~ ENTRO/DOS Y MASCARAS DEL SURESTE ORENSANO XERARDO DASAIRAS VALSA

Bajo este epígrafe pretendemos en­ bién son diversos los elementos lla­ hoy en centros de atracción urbana e globar algunos de los carnavales que mados de progreso (luz, pavimenta­ industrial y a su mejor oferta de ocio o en los últimos tiempos gozan de más ciónes, TV, viales...) y los agentes de diversión, son las que polarizan hoy la renombre en . Esta fiesta, co­ la inevitable modernidad los que inci­ atención de un innumerable gentío mo en muchas otras partes, empezó a den sobremanera en la mudanza o atraído por la publicidad y el colorido cobrar especial relevancia a partir de desaparición de muchos de los ritua­ de estas fiestas. No cabe duda que al la restauración democrática y del nue­ les que se percibían hasta hace poco. igual que aconteció a lo largo de los vo régimen de libertades que ello trajo El enorme atractivo social que en la tiempos en cuyo periplo fue mudando consigo. Diversos factores como el actualidad despiertan estas fiestas ha sus caracteres míticos y rituales, le su­ aislamiento secular de Gal icia , el provocado también en la mayoría de cede hoy lo mismo con los que llega­ arraigo de sus costumbres y tradicio­ los casos un intervención de tipo insti­ ron hasta nosotros.Además, la celeri­ nes o el lento proceso de aculturación tucional con tendencia a la uniformiza­ dad que imprime la modernidad y la sufrido, contribuyeron también en mu­ ción. Como consecuencia, se eviden­ vida cotidiana con sus constantes mu­ cho a la pervivencia de estas fiestas. cia una descontextualización del danzas, incide sobremanera en esta Son por esto, aquellos pueblos y aldeas carácter licencioso e inversor de anta­ fiesta ya desproveyéndola de sus vie­ más recónditos, los que conservan ño presente en los diversos rituales y jos rituales y eclipsando los mitos que con mayor fuerza el espíritu y los ritos que incide también sobremanera en la sustentaban ya añadiendo modelos de la fiesta carnavalesca en Galicia. las diversas máscaras que salen estos actuales (incluso en la invención de Sin embargo en los últimos años tam- días. Las grandes villas, convertidas máscaras) para reproducir esquemas

Cigarróns ó Peliqueiros.

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La morena. Testamento del burro.

