Entro/Dos Y Mascaras Del Sureste Orensano Xerardo Dasairas Valsa
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~ ENTRO/DOS Y MASCARAS DEL SURESTE ORENSANO XERARDO DASAIRAS VALSA Bajo este epígrafe pretendemos en bién son diversos los elementos lla hoy en centros de atracción urbana e globar algunos de los carnavales que mados de progreso (luz, pavimenta industrial y a su mejor oferta de ocio o en los últimos tiempos gozan de más ciónes, TV, viales...) y los agentes de diversión, son las que polarizan hoy la renombre en Galicia. Esta fiesta, co la inevitable modernidad los que inci atención de un innumerable gentío mo en muchas otras partes, empezó a den sobremanera en la mudanza o atraído por la publicidad y el colorido cobrar especial relevancia a partir de desaparición de muchos de los ritua de estas fiestas. No cabe duda que al la restauración democrática y del nue les que se percibían hasta hace poco. igual que aconteció a lo largo de los vo régimen de libertades que ello trajo El enorme atractivo social que en la tiempos en cuyo periplo fue mudando consigo. Diversos factores como el actualidad despiertan estas fiestas ha sus caracteres míticos y rituales, le su aislamiento secular de Gal icia , el provocado también en la mayoría de cede hoy lo mismo con los que llega arraigo de sus costumbres y tradicio los casos un intervención de tipo insti ron hasta nosotros.Además, la celeri nes o el lento proceso de aculturación tucional con tendencia a la uniformiza dad que imprime la modernidad y la sufrido, contribuyeron también en mu ción. Como consecuencia, se eviden vida cotidiana con sus constantes mu cho a la pervivencia de estas fiestas. cia una descontextualización del danzas, incide sobremanera en esta Son por esto, aquellos pueblos y aldeas carácter licencioso e inversor de anta fiesta ya desproveyéndola de sus vie más recónditos, los que conservan ño presente en los diversos rituales y jos rituales y eclipsando los mitos que con mayor fuerza el espíritu y los ritos que incide también sobremanera en la sustentaban ya añadiendo modelos de la fiesta carnavalesca en Galicia. las diversas máscaras que salen estos actuales (incluso en la invención de Sin embargo en los últimos años tam- días. Las grandes villas, convertidas máscaras) para reproducir esquemas Cigarróns ó Peliqueiros. 25 NARRIA La morena. Testamento del burro. más globalizadores e imitativos que co. En Laza recibe el popularizado graves (machos) o más agudos (hem inciden fuertemente en la universaliza nombre de Peliqueiro por la piel que bras), produce una sonoridad espe ción de este periodo festivo. cubre la parte posterior de la mitra o cial de los cencerros, matizada tam pantalla metálica que sustenta sobre bién por el movimiento que los su cabeza. Esta mitra en la que se ex portadores les imprimen en su espe hiben elementos zoomórficos, va uni cial andar y correr o en sus particula LOS CARNAVALES DEL da a una careta procedente de un tro res aspav ientos y gestos mímicos. VALLE DE MONTERREY zo de madera que se ha vaciado Cubriendo las piernas llevan unos cal CIGARRONES O ..PELlQUEIROS" internamente para hacerle lugar a la zones cortos enriquecidos con primo cara y a los orificios de los ojos, nariz rosas puntillas y borlas de colores. El Entre los carnavales más interesantes y boca. Las caretas se representan resto de la pierna, desde la sobrerodi de esta zona figura el de Laza cuyos con sonrisa cínica, grandes bigotes, lIa, se cubre hoy con medias de colo rituales merecieron desde los años amplias cejas , coloretes en ambas res (antaño blancas y de lana) en las treinta la atención de numerosos estu mejillas y barba natural adherida al que se exhiben ligas de fantasía y za diosos e investigadores como V. Risco borde de la misma y que nos sugieren patos limpios que estrenan. En la ma o Bouza Brey a los que luego siguie una representación de un personaje no portan un zurr iago o tralla con ron Xaquín Lorenzo, Taboada Chivite dieciochesco. La vestimenta se com mango cilíndrico de madera sobre el y otros. La figura central del carnaval plementa con una camisa blanca y que se sujeta una sólida correa de de Laza es la máscara del Peliqueiro, corbata, chaquetilla corta con charre piel de becerro con la que se abren ca llamada Cigarrón en el área de Verín y teras militares y bordados y alamares mino y amenazan a los viandantes. que tamb ién recibe nombres como de oro al estilo militar de antaño. Sobre Felo en las tierras limítrofes de los hombros y hacia atrás, sujeta con Maceda o Zarramanculleiro en pue prendedores de fantasía, llevan paño RITUAL blos de Cualedro ya cerca de la fron leta de seda con vistosos dibujos y fle tera portuguesa. De todos estos nom cos que al igual que las medias de El ritual de los Peliqueiros o bres el de mayor raigambre histórica y ben ser regalo de la novia o de la Cigarrones en el que ya se observan difusión geográfica