SECOENClfi Secuencia (2008), 71, mayo-agosto, 83-101 Revistadehistorjaycienciassociales ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464

Jose Carlos Hes/es Bernal

Doctor en Historia por la Universidad Complutense de Madrid; investigador de tiernpo completo, asociado C, en el Instiruto de Investigaciones Sociales de la UNAM. Tiene como areas de inreres acadernico y Ifneas de investigaci6n la sociologia hisrorica de lo politico y lo jurfdico y la sociolo­ gfa de la cultura.

Resumen

La disputa par el Casino de la Selva publicit6 la ci6n), tanto en el campo artfstico coma en el crisis urbana de Cuemavaca, ; fue un ambiental. Este ensayo interpreta esta confron­ conflicto violento y negociado enrre actores tad6n ­en el contexto de las fricciones locales, ptivados con regfrnenes de valor (econ6micos, regionales y globales en su trayectoria bist6rica­, morales y culturales) en tension polernica, corno parte de los procesos de urbanizaci6n de actuando con, para y contra las instituciones . publicas (del municipio, el estado y la federa­

Palabras clave: Historia cultural de Cuernavaca; conflictos culturales y ambienrales; economfa moral y juridificaci6n de! parrirnonio cultural en Mexico.

Fecha de recepcion: Fecha de aceptaci6n: febrero de 2007 abril de 2007 Secuencia (2008), 71, mayo-agosto, 83-101 ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464

"Do you Like This Garden?" The Conflict Over Casino de la Selva

Jose Carlos Hes/es Bernal

Ph.D. in History (Universidad Cornplutense de Madrid), Full Time Associate Researcher, Level C at the UNAM Institute for Social Research; areas of academic interest and lines of research: Historical sociology of political and legal issues, sociology of culture.

Abstract

The conflict over Casino de la Selva highlighted municipality, state and federation) in both the urban crisis in Cuemavaca, Morelos; it was artistic and environmental fields. This essay a violent conflict negotiated between private interprets this conflict, within the context of actors with opposing economic, moral and local, regional and global frictions from a his­ cultural value systems, acting with, for and torical perspective, within Cuernavaca's urban­ against public institutions (belonging to the ization process.

Key words: Cultural history of Cuernavaca, cultural and environmental conflicts, moral economy and legalization of Mexico's cultural heritage.

Final submission: Acceptance: February 2007 April 2007 SECOENClfi Secuencia (2008), 71, mayo-agosto, 83-101 Revistadehistorjaycienciassociales ISSN: 0186-0348, ISSN electrónico: 2395-8464

";.Legusta este j ardfn?": el conflicto por el Casino de la Selva

Jose Carlos Hesles Bernal

inremporal del mundo en el que es posible situar el Jardin del Eden [o) la Torre de alcolm Lowry vio en algun jar­ Babel [ ... ) Es un lugar paradisiaco, e indu­ din de Cuernavaca el letrero: dablemente infernal. 2 M "~Le gusta este jardin que es suyo? jEvite que sus hijos lo destruyan!" Y todo esto fue significativo para los Imagin6 otros significados para el libro que protestaron en 2001 contra la destruc­ que escribfa. El jardfn como sfmbolo de la ci6n del ex hotel Casino de la Selva, en la naturaleza y de la cultura; jug6 con una "ciudad de la eterna primavera";3 hicie­ traducci6n: "2Le gusta esre jardfn? [Ex­ ron suya la meta.fora del "jardin" ­sfmbolo pulsaremos a quienes lo destruyan!" Re­ de naruraleza y cultura­ y la metonimia de lacion6 la imagen con el mito de la cafda, Mexico, paradisiaco e infernal, para repre­ como sfmbolo del parafso perdido, irre­ senrar su malestar por la globalizaci6n. El cuperable; sfrnbolo de la naturaleza cafda conflicto por el Casino de la Selva drama­ del hombre: pecador, culpable y castigado, tiz6 el mito de la cafda, del pecado original, doliente. Fue para el una rnetafora del del origen pecaminoso de la globalizaci6n. mundo y asf qued6 en su novela. En una carta escribi6: "aparece inscrito en un letrero el tema mas importante del libro: II '2Le gusta este jardfn?' [ ... ] El jardfn es el Jardfn del Eden ] ... ] Es tambien el mun­ Pero los actores del conflicto por el Casino do."! Para los lectores mexicanos de Lowry de la Selva no estaban en el ] ardfn del tiene esto un significado emotivo porque Eden, sino en Cuernavaca. En 2001, la Mexico es en Baja el volcdn una metonimia Tesorerfa de la Federaci6n recibi6 el in­ de todo, del cielo y del infierno: mueble del grupo hotelero Sidek­Sirur, que, en 1994, lo habfa comprado a los Podemos considerar a Mexico coma el mun­ herederos del empresario Manuel Suarez y do, o el Jardin del Eden, o como ambas cosas Suarez; la Secretarfa de Hacienda y Credito a la vez. 0 como una especie de sfrnbolo 2 lbid., p. 123. 1 "[Carra] a Jonathan Cape, 2 de enero de 1946", 3 Vease el documental de 6scar Menendez, en Lowry, Viaje, 2000, p. 129. · Batalla, 2004.

Secuencis [83] num, 71, mayo­agosto 2008 SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales

