El origen de , una ensen~anza hist¶orica en la ciencia mexicana

M. e n C. Fe lip e L e ¶o n Oliva r e s . E s c u e la N a c io n a l P r e p a r a t o r ia P la n t e l \ Ga b in o B a r r e d a " . A v. D e la s To r r e s . S / N . y P r o lo n g a c i¶o n A ld a m a

programa de becas. As¶³ fue, que el qu¶³mico Rus- I. Re s u me n . La pre se nte inv e stig a c i¶o n tra ta de la e mpre sa fa r- sell E. Marker de la Universidad Estatal de Pennsyl- ma c ¶e utic a Sy nte x funda da e n M ¶e x ic o , q ue re a - vania, inici¶o sus estudios sobre las hormonas esteroi- liz ¶o una v e rda de ra re v o luc i¶o n mundia l e n e l c a m- des (Lehmann et al., 1973:196). po de la s¶³nte sis o rg ¶a nic a de la s ho rmo na s e ste ro i- Marker plante¶o que el punto clave en la industria de s, a l se r la prime ra e n lo g ra r la s¶³nte sis de pro - g e ste ro na , c o rtiso na y la ba se de l prime r a ntic o n- de las hormonas esteroides estaba en la materia pri- c e ptiv o , utiliz a ndo pa ra e llo la dio sg e nina o bte ni- ma, con esta hip¶otesis, prest¶o atenci¶on a las plan- da de la \ c a be z a de ne g ro " , (Dios corea mex icana) y , lue - tas como fuente barata y abundante de hormonas. g o , de l \ ba rba sc o " (Dios corea compos ita); una e spe - As¶³, Marker inici¶o sus investigaciones en una sapoge- c ie e nd¶e mic a de M ¶e x ic o ; de bido a la s inv e stig a c io - nina aislada de la zarzaparrilla (Smilax aristolochiae- ne s bo t¶a nic a s y e n q u¶³mic a o rg ¶a nic a de Russe ll E. M a r- folia, Mill), conocida como zarzasapogenina. Poste- k e r. riormente, Marker transform¶o ¶esta u¶ltima en preg- D e spu¶e s de un a n¶a lisis hist¶o ric o de la e mpre sa , e n e l c o n- nanediol. De la misma manera, emple¶o dicho pro- te x to na c io na l e inte rna c io na l, se inte nta da r una e x - cedimiento para obtener la diosgenina a partir de plic a c i¶o n de lo s dife re nte s fa c to re s q ue in°uy e ro n pa ra un extracto de Dioscorea tokoro. Ahora bien, la eta- q ue dic ha e mpre sa ¯g ura ra c o mo un v e rda de ro mo no po - pa de transformaci¶on a progesterona, que constituy¶o lio me x ic a no . Po ste rio me nte , c ua le s fue ro n la s c a usa s pa - toda una revoluci¶on en la s¶³ntesis org¶anica de hor- ra la p¶e rdida de una e mpre sa ta n impo rta nte e n e l de - monas esteroides, fue la \Degradaci¶on de Marker" sa rro llo industria l inde pe ndie nte de M ¶e x ic o y sus re pe r- (Marker y Rohrmann, 1940a: 518, Marker et al., c usio ne s, pa ra una po l¶³tic a a de c ua da de c ie nc ia y te c no - 1940b: 2525), que mejor¶o el rendimiento del proce- lo g ¶³a . so a un costo de 18 d¶olares el gramo. F ina lme nte , se ha c e una re °e x i¶o n de lo s fa c to re s m¶a s re - III. El origen de Syntex. le v a nte s e n e l c o nte x to de C ie nc ia , T e c no lo g ¶³a y So c ie - Con el inter¶es comercial, Marker lleg¶o a M¶exico en da d, q ue v ie ne a se r una v e rda de ra e nse n~ a nz a hist¶o ric a 1941, para obtener una especie de Dioscorea que q ue no se de be pe rde r e n la s nue v a s g e ne ra c io ne s de e s- tudia nte s e inv e stig a do re s e n nue stro pa ¶³s. Sin impo r- crec¶³a en Veracruz, en donde encontr¶o el