3

Dinámica sociodemográfica*

La diversidad cultural en México no solo consiste indígena mediante dos procedimientos: 1) con re- en la diferenciación de territorios socioculturales ferencia en el indicador de población hablante de en gran escala desplegada en todo el país, de gran- lengua indígena (hli), y 2) a partir del indicador des regiones y culturas distintas como la del norte, de población que habita en hogares indígenas (phi). el occidente, el altiplano central, el sur-sureste, el De esta forma y para conocer las diferencias que golfo y la península de Yucatán, también incluye un arrojan ambos indicadores, hemos estimado sus sinnúmero de expresiones culturales y lingüísticas montos para contar con un mayor acercamiento en producto de la gran variedad de grupos indígenas que, este renglón con propósitos de distinta índole, in- a manera de conglomerados unas veces, ínsulas en cluyendo la correspondiente en materia de políticas otras, o bien, archipiélagos sociales, se distribu- públicas. Asimismo, en lo que concierne a estable- yen en todo el territorio mexicano. Cabe señalar cer las condiciones sociales de la población referi- que en el país se reconocen 62 lenguas indígenas da, el análisis se ha basado en la consulta de los en uso, número que aumenta al identificar las va- Índices de Marginación Municipal de 2000 y 2005, riantes dialectales que se hablan en cada una de elaborados por el Consejo Nacional de Población las regiones étnicas (Serrano et al., 2002). (Conapo, 2000; 2005), así como en el Sistema de El estado de se presenta por igual al Indicadores sobre la Población Indígena de México ser un espacio en donde habitan etnias de distinta de los años 2000 y 2005 elaborados por la Comisión procedencia ancestral, conviviendo y perviviendo Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas variados pueblos mestizos con diferentes pueblos (cdi-pnud, 2000; 2005). indígenas. En ese marco, la entidad sobresale por su heterogeneidad cultural que hace del espacio La población indígena de Chiapas chiapaneco un circuito cultural, móvil y versátil de interacción cotidiana. Una característica distintiva del estado es su diversi- En este capítulo se analiza el cambio socio demo- dad cultural y lingüística, es decir, la presencia de gru- gráfico presente en el conjunto de los pueblos indígenas pos de población originaria que se diferencian entre con el objetivo de presentar el estado de la población sí, además de su lengua, por sus rasgos culturales tales en relación con su monto total, crecimiento demo- como: indumentaria, creencias, tradiciones y formas gráfico, estructura por edad y sexo, así como las con- de organización social. diciones sociales en las que se encuentra. Para ello, Así, los principales grupos indígenas que ha- el documento se basa en el análisis comparativo de bitan en Chiapas son los tseltales, tsotsiles, cho- una serie de indicadores provenientes del xii Censo les, tojolabales, zoques, mames y lacandones; estos de Población y Vivienda de 2000 y del ii Conteo de son, además, algunos de los grupos más represen- Población levantado en 2005. tativos de las diversas sociedades indígenas que Con base en las fuentes cuantitativas arriba seña- han ocupado, desde tiempo atrás, el vasto territorio ladas, es posible distinguir los montos de la población chiapaneco.

93 * Germán Martínez Velasco, Colegio de la Frontera Sur. Dinámica sociodemográfica | 3

Cabe aclarar que de esos grupos, solo los zoques habitantes de cinco y más años de edad en la enti- pertenecen a la familia lingüística mixe–zoque-popo- dad; mientras que en 2005, con ese mismo criterio, luca, mientras que los otros se derivan del tronco lin- sumaron 957 255; exhibiendo un incremento por- güístico de la familia mayense. Algunos grupos centual de 18.2, lo que representó 26% del total de ostentan un amplio reconocimiento nacional, su habitantes de cinco y más años de edad en Chiapas población es minoritaria, como es el caso de los (Inegi, 2005b). Cabe destacar que dicho incremen- lacandones asentados en la Selva del mismo nom- to porcentual en la población indígena de Chiapas bre, de quienes quedan pocas familias. Hay los que representó el doble del promedio correspondiente guardan una arraigada tradición y son muy con- a la entidad que fue de 9.4 para ese mismo periodo. servadores en sus prácticas y usos culturales, como Cabe insistir que con el criterio de hablante de los tseltales y tsotsiles; y otros más, fuertemente lengua indígena, solo se contabiliza una parte de la endoculturados, como los zoques, quienes han de- población en el país, ya que se reduce a las perso- jado de usar su indumentaria tradicional, producto nas que en el momento censal declararon hablar alguna de la imposición de políticas integracionistas y de lengua nativa y quedaron fuera otras que: a) hablan la entrada de elementos modernizadores en la re- determinada lengua indígena pero no se autorrecono- gión (Villasana, 2010: 24). Esta breve descripción cen como parte de ese grupo; b) la población de 0 a 4 brinda una idea de la diferenciación sociocultu- años, y c) otro conjunto de personas que, sin ser ha- ral que hay entre la población indígena de Chia- blantes de lengua indígena, culturalmente se auto- pas, convirtiéndose en una amalgama de identi- adscriben como tales en tanto que preservan prácti- dades culturales que transitan por diversas formas cas culturales propias de la etnia, o viven en hogares de organización social y maneras de percibir su donde habitan hablantes de lengua indígena y cuya entorno, así como sus propias interacciones con el socialización primaria ahí se origina y desarrolla. mundo que las rodea. A este último grupo de población la identificamos como población en hogares indígenas (phi). Población indígena, criterios Bajo este segundo criterio, en el año 2000, el total de identificación censal de la población en hogares indígenas en Chiapas sumó 1 118 758 personas, lo que representa 28.6% La identificación de la población indígena en los de la población total de la entidad (cdi-pnud, 2000), censos de población, ha sido por medio de quienes y en 2005 el total de phi de Chiapas sumó 1 263 474 hablan algún idioma indígena o sus variantes dia- personas y representó 29.4% con respecto de la lectales, sin embargo, en varios de los anteriores población total del estado (cdi-pnud, 2005). Es- censos de población de decenios pasados, se in- to equivale a un incremento porcentual entre un trodujeron otros criterios de identificación: el uso año y otro de 12.9, valor inferior con respecto del de indumentaria, el tipo de calzado, la alimentación primer criterio pero que se acerca más al prome- (basada en el consumo de maíz), la pertenencia ét- dio estatal arriba señalado. Como se aprecia nica, o bien, declarar hablar alguna lengua indígena con este segundo criterio, los montos de pobla- de los cinco años de edad en adelante. Esta última ción en el periodo han aumentado. La variación pauta ha sido la más usual y consistente, por lo que relativa para el 2000 consiste de 2.0% y para 2005, de se ha mantenido hasta hoy como la identificación 3.4%. De ahí que la diferencia absoluta entre un año más consensuada para la caracterización de las po- y otro, sea de 309 166 personas para el año 2000 blaciones indígenas. y 306 219 para el 2005, de acuerdo con el criterio Cabe señalar que en el censo de población le- aplicado. Entonces, para el año 2005, tomando en vantado en 2000 y en el conteo de 2005, se inclu- cuenta la población que vive en hogares indíge- yeron formas complementarias para captar otros nas, la proporción de población indígena en Chia- individuos de origen indígena que el criterio de pas asciende a casi un tercio de la población total. hablante de lengua indígena (hli) no permitía; En ello reside la relevancia de tomar en cuenta el entre estas se encuentra la población que habita en segundo criterio para estimar de manera más hogares indígenas (phi) aún cuando no se haya coherente los montos de población indígena y, declarado ser hli. por tanto, acercarse más a esta realidad socio- En Chiapas en el año 2000, con base en el pri- demográfica. Para apreciar el desglose de ambos mer criterio (hli), se registraron 809 592 perso- criterios tanto en el ámbito nacional como estatal 94 nas que declararon hablar alguna lengua indígena y sus correspondientes montos véase la gráfica 1 (Inegi, 2001), lo que representó 24.6% del total de y el cuadro 1. 3 | Dinámica sociodemográfica

Cuadro 1. Criterios sociodemográficos que definen a la población indígena. México, 2000-2005.

Tipo de población Total 2000 Total 2005 Criterios Total de México 97,483,412 103,263,388 Población total del país 5 años y más 84,794,454 90,266,425 Hablante de lengua Población de 5 y más años de edad que habla lengua indígena. 6,044,547 6,011,202 indígena en México Criterio Inegi. Población Indígena de México 10,256,664 9,866,190 Población que habita en hogares indígenas donde el jefe de 0-4 años 1,251,164 1,113,763 hogar, cónyuge o ascendente declaró hablar una lengua nativa; 5 años y más 8,969,698 8,740,538 población hablante de lengua indígena en otro tipo de hogares y Edad no especificada 35,802 11,889 en viviendas colectivas. Criterio ini-pnud-Conapo Pob. total de Chiapas 3,917,757 4,293,459 Población total de Chiapas. 5 años y más 3,288,963 3,677,979 Población de 5 y más años de edad que habla lengua indígena. hli 809,592 957,255 Criterio Inegi. phi 1,118,758 1,263,474 Población que habita en hogares indígenas donde el jefe de 0-4 años 170,648 179,874 hogar, cónyuge o ascendente declaró hablar una lengua nativa; 5 años y más 944,738 1,081,878 población hablante de lengua indígena en otro tipo de hogares y Edad no especificada 3,372 1,722 en viviendas colectivas. Criterio ini-pnud-Conapo.

Fuente: Villasana, 2010: 26.

Grafica 1. Comparativo de hablantes de lengua indígena y población en hogares indígenas en Chiapas, 2000-2005.

30 29.43 28.56 25 26.03 24.62 20

PHI 15 HLI 10

5

0 2000 2005

Fuente: Inegi, 2001, 2005; cni-pnud, 2001, 2005.

Pirámide de edad y sexo de los hli lo siguiente: aun cuando en 2005 el monto de población aumentó de forma visible en los tres primeros grupos de La estructura de la población hli es la típica pirámide edad de la pirámide con respecto de los correspondien- de base ancha y cúspide alargada en la que se observa tes en el año 2000, la tendencia actual del crecimiento cómo se mantiene alta la inercia del crecimiento de la población hli es hacia la desaceleración, ya que si se demográfico, no obstante que comienza a perfilar- observan las dos primeras barras de la base de la pirá- se una ligera disminución en el monto de población mide (5-9; 10-14), son parecidas en cuanto al mon- infantil y un aumento relativo en grupos de pobla- to, lo que indica que se ha desacelerado el ritmo de ción de edades mayores. crecimiento de la población de infantes debido, entre En la estructura de edades de la población hli po- otros factores, a una baja en la fecundidad entre la 95 demos apreciar cambios interesantes que consisten en población (Inegi, 2005b). Dinámica sociodemográfica | 3

Gráfica 2. Población de 5 años y más hablante de lengua indígena por grupos quinquenales de edad y sexo, 2000 y 2005.

Edad Hombres Mujeres

85 y más 2,062 2,382 1,999 1,761 80- 84 2,162 2,518 2,206 1,966 75- 79 2,695 3,321 2,789 2,238 70- 74 4,794 5,726 4,706 4,102 6,852 6,403 65 - 69 5,325 5,007 12,601 11,907 60 - 64 9,232 7,937 11,356 11,020 55 - 59 9,465 15,744 15,032 8,820 50 - 54 13,050 20,350 20,243 12,018 45 - 49 16,866 23,322 23,150 16,315 40 - 44 19,397 29,167 31,164 18,052 32,081 34,234 35 - 39 25,392 26,744 39,242 42,468 30 - 34 26,727 27,173 48,052 52,731 25 - 29 34,181 64,051 66,903 36,631 20 - 24 42,256 79,110 77,647 45,572 15 - 19 53,948 79,380 77,398 55,764 10 - 14 65,238 63,939 5 - 9 71,652 2000 2005 71,111

Fuente: ii Conteo de Población y Vivienda 2005, Inegi.

La anterior aseveración puede constatarse al ob- comportamiento de la emigración indígena, proce- servar el monto del grupo de 0 a 4 años, que aun cuan- so que durante ese quinquenio se aceleró y que ha do de manera convencional no se les adjudica el ejerci- consistido en un despliegue de búsqueda de nuevas cio de la lengua indígena, el hecho de formar parte de alternativas de trabajo mediante un intenso movi- hogares donde el jefe de familia habla alguna lengua miento migratorio, principalmente de hombres en indígena, pueden pertenecer de facto a esta población. edades laborales cuyos destinos se han diversificado Así, en el año 2000 la población de ese grupo de edad tanto al interior del país como hacia el extranjero; en Chiapas fue de 85 994 hombres y 84 028 mujeres; la migración nacional se dirige principalmente hacia la y en el año 2005 de 90 201 y 89 040 respectivamente, Riviera Maya, en especial a Playa del Carmen y Cancún, arrojando montos modestos de población por sexo. en calidad de jornaleros de la construcción, en la venta Cabe aclarar que la desaceleración de los montos de artesanías y demás trabajos urbanos. La migración en este grupo de edad no significa que la totalidad internacional se dirige hacia Estados Unidos. de la población indígena tienda a disminuir, ya que la estructura de edades de la población hli consiste Estructura de la población según en contener altos montos de población masculina y grupos indígenas femenina en grupos de edades infantil y reproducti- va. En esa medida, aun cuando la tendencia de la fe- Si se desagrega la distribución de la población en cundidad sea presentar una disminución gradual, en hogares indígenas se tiene que del total, más de general, el volumen de nacimientos será alto debido la mitad (57.5%) se concentró en las edades de 0 a a la cantidad de uniones que se registran y seguirán 19 años; la población adulta representó una terce- registrándose en años venideros. ra parte (33.7%) cuyas edades están entre 20 a 49 En relación con la tasa de crecimiento media años y la población mayor de 50 años representó anual (tcma) de la población por sexo, resulta de in- 8.8, menos de 10 puntos porcentuales (Villasana, terés apreciar que los hombres exhiben durante el 2010: 27). Esto nos indica el fuerte predominio de un quinquenio 2000-2005, una tendencia menor a la grupo suficientemente grande compuesto por infan- de las mujeres, así, mientras que las mujeres tu- tes, púberes, adolescentes y jóvenes cuyo monto estará 96 vieron una tcma de 3.11, la de los hombres fue de presionando en las estructuras educativas en sus dife- 2.89. La razón que explica tal diferencia reside en el rentes niveles así como en los mercados laborales. 3 | Dinámica sociodemográfica

Vejez indígena: entre la sobrevivencia y el olvido

Carlos Miranda Videgaray y Liliana Bellato Gil*

En México se ha reconocido el efecto del actual envejecimien- Las condiciones de vida que presentan las personas adultas to poblacional. En la mayoría de los estudios actuales, se hace mayores los coloca como un grupo en estado de vulnerabi- referencia al envejecimiento de la población urbana sin aproxi- lidad debido a su indefensión y debilidad frente a los riesgos marse y aun menos profundizar, salvo en contadas ocasiones, sociales que enfrentan en su cotidianidad, además de no respecto de los comportamientos que tal fenómeno presenta en considerárseles como sujetos con derechos, sino como entes los contextos rurales e indígenas y cómo afecta las estructuras pasivos receptores de las dádivas gubernamentales, lo cual los sociales en lo general y, en lo particular, las condiciones de vida vulnera aún más. de las viejas y los viejos, La consideración de un modelo fundamental de ser hu- Composición de los hogares mano como citadino, adulto, masculino y blanco, ha llevado a pensar la vejez desde un imaginario urbano (y masculino) del Según lo plantea Josefina Pantoja, la coexistencia de dos o más envejecimiento. Se invisibilizan y excluyen así las difíciles con- generaciones en hogares donde hay adultos mayores es uno de diciones de existencia de mujeres y hombres adultos mayores los rasgos del envejecimiento poblacional en América Latina, lo que que viven en zonas rurales, invisibilización que surge acrecenta- genera distintos tipos de hogares o arreglos familiares en los da cuando se trata de población rural indígena y de raza negra que están insertos las y los viejos. El tipo de hogar, los miem- (Romero, 2010). Este modelo hegemónico racializado excluye bros que lo integran y el número que lo compone, son factores las diferencias convertidas en desigualdades históricas funcio- importantes pues representan una de las redes de apoyo más va- nales para el sistema capitalista. liosas para este sector de la población. Ante la incapacidad del Es- En este documento presentamos los resultados del proyecto tado y sus instituciones, son la familia, las amistades y los vecinos “Acercamiento a la población indígena adulta mayor para la ela- quienes proveen el mayor porcentaje del apoyo que requieren boración conjunta de una política pública”, en los municipios de las personas adultas mayores (Pantoja, 2010). Sin embargo, San Andrés Larráinzar y Zinacantán, financiada por el Instituto en los contextos de pobreza que caracterizan a las pobla- Nacional de Desarrollo Social (Indesol), en el 2010. Se aplica- ciones con bajo nivel de estudio, la ayuda familiar resulta muy ron 450 cuestionarios, en San Andrés Larráinzar a 99 hombres y limitada debido a los muy pocos recursos con que cuentan 124 mujeres, y en Zinacantán a 110 hombres y 112 mujeres. y a los bajísimos ingresos que se perciben, los cuales son tam- Asimismo se realizaron seis entrevistas con actores clave de bién repartidos entre otros miembros de la familia que necesi- la academia, instituciones gubernamentales y representantes tan igualmente apoyo, así aunque tengan a otros miembros de de la sociedad civil, así como el levantamiento de entrevistas a su familia alrededor, eso no les asegura que reciban su apoyo profundidad con hombres y mujeres adultos mayores. cuando lo necesitan. Para el caso de las y los viejos contemplados en esta in- Etnografía de la vejez en San Andrés Larráinzar vestigación, 73.2% vive en hogares de tipo nuclear y 26.8% y Zinacantán en hogares extensos, con proporciones muy semejantes entre ambos municipios, sin diferencias estadísticamente significa- Las y los adultos mayores que comprenden esta investigación no tivas. Según la población encuestada, la relación con los(as) solo padecen los cambios y el deterioro físico de su proceso de hijos(as) es frecuente y son generalmente satisfactorias, tam- envejecimiento con los correspondientes efectos en su salud fí- bién lo es con sus nietos y otros familiares; sin embargo, por sica y emocional. Unos y otras viven este proceso en un entorno lo que pudimos observar durante la investigación, esto no de pobreza estructural, con muy escasos recursos materiales y es precisamente así, sienten vergüenza de reconocer frente a sociales, además de muy pocas o nulas posibilidades de acceder un extraño que estas relaciones son difíciles y que, en muchas de a bienes, servicios y seguridad de los que sus pares en contextos ur- ellas, son víctimas de violencia en sus variantes de despojo banos pueden gozar diariamente. Lo que antes no se veía ahora patrimonial, aislamiento y que, incluso, llega a manifestarse es común: indigentes viejos/as recogiendo basura, desechos de como violencia física y emocional, según lo manifestaron en los mercados o, incluso, pidiendo limosna. las entrevistas.

