes que aparecen en los reportajes cinematograficos y en peh'culas documentales como La guerra del Rif (1909) de Ricardo de Banos, tienen un profundo efecto en el mencionado reportero de nombre Mohammed Abd el Krim.

Las deficiencias de organizacion y movilidad (esta ultima caracteristica atribuible a los problemas de aprovisionamiento) son identificadas por el futuro caudillo bereber que las utilizara para causarles el maximo perjuicio a las tropas espanoles once anos despues. Como bien senala Rezette "The Spanish-Moroccan

Agreement of November 17, 1910... reopened the sempiternal problem of the delimitation of frontiers, was, in this respect a mere truce" (54), ya que casi al mismo tiempo que se firmaba el tratado, nuevas bandas de rebeldes resurm'an, aunque en menor escala, sus hostilidades contra los empleados de la Compahia Espanola de Minas del Rif. La incorporacion de mano de obra indfgena alivio un tanto las tensiones, pero en realidad hasta 1916 dicha empresa no logro exportar el mineral extraido de los yacimientos. 47

La riqueza minera de la zona espanola era considerable, abundante en hierro, que precisamente se encontraba en la zona montanosa del Kert, cerca de Melilla, su valor era mayor al que producian las minas de la Peninsula. La Compania Espanola de las

Minas del Rif estaban financiada con capital hispano-germano y, de hecho, Alemania era el principal comprador del mineral de hierro. A pesar de la mencionada contratacion de personal marroqui, la explotacion de las minas hizo poco por establecer una infraestructura economica que beneficiara a Marruecos. Al respecto,

Morales Lescano observa:

La oligarquia financiera y los beneficiarios peninsulares de sus gestiones operaron en el norte de Marruecos siguiendo la misma pauta practicada por el gran capital europeo en Espana, esquilmando la riqueza de su subsuelo sin generar una industria autoctona. (123)

El fracaso de la implantacion de una economia unidimensional basada en la explotacion del terreno y cuyos beneficios no entrarian en el pais afectado, se repetiria en otras partes de Africa. En gran parte, el sentimiento independentista que se extenderia a partir de 1945 por todo el continente, estaba vinculado al desbarajuste economico que surgio de los mercados de dependencia que establecieron las potencias europeas. A la produccion exclusiva de cacao en el Senegal francos o de corcho en Kenia, puede anadirse la extraccion de minerales en Marruecos. Sin embargo, a diferencia de los otros ejemplos presentados, los beneficios de la zona espanola quedaban en manos de una minoria privilegiada. Entre los inversionistas 48 espanoles que posefan acciones en las empresas mineras, se contaban el conde de Romanones y hasta el propio Alfonso XIII. La defensa de aquellos intereses adquiriri'a un matiz bochornoso en la decada que seguiria a la victoria de 1909.

La proclamacion del Protectorado espanol se ratifica en el convenio firmado el 27 de noviembre de 1912. Por medio de este tratado se adjudicaban a Espana dos zonas de protectorado que quedaban bajo la autoridad representativa de un alto comisario que llevarta a cabo funciones interventoras, y un jalifa, delegado del sultan, que seria seleccionado por el monarca xerifiano entre dos personas recomendadas por Espana. El mismo documento autorizaba la ocupacion militar espanola de cualquier zona del territorio adjudicado si lo considerara necesario. A la vez, el Gobierno espanol se comprometia a introducir reformas para ayudar al Gobierno jerifiano y contaba con plena autoridad para intervenir con toda libertad en todos los actos administrativos, juridicos y legislatives de las instituciones indfgenas. En tsrminos generales el tratado de 1912 hacia oficial los acuerdos de Algeciras de 1906 y las delimitaciones territoriales fueron alteradas solo ligeramente.

Espana renunciaba a que Tanger se incluyese dentro de su Protectorado y accedia a que se creara una comision hispano- francesa para determinar los limites exactos entre la zona francesa y la espanola. Los tres focos centrales del Protectorado estarian representados por las dos ciudades tradicionalmente espanolas, 49

Ceuta y Melilla, y por Larache en el sur. El triangulo que forman las tres ciudades en cuestion, no estaba asegurado y, por lo tanto, estaban aisladas entre si, haciendo objetivo primordial de las tropas espanolas la union territorial de estas areas. Espadas Burgos explica

"Era preciso conectarlas y ello supom'a dominar las dos zonas intermedias, lo que el general Berenguer llamarfa 'la espina del Rif1 y

'el hueso de la Yebala' por sus peculiaridades geograficas y por su tradicional rebeldia" (596).

Las responsabilidades que Espana incurre con el Protectorado consisten en la introduccion de un sistema europeo de organizacion y de administracion en el pai's. Sin embargo, es ironico que tal tarea fuese asumida por una nacion que se encontraba en un estado de crisis tanto en terminos economicos como politicos. Los problemas internes de Espana debilitan la capacidad de ejercer efectivamente su funcion paternalista en Africa. Las bases ideologicas de ese papel habian adquirido nuevos argumentos que tienen sus origenes en las dos ultimas decadas del siglo XIX. Los protagonistas de la actitud africanista que surge en la epoca finisecular son los regeneracionistas y en concreto, Joaquin Costa, quien en 1885 fundo la Sociedad de Africanistas y de Colonistas espanoles. Aunque esta organizacion se encarga principalmente en subvencionar viajes exploratorios al continente africano6, tambien desarrolla una filosofia intervencionista con matices abiertamente colonialistas.

Costa propoma:

Una politica activa y de intervencion en las cosas de 50

Marruecos, pero politics que se proponga por objetivo la extension de vinculos morales que nacen siempre del magisterio tutelar ejercido desinteresadamente. (Espadas Burgos 594)

No obstante a las buenas intenciones de aquellos que promulgaban la mision civilizadora que Espana estaba encomendada a ejercer en Africa, opom'an otros una postura mas practica que como se ha visto estaba generada por intereses comerciales libre cambistas. Ganivet se apresura a identificar los males que acarrea esta ultima actitud diciendo en su Epistolario que el Africanismo :

"es algo mas de lo que parece. No se trata de excursiones, ni de exploraciones, ni de civilizacion, sino del valor que el elemento africano tiene y tendra en la historia futura de Europa" (Espadas Burgos 594).

Sin duda, Espana se habia equivocado de tactica durante siglos si sus intenciones habi'an sido competir con las otras naciones europeas por establecer su hegemonia sobre Marruecos. Cuando en

1884 se celebro una de las reuniones de la Sociedad Africanista, la actitud mercantilista habia predominado puesto que algunos miembros criticaron la falta de iniciativa comercial tras las victorias militares. Paulatinamente, los intereses del capitalismo

Catalan y vasco en combinacion con la burguesia madrilena, comercial y financiera, piensan en los beneficios que resultarian de la expansion en Marruecos. Estos grupos serian los que veri'an con mayor agrado la adquisicion del Protectorado en 1912.

Tampoco faltaron las proclamas de exageracion patridtica que 5 1 sobrestimaban la importancia de Marruecos. Asi Cbnovas, sorprendentemente, sale de su retorica poh'tica tradicional para declarar que la frontera sur de Espana eran las montanas del Atlas. Y Romanones mantendria, cuidando sus intereses, que la recuperacion del puesto de Espana en el concierto de las naciones europeas dependfa de la expansion en el Magreb. Sean cual sean las verdaderas intenciones del Gobierno de Madrid, el caso es que a partir del convenio de 1912, Espana asume una funcion arriesgada que la llevaria a poner a prueba el verdadero talante de sus hijos. Al principio, los espanoles ejercen su autoridad con cautela y en algunos sentidos de manera contradictoria. Precisamente esa inconstancia en la poh'tica dirigida hacia la administracibn del

Protectorado acusa los primeros sintomas de los problemas que vendrian. La indecision aludida es senalada por Carr:

Confronted with the task of pacification, governments pursued conflicting policies: on the one hand, peaceful penetration by negotiation, bribery of the tribal chieftains, 'doctors, schools and medicine', and, on the other, the contrary policy of military subjugation and effective rule... They did not realize that penetration was impossible without subjugating the tribes, and that the line between backing the khalif's power against tribal rebellion and military conquest was wholly artificial. (519)

La autoridad espanola tenia que imponerse en un territorio que comprendfa nada menos que 800.000 kilometros cuadrados con una poblacion indigena de doce millones, mas de la mitad de ellos reacios a la autoridad central. Ante la magnitud de los numeros que acompanaban a la empresa, Espana comenzo sistematicamente a 52

ocupar la zona que le habia sido asignada. Sin ninguna muestra de

resistencia, el 19 de febrero de 1913 las tropas espanolas entraron

en Tetu£n que en apariencia fisica habia cambiado muy poco desde la epoca en que sus abuelos habian conquistado los muros de la misma.

Tetuan fue designada capital de la zona espanola compartiendo con

Xauen la distincion de ser las unicas ciudades de la Yebala incluidas dentro de la esfera de influencia espanola.7

Es precisamente en esta zona occidental del Protectorado donde se pone a prueba, por primera vez desde la ratificacion del tratado, la resolucion de los espanoles. A pesar de que en mayo de

1913 el sultan Muley Yousef habrfa publicado un decreto en el cual se

reconocfa la validez del pacto del aho anterior, la postura anticoloniallsta que sostenian la mayorfa de sus ciudadanos, aminoraba el valor del documento firmado por el soberano. La actitud popular en Marruecos sobre el reparto que habian llevado a cabo las potencias europeas, demostraba una actitud sarcastica en

relacion a la capacidad de los espanoles para conservar el control en su parcela de territorio marroqui:

Moroccans generally denied that the decree was valid so far as they were concerned, alleging that since Morocco itself never signed a treaty with Spain, the Spanish in Morocco enjoyed merely the rights of 'subtenants' under the French, themselves only 'tenants' on Moorish soil. The Moroccan argument involved the rider that if France were compelled to renounce her Moroccan Protectorate, the Spanish would have to give up their claims automatically, because the main 'tenancy' agreement would be void. (Landau 166)

Aparte de aquellos que tenfan esta opinion de ocupacion 53

arrendataria, habi'a otros indfgenas, con pasados turbios, que

buscaron sacarle provecho a las nuevas circunstancias. Muchos eran oportunistas, otros simples delincuentes que buscaron beneficios

inmediatos en la perpetuacion de un sistema basado en la corrupcion y en el soborno.

El mas famoso e influyente de estos "especuladores del poder" era un noble, con supuestos vfnculos de sangre al mismo profeta y con una preparacion academica respetable. Por otra parte, tales atributos no habian evitado que el Raisuni o "sabio", como se llamaba este tipico rebelde marroquf, se lanzara a una vida de aventura y disipacion. En su juventud habia organizado una pandilla de desafectos como el, cuyas actividades principales eran el robo de ganado y el chantaje. En Marruecos el hurto de animales estaba reconocido como profesion aceptada y solia consistir en el secuestro del ganado de algun campesino que tras la paga de un rescate acordado por medio de un intercesor era devuelto a su dueno. Los excesos del Raisuni en esta y otras profesiones de parecida indole habfan llegado a los oidos del sultan a traves de las protestas constantes tanto de los representantes de las potencias europeas en

Tanger como las de sus propios subditos. Tras un breve encarcelamiento en Mogador en 1894, se le concede una amnisti'a cuando Muley Adbel Aziz sube al trono. Sin embargo, la agria experiencia de su cautiverio produce un cambio importante en su disposicidn que ahora se convierte en cruel y sanguinaria. Su primera accion fue el asesinato de la segunda esposa que su cufiado 54

habia desposado sin el consentimiento de la hermana del

exprisionero. A este crimen, siguio la decapitacion de un sheik que la

habia repudiado. Cuando el objectivo de sus fechorias empezaron a

ser ciudadanos extranjeros residentes en Marruecos, las naciones

europeas exigieron la captura del malechor. El sultan envio varias

expediciones armadas para neutralizar la amenaza que representaban el Raisuni y su banda de maleantes. En repetidas ocasiones los ejercitos del sultdn quemaron la ciudad de Zinat, refugio de los

rebeldes, e intentaron aprehender al que tanto desorden estaba causando, pero la sagacidad y naturaleza escurridiza del bandido en cuestion, prevalecieron obligando al sultan a que negociara con el.

Estados Unidos estuvo a punto de mandar una flota armada cuando el

Raisuni raptd a Perdicaris, ciudadano americano que a la sazon

residia en Tanger. Preocupado por la impaciencia caracteristica de

Teodoro Rooselvelt, el sultan pago de su bolsillo el total del rescate y ademas, prometio al Raisuni el gobierno de las tribus que circundaban Tanger. La victoria de Muley Hafed en la guerra civil de

1908 sobre su hermano, el sultan, beneficio al Raisuni ya que al

haber tornado partido con el primero recibio el titulo de pasha de

Arcila y caid de los aduares del norte de la Yebala.

Desempenando esta funcion, en 1911 conspira con los

espanoles para preparar el ataque fingido sobre Alcazarquivir que seria el pretexto para que los peninsulares ocuparan Larache. Una

vez implantada la autoridad espanola en ambas ciudades, el Raisuni

se enfrenta con el coronel Fernando Silvestre, jefe de la fuerza 55 expedicionaria situada en Larache, el cual pretende, con el mismo atrevimiento y descuido que le hari'a celebre diez anos despues, penetrar con sus fuerzas hacia el norte, pasando por Arcila y uniendo todo el territorio intermedio con Tetuan.

Alarmado por las ambiciones del espanol, cuyos objetivos abarcan una gran parte de sus propiedades y de su zona de influencia, el "sabio" exige que a cambio de su colaboracion se le garantice el puesto de jalifa, o representante del sultan en la zona espanola del

Protectorado. Silvestre, exhausto y frustrado por el obstaculo que el bandido representa para sus aspiraciones, accede a las condiciones expuestas por el Raisuni pidiendo a Madrid la ratificacion del cargo.

El gobierno espanol no accedio al deseo del rebelde considerando el dudoso historial de este y el precedente que se establecerfa al negociar con individuos de su casta. Resentido por no haber sido nombrado jalifa, el Raisuni se retiro a su palacio en

Arcila donde al poco tiempo un percance entre soldados indigenas al servicio espanol y miembros de su guardia personal le animan a que vaya a Tanger a protestar el mal trato que segun el estaba recibiendo por parte del coronel Silvestre. Ante las acusaciones del moro y ante la posibilidad de una reaccion violenta de las cabilas de su zona, Silvestre, y su superior inmediato, Marina, fueron destituidos de sus cargos y reemplazados por el general Gomez Jordana quien procuro la amistad del Raisuni. La sustitucion de los dos maximos responsables de la zona de la Yebala habia sido precipitada por la respuesta armada del Raisuni cuyos soldados atacaron todas las 56 posiciones espanolas de la zona incluyendo las afueras de Tetuan. Harris describe asf aquellos acontecimientos:

Wherever there were Spanish soldiers there was fighting, at Aicazar, at Arzeila and at the scattered posts and along the roads... The situation necessitated the sending of reinforcements from Spain and by early autumn 1913 there were over 40,000 Spanish troops in the field. (98-99)

Con la incorporacidn del general Jordana las hostilidades cesan, casi automaticamente, y el propio Raisuni contribuye a la penetracion de las tropas espanolas en los mismos territorios a los que antes se habia opuesto.

Conviene recordar, que simultaneamente a los esfuerzos por pacificar la zona occidental, se estaban llevando a cabo operaciones en el sector oriental del Protectorado. A la victoria de 1909 habia seguido una serie de incursiones hacia el Este de Melilla. Es cierto que la resistencia a los avances espanoles habia sido minima ya que las negociaciones diplomaticas con los Beni Said, tribu indigena de la zona, produjeron una tranquilidad sin precedentes que facilito la entrada de efectivos espanoles hasta el Kert en 1914.

El advenimiento de la Gran Guerra produjo cierta estabilidad en la zona espanola del Protectorado. Esta pausa no se debia, ni mucho menos, a que las autoridades militares hubieran alcanzado sus objetivos de pacificacion, sino mas bien, estaba relacionado con las actividades subversivas que desde la zona espanola estaban llevando a cabo los alemanes contra el sector frances. La polftica exterior germana hacia Marruecos habia seguido una postura hostilizante 57

buscando, por un lado, crearle todos tos problemas posibles a los franceses y, por el otro, obtener la cooperacion del sector espanol

para poder desarrollar sus intereses mineros y comerciales, cosa

que como ya se ha visto tuvo un resultado mixto.

Al estallar la Primera Guerra Mundial el sultan tomo el papel

de beligerante a favor de los Aliados, lo mismo que sus protectores

franceses. No obstante, al ser Espana pais neutral su zona de

influencia8 se convirtio en un avispero de agentes secretos alemanes quienes ayudados por algunos funcionarios espanoles germanofilos

lograron utilizar los puertos marroqufes para importar y exportar armas. De la misma manera, las costas del Protectorado espanol sirvieron de refugio a muchos submarinos de las potencias centrales activas en el Mediterraneo. La misma zona, tambien fue empleada como base de contra Francia y los indfgenas, comprados con el dinero aleman obedecian las instrucciones de los germanos:

"By word of mouth, and in literature, they kept a stream of incentive to revolt and rebellion flowing amongst the tribes of the French

Protectorante" (Harris 59).

El viejo rebelde, el Raisuni, fue uno de los sdbditos marroqufes en el sector espanol que se puso a disposicibn de los intereses del kaiser. Aunque las actividades ilfcitas llevadas a cabo en Marruecos durante el primer conflicto mundial estuvieron a punto de comprometer a Espana con los aliados, al terminar la guerra la situacion espanola sigue igual y es el gobierno de Madrid quien toma 58 la iniciativa.

Despues de la tragica muerte del general Jordana, el general

D&maso Berenguer a principios de 1919 inicia una campana para subyugar al nuevamente sublevado Raisuni. Berenguer busco una nueva optica para determinar cual era la mejor manera de lidiar con el poderoso rebelde. Contrariamente a la politica que habia seguido Madrid tras la deposicion de Silvestre, el recien nombrado general se dispuso a subyugar al bandido por medio de un ataque concentrado que le acorralara y obligara a comparecer ante una corte hispano- marroqui.

Las primeras operaciones se proyectaron hacia Alcazar Soreir en la costa mediterranea y en los montes de Beni Hozmar frente a

Tetuan. Ante el exito de estas acciones, los espanoles continuaron hasta el territorio de Wad Ras, escenario del triunfo de 1860, donde despues de tres dfas de duros combates en el mes de julio, una emboscada deshizo una columna entera. Harris resume el incidente:

A small column of 170 Spanish soldiers were ambushed by Raisuli's men in a ravine... The column in question was proceedding along a valley when a Spanish officer and some Spanish soldiers appeared on the hill above. The officer shouted directions to the column to turn sharply into a narrow valley and ascend the course of the stream. They had, he said, missed the track. Obeying these instructions, the commander of the little force entered a ravine where a few minutes later they were fiercely attacked by Jibala tribesmen, masked and using gas grenades... there was not a single survivor except one or two natives who were following the column. (109)

Cuando el unico supervivente espanol llego a Tanger tras un viaje de 59

28 horas a traves de territorio enemigo, explicb que el comandante

de la columna se habi'a pegado un tiro en la cabeza al ver el error tactico que habia cometido. Lo curioso de este caso es que lejos de

ser un incidente anomalo dentro de la actuacion espanola en el

Protectorado, se convierte en paradigma de muchos percances en los que se vena involucrado el ejercito pacificador. Como se vera m£s adelante, las circunstancias que sufre la infeliz patrulla, se

repetirian casi identicamente en la zona oriental del Protectorado, solo que la cifra de bajas seria diez veces mayor y el oficial que se

habia suicidado seria nada menos que el comandante general de Melilla, Fernando Silvestre.

De hecho, antes de su nombramiento a la comandancia de la ciudad rifena, Silvestre habia ocupado el mismo cargo en Ceuta.

Ansioso por demostrar sus dones militares tras el desaire sufrido durante su estancia en la costa atlantica del Protectorado, el general asume su nuevo cargo con su caracterfstica energia y falta de tacto. Casi de inmediato surgen las desavenencias con el general Berenguer quien consciente de los contactos que posee el recien

llegado y exasperado de que el nombramiento de Silvestre no hubiera sido antes consultado con la comandancia general, como era el protocolo, consigue que el polemico general sea trasladado a Melilla.

Al asumir el mando de la comandancia de Melilla. Silvestre habia

concretado una de sus mayores ambiciones. El protagonista del desastre era un hombre:

Impetuoso, de decisiones inmediatas, que con frecuencia 60

creaban mas problemas que soluciones... respondia al modelo del militar de accidn, del 'Africanista* tipico... de gran popularidad, sumamente apreciado por el propio rey Alfonso XIII, hasta el punto de convertirse en uno de esos casos del favoritismo real que tanto perjudicaron a la propia corona y a la unidad y convivencia interna de las fuerzas armadas. (Espadas Burgos 601)

Templado en la guerra de Cuba, Silvestre empieza su carrera marroqui en 1904 siendo nombrado cuatro anos mas tarde instructor de la policia indigena, poco despues surgirian sus enfrentamientos con el Raisuni y su peregrinacion por las diversas comandancias generales de Marruecos. El hombre que habia exigido su translado a

Melilla era la antftesis de aquel, tanto en caracter como en vision interpretativa. Berenguer era mesurado, culto, honesto y al mismo tiempo tenaz y firme en sus acciones, y representaba el prototipo de la casta de oficiales africanistas que lograron imponerse a costa de sacrificios a la incompetencia circundante obteniendo los resultados militares necesarios. Berenguer pretendfa una estrategia de pacificacion de Protectorado basada en los principios que Lyautey9 habia confeccionado para el sector trances. Como Berenguer, el general trances era un enamorado de Marruecos y el exito de su intervencion estaba vinculado a una labor de penetracion respetuosa hacia la cultura autoctona:

He tried to preserve what was best in their civilization, while infusing into it, as gradually as his temperament allowed, constructive elements serving to inculcate a fresh approach, a more modern outlook. This was his best assurance of a passport to the native's approval, for they were hostile to the 'clean sweep' approach. He gained their respect because he 61

tried to preserve their institutions, their customs and their laws, because he showed their sovereign the highest respect, and because he was ever watchful lest he humiliate them. (Landau 92)

Al proponerse este modelo, el general espanol contaba con las cualidades personales para llevarlo a cabo, pero carecia del apoyo y

de la infraestructura solida que acompahaban a los esfuerzos de

Lyautey en la zona vecina. Afortunadamente para los intereses espanoles en Marruecos, Franco, compartia con Berenguer aquella

misma resolucion y experiencia militar que a largo plazo logro la

pacificacion de la zona espanola. Sin este tipo de militares la situacion espanola en Marruecos se habria descompuesto mucho antes y en lugar de uno o dos desastres habrian ocurrido media decena de ellos. Con la marcha de Silvestre, el general Berenguer puede concentrar todos sus esfuerzos en someter al Raisuni. Una de

las armas que empleo para lograr su proposito fue persuadir al jalifa

para que requisiese su arresto. El Raisuni juro luchar hasta el fin

contra los "protectores" de su patria, y contra todo extranjero. El

destacamento de Akba el Kola situado en el extremo sur de la Yebala

fue destrufdo, y, a pesar de la denodada lucha de sus defensores,

todos fueron aniquilados. Ante la nueva ola de violencia del Raisuni,

Berenguer decidio ir a buscar al lobo en su guarida disponiendo un

ataque contra Xauen, unica ciudad en el interior de la zona:

It was the centre of pillage and lawlessness, and, sacred as it was, the people of Sheshuan were constantly the victims of extortion and blackmail on the part of the surrounding Jibala tribes. It's occupation by the Spaniards was a 62

dagger-thrust into the heart of the Jibala confederation. (Harris 112)

De la tres columnas que salieron de Tetuan y Larache solo una llego a

Xauen. No obstante, noticias sobre la conquista de Xauen fueron muy bien reclbidas en la Peninsula donde deseaban desesperadamente tener buenas nuevas del costoso conflicto. En octubre de 1920, el mismo mes y ano de la ocupacion de Xauen, los moros contraatacaron, causandoles mas de un centenar de perdidas a los espanoles. Como de costumbre, no se tomaron las necesarias precauciones para asegurar las lineas de comunicacion entre Xauen y

Tetuan, la base de operaciones. La imposibilidad de proporcionar a

Xauen los refuerzos necesarios, la llegada del invierno y la realidad de la situacion de las tropas que habian conquistado la ciudad Yebali

"ill-proved, the medical service was totally inadequate and the artillery insufficient'1 (Harris 114), sin contar las constantes escaramuzas sostenidas contra los indigenas, obligan a la evacuacion de Xauen en 1924. La heroica resistencia de los defensores por cuatro anos fue a costa de mucha sangre y otros sacrificios que se repitieron durante el repliegue que seguiria al abandono de la ciudad.

Si la Yebala causo numerosos problemas a las fuerzas pacificadoras fue por la dificultad conque estas se enfrentaron al llevar a cabo simultaneamente acciones en dos frentes completamente diferentes. Con frecuencia, los marroqufes explotaban las debilidades espanolas en el conocimiento del terreno. 63

Cuando pareci'a que en la Yebala se estaba progresando, surgian choques en el Rif, y viceversa obligando a una continua redistribucion de las tropas de una zona a la otra. De hecho, Abd el

Krim utilizaria esta estrategia en 1923 instruyendo a Heriro, uno de sus caudillos, que provocara incidentes en los entornos de Tetuan mientras que sus harkas hostilizaban el Rif. Por otra parte, los espanoles no supieron sacar ventaja de las rencillas tribales existentes entre los indlgenas de las dos zonas.

La creacion de las fuerzas Regulares indigenas lograda por

Berenguer en 1911 podia haber aprovechado la oportunidad proselitista que se les ofrecia a los espanoles. Sin embargo, el exito de estos cuerpos fue muy relativo ya que quienes los compoman eran muy propensos al soborno y a la traicion. Los relatos peninsulares sobre la experiencia marroquf abundan en episodios de regulares que en plena batalla se pasan al bando de sus hermanos de raza y matan a sus ex companeros.

Estos errores en la comprension e interpretacion de la cultura bereber llegarfan a su maxima manifestacion en la manera de tratar con Abd el Krim, hombre sinonimo con el movimiento de resistencia marroqui y obstaculo principal para la realizacion de las aspiraciones hispanas.

Nacido en 1882 en el pueblo rifeno de Axdir, Mohammed Abd el Krim- "el siervo del generoso"- era un hombre con preparacion universitaria que provem'a de una respetada familia acomodada con una larga tradicion de cooperacion con la administracion espanola. 64

Su padre Abd el-Krim el Jatabi -"el orante"- teni'a intereses mineros y comerciales con la Peninsula, y su hermano hizo la carrera de ingeniero de minas en Madrid y vivid en la Residencia de Estudiantes. Al primer empleo en la redaccion del periodico rifeno antes mencionado sigue una breve temporada en la que ejerce la funcion de cadi del sector oriental. Durante la guerra de 1914 la familia de Abd el Krim y el mismo Mohammed, como muchos rifehos, tomaron partido por los alemanes. Harris atribuye este fenomeno a la

"concentration and industry which is so remarkable a feature of the

German character" y a los esfuerzos de los alemanes por adquirir

"not only the language but also the esteem and goodwill of the tradesmen" (60).

Sin embargo, a mi juicio, el atractivo que ofrecfan los alemanes era primeramente de indole economico y, ademas las potencias centrales estaban en pugna con los franceses, a quienes los marroqufes vefan con desden. Aunque Espana mantuvo una neutralidad con simpatfa hacia Alemania, su posicion cambio radicalmente ante la perspectiva de una victoria aliada y se puso de acuerdo con Francia para acabar con las actividades germanofilas en la zona espanola.

De esta manera, Abd el Krim hijo fue encarcelado en Melilla aunque los verdaderos motivos del proceso son turbios. Algunos aluden a la enemistad que el lider rifeno sentfa por el comandante general de Melilla, Silvestre, tras varios enfrentamientos de fndole personal. Conociendo el caracter agrio y arrogante de dicho militar 65 parece plausible que aquellos roces hubieran contribuido a la rotura de las relaciones entre Abd el Krim y las autoridades espanolas. Sin embargo, por graves que hubieran sido las diferencias de caracter, parece ingenuo pensar que tales nimiedades pudieran desencadenar la violencia que habria de inundar de sangre el territorio marroqui. La toma radical de esa postura anti-espanola tambien ha sido vinculada a los afios de prision y al tratamiento despectivo que sufrio en manos espanolas. Otros como David Woolman aluden al car&cter contradictorio de la poh'tica intemacional espanola que despues de pasar por el aire las actividades de los alemanes y germanbfilos en su zona de infiuencia, cambia repentinamente y pretende castigar a los que antes habian actuado con el beneplacito espanol. Espadas

Burgos da la explicacion mas aceptable sehalando :

Quiza la decision de Abd el Krim este en la suma de varias causas, entre las que no cabria olvidar la relacion con movimientos revolucionarios europeos interesados en convertir el Norte de Africa en un polvorin de violentos nacionalismos y-junto a ello-debio actuar tambien como poderosa razon la contradictoria, insegura y debil accion poh'tica de Espana en Marruecos. (600-601)

De hecho, cuando se funda la Tercera Intemacional, denominada

Com intern , en Moscu en 1919, sus miembros se comprometen a luchar contra el imperialismo de las potencias occidentales y apoyan con armamentos y dinero a los insurgentes del Rif. Gimenez

Caballero, asegura que la Union Sovietica estaba detras de la revolucion rifena. Es con esta garantfa de ayuda exterior que las harkas de Abd el-Krim incrementan en numero y esperan preparadas 66

para asestarle al ejercito espanol una de sus mas humillantes derrotas. El responsable de la tragedia que caeria sobre la

Comandancia General de Melilla y sus componentes, fue alborotador del sector occidental del Protectorado, el general Silvestre. Los inicios del desastre de Annual se deben buscar en su equivocacion estrategica para unir todo el territorio desde Melilla a la bahia de

Alhucemas. Aparte de los ya conocidos motivos de personales, parece ser que durante una entrevista con Alfonso XII, a la que mas tarde seguiria un polemico telegrama alentador, Silvestre interpretb que el monarca respaldarfa con entusiasmo la nueva ofensiva.

Emprendida la operacibn en abril de 1921, Silvestre escalono varias posiciones que se extiendian desde Abarrean hasta Nador, pasando por Igueriben, Annual, Ben Tieb, Dar-Drius, Monte Arruit y Zeluan, abarcando unos 6.000 kilbmetros cuadrados con unos efectivos de

17.500 soldados. Estos destacamentos no tenfan una comunicacion facil con la plaza de Melilla y diseminados en un territorio hostil estaban a merced de los rifenos.

Ademas muchos de los componentes de la fuerza expedicionaria habian ingresado en filas solo unos meses antes y como sehala

Espadas Burgos estaban "carentes de instruccion, inexpertos, mal equipados y psicogicamente atenazados por la justificada leyenda de crueldad con que actuaba un enemigo aguerrido, fanatico y gran conocedor de su territorio" (602).

La reaccibn de los rifenos no se hace esperar y mas de tres mil 67

hombres se lanzan sobre Abarran que, defendida por fuerzas muy

inferiores no tarda en ser conquistada. Muchos de los indigenas que

constituian la masa de los defensores se pasan al enemigo matando a

su paso a los oficiales espanoles y a los indigenas leales. Aunque la toma de Abarrdn debio de haberles advertido de la precaria situacion

en la que se encontraban las posiciones en cuestion, ni Silvestre ni

Berenguer, este tfltimo ocupado en las operaciones sobre Beni-Aros en la Yebala, percibieron el peligro.

En junio de 1921 Abd el Krim ataco un convoy de

aprovisionamiento que partiendo desde Annual pretendia abastecer

Igueriben. El 17 de julio los moros asediaron esta ultima posicion que resistio sin agua ni comida hasta el final pereciendo 280

soldados. Los restantes, que no llegaban a dos docenas, emprendieron una larga peregrinacion hasta Annual donde al llegar

hallaron a esta atacada por mas de 10.000 rifenos que utilizando piezas de artilleria bombardeaban desde las montahas circundantes a

la vulnerable posicion. Ante la desesperada situacion que se le ha

presentado, Silvestre convoca a los miembros de su Estado Mayor y

se debaten las opciones disponibles. Descartando la posibilidad de una retirada organizada hacia el destacamento mas proximo en Monte

Arruit, deciden intentar un repliegue por sorpresa para disminuir el

numero de bajas. Esta decision fue el gran error que agravd las otros equivocaciones ya cometidas. La retirada a la manana siguiente fue

una carrera deseperada por salvar la vida "los soldados enloquecidos 68 por el miedo... se dirigfan monte abajo, hacia Izzumar... La matanza fue espectacular" (Espadas Burgos 603). Los moros esperaron a que la mayorfa de los espanoles estuvieran fuera del fuerte para llevar a cabo una carniceria sin precedentes en el largo historial colonial espanol.

El general Silvestre murio dentro de los muros de Annual, suicidado reza la version oficial pero hay algunos que sostienen que fue asesinado por sus propios soldados. En Historia del Cautivo, una novela relativamente desconocida pero interesantisima, Juan

Antonio Gaya Nuno relata la muerte del general Silvestre como consecuencia del odio de tres miembros de sus tropas. El protagonista presencia el atentado y despues narra como enfermedades, heridas de guerra y otros actos violentos acaban con las vidas de los culpables. Tras cometer el crimen, los soldados desconfian entre si de que uno cometa alguna imprudencia que los delate y conduzca al paredon. Otras versiones mas patrioticas se encargan de difundir una imagen heroica en la cual Silvestre cae vfctima de una bala enemiga. Sea cual haya sido el final de esta polgmica figura sus apologistas historicos defienden el desatinado avance que protagoniza, sehalando que el general estaba cumpliendo los deseos de sus superiores. El vizconde de Eza por ejemplo, que a la sazon era Ministro de Guerra absuelve a Silvestre de toda culpa y sobre todo:

From the charge of acting independently without informing either his immediate chief, Berenguer, or the government... Both had agreed on minor operations and discussed an 69

operation against Alhucemas. The disaster came as a total surprise. {Carr 520)

Aunque las cifras exactas de la matanza de Annual siguen disputandose por los historiadores, no es exagerado decir que cuando el general Berenguer visito los vestigios del desastre pocas semanas despues hallo 9.000 cadaveres espanoles. Recien llegados a Dar

Drfus los refugiados tienen que abandonar esta posicion que ante las embestidas de las hordas rifehas se desmorona, dejando un numero importante de bajas. Asi sucesivamente en Tistutin, Nador, Zeluan y

Monte Arruit la resistencia de los defensores fue tenaz hasta que el heroico comandante de la posicion, el general Navarro, pidio que se concediera la salida pacifica a los supervivientes. Los moros respondieron aniquilando a la mayorfa y tomando prisionero a su je fe . La ofensiva marroqui de julio de 1921 puso en duda incluso la existencia de Melilla cuya seguridad solo fue mantenida por la fortuita intervencion de Abd el Kader, el viejo enemigo de 1909, que ahora colaboraba con los espanoles. Las matanzas continuaron hasta principios de agosto en el sector oriental del Protectorado y hubo que trasladar tropas de la zona oeste para reconquistar el territorio perdido.

La llegada de la Legion Extranjera al puerto de Melila fue motivo de gran regocijo para las habitantes de la castigada ciudad.

Fundada por el veterano teniente coronel Jose Millan Astray en 1920, segun el Real Decreto10 del 28 de enero de 1920, se habfa distinguido 70

en las campanas que estaba llevando a cabo Berenguer en la Yebala.

En septiembre se emprende la reconquista en la afueras de Melilla y al mes siguiente se recupera Nador, gracias a la Legion y ha su joven

comandante, Francisco Franco Bahamonde.

La contraofensiva del coronel Castro Girona en esa zona se

destaca por la rapida conquista de los destacamentos perdidos. La

resolucion espanola manifiesta en la inmediata reaccion al desastre

ha sido ignorada por los analistas de la epoca, pero la intencion de consolidar la posicion espanola en el Protectorado debio ser un golpe

muy fuerte, tanto para los abandonistas espanoles como Cambo, como para los independentistas del Rif. Los paralelos historicos que se pueden establecer entre la contraofensiva espanola despues de Annual parece demonstrar la

capacidad de recuperacion psicologica y moral de la Espana de la

epoca. Cuando los italianos fueron derrotados por los abisinios en

1896 en la batalla de Adowa, desistieron de su intento coloniaiista

en Etiopi'a y tardarian mas de veinte anos en sentirse

suficientemente seguros, en tiempos de Mussolini, para repetir la intentona del siglo anterior. Por otra parte, con Kitchener a su

cabeza los ingleses no tardaron en responder a la masacre de

Omdurman durante la "Guerra Santa" del Mahdi en el Sudan. La

Inglaterra victoriana, se encontraba en el apogeo de su poder cuando

tuvo que enfrentarse con aquella catastrofe militar mencionada y la

entereza que demostro ante la adversidad del momento era de

esperar. 7 1

Espana se encontraba moralmente debil entonces tanto por la sangrfa inacabable de las guerras de Marruecos como por haber transcurrido mas de un siglo de perdidas coloniales, guerras civiles y gobiernos inestables. De hecho, el gran perjudicado despues de los sucesos del verano de 1921, fue el Gobierno presidido por Allende

Salazar que fue reemplazado por otro formado por Antonio Maura. El publico espanol indignado por las fotografias que los periodicos habfan publicado mostrando las atrocidades cometidas por los moros, exigi'a responsabilidades:

The public had learned that when, after the disaster, the military stores in Melilla had been opened in order to furnish the troops with supplies, nothing had been found in them... There were accussations that the trade in contraband arms and ammunition had been extensive and unchecked; that many officers who should have been at the front were on leave. (Harris 75)

Cediendo ante la presion del pafs, el presidente del Gobierno encargo al general Juan Sanchez Picasso del proceso contra los jefes y oficiales complicados en el desastre, pero no contra el Alto

Comisario, general Berenguer, a quien Maura clasifico de insustituible. El comite que se reunio en 1922 contaba con los nombres mas influyentes de la polftica del momento, el propio

Maura, el general Berenguer, el general Aizpuru, jefe del Estado Mayor, el ministro de Estado, Gonzalez Hontoria, el de Marina, marques de Cortina, y el de Guerra, Juan de la Cierva. De aquella conferencia salen las decisiones:

De no progresar en la ocupacidn del territorio de la 72

comandancia de Melilla, mas alia de los limites alcanzados en el pasado mes de enero... se propoma potenciar una intensa accion polltica que favoreciese la penetracidn de Espana... preparar en desembarco en la zona de Alhucemas, que llevase a la ocupacion total del territorio. (Espadas Burgos 604)

El proceso de Picasso le costo el poder a Maura quien fue reemplazado por Sanchez Guerra, Berenguer dimitio y el general

Burguete tomo su lugar. Sin embargo, aquel Gobierno seria de corta duracion y no se llego a procesar al ex-alto comisario. Finalmente,

Miguel Primo de Rivera se encargo de suspender el proceso Picasso por consider que era un ataque contra el Ejercito.

Antes de renunciar a su cargo, Berenguer habfa nombrado al general Sanjurjo comandante general de Larache, quien emprendio nuevas operaciones contra el Raisuni y a mediados de 1922 capturo

Tazarut, capital a la sazon de las fuerzas del Raisuni. La nueva polltica del marques de Alhucemas consistia en la creation de un protectorado civil en el cual se sustituia al general Burguete por

Luis Silvela como alto comisario. En 1922 tuvo lugar la dramatica devolution de mas de 300 espanoles, entre ellos, el general Navarro, prisioneros desde la derrota de 1921. Las largas negociaciones que fueron ampliamente cubiertos por los medios de information que en algunos casos llevaron a cabo directamente las gestiones con Abd el

Krim. Este obtuvo grandes beneficios economicos pues el gobierno espanol pag6 20.000 pesetas por cada prisionero ademas de poner en libertad a 300 marroquies detenidos en carceles espanolas. Los malos tratos que hablan sufrido los rehenes fueron considerables, aunque la situacion marroqui adquirio un matiz radicalmente 73 distinto con la llegada al poder del general Miguel Primo de Rivera el 13 de setiembre de 1923.

Cinco anos antes, en un discurso dado en Cadiz, el futuro dictador, habia sugerido el cambiarles a los ingleses Ceuta por

Gibraltar. Sin embargo, el cambio de circunstancias y su temor a que el final de la empresa colonial en Marruecos devolviera a la Peninsula a un ejercito frustrado y capaz de dar un golpe de Estado, le instaron a cambiar de postura. Tras hacerse cargo de la Alta

Comisaria y del mando militar, mando que se replegaran las tropas espanolas a posiciones mas protegidas. Xauen fue abandonado despues de una brillante operacion llevada a cabo por la Legion. Mas de 175 destacamentos fueron evacuados y sus componentes fueron redistribuidos para reforzar otras plazas. A pesar del exito de esta campana defensiva, Abd el Krim, decidio consolidar su poder, ataco al Raisuni y le hizo prisionero. Animado por esta victoria se precipita sobre las posiciones de Uazan y Uarga causando graves perdidas materiales a los franceses. Dos meses despues Espana y

Francia firmaron en Madrid un tratado de cooperacion mutua que permitia la persecucion de sus enemigos mas all£ de la division fronteriza. Asf, Petain y Primo de Rivera coordinaron una serie de operaciones que tem'an como objetivo la captura de Abd el Krim y el

5 de setiembre de 1925 el dictador dirigio personalmente el ataque contra Alhucemas que fue tomada tras durisimos combates. La accion franco-espanola representd el principio del final para el jefe moro asediado en su guarida de Xauen. Abd el Krim propuso entonces 74 una conferencia con los jefes hispano-franceses que fracaso y pocas semanas despues el jefe moro se rindio ante los franceses.

Consciente desde el principio que las autoridades francesas le tratarfan mejor, se le desterro a la isla de Reunion como unica pena aunque las autoridades espanolas exigieron su procesamiento. Abd el

Krim logro evadirse a Egipto donde fue acogido con gran admiracion como un simbolo del nacionalismo arabe, hasta su muerte en 1967.

