170 rrotas pasajeras. En este senti­ rias" (p. 11 ), especie de "retrato rario de reconocida solvencia, no do la reflexión comparada de las hablado" (p. 35) como las llama adopta en veces ante su interlo­ tesis políticas de Mariátegui y Pablo Macera. cutor un tono muy reverencial y de Haya de la Torre, ilumina con En efecto, desde hace veinticin­ defiende hasta con pugnacidad fuerza el problema planteado, al co años Basadre viene publican­ su diferente criterio; los identifi­ mismo tiempo que brinda una de do lo que podríamos llamar sus ca, a pesar de todo, su fe en la las claves para comprender el memorias por capítulos sueltos literatura. En el segundo caso, proceso politico del Perú con­ de un libro que se anunció pri­ aunque no puede hablarse de mo­ temporáneo. mero como Un peruano en la pri­ nólogo, porque Macera desarrolla mera mitad del siglo XX, luego in extenso su punto de vista en Heraclio Bonilla como Un peruano en el siglo vein­ la "Presentación" (27 pp.), en la te y ahora con un nuevo titulo: formulación de algunas de sus ( 1) Dearing, 7 de setiembre La vida y la historia. El capítulo preguntas, en comentarios a va­ 1931, al Secretario de Esta­ "En la Universidad de San Mar­ rias respuestas y en respuestas do, D. S. 810.43 APRA/102. cos de 1920 a 1927" apareció en propias a dos o tres preguntas Citado por Thomas Davies Turismo; "Reforma Universitaria de Basadre, es evidente que la Jr., "The Indigenismo of the en 1919", primero en Letras Pe­ mayor parte del libro está dedi­ Peruvian Aprista Party: a ruanas y acaba de reaparecer cada a detenidas exposiciones de Reinterpretation", The His­ ampliado en Historia y Cultura (n. Basadre, ampliadas en algunos panic American Historical 7, 1973, pp. 5-42); Infancia en casos con memoranda especial­ Review, vol. Ll, n. 4, no­ se publicó primero en Mar mente redactados y que con todo viembre 1971, pp. 626-645. del Sur (n. 16, 1951) y luego, am­ ese material se ha hecho un pliado también, en un librito edi­ "montaje", como dice Macera (p. tado por P.L. Villanueva, el año 11 ), para ordenar las confidencias 1959; en el Mercurio Peruano en torno a temas e inquietudes han aparecido tres capítulos de presentes a lo largo de la vida y Jorge Basadre - Pablo Macera, estas memorias: "En Alemania" de la obra del historiador tacne­ CONVERSACIONES, , Mosca (octubre de 1951, pp. 458-476) y ño: el oficio del historiador, sus Azul Editores, 1974, 180 pp. allí anuncia en una nota inicial profundas motivaciones, historia los temas de los restantes capí• y marxismo, la obra' de algunos tulos: "En la Biblioteca Nacional" historiadores peruanos, la función (n. 375, julio de 1958, pp. 284- social de la inteligencia en el Pe­ 302), que luego también amplia­ rú moderno, la intervención de Más extenso, pero acaso menos do se convierte con el mismo Basadre en la pol!tica (y la no contrapuesto que el sostenido en­ título en otro librito editado por intervención de Macera) y el pro­ tre y José P.L. Villanueva (1968); y finalmen­ ceso histórico peruano. El con­ Miguel Oviedo, el diálogo de Jor­ te, "En el Colegio Alemán y Gua­ traste principal entre estos inter­ ge Basadre con Pablo Macera, dalupe" (1972). Con esos textos, locutores está no sólo en las casi segundo de la serie Conversacio­ aún dispersos, el lector de este opuestas motivaciones que los nes de Mosca Azul Editores, cons­ libro podrá acrecer las referen­ han llevado a la historia o la dis­ tituye un testimonio apasionante cias de varias de las páginas tinta visión que tienen de nues­ que a cada página incita a con­ autobiográficas de estas Conver­ tra historiografía (patente en las frontaciones y ampliaciones. Es­ saciones. páginas brillantes y polémicas de tas pueden encontrarse en la vas­ La primera tentación de esta re­ la "Presentación" de Macera), ni ta producción de Basadre, sin seña es comparar las Conversa­ siquiera en sus diversas ideolo­ duda el más importante historia­ ciones Basadre-Macera con las gias pollticas, no suficientemen­ dor peruano desde hace varios anteriores Sánchez-Oviedo. Los te explicitadas, sino sobre todo lustros, figura señera de su gene­ maestros a los que se somete a en su íntima y vital actitud