Quick viewing(Text Mode)

Redalyc.Experiencia Estética De La Naturaleza Y Concepción De

Redalyc.Experiencia Estética De La Naturaleza Y Concepción De

Hallazgos ISSN: 1794-3841 [email protected] Universidad Santo Tomás

Molano Vega, Mario Alejandro Experiencia estética de la naturaleza y concepción de progreso en la Comisión Corográfica Hallazgos, vol. 12, núm. 23, 2015, pp. 73-89 Universidad Santo Tomás , Colombia

Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=413838649004

Cómo citar el artículo Número completo Sistema de Información Científica Más información del artículo Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Página de la revista en redalyc.org Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto Experiencia estética de la naturaleza y concepción de progreso en la Comisión Corográfica*

Mario Alejandro Molano Vega**

Resumen

Recibido: 28 de julio de 2014 El artículo de reflexión plantea la exploración de dos temáticas Evaluado: 9 de septiembre de 2014 que se entrelazan en la modernidad cultural y artística: la expe- Aceptado: 22 de octubre de 2014 riencia estética de la naturaleza y la comprensión de la temporali- dad en términos de progreso. En la historia cultural de Colombia este entrelazamiento resulta evidente en el caso de estudio de la Comisión Corográfica. Este ha sido considerado el proyecto cien- tífico y cultural más ambicioso del sigloxix . Fue concebido dentro de un espíritu de reformismo liberal y agrupó intelectuales, cien- tíficos y artistas de gran importancia, como Manuel Acízar, Agus- tín Codazzi y Carmelo Fernández, entre otros. Para analizar las temáticas planteadas se empleará la perspectiva de investigación formulada por Hans-Robert Jauss en términos de una historia de las formas de experiencia estética. Esta perspectiva permite preguntarse por el surgimiento histórico de diversas formas de la praxis artís- tica y de la apreciación estética del mundo; adicionalmente, per- mite plantear la relación que existe en cada caso entre las formas de experiencia estética y los procesos políticos de la modernidad. El artículo se detiene particularmente en las figuras de Alexander von Humboldt y Agustín Codazzi para analizar la concepción de la naturaleza y del progreso en la cual se apoyan y que determinó en buena medida la perspectiva de la Comisión Corográfica.

Palabras clave: historia de Colombia, estética de la recepción, historia intelectual, Alexander von Humboldt, Agustín Codazzi.

* Artículo de reflexión producto del proyecto de investigación Arte, estética y política: Colombia siglo XIX, auspiciado por la Dirección de Investigación, Creatividad e Innovación de la Universidad Jorge Tadeo Lozano, vigencia 364-07-10. Cómo citar este artículo: Molano Vega, A. (2014). Experiencia estética de la naturaleza y concepción de progreso en la Comisión Corográfica. Hallazgos, 12 (23), 73-89. (doi:10.15332/s1794-3841.2015.0023.004) ** Profesional en Estudios Literarios, magíster y candidato a doctor en Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia. Actualmente es docente asociado de la maestría en Estética e Historia del Arte de la Universidad Jorge Tadeo Lozano (Colombia). Correo electrónico: mario.molano@utadeo. edu.co

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 73-89 73 Experiencia estética de la naturaleza y concepción de progreso en la Comisión Corográfica

Aesthetic experience of nature and concept of progress in the Comisión Corográfica

Abstract

This paper explores two intertwined subjects in the cultural and Received: July 28, 2014 artistic modernity: the aesthetic experience of nature and the Evaluated: September 9, 2014 understanding of temporality in terms of progress. We can find Accepted: October 22, 2014 these subjects in the Colombian project named Comisión Corográ- fica –considered the cultural and scientific most important pro- ject in Colombia’n history of Nineteenth Century. The project was conceived on the context of liberal reforms and it grouped intellectuals, scientists and artists like Manuel Ancízar, Agustín Codazzi y Carmelo Fernández. The analysis will be make from the perspective of a history of ways of aesthetic experience that was formulated by Hans-Robert Jauss. From this research perspecti- ve we can ask by different ways of artistic praxis and aesthetic appreciation of world. In addition, this perspective allows un- derstand the relation between particular ways of aesthetics expe- rience and political processes of modernity. The paper concerns specifically the conception of nature and progress in Alexander von Humboldt and Agustín Codazzi in as much that it were de- termining elements in the Comisión Corográfica.

Keywords: Colombian history, aesthetic reception, intellectual history, Alexander von Humboldt, Agustín Codazzi.

74 Mario Alejandro Molano Vega

A experiência estética da natureza e concepção de progresso na Comissão Corográfica

Resumo

Recebido: 28 de julho de 2014 O artigo de reflexão apresenta a exploração de dois temas que Avaliado: 9 de setembro de 2014 são tecidas na modernidade cultural e artística: a experiência es- Aceito: 22 de outubro de 2014 tética da natureza e a compreensão da temporalidade em termos de progresso. Na história cultural da Colômbia este emaranha- mento é evidente no caso de estudo da Comissão Corográfica. Este tem sido considerado o mais ambicioso projeto científico e cultural do século XIX. Ele foi concebido num espírito de re- formismo liberal e agrupou intelectuais, cientistas e artistas de grande importância, como Manuel Acízar, Agustin Codazzi e Carmelo Fernández, entre outros. Para analisar as questões planteadas vai-se utilizar a perspectiva de pesquisa formulada por Hans Robert Jauss, em termos de uma história das formas de experiência estética. Essa perspectiva permite preguntar-se pelo surgimento histórico de várias formas de práxis artística e da apreciação estética do mundo; além disso, permite plantear a relação existente em cada caso entre as formas de experiên- cia estética e os processos políticos da modernidade. O artigo particularmente pára nas figuras de Alexander von Humboldt e Agustín Codazzi para analisar a concepção da natureza e do progresso em que descansam, e que determinou principalmente a perspectiva da Comissão Corográfica.

Palavras-chave: História da Colômbia, estética da recepção, his- tória intelectual, Alexander von Humboldt, Agustín Codazzi.

