Doc.1.- Referencias Para El Estudio Histórico De La Casa Del Cid- Castejón De Henares
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DOC.1.- REFERENCIAS PARA EL ESTUDIO HISTÓRICO DE LA CASA DEL CID- CASTEJÓN DE HENARES En la siguiente relación aparecen una serie de artículos o libros en dónde hemos encontrado referencias a Castejón de Henares o a la Casa del Cid. Hemos reproducido literalmente la parte del libro o artículo, con independencia de la esencia del mismo. Aparte de los consultados, se han estudiado otros, pero no han aparecido nuevas referencias y queda una bibliografía por consultar que ponemos al final del artículo. 1.- “Diccionario enciclopédico de la provincia de Guadalajara”. José Serrano Belinchón. “CASTEJÓN DE HENARES. Existen ciertas dudas de que sea éste o no el Castejón legendario del que se habla con tanta reiteración e interés en el Poema del Mío Cid; si bien tiene casi todas las posibilidades de serlo. Una de sus más viejas mansiones se conoce por la “Casa del Cid”, pues cuenta la tradición que allí pasó el Campeador algunos días. El pueblo está situado en el valle del Henares, no lejos de Mandayona bajando con dirección a Jadraque. Tiene de derecho una población de 121 personas; su altitud sobre el nivel del mar es de 960 metros, y está situado a 60 kilómetros de distancia desde la capital. La extensión de su término es de 15,8 km2. La iglesia del siglo XVI es sencilla, de tres naves. Se conservan en Castejón algunas viejas tradiciones populares, como la de “la colación” en la fiesta de San Sebastián.” 2.- Artículo. “XADRACH Y CASTEION. Origen y desarrollo de la fortaleza del Cid en la Edad Media a través de la Toponimia y la Arqueología”. Enrique Daza Pardo “b). Posibilidades de localización de Casteion. - Casteion en las fuentes. La única fuente islámica que cita Casteion es la Crónica del Moro Rasis (17), que se refiere a que estaba dentro de la demarcación de Guadalajara. Aparece reflejado como el castillo de Castilon, que dice está cercano a Antixa (Atienza). Es una fuente que, aunque Al-R’zó sea del s.X, su obra nos ha llegado romanceada en otra de 1300, edición para el rey don Dinis de Portugal. Quizá en la obra original de Al-Razi apareciese el topónimo islámico con el que se denominaba a ese “castillo de Castilon”, con lo que saldríamos de dudas. Para este topónimo, las primeras referencias escritas cristianas que tenemos aparecen en la Crónica Silense (18), hacer mención a las algaradas de Ordoño II de León hacia 921, en la cual penetra en estas zonas. Uno de los lugares asaltados es Castellion. La siguiente referencia escrita donde se refiere a Casteion es el Cantar del Mío Cid. Leyendo directamente el Cantar nos dice “O dizen casteion, el que es sobre el Fenares…”(19), remarcándonos que Casteion estaba sobre el Henares y no sobre otro río. Pero como veremos posteriormente, no es el único Casteion que vemos en la zona. 1 Otras noticias, ya del S:XII, nos vuelven a hablar de Casteion. En primer lugar citaremos la bula de Inocencio II de 6 de marzo de 1138, donde se refiere a ambos castejones, que pertenecían a la tierra de Atienza (20). Posteriormente, en el documento de repoblación y delimitación del término de la villa de Aragosa, dice que Aragosa linda por la parte de Casteione con Mandayona (21). Paralelamente tenemos otro documento fechado en el año 1149 por el cual Alfonso VII vende a Atienza las fortalezas de casteion de suso et casteion de iuso (23). Debió ser que, una vez consolidada esta tierra fronteriza, las tierras controladas por el rey castellano pasan a pertenecer al señorío de Atienza. Con todo esto podemos ver perfectamente que había dos castejones en la zona, uno de arriba y otro de abajo, pero ¿cuál es su ubicación exacta? Existen otros documentos donde se puede ver perfectamente como son dos lugares diferentes. En un documento del monasterio de San Salvador de Pinilla, fechado en 1228 (23), vemos como, entre los testigos que están firmando, aparecen dos personajes que nos dan gran información: por un lado está Ruiz de Castejón y por otro el Alcayde de Castiello, Ferrán López. Este último nos informa, por un lado, de la importancia de la fortaleza de Castiello, y por otro, del hecho de que hay dos lugares llamados de una manera parecida pero diferenciados. Este debe ser el momento en el que los dos enclaves toman nombres diferentes, debido a su separación geográfica. - Hipótesis para la localización de Casteion. … Una segunda hipótesis podría ser que se tratase de un despoblado que se comenta que había cerca del actual Castejón de Henares. Se ubica popularmente en las cercanías del actual pueblo hubo un Castejón de Abajo, enclavado en las cercanías del río Dulce, frente a Villaseca de Henares. Así también se dice popularmente que en el cerro situado en el centro del vale donde está Castejón de Henares hubo un castillo, del que no hay testimonios claros (27), aunque si es cierto que en la parte baja del cerro hay resto de muros que parecen haber pertenecido a una muralla; en esta afirmación redundaría el hecho de la existencia de varios topónimos curiosos en las cercanías: el Barranco del Moro y la Casa del Cid (28). … Por otro lado, haciendo una lectura estricta del Cantar podemos ver dos datos que se contraponen. Por un lado, el cantar nos dice que don Rodrigo encontró las murallas de la ciudad abiertas; en el cerro del Castillo de Jadraque no hay resto alguno de una muralla que protegiese el hábitat anteriormente citado, pero sí parece que lo hubiese en Castejón de Henares. … … Sabemos que hay dos casteiones, pero sólo sabemos ubicar uno de manera concluyente, Castejón de Henares.” 