Rita Segato, Amal Eqeiq, Sonia Dayan-Herzbrun, Nouria Ouali
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Rita Segato, Amal Eqeiq, Sonia Dayan-Herzbrun, Nouria Ouali, Silvia Federici, Mariana Mora Bayo, Karina Ochoa, Rosalva Aída Hernández Castillo, Francesca Gargallo, Marilú Rojas Salazar, Márgara Millán, Sayak Valencia, Leïla Benhadjoudja, Françoise Vergès, Eleni Varikas, Yvoire de Rosen Feminismos a la contra Entre-vistas al Sur Global Entrevistas de Luis Martínez Andrade Prólogo de Patricia Manrique Rita Segato, Amal Eqeiq, Sonia Dayan-Herzbrun, Nouria Ouali, Silvia Federici, Mariana Mora Bayo, Karina Ochoa, Rosalva Aída Hernández Castillo, Francesca Gargallo, Marilú Rojas Salazar, Márgara Millán, Sayak Valencia, Leïla Benhadjoudja, Françoise Vergès, Eleni Varikas, Yvoire de Rosen ‘Feminismos a la contra. Entre-vistas al Sur Global’ de Luis Martínez Andrade es una obra sujeta a la licencia Reconocimiento-NoComercial- CompartirIgual 4.0 Internacional de Creative Commons. Para ver una copia de esta licencia, visite https://creativecommons.org/licenses/ by-nc-sa/4.0/deed.es ISBN: 978-84-947950-9-1 Marzo 2019 | La Vorágine, editorial crítica (Otramérica) ‘Feminismos a la contra. Entre-vistas al Sur Global’ es una obra de Luis Martínez Andrade que forma parte de la línea Otramérica. Imagen de portada: Sofía Izquierdo Valderrama Diseño y maquetación: Emmanuel Gimeno Lodosa Difunde, comparte, disiente La Vorágine, editorial crítica [email protected] | lavoragine.net | voravi.com Calle Cisneros, 69 – Bajo 39007 Santader (Cantabria) 4 Para Kamila A Marielle Franco In memoriam Asesinada el 14 de marzo de 2018 «In feminist movement, there is need for diversity, disagreement and diference if we are to grow» bell hooks PRÓLOGO. Patricia Manrique 13 INTRODUCCIÓN. Luis Martínez Andrade 29 Rita Segato 71 Amal Eqeiq 89 Sonia Dayan-Herzbrun 99 Nouria Ouali 113 Silvia Federici 125 Mariana Mora Bayo 135 Karina Ochoa 153 Rosalva Aída Hernández Castillo 165 Francesca Gargallo 177 Marilú Rojas Salazar 189 Márgara Millán 199 Sayak Valencia 215 Leïla Benhadjoudja 229 Françoise vergès 247 Eleni Varikas 261 Yvoire de Rosen 271 Feminismos a la contra PRÓLOGO PATRICIA MANRIQUE La tercera ola revolucionaria de/contra la Modernidad Partamos de una hipótesis: la Modernidad estaría viviendo, en el siglo XXI, la tercera oleada de revisión crítica, una revisión crítica que ha ido cuestionando o revisando, con más o menos radicalidad, su matriz de racionalidad masculina blanca, heterosexual, propietaria, capitalista, capacitista y urbana. Esta tercera oleada la constituiría el pensamiento que critica el saqueo generalizado de los recursos naturales, humanos y simbólicos de los países de lo que llamamos “Sur Global” desde un punto de vista anticolonial. Y, dado que no ha habido oleada crítica de la Modernidad, ya sea desde el punto de vista de la clase o del género, sin movimiento que la inspire y vertebre, esto es, que la ponga en marcha, la desarrolle y la materialice en luchas, el movimiento que da aliento a este pensamiento se produce en los países saqueados y, a la vez, en las comunidades racializadas reivindicativas en el propio Sur o en los países del Norte Global a los que han migrado o en que viven las personas tras los procesos de descolonización. Ha llegado la hora de los y las indígenas, de quienes quieren recuperar patrimonio material y simbólico y vivir en sus países de origen, o de las que reclaman su derecho a habitar libremente en los destinos a los que un día se vieron forzadas a migrar. La crítica a la Modernidad ha sido abundante y prolífca en el pensamiento europeo, sin embargo, se ha obviado constantemente el componente colonial que, de la mano del pensamiento anticolonial, hoy sabemos que es esencial para componer un cuadro fdedigno y completo de dicho pensamiento, de sus aciertos y desaciertos. Nociones imprescindibles como modernidad-colonialidad (Enrique 13 Prólogo Dussel), colonialidad del poder (Anibal Quijano) o colonialidad del género (María Lugones) han puesto negro sobre blanco el racismo implícito en la racionalidad moderna. En cuanto a los movimientos, hasta ahora ha sido el feminismo de la izquierda radical quien ha cuestionado esta retícula histórica de modo más profundo ya que, mientras el movimiento obrero ponía los acentos en el capitalismo, el cuestionamiento feminista en las calles y en la academia ha insistido en el componente multifactorial de la reclusión de la mujer en el ámbito doméstico, justifcada demasiado a menudo por pensadores presuntamente revolucionarios —véase un Rousseau y su visión de la mujer como “ángel del hogar” que desarrolla el trabajo doméstico imprescindible para el ejercicio político del ciudadano— que no hacían más que santifcar un nuevo modo de patriarcado. Sin embargo, hemos de reconocer que el feminismo euronorteamericano, el