CATEGORIA s/Artículo 4°de la ley 1.227/03:

Ministerio de Cultura Inc."j"- EXPRESIONES Y MANIFESTACIONES INTANGIBLES

FICHA DE REGISTRO LEY N° 1.227 Establécese el marco legal para la investigación, preservación, salvaguarda, protección, restauración, promoción, acrecentamiento y transmisión a las generaciones futuras del patrimonio cultural de la C.A.B.A. (PCCABA) 1. Información Tipo de bien: Artes de la representación Designación: Teatro de Revista El teatro de revista es un género en el que se mezclan música, baile, humor y pequeños sketches teatrales, en un tono entre comedia y sátira, sobre temas de la actualidad como hilvanador de su línea argumental y distintiva. Este género Descripción teatral se nutre de otros, algunos precedentes y otros contemporáneos, como el teatro de variedades, el en sus distintas acepciones, el café concert y el entre muchos otros.

2. Condición legal del bien Ley Nº 4771: se lo declara Patrimonio Cultural de la Ciudad Autónoma de . 3. Procesos de conformación histórica El nacimiento del Teatro de Revista en nuestro país ocurre a fines del siglo XIX, específicamente en 1898 con la obra “Ensalada Criolla” obra satírica de Enrique De María sobre la realidad de entonces. Se suele tomar como su antecedente la obra “El sombrero de Don Adolfo”, obra de 1874, de Casimiro Prieto Valdés, que refiere a Adolfo Alsina y las disputas por la sucesión presidencial de Sarmiento que fue prohibida el día de su estreno, en tanto que, se supone, el primer elenco argentino que usó la denominación "teatro de revistas", fue el de Vittone-Pomar, en 1915. A partir de entonces en todas las salas avanza el género, ya que en 1916 aparece anunciado por dos compañías y por cuatro en 1918. La revista, el sainete con y otros géneros relacionados, son propicios para la difusión del tango que, desde la conquista de París, vuelve triunfante a su ciudad madre pero esta vez sube a los escenarios del centro porteño interpretado por actores, músicos, cantantes y bailarines.

El incipiente teatro de revista porteño se vio sacudido por la llegada a nuestro país de grandes figuras francesas. En 1922 arriba a nuestro país la compañía de Madam Rasimi del teatro Ba- Ta- Clan de París, para actuar en el teatro Ópera con su espectáculo París- Chic, y con la presencia de la primera figura de La Mistinguett, una renombrada actriz y cantante de entonces, como vedette y su pareja y partenaire Maurice Chevallier. Otra de las grandes estrellas que llegó al país en aquella década fue “la Venus de Ébano” que desembarcó en Buenos Aires por primera vez en 1928, entre otras grandes figuras del espectáculo. La llegada de tan ilustres compañías y personajes terminaron de ayudar a configurar el género en Buenos Aires con su formato clásico conformado por monólogos del humorista, bailes y coreografías, pequeñas piezas de teatro intercaldas, la vedette principal como gran atracción convocante, el coro, los bailarines y las bellas bailarinas, mucho brillo, plumas y purpurina que –luego de un breve período de transición durante los años treinta donde decae el ornamento francés a la par que se profundiza el contenido político– en las décadas del cuarenta y del cincuenta se consolidan como elementos tradicionales del género revisteril.

Es durante los años veinte cuando surgen las primeras grandes estrellas locales ligadas el género como Florencio Parravicini, Sofía y Olinda Bozán, Azucena Maizani, Tita Merello, Alberto Anchart, María Esther Gamas, Gloria Guzmán, Pepe Arias y Mario Fortuna, entre otros, a los que tiempo después se agregarán nombres como José Marrone, Margarita Padín, Dringue Farías, Humberto Ortiz, Alfredo Barbieri, Adolfo Stray, Gogó y Tono Andreu, Alicia Márquez y Pedrito Rico, entre tantos otros.

Desde aquellos primeros años de expansión en los veinte figuraron en los elencos muchas de las figuras más famosas del teatro de revista en esos años de expansión como Florencio Parravicini, Gloria Guzmán, Iris Marga, Carmen Lamas, Tita Merello, Pepe Arias entre otros consagrados, cuando se brindaban hasta seis funciones por día. La revista de Buenos Aires consolidó con el tiempo una impronta distintiva ya que por un lado incorporó había incorporado la estética francesa, a la que sumó el tango y la política como inspiración para el humor, como sus baluartes fundamantales. En ese sentido autores como Luis Bayón Herrera, Manuel Romero, José González Castillo, Roberto Cayol entre otros que dotaron de contenido político sus libretos y muchas veces en tensión con la crítica teatral, Francisco Canaro o Ignacio Corsini figuran entre los nombres que resumen la historia de la Revista y del tango.