* Presidente de Jumaltik Equidad Sur, A. C. 97 Dinámica sociodemográfica | 3

Ocupación e ingresos Lekil Kuxlejal, vida buena en las y los viejos indígenas

La mayoría de quienes aún trabajan, percibe ingresos muy ba- Cada persona tiene esperanzas, deseos, necesidades existencia- jos, por lo que nos planteamos como pregunta fundamental les y metas individuales, su integración nos permite reconocer- ¿cómo hacen en estos escenarios las y los viejos para subsistir nos en un estado de vida buena, en un contexto determinado sin ingresos o con ingresos muy menores y viviendo en los que varía de modos histórico y cultural. En consecuencia, el buen contextos de mayor pobreza y marginación de la entidad? vivir justificado necesita de la moral, y la teoría crítica del vivir Las opciones se reducen básicamente a cuatro: a) el trabajo demuestra que dos principios (el aseguramiento de la vida y la propio, b) recibir apoyo de su familia o de cualquier otra ins- igualdad de derechos) constituyen los fundamentos de una mo- tancia, c) ser beneficiario de algún programa gubernamental, o ral general (Baltes, 2004). d) la combinación de las anteriores. El término bienestar significa, en nuestra cultura, un estado En 99% de los casos, perciben algún ingreso y la mayo- placentero o de placer, de satisfacción de las necesidades siempre ría (94%) lo obtienen de los programas de gobierno (Ama- crecientes de consumo en el contexto de la economía del libre mer- necer, 70 y más), 17.9% de su propio trabajo y solamen- cado, en el que la sociedad contemporánea valora su vida a partir te 5.2% de estos ingresos representan apoyos y/o ayudas del referente axiológico neoliberal, globalizado con la ayuda de la de sus hijos(as). Este dinero se emplea, en primer lugar, cibernética, el cine, la literatura y, en general, del mercado y para su alimentación (97.1%), vestido (85.9%), medicinas de la cultura de consumo en la que se sostiene (Martínez, 2010). (82.3%) y leña (24.9%). La mayoría de los hogares de los La vida buena entre las y los viejos indígenas, por el contrario, viejos indígenas se sostienen con base en el ingreso propio tiene que ver más con la vida moral, en donde la virtud y la felici- y el de la pareja, rompiendo con el mito de que la familia dad conforman una unidad inseparable, a partir del concepto de ve por ellos. persona y su dignidad, seguida de otros valores que también son considerados importantes y necesarios para reconocerse en un Autopercepción de la salud en el adulto mayor estado de vida buena: la disponibilidad de alimentos, una buena salud; también la posibilidad de mantener una relación con la na- La salud es el bien más importante que poseen las y los viejos y turaleza o ser tomados en cuenta por su familia y la comunidad. está relacionado con su bienestar físico y emocional por sus con- Al contrastar la perspectiva ideal con la real que los sujetos diciones de vida, lo que pone en evidencia las dimensiones de su le atribuyen a la vida buena, en una escala de 0 a 100, tanto en la vulnerabilidad social. dimensión ideal como en la real, destaca la importancia de estar Al preguntarle a la población encuestada cómo considera bien con Dios, sin embargo, la valoración ideal que se tiene con su salud, 47.5% respondió que regular, 38.5% dijo que buena, respecto de una buena salud, en la realidad obtiene una pun- 8.8% dijo que mala y solamente 2.5% reconoce que su salud tuación mucho menor; lo mismo ocurre en la relación con te- es muy buena. Cuando preguntamos a la población encuestada de ner dinero, trabajo y una casa. Estar en armonía con las demás qué se enferman, reconocieron en orden de importancia, que personas y con la familia en lo ideal, recibió 8.9 puntos; comer padecen de problemas de los huesos (58.2%), de la vista (57.8%), bien, 88.4, que nos tomen en cuenta para tomar decisiones 85.1 del oído (47%), del corazón (22.2%), del estómago (19%), diabe- y tierra para poder trabajar, 83.7 puntos. tes (14.4%), artritis (11%) y de problemas en las articulaciones Las condiciones de vida en que se encuentran las y los viejos (9.2 por ciento). indígenas evidencian una realidad caracterizada por la injusticia, Las tres enfermedades principales que reportan son en la discriminación y la violación de sus derechos sociales, econó- ojos, huesos y oídos, con mayor número en Larráinzar de micos, políticos y culturales, por lo que requieren y demandan problemas de la vista y en Zinacantán de problemas óseos; la preocupación del gobierno y sus instituciones, es decir, de la también la diabetes es una enfermedad importante que se pre- sociedad organizada. senta tanto en hombres (5.8%) como en las mujeres (6.5%). Existe un número importante de personas adultas mayores Es importante destacar y analizar qué está ocurriendo en Zi- que viven sin las condiciones que les garanticen una mínima nacantán, al parecer estas diferencias en padecimientos de calidad de vida. La mayoría de ellos solos, ya sea en pareja o diabetes entre Larráinzar y Zinacantán son producto del alto en hogares unipersonales, que al no contar con el sostén de sus consumo de refrescos y de una dieta basada en los llamados hijos(as) están en una total dependencia de los apoyos guber- alimentos chatarra, se trata de un problema emergente de sa- namentales y de su propio trabajo, por lo que están obligados lud que nadie observa, en el cual las empresas trasnaciona- a trabajar hasta que sus fuerzas se lo permitan, en viviendas les con la complicidad gubernamental promueven este tipo construidas en su mayoría de tablas, con pisos de tierra, sin de alimentación, violando uno de los derechos básicos a una agua, sin condiciones mínimas de saneamiento y muchos 98 alimentación sana. sin electricidad. 3 | Dinámica sociodemográfica

Las y los viejos en zonas rurales se encuentran en una evi- ye y margina a las mujeres tan solo por su condición de género, dente condición de desventaja con respecto de sus pares en los coloca a las mujeres adultas mayores en una situación especial- contextos urbanos, quienes gozan de una serie de servicios y mente desventajosa con respecto de los varones, padeciendo así prestaciones que les permiten mejores condiciones de vida como una cuádruple discriminación: ser mujeres, pobres, indígenas y son el descuento en el transporte público, en las tiendas depar- viejas. Son las mujeres viejas las que tienen un patrimonio me- tamentales, y en el pago de servicios, seguridad social, sistema nor, cuando lo tienen, quienes llegan cansadas de su organismo y de pensiones y jubilaciones, por señalar tan solo algunos. Debe- muy deterioradas de salud, además, entre ellas las mujeres viudas mos realizar los esfuerzos necesarios para crear las condiciones son las que más padecen la pobreza pues no tienen ya al lado al que coloquen a este sector de la sociedad en situación de equidad hombre que, a los ojos de su comunidad, le otorgaba su calidad y mejorar sustantivamente su calidad de vida, situación que hoy de persona y ciertas prebendas; mujeres viudas que no pueden muestra la injusticia social. hacer escuchar su voz o defender su patrimonio, por ello los pro- De acuerdo con la información que se presenta en este do- gramas y acciones dirigidos a las y los viejos deben considerar de cumento, aun cuando los dos municipios considerados en esta manera diferenciada las necesidades de ambos géneros. investigación presentan una muy alta marginación y forman La vida buena reconocida soslaya la prevalencia de con- parte de los municipios con menor índice de desarrollo huma- textos caracterizados por el racismo, el abuso, la explotación no, entre ellos hay diferencias importantes que colocan a las y y la discriminación en la entidad. Los cambios tan acelerados los viejos de San Andrés Larráinzar en una situación de mayor que estamos viviendo han transformado de manera paulatina la pobreza y vulnerabilidad, por lo que nos parece fundamental que forma de construir la vejez en los pueblos indígenas, cuyo cono- la política pública dirigida hacia las y los viejos indígenas con- cimiento anterior era valorado y respetado y, en el contexto ac- sidere particularidades entre una y otra región. Hay que tener tual, como dice Ham, este conocimiento sin actualización se ha en cuenta la diversidad y la desigualdad dentro de los pueblos vuelto obsolescencia. Lo que se valora actualmente en los pue- indígenas, observar las diferencias y desigualdades por género y blos indígenas es el conocimiento del manejo de la computa- desechar perspectivas que tienden a homogeneizarlos. ción, la formación profesional y el uso de tecnologías, contra Crecer y vivir toda una vida dentro de una sociedad que por lo que las y los viejos no pueden competir, lo que ha derivado en cuestiones de historia y cultura racista y discriminatoria, exclu- una disputa intergeneracional por el poder.

Al realizar una distinción por grupo etnolingüísti- Sin embargo, lo que sí se puede ver con mayor co, no se observan diferencias sustanciales en lo que se claridad son los cambios en el ejercicio de la len- refiere a grandes grupos de edad pues los porcentajes gua. Como ejemplo de esto, se muestran las pirá- se encuentran muy cercanos entre sí, acaso es la pobla- mides de población de los cinco grupos indígenas de ción tsotsil la que exhibe una ligera proporción mayor mayor peso demográfico en Chiapas, que muestran en el primer grupo, a costa de una disminución en el la acostumbrada forma piramidal de base ancha, segundo; y el tercer grupo de edad se mantiene como pero con diferencias por grupo lingüístico. En en el resto de las etnias indígenas. Lo anterior nos indi- el caso del grupo chol, en las edades menores a 30 ca que la tendencia general de la población indígena es años, en cada barra se aprecian tramos con datos de compatible en la mayoría de las variaciones lingüísticas personas que no hablan la lengua correspondien- (véase el cuadro 2). te (véase la gráfica 3), con aumento en los grupos

Cuadro 2. Porcentaje de población que habita en hogares indígenas según grandes grupos de edad (total y por grupo etnolingüístico). Chiapas, 2000.

% en hogar % en hogar % en hogar % en hogar % en hogar Grandes grupos de edad % total chol tojolabal tseltal tsotsil zoque

Joven (acumulado 0-19 años) 57.5 56.5 56.3 57.6 58.2 56.0

Adulta (acumulado 20-49 años) 33.7 34.7 35.0 33.9 33.5 34.5

Adulta mayor (acumulado 50 y más años) 8.8 8.8 8.7 8.5 8.3 9.5

Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 99 Fuente: cdi-pnud, 2000. Dinámica sociodemográfica | 3

Gráfica 3. Población en hogares de habla chol por edad y sexo, 2000. de 5 a 9 años y 10 a 14 años en las poblaciones masculinas y femeninas. 65 y más 60 - 64 En la pirámide correspondiente al grupo hablan- 55 - 59 Hombres Mujeres te del tojolabal (véase la gráfica 4), apreciamos una 50 - 54 reducción del grupo de 0 a 4 años con respecto del 45 - 49 siguiente de 5 a 9 años. Por otra parte, se aprecia un 40 - 44 pronunciamiento de la pérdida del ejercicio de la 35 - 39 lengua con mayor influencia en los grupos de 5 a 19 30 - 34 25 - 29 años y disminuye en los siguientes grupos de edad. 20 - 24 En cuanto al grupo de habla tseltal, se nota tam- 15 - 19 bién una reducción en el rango de 0 a 4 años con res- 10 - 14 pecto del que va de 5 a 9 años (véase la gráfica 5). En 5 - 9 referencia a los anteriores grupos indígenas, en el caso 0 - 4 del tseltal se aprecia una menor pérdida de la lengua, ya 20,000 15,000 10,000 5,000 0 5,000 10,000 15,000 20,000 que sus tramos de población que no habla la lengua son Habla lengua indígena No habla lengua indígena No especi cado menores en extensión que los de grupos chol y tojolabal. Fuente: Villasana, 2012: 28. Para el caso tsotsil se aprecia que la barra de 0 a 4 años tiene la misma extensión que la de 5 a 9 años Gráfica 4. Población en hogares de habla tojolabal por edad y sexo, 2000. (véase la gráfica 6), lo que nos indica un retraso en el descenso de la fecundidad, y exhibe un comportamiento 65 y más 60 - 64 similar al grupo tseltal en lo que respecta al ejercicio de 55 - 59 Hombres Mujeres la lengua. Es decir, ambos grupos tienen una tendencia 50 - 54 de mantener con mayor vigor el habla tseltal y tsotsil. 45 - 49 El caso del grupo zoque resulta un prototipo de 40 - 44 la pérdida de una lengua que se presenta como un 35 - 39 proceso irreversible tal como se muestra en la pirá- 30 - 34 25 - 29 mide correspondiente (véase la gráfica 7) en la que se 20 - 24 aprecia el amplio tramo de población que no practica 15 - 19 la lengua zoque que se presenta en los primeros gru- 10 - 14 pos de edad, sin desestimar lo que ha ocurrido en las 5 - 9 generaciones de edades mayores, lo que implica un 0 - 4 marcado proceso de desplazamiento lingüístico. 5,000 4,000 3,000 2,000 1,000 0 1,000 2,000 3,000 4,000 5,000 Habla lengua indígena No habla lengua indígena No especi cado Municipios de Chiapas y presencia de Fuente: Villasana, 2012: 28. población hablante de lengua indígena

Gráfica 5. Población en hogares de habla tseltal por edad y sexo, 2000. En mayor o menor medida en todos sus municipios de Chiapas habita población hli, derivada de un 65 y más 60 - 64 constante proceso de migración intraestatal. Para 55 - 59 Hombres Mujeres ilustrar esto señalaremos los municipios y su corres- 50 - 54 pondiente región de baja presencia de población hli 45 - 49 cuyo registro fue de menos de 200 personas durante 40 - 44 el quinquenio 2000-2005: 35 - 39 En la Región i Centro: . 30 - 34 25 - 29 En la Región iii Fronteriza: y 20 - 24 . 15 - 19 En la Región iv Frailesca: Montecristo de 10 - 14 Guerrero. 5 - 9 En la Región v Norte: Reforma y . 0 - 4 En la Región vi Selva: La Libertad. 40,000 30,000 20,000 10,000 0 10,000 20,000 30,000 40,000 En la Región vii Sierra: , 100 Habla lengua indígena No habla lengua indígena No especi cado Bella Vista, , Fuente: Villasana, 2012: 28. y . 3 | Dinámica sociodemográfica