feminismo blanco, ha permanecido, en general, ciego a la raza. Ante todo, las voces que llegan del Sur Global están llenas de alternativas al productivismo, al individualismo y al desprecio al planeta característicos del pensamiento moderno y abren puertas a nuevos planteamientos sociales que necesitamos a lo largo y ancho del planeta. Recuperando saberes y modos de estar en el mundo de las cosmovisiones indígenas, descolonizándolos, ofrecen una caja de herramientas que puede servir para desobturar nuestro imaginario político. Por otro, en un ejercicio de inteligencia y empatía política, de solidaridad, las mujeres feministas hemos de recordar el difícil papel de quien debe exigir una rebaja de los privilegios del otro, la incomodidad que genera con los compañeros de izquierdas y las difcultades que entraña la búsqueda del discurso más prolífco y movilizador. Porque somos las que nos hemos preguntado, las que aún nos preguntamos en alto, en una sala en la que predominan los varones de izquierdas, cómo conseguir torcerle el brazo, justamente, a la izquierda heteropatriarcal. Por eso, en adelante, deberíamos tener un ojo puesto en la lucha de las personas racializadas, si es que no lo habíamos hecho antes ya. Eso es la interseccionalidad: una praxis, no un aparato teórico listo para ser vaciado por la doxa académica. En estos Feminismos a la contra, Luis Martínez Andrade entrevista a dieciseis militantes feministas de diferentes puntos del planeta que cuestionan el privilegio del feminismo blanco, subrayan sus errores y 14 Feminismos a la contra muestran una riqueza teórica y práctica que no puede sino contribuir a nuestro aparato conceptual teórico y militante. Exponen sus trayectorias de compromiso y análisis, unidas ambas en todos los casos, y algunos de sus planteamientos centrales, así como sus visiones del movimiento feminista alterno en Latinoamérica, en el mundo árabe o, incluso, en destacadas urbes del Norte Global. De su mano, podremos encontrar abordajes que nos cuestionen, que nos sorprendan, y nos hagan revisar, para mejorarlas, nuestras luchas como militantes, y una consistente plétora de contribuciones al feminismo que pone en cuestión la cómoda e incompleta demanda en que nos hemos instalado como feministas blancas. No sólo queda mucho por conseguir, queda mucho por exigir y mucho a lo que renunciar. Marilú Rojas, investigadora feminista y teóloga católica mexicana, explica en estas páginas que la expresión “feminismos del Sur” se refere a una tradición descolonial que cuestiona el feminismo de las mujeres blancas, burguesas, educadas y con acceso al trabajo y la educación desde la experiencia de mujeres que vienen de tradiciones ligadas a pueblos originarios, afros, mestizos, pobres, despojados y con poco acceso a la educación formal y a la salud. Lo menciona junto a otras corrientes especialmente vivas en el propio Sur Global, como el feminismo comunitario, el trabajo de las mujeres zapatistas o la teología feminista queer. En su prolija introducción, Martínez Andrade se encarga de dar una rica panorámica de todos estos movimientos tectónicos en el seno del feminismo del Sur que, a continuación, cada una de las entrevistadas repasará desde su perspectiva. La riqueza del movimiento feminista latinoamericano, por ejemplo, es hoy en día envidiable. A la gran cantidad de aportaciones críticas y analíticas que aquí podremos atisbar, se suma una potente nómina de interesantes encuentros continentales que son, por cierto, muy poco comunes en Europa. Pese a una segunda ola feminista, en los años 90, criticada aquí por feministas como Ochoa o Gargallo que coinciden en denunciar la ONGecización vía inyección de fondos por parte de la ONU —y que coincide, por cierto, con una aburridísima etapa de institucionalización en el feminismo europeo, la época de los Estudios de género y el feminismo estatalizado que desalojó la ilusión de muchas militantes—, los encuentros entre 15 Prólogo feministas con visiones alternativas, anticapitalistas, no estatocéntricas y radicales no han cesado en las últimas décadas. Las mujeres zapatistas, sin ir más lejos, promovieron coordinándose en los cinco caracoles, el 8 de marzo de 2018, un encuentro internacional multitudinario, denominado Primer Encuentro Internacional, político, artístico, deportivo y cultural de Mujeres que Luchan, que, por supuesto, no tuvo la difusión de las huelgas urbanas o del Movimiento #MeToo, pero que congregó en Chiapas a cerca de 8.000 feministas llegadas de todo el planeta. Autodefnidas como “mujeres, indígenas, pobres, zapatistas” regalaron su hospitalidad y varios días de reconocimiento mutuo y debate a todas las que allí asistieron, mientras los varones de los caracoles se encargaban de los cuidados. Toda una lección de quienes habitan la interseccionalidad y un hecho inédito en Europa, por cierto.