Actas del Tercer Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Sevilla, 26-28 octubre 2000, eds. A. Graciani, S. Huerta, E. Rabasa, M. Tabales, Madrid: I. Juan de Herrera, SEdHC, U. Sevilla, Junta Andalucía, COAAT Granada, CEHOPU, 2000.

Juan de Villanueva en : el sistema hidráulico de La Ginebrosa

J. Íñigo Hereza Domínguez Miguel Arenillas Parra Carmen Díaz-Guerra Jaén Rafael Cortés Gimeno

Esta comunicación se enmarca dentro de las actua- SITUACIÓN ACTUAL DE LA PRESA DE LA GINEBROSA ciones que está desarrollando la Confederación Hi- drográfica del Ebro, encaminadas al conocimiento La presa de La Ginebrosa o Antigua de Calanda se del patrimonio hidráulico histórico de su cuenca. emplaza en el río Guadalope, en el término munici- La presa de La Ginebrosa o Antigua de Cal anda, pal de La Ginebrosa, provincia de Temel (figura 1). ubicada en la zona inundable del actual embalse de De ella se conservan los estribos y la casa de com- Cal anda, presenta como interés especial, además puertas. En las zonas que se mantienen en pie se ob- del derivado de las características de su estructura serva que, el cuerpo de presa, estaba formado por un y de su cuidada fábrica, el hecho de haber sido pro- núcleo de calicanto de excelente calidad revestido yectada por D. Juan de Villanueva, arquitecto real con sillares de esmerada factura y grandes dimensio- de la época, como consecuencia de tratarse de una nes. Por la disposición geométrica de los restos con- obra promovida y financiada desde la realeza, en servados la presa sería de planta curva, con paramen- concreto por el infante D. Antonio Pascual, hijo de to de aguas arriba vertical y escalonado el de aguas Carlos III. abajo (figura 2). La coronación, de más de cien me- La intervención de D. Juan de Villanueva en el tros de desarrollo, estaba revestida de grandes losas, planteamiento del sistema hidráulico de la presa observándose, en el remate del muro de aguas arriba, Antigua de Cal anda está recogida por Ponz en su hucllas de grapas de sujeción entre ellas. Viage de España, según se detalla más adelante. Sin El estribo izquierdo es el que se conserva en mejor embargo, no ha sido posible localizar ningún docu- estado, pues mantiene la mayor parte del revesti- mento que trate explícitamente del proyecto o cons- miento -tanto del escalonado de aguas abajo como trucción de la ohra principal (así se denomina a la de la coronación y del paramento de aguas arriba- presa en los legajos localizados), ya que toda la do- y, también, un aliviadero de vertido en lámina libre, cumentación recopilada se refiere a los llamados cuidadosamente realizado, de 3,40 m de anchura y Arcos de Lacarra, que constituyen un sector singu- rebajada su coronación -con respecto a la de la pre- lar de la acequia derivada de la presa. No obstante, sa- en torno a los 3 m (figuras 3 y 4). El estribo de la cita de Ponz y la constatación documental de que margen derecha ha perdido en gran medida el reves- los planos de los citados arcos fueron realizados por timiento de sillería, quedando al descubierto la fábri- Villanueva, son datos, en nuestra opinión suficien- ca interior de calicanto; es posible que este estribo tes, para poder asegurar que el sistema hidráulico contara con un rebosadero que permitiera el paso del de La Ginebrosa fue proyectado por este insigne ar- agua a cota más alta que la del aliviadero situado en quitecto. la margen contraria. 494 J. Í. Hereza, M. Arenillas, C. Díaz-Guerra, R. Cortés

Figura 3 Paramento de aguas arriba de! estribo izquierdo

Figura 4 Aliviadero de margen izquierda 2km

Figura 1 La toma se encuentra en margen izquierda, donde Situación de la presa de La Ginebrosa la conducción, en galería, atraviesa el paredón de ca- lizas que sirve de apoyo al estribo de la presa; este túnel --