En la Región viii : Acacoyagua, Gráfica 6. Población en hogares de habla tsotsil por edad y sexo, 2000. Acapetagua, Escuintla, , 65 y más Huehuetán, , , Mazatán, 60 - 64 Metapa, , , Tuzantán y 55 - 59 Hombres Mujeres Villa Comaltitlán. 50 - 54 45 - 49 Como puede apreciarse, en la región de la Sie- 40 - 44 35 - 39 rra y sobre todo en El Soconusco hay una ausencia 30 - 34 menor de población hablante de lengua indígena; es 25 - 29 la zona en donde, en tiempos remotos, hubo grupos 20 - 24 indígenas que debido a la decadencia del habla, hoy 15 - 19 día son difíciles de identificar sus descendientes en 10 - 14 el levantamiento censal. Sin embargo, en otras regio- 5 - 9 0 - 4 nes donde las tradiciones milenarias han persistido, 40,000 30,000 20,000 10,000 0 10,000 20,000 30,000 40,000 se ha conformado un núcleo lingüístico consistente recreado de manera cotidiana aún en tiempos ac- Habla lengua indígena No habla lengua indígena No especi cado tuales en donde dichas culturas mantienen una inte- Fuente: Villasana, 2012: 30. racción fundamental con sus entornos mestizos. El peso demográfico de los hli según el tipo de len- Gráfica 7. Población en hogares de habla zoque por edad y sexo, 2000. gua, se distribuyó en las regiones de Chiapas de la 65 y más siguiente manera. 60 - 64 En el caso de los hablantes del tsotsil se re- 55 - 59 Hombres Mujeres gistra su presencia en diversos municipios de la 50 - 54 entidad, más allá de sus tradicionales fronteras 45 - 49 lingüísticas, mostrando así una mayor propaga- 40 - 44 ción en el estado, aun cuando el mayor número 35 - 39 30 - 34 de población se concentra en la Región ii Altos: 25 - 29 Aldama, Chalchihuitán, , Chenalhó, El 20 - 24 Bosque, Larráinzar, , San Andrés Duraz- 15 - 19 nal, Santiago el Pinar, Pantelhó y Zinacantán. Los 10 - 14 hablantes de tseltal se agrupan, sobre todo, en mu- 5 - 9 0 - 4 nicipios de las Regiones ii Altos (Chanal,, 6,000 4,000 2,000 0 2,000 4,000 6,000 Huixtan y Tenejapa y Pantelhó) y vi Selva (Chi- lón, y Sitalá). Mientras que los Habla lengua indígena No habla lengua indígena No especi cado hablantes de zoque se ubican principalmente al Fuente: Villasana, 2012: 30. noroeste del estado en municipios de la Región v Norte. El mayor número de población hablante tsotsil como tseltal, además de otros reducidos montos de de chol se registró en municipios de la Región vi hablantes de otras lenguas menores a 1.0%: chol, maya, Selva y los hablantes de tojolabal se concentraron náhuatl, zoque y no especificado (véase el cuadro 4). en su mayoría en municipios ubicados en las Re- Los hablantes de chol se encuentran sobre todo giones iii Fronteriza, vi Selva y ii Altos. en los municipios de Tila y Tumbalá, donde los ha- Resulta interesante que en los municipios de blantes de otras lenguas representaron porcentajes los dos principales grupos lingüísticos se registran menores a 1.0 y fueron: chontal, chontal de Tabasco, cantidades menores de otras lenguas, mismas que chuj, maya, náhuatl, tsotsil, zoque, lenguas zapotecas representan menos de 1.0%, para el caso de los mu- y no especificado. En el municipio de Tila, los hablan- nicipios tseltales, el chol, maya, mazateco, náhuatl, tes de tseltal conformaron un grupo importante con tojolabal, totonaca, tsotsil, zoque, lenguas zapotecas 10.9% en el año 2000 y 10.7% en 2005 (véase el cuadro 4). y no especificado. En el caso de los municipios tsot- Por su parte, de los municipios de habla zoque, siles se encuentran poblaciones hablantes del chol, solo Ocotepec y registraron un por- q’anjobal, mam, maya, otomí, tlapaneco, tojolabal, centaje mayor a 90 en el habla de esa lengua, y se tseltal, zoque y no especificado (véase el cuadro 3). observaron hablantes de otras lenguas en porcen- También hay dos municipios, Pantelhó y Huixtán, tajes menores a 1.0, siendo: chol, tseltal, tsotsil, 101 que tienen presencia importante tanto de población lenguas mixtecas y no especificado. Dinámica sociodemográfica | 3

Cuadro 3. Comparativo de hablantes de lengua indígena según población de 5 y más años y hablantes de tseltal y tsotsil según hablantes de lengua indígena de 5 y más años. Municipios con más de 90.0% hli. Chiapas 2000-2005.

hli Tseltal Otras lenguas Municipio 2000 2005 2000 2005 2000-2005 Chanal 99.1 93.7 99.8 99.7 Chol, tojolabal, tsotsil y zoque. Chilón 95.3 96.7 98.9 99.7 Chol, maya, náhuatl, tojolabal, totonaca, tsotsil, zoque y no especificado. Oxchuc 98.3 98.5 98.7 99.9 Chol, lacandón, mam, maya, náhuatl, tsotsil, zoque y no especificado. San Juan Cancuc 98.0 99.7 99.9 99.9 Tsotsil y no especificado. Sitalá 93.1 95.0 99.5 99.9 Chol, tsotsil y no especificado. Tenejapa 98.9 99.2 99.8 99.8 Chol, mazateco, náhuatl, tsotsil, lenguas zapotecas y no especificado. hli Tsotsil Otras lenguas Municipio 2000 2005 2000 2005 2000-2005 Aldama 99.2 99.9 98.2 99.9 Chol, tojolabal, tseltal, zoque y no especificado. Chalchihuitán 98.7 99.9 99.3 99.7 Chol, tojolabal, tseltal, zoque y no especificado. Chamula 99.3 99.7 99.4 99.8 Chol, maya, tlapaneco, tojolabal, tseltal, zoque y no especificado. Chenalhó 98.1 99.0 94.4 94.6 Chol, maya, tojolabal, tseltal, zoque y no especificado. El Bosque 94.4 95.5 99.5 99.9 Chol, q’anjobal, mam, tojolabal, tseltal, zoque y no especificado. Larráinzar 99.4 99.7 99.9 99.9 Chol, otomí, tseltal y no especificado. Mitontic 99.6 99.7 100.0 99.9 Tseltal, zoque y no especificado. San Andrés Duraznal 94.5 96.4 99.1 98.8 Tseltal y zoque. Santiago el Pinar 99.8 99.9 100.0 100.0 Tseltal (1 caso). Zinacantán 99.0 99.0 99.4 99.8 Chol, tseltal, zoque y no especificado.

Fuente: Inegi, 2000, 2005.

Cuadro 4. Comparativo de hablantes de lengua indígena según población de 5 y más años y hablantes de tseltal-tsotsil según hablantes de lengua indígena de 5 y más años. Municipios con más de 90.0% hli. Chiapas, 2000-2005.

hli Tseltal Tsotsil Otras lenguas Municipio 2000 2005 2000 2005 2000 2005 2000-2005 Pantelhó 90.3 92.4 50.2 53.0 49.5 46.9 Chol, zoque y no especificado Huixtán 95.4 92.7 35.0 32.1 64.9 67.5 Chol, maya, náhuatl y no especificado

Fuente: Inegi, 2000, 2005.

Cuadro 5. Comparativo de hablantes de lengua indígena según población de 5 y más años y hablantes de chol, tojolabal y zoque según hablantes de lengua indígena de 5 y más años. Municipios con más de 90.0% hli. Chiapas 2000-2005.

hli Chol Otras lenguas Municipio 2000 2005 2000 2005 2000-2005 Chontal, chontal de Tabasco, chuj, maya, náhuatl, tseltal (10.9%-10.7%), tsotsil, Tila 95.7 96.5 88.7 89.2 zoque, lenguas zapotecas y no especificado. Tumbalá 97.2 97.9 95.8 96.7 Chuj, mazateco, tseltal, tsotsil, lenguas zapotecas y no especificado. hli Tojolabal Otras lenguas Municipio 2000 2005 2000 2005 2000-2005 Cakchiquel, chol, chontal, chuj, jacalteco, q’anjobal (4.0%-3.2%), mam , mazahua, Las Margaritas 52.2 49.6 85.1 87.9 náhuatl, quiché, totonaca, tseltal (2.9%-2.5%), tsotsil (6.4%-5.2%), zoque, lenguas zapotecas y no especificado. hli Zoque Otras lenguas Municipio 2000 2005 2000 2005 2000-2005 Ocotepec 98.7 97.3 99.9 99.6 Tseltal, lenguas mixtecas y no especificado. 102 Tapalapa 96.8 96.6 99.9 99.8 Chol, tseltal, tsotsil y no especificado. Fuente: Inegi, 2000, 2005. 3 | Dinámica sociodemográfica

Un caso especial son los hablantes de tojolabal, 2000 y 2005 (véase la gráfica 8), hay un pequeño dado que es en el municipio Las Margaritas donde grupo de municipios cuya población analfabeta se encontraron montos de hablantes de esa len- rebasaba la mitad de su población de 15 años y gua que alcanzan casi 90.0%. Además se observa más: Chamula, Mitontic, Pantelhó, San Juan Can- el uso de las lenguas q’anjobal (con 4.0% en 2000 y cuc, Santiago el Pinar y Zinacantán; por otro lado, 3.2% en 2005), tseltal (con 2.9% en 2000 y 2.5% en también hubo municipios con menos de 30% de su 2005) y tsotsil (con 6.4% en 2000 y 5.2% en 2005); población dentro del rango de edad que no sabía y otras lenguas con pesos porcentuales menores a leer: Tapalapa, Oxchuc y , que dejaron al resto 1.0 como el cakchiquel, chol, chontal, chuj, jacalteco, en una posición intermedia. mam, mazahua, náhuatl, quiché, totonaca, zoque, len- Los cambios ocurridos en el quinquenio, ya sea guas zapotecas y no especificado. avances o retrocesos educativos experimentados en los municipios mencionados, se pueden apreciar en el aná- Comportamiento sociodemográfico lisis de las diferencias porcentuales en dicho periodo. de la población hablante de lengua Se observa que el abatimiento en el rezago del indígena, 2000-2005 analfabetismo fue de poca magnitud ya que solamen- te en el municipio de Aldama decreció 18% y a una Con fines de ofrecer un diagnóstico de los cambios distancia considerable de este se situó Santiago el Pi- en municipios eminentemente indígenas entre 2000 nar, con un declive de poco más de 8%. Esto nos indi- y 2005, se han seleccionado aquellos cuyos montos ca que de los seis municipios con alto grado porcen- de población hayan sido iguales o mayores de 80% tual de población analfabeta, solo Santiago el Pinar de hli del total de su población, sea en 2000 o en experimentó una relativa mejoría. Es preocupante 2005. Con este criterio identificamos 25 munici- que los otros cinco municipios (Chamula, Miton- pios: Aldama, El Bosque, Chalchihuitán, Chamula, tic, San Juan Cancuc, Pantelhó y Zinacantán), que de Chanal, Chenalhó, Chilón, Huixtán, Larráinzar, por sí se encuentran en condición extrema, no hayan Mitontic, Ocosingo, Ocotepec, Oxchuc, Pantelhó, superado su situación, e incluso, los dos últimos re- , , Sitalá, Tapalapa, Tenejapa, portaran mínimos cambios positivos. Tila, Tumbalá, San Juan Cancuc, San Andrés Du- Por otra parte, llama la atención que haya un mu- raznal, Santiago el Pinar y Zinacantán. nicipio como el de San Andrés Duraznal que, lejos de tener un signo positivo en su tendencia, experimentó Educación un verdadero retroceso en tanto que su población analfabeta aumentó en 2005 con respecto de la que En materia educativa, mientras en el contexto na- había en 2000 (véase la gráfica 9). Otros municipios cional en 2005 el porcentaje de analfabetismo fue de como Tapalapa, Ocosingo y Huitiupán, ni siquiera 8.4, en Chiapas fue de 21.3%. Puede apreciarse que en redujeron 2% su población analfabeta.

Gráfica 8. Porcentaje de población analfabeta de 15 años y más, 2000-2005.

70

60

50

40 % 30

20

10

0 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

2000 2005 103 Fuente: Inegi, 2000, 2005. Dinámica sociodemográfica | 3

Gráfica 9. Decremento porcentual de población analfabeta de 15 años y más, 2000-2005.

18

16

14

12

10

% 8

6

4

2

0

-2 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

Fuente: Inegi, 2000, 2005.

Gráfica 10. Porcentaje de población de 8-14 años que saben leer y escribir.

100 90 80 70 60 % 50 40 30 20 10 0 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

2000 2005

Fuente:Inegi, 2000, 2005.

Mientras en el contexto nacional fue de 96.7% la En tanto haya montos considerables de población población de 8 a 14 años de edad que sabe leer y escri- de 8 a 14 años que no sepan leer ni escribir, como es bir (véase la gráfica 10), en el estado de Chiapas la cifra el caso de Mitontic, que de facto se constituye en pobla- es de 90.4%; situación que contrasta con los porcen- ción analfabeta, y mientras esa condición no se revierta, tajes de alfabetismo que prevalecen en los municipios se engrosarán los montos de la categoría de población indígenas ya que solamente Ocotepec, Salto de Agua analfabeta cuando alcancen los 15 años de edad. y Tapalapa, alcanzaron con dificultad el promedio es- Al apreciar los cambios positivos o negativos en tatal. En el lado opuesto, se encuentra el municipio de este rubro, llaman la atención tres municipios que Mitontic donde un poco más de 60.0% de su población sobresalen en el aumento de su población de 8 a 14 infantil sabe leer y escribir, y otro grupo de municipios años que está aprendiendo a leer y escribir: Sitalá, de relativa mejoría como Aldama, Chamula, Chenalhó Santiago el Pinar y Ocotepec (véase la gráfica 11), y San Juan Cancuc, que de manera solvente pasan el al superar 15%; y en segundo lugar el municipio de porcentaje de 60, pero no alcanzan el de 70. El resto de Mitontic, que se encuentra en ese camino y exhibe uno 104 municipios se encuentran entre 70 y poco más de 80.0% de los mayores rezagos en esa materia con poco más de de su población infantil de 8 a 14 que sabe leer y escribir. 10% de avance en el quinquenio. 3 | Dinámica sociodemográfica

Gráfica 11. Incremento porcentual de población de 8-14 años que sabe leer y escribir.

25

20

15

10

% 5

0

-5

-10

-15 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

Fuente: Inegi, 2000, 2005.

Gráfica 12. Porcentaje de población de 6-14 años que asisten a la escuela, 2000-2005.

100 90 80 70 60 % 50 40 30 20 10 0 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

2000 2005

Fuente: Inegi, 2000, 2005.

Ocotepec es uno de los municipios con menor En lo que respecta al porcentaje de población de 6 rezago educativo pues encabeza los tres primeros a 14 años que asiste a la escuela (véase la gráfica 12), municipios de avance significativo en el aumento el promedio nacional es de 94.2% y en el estado de del alfabetismo. La gravedad se encuentra en mu- Chiapas es 89.9%. En cuanto a la población indígena, nicipios como Aldama, Chamula, Chenalhó y San son preocupantes los casos de Mitontic y Zinacan- Juan Cancuc, que de por sí estaban en el grupo de tán cuyos porcentajes se quedan en 70% o menos municipios de mediana mejoría, no destacaron de su población. En el lado avanzado se encuentran en el aumento de este indicador. Más grave aún es los municipios de Chanal, Huitiupán, Larráinzar, la situación de San Andrés Duraznal, Larráin- Ocosingo, Salto de Agua, Tapalapa y Tila, que llega- zar, Tenejapa, Oxchuc, Zinacantán y Huitiupán que ron al promedio estatal, más aún los municipios de Oco- no aumentaron su proporción de población infan- tepec, Oxchuc y Sabanilla, que rebasan incluso dicho til en habilidades de lecto-escritura sino que declinó, promedio. En el resto se encuentra entre 70 y 80% de lo que revela que en estos municipios hay factores su población, situación que resulta un reto por superar. socioeconómicos que impiden que más niños se in- Por otra parte, al observar el incremento porcen- 105 corporen en la educación primaria. tual de la población infantil que asiste a la escuela Dinámica sociodemográfica | 3

Gráfica 13. Incremento porcentual de asistencia escolar 6-14 años, 2000-2005.

35

30

25

20 % 15

10

5

0 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

Fuente: Inegi, 2000, 2005.

(véase la gráfica 13), resulta preocupante que los mu- en ese año, con una condición bastante deseable con nicipios con mayor rezago educativo en materia de asis- respecto del resto de municipios indígenas, ya que solo tencia escolar, Mitontic y Zinacantán, no hayan revertido un poco más de 30% de las viviendas tenía piso de tierra. esa tendencia ya que de 2000 a 2005, dichos municipios Resulta revelador observar algunos cambios han quedado en los últimos lugares del esfuerzo para ocurridos cinco años más tarde con relación del promover la asistencia infantil a la escuela. Sobre todo, piso de las viviendas que, en este caso, el piso fir- el caso de Mitontic cuya posición fue el último lugar. me ha sustituido el piso de tierra. En la gráfica 14 En general, según los datos, todos los munici- se muestra el efecto de la política emprendida por pios realizaron un esfuerzo en revertir la tendencia, la Secretaría de Desarrollo Social con respecto a la aunque no lograron destacar como los cuatro o cinco instalación de piso firme en una serie de comuni- municipios del inicio del gráfico 12. Así, los munici- dades marginadas de Chiapas. pios indígenas que destacaron su participación son Lo primero que se aprecia es la heterogeneidad los casos de Sitalá con un puntaje muy sobresaliente en el avance ocurrido entre 2000 y 2005, pues se ob- en el marco de municipios indígenas, seguido de San- serva que municipios como Ocotepec que aun en tiago el Pinar, San Juan Cancuc, Aldama y El Bosque. 2000 tenía una condición regular, se superó en tanto que abatió su déficit en más de 25%, valor similar que Condiciones de vivienda también lo obtuvo el municipio de Chamula que en el año 2000 tenía un fuerte atraso. Aun cuando se han emprendido esfuerzos por parte del En este tenor también los municipios de Huitiupán gobierno federal para poner piso de material duradero y Aldama que en 2000 registraron un alto grado de reza- con base de cemento, “piso firme”, en la entidad hay go, y otros como Santiago el Pinar y Mitontic, lo elimi- una serie de municipios que todavía en 2005 exhiben naron en más de 20%. Además, los municipios de La- condiciones muy precarias de vivienda. rráinzar y Sabanilla abatieron el rezago de piso firme en Antes de pasar al análisis de la situación en 2005, se más de 15%; y Chanal, El Bosque, Tumbalá, Zinacantán, aprecia la situación aún más alarmante en el año 2000, San Juan Cancuc, Tenejapa y Tila lo hicieron en 10%; en tanto que había municipios con viviendas con piso de hasta llegar a los municipios que lo hicieron en menos de tierra que pasaban de 90% (véase la gráfica 14): Aldama, 10%: Chenalhó, Salto de Agua, Tapalapa, Pantelhó, Sita- Chalchihuitán, Chanal, Mitontic y San Juan Cancuc; lá, Chilón, Oxchuc y, por último, Ocosingo con menos mientras que en otra serie de municipios el indicador de 2.5 por ciento (véase la gráfica 15). estaba entre 50 y 90%: Chamula, Chenalhó, Chilón, Este marcado efecto diferencial que ha tenido la po- Huitiupán, Larráinzar, Ocosingo, Ocotepec, Oxchuc, lítica pública del piso firme, indica que no hay una Pantelhó, Sabanilla, Salto de Agua, San Andrés Duraznal, dirección por parte del gobierno federal en términos 106 Santiago el Pinar, Sitalá, Tenejapa, Tila, Tumbalá y Yaja- de revertir la tendencia en los municipios donde la lón. Solo el municipio de El Bosque podía considerarse, situación se agudiza, sino que esta acción institucio- 3 | Dinámica sociodemográfica

Gráfica 14. Porcentaje de viviendas particulares con piso de tierra, 2000-2005.