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 73-89 75 Experiencia estética de la naturaleza y concepción de progreso en la Comisión Corográfica

Introducción lado, la pregunta por las formas históricas de la experiencia estética permite observar A pesar de que el campo de investigación el papel sociocultural que cumple la rela- estética cuenta con una larga tradición que ción subjetivo-emocional de los individuos suele remontarse hasta Platón, el concepto con su entorno. Particularmente importante de experiencia estética no ha sido plantea- resulta aquí el estudio de la Modernidad, do como problema central de trabajo sino en la medida en que este complejo perio- hasta hace relativamente poco. Los proble- do histórico parece suponer procesos de mas de la teoría del arte, como observó con emancipación de la experiencia estética con gran acierto Hans Robert Jauss, han estado respecto a su papel subordinado dentro de definidos durante largo tiempo por “la on- las instituciones religiosas y políticas. Como tología platónica y la metafísica de lo bello”; parte del mismo proceso, en la Modernidad más tarde, “en la cima de la reflexión artís- se construyen nuevas formas de relación tico-filosófica [particularmente entre los si- entre las esferas de lo político y del conoci- glos XVII al XIX], los problemas canónicos miento con las formas de comportamiento eran la polaridad entre arte y naturaleza, la y experiencia estética. Justamente, en esta coordinación de lo bello con lo verdadero y perspectiva se inscribe el ejercicio investi- lo bueno, la unificación de forma y conteni- gativo que a continuación se presentará. do, de imagen y significación, y la relación existente entre mímesis y creación” (Jauss, El ejercicio consiste en abordar (sin la pre- 1986, p. 11). El planteamiento mismo del tensión de exhaustividad) el problema de concepto de experiencia estética, en el caso las formas de experiencia estética que de- de Jauss, obedece a un intento por reorien- terminaron la Comisión Corográfica (1850- tar la Estética como campo de investigación 1859), el más ambicioso proyecto científi- que cumpla dos condiciones básicas: en pri- co-cultural en Colombia durante el siglo mer lugar, que sea capaz de captar la com- xix. La obra cartográfica de la Comisión, plejidad de la praxis artística, que se desple- sumada a las descripciones geográficas y garía en los planos interrelacionados de la los informes de Codazzi recopilados en la creación (poiesis), la recepción (aisthesis) y la Jeografía física i política de la Nueva Granada; comunicación (catharsis); en segundo lugar, las narraciones recogidas por Manuel Ancí- que sea capaz de asumir y profundizar los zar y por Santiago Pérez en Peregrinación de aportes teórico-metodológicos de la feno- Alpha y “Apuntes de viaje” respectivamen- menología, la hermenéutica, la teoría y la te; y la colección de láminas realizadas por historia social. Como consecuencia de esta Carmelo Fernández, Enrique Price, Manuel reorientación, el estudio de las distintas for- María Paz constituyen valiosos documentos mas históricamente configuradas de expe- para el estudio de las transformaciones his- riencia estética cobra una gran relevancia, tóricas de la experiencia estética y su rela- pues permite revisar algunas de las tesis de ción con el advenimiento de la modernidad la tradición de la estética filosófica y abre un cultural en el territorio colombiano. Estos espacio de investigación en el que historia y documentos revelan en qué amplia propor- teoría de la experiencia estética se encuen- ción los ideales de un futuro nuevo, una tran estrechamente relacionadas, y por otro nación unida y próspera y un conocimiento

76 Mario Alejandro Molano Vega renovado del mundo implicaban una forma montañas de Cundinamarca, de y de experiencia sensible gracias a la cual la del Perú —dice Humboldt— surcadas por naturaleza, el propio ser humano y la his- valles profundísimos, le es dado al hombre toria adquirían una presencia específica re- contemplar a un mismo tiempo todas las fa- conocible. El presente artículo de reflexión milias de las plantas y todos los astros del constituye un primer intento por penetrar firmamento” (2005). en este campo de problemas. En las páginas de o ensayo de una des- Alexander von Humboldt: cripción física del mundo (publicada por to- un antecedente mos desde 1845 en Europa) Humboldt asig- na a la experiencia sensible y concretamente Uno de los factores del advenimiento de al “goce” de la naturaleza un papel central la modernidad cultural en Colombia, qui- en el desarrollo del conocimiento humano zá no suficientemente estudiado, tiene que y “el engrandecimiento de miras”. Allí mis- ver con la forma de experiencia intensifica- mo diferencia dos formas de gozo produci- da y gozosa de la naturaleza que surge de do por la naturaleza en el ser humano. una particular actitud de contemplación y Meditando sobre los diferentes grados observación vinculada tanto a empresas de goce que produce la contempla- científicas (por ejemplo, la geografía) como ción de la Naturaleza, hallamos que a empresas políticas (por ejemplo, la forma- el primero debe de ser una impresión ción de nuevas naciones independientes). enteramente independiente del cono- Varios personajes practicaron ya desde la cimiento íntimo de los fenómenos fí- primera mitad del siglo xix una actitud se- sicos, así como del carácter individual mejante en Colombia, entonces Nueva Gra- del paisaje o de la fisonomía particular nada. Sin embargo, es difícil sobreestimar de la comarca en que vivimos. Donde la importancia que entre estos personajes cumplió el barón Alexander von Hum­boldt quiera que en una monótona llanu- como representante de esta actitud de con- ra, tan solo limitada por el horizonte, templación fruitiva de la naturaleza que cubren el suelo plantas de una misma desempeñaría un papel central en la cultura especie, como brezos, cistos o jaras, o la colombiana a través de la Comisión Coro- familia de las gramíneas; donde quiera gráfica. Los viajes de Humboldt por Amé- que las olas del mar bañan una playa, rica se extendieron por un periodo de cinco dejando como huella de su paso verdo- años, desde el 16 de julio de 1799, cuando sas estrias de algas y ovas flotantes, el desembarca en Cumaná (), has- sentimiento de la naturaleza, grande ta el 30 de junio de 1804 cuando se embar- y libre, se apodera de nuestra alma y ca en Filadelfia (Estados Unidos) rumbo a nos revela como por inspiración mis- Burdeos (Sánchez, 1999, p. 55). En la Nueva teriosa que existen leyes reguladoras Granada apenas estuvo unos pocos meses, de las fuerzas del Universo. El simple desde marzo hasta diciembre de 1801, para contacto del hombre con la Naturaleza, pasar a Quito y luego al Perú en su viaje por la influencia del gran ambiente, o como la cordillera de Los Andes. “En las colosales dicen otras lenguas valiéndose de una

