Geología Regional
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GEOLOGÍA REGIONAL El territorio de la provincia de Málaga en el ámbito de la cordillera Bética Francisco Serrano Lozano Antonio Guerra Merchán Departamento de Ecología y Geología UNIVERSIDAD DE MÁLAGA 2004 Prólogo La abundantísima información sobre los rasgos geológicos de nuestra región contenida en gran número de tesis doctorales e innumerables artículos en revistas científicas aparece dispersa en el complejo mundo de la información científica. Esta información ha ido siendo acumulada con datos ajenos y propios en muchos años de docencia e investigación en la unidad de Geología de la Universidad de Málaga. Con Geología Regional: el territorio de la provincia de Málaga en el ámbito de la cordillera Bética hemos intentado sintetizar este fondo de información, recogiendo las aportaciones esenciales de muchos de estos trabajos. Aunque el propio título especifica que trata de la provincia de Málaga, los límites provinciales no constituyen una barrera infranqueable. Las unidades geológicas que constituyen el territorio de la provincia se extienden mucho más allá y son parte esencial de la cordillera Bética. Incluso, para su mejor comprensión, muchas veces es necesario extender los comentarios y las observaciones fuera de estos límites. Así pues, este libro pretende dar una visión general, pero actual, del nivel de conocimiento sobre la cordillera Bética, contemplando hipótesis sobre concepciones paleogeográficas y ambientales de los dominios sedimentarios, modelos tectónicos y temporalidad de fenómenos. Esta obra ha sido concebida para alumnos universitarios de asignaturas geológicas, que pueden encontrar reunida en un solo volumen información extensa sobre la geología de la región. Particularmente, está indicada para los alumnos de Geología Regional de 2º ciclo de Ciencias Ambientales y Geología Ambiental de 2º ciclo de Biología de la Universidad de Málaga, pero también se imparten actualmente en nuestra universidad otras asignaturas de corte geológico en las licenciaturas de Ciencias Ambientales (Edafología y Geología Ambiental, Riesgos geológicos, Hidrogeología) de Biología (Edafología) y de Geografía (Geomorfología Estructural) a las que puede servir de apoyo como libro de consulta. Hemos querido que el libro fuera asequible a cualquier lector interesado. Por ello, conscientes de la utilización inevitable de frecuentes tecnicismos cuyo significado pudiera ser desconocido o resultar dudoso a potenciales usuarios, hemos añadido al final de la obra unos apéndices que ayuden a su comprensión: la tabla del tiempo geológico, las clasificaciones más usuales de los diferentes grupos de rocas y un glosario con otros términos geológicos que aparecen a lo largo de ella. Nuestro reconocimiento a todos los que han trabajado sobre la geología de nuestra región y lo han puesto a disposición en sus publicaciones o con sus comentarios personales. En muchos casos, no solamente sus ideas sino sus propias representaciones gráficas han sido adaptadas con mayor o menor modificación a este trabajo. Ellos son, directa o indirectamente, también partícipes de esta obra y hemos querido ser extremadamente cuidadosos en dar las referencias de los autores y trabajos de procedencia. Los autores ÍNDICE I. Introducción ....................................................................................................................................... 9 II. La Zona Externa ............................................................................................................................ 19 III. El complejo del Campo de Gibraltar ......................................................................................... 37 IV. La Zona Interna ........................................................................................................................... 49 V. Los materiales postorogénicos ...................................................................................................... 83 VI. Fósiles de la provincia de Málaga ............................................................................................... 95 VII. La historia geológica de Málaga en el marco de la evolución paleogeográfica y geotectónica del Mediterráneo occidental ................................................................................... 113 Referencias bibliográficas ................................................................................................................ 141 Glosario .............................................................................................................................................. 155 Apéndice ............................................................................................................................................ 