ante ración; exponente excepcional en este original reportaje pertene­ la historia misma: de fe sincera nuestro medio de disciplina cien­ cen a la misma generación, la en Basadre; de incertidumbre o tlfica y de entrega a la vocación del centenario, que es, desde el perplejidad acerca de la eficacia intelectual. punto de vista de las letras perua­ de la historia, en el caso de Ma­ Basadre no sólo ha escrito dece­ nas, la generación de los mayo­ cera (p. 57). nas de libros y centenares de ar­ res, de los "patriarcas", pues la Sobre su vocación, Basadre rei­ tículos sobre temas históricos, generación anterior, sin supérsti­ tera un dato decisivo: su condi­ sino que ha cultivado también, tes, puede decirse que ha con­ ción de tacneño nacido en los con fruición evocadora, el recuer­ cluido su ciclo histórico. El diá­ primeros años de este siglo, en do ordenado de su experiencia logo Sánchez-Oviedo es más bre­ una ciudad ocupada por Chile y vital, lo que constituye un amplio ve que el de Basadre con Mace­ en una región sin latifundios, ban­ material disponible para ampliar ra, pero más vivaz, directo y con­ doleros ni grandes presiones so­ cuanto nos dice en estas Con­ trapuesto; las preguntas y las ré­ ciales, factores que sin duda han versaciones, "género confiden­ plicas son constantes; podría de­ estimulado inicialmente su anhe­ cial a mitad del camino entre el cirse que el tono es polémico y lo de integración peruana, forta­ reportaje y los libros de memo- que el reportero, un crítico lite- lecido luego con el estudio cons- Reseñas de libros 17.1 tante y la reflexión profunda de mo a la actitud de mirar a la his­ nuestra historia. Ese condiciona­ toria con libertad, sin dogmatis­ miento tal vez explique su prefe­ mos; reconoce la importancia rencia por la etapa republicana: esencial de los factores econó• la historia no será así una eva­ micos pero sin desconocer la sión. gravitación de otros factores psi­ En cuanto a su formación como cológicos, sociológicos, políticos, historiador, se declara autodidac· culturales, religiosos y hasta ele­ ta hasta su primer viaje a Euro­ mentos de sorpresa o azar (tema pa en 1932 y reconoce a partir de de su penúltimo libro), de los que esta fecha la influencia del ale­ no puede prescindir el historia­ mán Meinecke y los españoles dor. A los jóvenes anhela decir­ Ots Capdequí y Américo Castro, les Basadre que no todos los sobre todo por lo que se refiere grandes historiadores del siglo a las técnicas del trabajo intelec­ XX son marxistas, e ilustra su tual. De 1935 a 1950 publica has­ aserto con el nombre de Jaime ta tres ediciones de su libro His­ Vicens Vives, a su juicio el "his­ toria de la Repllblica del ·Perú, en toriador más grande de habla his­ una tarea individual, no de equi­ pana .en nuestro tiempo" (p. 63). po, y con una preocupación casi De la revista Annales y su grupo exclusiva por la historia polltica, de historiadores, que admira, ya del estilo de la Historia de Euro· antes ha dicho: con su "método pa del inglés Herbert LA. Fisher. histórico no estoy totalmente de A partir de 1950 señala el influjo acuerdo" (p. 46). En efecto, se­ del grupo de Lucien Febvre y Jos ria dificil explicar la obra historio­ historiadores de la revista france­ gráfica de Basadre desde una sa Annales; a esa inspiración perspectiva marxista. El interés atribuye Basadre la apertura a predominante en los aspectos so­ nuevos horizontes de su Historia ciológicos de nuestra evolución desde la 5a. edición (1962) y su histórica que se manifiesta en anhelo de alcanzar Jo que él lla­ sus primeros trabajos, La multi­ ma "una visión sinfónica de la tud, la ciudad y el campo ... vida republicana". (1929) y en Perú: problema y po­ El tema de la formación profesio­ sibiildad (1931), se desplaza por nal del más importante historia­ razones pedagógicas de su ma­ dor peruano es innegable que ad­ gisterio en San Marcos. Basadre quiere relevancia en el esclareci­ amplia la temática de su Historia miento del proceso de nuestra de la República a partir de la cultura contemporánea. Las con­ quinta edición, de 1962, como re­ fidencias de este capitulo se re­ sultado de estudios y reflexiones lacionan con las del