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DIARIO DE SESIONES SENADO XIV LEGISLATURA

Núm. 35 30 de abril de 2020 Pág. 1

COMISIÓN GENERAL DE LAS COMUNIDADES AUTÓNOMAS

PRESIDENCIA DEL EXCMO. SR. D. ALFONSO CARLOS MOSCOSO GONZÁLEZ VICEPRESIDENTE PRIMERO

Sesión celebrada el jueves, 30 de abril de 2020

ORDEN DEL DÍA

Debatir

— Debate sobre la situación generada por el estado de alarma en las diferentes Comunidades Autónomas. (Núm. exp. 544/000007) Autor: MAROTO ARANZÁBAL, JAVIER IGNACIO (GPP) Y DIECINUEVE SENADORES MÁS. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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Se abre la sesión a las doce horas y diez minutos.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Buenas tardes. Se abre la sesión. Antes de dar comienzo formalmente a la sesión de la Comisión General de Comunidades Autónomas, quisiera trasladar nuestra gratitud a los profesionales sanitarios, a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, a la Policía Local de todos y cada uno de los municipios que conforman nuestro país, al Ejército, a los bomberos, Protección Civil, funcionarios públicos y a todos los que, con su trabajo permanente y constante desde el comienzo de la COVID-19, se están dedicando a hacernos la vida un poco menos complicada intentando cubrir las necesidades y servicios que la ciudadanía demanda cada día.

MINUTO DE SILENCIO EN RECUERDO DE LAS VICTIMAS DE LA PANDEMIA DEL COVID 19. (Núm. exp. 542/000030)

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Antes de dar comienzo formalmente a la sesión, quisiera proponer un minuto de silencio en señal de respeto por las personas que han fallecido en esta pandemia.

La Comisión, puesta en pie, guarda un minuto de silencio.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias. También quisiera manifestar y dejar constancia de la ausencia de las comunidades autónomas de Baleares y Canarias por causas de fuerza mayor que han hecho llegar a la Cámara; han sido registradas y serán trasladadas a todos y cada uno de los intervinientes. Son dos comunidades autónomas que desde el inicio manifestaron su voluntad de participar en esta Comisión General de las Comunidades Autónomas. Ahora bien, la situación actual de nuestro país, en un estado de alarma, y la situación actual de los transportes en las conexiones de las islas con la capital han imposibilitado su traslado y, por tanto, su participación en esta sesión. Asimismo, esta Presidencia entiende la oportunidad e idoneidad de recordar el desarrollo de la comisión según el acuerdo adoptado por la Mesa y Portavoces para la celebración de la Comisión General de Comunidades Autónomas del 30 de abril de 2020, en el que se concluyen los criterios generales que han de regir en cuanto a los tiempos de intervención, que a excepción del Gobierno, que no tiene límite de tiempo, serán de diez minutos. Ruego, en aras de la lealtad y por respeto de los acuerdos señalados, que los intervinientes se ciñan al tiempo concretado. La intervención del Gobierno, a petición propia, se va a desarrollar desde la tribuna, habida cuenta que va a utilizar más tiempo en su intervención. Asimismo, dada la situación de excepcionalidad que estamos viviendo, esta Presidencia hace un segundo ruego a la Cámara: en aras de la seguridad y por precaución sanitaria, por cada uno de nosotros y por el resto de los presentes, ruego a los oradores que hagan uso de la palabra desde su escaño. No obstante, si algún presidente o presidenta así lo decide, puede hacer uso de la tribuna, puesto que la Cámara ha dispuesto su desinfección por el servicio de limpieza. También quiero señalar que la Ciudad Autónoma de Melilla ha mandado su intervención por escrito.

DEBATIR

— DEBATE SOBRE LA SITUACIÓN GENERADA POR EL ESTADO DE ALARMA EN LAS DIFERENTES COMUNIDADES AUTÓNOMAS. (Núm. exp. 544/000007). AUTOR: MAROTO ARANZÁBAL, JAVIER IGNACIO (GPP) Y DIECINUEVE SENADORES MÁS.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Comenzamos con el punto único del orden del día: debate sobre la situación generada por el estado de alarma en las diferentes comunidades autónomas, por iniciativa del senador Maroto Aranzábal y diecinueve senadores más. Tiene la palabra, por el Gobierno, la ministra de Política Territorial y Función Pública, doña Carolina Darias San Sebastián. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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La señora MINISTRA DE POLÍTICA TERRITORIAL Y FUNCIÓN PÚBLICA (Darias San Sebastián): Buenos días, señor presidente, miembros de la Mesa, presidentes y presidentas de comunidades autónomas, consejeros y consejeras, medios de comunicación, señorías y todas las personas que siguen a través de los medios esta comparecencia. Inicio esta intervención con un recuerdo emocionado para quienes ya no están con nosotros por este virus, expresando las condolencias a sus familias y compartiendo el dolor por su ausencia. Son 24 543 personas, una cifra que nos golpea; familias rotas. A todas y a cada una de ellas traslado nuestro pesar y nuestro cariño. Sabemos que no es fácil despedir a un ser querido, menos en estas circunstancias en las que ni tan siquiera hemos podido o han podido llorarle con los suyos. Les haremos juntos un homenaje como merecen. Quiero trasladar mi ánimo a todas las personas que están batallando contra este virus, así como fortaleza y esperanza. A mí me sirvieron. Espero que a todas ellas también. Son, en este caso, 112 050 personas diagnosticadas que se han recuperado ya, una cifra que nos invita a la esperanza. Dicho esto y antes de comenzar a desarrollar la cuestión esencial que será objeto de esta comparecencia, me van a permitir que dirija algunas palabras a las personas que están actuando en primera línea contra este virus. Quiero expresar mi agradecimiento a todo el personal sanitario, a todos y cada uno de los empleados y empleadas públicas y a todas las personas que están contribuyendo a diario, con su esfuerzo cotidiano, a minimizar las terribles consecuencias de esta pandemia. Su trabajo, su compromiso y su dedicación son un faro para todos nosotros; su dignidad, la razón de ser de este país. Además, quiero dirigirme a la ciudadanía que, con su enorme sentido de la responsabilidad y con su sacrificio diario, combate esta pandemia del mejor modo que puede hacerse: impidiendo la propagación del virus y quedándose en casa, de forma valiente, también hay que decirlo, y limitando sus salidas a la vía pública. Con este comportamiento, señorías, nuestros compatriotas están dando un ejemplo de civismo. Y agradezco también, cómo no, a todos los profesionales de los medios de comunicación, el trabajo que están realizando en estos momentos tan difíciles, por el empeño en trasladar información veraz a toda la ciudadanía. Siempre este ejercicio es importante, pero en este tiempo que nos ocupa, creo que es imprescindible. Señorías, coincidirán conmigo en que estamos en una comparecencia especial, una comparecencia especial en un tiempo tremendamente excepcional. Esta Comisión de las Comunidades Autónomas es la que refleja, sin duda alguna, con mayor nitidez la representación territorial de esta Cámara, no solamente por los asuntos que trata, como el que nos ocupa en el día de hoy —la coordinación de las acciones de las comunidades autónomas y el Gobierno en la lucha contra la COVID-19—, sino también por su composición: sus señorías que, evidentemente, forman parte de esta Cámara, pero especialmente los gobiernos de las comunidades autónomas. Presidentas, presidentes, consejeros y consejeras, es un honor contar con su presencia. Quiero agradecerles que, a pesar de que seguimos en estado de alarma, se hayan desplazado desde sus respectivos territorios para participar en este debate. Sé que algunos han tenido que madrugar muchísimo para poder estar aquí. Se lo agradezco. Pero también quiero recordar a quienes queriendo venir no lo han podido hacer. La insularidad y la lejanía en estas circunstancias han tenido un peso importante para impedir que hoy estén aquí con todos nosotros. Quiero expresarles públicamente mi reconocimiento a todos y cada uno de los gobiernos autonómicos, a todos sin excepción, por el trabajo que están realizando y llevando a cabo en sus respectivas comunidades autónomas para, junto con el Gobierno de España, intentar poner fin a esta pandemia, una tarea en la que sin descanso estamos poniendo lo mejor de nosotros mismos para lograr un objetivo compartido, salvar vidas, señorías. Espero y deseo que mi presencia aquí y la intervención que me propongo realizar contribuyan a comprender y a valorar adecuadamente las decisiones que hemos ido adoptando el Gobierno de España y las comunidades autónomas, así como el amplio dispositivo institucional que hemos puesto en marcha para dar respuesta al mayor desafío sanitario al que nos hemos enfrentado en la historia reciente de nuestro país. Me gustaría, además, que el trabajo realizado en esta comisión pueda convertirse en un preámbulo de dos grandes retos que tenemos por delante: por un lado, ganar la batalla a la pandemia, salvando vidas y, por otro, comenzar la reconstrucción económica y social de nuestro país. Señorías, como ha anunciado el presidente de esta comisión, comparezco en nombre del Gobierno de España para intentar dar y compartir con ustedes respuesta a una pregunta: ¿cómo ha funcionado nuestro Estado autonómico en una situación tan difícil como la que estamos viviendo en las últimas semanas, que nos ha obligado a declarar el estado de alarma y sus sucesivas prórrogas? DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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Señorías, durante este tiempo, además de dirigir nuestros esfuerzos a salvar vidas, protegiendo la salud y la seguridad de la ciudadanía, a contener la propagación del virus y a reforzar nuestro sistema público de salud, hemos tenido que poner en marcha todo un conjunto de acciones para mitigar el impacto económico y social. Digamos, en palabras de Stiglitz, que hemos tenido que someter nuestra actividad económica a una especie de coma inducido, que simultáneamente ha requerido que aceleremos la actividad institucional para dar respuesta a las demandas derivadas de la pandemia. En definitiva, señorías, nuestras instituciones durante el estado de alarma han estado sometidas a una durísima prueba de esfuerzo, cuya forma de actuar y cuyos resultados debemos comprender y valorar, pero recordando siempre, siempre en todo momento, el objetivo compartido: salvar vidas. Para lograrlo, las instituciones públicas hemos cumplido con un triple propósito: la contención de la epidemia, en la que seguimos, porque a pesar de que los datos están ahí, el virus sigue con nosotros y, por tanto, no hay que bajar la guardia, antes al contrario; en segundo lugar, articular medidas de apoyo social y económico para mantener el tejido productivo y la renta de los trabajadores y trabajadoras y las familias; y en tercer lugar, impulsar la ciencia para asegurar que, una vez controlada la pandemia, podamos volver a recuperar nuestras vidas, nuestra forma cotidiana de vida, aunque somos conscientes de que seguramente lo haremos en una nueva normalidad, en la que la cultura de la protección personal tendrá un lugar destacado, sin duda alguna. Este es el sentido de mi intervención, señorías, en esta Cámara. Esta pandemia, convendrán conmigo, nos está dejando muchas lecciones. Una de ellas, una de tantas, es que las personas que tenemos responsabilidades públicas estamos compelidas a buscar un acuerdo o, como me gusta llamar, a buscar un mínimo común de entendimiento, actuando de la manera más coordinada posible, desde todas y cada una de las distintas administraciones de nuestro país, para hacer frente a la emergencia y abordar la reconstrucción social y económica que necesitamos. Sin duda alguna, ese es el reto de país más importante que tenemos en mucho tiempo. Confío, señorías, que este encuentro nos permita avanzar, desde las legítimas posiciones, en ese mínimo común de entendimiento. En consonancia con esta idea, en mis palabras encontrarán la máxima disposición al diálogo. Trataré de comprender sus razones y solo, o además, espero también de todos ustedes la misma disposición, sin que suponga en ningún caso que tengamos que estar de acuerdo en todo ni, por supuesto, que ustedes renuncien a defender sus ideas. Deseo y espero que el debate sea enriquecedor, crítico, si así lo consideran, y vehemente, si así se lo pide su intervención, pero, en cualquier caso, a la altura de lo que la ciudadanía nos está demandando. La sociedad civil ha marcado las grandes transformaciones de este país y su comportamiento en esta crisis sanitaria es un ejemplo a seguir. Por eso hoy más que nunca la política tiene que acompasar esa ejemplaridad y es por eso por lo que, como entiendo que es posible, me gustaría reclamar, pedir, solicitar —utilicen el verbo que ustedes quieran— ante esta Cámara que seamos capaces de llevar a cabo una política cordial. Quienes representamos y servimos a la ciudadanía tenemos que ser conscientes de que vivimos un momento en el que tenemos que alcanzar los acuerdos que sean imprescindibles, necesarios para dar respuesta a lo que esta pandemia está demandando en cada momento. Esto no significa unanimidad, no lo pretendemos; no significa adhesión, tampoco lo buscamos, significa que incluso en los disensos —disensos que son absolutamente necesarios e imprescindibles desde la pluralidad y el respeto— lo hagamos de manera constructiva, desde el entendimiento mínimo común que necesita este país y su gente para la reconstrucción y para generar algo que es imprescindible y que está en la mano de todos nosotros: la confianza necesaria que nos dé esperanza para afrontar este desafío. Señorías, me gustaría ya, antes de empezar la exposición que quería compartir con ustedes, recordar algunas circunstancias de contexto que me parecen absolutamente necesarias e imprescindibles para contextualizar el debate. Como bien saben, la Organización Mundial de la Salud elevó el 11 de marzo de 2020 la situación de emergencia de salud pública, ocasionada por la COVID-19, a pandemia internacional y el 14 de marzo el Gobierno de España decretó el estado de alarma. Esto significa que todas las reuniones, todos los acuerdos institucionales a los que haré referencia, así como las normas aprobadas se han producido en el marco de un estado de alarma. No podemos ni debemos olvidarlo, porque ponen de manifiesto la capacidad de nuestras instituciones para afrontar eficazmente, incluso en momentos tan difíciles como los actuales, lo que estamos haciendo. Hechas, señorías, estas breves consideraciones, voy a describir el dispositivo de entendimiento, de coordinación y de colaboración creado en este tiempo, así como las principales acciones que se han desarrollado desde cada uno de los ministerios, con cada una de las consejerías de sus gobiernos autonómicos para encauzar ese grado de colaboración con todos ustedes. En este sentido, señorías, quiero señalar un hecho que me parece importante, y es que todas las instituciones públicas, empezando por la jefatura del Estado, están dando lo mejor de sí, repito, están dando DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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lo mejor de sí para trabajar juntas, dando pruebas de un gran sentido de la responsabilidad y especialmente de la lealtad institucional. Creo que es necesario que lo recordemos. Presidentas, presidentes, consejeros y consejeras, señorías, creo que podemos sentirnos orgullosos y orgullosas de ello. Mi exposición estará estructurada en tres partes: en la primera dedicaré mi atención a las conferencias de presidentes y presidentas. En la segunda parte relataré las reuniones al más alto nivel que se han celebrado entre los ministerios —como les decía anteriormente— y las consejerías correspondientes. Y en la tercera y última compartiré algunas conclusiones con ustedes. Esta exposición puede resultar prolija, pero les aseguro que, en honor a la verdad, resulta necesario para que podamos alcanzar la visión completa de todas las medidas adoptadas por el Gobierno de España y los gobiernos autonómicos. Intentaré mostrar con claridad el tremendo esfuerzo de coordinación realizado por todas las comunidades autónomas, que están en primera línea de batalla contra este virus, y también el esfuerzo realizado por mi Gobierno con todos ustedes para definir las acciones que debían permitirnos proteger a las personas, mermando su impacto y sobre todo salvando vidas, pero también las acciones que hemos desarrollado en el Gobierno de España para tejer la mayor red social y laboral conocida nunca y establecer y proteger las condiciones sociales y económicas que debían permitir a todas las personas atender sus necesidades. Conferencia de presidentes y presidentas. Señorías, creo que es necesario determinar la base para el entendimiento y la cohesión social. Convendrán conmigo en que la cooperación institucional es fundamental, máxime en un Estado descentralizado como el que tenemos, con la asunción de competencias compartidas entre las distintas administraciones públicas que componen nuestro Estado autonómico. Por tanto, el desarrollo de los mecanismos de cooperación son siempre imprescindibles, pero en una crisis sanitaria, más aun todavía. En este contexto, y tras la declaración del estado de alarma, la Conferencia de Presidentes, como máximo órgano de cooperación multilateral entre el Gobierno de España y las comunidades autónomas y las Ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla, constituye la base para el entendimiento. Es a través de este órgano desde donde la autoridad competente en el estado de alarma, el Gobierno de España, ha compartido las directrices de las políticas públicas para abordar los asuntos relevantes de la crisis sanitaria, pero también las de alcance económico, así como las consecuencias sociales para el Estado de las Autonomías en relación con todas las medidas tomadas en esta crisis para acabar con la pandemia. Permítanme que les recuerde un dato, un dato que es suficientemente ilustrativo para hablar del nivel que les estoy comentando. Durante esta semana, desde que se declaró el estado de alarma, se han celebrado más conferencias presidenciales que durante todo el periodo transcurrido desde el año 2004. Desde 2004 hasta ahora, en quince años, se habían celebrado seis conferencias sectoriales. En el último mes y medio se han celebrado siete, la última, el domingo pasado. Señorías, en buena lógica, este dato sería suficiente para poner de manifiesto que esta crisis sanitaria ha colocado en primer plano la necesidad de entendimiento, de coordinación y de colaboración con todos los gobiernos. Espero que compartan conmigo este reconocimiento. Son muchos los asuntos que se han abordado en cada una de esas conferencias, pero antes quiero subrayar un hecho que me parece también determinante —porque, desgraciadamente, es novedoso—, como es la asistencia a estas conferencias presidenciales de todos y cada uno de los presidentes y presidentas. Esto ha supuesto —y quiero reconocerlo públicamente— un profundo sentido de la responsabilidad y de la lealtad institucional por todos y cada uno de los presidentes y presidentas. Señorías, la primera reunión tuvo lugar al día siguiente de la declaración del estado de alarma —el día 15 de marzo—, y allí el presidente del Gobierno realiza una llamada a la unidad de acción entre las comunidades autónomas y el Gobierno de España. Fruto de ese entendimiento se publica un comunicado conjunto, que suscribieron todos los asistentes, a excepción del presidente de la Generalitat de Catalunya. Dada la importancia de esta declaración, citaré solamente uno de los párrafos en el que se fijan, tanto los principios para una acción eficaz, como los compromisos que allí adquirieron. Cito literalmente: «Acordamos desde la unidad de acción, actuar bajo tres principios: coordinación, colaboración y solidaridad. Mantendremos una comunicación fluida y eficaz sobre todos los asuntos que afecten a la pandemia. Compartiremos todas aquellas iniciativas que puedan contribuir a controlar, desde luego, la expansión del virus y minimizar sus efectos sobre la salud de las personas. Reforzaremos la acción conjunta de todas las administraciones y, en colaboración con las organizaciones privadas, afrontaremos con determinación las consecuencias económicas y sociales de esta grave crisis de salud pública y les daremos respuesta». Señorías, en el texto que les acabo de reproducir se encuentran las claves del trabajo que las instituciones públicas hemos realizado durante este tiempo. Todas y cada una de las acciones emprendidas DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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por los ministerios, así como las acciones realizadas por los gobiernos autonómicos se han regido por el absoluto respeto a los principios acordados en esta primera conferencia y en todas y cada una de nuestras acciones hemos tratado de cumplir con los compromisos adquiridos. Cada domingo, desde entonces, se ha celebrado esta conferencia, con la incorporación, a partir de la segunda reunión, de los cuatro ministros y ministras —que son autoridad delegada— y de quien les habla, a partir de la quinta reunión. En cada una de ellas, el presidente ha ido compartiendo con los presidentes y presidentas la evolución de la pandemia, las medidas que en cada momento el Gobierno de España había ido acordando, para tejer, como les decía, una amplia red social y económica para no dejar a nadie atrás y, al mismo tiempo, los presidentes y presidentas ponían de manifiesto sus inquietudes, su necesidad de material sanitario, principalmente en los hospitales, así como la adopción de determinadas medidas para evitar que se produjera un colapso en la capacidad hospitalaria en cada uno de los territorios. Por ello, el presidente, en la tercera conferencia, comparte la decisión de limitar la actividad económica solo a la esencial, con efectos a partir del lunes 30 de marzo. Soy consciente de que esta limitación de la actividad y su impacto en el territorio fue importante —soy consciente—, pero también creo que fue absolutamente necesario para detener el contagio y considero que los datos, señorías, así lo ponen de manifiesto; datos que siguen siendo duros, sin duda alguna, en cuanto al número de fallecimientos, pero datos, como decía antes, que invitan a la esperanza, porque ya hemos doblegado la curva, pues son más las personas que se recuperan que las que se contagian. Señorías, cada una de las conferencias, además de compartir la visión de la situación en cada uno de los territorios, representa un paso más en la búsqueda de ese entendimiento. En la cuarta conferencia, el presidente les habló de la necesidad de una reedición de los Pactos de la Moncloa, para la reconstrucción de las bases sociales y económicas de nuestro país, una vez superemos la emergencia del coronavirus, siendo las comunidades autónomas fundamentales, pilares imprescindibles, para estos acuerdos, junto con las fuerzas políticas, con los ayuntamientos, con la sociedad civil, con todos. Los pactos para la reconstrucción social y económica ocupan gran parte de las sucesivas conferencias de presidentes autonómicos, siendo valorados positivamente por todos ellos. Tras esta reunión, señorías, el 19 de abril se insta a la necesidad de reforzar la atención primaria, como elemento clave de nuestra sanidad pública. Yo creo que nadie pone en duda el valor de lo público en nuestra sanidad y la importancia que ha tenido en toda esta pandemia. Creo que el reconocimiento por parte de todos nosotros es unánime. Muchos presidentes, muchas presidentes han compartido —y quiero ser honesta y decirlo aquí— sus inquietudes respecto a la flexibilización del objetivo de estabilidad presupuestaria, sobre el uso del superávit por las entidades locales y las cuestiones económicas a las que tendremos que hacer frente en esta pandemia y han puesto de manifiesto las dificultades que tienen en cada uno de los territorios. Tras consensuar en la última conferencia, celebrada el pasado domingo, los asuntos a tratar, como fueron la respuesta de la Unión Europea ante este desafío y la búsqueda de un fondo de recuperación, así como la reactivación económica y social que tenemos por delante y el gran reto que supone para nuestro país y, como no, el comienzo de la desescalada, se comparten ideas, criterios y propuestas sobre esta situación, y allí mismo, cuando se informa de cómo iba a ser esta, muchos presidentes y presidentas expresan su conformidad o no a muchas de aquellas medidas anunciadas, si bien es cierto que aún no se había concretado todo. Por eso, en este plan de desescalada que se ha presentado se han incluido muchas de las medidas que los presidentes y presidentas allí manifestaron, sin perjuicio de las reuniones bilaterales con cada una de las comunidades autónomas, para ir concretando y perfilando este plan que les acabo de citar, de tal manera que, con el panel de indicadores establecido, el Gobierno de España se coordinará con cada uno de ustedes, las comunidades autónomas, pues son las que tendrán que gestionar junto con nosotros y los ayuntamientos la concreción de estas medidas en sus respectivos municipios. Señorías, a continuación quiero hablarles de la coordinación que ha habido entre las comunidades autónomas —las consejerías de cada una de ellas— con los ministerios del Gobierno de España. Centraré mi atención en comentarles el amplio dispositivo de entendimiento, coordinación y colaboración desplegado durante esta crisis por el Gobierno de España y cada uno de ustedes. Realizaré esta exposición de las acciones desarrolladas por cada ministerio, aunque estoy convencida de que sin ver con claridad el cuadro completo de las acciones desarrolladas, corremos el riesgo de quedarnos atrapados en detalles, cuyo verdadero significado y valor solo se puede determinar dentro del cuadro general del que forman parte. Recuerden aquello que se dice de que, incluso el monumento más hermoso o la pintura más perfecta, pueden guardar algún detalle o muchos detalles que, suficientemente explotados, pueden hacernos dudar de su valor artístico. Confío, señorías, en que esta intervención pueda contribuir a que esto no ocurra. Mi propósito no es otro que mostrar cómo las instituciones públicas hemos logrado crear un dispositivo entre DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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las comunidades autónomas y el Gobierno para salvar vidas. Voy a presentarles ese cuadro completo, desplegado, para facilitar el diálogo y la coordinación y alcanzar —así lo espero— la verdadera dimensión del trabajo realizado. La Vicepresidencia Primera, señorías, ha desempeñado un papel esencial en todo el proceso que les acabo de relatar, que han desplegado todos y cada uno de los ministerios porque ha gestionado toda la aprobación parlamentaria de la base normativa que ha hecho posible la mayor parte de las actuaciones. De hecho, entre el 25 de marzo y el 22 de abril se han tramitado y se han aprobado nueve reales decretos leyes y se han gestionado tres solicitudes de convalidación. Una tarea muy difícil si tenemos en cuenta que se ha realizado en menos de dos meses. Señorías, por lo que a la Vicepresidencia Segunda y Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 se refiere, en el marco de esta crisis sanitaria se han celebrado cuatro reuniones en el marco del Consejo Interterritorial del Consejo de Servicios Sociales y el Sistema de Atención a la Dependencia. En cada uno de esos consejos territoriales, con la presencia de los máximos responsables, empezando por el vicepresidente segundo, se ha analizado pormenorizadamente la situación de los servicios sociales ante esta crisis y sus posibles consecuencias económicas y sociales, especialmente respecto a las personas más vulnerables. Entre otros —no les voy a citar todos, solo los principales—, cabe citar los siguientes acuerdos: la declaración de los servicios sociales como esenciales; la distribución de un crédito de 25 millones a las comunidades autónomas y a las ciudades autónomas destinado al derecho básico de alimentación de niños y niñas en situación de vulnerabilidad afectados por el cierre de los centros educativos; la distribución de un fondo social extraordinario por importe de 300 millones de euros entre comunidades autónomas y ciudades autónomas para financiar prestaciones básicas de servicios sociales en esta pandemia; distintas medidas organizativas para, de forma coordinada, reducir los riesgos de contagios y un trato más adecuado a las personas; y también otras medidas de carácter organizativo como aquellas relacionadas con las residencias y las comunidades autónomas en casos graves, así como el suministro de información a todos los centros de servicios esenciales de carácter residencial. Creo que esta parte de las residencias merecerá, sin duda alguna, un estudio pormenorizado, especialmente en lo que se refiere, que era prioritario, a la distribución de los EPI y test de diagnóstico entre residentes y personal. La Vicepresidencia Tercera ha realizado una importantísima labor en la elaboración y propuesta de los paquetes económicos que se han aprobado durante todo este tiempo. El 14 de abril, la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial presidió una reunión con todos los representantes de las comunidades autónomas y de las ciudades autónomas para analizar, en este tiempo en el que con las videoconferencias todo el encuentro habitual que teníamos ha cambiado, cómo aportar soluciones digitales y tecnológicas para contribuir a la mejor gestión de toda esta emergencia. Ese encuentro permitió aclarar muchas cosas y especialmente aportar, que creo que es importante, soluciones tecnológicas para poner a disposición de la ciudadanía en todo el territorio nacional. Soluciones tecnológicas como pueden ser la aplicación del autodiagnóstico, la asistencia COVID-19, el canal de conversación Hispabot-COVID-19 o el estudio de movilidad Data-COVID. Todos los asistentes de todas las comunidades autónomas, y así consta, valoraron positivamente este tipo de encuentros que ayudan a trabajar de manera conjunta. La Vicepresidencia Cuarta, Ministerio de Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha participado en dos reuniones de máximo nivel con consejeros y consejeras autonómicas. En esos encuentros se han adoptado algunos de los acuerdos que les paso a citar: criterios sobre la gestión de algunos servicios esenciales durante el confinamiento de la familia como puede ser —es de máximo interés e importancia— el abastecimiento de aguas y la recogida de residuos; reforzar la divulgación y la pedagogía en cuanto a que las medidas sanitarias en relación con el agua no presentaban ningún problema desde el punto de vista epidemiológico, lo que seguramente iba a tranquilizar a nuestra ciudadanía. También fue objeto de análisis, señorías —en esas reuniones compartidas con las comunidades autónomas— todo lo que tiene que ver con las garantías de suministro de agua, de electricidad y de gas en nuestros hogares; con la ampliación del bono social a trabajadores autónomos que hayan cesado su actividad o reducido su facturación como consecuencia de la COVID-19; con la prórroga del bono social a quienes se les caducaba la prestación en esas fechas; con la suspensión de las revisiones de precios GLP, el envasado y TUR de gas, y también la flexibilización de contratos de electricidad y de gas para autónomos y, cómo no, medidas de apoyo a empresas comercializadoras. Paso, señorías, a relatarles brevemente, porque es imposible hacerlo en su amplitud, las acciones realizadas por el Ministerio de Sanidad, porque somos conscientes del papel que está desempeñando en esta compleja situación por la que estamos pasando y, desde luego, el camino que ha ido marcando, en el que deberíamos seguir todos para acabar con esta pandemia. Las medidas que han ido adoptando DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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las conocen bien porque el ministro ha comparecido prácticamente a diario y semanalmente en sede parlamentaria y ha conversado frecuentemente con los responsables de salud pública, muchos aquí presentes, a los que quiero agradecer en nombre del Gobierno el trabajo que realizan; a los presidentes y presidentas ya me he dirigido en ese sentido, pero quiero hacerlo especialmente a aquellos que están al frente en su departamento autonómico. Lo que quizá no se conozca con detalle, señorías, es el enorme esfuerzo que hay detrás de cada una de las medidas adoptadas ni tampoco el elevado grado de consenso, repito, el elevado grado de consenso que se ha mantenido con todas las autoridades responsables en marcarnos el camino. Por eso voy a describirles el dispositivo que ha hecho posible el entendimiento, que ha hecho posible el consenso en este ámbito y en estas condiciones tan difíciles, a pesar de que parece que es otra cosa. El ministerio de Sanidad ha participado en veinte reuniones del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y en más de veinte reuniones de distintos organismos dependientes de él. Solo voy a citar algunas, pero lo primero que me gustaría señalar es que todo el dispositivo de instituciones sanitarias, desde su constitución, ha analizado pormenorizadamente toda la situación en cada momento para la toma de las decisiones más adecuadas de manera conjunta. El 5 de marzo se celebra una reunión importante, la cuarta en este caso, en donde se pone en marcha el escenario de contención que se considera el más adecuado para la situación; días más tarde, como conocen bien, pasamos al escenario de contención reforzada. Desde este momento, con nuestro país en ese escenario de contención reforzada, se van a suceder ya dos reuniones semanales en las que se realiza el seguimiento de todas y cada una de las medidas adoptadas y se propone el día 12 de marzo para aplicar ya las medidas de distanciamiento educativo y social en toda España. Posteriormente, el 6 de abril, se introduce una nueva cuestión solicitada a cada una de las comunidades autónomas y que está resultando determinante: la designación de una persona en nombre de esas comunidades autónomas que facilite la interlocución para definir las medidas de desescalada y el listado de infraestructuras disponible, por si fuese necesario. El 20 de abril, señorías —y concluyo ya la parte de sanidad—, se presenta ante ese consejo interterritorial el estudio nacional de sero-epidemiología de la infección por SARS-CoV-2 en España, conocido como ENE-COVID, y un día más tarde todas las comunidades autónomas muestran su disposición a colaborar y apoyar la realización de este ENE-COVID; un estudio que, como saben, se ha iniciado ya. El Ministerio del Interior, como autoridad delegada, ha tenido una especial relevancia durante esta crisis. El Centro de Coordinación Operativa, el Cecor, cuya presidencia ostenta el secretario de Estado de Seguridad, es el principal órgano de coordinación permanente de las actuaciones y la toma de decisiones entre cuerpos policiales en el marco del estado de alarma. En el seno del Cecor la colaboración y la coordinación, especialmente con las comunidades autónomas que disponen de policías propias, como es el País Vasco, Navarra, Cataluña y Canarias, está siendo excelente mediante el intercambio diario de información y datos relativos a actuaciones policiales y efectivos. Se han establecido también, y creo que es importante señalarlo, centros de coordinación a nivel regional y provincial en los que también participan todas las comunidades autónomas y, por supuesto, delegaciones y subdelegaciones de Gobierno. En el nivel local se está impulsando también esta coordinación a través, como conocen bien, de las juntas locales de seguridad. También, señorías, la Subsecretaría del Interior contribuye destacadamente a la tarea de la protección civil y emergencias. En este ámbito, desde la entrada en vigor del estado de alarma el Sistema Nacional de Protección Civil está en su máximo nivel de activación, dependiendo dicho funcionamiento del Ministerio del Interior. Se han constituido en todas y cada una de las comunidades autónomas y todas y cada una de ellas han participado amplia y significativamente y también las ciudades autónomas; no en vano, están copresididos por los consejeros competentes en la materia y los delegados y delegadas del Gobierno. Señorías, llegados a este punto me parece fundamental compartir un hecho destacable: es la primera vez que se activa el Sistema Nacional de Protección Civil en su grado máximo, en todo el territorio nacional, lo que permite un apoyo integral de sus recursos al Sistema Nacional de Salud. Poco más puedo añadir a lo que ya hemos expuesto para que podamos comprender el esfuerzo institucional desplegado en las últimas semanas por el Ministerio del Interior y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Sin ninguna duda, quienes estamos en este momento en esta comparecencia nos sumamos al reconocimiento, merecido, de la ciudadanía El Ministerio de Defensa ha actuado y está actuando como autoridad competente delegada y ha adoptado, como conocen bien, muchas medidas para la gestión de esta crisis. Ha designado al Jefe del Estado Mayor de la Defensa, el Jemad, como mando único para su ejecución y ha articulado la operación conocida como Balmis, un instrumento de actuación básico. Esta operación, que nació el 15 de marzo con DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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objeto de establecer la contribución de las Fuerzas Armadas a la resolución de la lucha contra la pandemia, no tengo ninguna duda de que ha sido tremendamente exitosa. Nuestras Fuerzas Armadas están aportando y poniendo a disposición de las autoridades competentes las capacidades operativas, sanitarias, logísticas y de infraestructura pertenecientes a la Unidad Militar de Emergencia, así como la Inspección General de Sanidad Militar de los Ejércitos de Tierra, de la Armada, Aire y la Guardia Real. A fecha de hoy, la operación Balmis ha actuado en todas las provincias españolas, por tanto, en las diecisiete comunidades autónomas y en las dos ciudades autónomas, con más de 1300 localidades beneficiadas. En total, han sido 6482 los efectivos desplegados en 216 localidades, incluyendo los 3154 de la red de sanidad militar. Asimismo, han actuado en 76 residencias de mayores, 13 centros de salud y 7 hospitales y se han llevado a cabo más de 14 000 actuaciones. Estoy convencida de que nuestras Fuerzas Armadas han demostrado una enorme capacidad de actuación en las diferentes actuaciones a las que han tenido que hacer frente, y no me cabe la menor duda de que este esfuerzo de adaptación es altamente reconocido por toda la ciudadanía de este país y altamente valorado. Me van a permitir que, siendo importante el trabajo de todas y cada una de las personas en esta crisis, repito, todas y cada una de las personas, exprese mi reconocimiento a las Fuerzas Armadas por su trabajo, pero especialmente por algo que creo que nos ha conmovido a todos: por haber acompañado en el final a nuestros mayores, a los abuelos y abuelas de este país. Por lo que respecta al Ministerio de Transportes, la coordinación de la gestión de la crisis con otras administraciones ha sido altamente activa dada la dimensión territorial del departamento y, en consecuencia, la necesidad de coordinación. En conjunto, se han realizado tres reuniones del más alto nivel con las comunidades autónomas y más de una decena de reuniones a nivel de direcciones generales. Además, se han desarrollado una serie de reuniones con las delegaciones de Gobierno para articular la acción del Gobierno en el territorio. Por lo que a transportes se refiere, la coordinación con las comunidades autónomas se realiza por el cauce habitual, esto es, la Comisión de Directores Generales de Transporte de las Comunidades Autónomas y Ciudades Autónomas, creada en el seno de la Conferencia Sectorial de Transporte, y los grupos de trabajo asociados. Señorías, quisiera añadir que este ministerio ha sido, como todos, muy sensible a las peticiones recibidas para reforzar, en este caso, trenes para desplazamiento de sanitarios, en el caso de Andalucía, o para adecuar los horarios de los trenes utilizados por sanitarios en ocasiones en las que la reducción de los servicios les afectaba. También en vivienda, a través de la dirección general, se han puesto en contacto con cada una de las comunidades autónomas para tratar de compartir las medidas adecuadas y adelantar el desarrollo de las mismas. Les anuncio que el ministerio está trabajando en los escenarios de desescalada aprobados, que tenemos que compartir bilateralmente con cada una de las comunidades autónomas en el sector del transporte porque, como coincidirán, la movilidad va a ser un factor clave en esta desescalada, especialmente el transporte urbano, que será sometido a un importante nivel de estrés. Por eso es necesario diseñar, de la mano de todos ustedes, la antelación de un sistema seguro, coordinado para que sea eficaz. En cuanto al Ministerio de Hacienda, las medidas adoptadas son bien conocidas, sobre todo por el importante paquete de miles de millones de euros que hemos puesto a disposición desde este ministerio para hacer frente a la pandemia. Centraré mi atención en el dispositivo de coordinación y colaboración que ha hecho posible la adopción y el desarrollo. La ministra de Hacienda presidió el pasado 17 de marzo la reunión de coordinación con los consejeros homónimos en las respectivas comunidades autónomas para coordinar la respuesta a esta situación de emergencia. Posteriormente, la ministra comunicó a todos y cada uno de los consejeros y consejeras del ramo que el compromiso del Gobierno es mantener un diálogo fluido con todos los entes territoriales, así como la coordinación del conjunto de las medidas para dar respuesta a la emergencia sanitaria, lo que está suponiendo la movilización de más de 230 000 millones de euros en fórmulas de distinto tipo. El Ministerio de Hacienda también ha comunicado a las comunidades autónomas el abono del primer pago de la actualización de las entregas a cuenta de este año 2020 y el segundo, que se realizará próximamente. Señorías, presidentas y presidentes, consejeros y consejeras, las comunidades autónomas recibirán este año por el sistema de financiación autonómica —no se van a ver perjudicadas, repito, no se van a ver perjudicadas por el impacto negativo de la COVID—, en cuanto al adelanto se refiere, 115 887 millones de euros, la mayor cifra jamás registrada y un 7,32 % más que el anterior. El Ministerio de Ciencia e Innovación se ha reunido, con el ministro al frente, tres veces con los respectivos consejeros y consejeras de las comunidades autónomas y ciudades autónomas para coordinar el apoyo al sistema sanitario por parte de los centros de investigación y universidades en relación con esta DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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crisis. Sobre estas reuniones señalaré solamente los asuntos más relevantes y los acuerdos alcanzados; repito, acuerdos alcanzados. Incorporación en la convocatoria COVID de los estímulos match funds. Envío de información a todas las comunidades autónomas en relación a los OPI sobre recursos humanos e instalaciones disponibles. El Fondo COVID para el Instituto de Salud Carlos III en relación a la información a enviar y la puesta a disposición de las comunidades autónomas —algo que me parece muy importante y de máximo interés, y sigue siéndolo— de la producción y fabricación de nuevos kits o sistemas de extracción para, en el marco de la convocatoria, seguir avanzando —el ministro, en este caso, a nivel se secretario general de Investigación— con los responsables de los institutos de investigación y ciencia de este país para investigar, para dar luz a los ensayos clínicos y dar una posible salida al túnel en el que estamos, aunque ya vemos algo de luz. El Ministerio de Educación y Formación Profesional ha desarrollado un papel decisivo e importante para facilitar el entendimiento, aunque aquí tengo que reconocer que no ha sido como en los casos anteriores o al menos en cuanto al nivel alcanzado, aunque sí se ha conseguido bastante. Nuestras instituciones educativas han participado en dos reuniones del más alto nivel —me refiero a la conferencia sectorial— y en otras tantas de nivel inferior y han abordado cuestiones tan relevantes como las implicaciones educativas en las medidas adoptadas o, mejor dicho, las consecuencias de la pandemia en nuestro sistema educativo, en todo aquello que tenga que ver con la Formación Profesional, desde la reconversión de módulos de Formación Profesional, de presenciales a distancia, hasta el desarrollo de la formación en centros de trabajo, ciclo formativo formación dual, así como todo lo que tiene que ver con los cursos de especialización disponibles este año, también la finalización del curso 2019-2020, que creo que ha sido de máximo interés para todos nosotros. El Ministerio de Universidades ha participado en los meses de marzo y abril en seis reuniones: comisión delegada de Conferencia General de Política Universitaria, en la comisión permanente del Consejo de Universidades y en el Consejo de Universidades. Alguno de los acuerdos, reitero, acuerdos más significativos son la modificación de las fechas para la realización de la EVAU y el acuerdo de la Conferencia General de Política Universitaria por el que se determinan las fechas límite de prescripción y los admitidos para la matriculación en el curso académico 2020-2021. Por último, el Pleno de la Conferencia General de Política Universitaria, en donde se han abordado en las reuniones celebradas las medidas de apoyo del ministerio a las comunidades autónomas durante la declaración del estado de alarma y la recomendaciones sobre los criterios generales para la adaptación del sistema universitario español ante esta pandemia. Sigo avanzando, señorías, y le corresponde ahora el turno al Ministerio de Cultura y Deporte. Tras la declaración del estado de alarma este ministerio ha mantenido un contacto continuo con los homónimos de las comunidades y ciudades autónomas, partiendo de la idea —como siempre— de que la colaboración leal y fructífera es más importante que nunca. Se ha celebrado, señorías, una reunión importante con todos los consejeros y consejeras, y también con todos los representantes de la FEMP, en la que el ministro se comprometió a un permanente diálogo, junto con los sectores de la cultura y el deporte. Fruto de ese diálogo es el pacto por la cultura que el ministro lidera de forma comprometida. De esta manera, el trabajo con las comunidades autónomas para la solución de las diferentes problemáticas derivadas de esta crisis va en el buen camino; especialmente en todo lo que tiene que ver con la protección de nuestros bienes culturales, respecto de los cuales también se llegó a importantes acuerdos. Asimismo, señorías, creo que es importante señalar los acuerdos alcanzados para la sostenibilidad de las compañías de música, danza y circo, y la estabilidad de las estructuras culturales, respecto de las cuales el ministerio ha reformulado el programa Platea, destinado, en este caso, a fomentar la circulación estatal de espectáculos públicos en todos y cada uno de los territorios. De esta manera comparto con ustedes que los cinco millones de euros previstos para financiar en el año 2020 los contratos de gira de las compañías que acabo de referirles: teatro, danza y otros espectáculos, se vayan a dedicar completamente a la reprogramación de las cancelaciones y a su sustitución por otros títulos que no sean susceptibles de reprogramación. Señorías, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación también ha mantenido un contacto fluido con las ciudades y comunidades autónomas. Quiero decirles que el 19 de marzo hubo una reunión al más alto nivel para abordar el impacto de esta situación en los sectores agrario y pesquero. Asimismo el 8 de abril tuvo lugar una reunión para informar sobre las actuaciones del ministerio en estos ámbitos que les acabo de comentar. Pero, además de estas dos reuniones que acabo de señalar, se han celebrado otras cuatro, presididas, en este caso, por los secretarios generales. Por su parte, el Ministerio de Justicia ha mantenido una relación constante con los responsables autonómicos. Se han mantenido cinco reuniones al más alto nivel —insisto, cinco reuniones, señorías—; la DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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primera de ellas, que tuvo lugar el 12 de marzo, permitió definir y armonizar las medidas necesarias para la protección de la salud de los trabajadores y trabajadoras en la prestación de los servicios esenciales de justicia en cada una de las comunidades autónomas. Posteriormente se celebró otra reunión que permitió que el Consejo General del Poder Judicial, la Fiscalía General del Estado y el Ministerio de Justicia, en diálogo permanente con las ciudades y comunidades autónomas, fijaran los servicios esenciales para garantizar la tutela judicial efectiva en todo el territorio nacional. Por otra parte, tiene lugar otra reunión para coordinar las medidas a adoptar en relación con los empleados públicos de la Administración de Justicia durante toda esta crisis. Asimismo se mantienen también, señorías, reuniones para consensuar nuevas actuaciones a fin de seguir asegurando la prestación de los servicios esenciales en este ámbito departamental. El ministro ha presentado un plan para la reactivación procesal en todos los ámbitos: organizativos, tecnológicos y normativos, para la normalización gradual de la actividad judicial, y para contribuir así a la recuperación económica tras la crisis. Se trata de un plan que fue consensuado, pero que, lamentablemente, al final no consiguió el acuerdo deseado. Posteriormente la Comisión de coordinación de crisis de la Administración de Justicia también se reunió para abordar las acciones normativas, organizativas y tecnológicas a medio plazo. Verán en todo esto la intensísima actividad desarrollada durante todo este tiempo. Y lo mismo ha sucedido con el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en cuyo seno se han celebrado seis conferencias sectoriales: dos en el área de industria, dos en la de comercio y dos en la de turismo. Se ha institucionalizado la Conferencia Sectorial de Industria como un canal de habitual de comunicación entre las comunidades autónomas y como elemento esencial en la mediación entre los agentes sociales y las empresas. La primera reunión se celebró el 17 de marzo y la segunda el 24 de ese mismo mes. Los principales acuerdos fueron, en primer lugar, analizar la situación para el establecimiento de los EPI y otro material sanitario; la aprobación de metodología y puntuación de los criterios Reindus, tan importante para la activación del tejido productivo industrial, así como la discusión del comienzo de los sectores implicados de la desescalada en la que estamos inmersos. Asimismo en las dos reuniones celebradas al máximo nivel en el área de comercio se ha abordado también lo relativo a una de las cuestiones que más ha preocupado, y somos conscientes de ello. Me refiero a lo relacionado con el abastecimiento de EPI, intentando hacer un inventario nacional para que nuestras empresas comiencen, como ya están haciendo, con la producción necesaria; la identificación de las empresas capaces de reorganizar sus procesos productivos para ello, y un plan de ayudas para aplicar durante la crisis y una vez finalice esta. Finalmente, señorías, y en el área de turismo, que también considero de máximo interés dada la potencia turística que tienen para nuestro país algunas comunidades autónomas en especial, donde el impacto del turismo significa nada más y nada menos que en torno a un 30 % de su PIB, como son Baleares y Canarias, se ha celebrado también una reunión de la Comisión Ejecutiva del Consejo Español de Turismo y tres conferencias sectoriales, donde se han analizado todas y cada una de las medidas adoptadas, pero sobre todo las que quedan por adoptar, para impulsar desde el Gobierno y desde las comunidades autónomas planes de reactivación de uno de los principales motores, como es la actividad turística y el empleo asociado al ella. Señorías, todas las comunidades autónomas han trasladado sus reivindicaciones y planteamientos respecto de un sector turístico regional que es fundamental. Tenemos que intentar moderar el impacto del desplome de la demanda en dicho sector. Son muchas las medidas que allí se abordaron, pero sobre todo es de destacar el papel de liderazgo que tiene que asumir Turespaña junto con las distintas comunidades autónomas. El Ministerio de Trabajo y Economía Social celebró una conferencia sectorial en la que se trataron los PAPE de los años 2019 y 2020; planes anuales de políticas de empleo, y sobre todo, propuestas normativas de máximo interés y medidas adoptadas en relación con el coronavirus. También se abordó la distribución de los fondos para las políticas activas de empleo, de los fondos de formación —aquí no ha habido acuerdo, y lo digo claramente, porque creo que es importante para la coherencia de todo el discurso—, y sobre todo, cómo hacer frente a las ayudas previas a la jubilación ordinaria en el sistema de Seguridad Social. También se han celebrado reuniones a nivel de dirección general con periodicidad semanal, o al menos es la previsión; y cómo no, se han abordado temas de máxima actualidad y preocupación, como es la colaboración entre las comunidades autónomas y el Gobierno de España para la tramitación de los ERTE. Sabemos que es esencial, que es vital que los más de cuatro millones de personas, de trabajadores y trabajadoras de este país que se han acogido a un ERTE puedan recibir en tiempo y forma, como espero DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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que así sea, los recursos destinados al efecto; y ahí la coordinación entre las comunidades autónomas y el Gobierno de España resulta esencial. El Ministerio de Igualdad también respondió a la situación de alarma convocando al órgano de máximo nivel de actuación, y se celebró la comisión sectorial del área convocada, en este caso, por la delegada del Gobierno contra la violencia de género. Sabemos que este es un tema tremendamente sensible; sabemos que durante este estado de alarma se han incrementado las denuncias de manera exponencial, y por tanto, ha sido fundamental la colaboración conjunta y coordinada en ambos ámbitos, y sobre todo, la guía de recursos actualizada, el plan de contingencia y las medidas que ha adoptado el Gobierno de España para contribuir a paliar y a poner fin a esta lacra que nos avergüenza y nos empequeñece como sociedad. Pero, además de todo ello, se celebró también un pleno del Observatorio estatal de la violencia sobre la mujer. Señorías, en relación con el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, este ha mantenido contactos frecuentes con todas las comunidades autónomas con el objeto de informar y analizar algo que creo que compartimos y que es fundamental. Me refiero al ingreso mínimo vital y a cómo articularlo, a cómo compatibilizar, no solo la puesta en marcha de esta iniciativa que, como saben, era un acuerdo programático de las fuerzas que sustentan al Gobierno y que hemos tenido que anticipar a consecuencia de la pandemia, sino también a cómo armonizarlo con las distintas rentas que ya existen en cada una de las comunidades autónomas. En esas reuniones se ha tratado sobre la coordinación para hacer efectivo el ingreso mínimo vital y los posibles mecanismos de coordinación a los que acabo de hacer referencia. Se han mantenido, además de las reuniones multilaterales, reuniones bilaterales, que también me parecen importantes, con cada una de las comunidades autónomas para tratar el asunto que acabo de exponer y que también entenderán que es de una gran complejidad dada su repercusión y la movilización de efectivos que se requiere. Pero también se han mantenido reuniones con las delegaciones de Gobierno de España para poner en marcha todas y cada una de las medidas que se han llevado a cabo en cada uno de los territorios. No obstante, en el tiempo en el que estamos, la inmigración sigue llegando a nuestro país y, por tanto, la secretaría de Estado también ha iniciado rondas y reuniones con los distintos homónimos, especialmente, en aquellas zonas más afectadas, para intentar elaborar una política migratoria compartida y ajustada a las necesidades de cada uno de los territorios. Consumo. Este ministerio, en el marco de la Conferencia Sectorial del Consumo, también ha llevado a cabo importantes encuentros con las comunidades autónomas, con acuerdos en materia de vigilancia del mercado, especialmente, en lo que tiene que ver con productos que son especialmente sensibles en la época en la que estamos, como son geles o mascarillas, y también información y comunicación con todas las comunidades autónomas y ciudades autónomas sobre aquellos aspectos que afectan a los derechos de los consumidores para su máxima protección y, cómo no, información sobre esos derechos que pueden reforzar, así como las campañas de difusión, que nos parecen fundamentales en cuanto a hábitos de consumo alimentario saludable durante el confinamiento y también en relación con los productos a utilizar para proteger nuestra salud. Asuntos Exteriores. Señorías, de acuerdo con las inquietudes iniciales de cada una de las comunidades autónomas en el marco de esta crisis, Asuntos Exteriores ha trabajado especialmente con ustedes en dos ámbitos: en primer lugar, colaborando siempre que se le ha solicitado para obtener directamente material sanitario del exterior. Las comunidades autónomas, junto con el Gobierno de España, han hecho un esfuerzo importante, bien realizando gestiones de permiso de sobrevuelo para diversas comunidades autónomas en vuelos a China, bien solventando obstáculos a la exportación de determinados productos —como, por ejemplo, recordarán, los respiradores adquiridos en Turquía por determinadas comunidades autónomas—, o bien facilitando trámites aduaneros y administrativos. Y, en segundo lugar, también creo que es algo importante, ayudando al retorno de más de 23 000 compatriotas, en más de 6000 vuelos fletados directamente por el ministerio, para traerlos a casa, a sus respectivas comunidades autónomas. Señorías, he reservado para el último lugar el ministerio que tengo el honor de dirigir, primero, evidentemente, por una cuestión de deferencia hacia mis compañeros y compañeras de Gobierno, a los que quiero agradecer el haberme facilitado la preparación de esta intervención, pero también porque nuestro ministerio, dado su carácter transversal y horizontal, ha contribuido con todos los demás a este dispositivo de entendimiento, de coordinación y colaboración. Estas circunstancias excepcionales, señorías, del estado de alarma, la puesta en común de medidas o el establecimiento de pautas y criterios, han sido y están siendo fundamentales. En consonancia con ello, y con este convencimiento, quiero destacar públicamente aquí la labor desempeñada por las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno en la coordinación de todas y cada una de las actuaciones de los diferentes ministerios en todo el territorio, en la coordinación con las administraciones de las comunidades autónomas y en el intercambio de información DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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y análisis en las diferentes circunstancias con cada uno de ustedes. Sintéticamente, el resultado o las acciones realizadas por parte de las delegaciones y subdelegaciones ha sido una recopilación importante de consultas procedentes de los territorios, la gestión de la respuesta —algunas compartidas por las comunidades autónomas, incluso, por mucha ciudadanía—, la constitución de centros de coordinación en los propios ámbitos de las delegaciones y el seguimiento permanente e importante de los puestos de inspección fronteriza, fundamentales, especialmente, allí donde estoy. También en relación con la función pública, señorías, debo señalar que a todos los representantes de las comunidades autónomas hemos remitido la información y las medidas que hemos ido adoptando, por si fueran de su interés y sirvieran de guía o fueran de utilidad. El 25 de marzo celebramos una comisión de coordinación de empleo en la que abordamos las medidas adoptadas frente a la COVID para garantizar siempre el funcionamiento de la Administración pública y las prestaciones de todos los servicios. Señorías, aquí concluyo la segunda parte de mi intervención y voy a pasar a la tercera, con la que voy a ir concluyendo. El presidente del Gobierno, señorías, ha reiterado en cada una de sus comparecencias que el Gobierno ha ido tomando, en cada momento, las decisiones adecuadas a lo que exigía la evolución de los acontecimientos, pero tratando siempre de mantener un respetuoso equilibrio entre las exigencias derivadas de las medidas sanitarias, las exigencias propias de la actividad económica y el ineludible deber de respetar las libertades y derechos propios de la ciudadanía. Como ustedes comprenderán, este equilibrio que pueden apreciar en cada uno de los paquetes de medidas que el Gobierno ha puesto en marcha —cinco en total— no es fácil de mantener y siempre requiere un exquisito cuidado en las medidas que propone cada uno de los ministerios, así como un amplio consenso con las administraciones que comparten competencias. Señorías, nos enfrentamos a una situación inédita, una situación en la que no existían ni mapas ni cartas de navegación, de modo que, como comprenderán ustedes, resultaba difícil anticipar todas las salidas. Lo que sabemos muy bien ahora, pero que no sabíamos hace un mes, son las condiciones que nos ayudarán a recuperar la normalidad; si bien somos conscientes que será una nueva normalidad, una normalidad diferente a la que hasta la que ahora habíamos entendido. Esas condiciones están expuestas en la hoja de ruta común europea para el levantamiento de las medidas de contención de la COVID-19 y, dado que son conocidas, no las voy a repetir. En este contexto de incertidumbre, pero de profunda confianza en nuestras instituciones y en el trabajo de sus representantes, ha sido posible pasar de un porcentaje de 35 % de nuevos contagios a 0,6 % en el día de hoy. Es producto del trabajo colectivo; es producto del trabajo de las comunidades autónomas; es producto del trabajo de los ayuntamientos; es producto del trabajo de la sociedad civil, de todas las instituciones públicas, de toda la ciudadanía, con su comportamiento ejemplar y también del Gobierno de España. Como he puesto de manifiesto, señorías, representantes de los Gobiernos autonómicos, en el mes y medio que llevamos de estado de alerta, se han desarrollado más de 60 reuniones de cooperación al más alto nivel. Estoy hablando de conferencias sectoriales, al más alto nivel; se han activado todos los mecanismos de coordinación previstos en nuestro ordenamiento institucional y se han adoptado más de ciento veinte medidas de gran impacto, agrupadas en los cinco paquetes que les he mencionado. Todas y cada una de las acciones realizadas, desde la que les pueda parecer más nimia a la más importante, tenían una única finalidad, un único objetivo: salvar vidas. Para ello, ha sido necesario acelerar la actividad institucional hasta unos límites impensables cuando empezó esta pandemia, y esta es la mejor imagen que podemos ofrecer del enorme esfuerzo institucional desarrollado en las últimas semanas. Esta imagen es la que deberíamos o tenemos que transmitir a la ciudadanía, al menos por nuestra parte, porque es la que se corresponde con el sacrificio que han hecho permaneciendo en sus casas durante todo este tiempo. Señorías, confío en que haya quedado algo claro y es que nuestro Estado autonómico, que es el que hoy enjuiciamos, que es el que hemos venido a evaluar, ha resistido bien la prueba de esfuerzo. Evidentemente, con necesidad de mejoras, por supuesto, porque todos ansiamos mejorar, pero creo que ese esfuerzo compartido de salvar vidas, a pesar de la dureza de esos datos de personas fallecidas —de las que no me voy a olvidar, antes al contrario— significa que las medidas adoptadas nos han puesto en el camino correcto; camino correcto en el que tenemos que perseverar; camino correcto en el que tenemos que seguir incidiendo, y no solo en lo que refiere a la Administración General del Estado, sino en lo que se refiere a todas y cada una de las instituciones públicas. Señorías, esta es la verdad, y esta sencilla verdad pone de manifiesto que nuestro Estado autonómico ha respondido razonablemente bien, con eficacia, a un reto sin precedentes, y quiero personalizarlo en las DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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comunidades autónomas, en las gestiones que han hecho todos los gobiernos de todos los colores. Repito, todos los gobiernos, de todos los colores. Creo que eso es lo importante, que eso es lo que la ciudadanía está esperando de nosotros, no otra cosa. Yo sé que hay mucho ruido, pero de entre ese ruido tienen que salir voces, voces que digan que el acuerdo y el consenso son mayores de lo que se dice y que el acuerdo y el consenso están muy por encima del ruido, aunque a veces no se oigan. No tengo la menor duda, señorías, que las cosas que se han hecho y que he expuesto con detalle podrían ser objeto de mejora, y espero que esta comisión sirva para ello, para mejorar todas esas iniciativas que serán bienvenidas, y como dije al comienzo de mi exposición, esta ministra y este Gobierno las escucharan. Durante los dos últimos meses, señorías, el pueblo español ha sido víctima del dolor y del sufrimiento causado por una pandemia inimaginable. Sin embargo, nos estamos superando a nosotros mismos. Estamos dando muestra, con un comportamiento ejemplar, de unos valores cívicos que deben enorgullecernos a todos y a todas. A ese ejemplo de civismo, las instituciones públicas debemos responder. Debemos responder con prudencia y con sentido de la responsabilidad pero, sobre todo, tenemos que responder generando confianza y generando futuro; un futuro que tenemos que construir juntos, reforzando los lazos que reparen el dolor causado. La pandemia nos está enseñando a ser más conscientes de que los lazos que nos unen son sólidos y frágiles al mismo tiempo. Por tanto, si son sólidos y frágiles al mismo tiempo es necesario que los cuidemos, que los reforcemos y que los cultivemos y, sobre todo, que lo hagamos con afecto. Lazos familiares, de amistad y de proximidad, que de repente se nos revelan imprescindibles para garantizar nuestro bienestar. Esta dolorosa batalla nos ha hecho más conscientes, si hablamos con nuestros amigos y familiares a los que no vemos, de la necesidad de hablarnos más, de comunicarnos, de abrazarnos incluso, y de cuidar más los unos de los otros. Pero también nos interpela lo institucional, desde lo personal y lo social. Es la hora también de fortalecer los lazos institucionales, los que hemos ido tejiendo en esta travesía democrática y que vamos mejorando y perfeccionando entre todos. Son vínculos que nos unen a un anhelo compartido: salvar vidas y afrontar la crisis sanitaria, y después, cuando hayamos derrotado el virus, iniciar la reconstrucción sin dejar a nadie atrás. De ahí la importancia de ponernos de acuerdo, de pactar para dar salida, para dar futuro y para dar confianza. La ciudadanía espera de todos nosotros un comportamiento cívico, acorde con su sacrificio. Espera que seamos capaces de alcanzar ese mínimo común entendimiento para reconstruir este país, que es el nuestro, el de todos y el de todas; no solo el de algunos, el de todos y el de todas. Señorías, por lo que al Gobierno al que aquí represento se refiere puedo asegurarles que seguiremos por la senda ya trazada por el presidente Sánchez y que ya fue también acordada con todos y cada uno de los presidentes autonómicos, como les dije al principio de mi intervención. Además, como Gobierno de España, nos corresponde una tarea ineludible: legar a los futuros gobiernos la amplia experiencia y el conocimiento adquirido en el transcurso de esta pandemia, incluyendo, claro está, lo que acabo de presentarles. Señorías, ningún Gobierno de España cuando se enfrente a una situación similar en el futuro, que ojalá que no, volverá a empezar de cero, ni tendrá que hacer lo que les ha correspondido a este Gobierno y a los gobiernos autonómicos. Concluyo, señorías. Esta crisis ha demostrado que el modelo de Estado, lejos de generar las disfunciones que algunos auguraban, nos ha permitido colaborar y cooperar en el objetivo común de seguir derrotando a la COVID-19, en una acción coordinada en la que también es preciso destacar la labor de los ayuntamientos y las diputaciones provinciales, que han estado y están en primera línea contra este virus. No en vano, esta pandemia nos ha obligado a todos los poderes públicos a desarrollar capacidades inimaginables para atender las necesidades de la ciudadanía y ponernos al servicio de un bien compartido para volver a la normalidad. A nuestro modo de ver, esta crisis nos deja valiosas lecciones; una de ellas es que es necesaria una más y mejor cooperación entre todas las instituciones del Estado autonómico para reforzar los lazos que nos unen, para servir mejor a las necesidades compartidas de nuestra ciudadanía y, sobre todo, para reconstruir la confianza que nos da horizontes de esperanza colectiva, para reconstruir la confianza que nos da la esperanza de país. Concluyo ya. Ojalá, señorías, encontremos, como decía Zygmunt Bauman, el camino para lograr una forma civilizada de vida en común, extendiendo el bienestar y la seguridad de nuestra salud a toda la ciudadanía. Ese es el reto, esa es la tarea a la que todos y todas estamos convocados. Ojalá sea así. Muchas gracias, señorías. (Aplausos). DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señora ministra. A continuación, tiene el uso de la palabra el señor presidente del Gobierno de la Comunidad Autónoma de Cantabria, el excelentísimo señor don Miguel Ángel Revilla Roiz.

