Cronología Del Arte Paleolítico
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Complutum, 5, 1994: 265-276 CRONOLOGÍA DEL ARTE PALEOLÍTICO Federico Bernaldo de Quirós Guidoltí * Victoria Cabrera Valdés* * REsUMEN. - Las bases sobre las que se asienta el estudio del arte rupestre deben serrevisadas a la luz de los nuevos presupuestos y técnicas de análisis. La cronología, los datos de las excavaciones, la consideración del artista individual y el análisis estilístico pueden ofrecer puntos de vista reno- vadores sobre este tema. Ans-r&icr.- Theoretica/ approaches and new analítica? techniques are changing our perspective about the Palaeolithic rock art Chrono/ogy, archaeological excavations, stylistic ana/ysis and the study ofthe artist as an individual can offer new invigorating points ofview on the subject PALABRAS CLAVE: Arte Rupestre Paleolítico. Cronología. Artista individuaL Análisis Estilístico. KEYWORnS: Palaeolithic Rock Art. Chrono/ogy. Individual Artist. StylisticAnalysis. 1. INTRODUCCIóN mo su nombre indica, se sitúa en las paredes de las cuevas y abrigos, donde no siempre aparecen niveles de ocupación, por lo que como veremos, el estableci- En los últimos años del Siglo XIX la idea miento de su cronología se debe realizar por métodos que se tenía de la vida prehistórica estaba imbuida de indirectos. Por otro lado, no deja de ser curioso que los prejuicios y concepciones que habían marcado las Altamira sea uno de los pocos yacimientos donde sí primeras discusiones sobre el origen del hombre. De se puede establecer una relación entre el Arte y los hecho, los primeros descubrimientos artísticos ante- niveles de ocupación, hecho que sirvió, como vere- riores a la Cueva de Altamira se reducían a la pre- mos posteriormente, para que Sautuola certificase su sencia de varias obras de arte mueble descubiertas autenticidad y su atribución a los ocupantes paleolíti- asociadas a yacimientos arqueológicos, desde el ini- cos de la cueva. cial de Chaifaud hasta los de La Madeleine y demás Como ya hemos comentado el Arte Paleolí- descubrimientos de Lartet y Christie en varios yaci- tico se puede dividir, atendiendo a su soporte, en un mientos de la Dordofla, o los primeros trabajos de E. Arte Mueble y un Arte Rupestre. El arte Mueble se Piette en los Pirineos (Lartet y Christie 1875; Piette considera como aquella representación flguraliva o 1907). En estos momentos el Arte forma parte de la simbólica que aparece sobre un soporte lítico u óseo visión general de las industrias, y su cronología es susceptible de ser transportado. Este soporte puede así la misma que la de las industrias asociadas. El tener una finalidad utilitaria, como es el caso de los descubrimiento de la Cueva de Altamira en 1879 re- bastones perforados, propulsores, azagayas, arpones, -presentó la apertura de un nuevo aspecto en la con- etc.; o bien puede no estar destinado a una Ñnción o cepción de la evolución humana y oblígó a dar una actividad relacionada con la vida cotidiana. En el nueva orientación a la visión que hasta ese momento primer caso nos encontramos con objetos “decora- se tenía de la vida y costumbres dc los grupos huma- dos”, mientas que en el segundo estos objetos cons- nos prehistóricos. A la vez inició el conocimiento por tituyen en sí mismos un soporte para una expresión parte de los prehistoriadores de un nuevo aspecto de artística vinculada con el mundo animico de los gru- la producción artística paleolítica, el Arte Rupestre. pos cazadores. Este Arte Mueble presenta una dis- A diferencia del Arte Mueble, el Arte Rupestre, co- persión ubicua por todo el continente europeo, exten- * Área de Prehistoria, Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de León. 24071 León. ** Departamento de Prehistoria eHistoria Antigua, Facultad de Geografia e Historia, UNED. 28071 Madrid. 266 FEDERICO BERNALDO DE QUIRÓS Y VICTORIA CABRERA VALDÉS diéndose hacia Siberia, pero no bajando hacia el Pró- usos de la cerámica en sentido amplio) de Dolni- ximo Oriente, salvo las representaciones aisladas de Vestonice en la que los ojos se sitúan a distinto nivel, Hayonim (Belfer-Cohen y Bar Yosef 1981). Esta dis- lo que se corresponde con un cráneo descubierto en persión diferente es también en cierto modo cronoló- el propio yacimiento. En otros casos se representa el gica. Mientras encontramos una concentración im- vestido, que generalmente parece ser de piel seme- portante del Arte Mueble en el Paleolítico Superior jante a las parkas esquimales. Junto a estas escultu- Inicial de la zona del centro y este de Europa, desde ras el arte mueble alcanza, como ya dijimos, un el 35.000 al 20.000, con agrupaciones en los valles enorme desarrollo durante el Gravetiense, sobre todo del Danubio y del sur de la llanura mso-ucraniana, la en la Europa Oriental, mientras que en la Europa dispersión del Arte Rupestre se sitúa fundamental- Occidental será durante el Magdaleníense cuando lo mente en la región Atlántica Meridional (Aquitania- alcance de forma