Con la captura de Abd el Krim, Espana logra finalmente la pacificacion del Protectorado. En agosto de 1926, el comandante

Capaz obtiene la union territorial de los dos sectores espanoles por primera vez en la historia del Magreb. A principios de 1927 quedan completadas las operaciones de ocupacion. La influencia y autoridad espanolas se difundieron a la mayoria de los poblados indfgenas, llegando incluso a procurar su desarme. Francia y Espana volvieron a las condiciones estipuladas en el Tratado de 1925 sobre fronteras.

Por primera vez en mucho tiempo, habia paz en Marruecos.

El 17 julio de 1936 comenzo en Melilla el Movimiento Nacional, poniendose a la cabeza del Ejercito de Africa el general Franco.

Cuatrocientos anos antes los espanoles se habfan internado en el

Magreb para asegurar la permanencia de la Peninsula. Marruecos habia sido lo desconocido, lo ideologicamente y religiosamente opuesto, lo diferente. En otras palabras: el Otro. Ahora, representaba el punto de partida de las "fuerzas del bien" defensoras de la tradicidn, de la verdadera Espana que volvfa a estar en peligro de desaparicion. 75

Contaban con el apoyo incondicional de la Iglesia, para llevar a cabo una Nueva Cruzada contra otra clase de "infiel" que igualm ente atentaba contra la fe catolica y la tradicibn cristiana. El Yo y el Otro se habfan fundido y confundido produciendo una ironica inversion de papeles. Los moros eran ahora "los buenos", y "los malos" eran tan espanoles como aquellos soldados del siglo XV que habfan salido de puertos espanoles rumbo a las costas del Magreb. Ahora Marruecos era lo que se habia de conservar y Espana lo que se debfa conquistar.

La nueva guerra les darfa a Santa Marina, Franco y Gimenez Caballero el marco necesario para propagar los ideales fascistas "aprendidos" en Marruecos. 7 6

NOTAS

1 Algunos historiadores incluso han llegado a clasificar a los bereberes como producto de dos etnias, una compuesta por "a white Mediterranean people who were in all probability also the ancestors of the Celts with whom they have much in common" (Harris 24) y otra de caracterfsticas mas oscuras "descendants of an oriental Semitic people"(25). Tambien debe anadirse el influjo de sangre negroide en las tribus del sur (aunque en general los bereberes se esforzaban por mantener cierta puerza de raza), y la intromision de un componente genetico judaico en las tribus de la costa norte.

2 Curiosamente estas mismas caracterfsticas son compartidas por los vascos con quienes algunos etnologos han establecido un parentesco racial.

3 El escritor granadino obtuvo pingues beneficios de esta obra ya que la primera tirada de 50,000 ejemplares quedo agotada casi inmediatamente dejandole unas ganancias de cuatro millones de reales.

4 En su libro Ribbans alude a que Torres Nebrera habia clasificado Aita Tettauen como un "anti-diario de la guerra de Africa"(l 14).

3 Vfctimas de esos ataques fueron las iglesias de Santa Marfa de Taulat, San Pedro de las Puellas, San Juan Bautista de Gracia, San Pablo, Santa Madonna Antigua, San Cucufate, las Escuelas Pfas de San Anton y varios conventos. Se estima que los revolucionarios incendiaron aproximadamente 63 edificios en Barcelona y sus cercanfas.

6 Como fueron los de Bonelli a Rio de Oro, los de Cervera y Quiroga al Sahara Espanol y los de Iradier y Ossorio a la Guinea Ecuatorial. 77

7 La otra ciudad que en esa epoca existi'a en la Yebala era Uazan pero esta se encontraba dentro del Protectorado trances.

8 El papel de Tanger como centra de las conspiraciones secretas de los beligerantes de la Primera Guerra Mundial se repetiri'a en proporciones mucho mas amplias durante la Segunda. Todas las zonas de ambos protectorados se convirtieron en un punto de encuentro de los agentes del Eje y de los aliados. La celebre peli'cula Casablanca da una vision aproximada, aunque, quiza un tanto romantizada, del espionaje y contraespionaje en la zona francesa durante la Segunda Guerra Mundial.

9 "El general Lyautey, gran conocedor de la situacion marroqui como residente general de Francia, en una audiencia que le concedio Alfonso XIII en 1914 le exponfa cuales eran a su juicio, las razones que impedian la accion espanol en Marruecos: en primer lugar, una organizacion militar pesada, poco adaptada al pais y con demasiadas cargas heredadas de situaciones anteriores, como el desproporcionado numero de generales; en segundo lugar, una inmovilizacion y concentracion excesiva de las tropas y una evidente falta de coordinacion del mando militar en el territorio" (Espadas Burgos, La polltica 598). i° Este documento buscaba "la conveniencia de utilizar todos los elementos que pudiesen entonces contribuir a disminuir los contingentes de reclutas con destino a la zona de Protectorado marroquf, dispoma la constitucion del Tercio de extranjeros’, unidad armada integrada por hombres de todos los pafses que voluntariamente se incorporaran a la misma" (Bleiberg 679). OBRAS CITADAS

Areilza, Jose Marfa de y Fernando Maria Castiella. Reivindicaciones de Espana. Madrid: Ediciones de la Victoria, 1940.

Alarcon, Pedro Antonio de. El diario de un testigo de la guerra de Africa. Madrid: V. Suarez, 1952.

Bleiberg, German. Diccionario de historia de Espana. 3 vols. Madrid: Revista de Occidente, 1968.

Carr, Raymond. Spain 1808-1975. Oxford: Oxford UP, 1982.

Espadas Burgos, Manuel. "La polltica exterior espanola en la crisis de la Restauracion." Historia general de Espana y America. XVI-2. Madrid: Rialp, 1981, 581-614.

Gaya Nuno, Juan Antonio. Historia del cautivo fepisodios nacionales). Mexico: Venecia, 1966.

Gimenez Caballero, Ernesto. Notas marruecas de un soldado. Madrid: Artes Graficas, 1923. Barcelona: Planeta, 1983.

Harris, Walter B. France. Spain and the Rif. Londres: Edward Arnold, 1927.

Landau, Rom. Moroccan Drama 1910-1955. Londres: Robert Hale Limited, 1956.

Ling, Dwight L. Morocco and Tunisia: A Comparitive History. Washington D.C.: UP of America, 1979.

Morales Lescano, Victor. El colonialismo hispanofrances en Marruecos (1898-19271. Madrid: Siglo Veintiuno, 1976.

Rezette, Rene. The Spanish enclaves in Morocco, Paris: Nouvelles

78 Editions Latines, 1976.

Ribbans, Geoffrey. History and Fiction in Galdos's Narratives. Oxford: Clarendon, 1993

Shaw, Donald L. Historia de la literatura espanola: el sialo XIX. Barcelona: Ariel, 1980.

Thomson, David. Europe Since Napoleon. Nueva York: Penguin Books,1971. CAPITULO 2

DIARIO DE UNA BANDERA

Cuando el 10 de octubre de 1920 el comandante Francisco

Franco Bahamonde llega abordo del Fernando Silvestre al puerto de

Ceuta para asumir el mando de la primera Bandera1 de la recien

creada Legion extranjera se inicia la historia que el mismo captaria en un libro publicado en 1922.

Para el soldado-escritor su desembarco en la costa africana

representaba el reencuentro con una serie de experiencias que habfan comenzado en 1912 al ser concedida su peticion de traslado al frente

marroquf "where the monotonous life of the garrison was left behind for 'shooting and promotion"’ (Carr 415).

La primera epoca en Marruecos habfa presenciado el inicio de

un meteorico ascenso militar convirtiendo al polemico gallego en el

general mas joven de Europa, cuando solo contaba 32 anos de edad.

El teniente Franco ya se habfa destacado por su participacion en la

direccion de la Policfa Indfgena, llamada despues los Regulares, durante las operaciones de pacificacion llevadas a cabo por

Berenguer, primero en la zona de Melilla contra el Mizzian2 y despues

en el sector occidental.

En las proximidades de Ceuta, Franco se enfrento con las

80 8 1 harkas del Raisuni en la que vendrfa a llamarse la batalla de Izarduy.

El valor y la determinacion que demostro en las acciones de la jornada convencieron al general Berenguer que en Franco, Espana contaba con un gran jefe militar en proceso de desarrollo.

A los 22 ahos era ascendido a capitan tras haber jugado un papel decisivo en la toma de Beni Hosmar en enero de 1915. Aquel ano puso a prueba la tenacidad del joven guerrero quien poco a poco estaba adquiriendo la reputacion de poseer "baraka" o suerte divina y por lo tanto ser intocable por las balas enemigas.

La intensidad del conflicto continuaba caracterizandose por

"constante pelea menuda, que se disuelve en combates en las aguadas, y en el auxilio de posiciones, y en proteger caminos, y en abrirlos cuando los cierran las incursiones de los moros" (Arraras

28-29). Las perdidas espanolas en aquel periodo fueron enormes. En los primeros cuatro anos de su estancia africana Franco podia jactarse de estar entre los unicos 7 oficiales de un grupo de 42 que no habfan sido heridos en el campo de batalla.

Sin embargo, su suerte cambiarfa el 28 de Junio de 1916, cuando durante los choques armados en el Biutz, al norte de Ceuta, el recien nombrado capitan, recipiente de tres Cruces de Merito militar, intenta cargar el fusil que habfa recogido de un soldado cafdo y recibe una descarga que le perfora el abdomen. Trasladado al campamento situado en Kudea-Federico descubrirfan que la descarga no habfa afectado ningun organo importante.3

De vuelta a la Peninsula tras pasar un breve periodo de 82 convaiecencia se reincorpora a sus funciones militares asumiendo el puesto de comandante en el regimiento del Pri'ncipe destacado en la ciudad de Oviedo. Estos anos interinos le proporcionan la oportunidad de contemplar el camino que la vida le ha deparado y reflexiona sobre lo que quiere obtener en el futuro:

Aqui, en la aburrida guarnicion asturiana es donde empieza a escribir ... donde se siente llamado a ser cada dia mas ... dentro del ejercito; para el mando militar hay pocos tan dotados como el ... Ya esta sintiendo el primer picotazo fuerte de la ambicion. La primera desazon de sus posibilidades. (Ramirez 66)

Cuando en el mes de agosto de 1917 se declara en toda Espana una huelga general que en Asturias iba a tener uno de sus focos mas importantes, Franco dirige una de las dos columnas represivas enviadas por el general Burguete para desalojar a los mineros revolucionarios. Aunque anos despues manifestarfa una polemica version de su participacion armada en los violentos incidentes que se desarrollaron, queda alineado, ya para siempre, con las fuerzas conservadoras.4

La reaccion obrera que habia causado los disturbios en cuestion estaba ligada a la situacion economica del pais y sobre todo a la del proletariado que sufrfa los gastos del Ejercito en Marruecos mientras que los poderosos grupos industrials y bancarios se enriqueci'an a costa de los grandes beneficios proporcionados por la guerra europea. El pueblo se encontraba desesperado ante la realidad de un Estado sin recursos que no podia responder a los problemas salariales ni al creciente paro pero que a la vez mantema 83 involucrado en una guerra inutil un ejercito numeroso con un numero desproporcionado de mandos.

La sumision del gobierno a los intereses de los militares que buscaba perpetuar la guerra de Marruecos para seguir recibiendo ascensos, pensiones, honores y recompensas contrastaba con su apatia para controlar el latifundio y para fomentar las obras publicas. El desenlace de estos hechos provoca la poco probable alianza entre los socialistas de la UGT y los anarquistas de la CNT que por medio de la huelga general se dispusieron a la accion comun.

La postura del "comandantfn", apodo que se le habia otorgado dado a su temprana edad, no corresponde a un sentimiento de identificacion con las clases acomodadas, al contrario, su contacto con lo mejor de la sociedad ovetense, pese a la aureola de heroe que le habfa acompanado por su comportamiento en Africa, habfa sido mas bien templado. Su predileccion por el uniforme y por los ambientes profesionales del ejercito le hacfan sentirse inadecuado en el trato social con las familias adineradas. Incluso la distinguida familia de su futura mujer, Carmen Polo y Martinez Valdes, se habfa mostrado en un principio reacia a consentir que esta sostuviera relaciones formales con el ambicioso pero poco refinado militar.

Para Franco su adhesion a las acciones represivas de la burguesfa, estaba condicionada por su respeto hacia los principios del orden y del deber inculcados durante su preparacion profesional en la Academia Militar de Toledo y en su primera estancia marroquf.

El impacto que la revuelta obrera tuvo en el poco impresionable 84 comandante queda parcialmente documentado por Fusi:

En vfsperas de la proclamacion de la II Republica, Franco era un militar que apenas habfa expresado publicamente idea polltica alguna, aunque los temas politicos parecfan haberle interesado desde su regreso de Africa y aunque el mismo dijera mucho despues que su preocupacion por los temas sociales databa de 1917, cuando, destinado a Oviedo, asistio a los sucesos revolucionarios de agosto de aquel afio. (27)

Mas de una decada despues cuando los mineros asturianos se rebelaron a principios de 1934, Franco dirigio las operaciones, como consejero militar desde el Ministerio de la Guerra en Madrid.

Acabada la rebelion, Franco se convencio de que el Ejercito habfa salvado a Espana de la revolucion.

El interes de Franco por ampliar su preparacion teorica le incitarfa a asistir en 1918 a un curso de tiro que se celebraba en

Valdemoro, donde conocio al teniente coronel Jose Millan Astray.

Este personaje peculiar "a handsome and much decorated officer whose swahbuckling exploits had already cost him multiple injuries

(he was popularly know as El Gran Mutilado)" (Lloyd 27), quedo gratamente impresionado con las cualidades que ofrecfa Franco y decidio tenerle en cuenta al fundar la Legion dos anos despues.

La idea de formar un cuerpo militar profesional habfa sido discutida ampliamente por quienes como Franco querfan asegurar la permanencia espanola en Marruecos. Millan Astray habfa concebido su proyecto basandose en la organizacion administrativa y logfstica del componente frances, e inspirandose en las unidades extranjeras que habfan participado en las guerras civiies del siglo XIX. Hills 85 alude a la explicacion que el fundador de la Legion expuso al comite gubernamental encargado de aprobar la creacion de dicha unidad:

When I was captain, and General Luque, Minister of War, I was inspired by a study of the (First) carlist war to think of a foreign legion that came to Spain to fight on the Liberal side. The Carlists recruited other foreign troops. In June 1837, on the field of Barbastro, the two standards faced each other. They fought with ferocity. They were people who did not know of surrender. (111) De hecho, la organizacion de la fuerza mercenaria, denominada oficialmente Tercio de Extranjeros, buscaba emparentarse con la legendaria infanteria de Carlos V, compuesta por valones, alemanes, austriacos y otros voluntarios procedentes de diversos puntos de la geograffa europea. La division de este regimiento en unidades de arcabuceros, lanceros y piqueros dio origen a su nombre. Millan

Astray preferfa el apelativo de Legion ya que este le recordaba a los voluntarios celtiberos que se habfan destacado en las campanas romanas: "It was much more in keeping with the Roman ethic of the

Spanish officer. The battle cry which Millan Astray would give his

Legion -Viva la Muerte- was in the Roman tradition" (Hills 112).

En la primavera de 1920 Franco recibio un telegrama de Millan

Astray donde se le comunicaba que el mando de la primera de las tres Banderas que formaban el Tercio de Extranjeros estaba a su disposicidn. La inmediata aceptacidn del puesto que le ofrecfa el primer jefe de la Legion, signified que el comandante tuvo que aplazar su boda. Poco tiempo despues una tonada legionaria, con musica de La Madelon decfa "El comandante Franco es un gran 86 militar/ que aplazo su boda/ para ir a luchar" (Crozier 53).

Aparte de su valor anecdotico este detalle ilustra el apego que Franco sentfa por el ejercito, por el deber y por extension por

Marruecos. Su retorno a las costas africanas es recibido con el efusivo abrazo de Millan Astray, Franco capta el momento en su libro: “iya estamos juntos! Allf esta el Jefe, y en el barco llega el material para la obra” (16). En efecto, el comandante habfa antepuesto el noviazgo profesional al compromiso civil, lo que parece sugerir que estaba dispuesto a posponer sus relaciones conyugales para satisfacer sus aspiraciones profesionales.

La union con el fundador de la Legion representa el inicio de un proceso dinamico que producirfa no solo la imposicion de la autoridad espanola en el Magreb sino que ademas engendrarfa los fundamentos de un esprit de corps que desempenarfa un papel importantisimo en la guerra del 36.

Muchos biografos de Franco han comentado su aparente austeridad sexual indicando que antes de que se concertara la ceremonia matrimonial este solo habfa tenido “algunas relaciones inocentfsimas” (Fusi 26). Indicios de esta sustitucion de la vida sexual por la accion militar parecen constatarse en el hecho de que aunque fiel a la doctrina catolica que prescribe la omision de metodos anticonceptivos, solo tuvo una hija. Las implicaciones ideologicas de esta actitud se advierten en el proceso de paulatino acercamiento hacia una postura cada vez mas conservadora y por lo tanto ultracatolica “Franco era ya catolico practicante, y lo que era 87

polfticamente mas importante: crefa ya que el catolicismo habia sido el crisol de la nacionalidad espanola” (Fusi 27). Como se vera mas adelante, el texto en cuestion permite comprobar algunas de las

ideas del autor hacia temas de moralidad cuyos cimientos se encuentran en la ideologfa reaccionaria que el mismo tiene.

Existen cuatro ediciones de Diario de una bandera. A las ya

mencionadas de 1922 y 1956 se ahaden la de 1939 publicada en los

ultimos meses de la guerra civil y la de 1976 postuma al autor y dirigida por el Centro de Estudios Francisco Franco con prologo del teniente general Galera Paniagua, ex-Jefe del Ejercito de Espana en el Norte de Africa.

En su biograffa, Preston alude pasajeramente a rumores de que el periodista Juan Ferragut, autor de la novela Memorias de un legionario, habfa tambien escrito en nombre de Franco Diario de una bandera (37). Sin embargo, a falta de pruebas creo que los cuarenta artfculos que publico en la Revista de tropas coloniales, de la que fue fundador junto a Queipo de Llano, y los artfculos que una vez instalado en el poder hizo publicar en el diario A. B. C., bajo varios seudonimos, son indicio del interes que tenia Franco en poner sus ideas por escrito. La edicidn inicial aparecio en Madrid menos de un afio despues de la ultima entrada en el diario cuya modesta tirada se agoto tempranamente influido en gran parte por la generosidad del autor quien distribuyb gratis muchos ejemplares. Preston interpreta la 88 esplendidez del comandante como sintoma de "an awareness of the value of a public presence in the longed for transition from hero to general” (34).

De hecho, la segunda edicion publicada en Huelva y Sevilla por la Editorial Catolica Espanola salio a la calle cuando Franco ya habia asumido el titulo de Caudillo y la dedicatoria de los editores titulada "Saludamos a Espana" refleja la imposicion de la retorica oficial del nuevo Estado:

Marruecos.-' Diario de una Bandera1 es la obra de juventud de un hombre egregio, de un gran soldado, que en la edad de los tentadores arrebatos, tras el combate de fortuna, se retira pensativo a su tienda de campaha, para escribir la cronica del esfuerzo realizado y para cultivar su pensamiento, que mas adelante tendra que acudir en salvamento de la Patria. (3)

La portada interior de esta edicion tambien participa en las aclamaciones demagogicas del momento evocando tres veces el nombre de Franco seguido por el topico " Espana".5 De interes especial son las ilustraciones que acompanan al libro cuyo estilo esta copiado del arte nazi.

Es interesante notar que la edicion de enero de 1939 estaba incluida dentro de una coleccion popular del bando nacionalista y que en los anos grises de la posguerra adquirio gran difusion. Me refiero a La Novela del Sabado cuyo subtitulo “Genio y hombres de Espana" estaba acompanada por un "explicacion" de los propositos de los directores. Por el precio de una peseta el lector no solo podia disfrutar de las hazanas de una de las unidades que habia tornado o 89 estaba tomando parte en la "guerra de liberacion" sino que ademas involuntariamente se prestaba al proselitismo del Regimen. Las paginas que exponfan la linea ideologica de la coleccion senalaban que:

Aspiramos a recoger semanalmente el latido y el pensamiento nacionales...Decimos espanoles con la conciencia de saber a quienes nos referimos, esto es, a los ingenios nuevos de la Patria en salvo...sintieronse mozos y acudieron tambien para formar en las falanges del sacrificio y de la salvacion. (201)

El contenido politico que define la coleccion es evidente y es en esta donde se inicia la apropiacion de Diario de una bandera como documento ideologico. Los historiadores suelen menospreciar el subtexto comprometido que yace en el fondo del libro de Franco. Fusi indica “Dificilmente podria considerarse el Diario de Franco como un libro politico: no habia en el ni mencion siquiera de las obsesiones posteriores del autor, esto es, comunismo masoneria y partidos politicos” (22), mientras que Crozier alude a una “Indifference to politics” (68). No obstante, Hill sehala que el futuro generalfsimo

"wrote nothing more self-revealing" (113) y el mismo Crozier admite que "it is important both as historical source material and for the light it throws on Franco's character and personality" (54).

En la tercera edicion publicada por Afrodisio Aguado en julio del 56, poco despues de que Espana fuera admitida en las Naciones

Unidas (1955) y un mes antes de que falangistas e izquierdistas chocaran en el ambito universitario de Madrid con la consecuente purga de ultraderechistas del gobierno, se sigue detectando la 90 politizacion del relato de Franco. El prologo a esta edicion esta a cargo de Manuel Aznar periodista predilecto del Caudillo, historiador oficial de la guerra civil y corresponsal elegido por Franco para cubrir las negociaciones entre Espana y el Eje a principios de los anos 40.

No en vano se reedito la epopeya de la Primera Bandera en el mismo ano en que Marruecos obtuvo su independencia de Espana. La manipulacion de la opinion publica persistfa. Al permitir que las actividades antifrancesas de los independentistas marroqufes se llevaran a cabo en la zona espanola Franco creia "naively and carelessly confident that pressure for independence would not be a problem in the Spanish Protectorate" (Ellwood 174). Sin embargo, cuando a principios de 1956 los franceses anunciaron su intencion de abandonar Marruecos la noticia provoco protestas y disturbios en el sector espanol lo cual obligo a Espana a reconocer la independencia del Magreb el 7 de abril de 1956.

La nueva distribucion del diario buscaba no solo refrescar la memoria del pueblo espanol, y sobre todo de la nueva generacion que habfa nacido despues de la guerra civil y por lo tanto ajena a los sacrificios que se habfan llevado a cabo para extender la influencia espanola en Africa, sino que tambien buscaba dar una justificacion histories a los acontecimientos que se estaban desarrollando al otro lado del Estrecho. Ademas, la circulacion del relato de las hazahas que en sus afios de juventud habfa protagonizado el visiblemente envejecido Jefe de Estado ayudaba a alimentar el culto a la 91 personalidad tan necesario para el mantenimiento del poder en un sistema autoritario. La necesidad de convencer al pueblo espanol de que el desarrollo politico de la situacion en ese momento correspondia a un proceso natural y no a la incapacidad del Caudillo para retener las conquistas territoriales del pasado, queda expuesta en el prdlogo de Aznar:

No podfan enganarse sobre el porvenir de la accion de Espana en Marruecos. Aquella no era tierra nuestra; mandaban allf los espanoles en nombre de una ajena soberama combatian y mori'an para que, andando el tiempo, pudiera el Sultan de Rabat complacerse en el ejercicio pleno e indiscutido de su autoridad. Eramos los hidalgos protectores de la minorfa de edad polltica en un pueblo. (17)

El tono de esta introduccion al libro de Franco contaba con dos consideraciones, una practica y otra ideologies que estaban ligadas con la complicacion de la situacion polltica que se hacfa vigente. Por una parte, se dirigia a las cri'ticas que dentro de los cfrculos falangistas se estaban confeccionando en relacion a la posible cesion de lo que para el credo falangista representaba un componente del sofiado nuevo imperio espanol. La participacion de una gran parte de los futures falangistas en la guerra de Marruecos significaba que el partido de Jose Antonio, ahora desmoralizado por la franquizacion de sus ideales, habfa considerado la empresa colonialists como el primer paso para la realizacion del programa politico internacional de la Falange. La admisidn de que la presencia espanola en Marruecos habfa sido un proyecto limitado cronologicamente cuya logica conclusion era la retirada del ejercito de Africa cayo como un cubo 92 de agua frfa sobre las aspiraciones de los ultraderechistas cada vez mas defraudadas .

Es evidente que la perspectiva de Franco y de sus afectos habfa cambiado radicalmente, si se compara el matiz apologista del prologo de 1956 con las declaraciones que aquel le harfa en 1924 al general Primo de Rivera durante su visita al campamento de Ben

Tieb:

Este que pisamos, Sefior Presidente, es terreno de Espana, porque ha sido adquirido por el m£s alto precio y pagado con la mas cara moneda: la sangre espanola derramada [...] Rechazamos la idea de retroceder, porque estamos persuadidos de que Espana se halla en condiciones de dominar la zona que le corresponde y de imponer su autoridad en Marruecos. (Vazquez Montalban 51)

Se llego a rumorear incluso entonces que en la cena previa al discurso, el comandante habfa encargado de que se le sirvieran huevos al dictador, implicando que la solucion militar de la situacion requerfa mayor entrega.

Pero la introduccion a la edicion en cuestion no conduce a una adaptacion del texto mismo. Aunque como se vera mas adelante el contenido de las diversas ediciones ofrece variantes en los pasajes que pudieran comprometer al autor, en la penultima edicion del libro no se omiten las mismas aclamaciones patrioticas de indole imperialista y nacionalista que apareceran en la primera edicion, dos anos antes del discurso ante Miguel Primo de Rivera. Persiste una vision orientalista que se manifiesta por medio de una actitud paternalista evidente en la referenda al estado 93

"adolescente" de la nacion marroqui cuando Espana asume control del

Protectorado. Al inferir que Espana habia cumplido una mision de nodriza, ordenando el estado del pais norteafricano, el prologuista automaticamente establece una relacion de superior a inferior entre el "protector" y el "protegido". La importancia de esta variante se hace m3s relevante cuando se examina el componente orientalista en el discurso del narrador. No obstante, queda por mencionar que Aznar demuestra en su introduccion un gran entendimiento de las necesidades politicas que requiere el texto para preparar al lector para la interpretacion que desea inculcar Franco.

En la ultima edicion de Diario de una bandera toda posible consideracion polltica queda reducida a costa de los elementos militares del libro. De hecho, la edicion de 1976 aparece acompanada por otras narraciones de Franco con tema marroqui, La hora de Xauen y Diario de Alhucemas que aparecieron por vez primera en la Revista de Tropas coloniales dirigida por el mismo

Franco. Contrariamente a lo que se espera, la introduccion a esta edicion carece de la tendencia mitificadora de las ediciones anteriores y se concentra en la descripcion militar de los textos que prologa. Eso no quiere decir que no se detecte la admiracion que el prologuista siente por el recien desaparecido Caudillo pero lo que si se nota es que la mano de Franco no ha contribui'do a las paginas que anteceden a su libro en esta edicion.

En lo que respecta a la estructura todas las ediciones de Diario 94 de una bandera mantienen intacta la secuencia y el numero de capitulillos que dividen la obra. El marco cronologico se extiende desde octubre de 1920 hasta mayo de 1921. La escision bipartita de los capftulos corresponde al fondo geografico de las operaciones en las que participa la unidad del comandante Franco.

La primera parte titulada "El territorio de Tetuan" esta compuesta por ocho capftulos cortos de variada extension pero que oscilan entre las tres y las quince paginas aproximadamente dependiendo de la edicion consultada. Lejos de consistir en unidades narrrativas compactas, los capftulos aparecen divididos por segmentos episodicos de caracter reducido que se centran en momentos especfficos de la trayectoria militar de la Primera

Bandera.

Los primeros tres capftulos estan dedicados a la organizacion, composicion y entrenamiento de la Legion y a los primeros dfas de existencia del Tercio, desde la llegada de los primeros voluntarios al campamento provisional de Riffien hasta fa preparacion ffsica y militar durante su estancia en Uad-Lau. Los capftulos restantes de esta primera parte relatan las diversas escaramuzas y operaciones que se llevaron a cabo contra el nuevamente insumiso Raisuni. No obstante, el capftulo octavo prepara al lector para la segunda parte, empleando un tanto de tension dramatica para representar como sin aviso previo las tres Banderas de la Legion participan en un sorteo para ver cual de ellas partirfa hacia el Fondak, donde recibirfa nuevas instrucciones. Al "ganar" el sorteo, la primera Bandera parte 95 hacia su destino: "vamos a Melilla, pero ignoramos lo sucedido" (72).

El lector sabe de antemano que lo acontecido en Melilla no es otra cosa que el reves de Annual, noticia que llega al incredulo grupo de mercenarios por medio de un mercader ambulante, a quien desprecia la tropa que prosigue camino a Tetuan.

Con la revelacion de la tragedia acontecida en el sector oriental empieza la segunda parte del relato cuya extension es el doble de la primera ya que cuenta con veintiun capftulos. El tftulo de la segunda seccion del diario es apropiadamente "En Territorio de

Melilla" estableciendo un equilibrio, por lo menos en lo que respecta a su designacion, entre las dos partes. Detras de esta caracterfstica se percibe el intento de concienciar al lector de la envergadura de las proezas y sacrificios que se estan realizando.

La necesidad de la aclaracion de la zona donde ocurren los hechos narrados se hace evidente ante la inmensa lista de nombres geograficos que para la disposicion orientalists de la gran mayorfa de los lectores de la epoca aparecerfan como simples lugares exoticos y por lo tanto propensos a la amalgamacion. A las conocidos nombres de Xauen, Larache y Tetuan se unen los de Sidi Amaran, Tahuima, Tauriat-Zag y otras localidades de Rif y de la

Yebala tan desconocidas como remotas. El autor no quiere que el lector amontone estos puntos geograficos sin distincion al contrario, por eso encabeza muchos capftulos con los nombres propios de los lugares donde se desempenan las acciones militares.

La personalizacion e identificacion del lector con los 96

acontecimientos expuestos son imprescindibles para lograr la fusion entre las ideas que se buscan inculcar y la disposicion del publico.

Es decir que a traves de la estetizacion de la representacion belica se obtiene lo que Suck identifica como un "social interest in disguise

of a nationalistic, cultural and ethical concern which seems to be

economically disinterested" (10).

Aunque difiero con el desmesurado enfasis que la ultima cita

le apropia al componente socio-economico del proceso de

estetizacion ideologica, no cabe duda que tos intereses del autor, que

estaban ligados tanto a motivos profesionales como ideologicos,

denotan una transparencia llamativa en su manipulacion de los

aspectos externos de la narracion.

El sistema de estetizacion ideologica que propone el

comandante gira en torno al Tercio de Extranjeros el cual representa

el microcosmos de una forma de gobierno y de una sociedad compatible con las ideas fascistas o si se quiere prefascistas del

narrador. Se trata de enaltecer hasta el punto de la idealizacion el funcionamento y las cualidades del Tercio para establecer un contraste entre los triunfos de este cuerpo militar y la inefectividad del gobierno de Madrid. Luis Ramirez ve en esta actitud, no sin falta

de razon, un ensimismamiento egocentrista: "Es la historia de un

ej£rcito que vive para si mismo y no para responder ante un pais que le ha enviado y le mantiene. Es la historia de una clase y de una

casta” (82).

En efecto, esa casta esta constituida por un grupo provisto de 97

solidos lazos fraternales unidos por una experiencia comun, su

denominacidn de Africanistas les perseguira en los campos de

batalla peninsulares y su afiliacion sera mayoritariamente con los grupos de ultraderecha. Mola, Sanjurjo, Yague, Queipo de Llano... la

lista parece interminable pero la conviccion ideologica se ajusta a unos parametros muy determinados. Autoritarismo, nacionalismo, militarismo y conservadurismo cultural compaginado con una perspectiva orientalista son las caracteristicas que les definen y su determinacion para imponer su vision politica esta templada por el sol africano y por la contrariedad que la indecision de los politicos les ocasiona.

Franco no solo pertenece a este “tightly-knit group of officers” sino que ademas comparte “the hostility felt by military officers towards politicians" (Ellwood 10) lo cual le conduce a criticar la politica oficial hacia Marruecos pero solo en cuanto afectaba directamente a la Legion. Asi en su libro acusara:

Un apasionamiento grande ha llevado al animo de los espanoles la ausencia de politica en nuestra accion africana.-.miremos nuestras aletargadas virtudes y encontraremos la crisis de ideales que convirtieron en derrota lo que debio haber sido pequeno reves. (188)

Evitando el ataque frontal que pueda comprometerle, el narrador cambia de rumbo y prosigue sus recomendaciones. Asi alude a objetivos logisticos y estrategicos para resolver la situacion espanola en el Magreb “mientras Beniurriaguel no sea sometido el

problema de Marruecos ha de seguir en pie” (189). Aunque el autor 98 logra desviar sus cri'ticas empleando referencias a defectos de organization, aprovisionamiento, y competencia tecnica, es evidente que las instituciones responsables de corregir estos problemas estaban localizadas en Madrid. Las desavenencias poh'ticas que tiene

Franco con el gobierno central, se mantienen dentro de ese circulo inmediato de intereses. La Legion vive en todos los sentidos una existencia independiente a la del resto del Ejercito. Su composicion internacional y el caracter proselitista del credo legionario fomentan un sentido de independencia que trasciende las consideraciones de lealtad politica e incluso patriotica. Aunque la oficialidad era espanola, las filas de la Legion estaban formadas por hombres adictos no a Espana sino al cuerpo militar al que pertenecfan. En esta unidad el fanatico esprit de corps se manifestaba con el "jViva la Legion!” que se antepoma a todo grito de indole patriotica. La ceremonia de ingreso exige lealtad al Tercio y no a la nacion6 : “el Teniente Coronel les dirige breves palabras y les toma el juramento de fidelidad; a sus frases responden los legionarios con el gorro en alto jurando morir por la Legion y besando la sagrada ensena” (41). Este estandarte no es la bandera espanola sino el simbolo del Tercio que el narrador emplea para poner entasis en el sentido de responsabilidad que compartan los legionarios “no es nuestra propia Bandera, que aun tenemos que ganar...!” (41).

El mismo autor parece presentir la contradiccion que el lector puede percibir al ser presentado con las hazanas de un cuerpo militar 99 en todos los sentidos superior a las otras unidades del Ejercito espanol pero integrado por un mosaico de nacionalidades. Por lo tanto, intenta “hispanizar” la Legion por medio de sugerencias que penetren en el inconsciente patriotico del lector “desfilan por la plaza de Espana...los legionarios; ...y es ante el desfile de estos recios soldados cuando se sienten las grandezas de la raza" (45). Lo que no queda claro es a que “raza” se refiere el narrador, y Ramirez desde el exilio en Paris comenta con sarcasmo, que “se refiere, suponemos, a la raza humana, pues es la que esta allf representada...”

(81).

En defensa del comandante, ha de senalarse que a diferencia de la francesa que estaba principalmente constituida por extranjeros la

Legion espanola estaba formada en su mayoria por espaholes que habian cumplido el servicio militar o su plazo de alistamiento en la infanteria, la guardia civil o los carabineros. No obstante, la participacion de tropas extranjeras, incluyendo a los moros que ocupaban las filas de los batallones de regulares, en la Cruzada de

1936 apoya la nocion de que los intereses de los fascistas podian ser defendidos por fuerzas de procedencia foranea. El programa nacionalista del bloque de partidos que constituian la derecha no se oponia a la incorporacion de soldados extranjeros para luchar contra otros espaholes de distinta ideologia politica. Durante la guerra civil los nacionales llegaron incluso a afirmar que los moros eran subditos espaholes y por lo tanto su presencia en la Peninsula era perfectamente legal. Southworth rechaza esta justificacion 100 anadiendo que tanto la Legion como las tropas indigenas "constitufan un ejercito invasor" (112). Para Franco el lugar de nacimiento o nacionalidad de los miembros de sus fuerzas cede en importancia a los ideales o al bando con el que esta alineado el ejercito al que pertenecen.

La segunda parte del diario sigue las vicisitudes de la Primera

Bandera, hasta la ocupacion de la Chaif, en la reconquista del territorio perdido durante el intento de Abd el Krim por consolidar lo que habfa bautizado como la Republica del Rif.

Los dos capftulos finales, titulados respectivamente,

“Consideraciones Generales" e “Infantes Heroicos”, interrumpen el hilo narrativo del relato para entretener divagaciones de indole explicativa que ofrecen un comedido reenfoque de las opiniones del comandante sobre como deben llevarse a cabo las operaciones en

Marruecos: “pues si en algun capftulo senalo defectos, no ha sido el deseo de crftica el que dicto mis palabras, sino por el contrario, el explicar los medios con que pueden corregirse" (191).

Este intento de justificarse y las recomendaciones de como deben aprovecharse los accidentes topograficos y como tiene que dirigirse una retirada van seguidos de una dedicatoria “a los gloriosamente cafdos en la heroica defensa de las posiciones” (197).

La recurrencia al termino “infantes” cuya definicion es la de “nobles de primera categorfa” (Bleiberg 473) contiene una carga simbolica relacionada con la destreza militar de los combatientes ecuestres de la Espana imperial. Al proporcionarles una identidad salida de las 101 gestas de antano Franco no solo busca resaltar las cualidades de valentia, herofsmo, pureza espiritual, devocion religiosa... que acompanan a la estampa del caballero cristiano en la lucha contra el moro infiel, sino que conjuntamente esta mitificando la actuacion del mismo ejercito del que forma parte y al que sus legionarios han venido a reivindicar. Por lo tanto, si heroicos fueron los soldados que sufrieron la derrota de Annual mas valerosos aun son los legionarios que recuperaron las plazas perdidas. El panegirico de los muertos caracterizado por una retorica altisonante que predomina en todo el relato descubre la preocupacion del autor subrayan la magnitud de las dificultades a las que se sigue viendo sometido el

Ejercito de Africa.7 El autor emplea los nombres propios de los cafdos para personalizar la tragedia poniendoles identidades especificas a los numeros de bajas que aun en 1922 no se sabian con precision: “El pueblo sabe como se rindio tal posicion, pero ignora como han muerto sus mejores soldados” (197). Los heroes muertos como el comandante Velazquez quien “escribe con su guarnicion otra pagina gloriosa, y en ella muere con la mayoria de sus soldados"

(197) no ofrecen ninguna competencia en las paginas de los periodicos ni en las opiniones de un publico sediento de heroes que le hagan olvidar los agravios del pasado. A Franco no le hace falta hablar de si mismo ya que su silencio acapara la atencion del lector sumandole casi desapercibidamente al contenido heroico de la narracion. 102

La mitificacion proselitista de los muertos por la causa llegarfa a ser en los afios siguientes a la fundacion de la Falange un rito necesario que ampliaba el valor estetico de los ideales. Mucha de la imagineria funebre que predomina en las narraciones falangistas fue extraida de los ritos y tradiciones legionarios. En el discurso oficial de la Derecha se utilizarfa el sustantivo “martir” para identificar a una “persona muerta a consecuencia de la guerra” (Perez Bowie 24). La connotacion religiosa de esta voz define a aquel “que padece la muerte por amor de Jesucristo y en defensa de la verdadera religion” (Perez Bowie 23-34) y encaja perfectamente con la subsiguiente adaptacion de la doctrina catolica que en su esfuerzo por atraer a los elementos conservadores del pais adoptarian los fascistas espaholes. Como sostiene Perez Bowie “el vocabulario aportado al campo semantico del morir por la mitologia falangista resulta de una gran novedad” (24) y, a mi juicio, ya hay precedentes en el lexico utilizado en el diario de Franco.

El culto a los muertos adquiriria una gran importancia en el ritual ideologico de la Falange. Asi en las convocatorias, entierros y discursos se evocarian los nombres de Onesimo Redondo, Ledesma Ramos, Maeztu y otros desaparecidos que no obstante estaban

“presentes” en la entidad ideologica que representaba la Falange.

Solo Jos6 Antonio, cuya muerte no fue oficialmente confirmada hasta muy avanzada la guerra, tenia el calificativo de “ausente” pues se esperaba su reaparicion.

La tradicion que inspira esta idea de mitificacion de los 103 muertos corresponde a la cultura marcial greco-romana cuyos excombatientes entraban automaticamente en el Olimpo.8 De hecho,

Mainer resalta “la identificacion con la cultura romana” (22) que hacia 1915 en Bilbao un grupo de escritores en torno a la revista

Herm es (1915-1922) empezaron a ensalzar empleando temas, formas y lexico tornados de la literatura clasica. El impacto que estos literatos ejercieron sobre la retorica falangista con su participacion en lo que vino a llamarse “La Escuela Romana del Pirineo” se advierte en revistas como J e ra rq u fa y V e rtic e en las que los motivos romanos potencian la tradicion imperial9 y catolica.

La educacion que Franco habia recibido en el Colegio del

Sagrado Corazon basada “on conservative principles” (Lloyd 22) le habia hecho conocer la literatura clasica. La elegi'a que dedica a las victimas de la ofensiva rifena del 21 implica una adhesion, consciente o no, a las modas literarias que representarian los ideales falangistas. Asi en las emotivas exclamaciones que cierran el libro recurrira a un lexico de evidente estirpe latina “jSalve, heroicos defensores de Igueriben! jSalve, gloriosos soldados de la Infanteria!” (199).

A lo largo de la narracion se constata el interes que tiene el autor por subrayar los mdritos y sacrificios de los legionarios. La repeticion exagerada de los mismos panegiricos termina por desarticular el valor semantico de las descripciones heroicas haciendo consciente al lector del bombardeo retorico al que est& expuesto “acudimos al fuego, cumpliendo nuestro credo legionario” 104

(164), “el alferez Llaneza, de la 13.a, recibe muerte gloriosa"(184),

“encontrando gloriosa muerte el alferez Ojeda” (177), “jHermoso ejemplo de soldado que dedica sus Oltimas palabras a cantar las glorias de su general!" (170). El proposito de esta exaltacion esta vinculado a la necesidad de plantear y justificar la postura de ascenso meritorio que apoyaban los africanistas ante el ascenso por antiguedad en el que insistfan los partidarios de las Juntas de Union y Defensa. Tambien, este libro seria utilizado como anzuelo para aumentar el numero de voluntarios en las filas de la Legion.

