septiembre | octubre de 2007. buenos aires, argentina Revista Megafón | Número .01 | $ 3.80

Libros › Pintura › Fotografía › Paul Auster Ricardo Garabito Nadar Caer sin ruido. Una Retrospectiva. La bohemia en fotografías. “Será él uno de los primeros que incorpo- “Siento y sentí -fielmente ahora incluso “El tesoro que nos esperará en la obra de rará los conocimientos estilísticos y el rea- que recuerdo- que la extensión ó figura éste gran escritor, tiene, como todos los te- lismo pictórico para la construcción de su “El nuevo libro de Paul Auster Viajes por el que predominó en mí durante la visita a soros, el corazón mismo del poeta: validar obra. Cuando la fotografía se consolida Scriptorium quiebra la racha de inobjeta- la muestra de Garabito fue la intimidad. o invalidar sus fundamentos resultará tan como nuevo medio artístico, Nadar tam- bles victorias de sus títulos pasados. La de- Arriesgo aseverar que lo más interesante inútil como querer ignorar el más profun- bién consigue desigualarse: a diferencia cepción radica en el marcado contraste que de este artista es la mirada con la cual nos do de los sentimientos; ellos hablarán por de los artistas contemporáneos, Tourna- se revela al comparar esta reciente publica- expone figuras y cuerpos: en ella conf lu- sí solos, y ellos penetrarán, aún ignorán- chon olvida la pose y los ornamentos y se ción con todo un corpus narrativo previo yen lo más íntimo y personal de la reali- dolos, aún no escuchándolos, aún aunque concentra en la austeridad de la imagen y que consolidó una impronta austeriana.” dad con la que él convive.” los tape la tierra.” el poder expresivo del rostro”. Paul Auster Ricardo Garabito Leopoldo Marechal Nadar

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Editorial N° 01

RESEÑAS › LIBROS4 Caer sin ruido | Paul Auster Dirección: Acaso una nota editorial de una revista literaria - y en especial la de un primer número- Juan Arabia sea menester de vislumbrar los deseos y esperanzas de quien o quienes escriben en ella. AUTORES6 Santiago Dabove Acaso tambien el agradecimiento será otra de las circunstancias que, en necesidad de ex- Un fantástico desconocido Miembros: clamar y expresar una felicidad incumplida, brote como escandalosa y se circunscriba al Leonardo de León placer se realizar una lista infinita de nombres, que de hecho al lector poco le importan. PINTURA8 Ricardo Garabito | Una Retrospectiva Marina Dragonetti Prefiero entonces obviar esos lugares, y recordar en cambio a un autor, que tristemente Nicolás Belinco ha sido olvidado: Lepoldo Marechal. RESEÑAS › MÚSICA10 › Eat Me Drink Me | Nicolás Cozzarín Éste último, aparte de dejarnos obras muy valiososas sea en poesía, cuento, novela, tea- › Paul McCartney | La búsqueda de la Leticia Castro tro y ensayo; nos ha dejado su pasión y amor por la lectura. Fue profesor, escritor, hom- melancolía del gran artista bre, artista y poeta. Desafió y retrucó no menos que a Leopoldo Lugones; un rival im- Colaboradores: posible, un monstruo de la perfección. Fue muy amigo de Roberto Arlt, de Xul Solar y ENSAYO12 Leopoldo Marechal Augusto Munaro de otros tantos no menos importantes. Tuvo el honor, acaso, de conocer a nuestro pro- Alejandro César Álvarez cer idealista Macedonio Fernádez. Borges, tras su muerte, no pudo dejar de llorar y ha- RESEÑAS › CINE16 › Cool Hand Luke Juan Mattio cer entrever, entre una mezcla de lágrimas y tabaco, que la política era una “puta” que › Inland Empire Luciana Mellado para nada servía. › El sonido del silencio Esta revista, como Megafón o La Guerra – la última de sus novelas – perseguirá el mismo Producción: fin que en esa ficción se inscribe, es decir, dos batallas paralelas: una física o terrestre, RESEÑAS › TEATRO18 › Variaciones Meyerhold Nahuel Ben Dahan contra los responsables de los desequilibrios que afligen a la ciudad, al país y al mundo, › Un enemigo del pueblo que se resolverán en “asaltos a sus conciencias” en las cuales el Autodidacto ha de usar Diseño: todos los recursos del drama, el humorismo y la poesía que va dictándole su imagina- FOTOGRAFÍA20 Nadar: la bohemia en fotografías. Lisandro Aldegani ción. La otra batalla es la metafísica o celeste, en la que Megafón y sus inolvidables gue- rreros cumplen al llevar a cabo la búsqueda de Lucía Febrero, que no es otra que la mu- ENSAYOS22 Nota sobre Charles Sanders Peirce Revista Virtual: jer simbólica tramada y amada por los poetas metafísicos, como la Beatriz de Dante o la www.revistamegafon.com.ar Laura de Petrarca. Esta misteriosa mujer, a fin de cuentas, no es más que el “intelecto de AUTORES MEMORABLES24 Capítulo 17. Los preparativos amor”, y es evidente que si la humanidad la recobrara, solucionaría “por el amor” todos Contacto: sus problemas contemporáneos. SECCIÓN CREATIVA27 › “La una y mil noches” [email protected] (un cuento sobre Bagdad) › J.A. › Empty rooms › Acerca del Escritor › Imaginación Reseñas › Libros

Caer sin ruido Por Leonardo de León Paul Auster

SABER CONTAR. vez con Brooklyn Follies, el lector de Via- Funes que parece haber encontrado el pro- ción de reprimir ese movimiento y con- Cuando tomamos contacto con la obra de jes por el Scriptorium siente un compues- cedimiento de olvidar el pasado, un pasa- densarlo en la más breve de sus novelas, y un autor que desconocemos y terminamos to contaminante, adormecedor, que se in- do que debe borrarse para evitar funestas en la más recortada de sus escenografías, deslumbrados, nos asalta una sensación miscuye a través de la vía invisible que lo evocaciones que tienden a impregnarse de no colabora con la gradual elevación que que va desde el apresuramiento al temor. une con el libro. Hasta el punto final in- tiempo presente, un pasado que, de recor- sus trabajos suelen adquirir. De un lado está la ansiedad, las ganas de tervienen lógicos mecanismos de defensa, darse en su totalidad, se torna cáustico. Desde lo artificioso o metatextual, el libro encontrar más libros de la misma pluma comprensibles e inútiles procedimientos Hasta el momento, la historia nos atrapa es llamativo; aunque no desde del argu- y repetir el placer de leerlo; pero al mismo por falsear la realidad. Ya cerrado el libro, sin esfuerzo, a pesar de ciertas descrip- mento. En otras experiencias de escritura, tiempo nos asedia, desde el otro lado, el te- comprendemos, no sin decepción, que ciones licenciosas. Pero, a partir de aquí, Auster había logrado amalgamar con de- mor de que esa conciencia literaria recien- todo ha sido en vano. Auster no es Auster, Mr. Blank será visitado por una amplia licadeza de orfebre la variable anecdótica temente descubierta haya sido capaz de y eso es todo. galería de personajes presentes en otras con la variable metatextual o interlibrezca. conmovernos una sola vez. Tememos que Alguien ha caído desde un pedestal, y hay obras del autor, figuras que para el lector Para ello había utilizado a Quinn, el pro- los otros libros nos defrauden. Tememos silencio en la caída. experimentado en Auster son identifica- tagonista de Trilogía en Nueva York, como que el milagro, al repetirse, deje de serlo. bles de inmediato; pero que, para el que un elemento repetido que navegaba (y El norteamericano Paul Auster es uno de EL LIBRO. inicia en este libro el conocimiento de la naufragaba) físicamente o por referencia a los autores que mejor inhibe esa potencial Mr. Blank se encuentra encerrado en una obra austeriana, son más elementos vesti- través de muchas de sus historias. Proba- decepción. Supo cautivar al imaginario habitación que no recuerda. Una cámara dos de interrogación que se suman al am- blemente, el fracaso de Viajes por el Scrip- colectivo desde su primer libro La inven- oculta graba cada uno de sus torpes mo- plio séquito de confusiones y ambigüeda- torium se deba a que el autor volcó por en- ción de la soledad, atreviéndose a un debut vimientos. El espacio está escasamente des previas. El lector adepto puede que se tero su atención a la interconexión de sus literario desde lo autobiográfico de la na- amueblado: una cama, un teléfono, una conmueva al reencontrarse con el Fogg de textos aislados, sacrificando la anécdota, rración, un perfil de escritura que los au- silla giratoria, un escritorio con papeles El palacio de la luna, con el Benjamín Sa- obviando la creación casi avasallante a la tores más reconocidos no se han atrevido y fotografías. La única ventana del lugar chs de Leviatán, con el niño Walt de Mr. que nos tiene acostumbrados. Auster logra a ensayar hasta la consolidación de sus ta- es imposible de abrir. No hay posibilidad Vértigo, con la Anna de El país de las úl- construir una obra alegórica que nos lleva lentos. Supo asombrarnos con la mixtura ni del más tenue atisbo visual de realidad timas cosas, o con el Quinn de la Trilogía a considerar la conciencia creadora como de novela policial y ensayo existencialista exterior, apenas algún sonido recuerda la en Nueva York. Pero todo esto, para el lec- un ser difuso y encerrado, que dialoga con en su Trilogía en Nueva York. Supo presen- presencia de un mundo. El aire encerrado tor principiante, constituye otra instancia sus propias creaciones y que siente en car- tar una versión originalísima del realis- circula sin dirección, y no hay mucho que que se suma a la larga lista de dudas plan- ne propia sus pesares, que cree verdaderas mo mágico norteamericano con Mr. Vér- ver para entretenerse. teadas, incertidumbres que consolidan un las ficciones, que piensa y siente como si tigo. Pero, sobre todo, supo cautivarnos en En ese espacio hermético, opresivo, inmó- estado de repulsión, hasta de abandono, viviera en ellas; pero olvida concretar su cada página gracias a un acto lumínico y vil, inicia la historia. La presentación de hacia la trama. La simultaneidad de histo- objetivo confesado como escritor: hacer casi milagroso: supo contar. Contar hasta un escenario tan privativo y escaso impul- rias reunidas en esta especie de Aleph tex- que el lector lea sin saber que lo hace. ◊ el fin del mundo. sa al lector hacia dos sectores concretos, tual plantea objetivos inabordables en lo dos áreas de la escena que contrastan con que refiere a la extensión imaginaria que AUSTER NO ES AUSTER. los otros elementos circundantes por lo suscita la lectura. Es triste leer las líneas anteriores y adver- sugerente de su condición, por la cualidad La actividad narrativa de Viajes por el tir la certeza de una falla. El nuevo libro de poder ser interpretados más allá de sus Scriptorium se debe a la unión del dina- de Paul Auster Viajes por el Scriptorium significados convencionales. Uno de estos mismo de todas las historias de los perso- quiebra la racha de inobjetables victorias núcleos de atención es, evidentemente, el najes dispersos en la obra del autor, pero, de sus títulos pasados. La decepción radi- protagonista, portador (creemos) de una a pesar de este artificio o estrategia, esa ca en el marcado contraste que se revela interrogante magnánima insinuada por actividad resulta lenta y enmohecida. Pa- al comparar esta reciente publicación con la desmesurada amnesia que padece. El rece que Auster no sabe manejar ese con- todo un corpus narrativo previo que conso- otro elemento focalizador son los papeles junto de acontecimientos acopiados en tan lidó una impronta austeriana. o fotografías que están sobre el escritorio, reducido espacio escénico y narrativo; ya El lector que frecuenta la prosa de Aus- imágenes y párrafos que cobrarán gradual que, aunque ha mostrado siempre una ter se enferma de inmediato. Su organis- relevancia en el discurrir de la novela. predisposición especial hacia la alinea- mo se ve invadido por una suerte de virus Debemos las paulatinas revelaciones de la ción de sus personajes, nunca ha reduci- que contamina y reconfigura las células historia a la interacción de estas dos “sus- do la totalidad de acontecimientos a esta de la imaginación, volviéndola adicta a un tancias” de la narración. Así, y gracias a única variable. La movilidad ha sido uno mundo real que, paradójicamente, no es un intento mnemotécnico autogestiona- de los factores básicos para la construc- posible hallar en el mundo, y que solo se do por Mr. Blank al mirar las fotografías, ción de sus historias, aún cuando el movi- Respecto a Viajes por el Scriptorium redescubre en las páginas del autor. Luego comprenderemos el pesar de sus brumo- miento es otra forma de alineación (como de Paul Auster, Anagrama, 2006. de haber saciado esa apetencia por última sos recuerdos. Mr. Blank es una suerte de en el caso de La música del azar). La inten-

