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SOBRE ARTE BAJOMEDIEVAL EN LA RIBERA DEL DUERO: ZARRAGONES, OBISPILLOS, SANTOS TONELEROS Y ENDEMONIADOS José Luis Hernando Garrido Museo Etnográfico de Castilla y León. Zamora “Sennora benedicta, reina acabada. por mano del tu fijo, don Christo coronada, líbranos del Diablo, de la su zancajada que tiene a las almas siempre mala celada” (Gonzalo DE BERCEO, “La iglesia despojada”, en Los milagros de Nuestra Señora, 746) El concilio de Aranda de 1473, convocado por Hurtado de Mendoza (sobrino del cardenal el arzobispo de Toledo Alfonso Carrillo de Acuña Mendoza), los procuradores de los obispos de (1410-1482), fue uno de los intentos reformistas Jaén, Cuenca, Osma y Sigüenza y otras muchas más importantes en la historia de la iglesia castella- dignidades como el obispo de Burgos Luis de na. Conocemos el texto redactado entonces (edita- Acuña y Osorio (sobrino del arzobispo Alfonso do por primera vez en 1606, sería reeditado en Carrillo), comitente de su capilla homónima en la 1855 y más recientemente en 2007)1 con dos dis- catedral (de la Concepción o de Santa Ana, unida cursos pronunciados por el mencionado arzobispo al arte de los Siloé), y tal vez el obispo de León en las localidades ribereñas de Gumiel de Izán (en Rodrigo de Vergara y el obispo de Oviedo Alonso el monasterio bernardo de San Pedro) y Aranda de de Palenzuela, más Pedro de Valtiendas, abad del Duero (en el templo parroquial de San Juan), cenobio cisterciense de San Pedro de Gumiel, y seguidos de XXIX disposiciones que compendia- Rodrigo Téllez Girón, gran maestre de Calatrava. ban perfectamente los intereses políticos y la voluntad de renovación eclesiástica de su mentor. Aranda se convirtió entonces en la capital ecle- siástica de Castilla, además de política, pues desde Padre de dos hijos y hombre de armas, Carrillo el 6 de octubre residía allí la entonces princesa de Acuña fue partidario de la guerra contra la Isabel gracias al apoyo de Diego de Rojas. Enrique morería y la cruzada contra el reino granadino, fue IV nunca reconoció como heredera legítima a uno de los instigadores de la guerra civil que Juana “la Beltraneja”, cediendo los derechos dinás- enfrentó a Juan II de Aragón y Enrique IV de ticos castellanos al infante Alfonso (†1468), Castilla, aprendiz de alquimista hasta el punto de entrando en escena la infanta Isabel. Un año antes, invertir tiempo y dinero en el descubrimiento de la en 1472, Aranda se había revelado contra “la maravillosa piedra filosofal. Beltraneja”, adhiriéndose a la causa isabelina. Pero Alfonso Carrillo de Acuña terminaría abrazando la Al concilio de Aranda asistieron el obispo de causa de “la Beltraneja” tras el apoyo que los Reyes Segovia Juan Arias Dávila2, el de Palencia Diego Católicos dieran a Pedro González de Mendoza al 1. Empleamos aquí la más reciente de Carlos PÉREZ GONZÁLEZ, El concilio de Aranda (1473), Segovia, 2007. Vid. además Pedro ONTORIA OQUILLAS, “Aportaciones bibliográficas al Concilio de Aranda”, Biblioteca. Estudio e Investigación, nº 3 (1988), pp. 79-84 y nº 4 (1989), pp. 101-118. 