más globalizadores e imitativos que co. En Laza recibe el popularizado graves (machos) o más agudos (hem­ inciden fuertemente en la universaliza­ nombre de Peliqueiro por la piel que bras), produce una sonoridad espe­ ción de este periodo festivo. cubre la parte posterior de la mitra o cial de los cencerros, matizada tam­ pantalla metálica que sustenta sobre bién por el movimiento que los su cabeza. Esta mitra en la que se ex­ portadores les imprimen en su espe­ hiben elementos zoomórficos, va uni­ cial andar y correr o en sus particula­ LOS CARNAVALES DEL da a una careta procedente de un tro­ res aspav ientos y gestos mímicos. VALLE DE MONTERREY zo de madera que se ha vaciado Cubriendo las piernas llevan unos cal­ CIGARRONES O ..PELlQUEIROS" internamente para hacerle lugar a la zones cortos enriquecidos con primo­ cara y a los orificios de los ojos, nariz rosas puntillas y borlas de colores. El Entre los carnavales más interesantes y boca. Las caretas se representan resto de la pierna, desde la sobrerodi­ de esta zona figura el de Laza cuyos con sonrisa cínica, grandes bigotes, lIa, se cubre hoy con medias de colo­ rituales merecieron desde los años amplias cejas , coloretes en ambas res (antaño blancas y de lana) en las treinta la atención de numerosos estu­ mejillas y barba natural adherida al que se exhiben ligas de fantasía y za­ diosos e investigadores como V. Risco borde de la misma y que nos sugieren patos limpios que estrenan. En la ma­ o Bouza Brey a los que luego siguie­ una representación de un personaje no portan un zurr iago o tralla con ron Xaquín Lorenzo, Taboada Chivite dieciochesco. La vestimenta se com­ mango cilíndrico de madera sobre el y otros. La figura central del carnaval plementa con una camisa blanca y que se sujeta una sólida correa de de Laza es la máscara del Peliqueiro, corbata, chaquetilla corta con charre­ piel de becerro con la que se abren ca­ llamada Cigarrón en el área de Verín y teras militares y bordados y alamares mino y amenazan a los viandantes. que tamb ién recibe nombres como de oro al estilo militar de antaño. Sobre Felo en las tierras limítrofes de los hombros y hacia atrás, sujeta con Maceda o Zarramanculleiro en pue­ prendedores de fantasía, llevan paño­ RITUAL blos de Cualedro ya cerca de la fron­ leta de seda con vistosos dibujos y fle­ tera portuguesa. De todos estos nom­ cos que al igual que las medias de­ El ritual de los Peliqueiros o bres el de mayor raigambre histórica y ben ser regalo de la novia o de la Cigarrones en el que ya se observan difusión geográfica es el de Cigarrón madre preferentemente. En la cintura, importantes modificaciones con el pa­ pues este vocablo podemos equipa­ fajada en varias vueltas, cuelgan por so de los años, consiste en recorrer rarlo con el del Zamarrón asturiano, el detrás media docena de grandes cen­ las calles y caminos de la vecindad, del Zagarrón de Ciudad Rodrigo, el cerros (de 40 cm. más o menos) que exhibiendo la riqueza de su atuendo y Zaharrón Zamarrón de otras partes de rondan en total los doce kilogramos visitando las casas y locales públicos Castilla e incluso con el Zamorrúa vas- de peso. La mezcla de sonidos, más donde son obsequiados. En la actua-

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invitaciones propias de las casas que visitaban , también podían reclamar de los transeúntes una invitación a vi­ no o una multa dineraria que la mayor parte de las veces servía para pagar el alquiler del traje.