Páginas 4 ∙ 5 Autores Ilustradores

Santiago Dabove Por Augusto Munaro Un fantástico desconocido Pablo Bisoglio

1. nio Fernández –quien vivió allí en 1928-, 11. En la Argentina, gracias a la Antología de Carlos Ruíz Díaz -escritor-, Emilio Parodi A pesar de haber sido hombre de un solo y la literatura fantástica (1940) -editada por -pianista-, Romeo Lima y Ernesto Soler, breve libro, es indudable el nivel inventivo Jorge Luis Borges, Adolfo Bioy Casares y este último con quien tradujo del francés de su pluma. Sin importar el ritmo de sus Silvina Ocampo- el género fantástico no Les Civilisés de Claude Ferrer y poemas de creaciones -de hecho publicó muy espacia- tardó en influenciar a las jóvenes genera- Baudelaire. Por entonces se disertaba hasta damente-, en su puñado de relatos impera ciones latinoamericanas. La difusión de el alba sobre filosofía. La metafísica era el el mismo clima extraño y sobrenatural que esos escritos creó nuevos lectores y auto- tema por excelencia, abordando a pensado- se adhiere a una coherencia narratológica res. Sin esa selecta colección de cuentos res como George Berkeley y David Hume. pulcra y concisa. En su obra hay una filoso- fantásticos, hoy serían inexplicables Au- Sin embargo, la indiferencia lo mantenía fía sensorial similar a la de William James. gusto Monterroso, Octavio Paz, Marce- inactivo. Por ello le desagradaba la idea de La muerte y su traje, por momentos de- lo Cohen, Gabriel García Márquez, Mario entregar sus escritos a la imprenta y recién muestra la relación de dependencia exis- Levrero o César Aira. Este mítico libro -es- a los 44 años dejó de ser inédito. En 1933 tente entre los fenómenos psíquicos y el pecie de biblia fantástica-, contiene en su publicó en la Revista Multicolor de los sába- sistema nervioso de sus personajes. Qui- haber varios nombres no del todo conoci- dos, suplemento literario del diario Críti- zás su fina hipersensibilidad lo haya lleva- dos. Uno de los menos afamados ha sido ca, su primer relato: “La muerte y su tra- do a esa conclusión filosófica que retoma el moronense Santiago Dabove, escritor del je”. Pronto apareció “Ser polvo”-su cuento en casi todos sus escritos. Se trata de un cuento largamente antologado: Ser polvo. más conocido-, el 30 de diciembre de 1933, horror fisiológico, y acude a él interrelacio- Morón, ciudad al oeste de Buenos Aires - y el año siguiente “Finis” y “El experimen- nando los sentidos como en su relato “Di- otrora fortín establecido en el año 1600 to de Varinsky”. Nueve años más tarde, en vertissement del gusto y variedad en las para vigilar las tribus de indios salvajes que noviembre de 1943 se publica su extraor- artes y mezcla de sensaciones”. Las mejo- asediaban la zona-, se encuentra a 23 kiló- dinario “Monsieur Trépassé” en la revista res páginas, en verdad, son aquellas don- metros de la Capital Federal. Allí, donde la literaria Papeles de Buenos Aires y “Tren”, de se especula con el misterio metafísico. pampa y el arrabal convivían en tácito silen- en el primer número de Anales de Buenos Sus frases ingeniosas lo ilustran: “El temor cio, nació en 1889 Santiago Dabove. Su fa- Aires, 1946. También se lo editó en la re- al infierno es igual a la desconfianza en el milia estaba constituída por los hermanos vista Clinamen. Paraíso”, o esta otra “¡Vida! ¿Puede que seas Julio César, médico y más tarde director del Sus últimos años han sido muy oscuros y tan tonta que te dejes asesinar siempre?.” Hospital Ramos Mejía, Julia y Darío, quien solitarios. En parte porque Santiago Da- La literatura de Santiago Dabove tiene se suicidó joven. Su padre, fue un hombre bove sintió una profunda atracción por la como objeto la nostalgia de la muerte. que desempeñó relevantes funciones públi- idea de la muerte. Sus relatos insisten en Esta habilidad se trasluce a través de lla- cas como la de comisario, juez de paz, in- conjeturar el pasaje al más allá. Se adivi- mativos conociemtos médicos, además de tendente de Tigre, como así también, secre- na un interés casi necrofílico por la sen- un sutil acento grotesco –“Las dos bocas”, tario de la municipalidad de Morón. sación del deceso. Razón por la cual sus “Monsieur Trépassé”-. En sus páginas ja- Sabemos gracias a un amigo suyo, Enri- cuentos transcurren entre ataúdes, difun- más se cae en el fatalismo que adolece Ho- que Fernández Latour, que Santiago Da- tos y velatorios donde se conversa con per- racio Quiroga. Sus cuentos desarrollan bove interrumpió sus estudios regulares sonajes enlutados. lo extraordinario de un modo natural. El muy pronto. Ya para 1915, el futuro escri- Otro de sus vicios fue el alcohol. El poe- lector no sospecha el desenlace porque el tor mostraba fuerte interés por la filosofía ta jujeño y amigo personal Jorge Calvetti, acento no yace en el efecto final, sino en la y la música. Era además buen tirador con aseguró que Dabove falleció a causa de la idea conjunta de la narración. Esta dispo- el revólver y aficionado del violín como cirrosis, y la mañana en que se lo encon- sición permite una grata lectura de todos Hoffmann. Gustaba de la medicina- qui- tró muerto -25 de julio de 1951-, al cadá- sus relatos. En Dabove nada envejece, ya zás habría leido los libros de su hermano- ver del escritor lo acompañaba una bote- que aborda los temas metafísicos por ex- , y el único empleo que se supo fue el de lla de ginebra. celencia como Dios, la imaginación y por pagador en el Hipódromo de Palermo. Fae- En 1961 Nora Ruiz -sobrina de Dabove- y sobre todo: la muerte. ◊ na que le quitaba unas pocas horas a la se- Calvetti reunieron los 28 textos en un libro mana y le regalaba todo el tiempo restante titulado La muerte y su traje, editado por Al- a la lectura y a conjeturar así sus esporádi- cántara. La publicación cuenta además con cas invensiones literarias. prólogo de su amigo Jorge Luis Borges. Los años veinte lo incorporan al “circu- lo moronense”, conformado por Macedo-