siguiente so­ motivados por su contacto con el bre "Marxismo e Historia". Pre­ grupo de Febvre, aspirando guntado por Macera por sus vin­ ahora, más allá de la historia me­ culaciones con el marxismo, "mé­ ramente política, al gran mural o todo e ideologfa hoy dominantes a la visión sinfónica de la vida en las Universidades peruanas", republicana de que el mismo nos Basadre responde con referencias habla, pero en ninguna de las a sus primeros contactos a tra­ ediciones de su libro fundamen­ vés de la amistad de Mariátegui, tal el método marxista del análi­ a la extensión de esa ideología sis de clases o de las relaciones en el mundo y a la utilidad del sociales que crea la forma de método "cuando es diestramente producción económica ha sido el utilizado" porque puede dar ma­ utilizando: el problema de la de­ yor rigor científico a la elabora­ terminación final en Jos procesos ción histórica. A pesar de eso, históricos peruanos que estudia afirma, "no soy ni he sido marxis­ no se resuelve siempre, necesaria ta". Su fe en la historia como ni principalmente a nivel de la forma, diríamos, de rescatar la to­ economía, aunque su obra ayude talidad de la experiencia humana a esclarecer las relaciones de la nutre su convicción sincera de estructura económica con la ex­ que "la vida es siempre más ri­ presión cultural. Tampoco expli· ca que las doctrinas" (p; 61). Atri­ ca las relaciones y la política in­ buye, en cambio, un valor máxi- ternacional peruana y Jatinoame- 172

ricana de estos 150 años republi­ las agencias cablegráficas difun­ nos desde la perspectiva única y dían resúmenes folletinescos del con el esquema rígido de la de­ "Archipiélago Gulag". Ahora que pendencia exterior y la acción conocemos la novela podemos imperialista, a tal punto que algu­ apreciar la extraordinaria calidad no de los comentaristas de la literaria de un testimonio real­ Historia le observe la poco desta­ mente conmovedor. Pero, ade­ cada ingerencia que concede a más, Solzhenitsyn tiene una sig­ Gran Bretaña en la guerra del Pa­ nificación que no ha trascendi­ cífico, cargo injusto al que Ba­ do· y que podemos conocer a la sadre ha contestado alegando la luz de los documentos publica­ ausencia de estudios y documen­ dos por André Martin en ·su li­ tos publicados que permitan po­ bro Solzhenitsyn el creyente. ner mayor énfasis en esa hipóte• Cartas, discursos, testimonios sis. (París, ed. Albatros, 1973): su En general la obra de la genera­ significación como humanista de ción del centenario, y en especial inspiración cristiana; su intrépi­ la de dos de sus principales his­ da actitud en el campo de la fe toriadores, Porras y Basadre, no y su lucha por la Iglesia orto­ puede explicarse ni por la inspi­ doxa rusa contemporánea; su ga­ ración pe la doctrina ni por la llardo enfrentamiento al Patriar­ aplicación del método marxista. ca de Moscú Pimene y su radi­ Mariátegui, dice con acierto ·Ma­ cal rechazo del sometimiento de cera, no tuvo por muchos lustros esa Iglesia al régimen soviético continuadores (según él no los como único camino de perdura­ ha tenido hasta Lumbreras, Choy ción de la fe cristiana en su pa­ y Torero). Pero, además, las ex­ tria. Esa heróica B.ctltud, que tensas reflexiones de Basad re· so­ ahora le ha merecido el destie­ bre la revolución rusa y la revolu­ rro, ya la había hecho pública en ción china, el ·deterioro del siste­ el discurso escrito para la cere­ ma capitalista y el sentido revo­ monia de recepción del premio lucionario del nacionalismo· en el Nobel, que desde luego no pro­ tercer mundo y sobre el fin de un nunció, ese Discurso sobre la período histórico y el adveni­ verdad en que patéticamente nos miento de otro, levantado sobre anuncia lo que ocurre "cuando la base de una nueva sociedad el silencio bloquea el curso y el que realice la justicia sin menos­ sentido de la historia... ". cabo de la libertad, nos permi­ Macera interroga a Basadre so­ ten descubrir muy claramente la bre sus recuerdos e impresiones entraña del socialismo cuyo de Riva-Agüero. La respuesta es triunfo vislumbraba en 1931 en una reiteración del juicio formu­ Perú: problema y posibilidad y en lado en 1944 en la revista Histo­ 