Facultad De Arquitectura UDELAR GRUPO DE VIAJE 2012
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Facultad de Arquitectura UDELAR GRUPO DE VIAJE 2012 ARQUITECTURA RIFA G05 EQUIPO DOCENTE Taller Danza Marcelo Danza Lucía Bogliaccini Luis Bogliaccini Diego Capandeguy Marcos Castaings Martín Delgado Andrés Gobba Lucas Mateo Nicolás Newton Natalia Olivera Felipe Reyno Thomas Sprechmann Marcelo Staricco MÓDULO 05 ITALIA y SUIZA DOCENTES MÓDULO 05 Luís Bogliaccini Marcelo Staricco GRUPO DE TRABAJO Carolina Arduino Patricia Izaurralde Maia Palomeque Magdalena Sprechmann Magdalena Abreu ITALIA DatoS GENERALES: Nombre oficial: Repubblica Italiana Superficie: 301 338 km² Población: 60.776.531 Densidad de Población: 201,69 hab/km² Territorio: Más de la mitad del territorio corresponde a la península italiana, un largo brazo del continente europeo. Tiene forma de bota y se extiende siguiendo dirección sureste hacia el mar Mediterráneo. PBI per cápita: US$ 33,855 Capital: Roma Idioma oficial: Italiano. Religión: Católica 4 GUÍA DE VIAJE | GEN 2005 GUÍA DE VIAJE | GEN 2005 5 EUROPA | ITALIA I. INTRODUCCION Entre los años 2000 y 1000 a.C. la península italiana recibió el aporte de pueblos indoeu- ropeos provenientes de Europa Central, desarrollando dos áreas culturales homogéneas: la parte septentrional, se caracterizó por la construcción de palafitos y la incineración de los restos mortuorios; y la zona meridional, que se abrió a las influencias de las civi- lizaciones mediterráneas. A fines del segundo milenio a.C. fuertes corrientes migratorias debilitaron la cultura septentrional y fragmentaron a la meridional. Surgió una multipli- cidad de culturas regionales (latina, ligur, véneta, villanoviana e ilírica entre otras). La fundación de colonias griegas, las cuales se extendieron desde el golfo de Nápoles hasta los de Tarento y Palermo a partir del siglo VIII a.C. se convirtió en un elemento cultural significativo. Por su parte las ciudades de Sicilia, originariamente poblada por los pueblos sicanos, sículos y elimios, junto con Cagliari en Cerdeña fueron fundadas por los fenicios. Al desintegrarse el Imperio Hitita, los etruscos se establecieron al norte del río Tíber por el año 900 a.C. Su influencia se extendió por el valle del río Po hasta fines del siglo VI, cuando la presión de los celtas logró quebrar la unidad territorial de sus dominios. Según la leyenda, en el año 753 a.C. Rómulo fundó la ciudad de Roma y durante el octavo siglo las colonias de las colinas Palatina, Esquilina, Quirinal y Capitolina comenzaron un proceso de unión. La primera forma de gobierno fue una monarquía electiva (y no hereditaria) limitada por un Senado y una asamblea de los clanes, encargada de otorgar el imperium o mandato. Existían dos clases sociales: los patricios, que podían integrar el Senado y los plebeyos. Con el Rey Tarquino Prisco (616-578), Roma entró en la Liga Latina. La pobreza de los plebeyos y el sistema de esclavitud por deudas llevó a que en el año 509 se expulsara a los reyes. En el siglo V se promulgaron las doce tablas de la ley, válidas también para los plebeyos. Tras violentas luchas, éstos lograron incluir sus derechos en las disposiciones legales. Las Guerras Púnicas contra Cartago (siglo III) permitieron a Roma, otra vez, expandir sus posesiones y a comienzos del siglo II, tras desplazar a los macedonios, se hizo protectora de Grecia. En pocos años, Asia Menor, el noreste de la Galia, España, Macedonia y Cartago (con el norte de África) cayeron en manos romanas; el Imperio, que nació dominando tierras desde el río Rhin en Germania hasta el norte de África abarcaba además toda la península ibérica y los actuales territorios de Francia, Gran Bretaña, Europa Central y Oriente Medio hasta Armenia. Octavio (Augusto) se consolidó como primer emperador en el año 27 a.C., iniciando un largo período de paz. A los esplendores del siglo de Augusto (S. I a.C.) siguió la decadencia iniciada por la concen- tración excesiva de poder personal en los emperadores, debida al debilitamiento del Senado, y a la creciente intervención de núcleos de poder armado en la misma ciudad que acabaron por imponer emperadores ineptos y crueles en la mayoría de los casos. En el año 330 el emperador Constantino trasladó la capital del Imperio hacia Bizancio, se convirtió al cristianismo, prohibió las crucifixiones y defendió las fronteras contra los francos, alemanes y godos. A la muerte de Teodosio (año 395), el Imperio se dividió en el de Occidente y el de Oriente. Sin embargo, fue tan consistente y moralmente fuerte el Imperio Romano, y la eficiencia de sus generales continuó siendo tan alta, que el colapso final sólo vino a producirse cuando millones de guerreros bárbaros atacaron simultáneamente la totalidad de sus fronteras en Europa, Asia y África. El final del siglo V se caracterizó por las invasiones mongolas y de otras tribus del norte y las luchas de Bizancio por recuperar los