Las Cuatro Grandesvíasantiguas
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Caminos y rutas Las cuatro grandes vías antiguas Quien haya tenido la curiosidad, desde cualquier rama del saber o simplemente desde la erudición, de conocer dónde se construían las antiguas poblaciones, ciertamente habrá constatado que, cualquier poblado que se preciara se asentaba –desde la más remota antigüedad, sin necesidad de llegar al fenómeno medieval de la urbe europea y siempre que no fuera un enclave guerrero o de defensa– donde existía en sus proximidades un manantial o corriente de agua y, además, en una vía de comunicación o, mejor, en un cruce de caminos. Lógicamente, nuestra villa no iba a ser una excepción. En efecto, quienes han estudiado con cierto rigor el desarrollo geofísico de nuestro pueblo coinciden en afirmar que desde el centro neurálgico del cruce de las actuales calles san Juan, Chella, Moncada y Divina Pastora partían vías de comunicación a norte, sur, este y oeste 1. No creo sea necesario precisar que mis conocimientos sobre la historia de los pueblos descansan en las lecturas que de los autores, espero haberlos seleccionado convenientemente en cada ocasión, he podido realizar y disfrutar 2. En tal caso y sin más preámbulos, vengo en afirmar que las grandes vías de tránsito de nuestros antepasados fueron, desde el pueblo, las siguientes: - en dirección norte, buscando el destino de la gran ruta que venía del noreste: el camino que, partiendo por la calle Chella, alcanzaba dicha ruta a la altura de los Baños de Chella, pasado Bolbaite y, posteriormente, a la altura de la Venta o, tal vez, de la Casa del Cuarto; - en dirección sur, buscando el destino de la gran ruta que venía del suroeste: el camino que, partiendo por la actual calle Moncada, la alcanzaba a la altura de la Maravillosa; - en dirección este, buscando la conexión con los centros de producción y comercio de suministro agrícolas (es decir: Estubeny y Sellent): el camino que desde la calle san Juan alcanzaba el Ventorrillo por lo que hemos venido conociendo como Camino Viejo; y 1 Puede verse, por ejemplo, Sanz Gómez, V.M El desarrollo urbano local (siglos XII-XIX) inc Aproximación a la historia de Enguera . Ayuntamiento de Enguera. Enguera, 1.994. El autor hace referencia a un tipo de hábitat disperso coexistiendo con un hábitat concentrado al que, para tales fechas, agrega las construcciones de lo que, con el tiempo, devinieron en las calles Niño Jesús, Garnelo Alda y Remedio. 2 Nótese que hablo de caminos que se unen a rutas o grandes rutas u otros caminos, nunca a cañadas ni veredas ni otro tipo de rutas relativos exclusivamente al devenir de ganados, pues como escribió el historiador Powers aquí –en clara referencia a los reinos de la Corona de Aragón– nunca hubo veredas ni los privilegios asociados a la Mesta, lo que no elimina que en su momento bajaran ganados para engorde, etc. El autor dice textualmente lo siguiente: “Cabría sostener que las ciudades de la Castilla oriental que recibieron el fuero conquense representaban la dirección adoptada por la repoblación fronteriza a partir de la Cordillera, dominada aquella por la importancia de la trashumancia de ganados y de las zonas de pastoreo. Por otra parte, Teruel y las restantes poblaciones aragonesas de la Cordillera carecían de base demográfica suficiente para una migración tan considerable de población y de leyes. Teruel, conquistada en 1171, fue durante algún tiempo una bolsa cristiana en territorio musulmán; ni siquiera la cercana Albarracín pudo ser tomada hasta 1220. Y el llano costero catalán y valenciano que se extendía bajo sus poblamientos de pie de monte no estaba aún preparado para la expansión ganadera y pastoril que tan fuertemente había pesado en el derecho de la Cordillera. Una economía mediterránea más diversificada y más rica no habría tenido necesidad de la economía ganadera que dominaba la meseta .” págs. 146 – 147 Powers, J.F. “Dos reyes guerreros y sus milicias municipales” inc. Los mundos de Alfonso el Sabio y Jaime el Conquistador. Razón y fuerza en la Edad Media Burns, R.I. coord. Edic. Alfons el Magnanim. Valencia, 1990. - 1 - Las cuatro grandes …(Norte y Este). José Cerdá Caminos y rutas - en dirección oeste, buscando el destino a los caseríos y, especialmente, la expansión hacia la Redonda y Contrarredonda: el camino que, conocido como el Ral 3, bifurcaba hacia Boneguillo y la Rocha. No creo sea el momento de discutir si en estos caminos y no en otros encontramos vestigios de una u otra índole. Insisto, no soy historiador y menos arqueólogo. Por ello, precisamente y para evitar odiosas discusiones, transcribo el texto siguiente: “… nuestro Archivo Municipal … nada nos dice e indagado por qué se levanta un pilar de piedra y cal y canto en el camino de la Ygüela antes de entrar en la senda que conduce a la Fonteta de Alda. Por qué se llama Olivereta del Cuarto, en el Camino de Benacancil y las ruinas de cierto pilar que hemos conocido en el campo de don Antonio Fuster, cerca de donde hoy se halla situada la Cruz de Piedra a la entrada de la Población y otro en la Casa del Cuarto en el camino de Benali; preguntado todo esto a personas antiguas y amiga de las tradiciones pátrias resulta: que en el pilar del Camino de la Higüela allí pusieron un cuarto de hombre que en años muy antiguos descuartizaron. Se llama casa del Cuarto, por haber puesto en un pilar otro cuarto de hombre. Olivereta del Cuarto no porque haya un cuarto de hora desde la Población hasta allí; sino por haber tenido otra cuarta parte de un ser humano y lo mismo decimos del pilar de la cruz de piedra.” 