Piiblico lo enajen6, lo valu6 y lo entreg6 a Fue un conflicto urbano. Publicito la FIDELIQ para su venta; en ese mismo afio, crisis de los procesos de urbanizaci6n de el grupo Costco­Comercial Mexicana, la "ciudad de la eterna primavera'' ­de la S. A. de C. V. lo compr6. Iniciaron la des­ "ciudad de la eterna pestilencia", se lee en trucci6n de la nave principal del hotel, una nota de La Cronic» de Hoy de 2006­,6 construida por el arquitecto Jesus Martf, con sus demandas de servicios urbanos y las estructuras del comedor, el teatro, la ­de recolecci6n de basura, y de suminis­ capilla y los bungalos, edificadas por el tro de agua, luz, gas, de servicios comer­ ingeniero Felix Candela; sus espacios inte­ ciales, de salud y de educacion­, en condi­ riores, cientos de metros cuadrados de ciones de crftica contra las instituciones murales pintados por el Dr. Ad, Gabriel municipales y estatales, intensificadas por Flores, Jose Renau, Jose Reyes, Benito los escandalos de la clase polftica more­ Messeguer, Jorge Gonzalez, Mario Orozco lense 7 y los conflictos partidistas entre el y otros; los espacios exteriores, un parque PAN y el PRD: los defensores del grupo arbolado con amates, palmeras, laureles, Costco­Cornercial Mexicana fueron iden­ guarmichiles, jacarandas y tulipanes afri­ tificados con los gobiernos panistas, estatal canos, miles de metros cuadrados con su y federal; los defensores del casino fueron flora y su fauna, agua, fuentes y esculturas; identificados con la oposici6n, fortalecida y una zona arqueol6gica la de La Gualupita. por el gobierno perredista de la ciudad de Iniciaron rambien las protestas. Dos Mexico. Pero ademas, en unas condiciones afios despues, en un informe de la ONU contlictivas de urbanizaci6n no solo lo­ se lee: cal ­de la ciudad de Cuernavaca­, sino regional. el caso de la destruccion del Casino de la El crecimiento urbano de Cuernavaca Selva cuestiona la calidad de la dernocrariza­ durante el siglo pasado se realiz6 por ex­ ci6n mexicana, en terminos de justicia y respeto de los derechos humanos [ ... ] las libertades fundamentales han sido arrope­ ci6n, transita de la lucha por los valores estericos de la arquitectura a la lucha polftica. Vease esta historia lladas en el caso de las personas que han en Thompson, "Rio", 2002, pp. 240­267. defendido el Casino de la Selva y [tambien] 6 Daniel Blancas, "En la ciudad de la eterna pes­ sus derechos ambienrales, culturales, civiles tilencia apuestan a ver quien soporta mas el fetido y polf ticos.4 olor", La Cr6nica de Hoy, 19 de octubre de 2006. 7 Desde el final de la decada de los noventa entr6 Las protestas se tornaron violentas en la clase polftica morelense en un proceso de crimina­ 2002: los policfas estatales y municipales lizaci6n: el gobernador Jorge Carrillo Olea fue desa­ entraron a las calles a golpes. Los mani­ forado por el Tribunal Superior de Justicia, por las festantes cruzaron entonces el rio de fuego.5 relaciones de su gobierno con bandas de secuesrrado­ res; lo sustituyeron en la gubernaturaJorge Morales Barud y Jorge Garcfa Rubio, hasta la elecci6n en el 4 Oficina del Alto Comisionado de las Naciones 2000 de Sergio Estrada Cagigal. La Camara local Unidas para los Derechos Humanos, Diagndstico, inicio contra el, en el tribunal estaral, un proceso de 2003, p. 121. desafuero, por corrupci6n y por sus relaciones con el 5 Me refiero a la historia de William Morris, un narcotratico ­no probadas en la Suprerna Corte de conservacionista romantico que, ante la moderniza­ Justicia, que lo ampar6, en 2004.

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propiaciones y fraccionamiento, pero los j6venes protestaron en el Congreso de la pueblos urbanizados de la periferia desde Union, en San Lazaro: "Ante el asombro la iiltima decada defienden con fuerza sus de todos, los j6venes se despojaron de sus derechos cornunitarios, sus patrimonios ropas al tiernpo que gritaban: '[Parque sf, naturales y culturales, reg.fmenes de pro­ Costco no!'"? piedad colectiva ­ejidales y comunales­ y de administraci6n de recursos comuna­ les, contra las expropiaciones estatales y III los fraccionadores: la comunidad de Tepoz­ tlan contra un club de golf (1996) o la En las Ultimas decadas, cad.a vez con mayor comunidad de Ocotepec contra una mega­ frecuencia, se registran procesos de priva­ supertienda (2000), por ejemplo. Los re­ tizaci6n de bienes inmuebles piiblicos ­es­ pertorios ideol6gicos de estos conflictos tatales y paraestatales­ y tambien procesos estaban en los discursos de los defensores en que inmuebles privados pasan a manos del casino. publicas ­por ejemplo, por deudas al fisco En una de las manifestaciones, la actriz o mediando instituciones financieras, res­ Ofelia Medina catadas par el Estado­ y, de estas, a manos privadas, por venta. Ninguno de estos levanto un pufio, en el que blandfa un ma­ intercambios fue tan espectacular coma chete que le presto un atenquense [de San el del casino; fue un conflicto violento y Salvador Atenco], y grit6: "[La gente aqui negociado, entre valoraciones econ6micas, ha formado un gran no que lavara toda la polf ticas, morales y jur.fdicas relacionadas mierda de esre gobierno asesino!" [ ... ] con los derechos humanos, ambientales despues agradeci6 a los de la Organizaci6n y culturales, entre acrores privados actuan­ Campesina de la Sierra del Sur, llegados de do con, para y contra la legislaci6n y las los rumbas de Aguas Blancas, Guerrero; a instituciones del Estado. Me· interesan esas los indfgenas de Chiapas [ ... ] y a los de valoraciones, la economfa moral del con­ Atenco, por haber mostrado, como los zapa­ flicto, y sus rituales, por las que el Casino tistas, "el camino del municipio libre, so­ de la Selva, propiedad privada con un berano y autonorno''." valor econ6mico en el mercado del suelo, foe un sfmbolo significativo de valores Pero los recursos juridico­polf ticos co­ colectivos y publicos en la crisis de la rnunitarisras ~e los ejidos y de las comu­ ciudad.!" nidades, incluso de los pueblos indige­ nas­, fueron injustificables en el centro de Cuernavaca, en la defensa de una pro­ 9 Ciro Perez y Roberto Garduno, "Se desnudan en piedad privada. la Camara activistas pro defensa del Casino de la Fue un conflicto local pero tuvo otras Selva", La]ornada, 5 de febrero de 2003. proyecciones; todavfa en 2003 unos 20 IO La idea de "economfa moral" es ya un topico de la hisroria, la sociologfa y la antropologfa cultural, referido a las rensiones enrre la 16gica del mercado y 8 Arturo Jimenez, "Exigeo plebiscite sobre el otras racionalidades de valoraci6o econ6mica, ta! destine de! Casino de la Selva", La Jornada, 28 de coma lo introduce el hisroriador E. P. Thompson, agosto de 2002. especialmente en "Moral", 1993; o, para la sociolo­

