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M.ª VICTORIA LOZANO TENA

1. MARCO GEOGRÁFICO GENERAL

La comarca de Gúdar-Javalambre es la más meridional de Aragón y ocupa la porción sudeste de la provincia de , limitando directamente con la Comunidad Valenciana, con la que, a largo de toda la historia, ha mantenido estrechas relaciones. Con una extensión de 2.351 km2, incluye 24 términos municipales, habitados en el año 2001 por 7.778 personas.

Se trata de una comarca eminentemente montañosa y en ella se localizan las cotas más altas de la provincia de Teruel, los picos de Javalambre y Peñarroya, que superan ligeramente los 2.000 m. Más que por las fuer- tes pendientes, se caracteriza por una elevada altitud media. De hecho, dominan extensas áreas llanas, tanto en el fondo de la gran depresión que la atraviesa, como en las zonas de cumbres, donde sorprende encontrar enormes planicies situadas por encima de los 1.700-1.800 m de alti- tud, en las que el horizonte se pierde, oculto en las masas boscosas del Pinar Ciego, entre y Mosqueruela, o en las peladas lomas del alto Java- lambre. Este elevado altiplano se halla surcado por una red de profundos valles, encajados en ocasiones más de 400 m y dotados de laderas con pendien- tes muy pronunciadas.

Desde el punto de vista hidrográfico, nuestra comarca vierte sus aguas hacia el Mediterráneo, bien directamente, o a través del Ebro, tal como ocurre con el sec- tor más septentrional, drenado por afluentes del río Guadalope. La mayor parte del territorio corresponde a la cuenca alta del río Mijares, que, fluyendo del noro- este hacia el sudeste, actúa de colector central y constituye el eje comarcal. No obstante, algunos cursos periféricos, como los ríos de Camarena y , son tributarios del río Turia, y otros pequeños barrancos del sudeste se dirigen hacia el río Palancia. Se trata de ríos poco caudalosos e irregulares, que experimentan una importante reducción de caudal en verano, como es lógico en un ámbito climático mediterráneo.

De la naturaleza 19 Pico de Javalambre

El clima de la comarca se encuentra fuertemente condicionado por factores de tipo geográfico: situación concreta, altitud y disposición compacta del relieve que aísla de las influencias directas mediterráneas, a pesar de la proximidad del mar. Las precipitaciones son escasas, sobre todo en las vertientes occidentales y depresiones internas, oscilando entre los 500 y algo más de 700 mm anuales en las cumbres, de los que buena parte cae en forma de copiosas tormentas y otra parte en forma de nieve (unas 15 nevadas al año en las sierras). La irregularidad interanual es muy marcada, pudiéndose dar años extraordinariamente secos jun- to a otros muy húmedos. Las temperaturas medias están en torno a los 7-9º, con veranos cortos y frescos e inviernos largos y rigurosos, con temperaturas medias para el mes de enero inferiores a 0º, aunque las mínimas nocturnas pueden des- cender por debajo de los –15-20º. Se trata, pues, de un clima de montaña medi- terránea, matizado por la continentalidad y la altitud, que pese a su rigurosidad y limitaciones económicas, resulta un recurso potencial de la comarca al permitir actividades turísticas permanentes, que aprovechan la acumulación y persistencia de la nieve con los deportes de invierno, y la benignidad térmica estival con el veraneo, o el curado de embutidos y jamones, que constituye otro de los pilares económicos de la comarca.

En conjunto, estas compactas montañas se hallan cubiertas por densos bosques, organizados en los clásicos pisos de vegetación y formados por pinos de distintas

20 Comarca de Gúdar-Javalambre variedades (laricio, rodeno, silvestre, que es el que mayor extensión ocupa, e inclu- so pino negro en las cumbres de Peñarroya-Monegro), y de manera más restringi- da por sabinas y algunas frondosas (carrascas y rebollo quejigo). Sin embargo, las depresiones internas y los fondos de valle se utilizan para la agricultura. También existen amplios sectores deforestados, convertidos en áreas de matorral abierto y pastos, algunos de ellos de gran calidad e importancia económica.

Las características geográficas generales que acabamos de describir condicionan decisivamente el carácter de la comarca y las posibilidades que el territorio va a ofrecer de cara a su posible utilización económica, son las responsables de buena parte de sus debilidades, pero también de sus fortalezas.

2. EL ORIGEN DEL RELIEVE

El relieve es un componente fundamental del medio natural, pues además de tratarse del más evidente, constituye el soporte físico sobre el que se asientan todos los demás e influye en la diversidad paisajística de la comarca de Gúdar- Javalambre.