1965 en el . prólogo a 3a. ed. de ria: hay dos Riva-Agüeros; el ju­ La Historia en el Perú de Riva­ venil, liberal y creador, el expo­ Agüero. Los largos lustros de nente de la "intelligentsia" sin li­ violencia, opresión y falta de li­ gaduras, móvil, que escribe en bertad en el mundo comunista 1905, 1910, 1912 y 1.916, sus me­ no se compensan para Basadre jores libros, y un segundo Riva­ como Ingredientes inevitables en Agüero que defiende con extre­ el grandioso proceso de crear mado valor pero también con ex­ una nueva sociedad; "no p·uedo tremado dogmatismo sus posicio­ reprimir, dice, una actitud de nes de católico de derecha, de simpatía por quienes bregan al integrista, y que no produce ya, servicio del derecho de opinar" a partir de su autoexilio de Hi19 (p. 85). Se refiere al caso del y hasta su muerte, libros compa­ historiador Andrei Amalrik y su rables por su significación a tos esposa Gyusel y omite delibera­ de la primera etapa. Dice que sus damente los de Pasternak y Solz­ recuerdos personales sólo pue­ henitsyn, cuyas novelas han ob­ den ser gratos por la "gentileza tenido, a su juicio, "una infla­ abrumadora" con que lo trata; ción excesiva en el mundo occi­ elogia su reciedumbre moral en dental". Opinión explicable en el la defensa de sus principios y Jo último caso en los días en que reconoce un gran historiador, de Reseñas de libros · 173

una prosa, dice, que "debe figu­ narlo sin suicidarse ..." (p. 187); rar de un modo especial cuando "La sierra, asiento de la gran ma­ se haga una historia de la prosa yoría de los habitantes, cuna de en el Perú del siglo XX". De su la nacionalidad, necesaria colum­ obra más significativa desde el na vertebral de su vida ... tiene punto de vist~ literario afirma: "lo que ser .por toda especie de ra­ que lamento es que no se vea zones geográficas e históricas, la con claridad en esta maravillosa región principal del Perú ... " (p. sinfonía de historia y geografía, 186}; "nunca hemos desconocido que no esté suficientemente visi­ la realidad y la hondura de los ble en Paisajes peruanos, la ima- cimientos indios, de las pétreas ' gen de la opresión social, de la bases que .los Incas dejaron ... " situación del indio" (p. 88). Por (p. 112-114); " ... más para que lo demás, Basadre habfa amplia­ la definitiva nacionalidad ganada do su enjuiciamiento de la obra en Ayacucho se adecuara a sus de Riva-Agüero al prologar la destinos y obtuviera su completa tercera edición de La Historia en verdad moral. . . .era y es aún el Perú, para el t. IV de las Obras necesaria una concordia de dis­ Completas editadas por el Instituto tinta y más alta especie: la adu­ Riva-Agüero en 1965. AIH, situan­ nación y la armonfa de las dos do al libro en el panorama de la herencias mentales y la viva sín• historiografía universal en este tesis del sentimiento y la con­ siglo, levantó algunos cargos que ciencia de las dós razas históri• Mariátegui hizo a Riva-Agüero y cas. . . Al cabo de noventa años a la generación del novecientos ¿hemos logrado acaso en su ple­ en sus Siete ensayos (cfr. pp. XIX nitud indispensable esa condición y sobre todo las pp. XXXIV a esencialísima de nuestra persona­ XXXVII). La imagen de un Riva­ lidad adulta? ... " (p. 116); Agüero sólo creador en su ju­ " .•. he contemplado en su aisla­ ventud debe matizarse con otros miento y en su enternecedora mi­ elementos de juicio: muere a seria las comarcas que fueron el los 59 años, pero su obra sobre­ solar del Perú incaico, la entraña pasa los 20 volúmenes (aunque del Perú español, el campo prin­ sean en buena parte de discur­ cipal y el corazón de la historia sos y monografías ocasionales), patria hasta la mitad de la centu­ como se podrá apreciar cuando ria XIX, y que algún día ha de concluya la edición de sus Obras volver a serlo ... " (p. 171); Completas, lamentablemente de­ " ... llegará la temporada de las tenida desde 1971; de 1937 es elecciones, con su séquito de bu­ uno de sus libros fundamentales, llicos y atropellos; la vasta y soli­ Civilización tradicional peruana. taria plaza hervirá entonces de Epoca prehispánica, imprescindi­ gente ebria, traída a lazos de los ble hasta hoy para quienes es­ cacerfos más