El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE CANTABRIA (Revilla Roiz): Hablaré en la tribuna porque me resulta muy complicado hablar y tener a la gente a la espalda.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Haga uso de la tribuna.

El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE CANTABRIA (Revilla Roiz): Quiero empezar mi intervención enviando un saludo a todos y, muy especialmente, a las personas que han padecido el coronavirus, que están aquí y, como veo, muy recuperadas. Agradezco el trabajo que ha hecho la ministra de recopilar datos que cada ministerio ha ido proporcionando en estos días anteriores, pero tengo que decir que creo que esta reunión es un fracaso y es una reunión devaluada. ¡Qué ocasión estamos perdiendo de encontrar un sentido al Senado como Cámara territorial —que no ha sido nunca—, de haber contado aquí con la presencia del presidente del Gobierno de España y de todos los presidentes! Está tan devaluada que yo, que fui sargento en el ejército, me veo hoy de coronel sin méritos de guerra, simplemente por incomparecencia de los que por protocolo me anteceden. Habla la señora ministra de las reuniones de presidentes. Pues sí, hay que valorarlas. Han sido siete, han durado cinco horas de media cada una, siete por cinco, son treinta y cinco horas y queda la del domingo, que es la octava. Sin embargo, más allá de escuchar al presidente lo que ya había anunciado el sábado anterior a todos, de escucharnos y se supone que apuntar, de esas reuniones nunca hemos tenido la impresión de que lo que estábamos planteando se fuese a llevar a cabo. Desde el primer día he ido planteando cosas, algunas han salido y otras no, pero si hubiesen consultado a los demás ahora no tendríamos situaciones algo grotescas como, por ejemplo, que se puedan abrir dentro de unos días los hoteles cuando no hay movilidad geográfica. Abrir hoteles en Cantabria dentro de una semana, para que los cántabros cambiemos el domicilio particular por un hotel, no me parece que sea nada atractivo para esos empresarios. Respecto al deporte, creo que se tenía que haber abierto mucho antes, máxime si tenemos en cuenta las peculiaridades de cada territorio y se lo dice una persona que pertenece al Partido Regionalista de Cantabria, que no tiene ninguna veleidad separatista ni soberanista. Somos un partido profundamente español, regionalista, como lo indica la palabra; nuestra nación es España y nuestra región es Cantabria. Sin embargo, me he encontrado como presidente autonómico devaluado. A pesar de admitir el mando único en una situación como esta de la pandemia —ya que es imprescindible que no vaya cada uno por su lado—, los presidentes hemos pintado cero en esta coyuntura. Se hablaba de la autoridad competente, y de ese modo la delegada del Gobierno en cada territorio se ha convertido en una especie de antiguo gobernador o gobernadora civil, y ahora los presidentes tenemos que decir a los ciudadanos cuando nos llaman para plantearnos cosas que habitualmente resolvemos, dentro de nuestras competencias, que no pintamos nada. No voy a entrar aquí en las críticas a lo que se está haciendo, no lo voy a hacer porque creo que ahora tenemos que arrimar el hombro, y ya adelanto que el Partido Regionalista de Cantabria va a estar en la suma de esos esfuerzos colectivos que tenemos que hacer todos para salir de esta situación, pero sí quiero quejarme de que ha habido, bajo el lema del estado de alarma, una recentralización que no admitimos ni aquellos que somos simplemente autonomistas, porque es una sensación como de ser una persona que no pinta absolutamente nada. Señor presidente, me gustaría que me avisase tres minutos antes de finalizar mi tiempo porque yo, con el micrófono, no calculo. ¿Cuál es el tema gordo ahora? Sinceramente, creo que estamos venciendo la pandemia, que se agradece todo lo que está haciendo el Gobierno para paliar las situaciones de aquellos que se quedan ahora sin nada, y de que haya una renta mínima para todos los ciudadanos —eso está en el planteamiento y en el esquema de nuestro partido, de toda la vida—, para que nadie que pierda el puesto de trabajo no tenga algo para poder llevar una vida medio digna. En todo eso estamos de acuerdo, pero hay que empezar a hablar de una cosa que yo todavía no he conseguido sacar de su boca al presidente: ¿cuándo se va a reunir la Comisión de Política Fiscal y Financiera para que las comunidades autónomas sepamos con cuánto vamos a contar de esos, aparentemente, 2,5 billones de euros que anuncia Europa? ¿Cuánto dinero va a llegar a Cantabria? Y, ¿qué fondo vamos a administrar las comunidades autónomas? En este DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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sentido, yo me voy a negar a que todo se haga centralizado, con el pretexto del estado de alarma, sin capacidad de maniobra de nuestros territorios. Le voy a contar las cuentas de Cantabria —supongo que cada uno tendrá las suyas—: hemos dejado de ingresar todo lo que no sea el anticipo de un dinero que es de Cantabria, y de todas las comunidades, que no han anticipado; por lo demás, es todo menos, menos y menos porque no hemos ingresado ni un euro en el primer trimestre de los impuestos que son propios de la comunidad autónoma —como para pedirle a la gente que nos pague algo ahora—; es decir, cero.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Perdone, señor Revilla: le quedan tres minutos.

El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE CANTABRIA (Revilla Roiz): Hemos dejado de cobrar alquileres a la vivienda. Es decir, que tenemos menos ingresos, pero ya hemos gastado en sanidad, en Cantabria, 200 millones, y el agujero que tenemos es de 450 millones de euros. ¿Cómo vamos a afrontar esto? Esa la respuesta que estamos esperando los presidentes autonómicos. ¿Habrá un fondo para las comunidades? ¿Podremos incluso llegar a endeudarnos? Yo no quiero dejar en Cantabria a nadie tirado, no lo voy a permitir. Esa es la respuesta que estamos esperando. Creo que tenemos la pandemia más o menos controlada pero, desde luego, la que se nos viene encima ahora, que no mata de manera fulminante, como mata el coronavirus —sobre todo a los mayores— si no tomamos medidas, se puede cargar a toda una generación de jóvenes y es un coronavirus económico. No voy a estar hasta las seis de la tarde, pero, si hay réplica, la conoceré por el Diario de Sesiones. Dinero es lo que hace falta para las comunidades autónomas. Gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Gracias, señor Revilla. A continuación, tiene uso de la palabra el señor presidente del Gobierno de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, don Fernando López Miras.

El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE LA REGIÓN DE MURCIA (López Miras): Muchas gracias, señor presidente. Señora ministra, presidenta, presidentes, consejeros y consejeras, portavoces, permítanme que mis primeras palabras en esta tribuna sean para recordar a todos aquellos que nos han dejado a consecuencia de la COVID-19, que nos han dejado en soledad, y para transmitir el más afectuoso de los abrazos y nuestro recuerdo para sus familiares. Señorías, la Región de Murcia tiene, en este momento, los datos menos negativos del conjunto del país: el mejor índice de contagios y el menor número de fallecidos en proporción a la población. En este sentido, permítanme que se lo agradezca a todos aquellos que lo han hecho posible: a los profesionales sanitarios, a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a la Policía Local, a los medios de comunicación, a los quiosqueros, a los trabajadores de las tiendas de alimentación, a los transportistas, a los trabajadores de las farmacias, a los trabajadores del sector primario y, por supuesto, a los agricultores. ¡Qué importantes son los agricultores, en algunas ocasiones denostados por el actual Gobierno del presidente Sánchez! ¡Qué importantes son los agricultores de la Región de Murcia, que han seguido garantizando los alimentos a los españoles y a los europeos durante esta pandemia! Permítanme también que les dé las gracias a aquellos que lo han hecho posible: a todas las personas y a todas las familias que han seguido escrupulosamente las normas establecidas en el decreto de alarma y han permanecido confinados en sus hogares. Señorías, el 28 de enero, 46 días antes de que se aprobase el estado de alarma, el Gobierno regional de Murcia ya anunció el hospital que sería referente para tratar todos los casos de COVID-19 que fueran apareciendo; tres días después, el 31 de enero, ya aprobamos un comité especial de seguimiento del coronavirus; y, en enero y en febrero, empezamos a aprovisionarnos del material de protección sanitario suficiente, de tal manera que si comparamos las compras entre enero y febrero de 2020 con 2019, por ejemplo de mascarillas, el incremento es del 50 % y si comparamos las compras de soluciones hidroalcohólicas, entre enero y febrero de 2020 a 2019, el incremento es del 80 %. Nos estábamos preparando y conseguimos reorganizar el sistema público de salud, para que la atención primaria fuera el verdadero dique de contención de la propagación de la pandemia. Conseguimos evitar el colapso sanitario en la Región de Murcia y pusimos a disposición de otras comunidades autónomas respiradores, además de acoger en nuestras camas de UCI a enfermos de otras comunidades autónomas. Entendíamos que eran necesarios la lealtad, la colaboración, el trabajo conjunto con el Gobierno de España y lo apoyamos en todo, decisión tras decisión, decreto tras decreto, cada domingo. Prácticamente, le firmábamos al Gobierno de España un cheque en blanco y le demostramos nuestra confianza a ciegas porque entendíamos que, DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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en una situación de extraordinaria dificultad, esto era más que necesario. Sin embargo, lamento decirles, señorías, que empezamos a pensar que esa lealtad que tanto repetía el presidente del Gobierno, eran palabras vacías y que no se ha convertido en una lealtad recíproca hacia las comunidades autónomas. Tengo la máxima consideración hacia usted, señora ministra, pero la ausencia del presidente del Gobierno de todos los españoles en esta sesión es una falta de respeto a las comunidades autónomas y es una falta de respeto al millón y medio de murcianos que hoy vengo a representar. Créame que no se puede hablar cada día de llegar a acuerdos, de llegar a pactos, de unidad de trabajo y desdeñar venir aquí a un foro, el Senado, la Cámara de representación territorial, para hablar con las comunidades autónomas. Señorías, cuatro días antes de que se decretase el estado de alarma, la Región de Murcia decretó el cierre de colegios y centros de mayores; y nada sabíamos, ninguna noticia teníamos del Gobierno de España. Dos días antes de que se aprobase el decreto del estado de alarma, en la Región de Murcia tuvimos que confinar a parte de la población ante la llegada masiva de gente de otros territorios y que supuso que, de los 100 primeros casos de contagio, 98 fueran importados; y nada sabíamos, ni una sola señal por parte del Gobierno de España. Durante el estado de alarma solicitamos, a través del artículo 4.3 del Real Decreto de estado de alarma, el cese de la actividad no esencial en la Región de Murcia; y el Gobierno de España nos contestó que no, pero a los seis días decretaron el cese de la actividad no esencial. El proceso de coordinación al que alude el Gobierno de España durante el estado de alarma es el siguiente: se anuncian, a través del presidente del Gobierno, las medidas oportunas el sábado en rueda de prensa, el domingo nos vuelve a repetir lo que ya sabe toda España —y no habido conferencia que dure menos de cinco horas, como ha dicho el presidente de Cantabria— y el martes, en el Consejo de Ministros, se rectifica eso que se anunció el sábado y que a nosotros nos repitió el domingo. Y mientras tanto, las comunidades autónomas tenemos que dar explicaciones. Cuando se anuncian los test masivos y en dos semanas no llegan, es a nosotros a los que los ciudadanos nos piden explicaciones; y cuando se anuncia la necesidad de que todos tengan que llevar mascarillas, es a los presidentes autonómicos a los que nos piden las mascarillas. En la Región de Murcia hemos puesto ya a disposición de la población más de un millón de mascarillas, de forma gratuita, ante la falta de llegada de mascarillas por parte del Gobierno de España para la población. Se nos dice que el desconfinamiento empezará por flexibilizar el aislamiento de los niños, pero nada más; tres días de incertidumbre y presiones a las comunidades autónomas. Y ahora tenemos un nuevo capítulo de esta improvisación con respecto a la hoja de ruta de desescalada. De nada sirven las videoconferencias si no hay respuestas, y llevamos ya siete en las que no ha habido respuestas. Solicitamos que no se cobren impuestos a los que no tienen actividad y no hay respuesta; solicitamos que se dé liquidez a aquellas empresas que necesitan un plan de viabilidad y no hay respuesta; solicitamos un fondo no reembolsable para el gasto sanitario y no hay respuesta; solicitamos que se mutualice la deuda, como está solicitando el presidente del Gobierno a la Unión Europea, y no hay respuesta; solicitamos que se nos autorice a endeudarnos —el Gobierno de España se endeudará, y mucho— y no hay respuesta; solicitamos una relajación de la regla de gasto del objetivo de déficit y no hay respuesta; pedimos que se convoque el Consejo de Política Fiscal y Financiera y no hay respuesta. Y a partir de ahora, ¿qué? ¿Qué hoja de ruta seguiremos y cómo vamos a trabajar? ¿Qué relación van a tener las comunidades autónomas con el Gobierno de España y el Gobierno de España con las comunidades autónomas en esta desescalada? ¿Seguirá el presidente del Gobierno pidiendo unidad pero, a su vez, informándonos a través de ruedas de prensa en televisión? ¿Va a seguir el presidente Sánchez solicitando nuestra lealtad pero a la vez, cada miércoles convirtiéndose en un propagador de bulos en el Congreso de los Diputados sin posibilidad de réplica de las comunidades autónomas? Señorías, nos hemos enterado por televisión de la hoja de ruta de la desescalada; los que tenemos que aplicar esas medidas nos hemos enterado a través de la televisión, y hay muchas más incertidumbres y dudas que certezas. ¿Los niños menores de seis años sí pueden exponerse al contagio de la COVID-19 en los colegios y los mayores de seis años no? ¿Los profesores de primaria van a estar en sus casas —no acuden a dar clase—, van a estar protegidos, pero los profesores de infantil sí pueden ir a contagiarse a los colegios? ¿Va a haber un plan de protección especial para los mayores? Más del 90 % de los fallecidos en la Región de Murcia tiene más de setenta años. ¿Y a la hostelería y al sector servicios se les va a obligar a que les cueste más abrir que seguir cerrados? ¿Se les va a obligar a seguir con el cien por cien de la plantilla facturando solo el 30 %, o se va a posibilitar que puedan flexibilizar los ERTE? ¿Y el control de la movilidad? Nos preocupa mucho el control de la movilidad. El hecho de que actualmente tengamos los mejores índices en cuanto a contagios en la Región de Murcia hace también que nuestra población sea la más vulnerable frente a un nuevo brote de la COVID-19. ¿Se va a controlar DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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la movilidad? Repito lo que he dicho al inicio de mi intervención: de los 100 primeros casos de contagio en la Región de Murcia, 98 eran importados. No podemos permitirnos dar un paso en falso en la reactivación, no podemos permitirnos dar un paso en falso en esta hoja de ruta de desescalada, porque un paso en falso nos va a llevar otra vez a la casilla de salida, y eso significaría una situación de no retorno para el tejido productivo y para el tejido social; por supuesto, para la región de Murcia, y, cómo no, para el resto de España. ¿Cuál va a ser la actitud a partir de ahora del presidente del Gobierno y del Gobierno central? ¿Cuál va a ser la forma de trabajar? ¿Vamos a tener a partir de ahora una verdadera coordinación, una coordinación que parta de la participación? ¿Se nos va a escuchar? No se ha contado con nosotros ni se nos ha escuchado en esta hoja de ruta de la desescalada. ¿Vamos a entablar nuevos mecanismos de coordinación y participación? Hoy aquí, señora ministra, vengo a transmitirle la más absoluta de las lealtades del Gobierno de la Región de Murcia y de este presidente al presidente Sánchez y al Gobierno de España. Pero también vengo a exigirle que esa lealtad sea recíproca; hasta ahora no lo hemos visto y hasta ahora hemos guardado silencio porque entendíamos que una situación de extraordinaria dificultad exigía un apoyo sin fisuras al Gobierno de España; pero ahora pasamos de la emergencia sanitaria a la reactivación económica y social del país y, por supuesto, de la Región de Murcia, y ahora hay que sentarse a hablar, hay que pactar, hay que participar, hay que colaborar siempre con lealtad y siempre con el interés general del millón y medio de españoles que vive en la Región de Murcia, y del resto de españoles también. Muchas gracias, señorías.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señor López Miras. A continuación, tiene la palabra la señora presidenta de la Comunidad de Madrid, doña Isabel Natividad Díaz Ayuso.

