El Entusiasmo De Los Pioneros
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PRIMER SUBPROLOGO Y NOTAS 60-70: EL ENTUSIASMO DE LOS PIONEROS En la Unión Soviética, a principios de la Revolución de Octubre, algunos pensaron que la construcción de una sociedad nueva requería de una literatura también nueva, y tan responsable tarea se les encargó a Mayakovski y otros modernistas, poetas o no. Luego, en su honesto afán por presentar problemas y contradicciones, estos visionarios se volvieron “incómodos y conflictivos”… y para sustituir su indisciplinada extravagancia surgió el complaciente y sobrio realismo socialista. Cuba también pasó por un proceso similar. Durante los años 60, algunos de aquellos autores que habían leído a los clásicos anglosajones en su idioma tomaron sobre sus hombros la pesada carga de escribir la literatura que la Revolución necesitaba. Tales pioneros del género en Cuba criticaron las injusticias e incoherencias del absurdo capitalismo, que vuelve a los hombres egoístas lobos de otros hombres. Desmitificaron la religión, ese opio de los pueblos… pero también ¡ah! cuestionaron el futuro, supuestamente perfecto. Y la historia de la URSS se repitió en el Caribe. A principios de los 70, funcionarios de largas manos pero cortos de vista consideraron que esas “fantasías escapistas del espacio” eran contraproducentes, inútiles para la educación de las jóvenes generaciones de revolucionarios y quizás hasta nocivas… por lo que, en plena oleada reaccionaria de lo que luego se dio en llamar eufemísticamente Quinquenio Gris, decidieron que la ciencia ficción debía ceder el rol de portaestandarte de la Revolución al… no al realismo socialista (que aunque nunca se le llamó así, también se publicó bastante en los 70) sino al nuevo policíaco con su característica fórmula: el pueblo o los CDR, junto a la Policía o Seguridad del Estado, contra los delincuentes-espías- pervertidos sexuales-psicópatas pagados, por supuesto, por el oro de la CIA. No se entienda con esto que a los autores de ciencia ficción los enviaron en masa a la UMAP o les prohibieron escribir, sino solo que el género dejó de ser el mimado de las editoriales revolucionarias. No obstante, antes de que tal cosa sucediera, ya la ciencia ficción cubana había alcanzado a hacer sus pinitos. Hurtado, alias el Dragón, fundó la colección homónima, para fantástico, policíaco y CF y recopiló una inolvidable antología mundial del género: Cuentos de ciencia ficción. Collazo publicó dos inolvidables novelas, una hilarante, la otra seriamente filosófica. De la mano de Arango brotaron varios cuentos imprescindibles; Correa siguió los pasos de Asimos con el policíaco de ciencia ficción; Herrero hizo lo suyo con el terror fantástico… Aquí están ellos y sus historias. Pero no olvidamos a los que no cupieron. Como Rogelio Llopis y Germán Piniella. Hurtado incluyó (algo caprichosamente, quizás) las Dos fábulas del primero en su antología mundial y el cuento Las montañas, los barcos, el cielo ¿? del segundo figura en la hoy casi inencontrable recopilación Cuentos cubanos de lo fantástico y lo extraordinario. Pero La Guerra y los basiliscos de Llopis es fantasía pura y Piniella, fundador del Caimán Barbudo, se concentró muy pronto en una magnífica carrera de traducción literaria. De todos modos, quizás para una futura antología, con el doble de páginas que esta… 1.1) Angel Arango: UN INESPERADO VISITANTE Este culto abogado, nacido en 1926, es justamente considerado y respetado como “decano” del género en Cuba, y no solo por edad. Su lista de publicaciones es larga: El fin del caos llega quietamente; El planeta negro; Robotomaquia y El arcoiris del mono son algunos de sus volúmenes de cuentos. De su interesante relato ¿Adónde van los cefalomos? surgió la hasta hoy trilogía de novelas Transparencia, Coyuntura y Sider… que publicada en 1994, amenaza con una esperada continuación, porque el incansable Arango no ha dejado de escribir. Desmitificador y profundamente humano, Un inesperado visitante no podía faltar en esta selección. Ninguno mejor para abrirla que este cuento con el que Arango se adelantó a Ecce homo, el célebre relato Premio Hugo del inglés Michael Moorcok, lo mismo que a todas las partes del laberíntico best seller español Caballo de Troya de J. J. Benítez. Claro que lo más seguro es que aquellos nunca leyeran este relato, que especula hábilmente con la ¿historia? ¿religión? a través del muy cienciaficcionesco tema del paleocontacto, obligándonos a reflexionar. Porque ¿quién sabe? ¿y si en realidad fue un viajero de otro mundo el que…? 