Sociedad Española De Estudios Mayas
Total Page:16
File Type:pdf, Size:1020Kb
sociedad española de estudios mayas N.o 20 AÑO 2008 Jeroglíficos y arqueología maya: ¿colusión o colisión? ARLEN F. CHASE Y DIANE Z. CHASE University of Central Florida RAFAEL COBOS Universidad Autónoma de Yucatán RESUMEN tations derived from archaeology and epigraphy by analyzing a variety of sites and data sets. Through re- Tanto la historia como la arqueología han propor- examining these interpretive relationships, broader is- cionado información sobre el pasado maya. Los perso- sues related to the conjunction of Maya history and ar- najes históricos, sin embargo, captan la imaginación chaeology are addressed. mucho más que las construcciones arquitectónicas o los fragmentos de cerámica. Así, el registro jeroglífico Key words: Maya, epigraphy, conjunctive approach, maya domina con frecuencia las interpretaciones acer- archaeological interpretation ca del periodo Clásico maya. Recientes investigaciones y publicaciones han cuestionado la tradicional recons- trucción de la historia jeroglífica como reflejo de dinas- INTRODUCCIÓN tías con reyes y reinas, resucitando un escenario más antiguo de «sacerdotes del tiempo» que relegaría los En la etapa actual de la investigación sobre el área textos e imágenes en los monumentos a una pequeña maya, se hace necesaria una re-evaluación de las re- porción del pasado maya. Este artículo trata tanto de re- laciones entre arqueología y epigrafía. De manera considerar como de contextualizar mejor las interpre- ideal, debería existir una relación de realimentación taciones derivadas de la arqueología y la epigrafía, ana- entre ambas disciplinas, pero en los últimos años la lizando una serie de sitios y de conjunto de datos. Un epigrafía se ha convertido en el motor de todas las nuevo examen de estas relaciones interpretativas, per- cosas relacionadas con los mayas —en buena medi- mitirá abordar objetivos más amplios relacionados con da debido a la larga historia del desciframiento y al la conjunción la historia y la arqueología maya. detalle disponible a través de los textos antiguos. Con notorias excepciones (ver, por ejemplo, Baudez Palabras clave: mayas, epigrafía, aproximación con- 1999 o Marcus 1992), los arqueólogos mayistas acep- juntiva, interpretación arqueológica tan la interpretación epigráfica con pocos cambios. Si bien muchos arqueólogos intentan acomodar su in- vestigación a las aserciones epigráficas, algunas lec- ABSTRACT turas epigráficas han sido demasiado literales en su retrato de la historia dinástica, mientras que los datos History and archaeology both provide information arqueológicos sencillamente han sido encajados en on the ancient Maya past. Historical personages, how- esquemas de referencia preconcebidos o, si no, ever, capture the imagination far more than architec- completamente ignorados. No obstante, existe un tural buildings and broken sherds. Thus, the Maya hi- trastorno dentro de las diferentes parcelas del estu- eroglyphic record frequently dominates interpretations dio epigráfico, con lecturas e interpretaciones cam- about the Classic Period Maya. Some recent research biantes que pueden ser utilizadas para sembrar du- and publications have called into question the tradi- das sobre algunos de los «hechos» previamente tional reconstruction of hieroglyphic history as reflec- aceptados (p.e., Martin 2005a y b). Los arqueólogos tive of dynasties with kings and queens, instead res- también han estado sugiriendo posibilidades alter- urrecting an older «priests of time» scenario that nativas para conceptuar la organización de los anti- would relegate the texts and images on the monu- guos mayas (p.e., Rice 2004). Ha llegado el momento ments to a small slice of the Maya past. This paper de realinear la historia y la arqueología de los anti- seeks to re-consider and better contextualize interpre- guos mayas. Mayab 20 (2008): pp. 5-21 6 MAYAB HISTORIA EPIGRÁFICA O ¿CÓMO LLEGAMOS AL uno de los padres fundadores de los estudios jeroglí- CONSENSO PRESENTE? ficos, defendió con vehemencia que los textos jeroglí- ficos no tuvieron naturaleza histórica. Según Thomp- El énfasis actual sobre la historia jeroglífica en ar- son (1950), no existieron nombres de reyes, de queología maya deriva de una larga tradición de des- individuos o de lugares; ni registros de acontecimien- ciframiento epigráfico que ha tenido éxito a la hora de tos; ni, ciertamente, estos textos contuvieron regis- colocar la traducción y la interpretación de los textos a tros económicos. Consideró que los jeroglíficos mayas la vanguardia de los Estudios Mayas (Figura 1). Du- fueron diseñados exclusivamente para tratar sobre rante la mayor parte de los años formativos en nues- acontecimientos celestiales, divinidades y cuentas de tra disciplina, los antiguos