3.- Artículo “Murallas de tapial, mampostería, sillarejo y ladrillo en el Islam Occidental (L 2 os despojos arquitectónicos de la Reconquista. Inventario y clasificaciones)”. Basilio Pavón Maldonado. “Figura 48. Frugales tapiales con o sin mechinales de la provincia de Guadalajara, a veces de pura tierra prensada: castillos de VILLEL DE MESA (2), CASTEJÓN (3), ARAGOSA, de tierra (4),…” 4.- “Guadalajara Medieval. Arte y arqueología árabe y mudéjar” Basilio Pavón Maldonado. Pagína 69: “Este último itinerario creo que está fielmente reflejado en Sampiro (202) que describiendo la incursión de Ordoño II del año 917 afirma que su ejército llegó hasta Sintila. La Primera Crónica General (203) dice que ese ejército castellano yermó toda esa tierra, tomando y derribando muchos castillos entre los que se citan Sarmaleón, Eliph, Palmacio, Castellión y Magnancia; el paisaje es reproducido por el Silense, Lucas de Tuy y Rodrigo Jiménez de Rada (203 bis). Los lugares expresados han sido identificados de la siguiente manera: Sintilia-Cendeja, Palamacio- Pálmaces, Castellión-Castejón.” “Nuevo silencio de Huérmeces en la expedición del destierro de Rodrigo Díaz de Vivar que, según el poema, pasa de Atienza a Castejón, sin estaciones intermedias. Como conclusión tomando todos los pasajes citados, árabes y cristianos, y con la ayuda de la cerámica árabe obtenida en Riba de Santiuste, Santamera, Huérmeces, Baides y Castejón, el itinerario casi forzoso de las expediciones nominadas era doble hasta Huérmeces; el que partiendo de Miedes pasaba por Atienza y Santiuste, y el que arrancando de Paredes avanzaba por Riba de Santiuste, dejando a la derecha Alcolea de las Peñas e Imón hasta tocar Santamera para incidir en Huérmeces. A continuación de este paso, Baides, Cendeja, Castejón y las villas principales de la campiña del Henares, Mandayona, Bujalajaro, Jadraque y otras que tendremos oportunidad de describir más adelante:” Páginas 81-82: “CASTEJON. Mencionado por al-Razi, como castillo fuerte de Guadalajara, figura asimismo, según se vió, en la descripción de Sampiro de la incursión de Ordoño II y en el Poema del Cid (238), si bien no disponíamos de argumentos arqueológicos básicos con que respaldar esas fuentes históricas, que a decir verdad pudieran aludir a un Castejón, entre varios que habría en la topografía de la comarca, de imprecisa ubicación. Según la Primera Crónica General (239) las correrías del Cid por las tierras de Cendeja –Sintilia_ se resumen en dos apartados, la celada en Castejón de Don Rodrigo y la expedición DE Alvar Fáñez con dos centenares de caballeros por Hita, Guadalajara y Alcalá de Henares. Hasta Castejón el Cid pudo muy bien seguir el itinerario Atienza-Huérmeces, de mayor fiabilidad que el paso del río Dulce por Peregrina, Aragosa y Mandayona, aunque no puede descartarse que fuera éste la vía elegida por don Rodrigo al abandonar el valle del Henares camino de Anguita, al otro lado del río Tajuña, para lo cual ciertamente le ofrecería serias dificultades el castillo de Aragosa. Arqueológicamente, la identidad árabe del Castejón cidiano descansa en fragmentos de cerámica hallados en el solar 3 donde se levantaba el castillo, completamente desaparecido, circunstancia que encarece el valor de esos vestigios en los que como en tanto otros lugares descansa todo intento de restituir la Guadalajara islámica. Ignorantes de la vecina presencia del Cid, los moros de Castejón abrieron las puertas del castillo –castiello- y salieron como de costumbre a sus labores del campo. Nuestro personaje sale de su escondite a correr los alrededores de la plaza, apresando moros y moras y ganados y dirigirse a las puertas del castillo. En este punto creo que el relato cidiano incurre en el error de creer que esas puertas del castillo daban directamente al campo, lo que evidentemente se contradice con este otro pasaje, “corrió el rumor por la puebla –población de la villa o del alba car dentro del que estaba el castillo- que los cristianos estaban, los moros tuvieron miedo y se metieron dentro de la puebla y fincó la puerta desamparado. El Cid luego penetró por la puerta matando a los que encontraba, luego ganó el castillo y tomó el oro y la plata y fincó en el castillo apoderándose de él”.