Capture, Restraint and Transport Stress in Southern Chamois (Rupicapra Pyrenaica)
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Capture,Capture, restraintrestraint andand transporttransport stressstress ininin SouthernSouthern chamoischamois ((RupicapraRupicapra pyrenaicapyrenaica)) ModulationModulation withwith acepromazineacepromazine andand evaluationevaluation usingusingusing physiologicalphysiologicalphysiological parametersparametersparameters JorgeJorgeJorge RamónRamónRamón LópezLópezLópez OlveraOlveraOlvera 200420042004 Capture, restraint and transport stress in Southern chamois (Rupicapra pyrenaica) Modulation with acepromazine and evaluation using physiological parameters Jorge Ramón López Olvera Bellaterra 2004 Esta tesis doctoral fue realizada gracias a la financiación de la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología (proyecto CICYT AGF99- 0763-C02) y a una beca predoctoral de Formación de Investigadores de la Universidad Autónoma de Barcelona, y contó con el apoyo del Departament de Medi Ambient de la Generalitat de Catalunya. Los Doctores SANTIAGO LAVÍN GONZÁLEZ e IGNASI MARCO SÁNCHEZ, Catedrático de Universidad y Profesor Titular del Área de Conocimiento de Medicina y Cirugía Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, respectivamente, CERTIFICAN: Que la memoria titulada ‘Capture, restraint and transport stress in Southern chamois (Rupicapra pyrenaica). Modulation with acepromazine and evaluation using physiological parameters’, presentada por el licenciado Don JORGE R. LÓPEZ OLVERA para la obtención del grado de Doctor en Veterinaria, se ha realizado bajo nuestra dirección y, considerándola satisfactoriamente finalizada, autorizamos su presentación para que sea evaluada por la comisión correspondiente. Y para que así conste a los efectos que sean oportunos, firmamos el presente certificado en Bellaterra, a 27 de Julio de 2004. Firmado: Santiago LAVÍN GONZÁLEZ Firmado: Ignasi MARCO SÁNCHEZ Sólo sé que no sé nada Sócrates (Filósofo griego, 470-399 a. C.) ACKNOWLEDGEMENTS Una tesis doctoral, a pesar de estar firmada por un solo autor, no es un trabajo individual, sino el fruto de un esfuerzo colectivo que sólo es posible gracias a la colaboración y el apoyo de muchísimas personas, tanto laboral como emocionalmente. Por ello, no sería justo presentar este trabajo sin agradecer su participación en mi tesis y en mi vida a todas las personas que me han ayudado y animado. Además, la realización de la tesis es más que un mero trabajo de investigación; al menos en mi caso, ha supuesto un proceso de crecimiento y maduración personal, lo que no sé si es positivo o negativo. Mirando hacia atrás, muchas de las expectativas e ilusiones del joven de 22 años que un día entró en el despacho del Doctor Santiago Lavín solicitando participar en un proyecto relacionado con fauna salvaje han cambiado por nuevas metas, otras se han cumplido y otras han desaparecido en el olvido. Lo que sí es seguro es que una cosa de la tesis no cambiaría por nada: el haber conocido a muchos de vosotros y el haber estrechado lazos con quienes ya conocía. Y como de bien nacidos es ser agradecidos, allá voy. Quizás estos agradecimientos puedan parecer demasiado largos, pero es que soy muy afortunado de poder contar con vosotros. Disculpadme quienes quedéis en el tintero, pero también os doy las gracias. A los Doctores Santiago Lavín e Ignasi Marco, por tener la idea que dio pie al proyecto, por pensar en mí para realizarlo cuando no tenía nada más que aportar que mucho entusiasmo, por darme la oportunidad tanto tiempo deseada de trabajar con animales salvajes, por guiarme en el farragoso trabajo diario y recordarme que hay vida más allá del trabajo. Als guardes i personal de les Reserves Nacionals de Caça de Cadí-Moixeró, Cerdanya-Alt Urgell i Freser-Setcases, perquè treballar bé amb ells va estar sempre una festa. Sense la seva experiència, consell i esforç, els “tècnics” de ciutat no haguéssim aconseguit capturar ni un isard. Especialment a Campi, Julio, Daniel de cal Jan, Dani, Gispert, Bossom, Teresa, Cruïlles, Joan, Josep Marsal, Jordi Marsal i Eduard (pare, fill i nebot) i Josep Bonada pare i fill. I, com no, a en Jordi García Petit, pel seu interès, compromís i dedicació pel Pirineu en general i per aquest estudi en particular. A María y los guardas asturianos, en especial Fernando, Rubén y Francisco, por enseñarme a trabajar con rebecos por primera vez (aunque fueran cantábricos) y por los buenos momentos compartidos bajo el orbayu. A los profesores Josep Pastor, por nuestra fraternal relación (¡cuñaaaaoo!), y Rafi Cuenca, por la deferencia que me ha mostrado. Ambos han visto en mí quizás más bondad de la que realmente tengo. Gracias por vuestro voto de confianza. A mi tocayo, el profesor Jordi Miró, por tener siempre un buen consejo, el momento para dármelo y por ayudarnos de verdad en las capturas. A Mª Àngels, por adoptarme en el departamento y cuidar tan bien de este descendiente de su tierra. A mis profesores escolares, Azucena