Letras Hispanas Volume 8.2, Fall 2012

Title: La recepción de la novelística umbraliana: notas para una interpretación Author: Noelia Domínguez-Ramos Affiliation: Western Connecticut State University Abstract: Francisco Umbral (1932-2007) is by far one of the most prolific and controversial writers in Spanish contemporary literary history. A writer of a hundred books and winner of the most distinguished awards in peninsular culture, his work generates some distrust in the academic world, to the point that it goes unnoticed within the contemporary literary canon. The aim of this paper is to analyze the possible causes of the indifference that currently arises from his legacy, which have been divided into two factors, of a formal and extra-literary nature. Among the first ones, we find the difficulty to catalogue his fiction due to his contin- ued use of generic heterodoxy. Similarly, his dedication to the prosaic and the compositional construction of newspaper columns has tended to overlap with the verbal beauty of his poetic prose and the originality created by the simultaneity of his creative literature in direct rela- tion to the political and social events of a in flux. Finally, the extra-literary factors are related to a public image of a controversial and surly writer, constantly in confrontation with the academic world and especially interested in the massive proliferation of his texts, which contributed inevitably to the trivialization of his literary legacy. Keywords: Reception, canon, novel, literary legacy, generic heterodoxy Resumen: Francisco Umbral (1932-2007) ha sido con diferencia uno de los autores españoles más prolíficos y polémicos de la historia literaria contemporánea. Escritor de un centenar de libros y galardonado con los premios más distinguidos de la cultura peninsular, su obra genera en la actualidad cierto recelo entre el circuito académico hasta el punto de pasar desapercibida dentro del canon literario contemporáneo. El objetivo del presente artículo es examinar las posibles cau- sas de la indiferencia que actualmente suscita su legado atendiendo a factores de índole formal y extraliteraria. Dentro de los primeros encontramos la dificultad en la catalogación de la novel- ística de Umbral por su continuo recurso a la heterodoxia genérica. De igual modo, su gusto por el prosaísmo y la construcción compositiva de la columna periodística ha tendido a oscurecer la belleza verbal de su prosa poética y la originalidad que comporta la simultaneidad de la creación literaria con respecto a los aconteceres político-sociales de la España en cambio. Por último, los factores de orden extraliterario guardan relación con una imagen pública de escritor polémico constantemente confrontado a la academia y especialmente interesado en la proliferación de su escritura, lo cual contribuyó, inevitablemente, a la trivialización de su legado literario. Palabras clave: Recepción, canon, novela, legado literario, heterodoxia genérica Date Received: 03/20/2012 Date Published: 11/06/2012 Biography: Noelia Domínguez-Ramos es profesora de lengua, cultura y literatura española en el Department of World Languages and Literature en la Western Connecticut State University (WCSU). Recibió su PhD en The Graduate Center de la City University of New York con su tesis titulada “Pensamiento político y heterodoxia literaria en Francisco Umbral, cronista de la transición.” La profesora Domínguez-Ramos se especializa en literatura y cultura española contemporánea e investiga en áreas relacionadas con la historia intelectual, la memoria política y el periodismo cultural dentro del contexto de la transición política a la democracia. Antes de unirse a WCSU trabajó para Purdue University y Hunter College. ISSN: 1548-5633 50 Letras Hispanas Volume 8.2, Fall 2012

La recepción de la novelística umbraliana: notas para una interpretación

Noelia Domínguez Ramos, Western Connecticut State University

Francisco Umbral (1932-2007) ha sido, décadas sabe que la simple combinación de con diferencia, uno de los autores contempo- estos tres elementos no te convierte en escri- ráneos más prolíficos y polémicos de la histo- tor ganador, entre otros muchos, del premio ria literaria peninsular. Escritor de un cente- Nadal (1975), el Premio de la Crítica (1991), nar de libros y galardonado con los premios el Príncipe de Asturias de las Letras (1996), más distinguidos de la cultura hispánica, su el Premio Nacional de la Letras Españolas obra genera en la actualidad cierto recelo en- (1997) o el Cervantes (2000) por citar sólo tre el circuito académico, hasta el punto de unos cuantos. Mariana Genoud de Fourcade pasar desapercibida dentro del canon litera- considera que la carrera literaria de Umbral rio contemporáneo. El objetivo del presente sufrió un punto de inflexión con la publica- artículo es abordar el tema de la recepción ción, en 1995, de un especial sobre su obra de la obra narrativa de Umbral y analizar las en Ínsula recibiendo como consecuencia los posibles causas de la indiferencia que actual- tres últimos premios citados con anterioridad mente suscita su legado. Para ello se hará un (113). Lo curioso del fenómeno umbraliano análisis del proyecto estético defendido por es que el reconocimiento oficial por parte Umbral a lo largo de su trayectoria profesio- de los críticos se hizo extensible a un amplio nal, además de retratar la figura literaria del público que con los años se haría fiel al estilo escritor dentro del contexto socio-cultural