aunque perfectamente terminados, que debían estar preparados para su empleo en la obra, y cuyo aban- dono demuestra que no llegaron a utilizarse. Tam- bién en la cantera de donde se extrajeron estos mate- riales, situada en el barranco de La Cañada de la Val -que desemboca en el Guadalope por su margen de- recha, aproximadamente un kilómetro aguas arriba de la presa-, quedan numerosos sillares ya labrados y que no llegaron siquiera a trasladarse al punto in- Figura 5 termedio antes citado. Casa de compuertas

DATOS HISTÓRICOS DE LA OBRA lir del citado abrigo; a partir de este punto se pierde el rastro de la acequia durante unos 800 m. Sobrepa- Referencias bibliográficas sada esta distancia el Guadalope gira hacia el este, obligado por un nuevo macizo calcáreo que se inter- La primera referencia que se ha encontrado sobre la pone en su cauce. Adosado a este macizo, de frente presa de La Ginebrosa, y probablemente origen del muy verticalizado, se conservan los restos de un resto de las citas posteriores, la da Antonio Ponz,' en acueducto apoyado sobre arcos de mampostería que 1787, cuando escribe: se conocen como los Arcos de Lacarra (figura 6). Pa- rece obra inacabada, pues sobre los arcos tan sólo se Si se perfecciona el gran proyecto de la acequia de rie- observa una fábrica de calicanto sobre la que debería go que piensan sacar del río Guadalope, podrá crecer apoyarse el canal, del que no quedan restos, segura- Calanda y llegar a scr igual a una ciudad, pues en tal mente porque no llegó a construirse. Están constitui- caso se regaría siete mil fanegas de tierra. El señor in- dos por una sucesión de arcos de medio punto cuya fante envió al arquitecto don Juan de Villanueva para fábrica revela, sin duda, su relación con la Presa de reconocer el terreno y formar su plan. El riego actual La Ginebrosa. es de novecientas, por una parte, y por otra de sete- cientas, con aguas del dicho río y del que baja de AI- COl1lsa.

No obstante lo anterior, y sin duda por haber reci- bido la noticia después de la redacción de este texto, añade en nota a pie de página: «En mayo del presen- te año de 1788 se está prosiguiendo con toda activi- dad la nueva acequia de riego, y se hallaría muy ade- lantada a no haber sido por el infortunio ocurrido en el mes de octubre del anterior; pues al tiempo que sólo cinco varas para cerrar la magnífica presa de Figura 6 cantería que ya estaba hecha de cincuenta y siente Detalle los Arcos de Lacarra palmos de elevación y ciento veinticinco varas de ex- tensión [lo que corresponde a unos 12 m de altura y 104 m de longitud], fue tal el incremento de agua que tomó el Guadalope, que desmoronando por la parte Pero no sólo no llegó a terminarse la obra de los abierta se llevó ciento dos varas, quedando solamen- Arcos de Lacarra, pues hay datos que indican que, te los apoyos colaterales...» muy posiblemente, la presa tampoco se concluyó. También Antonio Ponz,2 en otra referencia, indica Unos 500 m aguas arriba de la presa, remontando el que la ampliación de los riegos de Cal anda está pro- curso del Guadalope, en margen izquierda, se conser- movida por el infante don Antonio, quien prestará el van numerosos sillares acumulados caóticamente, dinero necesario para su construcción sin interés al- 496 J. Í. Hereza, M. Arenillas, C. Díaz-Guerra, R. Cortés

guno, proponiendo para su devolución «un rediezmo calzadas... de piedra y ca!, abriendo minas o en otras sobre los mismos frutos que e] nuevo riego produzca forma para que puedan conducir el agua que apresa- y en el número de años que mejor les acomode, de- sen en dicho azud hasta ponerla en el término de di- biendo aportar su alteza, separadamente, mas de cha vi]]a de Calanda...». Es evidente que la ubicación ciento cincuenta y dos mil reales, que, como comen- coincide con ]a de la presa que nos ocupa por lo cual dador, se le han repartido para ]a referida obra». puede referirse a un azud anterior a ella o a los pri- El resto de los textos localizados referidos a la pre- meros pasos de su proyecto, el