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Nosferatu. Revista de cine (Donostia Kultura)

Título: Fantasías reales

Autor/es: Aguilar, Daniel

Citar como: Aguilar, D. (1993). Fantasías reales. Nosferatu. Revista de cine. (11):78-87.

Documento descargado de: http://hdl.handle.net/10251/40850

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Entidades colaboradoras:

Kwaidan-El Más Allá (, 1965), de Masaki Kobayashi

Fantasías reales Daniel Aguilar

abe hablar de "cine fan- halla en contacto continuo con temática y narrativa con pro­ .e tástico japonés"? ¿Los los espíritus de sus antepasa­ ductos occidentales sí es posi­ diez mandamientos, es dos. Los moradores de cual­ ble homologar lo suficiente e .:::> ¿ cine histórico o fantástico? ¿Y quier zona montañosa del país cierto tipo de cine japonés con La leyenda de Buda (Shaka) se saben en las proximidades lo que en ultramar se denomi­ o Tres tesoros (Nippon Tan­ de los yokai (grotescas defor­ na "cine fantástico". No obs­ jo)? A menudo el japonés se midades vagamente humanas, tante, hay que advertir que en ve tachado de supersticioso de muy distintos talantes e in­ el presente artículo se verán cuando no es más que un cre­ tenciones). El empleo de ro­ omitidos determinados films yente de sus propias religio­ bots está a la orden del día y la (incluso algunos de autores nes; por contra, no resulta difí• ciencia no es ficción. Y de la mundialmente conocidos) que, cil encontrar en los chambara­ radiactividad y las mutacio­ aun cuando incluyen episodios western de Nemuri Kyoshiro nes que pueden derivarse tam­ sobrenaturales, no encajan en de la Daiei sectas de cristianos bién saben mucho los japone­ la tónica habitual del género, retratadas como si de alguna ses ... ni sus directores en modo al­ diabólica religión se tratase. guno resultan representativos FePómeno único en el mundo, de éste (léase Kurosawa, Mi­ En Japón la Fantasía es real. en Japón causa más escalo­ zoguchi, etc). Igualmente se Los espectros acechan en fríos el cine de terror propio verá excluido el cine de ani­ cualquier esquina y sus apari­ que el foráneo, pues se siente mación al ser toda película ciones son tema de frecuente un fondo real. Aquí no es posi­ animada "fantástica" por defi­ conversación entre compañe­ ble repetirse la frase de "es nición y constituir un campo ros de oficina. En el templo sólo una película". Sin embar­ lo suficientemente amplio más próximo o en el altar de go, en lo que se refiere al as­ como para merecer un estudio su propio hogar, el japonés se pecto visual y en comparación independiente. Recuperado ya el derecho a 1969, en que éste se vió con­ hablar de "cine fantástico ja­ vertido en un rechoncho ídolo ponés", pasemos a un necesa­ En atención al número de infantil, burdo y autoparódico, riamente breve esbozo de la films, constituye la empresa y, posteriormente, en un extra­ trayectoria de las dive rsas más importante y aquella que ño ser de aspecto robótico, que compañías productoras en este con mayor celeridad se apuntó con el nombre de campo, especialmente en la al tratamiento de temáticas protagonizase recientemente "época dorada" de los años 50 contemporáneas y a la adapta­ otros cuatro films, de los que y 60. ción de fórmulas occidentales tan sólo puede salvarse Gojira con vistas a una mejor expor­ tai Kingu-Gidora ("Godzilla Las primeras manifestaciones tación de sus productos. contra King-Ghidrah", 1991). del género correspondientes a La última de las 19 epope­ los tiempos del cine mudo y Cronológicamente hablando, yas del monstruo, Gojira tai comienzos del sonoro consis­ su primera producción de im­ Mosura ("Godzilla contra ten en su mayor parte en cintas portancia se alzará con el mé­ Mosura", 1992) de Takao de una hora escasa de dura­ rito de crear un nuevo sub-gé­ Ohkawara, un remake de la ción acerca de las malignas nero en Japón, los -eiga soberbia Godzilla contra los andaduras de espectros venga­ (películas de monstruos), y su monstruos ("Mosura tai Goji­ tivos (sobre todo femeninos, director, Inoshiro Honda, pa­ ra" . 1964) fundido con el pri­ característica fundamental del sará a constituir todo un sím• mer Mosura ("Mosura", 1960) cine de horror japonés) y muy bolo de este cine gracias a su ha resultado una obra de lo concretamente de los kaibyo Japón bajo el terror del más tediosa e insulsa. Pero la (literalmente "gatos sobrena­ monstruo (Gojira, 1954), au­ peor de las humillaciones aún turales", esto es, fantasmas téntica obra maestra a la que no ha llegado para Godzilla; que tan pronto se manifiestan siguieron otras estimables pe­ parece confirmado que su en su forma de mujer como en ripecias de Godzilla hasta próxima aparición vendrá fir- figura felina). Lamentable­ mente, un buen 80% de las co­ pias de aquella época ha desa­ parecido, en parte por los bombardeos de la guerra, en parte por la propia desidia ja­ ponesa hac ia los tesoros de su pasado, a menudo considera­ dos si mplemente "viejos" y "s in interés". Lo cierto es que casi ninguno de los films fan­ tásticos de entonces posee nin­ gún peso en la historia del gé­ nero y a juzgar por las copias que se conservan no existe nada especial que destacar.