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 73-89 77 Experiencia estética de la naturaleza y concepción de progreso en la Comisión Corográfica

espresión mas bella, del aire libre, pro- elaboraciones de rituales religiosos que no ducen un efecto calmante, mitigando el constituyen el conocimiento racional de la dolor y aquietando las mas profundas naturaleza; sin embargo, Humboldt reco- y agitadoras pasiones del alma. Estos noce que no por ello “deja de desarrollarse beneficios los recibe el hombre por to- en su seno el germen de una filosofía de la das partes, cualquiera que sea la zona Naturaleza, bien que destituido del apoyo de que habite y el grado de cultura inte- la observación y como simple producto de lectual a que se haya elevado; porque una concepción meramente ideal”. Para él, si las impresiones de que hablamos son apoyándose en un tópico de la época, la in- graves y solemnes, débenlo al presenti- fancia de los pueblos, como la de los sujetos, miento del orden y de las leyes que bro- se caracteriza por este tipo de ensoñaciones ta en nosotros sin que lo sepamos con imaginativas o ideales, aunque también en el simple contacto de la Naturaleza; al cierto sentimiento de terror y respeto por contraste que ofrecen los estrechos lí- lo que no se comprende racionalmente. Por mites de nuestro ser con la imagen de oposición solo hasta que se alcanza el do- lo infinito que revela por do quiera, en minio de las capacidades de observación, la estrellada bóveda del cielo, en una comparación y reflexión controlada en tor- llanura que se extiende hasta perderse no a los hechos, los pueblos y los individuos de vista, en el brumoso horizonte del alcanzan una posición de madurez o de de- Océano (Humboldt, 2005, pp. 19, 20). sarrollo: “comenzando a realizar el elevado destino de su inteligencia”. La experiencia sensible y el goce contem- plativo al que se refiere Humboldt en este Si bien la experiencia de la naturaleza como pasaje tiene por objeto la naturaleza en totalidad brinda la intuición inicial y el sen- cuanto totalidad armoniosa y, a la vez, mis- timiento solemne del universo como un or- teriosamente organizada por leyes que son den armonioso y coherente, solo alcanza a dadas así a la percepción sensorial —aun- sugerir vagamente la considerable variedad de fenómenos en los que se despliega. Por que aún no a la comprensión racional— en esa razón, Humboldt considera también el espectáculo del firmamento estrellado, una segunda forma de experiencia gozosa las llanuras y los océanos. A su vez el efec- de la naturaleza, esta vez como paisaje: to subjetivo de “gravedad y solemnidad” de estos espectáculos tiene que ver con “el El segundo goce es el producido por presentimiento del orden y las leyes” que el carácter individual del paisaje, por rigen a la naturaleza a lo largo y ancho de la configuración de la superficie del sus infinitos territorios. Para Humboldt la globo en una comarca determinada. aspiración al conocimiento racional de estas Las impresiones de este género son leyes y, como consecuencia el “engrande- más vivas, se definen mejor y guardan cimiento de miras”, se asienta en este tipo mas conformidad con ciertos estados de experiencias de la naturaleza. Aunque del ánimo. Unas veces es la magnitud para los pueblos que él llama “atrasados” de las masas, la lucha de los elementos y “salvages” esta aspiración queda apenas desencadenados o la triste desnudez expresada en la proyección de mitos y la de las áridas llanuras, como en el Asia

78 Mario Alejandro Molano Vega

septentrional, lo que escita nuestras un papel para el desarrollo científico según emociones; otras veces, bajo la inspira- Humboldt. Gracias al reconocimiento cui- ción de sentimientos más tranquilos, es dadoso del carácter propio de cada una de el aspecto de los campos cubiertos de las zonas del globo, la inteligencia racional rica mies, la habitación del hombre al puede ejercitar su capacidad de compara- borde del torrente, o la silvestre fera- ción, deducción y asociación que le permita cidad del suelo vencido por el arado. formular esas leyes generales que podían No tanto insistimos aquí sobre los gra- ser vagamente intuidas en un principio. De dos de fuerza que distinguen a estas modo que no se trata solamente de que la emociones, como sobre la diferencia experiencia del paisaje determine la expe- de sensaciones que escita el carácter riencia de la naturaleza, sino que habría que del paisaje, y a las cuales presta encan- agregar que el fin último de la comprensión to y duración este mismo carácter […] racional de la naturaleza y sus “leyes regu- Lo que en estas escenas nos conmueve ladoras” requiere una experiencia de la di- no es ya, lo repito, el apacible encanto versidad y el carácter propio de cada una de uniformemente esparcido en la natu- las formas en las que esta naturaleza total se raleza, sino la fisonomía del terreno, despliega. su configuración propia, la incierta Este recorrido de la experiencia de lo parti- mezcla del contorno de las nubes, de cular de la naturaleza bajo la forma del pai- la forma de las vecinas islas, del hori- saje tampoco está exento de desviaciones zonte del mar, terso como un espejo, o y peligros, en la visión de Humboldt. De envuelto entre los vapores del matinal la misma manera que la experiencia de la rocío (Humboldt, 2005, pp. 20, 21). naturaleza como totalidad podía despertar De esta manera, a la experiencia de la na- en los pueblos “atrasados” las ensoñaciones turaleza, Humboldt viene a sumarle com- e idealizaciones del mito y la superstición, plementariamente la experiencia del pai- también las experiencias que persiguen lo saje como experiencia de lo particular que local y característico de cada paraje de la determina y actualiza la impresión grave naturaleza afrontan el peligro de caer en el y solemne, pero al mismo tiempo vaga y gusto exótico de lo siempre nuevo y desco- “uniformemente esparcida” del todo. La nocido que desplaza la visión del todo; es experiencia de la naturaleza como paisaje decir, “las grandes miras de la Naturaleza”. cumple el papel de actualizar, determinar Humboldt llama a esta actitud empirismo y o, para aplicar el término que usa el propio lo asocia directamente a una actitud escép- Humboldt, caracterizar aquella impresión tica que “se inclina constantemente a creer inicial del todo coherente e insondable. El interrumpido el orden de la Naturaleza, a objeto de la experiencia del paisaje es la desconocer las analogías de lo presente con naturaleza en su diversidad, a la cual co- lo pasado, y a continuar en fin, entregada al rrespondería un registro proporcional de fi- azar de sus delirios, buscando en lo interior guraciones imaginativas y reacciones emo- de nuestro globo y en los espacios celestes, cionales del contemplador. La diversidad de las causas de lo que se obstina en llamar la naturaleza como paisaje también cumple perturbaciones”.