territorios perdidos. A mediados del siglo VI, Italia volvió a ser una provincia, pero los lombardos, dirigidos por sus jefes 6 GUÍA DE VIAJE | GEN 2005 EUROPA | ITALIA militares llamados Duces, conquistaron el norte de la península. De 493 a 843, Italia fue dominada sucesivamente por los ostrogodos, los lombardos y los francos. Desde el traslado de la capital imperial a Bizancio, los obispos romanos se presentaron como una alternativa de poder en la ciudad. Cuando los reyes lombardos empezaron a defender el cristianismo por las armas, contra los enemigos de la ciudad, los obispos (ya denominados papas) abandonaron la alianza, para mantener su poder temporal. En el año 754 el Papa Esteban II pidió ayuda a Pipino el Breve y en reciprocidad lo coronó rey de los francos. Luego de derrotar a los lombardos, Pipino entregó al Papa el centro de la península. Carlomagno, hijo de Pipino, fue coronado Rey y Emperador de Roma en el año 800, pero las invasiones musulmanas de mitad de siglo dejaron a la región nuevamente sin gobierno. Entre los siglos IX y X, la iglesia formó los Estados Pontificios en la zona central, Roma inclusive. La falta de un poder central favoreció, a partir del siglo XII, el autogobierno de varias ciudades que, con el gran desarrollo del comercio, la manufactura y el artesanado, desafiaron a las autoridades de un imperio que era meramente nominal. Cuando la lucha entre los güelfos (partidarios del papado) y los gibelinos (defensores del imperio) se extendió, el Papa Inocencio VI decidió refugiarse en Avignon (siglo XIV). La prosperidad y estabilidad de ciudades como Venecia, Génova, Florencia y Milán, produjo, dos siglos después, el movimiento intelectual y artístico del Renacimiento. A fines de la Edad Media (S XV-XVI), Italia estaba dividida en seis Estados principales: El Ducado de Savoia, El de Milán, La república de Florencia, La república de Venecia, Los Estados Pontificios y El Reino de Nápoles. Era el apogeo del arte rena- centista. A comienzos del siglo XVI la península fue atacada por franceses, españoles y austríacos, que se disputaban Italia. En 1559 con el Tratado de Cateau-Cambresis. Los españoles quedaron dueños de Italia durante dos siglos, gobernando el Milanesado y las Dos Sicilias. Sus vecinos eran indepen- dientes solo nominalmente. En 1789 con la Revolución Francesa comienza a desarrollarse un movimiento espiritual y artístico, que culmina en el siguiente siglo, con el nombre de romanticismo. Sus mayores representantes italianos fueron: Gioachino Rossini (1792- 1868), Vincenzo Bellini (1802-1835), y especialmente Giuseppe Verdi (1813-1901). En 1794 Napoleón Bonaparte entró en el país y expulsó a los austríacos. Cuatro años después ocupó Roma y creó la República Romana y la República Partenopea en Nápoles. Sólo dos estados italianos quedaron fuera de la dominación napoleónica: Sicilia y Cerdeña, donde gobernaba Víctor Manuel I. El emperador francés abolió el poder temporal de los papas y deportó a Pío VII a Savona. En 1796 el rey de Cerdeña pidió la paz y su capital Torino (Turín, que fue capital del reino de Cerdeña hasta 1860 y desde ese año hasta 1865, del reino de Italia), cayó en poder de los franceses. Con la Batalla de Lodi ocupan Milano, toda Lombardía queda en poder de Napoleón. En febrero de 1797 Cae Mantua, y con el Tratado de Campo Formio en octubre Lombardía se convierte en República Cisalpina gracias a la campaña de Bonaparte. Estos triunfos hicieron que huyera el Papa de Roma y de Nápoles el rey Fernando IV. En1802 La República Cisalpina cambió de nombre por el de República Itálica, que mas tarde, en 1806, se convirtió en reino de Italia, año en que José Bonaparte se convierte en rey de Nápoles. Después de la caída de Napoleón, en 1814, el 1º de abril con elCongreso de Viena (convocado con el objetivo de restablecer las fronteras de Europa tras la derrota de Na- poleón I ) se reincorpora Génova a Saboya y la zona del Véneto y Lombardía a Austria. Italia no pudo conformar su unidad política y queda subdividida en nueve estados. Se organiza la Sociedad Secreta Carbonarios. Los Estados Pontificios ocupaban el centro de Italia. La capital era Roma. Estaban gobernados por el Papa. En 1852 la lucha por la independencia italiana recibió un nuevo impulso, Víctor Manuel II (de Saboya) nombró a Camillo Benso Di Cavour presidente del consejo de ministros. Artífice de la unificación, Cavour logró que el reino sardopiamontés se convirtiera en el Reino de Italia, del que sólo Roma y el Véneto quedaron excluidos. En mayo de 1860 estalla una revolución en Sicilia. Garibaldi organiza una expedición de 1.000 voluntarios para invadir la isla. En tres meses domina la situación y pasa al continente donde derrota a los ejércitos del rey Borbón. Simultáneamente, el rey de Cerdeña invade los territorios pontificios (excepto Roma). En Marzo de 1861 un parlamento reunido en Turín, proclama el reino de Italia y nombra rey a Victor Manuel II.