El Alcázar De Toledo: La Construcción De Un Hito Simbólico
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Esther Almarcha Núñez-Herrador e Isidro Sánchez Sánchez 392 EL ALCÁZAR DE TOLEDO: LEA CONSL ATLCÁZRUCCIÓNA RDE UNDE HI TTOOL SIMBÓLICOEDO: LA CONSTRUCCIÓN DE UN HITO SIMBÓLICO1 Esther Almarcha Núñez-Herrador e Isidro Sánchez Sánchez Centro de Estudios de Castilla-La Mancha (UCLM) o se trata ahora de analizar la cuestión de la na- y profesor en el Alcázar, igual que Franco, en las aulas turaleza del Régimen, o el sufrimiento que cau- de la Academia de Infantería. Allí escribió y editó parte Nsó, pero hoy puede afirmarse que el Franquismo de su obra5 y publicó una interesante revista profesio- generó un gran miedo en muchos sectores de la sociedad, nal titulada Colección Bibliográfica Militar. Su integridad tuvo su fundamento en una gran mentira y el dictador personal, su posición ética, su capacidad intelectual y su fue un gran manipulador2. Se podrían recordar múlti- competencia militar están hoy fuera de dudas pero en ples ejemplos de utilización de la falsedad durante los la ciudad del Tajo y en España, fuera de los ambientes años bélicos como Badajoz, Guernica, Málaga, Oviedo, académicos, es un perfecto desconocido. Sevilla, Toledo..., técnica que continuó durante las dé- Por el contra- cadas siguientes. Invenciones, mentiras, interpretaciones rio a Franco, que sesgadas, ocultaciones, medias verdades, manipulaciones recorrió el camino o falseamientos se repitie- que le llevó de re- ron y mantuvieron duran- belde a caudillo, te muchos años, creando siguiendo la imagen una historia y una memo- del hispanista Paul ria del Franquismo que en Preston6, elaboró gran parte no se corres- poca obra escrita y pondía con la realidad, úm 5 (2011) p. 392-416 se le reconoce esca- n aunque en determinados , so nivel intelectual. sectores se tuviera cons- Autor con el seudó- tancia de otra memoria nimo de Jaime de y otra historia. Vicente ECRETO Andrade de la nove- S Rojo, por ejemplo, ya lo la Raza, que se uti- advertía en 1961: “La his- Vicente Rojo Lluch lizó para la película toria que se está escribiendo es ficticia, falsa, amañada, RCHIVO del mismo título producida en 1941 (con nueva versión A deforme, inmoral, dogmáticamente perversa, fanática- en 1950, descargada de sus rasgos fascistas), militar mente cruel, políticamente turbia y ciega, socialmente mediocre y africanista, político manipulador, persona- demagógica”3. je cruel, dictador acomodaticio, sigue teniendo todavía Esa significativa afirmación se basaba en la propia importante presencia y notoriedad. Este personaje fue experiencia del importante militar republicano, que lle- cabeza, generalísimo y caudillo de un ejército apegado a gó a entrar en el sitiado Alcázar para intentar hacer una la idea de imperio, grandeza y catolicismo7. labor de mediación. Si hubiera que personificar en dos Pero es que la labor propagandística fue intensísi- protagonistas los ejércitos de las dos Españas enfrenta- ma durante décadas. Se puede recordar un ejemplo ex- das, el dictador podría ser el representante máximo de traído de una voluminosa y cuidada obra promocional los vencedores y Rojo el de los vencidos. Ambos estu- publicada en Lisboa pocos años después de finalizada vieron intensamente relacionados con Toledo, pero la nuestra última guerra civil8. En ella, donde se describe el percepción sobre ellos ha sido y todavía es hoy muy sitio del Alcázar y se incluye entre las gestas más impor- distinta como resultado de su posición ante la legalidad tantes, se utilizan al menos las siguientes exaltaciones republicana, uno cercenándola y otro defendiéndola4. referidas al dictador: “artífice de la paz”, “barón de vir- Rojo estuvo en Toledo primero en el Colegio de tudes excelsas”, “capitán de España”, “caudillo victorio- Huérfanos de María Cristina y después, como alumno so”, “espada más limpia del mundo”, “espada y toga de la < Portada del diario ABC de 8 de julio de 1939 393 Esther Almarcha Núñez-Herrador e Isidro Sánchez Sánchez Hispanidad”, “forjador de la victoria”, “generalísimo de 1. TRAICIÓN CONVERTIDA EN MITO las fuerzas de Tierra, Mar y Aire”, “genio de la guerra”, Los hechos ocurridos en Toledo desde el comienzo “genio de un conductor de pueblos”, “genio militar y de nuestra última guerra civil hasta fines de 1936 están político”, “heroico español sin mancilla”, “invicto cau- hoy bien documentados, pero la propaganda Franquista dillo”, “jefe del Estado español”, “prudencia del gober- los convirtió en epopeya y símbolo hasta llegar a la mi- nante”, “reconquistador de España”, “soldado invicto” o tificación12. Moscardó, ante el control de la ciudad por “valor del guerrero”. las tropas que defendían la legalidad republicana, hizo Como se sabe, esos y otros halagos similares se re- lo que el catón africanista mandaba, o sea, encerrarse en pitieron hasta la saciedad y tal labor propagandística lle- un baluarte de fácil defensa y esperar la llegada de uni- gó a calar en el tejido social ante la falta de otras visio- dades militares para la liberación. Las frases altisonantes nes contradictorias. En los estertores del Régimen, por referidas al Alcázar