cual, en este caso, no sa3 corresponden a autores del siglo XX y aportan es- se vería ultimado hasta que recibió el apoyo, tanto casos datos nuevos sobre lo dicho por Antonio Ponz político como económico, del infante Don Antonio si exceptuamos ]0 descrito por Manue] Sanz y Martí- Pascua!. nez -y también, aunque con menor detaJIe, por Vi- En e] Archivo Diocesano de Zaragoza se consulta- cente AlIanegui y Lusarreta- en relación con las ra- ron los de Visitas Pastorales y de Matriculas zones por las cuales no se concluyeron las obras. Pascua]es. De los primeros no se obtuvo ninguna in- Transcriben estos autores una tradición popular por formación positiva, pero los segundos, que registran ]a cual ]a testarudez del entonces alca]de de Calanda, todos los individuos de una parroquia que cumplían ante la sentencia de un juicio interpuesto por los pue- con los preceptos de confesión y comunión anual, blos situados aguas abajo que ]e obligaba a compartir aportaron interesantes datos sobre la actividad gene- las aguas del Guada]ope, fue ]a causa de que e] siste- rada por la obra pues, a partir de ] 785 (quizás desde ma hidráulico de ]a Presa Antigua de Calanda no lle- ]784 pues no se conservan los datos de este año) y gara nunca a entrar en servicio. Por los motivos que hasta 1792, se relacionan nominalmente las personas se explican más adelante cabe dudar de la veracidad que trabajaban en las canteras, en la presa y en la de esta tradición o, al menos, de que e] hecho relata- acequia," constatándose que no existió actividad al- do fuera coetáneo a la construcción de la obra. guna en los periodos anteriores y posteriores revisa- dos (años 1777-1783 Y 1793-1800). En este mismo sentido, se encontró una noticia aislada en el Archivo Referencias documentales Histórico Provincial de Zaragoza7 en la que se relata como e] médico de Calanda solicita un aumento de Se ha realizado una exhaustiva búsqueda en distintos sueldo en ] 786, como consecuencia del importante archivos con el fin de conocer con la mayor aproxi- incremento de parroquianos que tenía que atender. mación posible los avatares que rodearon la cons- La búsqueda de documentación llevada a cabo en trucción de ]a presa Antigua de Calanda.4 E] legajo el citado A.H.P.Z. incluyó una revisión exhaustiva más antiguo que hace referencia a] planteamiento de de] Archivo Histórico de Protocolos realizada con el una obra de derivación en río Guadalope, en e] lugar fin de localizar algún dato sobre el juicio que, según donde hoy se encuentran los restos de ]a presa de la los autores citados, fue e] origen de la paralización Ginebrosa, se localizó en e] Archivo Histórico Na- de las obras, pero la búsqueda resultó totalmente es- cionaL Se trata de una «Escritura de licencia sobre téril, lo que apoya la teoría de que el citado juicio no construir Azud y Zequia en el término de la Villa de existió o, a] menos, no en los años en los que se esta- Xinebrosa.»5 que, aunque tiene fecha de 25 de mayo ba construyendo las presa o en los inmediatos poste- de ] 765, retama un acuerdo anterior firmado el ] de riores. También se visitaron los Ayuntamientos de noviembre de ] 755. Se expresa en él el permiso con- La Ginebrosa y de Calanda pero, desgraciadamente, cedido a los vecinos de Calanda por los de la Gine- ninguno de ellos conserva archivos de la época. brosa «... para poder hacer una represa y azud en el Los datos más interesantes se encontraron en el ar- rio Guadalope ... sobre los Fontanales o cien pasos chivo del Ayuntamiento de Alcañiz, donde se locali- mas arriba, o de allí abajo en cualquier parte de dicho zaron documentos que av alaban las noticias referen- término hasta encontrar con el de Cal anda donde les tes a la implicación en el proyecto del infante D. pareciese y tuvieren por mas conveniente poder co- Antonio Pascual y a la intervención de Juan de Villa- ger el agua del dicho río Guadalope, formado dicho