Para Franco hasta el personaje mas nimio adquiere una caracterizacion pseudo-heroica situado en un escalafon inferior a los legionarios pero a pesar de ello afiliado al ejercito por unos lazos disinteresados de camaderia. En un pasaje explica que:

Solo Manolo, el valiente cantinero, visita a diario la posicion; los legionarios le conocen. El les lleva el correo y las frescas sandias con que aliviar la sed; es portador de encargos, y a menudo atraviesa las zonas enfiladas para llegar a la posicion. Una tarde le hieren gravemente al compahero, otro dia le matan la caballerfa; pero el visita los puesto avanzados y ni un solo dia les falta su correo. (100)

Aquf, ya se notan indicios de lo que posteriormente serf a un punto de disension entre el futuro Jefe de Estado y la organizacion fascista. La imagen del mercader y el sistema capitalista que representa aparece libre de cualquier connotacion negativa aludiendo a una solidaridad patriotica que trasciende preocupaciones de provecho individual. Franco nunca participo del fascismo 105

revolucionario que buscaba la reestructuracion economica de Espana, al contrario sus ori'genes le aproximaban mucho mas hacia una postura conservadora en todos los sentidos incluyendo el economico.

De hecho, una modificacion interpretativa del estatuto fundacional falangista tras el Decreto de Unificacion de 1937, aparece en un articulo que salio en El Sur donde se explicaba que "Falange Point

Ten recognized the legitimate rights of capitalists as one of the essential elements of production and stated only that the gross social injustices of capitalism would not be tolerated” (Fouquet

168). El libro de Franco se cine a unos preceptos narrativos que lo aproximan a una construccion mas historiografica que ficcional. En su analisis de la concepcion de Juan Benet sobre la relacion entre historia y ficcion, Herzberger comenta que la Ifnea demarcadora entre el historiador y el novelista se define por el “more profound intellectual quest” (32) de este, el cual intenta exponer y analizar una realidad encubierta detras del discurso narrativo: “a reality that is hidden behind events, behind events and behind reason”(32). Si se acepta la definicion arriba aludida entonces llegamos a la conclusion que Diario de una bandera no se ajusta a este esquema.

Por otra parte, Herzberger interprets el concepto del historiador que tiene Benet sehalando “The historian would narrate a story according to the traditional premises of followability" (32), implicando la prioridad que ocupan las consideraciones de coherencia e integridad en la narrativa historiografica. El mismo critico 106 insiste que para el historiador la ambiguedad solo es aceptada a nivel del contenido que puede manifestarse por carencia de datos, pero que no se refleja en la forma por necesidades de transparencia.

Diario de una bandera acusa un discurso monolitico que constata el entasis que el comandate Franco pone en la estricta documentacion de la secuencia temporal de los acontecimientos que narra. La frialdad con la que sigue el hilo narrative demuestra un esfuerzo de distanciamiento que se constata en la descripcion y cornentarios de momentos tragicos: ‘‘El capitan Cobos de la Legion cae herido muy grave...no es nada. Un balazo en el vientre jPobre As de las ametralladoras! La herida le habia de causar la muerte" (133) y en la falta de profundizacion psicologica. Por eso, la sensacion de superficialidad esta relacionada con la condicion profesional del autor que procura mantenerse dentro de unos parametros esteticamente atractivos e ideologicamente comprometidos.

El mismo titulo de la obra, ya denota una intencion proselitista sutilmente disfrazada que se relaciona con el empleo de dos recursos literarios tan tradicionales como eficaces, sin duda extraidos de las lecturas de corte epico contemporaneo y biogr&fico que Franco habia disfrutado durante las campahas de su primera epoca en Africa y en los ahos de su parentesis peninsular entre 1917 y 1920:

History and sociology, politics and science, seasoned the inevitable diet of military works and periodicals. He was particularly fascinated by books on Napoleon...during the Civil War he sent a special emissary into Republican territory 107

to secure a copy of Machiavelli’s The Prince annotated by Napoleon. (Crozier 46)

Al aplicarle al titulo de su libro la designacibn de “diario”, el autor implica el repertorio de caracteristicas intrinsecas que se asocian con el contenido de las obras que suelen representar al mencionado subgenero literario. En su Diccionario de la literatura,

Sainz de Robles define esta forma de escritura como “Apuntes o relacion puntual de lo que ha ido sucediendo por dlas, o dia a dia, en la vida de una persona o en algunos hechos, como viajes, campanas, comisiones” (304). De hecho, Franco aprovecha ingeniosamente las propiedades de verosimilitud y aproximacion personal que acompanan, por lo menos en la interpretation del lector, este tipo de narracion. Su diario precisa de convencer al publico de su veracidad como documento historico ya que sin ella se desarticularia el mensaje ideologico que busca dirigir a su inconsciente politico. Una vez prestablecido el caracter real de los hechos se facilita la ingestion de las ideas que yacen bajo la superficie inmediata del discurso. Franco parece ser consciente de la importancia que tiene el darle una apariencia de reportaje periodlstico a su relato y cuenta con la colaboracion de este elemento para intentar aparentar la exclusion de todo matiz novelesco. Aznar en el prologo a la edicion de 1956 contribuye a perpetuar el mito de verosimilitud senalando que el libro en cuestion "no responde a ningun esquema literario” (9). As! desde el principio, el autor se vale de un casi inadvertido litotes que esta configurado para llamar la atencion por la sinceridad y 108 falta de pretenciosidad que evoca el tftulo cuyo tono casual desconcierta por su falta de correspondencia con la aproximacion a gesta epica, tambien encubierta, que aparece en las paginas de la narracion. Al centrar la atencion del lector en los aspectos externos de las caracteri'sticas que definen un diario, sobre todo en lo que respecta a la estructura, el autor logra hacer pasar desapercibidas las incongruencias que se manifiestan al considerarse el programa ideologico y el fondo comprometido que se desarrolla en la exposicion de los acontecimientos y en la interpretacion y descripcion del universo que rodea al narrador.

El segundo sustantivo que comprende el tftulo de la obra representa una calculada y efectiva metonimia que pretende colectivizar al protagonista para eximir de esta manera al autor de cualquier responsabilidad incurrida en el desarrollo narrativo de los hechos documentados que pudiera implicarle y para reiterar las cualidades de modestia profesional que quiere adjudicarse el mismo. En la Espana de principios de los afios veinte polarizada por los enfrentamientos entre patrones y obreros, derechistas, separatistas y obsesionada con el problema de Marruecos que se habia complicado por el proceso indagatorio protagonizado por el general Picasso que buscaba responder a “the mounting cry for responsability and a deepening distrust felt by politicians and journalists for the army"

(Carr 521) no convenfa atraer crfticas ni enemigos. Ademas la creciente tension entre africanistas y partidarios de las Juntas de

Defensa obligaba a que se procediera con mesura al abordar temas de 109 indole militar.

Por medio de un titulo aparentemente apoh'tico Franco demuestra la cautela que le caracterizaria en todas las fases de su vida desde su reticencia a unirse a la primera sublevacion de Sanjurjo en 1932 hasta su reticencia para comprometerse con las fuerzas del Eje, cosa que como nos dice Shirer habia exasperado a

Hitler de tal modo que este le dijo a Mussolini que preferiria sacarse todas las muelas antes de repetir las negociaciones con el caudillo espanol.10

Por otra parte, la simplicidad del titulo alude a una pureza narrativa que se destaca por una conviccion de ser directo, sin florituras literarias ni palabras extravagantes. La eleccion de este titulo no es fortuita sino que se adhiere a toda una lista de trabajos dentro de la literatura belica cuyos nombres disfrutan de una parecida economia descriptiva. Solo hace falta recordar las infinitas “Memorias” (entre las que se encuentran las de Napoleon, predilecta del comandante), “Cr6nicas”,“Comentarios”...presentes en la tradicidn occidental para notar la conexion que Franco quiere establecer con estos libros para subrayar el contenido militar de su obra y la falta de tendenciosidad politica. Para poner en evidencia la enganosa falta de pretenciosidad del comandante solo hay que citar las gestiones que el propio Franco llevo a cabo en 1916 tras ser rechazada por el Gobierno de Maura la recomendacion de ascenso y la propuesta de que se le otorgara la Laureada de San Fernando: 1 10

The promotion was turned down by the War Ministry, on the grounds that he was too young. In a gesture which revealed Franco’s high opinion of himself, he appealed against the decision to the king, who reversed it. Franco thus attained the rank of major on 28 February 1917. (Ellwood15)

Aunque la condecoracion en cuestibn no le fue concedida a pesar de sus diligentes protestas el episodio demuestra que lejos de ser un retrai'do ajeno al apetito por la popufaridad y el exito el autor no cejaba en que se divulgaran sus meritos profesionales. Por lo tanto, sorprende a posteriori que el narrador se esconda detras de un personaje colectivo. Su procedencia falangista y los vinculos que sostiene con el Regimen facilitan la persuasion de Aznar que acepta docilmente la buena fe de su jefe:

El comandante de la Primera Bandera apenas habia de si mismo. No redacta el Diario para alabarse diciendo maravillas de su mando, sino para mostrar, con inmarcesible ejemplo, como han de ser las fuerzas espirituales que salvaran a Espana. (12)

La conexibn que el prologuista establece entre el libro y la organizacion de Jose Antonio se constata en la incorporacibn de una formula retorica cuyo efecto es la exaltacion de unos valores que giran en torno al principio de unidad. Al optar por la palabra

"Bandera” para designar al supuesto protagonista de su libro, el comandante se adhiere a uno de los conceptos que formari'an parte del corpus ideolbgico de la Falange, la sumision de los intereses individuales ante lo que representa el bien comun del grupo. Por medio de la unificacion de los esfuerzos individuales se pretende 111 obtener un resultado de mayor impacto que beneficie a todos los componentes de una entidad, ya sea esta unidad de la Legion, un ejercito o una nacion. Es decir que al desviar el enfoque hacia aspectos que no enfatizan lo autobiografico, por lo menos en lo que respecta al tftulo de la obra, el autor despersonaliza el relato y alude a un esfuerzo colectivo que en terminos reducidos representa el triunfo de todos aquellos que se unen bajo un estandarte comun.

La idea de unidad se impone a toda consideracon individual y por extension a cualquier opinion que no se ajuste al programa de objetivos dispuesto para garantizar la realizacion de los ideales que se pretenden. Payne interpreta esta filosoffa politica como un ideal de empresa:

the individual achieved true significance only when occupied in some noble collective task...Great enterprises were formed only by the free and enthusiastic union of individuals. Individuals bound together by historical tradition, material cooperation, and mutual destiny formed a nation. (43)

De hecho, el protagonismo colectivo sera la Ifnea representativa con la que el narrador desarrollara la estructura del argumento. Por lo general la narracion se concentra en las vicisitudes de la Legion solo en contadas ocasiones se permite la intromision personal de las opiniones del narrador que cuando lo hace se protege aludiendo al pretexto de servir a la patria para exponer sus ideas.

En la narracion de Diario de una bandera se detecta la intencion de seleccionar cuidadosamente la manera en la que se representa al

Tercio y las acciones que se desarrollan a su alrededor. En efecto, el 1 12 autor ejerce una funcion de censor evitando no solo los aspectos mas desagradables del campo de batalla sino que tambien purifica la imagen de la Legion dandole una serie de atributos guerreros. El problema de la descripcion que utiliza el comandante es su falta de congruencia con la realidad. Si se analiza la introduccion que Franco hace de los primeros legionarios:

Un centenar de hombres de distintos aspectos; al lado de los trajes azules de Mahon, blanquean los sombreros de paja, trajes claros, rostros morenos curtidos por el sol, hombres rubios de aspecto extranjero y mozalbetes de espiritu aventurero. (15) se llega a la conclusion que la vision que se lleva el lector es una de virilidad acompanada por una sensacion de simpatfa hacia la vida de trabajo y esfuerzo que han llevado a cabo estos hombres. La idea que se busca sugerir es que estos voluntarios, unos del campo, otros procedentes de las fabricas y aun otros de origen noble representan a todas las clases sociales y han llegado al Tercio para servir con dedicacion a sus jefes y para poner fin a las dificultades que Espana tenia en el Magreb. La nobleza de sus intenciones va acompanada por un indominable deseo de formar parte de la camaderfa, disciplina y supuesto honor que se encuentran tejidos en el uniforme legionario.

Se trata de pertenecer a una entidad idealizada a traves de la cual, como si fuera una especie de Neoplatonismo a la inversa, el valor en el campo de batalla y el servicio seri'an recompensados con la incorporacion del individuo a los anales gloriosos de la historia.

Sin embargo, los historiadores ofrecen una perspectiva muy 113 diferente respecto a la unidad militar en cuestion. Lloyd expone una imagen un tanto menos positiva : “They were a disreputable crowd of Spaniards, Germans, Italians, and others, some discharged soldiers, some criminals, most in one way or another socially inadequate (28), mientras que Hills alude al desbarajuste social que sigue a la primera contienda mundial para explicar el origen de los mercenarios:

There were mature men of many nationalities with no will to return home, no home to which to return, no office or profession to resume, or with habits of behavior developed in war and socially unacceptable in times of peace. (113)

Parece ser que la idea de tener bajo sus ordenes a una serie de individuos con pasados turbios no encajaba con la percepcion publica que Franco querfa imponer. De hecho, cuando en los pasajes anecdoticos se da una explicacion de las razones por las cuales un candidato considerado para ingresar en la Legion podfa ser descalificado, el comandante solo menciona cuestiones de caracter fisico o de salud:

El reconocimiento medico ha apartado de este contingente una veintena, entre enfermos cronicos y hombres agotados o poco resistentes, sin salud para ser legionarios, y habia que contemplar a aquellos naufragos de la vida suplicar y aun llorar para ser enganchados. (17)

Es decir que solo los m£s fuertes podian formar parte de la Legion reafirmando las leyes naturales planteadas por Darwin y sosteniendo la exaltacion elitista propia de las instituciones militares. Franco desea que el lector mire a los componentes de su Bandera con 1 14

respeto y no con rechazo, por lo cual deben omitirse todas las

referencias al comportamiento dudoso de antano de algunos de los,

ahora miembros de la Legion. En la mentalidad conservadora del

narrador solo un grupo de magmficos guerreros con unas caracteristicas morales y fisicas superiores podian atraer la admiracion del publico lector.

El concepto de una “minorfa selecta” dotada para llevar a cabo funciones de liderazgo y crear una nueva sociedad adquiriria gran

relevancia en la formacion de todos los partidos fascistas que

surginan en los anos turbulentos que seguirfan a la Primera Guerra

Mundial. De la misma manera que los partidarios del Liberalismo se

habfan apropiado del darwinismo social para justificar las premisas que definfan a la competencia economica y el individualismo economico, los fascistas manipularon las teorias del biologo ingles

para explicar las relaciones de conflicto y competencia entre elites,

razas y naciones. La pertinencia de las teorias de Darwin al contexto socio-politico significaba que paralelamente a las leyes de “supervivencia del mas fuerte" que regian el universo natural, existia un modelo humano que se ajustaba a los mismos principios. La aplicacion de este termino dividia a la sociedad entre aquellos

que por medio de sus facultades de adaptacion y espiritu lograban

imponerse siendo por lo tanto superiores y aquellos que no tenian la voluntad o los atributos para ejercer un papel decisivo y por ello eran debiles. Los partidarios de la interpretacion darwiniana de la

sociedad razonaban que de la misma manera que el proceso de 1 15 seleccion natural determinaba que especies ocupaban la cuspide de la jerarquia biologica, el conflicto entre individuos, grupos y naciones era necesario para seleccionar a los mejores y eliminar a los inferiores. Por medio de este aparato ideologico el totalitarismo de la Derecha logra legitimar la supremacia de ciertos individuos o grupos basandose en consideraciones de superioridad biologica.

De hecho, la estetica fascista explotaria las caracteristicas superficiales que pudieran asociarse con cualquier indicio de preeminencia biologica. En la Alemania nazi el nuevo esteticismo giraria en torno a la mitificacion de la raza aria. El criterio de belleza fisica correspondfa a unos parametros establecidos oficialmente por el regimen dentro de los cuales los ojos azules y el pelo rubio acompahados por facciones rectih'neas representaban la maxima expresion estetica. Por otra parte, en terminos biologicos los rasgos semfticos eran simbolos de una raza inferior o infrahumana, en una palabra, de lo feo desde el punto de vista estetico.

En Espana, el caracter heterogeneo de la poblacion, con su compleja composicion etnica, exclufa la posibilidad de establecer un prototipo fisico ideal que representara las cualidades geneticas superiores del hombre espanol. Ademas, los prejuicios de la idiosincracia espanola habfan estado historicamente orientados hacia aspectos de caracter religioso y carecian del racismo tradicional de los pat'ses del norte de Europa. Por lo tanto, el fenomeno de la "estetizacion" de lo fisico se desvia hacia el elogio 1 16 de otras cualidades tambien relacionadas con la apariencia del individuo. Suck identifica estos ideales corporales como “Hygiene, neatness, fitness, order, efficiency, and functionalism” (23) manteniendo que el valor estetico y el dinamismo fisico logran una fusion sin precedentes en el arte de la extrema derecha.

El diario de Franco contiene numerosos ejemplos de lo que puede interpretarse como una exaltacion de las habilidades fisicas que poseen los legionarios y de las actividades que les ocupan. El narrador se recrea ilustrando como en la etapa preparatoria los voluntarios del Tercio se dedican a numerosas competiciones que les ayudan a distraerse en las horas de ocio y durante los dias de fiesta: “con el domingo llega el descanso de la semana...y en este dia solo por la tarde los juegos y el sport animan al campamento;...hay luchas, boxeo, football, etcetera” (53). La practica de las actividades deportivas tiene lugar en el campamento de Uad-Lau, ultimo puesto de paz antes de partir al frente. Por otra parte, el autor afirma que “El juego esta prohibido en la Legion” (53) mencionando que el buen ejemplo de los oficiales hacia de este vicio un problema inconsecuente, el enfasis en el ambiente jugueton e inocente contrasta con la violencia de escenas posteriores. El tono que predomina en la descripcion de los ejercicios que llevan a cabo los soldados es de contagiosa admiracion. Continuas referencias a la destreza que exhiben los participes de los diversos concursos sirven para resaltar la magnificiencia fisica y la condicion privilegiada necesaria para formar parte de tan lucida agrupacion militar. El 1 17 autor se enorgullece destacando la fama que los legionarios estaban adquiriendo antes de sus primeros combates, incluso entre la poblacidn enemiga “Entre los boxeadores ocupa un buen lugar el descuidado William Brown, negro norteamericano, que ya es conocido por sus punos en los poblados cercanos” (54). A pesar, del respeto que Franco siente por las cualidades fisicas del pugilista mencionado, su descripcion acusa una sutil carga racista que se refleja en la alusion a las costumbres higienicas del negro “su abandono en el vestir es caracteristico y nadie conoce a William mas que sucio y derrotado" (54). Antes, el narrador ya habia explicado que las caracteristicas raciales del descuidado legionario le habfan hecho pasar por moro en numerosas ocasiones “pero el, haciendo uso de su practica en el boxeo, les hacia ver su origen norteamericano”

(54). Es decir que para su forma de ver la unica diferencia entre un moro y un negro norteamericano, es que el segundo sabe boxear.

Evidencia de lo que puede considerarse como una muestra de la inferioridad del negro se halla en el contraste que Franco establece entre la situacion del poblado moro antes de la llegada del Tercio, que se caracteriza por el “descuido en limpieza de los indigenas”, y la pulcritud de los europeos, “la limpieza y policia es la caracteristica de los campamentos legionarios” (51). Por lo tanto, el lector concluye que William Brown pertenece a un grupo racial que se destaca por su falta de esmero higienico y por su fortaleza fisica. La primera caracteristica la comparte con la poblacidn mora circundante, pero la segunda lo distingue y le posibilita la 118 oportunidad de pertenecer a la Legion. La logica del precario silogismo implica que un negro es superior a un moro pero inferior a un europeo.

La obsesion por la limpieza, que algunos historiadores han querido interpretar como un indicio del origen hebreo de Franco, seria heredada despues de la guerra civil por la Falange en cuyo ideario constaba una preocupacion por la practica de medidas sanitarias. En el mes de agosto de 1936 El Norte de Castilla publico una lista de recomendaciones titulada “Decalogo Sanitario del

Falangista” en la cual se estipulaba “Lavate todo los dias y si el servicio que prestas no te lo impide, toma una ducha o banate.”

Mientras que algunos de los artfculos del decalogo intentaban erradicar problemas de sanidad publica a traves de la prevencion de enfermedades contagiosas como la insistencia en que solo se beba agua cuya procedencia sea saludable, otros se acercan a la exageracion, asi la directiva a que el falangista se abstenga a las bebidas refrigeradas “prefiere las bebidas calientes a las frias. Aun cuando haga calor, calmara mejor tu sed” (Alvarez Puga 21). Subyaciente en esta insistencia por el desarrollo de una apariencia ffsica notable, esta la creencia que la belleza exterior corresponde a una superioridad espiritual ref I ej ad a en la moral del individuo. En terminos esteticos, se incorporan las viejas nociones del Renacimiento que sosteman la existencia de un espejo interior que duplicaba su imagen en la apariencia externa del cuerpo, al viejo distico romano de en “cuerpo sano, mente sana”. Anos despues, en un 1 19

Boletfn Oficial el a la sazon jefe del Ejercito Nacionalista reiteraba su preocupacion por asegurar el culto a la salud y a la hermosura corporal “se considera indispensable intensificar la educacion fisica en la escuela...en que, junto a la belleza de la creacion, se busque el fortalecimiento corporal de la infancia espanola” (Vazquez Montalb&n 91).

La imagen que predomina en el capftulo que antecede a la entrada en combate de la Legion es una de concienzuda dedicacion a las artes marciales; al tiro, a la tactica..., y al credo de disciplina y trabajo que representa esta institucion. Un ambiente espartano sirve de fondo para una serie de anecdotas, poco entretenidas, relacionadas con la pericia de algun legionario: “en los descansos ofrece cinco duros al que le venza en lucha; otro desafia en ejercicios de fuerza a distintos companeros, y los dias transcurren lentos y tranquilos” (54).

La idealizacion que los fascistas hicieron del alto sentido militar que existia en la sociedad de la antigua Esparta ha sido poco estudiada. No cabe duda, que el modelo politico-social de caracterfsticas autoritarias y militantes legado por la ciudad- estado griega influyo en el desarrollo del espiritu marcial y expansionista presente en la ideologfa fascista. Por razones obvias, los ultraderechistas sentian una profunda admiracion por el estado de mobilizacion permanente en el que se manteman los espartanos y en el sacrificio del individuo ante las necesidades del estado.

Atenas, con su democracia pura y sus pretensiones egalitarias, 1 20 estaba identificada con las naciones del capitalismo decadente;

Inglaterra, Francia y los Estados Unidos. Por lo tanto, el entasis en la narracion de Franco esta puesto en aquellos elementos que identifiquen al Tercio con unos principios de indole totalitaria. Las leyes que rigen al campamento resaltan por su simpleza y justicia, siempre subrayando el espi'ritu de fraternidad que pervive en todas las permutaciones del idflico mundo legionario que presenta el narrador:

Las rinas no existen y los que pretenden renir son separados por sus companeros y llevados a presencia del oficial, que entregdndoles los guantes de boxeo, les permite que diriman sus querellas entre las bromas de los camaradas; desahogados los nervios y reconociendo su falta, acaban dandose la mano y amigos se separan. (56)

Escenas como la anterior reiteraban las ideas socio-politicas del autor y su inconsciente vinculo con las teorias fascistas. La mentalidad de grupo se manifiesta por medio de la conclusion extraida que dicta que la solidaridad colectiva era preferente a la moralidad individual. La extensidn del paradigma legionario determinaria que la moralidad de la nacion era la moralidad del individuo y por lo tanto los criterios individuales estaban subordinados a la justicia nacional. Es decir, que la nacidn representaba una fuerza moral superior a cualquier conciencia de justicia individual.

Sus afios en Africa tambien convencieron al futuro generalisimo de la efectividad de un sistema autcirquico. En Riffien, 121

Franco estableceria un deposito de abastecimiento que permitin'a la autosuficiencia del Tercio anulando que se dependiera de Ceuta para recibir provisiones. No solo dirigio excavaciones para proporcionar a sus tropas agua potable, sino que ademds diseno varias granjas donde con el tiempo se criarfan polios, cerdos, ganado y conejos.

Pero su obsesion autarquica no se limitarfa a los mencionados proyectos. El campamento de Riffien conto con “leather and shoe workshops and weapon and wagon repair shops, stabling and good permanent quarters” (Hills 115), provocando la envidia de otros regimientos del Ejercito.

En unas declaraciones de 1938, Franco responderi'a a los problemas economicos de Espana aplicando sus conocimientos africanos “Espana que hara una polftica economica y comercial mas realista cimentada, ademas en el patriotismo...sin caer en dependencias extranjeras de ninguna clase” (Vazquez Montalban 141).

El respeto que el autor tiene por la tradicion se constata en el uso de una Ifnea narrativa heredada del siglo XIX y relacionada con la expedicion de 0 ”Donnell. En Pedro Antonio de Alarcon la derecha literaria espanola habia tenido a uno de sus mas firmes y fervientes exponentes. Su conversion de joven revolucionario antimonarquico a portaestandarte de los ideales ultracatolicos y conservadores hicieron del escritor granadino un simbolo de perseverancia y de reencuentro con el camino "acertado" de la derecha.

Alarcon plasmo sus experiencias africanas en su propio diario 122 que llego a ser un "best seller" en la epoca inmediata al termino de

la guerra del 60. El libro de Franco demuestra una serie de caracteristicas estilfsticas y tematicas que le aproximan a la obra del escritor decimononico. De hecho, ambas obras estbn unidas por un cordon ideolbgico que delata la existencia de una narrativa reaccionaria cuya extensibn abarca tanto el siglo XIX como el XX.

Aunque este no sea el lugar para un estudio concienzudo de los mismos, dado al contexto ideolbgico me parece util repasar someramente en que puntos coinciden ambos escritores. Las semejanzas entre la obra de Alarcon y la del comandante pueden resumirse de las siguiente forma: a) presencia de un discurso monolitico, cerrado a toda participacion de voces externas y limitado en el uso del dialogo, b) descripcion repetitiva de las acciones belicas, con un amontonamiento de situaciones de combate que acatan por reducir el impacto que estas tienen en el lector, c) empleo de un lenguaje altisonante con un fuerte contenido de

retorica patriotica, d) actitud extremadamente imperialista con un ideal de empresa, e) empleo de datos precisos tanto en lo que respecta a fechas como a situacion geografica, f) conciencia de misibn historica, g) enaltecimiento de la vida militar y del material humano del soldado espanol, h) reconocimiento de los sacrificios y preocupacibn por corregir las perdidas inutiles, i) respeto por la jerarqula militar, el orden y la disciplina, j) actitud de dudoso

respeto hacia el moro que encubre un Orientalismo tradicional, k) desprecio por el judfo, I) intento enganoso de quitar importancia a 123 las acciones en las que participa el narrador, m) mantenimiento de una postura critica templada, teniendo en cuenta a los posibles lectores, n) pretenciosa objetividad evidente en un tono familiar, periodfstico o) representacion romantica de la guerra y de los soldados que participan en ella, p) secuencia cronologica ideal con tendencia a la fragmentacion episodica, q) subordination de todo artificio literario al componente ideologico.

No obstante a los multiples prestamos alarconianos que acusa el libro de Franco, es evidente que la funcion que uno y otro escritor desempeharon en sus respectivas guerras en Marruecos afecta la composicion final del peso ideologico. Alarcon, se habia sumado voluntariamente como corresponsal de La Epoca al ejercito expedicionario. Su afiliacion al mando de Ros de Olano, en materia de ordenanza, le permitia una serie de libertades y privilegios que podi'an constatarse en las numerosas escapadas turisticas de las que hizo virtud en su diario. La erudicion superior del periodista granadino se manifiesta en las largas divagaciones sobre temas historicos y literarios que aunque denotan un etnocentrismo extremado logran captar la riqueza cultural de Marruecos. La guerra de Africa agudizd el fervor nacionalista de Alarcon y fue uno de los elementos que determinarian su paso a las filas de la reaccion. El exito de su libro de Alarcon una autoridad de narrativa belica en su epoca. Franco conoci'a el diario de su antecesor, siendo lectura obligatoria en la academia militar debido a las detalladas 1 24 descripciones de las campanas. Y en su D iario hace referenda directa al libro del escritor granadino: "un cabo habla de Alarcon y de la descripcion que hace de la ciudad, y todos esperan contemplar la paloma dormida"(45). Sin embargo, a diferencia de Alarcon, Franco, tern'a mucho m&s en juego que el incremento del numero de lectores que leyeran el recuento de sus experiencias en la guerra de

Marruecos. Ante todo era un militar y como tal pensaba que el

Ejercito era la encarnacion del patriotismo y el protector de la unidad nacional. Para su forma de ver la monarqufa liberal y parlamentaria que habia gobernado entre 1876 y 1923 era responsable por las pgrdidas de los ultimos vestigios del imperio espahol. Los sucesos de 1898 tuvieron el mismo impacto entre las subsiguientes generaciones de militares espaholes que el Tratado de

Versalles tuvo en la derrotada Alemania y la mal compensada Italia.

En Marruecos, Franco podia reivindicar el honor espahol y manifestar su desacuerdo con las medidas politicas de los liberales. En efecto, la "traicion" de los politicos en la guerra hispano-americana habia fomentado lo que Preston llama "A tradition of mutual misunderstanding and mistrust between the army and civil society."

(The Politics 131) La oposicion de los militares llego a tal punto que estos "considered themselves more Spanish than the civilians"

(Preston, The Politics 131) duplicando paralelamente una actitud prevaleciente en otros paises al borde del fascismo. Su condicion de militar tambien le inclinaria a pensar que la historia de Espana legitimaba la intervencion de las fuerzas armadas 125

para garantizar la integridad nacional y con el tiempo aquella conviccidn tendrla tr£gicas consecuencias en el destino de la

Peninsula. Franco, a diferencia de Alarcon, se encontraba en una posicion activa, podia cambiar el estado de las cosas con su

intervencion. Su diario refleja el potencial de su autor para efectuar una accidn militar decisiva. Por otra parte, Alarcon toma una perspectiva pasiva, pues carecla de la capacidad de ejercer un impacto determinante en la politics del pals.

El Impetu guerrero y la predisposicion para la accion quedan ilustrados en el libro de Franco por comentarios explosivos "estamos cansados de la paz en que vivimos y la Bandera esta perfectamente instrulda y en espera de que la empleen" (59).

Ese mismo brio conlleva una dosis romantics en las descripciones que hace el comandante de la conducts amorosa de los legionarios. Fiel a su puritanismo sexual, Franco emplea un decoro exagerado basandose en leves sugerencias para aludir a las relaciones sentimentales de su tropa "los anorosos olivos del bosque sagrado han sido muchas veces mudos testigos de la galanterla legionaria" (56). Lejos de recrearse en la burdezas tlpicas y hasta esperadas de las narraciones belicas contemporaneas, el autor evita toda referenda directa a las relaciones sexuales de los legionarios.

Incluso, en m£s de una ocasion, pierde la oportunidad de incrementar el interes del relato al descontinuar la narracion por verse frente a frente con una situacion de tematica amorosa. Asl, introduce al doctor Colbret de fuerte raigambre don juanesca quien "cuenta 1 26 fantasticas historias" relacionadas con "sus conquistas amorosas" (59), ninguna de las cuales es revelada al lector. La contradiccion que sugiere esta comedida actitud cuando se compara con las infinitas escenas de muerte y sangre, debe interpretarse teniendo en cuenta la imagen de pureza moral que se busca dar al Tercio. La realidad historica y las cronicas de otros militares como Santa

Marina y Diaz Fernandez presentan una vision muy distinta del incontrolable apetito sexual del Ejercito de Africa. Los prostibulos de Tetuan ocupan un lugar meritorio como escenario de las proezas y excesos de los hombres del Tercio.11 Ya que considero imposible que

Franco no conociera las costumbres amatorias de los mismos legionarios que le habian apodado el "sin ernes" (mujeres, miedo, y curiosamente, misas), opto por atribuir la falta de contenido sexual, al intento por mantener una imagen menos propensa a lo que para el mismo Franco es indicio de vicio y por lo tanto de debilidad.

Cabe destacar, que cuando en 1927 asume la direccion de la

Academia Militar de Zaragoza uno de sus objetivos es acabar con las enfermedades venereas que estaban causando estragos en los cadetes. En un discurso dirigido a estos, Franco prescinde del pudor que habia demostrado en su diario, jactandose de su exito: "Las enfermedades venereas, que un dia aprisionaron, rebajandolas, a nuestras juventudes, no hicieron su aparicion en este centro, por la accion vigilante y la adecuada profilaxis" (Vazquez Montalban 149).

Puesto que la ausencia del elemento religioso12 es igualmente notable, debe suponerse que las reservaciones que tiene el 1 27

comandante con respecto a lo sexual no proviene de consideraciones

de doctrina catdlica. Aunque la influencia de su madre siempre

inplico que la austeridad religiosa estaba detras del comportamiento

social de Franco, tambten es cierto que la intromision de medidas de

ortodoxia moral en los anos de la posguerra estaba vinculada tanto a

una conviccidn de orden religioso como a intereses politicos.

Antes de que la Falange modificara su postura ante la Iglesia tras el

Decreto de Unificacion de 1937, la organizacion fascista poseia una

lista de nueve puntos redactados por el mismo Jose Antonio que

establecfan sus principios programaticos. El punto numero ocho,

titulado "Lo espiritual" explicaba que "toda reconstruccion de Espana

ha de tener un sentido catolico" (Alvarez Puga 65), pero a la vez insistfa en la separacion entre la Iglesia y el nuevo Estado Hni menos

que vaya a tolerar intromisiones o maquinaciones de la Iglesia con

dafio posible para la dignidad del Estado o para la integridad

nacional" (Alvarez Puga 65). Al quedar fundida la Falange con la

Comunion Tradicionalista, la enorme influencia que ejerci'a la Iglesia sobre los ultimos, en combinacion con el peso que de por si tenia el

componente religioso en el regimen, impuso la represion moral de

los ahos 40. Las prohibiciones de ciertos bailes clasificados

inmorales, de muestras de afecto en publico entre parejas y la

censura de publicaciones y peliculas por su supesta escabrosidad

surgen a raiz de la consolidacion de los partidos politicos con sus

ideologfas particulares Nevada a cabo con gran vision estrategica

por el entonces Jefe de la zona Nacionalista. Por lo tanto, el 128 ambiente puritano que promovi'a el regimen no estaba necesariamente conectado con la voluntad explicita del dictador, aunque el diario escrito en su juventud coincide en demostrar un distanciamiento de los temas escandalosos.

La representacion del mundo oriental que ofrece el libro esta basada en la manipulacion de la experiencia marroqui para favorecer intereses profesionales. El Oriente no es mas que un enorme escenario donde Franco puede concretar sus ambiciones de ascenso acelerado, fama y del poder implicito en su adquisicion. Marruecos es el medio a traves del cual se puede asegurar una vida prospera en el mundo real, en el importante, es decir en el occidente. El diario de Franco, incluye copia de una carta remitida, aunque rechaza para publicarse, a la "Revista de Tropas Coloniales" en cuyo texto se reduce todo el universo marroqui' a la condicion la "mejor escuela practica" (72). Una escuela donde se aprenden cosas cuya aplicacion servirg en el futuro y donde por su naturaleza pedagogics los errores son menos serios pues el contexto es inferior al del mundo occidental. El marco geografico donde se desarrollan las peripecias militares de la Legion y del protagonista es casi inconsecuente. Si en vez de situar el fondo de las acciones narradas en Marruecos se hubiera elegido la expedicion espanola a la Cochinchina del siglo XIX, la descripcion narrativa, la exposicion ideologies y el tono hubiesen sido exactos. El hecho de que su relato se situe en las tierras al otro lado del Estrecho, coincide en proporcionarle al autor con una serie 129 de ventajas historico-emotivas que estan vinculadas al repertorio de conflictos internos y externos sufridos por el pueblo espanol a causa de Marruecos. Franco se limita a asignarle un papel de antagonista a los habitantes autoctonos de la region y establece una perspectiva de directa oposicion racial simplificada de un "ellos contra nosotros."

Durante todo el transcurso de la narracion se detecta una falta de atencion haci'a todo aspecto academico o de curiosidad viajera por la cultura circundante. La actitud del narrador corresponde a la que, segun explica Said, tenia un imperialista ingles o trances del siglo

XIX y principios del XX. Para Franco la presencia espanola en el Norte de Africa llevaba consigo la transmision de beneficios tecnologicos complementados por la implantacion de una organizacion socio- politica adecuada. La imposicion del dominio espanol sobre el

Magreb no solo es conveniente a Espana sino que resultana un beneficio para lo que el autor denomina el mundo civilizado:

Espana necesita, y necesita pronto, dominar la costa, establecerse en ella y dar al mundo la sensacion de que las calas y ensenadas marroquies han dejado de ser nido de piratas y que en ellas los faros de la civilizacion marcan la ruta a los navegantes. (191)

En efecto, la mision espanola esta avalada por una responsabilidad civilizadora que disculpa la arrogancia de aquellos que escusandose en el propio bien del pueblo marroqui violan sus privilegios territoriales. Es inconcebible que los indigenas opongan resistencia a las intenciones altrufstas del ejercito espanol y por lo tanto sus 130 acciones antiespanolas demuestran la vileza y el desagradecimiento intrfnsecos a la cultura oriental "En el desastre muchas mujeres fueron especialmente crueles, remataban los heridos y les despojaban de sus ropas, pagando de ese modo el bienestar que la civilizacion les trajo" (159).

En su biograffa del autor de Diario de una bandera, Preston comenta que la oficialidad espanola estaba convencida de que los indfgenas amaban a sus "protectores" espanoles entendiendo la labor edificadora que estos intentaban ejercer en Marruecos. El.mismo

Franco coincide en destacar el supuesto afecto de los moros hacia los invasores, contando como ante la presencia del coronel Castro

Girona los jefes de los poblados moros salen a recibirle y mientras que "unos le besan la mano", otros "la estrechan con muestras de respetuoso carino" (59). La insensibilidad inherente en comentarios como el anterior refleja una mentalidad mesianica impulsada por unos moviles de mitificacion historica que se extienden a la literatura morisca, en la cual los personajes demuestran unas relaciones personales idealizadas, y al contexto de un imaginario respeto musulman por las cualidades cristianas. Repetidamente en su etapa de ascenso politico Franco recurriria al mito del amor que sienten los indfgenas por las instituciones espanolas para perpetuar las aspiraciones hispanas en Africa "Espana...entiende a los musulmanes y sabe compenetrarse con ellos. Nos quieren" (Vazquez

Montalb^n 51). Unida a esta vision de fraternidad enganosa, puesto que no es 1 3 1 egalitaria, hay una intencion de preservation cultural de los

"antiguos esplendores de su civilizacion" (52) manifestada en el proyecto nunca realizado de fundar una Universidad de Estudios

Superiores Orientales en Cordoba para el uso de los estudiantes

musulmanes que vinieran a la Peninsula. No obstante, a su afirmacidn en 1938 de que sus ahos en Africa vivian en el "con una indecible fuerza" (52), la narracion de su diario parece mostrar que lo unico que le impacto durante su estancia marroqui fueron la perdida de vidas espanolas y aquellas experiencias que le afectaban a el directamente. Nada relacionado con el pais, la cultura o los habitantes parece haberle interesado.

Sus descripciones de los marroquies surgen de una despectiva estereotipacion que relega a todo indigena a la voz categorizante de

"moro". Las diferencias entre la poblacion bereber y la arabe con sus respectivas peculiaridades linguisticas pasan desapercibidas en la vision orientalista del autor. El "moro" de Franco es una entidad amorfa definida por el compartimiento de una serie de caracteristicas en su mayori'a negativas. A la exaltacion de las cualidades epicas de los legionarios se oponen la crueldad, la traicion y la supersticion de los musulmanes. Sus acciones militares estan representadas como si fueran excesos criminales "La mayori'a de los cadaveres han sido profanados barbaramente mutilados " (140). Por lo cual la Legion se reserva el derecho de propinar “el castigo mas ejemplar que hayan visto las generaciones"

(140). De esta manera Occidente ejerce su divina responsabilidad judicial y punitiva sobre el inhumano mundo oriental. Franco no profundiza en lo que considera ser la inferioridad moral del musulman. No lo cree necesario. El publico lector comparte el mismo fervor anti-musulman que predomina en la narracion y las mismas estructuras intelectuales de reduccion deshumanizadora del mundo no europeo. Toda la trayectoria profesional de Franco pone en evidencia la cosificacion de Marruecos para fines de beneficio propio. Su uso de los tabores de Regulares, compuestos por soldados marroquies bajo la direccion de oficiales espanoles, durante la

"guerra de liberacion" demuestra una calculada maniobra para explotar al maximo los mitos orientalistas del pueblo espanol. Al destacarse en su narracion los aspectos mas feroces de las costumbres belicas de los indfgenas, Franco contribuye a forjar la leyenda de bestialidad que precederfa durante la guerra civil, a cualquier accion en la que participaran los temidos moros. Los episodios de violaciones en masa, mutilaciones y ejecuciones de soldados enemigos que habfan capitulado fueron alimento predilecto de la maquina propagandfstica de ambos bandos. Los republicanos empleaban el miedo a los marroqufes para asegurar que sus tropas se batieran sin cuartel, temiendo los resultados de su posible fracaso, tanto para ellos como para sus seres queridos. Los nacionales aprovecharon el terror que infundfan los moros para amenazar a la poblacion civil enemiga. Aunque es cierto que en diversas ocasiones hubo de aplicarse la pena maxima a algun regular que habia cometido crfmenes de guerra, en realidad cometieron excesos soldados de los 133

dos ejercitos y de muchas nacionalidades. Sin embargo, ningun otro causo tanto miedo ni fue sometido a un proceso de mitificacion

negativa de tal envergadura como los moros. Lejos de darse o querer darse cuenta de la contradiccion que representaba la defensa de los

ideales cristianos implicitos en la nueva "Cruzada" con la reintroduccion a la Peninsula de tropas musulmanas, los fascistas utilizaron efectivamente a sus subditos del Magreb para despues expulsarlos del "mundo civilizado" lo antes posible.