y a lo allí sucedido se repitieron una ejemplo, se seguía presentando a Franco como “hombre y mil veces, utilizando medios muy diversos que después honesto, militar insigne, político hábil y excepcional es- identificaremos: “santuario del honor nacional”, “pie- tadista”9. Y son sólo dos muestras, una de la época del dras preciosas”, “gesta gloriosa”, “epopeya de Toledo”, comienzo de la Dictadura y otra del final, pero el culto “odisea española”, “epopeya del Alcázar”, “milagro de al líder, al caudillo en este caso, fue constante. Toledo”, “gesta grandiosa”, “sagradas ruinas”, “glorioso La reconstrucción de España, acompañada también Alcázar de Toledo”, “gesta heroica”, “nido sacro de la de una intensa labor propagandística y de una feroz re- infantería”, “sillares para templo de la Fama”, “gloriosas presión, logró en general sus metas, pero con la impo- ruinas”, “gesta inmortal”, “santuario del heroísmo”, “es- sición del miedo10 y con un coste social importante que combros sagrados”… suele olvidarse: “Durante años y años, miles y miles de delincuentes, culpables de oponer resistencia al golpe militar, no sólo construyeron cárceles. Fueron también obligados a reconstruir pueblos derruidos y a hacer em- balses, canales de riego, puertos, aeropuertos, estadios, parques, puentes, carreteras; y tendieron nuevas vías de tren y dejaron los pulmones en las minas de carbón, mercurio, amianto y estaño. Y empujados a bayonetazos erigieron el monumental Valle de los Caídos, en home- naje a sus verdugos”11. Los presos republi- canos también trabaja- ron en la construcción de distintos edificios en Toledo y en la re- José Antonio Primo de Rivera José Moscardó Ituarte construcción del Alcá- zar, restauración que El 18 de julio de 1948 Franco hizo concesión de se produjo durante un títulos del Reino por primera vez, tras la modificación largo y tortuoso proce- de la ley de dignidades nobiliarias, dentro de la denomi- so que abarcó casi toda nada categoría de “héroes, mártires y estadistas”. Tanta la Dictadura de Franco, importancia tuvo para Franco el Alcázar que abrió los íntimamente asociado a honores con tres mártires y un héroe: “Duque de Primo vehementes campañas desarrolladas en los diversos me- de Rivera, con Grandeza, a don José Antonio Primo de dios de comunicación, sólo posibles gracias a la censura Rivera y Sáenz de Heredia; Duque de Calvo Sotelo, con existente y, por tanto, al total control de la información Grandeza, a don José Calvo Sotelo; Duque de Mola, con por parte de los aparatos del Régimen. Grandeza, al Teniente General del Ejército don Emilio 394 EL ALCÁZAR DE TOLEDO: LA CONSTRUCCIÓN DE UN HITO SIMBÓLICO Mola Vidal; y Conde del Alcázar de Toledo, con Gran- del periódico El Heraldo de Toledo. Muchos autores citan deza, al Teniente General del Ejército don José Moscar- la muerte del político socialista en Toledo durante los dó Ituarte”13. primeros días de la guerra. Sin embargo, parece que tras ser herido fue trasladado a Madrid, donde murió el 14 Pero la propaganda nacionalista y los honores con- de agosto, como figura en la base de datos del Congreso cedidos por el dictador no pudieron ocultar una cues- de Diputados16, junto al nacimiento en Pulgar (Toledo) tión fundamental: el desencadenante de los hechos tuvo el 12 de mayo de 1882. su génesis en el ataque a la legalidad republicana por parte de los sublevados. Tampoco que se produjo la Además, tras la toma de Toledo, las calles se llena- toma de rehenes, cuyo número resulta difícil conocer, ron de cadáveres producto de actuaciones sumarias por hecho que siempre ha ne- parte de la punta de lanza del ejército nacionalista y de gado la propaganda fran- vengativos civiles. La represión franquista, que siguió a quista, aunque se pueden la anterior republicana, multiplicó los asesinatos y en recordar algunos trabajos octubre fueron ejecutadas al menos 835 personas, 72 que confirman su existen- en noviembre y 18 en diciembre. Después, el goteo de cia. Quintanilla, que vivió ejecuciones continuó hasta el año 1944 y hasta 1946 el los hechos, afirma, entre de fallecidos por enfermedades contraídas en las prisio- otras informaciones, que nes17. Toda esta represión, que los toledanos de mayor pudo ver en Toledo una edad conocían, ha salido a la luz pública hace unos po- relación con sus nombres; cos años y se ha reflejado en una palabra y un número: Herreros habla de presos “Patio 42”18. en el interior del Alcázar y aporta datos que ratifi- 2. LA IMPOSICIÓN DEL MITO can su existencia, además Los hechos acaecidos en la fortaleza toledana se de señalar un cúmulo de convirtieron en uno de los más preciados emblemas del Luis Quintanilla Isasi contradicciones en la Franquismo y sus ruinas, rehabilitadas con una pasmosa creación del mito; y Reig Tapia llega a escribir de re- lentitud, fueron el escenario donde Franco se pavoneó henes fusilados: “Jamás se habla de los rehenes republi- ante los visitantes notables que llegaban a España, pre- canos —hecho persistentemente negado por los propa- ferentemente durante la larga posguerra, y fue retratado gandistas de Franco— que secuestraron los sitiados y siempre en baños de masas, religiosos, civiles o militares.