No será hasta finales de los 40 y primeros de los 50 que em­ piece a desarrollarse un cine fantástico cuantitativamente apreciable, cuyas diferencias estilísticas no dependerán tan­ to del director firmante como de la productora responsable, pues tratamos de un país don­ de la base del trabajo la consti­ tuye la labor de equipo. Por ello, resulta obligado dividir el Godzil/a contra mencionado período de es­ los monstruos plendor por casas productoras (Mosura tai Gojira, 1964), para una mejor orientación. de lnoshiro Honda rrespondientes títulos fueron (Marango, 1963), Uchu daikaiju ("Do­ de lnoshiro Honda gora, el gran monstruo del es­ pacio", 1964) y La batalla de los simios gigantes (Fu­ rakenshutain no kaiju: Sonda tai Gaila, 1966).

Aunque en general las mejores kaiju-eiga corresponden a Honda (habitual colaborador de Kurosawa y del "nuevo va­ lor" Nobuhiko Ohbayashi), como resaltamos antes, justo es reconocer la labor de equi­ mada por un director norte­ remota isla acudirá al llamado po, y el buen hacer de profe­ americano y en coproducción de sus secuestradas sacerdoti­ sionales como Eiji Tsuburaya, con dicho país ... Quizá sea la sas ... Mosura volvería a las responsable de los efectos es­ consecuencia lógica del la­ pantallas ocasionalmente, ya peciales (injustamente denos­ mentable rumbo que lleva Ja­ compartiendo cartel con God­ tados por el público occiden­ pón, pero por más que se pien­ , aunque no siempre en tal) y Akira Ifukube, un autén­ se resulta indignante. buenas relaciones. Inolvida­ tico genio de la composición bles también aquellos planos musical. Imposible borrar del Otros kaiju nacieron a la som­ de pesadilla lovecraftiana en recuerdo también a toda aque­ bra protectora de la Toho, los que entre un cielo cubierto lla galería de intérpretes que unos protagonizando cintas in­ de nubes oscilan unos ­ fueron presencia habitual de dependientes y otros figuran­ tescos tentáculos, o la tragedia las Toho-kaiju-eiga: Akira do al lado del veterano Godzi­ shakespeariana de dos mons­ Takarada, Akihiko Hirata, lla. Especialmente reseñable truos hermanos y sin embargo Kumi Mizuno, Jun Tazaki, Hi­ fue la primera y ya menciona­ enfrentados entre sí por sus roshi Koizumi, Kenji Sahara ... da aparición de Mosura, todo distintas "opiniones" sobre el un cóctel de aventuras y exo­ género humano ... Nuevamente Toho también abordó con seis tismo desbordante de fantasía, comprobamos la presencia de cintas distintas apariciones de donde el milenario dios de una la mano de Honda, y los co- humanoides con físicos y/o