El movimiento militar del 4 de Junio de 1943 impuso una censura rígida que obligó a eliminar los términos lunfardos del tango y modificar los tangos con letras de protesta como “Al pié de la Santa Cruz” y “Dios te salve m’hijo”, pero a partir de los años cincuenta se vive otro momento esplendoroso para el género de revista en nuestro país con la consolidación de las dos más grandes vedettes que viera la calle Corrientes, el lugar por excelencia de “la revista” en Buenos Aires, como son las Nélidas, es decir: Nélida Roca “La Venus de la Calle Corrientes”, y Nélida Lobato, así como los primeros desnudos totales de la mano de Thelma del Río en el teatro El Nacional en el año 1955. En las décadas siguientes se suman a la revista porteña otros nombres, algunos de ellos a la postre rutilantes, como las hermanas Ethel y Gogó Rojo, Susana Brunetti, Don Pelele, Ambar La Fox, Tato Bores, Mariquita Gallegos, Jorge Porcel, Alberto Olmedo, Katia Iaros, Delfor Medina, Juan Carlos Calabró, Moria Casán, Susana Giménez y Adriana Aguirre.

En la década del ochenta coincidentemente a la muerte del productor Carlos A. Petit, el gran empresario de revista además de autor y productor, que había dirigido el Teatro Maipo y que luego pasó a hacerse cargo del teatro El Nacional, comenzó la decadencia de la Revista, que se prolongará hasta mediados de los años noventa cuando comenzará a revertirse con el espectáculo "Viva la revista en el Maipo" y de la mano de Nito Artaza y Miguel Angel Cerutti.

Sin dudas que el lugar destacado por excelencia en el género de revista y que bien ganado tiene ser conocido como “La Catedral de la Revista de Buenos Aires”, es el Teatro Maipo, fundado con el nombre de Scala en 1908, por Charles Seguin, un empresario de la noche de Buenos Aires. En 1915 pasó a llamarse Teatro Esmeralda, hasta el 14 de agosto de 1922, tomó su denominación actual. Desde sus inicios la sala se dedicó al Teatro de Variedades, con la afluencia de compañías teatrales europeas. Inicialmente el teatro tenía una programación para familias, con un cierto equilibro en cuanto al tiempo ocupaba que la proyección cinematográfica y las variedades pero con con la influencia de las compañías del viejo continente y la consiguiente expansión del género durante los años veinte, la revista porteña tomaría un rumbo diferente y el Maipo tomará un lugar preponderante hacia fines de la década. Por su escenario pasaron Lola Membrives que estrenó allí Bodas de Sangre en 1933, y una destacada lista de actores como Pepe Arias, Libertad Lamarque, Pedro Quartucci, Juan Carlos Thorry y Florencio Parravicini, Marcos Caplán, Adolfo Stray, Castrito y Dringue Farías; Juan Carlos Thorry, Aída Oliver. Durante las décadas siguientes también el Teatro Maipo conservó ese lugar central de la mano de vedettes, actrices y actores como Sofía "La Negra" Bozán, Tita Merello, Nélida Roca, Niní Marshall, Ambar la Fox, Nélida Lobato, Enrique Pinti, Tato Bores, Carlos Perciavalle, Moria Casán, Reina Reech y Antonio Gasalla.

Muchos son los nombres asociados a la revista porteña ya que allí surgieron primeras figuras como María Esther Podestá, Sofía Bozán, Libertad Lamarque, Rosita Quiroga, Sabina Olmos, Tita Merello, Tania, Charlo, el propio Corsini y Pepe Arias y el bailarín Tito Lusiardo, así como José Marrone, Juan Verdaguer, Adolfo Stray, Dringue Farías y la legendaria Nélida Roca, una de las más importantes vedettes de la historia de la revista. En ese sentido merecen un párrafo aparte las vedettes, como figuras centrales del teatro de revista. A las ya mencionadas Roca Lobato y del Río, deben sumarse nombres como Blanquita Amaro, Amelita Vargas, Rosita Fornés en los años cincuenta, mientras que en los sesenta aparecieron figuras como Zulma Faiad, Susana Brunetti, Norma Pons, Egle Martin y la portorriqueña Iris Chacón, llamada la Vedette de América. Posteriormente, los años setenta y ochenta dieron paso a otras estrellas como Graciela Alfano, las hermanas Ethel Rojo y Gogo Rojo. Susana Giménez, Moria Casán27 y Bettina Vardé. En los años 90 surgieron nuevas vedettes, como Cris Miró,29 María Fernanda Callejón, Mónica Ayos y ya en el siglo XXI con el regreso del teatro de revistas en la avenida Corrientes, se suman a la lista Florencia de la V, María Eugenia Ritó, y Valeria Archimó, entre otras.

4. Datos de control Entidad investigadora Subsecretaría de Cultura Relevamiento fotográfico Subgerencia de Investigaciones de la DGPeIH – Equipo PCI Registrado por Área Catalogaciones - DGPeIH