material ve- ta r la bre c ha te c no l¶o g ic a y e l re z a g o hist¶o ric o , e x iste una getal conocido como \cabeza de negro" (Dioscorea tra dic i¶o n de la c ie nc ia me x ic a na pa ra la s pr¶o x ima s g e ne - mexicana). Posteriormente, en las siguientes expe- ra c io ne s. diciones colect¶o otra dioscorea conocida como \bar- II. Russell E. Marker y la revoluci¶on en la basco" (Dioscorea composita, Hemsl), de mayor im- s¶³ntesis de las hormonas esteroides. portancia comercial por su contenido en diosgenina En la d¶ecada de los treinta del siglo XX, el costo de la (Marker et al., 1947: 2167). Proces¶o la muestra \ca- progesterona era de 80 d¶olares el gramo, el hecho de beza de negro" en los laboratorios Parke-Davis, su- no disponer de hormonas en cantidad y calidad su¯- giri¶endole a la empresa que se patentara y explota- ciente,

5 6 ContactoS 38, 5{9 (2000)

F ig ura 1 . M a rk e r E. Russe ll, pio ne ro de la industria de lo s e ste ro ide s, (Le hma nn, 1 9 7 0 : 1 9 7 )

Para 1943, se present¶o en una compan~¶³a mexica- gunos investigadores mexicanos como Jesu¶s Romo y na llamada Laboratorios Hormona, S.A., que tra- Octavio Mancera, entre otros, que posteriormente se bajaba extractos glandulares de hormonas de fuen- incorporaron al grupo de investigadores, como: En- tes animales. Los directivos de dicha empresa, Som- rique Batres, Juan Berlin, Jos¶e Iriarte, Carlos Ca- lo y Lehmann, de inmediato reconocieron la im- sas Campillo y Luis Miramontes, como se muestra portancia del descubrimiento de Marker y lo con- en la ¯gura 2. Syntex tambi¶en mantuvo una estre- vencieron de que se les uniera para establecer una cha colaboraci¶on con el Instituto de Qu¶³mica de la compan~¶³a que industrializara la hormona. La nue- UNAM reci¶en formado (Syntex,1967:34). va compan~¶³a se llam¶o Syntex, S.A., fundada en la ciudad de M¶exico el 21 de enero de 1944, acordan- En 1945, se restableci¶o la producci¶on y las exporta- do que Somlo y Lehmann contribuir¶³an con el capi- ciones de Syntex, alcanzando el primer lugar en pro- tal inicial, las instalaciones y la organizaci¶on de ven- ductos farmac¶euticos del ramo, por tanto, el gobier- ta y que la contribuci¶on de Marker ser¶³a la tecno- no mexicano empez¶o a establecer medidas de con- log¶³a (ACS y SQM,1999:2). trol para la exportaci¶on de cualquier materia pri- ma vegetal con sapogeninas esteroides. Por su par- Durante este an~o, Marker, produjo algunos kilogra- te, Rosenkranz desarroll¶o un proceso qu¶³mico seme- mos de progesterona, su¯cientes para empezar a in- jante al de Marker para producir otras hormonas co- °uir en el mercado mundial. Un an~o m¶as tarde, mo la testosterona y la desoxicorticosterona. As¶³ Marker abandon¶o la empresa, despu¶es de un desa- fue que varios descubrimientos produjeron el pun- cuerdo sobre pagos, dejando tras ¶el una sustancia to decisivo para que la industria de las hormonas que har¶³a famoso el nombre de Syntex. Por otra esteroides en M¶exico llegara a derrocar el monopo- parte, ni Somlo y Lehmann conoc¶³an el m¶etodo de lio europeo y estadounidense. El hecho m¶as afortu- Marker y la producci¶on de progesterona se detuvo nado fue el de disponer de abundante materia pri- (Gere±,1986: 