ORIGEN

Mucho se tiene especulado sobre el origen de esta vistosa máscara a la que Risco o Bauza Brey asignaron al comienzo de sus estudios un caracter supervivencial de antiguas danzas to­ témicas prehistóricas. La piel, los cen­ cerros y los dibujos zodáricos de las mitras se veían como restos de una máscara imitativa del animal con el que se identificaba el totem. Otras identificaciones de la máscara se diri­ gen hacia diferentes ritos greco-roma­ nos que se celebraban en las fiestas iniciáticas de Eleusis y de los Salios o en las Saturnalia, Lupercalia y otras que se presentan como antecedentes de nuestros carnavales. El legendario ,...A~-"'" Madrid local quiso ver en los Cigarrones (a través del zurriago y el acto petitorio) a los cobradores de impuestos y tam­ Carreteras .. • bién (por los cencerros) a ojeadores o Provinciales.••...... ", . Cl Ríos . CD levantadores de caza de los condes .§ IPortugal del castillo de Monterrey que enseño­ Localización de la área. .2 1 rea la comarca. Para Mariño Ferro, sin a: embargo, los peliqueiros o cigarrones nacen ya en un contexto religioso cris­ tiano y representan la parte animal, voluptuosa, carnal y bestial de la per­ sona antes de convertirse en el hom­ bre bueno que predica la doctrina de la iglesia. En este sentido constata­ lidad, su actividad es más estática, un tropel de chiquillos persiguiese a mos la presencia de una máscara o siendo las calles y la pequeña plaza las máscaras profiriéndoles toda cia­ demo nio en las procesiones del central de la Picota (Laza) el lugar en se de insultos hasta provocar la aira­ Corpus de Verín del siglo XVI figuran­ el que confluyen las representacio­ da reacción de las mismas y la consi­ do también en este cortejo los llama­ nes carnavaleras y la exhibición de guiente carrera persecuto ria. En dos «sonajeros» de Monterrey que in­ los peliqueiros. Antaño, estas másca­ algunas aldeas, los cigarrones inclu­ ducen a pensa r en los cigarrones . ras, al igual que otras de los contor­ so eran agredidos por la gente , te­ Otras referencias documentales que nos, comenzaban su periplo por las niendo que defenderse con el zurria­ aluden a la presencia de máscaras en aldeas vecinas con la llegada del año go de los golpes cuyo objetivo era las procesiones las encontramos en nuevo, haciendo acto de presencia derribar las caretas con el fin de iden­ las descripciónes de las rogativas que en cua nta fiesta o rome ría (San tificar a sus portadores. En otros lu­ tenían lugar en el valle con motivo de Antón, Candelas, San Bias) se cele­ gares, el portador de la máscara reci­ sequías, lluvias o epidemias. brase en estas fechas anteriores al bía toda clase de improperi os, Desde nuestro punto de vista y Carnaval. En la actualidad la fiesta invectivas y alusiones simbólicas o prescindiendo del caracter prehistóri­ solo se presiente en los días anterio­ más o menos solapadas a aspectos co, el cigarrón o peliqueiro debe en­ res cuando com ienzan las labores íntimos de su vida. De todo esto se cuadrarse dentro de los ritos mági­ preparatorias de la misma, se revisan exceptuaba el pronunciar el nombre co-espirituales de fecundación y y limpian los trajes de las máscaras, del enmascarado, asunto este que de fertilidad de la tierra que se documen­ se confecciona el testamento, se de­ suceder era inmediatamente recrimi­ tan en la Edad Media a través de nu­ cide la intervención musical, etc. El nado y penalizado por los presentes. merosas danzas y celebraciones di­ Cigarrón o Peliqueiro debe caminar Si fuese considerado que la máscara versas. Incorporados más tarde por la siempre a saltos, meneando los cen­ no era llevada con la prestancia debi­ Iglesia a sus rituales, estas máscaras cerros, repartiendo zurriagazos a to­ da o no cump liese con el ritual co­ pasaron a representar en las letanías, do aquel que se cruce en su camino rrecto, entonces el portador era reti­ procesiones y autos sacramentales e incluso persiguiendo a aquellos que rado en una escalera de mano entre los espíritus del mal, encarnados aho­ se atreven a insultarlo. Aunque ahora burlas y recriminaciones. En Verín, ra por los demonios bíblicos. La vesti­ ya no es frecuente, era habitual que los cigarrones, además de recibir las menta de estas máscaras, igual que

27 NARRIA su ritualidad, fue modificándose a lo largo de los años, perdiendo o incor­ porando parte de sus características actuales. Consideramos que, en ori­ gen, estas máscaras llevasen en sus mitras solamente representaciones con ornatos vegetales y del sol y la lu­ na como acred itan las caretas más antiguas que hemos visto. De esta for­ ma se asimilarían mucho al tocado (de flores, cintas o papelillos) que presen­ tan numerosas danzas y máscaras a lo largo y ancho de la península. Su vestimenta básica sería en principio toda blanca con camisa, enaguas, me­ dias de lana (de ahí la presencia de las ligas), pañoleta y corbata, todo ello tamb ién muy propio de las danzas procesionales religiosas. Los cence­ rros proporcionarían un ritmo y un ruí• do infernal (nunca mejor dicho) que caracterizarían su rol demoníaco den­ tro de los actos en los que participa. La chaquetilla militar con charreteras, la careta abigotada y la mitra de lata con la piel convierten a los cigarrones en otro periodo posterior en una espe­ cie de máscara conmemorativa de la retirada de los franceses a la que se incorporan los despojos de su vencido ejército. Bastaría con repasar los dis­ tintos uniformes del ejército francés y el aspecto de sus oficiales pintados de colorete en las mejillas (granaderos, dragones...) para confirmar lo antedi­ cho. Además su enorme boca en acti­ tud sonriente, cínica y grotesca, nos remite a la representación del diablo que se aparece a los hombre con la máscarade la alegría. La posterior representación zodári­ ca de las mitras quizás fue inducida por la divulgación que sehizo del ca­ rácter totémico al que ya aludimos, de­ sapareciendo las representaciones vegetales y otras de lo más diverso (hórreos, gaiteiros, etc) que se venían Boteiro de . pintando por ignorancia. En la actuali­ dad y como se viene haciendo, no tie­ ne sentido dibujar en las mitras de los peliqueiros como animal totémico una cobra india, un león, un tigre...