Páginas 6 ∙ 7 Pintura

Ricardo Garabito Por Juan Arabia Una Retrospectiva

Jamás habría que olvidar que el arte des- chos de ellos”. El horror, que es quizás el truye, pero a la vez reconstruye, la capaci- mejor sinónimo de humanidad, hace que dad de los símbolos: aquella forma inútil la obra de Garabito pueda circunscribir- de disfrazar nuestra percepción; la va- se a lo humorístico, llegando incluso a lo nidad del hombre que se adueña incluso malvado. Quizás sea su simple modo de hasta de lo infinito. concebir las cosas, razón por la que esta- Y, frente a esta triste pero indispensable ríamos expuestos a corregir lo antedicho, verdad, encontramos aquél otro compo- para advertir mejor el atributo de la since- nente, casi místico e indescifrable, tan pro- ridad. De allí que no resulte curioso que fundo como la imaginación: la voluntad. en sus naturalezas encontremos lo más Articular ambos fenómenos será la úni- bello y poético de toda su obra. Su mirada, ca oportunidad que tendremos, si es que muchas veces ingenua, se disuelve frente acaso deseamos abordar la obra de Ricar- a nuestros ojos, para transformarse des- do Garabito. Porque sería injusto catalo- pués en una de nuestras condiciones: la gar algo tan impenetrable con unas sim- intimidad pasa a ser nuestra. ples palabras; con un breve artículo que, La exposición, que reúne muchos de los tra- por lo mucho que se esmere, caerá en el bajos de la vasta obra de Garabito, nos invita simple error de describir lo ilusorio. también a conocer muchas de sus escultu- Comprendiendo esto, que brota casi con ras, que lamentablemente caen en la reduc- la fuerza de un axioma, le pido al lector ción de lo grotesco: formas múltiples del que sea capaz de otorgarme un espacio de aparato reproductor masculino, con colores esa mirada (su mirada), una sola expre- que ofrecen lo vivo después de muerto. sión, la posibilidad de utilizar un símbo- Sabemos tan sólo que cambiamos, ince- lo que permita explicarme. Siento y sentí - santemente, y que muchas veces el en- fielmente ahora incluso que recuerdo- que cuentro con una obra de arte, y también la extensión ó figura que predominó en la posibilidad de su recuerdo, renuevan mí durante la visita a la muestra de Ga- nuestra experiencia. La pintura de Ricar- rabito fue la intimidad. Arriesgo aseve- do Garabito nos permite traspasar el vín- rar que lo más interesante de este artista culo de lo real a lo fantástico, de lo verosí- es la mirada con la cual nos expone figu- mil a lo imposible, de lo finito a lo infinito. ras y cuerpos: en ella confluyen lo más ín- Esperemos que el tiempo renueve la lectu- timo y personal de la realidad con la que ra de su valiosa obra. Y es que invitamos él convive. Verbigracia, Cecilia 3 -uno de al lector a lo impenetrable, que, como afir- sus trabajos más interesantes- Los Rojas y ma Plotino, nada lo es, nada es opaco y la Pedro y Pedro, entre otros, reúnen un ar- luz encuentra la luz. Aseguro que nadie ca- quetipo de la mirada fantástica con la que minará allí como un extranjero. ◊ trata a sus personajes “que son uno y mu-

Cecilia 3, óleo, 1980. 1,60 x 1,30 Colección del artista, Buenos Aires

Páginas 8 ∙ 9 Reseñas › Música

Eat Me Drink Me Paul McCartney Marilyn Manson La búsqueda de la melancolía del gran artista Muchos afirman, fervorosamente, “que Notas Hace dos años, Paul McCartney sacó en Paul Auster el rock ha muerto”, como si la muerte, a (1) En “Los Cantos de Maldoror”, la multiplicidad de venta uno de los discos más interesantes Creía que mi padre los símbolos, que acaso parecen infinitos, devienen era Dios decir verdad, fuera el fin y no el principio del intento de representar imágenes oníricas, impo- de los últimos años, Chaos & Creation in de todas las cosas. Arriesgo conjeturar, en sibles. Esa misma reconstrucción, abordará también the Backyard, con una gran producción y todo caso, que es mejor que haya muerto, la forma de lo ambivalente, e intentará -de la manera un sonido devastador. Muchos suponían más ardua y desventajosa- trazar luces desde la oscu- porque, de existir todavía, se le estaría ma- ridad, evidenciar lo bello a través de lo monstruoso. (me incluyo entre ellos) que este trabajo tando y lentamente. Esto se repite en muchos de los pasajes del disco; en- era imposible de ser sobrepasado en su Marilyn Manson ha sido el primer hom- tre ellos recordaré: calidad; pues ellos estaban errados. Este bre que, frente a esta dialéctica indesci- “If I was your vampire año salió su Memory almost full, un dis- frable, ha cantado “Rock is Dead” -tema Certain as the moon co de trece temas, con una regresión, que Paul Auster incluido en el mejor de sus discos- devol- Instead of killing time solo parece ser memorística, de una bús- We’ll have each other Leviatán viéndole en cambio más que nunca la vida Until the sun queda de sonidos de su infancia y de los Los puntos fuertes de este disco son a este olvidado género. If I was your vampire años dorados “beatleros”. “House of wax (track 11); el final, con te- Lejos de sus mejores álbumes conceptua- Death waits for no one El disco comienza con un tema muy pe- mas seguidos desde el tema 8, tal como en Hold my hands across your face les, en donde la trilogía se hacía una obra Because I think gadizo, “Dance tonight”, y una repetitiva Abbey Road (salvando las distancias, cla- de las más completas, nos encontramos Our time has come”. mandolina que demuestra que no todo en ro está); la guitarra siempre tocada de ma- frente a este nuevo álbum, un tanto des- él es triste y tiene razones para ser escu- nera muy virtuosa y atinando a no dejar- esperanzados, ya que su último trabajo re- (2) El precedente artículo deviene significativamen- chado alegremente. Muestra por momen- se caer en la monotonía en cada uno de los sultó significativamente inútil. te de la representación actual del artista. De ninguna tos unas escapadas hacia el rock en su momentos y; finalmente, el arte de tapa Paul Auster Este disco, en cambio, con un título que ol- manera intenta quitarle mérito a su profundo men- buena forma, como se evidencia en “Only del disco que resulta interesante por su saje, u olvidar hechos que han sido verdaderamente La noche del oráculo vida lo alegórico, nos recuerda a muchos de aterradores. Conjeturo rápidamente, que su sinies- mama knows” y “That was me”. “You formato novedoso. sus trabajos anteriores, advirtiendo, quizás, tro disfraz, siempre ficcional, lo ha llevado a su per- tell me” parece ser un tema de lado B de Para poder llegar a este momento del gran el comienzo de un estilo del todo definido. dición. Un trabajo que intente desmenuzar el sistema Chaos & creation; esta es una balada muy compositor, y buscar en su tristeza interior educativo estadounidense (y del mundo entero) evi- Las letras de Eat me Drink me, aseveran denciará las harto conocidas trampas del sistema: en- preciosa, con una visión de un pasado per- no hace falta buscar simples y erróneas ra- aquel ávido lector, que, desde sus lecturas señanza de significaciones y lecturas primarias, re- dido, la búsqueda del amor no encontra- zones como el divorcio de su joven mujer, más variadas, reconstruye pequeños in- producción de las visiones dominantes, etc. El mundo do y una tristeza que arroja hasta el llan- o la pérdida de sus mejores amigos, como entero, por un instante, olvidó que la ignorancia es lo (1) fiernos al estilo de Isidore Ducasse. único que se comparte, y que la disfunción que ejer- to. Durante el intermedio de “Feet in the John Lennon y George Harrison, y su ma- Musicalmente, aún hoy más interesan- ce un personaje como Marilyn Manson puede desva- clouds”, juega con una parte de nuevos so- yor amor, Linda. Siempre el gran artista es Paul Auster te, por momentos regresa en temas como riar muchas de esas significaciones. Un estudio deta- nidos tecnológicos vocales, nunca antes melancólico por naturaleza, y esto lo com- Mr. Vértigo llado de las múltiples lecturas que se le pueden dar a “Evidence” a sus orígenes con “Spooky los trabajos de este artista, significaría enseñar cosas escuchados en melodías de Sir Paul; tam- prueba el tema más popular de todos los Kids”; y por otros, al pop que concilia en que perjudicarían la estabilidad de los Estados Uni- bién aquí se hace presente la muerte, así tiempos “Yesterday”, creado hace 42 años . Sin embargo, la in- dos. Pero la historia es una, tal como sentenció Ber- como en su penúltima canción, “The end por él mismo. Escuchemos como lo escu- nard Shaw, y seguiremos crucificando a Cristo, antes clusión de temas como “The Red Carpet de comprender el sentido de sus parábolas. of the end”. chemos siempre va a seguir sonando en Grave” -que será sencillamente inolvida- nuestros oídos a una inevitable melancolía.◊ ble- evidenciará lo novedoso, incorporan- do lo de arcaico que aún no existía, pero › Nicolás Cozzarín Paul Auster que de alguna manera ya se percibía. Tombuctú Menester entonces reconsiderar nuestro concepto sobre Marilyn Manson: un hom- bre que, aún ahora más gordo, y aún mu- chas veces ya gracioso, fue capaz de enga- ñarnos y, sobre todas las cosas, de ejercer aquella doctrina para muchos imposible: el terror. Eat me Drink Me nos devuelve a este fan- Ian Mcewan tasma, ya sin nada que oculte su verdade- En las nubes ra figura, para entretenernos y advertir- nos que la ficción ha finalizado: la lectura es simple, pero encantadora.(2) ◊