100 90 80 70 60 % 50 40 30 20 10 0 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

2000 2005

Fuente: Inegi, 2000, 2005.

Gráfica 15. Decremento porcentual de viviendas particulares con piso de tierra, 2000-2005.

35

30

25

20 % 15

10

5

0 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

Fuente: Inegi, 2000, 2005. nal podría estar supeditada a las iniciativas de los ble en cuanto a la disposición de sanitario, ya que en ayuntamientos municipales cuyos resultados pueden ser ambos años presentaron menos de 10% de vivien- positivos o negativos para su población. das sin este servicio. Mientras que, en 2000 habían Otros indicadores, que en definitiva pueden municipios en situación extrema como Aldama, asociarse con las condiciones de bienestar de una Chalchihuitán, Chamula, Chilón, Salto de Agua, San población, relacionados de forma específica con la Juan Cancuc, Santiago el Pinar, Sitalá y Zinacantan cu- salud de sus habitantes consiste en la disponibili- yos porcentajes de viviendas sin sanitario superaban dad de sanitarios en el hogar. Entre 2000 y 2005, 50% del total (véase la gráfica 16). la situación a simple vista es la disparidad que re- Sin embargo, al analizar el decremento porcen- velan los datos en casi todos los municipios con tual entre 2000 y 2005 en este indicador, se aprecia excepción de El Bosque, Sabanilla y San Andrés que San Juan Cancuc en el año 2000 tenía un núme- Duraznal que, de por sí, tenían muy bajo porcen- ro alarmante de viviendas sin sanitario, cinco años taje de viviendas sin este servicio. después avanzó 60% (véase la gráfica 17, por lo que En esos tres municipios fue donde se registró en de 70% de casas que no tenían ese servicio a princi- 107 forma sostenida una situación relativamente favora- pios del periodo, al final del mismo solo 10% de casas Dinámica sociodemográfica | 3

Gráfica 16. Porcentaje de viviendas que no disponen de sanitarios, 2000-2005.

80

70

60

% 50

40

30

20

10

0 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

2000 2005

Fuente: Inegi, 2000, 2005.

Gráfica 17. Decremento porcentual de viviendas particulares que no disponen de sanitario, 2000-2005.

70

60

50

40 % 30

20

10

0 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

Fuente: Inegi, 2000, 2005.

carecían del mismo. La situación es distinta en los San Juan Cancuc y Santiago el Pinar, tenían una situa- municipios de San Andrés Duraznal, El Bosque y Sa- ción totalmente extrema que casi alcanzaba la totalidad banilla cuyo avance fue en menor medida, lo que tam- de las viviendas, seguidos por Aldama, Chamula, Che- poco es cuestionable ya que esos municipios ya tenían nalhó, Huitiupán, Oxchuc y Tenejapa que sobrepasaban grandes avances en 2000, por tanto el reto era menor. 80% de viviendas sin drenaje ni desagüe. Solo el munici- En el municipio de Sitalá la situación es preocupante, pio de El Bosque hacía visible la diferencia, ya que tenía ya que en ambos años registró porcentajes superiores a un cuarto del total de viviendas sin ese servicio situa- 60% de las viviendas sin servicio sanitario, avanzando ción que, sin duda, tampoco era socialmente saludable. solamente en menos de 2 puntos porcentuales. De los cuatro municipios en situación totalmen- Otro factor determinante en las condiciones de sa- te precaria en 2000, solo San Juan Cancuc hizo un lud reside en la disponibilidad o ausencia de drenaje o esfuerzo considerable en cinco años para mejorar desagüe en la vivienda. Es alarmante el porcentaje de vi- su situación, en tanto que tuvo un avance de poco 108 viendas que no cuentan con el servicio, por ejemplo, en más de 80%, seguido de Santiago el Pinar con una me- el año 2000 municipios como Chalchihuitán, Chanal, jora en más de 10% en sus viviendas. Sin embargo, 3 | Dinámica sociodemográfica

Gráfica 18. Porcentaje de viviendas particulares que no disponen de drenaje o desagüe, 2000-2005.

100 90 80 70 60 % 50 40 30 20 10 0 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

2000 2005

Fuente: Inegi, 2000, 2005.

Gráfica 19. Decremento porcentual de viviendas particulares que no disponen de drenaje o desagüe, 2000-2005.

90 80 70 60 50 40 % 30 20 10 0 -10 -20 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

Fuente: Inegi, 2000, 2005. resulta preocupante la situación de Chalchihuitán y Ocotepec, San Andrés Duraznal, Salto de Agua, Tapalapa, Chanal, ya que el avance del primero fue insignifi- Zinacantán y Pantelhó que también hicieron un esfuer- cante y el segundo municipio prácticamente hubo zo considerable para abatir wl del rezago de viviendas sin un retroceso, ya que aumentó el porcentaje de vi- drenaje ni desagüe (véase la gráfica 19). viendas sin drenaje ni desagüe (véase la gráfica 18), En lo que respecta a viviendas sin energía eléctri- por lo que se puede deducir que en 2005 la situación ca, en 2000 todavía había un municipio que alcanzaba precaria impera. En esa tendencia de mínima me- 75% de casas, como lo era el caso de Chalchihuitán jora se encuentran los municipios de Aldama, Cha- (véase la gráfica 20), seguido por Sitalá con cerca de mula, Tila y Chalchihuitán. No obstante, Mitontic 55%. También hubo otro grupo de municipios como presenta todavía una situación peor ya que lejos de Aldama, Chenalhó, Chilón, Huitiupán y Oxchuc disminuir su déficit, aumentó. cuyos porcentajes oscilaban entre 30 y 45%; solo El Destaca San Juan Cancuc como el municipio ejem- Bosque y San Andrés Duraznal se apartaban de la plo en términos de sus estrategias en materia de adop- tendencia de manera visible, ya que tenían un déficit 109 ción de este servicio en un contexto indígena; así como menor a 10% en cuanto a viviendas sin electricidad. Dinámica sociodemográfica | 3

Gráfica 20. Porcentaje de viviendas particulares sin energía eléctrica, 2000-2005.

80

70

60

50

% 40

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10

0 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

2000 2005

Fuente: Inegi, 2000, 2005.

Gráfica 21. Decremento porcentual de viviendas particulares sin energía eléctrica, 2000-2005.

50 45 40 35 30 25 % 20 15 10 5 0 -5 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

Fuente: Inegi, 2000, 2005.

Sin duda hubo un esfuerzo esfuerzo en abatir el rezago hacen la diferencia entre la pobreza extrema y una en Chalchihuitán que avanzó casi 50% (véase la gráfica condición económica solvente que permite contar 21) durante el quinquenio 2000-2005, situación coheren- con otros elementos de comodidad para la vida dia- te por su alto déficit presentado en 2000; no así en Sitalá ria. Entre ellos se pueden incluir disponer de refrige- que avanzó 13%, y que en 2000 estaba en segundo lugar rador y televisión, uno que facilita la conservación en cuanto a situación precaria después de Chalchihuitán. y resguardo de alimentos, y el otro que permite la También hubo congruencia en los municipios recreación. de Aldama, Chenalhó, Chilón, Huitiupán y Oxchuc Para el primer caso, según la misma fuente de in- que se encontraban en el segundo grupo de déficit formación censal, se muestra la situación de relativo de energía eléctrica y que en 2005 destacaron en su bienestar para los municipios de Ocosingo, que supe- abatimiento. En el caso de El Bosque y San Andrés ra 20% de las viviendas, seguido de cuatro municipios Duraznal se observa un avance menor porque sus que tienen más de 15% de viviendas que disponen de condiciones eran aceptables en el 2000. refrigerador (véase la gráfica 22): El Bosque, Huitiu- 110 La diferenciación social en los pueblos indios po- pán, Salto de Agua y Tapalapa; otro pequeño grupo cu- dría apreciarse en ciertos satisfactores materiales que yas viviendas cuentan con este electrodoméstico entre 3 | Dinámica sociodemográfica

Las ciudades rurales

Japhy Wilson*

En el 2007, Juan Sabines Guerrero, gobernador de Chiapas, birán algunas de las razones que contribuyen al fracaso del anunció la instauración de las ciudades rurales sustentables, una proyecto y de qué manera se ha subvertido, como en el caso estrategia para la centralización de elementos de la población de la primera ciudad rural: Nuevo Juan de Grijalva. La sec- rural de Chiapas en una serie de veinticinco nuevos espacios urba- ción final ofrece una reflexión sobre la posible dimensión de nos, planeados y creados por el gobierno. Según las estadísticas contrainsurgencia de las ciudades rurales y considera a los oficiales, de las 19 386 comunidades en esa entidad, 14 346 tie- caracoles zapatistas como una alternativa para la transfor- nen menos de 100 habitantes. Muchas de estas carecen de servi- mación rural que el proyecto de ciudades rurales obstruye. cios básicos y los niveles de pobreza son altos. Los objetivos del proyecto de las ciudades rurales era, por tanto, la reducción de El razonamiento político-económico detrás la diseminación de la población, la generación de empleos y el de las ciudades rurales incremento en la productividad del campo mediante la creación de ciudades modernas que incrementaría, de manera sustancial, El proyecto de ciudades rurales está legitimado por el Estado la calidad de vida de los habitantes de las comunidades rurales mediante el uso de medidas estadísticas de pobreza y dispersión. más aisladas. El Gobierno Federal proporcionaría 80% del finan- Aunque es un hecho que el Chiapas rural está enfrentando una ciamiento del proyecto, y el entonces presidente de México, Felipe profunda crisis social en estos y otros aspectos, el punto de vista Calderón Hinojosa declara que las ciudades rurales proporcio- acerca de las estadísticas cuantificables solo sirve para despoli- narán a familias necesitadas, y previamente aisladas, la oportu- tizar el proyecto a tal extremo que lo aísla de la compleja dinámica nidad de vivir dentro de comunidades seguras, con salubridad, histórico-geográfica en la que está inmerso. Para entender su escuelas y centros de salud (El Heraldo de Chiapas, 8 de abril de importancia política, el proyecto de las ciudades rurales debe- 2008). El proyecto recibio el apoyo entusiasta de numerosas fun- ría estar ubicado dentro del contexto histórico de la prevalente lucha daciones corporativas y de varias organizaciones internacionales entre la ambición del Estado mexicano de producir una sociedad como el Banco Mundial (bm), el Banco Interamericano de nacional homogénea y la determinación de los indígenas y cam- Desarrollo (bid), la Iniciativa Global Clinton y la Organización pesinos mexicanos para retener la autonomía en sus prácticas de las Naciones Unidas (onu), cuyos representantes en México culturales. Dentro de esta lucha, la creación de asentamien- describían a las ciudades rurales como nada menos que la mate- tos planeados para la reubicación de poblaciones potencialmente rialización de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. insurrectas ha sido una estrategia clave del poder del Estado. Este texto evalúa de forma crítica la planeación e implemen- Por ejemplo, en los siglos xvi y xvii, la administración colonial tación de las ciudades rurales. Se plantea que el proyecto tienían española concentró a las comunidades indígenas de la región, una agenda política que iba más allá de la misión humanitaria del dentro y alrededor de ciudades similares a las de las ciudades discurso oficial. Si bien, el proyecto le ha dado a comunidades rurales. Estas ciudades coloniales funcionaron como la expresión aisladas acceso para ciertos servicios, esto era solo el objetivo concreta del dominio del Imperio, distribuidas en una precisa secundario del mismo, ya que su principal función era integrar y repetitiva cuadrícula centrada en torno de una plaza domi- a las comunidades rurales semiautónomas y potencialmente in- nada por la Iglesia y el Ayuntamiento como dos símbolos del surrectas de Chiapas dentro de las estructuras político-econó- poder sagrado y secular. De manera similar, a fines del sigloxix , micas del capital y Estado. Sin embargo, esta estrategia político- Porfirio Díaz ordenó la construcción de modernos asentamien- económica no ha sido del todo exitosa. Al tomar como base las tos en donde las comunidades insurrectas yaquis de Sonora investigaciones de campo realizadas en Chiapas entre 2008 y fueran trasladadas y puestas a trabajar. Una vez más, a raíz de 2010, el autor argumenta que las ciudades rurales están fraca- la Revolución mexicana, la aquiescencia de los campesinos al sando en transformar el espacio social de las comunidades cam- Estado posrevolucionario se obtuvo mediante el establecimien- pesinas de la forma en que los planificadores lo habían previsto. to del sistema del ejido, que reintrodujo las formas comunitarias El texto inicia por esbozar la estrategia político-económica de de tenencia de la tierra y que también sirvió para normalizar la las ciudades rurales, al localizar el proyecto dentro de la amplia regulación de la tierra, población y producción agrícola en el neoliberalización del Estado mexicano. Más adelante, se descri- ámbito nacional.

* Hallsworth Research Fellow, School of Environment and Development, University of El proyecto de las ciudades rurales puede ser visto como la Manchester. forma neoliberal de esta recurrente estrategia de reemplazar 111 Dinámica sociodemográfica | 3

el sistema del ejido que el Estado ha tratado de desmantelar des- ción de Chiapas dentro del espacio administrativo del estado, su de 1992, y de contrarrestar el movimiento autónomo indígena, función económica es comercializar la producción del ejido sin inspirado por el levantamiento zapatista en 1994. En este senti- privatizar de manera directa las tierras y, de manera simultánea, do, es importante subrayar que una estrategia idéntica a la del transformar a la población campesina en proletariado depen- proyecto de las ciudades rurales fue incluida en los documentos diente del mercado para subsistir. de planeación originales del Plan Puebla Panamá (ppp), el cual fue propuesto en 2001. El ppp, que ahora se conoce como el La implementación de las ciudades rurales Proyecto Mesoamérica, es un programa de desarrollo regional para el sur de México y América Central, cuya meta es profun- La primera ciudad rural se completó en septiembre de 2009, dizar la incorporación de la región en la economía globalizada, ubicada al noroeste de Chiapas, Nuevo Juan de Grijalva, nom- mediante la construcción de infraestructura para transporte, brada así en honor de Juan de Grijalva, en un ejido destruido energía y comunicación, así como la transición de una economía por un derrumbe producido en 2007 por las severas inunda- campesina hacia una industria agropecuaria de gran escala, ciones en el área. Su población inicial de 1 958 personas estaba incluyendo la desaparición del sistema ejidal (Presidencia de compuesta por sobrevivientes de eventos, así como de miembros de la República, 2001). El ppp identifica la muy alta dispersión de la otras diez comunidades desplazadas por las inundaciones o aquellas población del sur de México como uno de sus principales “puntos que el gobierno consideraba que estaban en “zonas de riesgo”. de débiles” y propone “la construcción de una red de centros de Nuevo Juan de Grijalva como modelo de ciudad rural, fomenta- integración cultural, cuyo objetivo será el de proveer a estas ría que comunidades que aún no han sido desplazadas para aban- zonas con infraestructura y servicios básicos, para así poder donaran de manera voluntaria sus hogares y se trasladaría una de concentrar a las comunidades asiladas dentro de las zonas, y las veinticinco ciudades rurales que se planeaba construir. La de este modo alcanzar una organización territorial más efi- primera fase de las ciudades incluía 411 casas, una escuela, un cen- ciente” (Presidencia de la República, 2011: 192). tro de salud, dos supermercados, dos iglesias, una cancha de basquet- Cuando en 1997 se analiza la propuesta del proyecto de las bol, un hotel y un centro comercial. Varios proyectos de producción ciudades rurales de Chiapas desde un contexto histórico en vez fueron instalados a las afueras de la ciudad, incluyendo inver- del discurso limitado del estado de “pobreza y dispersión”, el naderos, una granja de pollos, plantas procesadoras de leche y proyecto se ve muy diferente. Localizadas dentro de un proceso cacao, así como un parque industrial (Gobierno del Estado de neoliberal más amplio y enfrentadas en contra de una insurgen- Chiapas, 2009: 30-31). Si bien la mayoría de los residentes se- cia armada que ha desarrollado sus propios proyectos de trans- ría empleados tanto en estos proyectos como en los pequeños formación socioespacial, las ciudades rurales, de hecho, puede negocios dentro de la ciudad, algunos continuaría el trabajo ser que reduzcan la pobreza y la dispersión, aunque también en sus tierras natales, a varios kilómetros de distancia, con la han llevado a cabo la función político-económica de separar a condición de convertir sus tierras de la agricultura de subsis- los campesinos de la tierra estableciendo vínculos de produc- tencia hacia la de producción de biocombustibles y otras cose- ción capitalistas y reemplazando los espacios semiautónomos chas de cultivos industriales. de los ejidos con espacios en donde cada aspecto de la vida diaria En una visita a Nuevo Juan de Grijalva en julio de 2010, diez puede ser monitoreado y administrado por el Estado. En la prác- meses después de las celebraciones que habían conmemorado tica, la privatización de los ejidos, que comenzó en 1992, ha tenido la fundación y la residencia inicial de la ciudad, se platicó con muy poco éxito debido al movimiento zapatista y a la fuerza de las los habitantes de la ciudad y sorprendió el marcado contraste organizaciones campesinas e indígenas de la región (Maderas del entre la forma espacial del típico ejido y el de la ciudad rural. Pueblo, 2006). Es por eso que las ciudades rurales se implementan En contraste con el espacio comunal del ejido, Nuevo Juan de de manera conjunta con la reconversión productiva, una nueva Grijalva está construido a imagen y semejanza de una moder- estrategia del estado según la cual los campesinos mantienen las nidad neoliberal distintiva, en donde la vida diaria se ha pri- tierras comunales, cambiando el uso de estas, de la producción vatizado, individualizado y saturado con imágenes comerciales. de maíz, frijoles, vegetales y ganado para subsistir, hacia cultivos Por ejemplo, en el ejido, las casas son construidas tradicional- industriales y plantaciones comerciales forestales para su expor- mente con amplios zaguanes que dan a la calle, permitiendo a tación. Los campesinos trasladados hacia las ciudades rurales las personas resguardarse del sol mientras trabajan, relajarse y convertirán sus parcelas en plantaciones agroindustriales admi- platicar con sus vecinos. Así, las calles y casas están entrelaza- nistradas por el estado y solo necesitarán de uno o dos días de das dentro de un espacio comunitario en donde la línea entre lo trabajo a la semana para su mantenimiento. El resto de los días público y lo privado se borra. En Nuevo Juan de Grijalva, cada laborales se empleará en proyectos productivos establecidos casa está rodeada en tres frentes por alambrados y las casas han dentro de las mismas ciudades rurales. Si bien, políticamente sido construidas dando la espalda a la calle y los zaguanes vien- 112 las ciudades rurales tienen como función integrar a la pobla- do hacia dentro, separando el espacio comunitario de las calles 3 | Dinámica sociodemográfica