La organización del relieve comarcal con sus elevadas y extensas lomas, enormes plataformas calcáreas, profundos valles de laderas rocosas y sus pequeñas y gran- des depresiones de fondos planos y cultivados, es el resultado de una larga y pecu- liar historia geológica y geomorfológica.

Los accidentes de la superficie terrestre dependen de las condiciones marcadas por la geología de la zona –la tipología de las rocas que constituyen el territorio y su organización tectónica– y de los procesos geomorfológicos, relacionados directa- mente con los agentes atmosféricos –variaciones de temperatura, lluvia, nieve, hie- lo, viento–, que ejercen la función de cincel, modelando las masas rocosas existen- tes. Las actividades desarrolladas por la sociedad humana, actuando sobre todos los elementos del medio natural, interfieren el funcionamiento de los procesos, interviniendo directa o indirectamente en la configuración del relieve.

2.1. Litología de Gúdar-Javalambre

Las rocas que afloran en un área determinada son consecuencia de las vicisitudes que ha sufrido el sector a lo largo de su prolongada evolución geológica, que a menudo se remonta a varios millones de años. Si, como ocurre en nuestra comar- ca, se trata de rocas sedimentarias, éstas nos informarán sobre el medio en el que se han formado –el lecho de un río, un lago, un mar profundo, etc.–, y como están estratificadas, las más recientes sobre las más antiguas, podremos reconstruir la paleogeografía, la evolución geográfica remota de la zona en una serie de etapas, susceptibles de ser datadas en un periodo geológico concreto, en función de su contenido fosilífero o posición relativa.

De la Naturaleza 21 Desde el punto de vista geológico, la comarca de Gúdar-Javalambre forma par- te del sector oriental de la Cordillera Ibé- rica y está constituida por un predominio de rocas calizas, depositadas en una cuen- ca sedimentaria marina que, durante la Era Secundaria o Mesozoico, existió en este sector, y que fueron más tarde reple- gadas y elevadas hasta su altitud actual por la denominada Tectónica Alpina, durante el Terciario.

La sucesión de la serie litológica viene Rocas cretácicas en el valle del río Linares determinada por las fluctuaciones del nivel del mar en función de movimientos de inestabilidad que crean en algunos momentos umbrales emergidos y mares someros. La Era Secundaria se divide en tres fases, conocidas como el Triásico, el Jurásico y el Cretácico, que incluyen distintas formaciones litológicas, a veces designadas por su edad concreta y otras por su aspecto o facies.

En el conjunto de Gúdar-Javalambre y después del Triásico existe una alternancia de varias series de calizas y margas de origen marino: el Jurásico, el Cretácico infe- rior y el Cretácico superior, separadas por formaciones de medio continental, constituidas por margas y areniscas o arenas, que caracterizan el paso entre el Jurá- sico y el Cretácico y el inicio del Cretácico superior. El análisis y localización de los distintos afloramientos es de gran interés, dado el distinto comportamiento mor- fológico de cada una de las series y la impronta marcada por ellas en el paisaje.

2.2. Deformaciones tectónicas

La disposición tectónica de los materiales, el hecho de que los estratos rocosos se encuentren plegados, rotos por fracturas, inclinados, elevados, hundidos, o sin nin- guna deformación, está en relación con el tipo e intensidad de esfuerzos tectóni- cos, procedentes del interior de la corteza terrestre, que haya sufrido el área.

Los materiales de Edad Secundaria, descritos en la comarca de Gúdar-Javalambre, fueron deformados durante la Era Terciaria por la tectónica Alpina, que dio lugar a variadas estructuras de plegamiento y fractura, desde el gran domo anticlinal fracturado de Javalambre, jurásico y con afloramientos de su núcleo triásico, plie- gues ibéricos, como el sinclinal también fallado de - o el estrecho anticlinal que desde Alcalá se extiende hasta . Los pliegues se amortiguan hacia el este, dando paso a estructuras subtabulares, casi horizontales, intensamente fracturadas, como las de Mosqueruela, preludio de las fosas prelitorales del Maestrazgo castellonense. El dispositivo tectónico tiene gran influencia sobre el relieve y en la Sierra de Gúdar las geoformas poseen una

