Arqueología en el valle del Duero. Del Paleolítico a la Edad Media. 6 ISBN: 978-84-947952-1-3, pp: 616-630

LA NECRÓPOLIS PARROQUIAL DE SANTA MARÍA DEL TEMPLO VILLALBA DE LOS ALCORES, , ESPAÑA: RESULTADOS DE SU ESTUDIO ANTROPOLÓGICO O cemitério paroquial de Santa Maria do Templo (Villalba dos Alcores, Valladolid, Espanha): resultados de seu estudo antropológico

Iván García Vázquez* [email protected] David Hernández González* [email protected] *Arbotante Patrimonio e Innovación S.L.

RESUMEN La necrópolis de Santa María del Templo se localiza en la localidad de Villalba de los Alcores (Valladolid, España). Asociada a la iglesia homónima de origen templario, tanto el edi cio cultual como su cementerio han sido objeto de diver- sos estudios artísticos y arqueológicos durante los últimos años. Se presentan a continuación, las conclusiones generales del estudio antropológico y del contexto arqueológico en el que fueron exhumados los enterramientos en el año 2015.

Palabras clave: Necrópolis medieval, sarcófago, ajuar funerario, antropología fí- sica, enterramiento infantil.

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ABSTRACT  e necropolis of Santa María del Templo is located in the town of Villalba de los Alcores (Valladolid, ). Associated with the homonymous church of Templar origin, both the building and its cemetery have been the object of various artistic and archaeological studies during the last years.  e general conclusions of the anthropological study and the archaeological context in which burials were exhu- med in the year 2015 are presented below.

Keywords: Medieval necropolis, sarcophagus, funerary o ering, physical anthro- pology, child burial.

1. BREVE APROXIMACIÓN de las villas de repoblación del siglo HISTÓRICO GEOGRÁFICA XII, aunque es muy posible que pu- diera haber preexistido un caserío an- l término municipal de Villalba de terior. El impulso de su urbanización Elos Alcores se localiza en los Mon- desde 1128 debió corresponder a la tes Torozos, a escasos 25 km al noreste orden templaria, a quien se atribuye de Valladolid. El origen de la localidad la construcción de la iglesia de Santa se enmarca en el proceso fundacional María del Templo, cuya advocación y

Fig. 1. Emplazamiento de la iglesia de Santa María del Templo, en Villalba de los Alcores (Valladolid, España).

617 A      D . D P   E M.  elementos arquitectónicos nos lo re- logo Monumental del Antiguo Partido cuerdan. El edicio ha sido fechado Judicial de (Parrado, a nales del siglo XII o principios del 2002: 353-355). XIII, dentro de un estilo románico de transición con fuertes inujos del Cís- ter, ya que presenta una marcada so- 2. EL PROYECTO URBANÍSTICO briedad decorativa, pureza de líneas y Y SU ALCANCE ARQUEOLÓGICO un sistema de cubrición de la nave por medio de bóveda de cañón apuntado La iglesia dejó de tener carácter reli- sobre fajones doblados. Ha sido estu- gioso en el siglo XVII, y fue deniti- diada, entre otros, por Heras García vamente cerrada al culto en 1818, pa- (1966: 113) y Castán Lanaspa (1983: sando desde entonces por diversos usos 57-60), gurando además en el Catá- como silo, teatro y recientemente como

Fig. 2. Zona de protección del BIC Iglesia de Santa María y área de intervención (en amarillo).