embadurna la cara con este y otros mas que son visitadas por alguna de OTROS RITUALES productos maculativos. Aunque la lu­ las comparsas que participaron en el CARNAVALESCOS cha de sexos que se reproduce ya no desfile. tiene la fuerza de antaño, estos actos En Laza los actos rituales del carna­ En los últimos años y en los días pre­ se siguen celebrando en Verín duran­ val se suceden durante los tres días. vios al Carnaval se han incluído de te los tres días gordos del Carnaval. El El domingo se produce la «estrena» nuevo las celebraciones de los días domingo gordo salen los cigarrones de los peliqueiros a la salida de misa y (jueves) de compadres y de comadres que participan en el desfile de carro­ el reparto de una gran bica (pastel a consistentes en panatagruélicas y di­ zas y comparsas que a media mañana base de harina, huevos, azúcar, na­ vertidas escenas a las que asisten ex­ recorre las calles principales de la vi­ ta...) entre todos los presentes en la clusivame nte mujeres u hombres. lla. El martes, este desfile vuelve a re­ plaza. Distintas representaciones jo­ Esto sucede en Verín al igual que en petirse por la tarde. Durante estos dí• cosas del vivir aldeano se mezclan el domingo previo al de carnaval (do­ as puede decirse que el carnava l con atrevidas y obscenas comparsas mingo corredoiro) se corre la harina verinense se repliega a los pubs, dis­ que acuden a la plaza, donde se con­ detrás de las mujeres a las que se les cotecas y calles adyacentes a los mis- centra la gente, con animo provocador

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Folión.