Uchu daikLiiju Dogora ("Dog01·a, el gran monstruo del espacio", 1964), de lnoshiro Honda La batalla de los simios gigantes (Furakenshutain no kaiju: Sonda tai Gai/a , 1966), de lnoshiro Honda

capacidades sobrenaturales, que conllevara la aparición de cometidos por una espectral todas ellas de notable interés y Godzilla) en un cabaret noc­ figura vestida a la usanza mili­ todas desconocidas en España. turno frecuentado por yakuza. tar de la Guerra del Pacífico ... Tomei ningen ("El hombre Mayor variedad imposible. La Gasu ningen dai-ichi go ("El invisible", 1954, de Motoyoshi cuarta entrega de esta "serie", primer hombre gaseoso" , Oda), nos revela la existencia Denso ningen ("El hombre 1961 , de Inoshiro Honda) es la de un romántico clown que electrotransportado", 1960) al­ historia de amor (correspondi­ desaparece al borrar la pintura canza un interés superior a do) entre una estrella del tea­ blanca de su rostro, con objeto posteriores trabajos de su rea­ tro No y un jan que emplea su de ayudar a sus desvalidos ve­ lizador, el irregular Jun Fuku­ capacidad de transformarse en cinos contra un peligroso da (también responsable de un ser gaseoso para cometer gang. Jujin yukiotoko ("El buena parte de las apariciones lucrativos delitos. Por último, misterioso hombre de las nie­ de Godzilla); en la "casa de los M a tango ("Matango", 1963, ves" , 1955, de Inoshiro Hon­ horrores" de una discreta feria, de Inoshiro Honda), nos sitúa da) cuenta con un personaje se produce un apuñalamiento en una remota isla del Pacífico sobradamente conocido, ahora con una bayoneta. Será el pri­ Sur donde un grupo de náufra­ morador de las cordilleras ja­ mero de una serie de crímenes gos no hallará más alimento ponesas en lugar del Himala­ ya, y feliz padre de una criatu­ ra a la que unos malvados da­ rán muerte ... La versión ameri­ cana carece de la mitad del metraje, de la totalidad de los diálogos e incorpora en su lu­ gar a intérpretes propios y una voz en off (John Carradine) (!). Bijo to ekitainingen ("El hombre líquido y las mujeres hermosas", 1957, de Inoshiro Honda), aparte de esgrimir un impagable título, narra las in­ La batalla cursiones de una masa gelati­ 1:11:11~==== de los simios gigantes nosa (fruto de aquel experi­ (Furakenshutainno kaiju : Sonda tai Gaila, 1966), mento nuclear en el Pacífico de lnoshiro Honda Cartel español mente arcaica de los caracte­ de Tres tesoros res japoneses) ya se vio acusa­ (Nippon tanjo, 1959),de da en su día por la crítica local Hiroshi lnagaki (y con fundamento) de ser un film "exageradamente japo­ nés" concebido con el único propósito de impactar las pan­ tallas occidentales y acaparar premios, algo que por cierto consiguió. No resulta difícil emparentar este caso con de­ terminados "kurosawa", pues dicha táctica era y sigue sien­ do la especialidad de la Toho, aplicándola ya se trate de samurais, monstruos radiacti­ vos o fantasmas con notable éxito en ultramar. El caso de K waidan quizá resulte el más claro de todos si observamos que Kobayashi nunca fue un director interesado por el gé­ nero, aunque ello no reste mé­ rito a lo que podríamos deno­ minar el "2001" del cine de fantasmas japonés. Sobrada­ mente conocidas ya sus cuatro historias, tan sólo destacar un admirable trabajo de dirección artística e iluminación, elabo­ rado todo hasta el mínimo de­ talle.

