80 Ctvos Octubre 2008 No
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ISSN 0864-0572 Precio: 80 ctvos www.almamater.cu Octubre 2008 No. 468 © Tiranía de la memoria Tanto como las altas instancias «Y, ¿qué tengo que decirle a la Universidad como artículo primero, como función esencial de la Revolución, de su vida en esta Cuba nueva? […] Que se pinte de negro, que se pinte de mulato, no universitarios cuestionan solo entre los alumnos, sino también entre los profesores...» que se hayan borrado del todo ¿De cuántas cosas se alimentan los se- Así exhortó el Comandante Ernesto Che res humanos? No solo de las frutas natu- Guevara a las nuevas generaciones, en el dis- las diferencias en el estatus rales, o de los granos, carnes y vegetales. curso que pronunció en la Universidad Central Los afectos, las sonrisas, los recuerdos, es- Marta Abreu de Las Villas, al ser nombrado de la población negra en Cuba tán en todas las dietas que recomiendan Doctor Honoris Causa en Pedagogía, el 28 de los médicos, los psicólogos, los amigos…Es diciembre de 1959. 1 ETNIA, cierto que las ideas y los sueños no dan proteínas, ni ATP al cuerpo, pero nos ayu- Medio siglo después, en nuestras aulas hay dan a trazar estrategias para no morir de blancos, negros y mestizos, especias de aquel hambre o desesperanza. sabroso ajiaco con el que el historiador y ORIGEN Las cubanas y los cubanos bien lo sabe- antropólogo Fernando Ortiz, definió lo cuba- mos. No faltan los refranes que lo confirmen. no. A diferencia de lo que ocurría en la república «A mal tiempo buena cara» o «donde come burguesa, donde la Universidad era conside- Y CULTURA uno…», son caras opuestas al «sálvese quien rada patrimonio de una elite «blanca», hoy pueda». Y si quedasen dudas, esta tempora- todos tenemos derecho a la Enseñanza Supe- da ciclónica lo ha puesto a prueba. Sus se- rior: cada joven, amparado en un amplio y cuelas serán difíciles de borrar. La furia de la gratuito sistema de institutos, universidades naturaleza quiso que los huracanes Gustav e y sedes municipales, y en la misma gratuidad Ike fueran nuestros verdugos. del material académico, tendría oportunidad Del este al occidente, del sur al norte, el de licenciarse. Sin embargo, muchos aún se viento y las aguas se llevaron consigo más preguntan si en las universidades cubanas que el techo y las paredes. Cargaron con la subsisten vestigios racistas. No en vano el Dr. memoria que se aviva cuando uno mira a un José L. Martínez Barroso, profesor auxiliar de objeto pequeño y aflora la añoranza. Toma- la Facultad de Filosofía e Historia de la Uni- ron sin compasión alguna los productos del versidad de La Habana (UH), divide el racismo esfuerzo cotidiano de miles de familias, que en dos vertientes o categorías. no conocen el derroche ni el consumismo. Sin embargo, nos salva la sensibilidad «Una se inclina hacia lo cotidiano», explicó que conmueve cuando uno escucha los el sociólogo, «y se expresa en estereotipos, lamentos y el dolor del otro, pero sobre como por ejemplo, cuando nos asombramos todo los deseos de empezar, de desafiar de ver una mujer negra con un hombre blanco, otra vez a la naturaleza y al tiempo. Nos o una blanca con un negro. La otra se mueve hace crecer esa certeza de que somos en los planos ideológico y filosófico, se evi- uno, en las buenas y en las malas, por dencia en el orden cultural y simbólico, y guar- eso el hoy y el mañana, se edificarán con da relación con un todo sistémico, porque va las manos y el sudor de todos. En situa- de lo nacional a lo local, tiene que ver con la ciones así siempre aparecen los oportu- imagen del negro que se ha querido construir: nistas. El que acapara porque presupone la Universidad es un subsistema de la socie- que podrá sacarle partido a la escasez. dad, y no está exenta de los vestigios racistas El que incita al desorden público y la que permanecen sometidos a la memoria his- desobediencia civil, «porque no sopor- tórica, la experiencia social, la inercia de lo pre- taremos regresar a la época más dura concebido y la idea de “crear al otro”.» del período especial». El que nos mira con lástima o con desdén. El que no con- Dilema de engarce fía y siembra las dudas. El que no se inmu- En el albor de la historia, el Caribe estaba Por: Sandra Pérez, Héctor Reyes y Danny González, ta, «porque no es asunto suyo». poblado por pueblos amerindios. Dichas etnias estudiantes de Periodismo Nada de eso es compatible con los in- primitivas, sufrieron un cambio brusco —y otros Tutor: Hilario Rosete Silva gredientes de nuestro ajiaco. Nuestra sa- posteriores, progresivos y no menos violen- zón bulle con las energías de la gente tos— a causa de la colonización. El choque de noble y sencilla, con la solidaridad que las culturas propició el surgimiento de lo «ne- hace hermanos, con las circunstancias gro» y lo «blanco» cual polos opuestos, racia- que nos desatan el ingenio, el humor les y jerárquicos, en los ámbitos