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Acta primero. En mayo del 2001 FIDELIQ por procesos sociales, 12 no solo econ6­ public6 en el Diario Oficial de la Federaci6n micos, sino juridicos ­el regimen de el concurso para comprar el hotel Casino propiedad de la tierra o los lfrnites ins­ de la Selva. lo compr6 el grupo Costco­ ti tucionales de la urbanizaci6n, por Comercial Mexicana. En junio tom6 po­ ejemplo­ y morales, en un conflicto sesi6n y, en julio, comenz6 su destrucci6n politico. U nos y otros con la Ley Organics para construir una megasupertienda. En Municipal en una mano y, en la otra, el estos intercambios se construyeron otras Reglamento de Construcci6n para el Mu­ valoraciones, diferentes a su valor como nicipio de Cuernavaca; unos con la Ley bien inmueble ­una cosa inm6vil, pero Federal de Equilibrio Ecol6gico y Media no estatica, sino que circula con la dina­ Ambiente y otros con la Ley Federal de mica de los mercados del suelo en Cuer­ Protecci6n de Zonas y Monumentos navaca­ por su valor de uso, su utilidad Arqueol6gicos, Artisticos e Historicos. mas o menos rentable en el mercado de Pero cuando el municipio dio licencias los servicios turfsticos, y por su valor de destrucci6n y construcci6n, los cam­ de cambio, coma predio o late, valorado pos ambientalista y cultural se identi­ por su localizaci6n en el centro de la ficaron en uno, con sus valoraciones ciudad. Pero se construyeron otras valo­ rornanticas y cientfficas de la naturaleza raciones. El valor del casino fue el de una y el arte. mercancfa y el de un fetiche, con secretos La acci6n de las instituciones federales que sus defensores publicitaron en sus no neutralize del todo el conflicto. Los protestas. 11 Estos valores estan mediados defensores del casino recurrieron al len­ guaje universalista de los derechos cultu­ rales y ambientales de la humanidad; pero gfa y la antropologfa, Scott, Moral, 1976. El concepto tambien, entrevistado tras la presentacion de "econornia moral" se refiere a "relaciones de inter­ del proyecto de megasupertienda a fun­ cambio reguladas por [ ... ] ericas relacionadas con cionarios federales ­del Consejo Nacional visiones de una buena vida" (Ong, Neoliberalism, para la Cultura y las Artes, del Instituto 2006, p. 199) que no necesariamente se reducen a Nacional de Antropologfa e Historia y del las hipotesis economicistas tanto de jerarquizaci6n y distribucion en las relaciones de intercambio como Instituto Nacional de Bellas Artes­, el de utilidad, renrabilidad, erc., de la 16gica del mer­ director de finanzas del grupo Costco cado, la maximizaci6n de ganancias y minimiza­ manifesto sus ideas cosrnopoliras: ci6n de costos en las relaciones de oferta y demanda; es por eso un recurso ut il en el estudio de las se mastr6 dispuesto a acatar las disposicio­ rensiones polfticas ante la expansion de! mercado, nes de esras autoridades, asf como las de las en este sentido, Roitman, "Econornie", 2000, pp. gobiernos estatal y municipal I· .. J "Samas 48­56. Para las formas riruales de las rensiones en respetuosos de las leyes ­declar6 al peri6dico los procesos crfricos de la rnodernizacion econ6mica Reforma-, observamos las recomendacianes y polltica, vease Comaroff, "Introduction", 1993, de las autoridades y, lo mas importante, pp. Xl­XXXVII. 11 "El ingreso de un objeto en la esfera del fetiche es el signo de una transgresi6n de la regla que asigna a cada cosa un uso apropiado", Agamben, Estancias, 12 En esto sigo la idea de Appadurai, "Intro­ 2001, p. 108. duction", 2005, pp. 3­63.

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tomamos en cuenta la opinion de los clien­ Semanas despues, la Camara de Dipu­ tes, que es la sociedad, como nuestra etica tados de la Federaci6n turn6 a la Comisi6n lo manda. "13 de Educaci6n y Cultura un

Los valores, las normas de esta "etica'', punto de acuerdo para que se exhorte al pre­ con sus mandamientos de servicio a "los sidenre de la republica a fin de gue se expro­ clientes, que es la sociedad", se refieren a pie el terreno en el que se ubica el ex hotel un orden de consumo universal: el mer­ Casino de la Selva y sea declarado monu­ cado mundial como factor de desarrollo, mento arristico, hisrorico y arqueologico, de crecimiento econ6mico ­­creaci6n de para formar parte de nuestro patrirnonio empleo­ y de competencia comercial. Pero nacional.15 "lo mas irnportante" serfa el municipio. Contra el orden econ6mico y juridico­ Pero las condiciones reales del conflicto polftico de Cuemavaca, en la crisis urbana, esraban en la destrucci6n del casino y la se construyeron valores simb6licos en construcci6n, todo de iure, de la megasu­ torno a los paisajes del casino, sus jardines pertienda, todo justificado ademas en sus y arquitectura, sus murales. Y estas valo­ procedimientos, legitimado por la descen­ raciones se proyectarfan en la escala na­ tralizacion y desconcentraci6n de funciones cional, imaginando una intervencion del ­la transferencia de competencias federales Estado -deus ex tnachina- para proteger y a los estados y municipios­ y la privatiza­ conservar el casino como espacio publico, ci6n, la descarga en actores privados de las monumento artfsrico, como zona arqueo­ decisiones locales; siendo el grupo Costco­ 16gica y ecol6gica, fuera de la oferta y la Comercial Mexicana el actor dominante. demanda, extra comercium. En octubre de 2001 la presidenra del Aao segundo. Esras proyecciones fueron Consejo Nacional para la Cultura y las Ar­ realizadas en acros riruales. En agosto tes declar6 ante la Cornision de Educaci6n de 2001, el Periddico Oficial del estado y Cultura del Senado de la Repiiblica: public6 un punto de acuerdo de dipurados morelenses No se nos hizo caso. Se derrumb6 [el ex hotel Casino de la Selva], tenemos las cartas donJe por el que se exhorta a las autoridades soliciramos que nose hiciera. No vemos 4ue federales por conducto del Instiruto Na­ fue de muy buena fe esto y, bueno, una vez cional de Antropologfa e Historia y el que sucedi6 esto por supuesto, coma ustedes Institute Nacional de Bellas Artes a la con­ saben, nos presentamos en el esrado de servaci6n del patrimonio cultural, hisrorico Morelos; estuvimos en platicas con ellos [el y argueol6gico existente dentro del perf­ grupo Costco] sobre lo que habfa sucedido y metro del "hotel Casino de la Selva" .14 finalmente llegamos a acuerdos con respecto a la obra gue se encuentra ahf. 16

13 Alvarez, "Costco contesta", Reforma, 26 de l~ Gaceta Parlamentaria, afio IV, ruirn, 842, 21 de febrero de 2002. sepriembre de 2001. 1~ Periddico Oficial, sexta epoca, 4 mirn. 134, 22 16 "Version estenografica de la comparecencia de de agosto de 2001. la senora Sari· Bermudez Ochoa ante la Cornision

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El proceso de compraventa del Casino netario. Inapreciable, protestaron para pro­ de la Selva tuvo una racionalidad econ6mi­ tegerlo y conservarlo contra el mercado ca, la oferta, la demanda y la intervenci6n del suelo de Cuernavaca. El Casino de la del Estado mediando el municipio, sus Selva era una propiedad · privada, no era regulaciones, desregulaciones e irregulari­ colectiva ni tampoco publica, pero fue, dades, maximizadas por el grupo Costco­ para sus defensores, sagrado; su inclusion Comercial Mexicana, 1 7 potenciando sus en la 16gica mercantil +su comerciali­ ganancias; pero la 16gica econ6mica, la zaci6n, su intercambio en procesos de economfa moral de los actores que pro­ compraventa­ fue, si no ilegal, inmoral, testaron fue otra. Una 16gica segun la cual injusta, ilegfrima. Para febrero de 2002 el Casino de la Selva era un bien inmue­ el Freme Cfvico Pro Defensa del Casino ble, una configuraci6n arquitect6nica va­ de la Selva lo formaban miles de perso­ liosa tanto en sus espacios interiores, mu­ nas y decenas de organizaciones no gu­ ralfsticos, como exteriores, paisajfsticos bernamentales que prorestaron por la y arqueol6gicos; un bien que potencial­ destrucci6n ambiental y cultural: 18 un mente podfa producir utilidades, otros sacrilegio. bienes y servicios =turfsticos, culturales­, pero tan precioso por sus significaciones 18 Guardianes de los Arboles, Grupo de los Cien, simb6licas ­ambientales y artfsticas­ que Union de Grupos Ambientalistas Mexico D. F., era irreducible al sfmbolo del precio mo­ Consejo Ciudadano para la Cultura y las Artes de Morelos, GAIA, A C., Creadores de Arte Publico de Mexico A. C., Taller Espacio Verde, Movirnienro de Educaci6n y Cultura de la H. Camara de Senado­ Bicicletero de Cuernavaca, Rescatadores de la Biosfera, res", 31 de octubre de 2001 en .

