La Capilla De Los Reyes De La Catedral De Palencia
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BRAC, 52, 2017, pp. 35-46, ISNN: 1132-078 LA CAPILLA DE LOS REYES DE LA CATEDRAL DE PALENCIA: LA SARGA DE JUAN DE VILLOLDO Y SU TALLER Y UNA ESCULTURA REENCONTRADA DE JUAN DE VALMASEDA Ramón Pérez de Castro Universidad de Valladolid Gloria Martínez Gonzalo Restauradora Resumen: Se da a conocer un gran velo de Pasión realizado por Juan de Villoldo y su taller para el retablo de la capilla de los Reyes (o San Pedro) de la catedral de Palencia. La obra encaja en los últimos años de su producción y caracteriza su estela en la pintura palentina. También se documenta la procedencia de una escultura de Juan de Valmaseda del mismo retablo que, tras pasar por el mercado de arte, se encuentra en una colección particular. Palabras clave: Juan de Villoldo. Alonso Berruguete. Juan de Valmaseda. Renacimiento. Palencia. THE CHAPEL OF THE KINGS IN THE CATHEDRAL OF PALENCIA: THE LENTEN VEIL OF JUAN DE VILLOLDO´S WORKSHOP AND A SCULPTURE REDISCOVERED OF JUAN DE VALMASEDA Abstract: This work reveals a great Lenten Veil used to cover the altarpiece of the Chapel of the Kings, (or Saint Peter), in the cathedral of Palencia. It was made in Juan de Villoldo´s workshop during the final years of its operation and is characteristic of the style of painting in Palencia. This work also documents a sculpture by Juan de Valmaseda which belonged to this same altarpiece, but somehow after passing through the art market, is currently found in a private collection. Key words: Juan de Villoldo. Alonso Berruguete. Juan de Valmaseda. Renaissance. Palencia. La comunidad de Castilla y León posee un hoy yacen en la mayoría de los casos en tras- patrimonio cultural material ligado a las ce- teras y depósitos bajo la amenaza de su des- lebraciones de la Semana Santa tan ingente aparición total. Entre ellos queremos destacar como variado, que ha ido evolucionando al los monumentos, velos de Pasión y, por ex- compás de los cambios históricos, litúrgicos tensión, las sargas que cubrían los retablos du- y estéticos. A pesar del interés que suscita rante el Triduo Pascual. Sería imposible ahora el tema aún son muchas las parcelas olvida- hacer un recorrido minucioso por su historia, das —cuando no directamente menosprecia- significado y evolución, labor que nos inte- das—, integradas por elementos que fueron resa desde hace tiempo. No se trata solo de importantes durante siglos, reflejo de unos una carencia de referencias bibliográficas: su usos devocionales cada vez más lejanos y que mera existencia generalmente ha pasado des- 36 Ramón Pérez de Castro y Gloria Martínez Gonzalo Velo de Pasión procedente de la capilla de los Reyes de la Catedral. Palencia. Palacio episcopal. apercibida para inventarios y catálogos patri- ga almacenado en el palacio episcopal de moniales; es decir, sencillamente no existen a Palencia. Lo componen cuatro piezas co- ojos de los historiadores y, en muchos casos, sidas de tafetán simple de unos 106 cm ni siquiera para sus mismos propietarios. Ello de anchura, una densidad de 12 hilos y 11 entorpece cualquier tentativa de estudio. Por pasadas, con los orillos encarados en una eso ahora deseamos ofrecer un ejemplo bien costura plana e igual por ambos lados. significativo que permita calibrar las posibili- Está forrado por el reverso con otra pieza dades del estudio en esta materia1. de tafetán blanqueada que parece de fac- tura más reciente y en la que aparece una etiqueta cosida con la inscripción «Coro / Descripción Epistola h». El anverso representa un retablo fingi- Nos ocupa un gran velo de retablo do de estirpe manierista compuesto por tres (450 × 430 cm aprox.) realizado en sar- calles y dos cuerpos, sin más remate que el BRAC, 52, 2017, pp. 36-46, ISNN: 1132-078 La capilla de los Reyes de la Catedral de Palencia: la sarga de Juan de Villoldo y su taller… 37 entablamento superior. Igualmente carece de roturas (algunas reparadas con zurcidos), banco, de modo que las columnas arrancan manchas de humedad, pequeñas quemadu- directamente de la base de la tela. Las calles ras y algunos desgarros (especialmente en se separan gracias al orden gigante: columnas la parte superior que soporta la tensión de jónicas con los tercios superiores de fuste es- los anclajes, donde se aprecian bandas de triado en los extremos y pilastras planas para refuerzo que pudieran proceder de otra sar- independizar la calle central, que aparece algo ga pues presentan restos de pintura). Pero el adelantada respecto a las laterales. Los fustes mayor problema que ofrece se ha ocasiona- y frisos que individualizan las cajas rectangu- do por el contacto directo y prolongado con lares se decoran con grutescos y elementos el agua en la parte inferior estando colgada, manieristas. Centra el primer cuerpo el tema como se intuye por las huellas de arrastre de de la Epifanía, flanqueada por representacio- pigmentos que ha producido la humedad en nes de San Jerónimo penitente y San Pedro, toda la franja inferior. En esta