de de su prosa tan particular y sobre todo a su la España postfranquista. columna diaria. Las publicaciones de Umbral, Para empezar hay que señalar que ha- inmersas en esa jerga cheli tan representativa blar de Francisco Umbral como escritor de de los años ochenta,1 fueron leídas y consumi- ficción requiere ciertos matices puesto que das con regularidad, a la par que se generaba su narrativa supone un ejercicio de hibridez en torno a su figura pública un aura extraña conceptual entre dos realidades en principio de escritor polémico e insolente.2 antagónicas: el hecho histórico o autobiográ- A pesar de lo dicho con anterioridad hay fico tangible y la pura imaginación. Joaquín un aspecto que llama especialmente la aten- Marco define en estos términos la ecuación ción de quienes se aproximan desde el esce- del texto umbraliano: nario académico a la obra de Umbral y es la exclusión del canon literario contemporáneo Francisco Umbral descubrió hace ya de “uno de los grandes estilos del siglo.”3 Crí- años una combinación que había de ticos de literatura española especialistas en el ofrecerle enormes beneficios litera- periodo como José María Pozuelo Yvancos se rios: rasgos autobiográficos, crónica muestran sorprendidos ante este hecho: política y social e imaginación. (sin pág.) No han dado estos un prosista que por vigor estético, genio para la ima- Su novela de título prusiano A la sombra de las gen verbal, y capacidad lírica sea muchachas rojas (1981) es un ejemplo claro de comparable al Umbral de Travesía de esta matemática literaria que propone Marco. , Mortal y rosa, El hijo de Greta Cualquier crítico conocedor de los entresijos Garbo o esta excelente Trilogía de Ma- del mercado editorial español de las últimas drid; pero lo cierto es que las Historias Noelia Domínguez-Ramos 51

de la Literatura apenas incluyen una escritor de periódico más que como nove- mención de pasada a su labor de arti- lista. Luis María Anson, gran admirador de culista, con pertinaz preterición de su Umbral, considera que obra publicada en libro, y los recientes panoramas de la narrativa española y fue un novelista sólo discreto, un au- las monografías críticas, que conce- tor de teatro insignificante, un poeta den páginas y estudios a autores de casi inédito pero con más interés de lo mucho menor calado siguen margi- que se dice. Como escritor de perió- nando una obra que es alabada por los dico, como articulista, fue el más im- críticos en privado como de excelente portante de una generación a la que prosista, pero que raras veces se ve yo pertenezco. (sin pág.) públicamente reconocida. (124) Eduardo Martínez Rico explica cuáles son, a Carlos X. Ardavín Trabanco señala el desco- su juicio, las características que han hecho del nocimiento que se tiene de la obra del autor columnismo de Umbral un éxito: madrileño dentro del seno de la universidad estadounidense y advierte que la falta de inte- Para ser columnista hay que tener, di- rés responde no sólo a la “pereza intelectual,” gamos, un pensamiento fácil, algunos sino también a “razones de carácter extralite- dirían light, una forma fácil de expre- rario” (15). ¿Cuáles serían entonces los facto- sarlo. Ideas ligeras o que lleguen de res que habrían llevado a separar la obra de forma ligera, y redondas, capacidad Francisco Umbral del corpus literario español de relación, don de lenguaje y, como del pasado siglo XX? ¿Qué hace posible que, digo, amenidad. (327) como sostiene el crítico Pozuelo Yvancos, su El problema surge cuando estas característi- obra no sea públicamente reconocida y sí sea cas forman parte de sus novelas puesto que alabada por la crítica “en privado?” sirven como argumento para quienes consi- Para empezar con la primera pregunta deran a Umbral como novelista menor. Por podrían señalarse factores de orden mera- otro lado, la intromisión del articulismo en la mente literario. Se ha querido ver a Umbral narrativa del escritor madrileño no se limita ante todo como un escritor de periódico, y, a la amenidad, como señala Martínez Rico, de hecho, algunos de sus libros son recopila- sino que desde nuestro punto de vista se ex- ciones de artículos de prensa publicados en tiende a tres elementos significativos: prime- El País o , como Diario de un espa- ro, la brevedad compositiva de los capítulos ñol cansado (1975), Diario de un snob (1973) a veces carentes de relación discursiva entre y Mis placeres y mis días (1994). Su defensa los mismos; segundo, un estilo en ocasiones acérrima del periodismo literario4 no siempre poco elaborado, cercano a la lengua hablada ha convencido a esa parte de la crítica orto- y la jerga de la calle; y por último, la simulta- doxa que se resiste a hermanar la escritura en neidad con la que Umbral escribe en relación periódico con los géneros por excelencia de la a los hechos históricos que protagonizan sus literatura tradicional: poesía, narrativa, teatro novelas.6 Este último aspecto genera cierta y ensayo.5 La proliferación de su obra perio- problemática puesto que resta originalidad a dística ha favorecido, por un lado, la falta de la obra literaria. Así vemos que interés por estudiar en profundidad el vasto legado umbraliano, y por otro, el juicio rápi- la literatura es lo más opuesto a la ac- do, fruto de estudios fraccionados y sin visión tualidad: la buena literatura se ocupa de conjunto. Así hemos podido apreciar a lo de temas permanentes y lo hace con la largo de esta investigación que las alabanzas voluntad de permanencia, permanen- más sonadas hacia la obra de Umbral han gi- cia que se la otorga su calidad litera- rado, casi siempre, en torno a su labor como ria. (Martínez Rico 322) 52 Letras Hispanas Volume 8.2, Fall 2012