que un tipo de hongo que de­ ("Ejército defensor de la Tie­ Kaneto Shindo, realizador y forma y enloquece al que lo rra", 1957, de Inoshiro Hon­ guionista de prestigio, se ocu­ ingiere, hasta convertirlo tam­ da), cuyo trailer publicitario pó muy ocasionalmente de bién en idéntico vegetal. .. anunciaba un nuevo film de nuestro género, pero dio a éste Aunque la importancia de es­ "los creadores de Godzilla". dos títulos inolvidables y ya tas producciones en el grueso clásicos, Onibaba (Onibaba , del total quizá no lo merezca, En cambio, sí es preciso citar 1964) y Kuroneko (Yabu no hemos creído preferible exten­ alguno de los más célebres naka no kuroneko, 1968), am­ demos algo más con aquello kaidan-eiga (lit. "cine de his­ bos de crudo erotismo, violen- menos tratado y conocido has­ torias sobrenaturales", término ta ahora. Esperamos la com­ usado para las "películas de prensión del lector. fantasmas") de pabellón Toho ya que, aunque tampoco con­ El ahora denominado "cine de sistían en su especialidad, sí el efectos especiales Toho" dio más emblemático, que no el cabida igualmente a las incur­ mejor, corresponde a ellos. siones extraterrestres y a las Ef ctivamente, hablamos de visiones apocalípticas del fu­ Kwaidan-El Más Allá (Kai­ turo, si bien en número muy dan, 1965, de Masaki Koba­ escaso y con resultados poco yashi) que adaptara algunas de afortunados, ni siquiera cuan­ las historias publicadas por do el trabajo corriera a cargo Lafcadio Heam hará ya un si­ del equipo habitual al que se glo. Solemne, preciosista y de confiaba el éxito; tal fue el narrativa lenta, Kwaidan caso de Chikyu boeigun (transcripción intencionada-

Kwaitkm. E/Más A/Iii (Kaidan, 1965A de Masaki Kobayashi cía explícita, parcos de música Kuroneko y diálogos y rodados en blan­ (Yabu no nakn no kuroneko, 1968), co y negro. Aun cuando sus de Kaneto Shindo tramas entronquen con refe­ rencias clásicas, el muy perso­ nal estilo de Shindo provoca el que no recuerden en lo más mínimo a ninguna otra pro­ ducción de terror de la épo­ ca, ni dentro ni fuera de la Toho.