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 73-89 79 Experiencia estética de la naturaleza y concepción de progreso en la Comisión Corográfica

Puede verse claramente de qué forma la indaguen sus leyes racionalmente; por otro, visión de Humboldt reúne la experiencia se ve también obligado a confrontar la idea sensorial gozosa de la naturaleza con el de que la experiencia sensible de la natura- propósito ilustrado de la ampliación del leza no necesariamente conlleva una actitud conocimiento racional. Este rasgo resulta cognoscitiva. El temor de una naturaleza particularmente importante si se piensa que desencantada es refutado por Humboldt al desde la Antigüedad clásica y la Edad Me- argumentar que dia la captación del todo universal proviene más bien de la abstracción filosófica y la in- […] la bóveda celeste sembrada de ne- teriorización espiritual que de la experien- bulosas y tachonada de estrellas, y las cia sensorial de la naturaleza, la cual solo riquísimas alfombras de vegetales que alcanza a concebirse como reflejo del orden engalanan el suelo en el clima de las suprasensorial. Como afirma Joachim Rit- palmeras, deben necesariamente dejar ter, “lo decisivo es que para la teoría filo- en el ánimo de aquellos laboriosos ob- sófica, por encima de todas las diferencias servadores [astrónomos y botánicos], de escuela, el Todo que se presenta en lo una impresión más imponente y más sensorial no puede ser captado conceptual- digna de la magestad de la creación, mente en esto y actualizado como tal ele- que en el de cualquiera otro hombre no mento sensorial” (1986, p. 136). Antes bien, habituado a comprender las grandes la “contemplación” del todo depende esen- relaciones y estrechos lazos de todos cialmente del concepto filosófico abstracto los fenómenos (Humboldt, 2005, p. 35). (teoría) y de la elevación espiritual hacia la A la inversa, dirá sobre la idea de que “no esfera de lo divino supraterrenal (contem- a todos es dado comprender las verdades platio). Para Humboldt, en cambio, la ex- de la física del mundo” lo siguiente: “ca- periencia sensorial de la naturaleza en sus balmente esta escitación del sentimiento dos niveles, esto es, como totalidad y como adivinatorio, esta vaga intuición de tantos paisaje, se presenta como actualización sen- misterios como hay que descubrir, la multi- sible de aquellas “leyes reguladoras” del plicidad de caminos que recorrer, son otros Universo que la razón puede descubrir y tantos estimulos para el ejercicio de la inteli- formular. De este modo, la experiencia sen- gencia, cualquiera que sea el grado de saber sorial de la naturaleza puede ser entendida en el que se encuentra” (2005, p. 36). Sería como “contemplación”, es decir, como cap- un error creer que Humboldt confundía la tación del orden universal (en sus variacio- experiencia sensorial gozosa de la natura- nes) sensiblemente actualizado. leza con el avance científico, pero no cabe No es gratuito, por lo tanto, que Humbol- duda de que sí concebía una estrecha rela- dt intente refutar los temores y prejuicios, ción complementaria entre estas dos formas para él infundados, acerca de la oposición de relación con el entorno. Experiencia sen- entre la experiencia sensorial gozosa y la sorial e investigación racional se refuerzan comprensión racional de la naturaleza. Por mutuamente: la primera incentiva la segun- un lado, Humboldt rechaza el temor de que da, pues brinda “estimulos para el ejercicio la naturaleza sea desencantada una vez se de la inteligencia”; la segunda intensifica y

80 Mario Alejandro Molano Vega profundiza la primera, pues produce “una Mientras que para la conciencia natural el impresión más imponente y más digna de entorno material se convierte en instrumen- la magestad de la creación”. to para determinado fin, para la conciencia reflexiva o contempladora dicho entorno se ¿En qué medida son estos argumentos me- transfigura en naturaleza, es decir, en algo nos una prueba racional del vínculo entre estructurado de tal y tal forma, e identifica- ciencia y estética, y más bien constituyen ble más allá de sus usos. La contemplación la justificación de un programa en vista del de la naturaleza exige, pues, este distan- desplazamiento que sufren determinas es- ciamiento con respecto a las necesidades tructuras morales heredadas de la religión materiales y los vínculos familiares con el y la filosofía metafísica principalmente? Ha- entorno. También era usado el concepto de bría que considerar los elementos que sus- “desinterés” para formular el principio bá- tentan esta alianza de la ciencia y la estética sico de esta forma de contemplación, esto sostenida por Humboldt. El primero de ellos es, el reconocimiento de los objetos como tiene que ver con la actitud de objetivación objetos para la percepción y la conciencia (y o tematización de la naturaleza, bien como no para la satisfacción de intereses distintos totalidad racionalmente comprensible de a la observación misma).1 leyes, bien como experiencia sensorial en la cual se captan articuladamente diversidad Aquí podemos encontrar profundamente de fenómenos percibidos. Adquirir concien- arraigados antiguos motivos metafísicos cia de las regularidades de la naturaleza, así (filosóficos y religiosos) como el de la “ele- como de la forma particular como esta se vación” o el de la “purificación” gracias a la presenta a nuestros sentidos, parece ser el cual dejamos en suspenso las apremiantes primer elemento común de la ciencia y de circunstancias de la vida cotidiana y vulgar la estética. Se trata en ambos casos de una (o del mundo de las apariencias) con el fin práctica reflexiva que consiste en un “traer a de acceder a una “verdad” hasta entonces la conciencia” o en “darse cuenta de” por el oculta, velada o desapercibida. Pero Hum- cual se busca determinar, distinguir o hacer boldt introduce su giro moderno a esta opo- patente tanto las causas de los fenómenos y sición entre actitud contemplativa y actitud sus leyes, como las formas peculiares en las natural. Para él la verdad que se alcanza que se experimenta sensiblemente la tem- mediante la contemplación permite el re- peratura, la luz, la escala o el movimiento greso al mundo cotidiano y a la esfera de las y las reacciones particulares que acompa- necesidades materiales para beneficiarlo. Si ñan estas sensaciones en el individuo. Esta bien la contemplación exige una cierta sus- actitud reflexiva y contemplativa de la Na- pensión de la vida cotidiana y de la actitud natural, para Humboldt esta suspensión ya turaleza se define a sí misma en oposición no tiene como objetivo elevarse sobre las a una actitud diferente, a saber, la actitud condiciones vitales, sino que regresa hacia “natural”. Para la actitud natural son más bien los vínculos prácticos, cotidianos y fa- miliares del trabajo, la habitación, el merca- 1 Así se encuentra formulado ejemplarmente en Kant: “El juicio de gus- to es meramente contemplativo, es decir, un juicio que, indiferente do o la necesidad los que definen la percep- en lo que toca a la existencia de un objeto, enlaza la constitución de ción de la naturaleza y no la contemplación. este con el sentimiento de placer y dolor” (1992).