22 Comarca de Gúdar-Javalambre Las rocas de Gúdar-Javalambre El Triásico, que corresponde a los materiales más antiguos, aflora fundamentalmente en el macizo de Javalambre y está formado por areniscas y arcillas rojas –el Buntsandstein, muy mal representado–, calizas y dolomías del Muschelkalk y las margas yesíferas del Keuper, atravesadas por algunas rocas volcánicas. Encontramos materiales triásicos entre -Manzanera y Arcos de las Salinas, , San Agustín, Sarrión y Alcalá de la Selva. Su carácter deleznable permite el encajamiento de valles como el del propio río Albentosa y Camarena. El Jurásico carbonatado, con más de 700 m de espesor de dolomías, calizas y margas, aflo- ra en todo el macizo de Javalambre y en los alrededores de Alcalá de la Selva, siempre arrasado por superficies de erosión. La alternancia de estratos de areniscas, arcillas, alguna caliza y arenas del paso entre el Jurásico y el Cretácico han hecho posible la excavación de depresiones como las de El Castellar-- o el propio gran llano de La Puebla de Valver- de-Sarrión, que en parte aprovecha estos afloramientos. El Cretácico inferior se identifica con unos 500 m de calizas y margas y sobre el se han elaborado los bellos escarpes estructurales de las sierras de Cabra, Mora y Nogueruelas y la alta plataforma de Peñarroya-Monegro. Por encima, estratigráficamente aparecen 200 m de arcillas y arenas continentales, que dan lugar a la depresión de Valdelinares, la Vega de Alcalá, y Mosqueruela. El Cretácico superior, de nuevo marino, conforma las elevadas plataformas de Linares, Valdelinares, Mosqueruela y Puertomingalvo, e incluye calizas y dolomías sometidas a procesos de disolución o karstificación. En el eje de la depresión del Mijares o de Sarrión, que se extiende entre y San Agustín, afloran rocas detríticas datadas como Terciarias o del Cuaternario antiguo: conglomerados, areniscas, arcillas, e incluso alguna pasada de caliza. Los materiales más recientes, correspondientes al Cuaternario, se alojan en los fondos de los valles y laderas y son sobre todo aluviones que acompañan a la red fluvial que drena la comarca.

fuerte componente estructural: traducen el valor de inclinación y el sentido de deformación de los estratos o los contrastes de resistencia y vulnerabilidad de los materiales ante determinados agentes.

Es destacable, por el efecto que tiene en la compartimentación del relieve comar- cal y en la vertebración del territorio, la existencia de una serie de estructuras nega- tivas justo en el centro de la comarca, que coinciden con fosas tectónicas, es decir, porciones hundidas por fallas entre bloques elevados, como la fosa de , la del Mijares en Olba o la misma depresión de La Puebla-Sarrión. Estas depresiones alpinas están rellenas de sedimentos terciarios posteriores a las fases de deformación principales y, por tanto, prácticamente horizontales. Algunas se generaron como consecuencia de los últimos movimientos que al final del Tercia- rio dotan a las diferentes unidades de su envergadura topográfica actual.

De la Naturaleza 23 SIERRA

DE DEPRESIîN Mora de Rubielos GòDAR DEL

MIJARES

R ’ o M MACIZO i j a r e s

DE

JAVALAMBRE Fallas Terciario Cret‡cico superior Cret‡cico inferior Jur‡sico superior Jur‡sico inferior Tri‡sico

Mapa geológico esquemático de la comarca de Gúdar-Javalambre

La estructuración y elevación de las sierras desencadenó un importante ciclo ero- sivo terciario, que se plasma en la elaboración de extensas superficies de erosión en las zonas elevadas y en la sedimentación de rocas detríticas y localmente lacustres en las cuencas hundidas recientemente creadas, junto con la instalación de la red fluvial actual, que controla la evolución morfológica durante el Cuaternario.

2.3. Procesos geomorfológicos y formas

El substrato geológico descrito constituye la estructura sobre la que los procesos geomorfológicos han actuado y actúan, generando una serie de geoformas o for- mas de relieve, que son las que dan lugar a unos rasgos topográficos concretos y que percibimos directamente en el modelado de detalle. Los procesos, genérica- mente conocidos como erosión, incluyen la meteorización o alteración de las rocas, el transporte y la sedimentación de los productos alterados. Estos procesos se desarrollan en relación directa con las características bioclimáticas vigentes: los contrastes térmicos pueden permitir la actuación de mecanismos como por ejem- plo la gelifracción –ruptura de la roca por efecto cíclico del hielo/deshielo–; un régimen torrencial de precipitaciones activará el arroyamiento y la circulación de agua en barranqueras; la presencia o ausencia de una cubierta vegetal protectora del suelo puede o no paliar los efectos derivados de las aguas corrientes, etc. De

24 Comarca de Gúdar-Javalambre este modo, las formas de relieve son indicadoras de las condiciones bioclimáticas de la etapa durante la que se originaron, y puesto que el clima ha cambiado mucho, es posible reconocer las distintas fluctuaciones en función de la huella dejada en el paisaje geomorfológico.

En Gúdar-Javalambre cabe destacar la impronta especial marcada por los climas terciarios, cálidos y más o menos húmedos, y por las pulsaciones climáticas cuater- narias, siempre en el contexto de los climas fríos, dada la altitud a la que se locali- zan las sierras. Mientras que los primeros se traducen en la elaboración de superfi- cies de erosión y de morfologías kársticas, los segundos dirigen la evolución cua- ternaria de laderas y valles.