618 L       S M   T  almacén, hasta su venta a unos nuevos 3. LA NECRÓPOLIS DE SANTA propietarios acaecida en los primeros MARÍA DEL TEMPLO meses 2014, quienes pretenden darle un uso cultural. Fue declarada Bien La dilatada historia de la iglesia de de Interés Cultural con la categoría de Santa María del Templo no se corres- Monumento por Decreto 250/1991, ponde con la abundancia de datos do- de 22 de agosto, publicado en el BOE el cumentales. Tan sólo la incorporación martes 4 de febrero de 1992. en 1308 de las posesiones que los tem- El proyecto urbanístico a instancias plarios tuvieron en Villalba del Alcor del Excmo. Ayuntamiento de Villalba al realengo de Fernando IV, da testi- de los Alcores y la Excma. Diputación monio de su presencia en la localidad. provincial de Valladolid preveía renovar Por ello podemos arriesgarnos a pensar el aspecto de la plaza, que presentaba que durante la Plena y Baja Edad Me- un pavimento irregular de hormigón y dia debió funcionar como parroquia asfalto que no respondía a ningún cri- principal, junto a la iglesia de Santiago. terio estético, por lo que fue sustituido Fueron los años en los que estuvo en por grava y adoquinado. Se ha renova- uso la necrópolis. do también el alcantarillado y la red de La exhumación de los restos ha per- alumbrado, y se han instalado algunos mitido documentar hasta diecisiete en- elementos de mobiliario urbano. Toda terramientos in situ, de los cuales han el área de actuación se encuentra dentro sido excavados arqueológicamente diez del Entorno de Protección de la Iglesia de ellos, diferenciándose las siguientes de Santa María del Temple, motivado tipologías: por la atestiguada presencia de enterra- mientos en el entorno, constituyendo, • Tumbas de fosa: Se caracteri- casi con total seguridad, la primera de zan por un simple rebaje reali- las necrópolis villalbesas. zado directamente en el suelo, El rebaje que exigía la cota de exca- de unas dimensiones acordes a vación alcanzó apenas 50 cm, en tanto la talla del nado, que es depo- que las obras menores como zanjas, co- sitado en el interior y cubierto lectores y acometidas han profundiza- con tierra. Son estructuras muy do, en algunos puntos, hasta 150 cm. sencillas, y a menudo el único En cualquier caso, la afección al patri- elemento distintivo que poseen monio ha sido corregida mediante la es una estela en la cabecera que vigilancia arqueológica, procediéndose indica la presencia del enterra- a identicar la totalidad de estructuras, miento, que en este caso no se y a excavar, cubrir y documentar ar- han conservado. queológicamente todas las estructuras • Tumbas de murete: son una afectadas. evolución de la anterior, que se caracterizan por disponer

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alrededor de la fosa de un mu- Todas ellas se orientan siguiendo el rete de piedras que la rodea, a eje E-O, ya que como indica el Evan- veces con forma rectangular o gelio “como el relámpago sale por oriente antropomórca. El murete sue- y brilla hasta occidente, así será la venida le estar realizado con sillarejos del hijo del hombre” (Mateo, 24, 27). (las de mejor factura) o simple- Es decir, con esta disposición se busca- mente con una alineación de ba que la primera visión que tuviese el piedras recogidas sin ningún difunto que volvía a la vida tras la resu- tratamiento. La tumba se cu- rrección fuese la imagen de Jesucristo bre con varias lajas de piedra, que iba a aparecer por el Este. normalmente tres o cuatro que En lo que respecta a la organiza- alcanzan un peso similar, lo que ción del espacio, si bien el carácter facilita su transporte. preventivo de la intervención limita su • Sarcófagos: Son tumbas de estudio, no es menos cierto que se apre- mejor calidad, formadas por cia cierta disposición espacial, donde se una caja de piedra monolítica adivinan varias posibles calles. La con- cuyo interior ha sido vaciado, tinuada alteración de la plaza durante cerrándose con una cubierta, todas las épocas ha afectado a muchas que en nuestro caso es prismá- de ellas, y otras han podido pasar des- tica a dos aguas, sin indicios de apercibidas a los trabajos de control epígrafes. arqueológico, al encontrarse los restos

Fig. 3. Disposición de los enterramientos exhumados.

620 L       S M   T  a una cota menor que la seguida du- El recuento de restos humanos rante la intervención. En el área de la ha arrojado un total de 4.703 huesos puerta del mediodía, por el contrario, (completos en su mayor parte, pero no se han documentado tumbas. Ello también fragmentados), de los que responde a que se trataría de una zona 1.254 pertenecen a seis enterramien- de tránsito, que queda libre de enterra- tos (dos adultos y cuatro infantiles) y mientos para favorecer el paso. 3.449 a osarios o cuerpos incompletos. En la gráca se observa un predominio del número de fragmentos óseos pre- 4. EL ESTUDIO sentes en cada tumba o estrato frente ANTROPOLÓGICO a aquellos sepulcros en los que no ha habido fenómenos de reducción, o en El estudio antropométrico, sin ser exhaus- caso de haberlos habido, han sido más tivo, nos ha aportado una serie de datos escasos. De éstos últimos (tumbas T7 que nos han permitido establecer el nú- nivel 1, T10, T11 y T20) aparecen con mero mínimo de individuos (NMI), su algunos restos diseminados o agrupa- edad y en aquellos casos en los que se ha dos en el interior de la fosa funeraria podido, su sexo. Gracias a estos datos po- pero sin ser excesivamente representati- demos hacernos una idea aproximada de vo. En el caso de la UE 2012, el estado la composición social de la comunidad. de los enterramientos nos ha obligado

Fig. 4.Vista general de la necrópolis.

