Férvedes Vilalba (Lugo) Número 8 Año 2015 Pp.: 471 - 479 ISSN 1134-6787
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Férvedes Vilalba (Lugo) Número 8 Año 2015 Pp.: 471 - 479 ISSN 1134-6787 A la memoria de Germán Prieto, transmisor de la tradición oral de Salgueiras (Vilanova d'Ozcos). LA TRADICIÓN ORAL COMO COMPLEMENTO DE LA ARQUEOLOGÍA PARA LA LOCALIZACIÓN DE EVIDENCIAS BÉLICAS EN LA MONTAÑA ASTURLEONESA. ORAL TRADITIONS AS ARCHAEOLOGICAL COMPLEMENTS FOR THE LOCATION OF BATTLEFIELDS IN THE CANTABRIAN MOUNTAINS. Andrés MENÉNDEZ BLANCO David GONZÁLEZ ÁLVAREZ Univ. de Oviedo Univ. Complutense de Madrid [email protected] [email protected] Valentín ÁLVAREZ MARTÍNEZ [email protected] RESUMEN En este estudio exploramos la potencialidad de la tradición oral del folklore campesino para identifi- car evidencias bélicas y campos de batalla vinculables a conflictos de distintas cronologías ‒campamentos ro- manos, fortificaciones medievales, o trincheras de la guerra civil‒. Evaluamos su utilidad como herramienta informativa para la prospección arqueológica. Por ello, nos detenemos en aquellos aspectos metodológicos y en los problemas que experimentamos durante nuestras investigaciones en el área montañosa asturleonesa. ABSTRACT In this paper we examine the potentiality of oral traditions from the peasant folklore in order to iden- tify historical battlefields and war evidences related to conflicts from different chronologies –Roman marching camps, medieval fortifications or Spanish Civil war trenches–. We assess their potentiality as informative sources for archaeological prospection. Thus, we focus on methodological issues and the problems we found during our research in the Cantabrian Mountains. Palabras Clave: Folklore, Arqueología del conflicto, Escenarios bélicos, Prospección arqueológica. Keywords: Folklore, Conflict Archaeology, Battlefields, Archaeological Prospection. 1.- INTRODUCCIÓN. de todo tipo, los lugares de habitación de moros con cualquier clase de fortificación o las desapari- Es bien conocido por los arqueólogos la ciones de pueblos con despoblados medievales y enorme frecuencia con la que aparecen relatos míti- modernos- cos asociados a yacimientos arqueológicos. Estas En el presente artículo atendemos a un motivo leyendas suelen girar en torno a una serie de aspec- legendario menos común y escasamente tratado en tos que se repiten, con escasa variación, en cada lu- la bibliografía al uso, como son los relatos de bata- gar. En nuestra área de estudio –limitada a los terri- llas. Presentamos algunos ejemplos y las problemá- torios de Asturias y León– podríamos destacar a ticas asociadas a su lectura e interpretación, para modo de ejemplo la existencia de tesoros (Álvarez plantear en último lugar el potencial de las mismas Peña 2001, Suárez López 2001: 367-388), la loca- de cara a ser aprovechadas como fuente de infor- lización de poblados de sociedades míticas (Puerto mación para la prospección arqueológica. 2011: 403-406 y 411-412) o la desaparición de pueblos por envenenamientos o movimientos del terreno (Puerto 2011: 368-397). Si bien como mo- 2.- EL FOLKLORE, LAS COMUNIDADES delos interpretativos están muy lejos de trazar lí- CAMPESINAS Y LA ARQUEOLOGÍA. neas convergentes con la Arqueología, como loca- lizadores de restos materiales susceptibles de ser Podemos definir el folklore como un conjunto analizados por esta disciplina tienen un potencial de conocimientos que las sociedades tradicionales sobradamente conocido. Así, es usual la correspon- preindustriales compilan oralmente y a escala local dencia de las leyendas de tesoros con yacimientos en relación con su vida cotidiana o con aconteci- 472 A. MENÉNDEZ BLANCO - V. ÁLVAREZ MARTÍNEZ - D. GONZÁLEZ ÁLVAREZ Fig.: 1. Distribución de relatos de batallas en el área asturleonesa. mientos extraordinarios. Es así un repositorio de la saje relacionadas con acontecimientos históricos o identidad y la memoria de estas comunidades. Sus yacimientos arqueológicos. Es por ello por lo que integrantes acuden a este cuerpo de saberes con el en numerosos casos el contenido de estos relatos objetivo de comprender y estructurar su realidad vi- intersecciona con los discursos académicos elabo- tal cotidiana a la luz de las experiencias acumula- rados desde la Arqueología (p.ej.: Arizaga Castro, das a lo largo de sucesivas generaciones. Por ello, et al., 2006). Por ello, el folklore campesino recibe tiene un papel relevante en la socialización y la atención frecuente de investigadores que, desde transmisión de las experiencias y saberes colectivos una perspectiva arqueológica, tratan de tomar cier- de las sociedades humanas. No en vano, las narra- tas informaciones de trabajos elaborados por etnó- ciones orales del folklore incluyen preceptos o en- grafos, antropólogos, eruditos locales o viajeros señanzas