Cardenismo: Auge Y Caída De Un Legado Político Y Social
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CARDENISMO: AUGE Y CAÍDA DE UN LEGADO POLÍTICO Y SOCIAL CARDENISMO: AUGE Y CAÍDA DE UN LEGADO POLÍTICO Y SOCIAL Ivonne del Valle y Pedro Ángel Palou, editores Revista de Crítica Literaria Latinoamericana Boston, 2017 © de esta edición: Revista de Crítica Literaria Latinoamericana Primera edición, 2017 Al cuidado de José Antonio Mazzotti Revista de Crítica Literaria Latinoamericana Department of Romance Languages Tufts University 180 Packard Street Medford, MA 02155, USA [email protected] ISBN 978-0-9988021-0-7 CARDENISMO: AUGE Y CAÍDA DE UN LEGADO POLÍTICO Y SOCIAL Boston: Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, 2017, pp. 7-8 SUMARIO Ivonne del Valle y Pedro Ángel Palou Introducción. Del mito al proyecto histórico: lucha de clases y un cardenismo más allá de Cárdenas 9 CARDENISMO, LECTURAS GENERALES Sam Steinberg Debt Collective, 1938–2014 33 John Ackerman Cárdenas and the Combative State 51 Olivia Gall y Juan Moreno Lázaro Cárdenas, gobernador de Michoacán (1928-1932): la administración eficaz del tiempo político 77 Ignacio Sánchez Prado Disparidad y el imaginario cardenista 115 Bruno Bosteels Más allá del poder dual en México 139 LECTURAS PARTICULARES Tanalís Padilla Legados que perduran: cardenismo, normales rurales y justicia social 167 8 CARDENISMO: AUGE Y CAÍDA DE UN LEGADO POLÍTICO Y SOCIAL Cristina Rivera-Garza K61 Norte, Brecha 124. Agricultores en tránsito a colonizar Tamaulipas 203 Marco A. Calderón Mólgora Lázaro Cárdenas del Río y las Comisiones Hidrológicas del Tepalcatepec y del Balsas 231 Horacio Legrás Cine y cardenismo: el tiempo de la máquina 257 Sobre los autores 282 CARDENISMO: AUGE Y CAÍDA DE UN LEGADO POLÍTICO Y SOCIAL Boston: Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, 2017, pp. 9-29 INTRODUCCIÓN. DEL MITO AL PROYECTO DE NACIÓN: LUCHA DE CLASES Y UN CARDENISMO MÁS ALLÁ DE CÁRDENAS Ivonne del Valle University of California, Berkeley Pedro Palou Tufts University Diez años de revolución armada (1910-1920) condensaron en los hechos y en la experiencia de los subalternos saberes y certidumbres sobre sus propias capacidades de rebelarse, organizarse, ejercer el mando, dominar las artes de la guerra y vencer las adversidades. El caballo y las armas, vedados a tantos de ellos en las sociedades del antiguo régimen, fueron para muchos su primera conquista material en la revolución. Era el ejercicio y la afirmación, en la experiencia vivida, de la igualdad y de la individualidad; o, en otras palabras, de esa conquista inmaterial que es el respeto a cada uno como condición de la convivencia entre todos. (Adolfo Gilly, “Una cierta idea de México” 592). Para muchos la figura de Lázaro Cárdenas pertenece a un área mítica de eventos irrepetibles (principalmente por la expropiación petrolera), o a una historia que aunque relativamente reciente (fue presidente de 1934 a 1940) aparece ahora lejana. Para quienes así piensan, volver a Cárdenas o al cardenismo podría ser un gesto nostálgico por su vuelco al pasado y por una supuesta incapacidad de formular proyectos que permitan un futuro distinto, algo que no ha sido todavía, pero que debiera ser. Una perspectiva semejante quizás no admite que un proyecto que revise el pasado en el sentido que este número propone respecto a Cárdenas –para mostrar lo que sigue siendo necesario pensar– tenga algo que ofrecer, puesto que se trata de revisar un momento ya extinguido y cuyas circunstancias 10 IVONNE DEL VALLE Y PEDRO PALOU eran muy otras que las del presente. Desde esta óptica un proyecto como éste carecería de verdadera capacidad crítica y de creatividad: la primera para hacer frente a la realidad tal y como se presenta ahora, y no en 1934 o 1940; la segunda para aventurar, arriesgar propuestas que no han sido imaginadas antes. Por otro lado, al centrarse de forma significativa en la expro- piación de 1938, la mitificación de su persona obstruye una visión más amplia, generalizada, del proyecto de nación puesto en marcha por Cárdenas. Porque aunados a la expropiación petrolera, los cambios garantizados por la Constitución de 1917, pero implemen- tados por él, transformaron el fundamento de la política mexicana. Tal vez la importancia de lo hecho por Cárdenas puede leerse en todos los esfuerzos posteriores que, inmediatamente después de él y prolongándose hasta el momento presente, se obstinan en destruir lo que él construyó. No hay que olvidar que fue precisamente du- rante el cardenismo y en gran medida para contrarrestarlo que surgen algunas de las instituciones de derecha más reaccionarias en México (el Partido Acción Nacional y la Confederación Patronal de la República Mexicana, por ejemplo)1. Pero es esta doble insensatez lo que proponemos los editores de este número especial: volver a Cárdenas y pensar más allá del mito de la expropiación petrolera, lo que fue su proyecto de nación para colocar esta imagen compleja y contradictoria, si se quiere, pero no por ello menos atractiva y fuerte en relación al presente mexicano, para que sirva de espejo, un espejo de revés, que revele lo que Méxi- co pudo o podría ser. En este sentido, este conjunto de artículos escritos por historiadores y críticos literarios, se compromete con el registro histórico, pero también con una propuesta que asume fron- talmente el carácter polémico de la crítica cultural y política2. Todo * Los autores agradecen a Azucena Hernández y a Ricardo López su gran ayuda con la edición de este volumen. 