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 73-89 81 Experiencia estética de la naturaleza y concepción de progreso en la Comisión Corográfica ellas y las enriquece. El antiguo motivo de diferencias y no ya en lo que parece entera- la elevación y la ascensión queda así secu- mente común a ambas. Aunque la experien- larizado en el motivo de la edificación o el cia estética y la observación científica tengan cultivo del ser humano y sus sociedades en un origen común en la actitud de la contem- el plano intramundano de la historia. Edi- plación (teoría), que se remonta a la filosofía ficación y cultivo, términos tomados de la griega antigua y a la teología cristiana; sin construcción y la agricultura, expresan me- embargo, sus fines son diferentes. Humbol- tafóricamente el desarrollo sistemático del dt lo sabe muy bien. El fin de la ciencia es hombre y su sociedad a lo largo del tiempo, la explicación de los fenómenos naturales (y expresan la idea de progreso. Este es preci- de la naturaleza como totalidad), de la cual samente el segundo elemento que enlaza la se deriva directamente el aprovechamien- experiencia estética y la ciencia en la men- to de los recursos y la implementación de talidad de Humboldt. El mero ejercicio de medios técnicos para su explotación. Por su tomar distancia de las necesidades vitales y parte, el fin de la experiencia estética con- la costumbre de la vida cotidiana constitu- siste en el reconocimiento de la naturaleza ye para Humboldt un incremento cualita- como objeto de fruición sensible o de gozo tivo de las capacidades fundamentales del que recrea los vínculos emocionales del ser ser humano englobadas en el concepto de humano con su entorno material y enrique- “inteligencia”. “Yo me complazco en creer ce su capacidad imaginativa. Para sostener [dice Humboldt] que las ciencias, espuestas la complementariedad de estas funciones en un estilo digno de su elevación, a la par humanas, Humboldt se basa en una mira- grave y animado, deben ofrecer un goce vi- da antropológica consolidada por distintos vísimo a los que encerrados en el estrecho filósofos de la Ilustración, según la cual el círculo de los deberes ordinarios de la vida, ser humano se entiende como estructura se avergüenzan de haber permanecido lar- articulada de distintas capacidades o facul- go tiempo estraños al comercio intimo con tades inseparables, pero a la vez diferencia- la Naturaleza: el goce de ver enriquecido das en sus objetivos y procedimientos. Con su espíritu con ideas nuevas. Podría decir- base en esta premisa general, Hum­boldt se que este comercio despierta en nosotros, pretende una explicación objetiva de la in- por las emociones que produce, órganos terrelación entre observación científica y que durante mucho tiempo habían estado experiencia estética de la naturaleza. Pero dormidos” (Humboldt, 2005, p. 48). Con- esta explicación está claramente enmarcada templar la naturaleza y eventualmente re- por la preocupación histórica sobre el cur- so que había tomado y las consecuencias crearla mediante imágenes y relatos, son que empezaba a generar el desarrollo so- asumidas como formas intramundanas de cial moderno, como las habían expresado, activación del sujeto que conllevan el desa- por ejemplo, los poetas románticos ingleses rrollo progresivo de sus capacidades y de William Wordswoth en el prefacio a las Ba- sus formas de vida social y material. ladas líricas (1800) o el propio J.J. Rousseau Pero el tercer elemento por el cual Humbol- en su Discurso sobre el origen y los fundamen- dt mantiene unidas a la ciencia y a la esté- tos de la desigualdad entre los hombres (1754). tica radica en la complementariedad de sus A la vista de estas preocupaciones sobre la

82 Mario Alejandro Molano Vega naciente modernidad europea, es compren- combatir las viejas supersticiones y prejui- sible que para Humboldt resultara funda- cios; ambos fijaron su rumbo hacia América mental mantener la idea de la naturaleza en parte por casualidades semejantes.3 Adi- como unidad de lo diverso. De esa manera, cionalmente, Codazzi siempre reconoció a intentaba resistir la conceptualización de la Humboldt como la más alta autoridad en naturaleza como casualidad desarticulada y materias de ciencia geográfica y heredó de también como material indiferente y dispo- él tanto las ideas sobre la naturaleza, como nible para el hombre. Sin embargo, esta idea un sistema relacionado de leyes y fenóme- se encuentra mezclada en Humboldt con la nos, como la tesis sobre el vínculo mutuo preocupación moderna por el desarrollo entre las comunidades y los territorios que sociocultural del ser humano, para el cual habitan. Sin embargo, las diferencias que la experiencia estética gozosa e imaginativa existen entre estos dos grandes personajes de la naturaleza constituye un imprescindi- son igualmente importantes para compren- ble estímulo. De la contemplación estética der la forma como contribuyeron al desa- de la naturaleza dependería en buena medi- rrollo de una determinada actitud estética da el desarrollo de una personalidad moral, frente a la naturaleza. A diferencia de Hum- la formación de las virtudes del ciudadano boldt, cuya relación con la contemplación liberal e industrioso y en consecuencia, el gozosa de la naturaleza está determinada desarrollo de una sociedad moderna.2 fundamentalmente por la investigación científica, Agustín Codazzi forjó su mirada Agustín Codazzi: director de la naturaleza a través de la preparación y de la Comisión Corográfica la práctica militar como artillero bajo la in- fluencia del modelo de escuela politécnica Entre la carrera de Alexander von Humbol- napoleónica. Ciertamente, Codazzi se des- dt y la de Agustín Codazzi puede notarse empeñó como científico y además obtuvo un “misterioso paralelismo” como afirma reconocimientos notables a nivel internacio- Efraín Sánchez. Ambos sintieron esa misma nal en este ámbito, incluyendo el del propio fascinación por los viajes y las experiencias Humboldt.4 No obstante, su oficio científico alrededor del mundo; ambos creyeron que este era un modo de “ampliar las miras”, de 3 Mientras el barco que debía llevar a Humboldt con Bonpland hacia el Cairo naufragó y tuvieron entonces que dirigirse a España, donde finalmente se embarcarían hacia Venezuela; Agustín Codazzi perdió 2 Hans-Robert Jauss argumenta que en el contexto alemán la ex- el barco que debía llevarlo a las Orientales Holandesas debi- periencia estética de la naturaleza se valorizó como respuesta al do al invierno, y finalmente, en Amsterdam, terminó embarcándose fracaso político que transformó la Revolución Francesa en terror y en el brick norteamericano Union que los llevaría a Baltimore (Sán- posteriormente en imperio (1995, pp. 105-108).. Ese trayecto francés chez, 1999, p. 102). era negativamente entendido por los intelectuales alemanes, para 4 Antes de que se iniciara la Comisión Corográfica en la Nueva Gra- quienes no podía construirse una sociedad moderna solamente a nada en 1850, Codazzi había ganado el reconocimiento del mundo partir de la formulación de un aparato estatal y jurídico-constitucional científico europeo, especialmente por sus trabajos de investigación nuevo. Había que construir ese proyecto “desde abajo” si se quería en Venezuela (Atlas Físico y Político de la República de Venezuela, evitar el naufragio dictatorial; esto es, había que comenzar por la Resumen de la Geografía de Venezuela): en 1840 se hizo miembro transformación de los individuos en ciudadanos y esa tarea recaía de la Société de Géographie; en 1841 el informe para la Academie principalmente en un proyecto de educación estética para filósofos des Sciencies (preparado por una comisión de científicos integrada como Schiller. Este giro hacia una estética de la naturaleza conllevó por Francois Arago, Elie de Beaumont y Jean-Baptiste Boussingault) a su vez un optimismo histórico idealista y luego una verdadera natu- llegó a la conclusión de que sus obras constituían “documentos ralización de la historia. preciosos para la historia política de la América y para la física del