En las ediciones posteriores a la principe Franco expurgo fragmentos que podrian ofender a sus nuevos aliados. Uno de ellos comprende un episodio en el cual el cornetin de la primera bandera, apodado Chariot, mata a un rifeho sin contemplaciones ni consideracion hacia las suplicas de este y prosigue cortandole la oreja, trofeo predilecto de los combatientes de ambos bandos en el frente marroqui. La actitud del narrador refleja una estupefactante sangre frla respondiendo "no es esta la primera hazafia del joven legionario" (Vazquez Montalban 50).

La interpretacion que ofrece Franco de lo que constituye una accion heroica no tiene en cuenta el valor de la vida de los indfgenas, y resulta evidente en el tono casual y la ausencia de cualquier

reproche hacia el asesinato de un prisionero y su subsiguiente mutilacion. El hecho de que la edicion de 1922 fuera secuestrada tras el Movimiento, lo mismo que otras obras del mismo tema, revela

la extension de la vision orientalista de Franco.

En el prologo al libro de Santa Marina, el cual sufrio la misma 134 suerte, Rafael Garcia Serrano, se mofa de la decisidn de los censores, senalando con un Orientalismo no menos patente; "los moros de los Taboren y Mehalas no se mostraron muy inclinados hacia le lectura, que el Jalifa era persona lo suficientemente adicta como para importarle un bledo la cuestion" (2).

Los nacionales reafirman su vision eurocentrica al presuponer que los antagonistas de los libros sobre la guerra marroqui se sentiri'an ofendidos por su representacion. Primero, porque al acto de expurgar las narraciones esta basado en la presuncion de que los marroquies no advertirian la existencia de otras ediciones, aun en circulacion, donde las escenas aludidas apareci'an fibres de toda intromision externa. Ademas, la exclusion de los episodios mas abiertamente racistas no significa que no se detecten otros trozos donde predominan un Orientalismo camuflado. Evidencia de ese

Orientalismo esoterico puede apreciarse en la falta de individualismo personal con el que son descritos los rifenos. Todas las referencias a los componentes de la Legion estan acompanadas por el rango, la nacionalidad, el apellido y en muchos casos el nombre de pila del individuo en cuestidn. Con frecuencia, adjetivos descriptivos y hasta apodos afectivos son utilizados dandoles asi una figura humana palpable a los legionarios. Por otra parte, los marroquies suelen ser caracterizados no solo por el nombre generico de su raza sino que tambien por su condicion de "enemigos", restandoles todo atributo que les de una identidad humana solo en su mencion de Abd el Kader rompe el narrador con la descripcion 135 generica de los marroquies y eso se debe, sin duda, al hecho de que el viejo jefe enemigo de 1909 se habia alineado con los espanoles contra Abd el Krim durante las campanas del 21. Segundo, la arrogancia del Regimen queda expuesta el suponer que la experiencia individual de los escritores-soldados espanoles en Marruecos seria de interes para los marroquies, la mayori'a analfabetos o incapaces de leer en lengua castellana.

La perspectiva orientalista de Franco encaja perfectamente con la ideologia falangista obsesionada por la recuperacion de los mitos nacionales. La idealizacion de la labor unificadora Nevada a cargo por los Reyes Catolicos conllevaba la vilificacion de todos aquellos que habfan obstaculizado la realizacion de tal empresa.

Ademas, el paneuropeismo mezclado con ideas de cooperacion entre los paises fascistas habia dado inicio a suenos de una division hispano-italiana del Norte de Africa. Asi, en un discurso pronunciado en Galicia, el exaltado sacerdote falangista Ferrnm Yzurdiaga declararia:

Presiento que este imperio de la Falange...abrasado de sed y de sol en los desiertos africanos. Si volveremos con ellos, hermanados en la gloria de la victoria, y saltaremos el estrecho y bajaremos imperialmente hacia el sur para buscar en las arenas ardientes aquella ciudad de Dios que talld San Agustin, para fevantar a su sombra la ciudad del Cesar. Y entonces, en el abrazo emocionado de dos razas cristianas, se habra cumplido la realidad gozosa del Imperio Azul de la Falange. (Alvarez Puga 38)

Este paralelismo entre los ideales de un nuevo imperio y la religion, revela la mentalidad eminentemente orientalista de Eos 136

falangistas. Al pretender apoderarse del territorio norteafricano los

fascistas establecen una relacion entre sustantivo y objeto. Su situacion geografica y cultural europea hace de Espana una nacion

elegida y por lo tanto, superior con capacidad de actuar sobre el objeto.

Finalmente, la tradicion cristiana del pais aporta un elemento

de razon divina, puesto que sostiene que el cristianismo es la

religion autentica. Ser cristiano implica el nivel de perfeccion mas

alto los que no pertenecen a esta religion ocupan una posicion

inferior que les pone a disposicion de los privilegiados. De esta

manera, el Oriente es un objeto cuya adquisicion implica la realizacion del orden divino. La razon de su existencia se reduce al

prestigio que implica su posesion. El Oriente no es mas que un adorno del palmares imperial de la nacion europea.

Curiosamente, por medio de esa adquisicion se logra aseverar

la identidad nacional. Espana precisa cumplir su destino imperial pues este representa la plenitud de la personalidad historica de la

nacion. El Oriente pierde toda cualidad independiente y se convierte en un enorme tablero de ajedrez cuyas piezas u objetos estan a

merced de las aspiraciones de quienes buscan reestablecer la

identidad espanola. El poseer un vasto imperio africano reafirma la vuelta al origen, a las instrucciones dejadas por la heroina de los

fascistas, Isabel la Catolica. El catolicismo y el expansionismo

crearon la identidad de la nacion, y segun el programa fascista, hay

que emular al pasado heroico para obtener la prosperidad en el 137 futuro.

En su narracion Franco expresa el estado de disposicion adquisitiva al que por naturaleza esta relegado el Oriente, senalando como la negativa de someterse a la autoridad espanola de algunos moros afectos a Abd el Krim les obliga a renunciar a los objetos en su posesion que “son de noche recogidos por los legionarios" (137).

En otro episodio celebra con tono humoristico la aficion que uno de sus legionarios tiene para el saqueo o "razzia", contando como en una de sus internadas se habia topado con una pareja mora y tras un breve altercado el maltes vuelve al campamento donde protesta

"el poder traer mora bonita y colorada para comandante y ellos estar quietos, tirar mal y marchar moro" (139). De esta manera, todo el marco oriental es un complejo de propiedades cuya posesion siempre depende del derecho de los occidentales para tomar lo que quieran.

Ni la ideologfa de Franco, ni las doctrinas de la Falange demuestran un sentido de bimembracion interior de la identidad cultural propuesta por Kushigian. Por todo lo aludido, tanto las ideas prefascistas que aparecen en este diario como el dogma del partido de Jose Antonio coinciden en refutar la existencia universal dentro de la literatura hispana de "a spirit of veneration and respect for the orient unparalleled by other Western European nations" (Kushigian 3).

La guerra contra el moro se represents deprovista de las estructuras contradictorias que se manifiestan en una situacion de busqueda o rebelion hacia una identidad definitoria.

En el relato de Franco el Oriente no aparece como una parte de 138

la personaiidad espanola que busca reconciliarse consigo misma o

escindirse de una parte de su integridad. Marruecos es simplemente

el objetivo del momento, su control signifies, ni mas ni menos, la expansion colonial espanola.

Quiza sea su procedencia gallega lo que obstaculiza a Franco de verse reflejado en al ambito musulman norteafricano. Su colocacion

geografica periferica y la tradicion celta de Galicia unida a la

minima influencia dejada por los arabes en esa region contribuyeron

a que el recuento de la experiencia marroqui de Franco fuese narrado

con un discurso exento del reencuento con la esencia hispano-

musulmana que propone Kushigian.

En el caso de Diario de una bandera la ideologfa pre-fascista se

manifestarfa en su version mas templada. Los ideales expuestos por el libro de orden, disciplina, herofsmo y patriotismo reflejarfan los

aspectos mas atractivos y benevolos de la nueva ideologfa. Con el tiempo las circunstancias historicas darfan la oportunidad al autor para poner en practica, al menos en teorfa su vision ideologica. El

resultado, de lo que experimento en Africa, para bien o para mal, durarfa cuarenta anos.

Ausentes del libro de Franco estan otros ingredientes ideologicos que se aproximan mucho mas a lo que serfa el discurso fascists y que se relacionan, entre otras cosas, con la crisis de la 139

identidad nacional, el culto a la violencia y la reaccibn contra la modernidad. Para analizar esos elementos debemos centrar nuestra atencion en otros textos. 140

NOTAS lUnidad basica militar de la Legion, al principio se formaron tres Banderas pero con el tiempo su numero fue aumentando llegando a un total de ocho Banderas en el momento de mayor extension del Tercio.

2 Esta figura "a solemn, bearded man with a billowing white cape, a magnificent horseman" (Arraras 16) controlaba toda la zona del valle del Kert. Dotado de un fanatismo religioso comparable solo a su suerte, el Mizzian mantema su invulnerabilidad a las bafas, declarando que solo una bala de oro macizo podia herirle. La batalla de Haddu-Allal-u-Kaddur no solo finalizo con la vida del jefe moro sino que al representar el bautismo de fuego de Franco los moros empezaron a decir a que el teniente habia heredado la baraka del Mizzian.

3 Hills explica lo cerca que estuvo Franco a recibir una herida mortal " Had the bullet entered at the point it did a split second earlier or later, had it penetrated him an inch up or down, or at a fractionally different angle, it would have pierced one or another of his vital organs" (96).

4 Aunque encargado del mando de dos columnas envidas a patrullar las cercanias de Oviedo, Franco aseguraba no haber tornado parte en la matanza de los mineros revolucionarios.

5 Esta exclamacion, pieza fundamental de la retorica Franco- falangista fue inventada por Sanchez Mazas a quien tambign se atribuyen algunos versos del "Cara al sol".

6 El "Credo legionario" creado por Millan Astray consta de doce principios de conducta que debe observar el legionario, incluyendo espiritu de sacrificio, valor, companerismo, disciplina, resistencia a la fatiga, desprecio de la muerte, acometividad, voluntad guerrera, union, respeto a los colores. 141

7 Al concluir la guerra de Marruecos la Legion habia sufrido 2,000 muertos y casi 7,000 heridos.

8 Como antecedente cercano y simbolo de la admiracion falangista hacia la cultura romana queda el verso horaciano "dulce et decorum est pro patria mori" que glorifica la muerte individual como sacrificio por la comunidad nacional.

9 El mismo saludo fascists del brazo en alto empleado por nazis, mussolinistas y falangistas es un prestamo de la Roma Imperial.

10 "His treatment of Hitler was masterly conceding nothing save public adulation for the Nazis, he countered German demands with interminable delays, pleas of material needs and other statagems. In the end, all Hitler had to show for his aid to Spain was a portfolio of mining concessions" (Crozier 8).

11 Su propio hermano Ram6n, habia escandalizado a la familia por su relacion ilicita (se habian casado por lo civil) con una prostituta que habia conocido en Marruecos.

12 Hills cuenta que el comandante solo menciona la religion cinco veces en el diario: "Giving an account of Christmas day 1920...on board a ship to Melilla when he confesses that he attended Mass but that his thoughts were not on the Mass...There is one reference to Mass on the field...to a father Antonio Vidal, a Scolapian...and Franco mentions the Christian brothers burying the dead in Zeluan and Mount Arruit" (123-130). OBRAS CITAOAS

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Vazquez Montalb^n, Manuel. El pequeno libro pardo del general. Paris: Ruedo Iberico, 1972. CAPITULO 3

NOTAS MARRUECAS DE UN SOLDADO

Con la publicacion en febrero de 1923 de un libro sobre sus 18 meses de servicio militar en Marruecos, Ernesto Gimenez Caballero inicia un zigzagueo intelectual entre la politica y la literatura.

Cincuenta afios despues, consciente del valor de aquel libro como precursor ideologico de una generacion politica, lo clasificarfa su autor de "Autentico Manifesto, quiza el primero nacionalista o hasta fascista" (M em orias 56). De hecho, cuando salio a la calle Notas m arruecas de un soidado causo una gran conmocion tanto en el Gobierno presidido por Romanones como en los circulos intelectuales de varia filiacion politica.

Gimenez Caballero, recien llegado de los campamentos africanos hizo una tirada de 500 ejemplares del que seria su primer libro. Parece ser que al mostrar el original a su viejo maestro y protector, Americo Castro, este le previno de los problemas que el libro iba a causarle. Aunque Azorin no le quiso hacer el prologo indicando que solo el contenido de una obra podia asegurar su exito,

Unamuno se entusiasmo por el aspecto critico del libro y le hizo resenas en Ei Liberal y le elogio en el Ateneo. Poco despu^s,

Indalecio Prieto lo publicaria entero en Bilbao agotandose en dos

144 145 semanas. La fama de Gimenez Caballero aumentarfa de manera fulminante ya que al poco tiempo, Maeztu, Salaverria y D'Ors entre otros le dedicarian halaguenos comentarios en sus respectivos periodicos. Curiosamente, fueron los liberales quienes a pesar del atractivo que las Notas marruecas tenia para otros sectores politicos, se apropiaron del joven escritor viendo en el "un aliado para la lucha contra el Gobierno de Espana" (Foard 56).

No obstante, la profecia de Americo Castro se cumpliria y en menos de un mes el autor del libro que Gomez de Baquero, crftico literario de El Sol, denominaria "el mas literario de los que se han escrito acerca de nuestra guerra de Marruecos"(1), se vena procesado ante una corte militar. El fiscal, que era un oficial de caballeria, pedfa18 anos de prision, basandose en una ley militar de

1906 que penalizaba las criticas contra el Ejercito. Aunque el comandante Lavin, el abogado defensor de Gimenez Caballero gusto mucho del libro e intercedieron a favor del acusado Pedro Sainz

Rodriguez y otros varios, no se logro nada. Cuando el 13 de septiembre de 1923 Miguel Primo de Rivera llego al poder, le concedio el indulto "aunque yo crei en el primer instante que si los liberales me pedian una veintena de anos, un dictador me cortaria la cabeza" {Prologo 6). En el prologo a la segunda edicion recordaria sus problemas con las autoridades, anadiendo que siempre le habia gustado pensar que

Jose Antonio habia influido sobre su padre para que se le pusiera en libertad, cosa probable ya que el futuro fundador de la Falange aun no 146

habia desarrollado su aversion hacia la "impronta enloquecida y

charlatanesca" (Trapiello 48) de Gimenez Caballero.

Hasta la fecha, el libro solo cuenta con dos ediciones, la ultima

de 1983 tuvo una recepcion mucho mas fria que la primera debido,

seguramente, a la falta de vigencia que tenia el tema para la recien nacida Espaha democratica.

Parece extraho que una obra que fue tan bien recibida en su tiempo solo haya sido reeditada una vez, y aun mas, considerando la afinidad ideologies del autor con el regimen. Sin duda, las criticas al

Ejercito de Africa que habia protagonizado la rebelion del 36 y cuyos componentes estaban vinculados al gobierno franquista, influyo para que los censores hicieran retirar la obra de las librerias del pafs.

Por otra parte, Gimenez Caballero fue un escritor prolijo con obras de mucho mayor interes para el gobierno. Por ejemplo, Genio

de Espaha, obra de fuerte tono fascista que fue publicada por primera vez en 1932, disfruto de ocho ediciones llegando a formar parte,

incluso, de muchas antologias literarias escolares.

La recomendacion que le hizo Azorfn fue seguida en ambas ediciones de Notas marruecas y sblo la version de 1983 cuenta con una introduccion del propio autor titulada "Prologo-Hoy". Esta seccion introductoria explica con ironia las vicisitudes del autor

antes y despues de la publicacion de la primera edicion. Asf mismo

se detecta la propensidad de Gimenez Caballero para resaltar su

complejo de autoimportancia, el cual se manifiesta en su afirmacion 147 de que el libro represento "mi anticipo clarividente de nuestra guerra civil" (7).

De manera parecida sostiene que el libro de sus experiencias en Africa era el prologo a Genio de Espana la obra que "hizo resucitar el alma nacional y gano una guerra que de otro modo hubiera terminado en un decimonbnico pronunciamiento militar" (7), lo cual aunque parezca un tanto exagerado alude a la influencia ideologies que tuvo Gimenez Caballero sobre la retorica fascista espahola.

El tono de la nota introductoria sorprende por su mesura, sobre todo cuando se compara con las exageraciones que abundan en sus obras de los anos treinta y cuarenta. No obstante, ya en plena Espaha eurocomunitaria, Gimenez Caballero no dejaria sus obsesiones juveniles, recordando que los principios del Movimiento comenzaron a extinguirse a partir de 1942 cuando se traiciono la amistad natural con los aliados italo-germanos. Simultaneamente el autor reprochaba la nueva alineacion espahola "con sus pueblos enemigos tradicionales" (7) Francia e Inglaterra. A su modo de ver, la pauta iniciada en 1939 rompia el proceso de disgregacion que habfa empezado en el siglo XVIII "al abandonar Espaha por la Enciclopedia francesa y la democracia inglesa" (7) a sus aliados tradicionales. El fin de los suenos fascistas de un imperio del Eje en el cual Espaha hubiera recuperado Gibraltar y adquirido la vasta extension territorial francesa en Africa, significaba que la nacion habia vuelto al camino equivocado.

Con este reproche el autor no hace mas que expresar su 148 desilusion ante lo que considera fue el espejismo de un nuevo imperio. Como explica Southworth, para los falangistas sus pretensiones polfticas incluian "no solo el triunfo del falangismo y la reconquista del imperio sino tambien el nuevo orden de Europa, la victoria mundial del nazismo, del fascismo y del falangismo" (53).

Las circunstancias del momento obligan a Gimenez Caballero a encararse con un nuevo indicio de la desaparicion de sus ideas juveniles.

En 1987 el rey Hassan II de Marruecos reiteraba la posicion integrista de su pais manteniendo su derecho sobre las viejas plazas de soberam'a espanolas. La crisis diplomatics causada por la denominada Marcha Verde, integrada por 350,000 marroquies desarmados que dirigidos por el mismo monarca penetraron en el

Sahara Occidental obligando a Espaha a ceder ese territorio, estaba aun fresca en la opinion publics espahola.

En el prologo a la ultima edicion de Notas marruecas, Gimenez

Caballero aludiria a la nueva actualidad del problema marroqui y por lo tanto de su libro esperando que los lectores lo recibieran con

"jCorazones alertas! jy accion!" (7) Es dificil saber con precision a que tipo de accidn se referfa pero si seguimos su interpretacion sobre el impacto que hizo la primera edicion se llega a la alucinante conclusion de que esta incitando a una intervencion militar semejante al desembarco de Alhucemas o, lo que serfa aun mas serio, a una rebelion armada contra el gobierno. Posiblemente, la idiosincracia personal del ridiculizado escritor, en combinacion con 149 sus ochenta y cinco anos cumplidos, atenuaron el valor y la seriedad de sus consejos.

A diferencia de Franco y al igual que Santa Marina, Gimenez

Caballero era un intelectual tanto por temperamento como por profesion. Antes de emprender su aventura militar en Marruecos se habia doctorado de la Universidad Central de Madrid en Filosofi'a y

Letras. Profesores predilectos fueron Ortega y Gasset, Menendez

Pidal, Garcia Morente y el ya mencionado Americo Castro. La influencia de estos determinaria la primera inclinacion ideologica del autor. De hecho, la estancia universitaria le llevaria a adoptar una temprana postura politica de corte izquierdista.

Su credo politico en esta primera epoca quedaria definido por un impreciso socialismo liberal. Y sus actividades, influidas por su idolo Julian Besteiro, se reducirian a "algunos discursos, articulos en una publicacion de la universidad y la organizacion del primer grupo socialista de veintitres estudiantes en la Casa del Pueblo" (Foard 42). Sin embargo, sus relaciones personates no reflejaban una ortodoxia ideologica a la hora de seleccionar amigos y entre ellos habia comunistas, conservadores y hasta algun que otro eclesiastico.

En realidad, sus ideas politicas durante su epoca universitaria estaban basadas en el radicalismo propio de las juventudes del pais descontentas con la situacion politica que duraba por dos generaciones. En su Memorias de un dictador, Gimenez Caballero recordarfa la desesperacion que habia sentido en sus anos 150 formativos y comentaba que "aquello que yo vi desde 1900 no fue un regimen: fue una disenteria" (30).

La situacion economica del momento le obligo a buscar una plaza en una institucion en el extranjero. A pesar de las gestiones de Americo Castro la universidad de Washington le rechazo por ser demasiado joven. En 1920, su protector le presento al profesor

Eugene Kohler, de la universidad de Estrasburgo y poco tiempo despues el joven catedratico emprendia su viaje hacia Francia para ensenar Lengua y Literatura. Su estancia alii tendria un enorme impacto en la ideologia del impresionable y perdido Ernesto. La huella de ese bagaje ideologico domina las paginas de su relato africano.

La influencia de Ortega habia impuesto en sus seguidores una reverente admiracion hacia todo lo que fuese europeo y especialmente aleman. En Estrasburgo se dedico a viajar mucho y a identificarse con la cultura circundante; a querer comprobar que los problemas de Espaha estaban vinculados a su deseuropeizacion. Asi al recordar ese ano, comentaria con respecto a la teoria de desvertebracion promulgada por su maestro: "Habia que tornar a vertebrarla y eso solo podia conseguirse si se lograba extraer de esa nueva Colquida un Vellocino de oro (nuevos argonautas), un fermento ario, rubio, fecundante y vertebrado" (Memorias 37-38). En Estrasburgo el proceso indagatorio sobre el caracter de la identidad espahola, pensaba Gimenez Caballero, quedaba vidente, palpable. Alii se podia percibir la magnificencia de esa tribu 15 1

germ£nica que Ortega habia clasificado de vigorosa y potente; los

francos, en oposicion a la decadencia de los visigodos, carentes de

una minorfa selecta. La ciudad francesa era una especie de laboratorio donde las ideas que aparecian en Espana Invertebrada

podian verificarse. El libro de Ortega habfa representado, segun las palabras del propio Gimenez Caballero "un devocionario, una especie de dogma intelectual" (Genio 44) y en la arquitectura, el arte, y el

espiritu del "corazon" de Europa busco llegar a una respuesta nordica

que sosegara su crisis de identidad.

Con frecuencia, la obsesion del escritor por "arianizarse" choca

por su desesperacion, que hace pensar en la existencia de un

complejo de inferioridad. Sus confesiones metaforicas, o por lo

menos asi prefiero pensarlo, explicaban su abatimiento ante la

aparicion de lunares oscuros en la piel que Servian para desacreditar

su pertenencia al mundo de los arios, es decir de lo que para el era la manifestacion de ser europeo.

La atraccion de Estrasburgo para el escritor esta en su imagen

representativa de la unidad de la cultura europea. Sus antecedentes germanos, latentes en la figura de Carlos el Calvo y romanicos,

presentes en su arquitectura, hacfan de la ciudad francesa un

simbolo de europeidad. El exito cultural, politico y economico de

Estrasburgo representaba para Gimenez Caballero la vigencia de la

teoria orteguiana sobre la existencia de minorfas selectas.

Este concepto, tornado de una interpretacidn vulgarizada de la

filosoffa nietschiana es importante por la manipulacion que hacen 152 los fascistas de sus conclusiones. Para el filosofo aleman el futuro perteneci'a al hombre heroe cuya voluntad de mando y deseo de poder lo elevaria a una posicion dominante. El superhombre impondria su ley y su voluntad a las masas y el futuro pertenecerfa a los heroes que sin hacer caso de las leyes ni de la moralidad prevalentes crearan nuevas leyes para el bien comun. Toda la ideologia elitista de los partidos fascistas se basaba en la admision de la desigualdad entre los hombres. Las minorias eran superiores, ya fuera por su inteligencia, por sus conocimientos, por sus dones de persuasion o por su coraje fisico y llegarian a rebelarse contra la mediocridad que reinaba a su alrededor y asuminan un papel dirigente.

Anos despues la Falange desarrollaria su propia interpretacion de la teoria de las minorias selectas. Jose Antonio rechazo el principio nazi de la existencia de un instinto racist que supuestamente conducirfa a una superdemocracia, y opto por afirmar la necesidad que tenia Espana de establecer un Estado potente dominado por una minoria revolucionaria. Esa minoria se impondria por sus cualidades de virilidad y de conviccion ideologica, asumiendo la funcion que en otros paises europeos habian desempenado grupos tan energicos como los francos, legendarios superhombres de la filosofi'a orteguiana. Para el fundador de la Falange, Espana era incapaz de crear una elite surgida de la burguesia, semejante a las de Francia o Inglaterra, por lo tanto la salvacion del pai's residia en una minoria militante: "Para realizarla (la revolucidn nacional) no hace falta congregar masas, sino minorias selectas. No muchos, sino 153 pocos, pero convencidos y ardientes, que asi se ha hecho todo en el mundo" (Payne 63).

La formulacion de la teoria de la minoria Nevada a cabo por

Jose Antonio estaba inspirada por Garcia Valdecasas, cofundador del partido. Antes de ingresar en la esfera politica del hijo del dictador,

Alfonso Garcia Valdecasas, catedratico de Derecho, habia presidido en 1932 el Frente Espanol, organizacion de tendencia "orteguista" pretendia establecer un partido nacional superador de los partidos, version partidista de las elites minoritarias. Cuando en 1933, se adhirio a la Falange, incluso tomando parte en la ceremonia fundacional, su formacion intelectual y sus fundamentos filosoficos aportaron una profundidad ideologica de la que careci'an las ideas

"poeticas" del pensamiento de Jose Antonio.

En 1920, Ernesto Gimenez Caballero barajarfa esas nociones de selectividad politica y cultural sin otro punto de orientacion que la desesperada necesidad personal de establecer la validez que tem'an las ideas de Ortega. Sin embargo, las circunstancias y el tiempo le acercari'an a explorar las de su viejo mentor, Americo Castro, en otro marco geografico. Si el pensamiento orteguiano le habia impulsado a buscar las rai'ces culturales espaholas en el corazon de

Europa, Africa le invitaria a plantearse de nuevo el problema de la identidad nacional desde otra perspectiva. Americo Castro habia propuesto sus teorias del mestizaje cultural espanol para sostener una vision deseuropeizante de la esencia nacional. El castrismo se oporn'a por via de una minuciosa revision de los orfgenes de la 154 literatura espahola a aquellos intelectuales como Menendez Pidal que subrayaban el caracter predominamente europeo y cristiano de la literatura y el arte espaholes. Segun el, Espana era producto de las interacciones conflictivas de tres castas; los cristianos, los musulmanes y los judi'os. Los problemas de Espana estaban vinculados al desarrollo innatural del complejo de estructuras del poder que surgieron del enfrentamiento historico entre los tres pueblos mencionados. Al imponerse la faccion cristiana con su fanatismo religioso y base economica agri'cola-feudal, la productividad comercial y cienti'fica de los semitas quedd apagada o suprimida. Por lo tanto, desde su creacion Espana habfa sufrido de una base economica y cultural deficiente, afectada por los prejuicios del dogma catolico.

El papel que en la filosofia de Ortega habi'an ocupado las minorias selectas era asumido por el componente judeo-arabe en el planteamiento ideologico de Americo Castro. La exclusion del elemento oriental habfa sido desde la Edad Media, la tendencia cultural oficial tanto de los intelectuales como de las clases dominantes. Asi, razonaba Castro, Espana se habia automutilado interrumpiendo el proceso de su civilizacion. Toda la historia espahola habia sido un afan incontrolable por verse reflejada e influida por Europa dandole la espalda a las fuerzas culturales procedentes del sur. Ortega habia dicho que las relaciones culturales en Europa se caracterizaban por una oscilacidn entre lo nacional y lo europeo. De 155 esta manera, las senas de identidad de los pai'ses del continente bianco oscilaban entre una exaltacibn de la idiosincracia particular de la nacibn y una celebracion de los aspectos comunes compartidos por la colectividad continental.

Tradicionalmente los partidos de la izquierda partfan de la nocion de la comunalidad europea para extenderse hacia consideraciones de unibn universal. En cambio, las plataformas politicas de los grupos de extrema derecha resaltaban la singularidad y supremacia del estado nacional. Una confluencia de todas estas ideas, en muchos puntos contradictories, circulaba en la cabeza del confundido Gimenez Caballero. Para ordenar esos conceptos tendria que ir a Africa.

En la primera semana de junio de 1921, Ernesto Gimenez

Caballero vuelve a la Peninsula para cumplir el servicio militar hecho en calidad de 'cota1 como llamaba el pueblo a los que podian pagar una cuota de reduccion servicial" (Notas 6). Una vez incorporado al regimiento Saboya, numero 6, como soldado de infanteria, paso poco mas de un mes de instruccion en el cuartel de la Montana de Madrid. Tras la noticia de la calamidad acontecida en Annual, el regimiento del escritor fue inmediatamente despachado a

Marruecos. Aun en Espana, Gimenez Caballero acepta su destino con cierta curiosidad aventurera propia de su juventud. 156

A partir del momento en que el soldado-escritor divisa la costa marroqui, comienza a deshilvanarse la madeja narrativa de Notas marruecas. Algunos cnticos han querido buscar en el evocador titulo de esta narracion una referenda a las Cartas marruecas de

Cadalso. Sin embargo, me parece que este paralelo solo se verifica en el espiritu critico, y estructura episodica de ambos libros y en el estado militar y vision europeizante de ambos escritores. La obra de

Cadalso tiene un matiz mucho mas aristocratico y didactico, y sobre todo optimista, y se mantiene fiel a las corrientes intelectuales de la llustracion. Finalmente, el libro de Gimenez Caballero no comparte la misma perspectiva narrativa "in which a non-European's view of a

European country is supposed to foster impartiality of judgement"

(Sebold 116). No hay ni la observacion inocente de Gazel ni la objetividad desapasionada de Ben-Beley. Lo que si hay es un narrador angustiado y pesimista que busca desesperadamente una salida para solucionar los problemas de Espaha.

Como elemento fortuito y anecdotico, cabe destacar la indirecta relacion ideologica que una vez iniciada la guerra civil uniria en el caso de Cadalso involuntariamente a los dos autores. A pesar del rechazo que sufrio a manos de los falangistas la mayona de los escritores pre-romanticos y romanticos a causa de su temperamento individualista, sentimentalista y antidinamico,

Cadalso represents una excepcion. Aunque el autor de las Noches lugubres muestra la pasividad poetica y decadente que rechazan los intelectuales de la Falange, estos tampoco olvidan la doble vocacion 157 del escritor gaditano. La idealizacion paradigmatica que los idedlogos del partido de Jose Antonio pusieron en el concepto de poeta-soldado encontro un correspondiente natural en "El coronel

Cadalso, doncel lugubre de Espana, si es fama que habfa intentado desenterrar el cuerpo yacente de su amada, tambien supo atacar con unas y dientes la roca de Gibraltar" (Perez Bowie 73). Dividido en seis secciones de desigual extension, el libro de

Gimenez Caballero pretende mantenerse fiel a la designacion del titulo reuniendo un total de cuarenta y ocho ensayos breves que discurren sobre temas muy diversos. Estos compartamentos narrativos constituyen entidades semi-independientes pues lo unico que les une es la voz del narrador y su trayectoria viajera. La estructura omite capftulos numerados reduciendose a las divisiones impuestas por los tftulos de cada segmento. Aunque el narrador emplea con frecuencia retrocesos temporales para establecer comparaciones o ilustrar alguna idea, en general, la secuencia cronologica de los acontecimientos es lineal. La tabula abre con la llegada de su regimiento al campamento de Uad Lau, tras el desembarco, y termina con una entrada final, que sirve a modo de epflogo, escrita desde Madrid, un mes despues de retornar a la vida civil. La estructura unidimensional, el caracter descriptivo de la mayorfa de los capftulos y la falta de una trama dramatica coherente no impide la alteracion del orden de los capftulos. Esta flexibilidad estructural tambien permitirfa sin mayores consecuencias la exclusidn completa de cualquier capftulo, 158 puesto que no existe una dependencia directa entre los contenidos de cada uno de estos. Su longitud varia pero suelen ser de dimensiones muy reducidas, por lo general de dos a tres paginas. Esta fragmentacion de la estructura obedecerfa, primero, a la conveniencia del autor en presentar una multiplicidad de escenas objeto de critica o de analisis. Y segundo, a la disgregacion que experimenta el soldado ante una situacion belica, en combinacion a la angustia ideologica que siente el mismo autor en su proceso inquisitivo de la solucion al problema de Espana.

Al evitar la ficcionalizacion de su relato el autor puede concentrarse en su preocupacion critica sin que sus ideas sean diluidas por las exigencias implicadas en el desarrollo de personajes y argumento. En el ultimo ensayo de la obra hara patente su deseo de afincarse al valor critico de su analisis de la situacion marroquf:

"mi intencion al publicarlas no es otra que dar testimonio de que en las generaciones de juventud espahola que hemos pasado por alii, hay alguien que diga algo" (185).

De hecho, el elemento critico es el factor mds determinante del libro de Gimenez Caballero quien desde el momento que llega a

Marruecos empieza a darse cuenta de la magnitud de los problemas institucionales y de mentalidad que afligen a Espaha.

El primer bianco de sus criticas es el Ejercito. A diferencia de otros escritores en un estado prefascista, Gimenez Caballero no percibe al sector militar como el unico protagonists sano de la polftica espahola. Su condicion de civil influye mucho mas en el que 159 el uniforme que acaba de estrenar. El legado militar del 98 y los fracasos en Marruecos habfan hecho perder a la juventud universitaria la veneracion tradicional por las fuerzas armadas. Al vestirse de soldado espanol su instinto inicial fue el servir a la patria siguiendo la gloriosa senda trazada por los militares de antano. Asi recuerda como dejando el cuartel madrileno por el tren militar con destino a Marruecos habfa contagiado del fervor patriotico de otros miembros del batallon que iban "asomando por la ventanilla una banderita hecha con el panuelo nacional de la ropa y una vara" (30). La inocencia de los soldados ante lo que ellos piensan que es el inicio de una empresa patriotica contrasta con la realidad de la situacion. Gimenez Caballero explica con la irorn'a que hace posible la distancia temporal que en aquel viaje de ferrocarril

"nosotros ibamos inconscientes idiotas, canturrando el son de moda:

Banderita, tu eres bella...mientras el tren corrfa y se alejaba hacia el

Sur" (30).

En un principio el deber patriotico fue asumido con ilusion como una aventura que estaba a punto de proporcionarle un viaje a una tierra exotica, a defender el honor espanol. Sin embargo, desde el momento que cruza el Estrecho empieza a darse cuenta que la mejor manera de hacer patria es a traves de la critica. Su deseo de corregir los defectos del presente para que no ocurran en el futuro le conducen a revisar la politica y la mentalidad espanolas con respecto a Marruecos. El Ejercito es tan solo un reflejo de las insuficiencias espanolas en accion pero por medio de este Gimenez 160

Caballero construye un modelo critico que se extiende a otras

esferas de la idiosincracia nacional.

Su desilusion con la empresa colonialista empieza de

inmediato. El primer ensayo descriptivo titulado "Desembarco"

ilustra ya la desorganizacion que sufre el Ejercito de Africa. Al

bajarse del vapor, los cansados componentes del batallon "bajo el fuego terrible del sol doblegados por el peso del equipo, sudorosos y

congestionados" (11), experimentan el contratiempo de no tener

alojamiento adecuado. El narrador se limita a mostrar esta primera

imagen de la incompetencia militar sin emitir comentarios

arbitrarios: "En seguida corremos a buscar un barracon, una tienda donde tirar el equipo y tendernos a la sombra. Pero no hay tiendas"

(11). Pero sutilmente deja entrever una de sus precupaciones; la disparidad exagerada entre los soldados rasos y los escalafones

intermedios y avanzados de la jerarquia militar: "Barracones solo

hay uno: el de la administracion" (11).

Segun avanza el relato sus ataques contra los militares a cargo de la administracion del Protectorado aumentan. Gimenez Caballero

ve a la oficialidad como un grupo corrupto e interesado, que busca en

la prolongacion del conflicto una manera de enriquecerse y de

ascender. Asi hace resaltar sus vicios y su esterilidad: "Estan aun de juerga los oficiales en una tienda...Esta inactividad, esta infecundidad de los jefes -quiza consecuencia de otras mas

profundas- repercute entre nosotros" (27-28). Y a la vez ataca la 161 falta de capacidad intelectual de los mismos: "^Que emocion puede procurarse un espfritu de estos, poco cultivados, de pasiones violentas y groseras?" (27-28)

La referenda a la pobreza espiritual de la oficialidad es significativa si se consideran las ideas de selectividad minoritaria que Gimenez Caballero aceptaba como autenticas. Si la jefatura del

Ejercito estaba representada por hombres abulicos entonces el futuro de Espaha no podia quedar en sus manos. Sin abandonar sus principios filosoficos, Gimenez Caballero interpreta que la elite de las fuerzas armadas es un esperpento del "hombre heroico" nietzschiano. Las actividades sublimes de estos elegidos se limitan a divertirse: "Ya que no hay otro herofsmo en puertas se dedican al del juego. Aunque el juego no sea propiamente un herofsmo. Yo le tengo por una masturbacion del herofsmo" (28). En efecto, las proezas de los jefes no son mas que una fantasia formulada para esconder la vergonzosa realidad de la situacion. Al no poseer las cualidades espirituales necesarias para imponer su voluntad y romper con la mediocridad circundante, las minorias selectas del

Ejercito solo puedan demostrar su ficticia superioridad por medio de una perversion de sus energfas. Su desgaste es sfmbolo de la decadencia de Espaha y por lo tanto indica que han de ser reemplazadas.

Para Gimenez Caballero la regeneracion de Espaha no dependfa de las virtudes militares de un punado de generales que destituyeran al presente gobierno. De hecho, desconfiaba de todos aquellos que 162 formaban parte de un sistema que el consideraba decrepito. Por eso, su visibn de los elementos que han de salvar a Espana giran en torno a la juventud y sobre todo a su generacion. En ese culto a la juventud es donde coincide en adelantarse a la ideologla falangista. Como el caparazon institucional y politico del pals esta podrido todos los funcionarios, dirigentes y politicos han sido contaminados por la corrupcion del cadaver que es Espaha: "Es preciso que no se nos apague el rencor contra esos directores, grandes y pequenos, que todos conocemos" (186). Una vez situado cbmodamente en su piso de

Madrid sus reproches se extienden a los responsables de defender el honor nacional: "No permitamos mas que algunos ineptos con galones y estrellas imperen sobre nuestra juventud" (186). Los mismos militares a quien un mes antes habia tenido que saludar eran ahora el objeto de su ira.

Quiza haya existido cierto resentimiento juvenil hacia las diversas manifestaciones de autoridad. La relacion con su padre habia sufrido numerosos altibajos vinculados a la negativa del joven

Ernesto a incorporarse al negocio familiar. Con el tiempo los problemas entre ambos se irlan disipando pero en aquel momento se rebelarla ante la autoridad paternal. Es concebible pensar que el autor viera a su padre como un slmbolo de la Espaha estancada y opresiva dirigida por la codicia de los sectores capitalistas.

Ademas, existla un problema generacional que el escritor interpretaba como una division ideolbgica irremediable. La caducidad de las instituciones espanolas y la caotica politica del 163 pafs estaban vinculadas al conformismo decadente de los viejos.

Ellwood explica la correspondencia entre las nuevas ideas fascistas y el deseo de romper con el pasado inmediato:

Si bien compartian su antagonismo frente a los partidarios del liberalismo...participaban asimismo de la rebelion generacional contra las soluciones conservadoras y reaccionarias que propoma la generacion de sus padres. (40)

Por lo tanto, hacia falta sangre nueva, mentes sin contaminar, dispuestas a lanzarse a la empresa de "", como nueve anos despues titularian su manifiesto politico Gimenez

Caballero y .

Cuando en 1931 el grupo de La Conquista del Estado anuncio que iba a unir sus fuerzas con las de una organizacion similar que operaba en el norte de Castilla, las Juntas Castellanas de Accion

Hispanica, uno de los puntos compartidos por ambos grupos prefascistas era el de la exaltacion de la juventud. Presente en el credo de las JONS estaba una sobrentendida apelacion a la juventud, evidente en el requisito de que sus afiliados fueran menores de cuarenta y cinco anos. Durante la guerra civil los fascistas incitanan las renciilas generacionales proclamando que la victoria de los ideales que ellos abogaban pertenecia a los jovenes que estaban en el frente.

De esta manera en la publicacion Libertad de Valladolid, se reiteraba la productividad de los jovenes en oposicion a la esterilidad de los mayores: 164

Espana es propiedad exclusiva de los que la ganaron con su sangre. De los jovenes nacional-sindicalistas.Jos viejos los que no empunaron las armas solo son una curiosidad zoologica en este pais. (Alvarez Puga 76)

Claramente, en el nuevo orden se necesitaban espiritus

receptivos dispuestos a asimilar las nuevas corrientes ideologicas, se consideraba que los viejos ya tenfan ideas solidas, dificiles de cambiar. La edad les habia dotado de una invulnerabilidad hacia el fervor revolucionario, creador del nuevo Estado que pretendia la

Falange. Desde su comienzo, la Falange entendia que representaba un movimiento juvenil. El nucleo de la Falange habia salido de la misma

universidad donde habia estudiado Gimenez Caballero. Payne explica la importancia del sector universitario en el avance ideologico de fa

Falange sosteniendo que fueron "los estudiantes quienes respondieron con mayor fervor a la propaganda falangista" (44). Ademas, fue precisamente en los circulos universitarios donde se empezo a idealizar a Jose Antonio y de donde surgieron los primeros militantes que "infundieron espiritu y vigor al partido" (Payne, F a la n g e 44). La naturaleza de la ideologia falangista atraeria a jovenes de la pequena burguesia que tenian mucho que ganar y poco que perder. Las clases mas humildes se identificaban generalmente con el socialismo o con el anarquismo, y por lo tanto,

para oponerse al peligro que estos grupos ejercian sobre sus

intereses, los jovenes de la clase media se incorporaron a un organo militante que tranquilizara sus temores.