y transgresor. El lunes de carnaval tie­ das de las mujeres que encuentra a mientas más sign ificat ivos ocurridos ne lugar la lucha de los farrapos , esto su paso . En los cuernos y en el rabo en el pueblo y a asuntos particulares es, trozos de tela vieja embadurnados lleva unas esp inosas ramas de tojo que muchos vecinos cre ían hasta es­ en agua mezclada con excrementos para evita r todo tipo de defensa con ­ te momento celosamente guardados. de animales. Desde primera hora de la tra ella. Además se hace acompañar Con claros precedentes en los tan di­ mañana se reproduce la incruenta lu­ por una pléyade de mozos sem ides­ vulgados testamentos medievales de cha que va durar hasta la hora de co­ nudos que portan enormes tallos de an imales, estos actos gozaron de mer, dejando su fétido recuerdo en pa­ berza y tojo, mientras otros arrojan gran pred icamento en muchos pue­ redes, puertas y ropas. Los desde unos sacos, puñados de es­ blos de la comarca. En la cercana vi­ Maragatos, disfraces zarrapastrosos tiércol y ceniza con hormigas embra­ lla de Oimbra, donde el carnaval se sin careta que salen este día, tienen vecidas previamente. Este ritual en el celebra preferentemente Ém las bode­ que defenderse de aquellos que inten­ que se ve semejanza con las Vetulas gas de las casas, era frecuente la re­ tan embadurnarlos o enlodazarlos en romanas estuvo muy extendido por presentación burlesca de distintas ta­ las charcas que están llenas de excre­ toda la comarca de Monterrey y por reas del campo como arar, sembrar, mentos animales e inmundicias varias. otras locali dades orensanas como recoger, segar... Estos actos ten ían Uno de estos maragatos lleva una al­ Viana do Bolo y . El como colofón la lectura de cop las sa­ barda vieja y su misión consiste en po­ miércoles, último día de carnaval, los tíricas en las que se recog ían distin­ nérsela a los presentes con gran fuer­ peliqueiros lucen banda de luto en tos hechos jocosos acaecidos duran­ za para que el impacto los derribe. sus mitras por la muerte del " santo" te el año y que recibían el nombre de Salvados , ceniza, hollín de los potes y Entroido. El colofón de la fiesta en entremeses. En el pueblo de Castro, chimeneas y cubos de agua eran ma­ Laza lo pone el acto de la lectura del vecino a Laza , tamb ién se represen­ teriales con los que antaño se emba­ Testamento del Burro al que acude y tan escenas de trabajos del campo y durnaban unos a otros desde los bal­ presta gran atención todo el mundo, una obr ita teatral llamada igualmente cones o en la mismas calles y plazas. incluí dos los pelique iros que asienten ent remés en la que se parodia el vivir Por la tarde tiene lugar la llegada a los jocosos aciertos med iante el so­ rural y algunos personajes o aconte ­ de la Morena, representación de una nido de sus cencerros . A medida que cim ientos de gran relieve popular. vaca de madera conducida por hom­ se reparte el burro se va dando repa­ También aqu í se realizan los mismos bres y cuya misión es levantar las tal- so de forma burlesca a los acontecí- actos rituales que en Laza , inclu ído 29 NARRIA el Testamento del Burro ya que anta­ aquí en una persecución, en una pe­ dea y que en la actualidad confluyen el ño los vecinos y «peliquelros» de es­ lea entre las aves y en la decap itación domingo de carnaval en la villa de ta parroquia y sus aldeas acudían el posterior de dos de ellas. Durante la Viana para animar la institucional lunes a participar en los actos de misma el numeroso gentío recitaba en Fiesta de la Androlla. Estos «felices» Laza. una especie de catarsis colectiva, ver­ están constituídos por grupos de habi­ sos y coplas alusivos a acontecimien­ tantes de cada aldea sin distinción de tos habidos en el pueblo durante el sexo ni de edad. Unos portan enor­ EL CARNAVAL DE VIANA DO año. Luego se hacía en Testamento mes bombos de colores , hechos anta­ BOLO Y un reparto del gallo a diversos perso­ ño con la piel de una oveja robada y najes de la villa. La ruptura del período hoy comprados, con los que producen Los primeros datos sobre este carna­ carnavalesco durante el franqu ismo y un enorme estruendo semejante al de val, llamado aquí Entrudio o Intruido las actuales prohibiciones gubernati­ las tormentas al que hay que añadirle nos los suministra Nicolás Tenorio vas contribuyeron a la desaparición de el ruído producido por el golpear sin­ quien relata los actos principales de este ritual. Los jueves de compadres y copado de toda clase de aperos de la­ esta fiesta a principio de siglo. Entre de comadres se reproduce la lucha de branza y de cocina . Aunque en la ac­ estos, hoy desaparecido, figuraba la sexos al intentar arrebatar unos y de­ tualidad muchos de los folioes tienden Fiesta de los Gallos en la que se in­ fender otros a sus respectivos muñe­ a la uniformización de sus vestimentas cluía el nombramiento de los Reyes, cos llamados compadre, comadre o lo cierto es que sus componentes el Juego y el Testamento que tenían también lardeiro y lardeira . siempre se distinguieron por la anar­ lugar el Jueves de Compadres. Esta El eje cent ral del carnaval de esta quía de formas y colores de sus ropas fiesta que tenía un caracter escolar es montañosa zona lo constituyen los lla­ a base de trajes viejos o usados. El semejante a la que se celebraba en mados «Folioes» (así en el habla de la " folión» de cada aldea tenía al uso la otras partes de España y consistía zona) que se const ituyen en cada al- visita de las aldeas vecinas y para ello preparaban las Disputas o parlamen­ tos que tenían que decir y que comen­ zaban con una alabanza al pueblo vi­ sitado y sus gentes. El acto continuaba luego con la intervención de distintos personajes que represen­ taban oficios, produciéndose una es­ /' ZURRIAGO pecie de farsa medieval con enfrenta­ miento dialéctico a veces que terminaba con el agradecido agasajo gastronómico de los visitados. Acompañando a cada «foli ón» figu­ raban representaciones de los muñe­ BARBUQUEJO cos de carnaval o «entrudios» de paja, lAZOS hombres disfrazados con pieles ha­ CORBATA Y ciendo sonar unos cuernos, uno dis­ CAMISA BLANCA frazado de mujer (a - vella-) que arro­ ja ceniza y unas máscaras llamadas «Zarnarreiros» que con palos y trapos sucios van abriendo la marcha de la comitiva. Estas máscaras, conocidas antaño también como «Zancarróns- e . «trrlos- , reciben en la actualidad el nombre de «Boteiros- pues van sal­ tando acompasadamente y turnándo­ se en la danza delante de la comparsa musical. El «boteiro », quizás llamado así por los botes que da ayudado por una pértiga (vmonca-), viste corbata (en algunos casos) y camisa de color adornada con multitud de cintas cosi­ CALZONES das que forman trabajosas figuras ge­ \ ométricas. Llevan pantalón de color, ri­ PELlCA beteado tamb ién de flecos de color, una faja con pequeñas esquilas y fuer­ SOMBRERO tes polainas de monte llamadas «le­ gues». Pero lo más llamativo es la eno rme máscara de var ios kilos de peso formada por una careta negra de madera en la que resalta su dentada sonrisa y círcu los de los ojos. Completa la máscara un enorme toca- Nomenclatura del traje de cigarrón. .do hecho a base de alambre y cartón cuya estructura se recubre de papeles y cintas de colores que forman dibujos

