Archivum Nº 04 Cuaderno 2
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XrchivuM REVISTA DE LA JUNTA DE HISTORIA ECLESIÁSTICA ARGENTINA TOMO CUARTO CUADERNO SEGUNDO JULIO - DICIEMBRE 1960 Comentarios históricos Godofredo Raspar, El Presbítero Manuel M. Alberti, vocal de la Primera Junta 435 Guillermo Furlong S. J., Monseñor Benito Lué y Riega antes y después de 1810 466 Ludovico García de Loydi, El clero porteño en el Cabildo Abierto del 22 de Mayo 517 Angel Ferreyra Cortés, El Deán Funes: primer apóstol riopla- tense de la justicia social 540 Guillermo Furlong S. J., Clero patriótico y clero apatriótico en- tre 1810 y 1816 569 José Ignacio Olmedo, Dos ilustres antecesores de Manuel Belgra- no y Juan J. Castelli, próceras de Mayo 613 Breves comentarios Francisco Talboí, En 1810 hubo dos Obispos en Buenos Aires . 643 Carlos Alberto Díaz Vélez, La Iglesia en el primer centenario de la Revolución de Mayo 652 Mons. Nicolás S. Fasolino, Antecedentes históricos de la Parro- quia de Nra. Sra. de Balvanera de Buenos Aires 661 Miguel A. Cárdenas, Exhortación del Deán Zavaleta el 30 de mayo de 1810 671 Dos comentarios sobre el sermón de Zavaleta 684 Ludovico García de Loydi, EJ Vicariato Castrense 688 Textos El 25 de Mayo y la oratoria sagrada 698 Notas Bibliográficas 786 Iconografía Eclesiástica: Retratos debidos al artista Ignacio Baz . 801 ARCHIVUM REVISTA DE LA JUNTA DE HISTORIA ECLESIÁSTICA ARGENTINA HOMENAJE A LA REVOLUCION DE MAYO Número especial auspiciado por la Comisión Nacional del Sesquicentenario 1810 - 1960 TOMO CUARTO CUADERNO SEGUNDO JULIO - DICIEMBRE 19 6 0 Buenos Aires Impreso en la Argentina, en casa de don Domingo E. Taladriz, San Juan 3875, Buenos Aires JUNTA DE HISTORIA ECLESIASTICA ARGENTINA Presidente de Honor Emmo. Sr. Cardenal Antonio Caggiano Presidente Sr. Vicente D. Sierra Secretario R. P. Leopoldo J. Palacio Prosecretario Sr. Carlos G. Romero Sosa Tesorero Sr. Adolfo L. Ribera Director de publicaciones R. P. Guillermo Furlong S. J. V ocales Mons. José Alumni; Prof. Adolfo Luis Ribera, Dr. José M. Mariluz Urquijo, R. P. Juan Pedro Grenón, Mons. Miguel Angel Vergara, Sr. Enrique Udaondo, Pbro. Francisco &Mnpañ3" y Pbro. Ramón Rosa Olmos. Socios Pbro. Francisco C. Actis, Sr. Luis R. Altamira, Mons. José Alumni, Pbro. Fran- cisco Avellá, R. P. Cayetano Bruno, Arq. Mario J. Buschiazzo, Fray Jacinto Carrasco (f), R. P. Angel Clavero (f), Pbro. Francisco Compañy, Mons. Nicolás Fasolino, R. P. Avelino Ferreyra Alvarez, Mons. Gabriel Foncillas Andreu, R. P. Guillermo Furlong, Dr. Guillermo Gallardo, Sr. Carlos M. Gelly y Obes, R. P. Rubén González, R. P. Juan Pedro Grenón, Pbro. Alfonso G. Hernández (f), Dr. Ramiro de Lafuente, Dr. Carlos Luque Colombres, Dr. José M. Mariluz Urquijo, Sr. Andrés Millé, Dr. Raúl A. Molina, R. P. Leopoldo J. Palacio, Sr. Adolfo Luis Ribera, Dr. Ambrosio Romero Carranza, Sr. Carlos G. Romero Sosa, Pbro. Ramón Rosa Olmos, Pbro. Carlos Ruiz Santana (f), Sr. Vicente D. Sierra, Pbro. Américo A, Tonda, Sr. José Torre Revello, Sr. Enrique Udaondo, Mons. Santiago Ussher, y Mons. Miguel A. Vergara. Pbro. Dr. MANUEL M. ALBERTI Vocal de la Primera Junta Oleo sobre tela (58 y^69cmj. Autora: María J. Rodríguez Museo Histórico Nacional, n" 867 A MANUEL M. ALBERTI SACERDOTE AUSTERO Y PATRIOTA MILITANTE PARROCO EN LA MAGDALENA, MALDONADO Y BUENOS AIRES SAGAZ EN EL ARTE DE DAR LOS EJERCICIOS ESPIRITUALES DE SAN IGNACIO DE LOYOLA VOCAL DEL PRIMER GOBIERNO PATRIO QUE COMO DIRECTOR DE LA GACETA DE BUENOS AIRES EN 1810 AFIANZO Y PROPAGO LOS IDEALES DE MAYO SEGUN LA DOCTRINA CATOLICA. LA TRADICION HISPANA Y LCS NUEVOS IDEALES DE LIBERTAD LA JUNTA DE HISTORIA ECLESIASTICA ARGENTINA DEDICA ESTE VOLUMEN * .i -’S- , ti » •' . 