El origen pequeno-burgues de la ideologia falangista, era 165 producto de unos grupos sociales desclasados que se movian, sin encontrar su posicion exacta, entre el proletariado industrial y la gran burguesfa. Esa busqueda por un hueco social donde pudieran identificarse y ejercer una influencia decisiva sobre el destino de la patria, requeria un sentimiento postadolescente de inconformidad y la energia propia de la juventud.

El m£s aristocratico de sus componentes iniciales fue Jose

Antonio quien a sus treinta anos era de los mayores. Durante una reunion en el Cafe de San Isidro, Eugenio Montes, proclamb al fundador de la Falange portador de una nueva era y equiparo sus atributos juveniles con los de un caballero medieval, "Jose Antonio reune todas las condiciones de Amadis: es joven, recio, animoso...y guapo. Y por todo eso, le sigue la juventud espanola" (Ellwood 40).

Al darle una identidad mitico-literaria no solo ensalza al h'der falangista a un nivel idealizado sino que ademas lo ofrece como contraste a los politicos en el poder a quienes denomina "monstruos fisicos." Jose Antonio suscito el entusiasmo ideologico de la juventud con la exaltacion del nacionalismo y el recuerdo del agravio al honor nacional que represento Annual.

Jose Antonio sabi'a que la accion directa necesaria para combatir a sus enemigos y para llegar al poder precisaba de gran vitalidad. El culto a la juventud, al cuerpo, al orden y la glorificacion de la energia y de la fuerza, destacaban un vitalismo con el que los organizadores falangistas querian identificarse. En la juventud de los ex-combatientes, Gimenez Caballero busca la elite 1 66 social que cambie a Espana y muchos miembros de la Falange habrian de salir del Ejercito de Africa. La juventud seri'a el pasaporte que les proporcionarfa a los militantes falangistas la entrada en un club de sonadores e idealistas.

A la vez, hay una serie de elementos que delatan el desarrollo de un proceso de toma de conciencia ante lo que observa e interpreta durante su estancia en Marruecos. Estas observaciones evocan recuerdos de la Peninsula con cual se establecen paralelos para llevar a cabo una intencion critica. Asi Gimenez Caballero ataca sutilmente al sistema capitalista (que por los anos 20 ya se habia implantado firmemente en Espana) en un breve episodio en el que traza el ascenso economico de un cantinero militar que empieza como vendedor ambulante, "Cesta al brazo, como la sombra sigue al cuerpo...y ante el quinto sofocado aparece la sardina frita y el rezumante botijo" (23-24), y una vez cruzado el Estrecho sale del parapeto "a traficar con el mismo enemigo, para adquirir un poco de carne o de huevos" (24), y acaba instalado comodamente en un establecimiento solidamente construido donde "Ya es una potencia, una fuerza viva de la localidad...le halagan los representantes administrativos de la patria" (25). La graciosa descripcion con la que se sigue la prosperidad del tabernero queda repentinamente interrumpida cuando el narrador pasajeramente alude a los intereses creados que se anteponen a costa de sangre espahola explicando "Y hasta los moros le cultivan. Los 'pacos1 son buenas gentes que saben disparar unos tiritos a tiempo, cuando las pocas fuerzas de una zona 167 pacifica consumen menos patatas de las que se almacenaron para los regimientos numerosos de las epocas de movilizacion" (25). La curiosidad con la que el narrador se vale para atraer al lector queda paralizada ante la asociacion que se establece entre un ejemplo del sistema capitalista en accion y la traicion.

Para la Falange, el capitalismo serla anos mas tarde un sistema que mermaba el espiritu nacional y exaltaba peligrosamente los intereses individuates. De esta manera en los veintisiete puntos programaticos de Falange Espahola de las JONS, se estipulaba

"Repudiamos el sistema capitalista, que se desentiende de las necesidades populares, deshumaniza la propiedad privada y aglomera a los trabajadores en masas informes, propicias a la miseria y a la desesperacion" (Alvarez Puga 68).

En repetidas ocasiones Gimenez Caballero diferencia al soldado comun de las precarias circunstancias en las que se encuentra. Asi en un apartado titulado "nuestro soldado desconocido" repasa las vicisitudes de un soldado raso anonimo, representante de "una suma de esfuerzos y tragedias individuales" (29), y dibuja una serie de imagenes sombrias plenas de melancolia y desesperacion. El tema que predomina es la insensatez de la perdida de vidas espanoles en un conflicto inutil. El sacrificio del pueblo espanol pasa desapercibido por aquellos que contemplan sin consciencia la sangria a su alrededor. Con frecuencia, el narrador emplea imagenes alegoricas que 168

encubren un significado profundo. Como cuando describe el dolor de

una espectadora que ve partir a los soldados a Marruecos "al vernos

pasar arrojo su banderin verde de franela al suelo, para abrir los

brazos desesperadamente y romper a llorar, diciendo: jHijos! jHijos!, con un dolor y una grandeza que parecia Niobe andaluza" (30). Esa

mujer no es otra que la misma Espana que lanza los sfmbolos

superficiales de la patria a tierra para llorar ante la perdida de su

mas preciada posesion: sus hombres.

Ademas, esos hijos figurados no perecen en combate, donde por

lo menos su sacrificio es justifiable, sino en los hospitales de campana, victimas de "la agonfa lenta de la consuncion" (31). La

futilidad de sus muertes solo es excedida en su impacto por la desvinculacidn de su esfuerzo a la tradicion nacional. Lejos de

equiparar las actuaciones militares de los soldados espanoles en

Marruecos con las tradiciones guerreras de antano, el narrador

critica las deficiencias de la comparacion. El combatiente diluido de

la guerra marroquf del momento no era el "mesnadero, lanza en

ristre, tras el Cid reconquistador" ni el "audaz que al fin clavd el

pendon castellano en las torres granadinas"(32).

No, el soldado espanol presente carecia de la pureza ideologica

necesaria para imitar el herofsmo de los protagonistas de la historia espahola. El narrador no desmitifica la tradicion nacional, al

contrario, la ensalza para poner entasis en el trecho que separa a las nobles empresas del pasado del desbarajuste antiherdico del

presente. La destruncacidn de la tradicion evidente en la 169 prostitucion de los ideales preteritos refleja los errores de la conduccibn espahola. Gimenez Caballero explica a sus companeros la futilidad del derroche de sus esfuerzos:

has venido a pelear al Africa desde las tierras del Quijote por un causus belli marroquf, que te ha enlazado asi con la mbs vieja y profunda tradicion del guerrero hispano: la lucha con el moro. Venerable tradicion que apenas repercutia ya en ti, desgraciadamente. (32)

Aquf se nota el contraste entre las luchas heroicas forjadoras de la unidad nacional, protagonizadas por los valores mas venerados de la cultura hispanica, y las limitaciones nocivas de la guerra actual que sin heroes miticos esta produciendo la desintegracion del pais. Si la noble lucha de la Reconquista creo la nacion espahola, este conflicto sucio y falto de sentido acabaria por destruir a la nacion.

Destaca el uso de la figura del Cid para ejemplificar la tradicibn y sobre todo la . Por medio del conjunto de virtudes que aquel encarnaba el narrador provoca evocaciones positivas en el lector. El Cid es el modelo de un victorioso defensor de la patria, que posee valores cristianos y etica caballeresca.

Cualidades propias del Campeador eran la nobleza, el honor, la magnanimidad, la devocion a la familia, a Dios y a la patria.

Tambien, habia sufrido las injusticias de su soberano, al igual que los reclutas del ejercito de Africa los caprichos de otro rey con el mismo nombre. No obstante, Rodrigo supo veneer a las circunstancias, su integridad personal y su voluntad le llevaron a imponerse sobre las adversidades del momento. Ese habia sido el 170 legado del Cid y la base temperamental de la personalidad hispana.

Sin embargo, aquellos principios que habian conducido a Espana a su grandeza habian desaparecido y en su lugar no habia mas que confusion e impotencia. Gim^nez Caballero tiene en comun con la corriente noventayochista el proyectar a Castilla como nucleo del alma espahola. Y prefiere la austeridad castellana, a la industriosidad catalana o vasca, responsables a su forma de ver, de la degeneracion capitalista de Espana. La perdida o falta de contacto con la tradicion castellana es el motivo por el cual Espana se ha extraviado. El narrador diferencia al soldado espanol de los demas europeos y senala que carece de "el lujo belico del germano, estrecho en sus bosques y mesetas, irrumpiendo en ajenas tierras" y de "el enfatico Puis qu’il veut del franco sorprendido" (32). El narrador sugiere que frente a las razones superfluas por las cuales las naciones europeas historicamente han hecho la guerra, existe un complejo mas trascendente de ideales politico-religiosos que han caracterizado las intervenciones militares espanolas. Es decir que las guerras de Espana han conllevado la realizacion de empresas sublimes respaldadas por unos ideales fieles a su esencia. En estos conflictos historicos la nacion espahola estaba ejerciendo una mision encomendada por fuerzas superiores vitales. Incluso, hasta las guerras defensivas contra el invasor habian significado la reafirmacion de los valores nacionales. En cambio la movilizacion marroquf carecfa de esa solidez preterita de ideales. Ni siquiera quedaban "el deseo de aventura y la 171 sed de botfn del viejo espanol de los Tercios" (32). Y en un dialogo imaginario con un soldado que representa a todos, le pregunta, no sin ironfa "^Que te trafa a esta guerra?", recurriendo a motivos de orden idiosincratico como una posible e ironica explicacion "^Un estimulo de Quijote, o una fatalidad?" (32)

Tanto los noventayochistas como los regeneracionistas reinterpretarian el significado del personaje cervantino dentro del contexto cultural espanol. Entre estos escritores el mas affn a la ideologia fascista seria Ramiro de Maeztu a quien rendirfan culto los falangistas y prefascistas. Para Maeztu el Quijote simbolizaba la decadencia de Espana pues esta no se habia iniciado con el desastre del 98, ni con la situacion que un editorial de El Sol habfa denominado "El Cancer Marroquf" (Foard 55). El declive espanol venfa de mucho mas atras; de cuando el ensueno imposible se habfa impuesto implacablemente sobre lo real, segando toda esperanza de poder realizar lo inalcanzable. El choque entre la realidad y la fantasia con la victoria decisiva de esta, condenaba irremediablemente al descenso.

El Quijote era el ejemplo ideal del conflicto entre el ser y el querer ser. Al toparse con la conclusion quijotesca de que los ideales propuestos no se pueden alcanzar la reaccion del pueblo espanol fue burlarse de su propia situacion. Segun Inman Fox para

Maeztu "el Quijote es un libro decadente; no por su estilo o concepcidn artfstica, sino porque sencillamente refleja un ambiente de cansancio" (137), y por lo tanto es antagonico a la formacion del 172 nuevo espiritu espanol inspirado en la vitalidad. Ademas, la figura de don Quijote, producto de una sociedad en plena decadencia, como lo era la Espana del XVII, no podia ser el simbolo de aquellos intelectuales como Gim£nez Caballero que buscaban romper el ciclo de calamidades historico-culturales espanolas.

En su cronica marroquf, este verfa al soldado espanol formando parte del legado cultural que dejo el "caballero derrotado" de Leon

Felipe. Con tono triste e ironico, alude tanto a la decadencia inherente en el espiritu quijotesco como a la persistencia involuntaria de esa tendencia en los combatientes:

Del Quijote al fin hijo suyo, trajiste su carne macilenta y triste, y quiza tambien su magfn erroneo y fantastico. Ante el acto de Annual tuviste un movimiento generoso y admirable. Pero eran molinos de viento, fantasmas, nuevos fantasmas. (32)

La ultima Ifnea de esta cita propone la idea de la muerte espiritual de la Espana preterita cuyos ultimos suspiros se vieron reflejados en las heroicas actuaciones individuates durante los sucesos del 21. El espiritu espanol presente en los campos de batalla marroqufes fue tan fugaz como enganoso y ni siquiera la defensa suicida y obstinada fue suficiente para resucitar un alma espanola que estaba herida de muerte. La solucion no podia estar en intentar reanimar a la fallecida sino en crear una Espana nueva, regenerada, ya que segun Maeztu: "Escrito esta: romper las tablas viejas y la Espana joven, que es la fuerte, ha jurado romper las tablas viejas" (Fox 139). 173

Gimdnez Caballero entendfa tambien que la situacion presente formaba parte de una evolucidn historica degenerada cuyos ortgenes se remontaban a las primeras perdidas del imperio. En su Genio de Espana recoge la trayectoria de catastrofes que a partir de 1648 con la paz de Munster se sucedieron en la historia de la Peninsula.

Senala trece "noventayochos" que ocupan tres siglos y en los cuales paulatinamente se va desintegrando el imperio, asf concluye que el desastre colonial finisecular "no fue mas que el penultimo 98 de

Espana ya que el primero se diera en el siglo XVII", anadiendo con un pesimismo crftico hacia la guerra marroquf "y el ultimo hace poco mas de un ano, en pleno siglo XX y nuestro" (Mainer 90).

De todo lo cual se infiere que para medir el bienestar de la nacion es imprescindible ser pieza central de un sistema imperialista asentado sobre extensas posesiones territoriales.

Cuando se empezaron a perder las tierras conquistadas se inicio un proceso de desmantelamiento del espiritu espanol. De esta manera la identidad de la nacion esta encadenada a su crisis colonial y por lo tanto una Espana regenerada tiene que hacer tabla rasa con los fracasos del pasado. Si Joaquin Costa recomendo "escuela y despensa", otros pseudo-regeneracionistas como Gimenez Caballero lucharfan consigo mismos para reconciliar la necesaria rotura con el pasado histdrico decadente de los tres siglos anteriores y con lo que serfa la nueva Espana. En el Punto Numero Tres de su estatuto, la Falange establecfa:

"Tenemos voluntad de Imperio. Afirmamos que la plenitud historica 174 de Espana es el Imperio" (Alvarez Puga 67). Por lo tanto, la intencion de los fascistas no era borrar la tradicion imperial sino solo los momentos perjudiciales. La negacion de los aspectos que habfan llevado a Espana a su debilidad espiritual no incluia el rechazo de la agresion colectiva. Al contrario, el Imperio era simbolo de movimiento, de energia, y de vitalidad. Era necesaria la expansion sin territorios que administrar, ni gentes que gobernar la patria no era si misma, el temperamento espanol, razonaban los fascistas, exigia imponerse, sentirse superiores. Buena parte de la ideologia regeneracionista de Gimenez Caballero refleja un sociologismo positivista y del estudio de la psicologia colectiva de cada nacion, que estaba en boga en las obras de los escritores finiseculares. La influencia de los proponentes de un patriotismo constructive es evidente en Notas Marruecas cuyo sistema de estructuras intenta ofrecer una solucion al problema de la identidad nacional.

Mainer senala que "toda una etapa del pensamiento liberal espanol subyace en el falangismo que no hara sino llevar a sus ultimas consecuencias los postulados del regeneracionismo"(19). Una de esas influencias liberates en la formacion intelectual de los escritores fascistas fue Angel Ganivet cuya novela alegorica L a conquista del reino Maya por el ultimo conquistador espanol Pfo Cid

(1897) coincide por su problematics y marco africano con Notas m arruecas . El protagonists del relato, Pfo Cid, paradojico heredero autonomastico del heroe de las gestas castellanas, represents al 175

hombre europeo que choca con una civilizacion ficticia incrustada en

el corazon de la selva africana. Cuando descubre a la sociedad maya,

el primer impulso del protagonista es establecer comparaciones

binarias entre la cultura europea y la forma de vida de los indigenas,

para asi convencerse de la superioridad de su propia civilizacion. Sin

embargo, tras imponerse a su instinto inicial, acaba por aceptar las

instituciones autoctonas y reconocer los errores de su arrogancia

cultural. El ambiente utopico de Maya le permite hacer comentarios

satlricos sobre las instituciones espanolas. Poco a poco, el

protagonista se va adentrando en la cultura de los africanos hasta

tal punto que cuando le toca volver a la Peninsula se siente

desplazado, anorando las costumbres e instituciones que habia

dejado en el continente negro. La alusion del titulo a la condicion final del simbolico descendiente de una larga tradicion de

conquistadores, es en si reveladora de una actitud antagonica a la continuidad de la mentalidad nacional.

En su fabula colonialists, Ganivet invierte los papeles

historicos tradicionales y literarios (aunque puede trazarse un

parentesco entre su obra y algunos textos de la llustracion como las Lettres Persannes de Montesquieu o las mismas Cartas marruecas

de Cadalso) idealizando las costumbres de una civilizacibn que para

la vision eurocbntrica de sus lectores deberia ser inferior a la suya.

Su propbsito es la meditacion profunda sobre los defectos de la

psicologia nacional y sus remedios. Este libro antecede a la

aseveracion de los problemas de politics exterior que afectarfa de 176 manera m&s visible a la nacion. Sin embargo, el legado de L a conquista del reino Maya es recogido con nuevo fervor una vez que la relevancia del relato colonialists se proyecta analogamente a la realidad nacional. De esta manera el Otro sirve de escenario alegorico donde pueden solucionarse los problemas del Yo por medio de la reafirmacion de su verdadera identidad (nacional). Asf, por medio del Otro el Yo encuentra la posibilidad de regenerarse y de volver a ser lo que era.

Un proceso similar al del personaje ganivetiano, es el de

Gimenez Caballero con la cultura marroquf. Sus primeras observaciones tienden a reflejar una vision exoticista del mundo oriental denotando la presencia de una serie de ideas estereotfpicas preconcebidas. Estas imagenes parecen extrafdas de sus lecturas y de otras representaciones artfsticas, como grabados, obras teatrales o incluso mitos populares. Evidencia de la actitud orientalista del narrador puede constatarse en la primera escena del relato describiendo la llegada marftima y la introduccion del Otro:

No divisamos nada. Nada mas que el largo y reverberante manchon rubio de la playa, donde unos moros desnudos en el agua, como salvajes, trasladan a cuestas todos los soldados que van llegando. (11)

En un espacio muy conciso el narrador prolonga los mitos primitivistas de la vision espanola del Oriente. El contexto cultural que establece Gimenez Caballero se adhiere a unos presupuestos de inferioridad frente a lo europeo, demostrado por la falta de 177

indumentaria y por el servilismo de los indigenas. Con un solo trazo

se encarga de tranquilizar al lector, pues le familiariza con un

mundo que ya "conoce", a traves de narraciones colonialistas

anteriores. El efecto de la palabra "nada" repetida para reiterar sus

implicaciones, reduce no solo el paisaje marroquf sino tambien a sus

habitantes a una condicion de inconsecuencia. Al referirse a la desnudez conjunta de la costa marroquf y del pueblo que existe en ella, el narrador est& infiriendo que el pais carece de sustancia, que

no tiene nada que ofrecer al europeo y que por lo tanto la presencia espahola en la zona es contraproducente.

El escritor fantasea sobre las conexiones historicas de esta

llegada de las tropas espanolas con otras del pasado: "una cosa asf debio ser un prfstino desembarco en un Nuevo Mundo" (11). Con esta analogfa historica, Gimenez Caballero pretende poner en marcha una paradigmatica escenograffa occidental que se intercambia para caracterizar todo contacto europeo con las culturas indigenas.

Simplifica el mundo oriental con una serie de imagenes que evocan inocencia, naturalidad y falta de sofisticacion y a la vez reitera el papel activo de los soldados que penetran "hundiendonos en la arena"

(11). De esta manera, el occidental adquiere una posesion del

Oriente representada como un metaforico acto sexual. En el proceso

de "Hundirse" se infiere una connotacion decididamente de

intercambio entre dos agentes; uno activo o masculino y otro pasivo

o femenino. Said insiste en que la relacion entre el Oeste y el Este

"is really defined as sexual: as I said earlier...the association 178 between the Orient and sex is remarkably persistent" (309).

Por medio de esta dialectics unidimensional Gimenez Caballero predispone al lector para emitir juicios arbitrarios sobre el Oriente, tomando una iniciativa tan activa como la que llevan a cabo los mismos soldados del episodio. Muestras de la apariencia enganosa en la comparacion entre el descubrimiento de America y la colonizacion marroquf serfan los comentarios que atanen a la falta de abundancia en el pais norteafricano: "Tenemos hambre y sed. No hay rancho ni agua hasta el anochecer" (11). Siguiendo esta misma pauta comparatlva, el narrador busca captar el caracter involuntario de la tropa en su participacion en la empresa colonialists. Repetidamente se refiere a los componentes del ejercito espanol con apelativos de colectivizacion resignada:

"nos ira trasladando a la playa en grandes rebanos" (11) y "Nos agrupamos como un rebano cansino y asfixiado" (11), explicando la desorientacion y dependencia en la direccion del mando.

Curiosamente, ni siquiera esta representacion animalizada de la tropa, sfmbolo de la opresion y confusion sufrida por la masa de los espanoles, es suficiente para atenuar el sentimiento despectivo del narrador hacia el Oriente en las primeras paginas de sus reflexiones marroqufes. El autor toca tres puntos principales en la descripcion de su primera experiencia en el ambito marroquf: en primer lugar, la extension de un legado historico colonialists que se remonta a la epoca de la conquista de America; en segundo lugar, la toma del 179 espacio, de la geografia del colonizado y de la falta de vigencia que esta tiene para los intereses poh'tico-sociales espanoles y, finalmente la reiteracion de la postura occidental en la disyuntiva progreso-primitivismo.

Hace un analisis exoticista del mundo oriental y su vision es menos violenta y mas reflexiva, preocupada con la identificacion y clasificacion de oposiciones culturales basadas en conceptos binarios. Asf, en un capitulo temprano establece una comparacion cualitativa y cultural entre un cigarrillo y una pipa de kif que representan respectivamente la civilizacion occidental y al Oriente:

El olor del Kif trae a la memoria los campos calcinados, con chumberas, con riachuelos miseros, con reptiles...O bien los zanquizamfes de las villas morunas, oscuros y repulsivos, donde se acurrucan seres de pelos hirsutos...EI olor del tabaco, de este tabaco rubio de miel, evoca las luces electricas de un salon muellemente tapizado, donde rostros de finos rasgos se perfilan. (19)

Asf el Oriente queda clasificado como un espacio primitivo, donde predomina la suciedad y donde sus habitantes se aproximan a un estado de existencia animal. La pobreza y la oscuridad, que se sospecha son tanto materiales como espirituales, contrastan con el lujo, el progreso y la belleza "aria", esta dltima representada por los adjetivos "rubio" y "finos". El Otro queda reducido a su estereotipacion mas elemental y se distingue claramente del Yo. Una vez establecida su actitud inicial hacia Marruecos cerciorandose de que el lector, sin duda, comparte las mismas 180 estructuras orientalistas, el narrador progresivamente va infiltrandose en la cultura circundante. Las crfticas del medio geografico marroquf y de su cultura, quedan remplazados por ataques introspectivos hacia lo espanol. Es decir que mientras mas se integra en el Otro mas le decepciona el concepto de europeidad que habfa formado de sus lecturas orteguianas. La mediocridad decadente de las instituciones de su propio pais, le van disipando el complejo de superioridad racial espahola sobre lo africano. Su rechazo de lo espanol conlleva la aceptacion de la cultura marroquf.

Si antes habfa resaltado las diferencias entre lo africano y lo espanol ahora celebrara las coincidencias:

La sola palabra -zoco- sugiere ya algo de pintoresco y exotico. Sin embargo, para nosotros los espanoles, no nos sugiere, en realidad mas que recuerdos...En Espana hay zocos por todas partes. En Madrid mismo, i,que son la Plaza de la Cebada, las Vistillas y el Rastro, sino zocos con caracterfsticas peculiares? (96) Esta admision de parecidos culturales es significativa no solo por el mero hecho de contribuir a la reduccion de lo que Said denomina "imaginative geography" o Ifnea imaginaria que separa a las costumbres orientales de las occidentales, sino porque tambien trasciende el contexto esencialmente anecdotico que suele acompahar a estas referencias. El reconocer la influencia arquitectonica arabe en algunas zonas de la Peninsula es muestra de una minima consciencia cultural; por mucho que uno se empene en negarlo es una realidad ffsicamente comprobable. De ahf a aceptar que exista una 181 correspondencia cultural entre los dos paises al nivel mas elemental hay una distancia considerable. El caracter "intrahistorico" de los intercambios comerciales cotidianos entre el pueblo dejan de ser curiosidades historicas superficiales e invitan a cuestionar el verdadero impacto de la invasion musulmana.

En otra ocasion el narrador describe una escena callejera en una ciudad por medio de un conjunto de imagenes que evocan un fondo cultural exotico:

Recuerdo, gatos inmoviles en balcones llenos de yedra y campanulas azules. Borriquillos con jaeces orientales, sasanidas, donde tintinean campanulas al compas del pregon inimitable, liturgico, del vendedor. Y recuerdo, por fin, ojos anchos sobre una palidez mate y bajo un peinado de crenchas azulantes, ojos negros... (83) He escogido este pasaje porque podria pertenecer a cualquier texto orientalista de cualquier pafs europeo y de cualquier gpoca. Sin embargo, los estereotipos quedan desarmados al comprobarse que la representacion aludida corresponde a una ciudad espahola; Malaga.

El narrador se vale de la predisposicion orientalista del lector para sorprenderlo y obligarle a replantearse las nociones de superioridad cultural presentes en la mentalidad nacional. Para

Gimenez Caballero esa arrogancia sin fundamentos es lo que anima al pueblo a que siga entregandose indiscriminadamente a una empresa ilogica.

El narrador desmitifica aun mas la hegemonfa cultural espahola en el Oriente e incluye la presencia de lazos comunes poh'tico-econdmicos y sociales. Volviendo de Melilla, abordo del 182

Giralda, Gimenez Caballero comparte la cubierta del navio con varios marroqui'es. Uno de ellos, llamado Hach, habia sufrido una breve estancia en la prision militar de las Chafarinas tras ser acusado injustamente de espionaje, a pesar de ser oficial de Regulares.

Ambos militares traban una solida amistad y comparten la comida, las incomodidades del viaje y sus respectivas historias personales.

Al llegar a Tetuan desayunan en un cafe de la ciudad y disfrutan de la tranquilidad de la Plaza de Espana. El narrador ofrece asf una imagen de fraternidad entre dos hombres de culturas teoricamente dispares y hace hincapie en las sensaciones identicas que experimentan ambos; el frfo, el sol, el aire, el hambre y el mareo.

Sin embargo, a la hora de despedirse los destinos de cada uno son muy diversos "Nos despedimos. Hach se va a abrazar a su familia y amigos, y yo a mis quehaceres militares" (85). Asf, humaniza al marroquf implicando que es "como nosotros" y a la vez infiere que el espacio geografico pertenece a su amigo, cuya relacion social con el medio es mucho mas natural que la superficial de los militares espanoles con Marruecos.

Su compenetracion con los musulmanes le conduce a sentirse tan comodo en su companfa que incluso se suma, durante una visita a

Tanger, a un grupo de independentistas marroqui'es de la zona francesa. Aunque el intercambio de impresiones entre los reunidos es puramente social, el episodio demuestra hasta que punto ha llegado Gimenez Caballero a sentirse identificado con la sociedad marroquf: "Nosotros aparte de ser una raza cercana a la de ustedes, 183 somos un pueblo debil. No podemos obrar como los franceses" (173).

De esta manera, pasa de situarse dentro de la esfera de los colonialistas a alinearse con los explotados. Esta postura

representa la maxima manifestacion de identificacion y solidaridad con la cultura marroquf del narrador. De su vision inicial que

relegaba al moro a una posicion inferior, el autor ha evolucionado para sentirse analogamente manipulado por las potencias occidentales.

Gimenez Caballero llega a la conclusion que tanto Espana como

Marruecos son meros peones de la polftica internacional de los pafses europeos. Su explicacion demuestra un alto nivel de

interpretacion sobre cuestiones polfticas unido a un resentimiento hacia Francia e Inglaterra que no le abandonarfa nunca:

La guerra actual, esta que sostenemos hace meses y en la que se nos consume, poco a poco, el oro allegado durante la gran contienda europea, no ha tenido otro origen que una zancadilla internacional guiada por la economia. (173)

Segun el escritor las dificultades polfticas de Espana en

Marruecos estbn vinculadas a la envidia de los franceses, que resienten la devaluacion de su moneda, y al empeho ingles "de seguir manteniendonos pueblo debil y que su Penon siga tranquilo"(173). Es precisamente en esta realizacibn del caracter manipulador de las potencias democraticas que Gimenez Caballero se siente indignado y gravita hacia lo que el interpreta como el otro extremo de la identidad espahola; lo africano. 1 84

Su sospecha de una conspiracion anglo-francesa contra Espana llega incluso a querer exhonerar a los indigenas:

El ataque de Abd-el-Krim fue accidental, aunque no tanto como se cree. Demasiado lo saben ustedes (es mas, ustedes me lo confesaron anoche), que tras Abd-el-Krim hay fuerzas europeas que le resguardan y animan. (173)

Asf establece un ambiente de circunstancias mutuas entre la situacion de su pafs y Marruecos. El narrador les explica a sus interlocutores marroqui'es que tanto los unos como los otros pertenecen al mismo ambito cultural; el de las naciones pobres oprimidas por las potencias ricas. Al romper con su previa identificacion historico-racial, Gimenez Caballero no busca las rafces de la identidad espahola en sus actividades imperialistas sino en su papel de vfctima internacional.

El tono de sus comentarios ante la realidad polftica muestra cierta decepcion por el cambio de papeles que ha tocado a Espana.

Detras de sus acusaciones se percibe una disfrazada admiracion hacia la opulencia que permite a las primeras potencias ejercer tal protagonismo sobre los destinos de los pafses debiles.

Algo similar ocurrira en la Falange cuya veneracion hacia el empuje imperialista le atraerfa por naturaleza hacia aquellas naciones "elegidas", que posefan vastos territorios. El mismo Jose Antonio "tenia que reprimir sus sentimentos anglofilos y era un gran admirador de Kipling" (Payne 37), hasta el punto de que Southworth no repara en afirmar que este "envidiaba al imperialista ingles" (23). 185

Era una realidad irrefutable que Espana habia sido colonizada economicamente con el excedente de capitales de que disponfan las potencias extranjeras. Las empresas hidroelectricas, las minas, los telefonos, las tranvfas perteneci'an al capital de pafses extranjeros.

Entre 6stos Francia, Belgica, Inglaterra y Estados Unidos contaban con el mayor porcentaje de intereses internacionales en la

Peninsula. Las contradicciones inherentes en querer ser una nacion colonizadora cuando esta siendo colonizada quedaban asumidas por los fascistas espanoles. Por eso, los modelos emulados por la

Falange surgieron de Alemania y, sobre todo, de Italia donde estaban convencidos de que se habfa hallado una nueva forma de revolucion social.

Por otra parte, a la Falange no le interesaba la lucha de clases y adapto el concepto de conflicto social al de competencia internacional, separando a los pafses en aqu£llos que eran pobres y proletarios, como Espana e Italia y los burgueses y plutocraticos, a la manera de Francia e Inglaterra. Asf, la postura polftica de la

Falange con respecto a las potencias occidentales estaba profundamente influenciada por la vision de Gimenez Caballero cuyos objetivos internacionales para Espana se reducfan a una sustitucion del orden jerarquico. No desprecia a las naciones imperialistas, lo que desea es que Espana sea como ellas.1 En Genio de Espana promulgara abiertamente la filosoffa imperialista que le habfa inspirado su observacion de la actuacion anglo-francesa en los asuntos marroqui'es, enlaz£ndola con el 186 espiritu revolucionario que estaba cundiendo en las sociedades europeas:

Solo ha existido en el mundo un sistema eficaz para superar ese encono eterno: y es trasladando esa lucha social a un piano distinto. Trasladarla del piano nacional al internacional...Esa expansion de pobres y ricos de un pais, contra otras tierras, es lo que constituye la motivacion intima del Imperio. (276)

En sus memorias, cuestiona el coraje del autor de Notas marruecas, comentando como durante la contienda civil habia demostrado aversion hacia las descargas de artilleria. Lo cierto es que Gimenez Caballero paso la mayor parte de la guerra del

36 desempehando funciones de retaguardia en el Ministerio de Prensa y Propaganda.

La relevancia de estos datos esta, primero relacionada con el hecho de que en Marruecos tampoco vio accion y, por lo tanto, su experiencia militar expuesta en el libro en cuestion carece de las escenas de combate que suelen acompanar a otras narraciones del mismo tema. Segundo, porque su superior en el Ministerio era un personaje a quien conocio en Marruecos y de cual se habfa mofado en su libro. Quiza fuera esa falta de fmpetu belico la que le incito a dedicar un capitulillo poco halagueno al Tercio de Extranjeros.

Titulado simplemente "Legionarios", el narrador transmite su impresion de los miembros del referido cuerpo, durante su estancia en un hospital militar. Manteniendose fiel al proposito crftico de su relato, Gimenez Caballero ofrece una vision desmitificadora de io que era el componente m£s prestigioso del Ejercito de Africa. Desde 1 87 el primer parrafo el narrador establece su intencion de identificar a la Legion con la misma decadencia que aflige al resto de las instituciones espanoles: "En el hospital he conocido muchos legionarios y he pasado muy buenos ratos a su costa" (48). Es decir que se ha divertido burlandose de los hombres del Tercio implicando ya de entrada una marcada falta de respeto y un sentido de superioridad ante lo que estos representan.

Buscando la confianza del lector, el narrador sigue deconstruyendo la esencia heroica que el publico atribuye a la

Legion: "Les han envuelto en tal aura romantica, que sin querer inspiran atracclon estos hombres, aunque muchos de ellos no sean mas que pobres diablos" (48). Poco a poco, la percepcion popular de que el Tercio est£ constituido por heroes novelescos; protagonistas despechados de idilios amorosos, fugitives de la justicia por un crimen no cometido, jovenes desheradados por algun percance injusto, mercenarios con ansia de aventura y amor a la guerra, queda desarticulada.

En su lugar el narrador da una vision mas propia de una carcel o de un barrio de mala fama "Estos 'piras' castizos son muy numerosos.

Estos 'piras' que representan la evolucion de los ptcaros de los antiguos tercios y son los Estebanillos Gonzalez de hoy" (43). Creo que con la alusion a los ejercitos imperiales implica que aquellos que en el siglo XVII eran la minoria ahora constituyen la masa del ejercito. Es como si la degeneracion de las armas espaholas hubiese llegado a su estado mds decadente atrayendo a lo peor de la sociedad 188 espanola.

Ademas, la referenda al protagonista de la novela picaresca con el mismo nombre, establece un paralelo entre las cualidades antiheroicas de este y las caracteristicas igualmente risibles de los legionarios. Estebanillo Gonzalez no solo ofrece una vision burlesca de lo heroico, sino que ademas representa a un tipo de soldado surgido de una sociedad en plena degeneracion. La vanidad, la glotoneria y manas barriobajeras como la propensidad al robo, al engano y a la vida facil constituyen los rasgos mas salientes del que, para mas ironia, fue bufon del duque de Amalfi.

Finalmente, a diferencia de otras obras del mismo genero, la

Vida y hechos de Estebanillo Gonzalez, hombre de buen humor, compuesta por el mismo (1646) es pretendidamente autobiografica y por lo tanto "veridica" a la manera de las historias igualmente antiheroicas y verdaderas de los legionarios. No obstante, la elocuencia y el arte narrativo son los aspectos mas elogiados del

Estebanillo, lo cual segun el narrador, es comparable al atractivo estetico que contienen las fabulas urdidas por los hombres del

Tercio. Gimenez Caballero parece indicar que la fama de la Legion es mas literaria que real y que detras del discurso mitificante de aquellos que buscan promocionarla no hay mas que una serie de historias personales tergiversadas para satisfacer la imaginacion del publico.

En realidad, la Legidn representaba en los ojos de muchos militares las ultimas esperanzas del pueblo espanol para solventar 189 los problemas del Protectorado. La necesidad polftica de proporcionar una reputacion de valentfa, sacrificio y elitismo al

Tercio habfa surgido del estado de desmoralizacion en el que se encontraba el Ejercito de Africa. Cuando escribfa Gimenez Caballero, la Legion ya se habfa destacado por haber reconquistado parte del territorio perdido tras Annual. Durante su visita al sector oriental del Protectorado, Gimenez Caballero puede visitar Nador gracias a que el comandante Franco y su Primera Bandera ya habian liberado la ciudad. Su crftica de este Cuerpo no esta vinculada a las acciones militares sino a la tendencia espahola de idealizar sin mesura que es un sfmbolo de decadencia. Como no hay nada que alabar en el

Ejercito de Africa entonces se eleva a la altura del mito cualquiera de sus componentes que destaque.

El narrador insiste en el caracter ordinario de los legionarios y ofrece los perfiles ffsicos y emocionales de algunos que habian sufrido heridas y estaban recuperandose en la clfnica militar. Los divide por nacionalidades y en sus comentarios se percibe el desagrado hacia ellos: "Del que mayor recuerdo conservo es de un aleman...Alto, fornido, rubio y palido, con unas facciones cambiantes que, tan pronto parecfan distinguidas, como brutales y groseras"

(4 9 ).

Pero la burdeza de sus expresiones, representativas de su comportamiento como soldado, no es el unico aspecto vulgar que define al enfermo. Aunque el aleman dotado con una planta impresionante, el narrador comenta que rengueaba encorvado al 190 caminar. Todos los medicos y convalecientes aceptaban la explicacion del germano que decfa haber recibido la coz de un mulo.

Tras explicar la simpatfa que este personaje habia inspirado entre sus companeros de guarderfa y el personal medico dado a su servicialidad, el narrador nos conffa que la verdadera afliccion del legionario es una heredo-sffilis. Sentenciosamente el autor indica la suerte que le espera: "le iba a dejar inutil para toda su vida, si no le hacia sucumbir" (50), y explica que el paciente habfa ingresado en el Tercio sabiendo que padecfa esta enfermedad para poder

"procurarse un sustento y una seguridad en un cuerpo de Invalidos"

(50). La imagen del sifilftico deshace de golpe cualquier intento popular de idealizacion de los hombres del Tercio. El hecho de que el aleman ni siquiera haya entrado en combate y que se encuentre entregado a tareas domesticas, barriendo y repartiendo comida entre los demas pacientes, constituye una reduccion del personaje novelesco forjado por el publico a un nivel despreciable.

Desde otro angulo, este caso ilustra la mala fortuna de un pobre hombre que se ve forzado a unirse a una organizacion que le garantice los ciudados necesarios. Tal perspective produce un sentimiento de Ibstima o compasion en el lector que ve a la Legibn como un refugio de dbbiles y no de privilegiados.

Otro legionario convaleciente es un checoeslovaco "Alto, fino, rubio, de facciones puras, en las que habfa, no obstante, una vaga tendencia oblicua de tbrtaro" (50). Tanto el aleman del ejemplo anterior como el eslavo, poseen las mfsmas caracterfsticas raciales 191 que Gimenez Caballero habfa admirado durante su primera estancia en Estrasburgo. Sin embargo, estas cualidades raciales aparecen deformadas por lo que se sospecha son defectos espirituales.

La alusion al elemento asiatico esta relacionada con estereotipos de sadismo, violencia gratuita y sanguinismo. Todo el entasis que los fascistas ponen en la belleza ffsica aparece tambien en las descripciones posteriores que presenta Gimenez Caballero en otros libros, pero en su daguerrotipo de la Legion este se fija en la belleza defectiva, recalcando la falta de correspondence entre el verdadero legionario y el he roe de los periodicos.

Su esbozo crftico de la Legion le proporciona un pretexto para lanzar fuertes reproches contra la actitud antiespanola de algunos de sus componentes. Valiendose del mismo criterio de division descriptiva por nacionalidad, el narrador ataca a los portugueses clasificandoles de fantasiosos y locuaces cuyos unicos comentarios positivos hacia Espana giraban en torno a la calidad de su vino. De manera parecida, alude a la presuncion y pretenciosidad de los latinoamericanos, burlandose de su disposicion a la queja: "Acerca del engano que habfan sufrido los pobrecitos legionarios al enrolarse en la tiranfa y crueldad de este Tercio" (52). Estas caracterizaciones responden al conjunto de rasgos estereotfpicos que el publico espanol asociaba con los mencionados grupos. La indignacion de Gimenez Caballero surge a rafz de lo que denomina "el extranjerismo acentuado de los unos y otros respecto a Espana" (51) que el autor interpreta como una arrogancia nacionalista sin fundamental "Parecfan habitantes de otro planeta, que al bajar un dia a este, se acercaron por curiosidad a esta tierra, tan distinta de la suya, que es Espana” (51). El entasis ironico con el que el autor representa la perspectiva de los luso-hispanoamericanos conlleva una paradojica reaccion condicionada por lo que Foard denomina "su intenso nacionalismo." Por una parte, el autor se siente ofendido ante la falta de respeto demostrada por aquellos que considera hermanos culturales. Que un espanol como el fustigue a Espana es una cosa, puesto que con sus cn'ticas pretende la salvacion de la patria. Pero que un extranjero, pagado para defender los intereses del mismo pais que critica, haga lo mismo es algo inadmisible.

Ademas le duele que su patria esta reducida a tal estado de debilidad que ni siquiera aquellos pafses historicamente vinculados a ella la respeten. No era lo mismo que los ingleses, o incluso, los franceses la criticaran pues pertenecian a las maximas potencias mundiales y existfa una larga tradicion de antagonismos. Ademas, Espana se encontraba a cierta distancia de desarrollo economico en comparacion a las democracias occidentales y por lo tanto el vilipendio de 6stas era mas tolerable. Pero que las naciones de tercera o cuarta categorfa se sintieran con el derecho de atacarla era el colmo de los agravfos.