621 A      D . D P   E M.  a considerarlo como osario, ya que no y 40 niños menores de tres años. Sólo parecía haber conexión anatómica en se ha documentado un caso de anciani- los restos. Sin embargo, en el estudio dad en el nivel 2 de la tumba T8. de laboratorio se ha comprobado que Adultos y niños son los que mueren algunos cuerpos podrían haber estado con mayor frecuencia. Hay varios indi- completos, aunque revueltos. Es por viduos jóvenes que podríamos calicar ello que se consideró este depósito como adolescentes (12-16 años) en las como un osario infantil. tumbas T8, T9 y T20. También se do- La disposición de las tumbas y su cumenta un número importante de ni- interrelación vienen a denunciar que la ños menores de tres años en las tumbas presión mortuoria es elevada, ya que T4, T7, T8, T9, T10, T11, T12, T20 hay unas fosas que cortan a otras tantas, y en las UUEE 2005, 2012 y 2015. En produciéndose prácticamente en todas la UE 2012, los niños registrados en la ellas fenómenos de reducción y osarios. concentración de restos óseos a la que Estos fenómenos llaman la atención, aludíamos anteriormente, se podrían pues como se verá más adelante hay calicar de neonatos, ya que habrían un claro predominio del osario sobre fallecido durante el parto o a los pocos el enterramiento. Lo que no podemos días del alumbramiento, estando aún estimar es si este fenómeno se produce sin bautizar. Ésta debe ser la causa por debido a algún hecho catastróco, que la que no permanecen junto al resto de obliga a dar sepultura a un número alto la comunidad de eles, por lo que fue- de individuos en un breve espacio de ron depositados en los pies de la iglesia, tiempo, o si por el contrario responde en un recinto que ignoramos si estaba al ritmo normal de enterramiento para consagrado o no, pero que en cualquier esta comunidad. caso sí está físicamente separado de la Sobre el Número Mínimo de In- zona de enterramientos y de las tumbas dividuos (NMI), se ha establecido en de la comunidad. Entre los huesos se un total de 93 individuos, con especial han recuperado algunos bronces: dos concentración en los osarios de T9N2, anillos y cuatro alleres, que podrían que alberga restos de 17 individuos, y haber prendido los sudarios que envol- la UE 2012 de la que se recuperaron vían a alguno de ellos. restos pertenecientes a 23 personas. So- Hay un solo caso de individuo an- lamente en estos dos contextos arqueo- ciano, determinado a través del estudio lógicos se han recuperado prácticamen- de una mandíbula que presentaba un te el 40% del NMI de sujetos. grave desgaste y reabsorción de piezas En lo referente a la edad, existe cier- dentales. Se trata de una mujer de edad to equilibrio entre individuos adultos avanzada aparecida en el segundo nivel e individuos infantiles. De los 93 indi- de la tumba T8. viduos, 48 son adultos, 4 son jóvenes El sexo de esta población es difí- o adolescentes de entre 12 y 16 años, cil de determinar por la singularidad

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RELACIÓN DE FRAGMENTOS ÓSEOS HUMANOS RECUPERADOS

Fig. 5. Gráco con la relación de fragmentos óseos humanos recuperados.

NÚMERO MÍNIMO DE INDIVIDUOS

Fig. 6. Gráco de porciones con Número Mínimo de individuos. de los restos. Sólo ha podido deter- individuos infantiles, el estado de for- minarse en los restos esqueléticos que mación de los huesos hizo que asignar se encontraban enteros. Para el caso un sexo u otro fuera igualmente aven- de los cráneos que formaban parte de turado. Por ello se han catalogado to- osarios, su mal estado de conservación dos ellos como alosos. Sin embargo, ha desaconsejado atribuir un sexo más hay un número importante de huesos allá de lo evidente. En el caso de los en los que, en un contexto esqueléti-

