Cine Y Revolución. La Política Cultural Del ICAIC En Los Sesenta (PDF)
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Cine y Revolución. La política cultural del ICAIC en los sesenta Sandra del Valle* A mi entender, el ICAIC estaba Ciertamente, junto a la televisión, el cine contenido en una ansiedad cultural fue expresión directa de la Revolución. En constituyente al momento de llegar la revista Cine Cubano, el órgano de pensa- la Revolución que transformó miento del ICAIC se autoproclamaba: a la sociedad cubana. Es decir que su creación tenía que ver con la misma si quisiéramos en unas cuantas horas ver transformación, estaba implícita en la nuestra Revolución1 bastaría acudir a una estructuración profunda de otra manera sala cinematográfica y proyectar una am- de construir la nación cubana, reconocien- plia selección de documentales y números do en el arte y en la creatividad artística del Noticiero ICAIC. (s/a:119) uno de los pilares fundamentales de la Revolución, porque la imperiosa tarea El proceso revolucionario fue, sobre todo, de autorreconocimiento de la sociedad, un suceso mediático: ante las cámaras se DE LA CULTURA CUBANA CULTURA DE LA que se da en profundidad por la anunciaban y explicaban las nuevas leyes, vía del arte, formaba parte del las medidas significativas o se condenaban a proceso complejo revolucionario. los esbirros de la tiranía derrocada. Jorge Sanjinés, “Aniversario” Cuando en otras artes el gobierno Revo- lucionario había planteado de modo irrevo- Se trataba en fin de ser o no ser cable el gran problema de hallar la expre- artistas; de entregarse o no a la más sión estética de una renovada visión de la profunda y consecuente voluntad creadora, realidad; (Portuondo, 1980:122) el cine na- Perfiles Perfiles comprometiendo en ello la sustancia misma cía bajo el signo de la Revolución. El ICAIC de la vida, su sentido y sus posibilidades; no había tenido que “afanarse por revolucio- de elegir o no la condición deprotagonis- narlo todo, por cambiar y transformar nada tas, y de ser capaces o no, de ejercer (y aún por la sencilla razón que prácticamente no de resistir) tamaño papel en la Revolución. heredaba nada”. (García-Espinosa en Fowler, Alfredo Guevara, 2004:49) La imagen que daba no podía —y “El cine cubano tiene 10 años” no quería— ser otra que la de la Revolución. Julio García-Espinosa, responsable de la Di- rección Artística en la producción del ICAIC, El 2 de enero de 1959, en carta a Alfredo ha afirmado: Guevara, futuro artífice del Instituto Cuba- no del Arte e Industria Cinematográficos, el los cineastas asumieron su obra indivi- cineasta italiano Cesare Zavattini pronosti- dual como parte inalienable del destino caba: “estoy seguro de que Fidel Castro se del cine cubano. Tenían la posibilidad de 02 02 valdrá del cine, tan reprimido por Batista, ser ellos mismos quienes exploraran los como el medio más idóneo para conocer y caminos de la modernidad, y no funciona- hacer conocer los problemas de Cuba”. (en rios ajenos al medio cultural. No fue difícil Guevara, 2002:38) para el ICAIC pasar de institución orgánica * Licenciada en Periodismo, Universidad de La Habana (2007). Investigadora del ICIC Juan Marinello. Miembro de Grupo de Estudios en Políticas Culturales. Investiga cuestiones relacionas con políticas culturales, así como género y audiovisual cubano. [email protected]. 1 Énfasis de SV. mayo-diciembre ............... Cine y Revolución. La política cultural del ICAIC en los sesenta Sandra del Valle 1 a movimiento artístico y, de esa manera, el derecho de iniciar la cinematografía de la formar parte legítima de la cultura nacio- Revolución. Fue en junio de 1959 cuando el nal. (2001:29) ICAIC comenzó su propia producción cinema- tográfica con el documental Sexto Aniversa- Creado en forma de Ley el 24 de marzo de rio, realizado por García-Espinosa,4 y Alfre- 1959, el Instituto comenzaba sus actividades do Guevara pudo ejercer totalmente el cargo desde la Dirección de Cultura del Ejército Re- que el propio Fidel le había asignado. belde, establecida desde el mismo mes de ene- Alfredo Guevara había sido la persona pro- ro. Sin presupuesto, sin inmueble, y aún, sin puesta por Fidel como presidente del futuro cineastas, la dirección del ICAIC había logrado Instituto, ante la apoyada por el presidente ubicarse en las oficinas del quinto piso del edi- Manuel Urrutia.5 Por su parte, Guevara, ade- ficio Atlantic —su sede actual—, hasta que el más de tener una historia político-ideológica proceso de nacionalizaciones le entregara ínte- ligada en un primer momento a la Juventud gramente el recinto como patrimonio del orga- Socialista y al Partido Comunista —titulado nismo, junto al cine de mismo nombre. entonces Partido Socialista Popular—, y luego No obstante, la actividad para la que fue a la lucha clandestina del Movimiento 26 de pensado el ICAIC solo se pudo iniciar a través Julio, comandado por Fidel Castro, ostentaba del trabajo —y sustento económico— con el el crédito