2. De importante familia judeoconversa, fue el introductor del alemán Juan Párix en la ciudad del Eresma, responsable de imprimir el Sinodal de Aguilafuente (1472-1475), primer libro en letras de molde confeccionado en la Península (cf. Arias Dávila. Obispo y mecenas. Segovia en el siglo XV, ed. A. Galindo García, Salamanca, 1998; Fermín DE LOS REYES GÓMEZ, “Segovia y los orígenes de la imprenta española”, Revista General de Información y Documentación, 15 (2005), pp. 123-148; Fernando VILLASEÑOR SEBASTIÁN, “Los códices iluminados de Arias Dávila: Un obispo segoviano en la corte de Alejandro VI”, en Actas del Congreso celebrado en la Real Academia de España en Roma, Roma y España. Un crisol de la cultura europea, coord. de Carlos José Hernando Sánchez, Roma, 2007, vol. 1, pp. 155-172). El obispo, aco- sado por la Inquisición, terminaría sus días en Roma, falleciendo en 1497. Vid. además María MORENO ALCALDE, “El reflejo del Sínodo en las portadas de la iglesia de Santa María de Aguilafuente (Segovia)”, Anales de Historia del Arte, nº 17 (2007), pp. 47-69. 3 secundar su nombramiento como cardenal celebración del oficio divino y quitan la devoción al (Alfonso Carrillo siempre prefirió para el cardena- pueblo, Nos, con la aprobación del sagrado conci- lato a su sobrino Luis de Acuña y Osorio, entonces lio, reprimiendo semejante corruptela, prohibimos obispo de Burgos), luchando contra los Reyes totalmente en la presente disposición que se reali- Católicos en la batalla de Toro de 14763. cen […] durante la celebración de los oficios divi- nos, estableciendo no obstante que los clérigos que Algunos cánones del concilio hacen referencia a mezclasen las mencionadas diversiones y ficciones la defensa de la fe, la enseñanza de la doctrina cris- deshonestas con los oficios divinos o permitieren tiana, la reforma del clero (“que ninguno sea pro- que se mezclaran, si fuesen beneficiados en las refe- movido a las sagradas órdenes sin que sepa hablar ridas iglesias metropolitanas o catedrales, príveseles latín”), la catequesis, la administración de sacra- durante un mes por este hecho de sus raciones;…”. mentos, los diezmos, la inmunidad de la iglesia y la Ecos que recuerdan que en la Castilla medieval aún defensa de sus libertades. se celebraban las gentiles calendas de enero, con despliegue de disfraces de viejos, ciervos y másca- El canon XIX manifiesta: “Que no se hagan en ras, inversiones sexuales, comparsas y pasacalles, las iglesias representaciones deshonestas mientras prácticas condenadas desde época altomedieval y se celebran los oficios divinos […] Y puesto que hay recordadas en el decretal del papa Inocencio III antigua costumbre arraigada tanto en los templos (1207) aludiendo a ludi theatrales y monstra larva- metropolitanos, como en las catedrales y otras igle- rum, populares zangarrones, zarraganes, zarragones, sias de nuestra provincia, a saber, que en la fiesta de zaharrones, botargas o cachidiablos (osea casidia- la Natividad de Nuestro Señor Jesucristo y en las de blos) en versión hispana4. San Esteban, San Juan, los Inocentes y en ciertos otros días festivos, y también en las solemnidades Tal prohibición, como antes hiciera un canon del de las misas nuevas, mientras se celebran los oficios concilio de Toledo de 589 y las mismas Partidas de divinos, se ofrecen en las iglesias juegos escénicos, Alfonso X, es sumamente interesante pues nos pose mojigangas (larvae, que en realidad son máscaras o sobre la pista del teatro litúrgico y hasta del profa- mascaradas), monstruos o portentos (monstra), no superviviente entonces en Castilla5. El Quem espectáculos y otras muchísimas ficciones desho- queritis era representado durante la Pascua de nestas y de diverso género (diversa figmenta y tur- Resurrección en el monasterio de Silos desde el pia carmina); e igualmente se hace bullanga y se siglo XI6, y el Ordo Stellae interpretando la recitan versos chocarreros y pláticas burlescas (deri- Adoración de los Magos durante el ciclo navideño sorii sermones), hasta el punto que dificultan la (el ulterior Auto de los Reyes Magos)7, escenificados 3. Francisco Javier VILLALBA RUIZ DE TOLEDO, El Cardenal Mendoza ante la Guerra Civil castellana (1474-1482), Madrid, 1983; M.