Más humildes, pero también kaidan-eiga respetables, fue­ ron los trabajos de Shiro Toyo­ da, como la enésima versión del clásico Yotsuya kaidan su, la diosa-sol (nada menos Sin embargo, en los breves ("Historia sobrenatural de que Setsuko Hara, literalmente años de vida de la Shintoho Yotsuya", 1965) y Jigokuhen desaparecida en la versión nacieron películas y figuras ("Retrato del infierno", 1968). para Occidente), hasta la lucha para los anales del cine fantás­ También en éstas, siguiendo la con Yamata-no-orochi, la ser­ tico, sobre todo en los kaidan­ norma del género, las historias piente gigante de ocho cabe­ eiga aunque no exclusivamen­ de fantasmas transcurrían en el zas, todo ello alternando con te. Kitsch a más no poder, a período samurai (muy, muy es­ intrigas palaciegas en el mu­ esta productora se debe tam­ casas son las manifestaciones cho más actual reino de Ya­ bién el cine "de enfermeras", del cine japonés que incluyen mato y la consecución de los "de buceadoras", "de mujeres espectros aparecidos en la épo­ llamados "tres tesoros" nacio­ militares" y similares extrava­ ca actual). Al mismo Shiro To­ nales del Japón (la espada, el gancias. Los intérpretes recu­ yoda se debió también Byaku­ espejo y la joya), originados rrentes de la casa fueron Shi­ fujin no yoren ("El extraño en los tiempos míticos y lega­ geru Amachi (vuelto al cine amor de la mujer blanca", dos por distintos caminos al de terror en ... ¡ La bestia y 1956), obra de fantasía clásica entonces príncipe Mikoto la espada mágica de Paul con princesas y dragones ... (Toshiro Mifune). Naschy!), Katsuko Wakasugi (inolvidable dokufu, mujer ve­ Por último, dentro de esta Shintoho nenosa), Ken Utsui (el Super­ edad dorada de los 50 y 60 man japonés) y Tadao Takas­ para el cine fantástico, comen­ La más pintoresca de todas las hima (posteriormente visto en tar la superproducción conme­ compañías productoras que algún Godzilla y hoy presenta­ morativa que acometió la alumbrase el Sol Naciente, dor de televisión ... ). Toho con todo su star cast en hoy olvidada laguna en cual­ 1959, Tres tesoros (Nippon quier tratamiento sobre cine La categoría de "director-es­ tanjo) del especialista en epo­ fantástico japonés (aun cuan­ trella" del cine de terror Shin­ peyas samurais Hiroshi Inaga­ do contribuyese de forma im­ toho la ostentó Nobuo Naka­ ki , más conocido en España portante), sin duda debido a su gawa, cuyo Tokaido Yotsuya por ser el autor de la también corta existencia en un período kaidan ("Historia sobrenatu­ estupenda El hombre del ca­ en que nadie soñaba con ex­ ral de Yotsuya de la carretera rrito (M uhomatsu no issho, portar al extranjero. Nacida en Este", 1959) supone posible­ 1958), de la que con anteriori­ 1946 como una escisión de la mente la mejor versión de la dad ya realizara otra versión. poderosa Toho, feneció quince venganza de la difunta Oiwa Tres tesoros da vida a la tra­ años después para dar lugar a sobre su criminal marido. El dición shinto plasmada en el Okura Eiga, especializada en otro trabajo básico de Naka­ "Nihonshoki" ("Escritos del "cine para adultos", lo cual gawa fue el all-star-cast-film, Japón") y el "" ("Cróni• comprendería tanto la distri­ Jigoku ("Infierno" , 1959), ca de los sucesos antiguos") bución de los Poe-Corman o el quizá la recreación más fiel a para conformar tres horas de Gritos en la noche de Jesús la imaginería tradicional del relato que abarca desde la Franco como la producción de reino de los demonios. Lagu­ creación del mundo (esto es, "series-Z" propias de corte nas de sangre, perpetuas ago­ Japón) o los ritos de Amatera- erótico. nías y torturas, diablos de co- lor rojo tridente en ristre y lla­ da, aquellos sexy-horror-ji'/ms curiosidad de la Shintoho, maradas por doquier... Y por de buceadoras como Ama no aquella inofensiva Sora tobu citar algún otro film, ya de bakemono yashiki ("Las bu­ enban kyofu no shuseki ("La menor importancia, de idénti­ ceadoras y la mansión de Jos terrorífica invasión de los pla­ co autor, tenemos Kaidan ka­ fantasmas", 1959, de Morihei tillos volantes", 1956) contie­ sane-ga-fuchi ("La historia Magatani) o Kaidan ama yu­ ne la particularidad de venir sobrenatural del pantano de la rei ("La historia sobrenatural firmada por Shinichi Seki­ reencarnación", 1957) y Onna de la buceadora fantasma", zawa, luego habitual guionista kyuketsuki ("La mujer vam­ 1960, de Goro Kadono ), reple­ de la serie Godzilla, y recien­ piro", 1959), tan rebosantes de tos de rabiosas peleas entre temente fallecido en 1992. ese sano grotesque que hace bellas buceadoras, con una tra­ las delicias de los aficionados ma de siniestros crímenes ... Daiei como los anteriores títulos. Aparte de estos títulos de ho­ Como era de esperar, los reyes Otros realizadores secundarios rror, en estas coordenadas es­ del jidai-geki a la hora de pro­ de la empresa como Kyotaro pacio-temporales vio del mis­ bar suerte con otros géneros Namiki o Yoshihiro Ishikawa mo modo la luz Kotetsu no que iban deviniendo popula­ aportaron su granito de arena kyojin-supa jaiantsu, es de­ res, fusionaron éstos con su con Hanayome kyuketsuma cir, "Super-Giant, el gigante tradicional especialidad, po­ ("La diabólica novia vampi­ de acero", a lo largo de nueve niendo a disposición de las ro", 1960) y Kaibyo o-tama capítulos de una hora de dura­ nuevas exigencias los estudios ga ike ("El pantano del gato ción cuyos seis primeros se y profesionales con los que fantasma", 1960), entre otras. agruparan de dos en dos para, contaban. Por ello, al fijarnos No quisiéramos concluir el rebautizado el héroe como Su­ en los directores de cine fan­ apartado de "terror Shintoho" perman, acceder a las panta­ tástico de la Daiei, sus nom­ sin nombrar, siquiera de pasa- llas europeas. Y una última bres principales coinciden con los de los maestros de jidai­ geki, con la insólita excepción de Kazuo lkehiro.