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 73-89 83 Experiencia estética de la naturaleza y concepción de progreso en la Comisión Corográfica no podría separarse de su formación como de un extremo a otro de la tierra (Co- militar ni de la participación en las luchas dazzi, 1973, p. 185). independentistas americanas. Este vínculo Este ideal de expansión de las experiencias dejó en la obra de Codazzi huellas visibles: no era solamente contemplativo y gozoso la independencia de Colombia y Venezuela ocupa un lugar importante en sus Memorias, para Codazzi, ni tampoco exclusivamente su investigación geográfica en Venezuela se científico. Tenía que ver, de un modo apre- inicia como un ejercicio militar defensivo miante, con la idea de buscar la “buena for- que buscaba prevenir ataques contra Ma- tuna” y los “medios de vivir” que no había racaibo a través de la Guajira (Antei, 1993, alcanzado en Europa; lo cual implicaba p. 53) y parte significativa de los materiales conseguir trabajos bien pagos y acumular que integran la Jeografía física i política de las riquezas, pero más ampliamente se refería a provincias de la Nueva Granada (1957) consis- forjar un destino propio en medio de adver- te en anotaciones históricas sobre el proceso sidades e incertidumbres. Si ya para Hum- de independencia, mapas que presentan el boldt era clara la influencia mutua entre la desarrollo geopolítico de las luchas repu- Naturaleza y el ser humano, para Codazzi blicanas y anotaciones sobre los itinerarios la naturaleza tiene mucho más acentuada- entre provincias para el desplazamiento de mente el carácter de escenario vital en el tropas. que se despliegan los dramas individuales y colectivos de los seres humanos, como tam- La carrera de las armas ya había servido a bién ha observado el biógrafo de Codazzi, Codazzi como el medio para escapar de los Giorgio Antei (1993, p. 399). En las Memorias estudios filosóficos y de leyes propios de un de Codazzi la naturaleza parece una fuerza joven de familia acomodada (“de discretos fascinante y amenazante a la vez: es tanto la ciudadanos”) en la conservadora población belleza del Mediterráneo, como la crudeza de Lugo, Italia, y dar satisfacción al anhelo de las tormentas en el Atlántico; tanto el ca- de viajes y experiencias por el mundo. rácter exuberante de la selva húmeda tropi- cal del Chocó, como los múltiples peligros y Sin terminar los estudios de filosofía— enfermedades que oculta. Así mismo, cuan- dice Codazzi—se despertó en mí por sobre todo una irresistible inclinación, do Codazzi se detiene a describir los luga- que ya desde la más tierna edad, me res que visita y a ponderar su belleza, toma impulsaba a viajar y a seguir la carrera siempre en consideración lo que ha sido de de las armas, en la cual me imaginaba los individuos y las sociedades que allí han poder surcar los más lejanos mares, ver habitado, y también la forma actual como las más remotas regiones, y las múlti- encuentra realizada la relación hombre-na- ples y grandes obras de la naturaleza turaleza. Al detenerse en la isla de Elba, por ejemplo, Codazzi contempla las ruinas de la fortaleza de Longone, hecha construir por globo”; el mismo año, 1841, Humboldt envió una carta elogiosa a Codazzi en la que celebra sus investigaciones y el apoyo guber- Napoleón durante su exilio; igualmente en namental recibido de parte de Venezuela; se le otorga la distinción Itaca las ruinas y los objetos conservados lo de Chevalier de la Légion d´Honneur; y finalmente la Sociedad Real de Geografía reseña elogiosamente sus trabajos (Sánchez, 1999 y hacen comparar “la magnificencia y el saber Antei, 1993). de los griegos antiguos y la actual miseria

84 Mario Alejandro Molano Vega e ignorancia” (1973, p. 191). Por otra parte, Puntualmente lo que observamos consiste en el Chocó la belleza de cada planta, árbol en que la naturaleza como totalidad armó- y fruto está compuesta integralmente para nica materializada que el sujeto contempla Codazzi por su utilización corriente entre resulta desplazada por la naturaleza como los indígenas: “el cedro amarillo, facilísimo vastedad y exuberancia sobre la cual el suje- de trabajar […], el cumare, bastante grueso to construye su mundo: “Tantos males [ex- y muy apto para hacer rápidamente una clama Codazzi al relatar su primer viaje por piragua […], el paraguatán rojo, cuyo tron- el Atrato] venían en parte compensados con co sirve para tintura […], la carapaca y la la contemplación de las grandes y admira- púa, de las que se sirven los indios para sus bles obras de la naturaleza, la cantidad de instrumentos de viento” (1973, p. 355). De árboles y palmas que se encuentran a cada esta forma, la contemplación gozosa de la paso y la infinidad de animales que con su naturaleza se transforma al ser observada vista causan terror o placer, pero siempre más como un espacio de actuación huma- sorpresa” (1973, pp. 354, 355). na —muchas veces rebelde y extraño—, que ¿Cómo podría interpretarse este des­pla­ como una totalidad cerrada sobre sí misma. za­miento en la experiencia sensorial de la La actitud de Codazzi resulta concordante naturaleza? Al experimentar la naturaleza con la opinión que Hegel había sostenido como un escenario para la acción —menos en sus Lecciones de Estética, acerca de que la que como una totalidad armónica— lo que belleza de la naturaleza “es todavía entera- aflora con mayor notoriedad es el carácter mente exterior, no tiene conciencia de sí” y histórico de la existencia humana; esto es, en todo caso proviene del vínculo que los la realización en el tiempo de proyectos de seres humanos establecemos con nuestros vida posibles en los que se entrecruzan tan- entornos vitales (Hegel, 2003, p. 54). Es im- to lo individual con lo colectivo, como la probable que Codazzi haya leído a Hegel, experiencia acumulada por las tradiciones pero su perspectiva atestigua importan- con las posibilidades de nuevos horizon- tes variaciones en el objeto de contempla- tes. Desde este desplazamiento, la reacción ción estética y su forma de experiencia.5 anímico-subjetiva frente a los fenómenos naturales dependerá de cómo estos ofrez- 5 Es importante señalar que sí puede darse cuenta de una influencia can oportunidades u obstáculos para el muy mediada de Hegel en los intelectuales de la primera mitad del siglo XIX en Latinoamérica. Esta influencia indirecta se produce a despliegue de la existencia humana. El través de dos formas de espiritualismo reconocidas: el eclecticismo emocionante relato de la batalla de Boya- francés y el krausismo español. El eclecticismo francés representado principalmente por Victor Cousin generó un impacto considerable cá que Codazzi incluye en sus Memorias es en intelectuales cubanos, como Félxi Varela, y por este medio en el un ejemplo de la forma como la naturaleza propio Manuel Ancízar, amigo personal de Codazzi. Victor Cousin, se ha convertido en escenario decisivo del el líder del eclecticismo francés, realizó varios viajes a Alemania y conoció personalmente a Hegel. Su filosofía está impregnada de for- desarrollo y las luchas de las civilizaciones: mulaciones propias del idealismo Alemán de principios del siglo XIX (Vermeren, 2009). Por su parte, el krausismo español también posee importantes componentes filosóficos del idealismo germánico. Se quizás no debe olvidarse que es el propio Alexander von Humboldt origina en el filósofo Karl Cristian Friedrich Krause, quien se educó quien polemiza tácitamente con Hegel y Schelling para introducir los en y se identificaba con las teorías de Fichte y Schelling. El principios de la observación científica en medio del clima académi- krausismo pasó a España a través de autores como Julián Sanz del co berlinés dominado por la filosofía especulativa de la naturaleza Río, Emilio Castelar y Francsico Giner de los Ríos (Falero, 1998). Pero (Botting, 1981).

