Sala Vi Gremios Y Tradiciones Artesanales En Compostela
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SALA VI necesarios diversos útiles litúrgicos para el desarrollo del culto en las numerosas iglesias compostelanas: cálices, cruces, custodias,… Un buen número de estos objetos se GREMIOS Y TRADICIONES ARTESANALES elaboraban, fundamentalmente, en azabache y en plata y sus EN COMPOSTELA artífices se agrupaban en los gremios de los azabacheros y de los plateros. LOS GREMIOS COMPOSTELANOS Asimismo, la difusión y promoción de la peregrinación por parte del cabildo compostelano hizo que aumentase la El auge de la peregrinación a Compostela a lo largo de los producción de distintos documentos relativos a la misma - siglos provocó la aparición progresiva de numerosos y indulgencias, “compostelas”, imágenes devocionales…- ; lo variados oficios dedicados a cubrir las diferentes y que provocó la importancia del trabajo de los grabadores en numerosas necesidades de los peregrinos y también de la ciudad. las instituciones vinculadas tanto con el culto como con la atención de aquéllos. Lógicamente, estos objetos tuvieron una amplia difusión en todo el territorio europeo, dada la variada procedencia de los De este modo, desde el s. XII, numerosas personas trabajan peregrinos, encontrándose muchos de ellos en los países como albergueros o taberneros y también como escandinavos, Inglaterra, Italia, Alemania y Francia. cambistas, dedicados al necesario cambio de la moneda de los llegados de lugares dispares de Europa. Otros se Los artesanos y artífices se agrupan en Santiago en gremios entregaban a las labores de carácter más artesanal, como los y cofradías desde el s. XIII y la actividad de estos zapateros, encargados de una tarea tan necesaria como la trabajadores se desarrolla a lo largo del tiempo en cientos de realización y reparación de calzado, o los cinturoneros, talleres que surgen por la ciudad quedando, aún en la fabricantes de aquellos objetos tan imprescindibles también actualidad, como notable testimonio de esto, la configuración para los peregrinos como los cinturones, los zurrones o de las tiendas en torno a la catedral, precisamente, en la bolsos. plaza de Praterías y en la de Acibechería y en los nombres de las calles, como la de Concheiros, ubicada a la entrada del Los concheros surgieron para atender la creciente petición Camino Francés. de las insignias o “reallia” que, con el motivo de la concha, se convirtió en el símbolo que confirmaba la visita al santuario Aunque en el transcurso del tiempo algunos de estos oficios compostelano. También se demandaban objetos de recuerdo desaparecieron o disminuyeron su presencia, otros perviven de la peregrinación como figuras del Apóstol, de santos o hoy en día, atendiendo al mismo origen y a las mismas rosarios y otros de carácter suntuario que los peregrinos de necesidades. marcada posición social ofrecían a la basílica. Además, eran 1 ropa o colgando de brazaletes o collares junto con diferentes amuletos. Constituyen una tipología muy importante de la joyería tradicional gallega. Collares de azabache Los collares formaban parte de los adornos tradicionales de las Esculturas de Santiago peregrino y portapaz mujeres y constituyen una parte muy importante de la joyería tradicional gallega. Frecuentemente en la Edad Moderna este tipo Este grupo de piezas resulta de especial interés por su valor de piezas no sólo tenían una función de estética o de adorno, sino histórico; responden a un tipo de produción muy importante en los que también contaban con un carácter profiláctico o apotropaico de talleres compostelanos entre los siglos XV-XVI y suponen una ahí que frecuentemente se acompañen de amuletos como las higas buena muestra de la producción artesanal que se desarrolló en la o medallones con elementos religiosos o crucifijos ciudad alrededor de la peregrinación; se trata de pequeñas esculturas con la imagen del apóstol Santiago o portapaces de azabache que eran hechos con la finalidad de ser vendidos a los peregrinos. Martirio de San Sebastián Taller del sur de Alemania (?) 1º cuarto s. XVIII Talla en marfil y piedra, posiblemente, jaspe Conjunto de medallones de azabache Los medallones de azabache fueron, entre los siglos XVII y XVIII, uno de los elementos que más abundaron de este material, derivado del hecho que su uso creció enormemente en esta época San Sebastián fue nombrado patrón de los azabacheros en 1410, añadiendo a su carácter profiláctico el de protección derivada de la fecha de la creación de su cofradía en Compostela. Desde la Edad imagen representada, en un momento en que las incertezas Media, fue un santo reconocido como intercesor ante las epidemias religiosas derivadas de las convulsiones del período de la de peste porque, a pesar de las numerosas heridas causadas por Contrarreforma hicieron aumentar los peligros y las amenazas las flechas recibidas en su martirio, y de los dolores enviados por heréticas. Por esta razón estes medallones se llevaban sujetos a la 2 Dios, no murió. Sin embargo, como