apartados; se.. oirán tudian el lncario; Riva-Agüero· se gritos, feroces injurias, tiros y ca­ comprometió vitalmente en el rreras; caerán muertos algunos cumplimiento de una vocación infelices, sin saber por qué ni y una responsabilidad políticas por quién; aclamará la turba, en con ejemplar entereza, que he­ castellano y en quechua, al can­ mos de reconocerle aun quie­ didato impuesto, señor feudal efí• nes discrepamos totalmente de mero, incapaz con frecuencia de su reaccionarismo militante. entender un programa y de con­ En cuanto a Paisajes peruanos cebir una idea, mudo instrumen­ las citas que siguen, tomadas de to del gobierno o de un amigo. la edición primera del libro Luego, tornará la población a su­ (1955), testimonian claramente la mirse en su modorra de servi­ suerte de Indigenismo que profe­ dumbre y borrachera... Soledad saba Riva-Agüero, allá por 1912: acerba y letal, medroso encogi­ "El Perú es obra de los Incas miento de cuerpos y almas ... " tanto o más que de los españo­ (p. 177); los indios son "lucha­ les ... " (p. 116-117); "La suerte dores tenacísimos, apegados a del Perú es inseparable de la del sus terruños abruptos, enamora­ indio: se hunde o se redime con dos de sus andenes estrechos y él, .pero no le es dado abando- sus empinadas laderas ... " (p. 174

188) que viven en "la vieja po• los caudillos preterianos, de la blación, emperatriz destronada de cual procede, y a la que enjui­ infaustos destinos ... " (p. 8), en cia con ejemplar severidad. una "aplastante opresión" (p. 9); Basadre propone para su propia por eso la historia del Cuzco es generación, respecto de la ante­ una "lenta agonía" en que "las rior, una visión más critica de la lamentaciones bíblicas cobran pa­ historia peruana, y reitera que vorosa exactitud" y se vive "la en realidad es Mariátegul quien angustiosa aJternativa de agobia­ plantea ese nuevo tratamiento das resignaciones y frenéticas (p. 93). Aqul también podrían ansias" y donde "el viento clama señalarse algunos matices: El y muge lentamente como el espí• Carácter de la literatura . .., La ritu de la desesperación" (p. 10). Historia en el Perú y Paisajes "He sentido -continúa Riva­ peruanos de Riva-Agüero, El Pe­ Agüero- el maleficio de este rú contemporaneo de Francisco ambiente alucinador y letal. . . y García Calderón, La Crisis pre­ habla horas en que la aflicción sente y los ensayos de 1915 a me invadia" y vivia la "acerba 1918 que luego formarán el li­ congoja y la preocupación inti­ bro Meditaciones peruanas de ~ma y rebosante por el destino de Victor Andrés Belaúnde, consti­ mi propio pueblo y por la suerte tuyen antecedentes muy valiosos de mi patria, cuya alma original y en conjunto una nueva actitud .. habita indestructible en la me­ ante nuestro proceso histórico• trópoli de los Andes ... "; "¿con­ cultural; sin ella tampoco po­ sistirá acaso la esencia de nues­ dria explicarse cabalmente la tra ciudad representativa en la ti­ obra de los historiadores poste­ ránica pesadumbre, la tragedia riores. Aún más: excepción he­ horrenda y el irremediable abati­ cha del revisionismo marxista de miento?" (p. 11). Cuando hace el Mariátegui, y de algunos aspec­ elogio del obispo Gorrichátegui, tos de la obra de Sánchez y del cual fue secretario en el Cuz­ Valcárcel, la continuidad entre la co el criollo Baquíjano, dice refi­ historiografla del novecentismo y riéndose a la época de su muerte la de Porras y en menor grado (1773): " ... fermentaba ya contra la de J. G. Leguia y Basadre, los intolerables y afianzados abu­ nos parece muy clara. Basadre sos, la revuelta aborigen que ha­ ha rellevado en varias páginas brla de estallar pocos años más la perduración de la vigencia de tarde ... " (p. 19). De la región García Calderón, sobre todo eri de Huamanga, dice que es "slm­ el hermoso prólogo que escribió bolo conmovedor del abandono y a la antologia de éste titulada el abatimiento" en donde es En torno del Perú y América "punzante y desgarradora la sen­ (1953). En sus Introducción a las sación de la decadencia" (p. 71 ). bases documentales. . . al rese­ El mismo tono domina en sus ñar La realidad nacional (cfr. fi­ descripciones y evocaciones his­ cha 12. 