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 73-89 85 Experiencia estética de la naturaleza y concepción de progreso en la Comisión Corográfica la colina es “ventajosísima posición” que forma parte de los extensos procesos que debe ser tomada o conservada a toda costa; Blumenberg rastrea desde la Antigüedad el bosque y el barranco son brechas en las clásica hasta el ascenso de la Modernidad. filas enemigas y desesperados caminos de A través de estas complejas transforma- avanzada para los patriotas (“[…] el coronel ciones la naturaleza deja de comprenderse Rondón, negro de color pero de un corazón como totalidad del ser que existe de una magnánimo e intrépido, atravesó sin ser vez y para siempre sin que nada pueda observado, el bosque con un escuadrón de realmente cambiarse, agregarse o restarse. los suyos, pasó el barranco y, donde parecía En su lugar ascenderá una forma de com- que era imposible que la infantería pudiera prensión de la naturaleza como factibilidad subir, se arriesgó él con sus caballos […]”); de fenómenos sustentada por determinadas las montañas y las selvas son para unos y leyes y fuerzas e incluso como escenario otros oportunidades de huida o emboscada abierto de posibilidades que se ofrece al ser (“[…] Barreiro fue arrastrado por el terror humano (1999, p. 111). Codazzi ocupa un general de su segunda línea y se salvó por lugar intermedio en esta trama de cambios. las montañas con todo su equipaje […]”) Aunque él observe la naturaleza como es- (1973, pp. 388, 389). También las posibilida- cenario de actuación humana, sin embargo, des futuras que aparecen como visiones an- no la concibe exclusivamente como resulta- ticipatorias ante los ojos de Codazzi delatan do variable (y en cierta medida controlable) en él la forma de contemplación de la natu- de “procesos mecánicos” inteligibles y me- raleza siempre en relación con el desarrollo dibles. El centro de la experiencia estética humano. Por ejemplo, hablando acerca de de la naturaleza para el caso de Codazzi pa- la Provincia de Antioquia: rece encontrarse en el vínculo fundamental de hombre y naturaleza: en el asentarse del ¡Qué transformación la que experimen­ ser humano en medio de la naturaleza para tarían estas selvas vírgenes i solitarias convertirla en hogar y en patria, de las cua- de la Provicncia de Antioquia… Atónito les no han sido borradas aún las huellas de quedará el viandante al descubrir la dificultad y la resistencia del entorno, por el valle de Urrao bien poblado i con causa del tiempo ni el pleno desarrollo téc- grandes almacenes de mercancías […] nico.6 La actitud precavida y experimentada del que se podrá pasar en pocos días en vehículo de ruedas al Atrato, por el camino que ha preparado l anatu- 6 Esta forma de experiencia que Codazzi representa hace pensar, a su vez, en la antigua fórmula bíblica según la cual la naturaleza es raleza por el medio de la serranía hoi ofrecida al hombre para su beneficio como un don divino que, por apenas conocida. Los vapores surcarán esa misma razón, no puede ser rebajado a la condición de simple entonces este hermoso rio en menos de instrumento, sino que exige más bien la reflexión y el conocimiento, pero también el cuidado y aún la domesticación (Gén, 2: vv. 5 y 26). cuatro jornadas, podrán conducir los Podría verse la experiencia de Codazzi frente a la naturaleza como pasajeros al gran canal, llevándolos así una forma secularizada de esta tradición bíblica. Esta hipótesis no cómodamente del uno al otro mar (Co- es incompatible con el giro estructural de la experiencia estética en Europa como lo presenta Jauss, puesto que de la exaltación de la dazzi, 1957). estética de la naturaleza en filósofos como Schiller y Schelling se pasa a una actitud antinatural progresiva. Precisamente la idea de Este modo de experiencia estética de la natu- la naturaleza como fuerza que debe ser controlada o dominada para raleza como escenario de la acción humana poder habitar en ella y aprovecharla para el desarrollo humano hace