Una vez más, pedimos discul­ pas por excluir cintas Daiei como Rashomon (Rashomon , 1954 ), Ugetsu ("Cuentos de la luna pálida", 1953), de Kurosawa y Mizo­ e ::> guchi, o aquellas comedias musicales de "samurai-gatos" (muy divertidas, por lo de­ más), al no encajar su estilo en el denominado "cine fantásti­ co", aunque en rigor de ello se trate.

Entre los más notables kaidan­ eiga de los anteriormente cita­ dos maestros del jidai-geki, Kimiyoshi Yasuda firmó su versión de Kaidan kasane­ ga-fuchi ("La historia sobre­ natural del pantano de la reen­ carnación", 1960), Issei Mori Yotsuya kaidan. Oiwa no bo­ rei ("Historia sobrenatural de Yotsuya. El espectro de Daimajin ikaru Oiwa", 1969) y Kenji Misumi ("La vuelta del Majin ", 1966), de otro Yotsuya kaidan ("Histo­ Kenji Misumi ria sobrenatural de Yotsuya", Los monstruos de/fin del mundo (Gamerarai Barugon. 1966), de Shigeo Tanaka

1959), protagonizado por Ka­ cargo de un "gato-fantasma". rada en 1965 por Y as u da con zuo Hasegawa. Ninguno de el film del mismo título (ya estos films solían llegar a los No todos los seres sobrenatu­ comentado aparte) y con efec­ extremos de crudeza de sus rales del Japón son espectros. tos especiales (soberbios) del homónimos Toho y Shintoho, Los yokai, moradores de las insuperable Kuroda. Tras esta pues la Daiei siempre fue una recónditas montañas, presen­ obra maestra, reiterativas se­ productora de orientación pre­ tan figuras grotescas y vario­ gundas y terceras partes, aun ferentemente "familiar". pintas, por lo general híbridos cuando no desdeñables, serían de objetos o animales con se­ filmadas por los expertos Mi­ Mención aparte merece Toku­ res humanos (anfibios de dos sumí y Mori respectivamente, zo Tanaka, autor de dos piezas patas, árboles vivientes cu­ sin nada especial que aporta­ fundamentales del género: Hi­ biertos de pelo, mujeres con sen a la primera entrega. Tras roku kaibyoden ("Relato se­ dos rostros o cuello extensible, el resurgir de Godzilla se creto del gato fantasma", ¡e incluso un paraguas danza­ anuncia también el de Daima­ 1969) y sobre todo, Kaidan rín con ojos y boca!). Todas jin, pero no es probable que el yukijoro ("La historia sobre­ estas criaturas se darán cita en proyecto, siempre aplazado, natural de la mujer de nieve", la trilogía Daiei de los yokai, llegue a buen puerto. 1968), una obra de singular realizadas en comandita por el belleza, donde la siempre in­ fructífero tándem Kimiyoshi Ya fuera del jidai-geki, Toku­ quietante Shiho Fujimura bri­ Yasuda-Yoshiyuki K u roda, zo Tanaka dirigió a intérpretes llará con la intensidad aterra­ creadores también de la pri­ característicos Daiei (Shintaro dora y al tiempo fascinante de mera aparición de Daimajin. Katsu, Kojiro Hongo, Shiho la nieve. Para redondear el ca­ Los títulos de la trilogía yokai Fujimura) enfrentados a Kuji­ rácter de obra maestra, la ban­ fueron Yokai hyaku monoga­ ra-gami ("El dios-ballena", da sonora corrió a cargo del tari ("Cien historias de mons­ 1962), una rareza de corte épi­ sin par Akira Ifukube, respon­ truos", 1968), Yokai daisenso co llevada con corrección. sable de idénticos cometidos ("La gran guerra de los mons­ en infinidad de cintas