El Valle De Orosi, Explorado Por Alexander Von Frantzius
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80 El valle de Orosi, explorado por Alexander von Frantzius El valle de Orosi, explorado por Alexander von Frantzius Luko Hilje Quirós Centro Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza (CATIE). Costa Rica. [email protected] Recibido: 14 -V-08 / Aceptado: 04-VI-08 Resumen En este texto, además de transcribirse completo el artí- culo El antiguo convento de la misión de Orosi en Cartago de Costa Rica, publicado de manera anónima en 1860 en la revista alemana Das Ausland, se demuestra que su au- tor fue el naturalista alemán Alexander von Frantzius, y no su colega Karl Hoffmann. Además, se hace una inter- pretación -mediante numerosas notas al pie de página- de varios aspectos de su contenido, relacionados con temas de historia natural, etnografía e historia. Abstract Orosi’s valley, explored by Alexander von Frantzius Figura 1. Alexander von Frantzius PALABRAS CLAVE: Ritt Alexander von Frantzius, Luko Hilje Quirós Alemania, Misión de Orosi, Besides entirely transcribing the article The old con- Cartago, Costa Rica, convento franciscano, botánica, zoología, vent of the Orosi Mission in Cartago, Costa Rica, which historia natural, etnia bribri. was anonymously published in 1860 in the German mag- azine Das Ausland, it is demonstrated that its author was KEY WORDS: Alexander von Frantzius, a German naturalist, and not Alexander von Frantzius, his colleague Karl Hoffmann. In addition, through many Germany, Orosi Mission, footnotes, an interpretation is made of several aspects of Cartago, Costa Rica, Franciscan its contents dealing with natural history, ethnography convent, botany, zoology, nat- and history. ural history, Bribri ethnic group. Revista Comunicación. Volumen 17, año 29, No. 1, Enero-Julio, 2008 (pp. 80-103) 81 INTRODUCCIÓN también le interesaban mucho las Este análisis nos ha lleva- plantas-, en realidad cada uno de do incluso a adjudicarle a Hace poco más de siglo y me- ellos emprendió excursiones por Hoffmann un trabajo que an- dio, en enero de 1854, llegaron a cuenta propia y, como norma, nos teriormente ha sido atribuido Costa Rica dos jóvenes médicos legaron muy valiosos testimonios a Frantzius; me refiero al re- alemanes, a cuya profesión suma- escritos de sus percepciones e im- lativo al convento de Orosi. ban el interés por explorar nues- presiones al recorrer numerosos Estilísticamente no caben tra naturaleza: Karl Hoffmann y parajes silvestres. dudas sobre esta paternidad, Alexander von Frantzius (Figura que adquiere mayor respal- 1), de 30 y 32 años, respectiva- Dado su mayor tiempo de per- do si apuntamos además que mente. Traían consigo una carta manencia en el país, de von los tres relatos aquí recogidos de recomendación dirigida al pre- Frantzius se cuenta con una am- tienen su punto de arranque sidente don Juan Rafael Mora, es- plia lista de publicaciones,1 pero en la salida desde San José, crita por el sabio naturalista y hu- la de Hoffmann se limitó a los re- ya hacia los volcanes Irazú o manista Alexander von Humboldt latos de sus ascensos a los volca- Barva, ya hacia Orosi. -que había realizado una expedi- nes Irazú y Barva, ambos en 1855. ción de un lustro por varios países El primero fue publicado en 1856 Debo indicar que, en realidad, americanos, entre 1799 y 1804- y con el título Eine Excursion nach durante mis indagaciones acerca a quien habían conocido, ya an- dem Volcan de Cartago in Central- de la vida y obra de Hoffmann, ciano, en Berlín. America, en la revista Bonplandia nunca me topé con ninguna fuen- (3: 27-34), en tanto que el segundo te escrita que vinculara a von Oriundos de la provincia de también apareció en Bonplandia Frantzius con dicho relato. Eso Pomerania, en el reino de Prusia, (16-17: 302-320) en 1858, con sí, tuve la fortuna de me alerta- Hoffmann nació en 1823 en Stettin el título Eine Excursion nach dem ra al respecto, y de manera muy y von Frantzius en 1821 en Danzig Barba-Vulkan in Costa Rica; se- oportuna, el botánico y erudito Dr. (correspondientes a Szczecin y rían traducidos por el profesor Jorge León Arguedas. Gda&sk, hoy pertenecientes a José Dávila Solera, para ser publi- Polonia). Compañeros de estudios cados en 1947 en la Revista del El me indicó que, cuando se en medicina, se habían graduado Instituto de Defensa del Café y en publicó la versión del artículo tra- juntos en la Universidad de Berlín 1941 en la Revista de los Archivos ducida al español, el reputado his- y, debido a la convulsa situación Nacionales, respectivamente. toriador don Ricardo Fernández política, económica y social de la Guardia preguntó a don Anastasio Alemania de entonces, causada Esta aclaración es pertinente y Alfaro -entonces director del Museo por las luchas antimonárquicas, oportuna, por cuanto ha habido Nacional- acerca de la autoría de decidieron emigrar e instalarse en mucha confusión acerca de la este artículo, quien respondió que Costa Rica