› Juan Arabia

Páginas 10 ∙ 11 ANAGRAMA Ensayo › Leopoldo Marechal

Por Juan Arabia Leopoldo Marechal I. II. fábrica de cortinas. caída en el lazo es un ripio- y a la métrica Imaginemos que mientras “Sí la realidad no estuviera íntimamente Poco duró su primera experiencia, ya que como al pantalón corto de la poesía. Ma- asociada a la vida interior del artista; al mes, y con tan solo trece años, el capa- rechal creía que el mundo se hacía nuevo leemos una composición en los si no cambiase de sabor, color y forma en taz lo sorprendió organizando una huelga por cada hombre que lo mirara. Su concep- primeros años de la escuela, cada estado de su espíritu, la obra en reclamo de mejores salarios. A partir to de belleza no era absoluto ni definitivo: nuestro maestro deja caer de arte sería una realización glacial, como de allí, hasta comenzar con sus estudios, para él la belleza se transformaba en cada su puño sobre el escritorio, y la de cualquier cámara fotográfica”. debió convertirse en agricultor. cambio de la sensibilidad humana. Leopoldo Marechal 1 Al graduarse de maestro comenzó a trabajar Y es que un texto, o más bien una obra li- exclama, fervorosamente: en la Escuela “Juan B. Peña”, en donde ejer- teraria, no deja de ser más que una puer- “¡éste niño será poeta!”. De su feliz infancia recordaremos que el ció la docencia primaria por veinte años. ta que nos conduce hacia una salida in- destino quiso darle un hogar modesto, en Simultáneamente, por aquellos tiempos, descifrable. Imaginemos también que el que nunca nada le faltaba y acaso mu- escribiría sus poemas iniciales publicados El arte, con la multiplicidad de sus infini- chas cosas le sobraban: el amor y cariño con el título de Los Aguiluchos; trabajo que tas lecturas, no es un camino ya hecho o de muy chicos, preferimos de su familia; los inolvidables viajes al jamás se incluiría en su bibliografía. Ofi- establecido, sino un camino por recorrer. caminar hasta el colegio y campo con su tío Francisco. cios complementarios, como él nos dirá En este último todo se enriquece, y el valor ahorrar los veinte centavos del Su madre era una ama de casa, y su pa- más adelante, ya que los niños son y serán de la obra reside en esa íntima capacidad. tranvía para comprar nuestros dre mecánico pero también un autodidac- necesariamente poéticos. ta rico en técnicas que fabricaba utensilios IV. primeros libros; alternar domésticos e incluso juguetes para él y sus III. Del aquél movimiento revolucionario, se nuestros partidos de fútbol hermanos: desde patines a manomóviles. De su amistad con artistas plásticos como desprenderá su primer viaje a Europa; por la peligrosa costumbre de Sin embargo, Don Alberto Marechal - José Fioravanti y Spilimbergo, y en cir- uno de los viejos sueños del poeta. En- contar sílabas con los dedos. como todos lo llamaban- fue víctima de la cunstancias que él denota como fortuitas cargado de llevar unos números de “Mar- gripe española, y murió hacia 1918. El tris- y misteriosas, se vio de pronto como in- tín Fierro” a España, se vinculó con los te episodio, en cambio, será recordado por tegrante de “Proa”, revista que dirigieron hombres de “La Gaceta Literaria”, y cono- Permitámonos imaginar, y Leopoldo como producto de las exigencias Guiraldes y Borges, entre otros. ció a Ramón Gómez de la Serna y Ortega mucho más, porque Leopoldo patronales que lo obligaron a salir prema- Poco después, los hombres de esta revista y Gasset. Sin embargo, lo que le urgía en Marechal llegó de la nada turamente de su convalecencia; ya que sin y otros fueron convocados como para una el fondo era llegar hasta París, ciudad en ellas, como Marechal retrucará más tarde, guerra cuando la Revista “Martín Fierro” la que más tarde frecuentará con los gru- un 11 de junio de 1900, para su padre se habría salvado. decidió entrar en una época revolucionaria, pos de artistas plásticos argentinos y eu- advertirnos y convencernos, El tesoro que nos esperará en la obra de es decir, posterior a la época Lugoniana. ropeos que revolucionaban la pintura y la entre muchas otras cosas, que éste gran escritor, tiene, como todos los te- El desencadenante de este hecho hoy ya escultura, entre ellos José Fioravanti, An- la aplicación del Evangelio soros, el corazón mismo del poeta: validar para muchos histórico, fue la llegada de Eu- tonio Berni, Spilimbergo y Picasso. Allí o invalidar sus fundamentos resultará tan ropa de Xul Solar y Pettoruti. La exposición profundizará y reafirmará las imágenes de Jesucristo resolverá todos inútil como querer ignorar el más profun- que realizaron éstos artistas en la Galería ultraístas y las metáforas renovadoras del los problemas económicos y do de los sentimientos; ellos hablarán por Witcomb, originó un escándalo local: los vanguardismo; imágenes que ya encontrá- sociales, físicos y metafísicos, sí solos, y ellos penetrarán, aún ignorán- artistas plásticos de retaguardia realizaron bamos en muchas de sus páginas, como 5 que hoy padecen todos los dolos, aún no escuchándolos, aún aunque una exposición paródica en pos de burla. en Días como flechas. los tape la tierra. Fue simplemente un llamado al comba- De regreso al país, y tras vivir las últimas hombres. La inclinación del poeta hacia el socialis- te: estaban Güiraldes, Girondo, Macedo- campañas de “Martín Fierro”, ingresó -con mo, y más tarde hacia el peronismo (su nio Fernández, Borges, Xul Solar, y otros. el fin de juntar dinero para volver a Euro- acto más criticado) nos hablará, sobre Todos ellos identificados por una voluntad pa- como redactor fundador en el diario todo, de Leopoldo Marechal: en la época renovadora, que buscaba restituirle al arte “El Mundo”, en donde trabajó hasta 1929. de su padre, aún no existían legislaciones toda su frescura, espontaneidad y su dere- Proyecto en el que posteriormente partici- obreras. Y es que en su obra incidirá nece- cho al eterno cambio. Como nos dirá Leo- pará Roberto Arlt, y que dará origen a su sariamente lo autobiográfico. poldo: “Más que literario, ‘Martín Fierro’ famosa sección Aguas Fuertes Porteñas. Al finalizar los estudios primarios, por fue un movimiento vital”.2 Junto a su gran amigo, el poeta Bernár- vocación natural eligió seguir el curso de De esta inolvidable batalla, recordaremos dez, fundará la revista “Libra”, de la que magisterio, para lo cual debería sin em- “Retruque a Leopoldo Lugones”3 ó “Filí- aparecerá sólo un número; y viajará nue- bargo esperar dos años. Pero como no de- pica a Lugones y a otras especies de an- vamente a parís en los años 30`, para reen- bía ni podía permanecer ocioso en una teayer”4, en donde, en referencia al verso, contrarse con los artistas plásticos. familia en donde todos trabajaban ardua- describirá a la rima como una ratonera Allí, donde vivió hasta 1931, planeó su no- mente, buscó trabajo como obrero en una del ripio -ya que toda metáfora accidental vela póstuma, Adán Buenosayres, obra que

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Un Juego de Muchachos ejercerá una notable influencia sobre la “Elbita”, como un feliz Robinson en su isla en el valor intencional que yo pongo al es- posterior narrativa hispanoamericana, desierta. Allí se dedicará a la lectura, a la cribirlas (...) Dentro de mi obra se ve muy La época revolucionaria de “Martín Fie- pero que no publicará sino hasta 1948. relectura, a la meditación y a la creación. claramente mi aceptación de Cristo como rro”, aquella que como advertíamos bus- Conocerá en su segundo regreso al país a Recordaremos aquí su novela El banque- mi único y suficiente redentor y la exalta- caba reintegrarle al arte toda su integridad María Zoraida Barreiro, una joven profe- te de Severo Arcángelo, que verá luz hacia ción de las palabras del Evangelio, que re- y frescura, no fue solamente una época de sora de letras, con la que se casará y ten- 1965, y Heptamerón (1966), cantos en don- leo constantemente y que propongo a mis conjeturas y batallas. Leopoldo Marechal drá dos hijas: María de los Ángeles y Ma- de nos encontraremos con los grandes te- amigos hasta marxistas, como la única so- recordará también aquél episodio, como ría Magdalena. mas de su obra poética: Dios, el amor, la lución para resolver los problemas huma- un momento muy feliz y divertido de su Ávido lector tanto de las epopeyas clásicas patria, la soledad, la alegría y la muerte. nos que tanto los preocupan”.8 vida. Este grupo de artistas, frecuentaban como de las sagradas escrituras, y del es- Desde lugares claramente opuestos, Ches- por las tardes el café Richmond de la ca- tudio de las líneas filosóficas de Platón, VI. terton9 vislumbrará un mismo fin entre lle Florida, y por las noches el Royal Keller, Aristóteles, San Agustín y Santo Tomás Leopoldo Marechal profesó la tarea de ser, San Francisco y Santo Tomás: a pesar del ubicado en Corrientes y Esmeralda. Las re- de Aquino, la evolución de su pensamien- sobre todas las cosas, un verdadero hom- alto contraste que existe entre el vagabun- uniones, muchas veces informales, termi- to, posteriormente dará un nuevo giro a bre. Incursionó con éxito y grandeza los gé- do y el estudiante, entre el aprendiz y el naban en juegos y abstracciones cotidia- su lírica, cuya profundidad conceptual neros del prólogo, del cuento, de la poesía, aristócrata, entre el más silvestre de todos nas, productos también, por qué no, de las tenderá a expresar sus preocupaciones de del teatro, de la novela, del ensayo, del di- los misioneros y el más suave de todos los mentes más brillantes: Oliverio Girondo, índole metafísica y religiosa. Ejemplo de bujo y la reseña. Fue un amante de los chi- profesores. Los dos realizarán una misma en una de esas noches, se puso a dirigir el ello serán Laberinto de Amor, que aparece- cos, pero sobre todas las cosas un amante obra, pero desde distintos lugares: el uno tránsito en la esquina de Callao y Corrien- rá hacia 1936 en dedicatoria a su esposa, y de la vida, de su país, de nuestro futuro. en el estudio, y el otro, en la calle. tes; Carlos de la Púa -”el malevo Muñoz”, sobre todo en Sonetos a Sophia, y su inol- Su obra aún reposa en silencio por muchos Marechal, sin embargo, anhelará recorrer como lo llamaban- se dedicó a arrancar to- vidable ensayo Descenso y ascenso del alma rincones, pero nos espera, incondicional- por ambas sendas, y nos dejará de testigo das las chapas de los dentistas y las parte- por la belleza, publicado hacia 1939. mente a cada uno de nosotros. Es nuestro a su obra, que también será única, indivi- ras de la famosa avenida. Asistían también deber y compromiso, divulgar su obra, y es sible, como la de estos dos tiernos e inolvi- a las recepciones de personajes literarios V. un honor, acaso, llevar el nombre de su úl- dables santos. ◊ extranjeros, disfrazados con barbas posti- “No me aparté: Me apartaron”6 tima novela: Megafón (o la guerra). zas de alquiler. Leopoldo Marechal Hacia 1969, un año antes de su muerte, el Algunos aseveran que tales hechos res- escritor nos decía: “Mi obra, si no es reli- pondían a simples diversiones; ocasiones Durante el gobierno del presidente Juan giosa en la exterioridad de sus temas lo es circunstanciales que parecían más bien Domingo Perón, época en la que también un juego de muchachos. Pero detrás de ta- comenzarán a circular muchos de sus les actos, se ocultaba, ésa misma predispo- DEL ADIÓS A LA GUERRA1 poemas en antologías y volúmenes colec- sición revolucionaria, que intentaba, como 1. Marechal, Leopoldo: “El alma de las cosas inanimadas de Enrique Gonzáles Muñón”, en Leopoldo Marechal ¡No ya la guerra de brillantes ojos, tores, el escritor será invitado a colaborar Obras Completas V, Libros Perfil, Buenos Aires, 1998, p.419. ya se ha dicho, devolverle al arte toda su La que aventando plumas y corceles en diversos cargos culturales. 2. Andrés, Alfredo; Palabras con Leopoldo Marechal, Editorial Ceyne, Buenos Aires, 1990, p.27. ingenuidad. 3. En Martín Fierro, Buenos Aires, a.II, nº 26, 29 de noviembre de 1925. Dejó un escalofrío de broqueles Sin embargo, sufrirá una fuerte conmo- Cuando nos comprometemos con algo en 4. En Martín Fierro, Buenos Aires, a.III, nº 32, 4 de agosto de 1926. En los frutales mediodías rojos! ción, ya que su esposa morirá inesperada- 5. En Los Aguiluchos (1922), mostraba todavía reminiscencias del modernismo y del simbolismo; mientras que toda su plenitud, la realidad, por sí sola, mente hacia 1947. Desdichado, y sin inte- en el libro citado, o en Odas para el hombre y la mujer (1929) su poesía adoptará formas más experimentales. también cambia, evidenciando en ella 6. Marechal, Leopoldo: “Distinguir para entender”, en Leopoldo Marechal Obras Completas V, Libros Perfil, Bue- Si el orgullo velaba sus despojos reses por la vida, se encerrará y concluirá nuestro más fiel de los reflejos. nos Aires, 1998, p.338. Y el corazón dormía entre laureles, con su postergada novela, a la que dará fin 7. La aparición de Adán Buenosayres, suscitará perversas crónicas de sus compañeros y amigos, de ideas políti- El Martinfierrismo fue, como ya se dijo, ¡Mal pude, Amor, llegarme a tus canceles, y publicará al siguiente año.7 cas contrarias a las del escritor. En medio del gran silencio, sólo una voz aparecerá para alabarla, y será no me- un movimiento vital; y los hechos adapta- nos que la de Julio Cortázar, en un artículo de la revista Realidad. Tocar aldabas y abolir cerrojos! Viajará de nuevo a Europa, pero antes co- 8. Rosbaco Marechal, Elbia; Mi vida con Leopoldo Marechal, Editorial Paidós, Buenos Aires, 1973, p.191. rán el alma que le prestó el artista: la rea- nocerá a su eterno amor: Elvia Rosbaco, 9. Chesterton, Gilbert Keith: “Santo Tomás de Aquino”, en G. K. Chesterton Obras Completas IV, José Janes Edi- lidad no podrá ser más que un estado de ¡Armaduras de sol, carros triunfales, con quien compartirá sus días hasta el fin. tor, Barcelona, 1952, p.920. su espíritu. ◊ Otros dirán la guerra y sus metales! Por esos años iniciará con sus creaciones Yo he desertado y cruzo la frontera teatrales, entre las que se destacarán Antí- gona Vélez (1951) con la que ganará el Pri- Detrás de mi señora pensativa, mer Premio Nacional de Teatro, y Las tres Porque, a la sombra de la verde oliva, cartas de Venus (1952). Su bandera de amor es mi bandera. Con la caída de Perón hacia el 55`, tras el Golpe de Estado, comenzó su período de “proscripción literaria”. Aislado, olvidado y 1. Lúcida, hospitalaria y por sobre todo generosa, María de los Ángeles ignorado por los círculos literarios e inte- Marechal obsequió para nuestro número inaugural de Megafón, uno de lectuales, pasará diez años de encierro con los poemas predilectos de su padre: Del Adiós a la Guerra, lo cual nos ennoblece e incluimos en honor a su memoria.