Esta voluntad de permanencia, como sabe- conscientes de que, a diferencia de las cien- mos, es mucho más improbable en la litera- cias empíricas sujetas a mecanismos objetivos tura en prensa por lo que, si la obra literaria de evaluación, hay en el campo de lo literario se asemeja a la columna de periódico, la resis- una necesidad inexorable por evaluar y cata- tencia al paso del tiempo se desvanece. logar las obras literarias con el único objetivo Podemos con todo lo anterior concluir de evitar un maremágnum de opiniones, pers- que la influencia del articulismo en la obra pectivas y arbitrariedades individuales. Así literaria de Umbral puede haber potenciado se llega a consenso dentro de la comunidad sus facultades novelísticas como sostiene Ar- cultural que permite diseñar el corpus litera- davín Trabanco (“A la sombra,” 139), pero ha rio y la consecución de la labor docente. Esto actuado igualmente como arma de doble filo implica necesariamente que la indetermina- puesto que se ha entendido como una limita- ción genérica evidente en la obra literaria de ción de su capacidad creativa de Umbral a pe- Umbral constituya un aliciente más para su sar de haber escrito obras de evidente calidad exclusión de las antologías y las historias de literaria como Mortal y rosa (1975) o El hijo la literatura. Genoud de Fourcade ha querido de Greta Garbo (1980),7 que en realidad poco atajar la cuestión etiquetando la novelística o nada tienen que ver con el articulismo: ni el umbraliana dentro de lo que se entiende por estilo es el mismo, ni la factura compositiva, “literatura del yo,” debido a que el elemento ni los temas a tratar, ni la belleza lírica en la autobiográfico reside en la gran mayoría de que son concebidas. Llegar a la conclusión de sus textos de ficción (122). que la ficción de Umbral es una continuación Esta condición autobiográfica que ad- de su columna periodística no es, por tanto, quiere la novelística de Umbral se explica más que una simplificación carente de rigor dentro del contexto de la estética literaria analítico de quienes pretenden definir la obra posmoderna que, de acuerdo al crítico Vance umbraliana atendiendo a una parte minús- R. Holloway, se caracteriza por la hibridez de cula de la misma. Hay que acudir al estudio géneros, la autorreferencia, la intertextuali- textual del conjunto de su obra para entender dad y la síntesis de lo culto y popular (103). la calidad literaria de sus textos ficcionales y En la posmodernidad se dio la espalda a la la magnitud real de su legado. construcción de los grandes relatos de la li- Un segundo factor de naturaleza tam- teratura moderna dando paso a una proli- bién literaria se centra en el hecho de que la feración de la narrativa de lo personal y el obra de Umbral carece de género definido relato intimista de las memorias y diarios, siendo muchas de sus novelas un popurrí género especialmente fecundo en nuestro compositivo a medio camino entre la auto- autor. Umbral se mostró contrario a mu- biografía, la ficción, la crónica política y/o la chos de los conceptos con los que trabajaba memoria colectiva. Aunque esta ambigüedad la crítica moderna; así manifestó su falta de genérica haya podido entenderse como un creencia tanto en géneros como en genera- obstáculo para catalogar su obra dentro del ciones literarias tan en boga en el pasado si- canon literario contemporáneo, la realidad es glo XX (Los cuadernos, 112). Sin embargo, a que esta característica ya se encuentra en la pesar del atractivo que esta teoría supuso por novelística de autores consagrados como Ra- lo que tuvo de lucha contra el “absolutismo món Gómez de la Serna.8 El propio autor fue ideológico y su proclamación de la apertura consciente del desconcierto que generó su no- conceptual y ética” (Navajas 89), el posmo- velística cuando afirma: “Para los críticos sigo dernismo empezó a perder momentum a la siendo una singularidad, a veces interesante, a par que se reconocía la necesidad de la vuelta veces perfectamente marginable” (Los cuader- del canon por una circunstancia tecnológi- nos, 112). Quienes se dedican a la docencia y la ca muy determinada: la llegada de Internet investigación dentro de las Humanidades son y la era digital. La revolución acontecida en Noelia Domínguez-Ramos 53 los medios de comunicación gracias a la in- vemos cómo en la literatura española con- corporación masiva del uso de Internet ha temporánea las novelas que hoy se estudian afectado profundamente al formato escrito en las universidades españolas distan consi- debido a la publicación sistemática de tex- derablemente de aquellas que eran objeto de tos en la propia red. El papel de la crítica y estudio con el franquismo temprano. A ni- la academia como legitimadores culturales ha vel académico, la obra de los escritores espa- sufrido un considerable revés tras el acoso de ñoles en el exilio empezó a reconocerse y es- otras entidades o sujetos asociados al mun- tudiarse entre la élite progresista años antes do de la cultura esta vez cibernética. Esto ha de la muerte del caudillo, y con el posterior generado, como advierte Gonzalo Navajas, nacimiento de la democracia el rescate de un replanteamiento del concepto del canon aquella “España peregrina”9 se daría incluso y del ejercicio de los propios investigadores, en detrimento de la obra