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La destrucci6n fue sisternatica, pero el Hay obstrucci6n a la propiedad privada, frente cfvico imagin6 poder salvar para su porque me estan bloqueando los accesos. protecci6n y conservaci6n trozos, fragmen­ Ellos dicen que es afuera, pero no, nosotros tos de las ruinas del casino: dos murales, podemos corroborar que no dejan entrar a dos 0 tres bungalos, los arboles centena­ ninguna unidad ni al personal que labora rios, la .capilla, una fuente. la imaginaci6n dentro. Prepararemos una denuncia por el y la memoria del frente cfvico form6 un blogueo, por la obstruccion que le estrin inventario de fetiches coleccionables di­ hacienda a una propiedad privada, posible­ ferenciados de sus relaciones originales, rnente sera hoy.21 de sus funciones como decorados del hotel arruinado, fragmenrados por el desrrozo; En agosto de 2002, el Ayuntamiento pero la imagen, la memoria sacralizada de de Cuernavaca y la Secretarfa de Seguridad ese sistema de objetos artfsticos tom6 el Publica del Estado de Morelos decidieron valor de totem de la comunidad. reducir a la ley, al Estado de derecho, al Freme a estos valores dei'Frente Cfvico frente cf vico. La policfa enrro a las calles Pro Defensa del Casino de la Selva, 19 el tomadas por los protestantes para golpear­ grupo Costco inici6 una campafia me­ los, arrestarlos y procesarlos por crfmenes diaries a favor de su empresa, no de des­ de sedicion, asonada, sabotaje y orros de­ trucci6n, sino constructiva: de desarrollo litos; 33 personas fueron apresadas. En econ6mico; tarnbien con sus valoraciones el encabezado de la nota del peri6dico El religiosas: el credo en la mano invisible Universal se lee: "Disuelven bloqueo vial que ordena las cosas en el mercado; todo en Morelos."22 Al tornarse violento el ello fortalecido por el Estado de derecho, conflicto unos llamaron a la policfa, otros con la creencia magica en la ley,20 neutra­ a la rebeli6n ­"blandiendo un machete" ­ lizadora de los conflictos. contra la globalizaci6n, contra el neolibe­ Un asesor juri dico del grupo Costco ralismo, y otros a la humanidad toda por protesto: sus derechos ambientales y culturales. El escindalo de la violencia introdujo reper­ torios ideol6gicos que proyectaron el l9 "El totem se distingue del fetiche en gue no es nunca un objero unico, como este ultimo." No es conflicto. En un editorial del peri6dico . frecuence, es incluso raro, pero tambien puede ser La]ornada se lee: "una clase de objetos fabricados arrificialmenre". "El totem de la tribu, que se transmite hereditariamente quienes resisten en Cuernavaca defendiendo de generaci6n en generaci6n [.,.]es venerado pot un el Casino de la Selva estan encontrando la grupo de hombres y mujeres que llevan su nombre, solidaridad activa de los de Oaxaca, de Te­ se consideran como descendientes de un antepasado poztlan, del Alto Balsas, de Atenco y de los comiin y se hallan estrechamenre ligados unos a otros indfgenas de todo el pafs [ ... ] y de mas

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100 organizaciones sociales de todo tipo, toel frente cfvico, en el enrorno crfrico de entre ellas las que forman parte de la lucha la urbanizaci6n, como el grupo Costco­ continental contra el Area de Libre Comercio Comercial Mexicana, se enfrentaron en un de las Americas. 23 proceso politico por la demanda­­esto es, la ausencia, la necesidad, el deseo­ de Un repertorio ideol6gico con repre­ ciertos servicios urbanos escasos: unos por sentaciones sob re lo j usto y lo recto que servicios culturales y espacios con valor proyectaron el conflicto globalmente, valo­ ambiental; otros justificaron sus acciones raciones morales de la justicia y el derecho por la demanda de comercios ­de una que informaron una idea jurfdica superior megasupertienda­ y de empleo ­de creci­ a toda ley civil estatal y federal, en la de­ miento econ6mico­; unos y otros deman­ fensa de los derechos humanos universales, dando sacrificios necesarios. 2<> Esto foe del Jardin del Eden, universalmente co­ mediado por las instiruciones estatales: mun, localizado en Cuernavaca. El frente todos, al final, tomaron como suyas las cf vico oper6 con estos discursos apasio­ dernandas de los otros, incluidos los va­ nada y disciplinadamente: marchas, plan­ lores que mandan guardar con espada tones, carteles, cartas, boicots, hasta ser flamfgera la naturaleza y la cultura ­co­ identificados con el terrorismo global. Un ma el arcangel Miguel el arbol de la vida articulista del peri6dico Reforma denun­ en el mito de la caida. "En realidad es­ ciaba por eso "el grado de radicalismo al tamos hacienda un rescate ecol6gico y que han llegado los talibanes politicos de cultural", dijo el director de finanzas de nuestro pafs": "los talibanes que hoy pro­ Costco en una entrevista telef6nica para testan por la 'destruccion' de los murales el peri6dico Reforma. 27 En un folleto se del Casino de la Selva". 24 informa a la sociedad civil: "hernos actua­ Todavfa en febrero de 2004 el go­ do durante todo momenta apegados a los bierno estatal relacion6 la violencia del requisitos legales y actuando conforme a municipio de Tlalnepantla, Morelos, con nuestro c6digo de etica'' ;28 rambien ellos el frente cfvico;25 pero meses despues, defendieron la cultura y la naruraleza, se cuanto explotaron bombas del Comando lee en otro folletfn de 2004: la megasu­ J aramillista Morelense 2 3 de Mayo en pertienda fue consrruida y, con una inver­ Cuernavaca, ya nadie mencion6 para sion millonaria, un centro cultural con entonces el conflicto por el Casino de la "algunos de los tesoros de arte mas pre­ Selva. Todo estaba por terminar. ciados de Mexico" y, con otra inversion Acto tercero. Ironicamenre todo termin6 casi millonaria, "importances trabajos de no rragicamente, sino como comedia. Tan­

26 Sobre las "pcliticas de demanda", vease Appa­ 23 "El Casino de la Selva: corno Atenco o Te­ durai, "Introduction", 2005, pp. 29­41. poztlan", La jornada, 25 de agosto de 2002. 27 "Ratifica Costco rescate de Casino", Reforma, 29 24 Sergio Sarmiento, "Casino de la Selva", Rsforme, de agosto de 2002. 29 de agosto 2002. 28 "Una cultura de Compromiso. La historia de 25 Freme Cfvico Pro Defensa de! Casino de la Sel­ Costco en Cuernavaca", 2003, en . Spanish.pdfs ,

