Blaise Compaoré
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Blaise Compaoré Burkina Faso, Presidente de la junta militar (1987-1991) y de la República (1991-2014) Duración del mandato: 15 de Octubre de 1987 - de de Nacimiento: Ziniaré, provincia de Oubritenga, región de Plateau-Central, 03 de Febrero de 1951 Partido político: Congreso por la Democracia y el Progreso (CDP) Profesión : Militar Resumen En Burkina Faso, un masivo y fulminante levantamiento popular puso término el último día de octubre de 2014 a la larga presidencia de Blaise Compaoré, en el poder desde 1987. La revuelta de los airados ciudadanos burkineses, saldada con la renuncia y fuga del dirigente, y la toma del Ejecutivo por el Ejército bajo la promesa de una transición consensuada con los partidos de la oposición, tuvo como espoleta el intento abusivo por Compaoré de, repitiendo la maniobra estrenada en 2000, enmendar la Constitución para poder optar a un nuevo mandato electoral, que habría de ser el quinto consecutivo tras los ganados en las urnas en 1991, 1998, 2005 y 2010. Sin embargo, la súbita Primavera Burkinesa, expresión de un malestar general incubado por largo tiempo en este país subsaheliano hundido en los rankings mundiales de desarrollo humano, se estaba gestando al menos desde las protestas de 2011. Con la caída de Compaoré, autócrata de maneras gentiles y discurso benigno que dosificaba la represión de los detractores más molestos (muerte del periodista Norbert Zongo en 1998) y que cultivaba con destreza la respetabilidad internacional, desaparece uno de los más veteranos e intrigantes hombres fuertes del continente negro, en su caso aliado privilegiado de Francia y Estados Unidos, así como "buen alumno" del FMI y el Banco Mundial. La trayectoria de este antiguo capitán y compañero del mítico Thomas Sankara, asesinado en el "movimiento rectificador" de 1987, vale como paradigma de toda una manera de hacer política en la África surgida de la descolonización en los años 60 y 70 del pasado siglo. Partiendo de la condición de militar golpista con prédicas revolucionarias de extrema izquierda, Compaoré hizo una reconversión a presidente constitucional civil con planteamientos social- liberales y secretas ambiciones vitalicias, amparándose en la legitimidad formal que le conferían un marco ampliamente pluralista y unas elecciones que, aunque defectuosas y bajo sospechas de fraude, tampoco podían ser rechazadas como meras mascaradas. La eliminación calculada de rivales internos, las añagazas legales y la inanidad de la fragmentada oposición http://www.cidob.org 1 of 15 parlamentaria dejaron a Compaoré con margen suficiente para ir sorteando sin excesivos apuros las denuncias por los vigorosos movimientos sociales de la corrupción, el nepotismo y las violaciones de los Derechos Humanos bajo el régimen semi-autoritario, así como los motines y conspiraciones del estamento castrense. Sus programas de ajuste y reforma estructural favorecieron el crecimiento sostenido de la economía, muy vulnerable por su dependencia de las exportaciones de algodón y oro, pero poco o nada hicieron para sacar a la población de la pobreza endémica. De paradójica o ambivalente cabe calificar la actuación de Compaoré en la escena regional de África Occidental, donde fue el estadista más ubicuo, mimado por París y Washington. Así, si por una parte medió incansablemente, llegando a hacer de la facilitación un segundo oficio, para pacificar los conflictos que, como fichas de dominó, fueron golpeando a los estados de todo el vecindario, a cuyo lado Burkina Faso parecía un oasis de tranquilidad, al mismo tiempo recibió más que consistentes acusaciones de injerencia desestabilizadora, como protector e instigador de las subversiones armadas que en distintos períodos provocaron guerras civiles en Liberia (1989-1996), Sierra Leona (1991-2002) y Côte d'Ivoire (2002-2007 y 2010-2011). Ahora, su pasada complicidad triangular con el liberiano Charles Taylor y el libio Muammar al-Gaddafi podría poner en problemas penales a Compaoré, quien permanece exiliado en la capital marfileña, Yamoussoukro. (Texto actualizado hasta octubre 2014) http://www.cidob.org 2 of 15 Biografía 1. Compañero y sayón de Thomas Sankara 2. Una engañosa transición del régimen militar al pluralismo civil 3. Las inercias de una presidencia invicta con formalidades democráticas 4. Actor ambivalente en las crisis de África Occidental 5. Revuelta popular y dimisión forzada en 2014 1. Compañero y sayón de Thomas Sankara Perteneciente a la etnia mossi, la más numerosa del país, y de fe católica, recibió instrucción secundaria en su Ziniaré natal, al norte de la capital Ouagadougou, antes de enrolarse en la milicia y de ingresar en 1973 en la Escuela Militar Inter-Armas de Camerún (EMIAC) en Yaoundé. Entre 1975 y 1976 adquirió una especialización en la Escuela de Infantería de Montpellier y en 1977, año en que fue ascendido a teniente, prolongó su estancia en Francia para adiestrarse en operaciones aerotransportadas en la Escuela de Mont-Louis, en Pau. En 1978, tras recibir otro cursillo en