que prevén o anticipan situaciones que ilustrados. No obstante, la mejor fuente de infor- podrían comprometer la estabilidad de una comu- mación para nuestros intereses la proporcionan nidad, refiriéndose muchas veces a un tiempo dis- aquellos estudios etnográficos que atienden a los tante en el que un determinado suceso pudo ser su- relatos orales de las comunidades locales en su perado (Forbes, 2009: 98). El folklore es, en defini- propio contexto vivencial, y que relacionan por tiva, una expresión de la cosmología tradicional de otro lado su contenido informativo con el estudio las comunidades preindustriales (Layton, 1999: de las evidencias materiales a las que puedan vin- 26). Por ello, para comunidades preindustriales cularse. como las familias campesinas que pueblan las mon- Mientras que la Arqueología reconstruye el tañas del territorio del Occidente Cantábrico, las pasado ordenándolo en una línea crono-temporal en narraciones orales del folklore son una parte inse- la que se delimitan tiempos y épocas precisas, la parable de su propia identidad y de sus mecanismos tradición oral del folklore sirve a los grupos prein- de construcción social de los paisajes culturales. dustriales para recrear el pasado en un paisaje En su afán por ofrecer interpretaciones y valo- atemporal construido en el presente donde es habi- raciones sobre la realidad que rodea la cotidianei- tual que ciertos personajes de rasgos legendarios dad campesina, las narraciones orales del folklore sean protagonistas de tales relatos (Layton, 1999: ofrecen en ocasiones lecturas sobre trazas en el pai- 27; Thompson, 2004: 336). Las narraciones orales Férvedes, 8 (2015), pp.: 471 - 479 473 LA TRADICIÓN ORAL COMO COMPLEMENTO DE LA ARQUEOLOGÍA PARA LA LOCALIZACIÓN... prestan una atención mínima a los aspectos tempo- habituales en todo nuestro ámbito de estudio. No es rales, más allá del empleo de sencillas ordenaciones inusual que la ocupación de un castro, por relacio- categóricas (Pina-Cabral, 1989). Así, los campesi- narlo con un elemento arqueológico abundante en nos del sector asturleonés de la Cordillera Cantá- el área estudiada, se enmarque en un período de brica hablan recurrentemente de los moros, anti- conflicto conocido, especialmente durante la con- guos, u otros personajes legendarios que se vincu- quista islámica y la última guerra civil, como se ve lan a hitos bien reconocibles en el paisaje, muchos en este ejemplo del castro de O Coredo, en A Le- de ellos yacimientos arqueológicos (Aparicio Ca- gúa (Ibias): sado, 1999; González Álvarez, 2011; González Re- boredo, 1971; Martinón-Torres, 2001). “Eí habitaron os moros, na guerra civil, esta Por otro lado, si bien la Arqueología se sus- guerra última que hubo, vían os moros aí, tiñan tenta sobre un código lógico basado en criterios caballerías, taban acampados eí, y entonces, ti- empíricos, el folklore funciona en conexión con las ñan un canal, pra baxalos a beber abaxo a unha fonte que hai aí debaxo [no medio do] monte, un claves míticas de la cosmología preindustrial cam- riachuelo...” (Casa do Toxal, Folgueiras dos pesina. No obstante, en los casos que aquí nos in- Coutos, Ibias, 22 de noviembre de 2009) teresan podemos establecer un nexo de unión entre ambas opciones de conocimiento asumiendo que En todos estos casos la guerra funciona como los dos géneros discursivos intentan reconocer la un mero marco cronológico para explicar la pre- biografía de ciertas evidencias materiales observa- sencia de la sociedad otra y la existencia de unas bles sobre el terreno. Buscan desentrañar su auto- estructuras defensivas que aún destacan sobre el ría, finalidad o funcionamiento, y elaboran para paisaje actual. Pero más allá de estos casos encon- ello sus respuestas en un plano cosmográfico con- tramos relatos en los que el conflicto y sus conse- secuente con sus respectivos códigos identitarios. cuencias son los protagonistas, como vemos en este En este sentido, las tradiciones orales del folklore y otro ejemplo recogido en el lugar de Cadrixuela los discursos arqueológicos serán construcciones de (Cangas): conocimiento igual de satisfactorias para sus auto- res y consumidores, pues cada vía mostrará cohe- “A lo mejor, es una oída, escarbaran por rencia interna con la estructura de pensamiento que donde la casa (en el campo de La Matancia, soporte cada construcción intelectual. Cangas) y, que era la sangre de los moros, que Debido a ciertas coincidencias en sus objetos quedara ahí un areneru curiosu ¡Eso ye mentira! de atención, el acercamiento al folklore puede ser Pola sangre no se queda un areneru ¡Ahí hubiera un provechoso punto de partida para la Arqueolo- batallas, hombre!” (Informante anónimo, 89 gía, especialmente para una primera toma de con- años, 21 de mayo de 2015). tacto con un territorio que vaya a ser objeto de prospección.