nueva como «director» de la obra de la acequia. Así azud en é] de piedra o madera, como lo tuviesen por mismo aporta esta documentación otros datos de in- conveniente, y abrir acequia por dicho término con terés que se refieren a las condiciones de construc- Juan de Villanueva en Temel 497 ción de los Arcos de Lacarra, al porqué de dicho to- En cuyo estado por Antonio Lacarra, cantero vizcaíno. pónimo y a carácter de «ohra principal" que se otor- residente en esta dicha villa. se dio manda en dicha y gaba a la presa y cuya prioridad sobre las obras de la obra de sesenta dos reales de vellón por vara cúbica acequia se reitera sistemáticamente en los documen- de piedra labrada, arranque, y asiento; de seis reales de vellón y dieciséis maravedís por vara cúbica de mam- tos. De todos ellos, el que aporta los datos de mayor postería y de tres reales y ocho maravedís de vellon interés por constituir, de hecho, un pliego de condi- por vara cúbica de desmonte... ciones de la obra de los hoy denominados Arcos de Lacarra, es el fechado el 22 de mayo de 1788, y del que transcribimos a continuación los párrafos más Se concedieron las obras a Antonio Lacarra por importantes: estos precios y bajo las condiciones que se transcri- ben a continuación, condiciones que ciertamente se Asiento y obligación de una obra ... Que nosotros Don reconocen en los restos que se conservan de los de- Vicente Aragonés abogado de los Reales Consejos, nominados Arcos de Lacarra: administrador general de la Encomienda de Alcañiz, que goza el sercnísimo señor Infante Don Antonio <<1"primeramente es condición que es el asentista o Pascual, tesorero depositario del dinero destinado a la postor por quien quedare tranzada dicha obra deberá obra de nueva Acequia de la presente villa lCalanda] ejecutarla bien macizada de cal y piedra, bien enripia- que se construye por ahora con caudales de S.A.R.; da para que no se filtre el agua, quedando todo a satis- Don Bernardo Gracedo, aparejador de Don Juan de facción de la persona que lo revisare. Villanueva, director de la referida obra; ...Don Manuel 2" Es condición que los cimientos se han de abrir Sanz. interventor de los hacendados de esta dicha vi- hasta encontrar tierra firme, y saliendo peña movible se lla; y Don Ramón Forquet contador. Con dichas cali- ha de quitar, y si fuere firme se harán sus planos hori- dades. Por cuanto por órdenes de S.A.R. comunicadas zontales, haciéndolos en gradas que deberán tener de por el señor Don Benito de Aguera y Bustamante. su plano media vara lo menos, y su altura lo que pida la secretario de cámara, en carta de fecha ocho de di- disposición de la citada peña, no pasando de media ciembre del año pasado de mil setecientos ochenta y vara. cuyo desmonte se deberá medir por varas cúbicas. siete, y veintitrés de febrero del corriente de mil setc- 3" Es condición que los areos hayan de ser de pie- cientos ochenta y ocho, a Don Joaquín de Miguel teso- dra labrada y las dovelas han de tener dos pies, o dos rero depositario que fue dc los expresados caudales, se tercios de vara, encima de dichas dove1as se pondrá o mando se sacascn a público subasto las obras que ha- enrasará con un pié de hormigón que será el suelo de bían de construirse en dicha Acequia en la parte del la Acequia. recodo, luego que se sale dcl campo del Escribano, 4" Es condición se hayan de labrar esquinas en los hasta cerca de la Cueva de la Arena, para fabricarlas machos de los arcos, con el zócalo, midiéndose en va- por asiento formalizando previamente las correspon- ras cúbicas. dientes condiciones con presencia del plano y demás 5" Es condición que los asentistas o facultativos a instrucciones que Don Juan de Villanueva había diri- cuyo favor se tranzase dicha obra ha de ser de su cuen- gido a su aparejador Don Bernardo Gracedo y de las ta arrancar, conducir y sentar la mampostería que se que explicaba la citada carta orden de ocho de