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Cool Hand Luke Inland Empire El sonido del silencio Por Nicolás Belinco

Nacionalidad: USA Nacionalidad: USA, Nacionalidad: USA, Gran Bretaña, Año: 1967 Polonia, Francia Hungría Director: Stuart Rosenberg Año: 2006 Año: 2006 Guión: Donn Pearce, Frank Pierson Director: David Lynch Director: Agnieszka Holland Intérpretes: Paul Newman, Guión: David Lynch Guión: Stephen J. Rivele, George Kennedy, J.D. Cannon, Intérpretes: Laura Dern, Jeremy Irons, Christopher Wilkinson Lou Antonio Robert Drivas, Justin Theroux, Harry Dean Stanton Intérpretes: Ed Harris, Diane Kruger, Ma- Strother Martin tthew Goode y Ralph Riach.

El monumento a la tonada del sur de los esta libertad, la deja entrever en su sem- Y sí, Inland Empire es oscura, complicada Así se titula en el alemán original “La Pa- tuaría hoy, con todo el prestigio que estos Estados Unidos, eso es este film. La tra- blante, y nadie –ni espectadores ni guar- y larga. En esta oportunidad, las trampas sión de Beethoven”, cuya historia se ini- 200 años le han dado, si reviviera y se cru- ma que se desarrolla en un centro de de- dias- le cree cuando, a su llegada, descarta del director son principalmente incompa- cia en Viena, una semana antes del estre- zara con el cantante de Coldplay. tención con Luke (Paul Newman) como ser un problema para el penal. Deja du- tibilidades de tiempo, lugares y persona- no de la Novena Sinfonía del compositor El manejo de los motivos musicales en el protagonista acompaña tímidamente las rante su estancia momentos inolvidables, jes, al igual que en Lost Highway (1997); y musical. Es muy difícil arruinar desde la film es admirable. La música no intenta declamaciones, amenazas, explicaciones como el duelo mano a mano que resiste al igual que siempre. Puede agradarnos de narración los preparativos para semejan- acompañar las imágenes que se suceden, y lamentos de jefes, guardias e internos. poniendo la otra mejilla, y el desafío de co- alguna manera el film, pero a condición te evento y, en este caso, la promesa que sino que se erige en otra manera de expre- Sus parlamentos son lanzados de mane- mer 50 huevos en una hora. de jugar a lo que a esta altura es el jue- anuncia por sí misma la elección de un sarse lo mismo; puede estar satisfecha la ra tal, que sugieren ser producto de almas La Naranja Mecánica (1971) y Atrapado sin go de Lynch. Si, por momentos, nos inco- tiempo y un lugar en la historia es además polaca Agnieszka Holland de haber diri- determinadas, con el aplomo que confiere salida (1975) son otras dos maneras elegan- moda el sentimiento de estar frente a una respaldada con valentía y belleza. Inclu- gido una pieza a la altura de la voluntad la experiencia concreta y la vida simple. tes de resolver el conflicto de Cool Hand historia gratuitamente inexplicable, sere- so el desobediente protagonismo que se le de Beethoven, en el sentido de “conectar Si se ha escuchado previamente Civil War Luke. La pregunta es acerca del dominio némonos; no es un texto de Lacan. Aten- intenta dar a una copiadora de partituras las almas de las personas”. Así nos unen de Guns n’ Roses, sorprende la aparición sobre la conducta humana y, principal- damos a la belleza de las imágenes y a los de 23 años es justificado por su fresca pre- en una lágrima Harris y Diane Kruger – la del extracto introductorio del tema en mente, el fuego vital de cada uno. Podría símbolos, que nos hablan por sí mismos y sencia, que augura, en los últimos años hermosa Anna Holtz – en la representa- boca del jefe del centro de reclusión, que también indagarse cómo es que estos pro- construyen una moralidad definida. de vida del genio, si se quiere, un resarci- ción de la Novena, también cumbre para fundamenta sobre una falla en la comuni- tagonistas son siempre nuestros héroes. ◊ En la película hay una prostituta norte- miento ficcional para un viejo y pasional la fusión espiritual que se gesta entre sus cación y la incapacidad de llegar a ciertos americana y una polaca. Las dos son Lau- hombre solitario. personajes. Anna aparece como apunta- hombres con un mensaje. Aunque válido, ra Dern, que también es actriz y se en- Se trata de una película para disfrutar y dora del Maestro, sordo para los sonidos el pensamiento del jefe del centro es par- cuentra interpretando una película. La reír con Ed Harris, que interpreta el pa- mundanos, pero sobrepasa esta misión cial y representativo de una postura, fren- polaca es un personaje de cierta diégesis pel de Ludwig van imprimiéndole en todo para llegar a ser ambos el mismo fluir que te a la que el espíritu libre tiene necesaria- ficticia y, eventualmente, fue asesinada, al momento la confianza plena de ser Bee- revolucionaría la música para siempre. mente que reaccionar. Luke es símbolo de igual que su amante. La norteamericana, thoven. Nos entrega un personaje que vive Entre otras enseñanzas memorables, “El tal vez más real, sufrirá el mismo desti- con esa certeza rotunda; la de saber cuál Sonido del Silencio” aclara qué es un artis- no y se mezclará con la anterior, víctima es exactamente su función en el mundo: ta; aquél cuya voz interior, accesible única- de un conjuro maligno. Esta circularidad leer los labios de Dios. Desde este pedestal mente dejando de lado los sonidos ajenos, intencional sea, quizás, una alegoría que legítimo convive con la gente de todos los le permite y casi obliga a juzgar terminan- recuerde la justicia poética. O no. En defi- días. Para ser claros, el personaje de Ha- temente sobre las cosas. Hágase justicia y nitiva, Lynch decidió el título de la pelícu- rris se dirige a los de su tiempo en el siglo comprendan los tibios estudiantes de las la atendiendo a que le gustaban mucho las XIX como el mismísimo Beethoven ac- artes la profundidad de este manifiesto. ◊ palabras Inland y Empire. ◊

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Variaciones Meyerhold Un enemigo del pueblo