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paisajismo hacen que el espacio sea un ca sus operaciones, rambien el crecimiento verdadero oasis en medio de la ciudad" ;29 econ6mico identificado con la creaci6n de tal fue, tras la violencia, la negociaci6n, empleos. Pero todo esto se legitima, ade­ el arreglo pragrnatico del proceso politico: mas, por la desconcentraci6n y descentra­ no sera el jardfn, ni siquiera el casino, sino lizaci6n de facultades enrre las insriru­ "oasis cultural". 30 ciones estatales: las burocracias locales Es un caso ­uno de tantos otros en el ­municipales­ y los politicos regionales, mundo­ de conflicto por "fricciones" glo­ que construyen las condiciones de ope­ bales. 31 La globalizaci6n opera mundial­ raci6n de tales megasupertiendas en los mente en 6rdenes locales; en el caso de 6rdenes locales. En sus relaciones producen Mexico, en espacios legales e institucio­ fricciones violentas, pero tambien nego­ nales municipales, con sus burocracias y ciac iones, arreglos que fragmentan, politicos regionales que construyen condi­ segmentan no solo los procesos de glo­ ciones de operaci6n de empresas como balizaci6n, sino el espacio nacional y Costco, Wholesale Corp., o Comercial regional. Mexicana, A. C. de C. V.32 En sus opera­ ciones crean fuentes de rrabajo, en el H­ mite del salario mfnimo, ofrecen calidades IV certificadas en los productos que venden y precios cornpetitivos, controlando por Estas fricciones se han inrensificado en las zonas la distribuci6n comercial =destru­ ultimas decadas, pero en Cuernavaca hay yendo los comercios pequefios y media­ un continuum ­desde la decada de los aiios nos­, siendo un factor dominante al fijar treinta­ en las relaciones globales y locales. los precios entre proveedores y producto­ La configuraci6n arquitect6nica y paisa­ res. La libre competencia comercial justifi­ jfstica del Casino de la Selva se idenrifica con lo que Claudio Lomnitz llam6 el "ba­ 33 29 rroco de Cuernavaca". En palabras de "Costco crea un oasis cultural en Cuernavaca", un arquitecto italiano, que atribuye la fra­ 2004, en . se al novelista colombiano Gabriel Garcfa 30 Esta formulaci6n reconoce la crisis urbana: la Marquez (otros al poeta chileno Pablo "ciudad de la eterna prirnavera" es ya un desierto con Neruda), el casino fue la Capella Sistina 34 un "oasis", En palabras de Goerge Steiner, "tragedia messicana, Estos referentes translocales y comedia se mueven en direcciones exactarnente se relacionan con la forma barroca de la opuestas", "La tragedia es un consrante descenso", de cultura de Cuernavaca, entre otros factores, la felicidad al sufrirnienro -exitn est borribilis-: la comedia "asciende de la sombra a la luz de las estrellas", de! temor a la "certeza de la gracia", Steiner, ·15 Lomnitz, Salidas, 1995, pp. 89­202; rarnbien M11erte, 2000, p. 15. vease "Nationalism's Dirty Linen: 'Contact Zones' 31 Para esta rnetafora vease Lowenhaupt, Friction, and the Topography of National Identity" y "Center, 2005. Periphery, and the Connections between Nationalism 32 Fundada en 1930, tiene ya 175 tiendas ­17 en and Local Discourses of Distinction", en Deep, 2001. el estado de Morelos­, con diferentes nombres: Mega, '1 Giovannardi, Felix, 2006, p. 23; para Pablo Bodega, Comercial Mexicana, Sumesa, Alprecio, City Neruda, vease el docurnental de Menendez, Batalla, Market y 65 restaurances California. 2004.

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explica Lomnitz: por la debilidad, frag­ En las afueras de la ciudad ­escribi6 Lowry­, mentacion y segrnentacion de la cultura cerca de la esraci6n del ferrocarril, se yergue, local en sus procesos de urbanizacion y en una Colina ligeramenre mas alra, el hotel por su doble condicion regional, central Casino de la Selva. Esta situado bastante en relacion con los pueblos de Morelos lejos de la carretera principal y lo rodean y periferica en relacion con la ciudad de jardines y terrazas que, en cualquier direc­ Mexico; tanto las elites polfricas y econo­ ci6n, dominan un amplio panorama. 36 micas domiciliadas en el Distrito Federal, como sus clases medias, se ban desdoblado La megasupertienda esra ya en el cen­ sabre Cuernavaca, no solo los fines de tro de la ciudad. Describe esta trayectoria semana, los puentes y vacaciones escolares, en tres actos. sino de forma duradera, sin dejar sus domicilios en la ciudad de Mexico, ejer­ ciendo una hegemonfa cultural sabre la v region, siendo un factor dominante en las jerarqufas locales, en su economfa de Primer aao. En 1931 ei· gobemador de Mo­ servicios e industrial y en el distancia­ relos daba "por terrninado el reparto agra­ miento de los diferentes espacios cultura­ rio", "despues de un lapso de 17 afios, en les. Una de las esferas publ icas de la el que el estado estaba fuera del orden ciudad, fragmentada, segmentada, disran­ constitucional", y se felicitaba de que el ciada, fue a lo largo del siglo pasado el Departamento de Estadfstica, Prensa y Casino de la Selva, un lugar de flujos na­ Publicidad fomentaba el turismo, 3 7 En cionales y transnacionales, globales. 1928 el embajador de Esrados Unidos en La rrayectoria hist6rica ­la "biograffa Mexico, como orros diplornaricos europeos cultural"­35 del hotel Casino de la Selva ­desde el siglo XJX­, rnando construir su tiene tres periodos diferenciados: el pri­ casa de descanso en Cuernavaca, la Casa mero, como Casino de la Selva, de finales Mafiana. Su esposa la decor6 con artesa­ de los afios veinte a mediados de los trein­ nfas mexicanas antiguas ­arqueol6gicas­ ta, cuando se prohibio el juego de apuestas y rnodernas; amiga de Frida Kahlo, inter­ y se clausuraron los casinos en Mexico; el cedio para que Diego Rivera pintara sus segundo, como hotel Casino de la Selva murales en el palacio de Cortes y, en 1930, hasta la muerte de Manuel Suarez y Sua­ medi6 para la realizacion de la Mexican rez; el tercero, coma ex hotel Casino de la Art Exhibition del Metropolitan Museum Selva, abandonado por sus herederos, por de N ueva York. 38 La copia del mural La Sidek­Sirur, por la Tesorerfa de la Fe­ historia de Cuernavaca y Morelos de Rivera deracion, por FmELIQ y vendido para su

destrucci6n y la construcci6n de una 36 megasupertienda. Es una trayectoria en el Lowry, Volcdn, 1997, p. 9. 37 "Informe que rindi6 el C. Vicente Estrada tiempo y en el espacio: Cagigal, 4 de mayo de 1931 ",en Arias (ed.), Seleccidn, 2004, 129­131. 38 Delpar, Enormus, 1992. Diego Rivera desde 35 En el senrido que ha dicho Igor Kopytoff, antes exponfa arte mexicano antiguo y moderno, suyo, "Cultural", 2005, pp. 64~91. en Nueva York, en la Modern Galery, pero no en el