1 I ».. • ^.A''^*íf>‘.''^í3W5T ( A “' I', Xr tA^-tí’! «kt - hk '^'wj ( r» 4M^k\»AÍ’ ' r 'ií.. tJi 4V».;CfI(^‘l. V M r . * I ^ /' ,r- ^'••1 “6 :£ • -ÍÍ'J'Í '.''./AtT- ATA»:*' )tu •;AM,iea|'‘T^. áftV] ' * ./.l’Uí 'V*».» AKr'-lv, -i n- Amki?4»- '.’'k»QH(j/ .Vi OAi WOU .ttÜ ^.'JiOí'íf » ! Í.’ r¿í - '’Ui^ fe •-iK^oa^vot'í'.'-.mia^ /Jfnffr . .m t>o| /' •* . , , ’k • iíUJJov 'rui a:í»íi -1 A EL PRESBITERO MANUEL M. ALBERTI, VOCAL DE LA PRIMERA JUNTA UNQUE de aspecto prelaticio y de vasto saber teológico y filosófico, y de cualidades y dotes nada vulgares, el Presbítero Manuel Ma- ximino Alberti era mi varón modesto y sencillo, inclinado al retiro de su gabinete y entregado sin reservas a sus deberes sacerdotales. De presencia, de actitud y de palabra serenas, nadie, o muy pocos sospecharían que había un revolucionario bajo cendales tan simpá- ticos y atrayentes. Con anterioridad a 1810 le cabe la gloria, por sus virtudes sa- cerdotales, de haber sido uno de los preferidos por la Madre Antula ^ para dar los Ejercicios de San Ignacio, y después de los sucesos de Mayo de 1810, le cupo la gloria de haber sido el primer director de la Gaceta, desde los dias de la Revolución hasta fines del mes de diciembre, época en que el Dean Funes entró a dirigir el vocero de la Revolución. Entre esas dos glorias, y culminando sobre ellas, la de haber sido rmo de los vocales de la Primera Junta. Cuando en 1788 la famosa Beata santiagueña, María Antonia de la Paz y Figueroa, resolvió establecer una Casa para dar los Ejercicios, a que antes nos referimos, escogió la manzana de terreno compren- dida entre las actuales calles Independencia - Estados Unidos - Lima y Salta, pero eran varios los dueños de aquel solar llamándose An- 1 María Antonia de la Paz y Figueroa, llamada también la “Beata de los Ejercicios”. 2 Más de la mitad de la manzana, o sea toda la parte que da actualmente sobre la calle Lima, con un fondo de unos noventa metros sobre Estados Uni- dos y cincuenta sobre Independencia, pertenecía a Alfonso Rodríguez y Fran- cisca Girado; una parcela de unos 15 metros sobre Estados Unidos y cuarenta 436 Godofredo Kaspar tonio Alberti el dueño de una de las principales fracciones. Al saber este caballero lo que se proponía la Beata con la compra que pen- saba hacer, donó una parte de lo que era suyo y vendió otra parcela, en una forma tan generosa que vino a reincidir en donación Antonio Alberti, desposado con Juana Agustina Marín, fue el progenitor de Manuel Maximino Alberti, nacido en esta ciudad de Buenos Aires ^ a los 28 días del mes de mayo de 1763, y sabemos que fueron hermanos suyos Isidoro, Juana María, Casimira, Manuel Silvestre, María Matilde y Félix. Casimira contrajo matrimonio con Angel Fulco; Manuel Silvestre llegó a ser Capitán del Regimiento 1"^ de Granaderos; Félix había fallecido en 1811 e Isidoro estaba au- sente