y volviendo a cada familia en sí misma. “La concentración de sus tierras no podían costear el transporte entre Nuevo Juan de comunidades dispersas” del estado es, por lo tanto, paradójica- Grijalva y sus campos, por lo tanto, no podían trabajarlos. Las mente logrado mediante la fragmentación en unidades aisladas casas fueron ampliamente criticadas por ser pequeñas, calurosas individuales, recordando el conocido aforismo neoliberal de y mal construidas mientras que los patios traseros fueron cri- Margaret Thatcher: “La sociedad como tal no existe, solo los in- ticados por ser demasiado pequeños para cultivar vegetales o dividuos y sus familias”. criar gallinas, actividades realizadas para compensar la falta En el ejido, como en el pueblo comunal, el centro de la vida de empleos. También fueron señaladas la carencia de espacios social es la plaza central, en torno de ella se construyen la iglesia verdes, así como la ausencia de un campo de futbol y una plaza y los edificios administrativos. Aunque este diseño era origi- central. Los recibos de luz eran demasiado altos e iban en au- nalmente un símbolo y un mecanismo de poder del Estado en mento, a eso se suma que a muchos de los habitantes se les esta- el pueblo colonial, con el paso del tiempo ha sido apropiado ban cobrando impuestos por primera vez. como un espacio público para encuentros, espectáculos, fes- Se realizó una visita anterior a Nuevo Juan de Grijal- tivales y manifestaciones. En Nuevo Juan de Grijalva, la plaza va, durante su construcción en 2009, cuando la pureza clí- ha sido reemplazada por un “corredor comercial”, un estrecho nica tecnocrática del plan se mantuvo separada de la caóti- sendero cubierto de tiendas que estimulan el espacio privatiza- ca espontaneidad de la vida real. En 2010, después de diez meses do de los centros comerciales. El bullicioso mercado tradicional de residencia, la apariencia de la ciudad había cambiado. mexicano ha sido sustituido por una cadena de supermercados La pureza de las líneas y el rígido orden de la estructura original y las instalaciones locales y de servicios públicos que están den- fueron gradualmente erosionadas por las prácticas espaciales de tro de las ciudades rurales tienen el nombre de las fundaciones sus habitantes y ciertos elementos de la ciudad rural comenza- corporativas que las financian estampadas en sus muros. Esta ban a recordar la vibrante espontaneidad de un pueblo típico reorganización del espacio social no solo reemplaza el factor mexicano. El corredor comercial estaba desierto y la gente prefería comunitario del ejido, sino que también transforma su vínculo reunirse en las calles. Zaguanes improvisados eran construidos al con la naturaleza. No hay áreas verdes designadas en las ciu- frente de las casas y pequeñas tiendas independientes comenzaron dades. Mientras que el ejido se abre hacia los campos aledaños a abrir sus puertas y a atender a los transeúntes. Además, muchos con los que comparte una conexión espacial y social, Nuevo habitantes comentaron que la gente regresaba a sus pueblos, de Juan de Grijalva está físicamente separado de las tierras de los donde habían sido desplazados, y retomaron la producción de sub- campesinos por varios kilómetros y se encuentra socialmente sistencia en sus tierras debido a la falta de empleo y al no tener aislado de la tierra, debido a la reorientación de la producción otros medios de sostén dentro de las ciudades rurales. En el ca- agrícola, de las necesidades de la comunidad a la demanda del so de Nuevo Juan de Grijalva, el proyecto de las ciudades rura- mercado global. les estaba, por lo tanto, dejando de reproducir la funcionalidad Esta transformación radical del espacio social es legitimada sistemática y la abstracción perfecta de sus planes originales, por el Estado en cuanto a la pobreza y privaciones del ejido, así mientras los vínculos sociales capitalistas no se podían afianzar como del mejoramiento correspondiente en la calidad de vida y los habitantes reafirmaba su autonomía para reapropiarse del de los habitantes de Nuevo Juan de Grijalva. El gobierno del es- espacio. Sin embargo, las más amplias contradicciones sociales tado de Chiapas ha enumerado impresionantes estadísticas para del capitalismo neoliberal en las que las ciudades rurales están la ciudad, anunciando su rápido éxito en el cumplimiento de incorporadas, aseguran que aquellos que regresen a sus tierras los Objetivos de Desarrollo del Milenio, elogiando sus logros seguirán enfrentando la marginalización, mientras que el mis- en salud, educación y desarrollo económico. Muchas personas, mo Nuevo Juan de Grijalva se está transformando en un espacio al ser entrevistadas, reconocieron los beneficios de la escuela de viviendas hacinadas, alto desempleo y pobreza persistente. y de la clínica para el bienestar de sus familias. En los otros En este contexto, la alternativa presentada por los caracoles aspectos, fueron altamente críticos de las ciudades rurales. A zapatistas continúa siendo un punto de comparación importante. pesar de las afirmaciones del gobierno de que los salarios den- tro de las ciudades rurales excedían de manera considerable Las ciudades rurales como proyecto contrainsurgente los mínimos recomendados por la onu, hubo frecuentes quejas por el desempleo, los bajos salarios y las empresas en quiebra. El proyecto de las ciudades rurales es parecido a los proyectos Hasta 2010, los proyectos productivos habian generado empleo contrainsurgentes como el de New Villages en Malasia; los Stra- a una pequeña fracción de la población. Aquellos que pidieron tegic Hamlets en Vietnam y las Villas Modelo en Guatemala, por préstamos para abrir tiendas dentro del corredor comercial tu- medio de los cuales las poblaciones potencialmente insurgentes vieron muchos problemas para pagar sus deudas y obtener ga- fueron desplazadas hacia espacios diseñados para fomentar la nancias, así varios de estos establecimientos cerraron. Sin em- identidad subjetiva con el Estado (ciepac, 2008). Por supuesto pleos remunerados, muchos de los campesinos que retuvieron que la similitud se intensifica cuando se considera la proximidad 113 Dinámica sociodemográfica | 3

de los Municipios Autónomos Zapatistas. Las probabilidades de zados por una red de instituciones del Estado sobre la que los éxito del movimiento zapatista están siendo considerablemen- habitantes no tienen influencia directa. te debilitadas por una estrategia contrainsurgente de baja Del mismo modo, a diferencia de la prestación de servi- intensidad, la cual combina actividades paramilitares en desa- cios educativos y de salud proveídos por el Estado y por las rrollo, la proliferación de proyectos de desarrollo motivados corporaciones que financian las ciudades rurales, las escuelas por la política del Estado y la continua presencia del Ejército y clínicas autónomas de los territorios emplean a miembros de Mexicano en la región (García de León, 2007). El proyecto de las mismas comunidades zapatistas, quienes son instruidos en las ciudades rurales puede sumarse a esta estrategia, como un los caracoles con la ayuda de voluntarios internacionales. Ellos medio más para restringir la expansión geográfica del proyec- no reciben salario alguno, pero las juntas les proveen de comida, to zapatista al desplazar a las comunidades campesinas aisladas casa y ropa durante su entrenamiento y son apoyados por sus que constituyen una probable base para la misma, reemplazán- comunidades durante el periodo de servicio. Las clínicas com- dolos con espacios modernos administrados y vigilados por el binan medicamentos modernos con el resurgimiento de prác- Estado. Nuevo Juan de Grijalva está localizado en el noroeste de ticas medicinales indígenas y los programas educativos son de- Chiapas, alejada de la “zona de conflicto”. Sin embargo, la segunda sarrollados de manera colectiva con las mismas comunidades. ciudad rural se ha construido en Santiago el Pinar, localizada Así, mientras que las ciudades rurales reemplazan la agricultura en medio de uno de los centros de actividad zapatista, cerca tradicional con la producción de cultivos industriales para su expor- del caracol de Oventik, y del Municipio Autónomo de San Juan de la tación, los zapatistas han transformado ranchos ocupados durante Libertad y San Andrés Sakamchen. El mismo Santiago el Pinar el levantamiento de estar destinados a monocultivos comer- es el resultado de la contrainsurgencia, es uno de los siete mu- ciales hacia diversas parcelas que producen una combinación nicipios creados en 1999 por el gobierno del estado para con- de maíz, frijol, calabaza y otros vegetales para subsistencia, así trarrestar las proliferación de los Municipios Autónomos Zapa- como producción de café y crianza de ganado para venta. La tie- tistas (Leyva y Burguete, 2007). El hecho de que se escogiera rra arable, los bosques y los ríos son de propiedad común, con Santiago el Pinar como la ubicación de la segunda ciudad rural algunas parcelas trabajadas de manera individual por familias y denota un componente de contrainsurgencia al proyecto de las otras cultivadas de manera comunal para proveer suministros ciudades rurales, aunque por supuesto, esto no se menciona en y apoyo financiero para las escuelas, las clínicas de salud y las el discurso oficial del Estado. juntas de buen gobierno, así como festivales y eventos políti- En muchos sentidos, las ciudades rurales pueden ser in- cos y culturales. Los caracoles hospedan una amplia gama de terpretadas como la respuesta del gobierno para los cara- proyectos de producción, y tiendas cooperativas que han sido coles zapatistas, los primeros cinco centros de organización abiertas tanto dentro como fuera del territorio zapatista, en establecidos en los Municipios Autónomos Zapatistas en 2003. las cuales los productos son vendidos a precios inferiores a los Como los caracoles, las ciudades rurales proveen servicios del mercado. Por último, en contraste con la rígida formación de salud y educación a comunidades rurales antes excluidas de en forma de cuadrícula de la ciudad rural, la forma del caracol los bienes públicos. Sin embargo, las diferencias entre los dos sigue los caminos de los ríos y las curvas de las laderas de las proyectos son mucho más significativas que sus semejanzas montañas, así como la arquitectura vernácula de los inmue- y los caracoles constituyen una alternativa actual que lucha bles que están adornados con murales que celebran el movi- contra las dimensiones problemáticas que están claramente miento zapatista. ilustradas en el proyecto de las ciudades rurales. En términos Este texto ha argumentado que el proyecto de la ciudades políticos, por ejemplo, la administración de los Municipios rurales se debe entender no como una misión humanitaria repre- Autónomos Zapatistas está coordinada por medio de una Jun- sentada por el discurso oficial del Estado, sino como una más de ta de Buen Gobierno, establecida en cada caracol. miembros una larga lista de proyectos de ingeniería social similares en México de la junta son electos por el concejo municipal de la región, y en otras partes del mundo, cuyo objetivo es el de incorporar que a su vez ses elegido por de las comunidades zapatistas. poblaciones previamente aisladas dentro de la red de vínculos No tienen salario, están sujetos a remoción inmediata y, de capitalistas sociales y de la estructura de poder del gobierno. modo frecuente, rotan sus posiciones para prevenir el estable- Además, dentro del contexto de la actual presencia zapatista en cimiento de estructuras de poder y prevenir la corrupción. La Chiapas, parece ser clara la dimensión contrainsurgente del pro- intención es que, dentro de una generación, la mayoría de los yecto. Sin embargo, a pesar de la cruda lógica político-económica miembros adultos de cada comunidad zapatista haya servido que apuntala el proyecto de las ciudades rurales, en la práctica en la junta, asegurando así la participación directa de todos no ha reproducido el impecable orden de sus planes. Esto es evi- los zapatistas en el gobierno de su vida cotidiana. Esto con- dente por la ausencia de proyectos productivos en Nuevo Juan de trasta con el vínculo Estado-sociedad de las ciudades rurales, Grijalva, y la subversión de los espacios sociales de sus habitan- 114 en donde todos los elementos de la vida cotidiana son organi- tes. Asimismo y de manera más frecuente, las ciudades rurales 3 | Dinámica sociodemográfica

enfrentan resistencia. En Nuevo Juan de Grijalva, los habitan- A pesar de estas fallas y oposición, en 2010 el proyec- tes de la ciudad han acusado al gobierno de intentar privati- to de las ciudades rurales avanzaba con dos nuevas ciudades zar la propiedad ejidal de las tierras de donde los habitantes rurales bajo construcción y otras más planeadas para el futu- fueron desplazados, con manifestaciones y ocupación de tierras; ro. La continuidad del proyecto apuntaba hacia la percepción ante tales situaciones el gobierno ha respondido con arrestos y de su éxito, obras públicas prominentes presentadas en los detenciones (La Jornada, 3 de junio de 2011). En la región medios de comunicación locales y nacionales como un éxi- que rodea a Santiago el Pinar, la ciudad rural ha sido enérgica- to inobjetable que demostraba el activismo y benevolencia mente rechazada por los campesinos y organizaciones indígenas del gobierno de México en tiempos de inseguridad y crisis locales. Las Abejas de Acteal, cuyos miembros fueron masacra- económica. También tenían éxito al extender el alcance de dos por paramilitares en 1997, han descrito a las ciudades rurales los vínculos sociales capitalistas, aunque solo sea de forma como una estrategia para controlar sus organizaciones y así improductiva y disfuncional. Además, las ciudades rurales adquirir sus tierras (Las Abejas de Acteal, 2010); la comunidad proveen una poderosa perspectiva ideológica de una sociedad de San Pedro Chenalhó, cerca de Santiago el Pinar, ha anunciado neoliberal, en la que la brutal realidad de las relaciones sociales su rechazo al proyecto de las ciudades rurales, al argumentar del mercado libre (competencia, desigualdad, explotación y que la intención del proyecto es la de forzar a los habitantes de despojo) está oculta debajo de una imagen de armonioso orden las comunidades para abandonar sus tierras y ponerlos bajo el social. En contra de esta perspectiva, los caracoles zapatistas control del gobierno (sipaz, 2010). representan una posibilidad real para un futuro alterno.

Gráfica 22. Porcentaje de viviendas particulares que disponen de refrigerador, 2000-2005.

25

20

15 % 10

5

0 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

2000 2005

Fuente: Inegi, 2000, 2005.

5 y 10%, son: Chilón, Ocotepec, Pantelhó, San An- La tendencia de la posesión de este artefacto drés Duraznal y Tumbalá. modernizante se presume con mayor magnitud en dos Cabe señalar que los anteriores municipios municipios: Huitiupán y Tapalapa, que registran en- son los que se ubican geográficamente en clima tre 8 y 7% de incremento. Le sigue un grupo de cinco cálido, condición ambiental que, de cierto modo, municipios: El Bosque, Salto de Agua, Tila, Ocosin- impone la necesidad de adquirir, la posibilidad go y San Andrés Duraznal, que oscilan entre 3% del de sufragar la compra de un refrigerador, así co- incremento; le sigue otro pequeño grupo de muni- mo su consumo eléctrico. Solo San Juan Cancuc, cipios con un porcentaje cercano a 2: Larráinzar, aunque comparte esta situación natural, se exhibe Sabanilla, Tumbalá, Ocotepec y Aldama, y otro con- carente de este producto con un porcentaje muy junto, en su mayoría de la región los Altos, cercanos poco significativo. Por otra parte, los municipios a 1.0%. Por último, tuvieron tendencia negativa los de tierra fría, de la región Altos de Chiapas, son municipios de Pantelhó, San Juan Cancuc, Tenejapa, los que participan con mucho menor porcentaje Sitalá y Mitontic, también pertenecientes a la Región 115 en este renglón. ii Altos (véase la gráfica 23). Dinámica sociodemográfica | 3

Gráfica 23. Decremento porcentual de viviendas particulares sin energía eléctrica, 2000-2005.