308, T. 11, p. 817) desta­ tóricas, en sus graves reflexio­ ca justicieramente que Belaúnde nes en el campo de la batalla desde 1912, 1914 y 1917 ya ha­ de Ayacucho, con páginas per­ bía hecho un planteamiento cri­ durables sobre la mejor posibili­ tico acerca de la sociedad pe­ dad de la independencia peruana ruana contemporánea y formula­ a fines del siglo XVIII, cuando do más tarde "un reformismo aun podían ser reversibles las social cristiano no adoptado en desmembraciones borbónicas del la polltica peruana de los años gran virreinato peruano (tesis con siguientes". Y en estas Conver­ la cual coincidirá luego Basadre saciones, al referirse a las dis­ en estas mismas Conversaciones, paridades regionales que carac­ p. 150 y ss.), sobre el carácter terizan a la sociedad peruana y de profunda guerra civil de nues­ al desplazamiento de su centro tra contienda emancipadora, el de gravedad después del guano error histórico de los fidelistas y de la opulencia del algodón peruanos después de 1808 y la y del azúcar, emplea literalmen­ grave defección de la aristocra­ te (p. 159) la fórmula con que cia criolla, que cede su lugar a V. A. Belaúnde resume nuestra Reseñas de libros 175

realidad política: plutocracia cos­ ma principal de sus Conversa­ teña, caciquismo serrano y bu­ ciones sea su oficio de historia­ rocracia militar. dor y la historia misma. El ca­ En el largo capítulo sobre "La pitulo final, uno de los más ex­ ac'ción politice" Basadre ofrece tensos, versa sobre "El proceso informaciones importantes acer­ histórico peruano". Hay consen­ ca del surgimiento del socialis­ so en la historiografía llamada mo de Mariátegui y del Apra, a ahora tradicional en presentar los cuales nunca se afilió, su ac­ ese proceso, con mayor o me­ tuación en Acción Republicana nor lucidez y sugestión, como en la época de Sánchez Cerro, el formativo de la actual naciona­ su primera gestión en el Minis­ lidad peruana desde el momento terio de Educación Pública con dramático, "catastrófico" lo llama el Presidente Bustamante, su Basadre, en que se encuentran obra verdaderamente recreadora en el siglo XVI sus dos grandes en la Biblioteca Nacional, la se­ vertientes . gunda gestión ministerial en el A la pregunta de Macera -¿cree segundo gobierno de Prado y su Ud. que existe la nación perua­ abstención de la política a par­ na?-, Basadre responde afirma­ tir de 1962. Sobre el fenómeno tivamente: desde hace varios si­ posterior de las guerrillas, es Ma­ glos, desde antes de los Incas, cera el que habla, contestando a hay un proceso de integración las preguntas de Basad re. Hay cuyo factor principal han sido las un punto, sin embargo, al que organizaciones estatales; y en Basadre no se refiere y que tie­ otra página habla de "nacionali­ ne importancia para una cabal dades estatales". Pero al mis­ comprensión de su actuación po­ mo tiempo reconoce que ese pro­ lítica: el Partido Social Republi­ ceso de integración no se ha cano de 1947, en cuya fundación plasmado aún plenamente en una intervino, y el sentido de su ac­ realidad unívoca. En rigor cada ción, interrumpida por el golpe estructura estatal -la de los militar de 1948. Huaris, el lncario, el Virreinato En cuanto a la función social de español, la República criolla y los intelectuales y a los fueros o mestiza- ha postulado una de­ privilegios de la "aristocracia de terminada integración interrum­ la inteligencia" y al derecho de pida o desviada por la realidad los intelectuales a no compro­ política que adviene. Precisado, meterse en una militancia deter­ sin embargo, a reconocer los orí• minada, Macera hace reflexiones genes de esta nación actual, de y formula preguntas a las que este país multicotómico, desga­ Basadre contesta defendiendo 11:1 rrado aún por cotidianas opcio­ posición de Mannheim cuando nes contrarias, Basadre recurre habla de la inteligencia "margi­ a ejemplos que ilustran elocuen­ nal" o "sin ligaduras", la inte­ temente lo que con el título de ligencia "libremente móvil" que uno de sus ensayos ha llamado tiene derecho a romper moldes "la teoría del Perú": es el mes­ para asumir una posición propia, tizaje indo-español base de la siempre que no abdique de su nueva