92 JOSE CARLOS HESLES BERNAL fue la obra mas publicitada. 39 La polfrica La idea del Casino de la Selva fue del cultural de Mexico en Estados U nidos ­­0 presidente constitucional sustituto Abe­ viceversa­ tuvo un centro de relaciones lardo L. Rodriguez (1932­1934). En el diplornaticas, polfticas y artfsticas en Territorio Norte de Baja California habfa Cuernavaca; tambien fue el centro de una administrado la edad de oro de la vice generaci6n de "gringos viejos" ­­en el sen­ industry ( 1920­193 3 ), tras entrar en vigor tido que dice Mauricio Tenorio: radicales, la Volstead Act ­y la decimoctava enmienda populistas, fascinados con los mitos y las de la Constituci6n estadunidense­ que historias revolucionarias y el folk art-,40 prohibfa la produccion y comercio deli­ intelectuales, acadernicos y artistas es­ cores, hasta que se levant6 la prohibici6n.42 tadunidenses, como los esposos Vaillant En 1929 rnando construir el cornplejo que publicaron en 1934, en el American turistico Casino de Agua Caliente con un Museum of Natural History de Nueva hotel de 500 habitaciones, biingalos, res­ York, sus Excavationsat Gualupita, la zona taurantes, cafeterias, bares, saunas, duchas, arqueol6gica en los jardines del casino. piscinas, hip6dromo, galg6dromo, campo Tambien el jefe maximo de la revoluci6n de golf, jardines y fuentes, zool6gico, mando construir su casa ­una corte­ de fin de semana en Cuernavaca, Las Palmas, y con el llegaron una generacion de po­ "desde la entrada de las tropas, se habfa posesionado del casino de Culiacan ­casino de cient{ficos- [ ... ]. Y liticos revolucionaros. la verdad es que su iniciativa mereci6 la fervorosa Politicos con pistola y sombrero, del alabanza de todos los amigos [ .. .]. Organizador y norte, para los que los pactos eran juegos activo f ... ]: mand6 imprimir las tarjetas de entrada de apuestas, contratos aleatorios ­­en que para los nuevos socios; contrat6 servidumbre, puso la relaci6n entre sacrificio y ganancia es en marcha la cantina; dio animaci6n a las partidas de contingenre­; para los que los casinos eran juego ya las reuniones y charla de las rertulias", lugares Inrimos, para amigos de batalla, Guzman, Aguila, 1964, p. 256 (cursivas en el origi­ cuartel y burdel, entre la plaza y la casa, nal). Los revolucionarios triunfantes fundaron casinos lejos de la mirada del pueblo y la familia; en toda la republics. Tampoco esta escrira la historia lugares para ganar o perder dinero y hono­ cultural de las relaciones entre juego y polftica en el Mexico posrevolucionario, pero piensese en la tantas rabi lidad, para beber, cantar y bailar, veces comentada analogfa agrfcola de Gonzalo N. afirmando en su etiqueta, brindis y cele­ Santos: "en el juego y la politica la moral es un arbol braciones, estatus y lealtades; espacios que da moras", Memorias, 1984, p.856. seguros para la ostentaci6n, con mecanis­ 42 Felix, Tijuana, 2004; rambien Taylor, "Wild", mos de inclusion y exclusion rigurosa­ 2002. "En otras partes del mundo ­respondfa Abe­ rnente selectivos.41 lardo L. Rodriguez a sus crfticos­ corno Francia, no solamente existen esos clubes y juegos, sino otros muchos de diversa fndole y no los critican los franceses Metropolitan, veanse las resefias en Zayas, Como, 2005, [ ... ].Francia vive de! turismo. Al turismo debe atraer­ pp. 256­258. sele con los medios mas apropiados que las leyes 39 Collado, Dwight, 2005, p. 87. permitan [ ... ]. Tijuana vive del turismo, sin el no 40 Tenorio, "Viejos", 1991, pp. 95­116. exisrirfa esta poblaci6n, ni obreros organizados de 41 No esra escrita la historia de los casinos revo­ Tijuana, ni ayuntamiento", documento anexo en carta lucionarios, pero piensese en la curiosa anecdota que al general Plurarco Elias Calles, Mexicali, 14 de relata Martin Luis Guzman de un jefe que, en Sinaloa, octubre de 1925, Plutarco, 1993, p. 238.

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radio, aeropuerto; para una clientela gional de Morelos ordenan las jerarqufas estelar, de Hollywood. La idea del Casino geograficas posrevolucionarias: un sur tra­ de la Selva fue esa. dicional, rural, campesino, indi'gena, con­ Pero la idea no se realiz6. El presidenre tra un norte moderno, urbano, industrial, Lazaro Cardenas prohibi6 el juego de criollo y mestizo; un sur vfctirna de las apuestas en Mexico al mediar la decada modernizaciones prerrevolucionarias que de los treinta, destruyendo los proyectos . ideol6gicamente legitim6, justific6 tanto de grandes casinos que imaginaron los la revoluci6n como las instituciones pos­ politicos del maxirnato. Juan Andreu revolucionarias. Este nacionalismo fortale­ Almazan imagin6 uno con vista al mar, ci6 las valoraciones culrurales del Morelos al estilo de Niza, Biarritz, San Sebastian, campesino y rural, los ejidos, las cornuni­ Copacabana o Mar del Plata: el Papagayo, dades, los pueblos, contra la culrura urba­ en Acapulco. Malcolm Lowry lamenta na de Cuernavaca, dominada por los flujos que, en el hotel Casino de la Selva, "ni turfsticos nacionales e intemacionales. Esto siquiera se pueden apostar a una partida de introdujo tensiones en Quauhnahuac, co­ dados las bebidas que se consumen en el mo le gustaba escribir a Lowry. bar": "aunque palaciego, lo invade cierta Cuernavaca, como otros centros turfs­ atm6sfera de desolado esplendor. Porque ticos en el mundo, foe refugio de la se­ ya no es un casino[ .. ·J Lo rondan fantas­ gunda guerra mundial tanto para europeos mas de jugadores."4 Estos fantasmas, como para estadunidenses; todos ellos espiritus de un tiempo perdido, estan en temerosos del artfculo 33 de la Constitu­ la memoria del casino ­"casino"­, gue solo ci6n, amigos y enemigos, temerosos de serfa un hotel de Cuernavaca. las violencias perifericas de la guerra: por Segundo acto. EI presidente Lazaro ejemplo, se cuenra que en el parque Arna­ Cardenas proyecr6 la hisroria regional de tlan, en 1941, un grupo de nazis alemanes Morelos en la mitologfa nacional ­de los locales, de Cuernavaca, golpe6 a Pablo Sentimientos de la naci6n del rayo del sur y Neruda.45 Un ingles en 1938, en tiempos siervo de la naci6n, Jose Marfa Morelos, de la expropiaci6n petrolera, la describi6 al caudillo del sur, Emiliano Zapata, en como una ciudad sitiada su caballo blanco, como lo pinta Diego Rivera en el palacio de Cortes de Cuer­ a dos horas de la ciudad de Mexico en navaca­, como un sfrnbolo de la rnitopra­ autom6vil por las colinas, es donde la co­ xis posrevolucionaria:44 una selecci6n de la munidad de ejecutivos extranjeros pasa los hisroria heroica de la independencia y fines de semana. Todas las casas de campo la revoluci6n que se actualiz6 en las con­ tienen piscina, refrigerador y terraza. Es la tingencias hist6ricas del fortalecimiento comunidad menos competiriva y mas amis­ de la soberanfa nacional en las polf ticas tosa tanto entre ellos como con los forasteros. econ6micas ­la expropiaci6n petrolera o 1ienen esa suerte de Iealtad que viene