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EDAD DE LOS INDIVIDUOS

Fig. 7. Gráco con edad de los individuos. co adecuado podría determinarse el mismos causada por la gran variedad sexo. En este caso se han agrupado de osarios y remociones habidas en el como indeterminados. Solamente en camposanto, no puede determinarse el aquellos casos en los que la seguridad sexo de manera able. ha sido completa, se ha atribuido un sexo u otro. En este caso se ha emplea- do como criterio de diferenciación la Paleopatologías anchura y morfología de la concavidad subpúvica, el arco ventral del pubis, la En cuanto a las patologías visibles ma- proyección de los huesos ilíacos y las croscópicamente, se han seleccionado características del cráneo: marcación de algunas piezas. Disponemos así de un la glabela y los arcos supraorbitales, las cráneo que se corresponde con un in- apósis mastoides, el ilión y la forma dividuo joven, que presenta posibles del paladar, así como la altura del cuer- huellas con aspecto de perforaciones po mandibular y la comparación de las en forma de colador, de tipo porótico, ramas y los cóndilos (Yoli, Alemán y presentes en el arco ciliar con cierta in- Botella, 2001). El resultado ha sido la vasión del hueso frontal (Polo Cerdá, atribución de sexo masculino en cua- Delfín Villalaín, Blanco, 2001: 88-91). tro individuos adultos: uno estaría en Por otro lado, en la tumba T20 (UE la tumba T7N1, dos en T8N2, uno en 1040) se ha documentado un caso de T9N1 y uno en T20. Para el sexo feme- caries en un molar (M2) de un indi- nino, se ha establecido con seguridad viduo varón de unos 30 años. El ha- que hay cinco mujeres: una en T8N2, llazgo forma parte del osario bajo el una en T9N1, otra en T12 y una más “niño 2”. La caries dental es un proce- en T20. Para el resto de depósitos, ha- so patológico relacionado con la edad, bida cuenta de la fragmentación de los de manera que los individuos de edad

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SEXO DE LOS INDIVIDUOS

Fig. 8. Gráco con la relación de sexo por cada tumba. avanzada son más propensos a pre- En función de la edad, los individuos sentar esta afección. Según el tipo de adultos presentan en los premolares y diente (anterior o postcanino) se pre- molares una mayor presencia de caries, sentan diferencias en su vulnerabilidad y por tanto de susceptibilidad al efecto o resistencia en la formación de caries. cariogénico. En estos dientes es preci- Por ejemplo, entre todos los dientes, samente donde se deposita una mayor los más susceptibles de presentar algún cantidad de alimentos durante la mas- tipo de caries son el primer y el segun- ticación, sobre todo aquellos de textura do molar superiores, y preferentemente blanda. Su localización impide que los en su supercie oclusal, seguido de la mecanismos naturales de limpieza oral, supercie oclusal de los premolares, ca- como es el caso de la saliva y de la acción ninos, incisivos superiores y, en menor de la lengua, inuyan en el retroceso de medida en la supercie lingual de los su formación (Hillson, 2001). dientes mandibulares, donde actúa con mayor ecacia la acción “limpiadora” de la saliva (Gómez, 2012: 45-46). 5. LOS AJUARES FUNERARIOS

El material arqueológico recuperado de la intervención no ha sido muy nu- meroso, pero sí signicativo y variado, como corresponde a un entorno urba- no. En los niveles más recientes hay presencia de cerámica común vidriada, Fig. 9. Detalle del molar con caries lozas y barros micáceos, que aportan aparecido en T20. cronologías que abarcan desde el siglo

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XVII hasta el XX, con una escasa pre- mica. El depósito se localizó en un área sencia de cerámica medieval motivada menor a un metro cuadrado. por las remociones constantes a las que De los anillos, el más llamativo se ha visto sometido este espacio. Re- es el que presenta una incrustación mitimos al informe técnico para am- pétrea, probablemente cuarzo, cuyos pliar información, y nos centraremos lugares de extracción más cercanos se en cambio en los ajuares funerarios. encuentra en San Román de Horni- Del el interior de la tumba UE 1050 ja (Valladolid), a 65 km de distancia, se recuperó una pareja de dados elabo- Villafála (Zamora), a unos 70 km y rados en hueso (2015/9/1050/1). Uno Fuentidueña y Sacramenia (Segovia), a de ellos presenta una mayor muestra más de 120 km. de desgaste por el uso al presentar sus A la UE 2012 pertenece un ani- cantos algo redondeados. El otro cuen- llo de bronce de sección rectangular ta con unos cantos más pronunciados y (2015/9/2012/24). Tiene 2 mm de una menor huella de desgaste. Sus di- anchura y 0,5 mm de grosor. Tiene un mensiones son las siguientes: engaste de cuarzo montado sobre rec- tángulo con las esquinas achatadas. A • Dado 1: 10 x 10 x 10 mm. los lados de la piedra presenta varios • Dado 2: 11 x 10 x 10 mm. motivos ornamentales formados por engrosamiento del aro con muescas El tesorillo formado por dos anillos, oblicuas, agrupadas en dos y cuatro a una cadena y varios alleres de bronce cada lado. resulta muy llamativo. Localizado en Sobre los alleres, hay constancia la UE 2012, se encuentra asociado a la de su existencia desde tiempos roma- presencia de una acumulación de hue- nos. Su tipología no ha evolucionado, sos infantiles de los que no pudimos diferenciándose principalmente por la determinar durante su excavación, si se longitud de su espiga y por el remate trataba de cuerpos en conexión anató- o cabeza, distinguiéndose los de cabeza

