GENIAL HIJA DE ARTHUR MILLER I Derebtcca

DEREBtCCAI Cineasta, pintova, actuiz y ahoua escvitova. Su primer libvo, Velocidad persona/, fue elegido el mejov de 2001 pov el Washington Post. Gasto 200 mil dolaues en llevau a1 cine sus cuentos y en menos de seis meses vecaudo mas de un millon de dolaues. Bella, vefinada, ha hecho de su vida el pavadigma del exito. Casada con Daniel Day-Lewis, a quien divige pov estos dias en Rose and the snake, Rebecca Miller es un icon0 dentvo del mundo autistic0 cultural de Estados Unidos.

MARCELOSIMONETTI

ebecca Miller no es s610 la hija el famoso fotdgrafo franc& Henri Cartier- cumplir 10s 36 afios. Luna loca de atar? Seria del dramaturgo Arthur Miller. Bresson era quien le leia las memorias de un rnis justo decir que Rebecca es una mujer Referirse a ella como la mujer cortesano franc& del siglo dieciocho, a ori- condenada a su imaginaci6n. Un refinado de Daniel Day-Lewis seria un llas del lago que habia frente a la casa de sus genio de ojos azules y piernas largas que, error imperdonable. Lo mismo padres, en Connecticut. Con ese tip0 de re- para fortuna de quienes han visto sus peli- , queR mencionar nada rnis que su lado de es- laciones -Arthur Miller como padre, Daniel culas -Angela y Velocidad personal-, tuvo la critora primeriza y exitosa. 0 sea, Rebecca Day-Lewis como marido, Cartier-Bresson voluntad de reaccionar a1 ring del telefono Miller es hija de Arthur Miller, esti casada como lector de historias, y, claro, Inge Mo- antes que cualquiera, gracias a lo cual evit6 con el premiado protagonista de Mi pie iz- rath, fot6grafa de Magnum, como su la desgracia. Claro, la hija de Miller ya tiene quierdo y escribid Velocidad personal, un madre-, estaba destinada a ser, por lo 41 afios, dos hijos, un libro de cuentos, dos aplaudido volumen de siete cuentos. Per0 menos, distinta. filmes de su autoria, varias peliculas en las estas sefias podrian aparecer s610 como tics Cuando estudiaba arte en Yale, con poco que particip6 como actriz y otras tantas ex- anecd6ticos en su biografia. Rebecca Miller rnis de 20 afios, se obsesion6 con la idea de posiciones de sus telas y esculturas. es mucho mis que eso. Pocos personajes po- ser ella quien contestara el tele'fono antes Todo ha sido especial en la vida de drian dar cuenta de lo que ella ha vivido. Por que sus compaiieras de cuarto, convencida Rebecca Miller. Su padre estaba casado con ejemplo, cuando tenia poco rnis de un afio, de que si no lo hacia iba a morir sin llegar a Marilyn Monroe cuando conoci6 a Inge

m QARAnnri? Daniel Day-Lewis y Rebecca Miller. Solo basta mirar sus rostros para saber Io bien que se Ilevan. Van para 10s seis aiios de matrimonio, tienen dos hijos y ambos son exitosos en Io que hacen. AI punto que ni el uno ni el otro recuerdan el triste capitulo que protagonizo el protagonista de Upieizquieerducuando abandon6 a una Isabelle Adjani encinh

Morath. Miller adaptaba una historia apa- porque ademAs obtuvo el Gotham un hijo, se escapa de casa arriba de un auto. recida en la revista Esquire, The Misfits,que del Independent Feature Project, a la mejor "En realidad, este filme habla de hombres se convertiria en el guidn de una pelicula a pelfcula del afio. y mujeres, s610 que las tiene por protago- la medida de su mujer cuando pos6 para el Su segundo filme esperd cinco a15os anfes nistas a ellas. Son historias acerca de las mu- lente de Morath y se enamor6 AI poco de ver la luz. Tom6 como base su libro de jeres y sus hombres. Habla de cdmo darle un tiempo, Miller Morath contraian matri- cuentos y utilizd el mismo titulo para lanzar sentido a la vida", apunta Rebecca. monio. Ese mismo aiio, Marilyn Monroe la cinta al circuito. Otra vez el Festival de Cine moria. Y un mes despue's de la tragedia de Sundance la bendijo con una distincidn. AEROMOZADE AMERICAN nacfa Rebecca. Velocidad personal recibid el gran premio del En estos 41 afios, ella se ha convertido en jurado. Como si fuera poco, a diferencia de lo Cuando niiia, Rebecca estaba muy lejos de un icon0 dentro del mundo artistico-intelec- que ocurrid con Angela, el reconocimiento todas esas historias. Tuvo una infancia feliz tual norteamericano. Y es que, como si se vino acompaiiado del &xito econdmico, ya y sus suefios de niiia no distaban en gran tratara de una artista del Renacimiento, que a1 cab0 de tres meses, la pelicula que medida del resto de sus amiguitas. Rebecca Rebecca ha explorado, con kxito, distintas habia costado 200 mil ddlares, sorted la vara quiere ser secretaria. Rebecca quiere ser aza- Areas del quehacer creativo, per0 siempre bu- del milldn de d6lares en recaudaci6n. fata de American Airlines. Rebecca quiere ceando en las formas que tienen las mujeres Velocidad personal, el libro, recoge siete his- vestir de tu1 y bailar. Recikn entrada en de relacionarse con el mundo, Sean jdvenes, torias de mujeres que atraviesan por mo- la adolescencia, aparecerA su inter& por la cuarentonas, solteras, separadas, maltrata- mentos criticos de sus vidas y que se ven creacidn. Ingresa a estudiar arte en Yale, en das, felices o adolescentes. Entre el primer obligadas a tomar una decisidn que, necesa- una decisidn que ella misma califica de "in- corto que hizo, Florencia, en el que recreaba riamente, cambiarA su futuro. De esas siete consciente. Lo que pasa es que lo que se me la historia de una muchacha que de tan historias, Rebecca eligi6 tres para llevarlas a daba m6s f6cil era el dibujo. Dibujaba sociable, terminaba por hacer suya las enfer- la pantalla. "Se trata de una trilogia de de- mucho. Lo hacia bien. Y no me daba trabajo. medades de la gente que conocia, y su ultima cisiones cruciales, en las que mujeres de di- Tuve profesores que vibraban con el dibujo experiencia fihica, el guidn y la direction de ferentes edades y condiciones sociales cam- y la pintura, y creo que fue por eso que me Velocidad personal, hay un curnulo de aconte- bian su propia existencia en un cdctel de inscribi en Yale para estudiar arte", dijo cimientos que la perfilan como una mujer elecciones personales y destino". a una revista. Despuds de Yale se fue a que nacid para crear. Las historias elegidas por Rebecca fueron Munich para vivir en una colonia de artis- La historia de sus dos filmes es bien par- la de Greta, una editora de libros de cocina a tas. Todo muy hippie. Muy alternativo. A1 ticular. Ambos han recibido importantes quien el escritor mAs prometedor de su ge- poco tiempo de regresar a Nueva York, a premios. Angela se present6 en 1995 a1 neraci6n elige como editora de su nueva no- mediados de 10s ochenta, cay6 en una crisis Festival de Cine de Sundance y gan6 la vela, lo que desencadenara una crisis en su creativa y buscd refugio en Hollywood, lo estatuilla a la mejor direcci6n. Rebecca habia matrimonio; la de Delia, una mujer de clase que es raro para alguien a quien nunca le ha escrito el gui6n y, luego de ayudar a su media que arranca con sus hijos de un mari- interesado la fama. Allf actud en un par de padre en algunos proyectos, decidi6 tomar do que la golpea, y la de Paula, una adoles- peliculas como Regarding Henry, con Harri- la direccidn de su propia pelicula. Con &xito, cente que luego de enterarse que va a tener