literaria de quie- que actúan como agentes diferenciadores de nes se quedaron en la península, como fue el aquellos objetos culturales sujetos a órdenes caso de Umbral. La historia literaria españo- comerciales bien alejados de los valores tradi- la de los últimos treinta años del pasado si- cionales asociados a una obra literaria canó- glo tuvo en parte como objetivo el rescate de nica (94). Y por supuesto ha perjudicado en la biografía y la obra de la izquierda españo- gran medida a la obra de muchos de los auto- la—sobre todo aquella en el exilio—lo cual res que, como Umbral, defendían con ahínco comportó la reconstrucción cultural del país la estética literaria posmoderna. no sólo a nivel literario sino en el resto de las Además de la necesidad pedagógica artes. Curiosamente dentro de la dialéctica implícita en el canon occidental que dificulta habida en el seno de la izquierda española en la catalogación de la obra del escritor madri- esos años posteriores a la transición encon- leño, existe, de acuerdo a Navajas, una con- tramos la opinión de escritores como Juan notación política asociada que ha venido a Goytisolo, quien acusa vehementemente agudizarse en la era de la globalización que a Francisco Umbral de haberse converti- podría haber actuado igualmente en contra do en un escritor de derechas. Para ilustrar del reconocimiento de la obra literaria de ese movimiento hacia la derecha, Goytiso- Umbral. El canon, según el crítico, lo apunta el paso del periodista madrileño de El País a El Mundo además de publicar [p]roporciona unos referentes de artículos de dudosa afiliación progresista identidad cultural comunes en un (sin pág.). Pilar Rubio también refirió esta momento en que el concepto de na- ción se devalúa, los fundamentos de ambivalencia política de Umbral tras haber la identidad nacional se resquebrajan declarado en su día que las distancias entre y la hibridez y la indiferenciación la derecha y la izquierda no eran tan abis- reemplazan a la sólida homogenei- males (53). Umbral, consciente del interés dad de las entidades nacionales del que suscitaba su afiliación política, destaca pasado. Ésa es la razón primordial con cierto asombro en su obra Madrid tribu por la que los nacionalismos actua- urbana la opinión del filósofo y colaborador les necesitan iconos culturales obvios de El Mundo José Antonio Marina quien lo que contrarresten el impulso de deva- luación nacional que la globalización define como escritor de izquierdas y perio- conlleva. (88) dista de derechas (85). Teniendo en cuenta por tanto cierto rechazo de la izquierda es- Debido a su naturaleza portadora de iden- pañola hacia la figura del escritor a partir de tidad cultural y política una de las caracte- los años noventa.10 Sería interesante analizar rísticas definitorias de este catálogo de obras detenidamente si esta supuesta indetermi- maestras es su maleabilidad en el tiempo y nación ideológica contribuyó a dificultar el el carácter cambiante de sus contenidos. Así reconocimiento de la obra de Umbral en un 54 Letras Hispanas Volume 8.2, Fall 2012 periodo de la historia española en el cual se modus operandi tan reconocible en Umbral definió el futuro ideológico y cultural de la le garantizó su auténtico lugar en el mundo democracia. periodístico de la España de finales del fran- quismo. Cuando el director de El País, Juan Francisco Umbral, de la Luís Cebrián, decide contar con Umbral, no espera de éste el ejercicio de un corresponsal heterodoxia al exhibicionismo de guerra. Quiere al personaje: Para responder a la segunda pregunta analizaremos una serie de factores de carác- Ya ves, Umbral—cuenta el columnis- ter humano que, a nuestro juicio, contribu- ta que le dijo Cebrián en su despa- yeron a enturbiar la relación de Umbral con cho de director—, este periódico tan cierto sector de la intelectualidad española de serio, tan grave, con tanta barba, tan finales del pasado siglo. Somos conscientes objetivo, tan frío, tan imparcial, tan de la naturaleza subjetiva del siguiente análi- europeo, que estamos haciendo. Bue- no, pues yo quiero que me hagas en él sis pero sin duda complementará lo anterior- todo lo contrario, o sea que hables de mente explicado, y contribuirá a demostrar ti, que seas tú, que cuentes lo que te el hecho de que diversos factores de carácter pasa. (Los ángeles custodios, 67) extraliterario afectaron el reconocimiento de la novelística del escritor madrileño. Lo cierto es que en estos primeros años traba- La imagen pública de Francisco Um- jando para El País, Umbral siguió a pies jun- bral ha estado asociada a la polémica durante tillas la petición de su director, consolidando gran parte de su trayectoria profesional. En su persona pública dentro del periodismo y una entrevista publicada en la revista Fusión, la sociedad española del postfranquismo.11 cuando se le pregunta por su tendencia al Umbral será reconocido con los años como morbo y la provocación, Umbral responde: el mejor cronista de la transición para quie- nes le idolatran y por supuesto cronista de Está en las leyes del periodismo que sí mismo para quienes se atragantan con sus ante todo siempre hay que buscar un insolencias: su excelencia como escritor,12 sus titular. Eso hace que en ocasiones se comentarios escatológicos,13 su capacidad emplee una frase—incluso manipu- lándola—para darle más fuerza a una extraordinaria como seductor y presumida entrevista o una declaración. (“Fran- promiscuidad narrada una y otra vez en sus cisco Umbral: un buen