10

8

6

% 4

2

0

-2 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

Fuente: Inegi, 2000, 2005.

Gráfica 24. Porcentaje de viviendas particulares que disponen de televisión, 2000-2005.

50 45 40 35 30 % 25 20 15 10 5 0 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

2000 2005

Fuente: Inegi, 2000, 2005.

En lo que concierne a la posesión de un aparato menor intesidad y son: Chenalhó, Chanal, Huitiupán, de televisión, llama la atención que son muy pocos Larráinzar y Sabanilla, ligeramente arriba de 5%; los municipios que se encuentran al márgen de seguidos de otros cinco municipios que pueden este elemento de distracción, ya que solo Aldama y leerse en la gráfica 24. Por último, los que se en- Chalchihuitán fueron los que en mayor medida no lo cuentran en una posición de declive: Mitontic, tienen. En el otro extremo están los municipios de El Tenejapa, El Bosque, Chalchihuitán, Chilón, Pantelhó, Bosque, Ocosingo, Tapalapa y Zinacantán en donde Santiago el Pinar, San Juan Cancuc y Sitalá. más de un tercio de las viviendas cuentan con televisión (véase la gráfica 24). Jefaturas femeninas Al observar el comportamiento en la adquisición de televisores, tenemos que algunos municipios En el ámbito indígena han ocurrido cambios importan- encabezan la tendencia: Tapalapa, destaca con un tes de orden sociocultural como el ascenso de las muje- incremento de 20% en el transcurso del quinquenio, res como jefas de hogar (véase la gráfica 25), fenómeno 116 seguido de Zinacantán y Ocotepec. Otro grupo de que decenios pasados pudo ser poco significativo. En el municipios se adhieren a esa tendencia aunque en periodo 2000-2005, el municipio de Tapalapa presentó 3 | Dinámica sociodemográfica

Gráfica 25. Porcentaje de hogares con jefatura femenina, 2000-2005.

30

25

20

15 % 10

5

0 Tila Sitalá Chilón Chanal Oxchuc Aldama Mitontic Tumbalá Pantelhó Tenejapa Tapalapa Sabanilla Chamula Ocotepec Ocosingo Chenalhó Huitiupán Larráinzar Bosque, El Zinacantán Salto de Agua Salto Chalchihuitán San Juan Cancuc Juan San Santiago El Pinar Santiago San Andrés Duraznal Andrés San

2000 2005

Fuente: Inegi, 2000, 2005. los porcentajes más altos con jefaturas de hogar femeni- Así, los indicadores utilizados por el Consejo nas, alcanzando 25% de los hogares en 2000 y, en 2005, Nacional de Población para el cálculo del índice de superó ese valor de manera evidente por lo que se ubica marginación municipal fueron los siguientes: población como objeto de estudio de estos procesos de cambio. analfabeta de 15 años o más, población sin primaria En segundo lugar, se encuentra Chamula y, en completa de 15 años o más, ocupantes en viviendas tercer lugar, los municipios de Mitontic y Zinacantán. sin drenaje ni servicio sanitario, ocupantes en vivien- Estos tres municipios coinciden en pertenecer a la das sin energía eléctrica, ocupantes en viviendas sin agua Región ii Altos. A manera de hipótesis puede plan- entubada, ocupantes en viviendas con algún nivel tearse que la representación femenina en los hogares de hacinamiento, ocupantes en viviendas con piso de pudiera asociarse con la separación de los cónyuges o, tierra, población en localidades con menos de cinco más aún, con el abandono de las esposas por parte mil habitantes y población ocupada con ingreso me- de sus parejas ya sea porque el hombre contraiga nor a dos salarios mínimos. nuevas relaciones conyugales, sea en los propios Según estos indicadores el estado de Chiapas ámbitos de socialización, o bien, debido a la migra- alcanzó, en el año de 1990, el mayor índice de mar- ción hacia Estados Unidos. ginación (2.3605) en comparación con las demás entidades federativas de México; de ahí que el con- El índice de marginación municipal y la phi junto de los indicadores reveló que Chiapas tenía un grado de marginación “muy alto”. En 1995, el cálcu- Las condiciones sociales arriba descritas de los muni- lo del índice de marginación no mostró un cambio cipios indígenas de Chiapas, serán mostradas de ma- significativo en la entidad. Chiapas volvió a ocupar el nera integrada por medio del índice de marginación. grado más alto de marginación en el país con un valor de El índice de marginación municipal permite 2.36 (Conapo, 1996), no obstante la gran cantidad ordenar en forma consecutiva a la población de un de recursos asignados para obras de infraestructura lugar determinado según el valor obtenido en el in- y programas de desarrollo social en años posteriores dicador, siendo el municipio la unidad de análisis al levantamiento armado en Chiapas, en 2000 el valor de nuestro interés. La construcción del índice de del índice bajó ligeramente a 2.2507; sin embargo, su marginación se basa en una medida sintética que in- grado de marginación ocupó el primer lugar en la ca- volucra nueve variables relacionadas con la educación, tegoría de muy alta marginación. Fue hasta el año 2005 los servicios públicos, el tipo de vivienda, el tamaño cuando verdaderamente bajó una posición al ocupar de la localidad y el nivel de ingreso. A partir de es- el segundo lugar después de Guerrero, con un índi- tos datos socioeconómicos en su conjunto, se trata de ce de marginación de 2.32646 (Conapo, 2001; 2006). medir el porcentaje de población que no participa En el año 2005, 39.8% de los 118 municipios de del disfrute de tales bienes y servicios, considerados Chiapas tenían “muy alto” grado de marginación, 117 como mínimos de bienestar. 54.2% eran municipios con “alto” grado de margina- Dinámica sociodemográfica | 3

ción y 5.9% reportó estar en el rango de “medio”, “bajo” “medio”, “bajo” y “muy bajo”, durante 2000-2005, las y “muy bajo” grados de marginación (Conapo, 2006). características sociodemográficas en cuanto a con- Cabe señalar que en Chiapas, solo hay un mu- dición de habla, alfabetismo y derechohabiencia fue- nicipio con muy bajo grado de marginación: Tuxtla ron las siguientes. Gutiérrez. Otro con bajo grado de marginación es Reforma. Destacan los municipios con “medio” gra- Condición de habla do de marginación: Huixtla, Arriaga, Comitán de Domínguez, y San Cristóbal de las Casas. La situación de bilingüismo es mayor a 60% en la En 15 municipios se presentaron cambios negati- phi lo que indica una gran distancia por recorrer vos en el índice y el grado de marginación entre 2000 para que la población indígena alcance el dominio y 2005, de los cuales nueve cambiaron al aumentar de habla bilingüe (lengua indígena-español) (véase su grado de “alto” a “muy alto”: El Bosque, Ocosingo, la gráfica 26), principalmente en los municipios con , El Porvenir, , Las Rosas, La muy alta y alta marginación. Las diferencias observa- Concordia y . De “bajo” a das en el quinquenio son importantes; destacan los “medio” pasó el municipio de San Cristóbal de Las municipios con muy alta marginación en los que hay Casas (Conapo, 2001; 2006). un decremento de población bilingüe (8.3%), así tam- bién los municipios con grado de marginación me- Cuadro 6. Número de municipios de Chiapas dio mostraron un decremento de 6.4% de bilingües. según grado de marginación municipal. En cambio los municipios con alto y bajo grados de México, 2005 marginación aumentaron de manera sustancial supor- centaje de población bilingüe, que es de 14.6 y 16.7, Grado de Número de respectivamente. Como se observa en la gráfica 26, en marginación municipios (n=118) Porcentaje el municipio con muy bajo grado de marginación no Muy alto 47 39.8 hubo avances significativos. Alto 64 54.2 En cuanto a la población monolingüe que habita Medio 5 4.2 en hogares indígenas de Chiapas, se observa que en el Bajo 1 0.8 año 2000 se concentró principalmente en los muni- Muy Bajo 1 0.8 cipios de muy alto (20.9%) y alto (24%) grado de Fuente: Villasana, 2010:35. marginación (véase la gráfica 27). Los municipios que mostraron un aumento significativo de pobla- Al realizar un análisis comparativo entre la po- ción monolingüe en 2000-2005, fueron los de muy blación que habita en hogares indígenas (phi) según alta marginación cuyo incremento fue 9.2% y los el grado de marginación municipal “muy alto”, “alto”, de media marginación 8.8%; estos datos revelan la

Gráfica 26. Población bilingüe en hogares de Chiapas por grado de marginación. Comparativo 2000-2005.

100

90

80

70

60

50 PHI bilingüe 2000

40 PHI bilingüe 2005

30

20

10

0 Muy alto Alto Medio Bajo Muy bajo 118 Grado de marginación 2000 - 2005 Fuente: cdi-pnud, 2000, 2005; Conapo, 2001, 2006. 3 | Dinámica sociodemográfica

Síntesis, los indígenas en el Plan de Desarrollo Chiapas Solidario 2007-2012

Hugo E. Callejas Martínez*

La noción de política pública refiere a las interacciones, alian- pueblos originarios y de sus derechos territoriales y culturales. En zas y conflictos, desarrollados en un marco institucional en- otras palabras, no solo se trata de programas, ideas o conceptos, tre los diversos actores públicos, parapúblicos y privados con sino de un proceso social complejo e ininterrumpido (Mon- el objetivo de resolver un problema colectivo que requiere temayor, 2000). una acción concertada (Subirats et al., 2008: 35-37). Es decir, la En teoría, la formulación de toda política pública se encami- prevención del problema colectivo o el futuro cambio social, na hacia la resolución de un problema considerado de carácter dependerá de la fuerza social y la habilidad política con las que común y reconocido como tal en la agenda gubernamental, en la se articulen los sectores beneficiarios finales (sociedad civil, que la identificación de los síntomas del problema social es el movimientos sociales, grupos étnicos, etc.) en el procedimiento punto de partida en la proyección de la estrategia a implementar. para acceder mediante los canales legales a la formulación y Como muestra de un problema claramente identificado, tenemos las posterior implementación de acciones pertinentes por parte condiciones socioeconómicas por las que atraviesa un gran por- del Estado. centaje de las más de 1 300 000 personas indígenas (que represen- Sin embargo, no todas las políticas públicas pueden ser tan 27.7% de la población) censadas actualmente en el estado de interpretadas como una acción concertada entre los diversos Chiapas, como se presenta en las cifras expuestas en el cuadro 1. actores del entramado social y político para tratar de resolver Al conformar uno de los sectores sociales más desfavoreci- problemas de carácter público; de igual forma, pueden ser con- dos en el ámbito nacional y estatal específicamente, los pueblos cebidas como instrumentos para el ejercicio del poder y la do- indígenas atraviesan por condiciones que el mismo gobierno minación de un grupo social sobre otros (Subirats et al, 2008: 36). estatal ha reconocido como “resultado de la negación de los dere- Por ejemplo, las acciones dirigidas hacia la población indígena chos y libertades esenciales, capacidades y oportunidades de las desde la época de la Colonia, pasando por el denominado personas para tener una vida larga, segura, sana y creativa” “indigenismo” del México moderno, hasta el neoliberalismo asis- (Segob, Chiapas, 2007: 16); lo que se traduce en un amplio tencialista del siglo xxi, son medidas que no constituyen, precisa- problema de carácter público y estructural, que exige de ma- mente, un conjunto ordenado y etiquetado de planes y programas nera pronta la implementacion de acciones concretas y legíti- de gobierno para beneficiar a los pueblos, sino que han formado mas, que incluyan los posicionamientos propios y demandas parte de un proceso político y social conflictivo, cuyo eje recu- específicas para el impulso del íntegro desarrollo de las po- rrente es el cuestionamiento de la condición política de los blaciones originarias.

Cuadro 1. Indicadores socioeconómicos, Chiapas 2010.

Población total indígena, Chiapas 2010 * 1,329,286 Población de 0 a 2 años en hogares donde el jefe o cónyuge habla lengua indígena. 120,229 Población de 3 años y más por condición de habla indígena. 1,209 057 Educación * 31.8% de los indígenas de 6 a 14 años, no saben leer ni escribir. 28.9% de los indígenas de 15 años y más, carecen de instrucción escolar. 75.5% de los indígenas de 15 a 24 años, no asiste a ninguna institución educativa. Salud * 44.7% de la phli de 3 años y más, carece de derechohabiencia en alguna institución de salud pública. Pobreza ** 9 de los 15 municipios con mayor porcentaje de población en situación de pobreza a nivel nacional, se encuentran en Chiapas. 4 de los 15 municipios con mayor porcentaje de población en situación de pobreza extrema a nivel nacional, se encuentran en Chiapas.

Fuentes: *Elaborado por Puic-unam, con base en el Inegi, 2010. ** Coneval, 2011.

* Puic-unam. 119 Dinámica sociodemográfica | 3

Política de pueblos indios 1. Libre determinación y representación

El Plan de Desarrollo Chiapas Solidario 2007-2012 es el docu- Como primer objetivo de este punto, el Estado se propone avanzar mento rector para la administración pública y el instrumento en el reconocimiento del pleno ejercicio de la libre determina- clave en la ejecución de las políticas públicas estatales.Contiene ción de los pueblos indígenas, tanto en el ámbito legal como en los objetivos, estrategias y metas a conseguir por las autorida- lo social, promoviendo iniciativas que incorporen en el marco des en el marco del cumplimiento de sus atribuciones y res- jurídico estatal y federal el reconocimiento efectivo de la libre ponsabilidades constitucionales. Mediante esta herramienta determinación en los términos planteados por el Convenio 169 se definen los retos, las prioridades y las políticas públicas, de la Organización Internacional del Trabajo, por medio de la que habrán de conducir la acción coordinada de las institucio- articulación del derecho positivo y de los sistemas normativos nes de gobierno y de la sociedad en general. basados en los mecanismos de selección de las autoridades co- El origen de la proyección del plan parte de la realización munitarias y municipales. de una serie de foros de consulta y participación ciudadana Posteriormente, el segundo objetivo pugna por el fortale- que se llevaron a cabo en tres sedes regionales durante el pe- cimiento de la representación e incidencia política de los pueblos riodo de transición del nuevo gobierno estatal en el año 2006: indios en el plano institucional, mediante la promoción de ini- San Cristóbal de Las Casas (región Altos), Comitán de Do- ciativas que amplíen y garanticen la representación política mínguez (región Fronteriza) y en la Ciudad de e institucional de los pueblos y sus organizaciones en los tres (región Norte), en los cuales se discutieron problemas re- niveles de gobierno: municipal, estatal y federal. lacionados con pueblos indios, grupos sociales vulnerables Lograr el reconocimiento legal de las formas de impartición y desarrollo sustentable. Este proceso inicial fue reforzado de justicia indígena de manera integrada al derecho positivo y durante los primeros dos meses de gobierno con la instala- que permita establecer un Estado de derecho en lo cotidiano, ción del Comité de Planeación para el Desarrollo (Coplade), dictamina el sentido del tercer objetivo que estratégicamente con el objetivo principal de articular los planes, programas, busca el reconocimiento de los procedimientos de impartición proyectos y acciones en beneficio del desarrollo económico y procuración de justicia practicados por los pueblos indígenas. y social del estado. Finalmente, un cuarto objetivo aspira a fortalecer los es- Para el caso específico de los problemas de la población pacios de concertación política, social y religiosa bajo el respe- indígena, la Secretaría del Gobierno del Estado, señaló la to al Estado de derecho y la promoción de la cultura de la paz discusión del tema en los foros de planeación titulados Pueblos mediante la realización de modificaciones en los sistemas y indios, turismo y artesanías, realizados durante el primer prácticas culturales que violenten los derechos humanos, “con trimestre de 2007. Así, la entrante administración decidió el fin de erradicar la fuerza, la intolerancia y el autorita- colocar la temática indígena como la séptima de diez priori- rismo” en la resolución de conflictos, bajo la inclusión de dades que determinarían el proceder de la política pública esta- diversos actores sociales en la resolución de los mismos, de- tal (Segob, Chiapas, 2007: 4) y relacionadas principalmente terminados por el diálogo y la concertación (Gobierno del con las actividades turísticas y de producción artesanal en Estado de Chiapas, 2007: 83-85). las comunidades. En ese contexto el 6 de junio de 2007 por decreto del eje- 2. Autodesarrollo y derecho al uso y disfrute cutivo del estado y con la aprobación del congreso local se de los recursos naturales publicó en el periódico oficial el Plan de Desarrollo Chiapas Solidario 2007-2012. Este documento está conformado por Mejorar los niveles de seguridad alimentaria de las familias cinco ejes rectores, que determinan la división temática de las indígenas, con base en estrategias de sustentabilidad y orde- acciones gubernamentales: 1. Gobierno de unidad y promotor namiento territorial; mejorar las condiciones de acceso a la de la democracia participativa; 2. Desarrollo social y combate infraestructura y los servicios básicos en las comunidades; a la desigualdad; 3. Chiapas competitivo y generador de opor- fortalecer las experiencias de los pueblos indios para la pro- tunidades; 4. Gestión ambiental y desarrollo sustentable, y ducción y el manejo de recursos naturales e impulsar la for- 5. Estado de derecho, seguridad y cultura de paz. mulación, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas Por su parte, la temática indígena aparece dentro del se- y planes de desarrollo económico y social de los pueblos indí- gundo eje, Desarrollo social y combate a la desigualdad, bajo el genas, son los objetivos detallados en este segundo apartado. apartado “Pueblos indios”, compuesto por cinco políticas públicas Para la consecución de los anteriores objetivos, se plan- que determinan las acciones y programas que debe poner en tean estrategias como la articulación de la producción prima- práctica la administración pública en beneficio de la población ria con los procesos de transformación industrial en el marco 120 indígena, mismos que se resumen a continuación. del diseño y el impulso de proyectos sustentables acordes con 3 | Dinámica sociodemográfica

