La Popularidad De La Dama Boba Y Su Recepci?N Americana En El Siglo Veinte
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SUSANAHERN?NDEZ ARAICO La popularidad de La dama boba y su recepci?n americana en el siglo veinte Dos montajes de La dama boba por dos directoresargentinos en las dos costas de los Estados Unidos dan pie a un an?lisis de la recepci?nmasiva y adaptaciones del texto de Lope en su tiempo, de la aclamaci?n por el dramaturgo en los virreinatos ultramarinos en el siglodiecisiete y del arribo de La dama boba a Am?rica en el siglo veintepor medio de Garc?a Lorca. Los dos ?ltimos montajes ponen brochede oro en el siglo veinte a la recepci?n de Lope y sufamosa comedia enAm?rica. Estas consideraciones sobre La dama boba en Am?rica las han motivado dos montajes recientes del texto, casi simult?neos, en la primavera de 1999, en las costas del Atl?ntico y del Pac?fico de Estados Unidos. Las dos producciones por directores argentinos,Hugo Medrano enWashington D.C. yAgust?n Coppola en Los Angeles, California, se relacionan conscientemente con la adaptaci?n que Garc?a Lorca monta en Buenos Aires en 1934 y que Men?ndez Pidal menciona al final de su ya cl?sico ensayo sobre Lope de Vega: "El Arte nuevo y la nueva biograf?a" (384 y 398). Para Men?ndez Pidal esa producci?n exitosa de La dama boba ejemplifica el proceso de refundici?n "como tradicional comuni?n y como ?ndice de una vitalidad particular de las obras tradicionales" (387) de Lope de Vega. El estudio de Men?ndez Pidal de hecho puntualiza varios aspectos importantes respecto a la recepci?n de La dama boba tanto en su propio tiempo en la primeramitad del siglo diecisiete como en nuestro siglo veinte en Am?rica. El estudioso por excelencia del romancero dentro del cual Lope se forma como poeta plantea su dramaturgia como arte natural que, recogiendo la tradici?n de su pueblo, parte principalmente del placer del p?blico en vez de los preceptos aristot?licos de los tratadistas. Al repasar las defensas con que los admiradores de Lope respond?an a las objeciones clasicistas,Men?ndez Pidal (373) se?ala el encomio de Ricardo del Turia a sumaestro, destacando su acogida americana. Dice en suApolog?tico de las comedias espa?olas de 1616:"as? con justa raz?n adquiere el favorque toda Europa yAm?rica ledebe y paga gloriosamen te."Men?ndez Pidal (395) anota adem?s que 20 a?os m?s tarde, igualmente en REVISTA CANADIENSE DE ESTUDIOS HISP?NICOS Vol XXV, 1 Oto?o 2000 80 la Fama postuma, Montalb?n subraya la popularidad de Lope en Am?rica, llam?ndolo "el m?s insigne var?n que han conocido y venerado entrambos mundos, el de Europa por la presencia y el de Am?rica por la noticia." O sea que si Lope no llega a tener ni necesidad ni obligaci?n de trasladarse a Am?rica (como por ejemplo Cetina, Alem?n y Tirso), se reciben con entusiasmo sus - en su comedias "pasadas por agua" seg?n dice burlescamente Segundo sa?nete Sor Juana (w. 55-60) de las espa?olas contra las cuales dif?cilmente los dramaturgos criollos compiten.1 Ya Lope mismo, nos se?ala Men?ndez Pidal (373 y 396), se jacta del traslado transatl?ntico de su fama a los virreinatos americanos aludiendo a "las novecientas f?bulas o?das/por toda Espa?a ymuchas dilatadas/ al Pac?ficomar."2 Observa Men?ndez Pidal en su ensayo de 1935que, sobre "el teatro lopeveguesco" (381), en "la Am?rica antigua no sabemos sino [eso,] lo que el mismo Lope nos dice" (373). Pero, de hecho, en documentos coloniales abundan noticias sobre sus comedias en los virreinatos de laNueva Espa?a y del Per? aunque, no espec?ficamente sobre La dama boba.3 Nada extra?o ser?a, sin embargo, que hubiera pasado a Am?rica muy pronto esta comedia tan exitosa desde un principio en su recepci?n espa?ola. Aparte de su t?pica elaboraci?n lopesca para dar gusto "contra lo justo" de los preceptos neoaristot?licos (Artenuevo, v. 372),4 las versiones en que nos llega al siglo veinte el texto de La dama boba constata su continua adaptabilidad en su propio tiempo para las tablas.Consabido es que Lope entrega elmanuscrito original de la comedia (fechado en Madrid, el 28 de abril de 1613) a su amante la actriz Jer?nima de Burgos (para ella evidentemente desarrolla el papel de Nise, la hermana bachillera de Finea, "la dama boba"). La comedia se estrena en el teatro - del Pr?ncipe (Mar?n 26) ese mismo a?o por el autor Crist?bal Ortiz, seg?n Diego Mar?n (53), que represent? el papel del gal?n Liseo, pero seg?n Rennert (363), por la compa??a de Pedro Vald?s. El