4. Pues sí, en estos y no en otros puntos se ponían, para escarnio público y aviso a viandantes, tales señales de cómo se las gastaban nuestros antepasados, en función de la trascripción de las facultades que Felipe II vende a don Miguel de Borja, especialmente aquellas relativas a las jurisdicción criminal 5. 3 Es curioso el nombre de este camino: Camino del Ral, que José Miguel Jiménez lo retrotrae como palabra árabe (Rahal), con significado de zona o, mejor, casa de recreo y descanso; con lo que tomaría el sentido de conducir a una villa de personaje importante. Por su parte, Matías Aparicio lo vierte dándole el significado de descanso, pero en el matiz de majada, sesteo, etc., relacionado con los trabajos del pastoreo. Y digo que es curioso el nombre pues ambos sentidos le son significativos. En efecto, yo he llegado a conocer habitada la Casa del Ral, una mansión inmensa, provista de un impresionante pozo y zona de ensanche, jardín o recreo ante ella, en el centro de una notable propiedad agrícola. Pero no es menos cierto que también he leído que, en la Contrarredonda, existe una zona muy extensa del término que se denomina Llano de las Majadas . ¿Conduciría hacia dicho llano este camino? El tal Llano, a decir de José Mª Simón Llácer en “Barrancos, Regueros… de la Sierra”, está entre el barranco las Piletas, la Perereta, la balsa Blanca y el término de Vallada. En este sentido, relativo a descanso de los ganados, se comprendería que el ejército francés estuviera en Lovarez y entrara al pueblo por la puerta del Llano. Véase a este respecto P. Sucías. “ Apuntes históricos de la Villa de Enguera .”. Manuscrito fechado en 1908. Edición fotocopiada a partir del existente en el Archivo Municipal de Valencia, 1994. Fols. 121.123 y s. Esta última idea la desarrollaremos a propósito del estudio del camino del Ral. 4 P Sucias. “ Causas Célebres”. Manuscrito fechado en 1.897. Edición fotocopiada a partir del existente en el Archivo Municipal de Valencia, 1.994. Fols. 19 y s. 5 Células de 29 y 31 de enero de 1.575, ante el escribano de Madrid don Vicente López de Valcárcel, que juramentara don Bernabé de Borja a exigencias del Síndico de nuestro Ayuntamiento Martín Barrón. Por lo demás, sobre el tema de la venta de Enguera en el contexto de las llevadas a cabo en Valencia de los conocidos como bienes de realengo puede verse Sebastián, E & Piqueras, J.A. Pervivencias feudales y revolución democrática . Alfons El Magnamin. Valencia, 1987 pags. 34 – 35 donde se afirma: “… el siglo XV contempla las últimas grandes segregaciones del realengo valenciano con la entrega de los señoríos de Denia, Elche y Gandía a la nobleza. Transcurrirán casi trescientos años antes de que se produzcan nuevas cesiones. “En contraste, la Corona procede durante el Quinientos a enajenar en Castilla el Patrimonio enajenable… Simultáneamente se desmembran cuatro quintas partes de los bienes de maestrazgos y se dispone la venta masiva de baldíos. Son medidas circunscritas a Castilla. Y extendidas a Valencia sólo más tarde. “A partir de su origen, un devenir diferenciado que sitúa el Patrimonio en una dinámica contraria a la dominante en Castilla, pues mientras en ésta se desliza hacia su enajenación, en Valencia se fortalece gracias a una doble y exclusiva peculiaridad: la expulsión de los moriscos y el desenlace de la guerra de Sucesión . - 2 - Las cuatro grandes …(Norte y Este). José Cerdá Caminos y rutas Y ¿cuáles pudieran ser los recorridos y puntos de asueto, lógicamente con agua, en tales recorridos? A nuestro entender, la existencia o no del elemento agua es uno de los principales distintivos del paso de caminos por un lugar, especialmente cuando las aguas de los mismos, de caldero o corrientes, fueran consideradas como de dominio público. Pues bien, entre las construcciones hídricas que hemos podido censar, unas desaparecidas y las más conservadas, la asignación de las mismas, pensamos, serían del siguiente tenor: - en la ruta denominada “en dirección norte”: sesteadero del puente San Antón, la Balsa del Saytón y el Pocico Burgueño; y ya en el trayecto hacia Anna y Chella por el Cau de los Cochinos, podríamos anotar, dentro de las dimensiones de este trabajo, los abrevaderos de Antolí y Toñuna; - en la ruta denominada “en dirección sur”: los pozos de Benacancil, Benamil, Panblanc y Perereta 6; - en la ruta denominada “en dirección este”: abrevadero del Pozo Dulce, el que hemos venido en llamar pozo 70 años y la fuente de Marzo - en la ruta denominada “en dirección oeste”: además de la fuente del Ral, la Fonteta de Alda y las balsas del río Minguez, así como el pozo de Norillas.