para siempre. paternidad del relato aquí conte- el único científico alemán presente nido, referido al valle de Orosi, en el país en la época en que dicho Hoffmann moriría en 1859 -poco en Cartago, el cual apareció pu- texto fue escrito era von Frantzius; después que su esposa Emilia, blicado de manera anónima en el traductor (Dávila) consigna -pues quien lo había acompañado en su 1860, en dos partes, en la revis- en el documento original en alemán viaje a Costa Rica-, tras una cró- ta Das Ausland (50: 1180-1185 y no aparece así- que el viaje se rea- nica enfermedad que se exacerbó 51: 1209-1214), con el título Das lizó en 1860, y posteriormente se como resultado de sus esfuerzos Ehemalige Missionkonvent Orosi habla de un segundo viaje, un año como cirujano de nuestras tro- bei Cartago in Costa Rica; también después, fechas en que Hoffmann pas durante la Guerra Patria. Por fue traducido por Dávila y publi- ya había muerto. su parte, von Frantzius se casó y, cado en 1938 en la Revista de los tras enviudar aquí, regresaría a Archivos Nacionales. Tanta es la Además, el argumento de Alemania en 1869, donde moriría confusión, que en su libro sobre Meléndez sobre el estilo no me en 1877, en Friburgo. Hoffmann, el célebre y recordado parece tan sólido, pues en pocos historiador don Carlos Meléndez pasajes del relato la prosa tiene el Durante su estadía en Costa Rica, lo incluyó como si fuera de éste - lirismo propio de los dos relatos si bien realizaron juntos varias gi- al referirse a tres relatos, alude a de Hoffmann, además de que el ras de corta duración para recolec- los del Irazú, Barva y Orosi-, argu- traductor -común para los textos tar animales -aunque a Hoffmann mentando que: 82 El valle de Orosi, explorado por Alexander von Frantzius de ambos científicos- podría haber influido en tal sentido. Asimismo, lo que aquél señala en cuanto a que “los tres relatos aquí recogidos tienen su punto de arranque en la salida desde San José”, aludiendo de manera implí- cita a que von Frantzius vivía en Alajuela -adonde por razones de salud se instaló poco después de arribar a Costa Rica-, carece de sus- tento, pues tengo evidencias irrefu- tables de que antes de 1860 von Frantzius ya se había mudado a la capital, desde donde pudo haber emprendido su viaje a Orosi. Otra evidencia es que el conte- nido del relato es más bien de ca- rácter antropológico, con un fuerte énfasis en las costumbres de los indígenas en Orosi. De hecho, Das Ausland, cuya traducción es El [País] Extranjero, era una revista de geografía y etnografía, disci- plina que von Frantzius abordó en varios otros artículos, más no así Hoffmann. Pero, para que no quede duda alguna, la búsqueda del microfil- me del relato en la Biblioteca de Hannover reveló pruebas fehacien- tes de la paternidad del artículo. Curiosamente, los demás artículos de la citada revista tienen consig- nado su respectivo autor, como se estila normalmente. Sin embargo, aunque en éste no lo había, la pri- mera parte tiene una leyenda es- crita a mano (posiblemente por la bibliotecaria), que dice: “Original Alejandro v. Frantzius. San José de Costa Rica. Honorarios a Danzig a Carl Robert v. Frantzius” (Figura 2); asimismo, en la segunda par- te, otra leyenda dice: “Original D. Frantzius”. Puesto que Danzig era la ciudad natal de von Frantzius y se cita ahí a un pariente de él,2 ello significa que hubo un pago por la Figura 2. Facsímil de la primera página del relato original publicación, y que fue remitido a su pariente. Es decir, es induda- Revista Comunicación. Volumen 17, año 29, No. 1, Enero-Julio, 2008 (pp. 80-103) 83 ble que el autor del relato fue von El lúgubre sentimiento que pro- granos; los campesinos, a quienes Frantzius. voca el aspecto de ruina tan avan- no ofrece ninguna ocupación el zada que tienen estos edificios,8 se suelo seco, utilizan este tiempo Aclarado esto, debo señalar que disipa sin embargo rápidamente para llevar al puerto el café en sus en el relato que aparece a conti- tan pronto como se deja vagar la pesadas carretas de dos ruedas, ti- nuación, me tomé la libertad de mirada por los montes cubiertos radas por bueyes y traer las merca- editarlo, para estructurarlo en pá- de árboles que rodean el valle, derías recién llegadas. rrafos cortos y de fácil lectura (a ataviados con un color verde lleno diferencia de algunos párrafos de frescura, y que abriéndose solo Los empleados mismos abando- muy extensos en el texto original); hacia el norte ofrecen una vista nan apresuradamente sus oficinas, asimismo, suprimí los nombres es- magnífica de las cumbres de las después de cuatro horas de traba- critos en cursivas, para evitar posi- montañas donde están los volca- jo, y se van pronto a sus hacien- bles confusiones de nomenclatura, nes Irazú y Turrialba, a la vez que das de café; pero la más dura tarea dejando únicamente los nombres un rumor constante nos revela la en este tiempo toca a los comer- científicos de plantas y animales, proximidad de un río considera- ciantes.