hecho es que, para 1615,la compa??a de ?ste, que eramarido de Jer?nimade Burgos, incluyeLa dama boba entreonce en una se a comedias de Lope lista de veintiocho que compromete representar en Sevilla entre Pascua y Corpus Christi (McGaha 8, San Rom?n 200-02). Cuando Lope se dispone a publicar ?lmismo sus comedias en 1617,a faltadel recurre a una . una manuscrito original de La dama Boba, copia defectuosa En carta a su mecenas a el duque de Sessa, aficionado coleccionar aut?grafos de Lope, dice ?ste: "En raz?n de las comedias, nunca Vuestra Excelencia tuvo La dama boba porque ?sta es de Jer?nimade Burgos, y yo la imprim?por una copia, firm?ndola de mi nombre" (Poleman 13). La dama boba, pues, la publica as? el mismo Lope ya como adaptaci?n esc?nica de alguna compa??a, junto con once comedias en la Parte ix de 1617.El texto que Lope publica, adem?s de incomple to, difiere del original, indicando las variaciones del "autor" o director de compa??a. Para apreciar a?n m?s el continuo proceso de adaptaci?n del texto original de La dama boba, recu?rdese que es una de las comedias que se le adjudica haber 81 hurtado nemot?cnicamente al "Gran Memoria" Luis Ram?rez. Reconociendo su presencia en el p?blico, el autor S?nchez a prop?sito empez? a recortar parlamentos y acci?n hasta que el p?blico protest? y exigi? que saliera el tal Ram?rez, "de tan rara y prodigiosa memoria," nos dice Su?rez de Figueroa en su Plaza universal de 1630 (Rennert 176). Se trata, pues, de un caso notable de pirater?a que refleja concretamente la recepci?n entusiasta de La dama boba, obviamente muy popular en su propio tiempo. Con raz?n se quejaba Lope de las mutilaciones que produce el robo constante de sus comedias y se dispone por fin a encargarse ?lmismo de imprimirlas en contra de su intenci?n original respecto a su arte esc?nico espont?neo.5 No cabe duda que otros dramaturgos del siglo de oro igualmente padecen la pirater?a y mutilaciones en sus exitosas comedias construidas con el patr?n lopesco. Pero ninguna comedia de Lope, sea urbana, de capa y espada, de enredo o "de ingenio," como ?l las llamaba (Poleman 15-16), ha encontrado tanta receptividad en el siglo veinte y particularmente en Am?rica, como La dama boba. Seg?n figura en la Parte xvn de Lope, as? se reimprime y llega esta comedia a la edici?n de Hartzenbusch en la Biblioteca de Autores Espa?oles, de 1859, donde semodifica arbitrariamente adem?s de dividirse en escenas. Esta versi?n Garc?a Lorca a su vez la adapta para esa producci?n argentina de 1934 que Men?ndez Pidal alaba (384 y 398) y que influyem?s en uno de los dos directores argentinos que montan La dama boba enWashington, D.C. y en Los Angeles, California. Aparte de la versi?n lorquiana, les precede a los dos directores argentinos en Estados Unidos una serie de producciones de La dama boba en Buenos Aires. Por eso comenta Poleman (60) en su edici?n de la comedia de 1978 que "el ?ltimo medio siglo de nuestro teatro [argentino] acompa?? y se sinti? acompa?ado por La dama boba de Lope de Vega." En este comentario culmina una serie de breves rese?as de Poleman sobre las produciones de la comedia que se escenifican en las tablas porte?as. El 5 de septiembre de 1921se inaugura el teatroCervantes de Buenos Aires con La dama boba, ejecutada por laCompa??a Dram?tica Espa?ola, bajo la direcci?n deMar?a Guerrero y Fernando D?az de Mendoza. Seg?n Poleman, se trataba de una adaptaci?n elogiada en Par?s en 1898 que, entre otros detalles, cambi? los nombres de casi todos los personajes. Pel?ez Mart?n, en su reciente estudio (84) aclara que la actrizMar?a Guerrero "eligi? algunos de los grandes t?tulosde Lope para su programaci?n, al hacerse cargo del [teatro]Espa?ol" (o sea el Pr?ncipe donde se estren? en 1613La dama boba). "Y obtuvo uno de sus m?s grandes ?xitos con La dama boba, con la que se present? en el Teatro de lasNaciones de en en Par?s 1897. Con este mismo titulo inaugur? el teatro Cervantes 1921," afirma Pel?ez Mart?n (85). Pero dif?cilmente podr?an ser lamisma producci?n la de Par?s y la de Buenos Aires con casi un cuarto de siglo de por medio. Baste en una decir que Garc?a Lorca, entrevista de 1935, considera err?nea la interpre taci?n que laGuerrero ofrece del esp?ritu de Lope.6 82 Trece a?os m?s tarde, en anticipaci?n al tricentenario de lamuerte de Lope, se vuelve a montar La dama boba en Buenos Aires, en el Teatro de la Comedia con algunos recortes y cambios del poeta andaluz a la edici?n de Hartzenbusch.