La señora PRESIDENTA DEL GOBIERNO DE LA COMUNIDAD DE MADRID (Díaz Ayuso): Gracias, señor presidente. Muy buenos días a todos. En primer lugar, quiero saludar al presidente y a las autoridades y decirles que es un honor estar participando en esta reunión en un momento tan importante para nuestro país y en concreto para las comunidades autónomas. Como todos ustedes saben, la Comunidad de Madrid ha sido la región más castigada por la COVID-19, lo ha sido en número de contagios y también de muertos. Nosotros somos una comunidad que es puerta de entrada del país, a través del AVE, a través del Aeropuerto de Barajas, de la forma de vida que tenemos en Madrid y de nuestra densidad de población, que es uno de los factores por los que este virus se ha propagado de esta manera. Para que ustedes lo entiendan, solamente en el metro de Madrid viajan todos los días la misma población que tiene el País Vasco, dos veces la de Asturias, casi dos veces la de Murcia y cuatro la de Cantabria. Nosotros, durante todo este tiempo, hemos sido una comunidad que ha estado francamente sola en todas las gestiones frente a la COVID. No hemos tenido apenas material. He traído un cuadro, que les puedo mostrar, y después me gustaría trasladárselo a la prensa, y a la ministra, por supuesto, para que puedan trabajar con él, o a quien lo necesite. Apenas hemos tenido medios económicos; es más, lejos de haber estado dotados de manera suficiente —como le pedí al presidente del Gobierno desde la primera conferencia, donde ya cuantificábamos en 994 millones de euros la necesidad para una comunidad como esta, tan castigada—, lejos de eso, finalmente nos han detraído 32 millones de euros, entre otras cosas porque nos los han retirado del fondo destinado a políticas activas de empleo. Hemos participado en todas las videoconferencias, en las siete últimas, en las que le hemos expuesto al presidente de España un sinfín de propuestas y medidas que entendemos son buenas para Madrid y para otras autonomías, y cuya documentación también he traído. Hemos trabajado también en una única dirección con las ideas muy claras en esta comunidad autónoma, que, junto con País Vasco, fue la primera que activó el cierre de los colegios y que incluso unos días antes ya había decretado el cierre de las visitas en los centros de día para mayores; es decir, en cuanto a medidas, siempre fuimos una semana, dos o tres incluso, por delante del Gobierno de la nación. Por tanto, el Gobierno ha estado trabajando en muchas ocasiones de una manera muy lenta, sin estrategia. El 30 de enero ya recibió un aviso de la Organización Mundial de la Salud avisándole de la situación que se nos venía encima, y por entonces, y desde ese momento, se nos dijo que esto iba a ser una simple gripe, que podríamos vivir con toda normalidad y que no tendríamos por qué preocuparnos, algo en lo que nosotros, como comunidad autónoma, nos confiamos, de lo que me arrepiento completamente, DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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porque el tiempo ha demostrado que era mucho más grave y que solo la antelación, la anticipación y la estrategia podían haber resuelto en parte lo que hemos vivido. Por eso, después de siete videoconferencias en las que las comunidades autónomas hemos expuesto nuestras preocupaciones y hemos trabajado con absoluta lealtad, no entendemos que en un momento tan importante para nuestro país y para nuestras autonomías, hoy no esté aquí el presidente del Gobierno con nosotros para devolvernos la lealtad que ha de existir de manera bilateral entre el Gobierno de España y sus comunidades autónomas. Esta es la institución idónea para habernos reunido hoy; este es el lugar, ante la prensa, ante los medios, ante los ciudadanos, para debatirlo. Las videoconferencias todos los domingos pueden servir; a mí me han servido para algo, me han servido para sentirme profundamente orgullosa del Estado de las Autonomías que nos hemos dado los españoles y del trabajo que están realizando otros presidentes de otras regiones, que, por supuesto, también han servido; pero a la hora de devolvernos esa lealtad y sobre todo ese trabajo, esa bilateralidad, no ha existido. Por eso yo le quiero preguntar al Gobierno si la lealtad, el acuerdo y el consenso van a existir en las dos direcciones; si vamos a ser las comunidades autónomas preguntadas antes de que se celebren estas videoconferencias, y si va a existir el momento en el que, al menos, una comunidad autónoma como Madrid —que aporta el 20 % del producto interior bruto a España, que atrae a casi el 80 % de la inversión extranjera, que aporta el 14 % de la población nacional—, va a ser escuchada. Y para eso propongo, ruego, una mesa de trabajo entre el Gobierno de España y la Comunidad de Madrid, porque estando tan cerca y compartiendo el mismo territorio, no podemos estar más lejos en tantas ocasiones. Le pedimos planes concretos, le pedimos ya una estrategia clara. Nos vamos a arruinar. Hoy mismo decía Fernando Simón en el Congreso de los Diputados que Madrid iría más tarde, junto con Cataluña. Después de todo lo que he expuesto, después de lo que significa el motor económico de la Comunidad de Madrid para el conjunto de España, les diré que van a arruinarnos. No podemos seguir sin planes concretos, no podemos seguir sin saber qué establecimientos pueden abrir o cerrar. Si nos fuéramos a las navidades, como incluso propuso una ministra, supondría la pérdida de más de un millón de empleos en la Comunidad de Madrid. Esto ya no va a ser solo una catástrofe sanitaria sino social y económica sin precedentes. Por tanto, pedimos planes concretos, se lo rogamos. Les suplicamos que piensen en ello, y eso es únicamente posible si nos preguntan, si hablan con nosotros, si en lugar de ir solos a las ruedas de prensa nos preguntan previamente cómo están las cosas, porque nosotros somos los que a su vez hablamos con los municipios y con los sectores y conocemos cada una de las peculiaridades de las autonomías a las que tenemos el honor de representar. No nos podemos permitir tampoco un repunte, y por eso no puede haber experimentos; un repunte sería imperdonable. Después de las vidas que hemos perdido —ya hemos superado las 13 000 en Madrid—, no nos podemos permitir volver atrás ni podemos tener otra vez el sistema sanitario hasta arriba, como ha estado. Hemos triplicado las UCI; hemos creado Ifema, que se ha convertido en el hospital más grande de España, y lo hemos conseguido en tiempo récord; hemos tenido que medicalizar hoteles. Lo hemos dado todo. Nuestros profesionales, por miles, se han contagiado. Hemos hecho lo imposible. No podemos volver atrás, no podemos tener más repuntes, esto sería imperdonable. Pero también esta estrategia pasa por saber qué pasos hacia delante, claros y concretos y no experimentales, hemos de dar, porque como se arruine también la Comunidad de Madrid, esta crisis, insisto, va a ser una catástrofe social. También pedimos el dinero y el material que hemos venido rogando en otras ocasiones al Gobierno de la nación, y lo volveremos a hacer en todos los foros en los que sea posible. Necesitamos ese material porque la crisis sanitaria seguirá, así como ha de seguir esta Mesa para que podamos materializar todas estas necesidades. Por último, también quiero hacer una petición. Este sábado se celebra el 2 de mayo, una fecha histórica y heroica muy importante para la Comunidad de Madrid. Este año queremos rendir homenaje a los otros y verdaderos héroes contemporáneos, que son nuestros sanitarios, nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, nuestro Ejército, todas las personas que han estado colaborando en la Comunidad de Madrid, que de manera desinteresada, sin material de protección, se han estado jugando la vida y han estado en primera línea, desde los cajeros, personal de los supermercados, las personas que trabajan en Mercamadrid, hasta las personas que están al frente de las farmacias. Ha habido auténticos héroes anónimos, y gracias a su trabajo desinteresado y a haber pensado en el bien común antes que en su propia vida, han permitido que, a pesar de la situación en Madrid, la vida siguiera adelante y no fuera a más, y que las personas pudieran tener alimentos y pudieran abastecerse. Para todo ellos va a ir este 2 de mayo, y por DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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eso también le quiero pedir al Gobierno de España que permita que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el Ejército y, a su vez, la Guardia Civil y la Policía Nacional estén en este homenaje, que también va para ellos. Nosotros ya hemos decretado el luto en la Comunidad de Madrid hace mucho tiempo y no se imaginan la cantidad de familias que nos lo agradecen y nos lo hacen saber, porque después de tantas muertes y en una situación tan complicada, donde tantas familias ni siquiera se han podido despedir de sus seres queridos ni ha habido funerales, en la situación más cruel vivida jamás desde la guerra civil, queremos que haya sentidos homenajes, y que los empecemos ya, porque hay muchos familiares, como he dicho, que no han podido despedirse de sus seres queridos. Va por todos ellos también este 2 de mayo, y por eso pido al Gobierno de España que tenga la sensibilidad de permitir que el Ejército y las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado estén con nosotros, porque ellos también han sido héroes. Por último, lamento nuevamente que él no esté aquí para hablar de sanidad, de impuestos, de un proyecto nacional común, algo en lo que sí apoyé al presidente en la primera Conferencia de Presidentes, porque entendía que esta situación de alarma solo la podíamos resolver entre todos. Después de haber pedido en numerosas ocasiones más complicidad, compañía y humanidad por su parte, le pido que vuelva al Senado, que mantengamos un debate en condiciones también con él; con la ministra estamos encantados, pues es una persona siempre abierta al diálogo y al pacto; pero necesitamos al presidente del Gobierno aquí también con nosotros. Gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señora Díaz Ayuso. A continuación, tiene la palabra el señor presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, don Alfonso Fernández Mañueco.

El señor PRESIDENTE DE LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN (Fernández Mañueco): Gracias, señor presidente. Gracias, ministra. Gracias, colegas, representantes de comunidades autónomas. Mis primeras palabras son de pésame a las familias, un recuerdo a quienes hemos tenido que enterrar en condiciones desgarradoras y, desde luego, contrarias a nuestra cultura. Mi agradecimiento a todos los profesionales de la sanidad, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, etcétera, y nuestro aliento a quienes han pasado la enfermedad, a quienes están en estos momentos enfermos y también en confinamiento. Señora ministra, agradezco tu intervención, agradezco tus explicaciones, pero sabes, te lo dije por teléfono, que hoy esperábamos al presidente. Tuve la oportunidad de decírselo a él también. Sé que este no es el debate del Estado de las Autonomías, que es cuando vienen los presidentes autonómicos, pero no es menos cierto que este debate sobre esta crisis económica, que tiene unas raíces sociales y económicas sin precedentes, es probablemente mucho más que un debate de las autonomías. Por tanto, queremos que el presidente venga al Senado, a la Cámara de representación territorial. Coincido con tus palabras. El Estado autonómico ha resistido. Las comunidades autónomas hemos estado a la altura; hemos actuado con lealtad hacia el Estado, porque somos Estado, porque nos sentimos Estado. Hemos respaldado al Gobierno de España en decisiones durísimas, sin precedentes, pero también hemos hecho propuestas y somos exigentes con el Gobierno de España, y eso no tiene por qué significar —todo lo contrario— que seamos desleales e injustos con el Gobierno. Las comunidades autónomas hemos demostrado que somos útiles para la protección de las personas, de su vida, para el acompañamiento, el abastecimiento alimentario y cualquier otro servicio público y también para el empleo, que es algo que nos preocupa ahora muchísimo. La Comunidad de Castilla y León tiene un sistema de salud de primera, envidiable gracias a las mujeres y los hombres que componen la sanidad pública de Castilla y León, que han actuado con valentía, con cualificación, con capacidad de adaptación. Hoy en Castilla y León, por aclarar cuestiones, tenemos más recursos económicos, los mismos profesionales con menos población hemos hecho más contrataciones que antes de la crisis económica. Y quiero agradecer la colaboración de comunidades autónomas, como Madrid, La Rioja, Castilla-La Mancha y Asturias, que nos han ayudado en momentos complicados. La prevención es la clave diferencial entre los países que tienen menos fallecidos y ahí el Gobierno debe tomar nota para facilitar información ágil y para limitar el control de la población; es fundamental. La Comunidad de Castilla y León adoptó medidas de confinamiento antes que el Gobierno de España: de la mano de la alcaldesa de Miranda del Ebro, el día 10; de la mano del alcalde de Burgos, el día 11. Nos reunimos con ayuntamientos y diputaciones y el delegado del Gobierno el mismo día 11. Sabes, ministra, que hay otras peticiones que te hice a ti y que no quiero desvelar, pero el día 13 pedimos el estado de DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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alarma porque la situación en nuestra comunidad autónoma era grave, y el presidente del Gobierno salió unas horas después. Nos hemos volcado en la atención con nuestros mayores; hemos monitorizado 1200 residencias y viviendas sociales; hemos apostado también por atender los recursos materiales que nos demandaban las residencias, las públicas y las privadas, lógicamente. El 70 % de nuestras residencias están limpias de casos COVID. Vamos a crear un grupo de trabajo para reformular y replantearnos el modelo residencial, pero desde el respeto también a las residencias privadas. Las comunidades autónomas hemos sabido ejercer nuestras competencias. ¿Lecciones para el futuro? El Estado, en concreto el Gobierno de España, tiene que dotarse de los recursos humanos y materiales necesarios para ejercer sus competencias, y no se trata de recentralizar las competencias que tenemos las comunidades autónomas, sino todo lo contrario, de fortalecer el Gobierno central y mejorar los mecanismos de coordinación. Agradezco el esfuerzo que han hecho el presidente del Gobierno y todas las presidentas y presidentes todos los domingos, pero se ha demostrado que esta medida no es útil, ministra. Quiero agradecer la amabilidad de todos los ministros y ministras, que siempre me han atendido rápido y con amabilidad, pero las comunidades autónomas nos enterábamos de las decisiones por la televisión el día antes de la Conferencia de Presidentes, sin consultarnos ni escucharnos, por lo menos a la Comunidad Autónoma de Castilla y León. Necesitamos, por tanto, órganos estables, operativos, que se reúnan con carácter habitual para que la interlocución mejore. No tiene sentido que desde el mes de febrero no se haya reunido el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Parece que el próximo lunes se va a reunir. Es posible que las reuniones hayan sido informales, pero necesitamos que se reúna el Consejo de Política Fiscal y Financiera, es fundamental. Las comunidades autónomas necesitamos recursos financieros —ya se ha dicho aquí—, por eso queremos un fondo económico no reembolsable. ¿Qué es un fondo económico no reembolsable? Lo que el Gobierno de España pide a Europa, las comunidades autónomas se lo pedimos al Gobierno de España, creo que se entiende fácilmente: que se paguen todos los gastos extraordinarios que hemos tenido las comunidades autónomas no solo en sanidad, también en servicios sociales, en educación y en transporte. Estamos dispuestos a dar todas las explicaciones, a poner encima todas las transferencias que hemos hecho y a poner encima también las facturas que hemos tenido que pagar, en el ámbito de la sanidad fundamentalmente, pero no solo en ese ámbito. Creemos que en los fondos que vayan a venir de Europa para la recuperación y la reconstrucción económica de nuestro país tenemos que participar las comunidades autónomas, porque necesitamos recursos para ayudar y proteger el empleo, proteger a los trabajadores, proteger a los empresarios; es fundamental. Nosotros hemos hecho un aplazamiento de impuestos autonómicos. Estamos pagando prácticamente al mes —y sin prácticamente, en 29 días— a los proveedores. Hemos adoptado medidas para apostar por la liquidez de las empresas, ayudas a los desempleados, ayudas directas a los autónomos vinculados a créditos para que subsistan las empresas. Tenemos que participar, por tanto, de esas ayudas. También tenemos que participar las comunidades autónomas del nuevo marco de estabilidad presupuestaria, y me estoy refiriendo a participar del nuevo margen de déficit y de deuda. En tercer lugar, y ya para ir concluyendo, una desescalada tiene que ser planificada, segura y coordinada. Hemos visto con buenos ojos cómo se han adoptado criterios que habíamos propuesto: que pasen quince días entre cada fase y que pueda bajarse del ámbito de la provincia, que pueda llegarse a la zona básica de salud. Creemos que eso es imprescindible y el Gobierno tiene que garantizarnos ese criterio a las comunidades autónomas, porque eso es defender el mundo rural, eso es una apuesta por las personas que viven en el mundo rural, que no tienen por qué verse afectados porque haya casos en las capitales de provincia o en las grandes ciudades que están muchas veces muy alejadas de las zonas donde no existen casos. Eso es algo que pedimos y, desde luego, es fundamental que el Gobierno atienda esa exigencia de las comunidades autónomas. Tengo que decir también que queda mucho trabajo y que se nos tiene que escuchar. Se tiene que trabajar y estamos dispuestos a implicarnos. Esta misma medida va a permitir que los alcaldes, las alcaldesas y otros agentes, no solo políticos, puedan implicarse en cómo ir ganando esa situación, ese espacio de desconfinamiento en nuestra comunidad autónoma. Para ir concluyendo quiero saber por qué cuando hablamos de sectores como la hostelería o el comercio hay que hablar de la limitación de aforo. Ya tenemos un criterio: el distanciamiento social. Pues apostemos por ese criterio. Habrá bares, restaurantes, comercios que tengan que reducirlo en un tercio y habrá otros que no necesiten hacer esa reducción. Es fundamental que en estos momentos en estos DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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sectores, que son los más críticos, se apueste por la formación de los profesionales, por la seguridad en esos comercios, en esos negocios de hostelería, que apostemos por la modernización, por la capacidad de adaptación. Es fundamental que los ERTE de fuerza mayor —en estos sectores, al menos— se amplíen más allá de la apertura de los propios establecimientos, porque si no, estamos hundiendo todavía más a estos sectores. Apostamos por la desescalada asimétrica, pero hay que controlar la limitación de movimientos y apelar a la responsabilidad individual. La limitación de movimientos ya sabemos a quién le corresponde: al Gobierno de España. Las comunidades autónomas debemos ser escuchadas, somos los que mejor conocemos...

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Señor Fernández, debe ir finalizando.

El señor PRESIDENTE DE LA JUNTA DE CASTILLA Y LEÓN (Fernández Mañueco): Treinta segundos. No se trata de salir antes que nadie, sino de salir con seguridad y con certidumbre, y ahí el Gobierno nos tiene que dar planificación, certidumbre, seguridad para no retroceder en lo conseguido y ser justos con todos. Concluyo. La colaboración hace la fuerza. La participación y el concurso de todos es fundamental. Y esa lealtad tiene muchas vías: del Gobierno hacia las comunidades autónomas, de las comunidades autónomas hacia las administraciones locales, y a la inversa, de las administraciones locales hacia las comunidades autónomas y de las comunidades autónomas hacia el Gobierno de España. Muchas gracias a todos. (Aplausos).

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señor Fernández. A continuación, tiene la palabra el señor presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta, don Juan Jesús Vivas Lara.

El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE CEUTA (Vivas Lara): Muchas gracias, señor presidente. Habitualmente, las comunicaciones de Ceuta con Madrid no son nada fáciles, y en la situación de aislamiento en que nos encontramos —de manera justificada, por otra parte— son aún más difíciles, pero yo creo que hoy era mi obligación estar aquí, en la Cámara de representación territorial, fundamentalmente por dos motivos. El primero, para manifestar, en nombre de todos los ceutíes, nuestra solidaridad con el conjunto de España en el momento más dramático conocido por nuestra historia reciente. Y en segundo lugar, señor presidente, he venido también a defender a Ceuta, a nuestra tierra, una tierra al otro lado del Estrecho, pero donde el corazón de España palpita con fuerza, palpita con fuerza en sus orígenes, en sus raíces, en su historia, en nuestra enriquecedora diversidad cultural, en el carácter abierto y amable de su gente, en el respeto a los símbolos de la patria y en el aprecio por aquellos que están dispuestos a darlo todo por ella, hasta la vida si preciso fuera. España nos duele, señor presidente, y por eso Ceuta está de luto, de luto por las miles de víctimas del coronavirus, a las que nunca vamos a olvidar, un drama humano irreparable y que tendrá consecuencias devastadoras desde el punto de vista económico y social; en Ceuta, con un plus de dificultad, derivada de nuestros condicionantes estructurales: la extrapeninsularidad; el reducido tamaño; la escasez de recursos naturales; el singular hecho fronterizo —somos, junto con Melilla, la única frontera terrestre de Europa en África—, pero también con otro plus añadido —y lo tengo que decir con pesar y con absoluta sinceridad— por la inacción del Gobierno de la nación durante los meses anteriores a que surgiera la crisis del coronavirus. Han sido nueve meses muy duros para Ceuta, ya que hechos y decisiones tomadas del otro lado de la frontera no han tenido la réplica debida desde este lado, el nuestro, por parte de quien puede y debe, y trataré de explicarme brevemente. Desde hace meses, desde el verano pasado, Ceuta sufre una llegada masiva de inmigrantes marroquíes irregulares, adultos y menores, hasta alcanzar cotas nunca antes conocidas. Se trata de un asunto de inmigración y, por tanto, acudimos en demanda de socorro a quien tiene la competencia en materia de inmigración, el Gobierno de la nación, pero tantas peticiones, tantas llamadas no han tenido ninguna respuesta eficaz, y me duele reconocerlo. Y el colmo de la pasividad, señor presidente, llega con el decreto del estado de alarma, porque en ese momento el Gobierno de la nación descarga en el Gobierno de la Ciudad la responsabilidad del confinamiento y realojo de los inmigrantes irregulares que en Ceuta se encontraban, de tal manera que esto trae como consecuencia, señora ministra, que de ese fondo DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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extraordinario al que usted ha aludido, en el caso de Ceuta el 75 % de estos recursos van destinados a atender el confinamiento y realojo de los inmigrantes marroquíes irregulares. No lo entendemos. Pero coincidiendo en el tiempo, señora ministra y señor presidente, Marruecos decide cortar todo tipo de relaciones comerciales con Ceuta antes del cierre de la frontera. Esto supone un golpe de extraordinaria envergadura para la economía local; esto supone el desplome del 40 % del volumen de negocio de nuestro comercio. Nuestro comercio es el primer sector privado como yacimiento de generación de actividad y de empleo. El golpe es de tanta envergadura, señora ministra, que si la reconstrucción nacional que se necesita en el caso de Ceuta no viene acompañada de un profundo plan de reconversión económica hacia un nuevo modelo productivo, hacia un nuevo modelo económico que piense y se centre en más España y en más Europa y que haga que nuestro porvenir económico no dependa de las decisiones que se puedan tomar al otro lado de la frontera, Ceuta, señora ministra, no tendrá futuro. Y esto lo digo porque es absolutamente cierto. Y lo peor, lo más sangrante: cuando todo esto estaba ocurriendo, cuando la presión de la inmigración irregular marroquí nos asfixiaba, cuando nuestro comercio se desplomaba por causa del bloqueo de Marruecos, el Gobierno de la nación decide suprimir, eliminar, no atender transferencias esenciales que venía recibiendo nuestra ciudad, transferencias que atendían servicios públicos vitales, como es el caso de la producción de agua; transferencias que estaban contempladas en los Presupuestos Generales del Estado vigentes; transferencias que son fundamentales para nuestro equilibrio financiero y presupuestario; transferencias que ya están gastadas. Por tanto, señora ministra, en el peor momento, cuando más necesitamos de recursos adicionales para atender la emergencia social y económica, el Gobierno nos detrae la financiación ordinaria. Es un golpe extraordinariamente duro que no llegamos a entender. Por tanto, yo tengo que decir aquí que no comprendo, no alcanzo a entender cómo a una ciudad tan necesitada y con tantas limitaciones, la frontera terrestre de Europa en África, extremadamente vulnerable y, además, asediada, se la trata de esta manera. Pero yo vengo aquí con ánimo constructivo, señora ministra, y, por tanto, lo que pido es que se rectifique, y para rectificar hay que actuar; actuar porque es de justicia, actuar porque está en juego la supervivencia de Ceuta, actuar porque la Constitución lo mandata. Los pilares de la Constitución, el espíritu de la Constitución, configuran un cuerpo único: unidad de España, integridad territorial y solidaridad. Al servicio de esos principios le pido, señora ministra, que actúen en Ceuta, porque eso, a nuestro modo de entender la Constitución, a nuestro modo de entender sus pilares, significa que hay que acudir en socorro de España allí donde España esté en peligro. Por tanto, señora ministra, creo que es una obligación ética, de justicia y también constitucional. Y nos tendrá con ustedes con absoluta lealtad, por encima de diferencias políticas, por encima de cualquier otra consideración, porque creo que forma parte del juramento que empeñamos. Nosotros decimos: juramos servir a España por encima de cualquier otra condición; juramos servir al interés general por encima de cualquier otra condición. Y estamos dispuestos a cumplirlo. Hacen falta cuatro cosas, señora ministra. Hace falta sentarse con la Ciudad Autónoma de Ceuta, con los agentes económicos y sociales, con toda la sociedad civil de Ceuta para diseñar ese plan de reconversión económica que nos permita mirar el futuro con optimismo, con estabilidad y con seguridad, sin tener que depender de las decisiones que se toman, insisto, al otro lado de la frontera; hace falta vigorizar, potenciar la presencia del Estado en Ceuta en defensa, en seguridad, en sanidad, en educación, en justicia, para que todo el mundo interprete que, en los momentos de dificultad, el Estado no se repliega, sino que está activo, presente, apoyando; hace falta, señora ministra, que se le pague a la ciudad, es decir, a los ceutíes, lo que se les debe, y que esas transferencias, que son vitales, como pasa en otros territorios que usted bien conoce —y aplaudo las decisiones que allí se han tomado respetando esas transferencias, las aplaudo, pero pido la misma vara de medir—, hagan que Ceuta no se quede descolgada en esos servicios vitales, porque son esenciales para que los ceutíes entiendan que somos iguales al resto de los españoles, iguales en derechos, en deberes y en obligaciones, y que la capacidad de decidir no depende de la influencia que uno tenga, no depende de razones partidistas, no depende de cálculos electorales, no depende del recorrido mediático que las decisiones tengan, sino de la igualdad de todos los españoles, con independencia de cuál sea su lugar de residencia. Y le pido también, al mismo tiempo, que afronten el problema de la inmigración en Ceuta como algo singular no solo de la inmigración procedente del África subsahariana, sino también de la inmigración irregular procedente de Marruecos, de los marroquíes. No es un asunto de Ceuta, es un asunto de toda España, y, como tal, hay que afrontarlo, sean adultos o sean menores, porque la situación es absolutamente insostenible. Nos van a tener con ustedes. Y tres últimas reflexiones, si me permite, señor presidente. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Debe ir finalizando.

El señor PRESIDENTE DEL GOBIERNO DE LA CIUDAD AUTÓNOMA DE CEUTA (Vivas Lara): España va a salir adelante, señor presidente, va a salir adelante porque somos una gran nación; Ceuta también va a salir adelante, y lo va a hacer, señora ministra, porque tenemos fortalezas y oportunidades a las que agarrarnos; lo va a hacer porque tenemos experiencia acumulada para sortear dificultades; y lo va a hacer porque hemos forjado nuestra personalidad a base de coraje y de valor para resistir por duros y prolongados que sean los asedios. Y una última reflexión: Ceuta tiene problemas, como han oído ustedes, algunos de mucha envergadura, pero Ceuta no es un problema. Ceuta ofrece mucho a la casa común. Ceuta es un ejemplo de encuentro, de convivencia y de respeto. Y Ceuta, y lo digo con orgullo, es un lugar donde el grito de viva Ceuta suena cual eco fuerte de un viva a España. Muchas gracias. (Aplausos).

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señor Vivas Lara. A continuación, por la Comunidad Autónoma del País Vasco, tiene la palabra el señor consejero de Gobernanza Pública y Autogobierno, Josu Iñaki Erkoreka.

El señor CONSEJERO DE GOBERNANZA PÚBLICA Y AUTOGOBIERNO DEL GOBIERNO VASCO (Erkoreka Gervasio): Eskerrik asko mahaiburu jauna. Ministra andrea, autonomia erkidegoetako presidente eta sailburuok, senatari jaun-andreok, eguerdi on guztioi. Nik ere nire lehenbiziko hitzak erabili nahiko nituzke pandemia honen eraginez sufritu izandakoei, eta baita horren ondorioz heriotza aurkitu dutenei. Denak gogorapenean izan nahiko nituzke momento honetan. Covid-19aren erasoak, aukera ezin hobea eman zigun hasiera-hasieratik, Estatu Autonomikoaren sendotasuna egiaztatzeko. Alegia, erakusten emateko, Estatu espainiarra, Estatu autonomikoa izanik, konposatua izanik, gai dela bere ohiko baliabideekin, bere ohiko arau eta joka-moldeekin, osasun-erronkari eraginkortasunez erantzuteko, salbuespenezko joko-arauetara jo gabe. Baina aukera galdua izan zen. Erabat galdua izan da aukera hori. Espainiako Gobernuak ez dio aukerarik eman nahi izan Estatu Autonomikoari, horrelako krisiei aurre egiteko izan dezakeen balioa erakutsi ahal izateko. Aitzitik, alarma estatua aldarrikatu zuen. Eta horrek, Konstituzioaren 116 artikuluaren eta 1981ko ekainaren 1eko Lege Organikoaren salbuezpezko marko bereziaren baitan jarri gintuen guztiok, horrek daukan ondorio guztiekin. Are gehiago, alarma estatua kudeatzeko egon daitezkeen aukera ezberdinen artean, Gobernu zentralak zentralizatuena aukeratu zuen, Agintari eskudun delegatuak, Gobernu zentraleko lau ministro izendatuz. Beste formula bat ere aukeratu zezakeen, ez dago honetan zalantzarik. Posiblea zen, esate baterako, Agintari eskudun delegatuak —Autonomia Erkidegoen eskumenetan behinik behin— erkidegoan erkidegoko Presidentea izendatzea. Aukera hori legezkoa zen, inork ez zuen esango aukera hori legez kanpokoa zenik, eta aukera hori, gainera, begirune handiagokoa izango zen, inolako zalantzarik gabe, Estatu Autonomikoarekiko. Baina bide horri muzin egin zion Gobernu zentrala eta aginte bakarra besarkatu zuen.

Gracias, señor presidente. Señora ministra, presidentes de las comunidades autónomas y consejeros, señoras y señores senadores y senadoras, buenos días a todos. Yo también querría dirigir mis primeras palabras a las personas que han sufrido como consecuencia de esta pandemia y también a aquellas personas que han fallecido. Me gustaría recordar a todas estas personas en este momento. La crisis de la COVID-19 nos plantea una oportunidad inmejorable para certificar la fortaleza del Estado autonómico, es decir, para demostrar que el Estado español, en tanto que es un Estado compuesto, autonómico, es capaz de responder, con las reglas y procedimientos comunes, a una crisis sanitaria de forma eficaz, sin tener que recurrir a reglas de juego excepcionales. Pero ha sido una oportunidad perdida porque el Gobierno de España no ha querido dar ninguna oportunidad al Estado autonómico para que pueda demostrar su valor a la hora de afrontar este tipo de crisis. Al contrario, decidió decretar el estado de alarma, que nos instaló de forma obligada en un marco especial de excepcionalidad sobre la base del artículo 116 de la Constitución y la Ley Orgánica de 1 de junio de 1981, con todas las consecuencias que tiene esta situación. Es más, de entre las distintas opciones que puede haber para gestionar el estado de alarma, el Gobierno central eligió la más centralizada, la opción de autoridades competentes delegadas, DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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mediante el nombramiento de cuatro ministros del Gobierno de España. Podría haber elegido otra fórmula, ya que, sin ninguna duda, hubiera sido posible. Por ejemplo, que la autoridad competente delegada pudiera nombrar, por lo menos en materias competenciales de las comunidades autónomas, al presidente de cada comunidad autónoma. Esta opción era legal, nadie hubiera dicho que esto fuera ilegal. Además, esta opción hubiera sido mucho más respetuosa, sin duda alguna, respecto al Estado autonómico. Pero se ignoró esa opción y se optó por el mando único.

Esta doble decisión política del Gobierno central ha supuesto la preterición de la legalidad competencial ordinaria y su sustitución por una legalidad competencial excepcional en virtud de la cual los poderes centrales han asumido unilateralmente competencias de titularidad autonómica, rebajando a las comunidades autónomas a la consideración de meros entes locales en el ámbito de la sanidad que ya no deciden en las materias de su competencia, sino que en el mejor de los casos se limitan a proponer a la autoridad competente, ahora ya perteneciente al ámbito de la Administración central. Se optó claramente por responder a la pandemia no a través de los mecanismos ordinarios del Estado autonómico, sino al margen de ellos. Incluso, si me apuran, en contra de los mecanismos propios del Estado autonómico. Se optó por concentrar el poder, todos los poderes del Estado, en el centro, dando por supuesto que la estructura descentralizada no es útil para afrontar con éxito un desafío de tamaña envergadura. No es esa, como se sabe, la opción por la que han caminado otros Estados de estructura compuesta, incluso sin salir del seno de la Unión Europea. Ellos sí han confiado y han apostado claramente por sus estructuras federales, y, francamente, creo que no con resultados peores que los obtenidos aquí. Insisto, han apostado por sus estructuras descentralizadas y federales y no con peores resultados que los obtenidos aquí. La cultura federal goza ciertamente de muy escaso arraigo en España, y eso me preocupa en la medida en que tras esa desconfianza pueda subyacer la idea de que el centralismo es sinónimo de eficacia o de que las comunidades autónomas sencillamente no son fiables porque no han llegado todavía a su mayoría de edad. Mi trayectoria política, la mía personal, que es mucho más dilatada en las instituciones centrales del Estado que en las autonómicas, me enseña que estas dos percepciones son tan gratuitas como falsas. También se ha perdido una segunda ocasión, señora ministra, la ocasión de aprovechar la crisis sanitaria para fortalecer y consolidar un órgano de tan penosa trayectoria como el de la Conferencia de Presidentes. Me llama la atención que usted haya querido subrayar la respuesta articulada a través precisamente de ese órgano. Como se sabe, este órgano no se reunía desde enero del año 2017. En aquella sesión, hace ya más de tres años, se acordó expresamente crear un llamado Comité preparatorio de impulso y seguimiento, que se reunió por última vez en enero del 2019. Yo estuve presente en aquella reunión, cuyo fin era —la frase es literal de la señora Batet— dotar a la conferencia de un método de trabajo que ayudara a su plena institucionalización. Pues bien, desde el 15 de marzo de este mismo año, el órgano al que me refiero se ha reunido —usted ha hecho referencia a ello— siete veces, más que nunca antes en el pasado, pero lo ha hecho precisamente sin método ni trabajo alguno. El pretendido Comité preparatorio de impulso y seguimiento no ha tenido una sola reunión, y las conferencias se han ido sucediendo semana tras semana, domingo tras domingo, sin preparación ni impulso, ni tampoco seguimiento, aunque, ciertamente, como se ha puesto de manifiesto aquí, poco seguimiento cabe hacer de unas sesiones en las que no se han adoptado ni acuerdos ni recomendaciones, que son los dos tipos de acuerdos que se pueden adoptar en su seno según el reglamento de la conferencia. No se han adoptado ni acuerdos ni recomendaciones. En puridad, solo han servido para que el presidente del Gobierno participara a los presidentes de las comunidades autónomas de las decisiones que ya estaban adoptadas, publicadas y comunicadas en rueda de prensa al común de la ciudadanía. Tengo para mí que la Conferencia de Presidentes hubiese tenido un papel bien diferente y un desarrollo completamente distinto si, como antes he señalado, en las materias de competencia autonómica el decreto del estado de alarma hubiera instituido a los presidentes autonómicos en las autoridades competentes delegadas del Gobierno central en sus respectivos territorios en las materias de competencia autonómica. Seguro que en ese contexto la dinámica de la Conferencia de Presidentes hubiera sido muy distinta, porque todos serían autoridades competentes con responsabilidades en el ámbito de sus competencias, bajo la dirección, sí, de la autoridad competente central, del Gobierno central y de su presidente, que es el máximo responsable en esta materia, pero todos autoridades competentes. Seguro que la dinámica hubiera sido completamente distinta. Una oportunidad perdida, señora presidenta. Termino. Estamos ya —se ha hecho referencia a ello— en la fase de desescalada, y este es, sin duda alguna, un dato positivo. Serán los grupos parlamentarios del Congreso los que determinen si esta fase, la de la desescalada, se desarrollará o no bajo el paraguas del estado de alarma. A mi juicio, no se puede proyectar DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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el estado de alarma más allá de lo que es razonable y proporcionado, y tengo para mí que estamos rozando ya el límite de lo razonable y proporcionado, porque es hora ya de restaurar la legalidad competencial ordinaria, y es hora ya de que las comunidades autónomas recuperen el ejercicio de las competencias que por derecho les corresponden. Además, no habría peligro en ello porque la legalidad sectorial en el ámbito de la salud pública suministra a las administraciones públicas, a las autoridades sanitarias, a la estatal y a las autonómicas, herramientas e instrumentos suficientes para responder con solvencia y con garantía a estos desafíos, y en última instancia, si se sigue desconfiando de las comunidades autónomas, el Estado seguiría reteniendo la competencia que le reconoce el artículo 149.1.16 de la Constitución para dictar las bases y establecer la coordinación general de la sanidad. Todo esto lo retendría, señorías. Por tanto, creo ya que es hora de ir abandonando el paraguas del estado de alarma y afrontar con los instrumentos legales y competenciales ordinarios esta última fase. En cualquier caso —quiero terminar ya con ello, señor presidente—, no es bueno que una abusiva e incorrecta gestión del estado de alarma acabe situando al Estado autonómico en situación y en estado de shock. Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señor Erkoreka Gervasio. A continuación, tiene uso de la palabra la Comunidad Autónoma de . Hace uso de la palabra el señor vicepresidente y consejero de Presidencia, Administraciones Públicas y Justicia, Alfonso Rueda Valenzuela.

El señor VICEPRESIDENTE Y CONSEJERO DE PRESIDENCIA, ADMINISTRACIONES PÚBLICAS Y JUSTICIA DE LA XUNTA DE GALICIA (Rueda Valenzuela): Moitas grazas, señor presidente. Señora ministra, presidentes e presidentas autonómicos, conselleiros e conselleiras, portavoces dos grupos parlamentarios. Quixera en primeiro lugar escusar a presenza do presidente da Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo. Hoxe, como todos os xoves, celébrase Consello de Goberno da Xunta de Galicia. Esa é a única razón da súa non presenza aquí. Máxime hoxe, tendo en conta que en Galicia se declara loito oficial polas vítimas do coronavirus e, polo tanto, se cadra, se fai aínda máis evidente, máis necesaria, a súa presenza. Se non, insisto, estaría aquí sen ningunha dúbida.

Muchas gracias, señor presidente. Señora ministra, presidentes y presidentas autonómicos, consejeros y consejeras, portavoces de los grupos parlamentarios, querría, en primer lugar, excusar la presencia del presidente de la Xunta de Galicia, del señor Feijóo. Hoy, como todos los jueves, se celebra el Consejo de Gobierno de la Xunta de Galicia y esta es la única razón de su no presencia aquí, máxime hoy, teniendo en cuenta que en Galicia se declara luto oficial por las víctimas del coronavirus. Por eso, quizá se hace más necesaria su presencia allí. Si no, insisto, estaría aquí. Sin ninguna duda.