Los espectadores están en la sala, la puer- compleja enunciación preformativa que ex- Basada en la obra de Henrik Ibsen, y dirigi- ta se cierra. Una silla de madera es La es- plica los aspectos más trascendentes de la da por Sergio Renan; esta maravillosa adap- Un enemigo del pueblo cenografía. Por un costado del escenario construcción teórica meyerholdiana sobre tación se presentó en el Complejo Teatral entra Meyerhold, se sienta y nos mira a los el teatro y, a su vez, los ejecuta. San Martín. Autoría: Henrik Ibsen ojos con detenimiento, las luces se apagan Más allá de los pasajes dedicados a la carrera Adaptación: Sergio Renán por completo, la oscuridad molesta, gene- de Meyerhold, la obra muestra a un hombre En el año 1882, Henrik Ibsen habría escrito ra interrogantes, se escuchan los prime- inmerso en la cotidianeidad que permanen- Un enemigo del pueblo, obra en la cual se Elenco: ros sonidos y comienza la función. temente explora la sensibilidad humana, relatan los avatares que Tomas Stockmann Valentino Alonso, Pablo Alvarenga, Patri- Pavlovsky invita a introducirnos al mundo convencido del potencial revolucionario del y su familia deben atravesar tras un descu- cia Becker, Sergio Boris, Luis Brandoni, de Emilevich Meyerhold, uno de los refe- desarrollo de la imaginación creadora. brimiento que pone en peligro a su comu- Marina Cohen, Gabriel Conlazo, Juan Ma- rentes más importantes del teatro ruso del La representación pasa de los gags cómi- nidad. Se trata de la historia de un hombre nuel Fernández, Mariano Fernández, Maia siglo XX, y lo hace desde la propia teoría cos al drama con notable naturalidad. La que lucha por la libertad de expresión y por Francia, Mario Fromenteze, Stella Galazzi, de este director. Sin texto escrito, la obra destreza escénica de Pavlovsky lo convier- el bienestar común en un contexto amena- María Celeste Gérez, Lucas Krourer, Lu- se desarrolla desde la puesta en juego de te en un orador ideal que cautiva al espec- zado por la corrupción y el autoritarismo. ciano Linardi, Marta Longo, Andrés Mar- los conceptos más importantes propues- tador de la misma manera que lo empuja La historia no peca de compleja, cierta- tinez, Kevin Melnizky, Leonardo Méndez, tos por Meyerhold: improvisación, imagi- a reflexionar. Empuja porque en la cons- mente; más bien su trivialidad es tan sólo Montenegro, Héctor Nogués, Manuel No- nación, biomecánica, todos los puntos cla- trucción dialéctica planteada, la indiferen- un pretexto que hace de parábola para de- voa, Pepe Novoa, Horacio Peña, Pablo Ri- Variaciones Meyerhold ve del teatro de la convención conciente, cia parece no ser un recurso válido para el jar entrever el verdadero mensaje de la naldi, Nicolás Rodríguez Ciotti, Alberto De Eduardo Pavlovsky tal como fue denominada por el autor. público, sencillamente porque sobre el es- obra: el doctor y filántropo Stockmann Segado, Eduardo Silva Correa, Daniel Te- Meyerhold promovía la libre interpreta- cenario está Meyerhold. ◊ descubre que un peligro inminente de deschi, Lorena Vega, Jorge Velurtas, Mar- Elenco: ción de los espectadores y la utilización de contaminación amenaza a las aguas del cos Woinski, Julieta Zylberberg. Eduardo Pavlovsky elementos simbólicos en las obras; pen- › Leticia Castro balneario que pertenece a la ciudad en la Susana Evans saba que la singularidad era fundamen- que habita. De allí en más se desatará el Vestuario: Mini Zuccheri Martín Pavlovsky tal, en consecuencia, no comulgaba con conflicto y la lucha de poderes, se darán Escenografía: Graciela Galán Eduardo Misch el ideal del realismo socialista propuesto lugar a las contradicciones y a la puja en- Iluminación: Eli Sirlin Dirección: en la rusa stalinista. A pesar de ser mili- tre los ideales utópicos de un hombre y la Musicalización: Sergio Renán Martín Pavlovsky tante comunista, su metodología de traba- amenaza de las autoridades, quienes pre- Sonido: Sergio Renán jo fue blanco de enardecidas críticas. En tenden generar el miedo y el sometimien- Dirección: Sergio Renán 1938 fue encarcelado y torturado, dos años to entre los habitantes. más tarde lo fusilaron. Las interpretaciones de los personajes me- Variaciones es una mirada sobre la vida recen una mención aparte, destacándose de este genio ingenuo y su trágica muer- las actuaciones de Luís Brandoni (quien te, una mirada que, sin embargo, juega con encarna a Tomás), Pepe Novoa y Alberto una multiplicidad de sentidos. La obra bien Segado. Estos tres conjuran un trío excep- puede leerse como la biografía de Meyer- cional, desbordando autenticidad y conmo- hold, como una clase teórica sobre su con- ción, y dejando en el espectador una sensa- cepción teatral o como una suerte de puen- ción general de emoción, verdad, empatía, te que une a los crímenes del stalinismo y una invitación para la reflexión. con los de la última dictadura militar ar- Resulta sorprendente la actualidad que gentina. De todas maneras, tomaría el ries- permanece en la temática. Tal parece que go de afirmar que la (a)puesta de Pavlosvky los mismos motivos siempre permanecen es integradora de estas tres lecturas y, por merodeando, y suelen ser objeto de repeti- qué no, de otras más. El gran acierto del ción en las artes; en este caso, no podemos dramaturgo es hacer de cada función una decir que contamos con una excepción. ◊

› Marina Dragonetti

Gane dinero desde su casa www.liberty-and-travel.net/nahuel/es Páginas 18 ∙ 19 Fotografía

Nadar: Por Marina Dragonetti la bohemia en fotografías. Lo revolucionario en Nadar

1 Nadar fue uno de los grandes En “Enoch Soames” , Max Beerbohm seria habilidad de innovación para atraer a 1. 2. pioneros de la fotografía en describe a un escritor por demás frustra- la clientela contemporánea. En este senti- Nadar puede ser considerado un espíritu do con su vida y profesión; alguien que do puede Nadar ser considerado como un revolucionario en varios aspectos. En pri- el siglo XIX, sus retratos de se encuentra turbado por la posibilidad de antecesor del artista moderno, tan preocu- mer lugar, se puede destacar que él es uno los personajes más destacados quedar en el olvido, de ser uno más en la pado por el valor y la originalidad artísti- de los pioneros en el tratamiento artísti- del momento pueden ser historia y, en fin, de resultar insignifican- ca de la obra, como por las regalías que le co de un medio como la fotografía. Hasta considerados documentos te para la posteridad. Tal es la desespera- permitían vivir de su trabajo. el momento el nuevo medio era más consi- ción que embarga al personaje, que deci- Como muchos de los artistas de su épo- derado como objeto de curiosidad técnica, invaluables, así como obras de de entregar su alma al diablo para poder ca, Tournachon comenzó por fotografiar que como medio de expresión. Será él uno fantástica expresión artística. realizar un viaje imposible hacia un fu- a personajes allegados a su círculo, per- de los primeros que incorporará los conoci- turo inimaginable en donde por fin ates- tenecientes a la bohemia. Sus modestos mientos estilísticos y el realismo pictórico tigua su mediocre porvenir. Si Nadar hu- comienzos devienen en fastuosos cuan- para la construcción de su obra. Cuando la biera decidido vender su alma al diablo, su do se convierte en parte de la elite de in- fotografía se consolida como nuevo medio condena en las fauces del infierno hubiera telectuales, e inaugura un exclusivo es- artístico, Nadar también consigue desigua- valido la pena. tudio fotográfico en la Rue Saint-Lazare; larse: a diferencia de los artistas contempo- Cuando Gaspard Félix Tournachon era un su afamada reputación lo lleva a retratar ráneos, Tournachon olvida la pose y los or- 3. 4. 5. niño, seguramente no imaginó una adul- a miembros de la elite de artistas e inte- namentos y se concentra en la austeridad tez popular y mucho menos una poste- lectuales parisina como Charles Baudelai- de la imagen y el poder expresivo del rostro; ridad célebre. Todavía en sus años de ju- re, Sarah Bernhardt, Víctor Hugo y Émile de allí su calidad de estética precursora. ventud, y siguiendo aquellos impostados Zola, entre otros. El afán por la innovación también lo lle- legados familiares, se abocó a un futuro Es un privilegio el que esos retratos pue- va a experimentar con nuevos recursos y en la medicina, pero pronto descubriría dan hoy ser contemplados desde nuestra técnicas como la de la luz artificial, y da su afición hacia las artes, con su primera mirada contemporánea, ajena a toda inge- inicio a ésta práctica, fotografiando las amistad para con la literatura. Quien di- nuidad con respecto a lo tecnológico, pero catacumbas de París. Precursor de la fo- ría que precisamente la quiebra familiar, que puede recuperar parte del sentido y la tografía de vista aérea, logra llevar éstas sería la que lo arrastraría hacia París, en expresión artística de la obra. Ante aque- imágenes a cabo desde “El Gigante”, globo dónde comenzaría su carrera como perio- llos retratos anquilosados y teñidos de his- estático que construye para tal fin. dista, escritor, aeronauta y caricaturista. toria el paseo no pasa inadvertido, devie- Por otra parte, es el primer artista fotógra- Nadar formaba parte de aquél reducto lú- ne en un encuentro único entre un pasado fo que se consolida comercialmente y que gubre y romántico: la bohemia, ese escon- y un presente significativamente distan- logra el éxito económico a través de su tra- dite en donde se filtraban aquellos poetas tes; el uno romántico, inexperto y utópico; bajo artístico. Como ya dijimos, constituye malditos, verdaderos marginales, proleta- el otro, eminentemente posmoderno, im- uno de los antecesores del artista moderno, rios intelectuales2, esos reticentes artistas pávido, que todo lo ha visto, pero que no el cual deja atrás las relaciones de mecenaz- que se negaban a vivir la ascética vida bur- por eso puede dejar de reencontrarse con go, para forjarse como artista independien- guesa y que consideraban al arte no como la ingenuidad. ◊ te, libre de presiones religiosas y políticas. mercancía, sino como expresión invalua- ble del espíritu. 1.En Antología de la literatura fantástica, J.L. Borges; 1. Héctor Berlioz (1859). Empujado por las necesidades económi- A.B. Casares; S. Ocampo. Editorial Sudamericana 2. Charles Baudelaire, se especula que hacia 1860. cas, adquiere un equipo fotográfico para (2006). p. 25. 3. Sarah Bernhardt (1860). 2.La fotografía como documento social, Gisèle Freund, 4. Autorretrato: (1865). desempeñarse como retratista, profesión p. 38. 5. Su esposa (Ernestine Nadar): No se sabe bien la fecha, se especula que fue por el año 1854. que adopta no sin reticencias, paradójica- mente. Pero Nadar no era cualquier ama- teur interesado por las novedades técnicas, sino que adoptó a la fotografía como for- ma artística y conjugó su talento con una

