Tesis De Maestría En Investigación Histórica La Vanguardia, 1894-1905. Cultura Impresa, Periodismo Y Cultura Socialista En L
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Programa de Posgrado en Historia Tesis de Maestría en Investigación Histórica La Vanguardia, 1894-1905. Cultura impresa, periodismo y cultura socialista en la Argentina Tesista: Prof. Juan Buonuome Directora: Mg. Marcela Gené Buenos Aires, marzo de 2014 Índice Introducción…………………………………………………………………..... 1 Capítulo I Militancia impresa. Una empresa periodística para la formación del socialismo argentino……………………………………………………….…... 12 La emergencia de la prensa socialista en la Argentina…………………………. 16 “Economía y sacrificio”: La Vanguardia por dentro…………………………… 32 En circulación…………………………………………………………………… 44 Periodismo militante en tiempos de profesionalización………………………… 53 La Vanguardia y la expansión de la prensa socialista.…………………………. 61 Capítulo II Fisonomía de un semanario socialista. Transformaciones gráficas y evolución de la propaganda política en La Vanguardia……………………... 81 El periodismo socialista a fines de siglo XIX.………………………………….. 84 Debatir las ideas, 1894-1896……………………………………………………. 95 Educar al pueblo, 1897-1902……………………………………………………. 101 Organizar el partido, 1903-1905………………………………………………… 113 Capítulo III El obrero ilustrado. Circulación de imágenes y construcción visual de una cultura del trabajo………………………………………………………........... 125 Socialismo, arte y cultura visual………………………………………………… 129 Ilustraciones e ilustradores en La Vanguardia………………………………….. 138 Alegorías del “pueblo trabajador”………............................................................ 145 De la plebe urbana al “obrero consciente”……………………………….…….. 162 ¿Pequeño productor o gaucho proletarizado?....................................................... 178 Capítulo IV La Vanguardia lee la prensa. Representaciones socialistas del periodismo porteño…………………………………………………………………………. 203 “Prensa burguesa”……………………………………………………………… 207 La intimidad de un “gran diario” ……………………………………………… 212 La “prensa grande”, entre la política y las letras ………………………………. 219 Imágenes de una sociedad conflictiva…………………………………………. 228 Consideraciones finales...……………………………………………………… 235 Resumen/Abstract…………………………………………………………….. 239 Fuentes y bibliografía…………………………………………………………. 241 Agradecimientos Quiero agradecer en primer término a mi directora Marcela Gené, por su generosidad, paciencia y compromiso hacia mi trabajo. Sin su aguda mirada para pensar la historia de la cultura impresa no habría podido nunca transformar en una tesis mis débiles intuiciones iniciales sobre el mundo socialista de entresiglos. Agradezco también la confianza que han depositado en mi investigación Lila Caimari y Roy Hora, directores de la tesis doctoral que llevo adelante actualmente en la Universidad de San Andrés. Su enorme sensibilidad como historiadores es para mí una fuente permanente de inspiración. Distintas personas leyeron versiones previas de la tesis, me ofrecieron una valiosa orientación bibliográfica y/o me facilitaron materiales documentales. Por su desinteresada ayuda, agradezco a Martín Albornoz, Martín Bergel, Patricio Geli, Ilana Martínez, Inés Rojkind, Juan Manuel Romero, Sergio Serulnikov, Nicolás Sillitti, Horacio Tarcus y Eduardo Zimmermann. Mis compañeros de los talleres de investigación del posgrado de San Andrés me han acompañado durante la elaboración de la tesis, brindándome la posibilidad de presentar avances de trabajo en un clima de intercambio ameno y a la vez riguroso. Los incontables consejos y sugerencias de Paula Bruno fueron siempre muy enriquecedores. Su acompañamiento en estos años fue fundamental, sobre todo cuando, en momentos de desorientación, me ayudó a enderezar el rumbo. Las charlas con Alejandro Cattaruzza fueron de gran ayuda en la prehistoria de esta tesis y vuelven a serlo ahora en el marco del grupo de discusión sobre historia del siglo XX que dirige en el Instituto de Historia Argentina y Americana “Dr. Emilio Ravignani”. Agradezco la generosidad de los integrantes de los proyectos UBACyT a los que he pertenecido durante el período de elaboración de la tesis: Arte, sociedad, tecnología y política. La imagen impresa en la construcción de una cultura visual en Argentina (siglos XIX-XX), dirigido por Laura Malosetti Costa y Marcela Gené, y De las ‘artes gráficas’ al diseño. Aportes para una historia social, técnica y cultural del diseño gráfico en la Argentina (siglos XIX y XX), dirigido por Marcela Gené y Sandra Szir. También debo mencionar a los integrantes del Seminario de Historia Intelectual y Recepción de las Ideas organizado por Horacio Tarcus y Adriana Petra en el Centro de Documentación e Investigación de la Cultura de Izquierdas (CeDInCI), un ámbito estimulante donde he sido recibido de la mejor manera. Los referencistas de los repositorios donde he