ª Isabel DEL VAL VALDIVIESO, “Pedro González o el ascenso de los Mendoza”, en Poder y sociedad en la Baja Edad Media hispánica. Estudios en homenaje al profesor Luis Vicente Díaz Martín, Valladolid, 2002, vol. 1, pp. 289-304; José Manuel NIETO SORIA, “Dos pre- lados en la encrucijada de un trono: Alfonso Carrillo de Acuña y Pedro González de Mendoza”, Torre de los Lujanes. Boletín de la Real Sociedad Económica Matritense de Amigos del País, nº 54 (2004), pp. 49-64. 4. José Manuel G. MATELLÁN, “Zangarrones. Noticias, denominaciones, mascaradas, danzas”, El Filandar. O Fiadeiro. Publicación de Cultura Tradicional, nº 15 (2004), pp. 39-43. 5. Francisco MENDOZA DÍAZ-MAROTO, “El Concilio de Aranda (1473) y el teatro medieval castellano”, Criticón, nº 26 (1984), pp. 5-15. 6. Eduardo CARRERO SANTAMARÍA, “El Santo Sepulcro: Imagen y funcionalidad espacial en la capilla de la iglesia de San Justo (Segovia)”, Anuario de Estudios Medievales, XXVII/1 (1997), pp. 461-478; Daniel RICO CAMPS, “Un quem queritis en Sahagún y la dra- matización de la liturgia”, en Imágenes y promotores en el arte medieval. Miscelánea en homenaje a Joaquín Yarza Luaces, Bellaterra, 2001, pp. 179-189; Julio I. GONZÁLEZ MONTAÑÉS, Drama e iconografía en el arte medieval peninsular (Siglos XI-XIV), tesis doctoral dir. por Víctor Nieto Alcaide, UNED, Madrid, 2002; Manuel CASTIÑEIRAS, “Topographie sacrée, liturgie pascale et reliques dans les grands cen- tres de pèlerinage: Saint-Jacques de Compostelle, Saint-Isidore de León et Saint-Étienne de Ribas de Sil”, Les Cahiers de Saint-Michel de Cuxà, XXXIV (2003), pp. 27-49; Noemí ABAJO VEGA, “Arte románico y teatro litúrgico: las posibilidades de un método en el estudio de la iconografía”, Codex Aquilarensis. Cuadernos de Investigación del Monasterio Santa María la Real, nº 21 (2005), pp. 111-131; Esther LOZANO LÓPEZ, “Maestros innovadores para un escenario singular: la girola de Santo Domingo de la Calzada”, en Maestros del romá- nico del Camino de Santiago, Aguilar de Campoo, 2010, pp. 151-186. 7. Charlotte HUET, “Panorama del teatro popular navideño en España”, Culturas Populares, nº 3 (2006), pp. 9-11, ed. electrónica en http://www.culturaspopulares.org/textos3/articulos/huet.pdf. 4 ante los altares o en los atrios de los templos. catedral de León sabemos que se representaba la sibi- Serafín Moralejo adelantó además la fuente del la en Navidad y en Santo Do-mingo de la Calzada la Ordo Prophetarum (procesión de los profetas), fiesta de Pentecostés, ambas catedrales carecen de drama litúrgico de los maitines navideños proce- cimborrios como los del grupo del Duero (Zamora, dente del monasterio de San Marcial de Limoges la colegiata de Toro y Sala-manca), aunque en sus (Biblioteca Nacional de París), para identificar los interiores adoptaron escenarios múltiples horizonta- personajes del pórtico y contrapórtico occidental en les a modo de proscenios9.