diciem- ofreciere en dicha obra, que se medirá por varas cúbi- bre del año mas cerca pasado, debiendo ser la primera cas, ejecutándolo con alTeglo al plan que se les presen- de dichas condiciones que para tener efecto cualquiera tará por el apoderado Don Bernardo Gracedo, pero en trance o ajuste había de preceder la real aprobación de las alturas habrá algunas mudanzas. según el terreno lo S.A. a quien se había de consultar el remate, y admi- pidiere, por cuyo motivo variarán muchos arcos, que tiendo las mejoras que se fuesen presentando por los se reducirán a menores. facultativos que quisieren entrar en la ejecución de las 6" Es condición que la cal que está fabricada en la insinuadas obras... se mandó al dicho Joseff Garces le- otra parte del río, frente al la Cueva de la Arena, la pa- yese y publicase las condiciones con que se iba a cele- sarán por su cuenta, y al ajuste se admitirá su coste, o brar su remate para la mayor inteligencia de los posto- se ajustaría considerando el trabajo hecho y puesto en res facultativos, lo que ejecutó en altas y claras voces, dicha cal. y que diese un pregón haciendo saber a los circunstan- 7" Es condición que la piedra labrada la han de tes se iba a tranzar la obra con arreglo a los pactos de arrancar, conducir y sentar, y se medirán por varas cú- la capitulación a favor de la persona que hiciese mas bicas las tres clases que componen el todo de la obra, beneficio a la fábrica de dicha nueva Acequia, cuyo como son desmonte, piedra labrada y mampostería, a pregón repitió algunas veces con pausas e intervalos. las que le darán a cada clase su precio. 49X J. í. Hereza, M. Arenillas, C. Díaz~Guerra, R. Cortés

X" Es condición que ha de ser dc cuenta del asentis~ CONCLUSIONES ta o facultativo a cuyo favor quedase la obra. hacer los andamios dándole para ello la fábrica de maderas ne~ Si bien no se han localizado referencias documenta- cesarias y la misma les pondrá las cindrias y les dará les detalladas de la Presa Antigua de Ca]anda, es po- las plantillas que nccesiten. sible realizar a]gunas conclusiones de interés sobre Es condición que mediante no tendrán propor~ 9" ella y, en especial, sobre su acequia. Éstas son las si- ción para presentar las fianzas necesarias el asentista o facultativo a cuyo favor quedase la obra se les quedara guientes: a estos en las mediciones el importe de la cuarta parte El sistema de la presa de La Ginebrosa se proyecta hasta quc parezca habcr suficiente caudal detenido por para ampliar el regadío del ténnino municipal de Ca- vía de fianza. landa y es promovido y financiado por el Infante D. 10" Es condición que la fábrica de dicha nueva ace~ Antonio Pascua!. quia ha de dar al asentista o facultativo que entendiere Es muy posible que el planteamiento inicial de y en la obra las herramientas de cantería si le faltase este sistema hidráulico se remonte al año 1.755. alguna de las que tiene dicha fábrica se les entregará Las obras se desarrollan entre 1785 (quizás 1784) debiendo el otro asen tista volver dichas herramientas y 1792. Comenzó construyéndose la presa y después, en el mismo estado que cuando se las entregue la fá~ a partir de 1788, se proyectan y adjudican las obras brica. de la acequia. 11" Es condición que ningún trance, contrata ni ajuste ha de ser válido y de ningún efecto hasta tanto El proyecto de la acequia ~de la que se conserva que intervenga y sea de la aprobación real de S.A.. Ca~ los hoy conocidos como Arcos de Lacarra~ es del landa y marzo a ocho mil setecientos ochenta y ocho. arquitecto real Juan de Villanueva y las obras fueron Joaquín de Miguel, Bernardo de Gracedo, Manuel dirigidas por su aparejador Bernardo Gracedo. Sanz, Ramón Forquet, por mando de sus mnos. Gaspar En dicho proyecto la presa se denomina «obra Dalmao escribano. principal», por lo que parece lógico pensar que ~por constituir presa y acequia un sistema único~ dicha y así mismo, eon la