Como han hecho todos los intervinientes anteriores, quiero mostrar mi reconocimiento y recuerdo a todas las víctimas, a todos los fallecidos en circunstancias tan complicadas para ellos y, sobre todo, para sus familias, que no han podido acompañarles. Y mi reconocimiento también, como se ha hecho aquí, a todos los profesionales sanitarios, que siguen consiguiendo todos los días ese pequeño milagro de lograr esas altas que son un pequeño triunfo diario en esta batalla que todos libramos contra la pandemia. Y, por supuesto, también a todos los que en Galicia y en el resto de España nos están haciendo la vida un poco más fácil, que nos están haciendo recordar que hay una vida normal fuera de lo que estamos viviendo: a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a los que trabajan en la industria alimentaria, a los transportistas, a los farmacéuticos, a los trabajadores de la limpieza, en definitiva, no quiero seguir enumerando para no dejarme a nadie fuera; en fin, a todos los que siguen al pie del cañón junto con los sanitarios. Creo que podemos estar muy orgullosos de todos ellos. En Galicia lo estamos y creo que la ciudadanía —por lo menos en Galicia, y estoy seguro de que en el resto de España también— lo está. Ciudadanía que, desde luego, ha cumplido y sigue cumpliendo. Por lo tanto, en esta lucha global tenemos que seguir correspondiéndoles. Esta lucha sigue. En Galicia creo que la empezamos con anticipación. Ya el 27 de febrero se tomaron las primeras medidas de coordinación interna, de compra de material sanitario. Cuando el presidente Sánchez anunció que se iba a decretar en España el estado de alarma, en Galicia ya estaba decretado, ya estaban cerrados los colegios, las actividades deportivas y el acceso a hospitales. Habíamos empezado la compra de material sanitario. Hemos seguido trabajando, hemos celebrado —igual que todo el mundo— DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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reuniones internamente, con nuestros sectores productivos, y, por supuesto, con el Gobierno. En todas las conferencias sectoriales y en todos los encuentros que nos ha propuesto, ahí ha estado Galicia. Y ello bajo dos premisas. Primero, que las medidas había que tomarlas cuanto antes, porque esta es también una batalla contra el tiempo y, por tanto, todo tiempo que se pierda es tiempo perdido. Y todos los recursos disponibles deben estar, y rápidamente. Eso es lo que hemos intentado y lo que seguimos intentando en Galicia. Por lo tanto, durante todo este tiempo de trabajo hemos tenido, como no podía ser de otra manera, por supuesto, lealtad con el Gobierno de España. Y tengo que decir que hemos estado de acuerdo con algunas de las medidas que se tomaron, que hemos estado en desacuerdo parcial con otras y totalmente en desacuerdo con otras medidas que nos ha propuesto y que ha adoptado el Gobierno de España como mando único. Pero siempre las hemos acatado. Así tenía que ser. Lo hemos entendido y hemos actuado con lealtad, con la misma lealtad que tenemos que pedir desde Galicia. Creo que esto tiene que ser una lealtad recíproca para que las cosas sean eficaces de verdad y podamos seguir funcionando. Probablemente, no vale la pena hacer historia —aquí ya se ha comentado—, pero, señora ministra, las cosas no son exactamente como usted las ha contado, o, por lo menos, ha dejado de contar cosas que también es necesario entender para saber, sobre todo, hacia dónde tenemos que ir en el futuro, pues nos queda mucho camino por recorrer. No quiero dejar de recordar que se ignoraron por el Gobierno de España muchos avisos que teníamos, algunos muy próximos. Cosas que veíamos que estaba están pasando y que ustedes ignoraron. El mismo Fernando Simón, que nos dice lo que va a pasar a partir de lo que tenemos que seguir haciendo, es el mismo que nos decía a principios de marzo que, como mucho, iba a haber unos cuantos contagios y que, por lo tanto, no tendríamos por qué preocuparnos —es el mismo representante designado por el Gobierno de España—. No quiero hablar tampoco de los avisos que se les dieron desde el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades, en los que se decía que no podía haber eventos masivos, pero todos recordamos los eventos masivos que ustedes autorizaron. Probablemente, nunca sabremos la cifra total de víctimas. Pero, desde luego, lo que no puede admitir la Xunta de Galicia es que, como hemos oído, o, por lo menos, se ha insinuado por el Gobierno central en algunas ocasiones, es que esta cifra no se puede conocer porque las comunidades autónomas no estamos aportando los datos precisos suficientes. Desde luego, la Xunta de Galicia lo está haciendo desde el primer momento. De hecho, las cifras que damos en Galicia no coinciden con las que después ustedes dan como cifras de fallecidos en Galicia. Por tanto, esa divergencia tendría que explicarla el Gobierno central, y no Galicia. No entenderíamos que se siguiera diciendo que las cifras no son exactas por culpa de las comunidades autónomas. Desde luego, no por culpa de la Xunta de Galicia. Ha habido desencuentros en su Gobierno, señora ministra. Desencuentros internos evidentísimos, y desencuentros que luego se han trasladado hacia afuera y que han tenido un efecto muy importante en el trabajo que tenemos que hacer en las comunidades autónomas. Yo no quiero recordarlos porque la lista podría ser muy larga y no tengo tiempo para eso. Pero, simplemente, a título de ejemplo, citaré esa guía de adaptación para las empresas que dio la ministra de Trabajo y tuvo que desautorizar el ministro de Sanidad; o las conocidas diferencias en cuanto a la interpretación por ustedes mismos de las medidas que estaban tomando; o cómo miles y miles de gallegos y de gallegas se tuvieron que acostar un día sin saber si podían trabajar al día siguiente, hasta unos minutos antes del día que empezaba, teóricamente, su jornada laboral; y muchas otras que, al final, han añadido incertidumbre y complicaciones a lo que es una situación de por sí muy complicada. Me quiero parar en una porque se va a seguir produciendo y me gustaría saber si el Gobierno va a cambiar la actitud que, por lo menos, en Galicia hemos percibido hasta ahora. Me estoy refiriendo a los EPI, en especial, a las mascarillas. Saben ustedes perfectamente que dijeron al principio de la pandemia, cuando declararon el estado de alarma, que se iban a responsabilizar, como mando único, de garantizar el abastecimiento de material de protección y, en especial, de mascarillas, que, sin duda, es el material más demandado. Y saben perfectamente, como lo sabrán todos los responsables autonómicos que, como es mi caso, se tuvieron que ocupar y se siguen ocupando del abastecimiento y de la compra de material, que en muchísimos casos se nos decía que no se nos podía dar ese material porque estaba reservado para el Gobierno de España. Y también sabe perfectamente que pasado un tiempo se nos dijo, en términos coloquiales, señora ministra, que nos apañáramos como pudiéramos, pero que, por supuesto, teníamos que abastecernos de material. Así lo hemos hecho, y, por eso, los hospitales y centros sanitarios lo tienen. Y ello porque la Xunta de Galicia ha comprado este material. También lo tienen las residencias, las públicas y las privadas. Y también lo tienen los ayuntamientos, que en Galicia acudieron en demanda de ayuda tanto al Gobierno de España como a la Xunta de Galicia, pero quien se lo dio fue la Xunta de Galicia. Y lo tienen DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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también los cientos de miles de autónomos y de pequeñas y medianas empresas que vinieron en demanda de material cuando lo necesitaban. Los cuatro millones de mascarillas los suministro la Xunta de Galicia. Lo digo, señora ministra, porque hoy en día las subdelegaciones y la Delegación del Gobierno en Galicia siguen diciéndole a cualquiera que les pida material que esto es cosa de la Xunta de Galicia. Digo esto, sobre todo, pensando en el futuro, porque cuando se produzca la desescalada y la salida de la población, el uso de mascarillas se va a generalizar y me gustaría saber si tienen pensado algo más que seguir diciendo que esto es cosa de las comunidades autónomas, o, en el caso de Galicia, de la Xunta de Galicia. La radiografía actual en Galicia sigue siendo preocupante, porque la pandemia sigue ahí, pero vemos que, como aquí se dijo, la situación sanitaria ha mejorado mucho. En Galicia nunca se colapsaron las UCI. Los hospitales aguantaron. Nunca tuvimos que poner en marcha hospitales de campaña, a pesar de que, por supuesto, están planificados. Y vamos a seguir trabajando. En el tema de las residencias también. Habló poco de las residencias, señora ministra, pero yo le recuerdo que el vicepresidente segundo del Gobierno, en una comparecencia pública, se autoatribuyó la competencia de dirigir cualquier incidencia que tuviera que ver con ellas. Prometió medios, prometió coordinación, y tengo que decirle que pasado ya todo este tiempo las situaciones en las residencias de Galicia están controladas, lo que, desde luego, se debe en su práctica totalidad a la acción de la Xunta de Galicia y, por supuesto, a los profesionales, que tienen muchísimo mérito —incluso muchos de ellos se autoencerraron durante la situación más grave para garantizar la seguridad de los usuarios—, pero no, desde luego, a esa coordinación y a esa ayuda directa que se nos prometió y que, por lo menos a día de hoy, no ha llegado. Sí la del Ejército, y quiero hacer un reconocimiento especial a la UME, a la unidad en Galicia, que sirvió en esta batalla. Pero a nadie más de la Administración central, señora ministra. Ahora empieza la desescalada y necesitamos horizontes, necesitamos certezas, necesitamos claridad. Entendemos la necesidad de un mando único. Nunca la discutimos y vamos a seguir sin discutirla, pero para eso hacen falta concreciones y hace falta información. Aquí se le dijo y se lo han dicho varios intervinientes ya (yo no sé si los representantes de las comunidades autónomas del Partido Socialista se lo van a decir o no con tanta claridad, pero permítame una opinión casi personal: estoy seguro de que lo piensan, igual que lo pensamos nosotros): no es normal que las comunidades autónomas se estén enterando de lo que va a pasar por ruedas de prensa, se le repita lo de la rueda de prensa a la Conferencia de Presidentes y luego nos enteremos de todo lo que nosotros tenemos que ejecutar sin haber tenido ninguna comunicación antes. Esto no está pasando en la Comunidad Autónoma de Galicia, donde tenemos el Cecop, en el que está presente la Delegación del Gobierno, donde está presente la Federación Gallega de Municipios y Provincias y donde se les informa previamente de todas las decisiones de ejecución que tomamos en Galicia. Por lo tanto, le pedimos que escuche a las comunidades autónomas, y que las escuche para intentar que acertemos entre todos, que es de lo que se trata y es lo que la gente está esperando. Hay mucho despiste, permítame que se lo diga en términos coloquiales, con los anuncios que están haciendo sobre la desescalada. Lo hubo y se lo están diciendo muchísimos sectores, que ya se están manifestando respecto a que no entienden nada y no están de acuerdo con lo que entienden, sectores económicos que tienen que arrancar, que son fundamentales y que no pueden seguir viviendo en la confusión. Ustedes repiten muchas veces que no quieren dejar a nadie atrás. Pues bien, mucha gente les está diciendo que con estas medidas de desescalada que se están anunciando están empezando a quedarse atrás, y lo malo es que, a lo mejor, después no van a poder remontar. Por lo tanto, de verdad, haga caso de nuestros ofrecimientos de coordinación. Señora ministra, hagan caso, usted y su Gobierno, de los ofrecimientos de lealtad y convénzanse de que los ciudadanos nos están observando. Desde luego, los gallegos y las gallegas lo que quieren es que acertemos, pero también entienden que la lealtad bien entendida tiene que ser recíproca y que, para hacer las cosas bien, la información, la colaboración y no los hechos consumados son fundamentales, señora ministra. Muchísimas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señor Rueda Valenzuela. A continuación, por la Comunidad Autónoma de Andalucía, tiene la palabra, el señor consejero de Salud y Familia, Jesús Aguirre Muñoz.

El señor CONSEJERO DE SALUD Y FAMILIAS DE LA JUNTA DE ANDALUCÍA (Aguirre Muñoz): Gracias, presidente. Señorías, señora ministra, presidentes de comunidades, presidente de Ceuta, queridos consejeros, consejeras, gabinete de la ministra, queridos senadores, es para mí un motivo de orgullo estar en esta DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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Cámara, en la Cámara interterritorial, en la comisión más importante que tiene la Cámara Alta, que es la Comisión General de las Comunidades Autónomas, la que ahora mismo está constituida, porque esa es la razón de ser de esta Cámara Alta, de este Senado. De ahí la importancia y la pena de que sea ahora, después de tres meses luchando contra esta pandemia, cuando la hayamos convocado; tenía que haber sido de forma previa a la declaración del estado de alarma, de forma previa a las decisiones tomadas por el Gobierno, que teníamos que haber negociado y pactado y haberlo hecho en esta Cámara. Esa es la razón de ser de esta Cámara. Señorías, ¿qué hemos aprendido a lo largo de este tiempo? Hemos aprendido, primero, tal como ha dicho el vicepresidente de Galicia, que el coronavirus es tiempo-dependiente. Luego, el tiempo que hemos tardado o que se tarda en tomar una decisión repercute directamente en el volumen de ingresos, en el volumen de fallecimientos o en el padecimiento de la población como consecuencia de no haberse tomado. En Andalucía, quizá, veníamos ya picardeados por la listeria. Habíamos aprendido por la listeria: teníamos engrasado el sistema epidemiológico, el de salud pública, las clínicas, la alta frecuentación, las urgencias, los circuitos, y eso nos sirvió para poner en marcha, el 27 de enero, el grupo de trabajo para el coronavirus, formado por microbiólogos, virólogos, infectólogos, clínicos, urgencias... Un grupo de trabajo que lo primero que hizo fue pedir a todos los hospitales y a todos los distritos sanitarios que prepararan un plan de actuación ante una posible epidemia —no hablábamos ni de pandemia— de coronavirus. De ahí la importancia de lo que significa tiempo-dependiente. Hemos aprendido que la información que mandaban de China no era correcta, que no tenía la morbilidad que nos decían. Estábamos preparados para otra epidemia, con otro grado diferente, con otra mortalidad y con otra morbilidad. Las cifras no eran correctas y no son las que estamos sufriendo no solamente en España, sino en el mundo entero. Hemos aprendido lo que es contención, lo que es contención reforzada, lo que es estado de alarma. En todos los pasos, Andalucía ha sido fiel, ha sido leal al Gobierno central, como no puede ser de otra forma, pero siempre con la política de a Dios rogando y con el mazo dando: lo que venía del Gobierno central, bienvenido era; mientras, Andalucía seguía con su línea de trabajo en lo referente a los EPI, de respiradores, del sistema sanitario... Hemos estado pendientes del Gobierno, pero actuando de una forma lo más autónoma posible, de una forma, como nosotros decimos, proactiva, no dejando nada a la improvisación, sino con todo medianamente preparado. Esa ha sido la política y la línea de trabajo de Andalucía. Hemos aprendido que el eslabón más débil de toda la cadena epidemiológica son los mayores, los pacientes crónicos, los pluripatológicos, las residencias. De ahí que Andalucía, desde el día 4 de marzo, ya había intervenido sanitariamente las 1100 residencias de Andalucía. Estamos hablando de 45 000 residentes pluripatológicos, mayores, que son, como he dicho, el eslabón más débil de la cadena epidemiológica. Hemos visto que el mando único no ha sido en sí la solución, no ha sido la solución ya que los protocolos, como usted sabe, muchas veces cambiaban de un día a otro. Es decir, ha faltado concreción y seguridad en la toma de decisiones del Gobierno, no ha funcionado como tenía que haber funcionado y muchas cosas han sido un desastre ya que ha creado desconfianza y, en parte, falta de seguridad no solamente desde el punto de vista político, sino también en todos los españoles. Hemos aprendido, como consecuencia de que este mando único asumiera la compra centralizada, que el mercado asiático es un desastre, es un mercado persa. Lo hemos aprendido sobre todo después de la confiscación de la fábrica que nos abastecía de mascarillas en Andalucía, aquel nefasto 15 de marzo, cuando, teniendo planificado todo lo relativo a los EPI en Andalucía, el propio Gobierno va y nos confisca directamente la fábrica, que he estado viendo hace tres o cuatro días y ya está funcionando de nuevo para Andalucía. Hemos conseguido, quizás de esa forma proactiva, la autosuficiencia de Andalucía. Actualmente somos autosuficientes en EPI, en material de protección, en PCR, en respiradores. Hemos conseguido poner a las pequeñas y medianas empresas de Andalucía a trabajar en la fabricación de los materiales necesarios para el abordaje de otra posible epidemia u otro brote de coronavirus. Hemos aprendido muchísimas cosas. Hemos aprendido, sobre todo, a convivir y a compartir. Hemos aprendido a investigar sobre coronavirus; en Andalucía, en virología, se ha estado investigado en estos tres últimos meses más que en los últimos treinta años, y yo creo que más que a nivel de España o que a nivel mundial. Hemos aprendido lo que es el plan de alta frecuentación enfocado exclusivamente en el coronavirus. Estamos ya, de forma proactiva, de cara a lo que viene, al otoño y al invierno, y a que pueda coincidir una epidemia de gripe con una epidemia de coronavirus, que es probable. Estamos trabajando ya, de forma proactiva, en ese plan de alta frecuentación. Estamos intentando aumentar el almacenaje, de DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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forma que tengamos el equivalente a seis meses de consumo de EPI. Estamos centralizando en Antequera un centro específico de respiradores y estamos creando algo nuevo, la unidad respiratoria de cuidados intensivos, unidades específicas de cuidados intensivos para pacientes con problemas respiratorios. Hemos aprendido que la crisis sanitaria lleva aparejada una crisis económica, que ya está sufriendo Andalucía; la están sufriendo todos los españoles y la están sufriendo todos los andaluces. Hemos aprendido que la desescalada va a tener que llevar aparejada una escalada para intentar recuperar la economía y para intentar recuperarnos desde el punto de vista laboral. Señorías, estamos preparados para funcionar venga lo que venga. Estamos preparados para el desconfinamiento, en Andalucía estamos preparados. Las cifras son positivas en cuanto a ratios: camas libres, hospitales... Por eso, Andalucía se ofrece para esa primera fase a nivel de provincias, provincias como pueden ser Huelva o Almería, pero también de los veinticuatro distritos y áreas sanitarias para los cuales proponemos al Gobierno entrar en fase de desescalada, ya que el índice de contagio es de menos de 10 casos por 100 000 habitantes en estas veinticuatro áreas. El coronavirus son dos pandemias: la sanitaria y la socioeconómica. Lo importante es abordarlo de una forma conjunta por parte de todos. Es imprescindible un gran acuerdo de recuperación y ese acuerdo hay que hacerlo entre todos, entre todos los partidos, entre todos los grupos y liderado, por supuesto, por el Gobierno y por todas las comunidades autónomas. Y quiero acabar ya felicitando, como han empezado mis compañeros, a todos aquellos que se han jugado su vida, que han estado trabajando en la lucha contra esta pandemia, que siguen trabajando y que seguirán trabajando durante muchísimo tiempo. Señorías, si hay una cosa que no hemos aprendido es a llorar a nuestros muertos. No lo hemos hecho, no hemos hecho velatorios, no los hemos velado. Esa es una asignatura pendiente que tenemos actualmente con todos ellos. No son picos, no son curvas, no son estadísticas, son personas y yo lo quiero enfatizar aquí nombrando a un compañero que falleció ayer en Jaén, un médico de urgencias cuya mujer también es médico de familia, Pedro Marín, de 47 años. Falleció ayer. Tenemos que intentar ver que son personas, esa es la forma de verlo, hay que intentarlos identificar mentalmente. Ellos se han batido el cobre y algunos se han jugado la vida y la han perdido. A ellos se lo debemos y para ellos quiero que sea mi última frase y mi último recuerdo: os tendremos siempre en la memoria. Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señor Aguirre Muñoz. A continuación, tiene el uso de la palabra la representante del Principado de Asturias, la señora Consejera de Presidencia doña Rita María Camblor Rodríguez.

La señora CONSEJERA DE PRESIDENCIA DEL GOBIERNO DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS (Camblor Rodríguez): Gracias, presidente. Ministra, presidentes, consejeros y consejeras de las comunidades autónomas, miembros de la Mesa, asistentes a esta Cámara, lo primero, y como no podría ser de otra manera, quiero tener un recuerdo para los fallecidos en esta pandemia, que se está cebando con las personas mayores y más vulnerables; un recuerdo para todos esos familiares que no han podido acompañarlos, al personal sanitario que trabaja sin descanso para aliviar esa situación, al personal de los servicios esenciales, a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y a los miles de voluntarios y voluntarias que se han coordinado con Protección Civil y con los servicios de emergencias en un combate sin cuartel y para contribuir en la seguridad sanitaria de todos los ciudadanos. Antes de dar cuenta de la situación en Asturias, permítanme expresarles una convicción: creo que debemos valorar firmemente en la crítica política la importancia de las instituciones del Estado y la tarea que corresponde a la oposición de examinar las acciones del Gobierno, de controlarlo, de servir de contrapeso y de indicarle vías alternativas o complementarias y siempre como esperanza para la ciudadanía. El mejor servicio de la oposición hacia el conjunto de la sociedad es precisamente el de proponer alternativas constructivas y aportar la crítica fundada, veraz, medida y necesaria. Es nuestra obligación como gobiernos de las comunidades autónomas gestionar esta crisis lo mejor que podamos, una crisis mundial para la que nadie estábamos preparados y que nadie supo prever en sus dimensiones reales, dígase lo que se quiera decir. Nuestra respuesta es un compromiso claro de gobierno y un sentimiento de servicio a la ciudadanía, que no nos obliga a dejar a nadie atrás, es decir, no puede quedar nadie atrás y podríamos basarla en tres principios fundamentales de actuación: equipo, anticipación y trasparencia. Máxima coordinación y trabajo DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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en equipo y cohesión de una gran alianza dentro de nuestra comunidad autónoma entre las consejerías del Principado con las administraciones locales —las más cercanas al ciudadano y con un importante papel para la salida de esta crisis—, con los agentes sociales, con la comunidad científica, con el voluntariado y con el conjunto de la sociedad civil y, por supuesto, máxima coordinación con las instituciones del Estado, total coordinación y colaboración con cada una de las áreas ministeriales, a las que desde aquí se lo quiero agradecer. La segunda premisa con la que afrontamos esta situación ha sido la de tratar de anticiparnos a los acontecimientos, poniéndonos siempre en el peor escenario posible, con el fin último de evitar el colapso sanitario y garantizar la salud colectiva. Un ejemplo: el día 13 de febrero, un mes antes de declararse el estado de alarma, pusimos en marcha, en el seno de la Consejería de Salud, un comité de evaluación diaria. Dos semanas después, el día 29 de febrero, disponíamos de un comité de coordinación, en el que participaban varias de las consejerías del Principado, además de la Delegación del Gobierno. Esa misma tarde tuvimos el primer análisis positivo en el Principado. La transparencia sería el tercer eje. En estos momentos la credibilidad es un valor máximo para una institución democrática. El Gobierno de Asturias no ha regateado la información sobre la evolución de la epidemia ni sobre su incidencia. Tener presente desde el primer momento a quienes atraviesan por situaciones más difíciles es un criterio básico de humanidad al que no podemos renunciar en una situación de crisis como esta. Hacerlo, además, con criterio de equidad y de distribución de la riqueza supone dar un paso más, cuyo objetivo no es otro que el firme compromiso expresado reiteradamente por nuestro presidente, Adrián Barbón, de no abandonar a nadie a su suerte. Estas decisiones obedecen, a su vez, a tres niveles de respuesta que hasta la fecha han supuesto a las arcas asturianas un total de 54 millones de euros. Dar una rápida respuesta sanitaria y sociosanitaria supuso proceder a una inmediata reordenación del servicio de salud del Principado de Asturias, orientándolo a una nueva necesidad urgente y apremiante, que incluye organizar toda la actividad quirúrgica, el cierre temporal de consultorios periféricos para pasar a un nuevo modelo de atención: la implantación de la consulta no presencial en atención primaria, facilitar líneas directas de teléfono para el diagnóstico de la COVID, la receta electrónica, refuerzos de personal sanitario y de limpieza y habilitar nuevos equipamientos para darles un uso sanitario. Otras medidas en el ámbito sociosanitario implicaron la intervención directa de las residencias en el momento en que se detecta un caso: restricción temprana de visitas y suspensión de todo tipo de actividades, la protección de estas residencias de personas mayores públicas y privadas, la creación de albergues para transeúntes, teléfonos gratuitos de atención para las personas más vulnerables y adelanto del pago del salario social básico. Y todo ello se hizo sin descuidar algo que consideramos fundamental, como es seguir haciendo valoraciones de dependencia y facilitando las prestaciones recogidas en esa ley. Ofrecer una rápida y amplia respuesta económica para el conjunto de la sociedad ha ocupado el tercer bloque de medidas que hemos implementado en los primeros días y en el que seguimos trabajando. Tomamos diez medidas económicas urgentes encaminadas a sostener la economía de las empresas y autónomos a través de ayudas, prórrogas o beneficios fiscales: la financiación de los ayuntamientos con un acceso fácil al crédito, ayudas directas de 400 euros al mes para los autónomos que ejercen su actividad a título propio y facilitar el pago de los recibos por el suministro de energía sin incluir penalizaciones. También hemos velado por la continuidad de la industria básica transformadora, agilizando los expedientes de regulación de empleo, aprobando la suspensión de plazos en los procedimientos tributarios de la comunidad autónoma o agilizando los pagos a proveedores. Estas semanas, contemplando la situación, nos hemos dado cuenta, como pocas veces en nuestra vida, de nuestra debilidad como sociedad, como personas, como especie que forma parte de un ecosistema complejo, en un equilibrio constante y delicado. Utilicémoslo para sacar lecciones de las que debamos prender. Una primera lección sería una lección de humildad. Claro que se han producido errores. Ningún gobierno está libre de cometer ningún tipo de errores ante una circunstancia completamente nueva. Por eso, el reconocimiento de ellos y la humildad han de ser nuestra primera conclusión para poder obtener experiencia de todo esto y utilizarlo de cara al futuro. Una segunda lección que debemos sacar de esta situación es la de mantener un buen sistema público de salud. En Asturias hemos demostrado que el gasto en salud es inversión. El gasto en Sanidad no se ha recortado ni en los episodios más duros de la crisis. La consistencia de la red de atención primaria, una red hospitalaria bien dimensionada e implantada en el territorio, bien dotada tecnológicamente —como ha demostrado la capacidad de nuestros laboratorios para poder hacer las pruebas PCR—, todo ello son, DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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sin duda, ventajas y quiero resaltarlo. La potencia, la robustez, de nuevo el sistema sanitario público, es nuestra mejor arma para frenar el virus de cara al futuro. La tercera lección sería la necesidad de ratificar un compromiso explícito por la investigación de la ciencia y el desarrollo tecnológico, que debe ser una prioridad. Desde el primer minuto, la Consejería de Ciencia, Innovación y Universidad ha liderado o apoyado algunos de los proyectos más esperanzadores. Esto debe de reafirmarnos en el gran objetivo de reforzar la investigación científica, algo que solo se podría lograr si otorgamos a la ciencia la relevancia presupuestaria que se merece. En Asturias contamos con una potente herramienta de inclusión que se llama salario social básico —es nuestra renta mínima—, que mantenemos con un gran esfuerzo presupuestario. Nos ayudó a combatir la exclusión social durante la anterior crisis y ahora volverá, sin duda, a ser un instrumento fundamental para ayudar a las personas más desfavorecidas. De esta crisis tenemos que salir unidos en la defensa de una renta mínima estatal que complemente las impulsadas por las comunidades autónomas. Estamos a las puertas de iniciar una desescalada; será un proceso delicado donde toda prudencia será poca. Sin duda, uno de los principales desafíos que nos espera, junto al sanitario, es la reconstrucción económica. Hace décadas, en otra coyuntura muy difícil, las fuerzas políticas y sociales de España fueron capaces de ponerse de acuerdo en los Pactos de la Moncloa, un ejemplo que se ha invocado con frecuencia estos días. En Asturias, también vamos a trabajar en ello. Vamos a poner en marcha lo que se ha denominado como pactos de Fruela, para que, con el consenso de todos, pueda superarse esta situación. La ciudadanía no nos perdonaría que ahora no fuésemos capaces de estar a su altura. La situación nos exige capacidad, generosidad, esfuerzo, una gran alianza política y social para la reconstrucción económica, en la que las comunidades autónomas debemos desempeñar con lealtad el papel que nos corresponde como actores fundamentales del Estado. Esta situación, señorías, nos va a medir a todos, Gobierno y oposición, va a ponernos a prueba y nos va a retratar con crudeza ante la sociedad. Estamos obligados a demostrar, con un gran ejercicio de unidad y lealtad mutua, que podemos ofrecer a España el pacto de reconstrucción que merece, desde esa unidad, la coordinación, el esfuerzo común y el conocimiento de todos cuantos conformamos el Estado. Y, como no podría ser de otra manera, para ello pueden contar con la capacidad, con el compromiso, con la colaboración de Asturias y de todos los asturianos. Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señora Clambor Rodríguez. A continuación, en representación de la Comunidad Autónoma de La Rioja, tiene la palabra la señora consejera de Salud, Sara Alba Corral.

La señora CONSEJERA DE SALUD DEL GOBIERNO DE LA RIOJA (Alba Corral): Señor presidente, señora ministra, señorías, personas que nos siguen a través de diferentes medios, les agradezco su presencia y atención en esta comparecencia de la Comisión General de las Comunidades Autónomas. Nekane, Pablo, Ana, Santos, José María, Patricia o Salvador son muchos de los nombres de los consejeros y consejeras de Salud y de los responsables del Ministerio de Sanidad del Gobierno de España que compartimos plenos interterritoriales día sí y día también. Yo aquí veo un sólido equipo. Escucho noticias, veo informaciones, leo titulares y creo que todos nosotros hablamos, relatamos e informamos en la misma frecuencia, con matices, pero con la misma responsabilidad. Más allá de las obvias, naturales, necesarias y sanas diferencias ideológicas, pienso que todos tenemos un fuerte vínculo y una complicidad que va a ser muy difícil de romper. No lo ha conseguido el coronavirus ni lo va a conseguir ningún ventajista que vea en la COVID-19 una oportunidad para obtener rédito político: erosionar al sólido Estado de las autonomías. Como escribió el conocido aviador y escritor francés Antoine de Saint-Exupéry, fuérzalos a construir una torre y los transformarás en hermanos; pero si quieres que se odien, arrójales un poco de comida. No permitamos en esta Cámara que nadie nos arroje la comida rápida del oportunismo para enfrentarnos. Tengamos la altura de Estado que, en nuestra opinión, hemos conseguido mantener hasta ahora, porque esta pandemia no entiende ni debe entender de ideologías. Saben, como yo, que la mejor vacuna contra el coronavirus es la unidad, una unidad de acción que desde el minuto cero ha impulsado y consolidado el Gobierno que preside Pedro Sánchez; una unidad de acción que ha permitido que España haya sabido anticiparse, adaptarse e iniciar la victoria sobre el coronavirus; una unidad de acción en la que la solidez y la excelencia de los servicios públicos de salud nos han permitido contener los embates de un enemigo al que no esperábamos. Ahora, en esta nueva etapa que es la transición hacia la nueva normalidad, solo seremos resolutivos si seguimos abonando y cuidando esta unidad desde el respeto y la lealtad entre nuestras instituciones. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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En el caso de La Rioja, el Gobierno que preside Concha Andreu y, por ende, esta Consejería de Salud siempre hemos seguido el mismo norte: luchar por el bien común desde la unidad. Desde el inicio de la crisis, hemos apostado por una línea coherente y decidida en la lucha contra el coronavirus sin importarnos el lugar de procedencia o el rincón de pensamiento del que necesitaba nuestra atención. Es que no hay otro espacio desde donde hacerlo. Sinceramente, creo que nuestro Estado de las autonomías es lo suficientemente maduro como para que nos olvidemos de las diatribas intestinas y seamos capaces de dar pasos decididos sin mirar por el retrovisor. En La Rioja esa línea ha sido la colaboración, la coordinación y la lealtad institucional con el Gobierno de España, con el Ministerio de Sanidad, con las consejerías de salud de todas las comunidades autónomas, con las consejerías de nuestro Gobierno regional y los ayuntamientos, porque la corresponsabilidad entre administraciones ha sido, es y será la mejor manera de evitar contagios. La unidad responsable es la mejor medida de higiene para preservar nuestra democracia. Ahora es el momento en que toca hacer esto. Esta coordinación sufre una prueba de fuego diaria ante lo desconocido, ante lo imprevisible, ante lo que nos depara la desgraciada pandemia del coronavirus. Queremos tener respuestas en un minuto para una enfermedad que hemos descubierto hace apenas cuatro meses. Es importante no perder la perspectiva, porque hay enfermedades para las que no tenemos respuesta después de cuatro décadas entre nosotros. El padre de la modernidad líquida, Bauman —al que todos ustedes conocen—, escribió que con nuestro culto a la satisfacción inmediata muchos de nosotros hemos perdido la capacidad de esperar. En este contexto de incertidumbre en el que tomamos decisiones en tiempo real, estemos a la altura de las circunstancias y pongamos paciencia, cautela y responsabilidad. Esta manera de trabajar codo con codo con las instituciones y agentes sociales y buscar respuestas resolutivas y consensuadas desde luego que no ha sido fácil. ¡Claro que no ha sido fácil! En el caso de La Rioja no vamos a entrar a contar el número de reuniones que hemos mantenido, ni los encuentros que vamos a tener y estamos teniendo con sindicatos, profesionales, sanitarios, entidades locales, colectivos sociales o sociedades científicas, o cómo nos hemos puesto a disposición de comunidades autónomas vecinas, independientemente de su color político, para acoger y cuidar a sus ciudadanos en nuestras unidades de cuidados intensivos cuando —gracias a la planificación previa— hemos estado más desahogados que otras por el músculo del sistema público de salud de La Rioja. Esta consejería, nuestro Gobierno, se ha puesto en el lado de la solución desde el principio y, a pesar de este esfuerzo coordinado y con todos nuestros esfuerzos coordinados, el coronavirus ha demostrado la fragilidad de la seguridad de la sociedad en la que nosotros vivimos, no solo en La Rioja, no solo en España, sino en todo el mundo. En todo el mundo, esta pandemia nos está acostumbrando a que las normas de hoy puede que ya no sirvan para mañana. Este importante esfuerzo de coordinación de personas, de medios, de instalaciones —sin precedentes en la historia, ni reciente ni remota, de un servicio público— también ha supuesto un constante esfuerzo —y a la carrera— de ajuste y de adaptación, nuestro y de todas las consejerías y de todo el Gobierno de España. Necesitábamos materiales sanitarios y los buscábamos; contactábamos con quien fuera necesario. Necesitábamos una opinión, un punto de vista diferente, y contactábamos, lo teníamos. En La Rioja nos ha dado igual la afiliación y el color político, porque creemos en la lealtad y en la colaboración institucional, un escenario que sería inviable sin nuestro Estado de las autonomías. A nuestro parecer, es así de sencillo. ¿Por qué en esta nueva normalidad no podemos hacer brillar la normalidad? Claro que podemos hacerlo y claro que lo estamos haciendo en estos primeros compases de la desescalada. En primer lugar, es importante resaltar que esta desescalada es un ejercicio indisolublemente unido a la buena gestión de una crisis. Todo el contenido de la estrategia, de la acción que acabamos de trasladarles es básico para hacer un planteamiento objetivo y sólido de cómo afrontar los próximos meses desde el sistema riojano de salud. Vivimos un contexto de grandes incertidumbres, no tenemos todas las preguntas con su respuesta, pero nos manejamos con parámetros equivalentes. Sin la prevención, coordinación, adaptación, anticipación e innovación con la que hemos trabajado y que hemos estado entrenando desde enero no podríamos estar planificando nada para los próximos meses. Ahora tenemos la seguridad de disponer de unos cimientos sólidos para afrontar esta nueva normalidad. En segundo término, este proceso de deshivernación de nuestros ritmos, hábitos y obligaciones supone trabajar un nuevo ecosistema vital. Es un escenario en el que todos debemos encontrar un equilibrio para cuidar nuestra salud pero seguir con nuestras vidas. Es un terreno en el que es fundamental el papel de la salud pública, un área que ha sido clave hasta ahora y que exige un esfuerzo en el que ya estamos comprometidos y en el que creemos firmemente. Sin una nueva salud pública, sin salud comunitaria, no hay futuro inmediato. Por eso es fundamental que todos los pasos que demos en la desescalada no tengan retorno. No hay vuelta atrás, y depende de todos y de cada uno de nosotros. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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Y, en tercer lugar, debemos tener claro que la ansiedad por sobrealimentar a la población con expectativas solo puede provocar úlceras de desesperanza. Por eso es importante saber hacer la digestión de la desescalada con criterios y objetivos claros. El plan para la transición hacia una nueva normalidad tiene estas claves y contiene estos indicadores. En un ambiente de ruido, como indica el profesor Marina, la gestión de las emociones debe hacerse desde fuera de las emociones, porque las emociones tienden siempre a ser dictatoriales. Estamos tan acostumbrados a intentar influir en los demás, que a veces se nos olvida que también podemos influir en nosotros mismos. Desde aquí les pido que miren hacia dentro, porque solo así seremos capaces de dar lo mejor de nosotros mismos hacia fuera. Les agradezco de nuevo que eliminemos el ruido, que mantengamos una actitud constructiva en esta pandemia y que pongan lo mejor de ustedes mismos en este escenario de nueva normalidad. Desde La Rioja, desde el corazón de los riojanos, muchísimas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señora Alba Corral. Por la Comunidad Valenciana, tiene la palabra la señora consejera de Sanidad Universal y Salud Pública de la Comunitat Valenciana, doña Ana Barceló Chico.