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los dernas, juegan baraja, beben coca­cola y ron. En 1938 Eureka entr6 al negocio del adernas de alguna broma ocasional sobre "el agua en Culiacan, realiz6 obras hidrauli­ arriculo 3 3" (la ley mediante la cual el go­ cas con sus asbestos y con financiamienro bierno mexicano puede expulsar a las extran­ piiblico, siendo en pocos afios duefio del jeros) casi no hablan de sus inquietudes coti­ servicio de agua en la ciudad; tarnbien en dianas. En las casas de campo extranjeras 1942, realiz6 obras hidraulicas en Aca­ reina una atm6sfera de playa. Afuera siempre pulco. Pero en la decada de los cuarenta, parece que se lleva a cabo una boda.46 en Sinaloa, Suarez fund6 el ingenio Sa­ nalona, fue duefio del ingenio Novalato, Pero esa "brorna" esta en la trama de compr6 un ferrocarril, fue contratista de la Bajo el volcdn.47 Esta ciudad sitiada, central presa Sanalona y fund6 varias empresas en una region productora de mitos nacio­ agrfcolas; tambien construyo un hotel de nalistas, pero excluida de ellos, periferica playa, el Mocambo, en Boca del Rfo, Vera­ de la ciudad de Mexico y del mundo, cen­ cruz. Negocios todos con, para y contra tro turfstico internacional, transnacional, el Estado. fue refugio de la guerra civil espafiola, me­ El administrador del hotel Casino de diando el empresario asturiano Manuel la Selva recuerda en una entrevista un en­ Suarez y Suarez, amigo de los polfticos del cuentro con el presidente Adolfu Ruiz Cor­ ma:ximato y ­con la polftica migratoria, tines, en el Mocambo: "jugaba domino del exilio espafiol­ del cardenismo. con don Manuel y discutfa por una apues­ No esta escrita la historia de las relacio­ ta de quince pesos". 50 Estas relaciones nes empresariales de Manuel Suarez, pero polfricas, decisivas en sus esrraregias de los amigos polfticos de las elites naciona­ acumulaci6n, son anteriores, desde el ma­ les le duraron coda la vida, hasta la decada ximato, y posteriores. El presidente Ma­ de los afios ochenta, cuando muri6. Entr6 nuel Avila Camacho apadrin6 sus ingenios en la industria de la construcci6n con el sinaloenses y el presidente Miguel Aleman maximato. En 1932 fund6 la compafifa su hotel veracruzano. "Sobre mi ­

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No fue republicano, pero como se lee pinto sus murales; tambien plasmaron sus en un librillo de los afios cincuenta: obras el tarragones y orros. En sus jardines, el escultor Antonio Con un criterio muy amplio, que mucho lo Ballester instal6 sus fuentes. El hotel honra y beneficia, don Manuel Suarez, Casino de la Selva fue refugio hospitalario antiguo industrial de la colonia espafiola, para artistas agradecidos. establecido en Mexico antes de que se No esra escrita la historia de las relacio­ iniciara la corriente migratoria de Espafia nes industriales de Manuel Suarez y la pro­ de 1936, abri6 la puerta de sus industrias a ducci6n artistica; tampoco sus estrategias los refugiados republicanos espafioles que de publicidad como patrono, padrino de acudieron a el en demanda de rrabajo [ ... ] las arres, pero el casino foe un centro con ello conquisto valiosos elementos y las de encuencro encre politicos, empresarios, simpatfas de los emigrantes.52 artistas y prensa. Lilia Suarez recuerda alguna anecdota: Entre ellos, refugiado en Cuernavaca, estaba el arquitecto Jestis Marti ­que des­ en la casa pequefia que yo renfa dentro del de 1939 realiz6 proyectos para casas en casino ­cuenra la hija del duefio­ se organize Cuernavaca­ y el madrilefio Felix Candela, una paella que guisaba "Cantinflas". En ese capitan de ingenieros del ejerciro republi­ momenta llegaron periodistas de Paris Match cano. Ambos reformaron y transformaron para hablar con Siqueiros y tetratar a Mario el casino en los afios cuarenta y en la Moreno [ ... ] Siqueiros le echo a perder el decada de los cincuenta. No esta escrita platillo a "Cantinflas" porque coma lo es­ la historia de Eureka y sus relaciones con taban fotografiando, se le ocurri6 mover los proyectos de consrruccion de obras la paella ranto que la echo a perder. Para la publicas y privadas, pero son relaciones comida tuvimos que pediralgo de la cocina entre inversion, innovacion tecnologica, del casino.53 invenciones arquitect6nicas y la inventiva de Felix Candela: sus conoides y parabo­ Una comida para una comunidad que loides hiperb6licos, conocidos y recono­ ya no era ni mexicana ni espafiola, sino cidos por su infinidad de posibilidades inter, transnacional. estructurales y plasticas. En los muros y Felix Candela conscruy6 30 bungalos techos de Marrf y Candela el valenciano y una capilla ecumenica, universal, de para­ Jose Renau, expresionista, futurista y car­ boloides hiperb6licos, imaginada para la telista polf ticarnenre comprometido ­que clientela internacional del hotel, de todas publicito el Guernica de Picasso y que, con las religiones. Pero durance la decada de otros, en 1937, rescat6 de los bombardeos los sesenta fue disminuyendo el turisrno en Madrid las colecciones pict6ricas del incernacional, los "gringos viejos" enveje­ Museo del Prado, llevandolas a Ginebra­ cieron ­como reporta la revista Time, en

Nueo« Espana, mirn. 1085, 7 de noviembre de 2005, 53 Cesar Giiemes, "Lilia Suarez, hija de! empre­ en