A esto hay que afiadir un concepto de hispanismo en gestacion que afios mas tarde se manifestarfa con vergonzosas consecuencias para el regimen franquista. Gimenez Caballero vefa Espana en el centro de una confederacidn cultural constituida por las naciones 193 iberoamericanas y Portugal. Escasamente cinco anos despues de su retorno a Espana divulgaria sus ideas de solidaridad iberica en La

Gaceta Literaria, revista de la que era co-fundador y director y en un artfculo titulado "Ante la exposicion del libro portugues", reiteraria su ilusion de fomentar la union cultural de la Peninsula:

"Anglosajonismo, germanismo, latinismo, eslavismo...iberismo. A muy pocos oidos suena bien en Portugal el 'iberismo'. Acaso oidos juveniles, de una raza de manana, entienden ya ese vocablo" (Foard

111). Partiendo del presupuesto que la grandeza de Espana estaba vinculada a la reunificacion de su Imperio, Gimenez Caballero llego a afirmar publicamente que la separacion de Portugal y Espana fue un accidente historico precipitado por una situacion de decadencia interna durante el siglo XVII. En los anos de la posguerra Franco ordeno silenciar aquellas compremetedoras palabras. De hecho,

Gimenez Caballero solo estaba expresando una idea que circulaba en los ambientes falangistas casi desde la fundacion del Partido. En un folleto publicado anonimamente en 1936 por el servicio de Prensa y

Propaganda de FE de las JONS la postura fascista espanola hacia Portugal e Hispanoamerica quedaba claramente delineada:

Espana quiere hacer sentir su unidad al mundo hispanico, hacerle recobrar su conciencia de destino universal, su alma...Nos sentimos unidos a Portugal por su Historia gloriosa... Del imperio del mundo hispanico que tendra su alma nuclear en Espana, pero que alentar£, con conciencia de Unidad, en el mundo todo. Y que sabra hablar al mundo por la boca undnime de 200 millones de hombres. (Southworth 53)

La critica contra el Tercio culmina con la representacion de su 194 fundador Millan Astray. Gimenez Caballero, caricaturiza a este personaje haciendo hincapie en la vacuidad retdrica y el tono ridi'culo con los que se dirige a sus soldados. La llegada del "gran mutilado" al hospital Docker antes sehalado le proporciona al escritor la oportunidad para reducirle a un nivel irrisorio, casi comico:

Como una tromba entro en la sala de cirugia. -jA ver mis legionarios! ^Donde estan mis chacales? jDonde estan! jSoy vuestro jefe! Legionarios: jViva Espaha! jViva el Rey! jViva la Legion! Los chacales fueron apareciendo: uno, en camisa; otro vendado; otro se incorporaba una cama. -^Tu que tienes? hijo rruo. - Un balazo aqur... -i Un balazo ! iY tu? -Pues aqui en la cabeza... -j Otro balazo! i Y tii, muchacho? -Yo tengo dos... -j Dos balazos! Y asf fue voceando toda la sala. Y luego paso a otra, donde repitio el introito. (53)

Una vez que el lector detecta las incongruencias entre el lenguaje que emplea Millan Astray y la realidad que experimentan los destinatarios de sus alabanzas, la labor desmitificadora de Gimenez

Caballero cobra una efectividad punzante reforzada por el episodio de opereta que le sigue. Asi, los "chacales" quedan reducidos a un grupo de invalidos infelices cuya reaccion ante las inquisiciones de su jefe es una de desconcierto e incredulidad. Es evidente que la ridfcula catalogacion de las heridas sufridas por los soldados solo es superada por el jubilo enfermizo con el que son recibidas. 195

No obstante, la descripcibn que hace Gimenez Caballero de la actitud del militar no bsta enfocada hacia los aspectos necrofilos y sadomasoquistas criticados por Unamuno en el paraninfo de la

Universidad de Salamanca, ni tampoco sirve para desacreditar el mito de brutalidad masculinizante que se asociaba con el Tercio.

Toda la escena da la impresion de transcurrir sobre un escenario teatral teniendo mucho mas en comun con una comedia barata que con la verdadera tragedia de la experiencia marroqul. Desde su entrada en escena "en un Ford pequenito" (53) con el proposito de

"visitar sus 'panteras' africanas, heridas o enfermas" (53) hasta su vistosa despedida "El jefe de los legionarios permanecio un momento aun de pie con el gorro en la mano... Y el Fordcito salib galopando caracoleando su arrogante cola de humo" (53), la imagen ofrecida es la del "gracioso". Estos diminutivos que emplea el escritor obligan a la risotada abierta y ofrecen un mundo de pequeneces representative de las deficiencias del pais. Que un hombre de "mirada desequilibrada...haciendo gestos plasticos"(54) representara el prototipo espanol del heroe contemporaneo sobre cuyos hombros recaia la restauracion del honor nacional en el Magreb era un concepto inconcebible y sintomdtico del confundido espiritu nacional. Espana, para Gimenez Caballero, estaba en tal estado de decadencia que no se daba cuenta de idolatrar a un heroe diminutivo

involucrado en una guerra insignificante para obtener unos

beneficios minimos. Todas las esperanzas del pueblo espanol para solucionar los problemas del Protectorado estaban puestas en la 196 resolucibn del Tercio y, por extesion, de su maximo representante.

Pocas figuras militares espanolas del siglo XX han recibido el respeto y admiracion reservados al personaje en cuestion y ninguno ha sldo tan mitificado (sin olvidarme de Moscardo) ni impactante por su presencia. Sin embargo, la imagen que presenta Gimenez Caballero carece de todo sentido legendario y tiene mucho de antiheroica. Como se vera al hablar de Tras el aguila del Cesar y su representacion del mismo fundador de la Legion y como se vio en el libro de Franco en sus comentarios sobre los oficiales caidos (Fontanes, por ejemplo) el tratamiento que hacen los escritores prefascistas de los militares espanoles suele ser idealizante llegando en el primero a un verdadero culto del heroe. Si Gimenez

Caballero no participa en esta tendencia es porque asocia a todos los sfmbolos contemporaneos de la nacion con la incompetencia del gobierno y con la poh'tica equivocada que este sigue. Como puede apreciarse en otros textos escritos por el mismo autor de Notas marruecas en los anos treinta y cuarenta su propensidad a ese culto de la personalidad sen'a mucho mas marcada que la de los otros dos escritores-soldados. Solo hace falta repasar algunos articulos que publico entrada la guerra civil en los que "aconsejaba a Franco que se dejase una barba copiosa" (Ridruejo157) denominandole en una ocasibn de "Nuevo Cid" (superando incluso las comparaciones que habfa hecho entre Julio Cesar y Manuel Azana), para comprobarse que sus ataques contra Millbn Astray son de caracter eminentemente politico. 197

En su libro, Gimenez Caballero le otorga atencion especial al elemento hebreo que encuentra en Marruecos dedicandole una seccion entera. Su fascinacion con este grupo no es facil de explicar puesto que se caracteriza por una disposicion paradojica que duraria toda su vida. Por una parte, siente el desprecio antisemita tan asentado en la mentalidad colectiva espanola: "La suciedad medioeval persistente en las juderfas francesas...aqui esta perfectamente representada"

(131). Y anade con tono donjuanesco: "Los hebreos nos importan un bledo a los del Protectorado. En cambio, todos nos sentimos protectores de las hebreas" (131). Por otra, demuestra una admiracion hacia la antiguedad del pueblo judfo sintiendo una conexion cultural entre estos y la Peninsula: "en estas tierras donde los judfos...guardan un eco fiel de la Espafia vieja" (140). Durante una visita al barrio judi'o de Tetudn el escritor explica con gran satisfaccion que hallo una sefardita ya mayor, conocedora de un repertorio abundante de romances castellanos. Tras una breve disquisicion sobre los tesoros culturales escondidos en la tradicion oral sefardita, Gimenez Caballero emprende una larga comparacion entre los romances de antafio y la cinematograffa moderna. Su postura abierta alabando las posibilidades expresivas que ofrecen ambos medios explican parte de su atraccidn por lo judaico y a la vez su eventual afiliacion con el fascismo: "Y es el arcafsmo y la modernidad m£s palpitantes compaginados en su modo de vivir"

(131). 198

Es precisamente en la coexistencia de las bases culturales del pasado y de los adelantos tecnologicos del futuro donde se situa el matiz innovador de lo que serfa el pensamiento fascista. El retorno al Medioevo con su fuerte arraigo a unos principios espirituales solidos y su sociedad jerarquizada donde existfa una idealizada (y enganosa) harmonia social y donde el pueblo respondia a unos ideales simples de obediencia y defensa de la tierra, representaba para los fascistas el momento germinal de la nacion espanola.

A la vez, el desarrollo tecnoldgico era una necesidad belica y una identidad futuristica que separaba a los fascistas espanoles del estancamiento y atraso de los grupos liberales y conservadores en el poder. Todos los esfuerzos por industrializar E span a a nivel europeo habfan fracasado hasta entonces y donde habian prosperado solo habfa conllevado alienacion y conflicto social. Para los fascistas, los adelantos tecnologicos eran utiles, sobre todo, por sus aportaciones militares y por las ventajas que pudieran proporcionarle al ejercito en la conquista del imperio. Era un elemento con potencial unificador. Al igual que los futuristas italianos los fascistas espanoles separaban el progreso tecnologico del capitalismo industrial. La industria y los adelantos eran deseables para fortalecer el Estado pero rechazados como forma de provecho individual.

La concepcion fascista de la Edad Media es en realidad un simulacro ya que rechaza la autoridad de la Iglesia y de la Monarquia.

No pretenden retroceder en el tiempo sino crear una versidn 199 eclectica del tiempo escogiendo elementos de varias epocas histdricas para formar un nuevo sistema sin copia original exacta.

La m&quina2 representaba un sfmbolo de perfeccion y harmonia que facilitarfa la implantacion del nuevo Estado. La energfa y fuerza que producen los aparatos tecnologicos responden a una cualidades de vitalismo y de accion, que son necesarias para fomentar un cambio.

Lo mejor del pasado y lo mejor del presente se combinarfan para lograr el Estado ideal del futuro.

Sin embargo, Gimenez Caballero siente mas que simple admiracidn por la paradojica situacion de los sefarditas marroquies.

Trapiello alude a una conexion biologica entre ellos y el autor de

Notas marruecas Hablando . del rechazo con el que otros escritores falangistas le trataban explica:

La antipatia tiene que provenir...de la sospecha de que fuese judfo...Que Gimenez Caballero era judi'o lo declaraba no solo su apellido o su nariz, sino esa obsesiva mania suya de meterla en La Gaceta, viniere o no al cuento, con decenas de articulos dedicados a los sefardfes de Salonica, de Jerusalen o de Tanger. (49)

En efecto, a su primera exposicion de los judi'os marroquies siguieron una pleyade de estudios linguisticos y literarios sobre el ladino y las comunidades hebreas del Mediterraneo. Para Southworth, Gimenez Caballero "se coloco a la cabeza de ese movimiento prosefardf" (33) que se habfa iniciado a finales del siglo

XIX con Castelar para proteger y atraer a los sefarditas de nuevo a la Penfnsula. Am6rico Castro, elogiarfa la labor de su antiguo discfpulo en un artfculo de fuerte contenido projudfo: 200

Nuestro programa es unir y comprender, y no quisi6ramos dejar de abarcar en ese ambito de amor y de inteligencia a los hebreos hispanos...Nos falta algo, en verdad, desde que marcharon ios judfos; algo que no hemos sustituido por nada equivalente. (33)

En esta ultima cita me parece que se encuentra la clave de la atraccion que experimenta Gimenez Caballero quien, consciente de los vinculos entre Espana y los expulsados del siglo XV, se desconcierta al descubrir una parte del Yo en lo que suponia era el

Otro. Si sus incursiones dentro de la cultura marroqui le habfan proporcionado con una tendencia aperturista abierta al dialogo con el

Otro, sus contactos con la comunidad sefardita le aturden y entusiasman a la vez. Cuando visita la casa de un banquero le impresionan las coincidencias que encuentra entre una joven hebrea y las mujeres de la Peninsula. "Unos ojos, como de cristal y de esos que se dan entre nuestras valencianas, verdosos, azulencos" (133), recordando quiza inconscientemente que la zona levantina de la

Peninsula contem'a un sustrato importante de sangre hebrea.

Tambien en las costumbres cotidianas encuentra el escritor motivo para sorprenderse del europefsmo de los sefarditas, del mismo recinto diria: "Nada indicaba alii el selio oriental" (133). A lo que sigue una comparacidn de las costumbres culinarias que tienen los dos pueblos semitas que habitan en Marruecos: "Luego el moro no ha transigido con la fdrmula europea de la comida. Tiene que hundir los dedazos en las magras y llenarse de grasas, sin consentir aceptar un cubierto. El judfo no. El judfo ha aceptado todo" (133-134). 201

La prosperidad economica y "el empuje emprendedor de los judios" (134) le fascinan ya que esas mismas cualidades estan ausentes de la Peninsula. Lo que encuentra en los sefarditas es una parte perdida y valiosa del Yo y su identificacion con lo hebreo proviene de su insatisfaccion con el desarrollo de Espaha. Fiel a los conceptos de su antiguo maestro, Gimenez Caballero explora el dano que las expulsiones de los hebreos hicieron a la formacion del pais.

Arrepentido, tras su visita de la ignorancia que el y sus compatriotas habfan mostrado en su desprecio hacia los sefarditas, comenta:

Cuando nos despedimos, estbbamos encantados. Y, de acuerdo, en que estos elementos de nuestra zona marroqui era menester utilizarlos con mas acierto y delicadeza de lo que se ha hecho hasta ahora. (134)

Por otra parte, a veces se le escapan comentarios que le aproximan a la estereotipacion anglo-francesa de lo oriental;

La juderia tiene rincones y momentos de un arcaismo tal, que a veces se siente uno de repente, hundido a otro mundo, a una epoca bi'blica, milenaria, paleontologica. Abraham y Aaron son los conocidos que parece nos vamos a tropezar. (132)

La referenda a un espacio geografico atemporal donde el tiempo se mantiene estatico estrangulando cualquier posibilidad de lo que para el europeo es el progreso reitera una serie de conceptos que da del oriente una imagen de bazar de antiguedades. Es un mundo arqueolbgico en espera del hombre occidental que descubra sus tesoros culturales y los revele al mundo actual y moderno, es decir a

Europa. 202

Gimdnez Caballero se quedarfa en ese mar de contradicciones con respecto a los judi'os. Poco antes del fin de la guerra, colaborarfa con el prdlogo3 a un libro de ensayos ofensivo y antisemita que a pesar de la coaccion que anos despues dirfa su autor haber sufrido queda como muestra de la antipatfa espanola por el judfo. Publicada bajo el tftulo Comunistas, judi'os y demas ralea (1938) e inspirada en la propaganda de los nazis, la obra contiene las ti'picas diatribas contra la supuesta conspiracion internacional judeo-masonica para controlar las finanzas mundiales. Su autor, Pi'o Baroja, se distanciarfa del libro, llegando incluso a excluirle de sus Obras

C om pletas, tras el holocausto judfo de la guerra mundial.4 Aunque en principio extranarfa la participacion de Gimenez Caballero en tal proyecto, creo que las circumstancias del momento le animaron a exhibir su adhesidn al fascismo europeo. La epoca en la que se publico este libro coincide con el momento de mayores simpatfas nazis en la Peninsula. En la Espana de Serrano Suffer y Tovar donde se formari'a la "Division Azul", pocos pensaban que los alemanes pudieran perder la guerra que se avecinaba y lo que convema era hacer muestra de una afinidad ideologies ya que no militar. El escritor habfa encontrado una nueva identidad, la falangista, y ya no precisaba plantearse como encontrar en el pasado racial y cultural espanol la solucion a los problemas de la Peninsula. Una vez que se siente afianzado en el fascismo, y en sus ideas de superioridad cultural europea entonces puede atacar al mismo grupo semita con el que anos antes se habfa identificado. 203

Por otra parte, el fascismo espanol nunca fue abiertanente antisemita, qufza por la escasez de judios en la Peninsula, lo cual molestaba enormemente a Onesimo Redondo cuyos vinculos con la

Alemania nazi proveman de su 6poca universitaria. En varias ocasiones este escribio a Jose Antonio y a Ledesma Ramos protestando que la Falange deberia ser mas antisemita.5 No obstante, coincido en parte con Southworth para quien mucha de la obsesion que tenia Gimenez Caballero con los judios se basaba en su empeno de establecer un imperialismo cultural hispano que incluyese al mayor numero de pueblos posibles. Era suficientemente perspicaz para darse cuenta que Espana no estaba preparada ni militar, ni economicamente para embarcar en una empresa de conquista territorial, Gimenez Caballero penso que por vias culturales podia lograrse un objetivo parecido.6

Al analizar, como se ha venido haciendo, la propension del narrador para excitar las imagenes estereotipicas del publico lector, sorprende el contraste entre su paulatina apertura hacia lo africano y su inamovible tendencia al eurocentrismo hacia lo asidtico. Es decir que la mentalidad racista del autor persiste en relacion a lo que no considera parte de la drbita cultural hispano-europea. En la retorica fascista que divulgaria el mismo autor poco tiempo despues, lo asi&tico adquiriria una connotacion aun mas denigrante al quedar asociado con el comunismo.7

Curiosamente la experiencia marroqui tampoco le hizo 204 partidario de la "marronizacion" o "cobrizacion" de la etnia espanola.

Al contrario, su descubrimiento de la variante cultural africana le conduce a querer arianizar a los marroquies sosteniendo, no sin cierta razon que la poblacibn del pais africano es caucasoide.

Cuando conoce a un moro que estb trabajando en un huerto su descripcion del indfgena ejemplifica su intencion de europeizacion genetica de los marroquies:

Inmediatamente me sorprendl por la nobleza y distincion de sus rasgos...Tenia una nariz pura, hermosa, una barba rubia, corta, iluminada por la blancura de una dentadura correcta y sus ojos eran de azul claro, serenos, de gran senor.(158)

Al identificarse racialmente con el marroqui, el narrador sugiere la pertenencia demografica y geografica de Marruecos al ambito europeo. Es decir, que a pesar de sus "peculiaridades culturales" de indole arabe-africanas, Marruecos no es mas que una extension fi'sica de Europa. De hecho, su erronea conceptualizacibn del Oriente no es mas que una manera de autojustificar su atraccion hacia lo que ha presenciado. Gimenez Caballero, sufre al ver que las barreras culturales de las que dispom'a para "defenderse" del Otro se han desvanecido poco a poco durante su experiencia marroqui. Por lo tanto, tiene que reafirmar desesperadamente sus principios nacionalistas y para hacerlo dispone del Orientalismo. No se plantea que su visibn del Oriente carezca de validez, simplemente niega que

Marruecos pertenezca a esa esfera imaginaria. Su "geograffa mental" que divide en dos esferas a Oriente y Occidente sigue intacta. Lo 205 unico que ha cambiado es la h'nea lirmtrofe entre las dos fronteras.

Para el escritor, el Otro oriental sigue manteniendose tan potente y repulsivo como antes. Pero Marruecos ya no representa el Otro sino un Yo redescubierto que esta abierto para lograr su reincorporacion al mundo Occidental, al cual, segun el escritor, pertenece. 206

NOTAS

1 Southworth explica las deficiencias del concepto idealizado sobre el imperialismo anglo-franc6s que tendrfan los falangistas: "Se equivocaban al creer que los imperios de Inglaterra y Francia no se enfrentaban con problemas economicos y, por consiguiente, los falangistas abrigaban la esperanza Candida de que el Imperio falangista acabaria en un cuento de hadas" (23).

2 Su filiacion vanguardista reforzaria esa adoracion de la tecnologia como simbolo del porvenir de la nacion: "Para Gimenez Caballero...las verdaderas Venus de Milo eran las chimeneas de las fabricas o las helices de un aeroplano" (Trapiello 49).

3 El prdlogo estaba basado en un artfculo escrito por el propio Gimenez Caballero titulado "Pi'o Baroja: precursor al fascismo".

4 Baroja atribuyo el tftulo del libro al editor Ruiz Castillo pero asi y todo, no le quita las numerosas referencias dentro del texto a la inferioridad biologica del judio estudiada por medio de unas observaciones a lo Rosenberg.

5 Incluso antes de fundarse la Falange, Redondo les advertiria en el semanario Libertad a sus correligionarios : "Nos parece bien el ardor combativo y el anhelo hispanico de La Conquista del Estado. Pero echamos de menos la actividad antisemita que ese movimiento precisa para ser eficaz y certero, no nos cansaremos de repetirlo" (Alvarez Puga 7).

6 Aparte de lo dicho, en el periodico Arriba Espana , el cura falangista Fermfn Yzurdiaga, demostraria parte de la retorica antisemita que protagonizarfa el discurso oficial en los primeros anos del franquismo:"|Camarada, tienes la obligacion de perseguir al judafsmo, a la masonena, al marxismo y al separatismo!" (Trapiello 181).

7 En Cicuito Imperial, el escritor establece una simbologia 207 cromatico-ideologica donde se detecta su identificacion de Asia con el comunismo: "Era el negro ecumenico, catdlico, expansivo, interventor de culturas incipientes, pobres pero originales. Frente al rubio nordico. Frente al rojo asiatico" (Mainer, Falange 26). OBRAS CITADAS

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Velez de Guevara, Luis. Vida v hechos de Estebanillo Gonzalez, hombre de buen humor, compuesta por el mismo. Madrid: Aguilar, 1962. CAP ITU LO 4

TRAS EL AGUILA DEL CESAR

Tras el aguifa del Cesar representa la sintesis narrativa de los aspectos est£ticos e ideologicos mas destacados del pensamiento ultraderechista. El culto de la accion, la glorificacion de la muerte, el amor patrio incondicional, la mentalidad expansionista, la exaltacion de lo vital, el respeto por la tradicion, acompanan a un discurso que tiene pretensiones epicas y que se apoya en una intertextualidad construida con obras del Siglo de Oro. La tabula traza la trayectoria militar africana de un protagonista colectivo "La catorcena compama dicha 'de las cabezas'" (Santa Marina xi), y del legionario Robles Lavin (quien se sospecha es el propio autor) en las operaciones llevadas a cabo para recuperar las plazas perdidas tras la ofensiva rifena del verano de 1921. El lector es testigo de las peripecias de esta compama desde su llegada procedente de Nueva York, hasta su retorno a Espana, con la fria recepcion de sus componentes. Lo mas llamativo de esta obra es su tono agresivo1 y directo y su propensidad a los aspectos belicos mas sordidos, desagradables, y

"realistas" que puedan hallarse en la literatura de la epoca. Mainer la clasifica de "violenta hasta la nausea" (27), mientras que otros criticos senalan el caracter "extremadamente violento y racista, con 210 21 1 un lirismo muy canalla, a lo Malaparte o Celine" (Trapiello 293).

Su autor, Luys Gutierrez Santa Marina, noble sin fortuna2, fue un militante fascista hasta el final de su vida, amargado al presenciar lo que considero la prostitucion de sus ideales juveniles. Montanes de nacimiento (Colindres, Santander) y barcelones por adopcion, su temperamento revela rasgos tipicos de ambas regiones.

Dionisio Ridruejo, quien tuvo por el un afecto ambivalente, definiria su personalidad literaria y poh'tica como "mezcla espanolisima de tradicionalista y anarquista con todos los truenos del nacionalismo heroico en la mano" (262). Lo cierto, es que fue un hombre raro3, paradojico y apasionado cuya personalidad denota una serie de conflictos internos.

Por una parte, Santa Marina, representa el prototipo del falangista "camisa vieja", fuertemente adherido a principios nacionalistas, elitistas y autoritarios. Por otra, proporciono numerosos avales a los vencidos, quienes le conocieron coinciden en alabar sus cualidades . Asi, Marcelo Arroita-Jauregui le describirfa como un hombre "cordial, humano, gentil, agradable, liberal y entranable" (Santa Marina, Antologia Poetica 19) y Guillermo Dfaz-

Plaja lo recordarfa poco despues de su muerte con un tono no menos afectivo: "Honesto hasta el sacrificio; impetuoso en su creencia y en su fidelidad." (Santa Marina, Antologia Poetica 19)

El que una persona asi escribiera un libro con un lenguaje tan extremadamente "crudo y desgarrador" (Onrubia Rebuelta 11) sigue siendo una de las grandes contradicciones de este personaje. Antes 2 1 2 de la guerra habfa sido director de la revista Azor, funcion que volverfa a asumir anos despues, y no obstante su fervor falangista se rodeo de colaboradores republicanos y hasta de algun que otro comunista. De Jose Antonio, sobre quien escribirfa un libro alagador bien entrado el franquismo, heredarfa el visionarismo quimerico e idealista. Desde el principio, estuvo afiliado a la Falange e incluso fue quien propuso la camisa color azul mahon como uniforme del partido. Al estallar la guerra se puso al frente de las milicias falangistas catalanas alzadas en Barcelona al lado del general Goded y tras el fracaso del intento, paso tres anos preso en diversas carceles de la Republica como Sabadell, Vich, Chinchilla, Montjuich,

Figueres, Ausfas March, Mislata, San Miguel de los Reyes. En la ultima localidad, Santa Marina organizo la rebelion de los presos, quienes tomaron aquel lugar que luego cedieron al general Aranda que mandaba el Ejercito de Galicia.

El autor de Tras el aguila del Cesar no carecfa ni de valor ffsico ni de fibra moral. Rafael Garcia Serrano recuerda que durante la sublevacion en la Ciudad Condal "mando las escuadras "verde con seco" incorporadas a la pequena columna de Lopez Belda, y los suyos fueron los ultimos en rendirse ante la derrota" (Prologo 7) Y Jose

Marfa Fontana cuenta que los falangistas catalanes habfan recurrido a varios empresarios para financiar la organizacion de una escuadra constitufda por los ex-legionarios4 residentes en Barcelona.

Aquellos aceptaron contribuir a la empresa que les proponfan los jdvenes fascistas siempre y cuando se les garantizasen ciertos 2 1 3 privilegios. Ante las demandas de uno de los empresarios, Santa

Marina "al ver tanta contumacia, se levanto, escupiendo su desprecio, y diciendole que se habi'a equivocado al confundir la Falange catalana con un grupo de pistoleros mercenaries" (49).

Todo lo dicho respecto al caracter de este escritor cobra importancia al considerarse que postumamente se puso en tela de juicio la participacion de Santa Marina, en la guerra de Marruecos.

Trapiello, con su acostumbrada ironfa advierte, "^O era todo una leyenda? La insidia silbo, hace unos anos, que Santa Marina, amante de las guerras, es posible que no hubiese hecho aquella" (294). Sin embargo, esas acusaciones hechas cuando el acusado ya no podia defenderse se atribuirian, a mi juicio, a propaganda de los vencidos en la conflagracion civil, a partir de 1975. Santa Marina, nunca nego en publico el haber luchado en Africa, ni estaba en su temperamento vanagloriarse publicamente de su pasado militar.

Todos los crfticos coinciden en destacar que este no se aprovecho de los frutos de la Victoria del 39, llegando incluso a reprocharselo a quienes lo hicieron, lo que demuestra su honradez.

Ademas, en la nota introductoria al texto, el autor aclara el caracter autobiografico de la obra: "Este libro que evoca para mi todo un murtdo de amargos recuerdos..." (11). La carencia de pruebas que superen el simple cotilleo de cafe obligan a considerar estas acusaciones injustificadas. Onrubia Rebuelta concluye que: "Desde luego para escribir Tras el aguila del Cesar,1 tuvo una informacidn de primera mano" (11). Como la resolucidn de esta polemica me 2 14 parece imposible con los datos disponibles en la actualidad hasta que no se demuestre lo contrario debe aceptarse sin disputa el pasado legionario del escritor.

La naturaleza controvertida del libro se hace evidente cuando se considers que, como explica Rafael Garcia Serrano en el prologo a la tercera edicidn, puso en peligro la vida del autor. Ademas, fue censurado tanto por el gobierno de Primo de Rivera, como por el de

Berenguer, e incluso el regimen de los correligionarios del mismo

Santa Marina, los cuales, por una irom'a de la Historia, no quisieron ofender a aquellos mismos moros que ahora eran sus aliados.

Hay tres ediciones de Tras el aguila del Cesar, aunque eso no signifique que se conserven ejemplares de todas. A la primera edicion de 1924, siguieron la de 1939, y la ultima, publicada en

1980, con prologo de Garcfa Serrano. Desde el principio, el libro de

Santa Marina adquirio "la fama de libro duro" (Garcia Serrano Prologo 1). Tras su primera publicacion en los talleres de Bernsteini en la carcel de Dueso, se agoto casi inmediamente y a pesar de su gran exito, o a causa quizA, fueron retirados de las librerias los pocos ejemplares restantes. Para los censores militares la obra transgredia los preceptos de la moralidad tradicional y del buen gusto que exigfan los nuevos tiempos.

Ademas el tratamiento poco ortodoxo de la experiencia en

Marruecos del escritor santanderino no encajaba con la idealizacidn de aquella guerra que habian hecho los militares instalados en el 215 poder. El autor da una vision del Tercio que las autoridades consideraron negativas para la moral del pals. No debe olvidarse que cuando salio a la calle Tras el aguila del Cesar la situacion militar en el Magreb era muy dificil, eran necesarios traer nuevos refuerzos y era imprescindible mantener la estabilidad social de la Peninsula para evitar una situacion semejante a la de 1909.

No se podi'a descartar la posibilidad de que un relato tan espeluznante provocase una reaccion antimilitarista. Aunque Primo de Rivera conocia bien la situacion en Marruecos, preferfa una version idealizada de la vida militar libre de elementos desagradables y escabrosos. Eso no quiere decir que este tipo de literatura no contara en el siglo XIX con narraciones asperas y violentas, pero expresadas con una mesura ausente en el libro de

Santa Marina. Prueba de ello es que el libro del comandante Franco que comparte muchos rasgos estih'sticos con la literatura del siglo pasado, fue gratamente recibido.

Quiza sea en el grado de decoro artfstico donde se aprecien las diferencias mas marcadas entre ambas obras. Franco rehuye las descripciones detalladas de las situaciones mas comprometidas, de ahi la superficialidad plastica de su libro, y paradbjicamente su aceptacion por la censura. Por el contrario, el exito del escritor montanbs se debio, entre otras cosas, a incluir los mismos elementos pero de manera que molestaran a los censores del gobierno.

Es curioso que tanto Tras el aguila del Cesar como Notas 216 marruecas de un soldado hayan sido censuradas por un gobierno cuyas ideas coincidian en muchos puntos politicos y esteticos con el de Jose Antonio. A mi parecer, la actitud de la censura oficial testimonia lo que muchos historiadores han comentado acerca de la indole netamente conservadora de inspiracion decimononica que caracteriza al primer regimen autoritario espanol de nuestro siglo.

Durante el gobierno presidido por Berenguer la censura de la obra se mantuvo vigente. De hecho, con el advenimiento de la Segunda

Republica la polemica en torno a Tras el aguila del Cesar llegarfa incluso a comprometer el bienestar de su autor quien explica en el prologo a la segunda edicion como el

Desatinado fiscal del tribunal popular num. 1 de Barcelona, un zascandil metido en camisa de once varas-que se obstinaba- y se salid con la suya- en condenarme a muerte por este libro sadico, sanguinario y tal. (Prologo 12)

Vale la pena reproducir por su sarcasmo y relatividad historica la reaccion de Garcia Serrano al prologar la ultima edicion:

Este libro sigue siendo historia y tambien lo es el propio Luys Santa Marina, que se nos ha ido para siempre...cuando apenas queda nada de la Espana que Luys Santa Marina escribio. Ni tan siquiera queda Espana salvo el los mapas y en los relatos de viaje, sino un vago Estado de las Autonomias, donde acaso ni siquiera se encontrase comodo aquel fiscal zascandil de la justicia democratica...sin descartar que tambien pudiera ocurrir que el fiscalito se haya reincorporado a su escalafbn por meritos militares, y haya cobrado sus atrasos de comandante rojo y aun puede que sea general auditor en estos momentos. (Prologo 11)

La maxima pena serla conmutada, tan solo la primera de tres 2 1 7 condenas a muerte a que le condenaria la Republics. Las otras dos penas capitales fueron por su participacion en la rebelion armada de

1936, y Santa Marina se hizo bordar en la camisa azul tres calaveras representativas de su historial y de su humor macabro. Para el, la primera condena impuesta por un tribunal civil de Barcelona era parte de su expediente politico.

Al finalizar la contienda civil la nueva editorial Yunque dirigida por Juan Ramon Masoliver reeditd el libro, pues juzgaba que el culto hacia todo lo legionario durante la guerra contribuiria a su venta. No obstante, la suerte que corrid la segunda edicion fue semejante a la de la primera puesto que como explica Ridruejo: "se penso que ni los legionarios ni los moros querri'an verse en aquel espejo veraz y resaltante" (256), y fue retirada a los pocos dias de aparecer.

Importante en esta edicion de 1939 es la nota introductoria del autor en la cual se advierte el optimismo y la euforia de la creacion del "nuevo" Estado, aunque la desilusion vendria despues. En esa nota busca un parentesco directo entre la guerra en el Protectorado y la contienda civil que acaba de terminar: "sin aquellas fieras banderas, no hubiesen sido posibles nuestras banderas victoriosas" (11). Al establecer una secuencia lineal entre las dos guerras, el autor infiere que la lucha por salvar a Espana no habia comenzado en 1936 sino mucho antes. Para Santa Marina, la guerra de Marruecos inicia "la reconquista del alma espahola, su vuelta a las rutas del Quijote"

(11), por lo cual advierte al lector que es necesario reevaluar su 218 significado. Los anos de lucha esteril en Africa donde Espana habia sufrido mas de una humillacibn todavia estaban presentes en la conciencia historica del pafs. No cabfa duda que para el pueblo la pacificacibn del Protectorado habia sido una guerra sucia e inconsecuente directamente asociada con los fracasos e intereses de los tambaleantes gobiernos de antano. En la Espana regenerada que prometia el gobierno franquista se haria tabla rasa con un pasado inmediato decadente que habia llevado al pais al borde de la anarquia, o peor aun, del comunismo.

Sin embargo, el escritor no quiere que caiga en el olvido la sangre espahola vertida en el Magreb. Consciente de que para el publico lector Marruecos solo incitaba deseos de olvidar cuanto antes lo que alii habia acontecido, ensalza el significado historico del conflicto. Para la corriente ideolbgica fascista imperante en la

Europa de 1939 el triunfo de los ideales nacionales estaba estrechamente vinculado a la expansion territorial. Y como los frutos materiales que habia proporcionado Marruecos eran insignificantes el autor recurre al significado anfmico y al valor simbolico de la guerra marroqui: "en lo espiritual, en el mundo del esfuerzo puro, donde solo se cotiza el corazon, el botfn fue algo esplendoroso" (11).

A la vez, Marruecos queda como el punto de reencuentro de los espanoles con su verdadera esencia o identidad espahola tan deseada por los fascistas.5 Si el nuevo regimen representaba el triunfo de la

"verdadera" Espana entonces la senda que habfa conducido al hallazgo 219

de esa verdad tenia su origen en los campos de batalla africanos.

Este serfa uno de los elementos que Kushigian atribuye al

Orientalismo hispano:

It encourages an enhanced, original view of self, through a process of leaving the familiar and secure, in which the other advances an emotional and intellectual detachment that leads to an awareness of the self. (12)

En este sentido el Oriente se interpreta como punto de peregrinaje, como fuente metaforica de conocimiento cuyo valor

esta directamente asociado con el beneficio extrafdo por los

"defensores de Occidente." El matiz orientalista se detecta en la

exclusion del Otro del proceso mencionado. Ni los marroquies ni su

entorno deciden libremente en formar parte de ese viaje al interior del alma espanola. Su participacion es forzada y pasiva, son

simplemente el marco espacial donde los espanoles pueden llevar a cabo su incursidn interiorizante.

Tampoco puede descartarse del prologo de Santa Marina una intencion de proselitismo legionario que vindicase al Tercio ante la sociedad espanola posterior a 1939. Tradicionalmente la Legion y sus componentes habian quedado al margen de lo que puede llamarse

la comunidad nacional, en los confines mas lejanos de la geografia espanola, en el Protectorado, ya defendiendo los suenos de un

imperio ultramarino o manteniendose lo mas lejos posible de la

Peninsula y su turbulenta politica. Los legionarios representaban una

especie de lumpenproletariado militar cuya existencia era tan

peligrosa como conveniente. La gente sabia que sin la Legion, la 220 sangre vertida por los hijos del pueblo, quienes constituian la masa del ejercito regular, hubiese sido mucho mayor. Ahora, en el umbral de lo que supom'a seria la nueva era falangista, Santa Marina pretende reinsertar a la Legion dentro de la sociedad "renaciente", pensando que sus sacrificios militares le proporcionarian con una agradecida recepcion popular.

El prologo a la edicion de 1980 es una diatriba politica y personal de Garcia Serrano contra la Espana posfranquista. Escrito de manera desafiante el amigo de Santa Marina ofrece un resumen excelente, aunque un tanto subjetivo, de las vicisitudes experimentadas por Tras el aguila del Cesar y por su autor. Desde el primer instante hace una labor mitificadora de la obra y del pasado falangista que esta implica. La frase inicial se propone llamar la atencion del lector: "Ten en cuenta, lector, que este libro que tienes en tus manos fue materia suficiente para condenar a muerte a su au:or" (1). El lector contemporaneo desconocedor del pasado historico inmediato se pregunta que elementos podrfan haber ocasionado una reaccion tan excesiva de las autoridades. Su interes su acentua sin haber leido una sola pagina del texto. Es en la atraccion que ofrece la dialectica entre lo estetico y la muerte donde el lector experimenta una desarticulacion de sus expectativas.

El lector que habia vivido los ultimos anos del franquismo, que fueron de apertura y que al aparecer esta edicion vivia dentro del sistema democratico de la nueva Constitucion, no podia imaginar que

una obra de arte fuese motivo para eliminar a su autor. 221

Como sabemos, la primera pena de muerte de Santa Marina fue mas una medida simbdlica que un hecho con posibilidad de consumarse. No obstante, el lector ignora los pormenores de la conmutacion de la sentencia y el prologuista tampoco lo explica. Por lo tanto, el concepto de origen o creacion que se relaciona con el proceso de produccion de una obra de arte (el artista funciona como una especie de Dios) se contrapone a su antftesis, la muerte. El desconcierto surge porque el lector considera que ambos conceptos pertenecen a pianos diferentes supuestamente irrelacionables. Al combinar lo mimetico con lo real se rompe la division invisible que separa a las dos esferas. Es decir, que el artista arriesga su propia existencia para concretar el acto de crear o en otras palabras el artista muere (o se acerca a la muerte) para que su obra viva. Asf la figura de un Dios creador (el escritor) choca con un Dios destructor

(la comunidad) obligando al publico lector a reorganizar sus estructuras epistemologicas.

Despues Garcia Serrano inicia una larga disquisicion sobre el car&cter retrogado de la Espana democratica y expresa su decepcion y su desacuerdo ideoldgico con la nueva situacion. Cuando explica la suerte del libro durante la Segunda Republics no esconde su antipatia hacia el gobierno actual: "La democracia espanola, en su edicion de

1931-1939 (consultense datos historicos sobre su resultado para prever el de la edicion 1975)” (2). Para Garcia Serrano el final del franquismo represents la disolucion de todos los ideales a los cuales habfa dedicado su vida. Su vocacidn falangista habia sido tan intensa 222 como la del escritor cuyo libro prologa y hay momentos en los que esta introduccion adquiere matices de una elegfa al falangismo. Fiel al estilo de su conviccion politica, el prologuista empareja a Santa

Marina con los grandes del Siglo de Oro:

Y ha muerto pobre, solitario, este ejemplar escritor falangista, modelo de humanidad, de camaderfa, de comprensibn, ansioso siempre de tender su mano al amigo y al enemigo, gran capitan de las letras, generoso como Gonzalo con todos los Menoldos Guerri que encontro en su camino (3).

Garcia Serrano expresa su tristeza ante el fin de una epoca historica, de su epoca. Su ira va dirigida contra todos aquellos a los que el considera haber traicionado los principios del Movimiento o a

Espana. Tanto Dionisio Ridruejo como Max Aub reciben sus dardos pero se ensafia particularmente con los representantes burocraticos e institucionales de la sociedad espanola. De esta manera, ataca a la clase en el poder, y en concreto a la censura que segun el siempre ha interferido en el desarrollo de las facultades intelectuales y artisticas del pueblo: "La clase dirigente espanola es siempre la misma en cuanto de autores y libros se trata" (1). A lo cual tambien ahade un reproche contra las editoriales y su falta de valor para publicar libros controvertidos:

A pesar de su fama nadie lo reeditaba, porque en Espana es facil advertir, por las buenas o por las malas, que tal cosa o tal otra molesta si sale a la calle. Hay un tamtam en los bosques de cada profesibn y no es el menos preciso el del mundo editorial. (2)

El prologuista se queja aquf tanto de las trabas impuestas por la censura al libro de Santa Marina como a los suyos propios. La fiel 223 infanterfa, estuvo prohibida durante catorce afios por consider£rsela irrespetuosa hacia la Iglesia y polemica por su representation del

Requete. Garcia Serrano proyecta aqui sus frustraciones en la figura de Santa Marina. Cuando comenta la injusticia cometida por la historia contra el autor de Tras el aguila del Cesar, est£ en efecto desahogandose de su propia realidad. De hecho, la frase con la que cierra el prologo en cuestion, reitera el componente egocentrico del prologuista que se lleva comentando. Aunque, primero hace alusion a la transcendencia del libro de Santa Marina "porque es came inmortal de la lengua espanola", sus ultimas palabras giran en torno a los desaires que le han sido personalmente deparados por los nuevos tiempos: "Por cierto, sin sillon en la Academia, que ese lujo se perdio" (10).

En la estructura de esta obra hay una marcada compenetracion entre forma y contenido ideologico. Mas que por capi'tulos el texto aparece escindido por una serie de interrupciones espaciales encabezadas por breves tftulos representativos de agrupaciones tematicas. Hay ocho secciones cada una constituida por una serie variada de segmentos episodicos tambien de varia extension. El numero de divisiones episodicas oscila entre los dos y cincuenta y dos segmentos dependiendo del momento cronologico que se este representando. Asi la primera parte titulada "Hacia la patria" cuenta con dos secuencias, "Dias a bordo" y "Ante la patria", ambas escasamente de una p£gina. Esta seccion inicial describe el viaje 224 mari'timo de los legionarios a Marruecos.