Fig. 10. Dados de hueso que formaban el ajuar y su desarrollo.

626 L       S M   T  trapezoidal, plana o redonda. Los ejem- de la protohistoria, por lo que sólo puede plares aparecidos en el Corro de Santa datarse hacia el siglo XVII por su contex- María tienen cabeza redondeada, y su tualización estratigráca. Las dimensiones contexto asociado a los enterramien- del contorno cerrado sugieren que podría tos infantiles hace pensar que sirvieron haber sido una cadena que llevase un para prender el sudario que envolvería recién nacido, ya que se encontró en el a alguno de los cuerpos. mismo contexto que los neonatos. Los es- La cadena, al igual que los alleres, labones tienen forma abalaustrada y están es un tipo de adorno que se fabrica des- unidos por los extremos.

Fig. 11. Adornos de bronce recuperados en la zona de enterramiento infantil UE 2012.

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6. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES do en cantidad suciente por el organis- mo humano debido a la presencia de ta- Debemos establecer los términos de la tos, sustancias que bloquean la absorción. discusión en varias líneas. La edad de la En el caso de anemias causadas por para- muerte de estos individuos está en sinto- sitosis intestinal, suele darse por presencia nía con los datos procedentes de necrópo- de parásitos del género helmintos, que lis coetáneas del entorno como la de Santa provocan pérdida sanguínea a nivel intes- María en Fuenteungrillo (Reglero, 1994: tinal o se alimentan de sangre. Se trata de 40-41). A pesar de que en el caso concre- las uncinarias y el estrongiloides. Otras cau- to de Santa María del Templo ha habido sas pueden ser infecciones crónicas como problemas para diferenciar el sexo de los infección urinaria, tuberculosis infantil o esqueletos debido a la falta de piezas clave brucelosis (Vives, 2001: 105-130). Exis- como mandíbulas o pelvis, es plenamente ten no obstante algunos casos similares válida la consideración de que la causa de de patologías que afectan al arco orbital mortalidad de las mujeres adultas suele y al hueso frontal, como el recientemente venir asociada a complicaciones durante estudiado por Albisu, Herraste, Bandrés y después del alumbramiento, especial- y Etxeberría (2006: 396-399) de un niño mente debido a las decientes condicio- altomedieval, con hiperostosis porótica nes higiénico-sanitarias de la época. En el localizada en los huesos parietales, que ya caso de los niños, muchos no llegan a ver señalada por Brotwell (1081: 234). la luz durante el parto, y otros nacen pero Sobre las caries, se observa la fre- mueren a los pocos días o semanas, por cuencia de caries desde el 10.000 a.C. causas diversas que pueden inferirse: hi- hasta épocas recientes (Caselitz, 1998) giene, malnutrición, frío, enfermedades, en poblaciones europeas. Se documen- etc. En el caso de los hombres, la principal ta caries en las poblaciones medievales causa de mortandad en esta época sería la de la Olmeda (Pedrosa de la Vega, Pa- guerra (cuando ésta ocurre) o las enferme- lencia) estudiadas en los años ochenta dades infecciosas, mucho más probables (Campillo et alii, 1986), y hay una es- en un cementerio parroquial como éste. trecha relación entre el desgaste dental, En este sentido, las huellas poróticas la falta de esmalte y la presencia de ca- localizadas en el hueso suelen correspon- ries en poblaciones históricas. derse con enfermedades relacionadas con Sobre la presencia de ajuares en estos trastornos hemáticos (Brothwell, 1993: momentos de la Edad Media, los dados 233-236), generalmente anemias ferropé- de hueso pulido no son una excepción en nicas, originadas por dietas pobres en hie- el registro arqueológico. Existe un paralelo rro o infecciones parasitarias. Esto ocurre muy cercano en Fuenteungrillo, donde se cuando la dieta es pobre en alimentos documentó un ejemplar de 8 x 8 mm de como carnes rojas y vísceras, y aunque similar factura (Sáez, 1986) y también se existen vegetales ricos en hierro como las han encontrado dados de hueso en tumbas espinacas o las acelgas, éste no es asimila- de la iglesia de San Miguel de Ereño (Viz-