85). ma, es decir, del \barbasco" especie end¶emica que pr¶acticamente era inagotable en M¶exico (INBASA, IV. Syntex, vanguardia mundial en la indus- 1993: 2). tria de los esteroides. El sustituto de Marker fue George Rosenkranz, un Para 1949, se incorpor¶o a Syntex , don- qu¶³mico formado en el Instituto Federal de Zu- de coordin¶o un grupo de investigaci¶on con el tema de rich, entre sus colaboradores se encontraban Este- s¶³ntesis de estrona, estradiol, y cortisona. En 1950, ban Kaufman y Juan Pataki, (Djerassi,1990:23) y al- el u¶nico productor de la cortisona era Merck and Co, El origen de Syntex, una ensen~anza hist¶orica en la ciencia mexicana. Felipe Le¶on Olivares. 7

F ig ura 2 . La infra e struc tura c ie ntµ³¯c a , c la v e de la inno v a c i¶o n te c no l¶o g ic a (D je ra ssi, 1 9 9 6 : 1 6 0 c ) su fuente era la bilis de buey; sin embargo, su pro- ducto era muy limitado. Por su parte, Syntex ob- tuvo la cortisona a partir de la diosgenina (Rosen- kranz et al., 1951: 4055). De manera paralela, sin- tetizan la cortisona (Djerassi et al., 1951: 5513) pe- ro a partir de la hecogenina, extra¶³da del sizal (Aga- ve sisalana). La carrera por la cortisona la gan¶o Syn- tex antes que el grupo de Fieser en Harvard (Hey- mann y Fieser, 1951: 4054), y el de Woodward en el Converse Memorial Laboratory (Woodward, 1951: 4057). Sin embargo, la compan~¶³a mexicana no ex- plot¶o el procedimiento porque apareci¶o, a la saz¶on, una alternativa mediante un m¶etodo microbiol¶ogico F ig ura 3 . La no re ntindro na , prime r a ntic o nc e ptiv o o ra l. descubierto en los laboratorios Upjohn, el cual resul- taba m¶as rentable. Quiz¶as la venta m¶as rentable pa- con este compuesto la empresa entr¶o al mercado de ra Syntex, fue la de 1951, por diez toneladas de pro- anticonceptivos orales, ver ¯gura 3. Posteriormen- gesterona a 1.75 d¶olares el gramo (

V. Syntex, un ejemplo de ciencia, tecnolog¶³a estrat¶egico, permite que su efecto sea notorio en la y sociedad. sociedad, como es el caso de la industria qu¶³mico- >C¶omo fue que Syntex logr¶o crear una tecnolog¶³a farmac¶eutica (Herrera,1979: 25). Con estas carac- que le permitiera desarrollar un monopolio de pro- ter¶³sticas Syntex ha sido pionera y l¶³der en la s¶³ntesis ducci¶on de hormonas esteroides en M¶exico y, por en- qu¶³mica a nivel mundial hasta nuestros d¶³as, y a pe- de, controlar el mercado internacional? El ¶exito de sar de mantenerse en el estadio evolutivo I como em- Syntex radic¶o en algunas cuestiones. Primero, la presa farmac¶eutica, Syntex actualmente ha sido ab- capacidad tecnol¶ogica de vanguardia que gener¶o el sorbida por el Grupo Roche cuyo nombre es Grupo cambio de proceso de materia prima animal a ve- Roche Syntex (Producci¶on Qu¶³mico Farmac¶eutica, getal. Para ¶esto, se requiri¶o de una visi¶on empre- A.C, 1998: 11) sarial como la de Somlo y Lehmann, quienes reco- VI. Conclusi¶on. nocieron la trascendencia de los hallazgos de Mar- El caso de Syntex, es una lecci¶on de la historia den- ker, por su hip¶otesis te¶orica en la s¶³ntesis org¶anica y tro del contexto de Ciencia, Tecnolog¶³a y Sociedad la rentabilidad del proceso qu¶³mico basado en la ex- que debemos asimilar y que nos muestra las