realizado mi trabajo de archivo mostraron siempre una gran receptividad y compromiso hacia mis pedidos. En particular agradezco a los encargados de la Biblioteca Obrera “Juan B. Justo” y de la biblioteca, hemeroteca y archivo del CeDInCI. Agradezco al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) por darme la oportunidad de dedicarme en forma exclusiva a la investigación. Al Instituto de Arte Americano e Investigaciones Estéticas “Mario J. Buschiazzo” donde está radicada mi beca doctoral y donde he encontrado las puertas siempre abiertas. A la Asociación Civil Educativa Escocesa San Andrés por el apoyo financiero que me brindó para cursar la Maestría en Investigación Histórica. A mis padres, Elina y Raúl, y a mi hermana, María, por la ayuda y el aliento que me dan cotidianamente. Por último, quiero agradecer a Ana Sánchez Trolliet, porque sin su amor y su compañía, todos estos años de trabajo no significarían nada. A nuestro hermoso hijo, Félix, dedico esta tesis. “The newspaper is the most powerful engine for good or evil that has been brought into action by human creation”. (Robert Owen, citado por Elizabeth Eisenstein, “The End of the Book?: Some Perspectives on Media Change”, en American Scholar, Vol. 64, Nº 4, 1995, p. 549). Introducción Aunque mi ingreso al Partido Socialista data del año 1897, desde tiempo antes conocía nuestro valiente órgano La Vanguardia. Semanalmente, en el trayecto a mi trabajo como aprendiz de tornero en madera, lo veía expuesto en la vidriera de la librería “EL GLYPTODÓN” que Florentino Ameghino tenía en la calle Rivadavia, frente al Teatro Doria (hoy Marconi), y que el sabio colocaba allí ciertamente más con el fin de hacerlo entrar por los ojos al público, que por lo que importase la utilidad de su venta. En el interior de la librería, entre su cúmulo de cráneos y huesos de toda especie y tamaño, de trozos de piedras y maderas, desparramadas sobre el mostrador, dentro de los estantes y sobre el piso, que llamaban la atención del transeúnte, que sonreía al pasar, ignorante del inmenso servicio que su dueño, con esos elementos, prestaría a la ciencia, el sabio atendía a su clientela y más de una vez tuve el honor insigne –que sólo más tarde aprecié– de recibir de sus manos el ejemplar de nuestro periódico que compraba y leía, primeramente con curiosidad de muchacho, luego con interés, pues que se presentaba como “Defensor de la clase trabajadora” a la que yo pertenecía (Jacinto Oddone, “La «vía crucis» de La Vanguardia”, en La Vanguardia. A 1 año de su clausura, Buenos Aires, Comisión de Prensa del Partido Socialista, 1948, p. 37). I. Las biografías y memorias escritas por los dirigentes socialistas de fines del siglo XIX y principios del siglo XX están plagadas de “relatos de conversión” como el que puede leerse en el epígrafe. En ellos, el contacto con la palabra impresa juega un rol decisivo: la lectura de un libro, un periódico o un folleto opera en la conciencia del joven obrero o estudiante como un factor de “iluminación” y genera un parteaguas en su trayectoria vital al decidirlo por un compromiso definitivo con la causa socialista. En el rito de pasaje descripto por Jacinto Oddone, el objeto que cumple el rol mediador es el periódico La Vanguardia. Allí, antes que aludir al valor de las ideas contenidas en sus páginas –y al efecto que ellas pudieran haber tenido en su propia visión del mundo–, el dirigente socialista remarca su condición estrictamente material. La Vanguardia es colocada en una serie junto a otros artefactos culturales que podían encontrarse en la librería del sabio Ameghino: “cráneos y huesos” y “trozos de piedras y maderas desparramados”. A su vez, su primer contacto con el periódico es sensorial antes que intelectual. Desde la vereda lo veía expuesto en la vidriera, donde había sido colocado “con el fin de hacerlo entrar por los ojos al público”. Luego, lo recibía directamente de 1 manos del eminente naturalista y paleontólogo, hecho que garantizaba, en términos simbólicos, la cientificidad de su mensaje. Y recién después de constatar que el subtítulo con el que se presentaba el periódico postulaba la defensa de los intereses de su propia clase social, el joven tornero se abocaba a su lectura. Escenas similares se repitieron con seguridad en numerosas ocasiones hacia el cambio de siglo y alertan sobre la importancia que tuvieron los impresos y, en particular, la prensa periódica, en los esfuerzos de propaganda de los militantes socialistas de entonces. Dado que era en la palabra impresa donde estaban alojadas las mayores esperanzas de cambio y emancipación social de los socialistas, la prensa periódica aparece como un ángulo estratégico para visualizar rasgos centrales de la acción del socialismo argentino en las décadas del noventa y el novecientos. Con el objeto de valorar la importancia y el significado de la cultura impresa