paralela al Arte Mueble. Pirineos-Cantábrico) y cronológicamente situado en- Durante la Prehistoria, las regiones del Su- tre el Solutrense y el Magdaleniense, es decir desde roeste de Europa fueron ocupadas por una serie de después del 20.000 hasta el 10.000. En estos momen- grupos humanos que nos dejaron abundantes mues- tos encontraremos también Arte Mueble en la Euro- tras de su cultura. Desde hace 40.000 años el Homo pa Occidental, pero no encontraremos Arte Rupestre sapiens sapiens, el tipo humano actual. habita en es- o Mobiliar en la Europa Oriental, salvo algunas con- tas regiones europeas. La situación privilegiada de tadisímas excepciones muchas de las cavernas, en lugares estratégicos, les En Europa encontramos una de las áreas de permitía controlar el paso de los animales, base de su mayor concentración de yacimientos del Paleolítico alimentación, y tener acceso a las materias primas Superior, vinculada a una larga tradición de la inves- necesarias para la fabricación de sus instrumentos. tigación. En ésta se encuentra también la mayor den- La boca de las cuevas permite contar con lugares sidad de hallazgos de arte mueble de los cazadores- abrigados, donde poder vivir. La necesidad de un es- recolectores pleistocenos Los objetos de arte mobi- pacio vital, donde desarrollar sus actividades, en- liar se asocian, en la mayoria de los casos, a una po- cuentra así en estos abrigos naturales cl sitio idóneo. sición estratigráfica determinada. Esta circunstancia La cueva, como lugar de habitación se convierte tam- ofrece la posibilidad, en algunas ocasiones, de esta- bién en centro de la vida social de los grupos paleolí- blecer también una relación estrecha con las mani- ticos. En ella comienza también a exteriorizar el ser festaciones artísticas rupestres, muy numerosas sobre humano sus sentimientos, en forma de motivos artís- todo en el Suroeste de esta región. Las primeras ticos. El arte se sitúa en la cueva y pronto el interior, obras del Paleolítico Superior que se conocen son que nunca fue lugar de habitación, se va convirtiendo una serie de pequeñas esculturas realistas realizadas en área preferida donde colocar figuras e imágenes. sobre marfil que se sitúan cronológicamente entre La semejanza entre lo descubierto en las paredes y en hace 33.000 y 30.000 años, descubiertas en Suroeste el Arte Mueble nos indica que los artistas no sólo uti- de Alemania (Hahn 1984). Su temática representa lizaron la cueva como soporte para su obra sino que animales, como leones y caballosen Vogelherd o ele- también grabaron sobre piezas que podían llevar con fantes, bisontes y osos en la Geissenklósterle. La fi- ellos. gura humana la encontramos también en Geissen- Uno de los problemas fundamentales del klósterle, mientras que en Héhlenstein-Stadel IV se Arte rupestre es su datación. Al tratarse de paneles descubrió una curiosa escultura humana con cabeza situados en las paredes de las cuevas y abrigos las de león. Las figuras humanas alcanzan su máximo técnicas habituales de datación no son aplicables. Sin esplendor durante el Gravetiense en Europa Central embargo, en algunos casos, determinadas condicio- en yacimientos como Dolni-Vestonice, Pavlov, Pe- nes han permitido establecer su cronología. El caso trkovice, Brno o Moravani (República Checa) o Wi- más favorable es aquel en el que el panel se ha de- llendorf (Austria), y culturas sincrónicas en Ucrania rrumbado y se encuentra englobado dentro de un ní- (Mezin), Rusia (Kostienki, Gagarino, Avdevo) y Si- vel arqueológico. Este es el caso de los paneles de beria (Malta, Buret), con una extensión hacia el sur, Laussel pertenecientes al Perigordiense o de los blo- apareciendo en Italia (Savignano, Grimaldi) y Fran- ques grabados de la Ferrasie, que nos permiten in- cia (Brassempouy, Tursac, Sircuil) (Delporte 1993), cluirlos en el Auriñaciense. Los bloques pintados del formando el grupo de las dehominadas “Venus” re- abrigo de Labatut se encontraban situados entre los presentaciones femeninas generalmente en marfil, niveles perigordienses. por lo que su cronología se piedras blandas (esteatita, calcita, caliza) o barro. A corresponde con la de los niveles (Delluc y Delluc veces se puede hablar de auténticos retratos, como 1991). Otras veces son fragmentos de la pared los una figura de arcilla (a la vez uno de los primeros que encontramos englobados en el nivel arqueológi- CRONOLOGIA DEL ARTE PALEOLÍTICO 267 EVOLUCION OB lA PINTURA RUPUWE EN MS cuEVAS CANTABIUcAS rLL11—1---1¡IÍiIC ~ 1 1. Tnrrados negros pl- 1. SIluetas de ‘nones ro nitiro.. jas y dimos.. a. rrandoa amwtIlos II- 2. Trazado. amarillos II. nne.. fis.. oestes. 3. flnoa dibujos basar.. 3. Dibuje. lIneares rolo,. 1. DIbujo. lineres rojos. rojo. 4. Trazados rojos en lI nos, gruesas y finas. 5. Trozados rojos en han- 2. Trazados rojos en an das anchas, chas b¡snriar. 6. DIbujo, fine. rojo, cori 3. Dibujos rojos más o relleno más o menos L menos plenos. Mano completo. Una mano 4. Tz~ades rojo, babo- vela positiva.