chico”) novelas. La relación de Umbral con el mundo fe- Una de las características que mejor definen menino dentro de la esfera pública no estuvo su personalidad creadora es su anarquía for- exenta de polémica tampoco. En numerosas mal y estilística que antes se mencionaba. ocasiones ha manifestado su entusiasmo por Umbral huye de las reglas formales estableci- el sexo opuesto hasta llegar a afirmar que das por la Real Academia de la Lengua porque para él la literatura no era más que su segun- tienden a la “taxidermia del idioma” y porque do oficio siendo su verdadera profesión llegar todo lo que suene a juego e innovación lin- a saberlo todo sobre las mujeres (Bravo 39). güística o gramatical “les parece peligroso En la gran mayoría de los textos, sean perio- y subversivo” (7). Umbral legitima esta tras- dísticos o ficcionales, encontramos comenta- gresión de la norma basándose en toda una rios extremadamente ofensivos e indignantes supuesta tradición: “Todo el que ha hecho hacia la mujer, lo cual provocó la repulsa por idioma en España, todo el que ha hecho estilo, parte del colectivo feminista. El episodio más castellano, creación, lirismo, prosa, ha escrito sonado se dio tras la concesión a Umbral del contra o a pesar de Nebrija, fornifollándose premio Cervantes en el año 2000, cuando la gramática” (“El 92,” 7). Sin embargo, este un centenar de mujeres se manifestaron en Noelia Domínguez-Ramos 55 la sede de la Real Academia de las Lengua predominante como columnista. Su ejercicio denunciando al escritor por considerarle un como cronista político le generó enemistades “incitador de la violencia contra la mujer.”14 no sólo en el ámbito de la política sino, sobre Las antipatías hacia su persona y hacia su todo, en el campo de la producción cultural: actividad como periodista fueron constantes “como crítico literario también ha abusado durante décadas. El escritor y miembro de la Umbral del juicio rápido y tantas veces in- RAE Arturo Pérez Reverte, uno de los críti- justo” señala Juan Bonilla (4). Así despotrica cos más “emocionales” de la persona y obra sobre la obra de los clásicos castellanos como literaria de Umbral, señala que fue un “pe- Azorín, Galdós o Baroja y vapulea el trabajo riodista que nunca dio una noticia.”15 El mis- de sus contemporáneos como Muñoz Moli- mo Umbral ha relatado en varias ocasiones na o Javier Marías.16 Del propio Baroja, por cuando la periodista Pilar Urbano le pregun- ejemplo, señala lo siguiente: tó en su día: “¿Tú has dado alguna vez una noticia?” Y Umbral contestó “No, por Dios, Y la mala escritura de Baroja llega a qué horror. Pero en cambio he difundido ser intolerable. Una señorita elegante muchos rumores, que me parece más eficaz” le dice a su cortejador, en esta novela: (“La difamación,” 7). ‘Saldrían ustedes ganando dejando di- Para aquellos que han pretendido enca- rigirse por vosotras.’ Esos dos gerun- dios seguidos y toda la estructura de sillar a Umbral dentro de lo que estrictamen- la frase son como anteriores a la crea- te se entiende por periodismo se entiende ción del castellano. (La noche, 210) que el escritor no es un informador per se; es un columnista que opina sobre el personaje El sentimiento de rechazo se aprecia igual- o la anécdota política y hace de su trabajo, mente hacia quienes, por cuestiones políticas, de algún modo, espectáculo, entretenimien- tuvieron que abandonar la península tras la to. Su maestría, como buen retórico, reside guerra civil. En Las palabras de la tribu (1994) en construir una serie de argumentos que en hace una reflexión bastante desafortunada apariencia son impecables, pero que carecen sobre el exilio español, al que atacó con fre- en la gran mayoría de los casos de toda lógi- cuencia a lo largo de los años: ca. De acuerdo a Santamaría Suárez y Casals Carro, la fórmula empleada por Umbral se Los grandes: Juan Ramón, casi todo denomina en periodismo “petición de prin- el 27, Alberti, Bergamín y poco más. cipio y argumento ad hominem.” Así definen Los Ayala, Sender, Onís, Andújar, Ba- el término: rea, Rajano, Domenchina, etc., disfru- taron la gloria y la ventaja de la gue- [...] la petición de principio es aquel rra y el exilio. Le debían su grandeza razonamiento en el que se introducen a Franco. Una buena página de Cela proposiciones no verificadas o inve- vale por casi todo el exilio. Aparte de rificables como si fueran verdaderas que uno valora más el exilio interior para, desde esa posición, llegar a con- de Aleixandre, Celaya, Blas de Otero, clusiones aparentemente lógicas y ra- José Hierro. Los otros tuvieron vida y zonadas y contando de antemano con dulzura. Y luego volvieron a una Es- su aceptación. (210) paña liberada, que encima les daba asquito, a ganar el premio Cervantes La petición de principio es la forma argumen- y la Academia. (316) tal y ad hominen el contenido de dicho argu- mento, que en este caso es un argumento en Lo que es evidente para cualquier estudio- contra de una persona. Las autoras conside- so de su obra es que su imagen pública no ran que Umbral es el maestro por antonoma- siguió estrictamente el perfil de intelectual sia de la falacia retórica, siendo este su estilo ortodoxo,17 y sus intervenciones públicas y el 56 Letras Hispanas Volume 8.2, Fall 2012 recurso en ocasiones a un lenguaje ordinario en la casta intelectual no se considera y soez rememora a otro grande de nuestras bien vista la conducta de los cofrades letras ciertamente menos maltratado: su aval que escriben ‘demasiado’ o los que literario Camilo José Cela. tienen más éxito editorial [...]