La señora CONSEJERA DE SANIDAD UNIVERSAL Y SALUD PÚBLICA DE LA GENERALITAT VALENCIANA (Barceló Chico): Muchas gracias, presidente. Ministra, presidentes y presidentas y representantes de las comunidades autónomas, miembros del Senado, quiero comenzar esta intervención en nombre de la Generalitat Valenciana sumándome al recuerdo por las personas que han fallecido víctimas del coronavirus en toda España, transmitiendo el dolor y la solidaridad de la sociedad valenciana a sus familias y amigos y, por supuesto, el reconocimiento al personal sanitario, que nos ha permitido durante todo este tiempo salvar muchas vidas. Somos conscientes de que en estos momentos la vocación de servicio contribuye más que nunca a proteger, a curar, a cuidar a millones de personas en nuestro país. Habríamos querido que esta Comisión General de las Comunidades Autónomas se celebrara mucho antes. En enero de 2018 el presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, dirigió una carta al presidente de esta Cámara pidiéndole su activación para debatir un tema fundamental para la Comunitat Valenciana y para el conjunto de las comunidades autónomas: el cambio de modelo de financiación autonómica. Hoy, con carácter extraordinario y con medidas sin duda excepcionales, nos reunimos de manera presencial para debatir sobre la mejor manera de afrontar como país, y desde los distintos territorios que lo componemos, una crisis sanitaria, económica y social de proporciones insospechadas. Hoy debatimos, pues, de lo urgente, de lo inmediato, pero debemos ser conscientes de que durante mucho tiempo hemos dejado de debatir sobre lo fundamental: un modelo de financiación suficiente para las comunidades autónomas, una financiación que garantice la prestación de servicios públicos de calidad y que permita fortalecer los sistemas sanitarios. Hoy lamentamos, señorías, el tiempo que ha perdido este país para reforzar a las comunidades autónomas y el error que será en el futuro no potenciar los recursos de los distintos territorios, desarrollar sus responsabilidades y poner sus capacidades al servicio de un Estado moderno, respetuoso con la igualdad entre personas y con la diversidad de sus territorios. Un país no se construye con prisas, tampoco con reproches, sino debatiendo sobre los cimientos de nuestro marco de convivencia para proyectarlo hacia el futuro desde la lealtad institucional, desde la pluralidad que representa España y desde las preocupaciones y necesidades de quienes debemos gestionar el Estado del bienestar, el verdadero motor de igualdad de oportunidades y el verdadero sostén de las personas más vulnerables. En ese sentido, en España, la España de las comunidades autónomas, que ni somos secundarias, como pretenden unos, ni somos prescindibles, como pretenden otros, no debemos servir de excusa para el enfrentamiento partidista contra un determinado Gobierno, como se ha intentado hacer hoy en esta Cámara. Nos hemos enfrentado a un virus completamente desconocido y, por lo tanto, nuestras actuaciones, coordinadas junto con el Ministerio de Sanidad, se han basado en el rigor científico, en criterios técnicos, con transparencia y con capacidad, con recursos de análisis y con constante adaptación a cada momento. Los principios que han guiado la actuación del Gobierno valenciano en la gestión de esta crisis han sido la responsabilidad en la gestión propia, la cooperación con el Gobierno de España y la solidaridad con el resto de autonomías. Desde el primer momento, en el ámbito sanitario pusimos en marcha medidas encaminas a detectar y aislar los primeros casos de coronavirus, reorganizar el sistema para garantizar la asistencia a los pacientes positivos y a aquellos que no podían prescindir de una intervención o de un tratamiento, proteger a las personas mayores en los centros sociosanitarios, y encontrar vías de abastecimiento seguras para la compra de material sanitario, con el objetivo de proteger a nuestros profesionales. En este sentido, DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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hemos contratado a más de 3300 profesionales sanitarios. Hemos incrementado en más de 1000 camas los recursos hospitalarios con tres hospitales de campaña. Hemos abierto infraestructuras para aumentar la capacidad del sistema, con hoteles medicalizados y la puesta a disposición para el descanso del personal. Hemos puesto en marcha un sistema de dispensación de medicamentos a domicilio para personas mayores o vulnerables. También hemos remitido desde las farmacias hospitalarias los medicamentos imprescindibles a cada uno de los hogares y la entrega gratuita de mascarillas para personas mayores de 65 años o grupos de riesgo, lo que ha beneficiado a más de 1 200 000 personas. Y hemos logrado la llegada hasta el momento de 17 vuelos procedentes de China con más de 600 toneladas de material sanitario, que se suman a todas las aportaciones que ha hecho el Gobierno de España a través de la empresa pública Ingesa. Desde aquí, nuestro agradecimiento por tanto y tanto esfuerzo realizado por la empresa pública, junto con el Ministerio de Sanidad. Como el resto de autonomías, y como el Gobierno de España, lo hemos hecho con la incertidumbre de enfrentarnos a un virus hasta hace pocas semanas desconocido, con la complejidad de reorientar todo el sistema sanitario hacia la lucha contra una pandemia, y ante un mercado internacional feroz, feroz y voraz que no duda en imponer la ley del más fuerte para interferir en los canales de suministro de material sanitario. Además, para paliar las consecuencias económicas y sociales de la pandemia pusimos en marcha ayudas para personas que han reducido su jornada laboral para atender a mayores, menores o dependientes; ayudas para los trabajadores afectados por los ERTE; para los autónomos que han sufrido el cese total o parcial de su actividad; ayudas directas también a las pymes en el sector turístico; bonos y becas de comedor para más de 59 000 alumnos; o préstamos de 14 000 tabletas para que los alumnos pudieran seguir con su formación a través de plataformas telemáticas. Hemos exonerado del pago del alquiler durante tres meses a las familias que habitan en las más de 14 000 viviendas del parque público de la Generalitat Valenciana. Y hemos aplazado tres meses el pago del alquiler de los locales públicos a autónomos y pymes. También están las ayudas de hasta el cien por cien del alquiler, con un máximo de seis meses. O la puesta en marcha del Fondo autonómico de cooperación municipal, con el abono de 60 millones de euros a los municipios valencianos. Todo eso lo hemos hecho bajo la responsabilidad de nuestra gestión, pero también coordinados con la acción del Gobierno y con el resto de autonomías. Muchos de los consejeros están aquí presentes, y quiero agradecerles la unidad y la gestión. Además, lo hemos hecho de manera solidaria entre territorios, independientemente de algunas voces que hemos escuchado esta mañana en esta Cámara. Quiero agradecer el esfuerzo del Gobierno de España en su conjunto, su vocación social, su predisposición al diálogo con los territorios y su empatía con las comunidades autónomas. Estamos convencidos de que esa voluntad de cooperación con los territorios y la capacidad de coordinación con las comunidades autónomas, tanto en la fase de desescalada que debemos afrontar, como en la gestión de la poscrisis, es el mejor esfuerzo que podemos hacer para el presente y para el futuro de nuestro país. Señorías, nadie estaba preparado, nadie; ni la Organización Mundial de la Salud ni ningún Gobierno, estatal o autonómico. Y tampoco ningún sistema sanitario. Todos hemos cometido errores, todos, en la gestión de la pandemia. Nadie puede decir que ha llevado a cabo una gestión impecable. Todos hemos cometido errores, pero es cierto que el mayor error que podemos cometer es restar fuerzas entre administraciones, disolver la capacidad que tiene la política para forjar un gran pacto de reconstrucción de nuestro país. Un gran pacto como el que ha planteado la Unión Europea con la creación de un fondo de recuperación económica para reactivar la economía de todo el continente y paliar los efectos de la crisis. Y como el que ha ofrecido también el president Ximo Puig en la Comunitat Valenciana, al que se han sumado las fuerzas de la oposición en un ejercicio de lealtad que debemos poner en valor. Señorías, esta crisis lo ha cambiado todo, todo. En un futuro inmediato deberemos tomar nota de la vulnerabilidad de nuestra sociedad, fortalecer nuestros servicios públicos, nuestro sistema sanitario público, y avanzar en una España descentralizada, moderna, plural y federalista. En este camino encontrarán siempre a la Comunitat Valenciana, una tierra que ha sido y será solidaria, de acogida, y un pueblo dispuesto a contribuir y cooperar para el bienestar y el progreso de toda España. Ojalá la política sea la mejor aliada de la esperanza de las personas. Y ojalá las administraciones autonómicas pongamos todo nuestro talento y toda nuestra capacidad al servicio de un futuro mejor para nuestro país. Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señora Barceló Chico. A continuación, tiene la palabra por la Comunidad Autónoma de Aragón la señora Consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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La señora CONSEJERA DE PRESIDENCIA Y RELACIONES INSTITUCIONALES DEL GOBIERNO DE ARAGÓN (Pérez Esteban): Gracias, presidente. Buenas tardes. Señora ministra presidentes, consejeros y consejeras de otras comunidades autónomas, senadores, senadoras, miembros de esta Cámara, comparezco ante ustedes como consejera, por encomienda del presidente de Aragón, el señor Javier Lambán, con la esperanza de resumir en unos pocos minutos la situación y el sentir de la ciudadanía aragonesa. En primer lugar, quiero aprovechar para expresar mi más sincero pésame a las familias de todos los fallecidos, con un recuerdo personal y afectuoso, si me lo permiten, para Santiago Lanzuela, paisano turolense presidente del Gobierno de Aragón entre 1995 y 1999 y miembro de esta misma Cámara en la legislatura siguiente por designación de la comunidad autónoma. Antes de entrar en materia, creo que es justo —lo han dicho todos ustedes— tener unas palabras de reconocimiento y agradecimiento para todos los hombres y mujeres que han trabajado y siguen trabajando en la vanguardia, en el cara a cara contra esta epidemia: a todos los estamentos, a todos los trabajadores del sector sanitario, trabajadores de residencias de nuestros mayores, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, voluntarios de Protección Civil, bomberos, y tantos y tantos profesionales que se han reconocido como de carácter esencial y que están dando su mejor versión para mitigar los efectos de esta crisis. Tengo el honor de dirigirme a los miembros de una Cámara formada por senadores y senadoras cuya presencia tiene como raíz la circunscripción provincial; por tanto, se les presupone una sensibilidad especial para los problemas territoriales. Y lo hago en la Comisión General de las Comunidades Autónomas, en la que estamos representadas las administraciones que hemos experimentado unas mayores dinámicas de cambio en las últimas dos décadas gracias al progresivo proceso de descentralización, que supone la mayor capacidad de los gobiernos autonómicos para adoptar políticas públicas propias y la constante construcción de un modelo de Estado del bienestar. Tengo que reconocer que la ausencia aquí de dos comunidades autónomas hace que esta comisión no sea completa y que realmente sea una falta de respeto y de lealtad precisamente a lo que esto mismo representa. Precisamente en este marco relacional y de reparto competencial entre Estado y comunidades autónomas debe fortalecerse nuestra acción conjunta, basada en principios de lealtad institucional, en la búsqueda del bien común. Fruto de ese trabajo podemos mostrar con orgullo los mejores cuarenta años de nuestra historia común y compartida. Pertenezco a un proyecto político que ha defendido este Estado descentralizado, que lo defendió ayer, que lo defiende hoy y que lo defenderá mañana. Y es bueno escuchar en esta comisión de manera unánime la puesta en valor de las comunidades autónomas, cuando en los últimos años, y hoy también, ciertamente con un claro sesgo ideológico, están surgiendo voces que ponen en cuestión una estructura de administración plural del Estado español. Entendemos la descentralización como ya hacía un siglo lo hacía Ortega y Gasset: como un estímulo a las potencialidades vitales de España, un instrumento de modernización y democratización. Debemos reivindicar nuestro rol, y no se me ocurre mejor foro que este para poner en valor el Estado autonómico y, con él, lo que ello representa: cercanía a la ciudadanía, vertebración del territorio, mayor transparencia y liderazgo en la consecución precisamente de los derechos de los ciudadanos. Me siento obligada a hacer esta introducción, porque estoy convencida, plenamente convencida, de que las instituciones, los gobiernos, ya sea el central o los autonómicos, somos un medio al servicio de la ciudadanía, al servicio del bien común. Y es nuestra obligación poner todas nuestras potencialidades a ese objetivo común para generar sinergias que multipliquen los efectos de sus políticas. En Aragón, como en el resto de las comunidades, esta situación es inédita. Es desconocida para todos los gobiernos, para todos los gobiernos a nivel internacional, en todos los niveles. Estamos enfrentándonos a una situación absolutamente desconocida. Esta pandemia ha causado estragos importantes en nuestra sociedad, ha alterado prácticamente nuestra cotidianeidad en el día a día, pero, gracias a los esfuerzos de los gobiernos y de las instituciones y al esfuerzo incansable de nuestros profesionales sanitarios, sociosanitarios y demás, estamos consiguiendo contener el avance del virus. En Aragón, hemos pasado de un aumento de contagios del 30 % a prácticamente, en poco más de un mes, no superar el 1 %, exactamente igual que a mitigar el número de fallecidos, que es la peor cara de esta pandemia. En estos momentos contamos con recursos suficientes, con más del 56 % de camas UCI y más del 50 % de recursos hospitalarios. Hemos realizado una movilización intensa de recursos económicos, materiales y humanos. Hemos puesto en marcha dos hospitales de campaña, con más de 500 camas, que no han sido necesarios, fruto precisamente de la prevención y la anticipación. También hemos puesto en marcha centros de mayores para personas que están contagiadas, que están enfermas, personas mayores que sacamos de los focos de las residencias de ancianos. Tenemos 300 plazas habilitadas para este fin. Hemos intervenido residencias con el mando único de la autoridad sanitaria para regular y enderezar su situación. Hemos hecho un esfuerzo DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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en recursos humanos, en contratación de médicos o de personal de servicios sociosanitarios. Y hemos contribuido a una relación constante con entidades sociales, con entidades locales fundamentalmente, que acercan los servicios al territorio, y con el tejido empresarial aragonés, que ha hecho un esfuerzo y ha dado un ejemplo de solidaridad y de compromiso con nuestra tierra sin precedentes. El diálogo, la relación y el trabajo diario con todos los sectores sociales han sido ininterrumpidos. La coordinación con el Gobierno de España, señora ministra, ha sido esencial, intensa, vital para garantizar que estemos hablando de números que nos hagan mirar a la esperanza. Han sido más de treinta y cinco reuniones con ministros, otras tantas con responsables del ministerio, seis conferencias autonómicas que han dado la posibilidad a las comunidades autónomas, a nuestros presidentes, a identificar cuáles son las necesidades y a plantear propuestas en la misma dirección para salir de esta situación. El presidente Lambán ha tenido la oportunidad de hacer más de veinte propuestas, y muchas de ellas también han sido asumidas por el Gobierno de España, pero eso no habría sido posible si no hubiésemos apelado a la coordinación. Seguramente ese afán por la coordinación es común en una comunidad autónoma como la nuestra, con más de 731 municipios, muchos de ellos muy pequeños, que necesita de una estructura para poder prestar los servicios. Desde luego, Aragón ha sido una tierra de pactos, de compromisos, y apelo en esta Cámara, la Cámara territorial, a que hagamos una extensión del pacto, del consenso, del acuerdo como una norma común en nuestras políticas. El actual Gobierno, con cuatro fuerzas políticas distintas, considerado inverosímil por muchos, es una buena muestra de ello. Hemos puesto en marcha una mesa de diálogo entre el Gobierno, las cuatro fuerzas políticas de la oposición, agentes económicos y sociales y la Federación Aragonesa de Municipios y Provincias precisamente para poder identificar, diseñar y realizar ese plan de recuperación que Aragón necesita. La recuperación, señorías, no debe tener color político o, mejor dicho, partidista; no debería olvidar a nadie y debería contar con todos, sin olvidar que la vuelta a esa nueva normalidad es subsidiaria siempre de la preservación de la salud como prioridad. Debemos aprender de los errores de esa crisis del año 2008 y no se puede dejar a nadie atrás. Sabemos que el virus no entiende de ideologías ni de razas, pero es lógico pensar que aquellos que estaban en una situación más vulnerable pueden tener muchos más problemas. No sería honesta, señorías, si no pusiera de manifiesto las estrecheces económicas que tienen las comunidades autónomas. Sería ilógico no plantearlo en esta Cámara, que es donde tenemos que hablar y mirarnos a los ojos, donde plantear objetivos comunes, pero también exigencias. Necesitamos reforzar nuestra financiación, afrontar las consecuencias de esta pandemia, de esta crisis de la COVID-19, así como la prestación de los servicios habituales que gestionamos las comunidades autónomas, lo cual es absolutamente inviable si no apostamos por situaciones que liberen de esa ortodoxia presupuestaria basada en la estabilidad, en esos techos de gasto, en la imposibilidad de poder endeudarnos. De otra forma no podremos hacer frente de ninguna manera a las consecuencias de esta pandemia ni llevar a cabo todas las políticas y las respuestas que la ciudadanía nos está pidiendo. Para cumplir este propósito de recorrido común y compartido entre comunidades autónomas y el Gobierno es absolutamente necesario hacer una reflexión y —¿por qué no?—, además de hacer de ese plan de reconstrucción de nuestro país, de este gran país que es España, una revisión del modelo de financiación y también de ese modelo impositivo hacia un modelo mucho más justo entre comunidades autónomas y entre españoles. Señorías, el virus desde luego está siendo un enemigo feroz, pero si realmente nos mantenemos en pie y le estamos haciendo frente, es por la fortaleza de los servicios públicos. Y esta es la última reflexión que quiero hacer. Esta pandemia nos ha mostrado muchas lecciones, señora ministra, y usted lo ha dicho; y una de ellas es la importancia de los servicios públicos de calidad. De hecho, el reconocimiento de estas comunidades autónomas, que todos y cada uno de ustedes ha hecho, no es más que reconocer un Estado del bienestar basado fundamentalmente en servicios públicos de calidad; basado en la educación, en la salud y en los servicios sociales; en estados potentes que realmente nos salvaguarden de situaciones de dificultad. Concluyo, señorías, diciendo que todos somos necesarios. En la historia se producen cambios y avances porque la gente común hace cosas extraordinarias, y en ese empeño, sin ninguna duda, van a tener a Aragón. Espero que todas las comunidades hagamos una reflexión profunda y que el conjunto del Estado, del que forma parte esta Cámara, sea capaz, junto con la oposición y el Gobierno, de enderezar el rumbo de este país y de contribuir con el apoyo de todos a un proyecto común de país, que es lo que esperan los ciudadanos. Gracias. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señora Pérez Esteban. A continuación, va a hacer uso de la palabra el señor consejero de Sanidad de la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha, don Jesús Fernández Sanz.

El señor CONSEJERO DE SANIDAD DE LA JUNTA DE COMUNIDADES DE CASTILLA-LA MANCHA (Fernández Sanz): Buenos días, presidente, ministra, presidentes y presidentas de otras comunidades, consejeros, consejeras, señoras y señores. Hoy es seguramente un día difícil para todos nosotros y nosotras, porque, reunirnos aquí para hablar de un tema tan difícil y emocionante como este, y hacerlo en una jornada conjuntamente, lo pone aún más difícil. Lo digo, porque seguro que las emociones brotarán en unos y otros. Desde Castilla-La Mancha queremos unirnos —así me lo ha pedido el presidente, don Emiliano García-Page— a las condolencias a todas las familias que han perdido a alguien por este maldito virus, y también a las que, habiendo perdido a un ser querido, no han tenido la ocasión de despedirle como estamos acostumbrados a hacerlo en este país: con cercanía, con emoción y unidos, como en este caso, en torno al dolor. Eso también se ha traducido en el día a día de las muchas personas que tienen afectada su salud, esas miles de personas ingresadas que tampoco tienen la posibilidad de encontrar a sus seres queridos a la cabecera de su cama, o más allá de la puerta, en el pasillo, cuando algún sanitario o sanitaria las saluda o atiende. Por tanto, son momentos muy difíciles. Pero, además de unirnos a las condolencias a tantas familias, queremos mostrar nuestro agradecimiento a otras muchas personas, a todas aquellas que se están dejando la piel al quinientos por cien cada día para hacer frente a estos momentos tan difíciles: los sanitarios y el sistema sanitario en su conjunto, y también a otras personas que ejercen otras profesiones y que están haciendo un poco más fácil abordar esta maldita crisis. Este agradecimiento tiene que servir, además, para que reconozcamos el poder, la solidez, el músculo de los servicios públicos y, cómo no, del sistema sanitario, un sistema que ha dado muestras de que sabe solucionar cualquier situación. Y a eso me quiero referir. Y es que, después de oír las palabras de todas las personas que me han precedido, no tengo duda de que nadie es capaz de decir que esto no ha sido extraordinario. Recuerdo que, cuando tomé posesión, en 2015, una de las cosas que aprendí es que para un puesto de estas características había que venir llorado, pero no sabía que tanto. No sabía que esto podía ocurrir, cuando, en enero, apenas empezábamos el año, oíamos lo que oíamos de un país muy alejado de España, como es China. Concretamente, el 29 de enero se constituyó en Castilla-La Mancha el grupo de trabajo de expertos. Era un comité para afrontar enfermedades emergentes, sabiendo lo que podía ocurrir con la COVID-19, entonces coronavirus, o virus de China, como se la conocía. Fueron muchos días de trabajo ingente que nos hicieron poner en pie los protocolos que después iban a empezar a ponerse en funcionamiento en las diferentes áreas asistenciales de toda la Comunidad de Castilla-La Mancha. Creíamos que con esos protocolos, que con ese nivel de atención en las puertas de urgencias o en atención primaria o poco más allá, sería suficiente. Pero aquello se convirtió en algo extraordinario, como lo sigue siendo a día de hoy, y para aquellas situaciones extraordinarias desde el sistema de salud hemos acometido medidas también extraordinarias. Eso es lo importante del sistema, eso es lo que debe quedar como norma general y en lo que nos debemos apoyar para saber que juntos y juntas seguro que lo vamos a poder abordar y lo vamos a abordar bien. Hemos sido una región muy azotada, muy azotada. Nuestra cercanía a la Comunidad de Madrid —por supuesto, no lo refiero como culpa; Madrid es para nosotros una ayuda siempre y constante— y, en algún caso, también algún foco concreto en poblaciones importantes de Castilla-La Mancha en el área de La Mancha centro, en el área más amplia de toda la comunidad, nos han hecho estar a la cabeza en número de casos detrás de comunidades como Madrid o Cataluña, compartiendo con Castilla y León, no solo el número de casos, sino también la demografía e incluso a veces la manera de abordar los problemas. Somos comunidades muy parecidas. Este azote en cuanto al número de casos, al número de fallecidos, al número de asistencias que hemos tenido que prestar, nos ha hecho ser más fuertes, pero también nos ha hecho pensar que algo extraordinario, aunque podamos hacerle frente, exige de más medidas extraordinarias. Y en eso nos encontramos en este momento: en más medidas extraordinarias. Pero ha servido también para cuadruplicar las UCI; para poner 1300 camas más de las que ya teníamos a disposición de todos los ciudadanos y ciudadanas; para contratar a más de 4300 profesionales en una comunidad como la nuestra. Tengan en cuenta que nosotros tenemos 30 000 profesionales sanitarios y no sanitarios, y ahora tenemos casi 34 500, lo cual es una barbaridad. Porcentualmente, somos la primera comunidad que más ha tenido que contratar y en números absolutos somos la primera, posiblemente detrás de Madrid o alguna más, DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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precisamente por los números a los que nos enfrentamos. Eso también ha tenido repercusión en el número de contratos en residencias y a la hora de hacernos cargo de la prestación sanitaria en residencias públicas y privadas. Residencias que estaban haciendo muy bien su labor y que no tenemos que hacer malditas en ningún caso, en ningún caso, porque precisamente Castilla-La Mancha, que cuenta con un número de residencias muy alto, presumía de tener un Estado del bienestar también muy alto en ese sentido, pero es verdad que no estaban preparadas para un asunto así, ¡claro que no!, como no lo estaba nadie. Y a pesar de la prestación sanitaria en las residencias, esto es un foco de conflicto continuo de todo tipo, pero, sobre todo y el peor, en el número de fallecidos. Como saben, Castilla-La Mancha tiene un 4 % de personas mayores de 85 años, que es mucho, y además muchas de ellas están viviendo en residencias sociosanitarias, lo que hace la situación un poco más difícil en este momento extraordinario, pero ese modelo lo ha hecho muy fácil y muy bien en todos los momentos que nos han antecedido, modelo del que todos debemos estar contentos, aunque sea revisable, como no puede ser de otra manera. Como decía, comenzábamos el 29 de enero con el comité de expertos y no sabíamos que justo un mes después, a primeros de marzo, íbamos a tener nuestro primer caso; un primer caso que entonces llamábamos importado y que parecía que nos iba a tocar de lejos. ¡Qué lejos de tocarnos de lejos! Aquel fue el primero de tantos, de los casi más de veinte mil que llevamos en este momento. Al principio empezamos despacio, pero aquello se tornó en algo muy virulento y se tornó virulento para después tener que meternos en el lío de las EPI y de los respiradores. Gracias al Gobierno y a dos ministerios en común, junto con la comunidad, se consiguió traer los dichosos respiradores de Turquía que, aunque buen dolor de cabeza nos dieron, ahora sirven para tener una buena reserva. Ahora estamos trabajando en lo siguiente y en los últimos días hemos pasado de hablar de sanidad a hablar de salud, y creo que eso es importante. Tenemos que trabajar sobre la prevención, la siguiente etapa después de haber descubierto que nuestro sistema sanitario ha dado la talla a nivel nacional. Son muchísimas las conversaciones que tengo a diario con muchísimos compañeros y compañeras, consejeros y consejeras. Hay consejeros con los que hablo a diario, que precisamente no son de mi mismo color político, pero no pasa nada, al contrario, ahí es donde se ha demostrado la unión, como se demuestra en el consejo interterritorial, y espero que así sea en todos los foros de trabajo de discusión que tengan que ver con el virus. Hay un eslogan que todos y todas usamos y es que el virus lo vamos a ganar si estamos juntos, lo vamos a ganar si estamos unidos, lo vamos a ganar todos a la vez. Claro que sí. Por eso el comienzo no tuvo fronteras, ni debe tener fronteras el momento actual ni lo debe tener la salida a la nueva normalidad. Lo estamos superando entre todos. Estamos superando la capacidad para enfrentarnos asistencialmente a él y ahora debemos hacerlo en la desescalada, en la transición, desde el punto de vista epidemiológico. Claro que sí, porque nos hace mucha falta que sigamos teniendo las ideas claras y que sean comunes. Me despido emocionado, como he empezado, para afrontar todos juntos con rigor, con unión, con fortaleza y sin fronteras esta nueva situación que se ha generado en nuestro país. Muchísimas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señor Fernández Sanz. A continuación, hace uso de la palabra, por la Comunidad Foral de Navarra, el señor vicepresidente primero y consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior, Javier Remírez Apesteguía.

El señor VICEPRESIDENTE PRIMERO Y CONSEJERO DE PRESIDENCIA, IGUALDAD, FUNCIÓN PÚBLICA E INTERIOR DEL GOBIERNO DE NAVARRA (Remírez Apesteguía): Buenos días. Egun on. Presidentes y presidentas presentes y ausentes, consejeros y consejeras, señorías, quiero que mis primeras palabras sirvan de emocionado recuerdo a los más de 24 000 ciudadanas españolas y ciudadanos españoles fallecidos con motivo de esta terrible pandemia, 451 de ellos residentes en nuestra comunidad foral, así como de sentido homenaje al conjunto de profesionales sanitarios, sociosanitarios, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, Policía Foral, Ertzaintza, Mossos d’Esquadra, policías locales, bomberos, personal de emergencias y todo profesional que está luchando en primera línea contra el virus y hace posible el funcionamiento del país en estas extraordinarias circunstancias. Y por qué no, también, un sentido homenaje a todos los servidores públicos, desde el alcalde o alcaldesa más humilde de nuestro pueblo en toda la geografía de España, hasta los representantes aquí presentes de las comunidades autónomas, también ministros y ministras, que nos hemos encontrado batallando en estas circunstancias. A todos ellos, desde la Comunidad Foral al conjunto de España, nuestro fraternal saludo y cariño. Señorías, como el resto de España, Europa y el mundo, la Comunidad Foral de Navarra ha sufrido con dureza esta pandemia. Los más de 5800 contagiados y las 132 personas que han pasado por la UCI, DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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aparte de las ya 451 personas que nos han dejado en nuestra comunidad foral, son muestra palpable y dura de lo que ha pasado por el momento en nuestra tierra. Se ha dicho que nadie estaba preparado para este reto tan mayúsculo. Por ello, en este contexto, el conjunto de la ciudadanía reclama de sus instituciones dedicación, recursos, ideas, sinergias, colaboración y altura de miras, así como también, por qué no decirlo, autocrítica, aportaciones constructivas y dosis de humildad, dejando de lado tentaciones de ventajismo partidista ajenas al interés general. En primer lugar, quería poner en valor que solo ha sido posible afrontar esta situación con dedicación, profesionalidad, organización y sin ningún tipo de desborde al estar dotados de un sistema público de salud, en nuestro caso el Servicio Navarro de Salud, Osasunbidea, que ya este año en los Presupuestos Generales de Navarra —aprobados apenas dos semanas antes de la declaración del estado de emergencia— se incrementó en un 7 % en lo relativo a la salud, el mayor incremento en los últimos diez años. Esto es una muestra clara de la apuesta ineludible del Gobierno que represento por la sanidad pública, esfuerzos que se han redoblado en esta situación de crisis con ya más de 130 millones de euros dedicados a este contexto tanto sanitario como social y económico y que se redoblarán en el futuro. En segundo lugar, quiero poner en valor la coordinación, la colaboración y la comunicación existentes a todos los niveles institucionales, tanto del Estado con el Gobierno foral como de estas dos instituciones con las entidades locales. No nos podemos olvidar del valor del trabajo y de la importancia de las entidades locales. De la óptima colaboración entre todas las instituciones surgen sin duda sinergias adecuadas que redundan en beneficio de la ciudadanía. Navarra trabajará y seguirá trabajando en la crisis y poscrisis de la COVID-19 con espíritu de colaboración y cooperación con el Gobierno de España y con todas las instituciones y colectivos, organizaciones y sociedad civil. La dimensión de esta situación nos sitúa ante un desafío, un reto de enorme magnitud no solo para las administraciones y gobiernos, sino para el conjunto de la sociedad. Por eso, no cabe sino plantear soluciones compartidas, participadas y valientes, porque nos vamos a tener que replantear modelos, valores, prioridades y maneras de hacer las cosas. Y, en tercer lugar, quería poner en valor el grado de consenso que hemos conseguido en la Comunidad Foral de Navarra entre todas las formaciones políticas. Los tres decretos leyes forales que se han convalidado en el Parlamento Foral han contado con la unanimidad del conjunto de las formaciones políticas, de todo el espectro político navarro, desde las formaciones políticas en la oposición, aquí presentes algunas de ellas, como UPN o el Partido Popular o Ciudadanos y también Euskal Herria Bildu, como las formaciones que apoyan al Gobierno de Navarra: el Partido Socialista, Geroa Bai, donde está integrado el Partido Nacionalista Vasco, Podemos o Izquierda-Ezkerra, donde está incorporada Izquierda Unida. A todas ellas, sinceramente, muchas gracias, porque creo que ese es el camino adecuado. Hemos superado la fase crítica de la pandemia, pero nuestro optimismo prudente lo seguimos acompañando de medidas, protocolos, refuerzo de recursos humanos y materiales, no solo para la atención sanitaria, donde la presión ha bajado, sino también para el ámbito residencial, uno de los espacios comunitarios, como se ha dicho aquí, más afectados por el virus y en donde tenemos que lamentar numerosos fallecimientos, pero afortunadamente también numerosas altas y recuperaciones. En Navarra ya se han realizado más de 22 000 test PCR y 13 000 test rápidos, y en las próximas semanas se intensificará la protección del ámbito sanitario residencial, se extenderán los PCR a todos los grupos de población vulnerable y profesiones clave y se medirá la inmunidad de miles de personas. Estamos ultimando una hoja de ruta sobre el sistema de detección y vigilancia de la COVID-19 en Navarra de cara a la siguiente fase de transición de la desescalada, que supone un salto cuantitativo y cualitativo en el uso de PCR, eje de la estrategia foral desde el primer momento, y también de los test de anticuerpos, tanto para el diagnóstico precoz de posibles nuevos contagios como para medir el nivel de inmunidad de la población navarra frente al virus. Las líneas generales de este planteamiento pasan por blindar la protección en espacios con alto riesgo de prevalencia del virus, es decir, en hospitales, centros de salud, residencias o centros penitenciarios, intensificar estas pruebas en determinadas profesiones esenciales, como sanitarios y sociosanitarios entre otras, relacionadas con estos ámbitos, combinándolo con chequeos amplios a personas asintomáticas, unos cribados que llegarán, además, a determinados pacientes dentro de la misma estrategia global. Asimismo, se extenderán diferentes tipos de pruebas, los PCR, los test de anticuerpos, según los casos, a nuevos colectivos clave para proteger a grupos vulnerables, como, por ejemplo, cuidadores y cuidadoras de personas mayores en domicilios. El Gobierno de Navarra está diseñando ya el plan de transición de confinamiento frente a la COVID-19, que incluye una desescalada de carácter asimétrico en el conjunto de la comunidad foral, de acuerdo a la DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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realidad poblacional y epidemiológica de cada una de las zonas básicas de salud y que se hará en el marco de la estrategia que siga el Estado, en coordinación con las comunidades autónomas y de acuerdo con el conocimiento y experiencia internacional. Una etapa esta, sin duda, más compleja que la del confinamiento, en la que se trata, por un lado, de encontrar un equilibrio entre la recuperación de la actividad asistencial habitual en atención primaria y especializada con el mantenimiento de la capacidad para atender nuevos posibles rebrotes y, por otro lado, de conjugar la protección de la salud pública y la reducción del impacto económico y social. Algunas de las claves sobre las que se asienta el plan de transición son: la implantación, que será asimétrica en el territorio, de acuerdo con la realidad poblacional y epidemiológica, la calidad, la colaboración y participación de las entidades locales en la implantación y el desarrollo de la estrategia, el diseño y la coordinación interdepartamental e intersectorial del plan y, finalmente, la implicación de la sociedad civil y de sus capacidades de innovación y creación. Igualmente, estamos trabajando en un plan de reactivación para Navarra, liderado por el Gobierno y la presidenta, María Chivite, y que abriremos a los agentes económicos y sociales y a la sociedad para su aportación —no hace falta recordar el descomunal dato que hemos conocido precisamente en las últimas horas en relación con el decrecimiento económico que va a sufrir nuestro país, el conjunto del mundo y también, por supuesto, nuestras comunidades autónomas—, y con una máxima en toda nuestra actuación, como se ha dicho aquí, en el sentido de recuperación económica y social: no dejar a nadie atrás, poner a las personas en el centro de nuestra estrategia de recuperación y no repetir, en definitiva, errores del pasado. Se trata de un plan que tiene como misión impulsar y coordinar todas las herramientas públicas y privadas para salir de la crisis con pujanza, estableciendo nuevas bases de crecimiento, innovación, progreso y cohesión social y territorial para conseguir una nueva economía y sociedad más resiliente, más conectada y más humana, con un mayor grado de anticipación y previsión y a la vez más flexible para afrontar los retos imprevistos. Un nuevo modelo, en definitiva, de competencia y de competitividad. Se apuesta por una sociedad fuerte para fortalecer el bien común, la implicación de todos los resortes de la sociedad en torno a un esfuerzo común y al interés general y el compromiso público, privado y social como pauta del programa. Asimismo, cómo aprovechar los puntos fuertes, ventajas competitivas y potencial de excelencia y respaldar la innovación tecnológica y estimular la inversión en el sector privado. Igualmente, tenemos una oportunidad de repensar el modelo de gobernanza, señorías, caminar hacia nuevos liderazgos con otros valores y formas de actuar y fomentar la calidad democrática y la participación ciudadana. En un momento en el que planteamos desde la inteligencia colectiva, el compromiso común y la aportación de la sociedad civil la salida de la crisis, tenemos el reto, y también la oportunidad, de afianzar un modelo más corresponsable y participativo, además de trascender a las tentaciones populistas, cuando no autoritarias que, con motivo de la excepcionalidad coyuntural, estamos viendo aflorar o intensificarse. Y, como hemos dicho desde el principio, vamos a participar en ese pacto que el presidente del Gobierno propone para España, además de seguir apoyando una posición exigente ante la Unión Europea para defender una mejor Europa, una Europa social, solidaria y comprometida con toda su ciudadanía y que se juega, señorías, sin duda, su futuro en cómo se articule esta salida de la crisis. Para finalizar, señorías, Navarra goza de un autogobierno en el marco de nuestro régimen foral. Entendemos que es perfectamente compatible seguir trabajando desde esa posición institucional con lealtad y respeto a la situación excepcional que vivimos. Como bien dijo el presidente Sánchez, hay que tener en cuenta las circunstancias de cada territorio a la hora de implementar las medidas del estado de alarma. Lógicamente, las actuaciones sanitarias, la desescalada o los planes de reactivación económica y social tendrán que acompasarse, pero siempre desde la perspectiva de proximidad que tenemos el conjunto de las comunidades autónomas y desde el conocimiento preciso de nuestra realidad, de nuestras fortalezas y, por qué no decirlo también, de nuestras debilidades. No puede ser de otra manera. No se entienden, pues, en este contexto, ni tentaciones aislacionistas ni tampoco de carácter recentralizador. Quiero agradecer, finalmente, esta presencia en el Senado para trasladar el aliento, el ánimo de Navarra al conjunto de las comunidades autónomas y en lo que podamos apoyar, ayudar y colaborar seguiremos haciéndolo, como ya lo hacemos, convencidos de que la unión, la colaboración y las sinergias hacen la fuerza y esa será, sin duda, la mejor herramienta que dispongamos en el escenario al que nos venimos enfrentando. Muchas gracias. Eskerrik asko.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señor Remírez Apesteguía. A continuación, hace uso de la palabra, por la Comunidad Autónoma de Extremadura, el señor vicepresidente segundo y consejero de Sanidad y Servicios Sociales, José María Vergeles Blanca. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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El señor VICEPRESIDENTE SEGUNDO Y CONSEJERO DE SANIDAD Y SERVICIOS SOCIALES DE LA JUNTA DE EXTREMADURA (Vergeles Blanca): Muchas gracias, señor presidente. Buenas tardes, señorías, presidentes de comunidades autónomas, de ciudad autónoma, consejeros, consejeras, ciudadanos en general que nos siguen en esta comparecencia. En primer lugar, comparezco gustoso en la Comisión General de las Comunidades Autónomas porque me parece que es uno de los foros donde tenemos que debatir, sin que esto reste importancia —y así se lo quiero trasladar a la ministra— a los numerosos foros de encuentro que hemos tenido las comunidades autónomas con el Gobierno de España y que en todos ellos, afortunadamente, hemos conseguido un consenso, lejos de ideologías y lejos de intereses partidistas. En segundo lugar, quiero trasladar mis condolencias y las condolencias del presidente de la Junta de Extremadura, don Guillermo Fernández Vara, a todos aquellos familiares, a todos aquellos seres queridos de aquellas personas que, desgraciadamente, no han podido superar la infección por el coronavirus. Además, quiero trasladarles mis condolencias y mi pesar en unos momentos tan difíciles en los que no han podido despedir de la forma que a ellos les hubiera gustado, de la forma que nos hubiera gustado, a sus seres queridos. Quiero trasladar también un mensaje de recuperación, de pronta recuperación, a aquellas personas que todavía están infectadas por el coronavirus, a aquellos que todavía se están debatiendo en una lucha con toda su inmunidad, contra este tremendo germen que ha azotado a numerosos países de nuestro mundo y que no podemos decir que sea exclusivo de España. Quiero expresar también mi agradecimiento más profundo a todos los profesionales sanitarios, mi agradecimiento más profundo a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, mi agradecimiento profundo a todos los profesionales de los centros sociosanitarios, mi agradecimiento profundo a todos los bomberos, mi agradecimiento profundo a todos los voluntarios y voluntarias y mi agradecimiento profundo a todos aquellos trabajadores de los servicios esenciales, sin los cuales, en un estado de confinamiento, como en el que estamos en España en este momento, no podríamos llevar una vida lo más normal o lo más normalizada posible. Mi primera reflexión, después de numerosas intervenciones, quiero que sea una reflexión en torno a la humildad y a la honestidad. Ministra, nadie tenía ningún manual de instrucciones para conocer lo que nos iba a pasar. Nadie. Así se manifestó en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud en los primeros momentos, cuando abordábamos esta pandemia. Quien creía que lo sabía todo, ahora, cuando menos, está haciendo un uso inadecuado de la honestidad y de la humildad delante de la ciudadanía. Nadie tenía manual de instrucciones para saber lo que nos iba a pasar ni desde el punto de vista sanitario ni desde el punto de vista social ni desde el punto de vista económico, no nos lo habían contado. Nadie lo predecía. Por eso, los comentarios que algunos técnicos y algunos políticos tuvimos que hacer en los momentos iniciales de que esto era parecido a una gripe no se pueden criticar con la beligerancia que hacen algunos, cuando la pandemia ya está con nosotros y ya hay una buena parte de la historia de la pandemia escrita. Por lo tanto, humildad y honestidad es lo que ha demostrado el Gobierno de España y lo que hemos demostrado las comunidades autónomas, independientemente del color político, cuando nos hemos sentado, porque teníamos la responsabilidad de gestionar algo que marcará la historia de nuestro país. Mi segunda reflexión es una reflexión sobre lo que sabemos hoy del coronavirus. No entiende de ideologías, no entiende de comunidades autónomas, no entiende de fronteras, no entiende de países, pero le haremos un flaco favor a la ciudadanía si, aprovechándonos del bicho, a lo que nos dedicamos es a intentar desgastar la labor de los diferentes gobiernos de las comunidades autónomas y de los diferentes gobiernos de cada uno de los países, incluido el Gobierno de España. Tiempo habrá de analizar, tiempo habrá de aprender, tiempo habrá de saber qué es lo que pudimos hacer y no hicimos para estar preparados para otras ocasiones. Pero, sin duda alguna, esto es algo a lo que nos tenemos que comprometer. Yo me siento igual de responsable y me siento igual de dolido por todos y cada uno de los 212 435 casos confirmados que hay hoy en todo el país, independientemente de que mi actividad, mi responsabilidad se circunscriba a la Comunidad Autónoma de Extremadura. No entiendo este país, basado en el Estado de las Autonomías, que tanto nos ha dado, si no lo entiendo desde la cohesión territorial, si no lo entiendo desde la cohesión social. Por eso, no quiero entrar en datos de mi comunidad autónoma, ni siquiera quiero decir cuáles son los decretos leyes que hemos aprobado. En Extremadura hemos hecho las cosas como hemos creído que las teníamos que hacer, por cierto, ministra, sin injerencias por parte del Gobierno de España, apoyándonos en el Gobierno de España, al cual tengo que agradecer que haya estado siempre para poder favorecer esas decisiones, para hacer más fácil, a través de órdenes ministeriales, a través de la declaración del estado de alarma, que hoy podamos tener un Estado de las Autonomías mejor que el que teníamos porque hemos sido capaces de dar respuesta a una pandemia de incalculables dimensiones. Y sin DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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esto no se entiende nada; sin esto no se entiende nada. Por eso, apelo, en mis últimos dos minutos y medio de intervención, a la unidad de acción. La sociedad tiene que saber que seguimos teniendo incertidumbre, la sociedad tiene que saber que la pandemia sigue con nosotros, pero que, al mismo tiempo, estamos hablando de desescalada. No confundamos a la sociedad, démosle certidumbres, con honestidad, como están haciendo el Gobierno de España y el resto de los gobiernos autonómicos, independientemente de su color, en aquellas cuestiones en las que se les pueden dar certidumbres e intentemos resolver las incertidumbres entre todas y todos. Socialmente, hoy en Extremadura no seríamos nada sin la renta extremeña garantizada y lo hicimos gracias a un Gobierno socialista, con el apoyo entonces del Grupo Podemos en la Asamblea de Extremadura. Hoy no habríamos hecho nada sin defender a capa y espada un Sistema Nacional de Salud público y universal, y se nos olvida que esto no siempre fue así. Por lo tanto, con la honestidad, con la humildad, con el propósito de hacer mejor las cosas para la próxima vez, tenemos que comprometernos, entre todos y todas, a que lo de menos son los partidos, lo de menos es el futuro político de todos y cada uno de los que estamos aquí, lo de más es poder dar a la ciudadanía certidumbres, es poderle dar ilusión, y eso se llama reconstrucción de este país, porque lo necesita y, si lo necesitan los ciudadanos, lo necesitan las autonomías, lo necesitan los municipios, lo necesitan las provincias, lo necesita el Gobierno de España y lo necesitan todos y cada uno de nuestros partidos políticos a los que pertenecemos. Seamos capaces de tener altura de miras, de hacer política con mayúsculas, de tender a la unidad de acción, de huir de desgastar a los gobiernos, de ayudar, en definitiva, a la sociedad. Muchas gracias, señor presidente.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señor Vergeles Blanca. A continuación, tiene la palabra la ministra de Política Territorial y Función Pública para dar la réplica a las intervenciones de los representantes de las comunidades autónomas, sin que dicha intervención suponga la apertura de ningún debate. Señora ministra, tiene la palabra.