7$LSABADO con Jennifer Jason Leigh, y Consenting adults, ese sentido. ”Cuandollega el momento de la cuando trataban de reflotar el bochorno de con Kevin Spacey. Asi, hasta que comenzd a sesi6n fotogrdfica, algo extrafio ocurre con su marido. contar sus propias historias. Rebecca Miller”, escribe Wood. ”Con su ojo Hoy tienen dos hijos y han sabido conge- La de ella y Daniel Day-Lewis tiene su en- de cineasta, ella nos llev6 a una hermosa lo- niar ambas carreras. Incluso 61 dio un paso canto. Porque el actor lleg6 a casa de 10s cacibn. Sabia que iba a lucir gloriosa. Era un a1 costado en su trabajo como actor para de- Miller fruto de la gran admiracibn que sen- salvaje valle irlandes lleno de arbustos. Ella dicarse a la vida familiar, y luego de parti- tia por Arthur. “Yo haria cualquier cosa con se sent6 sobre una roca muy casual, e ins- cipar en The boxer, en 1997, no volvid a ac- tal de convertirme en su hijo. Soy capaz tantdneamente ilumin6 el paisaje de un tuar en proyecto alguno, hasta que el aiio hasta de presentarme en la puerta de su modo casi fantasmal. Las polaroids mostra- pasado, Martin Scorsese lo reclut6 para casa con el documento para la adopcibn”, ban ojos tan transparentemente azules que Gangsters de Nueva York. Tras ello, Day- decia antes de conocer a Rebecca. Cuando tti imaginabas que a traves de ellos podfas Lewis ha vuelto a la escena y su segundo la vio, se olvid6 de la idea de la adopcidn. ver hasta su mente. Habia una curiosa filme luego de ese receso de casi cinco afios Y a1 poco tiempo (1996) ya estaban prepa- alquimia en ese momento. Una mujer que es The rose and the snake. rando su matrimonio. Se casaron en Ver- un segundo antes habia sido muy prdctica, En pleno rodaje, The rose and the snake mont. El suelo fue cubierto de nieve y ella se convertia, por alguna combinacion de narra c6mo la relaci6n de un padre viudo apareci6 con un vestido de noche de color aire fresco y celuloide, en un ser etereo, in- (Day-Lewis) y de su hija de 16 aAos se verd azul. El bueno de Arthur escribi6 un poema finitamente mdgico”. afectada cuando a 61 le diagnostican una en- para la ocasi6n y 10s cas6 el capelldn de No siempre la prensa inglesa la tratd tan fermedad terminal. Su novia, con dos hijos Yale, quien era amigo de la familia desde 10s bien. Para 10s dias de su matrimonio, 10s dia- adolescentes a cuestas, decide mudarse a la dias en que junto a Arthur protestaban con- rios sensacionalistas bombardearon a Day- isla para ayudarlo. La llegada de 10s mu- tra la guerra de Vietnam. Lewis recordAndole el desgraciado pasaje en chachos despertard a la joven a1 mundo de Irradia algo tinico, Rebecca. Si uno se fia su relacion con Isabelle Adjani, a quien la adultez. de lo que dice el articulo de Gaby Wood, la abandon6 cuando tenia unos meses de em- El gui6n y la direcci6n corren por cuenta periodista de The Guardian que la entrevisto barazo. Rebecca no entr6 en el juego. de la duefia de la casa: Rebecca Miller. en marzo, no puede haber dos opiniones en “Nunca leo la prensa inglesa”, respondia Era que no. W