1.2) Miguel Collazo: EL ORATE ANDRAJOSO (1936-1999) Este auténtico escritor “maldito” al estilo criollo tuvo una vida bien agitada. Graduado de Bellas Artes, escribió para la radio y la televisión, luego teatro y al fin casi todo lo demás. Dejó en la ciencia ficción cubana un sello muy personal con sus dos novelas: la sarcástica El Libro fantástico de Oaj y la filosófico-alegórica El viaje. Luego publicó otros libros, ya no de CF pero todavía bastante “raros” Onoloria; Estancias; y la novela póstuma Trastiendas, todos de sofisticadísima prosa… así como La gorrita del Papa y otros excelentes cuentos reflexivo-realistas sobre el singular underground de los bebedores habituales cubanos que tan bien conocía, conocimiento que al final lo llevó a la cirrosis y la muerte. ¿Qué pasaría si los saturnianos llegaran a La Habana de los años 50? El libro fantástico de Oaj es una deliciosa y desternillante parodia en clave de choteo criollo claramente inspirada en las Crónicas marcianas de Ray Bradbury. El profundo conocimiento collaziano de los submundos de la marginalidad habanera se mezcla aquí con serias especulaciones sobre la relatividad cultural. El orate andrajoso es el segundo fragmento de la novela en publicarse por separado: ya otro, titulado El ángel y el niño, había aparecido hace años en la antología Cuentos Fantásticos cubanos. ¿Trampa… o apaños de editor para no dejar fuera a uno de los indiscutibles grandes del género en Cuba? La última palabra, como siempre, la tienen los lectores. 1.3) Oscar Hurtado: LOS ZANGANOS DE LA COLMENA (1919-1977) Inquieto autodidacta, fue crítico y periodista, gran jugador de ajedrez y lector insaciable. Incluso llegó a actuar en la película de Gutiérrez Alea Una pelea cubana contra los demonios. Pese a una apariencia física tan extraña que llegó a hacerse legendaria, estaba dotado del magnetismo personal de los grandes conversadores. Además de poemarios como La Seiba y Paseo del Malecón y el libro de cuentos Carta de un juez, por el que debió enfrentar una acusación de plagio, fue coautor junto a Evora Tamayo de Cuba: cien años de humor político. Su poemario de ciencia ficción La ciudad muerta de Korad fue llevado a escena en forma de ballet en 1980, como homenaje al vuelo espacial conjunto URSS-Cuba. Toda su obra del género fue reunida en 1983 por Daína Chaviano en el libro Los papeles de Valencia el Mudo. Los zánganos de la colmena pertenece a la antología arriba citada. A diferencia de la mayor parte de de la producción de CF de Hurtado, no se relaciona con su personalísima saga de Marte-Korad, los vampiros de metano y su diabólico y fascinante abuelo celta. Es una reflexión sobre la inmortalidad y el poder que mucho debe a los terribles y eternos strüldburgs que Swift hace encontrar a Gulliver en su tercer viaje. Solo que aquí el horror se suaviza adoptando forma de fábula, supuestamente contada a quien la escribe, y con muy criollo gracejo, por un extravagante personaje que podría muy bien ser un alter ego del propio Hurtado… 1.4) Juan Luis Herrero: ESE RUIDO COMO DE PIEDRAS QUE CAEN (1939-¿?) Los cuentos de este autor del que muy pocos hemos podido averiguar aparecieron por primera vez en 1964 en una antología de Ediciones R. ¿Sería la mítica Cuentos Cubanos de lo fantástico y lo extraordinario? Allí figuraba su historia No me acaricies, venusino, ciencia ficción terrorífica de lo mejor, como la que incluimos en esta recopilación. Herrera publicó además otro libro de cuentos, aunque ya no de ciencia ficción: Tigres en el Vedado, sobre los seguidores de Orlando Masferrer, de triste memoria. Luego abandonó el país. No sabemos si aún vive; nos ha sido imposible establecer contacto con él o sus herederos. Varios hombres atrapados en su nave, en un planeta extraño, con un monstruo casi invencible que los ronda y va atrapando uno a uno… además del clásico filme Alien, tal sinopsis también le sirve como anillo al dedo a Ese ruido como de piedras que caen. Suspenso y terror espacial del bueno. Y con un final que ya hubiera querido Ridley Scott para su teniente Ripley y el ácido octavo pasajero de la Nostromo. 1.5) Arnaldo Correa: RETROCESO (1936) Otro de los pioneros, con sus volúmenes de cuentos El primer hombre en Marte y Asesinato por anticipado, donde ya despuntaba su posterior dedicación al policíaco más “serio” con libros como La única posibilidad. No obstante, luego ha retornado ocasionalmente al fantástico, con cuentos como El espadachín invencible (en la antología Aventuras insólitas, de Agenor Martí) o la novela fantástica semisatírica La extraña muerte del barón de Shitland. No en balde el muy selectivo Oscar Hurtado incluyó al cuento Retroceso, del entonces todavía joven Correa, en su inolvidable antología de 1969. Esta traviesa fábula futurista que se inicia con una detallada descripción de un lejano y ¿glorioso? porvenir de total bienestar material para la humanidad… con el que, como siempre, algunos no están completamente de acuerdo, porque consideran que está desvirtuando la misma condición humana. Solo que la solución puesta en práctica, por más que ya la dejara entrever el título de la narración, resulta… inesperadamente radical. SEGUNDO SUBPROLOGO Y NOTAS 80: LOS PREMIOS DAVID Y JT, LOS TALLERES LITERARIOS Quinquenio o Decenio Gris, los años 70 no fueron del todo tiempo perdido para la CF en la mayor de las Antillas.