De manera semejante, la ultima escision textual, "Final y Apologia", esta constituida por dos segmentos, uno en verso y otro en prosa, que resumen el significado y los sacrificios implicados en la actuacibn espanola en el Magreb. Por otra parte, la masa narrativa de la obra se encuentra en las dos secciones tituladas respectivamente, "El Dia de la ira" y "Los hermanos de armas" que abarcan conjuntamente ochenta y dos de los ciento once segmentos del texto. En estas dos partes, Santa Marina explica las experiencias cotidianas del Tercio y hace hincapie en las escenas de combate y en los momentos de ocio que separan cada actuacion militar.

El recurso tecnico preferido es la anecdota concisa y colorida.

Con frequencia, el acontecimiento narrado ocupa poco menos que un parrafo prescindiendo de todo aquello que no contribuya a captar el manojo de sensaciones dirigidas al publico lector. Este procedimiento encaja perfectamente con el contenido belico de la obra puesto que la narracion da la sensacion de surgir del tableteo de una ametralladora. Las rbfagas anecdoticas son intermitentes y penetrantes. Se trata de acosar al lector con el fuego narrativo obligandole a bajar la cabeza y buscar cubierta antes de que empiece el proximo episodio. En realidad, Santa Marina construye su relato por medio de una serie de estampas impresionistas encauzadas a proporcionar al lector la experiencia de lo que debio ser la guerra en

Africa. Asf da forma y pule su version escueta de los acontecimientos prescindiendo de una h'nea narrativa rigida y 225 optando por saltos descriptivos en momentos determinados.

Eso no significa que la narracion no siga una secuencia cronologica mas o menos lineal. Como las otras obras que comprenden este estudio la estructura de Tras el £gui!a del Cdsar sigue un modelo ciclico cuyas caracteristicas responden a un esquema de llegada-estancia-despedida. Asi y todo, el corpus de la obra se define por una serie de secuencias cinematograficas de caracter autonomo que se enlazan solo por el hecho de compartir el mismo espacio geografico. Al ser tan cortos los eslabones que comprenden la cadena anecdotica aludida, el ritmo de la obra es vertiginoso, con muchos espacios en bianco lo cual provoca que el contenido narrativo este muy concentrado. El lector es precipitado de una escena a otra recibiendo un conjunto de imagenes plenas de accidn pero de limitada descripcion. Todo lo superfluo que no contribuya a la construccion de la intencion ideologica del autor queda excluido. Santa Marina no quiere que su relato sea confundido con un mero ejercicio de creacion artistica. Por lo tanto, centra la atencion del lector en la fuerza fabuh'stica de las escenas que presenta. Claro que esta ultima observacion no implica una dejadez en el lenguaje que emplea; al contrario, como se vera mas adelante,

Santa Marina destaca por el cuidado que pone en el lexico y en la sintaxis de la obra.

Predomina los didlogos cortos, en los que con frecuencia no hace mencion ni del enunciador ni del destinatario. Es como si los intercambios linguisticos surgiesen de voces legionarias tipicas, 226 que representan la colectividad del Tercio. Es decir, que los didlogos que acompanan la descripcion de algun acontecimiento carecen de un origen determinado siendo una simple muestra de la anonimidad que ejemplifica al Tercio. La identidad del legionario o legionarios que protagonizan ciertos segmentos episddicos no se revela ya que la propia naturaleza reglamentaria de la Legidn permitia el uso de nombres falsos y de identidades "recien nacidas". El anonimato era uno de los pocos privilegios de que disfrutaban los miembros de la

Legion y Santa Marina le respeta en su narracion. Tambien es evidente que al insistir en la colectivizacion del dialogo, el escritor intenta ensanchar el protagonismo del relato. Se trata de extender lo pronunciado por un legionario en una situacion especifica al resto del Tercio para asf ofrecer un estereotipo positivo de la

"mentalidad" legionaria.

En conjunto se da una fluctuacion continua de la voz narrativa. A veces, un episodio es narrado en tercera persona por un narrador omnisciente que no se identifica. En otros segmentos predomina el discurso en primera persona que suele estar protagonizado por

Robles Lavin cuyo nombre es revelado en contadas ocasiones por medio de alguna referenda hecha por otro legionario en un dialogo.

Tambien en un episodio aparece un tal Vails quien, en primera persona explica los pormenores de un dialogo que sostuvo en estado de embriaguez con un ser imaginario. En otras ocasiones el narrador es un yo colectivo y anonimo; la voz de la Legion, si se quiere. Ese anonimato empapa las p£ginas de Tras el aguila del Cesar. Hay un 227 evidente esfuerzo por retratar a los legionarios sin hacer referenda a su identidad individual. Como ya se ha visto en otros relatos analizados en este estudio, el discurso literario prefascista gusta de protagonistas colectivos cuya funcion es resaltar el espiritu de unidad necesario para mantener la integridad de la patria ya que para el narrador: "Espana se desmorona...Espana muere..." (153).

Tal protagonismo podria explicarse como un intento de transcender las divisiones sociales y de clase presentes en la sociedad moderna. La Legion iguala espiritualmente, ya que no jerarquicamente, a todos los sectores sociales e ideologicos del pais. Asi en un segmento titulado "El refugio," el autor idealiza el

Tercio como un reducto de la nacidn donde los intereses personates quedan subordinados a la voluntad heroica de la patria:

Sindicalistas rojos, sindicalistas blancos, pistoleros a sueldo, jefes de cabeza cotizada, complices, autores quiza de atentados famosos, perseguidos de cerca envueltos acaso en su mismas redes, se acogieron a la bandera negra, como en otro tiempo a la Casa de Dios. (161)

Igual que la Iglesia recibia a los fugitivos de la justicia, el Tercio acoge a aquellos que han caido vi'ctimas de la competencia politics y capitalista. Aquellos hombres desesperados y vencidos que acuden a la llamada de las armas en defensa de los intereses de la patria comulgan en las virtudes sublimizantes que encuentran en el cuerpo militar en cuestion. Habi§ndose incorporado a una empresa colectiva, el mismo hombre que antes estaba en conflicto con la comunidad nacional ahora se regenera como si hubiese 228 experimentado un ritual semejante al bautismo.

Todo lo dicho respecto a la estructura de la obra responde a un concepto prefascista de la literatura. Elementos como la fragmentacidn del relato, la flexibilidad del cordon narrativo, los cambios de perspectiva y la experimentacion expresiva corresponden a una influencia de las corrientes vanguardistas imperantes en la epoca. A la vez, la tecnica cinematografica empleada, combina tanto la fascinacion con los nuevos medios expresivos (no debe olvidarse que el primer cine club en Espana fue creado por Gimenez Caballero) propios de la Vanguardia como el culto de la accion tan caracteristico de la estetica fascista. Cuenta Mainer en su

Antologfa que Jose Antonio recomendaba a sus jovenes seguidores que vieran dos peliculas de accion ; El delator, basada en la rebelion irlandesa de 1916 y Tres lanceros bengalfes, idealizada representacion de las luchas de los ingleses en la India. No debe extranarnos esta alianza indirecta entre la vanguardia y la ideologia prefascista puesto que la rotura con la sociedad convencional propugnada por ambos movimientos permitia prestamos y correspondencias. Aunque en Espana la mayoria de los vanguardistas se pusieron al lado de la Republics tambien es cierto que el

Futurismo de Marinetti florecid bajo la Italia mussoliniana. Tanto el artista vanguardista como el escritor fascista sintio la misma sensacion de alienacion impuesta por la sociedad moderna. El fenomeno de disgregacibn del hilo narrativo que caracteriza a 229

muchas de las obras escritas sobre el conflicto marroqui se

identifica con la doble situacion que padece el escritor: crisis de la

identidad nacional y crisis de la identidad social. De la misma

manera que los militantes falangistas, de procedencia burguesa en su mayorla, toman una postura agresiva y exteriorizan su desencanto con los cambios que presencian, los artistas de vanguardia interiorizan esa crisis huyendo hacia la deshumanizacion (aunque la plenitud de la confluencia entre las tecnicas vanguardistas y la tematica marroqui llegaria con los escritores sociales de la decada de los 30). Sin embargo, las divergencias se clarifican al comprobar que lo que para unos tenia un valor experimental de expresion, para los otros, era un arma poli'tica. El cine se convertiria tambien en un arma propagandists para los fascistas espanoles y en 1941 se estreno la peli'cula Raza , dirigida por Rafael Sanz de Heredia, primo de Jose Antonio y con guion del mismo Franco.

El atractivo de la cinematografia estaba en la concentracion de escenas donde predominaba la accion, simbolo de vitalidad, energia, e incluso de progreso y modernidad. Cuando Santa Marina utiliza una tecnica de movimiento continuo y rapido con cambios bruscos de perspectiva y de contenido, su intencion es subrayar la importancia de la accion. Accion que se opone a la abulia, al estancamiento y a la pasividad poli'tica y social del pais.

Hablando del culto de la accion en algunas de las obras del escritor trances, Drieu La Rochelle, Suck comenta "action means virility, heroism, ascetism, and Catholicism" (27). De esta 230 interpretacion de la accion hicieron los fascistas espanoles una serie de oposiciones que dividia a lo deseable de lo indeseable. Asi el termino "virilidad", que suele acompanar a toda referenda de la accion, se opone a una serie de conceptos que para los fascistas son contrarios a lo que ellos representan. La virilidad define una serie de actitudes y principios que son antihedonistas, antidecadentes, antifeministas, y antiburguesas. Se trata de romper con aquellos elementos que se asocian con la sociedad aburguesada.

En el libro de Santa Marina hay indicios de estos valores antiburgueses y a la vez quedan residuos de lo modernista, aunque dado al caracter transicional de la obra no debe extranarnos tal convivencia de conceptos ideologicamente opuestos. La confluencia de lo decadente y liberal con lo represivo y prefascista puede percibirse en el episodio titulado "Noche de aguiluchos" en el cual varios legionarios visitan un prostfbulo donde cometen una serie de actos de clara intencion falocentrica, que afirman la supremacia del hombre sobre el sexo opuesto. Desde el principio la actitud de los soldados con las prostitutas es despectiva y humillante. Su visita no es la tfpica sesion alegre y despreocupada esperada con ilusion para aliviar la tension de la guerra y de su caracter eminentemente masculino. Un tono sarcastico y violento caracteriza a todo el episodio: "Les abrio una vieja. -jQue alegria! Son los jabatos - dijo con sonrisa rastrera" (114), uno de los legionarios ofendido ante la ignorancia parsimoniosa de la mujer le corrige "-jlos aguiluchos, zorra vieja! Y con su largo guante de cuero cruzole la cara como un 231 latigo" (114). En esta ultima escena tanto el latigo como las dimensiones de la prenda empleada para castigar a la mujer representan sfmbolos falicos cuya utilidad no esta basada en su capacidad de penetracion sino en su virtud punitiva. Sin olvidar que el latigo conlleva una connotacion religiosa dado a su empleo en las autoflagelaciones llevadas a cabo como muestra de arrepentimiento por los practicantes del catolicismo ortodoxo.

Una vez que ingresan en el local los soldados se apoderan de la situacion sin renunciar al tono burlon y despectivo de su primera intervencion. Despues anuncian "Escuchad, hermana tornera, decid a la Madre Abadesa que, por hoy, esta honesta morada nos pertenece, y asi, que tome el tole con sus aprovechadas novicias" (114). El paralelo malicioso que establece el narrador entre el prostfbulo y un convento va mas alia de la obvia humorada sarcastica. La sugerencia es una de sumision femenina ante un ser superior. De la misma forma que las monjas renuncian a la vida mundanal para servir a

Dios, el legionario del episodio exige que las ocupantes del burdel dediquen toda su atencion a rendirle culto a los hombres del Tercio.

Y cuando uno de los hombres finaliza su posesion de una de las vfctimas llamada Dolores, su reaccion inmediata es la de completar la conversion de esta al "legionarismo" celebrando una ceremonia pseudo-religiosa: "Desde hoy te llamaras Leda, pues seras amada de un dguila... Yo te bautizo, en Mi nombre. Am6n"(116). Poco pueden hacer las mujeres ante la imposicion violenta de los soldados quienes se abandonan en una orgfa de intimidacion: "A viva fuerza las 232 desnudaron"(116).

Todas las intervenciones de los legionarios estdn protagonizadas por las armas de fuego: "Entraronse por los cuartos, y a poco solo se ofan juramentos, y los secos disparos de las del nueve, e imperativas voces: 'jFuera! [Fiiera!'" (115), "Encanono a la daifa y disparo" (116), "Y disparo en la direccion del llanto" (117). En efecto, las pistolas dominan toda la escena y reemplazan toda mencion explicita de los actos sexuales. Aqui se percibe la mezcla de accion violenta y de sexualidad reprimida que seria tan caracteristica del discurso falangista. Lo violento sustituye a la experiencia sexual que a la vez queda desplazada por una serie de simbolos que la encubren.

A diferencia de la retorica y arte nazis cuyos contenidos estaban plagados de alusiones claramente sexuales (y sobre todo homosexuales) el discurso oficial de los fascistas espanoles carece de un tono sensual identificable. Parte de la represion de lo sexual esta vinculada a la influencia de la Iglesia catolica, a lo que se anade en el caso de Santa Marina el conservadurismo puritano del gobierno de Primo de Rivera.

Sin embargo, este episodio no esta exento de cierto erotismo, como demuestra la descripcion del rito bautismal de la muchacha antes mencionada: "Y vertio sobre su cabeza una copa de champana. El vino de resbalo por sus senos, por su vientre, por sus muslos..."(116). Aunque el juego metafdrico aminora el impacto de lo que el narrador desea expresar. El episodio pretende establecer una 233 conexion entre la preponderacia sexual de los legionarios, implicada en los disparos y en su condicion de superhombres nietchezechianos.

El semen de los soldados redime temporalmente a las mujeres de sus flaquezas morales y la escena evoca en el lector la btblica de Maria

Magdalena, rescatada de la prostitucibn por Jesus. Sin embargo, el legionario no posee las misma cualidades de compasion apropiadas al mesfas cristiano. Por lo tanto cuando el narrador sugiere que las muchachas quedarian embarazadas tras haber experimentado la virilidad del Tercio, la reaccion del ultimo soldado que abandona el local expresa que una ramera serf a indigna madre de un hijo de la

Legion. Asi, mata de un tiro a la recien fertilizada companera de la noche anterior.

Todo lo dicho esta relacionado con la reiteracion del mito marianista tan comun aun hoy en dia en los paises de

Hispanoamerica, pero cuya raigambre es peninsular. Dentro de esta vision maniqueista del sexo femenino la mujer responde a una imagen estereotipada completamente benigna o maligna. Al concepto idealizado de la dama casta y religiosa con vocacion familiar se opone la mujer sensual, inmoral y marginada. Las de la primera categoria responden al paradigma idealizado de la Virgen Maria y por lo tanto son respetadas, siempre y cuando se mantengan dentro de los parametros de comportamiento correspondientes a su condicibn.

En cambio, las mujeres que ocupan el otro extremo de la clasificacibn han elegido o han sido forzadas a violar el encasillamiento al que estan relegadas sus hermanas y como tal 234 sufren el desprecio del sector masculino y dejan de ser

"respetables". Este sistema implfcito es una medida de control social basado en la reiteracion de lo mismos mitos que lo sostienen.

Cuando los legionarios cometen todo tipo de excesos contra las mujeres del burdel sus acciones quedan justificadas y son aceptables para el publico lector, dada la profesion de aquellas.

Tambien es logico que para el lector moderno esa estereotipacion del sexo femenino sea interpretada como una mera actitud sexista pero hay que recordar que las estructuras sociales del momento se apoyaban en una estricta division laboral. Por lo tanto el Marianismo era una manera de asegurar no solo el mantenimiento del poder masculino, sino el bienestar economico y social del pais.

Sin duda, Santa Marina tiene un concepto tradicionalista de la mujer. Para su forma de ver, el respeto de la tradicion cultural latina significa el tener una perspectiva patriarcal de la sociedad.

En la antigua Roma el "paterfamilias" controlaba a toda la familia inmediata y extendida, llegando incluso a poder dar muerte a los adulteros. Para Santa Marina era necesario mantener el orden jerarquico de la sociedad en todos los frentes. Para conservar la unidad del pais y emprender nuevas conquistas territoriales era imprescindible que las mujeres asumieran sus responsabilidades domesticas y, sobre todo, que dieran hijos a las fuerzas armadas nacionales.

La actitud de Santa Marina hacia el sexo opuesto puede enlazarse perfectamente con la postura que tomari'a la Falange. 235

Lejos de proponer una sociedad basada en la igualdad de los sexos, los ideologos falangistas dejaban muy claro cual serf a situacion de la mujer en la Espana del futuro. Desde el principio, los fascistas espanoles insistieron en la funcion tradicional (y esencial para el

Estado) de la mujer espanola cuyas responsabilidades giraban en torno a las labores del hogar en tiempos de paz y a labores sanitarias y auxiliares en caso de mobilizacidn militar.

El propio Jose Antonio tenia una vision esquematica de la mujer:

No somos feministas. No entendemos que la manera de respetar a la mujer consista en sustraerla a su magnffico destino y entregarla a funciones varoniles. A mi siempre me ha dado tristeza ver a la mujer en ejercicios de hombre, toda afanada y desquiciada en una rivalidad donde lleva-entre la morbosa complacencia de los competidores masculinos-todas las de perder. El verdadero feminismo no debiera consistir en querer para las mujeres las funciones que hoy estiman superiores, sino en rodear cada vez de mayor dignidad humana y social las labores femeninas. (Alvarez Puga 34)

Es decir que la mujer tenia la obligacion patriotica de mantenerse en su estado de servidumbre domestica. Puesto que era por naturaleza inferior al hombre, sus intentos por liberarse conducirfan a un desprestigio de su situacion rebajandola a un nivel indigno. Asf queda como una sutil amenaza; el Marianismo o status quo ("el magnffico destino") ha proporcionado a la mujer un lugar

"privilegiado" dentro de la sociedad y si se traspasa la frontera que define la identidad femenina impuesta por el estamento patriarcal entonces peligran los beneficios generados por esa situacion. La mujer debe aceptar y disfrutar de su lugar en el nuevo Estado donde 236

se hard lo posible por elevar el reconocimiento de la labor femenina

dentro del seno familiar. Amparado por una gran elocuencia, el

fundador de la Falange estipula que en la realidad suprema que es la nacibn no se toleraran disensiones de ningun tipo que contribuyan a debilitarla.

Tanto Santa Marina como su futuro jefe estan reaccionando en

contra de las corrientes poli'ticas y sociales de la epoca. La

neutralidad espanola en el primer conflicto mundial porta un

bienestar sin precedentes a la Peninsula cuyas manifestaciones se

detectan en las nuevas modas femeninas de vestir (mas reveladoras),

de costumbres (las mujeres "liberadas" fuman y beben alcohol) y de

diversiones (bailes modernos). A la vez, durante los anos veinte los

efectos publicitarios de la Revoluclon rusa con su ideologla

igualitaria y su reorganizacion de las fuerzas laborales empiezan a

circular en Espana. A lo dicho pueden anadirse las influencias

culturales del cine y de la musica americanos, con su "amoralidad" anglo-sajona.

Para los fascistas espanoles todos estos elementos constitulan un peligro enorme. Si la lucha de clases que pregonaban

los sectores izquierdistas representaba un factor divisivo en el

concepto del Estado, la reestructuracion de las funciones ejercidas por la mujer acerbaban la escision entre derechistas e izquierdistas.

Que las mujeres renunciaran o relegaran la procreacion y crianza de los ninos a ocupar un puesto en una fbbrica era un atentado contra la

estabilidad y seguridad de la nacion.6 237

Como es bien sabido, la perspectiva antifeminista del fascismo hispano se extenderfa tanto a la guerra civil como a la epoca franquista. Durante la conflagracion civil la sexualidad violenta que ilustra Santa Marina en la escena del prostibulo se haria realidad bajo otro contexto. Como la Repubiica sostem'a una postura antisexista, fiel a los preceptos anarquistas y comunistas de los partidos que la acabaron controlando, sus filas pronto contaron con milicianas que enardecidas por las libertades obtenidas (aborto, divorcio, etc) buscaron demostrar su igualdad en el frente. Para los legionarios que militaban en el bando nacionalista el hecho de que el enemigo contara con mujeres sirvio para estimular sus prejuicios sexistas y sus fantasias sadistas.7 Con frecuencia, los miembros del Tercio impusieron su autoridad masculina sobre las milicianas repitiendo con variaciones el episodio comentado. Abundan los casos de violaciones y otras acciones violentas cuyo unico proposito era advertir al sector feminista que debi'a de permanecer en el lugar que les habfa deparado la tradicion y Dios. Aunque la Iglesia en teoria condenaba este tipo de acciones, en el fondo apoyaba la sumision social de la mujer que dotaba al clero de gran influencia en cuestiones de indole moral, social y economica.

No obstante, el episodio exhibe una libertad de accion que no puede atribuirse exclusivamente a su circunstancia belica o a una ideologia politico-social. El contexto geografico en el cual se desarrolla la escena sirve al escritor para reiterar su desplazamiento cultural del Otro oriental. El matiz fantasioso con 238 mezclas de erotismo que caracteriza la visita al prosti'bulo hace referenda a un mundo irreal de excesos y de apetitos carnales y exoticos. Antes mencione el antihedonismo propio de la reaccion antiburguesa fascista y como la accion simboliza la moralidad tradicionalista que purifica la sociedad. Para Santa Marina el escenario oriental ofrece unas estructuras morales que trascienden los preceptos occidentales de conducta aceptable. Por lo tanto, no teme que una descripcion erdtica y violenta afecte al publico lector y que tome el suceso como indicio de la bestialidad de los legionarios. En el mundo oriental, el escritor santanderino encuentra un locus amoenus para llevar a cabo un escapismo de fantasia sexual.

Como explica Said para la sociedad europea aburguesada a partir del siglo XIX :

Sex had been institutionalized to a very considerable degree. On the one hand, there was no such thing as "free" sex, and on the other, sex in society entailed a web of legal, moral, even political and economic obligations of a detailed and certainly incumbering sort. (190)

Como alternativa a la represion sexual impuesta por la cultura occidental los escritores europeos perpetuan una cadena de mitos caoticos que se asocian con "a different type of sexuality, perhaps more libertine and less guilt-ridden" (Said 190) y cuyo marco espacial se encuentra en el Oriente. De esta manera, el Otro se define como un receptaculo de erotismo donde coexisten las anomah'as sexuales m&s repugnantes y el experimentalismo sensual mas extremado. Imagenes de copulaciones en publico, 239

masturbaciones colectivas, monstruosidades ven6reas, abundan en

los textos orientalistas de Flaubert a Conrad. De hecho en las

narraciones de este tipo la mujer africana y asiatica queda reducida

a un objecto sexual con incontrolable apetito carnal, siempre

dispuesta a complacer al sexo opuesto. En efecto, el caracter

pervertido atribufdo a las orientates correspondi'a a las mismas estereotipaciones primitivistas y amorales que justificaban la

presencia civilizadora de las potencias occidentales en el espacio ocupado por el Otro.

Sin embargo, Santa Marina siente que no puede abandonarse a

los encantos femeninos que supuestamente ofrece Marruecos. Su eurocentrismo religiose y racista no le permite disfrutar ni a el ni a sus personajes de la compania de las moras. A su modo de ver los

marroquies son poco mas que animales cuyo exterminio es una simple necesidad para la imposicion espanola. Repetidamente, se

refiere al enemigo atribuyendoles cualidades propias de animales:

"aulladores, ensenando, feroces, sus dientes de lobo" (32), "jMiralos, miralos como vienen a la ratonera!" (65), "La algazara seguia en un aumento, pero ahora eran aullidos de mojames" (139). Y cuando no, el narrador emplea todo un repertorio de sustantivos despectivos: "jamidos" (141), "mojames" (147), "mojamed" (35) cuya unica

intencion es una cosificacion racial que abre paso a la deshumanizacion.8 No debe extranarnos la reticencia sexual de

Santa Marina con respecto a las marroquies que no se extiende, sin

embargo, a las prostitutas espanolas de los puestos de retaguardia. 240

El hecho de ser europeas las resguarda del desprecio racial del escritor pero su profesion las presta a los agravios. A pesar de que estas no encajan en el concepto idealizado de la mujer propio del

Marianismo, las vejaciones a las que son sometidas no serian aceptables en la Peninsula. Pero al desplazar geograficamente el contexto da la relacion entre las rameras y los soldados, el narrador puede dar rienda suelta a su imaginacion. La localizacion del prostfbulo en el Oriente le contagia del exotismo que le rodea. Con esta maniobra de sustitucion cultural, el escritor conserva su

"pureza" racial y religiosa pero a la vez, logra traspasar los pardmetros morales de la cultura occidental. Al emplear la esfera onirica y fantastica del Oriente Santa Marina pretende comparar el tratamiento de la mujer en una y otro cultura, sugiriendo que la occidental esta protegida por el respeto propio de la tradicion eurocristiana y que por lo tanto deberfa de estar satisfecha con su situacion. En el marco oriental la veneracion hacia lo femenino no existe, lo que da pie a excesos salvajes, de los que ni siquiera puede escaparse el europeo una vez que entra en el caos moral de ese espacio geografico.

En Tras el aguila del Cesar la cri'tica del consumismo, tan sutil e ironica en Notas marruecas, ahora adquiere un tono esperpentico que se extiende a la parodia grotesca. Dionisio Ridruejo alude al matiz "tremendista" (168) de esta narracion y como ejemplo de esta clasificacion en combinacion con el ataque contra el 241 capitalismo puede citarse un episodio titulado "jSandias! jSandias!" en el que varios legionarios se pasean por las calles de Melilla con un carro tapado pregonando la venta de la mencionada mercancia. A la pregunta de una criada "-Buenas jY estan maduras!"- respondio uno y saco por la coleta una testa de mojamed. La otra se metid mas corrida que una mona, entre las carcajadas de los espectadores" (34).

Esta deformacion caricaturesca destaca no solo los aspectos mas desagradables de la contienda sino que ademas los vincula despectivamente con el intercambio comercial propio de las sociedades consumistas. Solo que en este caso la naturaleza de la mercancia en venta deforma macabramente lo que en otras circunstancias seria un trato convencional. La relacidn entre vendedor y comprador queda completamente desplazada y el resultado es la imagen de unos verdaderos mercaderes de la muerte.

Sin embargo, los ataques especificos van dirigidos contra aquellas empresas espanolas que por la influencia que ejercfan en el gobierno, veian protegidos sus intereses con el ejercito espanol.

Despues de un sangriento combate por establecer hegemoma sobre el

Monte Uisar, Santa Marina irbnicamente comenta "Nuestra hazaha tuvo por premio...una barrica de vino manchego que nos mando la compama de Minas del Rif, propietaria del monte" (69). La Compahia

Espanola de Minas del Rif se habfa instalado cerca de Melilla en

1908. Entre los accionistas de la empresa se encontraban "una nomina de plutbcratas en la que se incluian algunos de los 100 grandes del capital industrial espanol" (Morales Lescano 79), 242 miembros del gobierno y de la alta aristocracia, incluyendo al conde de Romanones y hasta al mismo Alfonso XIII. La movilizacidn militar de 1909 que culminana en la catastrofe del Barranco del Lobo, antecesora de Annual, sucedid como consecuencia directa de los ataques que las harkas rifefias les habian propinado a los obreros que poni'an vi'as para el ferrocarril que estaba expresamente vinculado al transporte de mineral de hierro que era explotado por dicha organizacion y destinado al puerto de Melilla y de allf a Europa.

Otro elemento que se manifiesta repetidamente en el texto pertinente, es un ideal de empresa nacional que pueda justificar el derrame de sangre espanola. Para Santa Marina, la Legion no es mas que una version moderna de los Tercios de Carlos V, sobre cuyos hombros recae la recuperacion del Imperio, y cuyos sfmbolos adopta:

"..Y, sin embargo, el recuerdo de la Legion, del Tercio de la gloria, embriaga y parece que el aguila del nuestro estandarte, el Aguila del

Aguila de Mulberg, vuela en los cielos altos" (158).9

La tendencia a la mitificacion del pasado imperial10, se extenderia una vez iniciada la guerra civil a la sistematica apropiacion ideologies de toda la literatura del Siglo de Oro. En un articulo seminal, Kessel Schwartz explica como los criticos falangistas principales reunidos en torno al politizado A.B.C. sevillano, reinterpretan las obras principales de aquella epoca para establecer paralelos historicos y afinidades ideologicas entre la

Espana de los clasicos y el movimiento nacionalista. Entre los colaboradores mas asiduos del diario cuentan los intelectuales mas 243 consagrados de la Espana sublevada incluyendo a Jose Marta Peman,

Concha Espina y Pedro S&inz Rodriguez.

La intencion de estos escritores se hace evidente por su transparencia y premeditada repeticidn. Se trata de manipular los contenidos, el lenguaje, y las ideas de los textos canonicos de la literatura espanola para identificar un continuo cultural que justifique la vigencia de las ideas propugnadas por la Falange. De esta manera, Jose Marfa Salavem'a se apoderarfa de las dos figuras m&s universales de la literatura espanola para asegurar la validez de la causa nacionalista: "Don Quijote no hay duda que pondrfa su lanza al servicio de Franco, dispuesto como nunca a pelear contra los malandrines rojos, y don Juan, el espanolisrmo, el de la terrible espada, haria completamente igual" (Schwartz 209).

La efectividad retorica de esta apropiacion de la literatura espanola se debe a la cargada plenitud semantics que conllevan dichos referentes culturales. La imagen de don Quijote no solo evoca toda una serie de asociaciones relacionadas con un alto sentido de integridad personal y con un prototipo de las cualidades espanolas, sino que ademas se ofrece como sfmbolo de unidad nacional y de castellanismo. Del Don Juan de Tirso y no del de Zorrilla, se recoje la tradicion guerrera forjadora del Imperio que los fascistas buscan emular. Don Juan heroe ficcional, "who for honor, power, and glory helped the " (Schwartz 209) se convierte en la base psicologica para sostener con fundamentos culturales una postura 244 ideoldgica.

Sin embargo, los origenes de la recuperacion propagandistica y desficcionalizacion de la literatura aurea deben buscarse en Santa Marina y en la explotacion ideologica que Neva a cabo en Tras el aguila del C4sar . Su deuda con la generacion del 98 se hace patente en el intento de reconfigurar el perfil simbolico de personajes ficcionales y darles una dimension contemporanea por medio de una serie de reelecturas.

Santa Marina aporta el matiz propagandista que conducira a la mutacion ideologica que sufrir&n ambos personajes literarios y todos los canones literarios nacionales a partir de 1931. Su libro pretende integrarse tanto en la forma como en el contenido a la tradicion de la literatura imperial. La prosa afectada, plena de construcciones arcaicas en las que predominan aquellas "con parti'cula enclitica ('Entraronse1, 'incorporose') o la recurrencia de...e! ilativo y ('y con su largo guante...Y uno de los cuatro...Y volviendose a las tobilleras')" (Mainer 75), denota una clara intencion de sublimar lo narrado. La artificiosidad discursiva no se limita a peculiaridades sintacticas sino que ademas se extiende al empleo de un lexico culterano con numerosos latinismos y palabras rebuscadas.

Como ejemplo ilustrativo pueden citarse numerosas expresiones en latin que aparecen repetidamente insertadas en los dialogos que sotienen los personajes que aparecen en la obra, en su mayoria legionarios. Asi ante el cad&ver de un legionario que se 245 habfa batido valientemente durante una mision de rescate el narrador senalar& "Los moros le respetaron, albo corvo rarior, y solo llevaronse sus botas" (87).

En otra vineta, dos legionarios que entierran en una fosa comun a sus companeros de armas, intercambian impresiones mientras lanzan los cuerpos de estos asidos por la cabeza y por los pies

M(l)ban por el aire y caian en la fosa como Dios queri'a. Se oia el golpe de los cuerpos contra la arena. -jOtro que llego sin novedad...!-

Placide quiescas !" (53) Conjuntamente, se intercalan varios disticos en latin que sirven para resumir a manera de moraleja la leccion practica que el narrador pretende. Las afinidades de este estilo con textos medievales como El conde Lucanor refuerza la adaptacion de modelos tradicionales para llevar a cabo una exposicion ideologica moderna.

Otro aspecto formal que se enlaza con el estilo empleado por el escritor santanderino es la mezcla intermitente y amena de prosa y poesia a lo largo de la narracion. Con frecuencia los poemas presentados son prestamos de la literatura popular con una predileccion por los romances historicos de la Reconquista y de las campanas Carolingias. La sensacidn de un desplazamiento contextual se hace evidente ante las fluctuaciones en el hilo narrativo que combina indiscriminadamente situaciones cronologicas. El marco temporal africano se proyecta hacia una realidad preterita legendaria, que situa al Tercio en el saqueo de Roma y en las campanas de Flandes. El lector queda imbuido en un remolino11 246 hist6rico que ha sido manipulado por el narrador para incorporar a la guerra marroquf en los anales epico-mfticos del imperialismo hispano.

Uno de los poemas esta dedicado a Mill£n Astray y a lo que este representa para el legionario. Esta escrito en endecasilabos y el tono es altisonante y anacronico, perfectamente compatible con cualquier obra poetica del siglo XVI. Desde el primer verso, Santa Marina mitifica la figura del fundador de la Legi6n con tonos epicos: "Quien una vez le vio, ya no le olvida,/ estremecido como flexible arco/ al lanzar la saeta..." (103). El escritor ofrece toda una serie de imagenes tradicionales que pretenden emparentar a Millan Astray con los guerreros romanos, forjadores de la cultura latina y semidioses en su tiempo "bajo el chambergo, su noble corona;/ y aquel rostro viril, y el brazo alzado" (103). Tampoco se olvida de la tradicion imperial y de sus simbolos "Y de su albo guantalete ante el azul/era garra de un bianco gerifalte" (103). Esa misma garra, la garra hispanica, seria el primer simbolo de los fascistas espanolas, mucho antes de que lo fueran el yugo y las flechas cuya representacion tambien se detecta en el poema (la referenda a la

"saeta"). Las cualidades que encarna el jefe de la Legion son las caracteri'sticas espirituales que para Santa Marina necesitan los lideres espanoles para sacar al pais de su presente situacion. Los versos implican que Mill£n Astray no es un espanol cualquiera, es un heroe que merece el respeto y la atencion de la Peninsula. Si en

Notas marruecas el mismo personaje aparece empequenecido y 247 desmitificado, en Tras el aguila del Cesar su representation adquiere un matiz de glorificacion histories que lo enlaza con los

"heroes" nacionalistas (que ademas fueron compaheros suyos) de la guerra civil. Claro, que esa mitificacion de los heroes militares estarra reservada solo para aquellos "cafdos por la causa", una vez instaurado el franquismo. Los "muertos providenciales" del Regimen, entre a los que incluyo a Jose Antonio, quitarian la primacia heroica a hombres de "came y hueso" como Millan Astray (hasta su muerte en

1956). Las restantes composiciones en verso son sonetos apocrifos a la manera garcilasiana que reiteran la imagen del hombre renacentista, ducho en armas y letras, que en su di'a protagonizo la expansion imperial, y en una variada serie de epigrafes que apropiadamente matizan o resaltan idealizaciones de cualidades caballerescas y militares. El honor, el herofsmo, el sacrificio, la lealtad se manifiestan como atributos valorados por encima de cualquier concepto intelectual. Es curiosa la incorporacion de variantes rmtico-religiosas que se constatan en el empleo de dlversas referencias a textos sagrados relativamente exdticos como el Rig-Veda y el Zend-Avesta-Vendidad lo cual puede emparentarse con el interes que surgid en la Alemania nazi por algunas religiones esotericas y sus stmbolos (la esvastica, por ejemplo) .

Para Santa Marina, el conflicto marroquf adquiere un matiz de guerra santa donde el sacrificio individual y colectivo por la patria, y sobre todo por la Legion, implica una experiencia metaffsica. La cualidad de purificacion espiritual que el escritor busca atribuirle a la accion heroica, contrasta desproporcionadamente con la violencia gratuita y con la recreacion sado-masoquista en fa descripcion de escenas de mutilacion y muerte. Como ejemplo de esta tendencia sirve un eplsodio cortfsimo titulado, "La morilla burlada", en el cual una rifena de quince anos es descubierta con un fusil aun caliente tras la costosa entrada de los legionarios en Nador. Ante los restos de la masacre que allf acontecio, los hombres del Tercio, enfurecidos, desfilan delante de la joven marroquf y la atraviesan repetidamente con las bayonetas hasta no dejar mas que una masa amorfa. El hecho de que no la violaran implica como la violencia sexual directa queda desplazada por un ataque tambien sexualizado pero de mucha mayor violencia en forma de la fetichizacion de los golpes de bayoneta. De esta manera, la recreacion sadomasoquista que se detecta en la obra puede atribuirse a una variante cultural hispana inspirada en los ritos de la Iglesia Catolica surgidos en el siglo XVI. Para contrarrestar los avances del protestantismo y su empleo de lenguas vernaculas, la Espafia de la Contrarreforma recurrio a una nueva est£tica, la Barroca, en la cual se procuraba darle una viveza bio-cromatica (sangre, lagrimas, heridas, etc) a la obra de arte. Por medio de un lenguaje de imagenes y de la visualizacion violenta de los momentos mas tragicos del Nuevo Testamento, la Iglesia logra una unificacion de sus adeptos para purificarles de las influencias heterodoxas que atacaban a la Fe. La misma conquista de America fue Nevada a cabo por medio de una 249 gran violencia cuyo propbsito era la expurgacion de lo pagano. Es por medio del sacrificio individual, colectivo o del projimo que se llega a trascender los limites entre lo humano y lo sagrado. La violencia aproxima a lo sagrado ya que por medio de esta se llega a la muerte, puerta del mas alia.

La postura falangista hacia el catolicismo fluctuaria en los anos anteriores al Decreto de Unificacion (1937) y al subsiguiente protagonismo de la Iglesia en cuestiones seculares durante el franquismo. Desde el principio el caracter revolucionario-proletario y anti-conservador de algunos miembros de la Falange contrastaba con el de un sector igualmente decidido a incorporar al clero dentro de la plataforma programatica del partido. Ya desde la fusion de las Juntas Castellanas de Actuacibn Hispanica de Onesimo Redondo con el grupo de La Conquista del Estado de Ledesma Ramos, se habia manifestado una actitud discrepante en torno a la funcion que deberia asumir la Iglesia en el nuevo Estado. Redondo, antiguo propagandista de Accibn Catolica (grupo que abandono segun el, por la pasividad politica que predominaba en el partido), abogaba por una

"rebelion que devolviera a las esforzadas masas catolicas de las solidas provincias espanolas su predominio sobre los liberates extraviados" (Payne 13). Por su parte, Ledesma Ramos consideraba a la Iglesia como una aliada de las fuerzas estancadas y retrbgradas de la derecha tradicional y por lo tanto como un obstaculo para el desarrollo del Estado nacional-sin dicalista que deseaba. El 250 matrimonio de conveniencia entre los dos grupos fascistas que resultd en la fundacion de una nueva entidad politica, las Juntas de

Ofensiva Nacional Sindicalistas, no logro resolver estas divergencias.

Hasta que las JONS se unen a la Falange los fascistas espanoles no elaboran una politica clara hacia el clero. En el primer numero del efimero FE, Jose Antonio causarfa una gran polemics al declarar que en la nueva Espana no se tolerari'a la intromision de la

Iglesia en asuntos de gobierno. Algunos falangistas, incluyendo el marques de la Eliseda, gran financiador del partido, repudiaron el caracter laico de la organizacion fascists y regresaron a las filas monarquicas. Sin embargo, la jefatura de la Falange no habia renunciado al catolicismo. A pesar de la declaracion de Gil Robles en las Cortes de que la Falange no propugnaba ideales catolicos, Jose Antonio concebfa a la Iglesia y su doctrina como un componente mas de la esencia espanola. Asi explicaria "La interpretacion catolica de la vida es, en primer lugar la verdadera pero es ademas, histdricamente la espanola" (Payne 59). En su busqueda por definir el volkgeist espahol los ideologos de la Falange entendfan la fuerza aglutinante del catolicismo. Frente al comunismo ateo y el liberalismo protestante, ambos foraneos, Espana contaba con siglos de presencia catdlica. Para la Falange la Iglesia era una variante "intrahistorica" y su importancia estaba directamente vinculada a su papel definitorio de la identidad nacional.

En su obra Santa Marina ya se anticipa a esta vision 25 1 interpretativa del catolicismo como legado cultural representativo de la nacion espanola. Desde el primer momento el narrador establece una complicidad, a veces conflicativa, entre Dios y la

Legion. Se le invoca con frecuencia, bien sea para lamentarse de alguna penuria deparada a los hombres del Tercio: "

Sin embargo, la intromision intermitente de expresiones sueltas alusorias a la religion no es suficiente para justificar un intento consciente de manipulacion para exponer una ideologia. La intencion de Santa Marina es mucho mas sutil y compleja que la simple mencion de lo divino para implicar una asociacion con ello. Su objetivo primordial es la legitimizacion de sus ideales por medio de la apoderacion de lo sagrado. Asi presenta una serie de escenas alegoricas cuyo proposito es la sacralizacion de las tropas y por extension de la nacidn espanola. Cuando un legionario encargado de un plquete de fusiiamiento tiene que pasar por las armas a un amigo desertor, el narrador comenta: "Se habia puesto en pie, con los brazos abiertos, y ante el cielo sombrfo, parecia un Cristo sin cruz" 252

(51). De esta manera, la imagen del verdugo queda suavizada con el paralelo alegdrico que infiere el narrador. Aunque el lector al principio de la escena se plantee el extremismo de la accion tomada y la triste coincidencia social de la situacion, su atencion

rapidamente se enfoca en el simbolismo implicado. Con poco esfuerzo se llega a la conclusion de que el sacrificio de Cristo por los hombres tiene su correspondiente en la inmolacion del legionario por la patria. Para salvar a Espana el soldado ejecutor tiene que renunciar a todo, incluso a los lazos personales que puedan unirle a otro individuo. Los valores individuates deben de someterse a los intereses supremos del Estado y la pena por traicionar esa relacion es la muerte. Es interesante notar como el narrador juega con el instinto emocional del lector obligandole a sopesar la valia de cada escalafon en su escala de valores personales. Si a primera instancia se simpatiza con el prisionero que va a ser ejecutado y su condicion, este sentimiento queda desplazado por la accion honrosa de su ejecutor. De esta manera, los principios humanitarios y cristianos de amor al projimo quedan subordinados a los valores civicos y nacionalistas de amor patrio incondicional.