La señora MINISTRA DE POLÍTICA TERRITORIAL Y FUNCIÓN PÚBLICA (Darias San Sebastián): Buenas tardes de nuevo, presidente, miembros de la Mesa, representantes de gobiernos autonómicos, señorías, medios de comunicación y quienes nos están siguiendo. Mis primeras palabras son para agradecer el tono y el contenido de las intervenciones, me parece tremendamente importante. He escuchado atentamente todas y cada una de las manifestaciones de los distintos representantes de los gobiernos autonómicos, tanto en los consensos manifestados como en los disensos expresados. En los consensos manifestados, se ha destacado el valor de nuestras instituciones, el valor de nuestra sanidad pública, lo que hemos conseguido lograr entre todos. Creo que la ciudadanía espera esto de nosotros. También hay consenso en el trabajo desempeñado por todas y cada una de las comunidades autónomas, de cada uno de los gobiernos, consejeros, consejeras, presidentes o presidentas responsables, concretamente, del área de salud de la comunidad autónoma a la que gobiernan. Ya conocíamos el trabajo que estaban haciendo y, hoy, algunas han tenido la oportunidad de compartir con nosotros ese trabajo que, ciertamente, es encomiable. Hay consensos también en el buen funcionamiento de nuestro Estado autonómico, reconociendo que todo es mejorable, reconociendo que, en estos dos meses que llevamos de emergencia, hemos tenido que tomar decisiones precipitadas, cierto, porque la pandemia no entendía de hacer las cosas con la planificación, al menos, deseada y requerida para las medidas de envergadura que ha tenido que adoptar el Gobierno de España. Y, además, hay consenso en la necesaria vertebración y cohesión que lleva a cabo el Estado autonómico. El Estado autonómico es fruto de un pacto, allá por el año 1981; un pacto que, sin que por aquel entonces hubiera carta de navegación, como tampoco la hay ahora, ha venido siendo suficiente y adecuado para compartir el Estado que tenemos, con una distribución y asunción de competencias en cada uno de los territorios. Y en esta crisis se ha puesto de manifiesto ese funcionamiento del Estado autonómico, que es lo que hoy nos ha convocado aquí para analizar y evaluar aquellas cuestiones en las que podamos haber acertado y en las que nos hemos equivocado. Soy consciente de que hemos cometido errores, pero compartirán conmigo que, cuando tenemos responsabilidades compartidas, también compartimos algo más que aciertos. Solo he escuchado a algunos compartir aciertos y los errores se atribuyen solo a una parte. Creo que la asunción de errores y de responsabilidades siempre es compartida porque desde la responsabilidad absoluta a la negación de responsabilidad va un trecho y se aleja de la realidad. También hay consenso en cuanto a la humildad necesaria. Tenemos que ser humildes y este Gobierno lo es porque, DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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desde luego, estoy convencida de que han sido más los aciertos que los errores, no tengo ninguna duda. Es verdad que nos falta la perspectiva, pero son aciertos colectivos, no se los va a atribuir este Gobierno. Son aciertos colectivos de las comunidades autónomas, que son las que tienen las competencias; las comunidades autónomas, incluso en este estado de alarma, siguen teniendo las competencias en la gestión de sus servicios, las siguen teniendo, las siguen manteniendo. Sí, seguimos manteniendo las competencias en las comunidades autónomas. Es verdad que algunas cosas se han modificado; es verdad que, a lo mejor, podríamos haber optado, o no, por otro modelo, no lo discuto. Lo que sí pongo sobre la mesa es que este modelo, después de siete semanas, ha sido efectivo. Y vuelvo a reiterar, para que no se me entienda mal, el lamento por las vidas que no hemos podido salvar, porque ese es nuestro objetivo común, salvar vidas, siempre y en todo lugar, ante un virus que, como se ha dicho, no entiende de fronteras, no entiende de banderas, no entiende de ideologías, solo entiende de destrucción. Y ante esa destrucción, solo cabe la respuesta unánime de todas las instituciones públicas, desde la crítica, no digo que no; no pedí anexión ni unidad, lo que pedí es que fuéramos capaces de avanzar juntos. También comparto con todos ustedes la importancia del consenso en esta comisión, pero coincidirán conmigo en que la importancia tiene que ser siempre, no de vez en cuando. La importancia tiene que ser siempre y no solo en esta crisis, en la que seguimos en estado de alarma, que ha impedido —y lo lamento sinceramente— a comunidades como Baleares, Canarias y la Ciudad Autónoma de Melilla, que manifestaron su intención de venir, acudir a esta comisión. Quizás eso debería llevarnos a alguna reflexión, no seré yo quien lo haga, pero dejo en el aire si este es o no el mejor momento. Da igual; estamos en un debate fructífero y constructivo, pero me parecía necesario decirlo. Y también ha habido disensos. En mi intervención inicial he comentado que los disensos siempre son necesarios, que son legítimos y son constructivos y me voy a referir a ellos. Algunos presidentes y presidentas han manifestado su disconformidad con la actuación del Gobierno de España. Legítimo. Pero quiero manifestar que esa disconformidad se produce a ese nivel, no se produce a nivel de consejeros y consejeras, como aquí se ha acreditado ni como acreditan las sesenta conferencias que se han celebrado. Y quiero preguntar ya que en el ámbito municipal algunas ciudades están iniciando el pacto para la reconstrucción, por qué es más fácil acordar, pactar y consensuar a nivel de consejeros o consejeras o a nivel de técnicos o técnicas de distintas administraciones públicas que a otros niveles. Es una pregunta que formulo en el día de hoy. Algunos presidentes y presidentas han recriminado que el presidente del Gobierno de España no haya venido a esta comisión, y quiero responderles. En primer lugar, el estado de alarma no ha finalizado —es la primera consideración que debemos hacer— y todos y todas seguimos luchando todavía contra este virus. En segundo lugar, quiero compartir con ustedes que la costumbre es fuente del derecho, también del derecho parlamentario y del derecho de esta Cámara. Y como fuente del derecho parlamentario, la costumbre de la presencia de presidentes y presidentas en estas comisiones sobre el Estado de las Autonomías no ha sido nunca. ¿Eso quiere decir que no lo sea? No. Estoy dando argumentos para hacerlo. Además, en los disensos también se han manifestado algunas cuestiones respecto de la adopción de las medidas por la autoridad competente. Señorías, a día de hoy estoy convencida de que desde que se declaró la pandemia el 14 de marzo la decisión que adoptó el Gobierno de España de declarar el estado de alarma en todo el territorio nacional, a pesar de que en todo el territorio nacional la pandemia no tenía la misma intensidad, ha sido un acierto que ha salvado miles y miles de vidas. Porque las comunidades autónomas que estaban recibiendo con mayor impacto, con mayor dolor, con mayores sacrificios sanitarios esta crisis han permitido que otras, por aquel entonces con menor intensidad, se pudieran rearmar y tuvieran tiempo para adoptar todas aquellas medidas que les han permitido combatir esta epidemia en mejor disposición. Creo que ha sido un acierto, sin duda alguna; y todas y cada una de las decisiones las hemos compartido. Es verdad que a posteriori; es verdad, pero es que a veces realmente la situación no dejaba otro margen. Si hubiésemos tenido más tiempo, quizá muchas de las reivindicaciones que ustedes han manifestado hoy habrían tenido razón de ser, pero en estos escasos dos meses, la amplitud de las acciones desplegadas por el Gobierno de España no tiene precedentes; no hay precedentes en cuanto a tejer esa red a las familias, a las empresas y a los trabajadores. Se nos ha dicho que no hemos dado respuestas. Es verdad que no todas las respuestas pueden llegar de golpe. Hay que acompasar el paso para poder hacerlo. Supongo que entienden que dar respuesta es haber aportado al comienzo de la pandemia 1000 millones en recursos para que las comunidades autónomas pudieran atender las necesidades que tenían. Supongo que dar respuesta es adelantar los pagos a cuenta de las comunidades autónomas. Supongo y entiendo que dar respuesta es anticipar las DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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becas para comedores. Supongo y entiendo que dar respuesta significa poner a disposición, a través de líneas ICO, toda una flexibilización para aquellas actividades que lo necesitaban o los 20 000 millones primeros que pusimos para empresas pequeñas y otros 20 000 más para reforzar a los autónomos. Porque éramos conscientes de su gran impacto en términos económicos, cifrado por organismos internacionales como el FMI o el Banco de España en dos dígitos o una horquilla muy grande, para hacer frente a esta situación. Teníamos que tener salud, que era lo importante, para abordar lo que venía inmediatamente después y sabemos y somos conscientes de la magnitud de las medidas. Es más, hemos tenido que seguir avanzando en muchas de las decisiones que se han ido adoptando, y he escuchado también, y lo digo con todo el cariño del que soy capaz, que algunas comunidades se han sentido solas. Supongo que se está refiriendo a que, siendo la comunidad más golpeada, ha recibido más materiales que ninguna, porque era absolutamente necesario, no hay ninguna duda, no hay nada que objetar. Al contrario, el material sanitario es una reivindicación de todas las comunidades, y tienen razón, pero no solamente le compete al Gobierno de España, que también, sino también a las comunidades autónomas, que siguen teniendo las competencias de salud. Entiendo que decir que hemos traído 84 millones de mascarillas puede ser poco o mucho, siempre será insuficiente, porque necesitamos más. Y no voy a desglosar lo que hemos repartido, porque no tiene sentido, porque siendo una cantidad importante, siempre va a ser insuficiente. Ese es el espíritu del Gobierno de España, de colaboración y de entrega a las comunidades autónomas, con aciertos y con errores, no tengo ningún inconveniente en admitirlo, pero sería deseable— no sé si será excesivo por mi parte, puede que sí— que algún acierto se nos reconozca. Porque los datos están ahí, datos colectivos, pero el Gobierno de España también ha sido protagonista en primera línea, porque si somos protagonistas para los errores tendremos que serlo también para los aciertos. Eso es la lógica, eso es la coherencia. Señorías, nos queda mucho camino por delante, mucho camino por delante de trabajo compartido, de mejora, sin duda, en la toma de decisiones. Y un asunto de máximo interés para todos los presidentes y presidentas, consejeros y consejeras que han acudido a esta comisión es la desescalada. Es verdad que tenemos que ser muy cautos a la hora de gestionar las expectativas. Llevamos mucho tiempo encerrados. Es verdad. La ansiedad y las ganas de salir de la ciudadanía, que ha tenido un comportamiento ejemplar y cívico, es comprensible, y las de muchos responsables autonómicos también, porque las cifras de sus comunidades, en términos sanitarios, están mejorando. Hay en torno a seis o siete comunidades que no tienen ningún ingreso, lo que significa que están venciendo a la curva, significa que estamos ganando la batalla al virus, sí, pero significa que tenemos que seguir perseverando, significa que tenemos que seguir actuando bajo los principios de cautela y precaución. Si me permiten, sin prisa pero sin pausa. Por eso, en la Conferencia de Presidentes, hemos compartido —de manera somera, es verdad, porque se estaba ultimando el plan— hacia dónde ir. Y es verdad que allí se habló de la necesidad que había de disponer de un panel de indicadores, o lo que es lo mismo, de un marco común, de una regla compartida. Si me entienden mejor la expresión, de una métrica que nos sirviera a todos para medir donde estábamos. Esa es la idea, medir dónde estábamos, saber dónde está cada comunidad en cada momento, teniendo la coordinación el Gobierno de España y la gestión las comunidades autónomas. Lo que se ha presentado en este plan se obtendrá de unos encuentros bilaterales con cada una de las comunidades autónomas, que son las que siguen teniendo las competencias en materia de salud, siempre y en todo momento. Pero, además, con algunas cuestiones —y no voy a rehuir el debate constructivo que se está produciendo en esta Cámara— sobre cuál es la unidad territorial. Esa unidad territorial no va en contra de nadie, antes al contrario, si hay un gobierno o un partido autonomista es el partido que le habla; de hecho, podemos acudir a los datos. Cuando el Partido Socialista ha estado en el gobierno es cuando más ha avanzado el autogobierno en este país. Nuestra intención, al menos la de esta ministra, era bien clara; sin embargo, las circunstancias nos han golpeado de esta manera y no ha podido ser. La unidad territorial —la provincia, en este caso— es la que mejor granula tanto los datos sanitarios como los de transporte. En cualquier caso, quiero señalar en esta Cámara que es el punto de partida y puede que no sea el punto de llegada. Me parece importante significarlo. ¿Por qué? Porque hay que poner una alternativa encima de la mesa. ¿Hay más alternativas? Seguramente sí, la de las comunidades autónomas y, por cierto, muchas de las consideraciones que han hecho en esos encuentros de los domingos han sido tenidas en cuenta para el diseño del plan. Claro que sí, y más que van a ser tenidas en cuenta en los encuentros bilaterales a los que hemos hecho referencia. Quiero concluir esta primera intervención de réplica a todos los presidentes y presidentas dándoles las gracias por el trabajo que realizan y por el compromiso y la determinación con su ciudadanía. Me van a permitir que me dirija al presidente de Ceuta. En las ocasiones que he tenido de hablar con él, DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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le he manifestado mi intención de ir a su ciudad, y lo reitero públicamente. Será uno de los primeros territorios que visitaré. Entendemos la sensibilidad de quienes están lejos, no sé si mejor o peor, pero lo entendemos. Quiero ir también a todos los territorios, esa era mi intención desde que tomé posesión. Como digo, entiendo la sensibilidad que usted plantea, como también la de la ciudad de Melilla o la del territorio que mejor conozco, como comprenderán, que es mi tierra, Canarias, pero también la de Baleares y la de todas y cada una de las comunidades autónomas. Concluyo, señorías, esta intervención, y quiero hacerlo bien, a pesar de que ha habido alguna referencia al presidente que no considero la más adecuada, como aquella que le tilda de propagador de bulos. Creo que eso no ayuda. No nos ayuda decir esas cosas, Se puede decir de otras maneras. ¿Saben por qué? Porque las palabras no solo dicen, las palabras también hacen, y esa ejemplaridad a veces la podemos perder. En cualquier caso, respeto lo que cada uno quiera decir, pero me parece que debo ser honesta y manifestarlo con toda franqueza y con todo cariño. Lo he hecho y lo diré siempre, con franqueza y con cariño. Es mi opinión, puede que esté equivocada; a lo mejor son otras, de eso se trata. Por último, quiero agradecer a todos los presidentes y presidentas y a los consejeros y consejeras su dedicación, sus palabras y también sus críticas. Los consensos y los disensos siempre son necesarios; los consensos y los disensos son los que nos van a permitir avanzar juntos. Siendo importante lo que hemos hecho, no es suficiente. ¿Podemos pensar que hemos pasado lo peor? Sanitariamente hablando, sí; desde el punto de vista económico y social, no. Ahora nos queda ese trecho. Necesitamos respuestas conjuntas, respuestas compartidas, aunque sean mínimas, aunque sean nimias, aunque sean pequeñas, pero algo que nos permita avanzar; en eso siempre encontrará a esta ministra y a este Gobierno. Gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señora ministra. A continuación, comienzan los turnos de intervención de los portavoces de los grupos parlamentarios por orden de menor a mayor. Comienza el Grupo Parlamentario Mixto. Compartirán el tiempo el señor Catalán Higueras y el señor Egea Serrano. Tiene la palabra el señor Catalán.

El señor CATALÁN HIGUERAS: Gracias, señor presidente. Señora ministra, representantes de las comunidades autónomas, señorías, muy buenas tardes. Mis primeras palabras tienen que ser de recuerdo, de condolencia a los miles y miles de españoles que, como consecuencia del coronavirus, han fallecido, y también a sus familias. Se están viviendo auténticos dramas humanos. Al final de sus días, miles de españoles no han podido estar con sus familias, lo han vivido en soledad, lo que ha generado mayor angustia y dolor, si cabe. Al final, sus familias no han podido enterrarlos como ellos se merecen y, por tanto, hoy España está de luto por todos y cada uno de ellos. Pero en esta tragedia nacional que estamos padeciendo en España se ha producido también un debate soterrado sobre el triaje, la selección de pacientes a la hora de acceder a la asistencia sanitaria. Y nosotros hoy queremos dejar claro que el derecho a la vida es un derecho universal, como lo es también el amparo constitucional para que todos los ciudadanos tengan asistencia sanitaria sin ningún tipo de discriminación. Y como se ha hecho hoy también previamente, nuestro reconocimiento a las personas y colectivos que con su trabajo han posibilitado que nosotros durante estas semanas hayamos podido cubrir nuestras necesidades y nuestra seguridad. Cómo no también —y se ha dicho— a los militares, a pesar de las críticas minoritarias de los intolerantes de siempre, en Navarra de aquellos que siguen sin condenar los atentados de ETA. Y también nuestro homenaje a los profesionales sanitarios. Han luchado contra una infección peligrosa y lo han hecho prácticamente sin medios de protección. Ahí están las escandalosas cifras de miles y miles de profesionales sanitarios infectados, las más altas del mundo, y nadie siquiera da explicaciones. En estos momentos, es evidente que todos tenemos que estar unidos, que tenemos que empujar en la misma línea, pero también hay que tener en cuenta, señorías, que por encima de los beneficios personales y partidistas está el interés general de los españoles. Así lo ha entendido Unión de Pueblo Navarro, como se ha reconocido esta mañana. Hemos estado apoyando aquellas iniciativas y planteando y haciendo propuestas alternativas, tanto en el Congreso de los Diputados como en el propio Parlamento de Navarra. Lo hemos hecho, por ejemplo, con iniciativas a favor de los autónomos, uno de los sectores más castigados por esta crisis económica y sanitaria. Pero es cierto que nadie puede exigir fidelidades inquebrantables, más aún cuando las cosas no se hacen bien. Se nos quiso tranquilizar con una serie de mensajes que, al final, no han sido reales. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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Porque, señorías, ni el Gobierno ni los gobiernos autonómicos son responsables de la pandemia, pero sí son responsables de la gestión. Se nos dijo que el coronavirus iba a ser como una gripe —cierto y verdad— y se nos dijo que no iba a haber transmisiones locales, y que si se produjesen, iban a ser muy limitadas y muy controladas. Por tanto, es normal que ante esta situación, el Gobierno pierda credibilidad ante la ciudadanía, y eso no era responsabilidad única y exclusivamente del Gobierno, lo que sí es responsabilidad del Gobierno es la gestión. Por ejemplo, es responsabilidad del Gobierno que se hagan ruedas de prensa sin ninguna novedad, que se llegue a tal despropósito que se anuncien medidas que luego tienen que ser rectificadas, o que incluso haya intervenciones totalmente surrealistas y que no haya transparencia, o que incluso, señorías, se pretenda fiscalizar las preguntas que hacen los medios de comunicación. Aquí se ha hablado de acuerdos, de consensos, pero lo que llama poderosamente la atención es que este Gobierno, el Gobierno de España, dedique más tiempo a dirimir sus discrepancias internas que a consensuar, como se ha demostrado, con las comunidades autónomas y con los partidos de la oposición. Es inasumible en cualquier democracia que el presidente del Gobierno no llame al líder de la oposición para acordar, no solamente para hablar dos minutos en doce días, sino para acordar. Eso, por lo tanto, también lo tenemos que tener en cuenta. No es tiempo de egocentrismos, no es tiempo tampoco de planteamientos ideológicos autoritarios, como los que han lanzado durante estas semanas algunos miembros del Gobierno, y no del Partido Socialista, por cierto. Y eso ¿qué ha generado? Incertidumbre en la sociedad española y también en la propia Unión Europea. Y mientras tanto, ¿qué hacían las comunidades autónomas? Pues, fundamentalmente, afrontar con mucha voluntad, con muchas ganas y con mucho esfuerzo —y todos lo tenemos que reconocer— la situación que estamos viviendo. Pero en el Estado de las Autonomías se ha demostrado que no ha sido un acierto completo centralizar la toma de decisiones ni tampoco las compras sin contar para ello con las comunidades autónomas; comunidades autónomas que son las que tienen el conocimiento y la experiencia en la gestión diaria. Ahí podemos ver qué ha ocurrido con las pruebas diagnósticas, que han llegado tarde, y miles de ellas son ineficaces. Incluso en la propia Comunidad Foral de Navarra todos los partidos políticos han pedido al Gobierno que se hagan todas las que sea posible, y el Gobierno se niega sin una justificación. En esa línea, señorías, nosotros consideramos que se ha ido detrás de la infección. Un ejemplo dramático es que nos hemos dado cuenta de la situación que se vivía en las residencias cuando se han producido las muertes de los residentes, o las manifestaciones y espectáculos que el Gobierno ha autorizado, algunos de ellos jaleados por el propio Gobierno, cuando la infección ya estaba presente en España, o cuando había advertencias de los organismos internacionales. Pero es que, además, el Gobierno, en un rasgo de humildad, debería reconocer que no tomó decisiones adecuadas en un momento preciso. Nos hemos venido comparando con Francia, con Italia y con Inglaterra, y no lo hemos hecho ni con Portugal ni con Grecia ni con Alemania. Además, desde el punto de vista autonómico, la solución no es que cada uno haga lo que quiera. Por eso es un auténtico despropósito y es repugnante escuchar a algunas autoridades autonómicas aprovechar la pandemia para volver a mostrar su desprecio a España y a los españoles. Como diría Ortega y Gasset a los españoles en esta situación no nos ha quedado más que lo que él denominaba la pareja española: el enojo y la esperanza. Por eso hoy antes de finalizar esta intervención quisiera hacerle una exigencia al Gobierno: por favor, actúen con humildad, busquen el acuerdo sincero. Es inadmisible que se tenga semejante prepotencia y soberbia, incluso escuchar sorprendentemente a un ministro afirmar tajantemente que el Gobierno no tiene nada de qué arrepentirse. De verdad, después de todo lo que está pasando, señorías, la búsqueda del diálogo, del entendimiento, del acuerdo, no se proclama, se practica. Y este Gobierno, por desgracia, poco ha practicado en esta cuestión, Finalmente, señorías, en Unión del Pueblo Navarro seguiremos con la mano tendida, tendida para buscar soluciones a este crisis económica y sanitaria que estamos padeciendo, pero también seguiremos hablando alto y claro para denunciar la ineficacia o la falta de certidumbres que se pudieran cometer, y lo vamos a hacer, señora ministra, con lealtad; con lealtad y responsabilidad porque, además, es nuestro compromiso y nuestra obligación. Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Gracias, señoría. Tiene la palabra por el Grupo Parlamentario Mixto, el señor Egea Serrano. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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El señor EGEA SERRANO: Gracias, señor presidente. Señorías, soy senador por Teruel, una provincia que tiene un grave problema demográfico; una provincia donde si no actuamos pronto, nos dice el INE que a partir de 2030 tendremos un difícil futuro. Los problemas de Teruel no son únicos en España, se comprenden mejor si los observamos en la realidad del medio rural. Lo que llamamos España vaciada comprende veinticinco provincias en ocho comunidades autónomas, una realidad social que tiene un rango de problema estatal cuya importancia y complejidad exige la acción coordinada del Gobierno y de las comunidades autónomas. Las provincias de la España vaciada sufren una gran carencia de servicios públicos, en parte por el desequilibrio de sus comunidades autónomas. Ha sido dramático ver los casos de Segovia y Soria durante la pandemia. A nosotros nos preocupa que esto que hemos visto en Segovia y en Soria nos pueda pasar en Teruel si hay una segunda ola de contagios, porque tenemos un sistema sanitario diezmado. Solo tenemos dos hospitales, el más viejo de España en Teruel, y un hospital, el de Alcañiz, sin UCI. La ratio de UCI en la provincia de Teruel es la mitad de la de Zaragoza. Ni siquiera podemos hacer PCR en los laboratorios de mi provincia. Señorías, un país más equilibrado y mejor vertebrado afronta mejor este tipo de pandemias. En ocasiones las propias comunidades autónomas con sus políticas provocan estos desequilibrios, y sirva un mal ejemplo, mi propia comunidad, Aragón, donde el 50 % de sus habitantes viven en la ciudad de Zaragoza. Es absurdo e injusto por esto pensar que pueblos de menos de mil habitantes tengan que tener las mismas normas que otros más grandes; o incluso es injusto también que en Aragón se pretenda que la salida de la crisis en Teruel y en Huesca vaya a la misma velocidad que en Zaragoza. Señorías, la crisis sanitaria —y termino ya— traerá también una importante crisis económica. A las cifras del Banco de España que estima una reducción del 13,6 % del PIB hay que sumarle en mi provincia un 10 % adicional por el cierre de la central térmica de Andorra. Señorías, esto es dramático para mi provincia. Aún no hay firmado un convenio de transición justa. No solo implica a Andorra este tema, implica a gran parte de la provincia. La gente ha empezado a marcharse ante la falta de expectativas. La transición justa debe cambiar el sistema productivo actual, que es la transformación minero-eléctrica. No queremos una transición justa que implique solo llenar nuestro territorio de paneles solares y de molinos, poniendo en riesgo, además, la viabilidad del desarrollo económico de algunas comarcas por las afecciones al paisaje. Necesitamos un futuro económico a largo plazo, proyectos que sean motor de desarrollo. Señorías, lo decimos ahora y lo decimos siempre: ser pocos no resta derechos. Muchas gracias por el tiempo, señor presidente,

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señor Egea Serrano. Señor Catalán Higueras y señor Egea Serrano, esta Presidencia rogaría que los grupos que comparten el tiempo lo dividan al cincuenta por ciento en función de los intervinientes. A continuación, interviene el Grupo Parlamentario Nacionalista en el Senado Junts per Catalunya- Coalición Canaria/Partido Nacionalista Canario. Habían solicitado la palabra el señor Cleries i Gonzàlez y el señor Clavijo Batlle. Al no encontrarse en la sala el señor Cleries, tiene la palabra el señor Clavijo.

El señor CLAVIJO BATLLE: Muchas gracias, señor presidente. Señora ministra, muy buenas tardes a todos y a todas. Estamos en la fase de inflexión de una pandemia que ha provocado miles de muertos, que ha causado enormes daños en nuestra sociedad y que ha obligado al Gobierno de España a tomar decisiones traumáticas, medidas que han suspendido derechos y libertades fundamentales de todos los ciudadanos. Y hay que decir, señorías, que es inaceptable que un país como España haya cometido tantos y tan graves errores en la gestión de una crisis sanitaria como la que estamos padeciendo. Las Cortes españolas tendrán que pedir responsabilidades en su momento a quienes no supieron valorar la gravedad de la amenaza con el tiempo suficiente, a quienes pusieron en riesgo de contagio a miles de personas, autorizando concentraciones públicas y a actos deportivos cuando era un hecho manifiesto que el virus estaba en un proceso de escalada en nuestro país, a quienes exigieron al personal de la sanidad española que atendieran a casos de contagio careciendo de los equipos de protección necesarios, a quienes no supieron blindar las residencias públicas y privadas de mayores, exponiendo a nuestros ancianos al contagio y a una muerte en soledad. A los responsables de todos estos colosales errores, señorías, habrá que pedirles las responsabilidades que procedan cuando proceda. Yendo contra la lógica del modelo federal de las autonomías y contra el sentido común de la experiencia, el Gobierno de España decidió centralizar la respuesta ante el coronavirus. Las consecuencias de ese DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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mando único ya las conocemos: un sonoro fracaso. Cuando llegue la hora de ponerse las medallas, señorías, conviene tener presente quién se las ha ganado al final con su propio esfuerzo. Porque, ¿quién ha vencido al coronavirus? ¿Quién ha doblegado la curva de contagios? Hay que decirlo muy claro, señorías, han sido los ciudadanos que han cumplido de una forma admirable con la traumática medida del confinamiento. Ha sido el personal sanitario al que hemos puesto en grave riesgo de contagio atendiendo a los pacientes más graves sin las protecciones necesarias. Ellas y ellos son los que con su sacrificio han pagado el retraso con el que hemos actuado, al igual que en otros países europeos. Ellos y las miles de víctimas que se contagiaron porque no supimos actuar, detectar y aislar los primeros casos de nuestro país. El fallo de la detección precoz de la pandemia nos hizo reaccionar cuando el número de contagios se nos había ido de las manos. Y la única solución posible fue el confinamiento. La sociedad española tuvo que poner su vida en animación suspendida, paralizar los sectores productivos y el consumo, todo ello para proteger la salud de las personas, las hemos condenado a la pobreza, a la crisis, al cierre de las empresas y a las pérdidas de sus trabajos. Todo eso, señorías, se pudo haber evitado si hubiésemos reaccionado con velocidad, si hubiéramos actuado en la primera alarma de la Organización Mundial de la Salud a finales de enero, pero estamos donde estamos. Cuando hayamos vencido al virus tendremos que vencer el hambre. El precio que vamos a pagar por ganar la batalla contra la enfermedad va a ser muy caro y doloroso, no solo por esas miles de personas que hemos perdido para siempre víctimas de la enfermedad, sino por la pobreza sobrevenida que vamos a padecer. El Gobierno de España considera, con razón, que la salida de esta crisis depende de una decisión de la Unión Europea, que tiene que hacerse una salida conjunta y que los países del norte, los ciudadanos ricos, tienen que ser solidarios con el sur, con los países menos afortunados. Pero, señora ministra, ¿el Estado va a ser solidario con los territorios insulares que viven del turismo? Déjeme que le diga que lo dudo mucho. No existe ni un solo plan o programa de actuaciones del Gobierno que contemple medidas especiales para las comunidades con mayores dificultades. Por eso, no existe un plan de rescate para Canarias ni lo habrá, señora ministra. Pedimos fuera una solidaridad que no practicamos dentro. Una y otra vez repiten ustedes el mantra de que vamos a salir de esta, pero la mala noticia es que no todos tenemos la misma fuerza para salir. Hay territorios, como Canarias, donde la desaparición del turismo va a establecer un escenario radicalmente diferente al del resto del Estado. Señorías, les confieso que los canarios estamos angustiados porque nos enfrentamos a un problema cuya solución no está en nuestras manos. Al contrario de lo que ocurre a nivel europeo, el Gobierno de España no ha aprobado ningún mecanismo financiero extraordinario que nos permita tener tranquilidad; no ha puesto ningún plan de rescate adecuado a la realidad de cada uno de los territorios, y no nos ha dicho de cuántos recursos vamos a disponer ni con qué instrumentos podemos contar para atender la pobreza que se extenderá en las islas de una forma imparable. En Canarias se va a producir, al menos durante este año, la extinción de un modelo económico, la desaparición casi absoluta del turismo. Nunca, ni en nuestras peores pesadillas, pensábamos que nos íbamos a encontrar alguna vez con un escenario de turismo cero. Quienes vivimos en Canarias estamos fatalmente convencidos de que nos aguarda un escenario en el que se va a disparar la pobreza de las familias, un tiempo en el que tendremos que acudir a medidas excepcionales para garantizar el sustento de muchísimas familias durante un tiempo indeterminado. Señorías, las comunidades autónomas necesitan una respuesta clara de la Administración central del Estado para saber qué necesidades podremos atender en los difíciles momentos que nos esperan, y la respuesta no puede ser igual para todos los territorios; las respuestas tienen que adaptarse a los problemas; y Canarias necesita respuestas diferentes. Nos preocupan las palabras de la ministra de Hacienda, que ha dicho que la situación de Canarias es tan preocupante como la del resto del territorio. Entendemos que, como ministra del Gobierno de España, vele por el interés de todos los ciudadanos, pero no puede obviar, de ninguna de las maneras, que Canarias no es igual que la península y que en Canarias no se pueden aplicar las mismas recetas que en el resto del Estado. Señora ministra, no puede ser el mismo tratamiento para el que está ingresado en planta que para el que se encuentra ingresado en la UCI. Y en el caso de Canarias, y usted lo sabe muy bien, estamos hablando de una sociedad que puede enfrentarse a graves problemas de supervivencia. Este es el primer debate parlamentario sobre el coronavirus en el que participan el Gobierno del Estado, las comunidades autónomas y las fuerzas políticas, y la ausencia del presidente del Gobierno y de los presidentes autonómicos socialistas no es un castigo al grupo parlamentario que propuso esta reunión, es un castigo a esta Cámara; una decisión inconcebible de quienes han preferido dar la espalda al Senado, siguiendo una consigna política dictada desde Moncloa; un paso más en falso de quienes en esta crisis han quebrado el Estado de las Autonomías. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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Señora ministra, hoy no está aquí el presidente del Gobierno de Canarias ni nadie de su Ejecutivo, y podían haber estado; yo llegué ayer por la tarde y me voy mañana en el primer vuelo. Pero todos los canarios aquí, en esta Cámara, exigimos que se cumpla con las islas. Las administraciones canarias —sus cabildos, sus ayuntamientos, su comunidad autónoma— tienen dinero en los bancos, más de 3200 millones de euros, y ahora Canarias necesita ese dinero para que los ayuntamientos puedan pagar las ayudas de emergencia social, la comida, el agua o la luz de sus vecinos; para que los cabildos puedan hacerse cargo de los centros de mayores; para que la comunidad autónoma pueda pagar los servicios sociales, la educación y la sanidad, que ahora se van a quedar sin ingreso. Ese dinero es de los canarios, ahora es cuando lo necesitamos. ¿Por qué se siguen negando?, ¿por qué siguen dándonos largas? No nos merecemos este silencio del Gobierno de España. Canarias necesita recuperar los 100 millones de las políticas de empleo que ustedes nos han quitado, la transferencia de los 42 millones del Plan integral de empleo porque ese dinero es para la gente que trabaja con convenios en cabildos y ayuntamientos; ese dinero son los centros especiales de empleo, son personas con discapacidad que pueden tomar las riendas de su vida; son mayores de 45 años, reenganchándose al mercado laboral. Esos millones, que son nuestros, son miles de empleos, y los necesitamos ya, señora ministra. Canarias exige, además, los más de 1000 millones de euros de carreteras que el Estado nos debe por la sentencia firme del Tribunal Supremo; dinero que nos quitaron en la anterior crisis y que ganamos en los juzgados porque era de justicia. ¿Y sabe por qué lo queremos? Porque esos más de 1000 millones son empleos, es obra pública, empleos en el sector de la construcción, en infraestructuras que deben ser renovadas, en colegios que se modernizan; son palistas, fontaneros, electricistas, albañiles. Esos más de 1000 millones son también educación, sanidad y servicios públicos. Canarias exige, además, que se cumpla con su fuero, nuestro régimen económico y fiscal y nuestro Estatuto de Autonomía, que tan bien conoce usted, con sus derechos conquistados y recogidos como ley orgánica del Estado. Señora ministra, como canaria que es, usted sabe que todo lo que estoy planteando hoy aquí no son privilegios para las islas; lo que hoy le estoy trasladando y exigiendo son derechos reconocidos de los canarios, es poder usar su propio dinero, es poder endeudarnos; es que se le transfiera lo que ya tiene recogido en los presupuestos, y es que se cumplan sentencias y leyes, ni más ni menos. Para algunos populistas, un clima de crispación social por el abandono de Madrid a Canarias sería un excelente caldo de cultivo político, pero nosotros, señora ministra, no somos ni populistas ni irresponsables; no queremos hacer política sobre el sufrimiento de nuestra gente y sobre el hambre de nuestras familias. Así que, aunque le parezca extraño, lo que nosotros deseamos de todo corazón es que este Gobierno consiga el aplauso de todos los canarios, que lo hagan ustedes tan bien que reciban la admiración de todos los ciudadanos de las islas, pero hasta hoy mismo parece que este Gobierno no es consciente de la situación que van a padecer los canarios, y va a pasar como en la pandemia, van a llegar muy tarde y muy mal, cuando el virus de la pobreza haya infectado ya a cientos de miles de personas. Por eso, vuelvo a repetir aquí lo que ya hemos dicho, no permitan que un asunto de Estado se convierta a medio plazo en un problema de Estado. Canarias solo exige lo que le corresponde por derecho. Cumplan con Canarias, para que Canarias pueda seguir sintiéndose parte de este proyecto común. Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señor Clavijo. A continuación, por el Grupo Parlamentario Izquierda Confederal, tiene la palabra la señora González Modino.

La señora GONZÁLEZ MODINO: Gracias, presidente. Señora ministra, presidentes, consejeras, consejeros, señorías, muchas gracias a todos. Quiero empezar expresando en nombre de mi grupo, evidentemente, las condolencias, la tristeza por las personas que han fallecido, descansen en paz las víctimas, y el ánimo y el aliento a sus familiares; también el agradecimiento a todas las personas que han formado parte y siguen formando parte de los servicios esenciales durante esta pandemia —lo digo así por no citar toda lista, que, afortunadamente, es larga e intensa—. Gracias a todas y a todos. Es la primera vez que estoy en una Comisión General de Comunidades Autónomas en el Senado, y llevaba un rato, después de oírles a todas y a todos ustedes, preguntándome para qué estábamos aquí. Y llego a la conclusión, además repasando el orden del día, que estamos para debatir sobre la situación generada por la declaración del estado de alarma; se trata de la acción de los Gobiernos, de la coordinación, de la falta de coordinación, de los aciertos, de los errores que haya podido haber; no de enjuiciar o evaluar DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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el Estado de las Autonomías; no se trata de eso, señorías; no piensen en el elefante, que no hay ninguno en la sala. El Estado autonómico es una muestra de la madurez de nuestra democracia. Afortunadamente, no está en cuestión. Todos los Gobiernos, toda la sociedad, nos enfrentamos a un monstruo que no podemos dominar ni regular, ni política ni jurídicamente. No tenemos ni idea de la magnitud de sus consecuencias económicas, aunque nos imaginamos lo peor. Es monstruosamente incontrolable. Intentamos, los Gobiernos, todos los Gobiernos, y la sociedad, hacer cuanto podemos científica, política, económica y tecnológicamente para retomar el control, pero hemos tomado conciencia de que la vida humana es completamente vulnerable; es un tiempo extraño, no es normal este tiempo; hemos cambiado las normas para atender a la realidad. El estado de alarma no es la norma, es la excepción. En este tiempo extraño los modelos sociológicos no permiten predecir el porvenir, porque está fundamentalmente abierto. Hannah Arendt nos recuerda que en momentos históricos como este algo nuevo puede nacer. Hartmut Rosa habla de momento de resonancia colectiva en el que los actores sociales comprenden que pueden responder a la situación de una manera que los transforma a ellos y al mundo que les rodea. Algunos de ustedes han explicado respuestas transformadoras, de ustedes, de sus propios sistemas sanitarios, de sus propios sistemas sociales en las diferentes comunidades autónomas; se trata de ese tipo de respuesta transformadora. El monstruo es un virus, en consecuencia, el enemigo es el virus, no el Gobierno, ningún Gobierno; es un virus peligroso. Según nos cuentan los expertos, es nuestro propio sistema inmunológico el que reacciona contra nosotros provocando la llamada tormenta de citoquinas, que tanto dolor nos está provocando. No lo vimos venir, nadie lo vio venir. Hay cierta semejanza entre este virus y los totalitarismos, tampoco los vimos venir hasta que se introdujeron entre personas capaces de luchar contra sus propios intereses y contra sus propios derechos. La COVID-19 es una enfermedad que primero ataca a las poblaciones de riesgo, a aquellos con enfermedades crónicas, a las personas mayores, igual que la enfermedad del fascismo infecta a los grupos vulnerables y a los que viven en las periferias de nuestras ciudades o sufren las consecuencias de una política europea insensible a corregir desigualdades y a quienes no creen en el papel equilibrador de las políticas públicas, ni en el papel del Estado como defensor de los derechos de los ciudadanos. Sí voy a hacer un reproche al Gobierno, a todos los Gobiernos, al mando único y a los mandos múltiples, y es que han dejado desamparados a las sanitarias y a los sanitarios. No han sido capaces de proveer a tiempo los elementos necesarios para que pudieran cuidarse ellos mientras cuidaban y sanaban a todos los demás; eso va dirigido a los gobiernos actuales y a los gobiernos anteriores que recortaron las inversiones en sanidad hasta dejar nuestro sistema de salud en el esqueleto. Espero que el aprendizaje fundamental de esta pandemia sea que nunca, nunca, nunca más se recorte un céntimo en el sistema sanitario público, ni en ninguna escuela de salud pública, ni en ningún organismo autonómico que trabaje en la salud pública, nunca más, nunca más. El sentimiento general de la ciudadanía es de confusión, de incertidumbre, de frustración, de ruina y de luto. Frente al monstruo hay que tomar decisiones en el alambre de la incertidumbre. En ese contexto las decisiones entrañan grandes riesgos. Por eso, cuanto más debatidas, cuanto más compartidas, cuanto más consensuadas estén las decisiones, probablemente mejores resultados obtendrán. Estoy convencida, tras asistir al debate de hoy, de que esta Cámara tiene más sentido que nunca, que el Senado tiene más sentido que nunca, en contra de algunos o algunas que querían venir a pelearse con el presidente del Gobierno. ¿Se imaginan una Cámara donde los Gobiernos pudieran hacer lo que ustedes están haciendo hoy: debatir, consensuar, pactar, discrepar? Se llama federalismo, señoras y señores, es la forma más racional de organizar los Estados compuestos que tienen poder repartido. Han dicho lo que han querido decir y, desde mi punto de vista, el debate ha sido bastante constructivo, más constructivo que el debate que escuché ayer, por ejemplo, en el Congreso de los Diputados. Por eso, entre otras cosas, mi grupo, el Grupo de la Izquierda Confederal, ha solicitado que la comisión para la reconstrucción social y económica, si es que finalmente la hay, porque después del debate de ayer en el Congreso de los Diputados yo tengo algún temor de que no la haya, sea una comisión mixta Congreso-Senado. Mi grupo es un grupo particular, compuesto por seis senadores y senadoras, todos de designación autonómica; sumamos entre todas y todos casi dos millones de votos, los ciudadanos a los que representamos. Creemos que ahora, que es más necesaria que nunca la coordinación entre las decisiones de los Gobiernos, el Senado tiene una función vital que desempeñar: añade pluralismo político y diversidad territorial, elementos que suponen una ventaja siempre que se trata de buscar acuerdos y de construir futuro. Yo acabo de comprobarlo en el día de hoy. Coordinar no es subordinar, señorías, en este sentido y ante la desescalada, me voy a permitir hacer alguna propuesta en nombre de mi grupo, señora ministra. La unidad territorial no puede ser la provincia, DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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permítame la crítica y a continuación la propuesta. Esa idea de la provincia es una idea típica del Madriz decimonónico (enfatizo la zeta y pido, por favor, a la taquígrafa que lo ponga en cursiva, porque es una metáfora; no quiero en absoluto hablar de la realidad de la ciudad a la que adoro y que me acoge siempre de maravilla ni de la comunidad de la que forma parte); de ese Madriz —con la zeta— decimonónico, que es un poder concéntrico incapaz de ver más allá de la última de sus circunvalaciones. Desde que Javier de Burgos propuso en 1833 la división en provincias hasta la actualidad, han pasado ciento ochenta y siete años. El mundo ha cambiado, España ha cambiado y tenemos, efectivamente, un Estado autonómico en el que el poder está repartido. Las comunidades autónomas existen, están en la Constitución española. La plurinacionalidad es consustancial a la idea de una España democrática, no es ninguna idea radical de nadie; la escribieron los padres constituyentes, porque madre no hubo ninguna, pero los padres constituyentes la escribieron en 1978. Es necesario, señora ministra, coordinar y flexibilizar la gestión de la desescalada. Coordinar no es subordinar, hay islas y zonas rurales sin contagios. En Andalucía, en concreto, hay 271 pueblos sin ningún contagio. Creemos, señora ministra, que ustedes han olvidado un poco al mundo rural. Estamos en un momento de resonancia, escuchen, por favor; pautar de modo homogéneo las mismas medidas es un criterio político, no es un criterio científico, no es un criterio técnico, y, permítame, creo que es desconocer la diversidad. A lo mejor un poco menos de centralismo añade un poco más de eficiencia, cuenten con los ayuntamientos y con las comunidades autónomas. Algunas propuestas más, que se me acaba el tiempo. La primera de ellas es legislar y preservar la sanidad pública. Sobre ese tema mi grupo traerá iniciativas a esta Cámara y a todos los parlamentos autonómicos en los que estemos presentes. Hay que revertir los recortes, garantizar la financiación de las comunidades autónomas; se lo han dicho ya los consejeros, consejeras y presidentes y se lo digo yo también: garanticen, estudien, por favor, la financiación de las comunidades autónomas para garantizar que la sanidad esté bien financiada, que no se recorta. En otros momentos se ha planteado contención del gasto público —ahora toca salir—, y se va a volver a plantear enseguida cuando haya que salvar empresas, pero salven también la sanidad pública, es la garantía de poder salvar a la gente. Y necesario es también un ingreso mínimo vital complementario a las prestaciones autonómicas, porque en algunos territorios, como en Andalucía, la renta mínima de inserción no responde adecuadamente a las situaciones de necesidad social que plantean los ciudadanos. En cuanto a la Ley de dependencia, señora ministra, probablemente todo el dolor causado en las residencias de mayores hubiera podido ser paliado, ojalá, con una mejor atención a la Ley de dependencia. Y, por último, una alusión a Andalucía: de las cifras de paro del mes de marzo casi la mitad, el 46 %, son parados y paradas andaluzas y andaluces. Ojalá pudiera yo creer al consejero cuando dice que estamos preparados para el invierno y que somos autosuficientes. Yo vine ayer de Andalucía y sé que no ha podido cambiar tanto en un día: no estamos preparados para el invierno y no somos autosuficientes, ni social ni económicamente. Por ello le pedimos que, a continuación, en cuanto se pueda garantizar que la salud pública está controlada, resuelta la pandemia, atiendan la cuestión social y económica porque es fundamental. Si consiguen eso, señora ministra, será un éxito que estaremos encantados de reconocerle, así que, por favor, atiendan a las necesidades sociales y económicas de todo el país. Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señora González Modino. A continuación, hace uso de la palabra, por el Grupo Parlamentario de Ciudadanos, la señora Roldán Suárez.

