El Gobierno De La "Patria Vieja" De Artigas Las Misiones, a Quienes Artigas Prestó La Mayor Consideración En Este Res- Pecto
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El Gobierno de la "Patria Vieja" de Artigas las Misiones, a quienes Artigas prestó la mayor consideración en este res- pecto. 1 En aquellos momentos, habiendo llegado a la época culminante de su vida, Artigas parecía tener el talento de un profeta para escribir palabras inolvidables. Su grandeza se hace aparente en oraciones de fuerza prover- bial, algunas de las cuales hemos ya citado, pero cada una de sus cartas contiene alguna noble frase: "Entre los hombres libres no tendrán acepta- ción los débiles"; "El que no entra al orden de la sociedad por la esperanza del bien, es forzoso le arredre el temor de la pena"; luego de haber brindado toda la ayuda posible a los pobres indios de las Misiones: "Yo puedo glo- riarme de haber sido más que generoso, y así crea V. S. que de nada debemos lastimarnos tanto como de nuestra propia indigencia"; se nece- sita un gobierno que "siendo justo en sus principios, debe igualmente serlo en sus resultados". "Queriendo ser libres, la multiplicidad de enemigos sólo servirá para redoblar nuestras glorias". 2 Artigas se expresaba exactamente en la forma en que el padre de su patria debía hacerlo. 1 Cartas de Artigas al Cabildo de Montevideo, 17-111-1816, 11 y 27-IV-1816, Correspon- dencia, págs. 89-90, 93-94, 95; Cabildo de Colonia al Cabildo Gobernador, Aren. Adm., libro 202, folio 167. « Cartas de Artigas al Cabildo de Montevideo, 9 y 17-111-1816, 27-IV-1816, 24-V-1816, 6-VII-1816, Correspondencia, págs. 88-89, 89-90, 95, 100, 108-109. 181 CAPITULO VII LA LIGA FEDERAL 1. LA PROPAGACIÓN DEL FEDERALISMO LAS IDEAS federalistas de Artigas probablemente tuvieron mayor influencia sobre la Argentina que sobre el Uruguay, pero la Liga Federal, que surgió como consecuencia de ellas, fue de gran importancia para determinar el curso futuro de la historia uruguaya, debido a !as reacciones que produjo en Buenos Aires. Artigas ya había pensado en una especie de organización federal para las provincias del Plata en 1811, cuando comenzó sus esfuerzos para que la Banda Oriental fuera un estado autónomo. En diciembre de aquel año sugirió al Paraguay la formación de una especie de unión para oponerse a la agresión portuguesa, y aunque su oferta no fue aceptada ni rechazada, Artigas no perdió las esperanzas,1 y continuó su corresponden- cia con el gobierno de aquella remota provincia. En 1813, cuando se produjo la crisis federal simbolizada por el rechazo por parte de Buenos Aires de los diputados orientales a la Asamblea Constituyente, Artigas instó vehe- mentemente a los paraguayos a que se unieran con él. a Su idea era que las provincias que habían decidido resistir el centralismo porteño, enviaran diputados para formar un bloque opositor en la Asamblea Constituyente, y creía.poder contar con seis diputados de la Provincia Oriental, probable- mente siete del Paraguay, y dos de Tucumán, que en forma independiente estaba siguiendo la misma línea de la Provincia Oriental. Además, su grito de "Libertad", igualdad, seguridad" había tenido eco en hombres de todas las provincias, donde se había estado propagando un acendrado sentimiento de desagrado con el régimen porteño desde que los centralistas habían cap- turado el gobierno en 1811, desentendiéndose de las esperanzas a que había dado lugar la primera Junta, de que se respetarían los deseos de las pro- vincias. Paraguay pronto decidió hacer las cosas a su manera, y bajo el enigmá- tico gobierno del Dr. Francia se convirtió en una tierra misteriosa para el mundo exterior, donde desaparecieron viajeros de la importancia de los hombres de ciencia Bonpland, Renger y Longchamp, que regresaron cuando ya no se les esperaba, luego de años de negociaciones con las autoridades, y donde el mismo Artigas se refugió finalmente, encontrando un asilo hos- pitalario al sobrevenir su catástrofe en 1820. Los distritos del litoral, o.sea Entre Ríos, Santa Fe y Corrientes, no obstante, siguieron la ruta del fede- ralismo. Pudieron apreciar desde muy cerca la lucha de la Provincia Orien- tal contra el centralismo porteño, pues eran las tierras vecinas situadas en las riberas de los ríos Uruguay y Paraná. Ellas iban a ser el escenario de los triunfos militares del federalismo en 1815, y luego de la expulsión de los porteños de la Provincia Oriental ese año, constituyeron la arena donde cho- 1 Carta de Artigas al gobierno del Paraguay, 2-XII-1811, en Fregeiro, ob. cit. » Cartas de Artigas al gobierno del Paraguay, 8-II-1813, 17-IV-1813, 29-V-1813, 30-V1-1B13, 3-VII-I813, y 26-VIII-1813; y del gobierno del Paraguay a Artigas, 19-1-1813, 15-111-1813, 29-VII-1313, y 26-VIII-1813, en Fregeiro, Artigas, págs. 185-204. 