Páginas 20 ∙ 21 Ensayos › Charles S. Peirce

Por Juan Arabia Nota sobre Charles Sanders Peirce “Podemos, pues, definir el Aún los datos biográficos son menester de el día de mañana…? Sin embargo, esto se- orden de lo real esta palabra puede signifi- arte justamente como otra circunstancia. Podemos decir tan solo ría alejarnos de su teoría, ya que en ella car muchas otras, pero siempre que remi- que Charles Sanders Peirce era un hombre caben el tiempo y la sucesión entre las co- tamos a ella caemos en el mundo que no la consideración de las cosas de una genialidad un tanto extraña para sas. De todas formas, su obra concluye en existe, en el mundo de lo oscuro y lo fal- independientemente del quien desconozca las doctrinas de la lógica Dios, y solo Dios como signo final e irre- so. Aquí ya no comprendo a Peirce. Pero principio de razón, en oposición y las matemáticas. También, puede agre- versible. Allí nos detenemos un instante, puedo afirmar, en cambio, que allí sí lo a aquella otra manera de garse, que quien hubiere olvidado las ca- y podemos pensar en Coleridge y su sue- comprendo en su totalidad. En este último tegorías kantianas, sentirá una necia e in- ño, en el que todo desaparecía lentamente punto vuelvo a pensar en la Doctrina del considerar lascosas, que es la descriptible culpa al enfrentarse a su obra. hasta que solo quedaba el lugar en donde Zenón y su irremediable sentencia del in- vía de la experiencia Yo he llegado al autor, más bien, por infe- él estaba; allí mismo despertó de la pesa- finito. Allí pienso en Berkeley, y en todos y de la ciencia. rencias alejadas a mis gustos o pretensio- dilla. Pero ese sueño no es el soñado por los idealistas. Allí la conjunción se hace nes. Sin embargo, el estudio de su teoría Peirce, sino por un poeta inglés admi- do un error por parte de Peirce al confun- necesaria. Una primera diferencia sería Arthur Schopenhauer, El mundo como produjo en mí una situación extraña, des- rador de Shakespeare. Entre esas líneas dir la psicología “que asocia” con las pro- discriminar entre los distintos propósitos, voluntad y representación. pertando curiosidades y, en el mejor de los cabe una diferencia; porque Peirce no es posiciones fantásticas de William Blake, sin caer en la trampa de reducir lo contra- libro tercero, §§ 36 y 37 casos, evidenciando características de mi un soñador ni un poeta, sino un hombre por ejemplo, o el manuscrito de Jorge Luis rio a meras contradicciones. La diferencia forma de pensar, de mi manera de enten- que encuentra al idealismo como un ar- Borges incluído en Otras Inquisiciones: no puede ser más que otra palabra: exis- der y percibir la realidad. Fuera de su for- gumento de dudosa validez. En un escrito “Nueva refutación del tiempo”. La meta- tente e inexistente, verdadera o falsa. Pero ma de escribir – forma que bien podría juz- sobre Berkeley, dictaminó una sentencia física de Macedonio Fernández o la del ningún mundo es punto de partida de garse – la lectura que ofrece es lenta, por un tanto injusta, que esconde una sonri- mismo Samuel Taylor Coleridge, son más ninguna de ellas, como tampoco es porta- momentos abominable. Sin embargo él no sa un tanto más arbitraria que la misma ricas y comprometidas que una teoría so- dor de una salida o muchas de ellas. era un literato, sino más bien un pensador arbitrariedad con la cual ejecuta su críti- bre los signos o sobre la construcción ob- Así Borges le temía a los laberintos. Leo- de fundamentos cientificistas. Entonces, ca. Él nos decía, en referencia a Hume y jetiva del conocimiento humano. Esta úl- poldo Marechal, en cambio, proponía la la pregunta que aquí se desencadena es tri- Berkeley “Pero ni él, ni ningún otro, han tima distinción, simplemente asevera la salida por arriba de ellos. Sin embargo, el vial pero necesaria: ¿Quién escribirá una desarrollado el nominalismo de manera diferencia sustancial de la simpleza de lo laberinto deja de ser laberinto, a partir del nota sobre Charles Sanders Peirce que no absolutamente consecuente; y puede afir- real y la multiplicidad de lo fantástico. Evi- momento que comprendemos que esta- guarde una intención empirista o pragmá- marse con toda seguridad que nadie lo dentemente, cuando se trata de entender mos dentro de él. ◊ tica? Es necesario que hoy en día se hablen hará, a menos de reducirlo al absurdo”1. o comprender alguna de ellas, la primera más sobre estas cosas. Una cita de este au- Ahora, yo no encuentro absurdo a ningu- resultará verosímil, la segunda imposible. tor no solo tiene que reconocerse por la no de los autores que antes nombre. Aun- La ciencia debe encargarse por entender misma materia que éste trata. Es necesa- que el materialismo ni el idealismo sig- los fenómenos humanos en lo que impli- rio también validar o invalidar sus funda- nifiquen algo hasta que hablemos mejor que un progreso o compromiso real sobre mentos, y puede que, entretanto también, de una conjunción entre ambos térmi- lo que sucede. Puede comprender lo que su lectura sea entendida como un punto nos –como enseño el maestro Schopen- sucede por fuera del hombre, sin por con- en común entre un momento de felicidad hauer en su obra fundamental El mundo trario, dictaminar una sentencia del ab- o un momento de espanto. como voluntad y representación– entien- surdo. Los artistas encontrarán nada en A éste hombre le gustaba pensar, que el › las palabras de Peirce, tanto como este úl- conocimiento era algo exterior al hombre. 1 Ch. S. Peirce, «Fraser’s The Works of George Berke- timo encontrará muchos menos –bajo su Le gustaba pensar que todo lo que existe ley», Writings of Charles S. Peirce entender- en un libro nominalista o como y todo lo que “representa”, era por y nada quiera llamarle. Sin embargo, su teoría, a más que signos. Hasta el hombre entiende pesar de dejar afuera al hombre, concluye al hombre como un signo. Sin ir más le- en Dios, otra invención del hombre. Aun- jos, y la redundancia es innecesaria, todo que eso sea una sólida propuesta, no sabe- signo es también otro signo. Esto guar- mos tampoco bajo que términos el orden da una distinción entre categorías, pero de lo divino remite para él en tanto una es bonito pensar en las simplificaciones. creencia “ideal” ó como la última palabra ¿Qué pasaría si desapareciera la tortuga o de un diccionario. A mí me gusta pensar Aquiles?, ó, mejor dicho, ¿Cuán lejos esta- en Dios como el fin de todos los argumen- rá el castillo de Kafka el día de mañana, y tos, como el fin de toda alegoría. Bajo el

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Topor, Roland El Quimérico Inquilino. Novela. Capítulo 17. Los preparativos Roland Topor

“Trelkovsky se despertó molido. Le dolía posapies de loza y su cabeza desaparecía Venía soplando en una inmensa trompa. todo el cuerpo. Su lengua había descu- dentro del inmundo agujero del water. Los sonidos que emitía eran parecidos a bierto un diente roto y se ensañaba inten- ¿Qué estaba haciendo? En ese momento los de los pedos. tando pulir los bordes. Escupió un delga- levantó la cabeza. Su cara exhibía una ex- Apareció entonces, procedente de la por- do hilo de sangre. El hilillo se estiraba y presión bestial. Miró fijamente a Trelkovs- tería, un león coronado. Era evidente que estiraba del suelo a su boca hasta conver- ky y sonrió de forma repugnante. Sin de- se trataba de una piel cosida, en cuyo in- tirse en un filamento, una línea imagina- jar de mirarle, la mujer metió la mano en terior se escondían dos vecinos. Sobre el ria que se negaba a romperse. el sumidero, le sacó llena de excrementos león iba montado un muchacho que ya ha- La cómoda, el armario, las sillas, todo es- y se embadurnó la cara a conciencia. Otras bía visto en otra ocasión. Dos mujeres ves- taba tal como lo había dejado. Una co- mujeres entraron después en el retrete y tidas de blanco se dirigieron al encuentro rriente de aire entró por el hueco de los procedieron de manera semejante.(...) del león. Al llegar a él se introdujeron por cristales rotos. Los vecinos no le habían A Trelkovsky le pesaban los párpados y ya una abertura de la piel y, a juzgar por los amordazado. Habían cometido un error. no tenía fuerzas para ahuyentar los sortile- sobresaltos del animal, Trelkovsky com- Decidido a no claudicar, llenó sus pulmo- gios. Era consciente de que estaban destina- prendió que allí se estaba celebrando una nes de aire para gritar. dos a minar su resistencia, pero ya no podía orgía. El hombre de la trompa agarró la Pero no le dio tiempo. Un torrente de mú- eludirlos. Estaba demasiado débil, demasia- cola del león y empezó a tirar de él para sa- sica brotó al unísono de todas las venta- do consumido, demasiado enfermo. carlo fuera del escenario. nas del inmueble. Los aparatos de radio Ahora era el patio el escenario de la se- Tres hombres enmascarados entraron en emitían la novena sinfonía de Beetho- guiente representación. ese momento. Trelkovsky descubrió con ven a todo volumen. Trelkovsky gritó, pero Un vecino vestido con mono de trabajo horror que uno de ellos se le parecía. Los sus gritos de socorro se ahogaron en me- daba vueltas en bicicleta. Describía cír- tres personajes se quedaron inmóviles, for- dio del estruendo. Se habría contentado culos y ochos. Cada vez que pasaba bajo mando un cuadro viviente de oscura signi- al menos con no tener que escuchar por su ventana le dirigía una amplia sonrisa y ficación. Permanecieron en la misma posi- más tiempo aquella música que aborrecía, le guiñaba el ojo. Habían atado una cuer- ción durante casi una hora. El sol se puso, pero no era posible. Penetraba con la co- da al sillín. La cuerda arrastraba un ma- y después llegó la noche y la oscuridad. rriente de aire, aprovechando la ausencia niquí de cera con cuerpo de mujer. (...) El Los cascos de un caballo resonaron en el de cristales. maniquí brincaba con las irregularidades patio. La novena sinfonía estallaba. Desbordaba del terreno y sus brazos se movían produ- Trelkovsky se estremeció. una felicidad estúpida, una alegría de gran ciendo una ilusión de vida. Pero la cera se Alguien golpeó suavemente en su puerta. guiñol. Novecientos coristas y músicos se estaba derritiendo rápidamente y el mani- ¿Ya? No era posible, el verdugo estaba to- regocijaban ante la inminente muerte de quí se deterioraba al contacto con el sol. davía bajándose del caballo. Una hoja de Trelkovsky. Un delicado homenaje a Simo- La mujer iba desapareciendo como corroí- papel blanco se deslizó bajo la puerta. (...) ne Choule, sin duda: a ella le había gusta- da por un ácido. Cuando ya no quedaban ¿Vendrían a ayudarle? ¿Tenía un aliado en do tanto Beethoven... Aquello le cegó de ra- más que dos piernas a remolque de la bi- la casa? Cogió el papel con desconfianza. bia. Se propuso destruir sistemáticamente cicleta, el vecino hizo un gesto irónico a Era una hoja de papel de carta perfuma- lo poco que quedaba de Simone Choule. Trelkovsky antes de desaparecer. do. La desdobló cuidadosamente. Había Las cartas y los libros. Desgarró y redujo a Después salieron dos hombres que lleva- tres líneas escritas con letra femenina. No pequeños pedacitos de papel aquellos do- ban un enorme pescado ensartado en un pudo descifrar lo que decían. Los caracte-