social, político y la creatividad, para improvisar una fra- y económico. Pensadores de la talla del econo- “deculturación” consciente; colocado en el ni- preparación de los alumnos; no creo que en mi se, una salida o una alternativa. Somos de mista criollo Francisco de Arango y Parreño vel de esclavo; y despojado de sus derechos universidad haya racismo», declaró Jorge García, los que sentimos, pensamos y hacemos y eso (1765-1837) se expresaron así: humanos y sociales. Los cuatro factores contri- estudiante de Arquitectura (5to año) del Institu- es lo que toca ahora. ¿Quién dijo que todo buyeron al dilema de interconexión entre las to Superior Politécnico José Antonio Echeverría. está perdido? «Necesitamos (en el campo) una población ideas y los hechos ocurridos en el seno de la blanca, que además pueda constituir las mili- sociedad cubana.» 3 Otros, como Maroly Loredo, alumna de Me- cias. En caso de que (en las plantaciones atendi- dicina (1er año) del Instituto de Ciencias Básicas Directora das por los negros) haya problemas, esa será Las «zagas» se arrastraron hasta aquí y si- y Preclínicas Victoria de Girón, dijo que siendo la fuerza para contrarrestarlos… Escribo para guieron condicionándonos. En el discurso de negra, nunca se ha sentido discriminada por sus la época en que se borre la memoria de lo clausura del VIII Congreso de la UJC, el Co- compañeros o profesores. que tuvimos que hacer. A los negros los tra- mandante en Jefe Fidel Castro retomó las pala- jimos por necesidad. La sociedad cubana es bras de un párrafo pronunciado por él, «sin Aunque muchos jóvenes piensen como Jor- !JAQUE blanca por esencia.» 2 vacilación alguna»,4 en las conclusiones del ge y Maroly, la realidad de algunos auditorios MATER¡ Congreso Internacional Pedagogía 2003, el 7 universitarios podría analizarse desde otras En octubre de 1886, una orden real abolió la de febrero de ese año. ópticas. «Basta con mirar la composición de esclavitud en la Isla; los 122 años transcurri- ciertas aulas», consideró Yandrey Lay, egresado dos, nada son en la línea del tiempo de la hu- «La Revolución, más allá de los derechos y de Periodismo de la Facultad de Comunicación manidad. Aun cuando en otro octubre, de garantías alcanzados para todos los ciudada- de la UH, «en la mía, de 45 personas, solo cinco 1868, los hechos protagonizados por Carlos nos de cualquier etnia y origen, no ha logrado éramos, somos, negros, y la mayor parte del Manuel de Céspedes en su ingenio Demajagua el mismo éxito en la lucha por erradicar las di- tiempo las bromas se dirigían contra noso- ya habían iniciado el proceso unificador de la ferencias en el estatus social y económico de la tros. Nadie decía, “caballeros, miren para el nación, era predecible que los antagonismos población negra del país, aun cuando en nu- blanco”, y sí, “¡eh!, miren para el negro”. Sin arraigados en la conciencia individual y colec- merosas áreas de gran trascendencia, entre duda, hay discriminación racial, económica y tiva, exacerbados durante la república, trascen- ellas la educación y la salud, desempeñan un regional.» Aunque el problema ni es crítico, dieran a la contemporaneidad. importante papel.» 5 ni quebranta la sociedad que construimos, urge lograr un sincero y abierto acercamiento «El destino del negro dentro de la sociedad Sin molestias al tema, sin prejuicios ni incomodidades. como sujeto de conflicto», precisó Yolanda «En las pruebas de aptitud e ingreso a la En- Wood, doctora en Ciencias sobre Arte, «se debe señanza Superior, todas escritas, no existe nin- Humanidades sí, colores no a cuatro razones básicas: fue arrancado de su gún acápite que exija especificar el color de la Dicha aproximación evidenciaría cuánto tierra natal; sometido a un proceso de piel; en ellas solo se evalúa el conocimiento y la hemos progresado en el conocimiento del fenómeno en los últimos 50 años. Los juicios educacionales” 9 , plazas a las que se accede Estudios científicos avalan los valores mora- En tiempos de la esclavitud, el habitante blan- de Adalberto, «Pepo», Hernández, presidente por expediente y exámenes, donde se refleja el les de su discurso y los deberes éticos que co de Cuba especulaba sobre «el otro», diferen- de la FEU Nacional, confirman ese avance. influjo de los conocimientos que atesora el nú- emanan de él; no podemos decir, a la luz de te de él; apuntando a dos de los grupos étnicos «Vista como política segregacionista», pon- cleo familiar y, más tarde, a desempeñar las más análisis especializados, que todos los seres hu- que, sacados de África, llegaron a la Isla en cali- deró el dirigente, «o como acción que separa o importantes responsabilidades, mientras otros, manos somos iguales; entre un individuo y dad de esclavos, presuponía que ese «otro», divide, con alevosía, a los seres humanos, la con menor índice de conocimientos, suelen asis- otro hay una diferencia de tres mil bases cuando no tenía de congo, tenía de carabalí.