las características naturales y culturales de los pueblos indios, así (cdi) y algunas radiodifusoras privadas, con la finalidad de como fomentar la producción artesanal y de alimentos para el abrir o, en su caso, ampliar los espacios para la difusión y el for- autoconsumo y la comercialización. Además, se busca impulsar talecimiento de las diversas expresiones culturales, sus conoci- acciones de investigación, difusión, formación y capacitación mientos y cosmovisiones, así como de sus demandas políticas, para el reconocimiento y desarrollo de las experiencias indíge- económicas y sociales. nas, apoyando la investigación y difusión de semillas criollas, la medicina indígena y las prácticas agroecológicas relacionadas con 4. Derechos de las mujeres indígenas el sistema de la milpa maya (Gobierno del Estado de Chiapas, 2007: 86-88). Bajo la condición agroecológica, se busca la auto- El principal propósito de este apartado se centra en garantizar suficiencia alimentaria, la protección de los recursos naturales y el ejercicio de los derechos políticos, económicos, sociales y cul- la reorientación de los sistemas de producción. turales de las mujeres indígenas. La política pública busca asegu- No obstante, una estrategia más busca regular la biopros- rar el acceso de las indígenas a los servicios públicos de salud y pección y el uso de biotecnologías para la protección de los educación; ampliar las oportunidades de trabajo y generación de conocimientos tradicionales de los pueblos indígenas, gene- ingresos, así como procurar el acceso equitativo a la impartición rar políticas y planes de desarrollo que se incluyan la participa- de justicia y su incorporación en los ámbitos legislativo, ejecutivo, ción de las organizaciones sociales y comunitarias en los espacios judicial y cargos comunitarios. institucionales y la realización de consultas entre los pueblos so- El documento plantea que estas acciones destinadas para bre iniciativas que afecten de manera directa o indirecta sus las mujeres indígenas, se fundamentan en la profundización territorios y condiciones de vida. de investigaciones centradas en comprender las condiciones que restringen sus oportunidades de desarrollo, participación, 3. Educación, cultura y comunicación representación social y política para, posteriormente, proponer las iniciativas de ley y programas de capacitación y formación Esta tercera política pública para pueblos indios, está dirigida pertinentes para el sector femenino del estado. a reorientar las estrategias y programas educativos en todos los niveles y modalidades del sistema de educación estatal, median- 5. Derechos de los niños, jóvenes, adultos mayores y te la promoción de mecanismos de consulta que integren a los migrantes grupos interesados en la formulación, seguimiento, evaluación y contraloría de las políticas y programas educativos, bajo la Como integrantes de un amplio sector poblacional, los niños, premisa de ser construidas conforme las necesidades y especi- jóvenes, adultos mayores y migrantes indígenas, atraviesan por ficidades culturales de los pueblos indígenas. Un ejemplo a des- mayores situaciones de vulnerabilidad en comparación con los tacar en este punto es la pretensión de diseñar metodologías de demás grupos poblacionales. Por tal motivo, esta política públi- educación bilingüe e intercultural en el ámbito de la educación ca pretende impulsar el pleno ejercicio de los derechos humanos formal, así como en la capacitación y formación técnico-profe- para este sector por medio del fortalecimiento del modelo de sional de los profesores. asistencia social (Gobierno del Estado de Chiapas, 2007: 92). Posteriormente, se busca ampliar las oportunidades de El gobierno del estado dictaminó la implementación de es- acceso a la educación y fortalecer los programas de mejoramien- trategias como la promoción de generación de empleos locales, to de la calidad de los servicios educativos indígenas, concretán- construcción de centros de atención especializados, dotación de dose mediante el desarrollo de programas de alfabetización para recursos económicos directos, planteamiento de iniciativas de ley, adultos, dotación de becas para estudiantes indígenas en todos así como la puesta en funcionamiento de programas y talleres los niveles educativos, la realización de cursos de formación y diversos, que sirvan para el desarrollo de las capacidades y opor- capacitación permanente para profesores indígenas así como la tunidades de los grupos mencionados. elaboración de iniciativas que favorezcan el incremento presu- Lo anterior ejemplifica y da muestra de las directrices por don- puestal en el ramo y, finalmente, la modificación de planes y de se encaminó la política de pueblos indios decretada por el enton- programas de estudio que incluyan contenidos culturalmente ces saliente gobierno del estado. A primera vista, el plan estatal de adecuados (Gobierno del Estado de Chiapas, 2007: 88-90). desarrollo mantenía discursivamente dentro de sus objetivos, En materia de cultura y comunicación, los objetivos 3 y 4 una pertinencia cultural adecuada, sin embargo, en lo operati- de este apartado, pugnan por el acceso de los pueblos indíge- vo se planteaba destinar recursos financieros concentrados a la nas y sus organizaciones a la posesión y operación de medios realización de microproyectos económicos y talleres de capa- electrónicos de comunicación mediante la aplicación de conve- citación para pequeños grupos poblacionales específicamente nios con el Sistema Chiapaneco de Radio y Televisión, la Co- identificados, acciones y metodologías propias de una política misión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas pública en materia social, asistencialista y de muy bajo impacto. 121 Dinámica sociodemográfica | 3

Es ineludible señalar a las administraciones estatales y desde la planeación tecnócrata y exclusiva de los gobiernos neo- municipales, que en materia de pueblos y culturas indígenas, liberales rayan en la impertinencia cultural, la focalización y la es necesario esforzarse política y éticamente por incluir, bajo folclorización, resaltando únicamente las características artís- mecanismos efectivos de consulta y representación, las distintas ticas y ambientales con amplio potencial turístico que rodean posturas y propuestas propias de los involucrados, en la discu- a las culturas y territorios indígenas, problema que deja de lado la sión, planeación y ejecución de las políticas públicas. De lo integralidad e importancia de la cuestión étnico-estatal carac- contrario, las acciones destinadas a pueblos originarios que parten terística de Chiapas.

Gráfica 27. Población monolingüe en hogares indígenas de Chiapas por grado de marginación. Comparativo 2000-2005.

35

30

25

20 PHI monolingüe 2000

15 PHI monolingüe 2005

10

5

0 Muy alto Alto Medio Bajo Muy bajo

Grado de marginación 2000 - 2005

Fuente: cdi-pnud, 2000, 2005; conapo, 2001, 2006.

Gráfica 28. Población alfabetizada en hogares indígenas de Chiapas por grado de marginación. Comparativo 2000-2005.

100

90

80

70

60

50 PHI alfabeta 2000

40 PHI alfabeta 2005

30

20

10

0 Muy alto Alto Medio Bajo Muy bajo

Grado de marginación 2000 - 2005

Fuente: cdi-pnud, 2000, 2005; conapo, 2001, 2006.

necesidad de impulsar programas de aprendizaje del detrimento de su lengua materna. En el caso de los 122 español hablado que permita a la población indí- municipios con alta marginación decreció el peso gena monolingüe cruzar la frontera lingüística sin porcentual de monolingües en 15.2 por ciento. 3 | Dinámica sociodemográfica

Gráfica 29. Población no alfabetizada en hogares indígenas de Chiapas por grado de marginación. Comparativo 2000-2005.

45

40

35

30

25 PHI analfabeta 2000

20 PHI analfabeta 2005

15

10

5

0 Muy alto Alto Medio Bajo Muy bajo

Grado de marginación 2000 - 2005

Fuente: cdi-pnud, 2000, 2005; Conapo, 2001, 2006.

Gráfica 30. Población derechohabiente en hogares indígenas de Chiapas por grado de marginación. Comparativo 2000-2005.

45

40

35

30

PHI con 25 derechohabiencia 2000

20 PHI con derechohabiencia 2005 15

10

5

0 Muy alto Alto Medio Bajo Muy bajo

Grado de marginación 2000 - 2005

Fuente: cdi-pnud, 2000, 2005; Conapo, 2001, 2006.

Condición de saber leer y escribir más se requiere el impacto de programas de alfabeti- zación es en los municipios de muy alta marginación. La población alfabetizada en los hogares indígenas La situación inversa se observa donde se presen- superó 60% (véase la gráfica 28), destacando los muni- tan los porcentajes de población no alfabetizada (véase cipios de baja y muy baja marginación con porcenta- la gráfica 29). El comparativo 2000-2005 nos indica jes mayores a 80, de gente que sabe leer y escribir. Las el aumento importante de analfabetas en los muni- diferencias en 2000-2005 se presentaron con aumen- cipios de muy alta marginación (10.7%) y los ligeros tos de población alfabeta en los municipios de alta decrementos en los municipios de alta (4.2%) y media (4.2%), media (1.2%) y baja (19.9%) marginación (1.4%) marginación. En la gráfica 29 se destaca el y en los extremos se observaron decrementos en esfuerzo alfabetizador en el municipio de baja los municipios de muy alta (10.9%) y muy baja marginación cuyo peso porcentual de analfabetas (1.1%) marginación. De nueva cuenta y dado el decre- en el quinquenio decreció en forma considerable 123 mento porcentual de población alfabetizada, donde (20.1 por ciento). Dinámica sociodemográfica | 3

Gráfica 31. Población sin derechohabiencia en hogares indígenas de Chiapas por grado de marginación. Comparativo 2000-2005.

100

90

80

70

60 PHI sin derechohabiencia 2000 50 PHI sin 40 derechohabiencia 2005

30

20

10

0 Muy alto Alto Medio Bajo Muy bajo

Grado de marginación 2000 - 2005

Fuente: cdi-pnud, 2000 , 2005; Conapo, 2001, 2006.

Condición de derecho a servicio médico en el perfil sociodemográfico del país, no obstante la problemática social contemporánea en la que se El derecho a servicio médico entre la población encuentran inmersos. De esta suerte, su situación que habita en hogares indígenas es muy bajo y de población marginal y empobrecida plantea al contrastante, desde municipios con cifras menores a Estado-nación un fuerte cuestionamiento y de- 10% a municipios con 40% de derechohabientes. manda de mayor atención. La difícil y contrastante El comparativo 2000-2005 nos muestra esas gran- situación sociodemográfica que se presentó en es- des diferencias entre los municipios, que van de te trabajo nos muestra una multiplicidad de condi- forma escalonada de menor a mayor porcenta- ciones sociales en las que se viven los distintos grupos je de derechohabientes y de muy alto a muy bajo haciéndose visibles las relaciones asimétricas entre grados de marginación. Solo en el municipio de la población de origen indígena y el resto de la so- bajo grado de marginación se observaron diferen- ciedad. Sin embargo, cabe resaltar que en los muni- cias sustanciales en este rubro donde se registró cipios indígenas también se aprecia un proceso de un aumento importante de 22.3% de personas en diferenciación en el bienestar social en tanto que, hogares indígenas con derechohabiencia (véase la con base en una serie de indicadores presentados, gráfica 30); los demás municipios no mostraron se pudo apreciar una tendencia a presentar mejo- cambios significativos, pues sus decrementos y au- res condiciones educativas y habitacionales en un mentos fueron menores a uno por ciento. pequeño grupo de municipios, principalmente de Contrario a la población con servicio médico, la zona zoque y, en menor medida, de otros de ori- la población sin derechohabiencia que habita en hoga- gen tsotsil y tseltal. res indígenas registró cifras muy altas que van de 50 En cuanto a los índices de marginación muni- a 90% durante 2000-2005 (véase la gráfica 31). Aun- cipal, en general, nos muestran que los municipios que poco sensible, se observó un aumento en el pe- indígenas se encuentran ubicados en áreas carac- so porcentual de personas sin derechohabiencia en terizadas con “muy alto” y “alto” grados de marginación. los municipios con muy alta (0.5%), alta (0.6%) y media La primera impresión es una relación directa en- (1.8%) marginación, lo cual es dramático, pues en lugar tre ser indígena y ser pobre o marginado. En el de mejorar la posibilidad de acceder a los servicios de comparativo de los años 2000 y 2005 observamos salud, la situación empeora. Solo el municipio con ligeros cambios solo en seis municipios pasando baja marginación mostró una mejora importante de “muy alta” situación de marginación a mejor pues la diferencia porcentual en 2000-2005 decreció situación, ya que prácticamente en la mayoría de 23.6 por ciento. los municipios con población indígena los grados 124 La diversidad de grupos indígenas que habita en de marginación se mantuvieron en “muy altos” y el estado de Chiapas ocupa un lugar importante “altos” grados de marginación. 3 | Dinámica sociodemográfica

Etnogerontología social

Laureano Reyes Gómez y Susana Villasana Benítez*

El proceso de envejecimiento de la población es un fenómeno rencias porcentuales, registrando los zoques el mayor número demográfico mundial y heterogéneo, cuyas diferencias se obser- de adultos mayores, 6.7%, en comparación con los siguientes van según el género, la discapacidad, la situación en el trabajo, grupos: chol, 4.5%; tojolabal, 5.0%; tseltal, 4.3%, y tsotsil, 4.3%; el área de asentamiento rural o urbana y demás características estos últimos también con porcentajes por debajo del promedio sociodemográficas que se pueden relacionar con el conjunto de nacional y estatal (véase el cuadro 1 y la gráfica 1). la población adulta mayor. Este proceso es producto de la tran- De acuerdo con el Anuario de estadísticas por entidad fede- sición demográfica y epidemiológica que dio inicio durante el rativa (2008), la población del estado de Chiapas, en el año 2005, primer tercio del siglo xx (Tuirán, 1999: 17-22), cuyas caracte- sumó 278 350 ancianos (139 815 hombres y 138 535 mujeres) y rísticas y formas de expresión dependen de múltiples factores, representó 6.7% con respecto a la población total de la entidad tanto biológicos como socioculturales. con edad especificada, observándose un aumento de 1.1% en el En esta etapa del ciclo de vida individual, las redes familiares quinquenio de 2000-2005. y sociales (grupos de apoyo solidario y afectivo) desempeñan un papel importante ante el envejecimiento que puede traducirse Cuadro1. Población total y adulta mayor. México y Chiapas, en niveles de vida aptos o, en el peor de los casos, en situaciones 2000. de marginación extrema (Villasana y Reyes, 2006: 29). De acuerdo Población Total 1 60 y más años Porcentaje con cepal-unfpa (2009), el envejecimiento de la población debe considerarse un aspecto importante del desarrollo por lo Nacional 95,429,611 6,948,457 7.3 que la generación de más datos con respecto de este grupo de Nacional indígena 10,185,060 771,698 7.6 edad es útil para la toma de decisiones, el diseño de políticas Chiapas* 3,772,335 212,807 5.6 públicas y su puesta en práctica. Chiapas indígena 1,110,844 51,968 4.7 Chiapas grupos etnolingüísticos Los adultos mayores Chol 180,000 8,089 4.5 Tojolabal 53,598 2,656 5.0 Por cuestiones estrictamente demográficas llamamos “pobla- Tseltal 369,572 15,780 4.3 ción adulta mayor” al conjunto de personas de 60 y más años Tsotsil 394,293 17,021 4.3 de edad, y nos referimos a este sector de la población en forma Zoque 66,391 4,439 6.7 indistinta como anciana, geronte o vieja. Así, las estimaciones Fuente: cdi-pnud. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base están basadas en referentes etarios y estadísticos. en: Inegi. xii Censo General de Población y Vivienda, México, 2000. Inegi (base de datos). México en el año 2000 tenía 7.3% de adultos mayores; para el * Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, Inegi, 2008, Anuario de estadís- ticas por entidad federativa. Edición 2008, tomo I. México. año 2025 se espera una proyección de 14.9%, alcanzando en Elaboración propia. el año 2050 un porcentaje de 26.8 con respecto de la población 1Población con edad especificada. total del país (cepal-unfpa, 2009: 44). De acuerdo con los re- gistros censales del año 2000, la población de ancianos que habi- Gráfica1. Comparativo de la población de 60 y más años taba en hogares indígenas era de 771 698 gerontes, con un peso nacional y en hogares indígenas por grupo etnolingüístico, porcentual de 7.6; así, la proporción de viejos en hogares indí- 2000.