. Escri- bir mucho en síntoma de ‘frivolidad’, Hay una faceta, sin embargo, más ex- más todavía si lo que se escribe es plotada en el personaje literario de Umbral claro y no digamos si resulta que los que corresponde a la profusa proliferación de libros se venden. (citado en Amell, su obra—mucho superior en número a la del “El periodismo,” 13) escritor gallego—lo que desafortunadamente provocó que en ocasiones se trivializara su es- Ejemplo de todo lo anterior lo encontramos critura por parte de algunos compañeros de en el artículo de Candau “Espectros de Bau- profesión. El crítico literario Andrés Amorós delaire: Francisco Umbral y el mercado de lo deja claro en el siguiente comentario: las palabras.” El crítico hace referencia a la inclusión desafortunada por parte de Juan Acaba de sacar Paco, a la vez, dos li- Goytisolo de Francisco Umbral dentro de ese bros, que se unen a la larga lista de grupo de periodistas profesionales del best los anteriores, y eso irrita mucho al seller, restando inevitablemente valor literario personal [...] A mucha gente le pare- a su obra. Umbral manifestó en numerosas ce intolerable que le dé tiempo a sa- car, juntos, dos libros más, además de ocasiones que para él la escritura diaria era la columna de El País, todas las otras su modo de vida y en consecuencia partici- colaboraciones y esa vida social sobre pó activamente en la promoción editorial de la que cada uno fantasea a su gusto. casi todos sus libros por medio de entrevis- (citado en Amell, “El periodismo,” 14) tas y apariciones en los medios de comuni- cación. Umbral escribía a diario y presumía, El propio Umbral reflexiona con ironía sobre como señala su biógrafa Anna Caballé, que a este aspecto al cuestionarse si sus artículos su muerte nadie encontraría escritos inéditos salen de su cerebro o se los saca de la manga porque todo le era publicado de inmediato como parecen decir sus enemigos (Suspiros, (47). Existe además una actitud del propio es- 72). A favor de estas críticas diríamos que critor hacia el valor material que otorga a su efectivamente hoy contamos con recopilacio- creación, en este caso periodística, que lo aleja nes de artículos de prensa editados en libro definitivamente de los escritores tradiciona- que quizá no alcancen la talla de un premio les. Sirva de ejemplo el siguiente comentario: Cervantes—puesto que fueron escritos y pu- “para puta yo, que me encargan un artículo blicados en el mismo día—pero que confor- sobre Gorbachov y lo primero pregunto: ¿Lo man sin duda una minúscula parte del todo quiere usted a favor o en contra? Es el mismo que fue su legado literario. precio” (“Subvenciones,” 7). Cabe añadir que A esta última circunstancia habría que el escritor interpreta el éxito de su escritura añadir la omnipresencia de su novelística dentro no sólo por la calidad de la misma, sino tam- del mercado editorial español durante varias dé- bién por el valor material asociado a su tra- cadas (Vila-Sanjuán 193) y el reclamo de su firma bajo. Umbral ha insistido ante las preguntas en los periódicos más destacados del panorama de los periodistas que su marcha del diario El informativo nacional, lo cual incide negativa- País a El Mundo tuvo que ver con un aumento mente en esa idea comúnmente aceptada dentro significativo de su salario.18 Es decir, Umbral de los círculos literarios de que autor reconocido no pertenecería, de acuerdo a Candau, a ese y leído por el gran público es autor incómodo grupo de escritores, sobre todo poetas, que dentro de la élite intelectual que cuestiona la ca- viven “en la pobreza y el anonimato” (303). lidad de su obra. Amando de Miguel explica esta Ni por pobre ni mucho menos por anónimo. tendencia en la vida cultural española: Sirva como ejemplo la siguiente confesión Noelia Domínguez-Ramos 57 realizada a Sánchez Dragó, incluida en la bio- encontramos un capítulo titulado “Miérco- grafía de Umbral El frío de una vida: les literario,” dedicado por entero a su inte- rés por conseguir un premio literario. Sus A veces por Arguelles, por Prin- reflexiones sobre la importancia de hacerse cesa, que había muchos quioscos, con un galardón en el mundo de la creación y los sigue habiendo, me paraba literaria se intercalan con su descontento por delante de un quiosco, y veía: “A no conseguir en el pasado un título univer- ver en qué revista no escribo yo.” Y miraba alguna: “En esta no he es- sitario, lo cual tuvo como consecuencia di- crito nunca y me interesa.” Y al día recta, según Umbral, que su reconocimiento siguiente me presentaba al direc- dentro de las universidades tanto europeas tor con un trabajo que me parecía como americanas se viera mermado (129). bueno y, zas, se lo colocaba. Tenía El autodidactismo de Umbral parece pasarle el ansia de estar en todo el quiosco, factura con los años, y describe la carencia y yo creo que llegué a conseguirlo; de formación académica como un verdadero me jodía que hubiera una revista trauma para él, de ahí que busque el reco- donde no se publicara nada mío, nocimiento oficial por medio de los premios me jodía muchísimo. Sobre todo en las revistas, porque en los perió- literarios. En su más laureada obra, Mortal y dicos había que estar fijo. (40) rosa, publicada en 1975, el escritor, a modo de autoconfesión, parece lamentar su dedi- A pesar de lo dicho con anterioridad, lle- cación diaria a la producción de artículos. gar a la conclusión de que Umbral no está hoy Se dice a sí mismo que la ejecución