Los Debates Partidarios Sobre La Representación Y La Participación Y Los Aportes a La Liberación Del Batllismo
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UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES DEPARTAMENTO DE CIENCIA POLÍTICA Tesis Maestría en Ciencia Política Los debates partidarios sobre la representación y la participación y los aportes a la liberación del batllismo. Eduardo Alonso 2013 •• O•• •• INDICE •• Resumen ejecutivo 3 •• Introducción 4 •• Hoja de ruta de los debates sobre la Representación, la Participación y la •• Deliberación en el Uruguay. 9 • Metodología propuesta. 17 • Justificación y pertinencia de la investigación de la tesis. 20 • Capitulo I. Dimensión Representativa ••• 1. Los caminos de la representación política y sus antecedentes. 24 •• 1.1. La representación entre los acuerdos y la competencia disputativa. 26 •• 1.2. Coparticipación y Gobierno de partido. 30 •• 1.3. La importancia de la representación proporcional. 49 ••• 1.4. ¿Representación nacional o representación local? La cuestión de la •• autonomía. 59 ti Capítulo n. Dimensión Participativa. •• • ti 2.- La participación de las masas en la gestación de la democracia. 75 •• 2.1. Entre la aristocracia y el principío de las mayorias en la organización de ti los partidos. 78 •• 2.3. La experiencia del Partido Colorado Batllista a la participación política. ti•• 87 •• Capitulo IIl. Dimensión Deliberativa. •• 3.- Fundamentos de la deliberación y la experiencia del batllismo. 99 •• 3.1. De la teoría a la acción. La deliberación desde la institucionalidad y la 41 acción política. 109 •• 3.2.- Estatutos del Partido Colorado Batllista. 112 •• Conclusiones. 118 • • I •• •• 2 •• •• • • • • • Resumen ejecutivo • Los partidos políticos han sido blancos de constantes críticas a lo largo de la • historia moderna, pero Uruguay tempranamente los ha colocado en el centro del sistema • que con singular estilo produjeron la incorporación de las masas al debate político . • Esta investigación apunta a detectar los aspectos distintivos de dichos partidos • que produjeron semejante fenómeno cultural, hoy reconocido por el conjunto de la • academia y verificado en todas las mediciones comparadas. Las primeras hipótesis • presumen que el impulso dado por los propios partidos conformó una sólida pirámide • democrática a través de sucesivos debates sobre la representación política, la • participación y la deliberación masiva y pública asignándoles a las corporaciones • partidarias roles que no se reconocen con facilidad en otros recorridos históricos de la • región. Al tradicional rol de la selección del personal político a través de competencias '. disputativas, se le agregó el de constituir los programas de gobierno mediante la • participación y la deliberación masiva dentro de los partidos. Ello no sería el producto de • una contingencia arbitraria, sino del firme propósito de una generación conciente para producirlos que argumentó e incorporó el marco de tradiciones y simultáneamente ! • propuestas futuras para el diseño institucional finalmente implementado. Desde los • debates sobre la coparticipación y el gobierno de partido, la representación proporcional • y el principio mayoritario, la política nacional, el autonomismo territorial, dentro de • tensiones entre el acuerdismo y la competencia disputativa, se encuentra el marco para • establecer el grado de incidencia de las organizaciones internas de los partidos y sus • impactos en las políticas públicas, que junto al colegiado, la reforma electoral y la • reforma constitucional consolida la ingeniería institucional, constituyendo los pilares de • una "coyuntura crítica" que se extiende entre 1900 y 1930. • • • • • 3 • • --J • • • • • • • Introducción • Entre fines del siglo XIX y principios del XX se encuentra uno de los períodos • más ricos en cuanto a la producción institucional del país y en el que se reconocen gran • parte de los argumentos que explican las soluciones políticas del Uruguay • contemporáneo. Las razones y la fijación de posiciones de los diferentes actores políticos • de la época, constituirían sin demasiadas controversias, lo que se define como una • 1 "coyuntura crítica" por Hall y Taylor (1996 ), no solo en la institucionalidad nacional a • través de la reforma constitucional de 1918, sino fundamentalmente en las identidades • partidarias que desde 1898 y hasta la década del veinte conformaron las primeras • instituciones legitimadas por procesos electorales internos amplios y transparentes. Es • decir, las identidades políticas se constituyen a partir de allí, de tal forma, que luego se • conservarán a lo largo del tiempo y su modificación tendrá que disponer de muy buenas • razones externas o internas, provocando lo que en el marco analítico de las corrientes • institucionalistas históricas se define como efecto inercial o con la