La señora ROLDÁN SUÁREZ: Gracias, presidente. En primer lugar, por supuesto, un recuerdo a las víctimas. Todo mi cariño a sus familiares en estos momentos tan duros, cuando ni siquiera han podido despedirse de sus seres queridos, y el agradecimiento y el reconocimiento a todos aquellos profesionales que llevan semanas dejándose la piel al pie del cañón para que todos podamos salir cuanto antes de esta. Señorías, por fin, 50 días después de que la OMS declarara la pandemia por el coronavirus, tiene lugar este foro. Un foro en el que están representadas las comunidades autónomas, los grupos parlamentarios y también el Gobierno, en este caso, con la ministra a la cabeza. Han pasado exactamente 99 días desde que mi compañera, Marta Martín, diputada en el Congreso, le preguntara ya al Gobierno sobre la COVID-19. Fue el 22 de enero. Estamos a 30 de abril y hasta hoy no se ha podido reunir esta Comisión General de las Comunidades Autónomas. Hoy aquí estamos todos, o casi todos, los que le hemos tendido la mano al Gobierno, los que queremos arrimar el hombro en esta crisis y los que estamos cada día intentando dar lo mejor de nosotros mismos DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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desde nuestros puestos de responsabilidad para salvar vidas y salvar empleos. Sin embargo, señorías, falta la persona más importante, el que toma las decisiones, el presidente del Gobierno. Debería estar aquí hoy, cumpliendo con sus obligaciones. Y más si tenemos en cuenta que suele tomar las decisiones sin consenso, sin explicárselas a nadie. Qué menos que venir aquí hoy para darnos cuenta de estas decisiones. Ya sabemos que para el señor Sánchez el Congreso es ese sitio al que va a pedir apoyos sin haber pedido, insisto, opinión, primero. Pero que predique con el consenso y que luego ni siquiera se digne a venir aquí, creo que es un paso más en esa huida hacia adelante. Y lo digo con todo el respeto, señora ministra, porque le agradezco que usted sí haya venido aquí. Además, nosotros ya sabemos cómo actúa el presidente. El señor Sánchez toma las decisiones en solitario, pero luego socializa las consecuencias. El señor Sánchez habla de consenso, pero luego actúa de forma unilateral. Tiene una curiosa percepción del consenso el señor Sánchez; es un consenso a posteriori, o sea, él primero decide y ejecuta sin contar con nadie y luego pretende que la Unión Europea, que las comunidades autónomas, que los ayuntamientos, que la oposición, nos sumemos a sus voluntades, sin poner ninguna reserva y haciéndolo prácticamente a ciegas. Miren, el presidente del Gobierno lleva sin pisar esta Cámara desde el 25 de febrero, y desde entonces, aquí, en nuestro país, han pasado cosas terribles, situaciones trágicas, muy graves, muy tristes. Hace tan solo unos días el señor Sánchez nos hablaba de esas fases del plan de desconfinamiento, pero yo creo que primero hay que hablar de las fases que nos han traído hoy hasta aquí. El plan errático del Gobierno que nos ha traído hasta aquí repite sistemáticamente tres fases: la fase de negación, la fase de la improvisación y la fase de la rectificación. Primero, niegan los problemas. Después, los abordan con prisas. Y, efectivamente, después de esas prisas tienen que venir las rectificaciones, creando aún más confusión si cabe. Y lo que necesitamos es otra cosa. Necesitamos avanzar en línea recta, en la dirección adecuada y sin perder tiempo. ¿Y cómo se consigue eso? ¿Cómo conseguimos avanzar cuando estamos ante una crisis sin precedentes que, evidentemente, no venía con manual de instrucciones? Pues nosotros lo tenemos muy claro: de manera unilateral, no. Necesitamos consenso. No pueden ustedes, señores del Gobierno, hacer oídos sordos a aquéllos que les queremos dar consejos. Si les cuesta encontrar el camino, tendrán ustedes que admitir que cuatro, seis, ocho ojos, son mejores que dos. Si ustedes no quieren después tener que rectificar esos decretos y esos anuncios que hacen, consensuen, primero, con la oposición y también con los agentes sociales. Decía usted, ministra, que lo que quieren y lo que tienen que hacer es mejorar en la toma de decisiones. Pues hoy era una muy buena oportunidad para que el presidente del Gobierno estuviera aquí, para que pudiera escuchar estas propuestas, lo que le están demandando también las comunidades autónomas, los grupos parlamentarios. Y era una buena oportunidad que, de nuevo, el señor Sánchez ha dejado pasar. Miren, señorías, en esta Cámara, hoy y aquí, hay representantes de los cuatro Gobiernos autonómicos de Ciudadanos. A todos se les ha convocado a reuniones con Sánchez en las que han hablado, sin ser escuchados; en las que se les ha ocultado información y planes de actuación, de los que se han tenido que enterar en muchas ocasiones por la prensa. En Ciudadanos gobernamos para veinte millones de españoles; hemos liderado el cierre de las aulas en Madrid; la producción de test en Andalucía; medidas de transparencia en Castilla y León; la reelaboración de los presupuestos conforme a la pandemia en la Región de Murcia. Además, hemos bonificado también la cuota a autónomos en Madrid y en Andalucía, y, por cierto, hoy se les ha cobrado esa cuota a los autónomos. Y yo me pregunto: Si hemos podido nosotros en Madrid y en Andalucía ayudar a esos autónomos, ¿por qué no puede el Gobierno ayudar también a los autónomos de toda España? No lo entendemos. Pero hay más, por ejemplo el señor Aguado, vicepresidente de la Comunidad de Madrid, compañero de Ciudadanos, fue el primero en proponer la salida de los niños para que pudieran salir una hora a la calle al día. ¿Y ustedes qué hicieron? Pues pusieron en marcha esas tres fases. Primero lo negaron, haciendo oídos sordos a la propuesta; luego improvisaron mandando a los niños a la farmacia y al súper —que no se me ocurre peor propuesta, lo siguiente era ya mandarlos a los centros de atención primaria— y, por supuesto, luego tuvieron que rectificar. Este es un ejemplo perfecto de las verdaderas fases de su plan: negación, improvisación y rectificación. Y el resultado es siempre triplemente negativo: más incertidumbre, pérdida de credibilidad y pérdida de tiempo. Escuchen las propuestas. Escuchen, señores del Gobierno. Y, además, no es solo que no nos escuchen, es que ustedes han acabado imponiéndonos un plan de desconfinamiento improvisado, un plan que ha consensuado el señor Pedro Sánchez con el señor Pedro Sánchez, porque no ha hablado con absolutamente nadie más. Ustedes habían puesto en marcha un estudio de seroprevalencia y ni siquiera se han esperado. Nos decía, señora ministra, que estas reuniones sirven y que ustedes lo que quieren DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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es tomar la medida, la métrica de cómo estamos. Pues me parece difícil hacerlo si el día 27 empiezan el estudio y el día 28 sale el plan de desconfinamiento. ¿En qué se basa ese plan de desconfinamiento? Y entiendo que ustedes pidan lealtad en un momento como este. Nosotros se la hemos brindado desde el primer día. Pero es que ustedes también tienen que ser leales con las comunidades autónomas donde no gobierna el Partido Socialista, puesto que esa lealtad tiene que ser recíproca, porque si no, ya no es lealtad, es subordinación. No sé qué concepto tienen ustedes de consenso, si es, por ejemplo, que los Gobiernos autonómicos se enteren por la prensa o por la televisión de cuándo se van a tomar las medidas. A mí no me parece que eso sea consenso. Tampoco entiendo qué concepto tienen ustedes de lealtad, si es ese mismo, que les demos apoyo sin ningún tipo de información ni ningún tipo de consulta. Que ustedes tenían un concepto de la lealtad bastante difuso, la verdad es que lo teníamos claro, porque le elogian la lealtad a Rufián y a aquellos que quieren liquidar nuestro país. Pero abran los ojos, vean quiénes están a su lado cuando las cosas vienen mal dadas: los diputados de Ciudadanos, apoyando sus decretos pese a los errores; nuestros Gobiernos autonómicos, consultando todas las medidas; nuestro grupo liberal en el Parlamento Europeo, salvándoles también la papeleta porque Podemos rompe todos los consensos. Y respecto a sus socios, permítanme que les hable como catalana y como el líder del partido que ganó las elecciones en Cataluña. El presidente del Gobierno busca constantemente al señor Torra, mientras se dedica a darle la espalda a la oposición leal y responsable, a darle la espalda a aquellas comunidades que sí están cumpliendo con su deber. Yo no sé si el Gobierno ha escuchado las palabras de la portavoz del Govern, la señora Budó, diciendo que si Cataluña fuera independiente habría menos muertes. Estas barbaridades, estas aberraciones, son las que tenemos que soportar en Cataluña en medio de tantísimo dolor. Pues bien, hoy aquí no hay ningún representante del Govern de la Generalitat. Tampoco han venido los representantes de Esquerra Republicana y del PDeCAT que dan apoyo a ese Gobierno, así que para mí también es un orgullo estar aquí hoy representando y dando voz a todos los catalanes en esta Comisión General de las Comunidades Autónomas en el día en el que, de nuevo, el Govern de la Generalitat no ha sabido estar a la altura de las circunstancias. Yo no sé si ustedes vieron la moción de Esquerra Republicana aquí en el Senado, en mitad de la pandemia, en la que lo que hacían era atacar al Estado. No sé si han visto también cómo, por ejemplo, partidos como Bildu, instigaban a hacer caceroladas cuando la UME va a desinfectar y a salvar vidas. Eso también ha pasado en Cataluña, impidiendo que la UME entrara en las residencias de ancianos, con lo mal que lo están pasando. Ha pasado también en Cataluña. Hemos visto a Torra obstaculizando que la UME pudiera montar hospitales de campaña. Así que, desde aquí, de nuevo y como catalana, quiero dirigirme a la UME, en particular, al Ejército, en general, y decirles que, por supuesto son bienvenidos en Cataluña. Que somos más los catalanes que reconocemos y agradecemos la gran labor y la gran ayuda que nos han prestado en estas semanas tan duras. Estos son los socios que ustedes han buscado, y simplemente, por esos delirios nacionalistas que anteponen la ideología a cualquier cosa, nosotros creemos que era necesario el mando único. Pero el mando único también tiene que escuchar, señora ministra. Así que hágannos caso, no les ha ido tan mal cuando nos han escuchado, cuando les pedimos que declararan el estado de alarma, y lo hicieron; cuando les pedimos que flexibilizaran los ERTE y lo hicieron; cuando les pedimos también que aplazaran las declaraciones trimestrales y que ayudaran a los autónomos. Desde aquí, hoy, desde esta Comisión de Comunidades Autónomas, les volvemos a tender la mano para que juntos podamos hacer la rectificación que necesitamos todos, que necesitan todos los españoles, que es corregir el rumbo. Y a mí no se me ocurre un lugar mejor que esos pactos de la transición que propusimos en Ciudadanos. Vayamos juntos, pongamos en común las ideas, la experiencia, el talento y las ganas de trabajar por España. Insisto, creo que no hay mejor foro que ese foro de la reconstrucción que propusimos en Ciudadanos. Pero hay que hacerlo cuanto antes, sin perder más tiempo, señora ministra. Gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señora Roldán Suárez. A continuación, hace uso de la palabra, por el Grupo Parlamentario Vasco en el Senado, la señora Vaquero Montero.

La señora VAQUERO MONTERO: Muchas gracias, ministra. Presidentes y consejeros de las diferentes comunidades autónomas, arratsalde on guztioi. Comienzo mi intervención recordando a las personas fallecidas, haciendo llegar nuestra solidaridad a todas las familias que han perdido un ser querido y también a todas aquellas personas que hoy están sufriendo y luchando por superar esta enfermedad. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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Lehen hitzak beraz, hildako guztiak eta haien familiak gogoratzeko. Gure elkartasun guztia beraientzako. Hilabete tristeak eta gogorrak izaten ari dira azken hauek familia askorentzat. Gogorrak eta ziurgabetasunez Beteta. Etorkizuna beltz edo etorkizunik ikusten ez duten herritar asko dago, eta gu, erantzunkizun politiko eta publikoa dugun herri ordezkari geranok, krisi honen kudeaketan ardura berezia eta besterezina dugu. Bertaratu diren Gobernu ezberdinak krisi honi aurre egiteko egindakoa eta topatutako zailtasunak zeintzuk diren kontatu dizkigute gaur.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Perdone, señora Vaquero Montero. ¿Podría esperar un momento? No podemos oír la traducción. (Pausa). Será solo un minuto, que estamos intentando solucionarlo. (Pausa).

La señora VAQUERO MONTERO: Esan nahi nuena da, hemen gauden talde politikoetako ordezkariek Estatuko instituzio batean edo bestean gobernu ardurak ditugu, eta badakigu zerri egin behar digoun aurre eta zer arazorekin topatzen ari garen modu eraginkorrean erronka horri aurre egiteko. Aldez aurretik esan, Eusko Alderdi Jeltzalearen egitekoa eta jarduna krisi honetan ez dela oztopoak jartzea izan eta izango, ezta agintean dagoen Gobernuaren kontra, interes partidistagatik harrika aritzea. Gure nahia, eta helburua, erantzunkidetasunagatik, modu koordinatuan eta adostuan, leialtasunez krisi latz honetatik ateratzeko lan egitea da. Hau da, egoera honetatik ateratzeko erantzun bateratuan eta koordinatuan sinisten dugu. Errespetuz jokatu eta jokatuko dugu, eta era berean errespetua exijituko dugu, funtsezko eskubideei, gure instituzioei eta autogobernuari. Eusko Jaurlaritzako Sailburuak esan bezala, krisi sanitarioak, aukera ezin hobea planteatu zion estatuari, Estatu Autonomikoaren sendotasuna egiaztatzeko; hau da, bere ohiko arauekin erronkari eraginkortasunez erantzuteko gai dela azaltzeko, salbuespeneko arautara jo gabe. Baina ez zuen Estatuko gobernuak aukera hau erabili, eta horrela Estatu Autonomikoak horrelako krisiei aurre egiteko izan zezakeen balioa gutxietsi du. Zein izan da Sánchezen koalizio gobernuaren hautua? Emerjentziazko araudia baliatuz, agintari eskudun bakarra, mando único delakoa Estatuko Presidentearen eskutan uztea. Eta hautu horrek ondorio batzuk ekarri ditu. Eta gaur hemen, erkidegoetako gobernuek azaleratu dituzten arazo horiek ekarri ditu. Nahiz eta bere interbentzioan ministrak adostasunaren beharra azpimarratu duen, ez da hori errealitatean gertatu dena. Koordinazioaren ordez, zentralizazioaren hautua egin da, eta agerian utzi du gobernu honek ez duela baliagarria ikusten estatuko estruktura ez zentralizatua eta ez duela konfidantza nahikorik erkidego autonomoetan. Hala ere, gaur arte, gure taldeak Kongresuan Alarma Egoera deklaratzen (aldarrikatzen) zuen Errege Dekretua eta honen luzapenak babestu ditu. Nahiz eta Dekretu honen bidez estatuko gobernuak pandemia kudeatzeko egindako hautua, zentralizazioarena eta inbasio konpetentzialarena, ez konpartitu. Pandemia lehen fase honetan gelditzeko, zirkulazioa mugatzea ezinbestekoa zela sinistuta, arduraz aritzea erabaki genuen eta gure baiezkoarekin babestu genuen gobernuaren jarduna, nahiz eta behin baino gehiagotan, Sánchezen gobernuak kooperazio eta koordinaziorako erakutsi duen borondate-eza izan ordainean jaso izan dugun erantzuna. Akatsak izan dira, gobernu guztietan izan dira akatsak. Baina izan dira baita ere, inprobisazioak, eta pandemiari aurre egiteko Sanchezen gobernuak aukeratutako kudeatzeko marko zentralistak eragindako akatsak ere izan dira. Eta honek mesfidantza sortu du, sortu du alde batetik gizartean eta bestetik, konpetentziak dituzten Erkidegoetako Gobernuetan. Gaur hemen mesfidantza hori ere azaldu egin da . Akats batzuk ulergarriak dira, beste batzuk,ez hainbeste. Estatuko gobernuak, Alarma egoerak kongresuan izan duen babes handi hori, boterea bere eskuan zentralizatzeko erabili du. Ez du oraindik ulertu, emandako konfiantzak joan etorrikoa izan behar duela, eta erantzunkidetasuna partekatua izan behar dela, konfrontazioa ekiditeko, efizientzia hobetzeko, eremu konpetentzialak errespetatzeko. Nork ezagutuko du hoberen bere herria, herri bakoitzeko osasun sistema, konpetentzia duen gobernuak baino. Nork hobeto, Osasun sistemaren planifikazioa, kudeaketa eta azken erabakia bere esku azken hamarkadetan izan duen gobernu batek baino? Hala ere, Estatuko Gobernuak, estatuko lurralde eredua errespetatu nahi izanez gero, badu oraingo fase honetan aukera bikaina. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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Lehendakariak joan den igandean, autonomi erkidegoetako bileran, zera eskatu zion estatuko gobernuari: irizpide gehiago eta tutoretza gutxiago. Hau da, koordinazioa, kolaborazioa, konfiantza eta erabakimen partekatu gehiago, ministra anderea. Gure taldeak, Euskadiko gobernuak lankidetza eskaini dio estatuko gobernuari, eta honi, umiltasuna falta izan zaio erantzunkidetasuna eta erabakiak partekatzeko, eremu konpetentzialak errespetatzeko. Eta politikoki aztertuz gero, ministrak esan bezala, akordioa helburua bada, estatuko gobernuaren zapatak jantzita, ez da azkarra izan gobernuaren funtzionamendua. Egunero ikus eta entzuten ditugunak eta gero, eta gaur hemen entzun ditugunak eta gero, Estatuko gobernuak erkidegoetako gobernuekin konplizitatea eta lankidetza bilatu izan balu, krispazio politikoa baretuko litzateke. Horrek, krisi humanitario latz honekin erabilpen politikoa egin nahi duten alderdiak jokoz kanpo utziko lituzkete. Astearten Sanchez jaunak aurkeztutako planak besteak beste, badu aipamen berezia merezi duen kontzeptua, probintziaren lurraldetasunaren inguruan. Baina ez naiz hemen geldituko. Uste dut asko hitz egin dela horri buruz. Euskadin hamarkadak daramatzagu osasuna hezkuntza edota gizarte-babesa behar bezala kudeatzen. Aginte bakarrak ez du eskaintzen eredu hobea eta eraginkorragoa. Alderantziz. Horrela uste dugu.

Lo que quería decir es que los distintos gobiernos y grupos que comparecemos hoy tenemos responsabilidad de gobierno en alguna de las instituciones del Estado, somos conscientes de la envergadura de la crisis a la que nos enfrentamos y de los obstáculos que hemos de superar para encarar este desafío de forma eficaz. La labor del Gobierno vasco no ha sido la de obstaculizar ni la de ir contra el Gobierno por interés partidista. Nuestro objetivo ha sido trabajar con responsabilidad y de modo coordinado porque se trata de salir de esta crisis de forma coordinada y en cooperación. Estamos convencidos de que la salida está en una respuesta coordinada y conjunta. Vamos a obrar con respeto, pero exigiremos también respeto a los derechos fundamentales, a nuestras instituciones y al autogobierno. Tal y como ha dicho el consejero, la crisis sanitaria brinda una oportunidad única al Estado para comprobar la solidez del Estado autonómico; es decir, que es capaz de responder de manera eficaz al reto con los mecanismos ordinarios, sin tener que recurrir a medidas de excepción. Sin embargo, el Gobierno del Estado no ha utilizado esa vía y así se ha subestimado el valor del Estado autonómico para hacer frente a una crisis de estas características. ¿Cuál ha sido la opción a la que ha recurrido el Gobierno de coalición de Sánchez? Recurriendo al reglamento de emergencia, ha dejado el mando único en manos del presidente del Estado, y esa opción ha traído una serie de consecuencias y dificultades que los gobiernos de las comunidades autónomas ya han puesto de manifiesto aquí. Aunque la ministra, en su intervención, hablaba de la necesidad del consenso, la realidad nos ha dejado una imagen contraria: en lugar de la coordinación se ha optado por la centralización y se ha puesto de manifiesto que este Gobierno no considera útil esa estructura descentralizada. Además, se ha visto también que no tiene confianza en las comunidades autónomas. A pesar de ello, y hasta hoy, nuestro grupo en el Congreso ha apoyado el real decreto por el que se declaraba el estado de alarma y también ha validado las prórrogas, aunque no compartamos el enfoque que ha adoptado el Gobierno para gestionar la pandemia: el de la centralización y la invasión competencial. Eso no lo compartimos. Para frenar la pandemia en esta primera fase, convencidos de que era indispensable restringir la movilidad, decidimos actuar con responsabilidad y apoyamos la labor del Gobierno del señor Sánchez, aunque en más de una ocasión hayamos recibido como respuesta una falta de voluntad de cooperación y de coordinación. Todos los gobiernos han cometido errores, pero ha habido también improvisación y fallos debidos al marco centralista elegido por el Gobierno del señor Sánchez para gestionar la crisis. Esta situación, además, ha generado desconfianza: por un lado, en la sociedad y, por otro, en los gobiernos autonómicos con competencias. Y eso se ha explicado hoy muy bien. Algunos errores son comprensibles, claro que sí; pero otros, no. El Gobierno del Estado ha utilizado la aceptación del estado de alarma para centralizar el poder en sus manos. No ha entendido aún que la confianza depositada debe ser recíproca y que la responsabilidad ha de ser compartida para evitar la confrontación, para mejorar la eficiencia y para respetar los ámbitos competenciales. ¿Quién mejor situado que el gobierno autonómico, que es el que conoce a su ciudadanía y su sistema sanitario? ¿Quién mejor situado para poder planificar, gestionar y tomar las decisiones que el gobierno que ha tenido esas competencias en las últimas décadas? Aun así, el Gobierno del Estado está a tiempo para respetar el modelo territorial en esta fase o en las próximas. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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El lehendakari, en la reunión del domingo pasado con las comunidades autónomas, solicitó al Gobierno del Estado más criterio y menos tutela; es decir, coordinación, colaboración, confianza y más capacidad decisoria compartida. Mi grupo parlamentario y el Gobierno de Euskadi han ofrecido su cooperación al Gobierno del Estado, pero a este le ha faltado humildad para compartir responsabilidad y decisiones, así como para respetar los ámbitos competenciales. Además, si lo analizamos desde el punto de vista político —tal y como decía la ministra—, y si el objetivo es el acuerdo, si nos ponemos en la piel del Gobierno del Estado creemos que su decisión no ha sido muy inteligente habida cuenta de lo que oímos y de lo que vemos. Tal y como hemos visto hoy, el Estado debería haber buscado complicidad con las comunidades autónomas y así habríamos apaciguado esa crispación política. Y ello, además, habría dejado fuera de juego a esos partidos que han utilizado esta crisis para hacer partidismo. El plan presentado por el señor Sánchez menciona especialmente esa unidad territorial que es la provincia, pero no me voy a detener mucho aquí porque creo que ya se ha hablado largo y tendido al respecto. En Euskadi llevamos décadas gestionando de manera eficaz la salud, la educación y la protección social, y el mando único no ofrece un modelo mejor ni más eficaz, sino todo lo contrario. Eso es lo que opinamos.

La coordinación y la responsabilidad compartida entre las instituciones es esencial para realizar los análisis más certeros y, en consecuencia, tomar las decisiones más acertadas para superar esta crisis: la crisis sanitaria y la crisis socioeconómica consecuencia de la primera. ¿No es más eficaz ni adecuado al ordenamiento territorial del Estado tomar como modelo a Alemania y que sean las propias comunidades autónomas las encargadas de adoptar y gestionar las medidas de desescalada de forma coordinada con el Estado? Los datos están ahí. El modelo alemán se basa en la coordinación, en el respeto y en la confianza; confianza entre las diferentes instituciones, de la ciudadanía en las instituciones y en su gestión política. No nos repitan aquello, que ha vuelto hoy a mencionar, de que no tiene sentido hacer diferencias entre comunidades porque el virus no entiende de fronteras. Es demagógico porque, como ustedes saben, la situación sanitaria, la realidad social y cultural, y la actividad económica no son las mismas en las diferentes comunidades autónomas. Incluso, el ámbito competencial para hacer frente a las diferentes medidas a tomar no es el mismo y no sería eficaz aplicar la misma medida a realidades diferentes. Incluso en el plan presentado por el presidente del Gobierno el pasado martes, a los medios de comunicación, se hacen distinciones en las fases de desescalada dependiendo de la situación de los territorios. Euskadi no necesita tutelaje para la desescalada, no necesita un Gobierno del Estado que, vía decreto y apoyándose en el mando único, le diga qué tiene que hacer y cuándo lo tiene que hacer. Euskadi, como el resto de las comunidades autónomas, lo que necesita es compartir y acordar criterios, colaborar y trabajar desde la lealtad para hacer frente a esta pandemia global y a las duras consecuencias socioeconómicas que nos va a dejar. El lehendakari les propone una y otra vez colaboración, y colaboración es lo que le proponemos nosotros. En política, como en muchos ámbitos de la vida, es muy importante estar a la altura de las circunstancias con lealtad y responsabilidad. No les cuento nada nuevo si les digo que nosotros defendemos un marco bilateral de relación con el Estado y que, sobre la base de los derechos históricos del País Vasco y de nuestro ámbito competencial, no es este el marco ideal de relación y defensa de Euskadi. Seguimos defendiendo la bilateralidad, la coordinación y la corresponsabilidad. Finalizo mi intervención indicando que esperábamos más, señora ministra —por eso es por lo que le dimos nuestra confianza— y seguimos esperando más; de ustedes depende que la vuelvan a tener. Como han podido escuchar, no he dedicado tiempo a incidir en los errores de algunas de las decisiones concretas que se han tomado, sino en el modo de gestión. Reconocemos las grandes dificultades y la magnitud de la crisis y no es nuestra intención criticar, sino colaborar, aportar y acordar desde el respeto. Cumpliremos con nuestra responsabilidad. Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso Gonzalez): Muchas gracias, señora Vaquero Montero. A continuación, hace uso de la palabra la portavoz del Grupo Parlamentario de Esquerra Republicana- Euskal Herria Bildu, la señora Bideguren Gabantxo. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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La señora BIDEGUREN GABANTXO: Arratsalde on, Darias ministroa, presidente eta sailburu guztiok, arratsalde on eta eskerrik asko emandako azalpen guztiengatik.

Buenas tardes. Señora ministra Darias, señoras y señores presidentes, muchas gracias por todas las explicaciones que han dado.

Señorías, el martes se presentó públicamente el plan de desescalada progresivo para aliviar las drásticas medidas que esta crisis sanitaria nos obligó a tomar. Muchas son las preguntas sin respuesta hasta hoy, que espero que se vayan aclarando. Este plan contempla diferentes fases para llegar a lo que el presidente Sánchez llamó la nueva normalidad y nos preocupa una vez más la forma en la que se pretende liderar y gestionar este plan. Esperemos que no sea la base para esa nueva normalidad de la que habla. Es verdad, señora ministra, que sus palabras de hoy son esperanzadoras, pero también es verdad que los hechos a veces son muy diferentes a las palabras. Al contrario de lo que el Gobierno repetía una y otra vez, parece que el virus sí entiende de territorios y de fronteras; y ahora entiende de provincias. Euskal Herria Bildu, no sale de su asombro. A los que hemos sido alcaldes o alcaldesas nos ha tocado gestionar algunas crisis y está claro que son momentos de grandes emociones, en los que aflora nuestra verdadera esencia. En este sentido, las medidas adoptadas hacen evidente, una vez más, que no se respeta la plurinacionalidad ni el autogobierno y se avanza hacia la recentralización y la uniformidad; además, ahora se quiere reforzar el modelo provincial. Pero, señora ministra, más allá de las pretensiones políticas, consideramos que el modelo que se plantea no es eficiente. En Euskal Herria hay situaciones muy diferentes en una misma provincia. Por ejemplo, en Vizcaya, Ondárroa, Ea o Bilbao tienen grandes diferencias epidemiológicas, sanitarias y demográficas, pero ustedes, ajenos a esto, sin consultar ni contrastar o dialogar, han considerado que la provincia es la mejor de las unidades para aplicar el plan de desescalada. Podríamos hablar también de las limitaciones de las comunidades autónomas y nos encontraríamos con que alguien de Leitza, Navarra, no puede ir a Tolosa, Guipúzcoa, aunque en su día a día sea lo más natural del mundo para estos habitantes; o el sinsentido de los ciudadanos de Treviño. Asimismo, podríamos hablar también de los estados y preguntar su opinión a la ciudadanía de Irún, Guipúzcoa, Estado español, y de Hendaya y Lapurdi, Estado francés, que conviven prácticamente juntos, hacen las compras en un lado y en el otro, trabajan en un lado y en el otro, y desarrollan su vida social conjunta en un lado y en el otro, porque somos un país dividido por fronteras legales, pero no sociales. Esa es nuestra realidad. ¿Qué quiero decir con esto? Lo que quiero decir es que la realidad es compleja, pero que hay una medida que sí responde mejor a la realidad social, de modo que seguramente seríamos mucho más eficaces: las áreas locales y naturales. Esa es la escala que necesitamos, la de abajo, la cercana, la que conoce realmente la realidad sanitaria, demográfica, social y económica. Es por eso por lo que no es un capricho, sino una necesidad. Se trata de ser eficientes y de dar una solución adaptada a la realidad. Permitan y hagan copartícipes de las decisiones a las instituciones más cercanas a la ciudadanía, esas que conocen bien sus necesidades, las que pueden dar una fotografía real de la situación en cada momento y valorar los pasos que deberían darse. Euska Herria Bildu ha confeccionado, con expertos en la materia, un plan detallado para la desescalada en nuestro país, basado en eso, en el conocimiento de nuestra realidad. Es una propuesta que hemos hecho llegar a las instituciones y agentes políticos, sociales, empresariales y sindicales de nuestro país; una propuesta que estamos dispuestos a debatir. Por eso, compartimos y nos sumamos a la petición realizada hoy por el señor Erkoreka. Es hora de recuperar nuestras competencias y solicitamos que nuestras instituciones autonómicas, forales y locales tengan toda la capacidad de diseñar, valorar y decidir. Asimismo, solicitamos que se establezca una relación bilateral, de igual a igual, entre el Gobierno español y el vasco para todas las decisiones que puedan afectar a la vida de los vascos y de las vascas.

Sailburu, egia da, zentralizazioak ez dituela emaitza eraginkorrak bermatzen, ezta gutxiago ere, eta horretan ados gaude. Baina horregatik ez dugu ulertzen, Madrilen ez duguna nahi Gasteizen nahi izatea, eta azalduko dut. Gustatuko litzaidake printzipio hauek, aurretik komentatu ditudanak, elkarrekin defenditzea Espainiako Gobernuari ulertarazteko gure autogobernua eta erabakitze ahalmenak Euskal Herritarren gehiengo zabal baten babesa dutela. Euskal Herria Bilduk elkarlanerako espazioak sortzeko eskua luzatuta du. Eta ez dugu ulertzen Madrilen eskatzen den elkarlan hau zergaitik Gasteizen izan ezin dugun. Kuriosoa da Sailburu, EHBildu legebiltzarreko bigarren indarra izanik, hau dela krisi honi buruz iritzi eta proposamenak elkartrukatzeko bigarren aldia. Eta kuriosoa baita ere, Gasteizen izan beharrean, Madilen izatea. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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Señor consejero, estamos de acuerdo en que la centralización no garantiza resultados efectivos, ni mucho menos. Es por eso por lo que entendemos que lo que no se quiere en Madrid se quiera en Vitoria. Me gustaría que defendiéramos juntos estos principios para hacer entender al Gobierno del Estado que nuestro autogobierno y nuestra capacidad decisoria tiene un amplio apoyo de los ciudadanos de Euskal Herria. Euskal Herria Bildu tiene la mano tendida para la creación de espacios de colaboración y no entendemos por qué no se puede desarrollar en Vitoria-Gasteiz la colaboración que solicitan en Madrid. Es curioso que estas reuniones se hayan realizado en Madrid y no en Vitoria-Gasteiz, y esta es solo la segunda ocasión que debatimos estos temas.

Hablemos y compartamos más, señor Erkoreka. Tenemos la mano tendida para dialogar, debatir, aportar y acordar. Esperemos que reconsideren su postura y se abran a compartir las decisiones futuras. Apuesten por un espacio de colaboración, donde participen todas las administraciones y todos los agentes políticos. Termino. Es importante hacer una buena lectura de lo que ha ocurrido e integrarlo en nuestro aprendizaje individual y colectivo. Esta crisis nos ha dado una gran lección y tenemos la oportunidad de hacer un mundo mejor. Ha puesto a prueba el sistema sanitario; ha puesto en valor la importancia de los cuidados, de lo público y lo común; y ha cuestionado el consumismo y la productividad, ya que cuando el sistema se ralentiza el planeta lo agradece. Además, nos ha enseñado que la riqueza no garantiza la vida y que lo importante es lo importante. Nosotros somos parte del problema en esta crisis, pero somos también parte de la solución. Por ello, tendemos la mano para poner a las personas en el centro y transformar la realidad de manera conjunta. Nos exigirá valentía, responsabilidad y grandes esfuerzos, pero estamos dispuestas a ello. Tenemos un compromiso y creo que lo estamos demostrando. Vamos a salir de esta crisis, lo tengo muy claro, pero es importante que hablemos y acordemos de qué manera vamos a salir. Eskerrik asko. Muchas gracias.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señora Bideguren Gabantxo. A continuación, tiene la palabra el portavoz del Grupo Parlamentario Popular en el Senado, el señor Maroto Aranzábal.

