Cap 05 Migrantes Nuevo
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Identidad colectiva y estrategias organizativas entre migrantes mexicanos indígenas y mestizos Gaspar Rivera-Salgado y Luis Escala Rabadán Introducción DESDE principios de los años ochenta, las organizaciones de base formadas por migrantes mexicanos han proliferado de manera notable en Estados Unidos, especialmente en el área metropolitana de Los Ángeles. Si bien es cierto que durante dicho periodo las comunidades migrantes indígenas y mestizas habían forjado diferentes formas organizativas para propósitos diversos –comités, fren- tes, coaliciones, etcétera–, para finales de los años noventa las asociaciones de oriundos y las federaciones se habían convertido en las formas organizativas más recurrentes dentro de las comunidades de migrantes mexicanos tanto in- dígenas como mestizos. De hecho, podemos encontrar asociaciones de oriun- dos (también conocidas bajo diversas acepciones: clubes cívicos, clubes sociales, comités, etcétera) y federaciones de este tipo tanto entre grupos de mexicanos con una larga tradición migratoria, como los zacatecanos y jaliscienses, como entre aquellos provenientes de regiones cuyas migraciones son más recientes, como es el caso de los migrantes oaxaqueños. Este capítulo explora de manera comparativa la experiencia organizativa de los migrantes indígenas oaxaqueños agrupados alrededor de la Federación Oaxa- queña de Comunidades y Organizaciones Indígenas (FOCOICA) con las experien- cias de los migrantes mestizos agrupados en las federaciones de jaliscienses y za- catecanos en el área de Los Ángeles. Nuestro análisis se centra en dos líneas de investigación: primero, queremos subrayar las diferencias en las estrategias orga- nizativas entre migrantes indígenas y mestizos al nivel de organizaciones de oriundos, aunque formalmente a nivel federación estas estrategias puedan pare- cerse. El segundo aspecto importante es la enorme diferencia en el discurso iden- titario utilizado por las organizaciones tanto a nivel de asociación de oriundos como a nivel federación. Especialmente, nos enfocamos en explicar el papel de las identidades étnicas y regionales prevaleciente entre los indígenas migrantes oaxaqueños y la ausencia de estos discursos entre las organizaciones mestizas, donde la referencia central es más bien la noción de “patria chica”. 167 168 GASPAR RIVERA-SALGADO Y LUIS ESCALA RABADÁN Nuestro argumento principal para explicar la decisión de las organizacio- nes indígenas oaxaqueñas de adoptar ciertas características del modelo organi- zativo de los migrantes mestizos consiste en que dicha decisión no se reduce a la socialización extensiva de las federaciones como un modelo organizativo ne- cesario a seguir. Más bien la explicación radica en la habilidad de los migran- tes indígenas como actores políticos de adaptar formas tradicionales de orga- nización comunitaria a un nuevo entorno social y político. Este nuevo entorno se caracteriza por una creciente relación de los migrantes organizados con los gobiernos estatales y federales de México. Esto ha producido dos cambios fun- damentales en el perfil de las organizaciones de migrantes mexicanos tanto in- dígenas como mestizos. Por un lado, estas asociaciones han consolidado sus es- tructuras organizativas, a diferencia de la relativa informalidad y aislamiento político en que se encontraban a mediados de los años noventa.1 Un claro ejemplo de ello es que sus ocasionales obras filantrópicas en favor de sus pue- blos de origen en sus respectivos estados en México se han convertido en pro- yectos formales y sistemáticos para la generación de infraestructura social, con lo cual han adquirido una marcada visibilidad y relevancia al obtener un creciente reconocimiento tanto en la esfera pública como en la política, que se refleja en una mayor interlocución ante las nuevas administraciones del gobierno mexi- cano en sus tres niveles: federal, estatal y municipal. Por otro lado, los cambios no se limitan al interior de estas asociaciones, sino también se realizan en su entorno. En este periodo, las diversas instancias del gobierno de México han for- jado una importante relación con dichas asociaciones, relaciones en las que tanto los actores de la sociedad civil como los del Estado se consideran los socios reales, traduciéndose en la creación de diversos mecanismos de cooperación entre am- bos. En el área de Los Ángeles, este es el caso principalmente de migrantes pro- venientes de Oaxaca, Zacatecas, Jalisco y, más recientemente, Michoacán. La creciente importancia de estos grupos de migrantes en los últimos años ha sido observada por políticos, académicos y activistas tanto en México como en Estados Unidos, quienes han subrayado la relevancia de las comunidades migrantes mexicanas en Estados Unidos –así como de sus organizaciones– como puente entre ambas naciones. Sin embargo, existen todavía preguntas impor- tantes que habría que responder para tener una mejor idea sobre las dinámi- cas internas que caracterizan a las organizaciones de migrantes indígenas y sobre las diferencias específicas de éstas comparadas con las organizaciones de los migrantes mestizos. Esta diferenciación nos podría ayudar a evaluar la efec- tividad de las organizaciones y el impacto binacional que dichas organizaciones 1Zabin y Escala Rabadán (1998) detectaron un alto grado de aislamiento político entre las federa- ciones y los políticos latinos más prominentes en la región de Los Ángeles, especialmente alrededor de su poca o nula participación en el movimiento contra la Proposición 187 en 1994. IDENTIDAD COLECTIVA Y ESTRATEGIAS ORGANIZATIVAS 169 pudieran tener en los procesos políticos locales tanto en sus comunidades de origen como en el estado de California, en general, y en la región de Los Án- geles, en particular. En resumen, si bien es cierto que las asociaciones de oriundos y las federa- ciones, como modelos de organización, parecen haber sido adoptadas tanto por migrantes provenientes de regiones tradicionalmente expulsoras como por migrantes más recientes y originarios de otras regiones en México, es necesa- rio precisar con mayor detalle las posibles afinidades y diferencias entre ambas. En este documento nos proponemos analizar la trayectoria de las organizacio- nes tanto de migrantes mestizos “clásicos” de Jalisco y Zacatecas, como la de aquéllos de más reciente migración en el contexto de California –los zapotecos y los mixtecos de Oaxaca. Asociaciones de migrantes mexicanos en Estados Unidos El establecimiento y consolidación de redes sociales entre distintas regiones de México y Estados Unidos ha implicado el surgimiento de organizaciones de pai- sanos entre migrantes tanto indígenas como mestizos, basadas en la localidad, el municipio, la etnia o el estado de origen. Dichas asociaciones representaban un primer intento de formalización organizativa a partir de la existencia de re- des informales de paisanos migrantes basadas en el poblado de origen.2 Desde los años setenta se observa la proliferación de estos clubes y asociaciones de migrantes mexicanos, con una variada composición social y étnica y distintos niveles de organización.3 Podríamos argumentar que un elemento fundamen- tal en el surgimiento y desarrollo de estas asociaciones consiste en el fortale- cimiento de vínculos de los migrantes con sus pueblos en México. El lugar de origen se transforma así en una poderosa referencia en la creación de una identidad colectiva entre migrantes provenientes de una misma comunidad o región, de tal forma que los lazos de paisanaje se convierten en una parte esencial de la organización social de los migrantes, a la par de los vínculos de parentesco y amistad. En ese sentido, los lazos de unión con “la patria chica”, lejos de atenuarse o desaparecer, se fortalecen y transforman en redes de pai- sanaje que eventualmente conducen, como modo privilegiado de pertenencia “translocal” a la construcción de estas asociaciones, cuyas tareas como grupo 2 Para una reflexión sobre la evolución histórica de estas asociaciones de migrantes mexicanos, véa- se, por ejemplo, Díaz de Cossío, Orozco y González (1997). Hay una extensa literatura en torno a la im- portancia de las redes sociales en el proceso migratorio de México a Estados Unidos. Véanse, entre otros, Mines (1981), Massey et al. (1987) y Zabin et al. (1993). 3 Para un análisis más detallado sobre la evolución de estas asociaciones de migrantes en Estados Unidos, véanse Goldring (1995), Smith (1995), Espinosa (1999) y Rivera-Salgado (1999). 170 GASPAR RIVERA-SALGADO Y LUIS ESCALA RABADÁN organizado permiten a su vez la promoción y consolidación de un sentido de identidad cultural.4 Una forma clásica en la que estas asociaciones se forman puede verse ilus- trada en el siguiente ejemplo, provisto por un migrante proveniente de Pegue- ros, Jalisco, en el área de Los Ángeles: Al principio, la gente de Pegueros nos juntábamos seguido para algunos eventos, en especial para los eventos deportivos… Yo llevaba a mi familia a los juegos de fut y de beis en donde yo jugaba, y la mayoría de los juga- dores hacía lo mismo, y no eran solamente nuestras familias; había mucha gente que venía como espectadores, porque a donde quiera que íbamos éramos los que más porra llevábamos. Y fue a partir de reunirnos en estos eventos deportivos que se nos ocurrió formar una asociación que sirviera también para otros fines, sobre todo para hacer frente a las necesidades de nuestra gente en Pegueros. De hecho, nuestro primer proyecto fue la do- nación de una ambulancia a nuestro pueblo.5 Existen literalmente cientos de estas asociaciones a