Marruecos, inició el servicio en el Ejército de la República de Alto Volta, que así se llamaba entonces Burkina Faso, como jefe de sección y luego como oficial de una compañía de paracaidistas en un regimiento con base en Bobo-Dioulasso. En mayo de 1980 el joven oficial se convirtió en edecán del jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Voltaicas. Al año siguiente recibió el despacho de comandante del Centro Nacional de Instrucción de Comandos (CNEC) en Pô, así como un asiento en el Consejo de las Fuerzas Armadas. Compaoré fue miembro del Comité Militar de Recuperación para el Progreso Nacional, la junta golpista dirigida por el coronel Saye Zerbo que el 25 de noviembre de 1980 derrocó al presidente Sangoulé Lamizana, un antiguo general reconvertido en civil que en 1966 había desplazado del poder al primer presidente surgido de la independencia de Francia en 1960, Maurice Yaméogo. Cuando Zerbo fue derrocado a su vez el 7 de noviembre de 1982 por el general Jean-Baptiste Ouédraogo, Compaoré, que meses antes había asistido a un curso de preparación para oficiales en Pau y ascendido al grado de capitán, se retiró al acuartelamiento de Pô. Desde allí, Compaoré urdió y ejecutó el golpe de Estado, el cuarto en la historia de país, que el 4 de agosto de 1983 derrocó a Ouédraogo e instaló en el poder al capitán Thomas Sankara, quien se encontraba en prisión desde el mes de mayo anterior por oponerse a Ouédraogo, del cual había sido por breve tiempo hombre de confianza desde los puestos de primer ministro y ministro de Información. Compaoré y Sankara, dos capitanes de la misma quinta ?el primero tenía 32 años y el segundo 33-, eran amigos desde su coincidencia en 1978 en las aulas de la Escuela de Instructores Paracaidistas de Rabat. Compartían inquietudes regeneracionistas y su deseo era sacar del marasmo, mediante un enérgico gobierno militar de corte progresista, a la empobrecida nación africana, encajonada entre el recodo suroccidental de la región semidesértica del Sahel y la sabana húmeda sudanesa. Sankara pasó a ser el nuevo hombre fuerte de Alto Volta como presidente de la junta militar que desplazó al Comité de Salvación Popular de Ouédraogo, el Consejo Nacional de la Revolución (CNR), y a su diestra se situó Compaoré como segundo oficial al mando y ministro de Estado delegado en la Presidencia. Apoyados con entusiasmo por la Libia del coronel Muammar al-Gaddafi y por otros regímenes afines del África subsahariana, muy en especial el del teniente Jerry Rawlings de Ghana, el tándem formado en Burkina Faso ?nuevo nombre del país desde el 4 de agosto de 1984- por los capitanes Sankara y Compaoré lanzó una drástica campaña anticorrupción, persiguió la autosuficiencia agrícola para prevenir penurias alimentarias y hambrunas, confiscó tierras a los terratenientes para repartirlas entre los campesinos y aplicó medidas para la mejora de la infraestructura sanitaria, el sistema educativo y la posición de la mujer en la sociedad, todos los cuales presentaban una situación lamentable. Sin embargo, el líder indiscutible del régimen revolucionario y nacionalista burkinés era Sankara, personaje carismático que exudaba un estilo disciplinado y marcial, pero a la vez un carácter afable, de soldado abierto al contacto con el pueblo llano y vocero de unas preocupaciones sinceras por mejorar las condiciones de vida de la población, a la que sin embargo negaba cualquier horizonte de restauración democrática de http://www.cidob.org 3 of 15 la mano de un gobierno civil. Su enorme popularidad en casa y el prestigio alcanzado dentro y fuera de África, donde era el más conocido representante de la nueva izquierda militar con programas de transformaciones nacionales radicales, confirieron a Sankara, llamado a veces el Che Guevara africano (un apelativo compartido con su gemelo en la región, el ghanés Rawlings) un halo mítico en los pueblos del Tercer Mundo, dejando en ellos una profunda huella. La acusada personalización del régimen del CNR en Sankara produjo recelos y abrió fisuras en la junta militar y la oficialidad castrense, donde se configuró una madeja de camarillas y grupúsculos rivales entre sí. Varios compañeros del movimiento golpista de 1983 comenzaron a conspirar contra el jefe del Estado y a la cabeza de los sedicentes estaba Compaoré, que también discrepaba abiertamente de una serie de resoluciones del gobierno dictatorial, como la supresión de los sindicatos. No queda claro hasta qué punto Sankara era consciente de la amenaza que entrañaban las divergencias con quien se suponía era su mano derecha en el CNR. Al parecer, el deterioro de las relaciones entre los dos capitanes llegó a un punto de no retorno en 1987 cuando Sankara intentó marginar del poder a una de las dos organizaciones políticas semioficiales que convergían en el CNR, la Unión de Comunistas Burkineses (UCB), cercana a Compaoré, así como a una facción disidente de la organización rival de la UCB, la Unión de Combatientes Comunistas Reconstruida (ULCR), adherida a posiciones de la extrema izquierda marxista y leal al jefe del Estado.