protector de la peste, fue sustituido en épocas posteriores por otros santos como san Adrián, san Antonio y san Roque. Precisamente, la cofradía de los azabacheros fue fundada con motivo de la propagación de una de las numerosas plagas de peste que asolaban a las poblaciones europeas en esas épocas y que en Galicia produjeron fuertes episodios de morbilidad y mortalidad. Las celebraciones de la cofradía en honor al santo tuvieron lugar, casi siempre, en la Cuentas de rosario Capilla del Espíritu Santo de la catedral compostelana Conjunto de cuentas de rosario de azabache talladas y con perforaciones en los laterales para ser colgadas que, por su Anillo composición guardan un parecido al Rosario de San Olav del Museo Ss. XVI-XVIII Nacional de Copenhague; tres representan la figura de Santiago, Torneado, pulido Taller compostelano en su condición de peregrino y de apóstol, mientras que la otra, Procedente de las excavaciones en la rúa Acibechería está tallada con forma de vieira. Paternoster de San Olav Cruz de altar Finales del S. XV - principios S. XVI S. XVII Azabache Azabache Taller compostelano Copenhague, Nationalmuseet Rosario de azabache compuesto por cincuenta cuentas labradas en forma de vieira. En el cierre hay tres estatuilllas del Apóstol Santiago, una de cuerpo entero y las otras dos de busto. Este rosario –que fuera adquirido en España por un peregrino noruegués- era conocido hasta hace poco en Cruz de la Inquisición Dinamarca como el “Paternoster de San Olav”, porque pertenecía a la S. XVII misma colección que un relicario y otros objetos relacionados con este Azabache y plata santo noruegués. Se trata de una pieza única que reúne las producciones Talla, fundido, engastado, esmaltado típicas desde la Baja Edad Media de la azabachería compostelana, como las vieiras o las representaciones del apóstol. Este rosario, además, es fiel reflejo de la importancia que por esos momentos adquirieran las peregrinaciones a Santiago en el ámbito nórdico. 3 RECUERDOS DE LA PEREGRINACIÓN. Paneles 1 y 2, piezas 15 y 16. “MANOS DE AZABACHE” O FIGAS. Panel 3. Desde el s. XIV fue abundante la elaboración de pequeñas Se llama “figa” en España a partir del s. XVI, a un objeto en forma esculturas devocionales que los peregrinos llevaban de vuelta a su de mano cerrada con el dedo pulgar entre el índice y el medio, casa como recuerdo de la peregrinación. Lo más demandado en considerado gesto de menosprecio, pero también amuleto de todas las épocas son siempre las imágenes de Santiago en sus carácter curativo y protector contra las murmuraciones y los variedades iconográficas: apóstol, peregrino, “Matamoros”… [panel maleficios. Talismanes semejantes ya aparecen en el Antiguo 1]. También se hacían toda clase de imágenes sagradas y objetos Egipto y Fenicia, y fueron muy utilizados en el mundo romano. religiosos para satisfacer las devociones de los que visitaban la Posteriormente, los árabes de la Península emplean, desde el s. XI, ciudad. amuletos colgantes de azabache de diferentes formas, incluyendo la mano, relacionados con la creencia en el mal de ojo, muy Eran frecuentes las cruces [9], las imágenes de la Inmaculada [10], arraigada en las tradiciones árabes. El hábito de llevar amuletos de la Quinta Angustia [15] y diferentes santos, siendo uno de los más azabache se extiende por los territorios cristianos durante toda la solicitados San Antonio [8]. Edad Media. La forma de mano o “figa” aparece de forma más Asimismo, el rosario fue un objeto muy demandado, frecuente en el s. XVI [21]. A partir del s. XVII, las figas se decoran especialmente, los llamados “de bolsillo” [1], más cortos, de con muchos elementos simbólicos y talismánicos, como corazones cuentas sencillas y apenas sin tallas. Temáticamente, el tipo de y lunas, y adoptan una forma tan esquemática que las hace, a producción sigue atendiendo hoy en día a las mismas demandas. veces, irreconocibles, seguramente, a causa de la prohibición de su uso por la Inquisición en 1526 [23 y 24]. Hasta el s. XIX no se OBJETOS DE USO ECLESIÁSTICO Y LITÚRGICO. Panel 4, piezas 17 y 18 vuelven a representar de manera naturalista [25] aunque su uso ya está entonces en retroceso. Se elaboraron objetos destinados a los ámbitos eclesiásticos, bien de carácter ritual, litúrgico o emblemático. Como ejemplos, la pila Las figas, junto con otros amuletos, protegían especialmente a los de agua bendita [17] adornada con vieiras es un ejemplar de los niños, por considerarse los más débiles frente al mal de ojo. Éstos pocos que se conservan de este tipo, y el portapaz [18], utensilio las llevaban colgadas de cinturones y collares. que se daba a besar a los fieles en la celebración de la Misa, y que Incluso en el ámbito cortesano de los ss. XVI y XVII, esta en este caso representa a la Virgen del Pilar entre ángeles, tema de costumbre era frecuente, tal y como se puede ver en muchos tradición jacobea. Por otra parte, la realización de collares fue retratos de la época, como los de la infanta Ana, de Pantoja de la abundante entre los ss.