cumentos que tanto le habían fascinado. largo palo y dieron varias vueltas al pa- res de las letras debían de ser sánscritos o “Roland Topor (1938-1997) fue un pintor, escritor y cineasta Francés conocido por el carácter surrealista y volun- Una furia impotente, de animal caído en tio. Al cabo de un rato se detuvieron, tira- hebreos. Entonces preguntó en voz baja a tario de sus obras. Pertenecia al Grupo Pánico, junto a Alejandro Jodorowsky, y Fernando Arrabal, entre otros. una trampa, se había apoderado de él. Se ron su carga al suelo y se quedaron miran- través de la puerta. Alternará su obra entre los campos del dibujo, el cine, el teatro y la literatura en una variada gama de papeles - autor, escritor de ópera romántica, guionista, actor, director, autor de canciones, fotógrafo,- pero siempre mante- le cortó la respiración, y al cabo de un rato do fijamente a Trelkovsky. Entonces, sin -¿Quién es? niendo un característico estilo de humor y terror negro y grotesco. Su novela “El Quimérico Inquilino” será lle- empezó a tener hipo. Fue a sacar los inci- prestar atención a lo que estaban hacien- Una respuesta llegó a sus oídos, ininteligi- vada al cine por Roman Polanski hacia 1976.” sivos del agujero. Esta vez fueron dos ca- do, se pusieron a vaciar el pescado. Las en- ble. Trelkovsky repitió la pregunta, pero lo ninos los que cayeron en su mano. Tre- trañas se iban acumulando, y pronto hubo único que pudo escuchar fueron los rápi- lkovsky los miró con espanto y corrió a la un pequeño montón junto a ellos. Acaba- dos movimientos de una huida precipita- ventana para tirarlos al patio. Pero, al aso- da la faena se echaron a reír complacidos y da. Alguien se acercaba, sin duda. marse para poder lanzarlos lo más lejos se engalanaron los cabellos con las tripas Efectivamente, al cabo de unos instantes, posible, le llamó la atención el espectáculo del pescado. (...) una llave giró en la cerradura”. que tenía lugar en los W.C de enfrente. Después se alejaron a la pata coja, como si Una mujer que nunca había visto acaba- fueran dos niñas pequeñas. ba de entrar. Estaba de rodillas sobre los Uno de ellos reapareció casi al momento.

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“La una y mil noches” Empty rooms Acerca del Escritor Imaginación Por Alejandro César Alvarez (un cuento sobre Bagdad) Por Juan Mattio Por Samuel Forkyas Por Luciana Mellado

Desde las copas de los árboles los pájaros sa- cuida celosamente porque dice que ahí hay veces en que sólo queda apartarse Fascinado por su verdad, y alejado aún de Demanda maravillas en un desierto don- cuden su vigilia en direcciones contrarias. vive el alma de su papá. como un desconocido sus próximos y diminutos pensamientos, el de los pájaros son verdes. y vernos a todos los que bebemos escritor, que jamás descansa, recrea en cada Alucina ciudades empedradas, fiebres, En el mar se confunde el canto de sirenas El día transcurre recogiendo los restos de y fumamos uno de los símbolos sus más profundos viajes peregrinos. con el grito de las bestias al parir sus des- lo que falta. La puerta de la casa se abre y y gritamos alguna cosa sentimientos. Él escribe para los demás, y Imagina imperios de oro, reyes de cortes, garros. se cierra hasta el cansancio reconociendo vernos como si fuéramos ajenos ningún otro: su forzosa tarea se podría des- mágicos escudos, y reconociéndose en el rostro desesperado ajenos dije cribir como la de un traductor de sueños y animales bicéfalos / mujeres albinas. Abajo, una pequeña casa sin patios ni jar- de los vecinos. de otros pesadillas; como un simple hombre, que, Tiene sed de océano, de inmensidad dines va acumulando sus ropas sucias con y escuchar la propia voz cargada de mentira en las soledades más indescriptibles, trata cuando ensancha el ovillo de su inteligencia una sed desesperante. Al caer la tarde Nahyra toma su muñeca como de peste de descifrar una criptografía infinita. cuando reúne el paisaje de su felicidad y comienza a rezar junto a su familia, en juntando palabras que esconden El trabajo es arduo y muchas veces insopor- cuando hambrea al monstruo que, invocado, Rash parece enloquecer ladrando al cie- tanto Rash observa inquieto todo aquello por un rato table. El tiempo, que en su más acertada desciende a buscar la bondad, lo sin saber qué ocurre, recostándose ex- que se mueva un poco más allá del techo la habitación vacía en la que cada noche alegoría incluso falla, coincide con el anhe- delicias de un pasado primero, pura per- hausto a un costado de la cama, jadeante de la casa. se reza por nosotros lo del hombre que busca transformar cada tenencia. de cansancio. uno de sus torpes movimientos en arque- Ya es tarde y los presuntos ángeles nueva- tipos de lo eterno. El lugar es muchas ve- Entonces, se abrieron los fuegos. mente se enojan. Vuelven las sirenas. ces hostil, no existen recompensas, y nadie aún entiende el motivo de su presencia. Los hombres gritan y las mujeres lloran. En un instante, la luz lo abarca todo. El Quizás sea el mañana, y quizás también Todo es confusión y terror. brillo sobre la casa se hace cada vez más el hoy: sombras del amor que atraparemos incandescente y el ruido ensordecedor. en silencio para usted. Por un instante ya no hay más cantos, ni sirenas, ni nada. Rompe el estruendo. Los Aquellos ojos rasgados abrazan todo lo niños abrazan los vientres exclamando: que pueden. Nahyra se ciñe a su muñeca “Mamá!” como único refugio y la palabra Dios re- suena en todos los idiomas. Rash con el Es ahora cuando las mujeres gritan y son rabo escondido busca cobijo en las polle- los hombres los que lloran. La naturaleza ras de su dueña. parece añorar su cordura. El castillo y las arenas vuelan por los aires y Un olor penetrante e irreconocible ingresa con todas las almas. Ya no hay más puertas, por las pequeñas ventanas de madera. ya no hay más fondo, ya no hay atrás. Sólo trapo y papel emanando humo, aferrados Los ojos oscuros y rasgados de una mujer por un par de pequeñas manos inocentes. improvisan un cuento en el que los ánge- les se enojan y pelean porque alguien se Entre tanto en otro lugar de la ciudad, La vida de Enrique Raab tuvo lugar en una época de gran ebullición cultural y política, respecto de la cual su trayectoria fue portó mal. un olor penetrante e irreconocible ingre- paradigmática. En relación a los relatos que recibimos de esa sa por las pequeñas ventanas de madera. época, cuyos ecos nos llegan desde el otro lado de la tragedia más Todas las noches se repiten idénticas. Un Allí vive Ahmed, que con sus escasos cin- grande de nuestra historia, la escritura de Raab representa el desquicio de una y mil noches. co años, comienza la noche rezando junto murmullo de las figuras contrahegemónicas, no sólo para las a los ojos oscuros y rasgados de su madre. ideologías dominantes, sino también para los discursos alternativos de aquellos años. El presente libro busca revelar una $ Viejas imágenes en forma de hongos se 27 figura inclasificable y hasta cierto punto inaudita para sus propios elevan hacia los infiernos, desde lo más Muy cerca de él hay una pelota de goma contemporáneos, en lo que tuvo de singular e inadvertido en su negro e inflamable de los pensamientos con la que mañana, antes de partir hacia tiempo. La de Raab fue una existencia iluminadora de múltiples humanos. la escuela, anhela jugar por un rato. facetas de la creación política, estética y hasta de género, dado que recorrió desde la cinefilia y la crítica hasta el periodismo; desde la Enrique Raab: Por fin y con un gran esfuerzo, amanece. Aunque interrumpiéndolo todo, el resplan- política clandestina de las organizaciones revolucionarias hasta la gestión del secreto personal en la vida afectiva y desde la alta claves para una biografía crítica dor del amanecer hoy parece haberse anti- cultura hasta la cultura de masas y el progresismo crítico. Tal vida Periodismo, cultura y militancia antes del golpe Nahyra tiene siete años. Sus únicos jugue- cipado varias horas, más feroz y vertigino- desaparecida hace inteligible, con su desaparición, la desaparición tes son una muñeca hecha de trapo y pa- so que nunca, precipitándose definitiva y de una época, y también da cuenta de lo que esa época fue. Por Autor: Máximo Eseverri 132 páginas pel, además de un pequeño castillito de rabiosamente esta noche sobre su casa. ◊ ello, este libro procura no sólo rememorar sino también recuperar arena junto a la puerta del fondo, al que el pasado en lo que tiene de redentor. ISBN: 978-987-574-145-6 Alejandro Kaufman Páginas 26 ∙ 27 REVISTA LITERARIA VIRTUAL WWW .REVISTAMEGAFON .COM .AR