SPN59-1231 Y Desde Ese Momento
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Y DESDE ESE MOMENTO ¡Qué bueno es regresar y oír al hermano pastor dar el testimonio de la gracia de Dios para con su hijita! Así es el Señor Jesús, hace cosas así; seguro que sí. 2 Ahora, nos da mucho gusto esta noche, que nos acompañe uno de nuestros invitados aquí en, como le llamamos, el servicio de oración en la noche del año nuevo, un buen amigo mío, el Hermano Ernie Fandler, uno de los convertidos al Señor Jesucristo, un trofeo de la gracia. Su hogar de origen es Suiza, de donde él ha venido. Y creo que un hermano allí con él, ahora viven en Shawano, es de ascendencia alemana, el Hermano Waters. Nos da mucho gusto que nos acompañen esta noche. 3 También tenemos con nosotros a un—un precioso hermano en la fe, de Sudáfrica, el Hermano David duPlessis; también nos da gusto que nos acompañe. Y estamos… David y yo estamos— estamos esperando u orando, para que el Señor nos dé una obra fructífera este próximo año en África y en diferentes partes del mundo. El Hermano David está aquí ahora para conversar sobre eso y orar al respecto, entre hoy y el lunes, para decidir precisamente cuándo y a dónde ir a—a África y a diferentes partes del mundo. Y, el Hermano David ha tenido un cargo bien destacado en la Convención Pentecostal Mundial y también es muy conocido por los grandes líderes religiosos a través del mundo entero. Y ha sido muy influyente en persuadir y promover el avance ahora alcanzado, ayudando a reunir el Cuerpo de Jesucristo de entre todas las denominaciones de la fe. No importa lo que (ellos) qué iglesia tengan, ni (ellos) con qué marcas estén marcados: Esa es, la Iglesia por la que Cristo murió. 4 Y a menudo he pensado en eso. Muchas veces ayudé a juntar el ganado en el oeste. Y subíamos, Hermano David, y nos sentábamos allá por donde ellos pasaban el ganado por el cerco móvil, hacia las montañas, para alimentarlos del… dejar que se apacentaran de los pastos, el… del bosque. Mientras las praderas crecían allá abajo, praderas silvestres, luego ellos cortaban las praderas y alimentaban el ganado durante el—durante el invierno, cuando las montañas tenían demasiada nieve. 5 Y yo me sentaba en la montura y observaba al inspector mientras hacía pasar el ganado; y cada rancho allá abajo que podía cultivar una tonelada de pasto… Si podían cultivar cincuenta toneladas de pasto, significaba que ellos podrían introducir cincuenta reses. Si podían cultivar mil toneladas de pasto, mil cabezas de ganado podían pasar. Cada hombre tenía 2 LA PALABRA HABLADA una marca en sus reses. Ellos se fijaban en las marcas, claro, los diferentes ranchos, para así no mezclarlas. Y luego cuando el… 6 Al inspector no le interesaba tanto el tipo de marcas que pasaban, porque había todo tipo de marcas; pero había una cosa que él realmente tenía que revisar, era la cédula de sangre. Tenían que ser Hereford registrados o no pasaban por la puerta. Ellos los mandaban de vuelta. ¿Ven? 7 Y yo creo que así será en el Juicio. No será el tipo de marca que llevamos, sino que la cédula de Sangre esté allí. Eso es lo que—que contará, la cédula de Sangre. Y estoy muy contento que el Hermano David nos acompañe. 8 Y creo que el Hermano Estle Beeler estaba aquí hace un momento. Vi que se levantó allí atrás, de alguna parte, y otros ministros de quienes queremos oír esta noche. Y entonces, pues, supongo que el Hermano Ruddell y ellos vendrán, porque se van a quedar hasta la medianoche. 9 Pero el Hermano David no puede quedarse hasta la medianoche. Él es un varón muy solicitado por todo lugar. Y apenas el Hermano Rodgers supo que él andaba por aquí, pues mandará a alguien a buscarlo para tenerlo allá a las diez. Lo cual significa que él saldrá de aquí en breve, para llegar hasta allá al sur de Louisville. 10 Y pensé que sería bueno, si le parece bien al Hermano David, si—si él pudiera subir y hablar lo que esté en su corazón, y nos predique, que haga lo que el Señor le guíe. A todos nos gustaría oír al Hermano David duPlessis, de Sudáfrica. 11 Déjenme decir esto: que cuando yo estuve allá en África, en mi gran campaña que el Señor nos dio allá, su hermano fue mi intérprete, el Hermano Justus. Creo que es su nombre, el Hermano Justus. Y estos Hermanos duPlessis son personas de una muy buena familia. Creo que hay… Supongo que todos son ministros, hasta donde sé, y quizá también el padre era un ministro. Y son personas de una buena familia. Y el Hermano David tiene un gran nombre entre todas las iglesias y denominaciones mundialmente. 