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Pantallas de .

y formas de atractivo colorido. La pre­ corto adornado también con cintas En la actualidad la multa consiste en la sencia de una Mula Falsa y de un multicolores. A bastante distancia de obligación de realizar por los perdedo­ Maragato que buscan la invitación a este lugar, en el pueblo de Veiga do res tantos convites a comidas o vino vino , el robo de ollas con comida y Seixo, también salían unas máscaras como ollas se le rompan. De amplia di­ otros actos completaban la mascara­ semejantes que ejecutaban un ritual fusión geográfica en toda la península, da de estos días. Analizando la des­ petitorio y recibían el nombre de este juego fue estudiado por el etnó• cripción de la careta del maragato de «Vellarrois» (algo así como vejarrones). grafo verinense Taboada Chivite que antaño podemos deducir que se ase­ quiso ver en el mismo antiguos rituales mejaba a la máscara del que hoy lla­ de regeneración agraria y renacimiento man «botelro » y cuyo papel se ase­ EL CARNAVAL DE cósmico al analizar el carácter de di­ meja también a de los botargas XINZO DE L1MIA versión juvenil con alardes de destreza castellanos. y habilidad que terminaban en báquica En la actualidad, el carnaval de Este carnaval fue cobrando cierta re­ orgía carnavalesca. Viana gira alrededor de la Fiesta de la levancia debido a las fuertes campañas El polo de atracción del carnaval de «Androlla- (morcilla grande, rellena de publicitarias de tipo institucional que se Xinzo , igual que en otras partes, lo trozos de carne de costilla y zarza pi­ vienen realizando en los últimos años. constituye la presencia de unas más­ cante) alarde gastronómico y propa­ Semejante al de Verín en el predomi­ caras llamadas «Pantallas» cuya anti­ gandístico de los prod uctos de esta nan también los elementos urbanos a güedade nos es difícil de acreditar tierra. base de carrozas y comparsas que re­ pues no se mencionan en las crónicas De forma semejante a la de Viana y flejan temas actuales. Entre los rituales periodísticas que hablan del carnaval con idénticos rituales se celebran los más antiguos y acreditados de este de esta villa. Algunas referencias apun­ vecinos carnavales de Canso y carnaval destaca el llamado Juego de tan a una reciente conformación de es­ Manzaneda. Cabe destacar en estos la las Ollas «(cachelas, pucaríños)» que ta máscara, asunto este que viene presencia de unas máscaras que vis­ recuperado en los últimos años tiene acreditado por la modernidad de los ten todas de blanco con calzones de lugar el domingo anterior al de materiales que se emplean en su reali­ puntillas o enaguas adornadas con cin­ Carnaval. Colocados los participantes zación. La base de esta vestimenta es tas. Esquilas, polainas, un mantón de en un amplio circulo se van arrojando una especie de calzón largo blanco de manila cruzado (<

