Apocalipsis – Stephen King
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Stephen King Comentario [LT1]: Apocalipsis Libro 1 Título original: The Stand Para Tabby, este oscuro cofre de maravillas Stephen King Apocalipsis (parte 1) AGRADECIMIENTOS Debemos dar las gracias por el permiso para incluir los siguientes materiales sujetos a derechos de autor: Back in the U.S.A. por Chuck Berry © 1959 por ARC Music Corporation. Reimpreso con autorización. Don't Fear The Reaper, por Donald Roeser. Copyright por B. O. Cult Songs, Inc. Reimpreso con autorización. Stand by Me, por Ben E. King, Copyright ©1961 por Progressive Music Publishing Co., Inc., Trio Music, Inc., y A.D.T. Enterprises, Inc. Controlados todos los derechos por Unichapell Music, Inc. (Belinda Music, editor). Asegurados los derechos de autor internacionales. Reservados todos los derechos. Empleados con autorización. In the garden, por C. Austin Miltres. Copyright 1912, Hall–Mack Co., renovado en 1940, The Rodeheaver Co., propietario. Reservados todos los derechos. Empleado con autorización. The Sandman, por Dewey Bunnell. Copyright © 1971 por Warner Bros. Music Limited. Todos los derechos para el Hemisferio Occidental controlados por la Warner Bros. Music Corp. Reservados todos los derechos. Empleado con autorización. Jungle Land, por Bruce Springsteen. Copyright © 1975, por Bruce Springsteen, Laurel Canyon Music. Empleado con autorización. American Time, por Paul Simon. Copyright © 1973 por Paul Simon. Empleado con autorización. Letra de Shelter from the Storm, por Bob Dylan. Copyright © 1974 por Ram's Horn Music. Todos los derechos reservados. Empleado con permiso. Letra de Boogie Fever, por Kenny St. Lewis y Freddie Perren. Copyright © 1975 por Perren Vibes Music Co. Todos los derechos reservados. Empleado con autorización. Keep on the Sunny Side, por A. P. Carter, copyright © 1924. Peer International Corporation, BMI. Todos los personajes de este libro son de ficción, y cualquier parecido con personas, vivas o muertas, es simple coincidencia. Página 2 de 350 Stephen King Apocalipsis (parte 1) Apocalipsis es una obra de ficción, como su tema deja perfectamente claro. Muchos de los acontecimientos suceden en lugares auténticos, como Ogunquit, Maine; Las Vegas, Nevada y Boulder, Colorado. Me he tomado la libertad de cambiar esos lugares hasta el grado que más se adecuaba para el curso de mi ficción. Confío en que los lectores que vivan en esas y en otras localizaciones auténticas que se mencionan en esta novela, no se vean alterados por mi «monstruosa impertinencia», para citar a Dorothy Sayeres, que consintió libremente en el mismo tipo de cosas. Otros lugares, como Arnette, Texas, y Shoyo, Arkansas, son tan ficticios como la propia trama. Debo dar gracias especiales a Russell Dorr (P. A.) y al doctor Richard Herman, ambos del «Brigton Family Medical Center», que respondieron a mis preguntas acerca de la naturaleza de la gripe, y su forma peculiar de sufrir mutaciones más o menos cada dos años, y a Susan Artz Manning of Castine, que corrigió las pruebas del manuscrito original. Manifiesto también mi agradecimiento a Bill Thompson y Betty Prashker, que han hecho que este libro aparezca de la mejor manera posible. S. K. Página 3 de 350 Stephen King Apocalipsis (parte 1) UN PROLOGO EN DOS PARTES PRIMERA PARTE PARA LEER ANTES DE LA COMPRA Hay un par de cosas que necesita saber en seguida acerca de esta versión de Apocalipsis, y que debe conocerlos sin haber salido aún de la librería. Por esta razón confío en haberle atrapado lo más pronto posible. Espero que de pie ante la sección K de los nuevos títulos de ficción, con sus otras compras debajo del brazo y el libro abierto ante usted. En otras palabras, espero haberle atrapado mientras su cartera se encuentra todavía segura en su bolsillo. ¿Preparados? Estupendo. Gracias. Prometo ser breve. En primer lugar, ésta no es una nueva novela. Si usted tiene alguna confusión a este respecto, no deje de expresarla aquí y ahora mismo, mientras aún se encuentra a una distancia prudente de la caja registradora donde le sacarán el dinero de su bolsillo y lo meterán en el mío. Apocalipsis∗ se publicó originalmente hace ya más de diez años. En segundo lugar, ésta no es una versión de trinca, nueva y diferente de La danza de la muerte. No descubrirá a los viejos personajes comportándose de una forma distinta, ni tampoco el curso de la acción se ramificará en algún punto de la antigua ficción, llevándole, Lector Constante, en una dirección inédita. Esta versión de La danza de la muerte es una ampliación de la novela original. Como ya he dicho, no encontrará a los viejos personajes actuando de manera nueva y extraña, pero sí descubrirá que casi todos los personajes, aunque en la misma forma del libro original, hacen más cosas y, si