En la actualidad, la morfogénesis de Gúdar-Javalambre se desarrolla bajo sistemas de tipo semiárido, sólo subhúmedos en las zonas de cumbres, donde además, esta- cionalmente siguen funcionando procesos marcados por el frío. Lo fundamental en todos los ámbitos es la acción de las aguas corrientes, responsable de la disec- ción de las formaciones de ladera y fondo de valle.

Superficies de erosión

Un rasgo original que caracteriza al relieve de la comarca es la planitud generalizada de las cumbres, tanto en Javalambre y la Loma de San Pablo, como en la zona de Valdelina- res-Mosqueruela. Estas planicies derivan de la conservación de una topografía antigua, generada durante la Era Terciaria, como consecuencia del intenso ciclo erosivo desenca- denado tras el plegamiento y elevación de la cadena. Las superficies de erosión se identi- fican con aplanamientos que cortan rocas de resistencia contrastada, pero fundamental- mente calcáreas y estructuras de plegamiento y fractura variadas. Podemos encontrarlas también en los piedemontes de las Sierras de Gúdar (sector de Mora-Nogueruelas- Rubielos-Fuentes) y de Javalambre, y su sedimentación correlativa son los materiales ter- ciarios que rellenan las depresiones recorridas por el curso medio del río Mijares.

Formas kársticas

Las condiciones climáticas húmedas, acompañadas de una actividad biológica intensa potencia los procesos de meteorización química de las rocas carbonatadas, especialmente solubles. La disolución del carbonato cálcico ha generado espectaculares relieves kársticos, sobre todo campos de dolinas y poljes. Se trata de depresiones cerradas de distinto tamaño, dotadas de un sistema de drenaje interno que conecta con conductos y cavidades, abiertos por la disolución en la masa rocosa, y permite el almacenamiento del agua en los acuíferos subterráneos. El proceso de formación se inicia a partir de fracturas y pliegues sinclinales, que son aprovechados por el agua para infiltrarse y comenzar a disolver. Destacan las doli- nas del Alto Javalambre, Manzanera y Valdelinares, y los sistemas de poljes de Mosqueruela- Puertomingalvo y .

De la Naturaleza 25 Depresiones y valles

La mayor parte del territorio comar- cal está drenado por el río Mijares y afluentes, que aprovecharon para su instalación la topografía existente al final del Terciario: extensas superfi- cies de erosión abombadas y rotas en escalones por las fases tardías de la Tectónica Alpina. En este momento se genera un gran surco hundido, que separa los conjuntos montaño- sos de Gúdar y Javalambre, la depre- sión de - Sarrión-San Agustín o del Mijares. Esta cuenca va a recoger sedimenta- ción detrítica en los albores del Cua- ternario modelada en forma de extensos glacis o rampas de escasa pendiente, observables hoy entre La Puebla y Sarrión, cubiertos de cere- zos, almendros o campos de cereal. Estrechos del río Alcalá La depresión es aprovechada por el río Mijares, que se encauza en esta zona hundida, hasta la que llegan las aguas de sus afluentes: las ramblas del Cubillo, Peñaflor, Mediavilla y el río Albentosa, desde Javalam- bre, y los ríos Alcalá, Mora, Palomarejos, Rubielos y Morrón, desde Gúdar. En general, y aunque en las áreas de cabecera pueden existir pequeños valles en cuna, predominan los valles de incisión lineal, asociados a afloramientos de rocas resistentes, en los que los cur- sos han excavado profundas gargantas. La disección de las superficies de erosión por el encajamiento ha dado lugar a la exhumación de formas de relieve estructurales, con níti- dos cantiles en las calizas cretácicas de la Sierra de Gúdar.

El modelado de las laderas

Las fases frías cuaternarias, dada la altitud a la que nos encontramos (1.000-2.000 m), poseen especial incidencia en las laderas a partir de los ciclos de hielo/deshielo y la consiguiente generación de enormes cantidades de fragmentos rocosos por gelifracción, que se acumulan en forma de canchales al pie de los cantiles de las ver- tientes. La existencia de aguas de fusión que permiten la humectación y el flujo o deslizamiento de las formaciones superficiales. Son especialmente espectaculares los deslizamientos de las laderas de Peñarroya-Monegro y la Loma de San Pablo y otros muy recientes, como los de Camarena de la Sierra o el valle del río Linares. Por otra parte, se constatan también evidencias de enormes neveros con importan- tes acumulaciones de bloques dispuestos en forma de cordón, tal como sucede en el valle del río Camarena, al pie de Javalambre, y en las laderas del Monegro.

26 Comarca de Gúdar-Javalambre