nacionalidad, cuya géne­ constante misión de crítica y sis anuncia lúcidamente el Inca cuestionamiento de la sociedad Garcilaso y que tiene antes y en la que está inserta. Este plan­ después testimonios tan intere­ teamiento sirve para comprender santes como el mestizo Diego de mejor la actuación política de Almagro el mozo (sobre el cual Basad re en 1930 y 1931, de 1945 Basadre ha conversado "extra­ a 1947, de 1956 a 1958 y en los oficialmente" con Macera) o el períodos de abstención, dedica­ mestizo Diego de !barra, mentor dos a una tarea intelectual ejem­ del Conde de Lemos tal vez el plarmente disciplinada y fecunda. Virrey más destacado del siglo Pero Basadre es fundamental­ XVII, o de tantos otros mestizos mente un historiador; la política y criollos del siglo XVIII, Visear­ no ha gravitado en su vida como do, por ejemplo, cuyas cartas de en otros intelectuales de su tiem­ 1781 nos traen una sugestiva vi­ po. Se explica, pues, que el te- sión de la realidad social del Pe- 176

rú en el siglo XVIII en la que in­ Independencia en 1822, cuando dios, mestizos y criollos aparecen el sector republicano de Sánchez integrando una nación frente a Carrión, Mariátegui, Arce y Pé­ tos peninsulares advenedizos. rez de Tudela se opone a la Precisamente el sentido más ofensiva monárquica de Montea­ hondo de libros de Basadre gudo. Revisando lentamente las como las Meditaciones sobre el actas de la Sociedad Patriótica destino histórico del Perú, La de 1822 para un trabajo publica­ promesa de la vida peruana, No. do en 1973, encontramos no só• tas sobre la experiencia histó• lo el primer atentado contra la rica peruana y su misma Histo­ libertad de prensa en el Perú ria de la República está en ese independiente (la proscripción caudal de hechos y valores res­ por Monteagudo de un primer catados y relievados y que cons­ número 4 del periódico El Sol tituyen la prueba de una nacio­ del Perú en el cual se reseñaban nalidad peruana que en un pro­ las posiciones republicanas de ceso de cuatro siglos camina ha­ Sánchez Carrión, Pérez de Tu­ cia su madurez acortando los di­ deJa y su grupo, sustituido por versos niveles de su cohesión otro número 4, censurado), sino, interna y superando las constan­ además, la evidencia de una tes tentaciones desintegradoras campaña y una victoria políticas de su geografía y su economía, de verdadera dimensión revolu­ su historia, su cultura y sus ba- cionaria. ses étnicas. · En su magnifico ensayo sobre Sobre la revolución de la Inde­ La Historia de la Idea de patria pendencia, tema de la mayor ac­ en la Emancipación del Perú Ba­ tualidad, dice Basadre dos co­ sadre ha destacado el aporte del sas fundamentales. La primera, ideario filosófico-polltico de los desarrollada en su reciente li­ liberales republicanos a lo que bro El azar en la historia y sus él mismo llama "la promesa de límites (con un apéndice sobre la la vida peruana". Con ése y otros serie de posibilidades de la trabajos suyos habría que con­ Emancipación peruana), de 1973, frontar sus actuales reflexiones. es que el mejor momento para Es cierto que por lo que res­ nuestra independencia -en es­ pecta a la estructura social las to coincide con Riva-Agüero• condiciones de las masas rura­ habría sido el de Túpac Amaru: les empeoraron con el paso del entonces buena parte de la aris­ régimen tutelar del Virreinato al tocracia criolla habrla optado por individualismo liberal de la Repú­ el separatismo ante la política blica; pero ¿efectivamente quedó antiamericana de Gálvez; enton­ intacta la estructura social a lo ces habrían coincidido y conflui­ largo del siglo XIX?; ¿no do, mejor que decenios más tar­ significó algo, por ejemplo, la de, la revolución campesina, revolución liberal del 54? De agraria, social y andina que gran interés es el diálogo de acaudilla Tupac Amaru, con la Basadre y Macera sobre el costeña, burguesa, liberal y cos­ desplazamiento del centro de mopolita que encabezan más tar­ gravedad de la vida peruana de de los criollos. Esta posibilidad, la sierra del sur a la costa del dice Basadre, se extiende hasta centro y del norte, el desarrollo 1814, con el movimiento de los de la economía de exportación Angula y Pumacahua. En 