posi- plotaci¶on del barbasco. Somlo y Lehmann enten- bilidades de realizar grandes aportaciones a la cien- dieron con toda claridad que para sostener una in- cia y la tecnolog¶³a, por su articulaci¶on entre la cien- dustria de este tipo era indispensable contar con cia que se practicaba en el pa¶³s y los sectores produc- recursos humanos de primera calidad para generar tivos, en este caso del Instituto de Qu¶³mica y Syn- la innovaci¶on del conocimiento. El hecho de agru- tex. La ciencia es hoy por hoy el motor del de- par a cient¶³¯cos como Rosenkranz, Kaufman, Dje- sarrollo econ¶omico. Por lo tanto, la investigaci¶on rassi, Romo, Mancera, Za®aroni, Sondheimer, en- cient¶³¯ca debe insertarse a la problem¶atica nacional tre otros, les permiti¶o mantener una infraestructu- en un sector productivo, seguir posterg¶andola im- ra cient¶³¯ca que mantuviera a la empresa en el mer- plicar¶³a nuestra postraci¶on de¯nitiva. Por lo tan- cado internacional, con la innovaci¶on qu¶³mica y far- to, es destacable la relaci¶on de la ciencia y la tecno- macol¶ogica. As¶³ el papel fundamental en el futu- log¶³a con otros sectores, as¶³ la vinculaci¶on entre el sis- ro de la industria era claro y las medidas que con- tema de Ciencia y Tecnolog¶³a, el Estado, las institu- solidaron su posici¶on fueron protegiendo sus inver- ciones de educaci¶on superior y las actividades de pro- siones, cada vez m¶as abundantes en investigaci¶on y ducci¶on de bienes y servicios (sistema econ¶omico) re- desarrollo. De manera paralela, el hecho de con- presentan la base sobre la cual es necesario susten- tar con un centro de formaci¶on de recursos huma- tar una estrategia aut¶onoma de desarrollo cient¶³¯co nos como el Instituto de Qu¶³mica de la UNAM, pa- y tecnol¶ogico; autonom¶³a que, entre otras cosas, su- ra proveer de una infraestructura cient¶³¯ca a media- pone la capacidad de establecer relaciones indepen- no plazo, manteniendo el contacto de los cient¶³¯cos dientes de todos estos participantes con el exterior. con una industria propia fue fundamental. El ca- Por su parte, el Estado debe ¯jar pol¶³ticas de priori- so de Syntex, nos hace re°exionar sobre el com- dad que permitan formular los programas espec¶³¯cos promiso social del investigador con su pa¶³s de ori- a ¯n de que la comunidad cient¶³¯ca pueda partici- gen, quiz¶as en los extranjeros sin ningu¶n compromi- par en la soluci¶on de los problemas del desarrollo so ideol¶ogico se justi¯ca, pero los investigadores for- nacional, y la ciencia se mantenga ligada al apara- mados en M¶exico tuvieron la posibilidad de ser la ba- to productivo y a los recintos universitarios. Final- se para una infraestructura nacional de recursos hu- mente, los investigadores deben tener una concien- manos ligados a un sector productivo del pa¶³s. cia social y de un verdadero compromiso con su na- ci¶on, para eliminar la idea de ser \ciudadanos de Por otra parte, Syntex en su etapa inicial cont¶o con el apoyo del Estado, a trav¶es de decretos ejecuti- la ciencia", que enaltece la competencia, el recono- cimiento o el prestigio personal; por encima de to- vos que aplicaban impuestos prohibitivos a la ex- do, se debe re°exionar sobre lo que implica planear