de fanta­ truos", 1968) y Tokaido o­ Queda para el final el kaiju sía y chamhara-western (ji­ bake dochu ("El desfile de los por antonomasia de la Daiei, dai-geki algo más violentos de fantasmas en la carretera Gamera, ya situado en nues­ lo habitual , y muy próximos al Este", 1969), todos para ver y tros tiempos actuales, y su­ spaghetti-western). Hiroku disfrutar. mando un total de ocho apari­ kaibyoden, menos romántica ciones, de las que tan sólo las y redonda, nos sitúa en un cas­ Como último caso de híbridos dos primeras, El mundo bajo tillo medieval donde la ven­ Daiei de cine de época con el terror (Uchu daikaiju Ca­ ganza de ultratumba (ahora elementos fantásticos queda la mera, 1965, de Noriaki Yuasa) motivada por celos) correrá a trilogía de Daimajin, inaugu- y Los monstruos del fin del mundo (Gamera tai Barugon, Ayako Wakao, y Moju ("La citado Rampo Edogawa (en 1966, de Shigeo Tanaka) po­ bestia ciega", 1968), de fuerte japonés Edogawa Rampo, seen título español. La gigan­ contenido erótico y sado-ma­ pseudónimo homófono de Ed­ tesca tortuga resucitada en el soquista. gar Allan Poe), vistos hoy re­ Polo Norte conocerá una sultan más bien irrisorios, aun­ transformación en criatura be­ Shochiku, Nikkatsu, Toei que amenos. Años después, néfica aún más acentuada y los shonen tanteidan deserta­ veloz que la de Godzilla, eri­ Al ser menor el campo del gé­ rían a las filas de la Toei, y así giéndose en defensora de la nero fantástico abordado por encontramos Shonen tantei­ Humanidad en general y de la las principales compañías res­ dan. Yako no majin ("Los infancia en particular. tantes, las agruparemos en un muchachos detectives y el solo apartado para mayor co­ mago del resplandor noctur­ Y podría incluirse aquí, ya que modidad. no", 1957, de Itoshi lshihara) o rozan el "terror psicológico", Shonen tanteidan. Tomei dos producciones de interés Por orden cronológico, en la Kaijin ("Los muchachos que, por desgracia, acabaron primera mitad de los 50, Sho­ detectives y el misterioso en las manos de un realizador chiku crea su propio serial de hombre invisible", 1958, de tan plúmbeo como Yasuzo orientación infantil, donde Tsuneo Kobayashi). A este úl­ Masumura (al que siempre se Kaijin nijumenso ("el miste­ timo director se deben tam­ le encomendaban similares ta­ rioso hombre de las 20 caras") bién las primeras entregas de reas), llevando a imágenes las verá sus crímenes incordiados otro serial Toei, cuyas dos pri­ novelas de autores tan turbios en los sucesivos capítulos por meras partes de 50 minutos de como apasionantes, respecti­ los shonen tanteidan ("Jos mu­ duración veríamos en nuestro vamente, Junichiro Tanizaki y chachos detectives"). Aun país como S.O.S. Llega Más­ Rampo Edogawa, en Irezumi cuando seguían más o menos cara de Calavera (Gekko ka­ ("El tatuaje", 1966), protago­ los relatos de detectives escri­ men, 1958); Gekko kamen , nizada por la fascinante tos en los años 20 por el arriba "Máscara de Luz de Luna", el protagonista de la serie (inde­ fectiblemente encarnado por Fumitake Ohmura), se enfren­ tará a lomos de su potente moto made in Japan al igual­ mente enmascarado gang que presta su nombre al título es­ pañol.