1 Ver Garciadiego Dantán. Lázaro Cárdenas. Presidente Comunista de Salvador Abascal es una muestra paradigmática de las fuertes reacciones que suscitaba Cárdenas entre importantes sectores de la población –la iglesia, empresarios y personas religiosas, por ejemplo–. 2 Un trabajo similar es Vigencia del cardenismo, volumen coordinado por Fernando Carmona, quien indica que el libro busca presentar una imagen de Cárdenas que se oponga a las políticas así llamadas de “de ajuste” y “mo- dernización” (1). Aunque no se puede decir lo mismo de todos los artículos de los tres tomos de la colección Lázaro Cárdenas: Modelo y Legado, muchos de sus INTRODUCCIÓN. DEL MITO AL PROYECTO DE NACIÓN 11 proceso histórico y toda persona que participa activamente en él, son complejos, plurales, y en el caso del cardenismo, lo que es ver- dad para el norte, puede no serlo para el sur; y lo que fue cierto para un determinado momento puede no serlo tres años después. Pese a esto no queremos que la complejidad nos paralice y nos deje sin nada qué decir en términos generales, aunque entendamos que toda generalización es precisamente eso: una mirada abarcadora sobre una problemática que desde luego, de cerca presenta infinidad de matices. Hay muchos árboles, cierto, y cada uno distinto de los demás; pero también hay el bosque. Por ello no creemos que una presentación casuística revele más o mejor un proyecto que pese a sus múltiples divergencias y contradicciones tenía, para nosotros, una dirección clara. Así, más que presentar otra revisión exhaustiva de los distintos programas del cardenismo –se han hecho ya muchas y excelentes– es precisamente la dirección general de su proyecto lo que queremos enfatizar aquí, para proponer, en un sentido nietzs- cheano una lectura no mítica, pero sí comprometida con el presen- te3. Puede ser, sin embargo, como lo es de hecho en algunos casos, que los artículos que aquí presentamos excedan este marco. Pese a esto no dejan por ello de contribuir a la imagen del cardenismo que nos interesa y los puntos en los que sus autores puedan ir en otro sentido al de esta introducción serán evidentes para quienes los lean –nosotros mismos los enfatizaremos en otra sección–. Partimos de que lo hecho por Cárdenas fue simplemente seguir lo que marcaba la Constitución por la que habían peleado muchos. Esos hombres y mujeres a los que alude el epígrafe de Adolfo Gilly que habían tomado parte en la revolución y participaban por ello desde una nueva posición en el debate político nacional. El carde- nismo es en este sentido tal y como indica Gilly “un ideario y un imaginario… una cierta visión imaginada del país… una cierta idea ensayos sí tienen esta intención que rebasa el proyecto de simplemente escribir historia. 3 Según Nietzsche hay tres formas de hacer historia: la monumental que convierte a la historia en un mito inalcanzable y se ciega a las oportunidades del presente; la anticuaria que busca conservar el statu quo, se dedica a hacer homenajes y es, por su vocación, una historia conservadora; la última, la historia crítica, hace suyo el compromiso con la vida misma, entendida como aquello que se opone a la opresión. Nuestra perspectiva se identifica con esta última opción. 12 IVONNE DEL VALLE Y PEDRO PALOU de México” (“Una cierta” 602-03). El proyecto cardenista puede ser visto así, desde esta imprecisión que lo presenta abierto, como una convergencia en la que por fin, estado y población no mantuvieran una relación francamente antagonista y lucharan a la par, contra las fuerzas económicas, por algo tan abstracto como escurridizo y necesario como lo son la justicia social y la igualdad. Este proyecto, que no le pertenece de forma exclusiva a Cárdenas, lo entendemos aquí en dos sentidos: el primero, en tanto que los cambios que llevó a cabo; el segundo, como un programa político que no llegó a desa- rrollarse del todo, que quedó trunco y por lo tanto persiste de forma espectral en la imaginación política de muchos mexicanos. Este espectro implica la necesidad de pensar el estado de otra forma. En cuanto al primer sentido, se puede decir que la reforma agraria que Cárdenas activamente continuó y expandió y que la expropiación petrolera misma, junto con otras muchas medidas económicas y culturales, implicaban el cumplimiento del mínimo de las condiciones por las que se había peleado durante la revolución y por ello, un intento de acercamiento a la Constitución de 1917.