portaci¶on de las hormonas elaboradas por las otras compan~¶³as y negaban los permisos forestales necesa- una pol¶³tica cient¶³¯ca. rios para colectar y transportar el rizoma del barbas- Bibliograf¶³a. co. Con la disposici¶on exclusiva de la materia pri- ma ¶optima para sus operaciones industriales con el 1. American Chemical Society (ACS) y Sociedad respectivo apoyo del aparato estatal regulatorio, pa- Qu¶³mica de M¶exico (SQM). (1999). The 'Mar- ra lograr la protecci¶on de los recursos naturales y su ker degradation' and creation of the mexican ste- explotaci¶on racional para bene¯cio del pa¶³s. De es- roid hormone industry 1938-1945. Am. Chem. ta forma, es posible desarrollar una industria inde- Soc., y Soc. Qu¶³m. M¶ex. USA. pendiente. Finalmente, el hecho de que las investi- gaciones tecnol¶ogicas est¶en insertadas en necesida- 2. Applezweig, N. (1969). . Chemical des industriales en un sector productivo, y adem¶as Week. may 17, 58-72, New York. El origen de Syntex, una ensen~anza hist¶orica en la ciencia mexicana. Felipe Le¶on Olivares. 9

3. Applezweig, N. (1979). De Russell Marker a 11. Impulsora Nacional de Barbasco, S.A., (INBA- Gregory Pincus. La industria mexicana de los SA). (1993). Antecedentes, evoluci¶on y situa- esteroides y el desarrollo de la moderna tecno- ci¶on actual de barbasco en M¶exico, M¶exico. log¶³a contraceptiva. Rev. Soc. Qu¶³m. M¶ex. 23 (4),162-169. 12. Lehmann, P., Bolivar,A., y Quintero, R. (1970). Russell E Marker, pioneer of the Mexican Ste- 4. Producci¶on Qu¶³mico Farmac¶eutica A.C. (1998). roid industry, J. Chem. Educ. 50 (3), 195-199. Directorio de la Industria Farmac¶eutica. 13. Marker, E. Russell, y Rohrmann Ewald (1940a). 5. Djerassi, C., Ringold, H. y Rosenkranz, George Sterols. LXXXVIII. Pregnanediols from sarsa- (1951). Steroidal Sapogenins. XV. Experiments sapogenin, J. Am. Chem. Soc. 62: 518 - 520. in the hecogenin series (part 3). Conversion to cortisone. J. Am. Chem. Soc. 73: 5513 - 5514. 14. Marker, E. Russell., Tsukamoto, Takeo y Tur- ner D.L. (1940b). Sterols. C. , J. Am. 6. Djerassi, C. , Rosenkranz, George y Romo, Je- Chem. Soc. 62: 2525 - 2532. sus (1952). Steroidal Sapogenins.XVI. Introduc- tion of the 11-keto and 11a-hydroxy groups in- 15. Marker, E. Russell., Wagner, R. B., Ulshafer, to ring C unsubstituted (Part 3). 11- Paul. et al: (1947a). Steroidal sapogenins. J. Oxygenated sapogenins. J. Am. Chem. Soc. 74: Am. Chem. Soc. 69: 2167 - 2230. 1712 - 1715. 16. Rosenkranz, George, G., Pataki, J., y Djeras- 7. Djerassi, C. (1990). Steroid made it possible. si, C. (1951). Steroids. XXV. Synthesis of cor- Am. Chem. Soc. Washington. tisone. J. Am. Chem. Soc. 73: 4055- 4056. 8. Gere±, G. (1986). Industria farmac¶eutica y de- 17. Syntex (1967). Historia de la investigaci¶on en pendencia en el tercer mundo. Fondo de Cultu- Syntex, M¶exico. ra Econ¶omica, M¶exico. 18. Woodward, R. B,. Sondheimer, Franz y Taub, 9. Herrera, A. (1979). Ciencia y pol¶³tica en David (1951). The total synthesis of cortisone. Am¶erica Latina. Siglo. XXI, M¶exico. J. Am. Chem. Soc. 73: 4057. 10. Heymann, H. and Fieser, Louis (1951). Corre- lation of a synthetic steroid with an intermedia- te to cortisone. J. Am. Chem. Soc. 73: 4054 - 4055. cs