El señor MAROTO ARANZÁBAL: Señora ministra, ¡vaya papelón el de esta tarde! ¡Vaya papelón!, pero me imagino que se lo habían advertido. ¡Vaya mal trago el suyo! Pone cara de que no, y entonces es que no se lo han contado. Verá, en la videoconferencia del pasado domingo —este no, el anterior— hubo varios presidentes autonómicos que le pidieron expresamente al señor Sánchez que hoy estuviese aquí. El presidente del Partido Popular y líder de la oposición, el señor Casado, en la videoconferencia que mantuvo con el presidente del Gobierno también le pidió expresamente que hoy estuviese aquí. Por eso hablo de su papelón, porque han buscado a alguien para escurrir el bulto y le ha tocado a usted. En cualquier caso, mi intervención —que pretende ser de máximo respeto, aunque me va a escuchar decirle cosas de forma vehemente— va a empezar tratando de explicar por qué creemos que era importantísimo que estuviese presente el presidente del Gobierno. Hemos escuchado al señor Sánchez desde hace un mes, entre contradicción y contradicción o, entre mentirijilla y mentirijilla —cuando no mentiras abiertas directamente—, pedir mesas de debate con los partidos y con las comunidades autónomas. Sin embargo, el Partido Popular consideró razonable que fuera en esta comisión, dado que nuestro ordenamiento constitucional la señala como el único foro —señora ministra, el único foro dentro de nuestro orden institucional— recogido de forma reglada para que el presidente del Gobierno, los presidentes de las comunidades autónomas y los partidos políticos puedan debatir. Al señor Sánchez se le llena la boca —solo eso, se le llena la boca— pidiendo la colaboración y el apoyo a los partidos de la oposición, cosa en la que, no me negará que —vamos a hablar de ello enseguida— el Partido Popular ha estado a la altura porque, ¿quién le vota a usted y a su Gobierno los decretos? ¿Usted sabe el rechazo interno que eso genera muchas veces entre nuestros simpatizantes, o entre gente que ni siquiera nos apoya, pero que no comprende cómo el Partido Popular presta su apoyo a los decretos de Sánchez, con lo que está haciendo Sánchez? ¿Usted lo sabe? Sin embargo, y a pesar de todo eso, el Partido Popular es quien está apoyando esos decretos del estado de alarma. Por otro lado, el presidente del Gobierno dice que se quiere coordinar con los presidentes de las comunidades autónomas. Y déjeme que, de entrada, señora ministra, le pida un favor: no vuelva a llamar Conferencia de Presidentes a las videoconferencias, a ese Aló, Presidente de los domingos, que es un monólogo, donde el señor Sánchez escucha a los presidentes de las comunidades autónomas de su mismo color político. ¡No le van a decir ahí las verdades del barquero! Lo tendrán que decir aquí. Los presidentes de las comunidades autónomas no consideran DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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esas reuniones de los domingos una Conferencia de Presidentes, que debería ser un debate para coordinar políticas y para ponerse todos a remar en una misma dirección, entendiendo las contradicciones y los errores mutuos y, evidentemente, los aciertos de las diferentes administraciones. ¿Qué le ha pasado a usted, señora ministra? Se lo digo con todo respeto: que hoy ha hecho aquí un papelón. En el primer turno, no nos ha contado más que una detallada retahíla de reuniones —según usted, al más alto nivel— de un montón de ministerios. Me parece extraordinario. ¡Solo faltaba que no se hubieran reunido! Pero no ha podido contar aquí a los presidentes y consejeros de comunidades autónomas ninguna medida relevante ni ha resuelto ninguna duda importante antes de que ellos pudiesen intervenir. Señora ministra, esa ha sido su primera intervención y no sé si en la segunda utilizará el estilo Sánchez, la de poner el ventilador y repartir para todos; algo que ya está haciendo con el partido que, hasta hoy, después de abandonarle los socios de su Gobierno —ya hemos escuchado sus intervenciones—, es quien está votando a favor de esos decretos de alarma. Advertencia número uno —en lenguaje político, no lo interprete como una amenaza—, para el Partido Popular es una falta de respeto mayúscula la ausencia del presidente en esta sesión, y tomamos buena nota de cara a nuestra actuación en las próximas semanas, como también tomaremos nota del tono y el contenido de su respuesta a los portavoces de los grupos y de las comunidades. Estamos cansados, hartos de prestar un apoyo imprescindible y recibir como respuesta, en demasiadas ocasiones, salidas de tono. Vamos a hacer la prueba del algodón también con usted esta tarde —y, entiéndame, que hablo exclusivamente en lenguaje político—. Señora ministra, en la réplica a las comunidades autónomas no ha podido usted detallar —lo cual era evidente— ninguna de las medidas u opiniones que le han vertido los presidentes autonómicos. Supongo que las habrá anotado todas —y lo habrá hecho con mucho cariño y diligencia—, pero no hemos tenido la oportunidad de llevar a cabo en este hemiciclo del Senado un debate sobre las propuestas que se han hecho aquí. La presidenta de la Comunidad de Madrid ha hecho propuestas —me ha dejado una carpeta llena de ellas—, sin embargo, en su réplica ni siquiera las ha mencionado. Hemos escuchado, por ejemplo, al presidente de la Comunidad de Castilla y León decir: ¿No es más interesante, de cara a la reapertura del sector de la hostelería, utilizar el criterio de distanciamiento en vez del de porcentaje de clientes? Y usted tampoco ha hecho ninguna referencia a ello. Son propuestas concretas que, día tras día, está haciendo el Partido Popular y que se quedan ahí, en el cajón de los ministros o del presidente del Gobierno. Y no ha podido hacerlo, señora ministra —y de ahí mi referencia a su papelón de hoy— porque necesitábamos a alguien con capacidad de discurso transversal. No hago de menos a su ministerio, ¡solo faltaba! —intento ser respetuoso, como le he dicho—, pero transversal es el líder de un Gobierno. Y por eso están presentes aquí los presidentes de las comunidades autónomas que han podido venir, y por eso queríamos contar con el presidente del Gobierno, porque usted no es la ministra de Sanidad, usted no es la ministra de Política Social, usted no es la ministra de Economía, es una ministra del Gobierno con competencias en coordinación autonómica. Queremos al presidente del Gobierno porque es imposible comprenderle. Señora ministra, Sánchez hoy se ha aplicado el Quédate en casa, justo el día que no tenía que hacerlo, cuando tenía la oportunidad de iniciar un debate con los presidentes y consejeros de las comunidades autónomas. De verdad, en su fuero más interno, ¿no percibe la contradicción? A lo mejor es que este foro de coordinación entre los presidentes autonómicos le molesta a Sánchez porque es un foro abierto, donde quien quiera puede estar siguiéndolo y los medios de comunicación que lo deseen pueden escuchar cada una de las declaraciones que se vierten aquí. A lo mejor eso no gusta porque su Gobierno persigue más la crítica que la pandemia, señora ministra, y perdone que se lo diga. Podemos recordar frases de algunos miembros de su Gobierno en la sesión de control del otro día, cuando dijeron: aquí no hay que pedir perdón por nada; aquí no nos arrepentimos de nada; aquí no hay que mirar hacia atrás ni hacer autocrítica por nada. Esto es lo que estamos viviendo. Hay algunas cuestiones adicionales a las que han manifestado los presidentes autonómicos que a nosotros nos preocupan especialmente. Como decía la señora Roldán, ¿cuándo hay que creerles a ustedes? Yo les he creído cuando decían que iban a hacer un plan de seroprevalencia y que, con esos datos, iban a diseñar ustedes un plan de desescalada. ¿Es así? Porque se han inventado el plan de desescalada sin hacer el estudio de seroprevalencia ¿o no es así? También había pensado —en mi ingenuidad, obviamente— que a lo mejor en esta ocasión el Gobierno sí iba a hacer un plan de coordinación con comunidades autónomas. ¿Hay algún presidente o algún consejero de comunidad autónoma, señora ministra, que haya participado un poco en el plan de desescalada anunciado de forma confusa por su Gobierno? Ya le anuncio yo, desde la oposición, que también van a recular en relación con este plan, que no va a ser como lo han anunciado, para variar. ¿Se han coordinado con alguno de ellos? ¿Sí o no? La respuesta es no y si no, desmiéntamelo, o pida a su jefe, el presidente del Gobierno, la información. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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Señora ministra, aproveche la ocasión para resolver algunas cuestiones que preocupan muchísimo a nuestro partido, que representa a millones de españoles en nuestro país. Por ejemplo, ¿qué le van a decir ustedes a un hostelero que diga que no le salen los números si abre al 30 % de su capacidad? ¿Les van a decir ustedes, mirándolos a los ojos, que como les han dado la oportunidad de abrir, se acabó lo de que el Estado vaya a financiar los ERE de sus trabajadores? ¿Sí o no? Créame, señora ministra, que estoy deseando escucharle decir que no y aplaudiría encantado esa respuesta porque hoy hay miles de personas dedicadas al sector de la hostelería que no saben lo que va a pasar con ellos. Y ya no le cuento —seguro que en esto van a recular ustedes— lo que está pensando todo el mundo con sentido común, que se pregunta en qué manos estamos, con un Gobierno que les dice a los hoteles que abran las puertas y empiecen a trabajar, a la vez que dice: ¡Señores, no se muevan ustedes de su provincia! No nos vamos a poner públicamente de acuerdo, ¿verdad, señora ministra? Pero con los ojos estamos de acuerdo. Es una ocurrencia y, como esta, otras tantas. Termino ya, señor presidente, para apostillar. El Partido Popular tiene el derecho y la obligación de ser vehemente con ustedes en los errores que se cometen, y quizás tenemos todavía más legitimidad que otros grupos que le han apoyado, por ejemplo para la investidura, porque hasta el día de hoy, y a pesar de lo que han hecho ustedes con nosotros, hemos estado a la altura de las circunstancias, apoyando unos reales decretos para mantener el estado de alarma cuya no aprobación hubiese supuesto un verdadero drama para aprobar los confinamientos en el ámbito nacional y evitar la pandemia. Estará también de acuerdo con eso.

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Señor Maroto, debe finalizar.

El señor MAROTO ARANZÁBAL: Termino ya, señor presidente. Trátennos simplemente con la mitad de elegancia y de legitimidad, por la necesidad que tiene el Gobierno, y no repitan los errores que hemos visto manifiestamente en otros portavoces y miembros del Gobierno en demasiadas ocasiones. Es una oportunidad, y para el Partido Popular esta de hoy no es una oportunidad cualquiera. Creo que he sido francamente claro y estoy diciendo lo que estoy diciendo. Muchísimas gracias. (Aplausos).

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias. Tiene la palabra, por el Grupo Parlamentario Socialista en el Senado, la señora De Pablo Dávila.

La señora DE PABLO DÁVILA: Gracias, señor presidente. Señora ministra, señores consejeros, presidentes de las comunidades autónomas de Murcia y Ceuta, muchísimas gracias, y mi solidaridad, independientemente del color político, para todos a los que les está tocando ese día a día tan duro en esta etapa de su vida política, que no tengo ninguna duda de que les ha quitado muchas horas de sueño. Mi solidaridad también y la de mi grupo con todos los familiares de los fallecidos, con los que en estos momentos están enfermos y con todos aquellos que están viviendo con angustia tener que estar en primera línea para garantizar los servicios esenciales. Hay muchos españoles que se merecen nuestra solidaridad, nuestro respeto y nuestra admiración, y, señor Maroto, no se merecen una intervención como la suya, que ha roto el nivel bastante razonable que había hasta este momento. Se ha dicho que es una grosería que no estuviera el presidente del Gobierno, que es de mala educación. Yo no veo en estos momentos a la señora Ayuso; pero, señores del Partido Popular, la culpa es suya por forzar la máquina. Tampoco ha podido estar el presidente de Galicia, tampoco ha podido estar el presidente de Andalucía, porque ustedes tenían demasiada prisa, y esta Comisión General tendría que haberse celebrado más adelante, cuando se les dijo en la Mesa y Junta de Portavoces. Han decidido tensionar tanto que al final se les ha vuelto en su contra. ¿Qué pasa? ¿Que si no está el presidente del Gobierno es porque es un maleducado? ¿El presidente de Galicia o el de Andalucía también? No, no era el momento para celebrar esta importante comisión general. Pero estamos aquí, y yo agradezco muchísimo —coincido con lo que ha dicho la señora González— el tono y el nivel de muchas intervenciones. Esta Comisión General es, efectivamente, muy importante. Por cierto, la última vez que se reunió fue en 2014; se reunió dos veces en 2013 y dos veces en 2014 para reformar estatutos, y aquí no vino el señor Rajoy a visitar esta Cámara, pero sí es el embrión de lo que sería la Cámara territorial del Senado, su naturaleza intrínseca constitucional. En ese sentido, se ha celebrado, hemos tirado para delante y es importante. ¿Qué hemos visto hoy? Hemos visto dos modelos: estamos España y Europa, y el mundo. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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Señora ministra, le agradezco muchísimo todas las explicaciones que nos ha dado, porque son relevantes, aunque haya habido gente que no haya querido escucharlas. Esta pandemia —y lo han dicho muchos de ustedes que están al pie del cañón— no se podía prever y nadie podía calcular lo que se venía encima. He escuchado dos modelos muy claros: he escuchado a los consejeros de comunidades socialistas hacer una apuesta por la colaboración, por sumar esfuerzos y por salir todos juntos y unidos adelante, y he escuchado a presidentes de comunidades autónomas, y siento decirlo, en la confrontación política, sin ningún interés en sumar ni en contribuir. El problema que tienen ustedes, señores del Partido Popular, es que conciben la política como fuego cruzado, como una guerra; parecen dignos herederos del Tea Party. Les recomendaría que se leyeran el libro Cómo terminan las democracias, porque nos encontramos con que no saben en qué momento poner por delante las diferencias políticas y partidistas o sumar esfuerzos, como nos están exigiendo los españoles. Hemos visto dos modelos ideológicos claros —por cierto, ¡qué herencia más buena dejaron los gobiernos socialistas al presidente de Andalucía, con una sanidad absolutamente pública y de izquierdas! ¡Qué diferencia con la privatización de la sanidad de Madrid, que se lo venían avisando desde hacía muchos años!—, dos modelos sanitarios totalmente diferentes. Un modelo defiende una sanidad pública robusta para poder salir de esta crisis y prever futuras situaciones. Pero también dos modelos económicos, y voy a decir por qué. Este Gobierno ha tenido que hacer frente a tres ejes: medidas sanitarias para salir de la situación de pandemia mundial —por cierto, no actuó tarde, el 14 de marzo, con 120 fallecidos—, medidas económicas y medidas sociales para que no se quedara nadie atrás. Señora Roldán, qué pena que sea usted tan joven. Yo, que llevo veinticinco años cotizando como autónoma y sufrí la crisis de 2008, le puedo asegurar que por primera vez, hoy 1 100 000 autónomos han cobrado la prestación, y hasta ahora nunca lo habíamos visto. (Aplausos). Viví las crisis de 1994 y de 2008, y por primera vez este Gobierno ha reconocido a los autónomos una prestación análoga al desempleo —eso debería saberlo—, y además la han cobrado precisamente hoy. El resto de las medidas de los dos modelos las he ido escuchando atentamente. Si hacen ustedes un análisis de la Comunidad Valenciana y de las medidas que han tomado Madrid, Murcia o Andalucía, verán que frente a la reconversión industrial y las ayudas de Valencia, con 5 millones, Madrid, cero; Murcia, cero; Andalucía, cero. Si ven las ayudas al sector turístico: Valencia, 6,5 millones de euros; Madrid, cero; Murcia, cero; Andalucía, cero. No me voy a extender mucho más. Ayudas complementarias a los trabajadores al margen de las reconocidas por el Gobierno del Estado, en Valencia entre 150 y 600 euros; en Madrid, cero; en Murcia, cero y en Andalucía, cero. Esa es la diferencia de los modelos ideológicos, que hoy ha quedado aquí muy plasmada. Por un lado, la defensa de lo público, del Estado de bienestar y de la red para no dejar a nadie atrás, y por otro, la defensa del libre mercado, la defensa de la privatización y la defensa de trabajar para los que menos lo necesitan porque son los que más pueden. En cuanto a las medidas sanitarias, siento que no esté aquí la señora Ayuso, porque me gusta decir las cosas a la cara. Que no podía preverlo nadie, se lo tengo que decir, señor Maroto, porque usted el 25 de febrero interrogó directamente al presidente del Gobierno —que, por cierto, vino voluntariamente, a petición propia, y volverá antes de que termine el periodo de sesiones—. Sin embargo, no vimos nunca a los presidentes del Partido Popular; dos veces al señor Rodríguez Zapatero, una vez al señor Sánchez, pero no les hemos visto nunca a ustedes por aquí. ¿Usted sabe lo que le preguntó? Por su obsesión: Venezuela, por la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, eso es lo que le preguntó el 25 de febrero al presidente del Gobierno, que vino voluntariamente a esta Cámara, a pesar de que todas sus comunidades autónomas han dicho que ellos esta pandemia mundial ya la vieron venir y se anticiparon mucho mucho al Gobierno del Estado. ¿El 3 de marzo la señora Pradas preguntó por el coronavirus? No, señorías, no señoras consejeras y consejeros, preguntó por la otra obsesión que tiene el Partido Popular: por una reunión del 26 de febrero con los partidos catalanes independentistas. Eso es lo que ustedes estuvieron planteando aquí en esta Cámara. Respecto al tema sanitario, le tengo que decir a la señora Ayuso que nosotros no vamos a hacer batalla de los muertos. El 17 de marzo murieron 17 personas en una residencia de ancianos que desde el día 13 le estaban pidiendo y suplicando ayuda; el 16 incluso le mandaron un correo. Sin embargo, nosotros lo que decimos es que a todo el mundo le ha pillado el toro. Respecto a las mascarillas, ¿cómo se puede atrever el señor Casado a decir el 17 de abril que es infumable y que es inaceptable en el siglo XXI adquirir mascarillas ilegales cuando tenemos 12 000 defectuosas en Galicia, 20 000 en Andalucía y otras tantas en Murcia? Señor Maroto, esta pandemia era para sumar esfuerzos, no para utilizar partidistamente a los muertos. Es muy duro lo que estoy diciendo, pero es la verdad. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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Por último, la iniciativa ante Europa. Es verdad que España ha liderado las iniciativas para que salgamos de esta pandemia internacional juntos y unidos con Francia, con Italia y con Portugal frente al norte, y lo vamos a conseguir. En muchos momentos lo ha liderado, y ahí están los 1,5 billones de euros encima de la mesa, más el resto de las medidas que no son créditos, que son transferencias. ¿Está usted diciendo que vamos a ir con Francia, con Italia y con Portugal y no vamos a ir unidos con ustedes? ¿Sabe cuál es su problema, señor Maroto? Que ustedes cuando hablan de lealtad hablan con un sí condicionado y muy bajito y con un no muy ruidoso, y eso da una lealtad de muy poquita calidad y de una gran fragilidad y poco creíble. Termino porque no tengo más tiempo. A ustedes todo les parece poco, incluidos los muertos. Tienen tal ansia, que están decididos a ponerse el luto antes de hacer el recuento de los fallecidos. Quieren patrimonializar el dolor. Debiera haber un tiempo para todo, y ahora —ya pedirán ustedes responsabilidades— es el tiempo de unir y sumar esfuerzos. Con el pacto de los balcones que hacen cada día los españoles a las ocho de la tarde, nos están diciendo claramente: Pónganse de acuerdo, remen todos, que lo que me estoy jugando es mi futuro, mi salud y la de mis hijos. Aprendan, recapaciten y sean de verdad leales institucionalmente y no simplemente con la boca chica; ahí están los medios de comunicación esperándoles. Señores del Partido Popular, señoras y señores, es el momento de agradecer la presencia de todas las comunidades autónomas que han venido y lamentar las que no han podido o no han querido venir. Tengo que decir que estoy absolutamente orgullosa del trabajo y del esfuerzo que está haciendo el Partido Socialista en todas las comunidades autónomas y en el Gobierno de este país, porque no se va a quedar nadie atrás, por lo menos con nuestro esfuerzo. Muchas gracias. (Aplausos).

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señora De Pablo Dávila. A continuación, en turno de réplica a los portavoces de los grupos parlamentarios, tiene la palabra la señora ministra de Política Territorial.

La señora MINISTRA DE POLÍTICA TERRITORIAL Y FUNCIÓN PÚBLICA (Darias San Sebastián): Comienzo esta intervención final —espero no extenderme mucho dada la hora que es— agradeciendo el tono de las intervenciones, de todas, las que han sido más favorables a la posición de esta ministra, y por tanto del Gobierno, y las que han sido más críticas. Siempre la crítica es constructiva, y el tono tengo que agradecerlo. Estaba acostumbrada a otros tonos que he escuchado en esta Cámara. Insisto, agradezco el tono; aunque sea vehemente o crítico, lo agradezco, y creo que es importante. Intentaré brevemente contestar a cada una de las cuestiones que han planteado someramente los distintos grupos parlamentarios. UPN empezaba diciendo que la centralización había sido un error. No quiero reiterarme, pero es importante ver dónde estamos, dónde estábamos y dónde estamos. Se podrían haber cogido otros modelos, sin duda alguna, pero se optó por este porque era el que nos permitía —lo creíamos así, estábamos convencidos y los hechos nos han dado la razón— luchar mejor contra la pandemia —quiero ponerlo de manifiesto, más allá de que pueda haber otras consideraciones—, y agradezco la mano tendida, porque creo que es absolutamente necesario e imprescindible. A Teruel Existe le digo que es verdad que necesitamos un futuro, necesitamos crear futuro y crear esperanza, y ese futuro y esa esperanza están aquí también; están en todas y cada una de las fuerzas políticas que componen este arco parlamentario y en las distintas responsabilidades de las Presidencias autonómicas. Y quiero agradecer a quienes se han quedado hasta el final, tanto al presidente de Murcia como al presidente de la Ciudad Autónoma de Ceuta. Gracias de corazón. Tengo que agradecer públicamente el respeto que me han mostrado. También agradezco a la consejera que se haya incorporado y lamento que la presidenta se haya marchado, e insisto, agradezco que usted esté hoy con nosotros. Ese futuro es el que tenemos que compartir juntos, es el que tenemos que inventar juntos. La representante de Izquierda Plural, creo que se llama así aquí. (Rumores). Perdón, rectifico, no tengo ningún problema: la representante de Izquierda Confederal citaba a Hannah Arendt, que dice que una de las razones de ser de la política es asegurar la vida de la gente en su más amplio sentido. Si alguna razón ha tenido la política, la tiene hoy en toda su magnitud. Por tanto, quiero agradecer todas las aportaciones que han hecho, porque ahora más que nunca es cuando la política tiene que dar respuesta a esta situación para asegurar la vida de la gente. Al representante del Grupo Nacionalista Canario —tengo que decirlo, señor Clavijo, no me resisto a ello, aunque me tengo que reprimir para no contestarle tanto y no monopolizar todas las respuestas, porque DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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alguna información sí tengo— quiero decirle que todos los territorios están presentes para el Gobierno de España, Canarias también. Esta ministra, como usted entenderá, se ocupa de todos los territorios, también del mío; un territorio que conozco bien. El modelo que tenemos es fruto de tantos años del Gobierno anterior. Teníamos que haber hecho muchas cosas y las tenemos que seguir haciendo. Es un reconocimiento que está ahí, ¿verdad? También quiero reconocer la labor que está haciendo el Gobierno de Canarias; por cierto, una de las comunidades en las que, en esta ocasión, la lejanía ha sido un factor a favor y no un hándicap, como siempre ha sido la lejanía y la insularidad. Ha sido un hándicap a favor, porque ha permitido que el virus no se expandiera con tanta virulencia como lo ha hecho por otros territorios de España. Quiero reconocer la labor que ha hecho el Gobierno de Canarias, como todas las demás, en esta ocasión porque, por ejemplo, ha sido muy importante que se haya podido realizar el acopio de material. Usted sabe perfectamente por qué no ha estado aquí el representante del Gobierno de Canarias, entre otras cosas, por responsabilidades institucionales, no por otras, y porque se tarda dos días. En cualquier caso, sí le digo algo, y es lo siguiente. Ha citado a los ayuntamientos, y es una reivindicación de todos. Estamos reuniéndonos con la FEMP, con la Federación Española de Municipios y Provincias. Y en cuanto a la utilización del superávit, ya hemos acordado que tenemos que buscar las vías para poder hacerlo posible, porque también los ayuntamientos están teniendo un papel protagonista en esta pandemia. Por tanto, hay que ayudarlos para que lo sigan teniendo, porque, como les decía antes, todavía nos queda un largo camino. Lo que se ganó durante este camino ha sido salvar vidas, pero lo que se perdió son las vidas que se dejaron por el camino; eso nos debería hacer reflexionar sobre la necesidad de seguir avanzando juntos. A Izquierda Confederal —lo había apuntado bien, me anticipé—, le digo, como dije antes en mi intervención, que la vida es vulnerable. Hemos aprendido lo frágiles y sólidos que son los lazos que nos unen. Hemos aprendido o hemos añorado —al menos, yo lo añoro— el volver a abrazarnos. Esos lazos también nos reclaman lo institucional. Ahora más que nunca es cuando tenemos que estar de la mano en esa colaboración interinstitucional, da igual los colores. Aquí no hay colores, hay gobiernos que se están enfrentando a la pandemia, y hay grupos parlamentarios que quieren ayudar, y otros no, cada uno con su responsabilidad y cada uno tendrá que responder cuando le toque. Es posible que la representante de Izquierda Confederal no haya visto bien el plan; es posible, no digo que no. Lo dije antes y lo vuelvo a repetir, es una hoja de ruta porque sobre algo teníamos que ir. Si escuchamos a distintas presidentas o presidentes de comunidades autónomas, cada uno dice una cosa. Lógicamente, la ciudadanía lo que quiere es que abramos ya, es un ansia lógica y una expectativa necesaria y humana de mucha gente. Durante todo este tiempo hemos visto quiénes han dicho una cosa y lo contrario. Han dicho: no cierren, no abran o sí abran. Es lógico por la propia evolución de la pandemia, por las incertidumbres que nos ha generado; es comprensible. Este Gobierno entiende esas manifestaciones. También pedimos, si no es mucho, que entiendan las nuestras, porque nos está pasando lo mismo porque no había mapas ni cartas de navegación. Es verdad, y eso hace que las decisiones se tomen como se toman, es verdad, pero siempre con una determinación clara: salvar vidas. La provincia —lo dije— es la unidad de partida. Puede que sea la unidad de llegada en unos casos, y en otros puede que no, pero es la que más granula, y no solo desde el punto de vista sanitario. Se puede decir que está el área de salud, no lo discuto, pero también existe el punto de vista de la movilidad, y el punto de vista de los aspectos sociales y económicos están ahí también y son cuestiones a considerar. Esta es una hoja de ruta sobre la que trabajar, y ahora el Gobierno de España va a tener encuentros bilaterales con las comunidades autónomas, porque no se trata de que sea una provincia u otra, no, el Gobierno ha dicho que la desescalada es asimétrica. Y en primer lugar, los territorios tienen que cumplir por igual unas capacidades sanitarias, tienen que ser capaces de tener una respuesta ante esa pandemia y, por supuesto, deben tener unos números que nos garanticen a todos que estamos en el camino correcto y que no habrá retrocesos, porque esa es la gran amenaza que tenemos, que retrocedamos en lo que hemos avanzado. Por tanto, tiene que haber una hoja de ruta en común; tiene que haber un panel de indicadores que nos diga en cada momento de manera transparente y pública dónde está cada comunidad, dónde está cada territorio, y a partir de ahí, podremos ir entrando o no en las distintas fases, porque hay territorios que en la fase cero pueden hacer ya como si estuvieran en la fase uno. Es el caso de La Graciosa, El Hierro, La Gomera y Formentera. ¿Por qué? Porque las condiciones sanitarias, y de aislamiento también en este caso, lo favorecen, y se ha considerado oportuno, de acuerdo también con las comunidades autónomas, el poder hacerlo con ellas de la mano. DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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Así pues, estamos coordinando. Esa es la estrategia, esa y no otra, pero hay que poner una hoja de ruta sobre la mesa, y si hay más planes, como los que tienen las comunidades, también habrá que verlos. Por cierto, muchas de las cuestiones que están en los planes autonómicos están incorporadas. ¿Que hay que incorporar más? Pues habrá que verlo. No es un tema cerrado; habrá que verlo en cada encuentro bilateral que se produzca. A la representante de Ciudadanos le quiero agradecer la mano tendida; siempre es necesario, y por parte de esta ministra y de este Gobierno la va a tener. Nos dice que vamos con prisa, que hacemos rectificaciones, y quizá se le escapa que tenemos competencias y responsabilidades compartidas, nosotros en el Gobierno de España, y ustedes en los de las comunidades autónomas de los que forman parte. Y eso que nos ha pasado a nosotros, también les ha pasado a ustedes. Y tanto que nos piden —y tienen razón— que pactemos, ¿por qué no han pactado ayer, cuando el representante socialista en la Asamblea les hizo el ofrecimiento de un pacto por Madrid? Eso también es importante. Es importante, por una cuestión de coherencia en la vida y también en política, que lo que planteemos en un sitio lo planteemos también en el otro. Porque teniendo usted razón, la puede perder, como también la puedo perder yo; no me quedo atrás, se lo aseguro, no me quedo atrás. Pero esto es importante. ¿Hay que avanzar en línea recta? Por supuesto. Pero también hay que dar respuesta al colectivo que ha estado en primera línea en esta crisis, los sanitarios, creo que tenemos una deuda pendiente con ellos. Y no hay que hacer recortes. Tenemos que ver qué podemos hacer; aún no lo sé, pero sí tengo claro que el principal colectivo con el que tenemos que hacer algo es este, que está sufriendo los contagios en carne propia, pero no con algunas medidas adoptadas por ustedes, eso también lo tengo claro. Tenemos que ver cómo lo podemos hacer conjuntamente. A eso me ofrezco, a hacerlo conjuntamente, pero no hay que correr, tenemos que ver si es posible y cómo. Es verdad que cuando las cosas son positivas y gustan tienen padre y madre —eso es algo a lo que estamos acostumbrados— y normalmente tienen más padres que madres. Y digo esto por reivindicar la cuestión de género. Es ideología total, lo reconozco, no voy a negarlo, más bien al contrario, hago militancia y de la buena. Pero cuando hay errores, no. Yo tengo que ser sincera. La primera vez que yo escuché hablar de los niños fue a un representante de una comunidad autónoma. ¿Es verdad que hay muchos? Sí. ¿Que esa era la línea que había que seguir? Sí. ¿Y por qué? Porque todos coincidíamos en que en este período de aislamiento quienes más están sufriendo son nuestros hijos y nuestras hijas, es verdad, y había que adoptar alguna medida, pero con cautela, con responsabilidad, como hizo la inmensa mayoría de las personas de este país el pasado domingo. Pero tenemos que perseverar en la cautela. Quiero lanzar un mensaje de prudencia y de cautela, que deben ser los vectores que nos guíen en esta actuación. Señora Roldán, dice cosas de allá que suceden aquí, socios que no están allá, pero que tienen aquí. Eso también puede chirriar. En cualquier caso, le agradezco la mano tendida; ese es el camino por el que tenemos que seguir. Desde luego en el Gobierno la van a encontrar, y especialmente en esta ministra que le habla. Al Grupo Vasco le quiero agradecer el apoyo que siempre ha dado al Gobierno en los planes de prórroga. También quiero reiterar que este Gobierno y el partido en el que milito, del que también entenderán que les hable, es un claro defensor del Estado autonómico, porque estamos comprometidos con él. Es cierto que usted ha hecho muchas reivindicaciones por parte del Grupo vasco, con el que, por cierto, el Partido Socialista de Euskadi compartimos Gobierno, un pacto que creo que es tremendamente positivo y que ha dado muy buenos resultados. Por tanto, tenemos logros comunes de los que nos podemos sentir satisfechos y creo que ustedes también, y lo digo por aquello de no patrimonializarlo todo, sino también compartir, que creo que es importante. ¿Ha habido fallos por la centralización del sistema? ¿Es el ámbito competencial el que dirime el éxito o el fracaso de una determinada política? Pudiera ser; es una pregunta y, desde luego, podrían ustedes decir que sí, y no les quito la razón. Pero le digo algo: usted ha puesto de ejemplo a Alemania, pero las soluciones en Alemania son distintas, porque allí no hay relaciones bilaterales, hay relaciones horizontales y multilaterales. Es verdad que la pandemia no ha impactado igual en Alemania que en España. Puedo poner otro ejemplo a contrario sensu, que es el de Portugal, un Estado que nada tiene que ver con la descentralización, más bien al contrario, es un Estado tremendamente centralizado y los resultados de la pandemia son distintos. Teniendo en cuenta lo que usted me dice, la pregunta que yo hago es la siguiente: La expansión de la pandemia, o la reducción en este caso, el doblegar la curva, ¿es por un reparto competencial o tiene que ver con otros factores? Por cierto, universidades prestigiosas como Harvard o Luther King están DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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diciendo que quizá pueda tener que ver —y lo digo con toda prudencia— con los niveles de polución o de contaminación que tienen las ciudades. Aún tenemos mucho que avanzar, tenemos mucho que ver y conocer de este virus. En cualquier caso, lo que sí le quiero decir al representante del Grupo Vasco es que tiene en nosotros toda la complicidad y, desde luego, tenemos que mejorar todas las disfunciones que se puedan haber producido. Siembre tiene que haber un puente de entendimiento y siempre lo tendrá con esta ministra. No en vano, la primera cuestión a la que me dediqué cuando accedí a la responsabilidad ministerial fue retomar las relaciones bilaterales, entre otras con el Gobierno vasco para avanzar en transferencias que quedaron pendientes y en otros paquetes de transparencias que hasta ahora no se han producido. Por tanto, creo que no hay duda en cuanto a la voluntad de este Gobierno en ese sentido. Otra cosa es la pandemia en la que estamos, que requiere y ha requerido unas actuaciones tremendamente excepcionales, pero dejando claro que las comunidades autónomas siguen teniendo la gestión de las competencias en los servicios ordinarios. Creo que es importante recordarlo, porque, de lo contrario, no estaríamos diciendo la verdad. Es cierto que hay decisiones que pasan por nosotros, no le digo que no, pero las comunidades autónomas siguen teniendo la competencia en la gestión. Si echamos un vistazo a los boletines oficiales lo veremos, vemos el día a día de la gestión que realizan, y vuelvo a reiterar el fantástico trabajo que están haciendo, no me cansaré de repetirlo, porque creo que es justo, como también lo es participar a este Gobierno la hoja de ruta marcada, que creo que hay que compartir. Los errores no los van a compartir, pero sí, al menos, los aciertos colectivos que yo reivindico y reclamo; aciertos colectivos de todos, pero, sobre todo, de la ciudadanía. A Bildu también le agradezco la mano tendida. Creo que es importante en momentos como este, y, desde luego, el principio de subsidiariedad siempre es aplicable. Pero entenderá también que las condiciones en las que estamos requieren de una cierta excepcionalidad, porque es así. Respecto a la provincia, no me voy a detener porque ya he contestado. Espero que la esperanza no se quede solo en palabras y que podamos seguir trabajando y construir juntos. En cuanto a la relación multilateral y bilateral, entenderán que en estos momentos la relación bilateral, por excelencia, es la que tiene mayor peso. Al representante del Grupo Popular le agradezco el tono. Lo decía al principio y lo hacía especialmente por usted, porque en la última sesión estuvo usted especialmente duro, y yo que estaba sentada cerca de usted la verdad es que no le reconocía. Yo recordaba al señor Maroto más institucional y hoy he encontrado parte de eso, y me alegro. Me alegro, se lo agradezco y le animo a que siga así, y si puede ser, que baje un poco más el pistón. No le voy a negar que ustedes nos han apoyado, ¡cómo voy a negar la realidad!, pero es verdad que al mismo tiempo que nos dan su apoyo nos lanzan todos los dardos posibles y por haber, pero ustedes no reciben ninguno. Ustedes quieren un espacio donde puedan criticar, pero no les podamos contestar. Hemos contestado con respeto, puede que también con vehemencia, pero siempre con educación y respeto, como ha hecho usted; y, por cierto, sin proferir ninguna descalificación, cosa que le agradeceré eternamente y creo que quienes nos están viendo también lo agradecen. Esto es importante, porque en política tenemos que buscar espacio y entendimiento, ya que, como usted ha dicho y yo no tengo ninguna duda, el estado de alarma ha sido la medida excepcional que ha permitido las cifras que alcanzamos hoy en día; si no, no lo hubiésemos conseguido. También estoy convencida de que más pronto que tarde saldrá algún estudio que al menos intente aproximarse al número de miles de vidas que hemos salvado. Seguro, no tengo ninguna duda al respecto. Yo sé que ustedes han insistido en la presencia del presidente del Gobierno. Yo sé que ustedes, y permítame que se lo diga con respeto, son unos entusiastas de esta comisión. Es verdad que lo son, pero lo son estando en la oposición, no en el Gobierno, y ese entusiasmo que a ustedes les veo y que me gusta, porque creo en el Estado autonómico, como creo que también ustedes, no lo tengan solo cuando están en la oposición, sino también cuando están en el Gobierno. Y no me entienda esto como una amenaza, como me dijo antes, sino como una aportación. El entusiasmo está bien, la pasión forma parte de la vida, y de la política más, al igual que la vehemencia. A quienes nos gusta esto, quienes sentimos pasión por esto que amamos, a veces somos más vehementes. Ya se lo ha dicho la representante del Grupo Socialista que hoy ha venido a la comisión. En cualquier caso, señor Maroto, quiero compartir con usted y con su grupo parlamentario lo siguiente. ¿Que podíamos haber hecho más cosas? Sí. Pero ¿algún gobierno en el entorno europeo o en la historia DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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reciente de España ha puesto sobre la mesa las medidas que ha puesto el Gobierno de España? Hemos puesto una red social y económica para no dejar a nadie atrás, a ningún colectivo, y más que vendrán. Ahora viene, como les decía, la parte dura en lo económico y en lo social. Ya está viniendo, pero vendrá más. Usted me ha hecho muchas preguntas de áreas que no son mías, pero no las rehúyo, porque yo no estoy aquí para hacer un papelón. Esta comisión es de comunidades autónomas, y sé cuál es mi responsabilidad ministerial. Aunque igual hay algún real decreto que se me ha escapado, es posible, porque con tanto se me ha podido pasar. Permítame que hable de una manera constructiva, porque creo que hacer el debate más distendido viene bien. Lamento si está decepcionado con que haya venido yo. Yo formo parte de un Gobierno y respondo colegiadamente en nombre de ese Gobierno, al que me siento profundamente orgullosa de pertenecer. Es la máxima responsabilidad que he tenido en mi vida. Me podré equivocar o no, pero asumiré siempre mis errores con humildad, la que merece la gente a la que uno tiene que servir, que son todos los españoles y las españolas, y también, si me permiten, a Canarias. (Aplausos). No voy a poner el ventilador. Quiero tener esa mano tendida. La intervención que usted ha hecho es la que necesitamos. No solamente su grupo parlamentario, también lo necesita el país. Yo le pido que la encuentre y que la siga encontrando como ha hecho hoy. Usted hablaba de la prueba del algodón. ¿Para mí sola o también para usted? ¿O para todos? En cualquier caso, lo que quiero compartir es que este es un foro abierto y tendremos que convocar más. Espero que cuando pase esta situación lo podamos hacer. Espero poder visitar todos los territorios como tenía pensando, porque es mi obligación y también mi devoción. El plan de desescalada al que se han referido muchos de ustedes, y también el representante del Grupo Popular, no es un plan a ciegas; es un plan con incertidumbres, no digo que no, porque nadie, al menos que yo sepa, tiene la varita de hacia dónde vamos a ir, pero sí tenemos algún marco que nos puede indicar cuál es el camino. Tampoco conozco otra alternativa, al menos que venga de grupos parlamentarios, porque de gobiernos autonómicos sí conozco. En cualquier caso, la elegancia siempre va con las personas y con la política. Siempre. Y aquí también. Al Grupo Socialista le quiero agradecer su apoyo, porque creo que las acciones que realizamos a veces no son fáciles y reconozco que las medidas que hemos tenido que adoptar son muy duras, pero también que sin esas medidas no podríamos estar hoy donde estamos, y de lo que se trata es de seguir avanzando para acabar con esto. Finalizo, señoría. Finalizo con una imagen que nos lleva a los años cincuenta, cuando el proyecto europeo echaba a andar, cuando los recelos de la Segunda Guerra Mundial eran todavía muy recientes. Solo unos años antes los líderes que se sentaban en aquella mesa habían estado separados por trincheras y odios atávicos. En aquella encrucijada los líderes europeos tuvieron una disyuntiva: dejarse llevar por enemistades seculares o empezar a colaborar lealmente sabiendo que en un mundo interconectado, como el que se abría paso, el bienestar del vecino implicaría el bienestar y el progreso propio. Los líderes de aquel entonces eran conscientes del peso de las rivalidades, históricas, claro está. Por eso decidieron empezar a cooperar desde todos los niveles administrativos, casi funcionariales. Y así fue como fueron tejiendo una red de complicidades y confianza mutua, de abajo arriba, de un lado a otro. Estos días hemos vivido casi algo similar, y puede que sin darnos cuenta, porque estábamos tan embebidos en las cifras y en la situación que puede que no nos hayamos dado cuenta. Funcionarios, empleados públicos y empleadas públicas de distintas administraciones se llamaban entre sí —de Madrid, de Murcia, de Ceuta, de Cataluña, de Aragón, de cualquiera de ellas, no me quiero dejar a ninguna atrás— para intercambiar buenas prácticas, para ver cómo hacían en cada uno de sus servicios, para saber cómo se estaban enfrentando a problemas idénticos, problemas que no entendían de territorios ni de fronteras. La cooperación política se está llevando a cabo, con las mejoras que ustedes quieran, pero se está llevando a cabo, la ha habido y la habrá. Además, también existe esta cooperación natural que le estoy diciendo respecto a los empleados y a las empleadas públicas. Nos cueste o no, el ser humano se rige más por instinto de cooperación y solidaridad que por el de competencia. Este es el instinto al que quiero apelar hoy, señorías, para acabar esta comparecencia, apelando y reconociendo el trabajo que han hecho todas las comunidades autónomas, todos los presidentes y presidentas, todos los alcaldes y alcaldesas de este país, los presidentes de las ciudades autónomas, los presidentes de las diputaciones, los empleados y empleadas públicas, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, las Fuerzas Armadas, el tercer sector, todos y cada uno de ellos, personal sanitario —que ya he citado en varias ocasiones— y también DIARIO DE SESIONES DEL SENADO Comisión General de las Comunidades Autónomas

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a los grupos parlamentarios, porque tenemos una tarea por delante, porque el Estado autonómico no solo despliega todas las potencialidades en las reuniones de alto nivel —que también—, sino en todos y cada uno de los encuentros en los que podamos seguir avanzando. Espero y deseo que la política siga teniendo todo el sentido para asegurar la vida de la gente, que es la tarea inmediata a la estamos todos y todas compelidos, Muchas gracias. (Aplausos).

El señor VICEPRESIDENTE (Moscoso González): Muchas gracias, señora ministra. No habiendo más asuntos que tratar en el orden del día, se levanta la sesión.

Eran las dieciocho horas y veinte minutos.

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