628 L       S M   T  caya)1. Su presencia en contextos funerarios Baja Edad Media, en el que pese a haber- en momentos en los que no esta permitido se excavado abundantemente los últimos acompañar al nado con ajuares, viene a años, se echan en falta los trabajos de ma- mostrar la pervivencia de creencias paganas yor amplitud que permitieran establecer en el sustrato mental. Para el caso de los una serie de líneas generales al menos a dados, resultaría simbólico evocar cierto nivel regional. paralelismo con el carácter azaroso de la muerte. Sin embargo, su documentación, al menos en el caso de Santa María, quizá 7. FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA deba explicarse desde el apego a lo cotidia- no: no se trata de introducir en el enterra- ALBISU ANDRADE, C.; HERRASTI ERLO- miento un elemento taumatúrgico o que GORRI, L.; BADRES, A.; ETXEBERRIA GABILONDO, F. (2007): “Hiperostosis pueda ser útil en el más allá, sino que lo craneal como signo de anemia”, en Enfer- que se busca con estos depósitos es acom- medad, muerte y cultura en las sociedades del pañar al individuo con un objeto al que pasado: importancia de la contextualización tuvo apego en vida, y que quizá, a modo en los estudios paleopatológicos: actas del VIII Congreso Nacional de Paleopatología - I En- de tabú social o familiar, ningún individuo cuentro hispano-luso de Paleopatología (Cáce- emplearía en señal de duelo o respeto. res 16-19 de Noviembre de 2005) / Francisco Los datos obtenidos están en conso- Javier Barca Durán (ed. lit.), Javier Jiménez nancia con los que conocemos de necró- Avila (ed. lit.), Vol. 2, pp. 396-399 polis cercanas en el tiempo y en el espacio BERMEJO, A. (1917): Trabajos topográcos en la provincial de Valladolid. Término Mu- como son las de Santa María de Fuente- nicipal de Villalba de los Alcores. Instituto ungrillo, la de Santa María de Matallana Geográco Nacional. Cartografía 1:5000. o las de la Olmeda. La gran segmentación BILBAO GARAY, J. (2006): “Anemias carenciales de los depósitos funerarios indica una I: anemia ferropénica”. IT del Sistema Nacio- nal de Salud - Ministerio de Sanidad y Consu- presión mortuoria elevada, pero su estu- mo de España 30 (2/2006), pp. 35-41. dio pormenorizado no permite establecer CAMPILLO, D.; SUBIRÁ, M.E. (2004): An- una muerte colectiva catastróca produ- tropología Física para arqueólogos, Barcelona. cida en un corto periodo de tiempo. Al CAMPILLO, D.; TURBÓN, D.; HERNÁN- contrario, parece que la muerte convive DEZ, D. (1986): “Estudio paleopatológico preliminar de la necrópolis medieval de la de manera cotidiana con los pobladores Olmeda (Pedrosa de la Vega, Palencia)”, en de Villalba de los Alcores, y va ligada al Actas VIII Congreso Nacional de Historia de propio ciclo vital de la villa. la Medicina, Murcia y Cartagena, 18-21. En denitiva, el estudio de esta necró- Diciembre 1986; III, pp. 1680-1700. CASA MARTÍNEZ, CARLOS DE LA (1992): polis viene a aportar algo más de informa- Las necrópolis medievales de Soria, Valladolid. ción a un periodo como es el de la Plena y CASTÁN LANASPA, J. (1983): Arquitectura tem- plaria castellano-leonesa, Valladolid, pp. 57-60. CORTEJOSO GARCÍA, LEOPOLDO (1998): 1 Conocemos la intervención dirigida por Mikel Nei- Normas Subsidiarias Municipales de Villalba de ra Zubieta a través de una nota de prensa (El Correo, los Alcores (Valladolid). 01/10/08, edición digital).

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