expresión en inglés • path dependence, a partir de las condiciones centrales establecidas en aquellas • "coyunturas críticas". • Las posiciones nacionalistas junto a los elencos doctorales decimonónicos •• reconocidos dentro del efimero Partido Constitucional, fueron proclives a la resolución de •• los asuntos públicos a través de grandes consensos que deberían condensarse en políticas • nacionales, superado ras de posiciones partidarias en la gestión gubernamental. Estas • enfrentaban a las visiones coloradas, que se identificaban en el reconocimiento del ca• I Hall, Peter A., y TayJar, Rosemary C. A., UPolitical Science and the three New Institutionalisms", 1996, en Political Studies 1996, XLIV, 936-957, ca• (http://chenry. webhosl.ulexas.edulcorelCourse%20Malerial s1Hall%26TaylorPoISluds/9705162186.pdf) ca•• 4 •• ••• • • • • conflicto o los disensos en la sociedad y por lo tanto exigían mayor legitimidad a la • presencia de los partidos en tanto representantes de sensibilidades específicas, como • impulsores de politicas definidas que se imponían en el juego democrático sobre otras • que respondían a sensibilidades diferentes. Resumidas en las expresiones "gobierno de • partido" y "coparticipación" (interpretada esta última como politica nacional), nuestros • elencos politicos decimonónicos reproducían a nivel local, lo que en teoría democrática • Giovanni Sartori (1976) describía del siguiente modo: "Es posible que primero haya de • existir la comunidad politica, quizá la unificación deba preceder a la "partición" de • partidos, y quizá sea ésta la condición que hace que los partidos sean una subdivisión • compatible con la unidad, y no una división que la perturba. Esto se ve apoyado por la • experiencia de casi todas las sociedades en desarrollo que se empeñan en construir una • identidad nacional y una integración, que han recurrido rápidamente al partido único o al • gobierno militar, y en ambos casos han prohibido el disenso organizado, esto es, la • oposición" 2. Sin embargo, el debate local no se redujo a reproducir distintas etapas de un • proceso de consolidación política, sino que vendría también a determinar diferentes roles • para los partidos. La propia concepción de la politica nacional, coloca a los partidos en un • rol central seleccionando a las mejores versiones de las élites dirigentes, muy natural en • las definiciones más minimalistas de la democracia como las expresadas por los autores • del realismo politico y de la democracia procedimental, pero reduce sus compromisos • programáticos. A la inversa, las posiciones afines a los gobiernos de partido, ponen el • foco en los aspectos programáticos de los mismos, lo que requiere partidos más orgánicos • y organizados con capacidad para elaborar reflexión de gobiernos futuros y plasmarlos en • programas partidarios que comprometan su acción. En cierta medida, los antecedentes • decimonónicos colocarían las piedras fundamentales del nacionalismo y el coloradismo, • quienes presentarían diferentes paradigmas de sociedad y se constituirían en una • expresión genuina de los valores esenciales del sector de la sociedad a la que • representaban. Los primeros más permeados por la cultura rural o del Uruguay profundo • y los segundos de raigambre urbana (aunque nunca en formas químicamente puras) • encarnarán en sus postulados las demandas y preocupaciones de unos y otros. La síntesis • 2 Giovanni Sartorio "Partidos y sistemas de partidos. Marco para un análisis", Alianza Editorial, segunda • edición ampliada, primera reimpresión, 2008, Madrid, España, página 49 • 5 • • • = • • • de sus debates y las instituciones resultantes son en definitiva, la expresión incorporada • (ya dentro de la unidad nacional) de las grandes masas que componen el tejido social y • político del conjunto de los uruguayos representados en los partidos Blanco y Colorado, • consolidando una democracia de partidos. • Estos debates se pueden sistematizar en función de los temas que ocupan la • agenda política, pero seguramente pueden arrojar más luz al ordenarse por las • dimensiones políticas tradicionales, a saber: la representación, la participación y la • deliberación. Estas dimensiones parecen encontrar un marco teórico mayormente • ajustado a los procesos que la academia suele reconocer en la política. La lógica es que la • política, desde su versión clásica en adelante es un espacio en donde se tratan los asuntos • comunes a todos. Benjamin Constant (1820) nos enseña que desde la revolución francesa, • en que se instaura la idea de una democracia moderna en oposición a una antigua, la • acción de los ciudadanos no puede ejercerse directamente por razones físicas ytampoco • por razones motivacionales, lo que instaura el desarrollo de diferentes formas de la • representación de unos pocos en nombre de todos]. A partir de allí, el problema de la • representación