parte las car- en los lados de la Epístola y el Evangelio naciones han aguantado algo mejor sus efec- respectivamente. El Calvario ocupa las tres tos adversos, bien por su densidad o por los cajas del segundo cuerpo, con el Crucificado aglutinantes empleados. al centro, la Virgen en la caja de la izquierda y San Juan en la derecha, si bien el paisaje sobre el que se recortan las figuras subraya la Procedencia continuidad de la escena. La capa pictórica se ha realizado con la Distintas fuentes orales2 nos indicaron que técnica habitual en este tipo de piezas, con la sarga procedía de la catedral de Palencia, una ligera preparación y pintura al temple. La mazonería del retablo fingido se ejecu- tó en grisalla, sin capa preparatoria, usando como únicas tonalidades el blanco y negro, con ciertos toques de rojo; una gruesa y más oscura línea remarca la línea del contorno ex- terior. En las seis escenas que componen su programa iconográfico se utilizó una gama más amplia de colores, especialmente en el paisaje y carnaciones, con algunos detalles de oro molido (coronas, nimbos, etc.) o plata (estrella de Belén). La rapidez en la ejecución que caracteriza estas obras genera la aparición de arrepentimientos y correcciones ejecutadas por el propio pintor (cabeza de San Juan, tor- so de Cristo Crucificado), bien para aumentar los volúmenes o para corregir algunas partes de la arquitectura, donde se perciben aún al- gunas líneas de mediciones. El trasiego, uso y poco cuidado en su ma- nipulación ha producido alteraciones impor- tantes: manchas de óxido de las arandelas Retablo de la capilla de San Pedro o de los Reyes y elementos metálicos de los que colgaba, Magos. Palencia. Catedral. BRAC, 52, 2017, pp. 37-46, ISNN: 1132-078 38 Ramón Pérez de Castro y Gloria Martínez Gonzalo sin que pudieran precisar su ubicación ini- hoy solo restan los herrajes donde se fijaba. cial pues llevaba mucho tiempo almacenada. En algunas se llega a ver un telón recogido Por su cronología y estilo muy pronto sos- en un extremo, una sencilla cortina negra, pechamos que podría tratarse del velo que sin elementos pintados, más acorde a las se anteponía al retablo de la capilla de los prescripciones litúrgicas contemporáneas. Reyes —o de San Pedro— , uno de los es- Esto indicaría que desde hace bastantes dé- pacios más significativos y bellos del templo cadas la sarga ya había sido sustituida y es- gracias a la epidermis decorativa ideada por taba en desuso. los hermanos Corral de Villalpando. La hipótesis se confirmó tras comprobar que la tela tenía las mismas dimensiones Estudio histórico-artístico que la estructura lígnea, que existía una concordancia entre las líneas estructura- Desarrollar ahora todo lo que se conoce les de ambas obras (dos cuerpos, tres ca- sobre la historia de la capilla, fruto de la am- lles y orden gigante en los extremos), por plia bibliografía que la ha abordado directa la cercanía cronológica y por importantes o tangencialmente4, resulta innecesario; en concordancias iconográficas. Así, frente al cambio merece atención especial la que se pequeño relieve del Calvario que corona el refiere a su retablo5. retablo, en la sarga se dio mayor importan- Este espacio catedralicio recayó, tras una cia al tema, como es lógico merced a su uso larga negociación con el cabildo, en el pa- preferente durante los días de Pasión. La tronato del canónigo don Gaspar de Fuentes dedicación de la capilla a San Pedro, cuya y de la Torre, arcediano de Carrión y abad talla preside el retablo escultórico, justifica de Lebanza. En 1548 contrató las obras de la presencia del apóstol en una de las fin- reforma con Juan del Corral, que incluían el gidas cajas laterales. En la pintura quedó revestimiento interior de yeserías, la cons- desplazado a ese lugar para dejar hueco en trucción de una sacristía y una tribuna. A el centro del primer cuerpo a la Epifanía pesar de ello no parece que se realizara nada pues aunque es la segunda advocación de la hasta 1550, fecha de su fallecimiento, pues capilla, hace alusión a la devoción principal en su testamento ordenó a don Francisco de de su patrono, don Gaspar de Fuentes3; de Carvajal, abad de Husillos, y a don Gabriel ahí que en sus muros aparezcan los grandes de Salceda, arcediano de Carrión, formalizar relieves de yeso de los Reyes Magos. La el contrato de adquisición. presencia de San Jerónimo se explica por En diciembre de aquel año, el obispo la misma razón y por ser la onomástica del Cabeza de Vaca dispuso que la obra y su sucesor en el patronato de la fundación, que amueblamiento se hicieran en cuatro años recayó en su sobrino Jerónimo de Fuentes, y que se entallara «un buen rretablo» don- algo que también se replicaba en el retablo, de se albergaran las iconografías de San Pe- pues en su ático, sobre la vertical de una de dro —antigua advocación de la capilla—, las columnas, se disponía una escultura de Santiago, San Clemente y San Ivo, pues en este santo penitente, algo sobre lo que vol- ella estaban sus efigies y a este lugar acudían veremos más tarde.