expresa y precisa circunstancia «obra principal» también tuvo que ser proyectada por de que los asentistas de dichas obras no han de ser los Juan de Villanueva. Está afirmación queda avalada que tienen los destajos y otros trabajos de la obra prin~ por los datos aportados por Antonio Ponz en su Via- cipal que es la Presa, ni valerse ni echar mano de los ge de España. demás operarios que están empleados en ella, ni de los que en las oportunas temporadas dein bajas las aguas Las obras de la presa tenían prioridad absoluta so- del río puedan trabajar en dicha Presa para su adelan~ bre las de la acequia, lo que indica que era de mayor tamiento, sino que deberán llevarse de fuera y ser nue- interés para el promotor del sistema. va y distinta compañía de operarios para la ejecución La realización de parte de la acequia, en concreto de las expresadas obras, rematadas a favor de dicho un tramo que constituía un importante acueducto de Lacarra, sin cuya circunstancia no ha de tener efecto más de 100 m de longitud, fue encomendada al can- esta contrata... tero vizcaíno Antonio Lacarra, cuyo nombre aún conservan los restos de los arcos que, del citado El resto de los documentos localizados8 son de acueducto, han llegado hasta nosotros. Su fábrica, tal menor interés para el tema que nos ocupa pues, o re- y como hoy la conocemos, se ajusta en gran medida piten datos ya descritos en éste, o se refieren a aso- a las condiciones expuestas en la capitulación trans- ciaciones de Antonio Lacarra con otros canteros, ce- crita y en documentos posteriores. siones de la obra, etc. No se ha podido establecer la causa real por la Por último, y dado el carácter de obra real de la que se paralizaron las obras y el sistema no llegó a presa de La Ginebrosa y su acequia ~puesto que entrar en servicio. La documentación localizada no estaba promovida y financiada por el Infante D. An- aporta ningún dato a este respecto. En relación al tonio Pascual, interviniendo en ella Juan de Villa- tema contamos con la información ~no comproba- nueva en su calidad de arquitecto real~ se consul- da documentalmente~ aportada por algunos autores taron los archivos del Palacio Real, no habiéndose en la que se indica que las obras no se concluyeron localizado ningún documento referente a la citada como consecuencia de un pleito planteado por los obra.9 pueblos situados aguas abajo de Calanda ~especial- Juan de Villanueva en Teruel 499 mente Alcañiz- contra esta población. A pesar de avalan, no sólo la importancia de concepción del la exhaustiva búsqueda realizada en los archivos sistema, sino también la intervención en su proyec- -sobre todo de Protocolos Notariales- no se ha to de un arquitecto de la categoría de Juan de Villa- encontrado referencia alguna al citado juicio por lo nueva. que es muy posible que no existiera, o al menos que, de existir, no fuera coetáneo -tal y como parece de- ducirse de los textos estudiados- a la construcción NOTAS de la presa, ni tuviera lugar en los años inmedia- tamente posteriores. En este sentido cabe la posibili- 1. Ponz, A.: Viage de Espa¡ja. Madrid, 1787. Tomo deci- dad que la tradición oral a la que se refieren los au- moquinto, párr. 70. tores citados recoja un pleito más tardío planteado a 2. Op. cit. Tomo undécimo. raíz de un intento posterior de poner en servicio el 3. García Millares, Fray M. O.P.: Historia de Calanda. Valencia, 1969, pp. 178-179. Sanz y Martínez, M.: Ca- sistema aprovechando los restos que de él se conser- landa, de la edad de piedra al siglo XX. Reus, 1970, vaban. pp.28-29. Allanegui y Lusarreta, V.: Apuntes históricos Es probable que el abandono de las obras tuviera sohre la historia de Calanda, p. 32 (Doc. inéd., 1921; relación con alguna avenida importante del Guada- pub1. 