no creyese que algunas de esas cosas eran interesantes, tal vez incluso más ilustradoras, nunca hubiera estado de acuerdo en este proyecto. Si no desea esto, no adquiera este libro. Y, si ya lo ha hecho, confío en que conserve el comprobante de la compra. La librería donde hace usted habitualmente sus adquisiciones se lo pedirá antes de cancelarle lo cargado en su tarjeta de crédito o devolverle el dinero en efectivo. Pero si esta ampliación es algo que en realidad le atrae, le invito a seguir conmigo adelante un poco más. Tengo montones de cosas que contarle y creo que hablaríamos mejor al doblar la esquina. En la oscuridad. ∗ Esta obra se titula en inglés The Stand y Plaza & Janés la publicó previamente con el titulo de La danza de la muerte. Esta nueva edición sin supresiones, titulada asimismo The Stand, Plaza & Janés la publica ahora con el título de Apocalipsis a causa de las modificaciones que ha experimentado esta novela. (Nota del editor.) Página 4 de 350 Stephen King Apocalipsis (parte 1) SEGUNDA PARTE PARA LEER DESPUÉS DE COMPRAR EL LIBRO Esto ya no es un prólogo, en realidad es una explicación de por qué mi nueva versión de La danza de la muerte ha llegado a existir. Para empezar, es una novela muy larga, y esta versión ampliada será considerada por algunos, quizá por muchos, como una presunción de indulgencia por parte de un autor cuyas obras han tenido el éxito suficiente como para permitírselo. Confío en que no sea así, pero no he sido tan estúpido como para no darme cuenta de que ese tipo de crítica resulta posible. A fin de cuentas, muchos críticos de la novela la consideraron, para empezar, muy hinchada y más larga de la cuenta. Si el libro era, ya de por sí, demasiado largo, o se ha vuelto así en esta edición, esto es un asunto que dejo al criterio individual del lector. Sólo deseo aprovechar este pequeño espacio para decir que estoy editando Apocalipsis como si fuese escrita por primera vez, no para servirme a mí mismo o a cualquier lector en particular, sino para atender a un conjunto de lectores que me han pedido que lo haga. No lo habría ofrecido si yo mismo no hubiese pensado que las porciones que fueron quitadas del manuscrito original hacen la historia más rica, y sería un embustero si no admitiese que siento curiosidad por ver cómo se recibirá todo esto. Le ahorraré el relato de cómo se escribió Apocalipsis. La cadena de pensamientos que produce una novela rara vez interesa a nadie más que a los aspirantes a novelistas. Tienden a creer que existe una «fórmula secreta» para escribir una novela de éxito comercial; pero en realidad eso no existe. Tienes una idea. En un momento dado te llega otra idea. Realizas una conexión de una serie de ideas entre sí; unos cuantos personajes (por lo general, poco más que sombras al principio) se sugieren a sí mismos; la mente del escritor imagina un posible final (aunque cuando llega ese final, casi nunca se parece mucho a lo que había imaginado el escritor); y, en un punto dado, se sienta con pluma y papel, una máquina de escribir o un procesador de textos. Cuando preguntan: « ¿Cómo escribe?» invariablemente respondo: «Una palabra cada vez.» Y la respuesta es siempre rechazada. Pero así son las cosas. Parece demasiado sencillo para ser verdad; pero considere, por favor, la Gran Muralla china: una piedra cada vez, hombre... Eso es todo. Piedra a piedra. Pero he leído que se puede ver esa cosa desde el espacio sin ayuda de un telescopio. Para los lectores que están interesados, la historia se cuenta en el último capítulo de Apocalipsis, una tortuosa pero fácil visión general del género de horror que publiqué en 1981. Esto no es hacer propaganda de ese libro; sólo estoy diciendo que el relato está allí si lo desea, aunque se cuenta no sólo porque es interesante en sí mismo, sino porque ilustra un punto de vista diferente por completo. Lo que sí resulta importante para los propósitos del libro actual, es que, en el bosquejo final, se borraron más de cuatrocientas páginas del manuscrito. La razón no fue de tipo editorial; de haber sido ése el caso, me hubiera contentado con que el libro viviese su vida y muriese, llegado el momento, tal y como se editó originalmente. Las supresiones se realizaron por mandato del departamento financiero. Realizaron el correspondiente escandallo de los costes de producción, lo depositaron al lado de las ventas de tapa dura de mis cuatro libros anteriores, y decidieron que un precio fuerte de 12,95 dólares era todo lo más que el mercado podría soportar (¡comparen ese precio con el de ahora, mis amigos y vecinos!). Se me preguntó si accedería a realizar los cortes, o si Página 5 de 350 Stephen King Apocalipsis (parte 1) prefería que los hiciese alguien del departamento editorial. Aunque con desgana, convine en hacer la cirugía yo mismo.