registros jeroglíficos se tiempo. La influencia de Thompson sobre la arqueo- consideraron como cuentas de tiempo de sacerdotes logía maya fue tan fuerte que las opiniones opuestas que intentaban propiciar a diversas divinidades (p.e., quedaron por completo silenciadas hasta su muerte Thompson 1927, 1950, 1970). J. Eric S. Thompson, en 1977. Las alternativas a las ideas de Thompson provi- nieron de varios estudiosos rusos, cuyos puntos de vista no fueron fácilmente respaldados durante la «Guerra Fría», cuando Rusia y Occidente estaban en- frentados. En sus interpretaciones, los jeroglíficos mayas se consideraron de naturaleza fonética e his- tórica (una perspectiva desacreditada que ya había sido planteada por Beyer [1931,1937] para Chichén Itzá). Yuri Knorosov encabezó la corriente que defen- dió que los jeroglíficos mayas fueron fonéticos, algo a lo que Thompson se oponía con vehemencia. Los trabajos de este investigador ruso fueron traducidos y difundidos por Tatiana Proskouriakoff (artículos tra- ducidos en la biblioteca del University Museum) y por Sophie Coe (p.e., Knorosov 1967). El propio Kno- rosov (1958) publicó un artículo en inglés en Ameri- can Antiquity. Este trabajo fue castigado por Thomp- son (1959), cuya opinión en contra fue tan fuerte que, efectivamente, contuvo cualquier movimiento hacia una aproximación fonética a los jeroglíficos mayas, desde su formulación hasta su amplia aceptación, durante más de dos décadas. El posterior trabajo de Tatiana Proskouriakoff (1960, 1961) documentó de manera meticulosa la existencia de una sucesión datada de individuos en los monu- mentos de Piedras Negras, y además correlacionó je- roglíficos específicos con acontecimientos importantes en la vida de cada personaje. Su investigación de- mostró con firmeza la naturaleza histórica de los anti- guos textos mayas y cambió en profundidad la con- cepción de los Estudios Mayas. Sin embargo, esta investigadora no incidió de manera profunda en las lecturas fonéticas. Su análisis de los textos de Yax- Figura 1. Personajes clave en la puesta de cimientos del ac- chilán (Proskouriakoff 1963, 1964) reafirmó el conteni- tual paradigma epigráfico: a) J. Eric Thompson (1898-1975); b) do histórico de los jeroglíficos con sus registros di- Yuri Knorosov (1922-1999); c) Tatiana Proskouriakoff (1909- násticos de nacimiento, accesión, guerra y «reyes» 1985); d) David H. Kelley; e) Merle Greene Robertson; f) Linda sucesivos. Schele (1942-1998). Kelley (1962, 1976) fue el primer epigrafista que Mayab 20 (2008): pp. 5-21 ARLEN F. CHASE, DIANE Z. CHASE Y RAFAEL COBOS 7 combinó, de manera explícita, las aproximaciones ARQUEOLOGÍA, EPIGRAFÍA, Y PERSPECTIVAS histórica y fonética en su trabajo sobre Quiriguá, po- CAMBIANTES SOBRE LA SOCIEDAD MAYA niendo los cimientos de los estudios epigráficos mo- DEL CLÁSICO dernos. Pero fueron las Mesas Redondas de Palen- que, organizadas por Merle Greene Robertson Hasta hace poco la arqueología y la epigrafía maya (Gidwitz 2002), las que finalmente abrieron el fruto han tenido principalmente una relación suplementaria, de la revolución epigráfica (Coe 1992). La intención más que complementaria. Desde el momento en que original de estas reuniones era interpretar la historia se dispuso de textos datados, la reconstrucción histó- dinástica de Palenque (p.e., Schele 1978), pero des- rica se derivó de los jeroglíficos; sólo cuando los tex- pués derivaron en un intercambio de información tos no podían ser interpretados se utilizaron datos ar- entre epigrafistas, arqueólogos e historiadores del queológicos para construir modelos de la sociedad arte, quienes revolucionaron la interpretación de la maya. Es evidente la tensión que existe en las relacio- sociedad clásica maya al trasladar la interpretación nes epigráficas y arqueológicas. Los textos son algo epigráfica desde sencillas declaraciones que concer- miopes en cuanto a escala, y se enfocan sobre indivi- nían a importantes pasajes de la vida de un indivi- duos de la «realeza» —su nacimiento y accesión, su duo (nacimiento, accesión y muerte), a considera- parentesco, sus cuentas dinásticas, sus acontecimien- ciones de guerra, política y cambio jeroglífico (p.e., tos militares y su participación en ceremonias. Por el Culbert 1991; Grube 1991; Houston 1993; Stuart contrario, los datos arqueológicos reflejan a un seg- 1993). Sobre estos cimientos, Linda Schele (1982, mento mucho más amplio de gente, permitiendo la re- 1988, 1990) popularizó el foneticismo en la interpre- construcción de la población (Culbert y Rice 1990) y tación epigráfica maya. Los libros elaborados por sugiriendo una posible organización social, política y Linda Schele y David Freidel (1990) y por Linda económica entre varios sitios (A. Chase y D. Chase Schele y Peter Mathews (1998) fueron particular- 2003); sin embargo,