De hecho, el tono cristiano de la obra es una estrategia retorica construida para convencer al lector de la pureza espiritual de los legionarios. Claro estd que esa moralidad religiosa propuesta por el autor sufre serios interrogantes al constatarse su ausencia en el comportamiento cotidiano de los hombres del Tercio.

Paulatinamente, los preceptos de conducta moral y religiosa 253 expuestos en los Diez Mandamientos son violados sin retribucion ni arrepentimiento. Los legionarios roban, matan y fornican ... sin que les importe transgredir las leyes del Cristianismo. Lejos de retroceder ante tales contradicciones, Santa Marina se empena en sublimar toda representation del Tercio presentando una serie de metaforas que se aproximan al sacrilegio. De esta manera, compara la trayectoria de la Legion en su recuperacion del territorio perdido a la degradation sufrida por Cristo en los momentos antes de la crucifixion: "Por el via crucis que era el camino de Zeluan, ibamos al calvario de Monte Arruit" (74). A parte de la obvia sugerencia comparativa, se percibe una intencion mas profunda, de indole cultural y corte eminentemente orientalista. Al remontarse a un episodio biblico el autor intenta establecer una serie de asociaciones basadas en las coincidencias geograficas y situacionales entre la Palestina romana y el Marruecos espanol. Las conocidas imagenes exoticistas y primitivistas precipitadas ante cualquier mencion del espacio biblico quedan reforzadas por una serie de mitos maniqueistas estrechamente vinculados a las culturas cristianas meridionales. Para los lectores de la epoca, queda evidente que frente a la pureza, bondad, y virtud del Mesias cristiano existe la vileza, traicion e ignoracia del pueblo judfo. Asi la experiencia del Nuevo Testamento se reduce a una larga lista de

"buenos" y "malos" cuyas acciones estan condicionadas por su proximidad espiritual al Ser Supremo. Segun esta tradicion, Cristo era una especie de forastero dentro de su propio pueblo dado su 254 origen divino y su proselitismo. Sus sufrimientos estan relacionados con la terquedad de un pueblo reacio a "la verdad" evangelica y a la pasividad interesada del gobierno de la Roma

Imperial. En el juego metaforico que ofrece Santa Marina un grupo semftico, los judfos, es simplemente sustituido por otro, los moros, mientras que la contemplacion pasiva de los acontecimientos es asumida por el gobierno espanol a expensas del portador de las maximas cualidades espirituales que es el Tercio. Por lo tanto, el autor, logra escindir limpiamente al Yo, que como hemos visto en este caso es Jesucristo (y por extension, el cristianismo), del Otro, del mundo oriental, para reagrupar a ambos de una manera mucho mas comoda para el lector y efectiva para sus propositos ideoldgicos. El lector no sdlo queda dispuesto a perdonar cualquier exceso cometido por los legionarios sino que ademas se compadece de las vicisitudes y vejaciones que han sufrido. El Catolicismo, pasa pues a formar parte del repertorio de ideates que represents la

Legion. Y el rechazo de esta, implica la negacion de los principios religiosos del pafs.

Tras la victoria del 39, algunos escritores afines al regimen se encargarian de propugnar una "estetica catolica" barnizando toda produccion literaria con abundantes referencias religiosas y con un estilo sermonario. Curiosamente los portavoces principales de esta tendencia surgieron de aquellos intelectuales conservadores vinculados a la revista A rb o r quienes, como documents Mainer, abogaban por "un retorno a las esencias patrioticas y religiosas de 255

una linea politica y cultural que comenzaba en Menendez Pelayo"

(60). Digo curiosamente, puesto que la contrarreforma ideoldgica protagonizada por este grupo se oponfa a los sectores mas "puristas"

de la Falange y en concreto a los directores y contribuyentes de la revista E s c o ria l. La polemica entre las dos revistas queda

enmarcada precisamente en el ultra catolicismo artistico que

definia a aquellos escritores que algunos miembros de la revista

conservadora denominaban la generacion de 1948. Su oposicion

ideologica a la llamada generacion falangista de 1936 se define

sobre todo por el enfasis que el nuevo grupo de escritores, afiliados

en su mayorfa al Opus Dei, ponen al componente catolico en su vision del arte en el nuevo Estado. Asf en un artfculo publicado en 1947 en

A rbor se explicitaba el nuevo orden jerarquico asumido por los jovenes escritores:

Ante las ruinas de la modernidad, la generacion nueva ha comprendido claramente que solo el catolicismo puede vertebrar a Espana. Unicamente el desconocimiento de nuestra historia, que no es perdonable tras Menendez Pelayo, puede negar esta elemental verdad. (Mainer 61)

La alusion a don Marcelino, ya de por si indica una adhesion a

los valores tradicionalistas propios del conservadurismo espahol y

en teoria antagonicos al programa ideologico falangista. Lo cual es

indicio de la transfcrmacidn ideologica que estaba atravesando la

Falange por obra de los conservadores del regimen franquista.

Todo lo dicho no significa que no hubiese habido una fuerte

dosis de "catolicismo estetico" en otras publicaciones de indole 256 falangista como Vdrtice y, especialmente, Jerarqufa cuyo director era el exaltado cura navarro Fermin Yzurdiaga. Lo que se criticaba a estas dos publicaciones era precisamente la subordinacion de los ideales catolicos a consideraciones de tipo politico o de clase. Vertice pronto se convirtio en una evocacion nostalgica del pasado burgues y concretamente de la epoca finisecular, de ahf "las ruinas de la modernidad" que criticaba Arbor. Jerarqufa mantuvo un tono de catolicismo cultural mucho mas intenso aunque dilueido con elementos retoricos falangistas.

Curiosamente, Santa Marina ofrece una acoplacion de lo catolico y de lo nacionalista mucho mas armoniosa que la de la mayoria de los textos producidos despues de la guerra civil. Sus escritos posteriores a Tras el dguila del Cesar, se ajustarfan a la formula paradigmatica de su primera obra. De esta manera, tanto su biografia interpretativa Cisneros (1933) como su Retablo de la Reina

Isabel (1940) demostrarian la capacidad del escritor santaderino de fusionar el nacionalismo hispano con el catolicismo cultural. De hecho, cuenta Rafael Garcfa Serrano que despues de haber lefdo el libro sobre Cisneros, Julio Rufz de Alda salio en busca del autor convencido "que tenia que ser forzosamente de Falange" ( Prologo VI). La intencion sublimizante no se limita a los combatientes con vida sino que se extiende a aquellos que sacrificaron su existencia en defensa de unos ideales culturales propiamente hispanos. En Tras el ciguila del Cdsar la reverencia hacia la muerte que menciond al hablar sobre el libro de Franco, llega a su mdxima expresion y 257

adquiere un matiz rnftico pseudo-pagano. Cuando Santa Marina

describe escenas donde aparece la muerte, su representacidn se adscribe a varios modelos.12

Uno de ellos se caracteriza por su vulgaridad, es la muerte comun y corriente, despojadada de toda carga emotiva o simbolica.

Este tipo de muerte suele ser la del enemigo. As! durante las operaciones llevadas a cabo para recuperar el Monte Uis&n, moros y legionarios compiten por la posesion de una de las cumbres, y ante el exito de los hombres del Tercio el narrador explica: "Los moros subian por la otra vertiente y estaban a pocos metros, pero bajaron de cabeza, santiguados con descargas" (68). En este caso la descripcion rutinaria de la suerte de los marroquies queda neutralizada por la fuerza de la metcifora religiosa que se asocia con los aspectos mas evidentes del Orientalismo expuesto por el escritor. Al utilizar una consigna ritual de la liturgia catdlica se

implica una conversion simbolica al cristianismo por medio de la violencia, cuyos origenes se remontan a las primeras representaciones del Otro islamico. La confrontacion religiosa que define a los primeros contactos entre los orientalistas medievales europeos y el oriente musulman mantiene su vigencia en la mayoria de las narraciones occidentales posteriores, dentro de las cuales se situa el relato de Santa Marina. Said explica que ese estaticismo

ideologico-religioso responde a una de las caracterfsticas

principales del Orientalismo:

What I am describing, then, is something that will 258

caracterize Islamic orientalism until the present day: Its retrogressive position when compared with the other human sciences...its general methodological and idealogical backwardness, and its comparative insularity from developments both in the other humanities and in the real world of historical, economic, social and political circumstances. (261)

Es decir, que la postura ideologica europea hacia la cultura oriental sufre de un inmovilismo perpetuo basado en unas estructuras intelectuales erroneas que estan constantemente alimentadas por nuevos factores estereotipicos.

La representacion de la muerte de los musulmanes que ofrece

Santa Marina es identica en tono y vision a su correspondiente en el

Poema de Mio Cid. Si Rodrigo de Vivar raja por la mitad a los moros contra los que se enfrenta, los legionarios de Tras el aguila del

C esar "santiguan", "machetan" (27), "acuchillan" (27), "calan" (29) y

"cortan" (37) a sus contrincantes. En los nueve siglos que separan al juglar de Medinaceli del futuro falangista, no han evolucionado ni la mentalidad del artista hacia el "infiel" ni la representacion artfstica que proyecta esa mentalidad. Por lo tanto, se nota la misma falta de respeto ante la muerte de los guerreros musulmanes y sus creencias en ambas obras. De hecho, el libro de Santa Marina valida las observaciones de Said puesto que se detecta una predisposicion cada vez menos humanitaria en las descripciones, incluso llegando a una recreacion sadista en su reconstruccion.

Este placer en la muerte del enemigo puede apreciarse en el brevisimo episodio titulado "Karl Ciltcher dispara su ametralladora 259 discretamente" en el cual un legionario aleman mata de un tiro a un enemigo apostado detras de una piedra. Cuando los companeros del caido se lanzan contra el germano pensando que este s6lo cuenta con un fusil, se llevan una sorpresa mortal al comprobar que dispone de una ametralladora: "les dej6 llegar, y cuando ya se lo llevaban, descargoles un peine entero" (64). Tras una breve pausa el narrador afirma con un tono de satisfaccion "no quedd ni uno." En la malicia ironica del titulo y en el gusto del narrador en la descripcion del suceso, se percibe un matiz voyeuristico y sadico. Con frecuencia, estas escenas est&n narradas en tercera persona y con gran detalle, haciendo hincapie en sus aspectos mas humillantes.

Son frecuentes los ataques directos a la religion musulmana por medio de la humillacidn de sus practicantes. En un episodio titulado "Apreciaciones" un par de legionarios coleccionadores de cabezas enemigas se deshacen de ellas echandolas en un agujero cavado fuera del parapeto, mientras comentan: "Dicen que a los creyentes "incompletos" no les admite Mahoma en su paraiso ... Asi que estos ... - No te preocupes ... Las huries nos lo agradecer&n" (36).

De esta manera, se vale de dos elementos propios de la teologfa mahometana para saborear las implicaciones que tiene la muerte del enemigo. No se trata solo de acabar con la existencia de los moros en este mundo sino que adem&s se les imposibilita la entrada al mas alia. Por lo tanto, la destruccion fisica de los marroqufes no es suficiente, es preciso destruir tambi£n sus ideales y su cultura.

Ademas, al hacer referenda a las bellas doncellas que habitan en el 260 paraiso de Mahoma, se asume un control terreno de los cristianos sobre el alma de los musulmanes. Los legionarios llegan a presumir de gaianterfa, mostrando su accesibilidad a lo mas sagrado del profeta Notese que ni la validez doctrinal o siquiera intelectual de las creencias espirituales de los marroqufes se disputan. Tanto el lector como el narrador comparten el juicio de que el Islam es una aberracion religiosa, una herejfa.

Sin embargo, la narracion va mas alia que una simple afirmacion de lo cristiano sobre lo musulman. Se trata de ridiculizar y a la vez de castigar a los musulmanes por sus errores de eleccion religiosa y por la cultura que acompana a esta doctrina.

Said explica como los escritores occidentales han luchado contra la amenaza ideologica que representa la religion musulmana:

If the mind must suddenly deal with what it takes to be a radically new form of life... the response on the whole is conservative and defensive. Islam is judged to be a fraudulent new version of some previous experience, in this case Christianity. The thread is muted, familiar values impose themselves, and in the end the mind reduces the pressure upon it by accommodating things to itself either "original" or "repetitious". Islam thereafter is "handled". Its novelty brought under control and its suggestiveness are so that relatively nuanced discriminations are now made that would have been impossible had the raw novelty of Islam had been left unattended. (59)

De esta manera, en los textos orientalistas de Occidente se interpreta la religidn musulmana desde un prisma erroneo, sustituyendo elementos propios del cristianismo por versiones 261 islamicas. Mahoma se convierte en una figura equivalente a

Jesucristo, pues se ignora su funcion meramente profetica y adquiere asf la identidad de Mesfas musulmdn.

Santa Marina participa en esta yuxtaposicion teoldgica entre las dos religiones. Cuando el narrador describe la euforia de un grupo de legionarios ante la perspectiva del combate en Marruecos, explica: "Ni Mahoma escapo sin que le mentasemos la madre" (21).

El referirse a este en terminos despectivos implica no solo falta de respeto hacia lo que representa sino tambien la presuncion de que un ataque contra el profeta es comparable a una ofensa hacia Cristo.

Ademas, el empleo de la conjuncion copulativa de negacion “ni" deja entrever una intencion de agresion total donde ningun concepto sagrado queda excluido. La sugerencia es que no existe ningun reducto en el Oriente, por muy venerado que sea, cuya esencia merezca el respeto de los legionarios. De manera parecida, el narrador asigna categoria de maxima divinidad a Mahoma, lo que ya demuestra un desconocimiento tipicamente orientalista de la religion musulmana y, a la vez, implica desprecio o desinteres por corregir esa misma vision equivocada del Otro que predomina en

Occidente.

Con frecuencia las descripciones de la muerte de marroqufes carecen de toda explicacion racional y quedan reducidas a imagenes macabras construidas con un matiz ludico. Asf dos prisioneros pertenecientes a las cabilas proximas al Kert que se encuentran en el campamento de Dar Drius sufren los gritos e insultos de sus 262 captores, lo cual atrae la atencion de varios legionarios:

Form6se un corro, en cuyo centra los moros corrfan y chillaban, acosados a palos y a pedradas ... El azul frio de las navajas no tard6 en lucir: orejas, narices, dedos y quien sabe mas qu£ les cortaron... Poco despues aquellos tristes despojos ardian. (41-42)

El espectdculo que ofrece la ultima cita esta exento de cualquier causalidad logica. Los prisioneros no amenazaban a nadie. Su muerte es un asesinato colectivo causado por el odio mas primitivo. El metodo empleado muestra la fusion entre la diversion y la muerte gratuita. Las cualidades de armonia, unidad e inocencia infantil propias del circulo humano que protagoniza el episodio ceden a la bestialidad mas burda. Es como la muerte de un animal que no merece compasion sacrificado al derecho del hombre a imponer su voluntad sobre los seres inferiores.

Menos violenta pero igualmente despectiva es la muerte deparada a los traidores, a los cobardes y a otros seres indignos de morir como legionarios. Para el narrador la cobardia es simbolo de flaqueza espiritual y de debilidad racial, por lo tanto, ha de expurgarse. En el episodio "Asi murio un cobarde", se explica como durante un repliegue uno de los soldados "huyo, tirando fusil y correaje" (93). El narrador afiade con sarcasmo que "(era de los que siempre estan enfermos los dias de operacion..)" (93). Al explicar con par6ntesis el comportamiento habitual del soldado, el lector inmediatamente categoriza al infeliz dentro de unos parametros de inferioridad social que excusan su castigo Cuando otro legionario 263

"piadoso, le metio una bala por la espalda" su accion queda justificada no solo biologicamente en terminos evolutivos (el fuerte liquida al ddbil manteniendo asf las leyes naturales y la supervivencia de la especie, como una loba devora al cachorro debil), sino tambien morales y religiosos "Y no tuvo ante Dios, el crimen de contagiar el panico, causando la perdida de todos" (93). En los nueve puntos de Jose Antonio un apartado estipula que el valor es pieza fundamental en una "cruzada" para restaurar la patria a su grandeza, por lo tanto, los falangistas tem'an que "considerar la vida como milicia; disciplina y peligro" (Alvarez Puga 56) todo lo demas era inaceptable y tenfa que eliminarse.

Finalmente, esta la muerte idealizada y personificada. Para los legionarios el morir en el campo de batalla representa el reencuentro con el origen matriz. Asf la muerte adquiere unas caracterfsticas propias de una amante cuya atraccion invita al legionario a consumar la relacion. Si el querer vivir es sfmbolo de cobardfa, los hombres del Tercio prefieren caer seducidos por "el hada madrina de los valientes" (159). El acto de morir tiene una connotacion erotica puesto que el legionario lucha por poseerla antes de ser poseido. Todos los esfuerzos de los soldados se concentran en lograr una muerte digna que prolongue el goce sexual. De hecho, la cafda de un legionario en el campo de batalla constituye un sacrificio secular en el cual el individuo ofrece su vida por la comunidad nacional. Esta entrega de sangre tambien tiene una connotacion catolica puesto que el muerto adquiere una mitificacidn pseudo-divina al imitar a Cristo. Parte del desespero que sufre

Santa Marina se basa en la falta de reconocimiento que experimentan los hombres del Tercio por parte de la colectividad nacional: "Harto estoy de palabras vanas. Si los muertos traidoramente ni siquiera han sido sepultados, y los cautivos aun penan en cautividad; si los sacrificios, si las vidas de los hermanos caidos por la venganza justa nada cuentan" (160). Los falangistas adoptarian el culto legionario de la muerte al comenzar la guerra, solo que a diferencia de sus antecesores, en sus textos recurririan a una retorica mistico- religiosa evidente en las met&foras empleadas.

Anos despues de la contienda civil, Santa Marina sonreirfa ironicamente ante la sugerencia de que la "nueva Espana" habia creado un nuevo estilo literario innovador, viril e Imperial. 265

NOTAS

1 "Que acabo por constituirse en un modulo de virilidad y espanolia que el autor se resistid a abandonar" (Mainer, Falange 76).

2 Esa procedencia hidalga venida a menos serfa una caracteristica bastante frecuente entre los fascistas espanoles y los fascistas europeos en general: "This right-wing, national-revolutionary intelligentsia which was relegated to a less prestigious, obscure provincial existence, constituted a major resource for fascism. Fascism became the principal political force by means of which it claimed the social positions to which, because of its cultural education and formation, it felt entitled" (Suck 9).

3 Trapiello le clasifica de "vehemente y misantropo" (292), mientras que su amigo "a medias", Max Aub, aludiendo al vegetarianismo del escritor santanderino contaba que para Navidad mataba una coliflor.

4 Algo parecido, habi'a hecho el neurdlogo valenciano Jose Maria Albinana fundador a principios de los anos treinta del Partido Nacionalista Espanol, lejano precursor del fascismo espahol. Albinana habi'a formado un grupo de militantes, ex-miembros del Tercio muchos de ellos, que bajo el tftulo de "Legionarios de Espana", se enfrentaron a los izquierdistas cuando cayo la monarquia, hasta que el mismo organizador del partido fue confinado a las Hurdes.

5 En una entrevista otorgada al periodico madrileho Ahora, el jefe de la Falange afirma: "El fascismo es una actitud universal de vuelta hacia uno mismo" (Ellwood 45).

6 En varias ocasiones, Jose Antonio ataco directamente los nuevos cambios sociales trafdos por la Republica senalando que Espana peligraba " por la facilidad para el divorcio y para el aborto (i,No habeis oido gritar a las muchachas espaholas estos dias: 'IHijos, si; maridos, no!' " (Mainer, Falange 76)

7 En su "Carta a los militares de Espana", documento disenado para 266 prevenir al Ejercito contra el complot sovietico internacional, Jose Antonio hace alusion a la moralidad precaria de las jovenes obreras y amenazaba con que £stas "iban a ser entregadas por algunos de los mismos oficiales a quien se dirigfa la carta a las puras y delicadas atenciones de los moros y legionarios invasores" (Southworth, Antifalange 105).

8 Este aspecto coincide con uno de los conceptos que expone Said en su libro: "To look into orientalism for a lively sense of an oriental's human or even social reality is to look in vain" ( Orientalism 1 76).

9 El Aguila Imperial era el simbolo de la segunda Bandera de la Legion.

10 Ellwood explica el significado que tenia la idea imperial para los fascistas espanoles: "En primer lugar, el af£n de la Falange por recobrar la grandeza de Espana era de espiritu conservador y hasta retrogado; identifica 'la edad de oro' con el siglo XV, la 6poca de los Reyes Cat6licos...el imperialismo ('Espana o es Imperio o se deshace'); y el catolicismo (la religion espanola tradicional; se concebia al autentico falangista como, mitad monje, mitad soldado)" ( Prietas las fitas 38).

11 Hablando del uso eclectico del pasado que caracteriza al discurso nazi, Suck explica que esa manipulacion "not only dehistoricizes and destroys the past, but simultaneously eternalizes the present and thereby the fascist order" (58).

12 La jerarquizacion de la muerte seria utilizada ampliamente anos despues por ios escritores falangistas. Asi en Eugenio o la proclamacidn de la primavera, uno de los personajes le ofrece a Eugenio una lista detallada de los tipos de muerte posible entre las que se encuentran "Muerte de circunstancias...Muerte burguesa... Muerte de deber" (33), y la m£s deseada "Muerte de voluntad. Esta si es bella, camarada, por que la buscas tu y te la impones con voluntad...mueres en combate" (34). OBRAS CITADAS

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El problema principal que ha tenfdo el discurso fascista espanol y su manifestacion literaria ha sido la ambiguedad conceptual de las ideas que ha representado. Es muy dificil precisar que caracteristicas politico-filosoficas le definen a largo plazo.

Pensemos en las divergencias de postura hacia la Iglesia, hacia el capitalismo o hacia el conservadurismo que tuvieron las Juntas de

Accion Hispanica, el gru^o de la Conquista del Estado, las JONS, la

Falange, la Falange Espahola de las JONS y la era "Azul" del franquismo para llegar a la conclusion de que el fascismo espanol pocas veces compartio una unidad de criterio. Cuando ante las elecciones de 1933 Jose Antonio se reunio con la jefatura de la recien creada Falange para decidir si la candidatura del partido debfa presentarse con la derecha o con la izquierda, sus dudas no solo demostraban un estudio tactico de la situacion politica del momento sino que tambien implicaban una falta de solidez ideologica. Ast explicaria la posicion indeterminada de su partido: "F.E. no es un movimiento de derechas, ni es un movimiento de izquierdas, ni es un movimiento de centro... En la causa suprema de la libertad de Espana, estamos solos, y estamos a la misma distancia de Largo Caballero que de Gil Robles" (Ellwood 40). Y Gim6nez Caballero declararia en sus memorias que en la Conquista del Estado, el y todos sus

269 270

componentes (incluyendo a Ledesma Ramos) habfan sido socialistas. Es precisamente en este confusionismo ideolbgico donde se perciben

los motivos por los cuales el pensamiento fascista espanol se define

por su falta de claridad. Si se busca determinar que sistema de ideas caracteriza al fascismo espanol y, por extension, a su

literatura, es obligado preguntar en que momento cronologico y que

versibn polftica de ese fenbmeno se esta intentando clasificar. La

Falange de 1934 no es la Falange Tradicionalista de las JONS de 1938. Y los intelectuales falangistas "camisas viejas" en su

mayorfa no respondieron a los mismos principios ideologicos una vez

que se incorporaron a los comodos puestos ofrecidos por la "Nueva Espana".

Para compensar esa carencia de una base ideologica solida justificable por medio de un analisis empirico de sus preceptos, los

fascistas espanoles recurren a lo irracional, a lo inexplicable, es

decir a lo emocional. De ahi, surge una serie de elementos que, en mayor o menor medida, unen a los escritores de tendencia fascista o

pseudofascista cuyos precursores se han estudiado en este trabajo.

Estos ofrecen sobre todo ideas o, mas bien, temas, que reflejan una

estereotipacion de la realidad. Ofrecen repetidamente unas imagenes mito-ideologicas que representan un sistema de creencias y valores

que buscan trascender toda consideracion de caracter economico y

social. Esas imagenes representativas de la nacion, del pueblo, de harmom'a social y de unidad cultural son empleadas para formar una

identidad nacional. Todos expresan su angustia ante la situacion del 271 pais, primordialmente en su falta de direccibn pero tambien en sus problemas espirituales. La insatisfaccion que experimentan se desahoga en la manifestacion de un ardiente nacionalismo patriotero.

Los tres escritores coinciden en la necesidad de fomentar la unibn territorial y etnica de la Peninsula no porque exista un vinculo de sangre o geografico que la una, sino porque sus habitantes comparten la misma identidad cultural. Jose Antonio hablaria anos despues de "una unidad de destino comun en lo universal" capaz de forjar un nuevo rumbo de recuperacion imperial. Franco y Santa Marina se anticipan a la voluntad neo-imperialista que empapari'a las paginas de los textos falangistas en los anos treinta y cuarenta. Y los simbolos representantes de ese ardor expansionists, tenidos de fuerte contenido epico-historico con un matiz selectivo de la historia nacional, tambien serian adoptados anos despues por los ideologos de la Falange. En Gimenez Caballero ese mismo nacionalismo irracional se esconde bajo una capa critica mas regeneracionista pero igualmente encaminada a restituir al pais su pasada grandeza. Su talante critico le hace que se averguenze de lo que presencia y por lo tanto ataca a aquellas mismas instituciones a las que se unirfa diez anos despues con entusiasmo.

Notas Marruecas se anticipa al fascismo por su espfritu de descontento, por el trasfondo liberal de sus ideas y por su forma peculiar de ver el conflicto de Marruecos. El culto de la muerte y de la accion definen a Tras el aguila del Cesar y a Diario de una bandera porque son libros escritos por legionarios y como tal poseen la 272 misma retbrica altisonante, los mismos topoi comunes e idbntica mistificacion de la guerra. Todas ellas son caracteristicas estilfsticas y tematicas que tomarian prestadas a la Legion y adaptarian a sus necesidades politicas los falangistas. En cambio los separa el lenguaje culto y arcaizante, la experimentacibn estructural, la tecnica impresionista y la violencia gratuita del libro de Santa Marina. Todas las obras comparten con las variaciones ya comentadas una narrativa fragmentada que refleja el desarraigo politico y la crisis de identidad que experimentan estos escritores ante la situacion domestica y exterior de la Peninsula. Igualmente, las escisiones en los textos delatan la inquietud social que define a las clases medias espanolas de la epoca, las cuales se ven amenazadas por el empuje revolucionario del proletariado y por la presion ejercida por la alta burguesi'a industrial. La mezcla de escapismo de evocacion historica e incitacion a la accion representan una alternativa ofrecida por los escritores prefascistas para revitalizar a los sectores disconformes del pais. Con el planteamiento de lo que seria un nuevo estilo de expresibn estos escritores-soldados canalizan un sentimento de renovacion que desembocaria en un programa politico. Ya decia el fundador de la Falange que a los pueblos solo les mueven los poetas, y la Falange aspiraba a ser un "movimiento poetico." Y asi antes de que se movilizaran los fascistas espanoles ya se habfa empezado a concretar una actitud estetico-literaria evidente en los textos aqui estudiados. Esta anticipacion artfstica al programa politico es 273

I6gica si se considera que desde el principio los fundadores de la

Falange, Sanchez Mazas, Ros, Alfaro, Montes... eran segun Payne

"escritores de segunda fila, mas que verdaderos nacional sindicalistas" (43) y que Jos£ Antonio "parecio mas preocupado por

encontrar el tono m£s adecuado al organo de su partido (el semanario oficial del Movimiento, FE) que por los urgentes problemas de caracter practico" (43).

Las tres obras que comprenden este estudio representan

momentos diferentes en el desarrollo de un pensamiento prefascista.

De esta manera, Notas Marruecas refleja la confluencia del

regeneracionismo liberal y el conservadurismo patriotico, de ahi surgirfa un nuevo espiritu nacionalista de corte moderno adecuado al

nuevo siglo que entonces aun estaba en su infancia. La lucha por determinar la verdadera identidad espahola, al margen de la labor estetico-filosofica del grupo del 98, conduce a Gimenez Caballero a

llegar al borde de una optica netamente innovadora. En efecto, las soluciones que este busca no se encuentran en el panonama polftico que ofrecia el pais en aquellos momentos. Sin darse cuenta, lo que propone Gimenez Caballero es una alternativa nueva y revolucionaria que solucione los problemas de Espafia y la reincorpore a su lugar correspondiente dentro de la comunidad internacional.

El libro de Franco constituye un paso mas hacia el desarrollo de una ideologi'a prefascista, pero solo en su concepcion autoritaria, elitista y nacionalista. Sus precedentes inmediatos estan en los

libros escritos por militares profesionales carentes de un proposito 274 trasparente de crftica poli'tica. Para Franco el ejercito es sobre todo un instrumento necesario para destacar sus cualidades personales de mando y liderazgo. En general, sus hombres estan descritos como una masa amorfa subordinada a unos preceptos militares. Todas las acciones y sentimientos de los legionarios estan condicionados por la inspiracion y moral que pueda proporcionarles la Legion, Espana y la jerarqufa militar. La caracterizacion e individualismo de los hombres del Tercio son meros esbozos faltos de profundidad. El comportamiento de los legionarios es de una uniformidad simplista siempre apoyado en el paternalismo del autor. La descripcion de las acciones de los combatientes esta sobrecargada de adjetivos aduladores, introducidos, como variante efectista. El tono siempre es solemne, se idealiza la belleza engahosa de la guerra y se escatiman las escenas mas sangrientas. Todo lo cual descubre una intencion subterranea de promocion personal escondida tras una engahosa declaracion de apatfa politica. Es un libro tendencioso, incluso progagandfstico, sin otra intencion artfstica que su propia mitificacion. Sin embargo, hay en el unos valores propios de una ideologfa politica latente. El programa ideologico que expone, responde a consideraciones de corte autoritario. No cabe duda que en el fondo de ese autoritarismo hay una aspiracion a transplantar el orden, la jerarqufa, la obediencia y otras caracterfsticas propias de la organizacion militar al piano gubernamental.

El diario de Franco exhibe un nacionalismo a ultranza propio de 275 un militar que pertenece a un Estado que esta en plena decadencia, falto de moral y con sed de hazanas patrioticas. Para Franco, la guerra de Marruecos implica la supervivencia del Estado nacional. Ante estas consideraciones surge una actitud patriotera de retbrica facil con fuerte influencia emotiva del Romanticismo. A la vez, hay elementos que no pueden atribuirse ni al caracter del autor ni a su ardiente nacionalismo y que estan vinculados con la idealizacion de ciertas fases de comportamiento colectivo. Asi se percibe un interes por establecer un autarquismo al nivel mas elemental, fomentando la autosuficiencia como manera de asegurar la independencia y una actitud unificadora partidaria de una empresa nacional. De orientacion claramente fascista es la mitificacion de la accion y el culto que hace el autor del cuerpo masculino, sobre todo en relacidn a lo marcial. Ausentes de Diario de una bandera estan los residuos de ideologt'a liberal y de introspeccion critica presentes en la obra de Gimenez Caballero. En este sentido, el libro de Franco aporta una simbologia y un espfritu de sacrificio incondicional por la patria que le une con los aspectos mas estereotipicos de la literatura prefascista.

Por otra parte, Tras el aguila del C4sar reune casi todas las caracterfsticas de lo que seria el estilo falangista. Dentro de la linea de desarrollo ideologico prefascista antes aludida la obra de

Santa Marina ocupa el lugar mas avanzado. Publicado diez anos antes de la fundacion de la Falange, Tras el &guila del C£sar marca un precedente importantisimo en la formacion de una identidad 276 literaria hispano-fascista. No solo se emplean unas variantes estih'sticas y temdticas identicas a las de los escritores "Azules" de la posguerra sino que ademas la obra expresa una interpretacion de la realidad y un pastiche intertextual superiores a los textos escritos en el momento mas avanzado de la estetica falangista.

Las imagenes, los sfmbolos y el tono que aparecen en Tras el aguila del Cesar formaran la base cultural del discurso literario fascista en Espafia. Santa Marina ofrece una caracterizacion humana de la guerra y los acontecimientos que narra se unen a la consciencia colectiva e historica espanola. Elementos de la literature popular y culta del pais acompahan las acciones de los soldados y situan el conflicto marroquf dentro de un contexto de identidad con la comunidad nacional que va mucho mas alia del resumen de la jornada militar. Los personajes de Santa Marina piensan por si solos, estan dotados de una individualidad y de una independencia que trasciende el esquematismo impuesto por la vida militar. Por otra parte, esa autonomia aparece subordinada a los intereses colectivos de la

Legion y del Estado. Todas las escenas son graficas, realistas, no esconden la violencia de la guerra, la celebran.

La relacidn que tiene Franco con el Otro es minima. En algunos momentos tiende a cierto paternalismo, actitud que despues extenderfa al trato con el pueblo espanol, y recurre a los estereotipos mas elementales como cuando alude a la "psicologfa de los cabilenos "(Diario 191). Pero por lo general ignora la presencia 277 del Otro y se mantiene distante y ensimismado. Lo cual no debe extranarnos si consideramos que a pesar de haber pasado casi una decada en Marruecos nunca tuvo interes por aprender ni el idioma ni la cultura de sus enemigos. En cambio, su narracion si cuenta con un esfuerzo por sublimar al hombre europeo y concretamente al espanol. Para destacar las excelencias raciales de sus hombres, Franco recurre a un prototipo antitetico que encarna unas caracteristicas burdas y primitivas. Circunstancialmente ese Otro opositorio esta representado por los marroqui'es. Sin embargo, el entorno y el enemigo son meros recursos decorativos pues las descripciones del comandante muestran un profundo desinteres hacia la cultura que le rodea. Su ensimismamiento denota una apatia hacia el Otro mas que una actitud orientalista pero si se sustituyeran los nombres de algunas de las referencias que hace por las de otro contexto geografico, la narracion y su contenido no se alterarian en absoluto.

Creo que el Orientalismo que se detecta en la obra de Franco tiene mucho mas de hispanocentrismo y de egocentrismo que de una organizada manipulacion colectiva del Otro oriental.

En Tras el Aguila de Cesar los legionarios retratados odian al enemigo porque no es cristiano, porque no es europeo y porque para ellos es diferente e inferior. Estan dentro de una larga tradicion histdrica de estereotipos mutuos, rencillas y violencias. Cuando matan a un marroqui, los hombres del Tercio se desquitan de la rabia que sienten hacia el enemigo, hacia una cultura que ellos consideran primitiva y hacia la espina que Marruecos represents para la 278 realizacion de la afirmacion europea de Espana. Por lo tanto, hay una marcada division cultural, racial, religiosa y geografica. El Otro conserva los prejuicios y los estereotipos negativos construidos por el Yo. Siendo inferior, hay que subyugarle y en ese proceso de dominacion, todo vale, la humillacion, la mutilacion y la extincion.

Para Santa Marina el Oriente es exactamente lo que los orientalistas han escrito. Aqui no hay ni dialogo, ni curiosidad cultural, ni nada parecido solo rechazo del Otro y de lo que represents.

Por otra parte, Notas marruecas no es una narracion colonialists en el sentido tradicional. Gimenez Caballero no lucha contra las tribus del Magreb sino contra las fuerzas que enturbian la identidad espanola. Su viaje al Oriente es un intento por establecer un dialogo cultural entre el Yo y el Otro, para llegar a comprender cuales son las soluciones que se pueden aplicar a los problemas de

Espana. El afan de autoconocimiento le conduce a trascender temporalmente los confines culturales y psicologicos del Yo dejandole ver una nueva realidad donde confluyen harmoniosamente elementos que antes se oponian. Lo que hace el escritor es abrirse objetivamente al Oriente comparando, asociando y analizando las bases que le unen a Espana. Paradojicamente, en ese proceso de afianzamiento cultural descubre las vfas que le llevarfan al fascismo y al mismo rechazo del Otro que compartfan sus futuros colaboradores. Durante su contacto con la cultura oriental, abandona momentaneamente su concepto de europeidad y acepta lo africano como parte de la identidad espanola. Sin embargo, al cruzar la Ifnea 279 de demarcacidn entre lo que supom'a eran dos mundos diferentes dentro de un patron hegemonico, se atemoriza retrayendose de su apertura inicial e intentando europeizar a Marruecos, creyendo justificar que Marruecos no pertenece al Oriente.

Ante lo expuesto cabe resumir que los textos prefalangistas sobre la ultima guerra de Marruecos comparten una serie de caracteristicas que las definen como fenomeno autoctono.

Todos los escritores aquf estudiados utilizan un complejo conjunto de conceptos mitificados que enaltecen para asegurar la supervivencia de su ideologfa. Igualmente, la presencia del concepto llamado Orientalismo es valida en muchos aspectos y situaciones aunque no es tan evidente en lo que respecta a la premeditada creacion de una estructura intelectual europea ideologicamente sistematizada para subyugar culturas no europeas. En muchos casos, ese complejo entramado de ideas hegemonicas no es mas que optica perspectivista. Por otra parte, se advierte la presencia de un discurso distintivo que surge de una conceptualizacion a veces superflua y artificial, y otras empi'rica y profunda, relacionada con la experiencia europea en contextos desconocidos o poco familiares.

Es cierto que mientras mas proximo est6 un escritor a un conjunto de ideas prefascistas mayor es el desprecio que demuestra hacia el

Otro y, por lo tanto, mas evidente es su percepcion orientalista.

Tambien es verdad que pese a su situacion geografica, Marruecos, pertenece por cultura, religidn, e historia al mundo orientalista que 280 define Said. Igualmente, la experiencia espanola en el Norte de

Africa, en terminos generates, se adhiere en su manifestacion textual a la vision de otros paises europeos. Por otra parte, la proximidad geografica, la larguisima tradicion de contactos historicos, la personalidad expansionista, y el car£cter anticolonialista de muchos de los textos espanoles que surgen de estas relaciones, se oponen a las paradojicas generalizaciones que establece el critico palestino-americano. Tampoco creo indisputables las ideas de Kushigian con respecto a la existencia de un Orientalismo propiamente hispano, benevolo, abierto al dialogo con el Otro para llegar a una mejor comprension del Yo. Me parece que en ciertos casos si se da cierta apertura hacia el Otro (Gimenez

Caballero, por ejemplo) pero esa tendencia no es ni mucho menos general dentro de las obras estudiadas. En fin, el criterio que aplican los dos cri'ticos mencionados sufre por las mismas generalizaciones que critican.

Los motivos por los cuales surge una literatura prefascista tienen que explicarse en terminos socio-culturales. Refiriendose a la literatura falangista que surgiria a partir de 1937, Trapiello destaca que "el lenguaje tendio a cierto clasicismo, y las ideas se tineron de neoplatonismo" (204). En Tras el dguila del Cdsar hay antecedentes de lo que seria la retorica oficial de la Espana del regimen en versos como:

La realidad encontraras en ellas 28 1

sublimada, sin la dura cadena que une los actos de los hombres, llena de ilusion, como un viaje a las estrellas. (151)

Santa Marina titula "Noche oscura del alma" un episodio en el que para desconcierto del lector los desesperados gritos del narrador por una senal de presencia divina que sirva de consuelo espiritual queda truncada por un superficial juego metaforico "y vi todo el campo lleno de lucecitas que se movian (los moros buscaban sus cai'dos) y pareciome como si todas las estrellas hubieren bajado hasta nosotros y jugaran a juegos de ninos" (88). La intencidn de estas intromisiones de un elemento espiritual parece implicar una crisis del sistema de valores civiles y religiosos propia de la irracionalidad moderna que se intensifica ante la realidad de una guerra. Al hacerse indistinguible la linea divisoria entre lo sagrado y lo profano se pierde el concepto de lo que representan la civilizacion y la existencia.

Como solucion a la planteada problematica, existen dos salidas: o la condena total de todo el aparato socio-economico que provoca tales conflictos o la sublimacion y justificacion ideologica de los mismos o de algunos de sus aspectos. Los escritores sociales de los anos treinta, Diaz Fernandez, Sender, y Barea responden a esta situacion por medio de la ficcionalizacion antiheroica y la denuncia humana de la guerra marroqui. Detras de la critica social que estos hacen hay un optimismo racional que aspira a solucionar los problemas de la sociedad por medio de unos postulados teorico- politicos. Los narradores prefalangistas reaccionan de una manera 282 opuesta seleccionando aquellos aspectos presentes en la cultura que aseguren la identidad y la supervivencia psicoldgica y moral de una ideologfa. Patricia Fouquet alude a este fendmeno senalando que

"Most fascist movements had strong religious and mystical overtones; where they were not involved with an already established national religion, fascist parties usually raised a nation's history or leaders, or both, to the status of a religion" (59).

Esta linea de escritura esta vinculada con un esfuerzo por

"estetizar" la vida politica que segun Benjamin responde a una situacion propia de la modernidad donde "self-alienation has reached such degree that it can experience its own destruction as an aesthetic pleasure of first order. This is the situation of politics which Fascism is rendering aesthetic, Communism responds by politicising art" (244). En ese sentido, ya hemos visto como el realismo social de izquierdas tiende a utilizar el tremendismo como medio de sublimar la realidad extremadamente fetichizada del capitalismo de entre guerras para justificar soluciones basadas en el racionalismo. Mientras que los fascistas se aprovechan de la irracionalidad de la modernidad para ofrecer una alternativa estetica que la destruya. Asi, las atrocidades de la guerra representan el altar donde el Yo se sacrifica para llegar a la unidad mistica con el Dios secular que es la comunidad nacional. 283

En definitiva, la complejidad de todos los motivos analizados en este estudio gira en torno a la busqueda de una unidad retorica coherente que articule un discurso ideologico. Lo cual con el tiempo tendria como objetivo primordial un resultado practico; la toma del poder. BIBLIOGRAFIA

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