12 Y, Hermano David, me gustaría que Ud. subiera ahora y nos hablara, o lo que Dios le haya puesto en el corazón para decir. Venga enseguida. Y estoy muy contento de presentarlo a mi iglesia esta noche. Este es el Hermano Orman Neville, nuestro pastor. Y a la iglesia: este es uno de mis preciosos amigos y—y un compañero y guerrero en el servicio de Dios, el Hermano David duPlessis de Sudáfrica. Dios lo bendiga, Hermano David. 13 [El Hermano David duPlessis habla. Cinta en blanco.—Ed.] …hablar. Amén. Todos lo disfrutamos. Hermano David, no demore en visitarnos otra vez. Eso estuvo muy bien. Sin duda estamos contentos. Y DESDE ESE MOMENTO 3 14 El Hermano David dijo algunas cosas allí que solo desearía haber tenido mi pluma, podría haberlas anotado. Pero siempre recordaré lo de “nietos; los nietos”. 15 Bueno, verdaderamente agradecemos la visita de nuestro hermano. Y él está… fue el… asociado con la Conferencia Mundial de Creyentes Pentecostales, y es un gran hombre en la obra que realiza alrededor del mundo. Y somos afortunados, esta noche, de tener al Hermano David que vino a hablarnos en esta noche de año nuevo. Y Uds. pueden ver lo que grandes hombres piensan de nuestro Señor, lo que piensan de Su gran siervo. 16 Ahora, creo que, mañana siendo año nuevo, en solo unas pocas horas, y al tener que salir temprano en la mañana, pues pensé en que hablaría un poco, si le parece bien al Hermano Neville [El Hermano Neville dice: “Sí. Amén”.—Ed.] al Hermano Beeler y a los demás ministros aquí. No tomará mucho tiempo. Y creo que si dijéramos: “Amén” y regresáramos a casa, sería un mensaje maravilloso. Y podríamos estar agradecidos con el Señor por lo que tenemos aquí esta noche. 17 Y ahora, pero siendo que esta es la noche de año nuevo, simplemente nos entretenemos entre nosotros, con el Reino de Dios, predicando, hasta que llegue el año nuevo. Y tengo que levantarme en la mañana, muy temprano, mucho antes del amanecer. Y no soy tan joven como David. Tal vez yo… Tal vez no me sienta tan joven como él. Él es un… Por supuesto David es un poco—un poco mayor que yo. Creo que él es siete u ocho años mayor, tal vez diez. Pero no hay duda que él es un bólido para Dios, ha viajado cincuenta mil millas en este año para el Reino de Dios. Va de camino ahora a predicar allá donde el Hermano Rodgers, y mañana estará con algunos, en otra parte, y en otra parte, y en otra parte, y de nuevo aquí el lunes. Y tengo que reunirme con él para hacer los preparativos para una gira mundial que se viene ahora. 18 Y estaremos en África, me enteré esta tarde, en marzo, este—este próximo marzo. Me reuniré con Clayton Sonmore, de los Hombres Cristianos de Negocios del Evangelio Completo, esta semana o la semana que viene, a principios, y haré los preparativos para Jamaica, Haití. Voy la próxima semana a Kentucky, o bajo a Georgia para tener esas reuniones allá. Regreso directamente viniendo por Kentucky, una noche aquí y una noche allí, llegando a estas iglesias. Y regreso directamente a casa para partir de allí, y me voy a—a—a Atlantic City, para comenzar el día 27 hasta el 30, y salgo de allí la mañana del primero, y comienzo en—en Kingston, Jamaica, en el hip-… hipódromo, esa noche, en una reunión de diez días allí. Y a partir de allí, siguiendo a la de Haití, y a donde sea. No sabemos de allí a dónde ir, solo como el Señor nos dirija. 4 LA PALABRA HABLADA 19 Ahora, todas estas son algo tentativo. ¿Ven? Yo no he dicho que sí. David está aquí, Clayt viene. Gordon, el Hermano Gordon Lindsay viene, para Sudamérica. Y—y el resto, los Hombres Cristianos de Negocios quieren la América de habla latina. Y el Hermano David quiere Suiza, Alemania, de allí para abajo. Pero no sabemos todavía. Uds. sigan orando. Yo no quiero ir a ninguna parte hasta que Dios diga que vaya, y que así lo entienda. Por tanto, si me siento guiado a ir, entonces cuando baje del avión, yo… Y no importa cuál sea la oposición, puedo decir: “Yo vengo en el Nombre del Señor Jesús”. 20 Doy gracias por David, por la amistad que hemos tenido, porque el hombre es un hombre muy importante, pero él—él— él verdaderamente cree en este ministerio del Señor; seguro que sí. Y—y nuestros nombres han sido asociados ahora por todo el mundo, el Hermano David y yo. 21 Y estoy muy contento de estar asociado con un hombre así.