182 La Propagación del Federalismo carian las fuerzas de Buenos Aires con las de Artigas: estas provincias se hallaban en la ruta terrestre entre la Provincia Oriental y Buenos Aires, de modo que ambos bandos trataron de atraerlas hacia dentro de sus res- pectivos sistemas. La lucha se inclinó, entre 1812 y 1815, a favor de Artigas y el federalismo, puesto que el litoral y su población se vieron bajo el dominio centralista, con el que no congeniaban, y fueron testigos del buen éxito de la Provincia Oriental en sus esfuerzos por librarse de él. Durante el Éxodo del Pueblo Oriental, cuando Artigas estuvo en Entre Ríos, el litoral aprendió a respe- tar las ideas del Jefe y confraternizó con su pueblo, de modo que el ideal de la autonomía provincial expresado en las Instrucciones de Artigas del Año XIII cundió entre la población de estas provincias. Entre Ríos fue la primera aliada de Artigas, bajo la guía del comandante de la milicia local, Eusebio Hereñú, quien aceptó los planes del Jefe y su ayuda para resistir a los porteños.1 En los primeros meses de 1814, la campaña de Entre Ríos y Corrientes se alzó contra los gobernadores y las guarniciones porteñas, volviendo su mi- rada hacia Artigas en busca de ayuda, tanto militar como política. Otras provincias se unieron al movimiento artiguista, con lo que formaron una liga, podríamos decir una especie de confederación unida por débiles lazos, durante el correr de un año: Santa Fe y Córdoba tomaron la decisión de acompañarles en marzo de 1815, y Montevideo fue liberada en abril. En aquel año, Artigas fue nombrado Protector suyo por los Cabildos de las capitales de las provincias que aceptaron su guía, y se le dio el título de Protector de los Pueblos Libres. Su cuartel general permaneció en Purifi- cación, cuya conveniencia como centro desde donde supervisar sus intereses, aumentó con la adición de estas provincias. Desde allí dirigió la guerra contra los porteños y la que se Hbró contra los portugueses que invadieron ía Provincia Oriental en 1816. La señal para el levantamiento del litoral en 1814 fue el retiro de Artigas del sitio de los patriotas contra Montevideo y la apertura de las hostilidades con Buenos Aires. En este momento, Artigas se comunicó con la red de agentes y simpatizantes que había montado en Entre Ríos, Corrientes, Santa Fe y Córdoba, y les hizo llegar su llamado a las armas contra los opresores centralistas. Los pueblos se vitalizaron con el éxito de la audacia de Artigas, simbolizada por una victoria en Entre Ríos sobre una expedición de los porteños al mando de Holmberg, el mercenario alemán enviado por el Director Supremo Posadas con el fin de aplastar a Artigas y a las ideas de autonomía, y para poner en práctica las órdenes emi- tidas en febrero de 1814, por las cuales se puso al Jefe fuera de la ley y se ofreció un precio de seis mil pesos por su cabeza. Holmberg fue derrotado por Hereñú, el caudillo de Entre Ríos, en febrero de 1814. Al mismo tiempo, en la Provincia Oriental, Otorgues obtuvo la victoria contra !a fuerza porteña comandada por Quintana, de modo que ya en marzo el artiguismo, como se dio en llamar a las ideas y el sistema de Artigas, había alcanzado amplia difusión en el litoral. El Arroyo de la i Véase Ardao y Castellanos, Artigas, págs. 55-71; F. A. Arce, La Formación de la Liga Federal; F. A. Arce y M. Demonte Vitali, Artigas, Heraldo del Federalismo Rioplatense; P. Blanco Acevedo, El Federalismo de Artigas y la Independencia Nacional, pág. 69. 183 La Liga Federal China pronto fue liberado, y el 10 de marzo Bautista Méndez encabezó un movimiento popular en Corrientes, conquistando la autonomía para el pue- blo de su provincia. Por supuesto, Artigas ya había informado a Corrientes acerca de sus actividades en el litoral, solicitando a dicha provincia que se uniera con él en fraternal unión contra los tiranos de Buenos Aires. A los pocos días de la revuelta escribió al Cabildo de Corrientes ofreciéndole su protección a la provincia "con todos los recursos de la liga", alentándole a que llamara a un congreso del pueblo para establecer un gobierno popular, y declarando que todos los pueblos situados sobre el río Uruguay y el Pa- raná se estaban yat acogiendo al nuevo sistema reformista. * Una vez que todas las provincias hubieren alcanzado la seguridad, se llegaría a una organización general, "consultando cada una de las provincias todas sus ventajas peculiares y respectivas, y quedarán todas en una perfecta unión entre sí mismas; no en aquella unión mezquina que obliga a cada pueblo a desprenderse de una parte de su confianza en cambio de una obediencia servil, si no en aquella unión que hace al interés mismo sin perjuicio de los derechos de los pueblos y de su libre y entero ejercicio".