El terceto de compañías aquí tratado, aparte de aquellos se­ riales, no se aventurará hasta mediados de los 60 en el cine fantástico (recuérdese que ha­ blamos de las productoras de los films de Ozu, los yakuza eiga, las comedias musicales, los "jóvenes rebeldes", todos géneros ya lu crativos de por sí); empujados sin embargo por la constatación de la pérdi­ da de público, acometieron, sin ninguna preparación ni ex­ periencia, la realización de al­ gún torpe kaiju-eiga, como la Nikkatsu con El monstruo que amenaza al mundo (Daikyoju Gappa, 1967, de Harayasu Noguchi), la Sho­ lrezumi chiku con Uchu daikaiju Gi­ ("El tatuaje", 1966), de Yasuzo Masumura rara ("Gilala, el gran mons- truo del espacio", 1967, de Ka­ S. O. S. LLega Máscara zui Nihonmatsu) o la Toei con de Calavera (Gekko Kamen. 1958) , su kaiju-eiga de época, Kai­ de Tsuneo Ko!Jayashi ryu daikessen ("El gran duelo de los dragones mág icos", 1966, de Tetsuya Yamauchi), curiosos por lo atípico.

No un serial, pues ya el tiempo había pasado, pero con su mis­ mo espíritu, Toei produjo Ogon Batto ("El murciélago dorado", 1966, de Hajime Sato), al que sólo cabe califi­ car de figura extravagante y kitsch a juzgar por éste y los otros desconcertantes títulos que di ó a la compañía; el film de horror gótico (castillo, can­ delabros, telarañas, doncellas vestidas de blanco ... ) Kaidan semushi otoko (" La hi storia sobre natural del jorobado", 1965) y Kaitei daisenso ("G ra n g ue rra s ubmarina", 1966), con el reparto más in ­ te rn acional que imag ina rse pueda (todos ignotos, eso sí) entremezclado en un a ciudad submarina donde se ll evan a cabo dudosos experimentos ... No obstante, la cult mol'ie de rribles hombres deformados", en los últimos 20 años. Aparte Hajime Sato ya no pert ene­ 1969), alucinante collage ti­ de la trilogía vampírica al esti­ cerá a Toei sino a Shochiku, rando a ri sible, y Shochiku, lo occidental de primeros de Kyuketsuki Gokemidoro por su parte, intentaría realizar los 70 realizada por Michio (" Gokemidoro e l vampiro", también kaidan-eiga, con Yamamoto para la Toho o al­ 1968), donde los pasajeros de escasa fortuna, constituyendo gún trabajo aislado de Nobu­ un avión accidentado en el de­ quizás su título más célebre hiko Ohbayashi, dirigidos casi s ie rto se la s compondrán Kaidan zankoku monogatari siempre a público adolescente, como puedan para ev itar caer ("Relato sobrenatural de cruel­ no ha habido más frutos que en las garras de un singul ar dad", 1968, de Kazuo Hase), los agonizantes coletazos de vamp1ro. indisimuladamente erótica. los k01ju , los éxitos prefabrica­ dos y pseudotelevisivos pro­ Toei inclu so ll egaría a la co­ Tras la separación ducidos por Haruki Kadoka­ producción con EE.UU en Ba­ wa e iniquidades como los talla más allá de las estrellas Hasta aquí el período de es­ Tetsuo. (Gamma sango uchu daisa/.:u­ plendor del género. Los años sen 1 The green slime, 1967, de 70 traerán el resquebrajamien­ Esperemos no obstante, haber Kinji Fukasaku), re fri ega en to del sistema de productoras dejado claro que existió un tre unos simpáticos xenoides con sus respectivos estilos, y cine fantástico japonés, no verdes tentaculares y el perso­ los nuevos realizadores darán siempre deudor de ultramar, nal de una base espacial, y a bandazos aquí y allá volvien­ cuyo descubrimiento es poco plantearse adaptar de nuevo la do tarea complicada cualquier probable por, como dijimos al obra de R. Edogawa, ahora fir­ clasificación, por lo que un iniciar el artículo, la propia mando el estrambótico Teruo tratamiento particular exigiría desidia del japonés actual ha­ Ishii (otrora autor de los Su­ demasiado espacio. No son cia él. Sirvan estas líneas perman de Shintoho) aquella demasiadas, sin embargo, las como homenaje a todos aque­ Kyofu kikei ningen ("Los ho- obras de interés localizables llos profesionales de entonces.