diaria de por hoy entre los mejores narradores del siglo su columna supuso un éxito al poder abrirse XX por cuestiones ajenas a lo literario, como su un hueco dentro de las letras peninsulares, afición materialista, su misoginia o su exposi- pero que con los años se convertiría en una ción en los medios, sería ciertamente simplista. especie de autodestrucción (217). Umbral Hay una arista de mayor calado dentro de su se da cuenta con los años de que el artícu- personalidad pública que definitivamente ha lo periodístico no tenía la resistencia ni la emponzoñado su obra literaria. Anna Caballé, continuidad de la escritura creativa, por lo nos habla de un hombre extremadamente ob- que entendía que la ejecución sistemática sesionado por el reconocimiento del gran pú- de artículos y el tiempo empleado en ello blico, por un lado, y el reconocimiento de su estaba autodestruyendo su futuro como profesión como escritor por el otro. En nuestro escritor y mermando sus posibilidades proceso de investigación hemos encontrado como autor de ficción. La realidad es, sin numerosos comentarios del autor en relación a embargo, que Umbral publicó novelas de su necesidad de notoriedad y reconocimiento una belleza lírica indiscutible que le hicie- público. José Carlos Mainer y Santos Juliá co- ron ganar los premios más prestigiosos de mentan la personalidad literaria del escritor al la cultura española del momento, aunque, señalar acertadamente que Umbral: por razones ajenas permanezca excluido del canon literario español. [n]ecesita saberse contemplado, que- rido y esperado, y de ahí que el exhi- Notas bicionismo y la provocación sean sus 1En 1983 Umbral publica Diccionario cheli, armas, aunque no sean exclusivas de obra realizada tras el encargo del académico Fer- su estilo y proliferen en mayor o me- nando Lázaro Carreter en una reunión informal. nor medida en otros escritores. (237) Fue editado por Grijalbo (Vila-Sanjuán 195). 2La investigadora Pilar Bravo hace referencia a En su obra Suspiros de España, cuya una encuesta llevada a cabo por la empresa Sigma primera edición data de octubre de 1975, 2 a petición de El Mundo en noviembre y diciembre 58 Letras Hispanas Volume 8.2, Fall 2012 de 1991 de la que se desprende que un 48% de los 8Carlos X. Ardavín Trabanco considera que la lectores consideraba “muy buena” la columna “Los obra umbraliana “sigue los pasos de Ramón Gómez placeres y los días” de Umbral y un 19% la con- de la Serna, paradigma del escritor sin género cuyo sideró “buena.” El propio periódico El Mundo co- refugio predilecto es la novela” (“A la sombra,” 142). menta “que resulta inusual un grado tal de sintonía 9En el primer número del diario El País editado de una firma con los lectores, máxime teniendo en en mayo de 1976 aparecen “unas cuartillas escritas cuenta que Umbral no es precisamente del tipo de por el poeta exiliado sobre León Fe- escritores temerosos de levantar ampollas” (55). lipe, también poeta, muerto en el exilio mexicano. 3Así lo define Miguel García-Posada en la “In- Era un símbolo y mostraba el afán de recuperar a troducción” que hace a la obra de Umbral Mortal la España peregrina” (González Duro 75). y rosa (35). 10En el artículo “¿Viajó a la derecha o viajaron 4Umbral, quizá hastiado de la polémica algo los demás?” José María Pozuelo Yvancos señala el academicista sobre lo que es y lo que no es litera- vacío evidente que el diario El País hizo a Umbral tura, legitimó esto del periodismo literario en estos cuando no apareció una sola mención a su colum- términos en su discurso de aceptación del docto- na en el libro que celebraba los 25 años del diario rado “Honoris Causa” en la Universidad Complu- en el año 2001 (Alemany). tense de Madrid el 2 de diciembre de 1999: 11Umbral colaboró en decenas de revistas y pe- Don Francisco de Quevedo rasga el riódicos de tirada nacional desde Hermano Lobo papel con su pluma de buitre, en el a Triunfo, Diario 16, El Mundo y un largo etc. sin sotabanco de los mesones, y llena su embargo no en todas ellas era admirado. En 1993 siglo XVII de obras jocosas y escritos abandonó el periódico ABC tras una corta estancia satíricos, críticos, costumbristas, muy debido a las quejas de los lectores, ciertamente más plásticos de escritura y vivos de traza, conservadores que los de El País (Bravo 47). que son siempre folios cortos, de la di- 12“La naturaleza sigue imitando al arte, pero mensión de una columna de periódico sobre todo a mi arte” (“El campo del moro”). actual, pues Quevedo estaba inventan- 13yo he llegado a la madurez crono- do el periodismo dos siglos antes. Era lógica o mental de reconciliarme con un periodismo de mano en mano, de mi caos, con mi nada y con mis defe- copia y difusión verbal o manuscrita, caciones, pero el joven saca la cabeza que volaba por Madrid y se leía en las muchas veces, el joven va por dentro escalinatas de San Felipe. El periodis- y la verdad es que yo no me veo como mo, pues, nace como género literario— un señor, sino como un gamberro que siempre lo ha sido—y mantiene a los está dando el timo a la sociedad. Un ciudadanos avisados, a las putas adver- gamberro que ahora, después de ha- tidas y al Gobierno inquieto. (75) ber cagado en casa, como antaño en 5Eduardo Martínez Rico en su artículo “Litera- los solares, se subirá los pantalones tura y periodismo: el tema-problema” defiende el y se irá por ahí a engañar a la gente. hecho de que la literatura también está presente en (Diario de un escritor burgués, 66) la prensa escrita y considera