1998, Ayuntamiento de Calanda, Parroquia de la lope que obligara económicamente -y quizás tam- Esperanza de Cal anda e Instituto de Estudios Turolen- bién técnica y políticamente-lO a desestimar defi- ses). nitivamente el proyecto. Antonio Ponz cita una en 4. La investigación ha sido realizada por Susana Lozano 1787 que, según los datos aportados por el autor, García y José Luis Hernández Cortés, licenciados en deja la presa en una situación muy similar a la que Geografía e Historia por la Universidad de Zaragoza, ha llegado hasta nosotros. Sin embargo, la docu- bajo la dirección de D. Angel Sesma Muñoz, Catedráti- mentación constata que las obras continuaron hasta co de Historia Medieval de dicha Universidad. 5. A.H.N. Ordenes Militares, San Juan de Jerusalén, Enco- 1792 y que, además, el proyecto seguía vigente mienda de , caja 8.2303, leg (262) nQ31. pues las obras de los Arcos de Lacarra se adjudican 6. Recogen las Matrículas Pascuales los nombres de los en 1788-1790 y su construcción se realiza con pos- parroquianos agrupados por las actividades que desa- terioridad a estas fechas. Es posible, por tanto, que rrollaban. Así, en 1785 se cuentan quince «Peones de lo que se reconstruyera de la presa fuera nueva- la fábrica»; en 1976 no hay datos; en 1987 son veinte mente arrasado por una avenida posterior que, de «los que trabajan en la Azud de Calanda» y siete los nuevo, sólo dejara en pie los estribos. En este sen- "Forasteros canteros»; en 1788 los "Peones de la pre- tido hay que señalar que los aliviaderos proyecta- sa» suman ocho y los «Canteros» dieciocho; en 1798 y dos para la presa, y así parece desprenderse de los hay once «Forasteros de ]a Azud» y treinta seis restos que se conservan, fueran insuficientes para «Canteros»; en 1790 sólo figuran canteros, pero se dis- tingue entre los que denominan simplemente "Cante- permitir el paso de una avenida importante del ros», que eran quince y debían de ser los que traba- Guadalope. jaban para la presa, y los «Canteros de Lacarra» que, Por tanto, y como conclusión final, hay que desta- en número de dieciséis, han de corresponder a los em- car la importancia del proyecto que se planteó a fina- pleados por Antonio Lacarra en la construcción de los les del siglo XV111 para ampliar los riegos de Calan- arcos; en 1791, bajo un único epígrafe de "Canteros y da, proyecto promovido desde la realeza y encargado peones» se citan sesenta y cinco trabajadores y, en a Juan de Villanueva, arquitecto real de la época. El 1792, último año en el que las listas constatan activi- sistema, que estaba constituido por una importante dad en las obras, se nombran veintiséis personas bajo presa y una no menos importante acequia, no llegó a el mismo y único título que el año anterior: "Canteros y peones». concluirse por razones que no han podido esclarecer- 7. A.H.P.z. Real Acuerdo, Alcañiz, año 1786, 5, caja se hasta el momento. n° 1.354. Según esta noticia, y como consecuencia del au- Por lo que respecta a los restos conservados cabe mento de población sufrido por la localidad de Calanda destacar la magnífica factura que presentan tanto la con motivo de las obras de una acequia promovida por presa como a los Arcos de Lacarra, único vestigio el Infante D. Antonio Pascua], el médico solicita aumen- que ha llegado hasta nosotros de la acequia. Las to de sueldo. características de la construcción de ambas obras 8. Archivo de Protocolos de A1cañiz, Protocolo 227, Ca- 500 J. Í. Hereza, M. Arenillas, C. Díaz-Guerra, R. Cortés

landa, fols. 151r-153v; 224v-225v; 232r-233r y 247r- gajos referentes al Infante D. Antonio Pascual se en- 247v. cuentran sin catalogar. 9. Por lo que respecta a la búsqueda de información en los 10. En este sentido hay que citar que, tal vez, influyeran los archivos del Palacio Real hay que anotar que cabe la po- cambios políticos que tienen lugar en estos momentos a sibilidad de que exista alguna documentación que no ha raíz de la muerte en 1788 de Carlos III y la sucesión en podido ser localizada debido a que gran parte de los le- el trono de Carlos IV.