31 NARRIA naduras doradas, semejantes a las de que producen un sonido hueco y re­ los gorros frigios. La facilidad en su re­ los gaiteros y una capa negra ribetea­ tumbón al ser golpeadas entre si o producción y obtención de los diversos da de flecos y con cintas de colores contra los viandantes a los que de elementos y su bajo coste, convirtieron muy semejante a la de los tunos, com­ esta forma conminan a una invitación a esta máscara en una de las más nu­ pletan el disfraz cuyo mayor atractivo en la tasca o bar más próx imos. merosas de las que salen en los carna­ está en la careta de una sola pieza. Aventurándonos en un análisis de es­ vales de esta zona. Esta está realizada con la técnica del tas pantallas, podemos decir que su llamado papel maché o pasta de papel compostura forma parte de la descrip­ y cartón que se va modelando hasta ción que hizo Risco de algunas másca­ ASPECTOS GASTRONÓMICOS conformar una careta, una especie de ras carnavalescas de esta parte de la peq ueños cuernos y un gorro frigio. provincia orensana. A las esquilas y las Yaapuntamos anteriormente la presen­ Estas tres partes constituyen una sola vejigas descritas por él, se le añadieron cia de dos productos típicos de estas pieza y sobre ella se pintan unos pe­ los demás elementos como las cintas, fiestas como son la «bica» de Laza y queños bigotes, barba, coloretes, ojos la faja, la capa o las polainas. La care­ las «androllas» de Viana do 8010. La y cejas que resaltan los rasgos de la ta toma elementos decorativos seme­ gastronomía de estos días hace honor careta. El gorro frigio se pinta de diver­ jantes a los de los peliqueiros pero los al nombre de la fiesta «Entroido- (en­ sos colores sobreponiéndole diferentes huecos de los ojos aparecen muy re­ trada en la Cuaresma) o Carnaval (va­ motivos geométricos o dibujos . Para saltados como si fuesen de ranas, ba­ lidez de la carne) siendo el cerdo por completar la barba se le añaden unos tracio este muy abundante antaño en la excelencia el animal protagonista de flecos de cortinón y para cubrir la parte cercana laguna de Antela. Las leyen­ ella. Casi todas sus partes cobran rele­ posterior un paño de color rojo que ata­ das sobre esta laguna bien pudieron vancia gastronómica estos días en do por delante sirve para ocultar el sugerir el resto pues en ella está la ciu­ abundantes comidas e innúmeras pre­ hueco por el que se introduce sobre la dad de Antioquía que se dice fundada sentaciones: Lacones, costillas, chori­ cabeza y cara. por Anfiloco y sumergida en castigo por zos, chor izas, cocidos variados (con En las manos enguantadas llevan su adoración al gallo, figura esta que patatas, coliflor o berza blanca), cachu­ dos vejigas de cerdo hinchadas con las se reproduce en algunos laterales de chas (cabezas), oreja, botillos y bandu­ llos (estómago relleno de carne), «paiolo» (intestino grueso relleno )... Todaesta parafernalia gastronómica se acompaña de pan de centeno, de maíz o trigo y se riega con los vinos, licores (licor café) y orujos (blanco o de hier­ bas) de la tierra. Los postres también son variados y en muchos casos acre­ ditan y distinguen la zona de origen: le­ che frita, arroz con leche, «bicas» (de «rixón s», de nueces...), roscones, ho­ jas de limón, flores, «filloas» (crépes) y bandullos. Estos últimos están hechos a base de huevos, leche, harina y adi­ tamentos varios que se mezclan pre­ viamente para ser elabo rados en la sartén o «filloeira» que les da su carac­ terística forma redondeada.

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