genas fue mayor al promedio nacional de ancianos (Villasana y 8 Reyes, 2006: 14). 7 En el estado de Chiapas la población envejecida sumó la 6 Nacional cantidad de 212 807 gerontes, lo que representó 5.6% y la que 5 Nacional indígena % 4 habitaba en hogares indígenas fue de 51 968 ancianos con un 3 Chiapas indígena 2 porcentaje, 4.7, se mantuvo muy por debajo del promedio na- Grupo etnolingüístico cional, nacional indígena y estatal. Observamos también que 1 0 por grupo etnolingüístico la población anciana mostró dife- Chol Tojolabal Tseltal Tsotsil Zoque

Fuente: cdi-pnud. Sistema de indicadores sobre la población indígena de México, con base * Investigadores del Instituto de Estudios Indígenas de la Universidad Autónoma de Chiapas. en: Inegi. xii Censo General de Población y Vivienda, México, 2000. Elaboración propia. 125 Dinámica sociodemográfica | 3

Estos datos nos indican que la población indígena ha entra- cimiento y sus necesidades de atención son muchas. Si bien do en un proceso de envejecimiento o, como se dice popular- la mayoría son funcionales e independientes, absorben una mente, “ya empieza a peinar canas”. Incluso, en varios grupos porción significativa de los gastos en salud y con frecuencia re- etnolingüísticos del país, la población anciana está muy por quieren de cuidados prolongados administrados por personal arriba de la media nacional, como es el caso de los zapotecos, experimentado (Lamoglia, 2007: 57). que se eleva a 9.3%; situación de interés si consideramos que alcanzar edades avanzadas es cada vez más común (Villasana y Sólo una cuarta parte de la población indígena anciana tiene Reyes, 2006: 48). acceso a los servicios de salud. El servicio médico oficial en las Para indagar y explicar la vejez en la población indígena, es comunidades indígenas es básicamente de primer nivel, es decir, preciso pensarla como un fenómeno multidimensional, por ello atienden padecimientos enfocados a la atención materno-infantil, utilizamos como herramienta teórica la etnogerontología social, y poco o nada se puede hacer en cuadros crónico-degenerativos entendida como una especialización de la antropología mé- que requieren de un largo y costoso tratamiento especializado y a dica que se aboca al estudio, análisis y explicación social del menudo derivan en discapacidad. último tramo del ciclo de vida conocido como vejez en un Las condiciones para hacer frente al proceso de envejeci- grupo étnico determinado, cuyas particularidades sociocul- miento de la población no son las mejores, pues se conjugan turales y efectos externos a la cultura nativa, influyen y modi- varios factores adversos: marginación, pobreza y falta de apoyos fican la manera de concebir, atender y vivir la vejez. asistenciales en la vejez. Así, por ejemplo, un acercamiento a la discapacidad en Los indicadores muestran que el sector indígena envejecido adultos mayores nos muestra que conforme avanza la edad, la tiene un bajo nivel educativo y es el menos alfabetizado, princi- probabilidad de tener una discapacidad se incrementa consi- palmente las mujeres, quienes no tienen acceso al mercado laboral derablemente. Por ejemplo, durante la vejez el individuo está asalariado, ni programas de pensión o jubilación. Esta situación propenso a padecer osteoporosis, debilidad visual, mareos, etc., de precariedad nos obliga a plantear la necesidad de preparar las y con ello caídas o tropezones que provocan, generalmente, condiciones adecuadas para vivir en un país que sea capaz de brin- fracturas múltiples, dependencia de los viejos y los cuidados dar los servicios de atención a los adultos mayores, especialmente son más demandantes; el problema se incrementa en la viudez y aquellas poblaciones en comunidades marginadas, como la pobla- muy especialmente si viven solos. ción rural e indígena y las demandas en varios sentidos se dirigi- En este sentido, los cuidados y atenciones que requiere el rán hacia la búsqueda de una vejez digna. sector envejecido son especializados, de larga duración y ca- ros, situación que afronta en forma desventajosa la población De acuerdo con el Instituto Nacional de las Personas Adul- pobre, toda vez que hace frente a padecimientos crónico-dege- tas Mayores (Inapam), sólo 25% de los adultos mayores nerativos propios o asociados con la vejez tales como sordera, cuentan con recursos suficientes para enfrentar su vejez, y infartos, cánceres, diabetes, paraplejías, ceguera, embolias, 75% son económicamente endebles. Solo millón y medio de cuadros reumáticos agudos, osteoporosis, demencias, entre adultos mayores reciben algún tipo de pensión, mientras el otros muchos padecimientos discapacitantes que demandan restante 80% tiene que buscar sus propios ingresos (Senado atención de tiempo completo. de la República, 2009). En la población anciana indígena, la media nacional que su- fre al menos una discapacidad es 10.5%; sin embargo, los restantes En el contexto nacional, estos datos son más dramáticos, 89.5% no necesariamente están sanos. La discapacidad más im- del total de ancianos que habitan en hogares indígenas, 40.7% portante que padecen los adultos mayores indígenas es la motriz, trabaja por su cuenta, 21.9% trabaja con familiares sin pago, es decir, la dificultad de desplazamiento autónomo, como caminar 16.5% es empleado u obrero, 12.1% es jornalero o peón, y solo 5.0% y moverse por sí mismos, esta afección es del orden de 35.1%. declaró ser patrón. Del conjunto de ancianos indígenas ocu- La segunda discapacidad reportada es la ceguera o debilidad pados, 14.8% no recibe ingresos. Como advertimos, el trabajo visual, 34.2%. La tercera discapacidad declarada es la sordera, desempeñado por la población anciana no está considerado 20.7%, además de otras discapacidades no menos importantes, como calificado, esto por la relación establecida con el nivel como el usar sus brazos y manos, el retraso o debilidad mental y de ingreso. “Alrededor de 90% de las y los adultos mayores la mudez, que fueron registradas con porcentajes bajos (Villasa- vive con sus familiares, mientras 10% carece de cualquier tipo na y Reyes, 2006: 58-61). de apoyo. Asimismo, se sabe que casi 3.5 millones de adultos mayores viven en municipios de bajo o muy bajo desarrollo Los adultos mayores constituyen el grupo más grande de bene- social” (Senado de la República, 2009). ficiarios de la asistencia social en el mundo entero. El número En el país cerca de la mitad de la población ganó menos de 126 de ancianos institucionalizados se encuentra en constante cre- dos salarios mínimos y, en Chiapas, más de tres cuartas partes 3 | Dinámica sociodemográfica

de la población ocupada obtuvo ese ingreso, dato preocupante las redes de apoyo ante el envejecimiento, el estatus social, el si consideramos que el anciano y su familia viven con menos de control de los bienes y medios de producción, las relaciones cincuenta pesos diarios. Si referimos este indicador a los adultos afectivas, el manejo de artes (oficios especializados en los ámbi- mayores indígenas, el rango de ingreso que declararon por tener tos religiosos, mágicos y médicos), la herencia, que desempeña alguna ocupación remunerada con menos de dos salarios mí- un papel importante en las relaciones parentales a manera de nimos, en el año 2000, representó a dos terceras partes de los intercambio recíproco de cuidados y atención en la senectud, viejos indígenas con alguna ocupación (66.6 por ciento). y las particularidades culturales de cada grupo etnolingüístico. Este parámetro de ingresos monetarios nos da una idea Por ejemplo, en el caso de los zoques de Chiapas observamos de la paupérrima situación económica en la que vive la pobla- la vejez como una etapa del ciclo de vida individual deter- ción indígena envejecida; problema que se agudiza si conside- minada por factores de parentesco, sociales y biológicos que ramos que durante el último tramo del ciclo de vida su salud tienen que ver con la medición de la edad en correspondencia se torna precaria y las profundas desigualdades sociales que con las fases del ciclo solar. afronta se acentúan (Villasana y Reyes, 2006: 35). En los es- Así, la medición del tiempo y la edad están estrechamente tudios realizados sobre pobreza, se concluye que: “las mujeres relacionadas con las fases del ciclo solar tanto diurno como viudas, las indígenas, las madres solteras y las ancianas son nocturno. El Sol, al igual que el ser humano, completa su siempre las más pobres” (Tinoco y Bellato, 2006: 116). ciclo vital en catorce fases etarias o edades. Inicia el conteo con la fase kene bakö, “luz del alba”, cuando hay sospecha de Vejez en población indígena embarazo; le sigue napndsu, “despidiendo la noche” cuando el embarazo está confirmado; la tercera fase es conocida como Los primeros trabajos etnográficos que registraron la vida en la maka une jama, “nace la vida”, y lo marca el alumbramiento; vejez indígena dibujaban prácticamente un paraíso geron- el siguiente periodo es conocido como nöman pijtu jama, “está tocrático, divulgando la idea en la cual el viejo masculino calentando la vida” y marca la primera infancia cuando el sol era percibido e idealizado en roles protagónicos investidos está aún “tiernito”. de poder, liderazgo, sabiduría, magia y hechicería; el conoce- Conforme el tiempo avanza se registra la quinta fase co- dor de la tradición oral y la costumbre, quien controlaba los nocida como kimun jama, “asciende el sol”, y marca la niñez; medios de producción, el consejero, el ciudadano “principal”, se acerca el medio día, entonces el calor “aprieta” esta etapa quien manipulaba a su favor el control social por medio de su es conocida como yujk jákpö jama, “crece sin control el sol”, conocimiento y experiencia. Eran descritos como respetados periodo que marca la adolescencia y los hijos son capaces de y venerados, queridos y protegidos, amplios conocedores de cuestionar la autoridad del padre. Llega el medio día y el sol cae a los rituales religiosos y costumbres del grupo (Vázquez, 2007: plomo, el día está lleno de calor y vigor, esta fase se conoce 16). Bajo esta percepción homogénea, los viejos indígenas, como kujk jama, “cenit”, y marca la entrada a la juventud; en- teóricamente, tendrían resueltos muchos de sus problemas de tre el medio día y la tarde hay un preludio conocido justamente cuidado y atención en la senectud, a diferencia de sus similares como kujk jama dsu’e, “umbral entre la mañana y la tarde”, marca mestizos. el ingreso a la madurez. La concepción de una vejez indígena idílica se debió, en- La tarde empieza a refrescar, esta etapa es conocida como tre otras cosas, a que alcanzar edades avanzadas era digno de tsai´a, “inicia la tarde”, y anuncia el ingreso a la media vejez. admiración y prestigio, entonces el etnógrafo hizo grandes La décima fase se alcanza conforme la tarde avanza y la luz generalizaciones al registrar a los miembros del último tra- disminuye, y el periodo se conoce como pitse’a, “se avecina el mo de edad que participaban activamente en la vida social y ocultamiento”, marca el ingreso a la vejez completa funcio- prestó muy poca atención a los hombres y mujeres que, por nal. El sol pierde calor y fuerza y anuncia el próximo evento: sus condiciones físicas, psíquicas o sociales de dependencia, de- nö työjköyu jama, “se avecina el ocultamiento”, fase solar que jaban de ser elementos operantes y de interés en el ordenamien- anuncia la vejez extrema. to social y resultaban periféricos en aquel (San Román, 1989: Llega el momento inminente cuando el sol se oculta, 129). Sin embargo, este paraíso gerontocrático corresponde makamga´e achpö, “muere el encorvado”. Hay dos fases noc- solamente con un pequeño sector de la población envejecida, turnas más, siendo tsu´an, “antes de la media noche”, lugar aquella que goza de alto estatus social, relaciones afectivas mítico donde van a vivir las personas que murieron por causa sólidas, lucidez mental y amplias redes de apoyo solidario, de fenómenos naturales o en guerra y gozan de felicidad eter- tanto familiar como comunitario. na. Finalmente, el sol termina su recorrido cuando alcanza La situación de la vejez indígena es mucho más compleja. pagujk tsu, “media noche”, a este territorio van a vivir las per- Existen varias “carreras” y formas de envejecer según la com- sonas que recurrieron al suicidio (Reyes, 2002: 89-138) (véase binación de diversos factores como son la salud, la economía, el esquema 1). 127 Dinámica sociodemográfica | 3

Esquema 1. Concepción zoque de las fases etarias del sol y su asociación al ciclo individual de vida.

Umbral entre la Kujk jama Cenit mañana y la tarde dsu´e Kujk jama Tsai´a Crece sin control Inicia la tarde el Sol Yujk ya´kpö jama Avanza la tarde Pitse´a Asciende el Sol Se avecina el Kumum jama ocultamiento Nö työjkeyu Está calentando Nöman pijtu jama la vida jama

Muere el Nace la vida encorvado Maka une jama Makamga´e La Tierra Nas kobajk achpö Despidiendo Antes de la Napndsu la noche media noche T su´an

Luz del alba Media noche Könö bakö Pagujk tsu´

Eclipse latente de sol Maka´ e jama

Fuente: (Reyes, 2002: 07).

Durante el envejecimiento, los zoques distinguen cuando marca la pauta para ser percibido como tal, por ejemplo, una menos tres periodos de asociados básicamente con criterios de las señales que advierte al individuo que está acercándose a etarios: 1) tsamö böt (en los hombres) y tsamö yomo (en las mu- esta etapa de la vida, ante los ojos de los demás, es no ser invi- jeres), inicio o media vejez, estimada entre los 30 y 59 años de tado a trabajar, sea en actividades remuneradas o en trabajos edad, la aparición de nietos marca este periodo y distingue a los colectivos gratuitos y solidarios, como el tequio, la fajina y semiviejos como totalmente productivos; 2) achpö (en los hom- la vuelta-mano, todas ellas prácticas de trabajo comunitario. bres) y chu’e (en las mujeres), vejez funcional, estimada entre los 60 En las mujeres, es la pérdida del poder en la esfera familiar y ya y 75 años de edad, el nacimiento de bisnietos otorga este estatus, no se le consulta en la toma de decisiones; ser abuela anciana, los bisabuelos son aún jefes de hogar, proveen a la familia, y gozan especialmente en la viudez y/o con enfermedad discapacitante, de lucidez mental, y 3) makamga´e achpö (en los hombres) y la hace dependiente. makamga´e chu´e (en las mujeres), vejez disfuncional, estimada En la esfera biológica, es la enfermedad crónico-degenerati- a partir de los 76 años con la probable presencia de bisnietos o va y discapacitante la que da indicios para ser catalogado como con la declaración de una enfermedad discapacitante, en especial persona vieja. Sin embargo, la pérdida de lucidez mental es el la pérdida de la lucidez mental; el viejo se vuelve dependiente elemento que determina cuando se ha alcanzado la vejez extre- (Reyes, 2002: 109). ma; entonces al anciano ya no se le consulta y deja de ser un Asimismo, durante la vejez la enfermedad está presente elemento operante en la familia y pierde el control, no solo en y los zoques la clasifican bajo cuatro expresiones básicas: la esfera familiar, sino también en la social. ka´u, ka´kuy, toya y met. Como tiene que proveer a la familia extensa, el viejo mas- Ka´u, está referido con el proceso mórbido; ka´kuy se con- culino trabaja hasta el límite de su capacidad física y habilida- centra en padecimientos sin dolor; toya está reservado a los des laborales, incluso en edades muy avanzadas. La mujer, en cuadros clínicos con dolor, en especial aquellos que producen cambio, mientras se encuentre física y mentalmente apta para profundo sufrimiento y, en consecuencia, son percibidos como el trabajo, es difícil que se retire de la actividad productiva, en “enfermedad” grave. Finalmente, met, se aplica a padecimien- especial del trabajo doméstico. tos cuyo origen causal se cree proveniente de actos de brujería, Al alcanzar edades avanzadas, el individuo afronta proble- entonces la enfermedad puede ser manipulada a voluntad de mas de múltiple naturaleza para sobrevivir, pues con la edad y terceros y los dolores podrían ser intermitentes. las enfermedades deja de ser productivo, no cuenta con ingresos propios, los padecimientos son crónicos, degenerativos, de lar- Etnogerontología social ga duración y muy caros en su tratamiento, sufre de achaques y, generalmente, de soledad. Si el individuo anciano no cuenta La vejez en comunidades indígenas, además, se distingue a par- con una red de familiares con lazos afectivos y solidarios fuer- tir de varios criterios, como son los socioculturales y factores de tes, podría estar condenado al abandono. Debemos, entonces, orden biológico. En la esfera social es la actividad/inactividad, preparar las condiciones necesarias para brindar una vida digna el sentirse útil y productivo, la línea que distingue ser conside- al sector envejecido, como servicios geriátricos y gerontológicos 128 rado “viejo”. En la esfera comunitaria el papel de abuelo/anciano capaces de atender las necesidades integrales del anciano. 3 | Dinámica sociodemográfica

El perfil sociodemográfico de la población indí- para la población indígena. Por lo que no solamente gena nos mostró comportamientos distintos. Así, las es importante que el servicio público este disponi- desigualdades sociales se hicieron patentes al iden- ble, por ejemplo, la luz eléctrica, sino que también tificar los niveles de monolingüismo, educación, es necesario que la población cuente con los recur- derechohabiencia y servicios en las viviendas que sos económicos suficientes para sufragar el costo habitan estos grupos. que implica su uso. En este sentido, es importante Recordemos que la característica de la margi- considerar otros criterios que tienen que ver con nación, en este caso, es principalmente el acceso o lo cultural y las formas de organización social de la no a servicios públicos, sin embargo, el consumo de población indígena en la búsqueda de mejorar sus estos servicios implica un costo económico muy alto condiciones de vida.

129 Dinámica sociodemográfica | 3

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