86 Mario Alejandro Molano Vega que salva a Codazzi, tanto de la ingenuidad Nueva Granada en 18208 desde la isla de como de la arrogancia frente a la naturaleza, Providencia hasta Santafé de Bogotá ascen- puede observarse elocuentemente a través diendo por el río Atrato, había recorrido de un informe publicado en 1855 que ha- las provincias de Vélez, Socorro, bla del desesperado final de la expedición y (primera expedición, 1850); Soto, norteamericana encabezada por el teniente Ocaña, Santander y Pamplona (segunda Isaac C. Strain y 24 de sus hombres, en com- expedición, 1851); Córdoba, Medellín y An- pañía de José Ramón del Castillo y Bernar- tioquia (tercera expedición, 1852); Chocó, do Polanco7, quienes se aventuraron en la Barbacoas, Túquerres y Pasto (cuarta ex- exploración del Darién por cuenta propia: pedición, 1853-1854); el istmo de Panamá (quinta expedición, 1854) y la provincia de […] dejo a la juventud granadina, aman- Bogotá (sexta expedición, 1855). En los cua- te del progreso rápido de su patria, que tro años de vida que le quedaban, Codazzi aplique este hecho a la palabra favorita habría de recorrer también las provincias de adelante. Sí: adelante en las reformas del Casanare (séptima expedición, 1856); sociales; pero que no nos suceda lo que Neiva, Mariquita, el territorio de Caquetá al teniente Strains, que por querer lle- (octava expedición, 1857); y finalmente los gar el primero al Pazífico fue el último, estados de Bolívar y Magdalena (décima ex- o lo que pasó a Castillo i a Polanco que pedición, 1859). por querer imitarle sucumbieron: ten- gamos presente sobre todo que para ir Como director de la Comisión Corográfica, adelante con acierto, es necesario cono- Codazzi realmente ejerció control estricto cer bien la tierra i sus recursos, hasta de de todas las producciones relacionadas con palos i bejucos; que los recursos en esta esta empresa de gran envergadura y les im- naciente sociedad vienen a ser nuestros puso en buena medida la estructura de su pueblos con sus virtudes i sus vicios, forma de percepción de la naturaleza. Su con sus ideas i alcances intelectuales, obra principal o lo que él llamaba “lo sus- sus usos i costumbres (Hecho histórico, tancial de la Comisión” son los mapas de moral i político, 1855). la República y de sus provincias. De cierta forma puede decirse que el mapa es una de Para la fecha de la publicación de este dis- las realizaciones más perfectas del ideal de curso, Codazzi se encontraba en su quinto una visión sintética de complejos procesos año como director de la Comisión Coro- históricos, estructuras sociales y políticas, gráfica y, fuera de su primer periplo por la y diversidad de sistemas atmosféricos, hi- drográficos y geográficos. La admiración que causaron en su tiempo —y que aún parte de este distanciamiento de la identificación idealizada con la causan— estos mapas responde en buena naturaleza (Jauss, 1995, pp. 112-116). medida a la perfección con que logran traer 7 Castillo y Polanco eran comisionados nombrados por el Gobierno de ante el espectador, en una sola mirada sobre Cartagena y la Nueva Granada para pacificar a los indígenas y faci- litar el apoyo de las comunidades locales a la expedición del Darién. el sencillo plano, la imagen organizada de la Por otra parte, esta expedición estaba integrada por representantes de los Gobiernos de Inglaterra, Francia y Estados Unidos, amén de 8 Existe una discusión entre los historiadores acerca de cuál fue en la representación neogranadina (Sánchez, 1999, pp. 356-377). efecto la fecha del primer viaje de Codazzi a la Nueva Granada.

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 73-89 87 Experiencia estética de la naturaleza y concepción de progreso en la Comisión Corográfica naturaleza, de las estructuras sociales y de Referencias las transformaciones históricas que de otra forma escaparían a nuestra limitada visión, Antei, G. (1993). Los Héroes errantes. Historia ya sea por su vastedad o por su carácter de Agustín COdazzi, 1793-1822. Bogotá: abstracto. Este efecto de los mapas no tiene Planeta. que ver solamente con el sentimiento estéti- Antei, G. (1993). Mal de América. Las obras co que despiertan. Igual que en Humboldt, y los días de Agustín Codazzi, 1793-1859. resulta claro que aquí confluye también la Bogotá: Museo Naciona y Biblioteca estética y el desarrollo científico, pero con Nacional. un matiz importante: la naturaleza que se Blumenberg, H. (1999). Imitación de la na- reconoce estética y científicamente se ha turaleza. En Las realidades en que vivimos transformado en territorio de una determi- (pp. 73-114). Barcelona: Paidós. nada sociedad, en escenario político de lu- Botting, D. (1981 [1973]). Humboldt y el cos- chas y divisiones, y en espacio fundamental mos. Barcelona: Ediciones del Serbal. de habitación, comunicación y explotación. Codazzi, A. (23 de enero, 1855). Hecho his- tórico, moral i político. El Tiempo . Esta mezcla tan intrincada de motivos es- Codazzi, A. (1957 [1856]). Jeografía Física i téticos, científicos e histórico-políticos que política de las provincias de la Nueva Gra- permea la obra cartográfica de Codazzi nada. Bogotá: Banco de la República. también se puede observar en las descrip- Codazzi, A. (1973 [1822?]). Memorias de ciones geográficas que se encuentran en Agustín Codazzi. Bogotá: Banco de la la Jeografía física i política; en los relatos de República. los viajes y las observaciones sociológicas Falero, F. J. (1998). La teoría del arte del krau- y etnográficas de Manuel Ancízar en Pere- sismo español. Granada: Universidad de grinación de Alpha o de Santiago Pérez en Granada. sus “Apuntes de viaje”; y finalmente en la Hegel, G. W. (2003). Lecciones sobre la estéti- colección de láminas de la Comisión Co- ca. (Trad. H. Giner de los Ríos). : rográfica realizada principalmente por los Jorge A. Mestas. pintores Carmelo Fernández, Henry Price y Humboldt, A. v. (2005 [1845-1862]). Cosmos Manuel María Paz. Estos documentos for- o ensayo de una descripción física del mun- man un todo que no ha sido suficientemen- do. Córdoba: Servicio de Publicaciones te estudiado ni valorado desde el punto de de la Universidad de Córdoba. vista de una historia de los valores estéticos Jauss, H. R. (1986). Experiencia estética y her- y artísticos que dieron forma a la experien- menéutica literaria. Ensayos en el campo de cia de la modernidad cultural en Colombia. la experiencia estética. Madrid: Taurus.

88 Mario Alejandro Molano Vega

Jauss, H.-R. (1995 [1989]). Las transformacio- Starobinski, J. (1988 [1973]). 1789: los emble- nes de lo moderno. Estudios sobre las etapas mas de la razón. Madrid: Taurus. de la modernidad estética. Madrid: Visor. Starobinski, J. (1964). The Invention of Liber- Kant, I. (1992 [1790]). Crítica de la Facultad ty: 1700-1789. Génova: Skira. de Juzgar. (Trad. P. Oyarzún). : Valle Buenestado, B. (2005). Humboldt y el Monte Ávila. Cosmos. Una vida entre la Ilustración Loaiza Cano, G. (2004). Manuel Ancízar y su y el Romanticismo. En A. v. Humboldt, época. Biografía de un político hispanoame- Cosmos­ o ensayo de una descripción física del ricano del siglo XIX. Medellín: Universi- mundo (Trad. F. Díaz Quintero) (pp. 13- dad EAFIT, Universidad de Antioquia. 38). Córdoba: Servicio de publicaciones Ritter, J. (1986). Paisaje. En Subjetividad. Seis ensayos (pp. 125-158). Barcelona: Alfa. de la Universidad de Córdoba. Sánchez, E. (1999). Gobierno y geografía. Vermeren, P. (2009 [1995]). Victor Cousin. El Agustín Codazzi y la Comisión Corográfica juego político entre la filosofía y el Estado. de la Nueva Granada. Bogotá: Áncora. Rosario: Homo Sapiens Ediciones.

HALLAZGOS / ISSN: 1794-3841 / Año 12, N.° 23 / Bogotá, D. C. / Universidad Santo Tomás / pp. 73-89 89