1954 del guano, eí azúcar y el algo­ publiqué algunos documentos dón, la llegada de los cootres inéditos que probaban el propó• chinos y el surgimiento de la plu­ sito de los rebeldes cusqueños tocracia costeña. Con este con­ de unirse al movimiento patriota junto de fenómenos habría que limeño de Riva-Agüero y Vega contrastar el singular papel de del Ren; Basadre considera la en nuestra historia re­ frustración de esa posibilidad co­ publicana. mo una verdadera desgracia pa­ Las páginas finales del libro so­ ra el Perú. La segunda es el re­ bre la caracterización de la so­ conocimiento del sentido verda­ ciedad peruana -semifeudal deramente revolucionario de la económica pero no políticamen- Reseñas de libros 177

te y precapitalista durante la Co- tenemos del Perú y su destino versaciones los alcances de su . lonia, para Basadre-, Piérola y está hecho de profundas dudas, obra de historiador "están ate­ los caudillos de los diversos mi­ de hondas incertidumbres crea­ nuados por la total ausencia de litarismos (aunque el análisis no doras, pero también, y sobre to­ una teorla que formalice y ex­ llega hasta el actual militarismo), do, de esclarecedoras afirmacio­ plicite sus hallazgos", que ne­ abundan asimismo, como todas nes. Por lo que Basadre nos ha cesariamente debiera ser la teo­ las Conversaciones, en refexio­ desvelado a través de la duda ría marxista. Considero, en cam­ nes sumamente valiosas. La leal­ podríamos considerarlo como el bio, que el marco general de re­ tad final de Basadre es para Cas­ gran exponente de una posición ferencias, la doctrina inspirado­ tilla. Macera parece reprochar­ erasmista en el Perú; por lo que ra, la teorla que sustenta la obra le cordialmente el que haya con­ nos ha trasmitido a través de su de Basadre aparece claramente tribuido con tanta eficacia a la emoción afirmativa del Perú, el en muchlsimas de sus páginas en creación del "mito de Castilla"; mensaje de algunos de sus li­ análiss profundos y en intuicio­ Basadre defiende al caudillo sin bros ha sido comparado con los nes perdurables. Un libro como vacilaciones, aún reconociendo discursos a la nación alemana La historia y la vida, sin embar­ sus errores, con unos versos de de Fichte. go, ya anunciado por Basadre, Salaverry que siempre tienen pal­ A esta altura de su vida y de seguramente ofrecerá respuestas pitante actualidad en el Perú. su obra, Basadre,. que algunas más categóricas a quien aun se Habrla que extender excesiva­ veces tuvo la tentación de sen­ plantee interrogantes al concluir mente esta reseña para comen­ tirse solitario y sin resonancias, la lectura de este libro, testimo­ tar también las páginas ácidas y se convierte en la piedra de to· nio fundamental para comprender brillantes que corresponden a que de la reflexión y revisión de al Perú Contemporáneo. Macera en este libro. Más allá la historia peruana. Para un pri­ de las abiertas discrepancias o mer comentarista de estas Con· César Pacheco Vélez las evidentes coincidencias ren­ dimos ahora homenaje a su sin­ ceridad y a su talento, en es­ pera de la ocasión en que, en­ trevistado él mismo, pueda de­ sarrollar su pensamiento sin li­ mitaciones • Hasta en tres oportunidades re­ cientes he expresado por escri­ to mi admiración por la obra de Basadre como historiador y por esa constante apertura de su es­ píritu a las nuevas corrientes de pensamiento, a los problemas, in­ quietudes y conquistas de nue­ vos tiempos y nuevas generacio­ nes, por ese afán de constan­ te puesta al día que le ha per­ mitido escribir buena parte de la historia de su pals al mismo tiem­ po que vivla, como testigo y ac­ tor lúcido y responsable, en una época crítica e intensa ("Histo­ riografla peruana contemporá­ nea", en El Perú en el siglo XX, Lima, 1963, 2? t.; prólogo a la antología de la Historia del Pe­ rú en Biblioteca de la Cultura Peruana Contemporánea, Lima, 1963, T. V; "Basadre o la pro­ mesa de. la vida peruana", en El Tiempo, de Piura, 1969; "Las bases documentales de la Repú­ blica", en La Prensa, de Lima, 1972). En el fondo de ese sin­ cero aprecio late la convicción de que su vailoso aporte a la conciencia que los peruanos de esta segunda mitad del siglo XX