175 I. INTRODUCCIÓN Los terrenos de la provincia de Málaga pertenecen íntegramente a la cordillera Bética, una parte de la cadena de plegamiento alpino que bordea el Mediterráneo Occidental (Fig. I.1). La cordillera Bética se extiende por el sur de la península Ibérica, ocupando la mayor parte de Andalucía, Murcia, Albacete y la parte meridional de la Comunidad Valenciana. Hacia el este, la cordillera continúa bajo el mar Mediterráneo de forma que las islas de Mallorca e Ibiza constituyen zonas emergidas de la misma. Fig. I.1. Cordilleras alpinas perimediterráneas (modificada de Ricou et al., 1986) 10 GEOLOGÍA REGIONAL: EL TERRITORIO DE LA PROVINCIA DE MÁLAGA EN LA CORDILLERA BÉTICA Evolución de una cordillera de plegamiento En la evolución de una cordillera de plegamiento (Fig. I.2), como es el caso de la cordillera Bética, se suelen distinguir tres etapas: preorogénica, tectogenética y postorogénica. La etapa preorogénica se inicia cuando en una parte de la corteza continental comienza a formarse una amplia zona deprimida, a la que tradicionalmente se ha denominado surco geosinclinal. En el caso más general, el surco se origina cuando se inicia un movimiento de separación entre masas continentales adyacentes. Este movimiento crea un sistema de fuerzas distensivas que fractura y adelgaza la corteza, dando lugar a una zona deprimida o surco de sedimentación. A medida que el surco se desarrolla, se va rellenando de sedimentos que, por diagénesis, se transforman en rocas sedimentarias. En una primera fase, los sedimentos suelen ser de ambientes continentales, principalmente fluviales, lacustres y lagunares, pero pronto el surco queda conectado con áreas oceánicas y se inicia la sedimentación marina. La etapa preorogénica de las cordilleras de plegamiento suele ser muy larga; en el caso de la cordillera Bética supera los 150 millones de años. Durante esta etapa, la subsidencia de los surcos geosinclinales suele ser tan importante que frecuentemente se alcanzan entre 5000 y 10.000 metros de espesor de sedimentos predominantemente marinos. Entre ellos suelen intercalarse materiales volcánicos derivados de los fluidos magmáticos que ascienden por las fracturas de distensión. La etapa de tectogénesis comienza cuando el surco geosinclinal se ve sometido a fuerzas de compresión. El cambio de una situación distensiva o estática a otra de compresión está condicionado por los movimientos convectivos de la astenosfera que transportan pasivamente a las masas continentales. En la situación distensiva las masas continentales se van separando, al tiempo que se expande el área oceánica que queda entre ambas. El sustrato del área oceánica es una corteza más delgada y más densa, formada por material astenosférico que sale al fondo del océano por las dorsales. La situación compresiva se genera cuando las masas corticales inician un movimiento convergente. Esta convergencia produce el cierre parcial o total del océano y un estrechamiento del surco geosinclinal con deformación de las rocas que lo rellenan. La deformación tiene características diferentes según la región del surco. En zonas superficiales, las rocas se pliegan y se fracturan, produciéndose anticlinales, sinclinales, cabalgamientos y mantos de corrimiento. En zonas profundas del surco y en zonas próximas al límite de convergencia, las rocas sufren además fenómenos de metamorfismo y anatexia. En general, en la etapa tectogenética de una cordillera suelen detectarse varias fases de corta duración (generalmente inferiores al millón de años) en las que las rocas sufren fuertes deformaciones; estas fases alternan con periodos de tiempo más amplios (de varios millones de años) de relativo descanso. La etapa postorogénica se inicia a partir de la última fase de deformación importante, con desarrollo de cabalgamientos y mantos de corrimiento. Cordilleras de plegamiento jóvenes, como la cordillera Bética, aún no han completado totalmente su etapa tectogenética. Así, su actual etapa postorogénica es relativa, pues previsiblemente en el futuro puedan sufrir nuevas fases de deformación intensa. Al cesar los esfuerzos compresivos, la región sufre una relajación, produciéndose fallas distensivas. Los bloques de corteza que resultan de formación de estas fallas inician movimientos verticales para recuperar el equilibrio isostático perdido durante la fase tectogenética y por la propia morfología de los bloques. Así pues, en la etapa postorogénica se originan movimientos verticales importantes, tanto de elevación como de hundimiento. Contrariamente a lo que de forma general se piensa, no es en la etapa tectogenética, sino en la postorogénica cuando se forman las grandes elevaciones del relieve, al tiempo que, en regiones adyacentes, se pueden formar cubetas fuertemente subsidentes. En esta situación de fuertes desigualdades del relieve,