que hay dos elemen- 14Información en Mujeres en red. El periódico tos que diferencian el trabajo de un escritor del de feminista. un simple periodista: “la ambición literaria y la ca- 15Véase “El muelle flojo de Umbral” que el es- lidad literaria.” Ambos conceptos están presentes, critor y periodista subtitula “Incultura camuflada de acuerdo al crítico, en Francisco Umbral (321). bajo la brillante escaramuza del estilo. En realidad 6Ejemplo de las características mencionadas nunca tuvo nada que contar.” lo encontramos en la ya citada A la sombra de las 16Consúltese el artículo “Haro Ibars.” muchachas rojas (1981) y en Y Tierno Galván as- 17Otra de sus provocaciones extremas, fruto cendió a los cielos (1990). de su naturaleza anárquica y rebelde, son sus con- 7Se insiste que es complicado hablar de ficción fesiones a favor del plagio. Sirva como ejemplo: en Umbral. Las dos obras citadas son novelas en pri- “El plagio es un género artístico tan respetable mera persona con datos fehacientes de la propia ex- como cualquier otro” (“El triple héroe,” 4). En periencia vital del autor: la muerte de su hijo como 1994 Julio Rodríguez Puértolas escribe una rese- hilo conductor en Mortal y Rosa, y semblanzas de ña titulada “Umbral y los fascistas” publicada en su madre y muerte final enEl hijo de Greta Garbo. El País sobre la novela escrita por Umbral Madrid Noelia Domínguez-Ramos 59

1940. Memorias de un joven fascista. En esta rese- Mainer, José Carlos y Santos Juliá. El aprendizaje ña se acusa a Umbral de haber plagiado la novela de la libertad 1973-1986: la cultura de la tran- escrita en los años cuarenta por Tomás Borrás titu- sición. Madrid: Alianza Editorial, 2000. Im- lada Checas de Madrid. preso. 18Pilar Bravo apunta que la versión de El País Marco, Joaquín. “Madrid, tribu urbana.”.= El Cul- es que Umbral fue cesado en 1989 porque estaban tural.es, 25 Oct. 2000. Red. 30 Sep. 2010. cansados de sus provocaciones (47). Martínez Rico, Eduardo. “Literatura y periodismo: el tema-problema.” Dicenda. Cuadernos de Filología Hispánica. 28 (2010): 317-327. Im- Obras citadas preso. Alemany, Luis. “¿Viajó la derecha o viajaron los Navajas, Gonzalo. “El canon y los nuevos paradig- demás?” El Mundo, 22 July 2009. Red. 08 Jan. mas culturales.” Iberoamericana 6.22 (2006): 2012. 87-97. Impreso. Amell, Samuel. “El periodismo: su influencia e impor- Pérez Reverte, Arturo. “El muelle flojo de Umbral.” tancia en la novela del postfranquismo.” Castilla: XL Semanal 944, 27 Nov- 3 Dec. 2005. Red. Estudios de literatura 14 (1989): 7-14. Impreso. 1 Dec. 2010. Anson, Luis María. “Los 20 columnistas de Paco Pozuelo Yvancos, José María. Ventanas de la fic- Umbral.” El Cultural.es, 22 May 2008. Red. 12 ción: narrativa hispánica: siglos XX y XXI. Dec. 2010. Barcelona: Península, 2004. Impreso. Ardavín Trabanco, Carlos X., ed. Valoración de Rodríguez Puértolas, Julio. “Umbral y los fascis- Francisco Umbral: ensayos críticos en torno a tas.” El País 10 Sept. 1994: 11. Impreso. su obra. Gijón: Libros de Pexe, 2003. Impreso. Santamaría Suárez, Luisa y María Jesús Casals —. “A la sombra de las muchachas rojas de Francis- Carro. La opinión periodística: argumentos y co Umbral: memoria simultánea, reescritura géneros para la persuasión. Madrid: Fragua, y esperpentización de la transición política.” 2000. Impreso. Revista de Estudios Hispánicos 24 (2000) 140- Umbral, Francisco. Suspiros de España. Madrid: 156. Impreso. Felmar, 1975. Impreso. Bravo, Pilar. Columnismo y sociedad. Los españoles —. Mortal y rosa. Ed. Miguel García-Posada. Ma- según Umbral. Madrid: Biblioteca Nueva, drid: Cátedra-Destino, 1995. Impreso. 2006. Impreso. —. La noche que llegué al Café Gijón. Barcelona: Bonilla, Juan. “Hablar de uno mismo.” El Mundo Destino, 1977. Impreso. 13 Dec. 2000: 4. Impreso. —. “Literatura y periodismo.” Discursos correspon- Caballé, Anna. El frío de una vida. Madrid: Espasa, dientes a las investiduras de doctores “Honoris 2004. Impreso. Causa.” Madrid: Complutense, 1999-2000. Candau, Antonio. “Espectros de Baudelaire: Fran- 75-82. Impreso. cisco Umbral y el mercado de las palabras.” —. Los ángeles custodios. Barcelona: Destino, 1981. Valoración de Francisco Umbral: ensayos críti- Impreso. cos en torno a su obra. Ed. Carlos X. Ardavín —. Diario de un escritor burgués. Barcelona: Des- Trabanco. Gijón: Libros de Pexe, 2003. 301- tino, 1976. Impreso. 318. Impreso. —. “El campo del moro.” El País, 6 June 1978. Red. García-Posada, Miguel. Introducción. Mortal y 20 Jan. 2011. rosa. De Francisco Umbral. Madrid: Cátedra/ —. Madrid, tribu urbana. Barcelona: Planeta, 2000. Destino, 2001. 11-47. Impreso. Impreso. Genoud de Fourcade, Mariana. “Francisco Umbral: —. Los cuadernos de Luis Vives. Barcelona: Planeta, de la trasgresión al canon.” Revista de literatu- 1996. Impreso. ras modernas 31 (2001): 113-125. Impreso. —. Las palabras de la tribu. Barcelona: Planeta, González Duro, Enrique. Polanco el Señor de El 1994. Impreso. País. Barcelona: Península, 2011. Impreso. —. “El español.” El Mundo 09 Abr 1991: 7. Impreso. Goytisolo Gay, Juan. “Vamos a menos.” El País, 10 —. “El 92.” El Mundo 06 Jan. 1992: 7. Impreso. Jan. 2001. Red. 22 Nov. 2010. —. “La difamación.” El Mundo 27 June 1991: 7. Holloway, Vance R. El posmodernismo y otras ten- Impreso. dencias de la novela española (1967-1995). —. “Haro Ibars.” El Mundo 22 Feb 1992: 7. Im- Madrid: Fundamentos, 1999. Impreso. preso. 60 Letras Hispanas Volume 8.2, Fall 2012

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