es el de Cigarrón madre preferentemente. En la cintura, importantes modificaciones con el pa pues este vocablo podemos equipa fajada en varias vueltas, cuelgan por so de los años, consiste en recorrer rarlo con el del Zamarrón asturiano, el detrás media docena de grandes cen las calles y caminos de la vecindad, del Zagarrón de Ciudad Rodrigo, el cerros (de 40 cm. más o menos) que exhibiendo la riqueza de su atuendo y Zaharrón Zamarrón de otras partes de rondan en total los doce kilogramos visitando las casas y locales públicos Castilla e incluso con el Zamorrúa vas- de peso. La mezcla de sonidos, más donde son obsequiados. En la actua- 26 NARRIA invitaciones propias de las casas que visitaban , también podían reclamar de los transeúntes una invitación a vi no o una multa dineraria que la mayor parte de las veces servía para pagar el alquiler del traje. ORIGEN Mucho se tiene especulado sobre el origen de esta vistosa máscara a la que Risco o Bauza Brey asignaron al comienzo de sus estudios un caracter supervivencial de antiguas danzas to témicas prehistóricas. La piel, los cen cerros y los dibujos zodáricos de las mitras se veían como restos de una máscara imitativa del animal con el que se identificaba el totem. Otras identificaciones de la máscara se diri gen hacia diferentes ritos greco-roma nos que se celebraban en las fiestas iniciáticas de Eleusis y de los Salios o en las Saturnalia, Lupercalia y otras que se presentan como antecedentes de nuestros carnavales. El legendario ,...A~-"'" Madrid local quiso ver en los Cigarrones (a través del zurriago y el acto petitorio) a los cobradores de impuestos y tam Carreteras .. • bién (por los cencerros) a ojeadores o Provinciales.••.................... ", . Cl Ríos . CD levantadores de caza de los condes .§ IPortugal del castillo de Monterrey que enseño Localización de la área. .2 1 rea la comarca. Para Mariño Ferro, sin a: embargo, los peliqueiros o cigarrones nacen ya en un contexto religioso cris tiano y representan la parte animal, voluptuosa, carnal y bestial de la per sona antes de convertirse en el hom bre bueno que predica la doctrina de la iglesia. En este sentido constata lidad, su actividad es más estática, un tropel de chiquillos persiguiese a mos la presencia de una máscara o siendo las calles y la pequeña plaza las máscaras profiriéndoles toda cia demo nio en las procesiones del central de la Picota (Laza) el lugar en se de insultos hasta provocar la aira Corpus de Verín del siglo XVI figuran el que confluyen las representacio da reacción de las mismas y la consi do también en este cortejo los llama nes carnavaleras y la exhibición de guiente carrera persecuto ria. En dos «sonajeros» de Monterrey que in los peliqueiros. Antaño, estas másca algunas aldeas, los cigarrones inclu ducen a pensa r en los cigarrones . ras, al igual que otras de los contor so eran agredidos por la gente , te Otras referencias documentales que nos, comenzaban su periplo por las niendo que defenderse con el zurria aluden a la presencia de máscaras en aldeas vecinas con la llegada del año go de los golpes cuyo objetivo era las procesiones las encontramos en nuevo, haciendo acto de presencia derribar las caretas con el fin de iden las descripciónes de las rogativas que en cua nta fiesta o rome ría (San tificar a sus portadores. En otros lu tenían lugar en el valle con motivo de Antón, Candelas, San Bias) se cele gares, el portador de la máscara reci sequías, lluvias o epidemias. brase en estas fechas anteriores al bía toda clase de improperi os, Desde nuestro punto de vista y Carnaval. En la actualidad la fiesta invectivas y alusiones simbólicas o prescindiendo del caracter prehistóri solo se presiente en los días anterio más o menos solapadas a aspectos co, el cigarrón o peliqueiro debe en res cuando com ienzan las labores íntimos de su vida. De todo esto se cuadrarse dentro de los ritos mági preparatorias de la misma, se revisan exceptuaba el pronunciar el nombre co-espirituales de fecundación y y limpian los trajes de las máscaras, del enmascarado, asunto este que de fertilidad de la tierra que se documen se confecciona el testamento, se de suceder era inmediatamente recrimi tan en la Edad Media a través de nu cide la intervención musical, etc. El nado y penalizado por los presentes. merosas danzas y celebraciones di Cigarrón o Peliqueiro debe caminar Si fuese considerado que la máscara versas. Incorporados más tarde por la siempre a saltos, meneando los cen no era llevada con la prestancia debi Iglesia a sus rituales, estas máscaras cerros, repartiendo zurriagazos a to da o no cump liese con el ritual co pasaron a representar en las letanías, do aquel que se cruce en su camino rrecto, entonces el portador era reti procesiones y autos sacramentales e incluso persiguiendo a aquellos que rado en una escalera de mano entre los espíritus del mal, encarnados aho se atreven a insultarlo.