cuando acaeció el deceso de Manuel Maximino. Los dos más recientes biógrafos de Alberti se han ocupado no poco del solar en que \dvió, y del hogar en que se plasmó su noble alma. Así Gelly y Obes escribe ® que se conjugaban en su casa pa- terna el celoso cuidado de los valores morales y religiosos, y el más amplio espíritu de colaboración con la desgracia y necesidad del pró- jimo, aspecto este último del que pudieron dar prueba sus padres al cumplir efectiva acción caritativa en Buenos Aires con importantes donativos de orden público. Había también en la familia de su madre ejemplos de consagración en el servicio de las armas. El nombre de sus padres se halla enlazado perdurablemente a la acción bienhechora de la Santa Casa de Ejercicios de Buenos Aires, que con el tiempo llegaría él mismo a dirigir. sobre Salta pertenecía a los esposos Pedro Varón y Benedicto Ortega, y la es- quina Salta-Independencia con cincuenta metros sobre la primera de esas calles y otros cincuenta sobre la segunda de ellas pertenecía a Antonio Alberti y Juana -Agustina Marín. ® Además, el 27 de noviembre de 1788, Antonio Alberti pagó la alcabala de 2 % sobre 700 pesos en que vendió media cuadra de tierra a Alfonso Rodríguez para edificar la Casa de Ejercicios; a Pedro Pablo Pavón había vendido % de tierra con igual fin. Cf. Archivo General de la Nación: XIII, 1+-4-4. * La partida de bautismo dice así: En primero de junio de mil setecientos sesenta y tres años en esta vice Parroquia de la Concepción bauticé, puse Oleo y Crisma a Manuel Maximiano de edad de cuatro dios, hijo legitimo de Antonio Alberti y Juana Agustina Marin. Padrinos Juan Javier Dogan y su esposa Doña Isabel de Soria y Santa Cruz, a quienes previne el parentezco espiritual y la obli- gación de la Doctrina Cristiana para su tiempo, de que doy je. Miguel Jerónimo Gómez. (Archivo de la Parroquia de la Concepción, Bautismos, 1763, fol. 122). ® Manuel Alberti, en: Gobernadores de Mayo, Buenos Aires, S. E. H. A., 1960, pp. 127-156. La cita corresponde a la p. 131. Alberti, vocal de la Primera Junta 437 Cuando dicha institución espiritual se trasladó de las calles Inde- pendencia y Chacabuco a la manzana comprendida por las de Salta, Independencia, Lima y Estados Unidos, pudo hacerlo en virtud del donativo de un amplio solar por parte de los esposos Alberti en dicho lugar. “Setenta varas de frente al norte por cincuenta y cinco de fondo al sur” comprendía ese testimonio fidedigno de fe y de interés por los problemas espirituales de sus compatriotas. Su madre Doña Juana Agustina Marín parece haber cuidado celosamente la integridad del patrimonio de su hogar, al morir su esposo. Su firma de caracteres redondeados y dibujo amplio, al pié de escritos judiciales, que existen en el Archivo General de la Nación, asi lo demuestran. El presbítero Manuel Alberti, recibió de sus padres una casa y huerta situada en la calle Ruarte, hoy Estados Unidos, en la man- zana comprendida por las actuales calles Estados Unidos, Bernardo de Irigoyen, Carlos Calvo y Lima, en la que no faltaban las tejas españolas, los tirantes de lapacho y el clásico brocal, mudos testigos de sus correrías infantiles, en el apacible marco de la capital que contemporáneamente con su adolescencia lograría la dignidad vi- rreynal.