y Manel, pero también Alberto, Ana, Élida, Enrique, Montse y Victorino, y a quienes no fueron mis profesores pero me trataron con cariño, el director Ángel, Charo, Pere, María Farràs y Rosa (y Pep). A mis profesores del Instituto, Begoña, Conxita, Richard, Antoni Segarra, Fernando García, Antonio Zurdo y el profesor Mussons. Porque aunque haga tiempo que no les visito, todos han dejado su impronta en mi carácter y me han formado humanísticamente. Creo que ése es el mejor regalo que me han podido hacer. A quienes han compartido despacho, alegrías y penurias doctorales conmigo durante estos largos años de tesis: Jordi, que fue casi mi tercer director de tesis, siempre con su colaboración desinteresada y por tener siempre tiempo para atender mis numerosas dudas; Gregorio, amigo antes y mucho más que compañero; Carlo, cuya alegre euforia esconde bellos sentimientos; Ana Luisa, colaboradora voluntariosa especialista en tranquilizarme en los momentos de mayor estrés; Ana Cris, quien aunque no siempre está en el despacho ha compartido alegrías, penas y literatura; y Miguel, que siempre tuvo un chiste que contar. A los compañeros de doctorado; Toni, junto a quien perseguí rebecos por medio Cadí; Aurora (la novia de Grego) y Jorge (el primo de la novia de Grego), por su simpatía y gracejo; Ernesto, Álex, Antonio, Laia, Edu, Judith, Marías, Amparo y Raquel (bioquímicos); Marta y Anna (cirujanas); Ceci, Alba y Eva (nutrólogas); la risueña Yeni (tecnóloga alimentaria), por las cenas y las charlas de pasillo. A Esther y Montse, las chicas del laboratorio, por las –adas compartidas. A Mateo, que ha estado conmigo desde el instituto. A quienes colaboraron voluntariamente en las capturas y quisieron aprender algo del rebeco, aunque fuera por un día: Pepe, Toni, David, Ignasi, Rafa, Jordi, Álex, Mireia, Jane, Eila, la familia Busquets, Laia, Sergi, Rose, Gema, Elia, Roger, Marc, Ana, los profesores Alfred Ferret y Xavi Manteca...y todos los demás, a los que quizás ni llegué a conocer por estar enfrascado en el trabajo pero a quienes estoy igualmente agradecido. A Ignasi Béjar y Rafa Guardia, por entender el verdadero significado de la palabra equipo y dejar de ser colaboradores para convertirse en amigos. A AVAFES y a los chiruqueros de espíritu, sobre todo Lluís Parpal, Dani Ponté, Dani Alarcón y también David Baena, por contribuir a difundir el conocimiento veterinario de la fauna salvaje. A quienes nos conocimos a través de esta asociación y luego seguimos siendo amigos de excursiones y congresos: Fernando, Raquel, Pablo, Joaquín, Javi, Jaime y el resto de jóvenes veteranos. A Núria Monje, por sus jaimitadas y sus cafés con leche. A las nuevas promociones, que me recuerdan la energía e ilusión con la que empecé el doctorado; el siempre divertido y paciente Jordi Boixadé, las encantadoras niñas Loli, Vane y Mº Carmen, y Olga, cuya ilusión por la vida y la fauna salvaje sólo se ven superados por su candor. A Toni, mi amigo del quiosco de la facultad, por su simpatía y atención. A mis vecinos y la gente de mi barrio, Juan y Mª Carmen, señoras Pepita y Carme, Mati, Paco y Sergio, Antonio, Jose e Isabeles, Mari y Diego, que me conocieron desde antes de nacer, y los amigos del mercado y de la calle, porque aunque no sepan con seguridad qué es un rebeco, me hacen recuperar la confianza en la bondad del ser humano y han sido una segunda familia para mi. A Fina, que me animó en los peores y en los mejores momentos con una gran sabiduría, y a Frau Beate Peters, mi amiga alemana de alma mediterránea, que supo tratarme como una persona y a quien todavía le debo un viaje por la Península. A mis amigos, por serlo y aguantarme a pesar de ser yo. A Ivan, por todo lo que hemos crecido, aprendido y vivido juntos; a Gregorio, por segunda vez, por su bondad y nuestra mutua ilusión por la fauna salvaje; a César, que fue un buen mosquetero; al paciente Sergio, a ver si se decide de una vez a dar los pasos que necesita su vida; a Pili, que espero haya aprendido a tomarse menos en serio el trabajo y más en serio la vida; a Eva, mi alma gemela, por esa complicidad y ese entendimiento difícil de explicar que sé que no tendré nunca con nadie más. Y a Ana, Bea, Pep, Jaume, Carol, Jose, Xasvi, César y el resto de compañeros de estudios con los que compartí excursiones y noches de insomnio colectivo. Muy especialmente a dos personas que, además de haberme ayudado, y mucho, con la tesis, necesitan y merecen especialmente mi agradecimiento y ánimo. Al Doctor Viñas, que me dejó demasiado pronto sin el consejo y la guía espiritual de un padre o abuelo profesional. Y, sobre todo, a Ferne. Nadie como él ha ‘pringado’ trabajando duro en los días más difíciles por simple amistad, demostrando un compromiso personal al que lamento haber faltado durante la última fase de la tesis. Pero siempre estás en mi pensamiento, y espero poder recompensarte con creces, cabrón. A mis padres, hermanas, tía y abuela, porque gracias a ellos y a su esfuerzo he podido andar el camino que me ha traído hasta aquí.