particular de Fidel, con quien había DE LA CULTURA CUBANA CULTURA DE LA Ejército Rebelde. La Industria del Cine nacía colaborado durante la elaboración de las le- unida, más bien, gracias al empeño de los an- yes revolucionarias en el reparto Tarará.6 tiguos guerrilleros. Los fundadores no ingre- Años después, cercana la desaparición del saban propiamente al ICAIC, sino, como fue ICAIC como organismo autónomo, Alfredo el caso de uno de nuestros entrevistados, el evocaría en carta a Fidel: cineasta Manuel Pérez, en el Ejército: “unos eran militares —Tomás Gutiérrez Alea, Julio el cine cubano, no olvidamos, surgió con García-Espinosa, Jorge Herrera, Manuel Octa- tu ayuda, y junto a ti. Y sus dirigentes y vio Gómez— otros eran civiles trabajando en primeros creadores te tuvimos entre noso- Perfiles Perfiles las FAR [Fuerzas Armadas Revolucionarias]. tros casi diariamente. Esto dejó una pro- Pero aquello no era más que una coyuntura funda huella, y fue una lección de pensa- importante para ir creando el cine cubano”.2 miento, y por eso no solo informativa e Como hijos de aquel momento estuvieron inmediata sino formadora y a largo plazo. los documentales Esta tierra nuestra y La vi- Esa cercanía está en todos nosotros y es vienda, pertenecientes, según su crédito fi- parte sustantiva de la historia del cine cu- nal, a una serie titulada La Revolución en bano, y de su orientación. (2003:284) marcha. Egresados del Centro Experimental de Cinematografía de Roma y miembros acti- Estos antecedentes marcaron el devenir vos de la Sección de Cine de la Sociedad Cul- del nuevo cine cubano, y del ICAIC como tural Nuestro Tiempo,3 Tomás Gutiérrez Alea institución:7 actuarían como resina ideológi- (Titón) y Julio García-Espinosa se ganaban ca de la política cultural concebida y desarro- 2 En entrevista inédita, La Habana, 29/XI/05. 02 02 3 Una vez en La Habana, tanto Titón primero, como Julio después, ingresaron en la Sociedad, donde crearon la Sec- ción de Cine, de la cual Julio fue presidente. 4 Aunque no se mencione, además de los emblemáticos de Julio y de Titón, dentro de los documentales realizados en el año 1959 estuvo Construcciones rurales de Humberto Arenal (Cine Cubano, 1964:129). 5 Luego en la Ley se explicitaría que “el Presidente-Director del Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos será nombrado por el ciudadano Primer Ministro de la Nación, y ratificado por el Consejo de Ministros”. En Nuria Nuiry y Graciela Fernández Mayo (comps.) 1987 Pensamiento y políticas culturales cubanas (La Habana: Editorial Pueblo y Educación). 6 En los primeros días de la Revolución, Guevara había sido una especie de asistente de Fidel con acceso ilimitado a su persona, según aparece en permisos firmados por este y por Camilo Cienfuegos. 7 Incluso, se habla del séptimo piso, donde se ubicaba la presidencia de Alfredo, como la segunda comandancia. mayo-diciembre ............... Cine y Revolución. La política cultural del ICAIC en los sesenta Sandra del Valle 2 llada por Alfredo Guevara. En su texto sobre tometraje documental filmado en 16mm. Este el “Cine cubano 1963”, donde Guevara sienta filme sería fundador del documental de pre- algunas posiciones de principio y de su polí- ocupación social y de la estética asumida en tica cultural, reconoce: las primeras cintas del ICAIC: el neorrealismo. En la realización de El Mégano no solo con- el surgimiento cinematográfico en nuestro currieron iniciadores y aprendices del nuevo país está así ligado estrechamente al pro- cine cubano: José Massip, Jorge Haydú, Oscar ceso revolucionario, y representa un salto Valdés y Jorge Herrera —miembros de la Sec- cultural cualitativo, de dimensión política ción de Cine de la Sociedad Nuestro Tiem- y moral, pues liquida un pasado de opro- po— sino que participaron artistas como el bio, la utilización de los recursos de un músico Juan Blanco y el pintor Servando Ca- arte en la justificación del crimen y la pro- brera Moreno.8 Aquel experimento se conver- moción del embrutecimiento social, e indi- tiría en el ensayo imprevisto de la futura em- vidual. (1998:117) presa cinematográfica en la Revolución. La Sociedad Cultural Nuestro Tiempo, su Las palabras del crítico y ensayista Juan Sección de Cine y la realización del documen- Antonio García Borrero son concluyentes tal El Mégano donarían no solo una praxis y de lo que significó el nacimiento del ICAIC una estética, sino una concepción para los como parte del proceso revolucionario cuba- fundadores del ICAIC, también fundadores de DE LA CULTURA CUBANA CULTURA DE LA no desde 1959: esta Sociedad. Julio García-Espinosa, el direc- tor del documental, quien había tenido la co- con el ICAIC, la Revolución encontró ese laboración de Tomás Gutiérrez Alea, ha seña- espacio cultural que, a pesar de carecer lado: “una de las cosas más maravillosas del de una tradición industrial (a diferencia de proyecto El Mégano es que lo hicimos con México o Argentina) supo aglutinar a su una concepción integral de la cultura.