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1963: "Cuernavaca is more for the old En 1983 hosped6 al equipo de fil­ folks", Acapulco y Puerto Vallarta es el lu­ maci6n de la pelf cula Bajo el volcdn ­por gar para los j6venes.54 Algunos recuerdan cierto, un fracaso de taquilla­, dirigida que hacia el final de los afios sesenta en el por John Houston. Luis Bufiuel, Jules hotel se refugiaron perseguidos politicos; Dassin, Joseph Losey, Ken Russel, Jerzy en los setenta, rarnbien algunos intelec­ Skolimowski, Paul Leduc desearon realizar ruales del Distrito Federal tuvieron en sus antes la produccion, cuando Cuernavaca habitaciones y jardines cierta tranquila dis­ estaba todavfa de moda.56 No solo Cuer­ creci6n ­"Carlos Monsivais tambien vivio navaca entrarfa en un nuevo periodo de ahf para escribir uno de sus libros"­;55 pero sus relaciones con el mundo, sino la cul­ a lo largo de la decada la clientela fue me­ tura regional de Morelos. Por un lado, en nos de las elites y celebridades y mas de la crfrica del nacionalismo posrevolucio­ clases medias, popular. Por un lado, el ere­ nario, que legitim6 los discursos de un cirnienro econ6mico de los afios setenta desarrollo econ6mico proyectado en los intensific6 el proceso de urbanizaci6n de mercados internacionales, mundiales, to­ Cuernavaca, las clases medias de la ciudad mando como modelo el norte; por otro, de Mexico construyeron ahf sus casas y en el giro indigenista del zapatismo del bungalos; por otro lado, las crisis econ6­ EZLN, en Chia pas, identificado con la micas de las decades de los ochenra y no­ crftica de la globalizaci6n. ven ta transformaron los hoteles de la Acto tercero. La dinamica de los mer­ ciudad: ofrecfan sus servicios a los que no cados del suelo aument6 el valor de los tenfan casa en la ciudad, ni coche para re­ terrenos ubicados enrre la carretera Mexi­ gresar al Distrito Federal, ni tampoco dine­ co­Acapulco y el centro de Cuernavaca, al ro para vacacionar en Acapulco. Los fines tiempo que el hotel Casino de la Selva, de semana y dfas festivos, por las noches, ubicado en esa zona, disminufa su valor el Casino de la Selva fue foro de conciertos como negocio turfstico, La urbanizaci6n y teatro; duranre el dfa fue balneario; tam­ fue el negocio de fraccionadores, acapara­ bien se alquilaba para fiestas, primeras dores y especuladores, en relaci6n con las comuniones, quince afios y bodas. Fue un instituciones municipales y estatales, no espacio publico local, pero los administra­ de los hoteleros; aument6 la demanda por dores del hotel ­de sus albercas y jardines­ el suministro de agua, luz y gas, de reco­ se reservaban el derecho de admisi6n, aten­ lecci6n de basura, de servicios de salud diendo a la oferta y demanda ruristica. la y educaci6n, tanto para los empleados y capilla ecurnenica fue cafeteria, bar por las bur6cratas locales como para las migra­ tardes y discoteca por las noches. ciones de fin de semana ­en que se duplica la poblaci6n de Cuernavaca­ y arras, en tanto que se fortaleda el mercado laboral. 54 "Everybody's", 1963. 55 En 1994, cuando los herederos de Manuel Octavio Rodr/guez Araujo, "El Casino de la Suarez vendieron el hotel, el desarrollo Selva", La]ornada, 19 de julio 2001. Este artfculo periodfstico fue lefdo en la Camara de Diputados para industrial CrvAC inrensificaba la crisis de exhortar al presidente para que declare al casino como 5(' monumento; vease Gaceta Parlamentaria, afio IV, mirn. Lo cuenra Gabriel Figueroa en sus Memm·ias, 842, 21 de septiernbre de 2001. 2005, pp. 265­272.

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urbanizaci6n local y regional. El ex hotel y las instituciones piiblicas municipales, serfa rentable como predio o lote, para una estatales, federales.58 Tarnbien se ha for­ megasupertienda. mado recientemente un campo cultural, Despues de la destrucci6n para la cons­ de defensa de los patrimonios culturales trucci6n de la megasupertienda queda­ tangibles e inranglibles de la naci6n y ron en pie un bungalo, donde se instal6 mundiales. una cafeteria California, y las ruinas de la Esos valores fueron construidos por la nave central del ex hotel, donde la Fun­ economfa moral del frente cfvico: ilusiones daci6n Cultural Parque Morelos, del gru­ identitarias de una ciudad imaginaria,59 po Costco­Cornercial Mexicana, construy6 "ciudad de la eterna primavera", en las el museo Muros. En ella se exhibe la imaginerfas del campo ambiental, y re­ colecci6n de arte mexicano de Jacques y fugio de intelectuales y artistas nacionales Natasha Gelman, con pinturas de Frida e internacionales, en las imaginaciones del Kahlo, Diego Rivera, Jose Clemente campo cultural; todo materializado en Orozco, , Carlos el casino. Un espacio liminar, local­global, Merida, Rufino Tamayo y otros. Un "todo en que las formas de sociabilidad, las pre­ coherente", como dice Art in America:57 sen tac i ones y represenraciones de las un sistema de objetos artfsticos en los personas en publico (re)produjeron iden­ que se querrfa proyectar la memoria, las tidades tan diversas como variadas, imper­ imaginerfas del espiriru del casino, de sus sonales y dinamicas, Lo iinico duradero fantasmas. fueron sus escenarios, pero tampoco fueron estaricos. Destruidos para consrruir la megasupertienda, qued6 solo la memoria VI del decorado ­"conversaciones sobre la puesta en escena"­,60 de los escenarios en Desde la decada de los setenta y hasta su ciertos horarios, en los jardines, la alberca, muerte, Manuel Suarez y Suarez pensaba el restaurante, la cafeteria, el bar; memo­ ya en otra cosa, en otra construcci6n mas rias subjetivas, pero objetivadas en los grande, otro hotel internacional: el Hotel muros del casino. Paisajes imaginarios de Mexico, para lo cual fue necesario des­ locales, identificados con imageries glo­ truir el parque de La Lama en la ciudad de bales, mundiales:61 la Capella Sistina Mexico. Nadie protest6. messicana; imageries de mundos imagina­ Antonio Azuela ha descrito la forma­ dos en Quauhnahuac, de flujos de artistas ci6n del campo ambiental en Mexico y ha e intelectuales, tanro de la republica espa­ explicado sus procesos de juridificaci6n: c6mo se han formado los discursos 58 ambientalistas de defensa de los patrirno­ Azuela, Visionarios, 2006. 59 Vease Bayarr, Illusion, 2005. nios naturales nacionales ­y mundiales­ y 60 c6mo se han traducido en legislaciones, La historia oral del casino serfa su historia po­ sible, pero me refiero aquf a las "conversaciones sobre que ordenan el activismo del campo en la puesta en escena", en el sentido de Erwin Goffman, conflictos locales, entre actores privados Presentacidn, 1997, pp. 189 y ss. 61 Para esras formas paisajfsricas de! imaginario, 57 Russell, "Museum", 2005. Appadurai, Modernity, 2005.

98 JOSE CARLOS HESLES BERNAL fiola y la izquierda internacional como al atravesar el jardfn bailando y trotando de Hollywood, en una eterna primavera de [ ... ] Ofase el chasquido de los machetes.62 arboles centenarios y flares. La idea de patrimonio natural y cul­ tural se ha ampliado y diversificado en las FUENTES CONSULTADAS ultimas decades, al tiempo que el Estado ha despolitizado y privatizado tanto sus Hemerograffa polfricas econ6micas como las culturales, siendo sus factores dominantes los actores Cronica Parlamentaria. privados, con sus imaginarios sobre los Gaceta P arlamentaria. valores patrimoniales: privados, no colec­ Peri6dico Oficial. tivos ni publicos. El caso del Casino de la Clarfn. Selva es paradigrnatico, ejemplar. No es El Universal. el iinico en Mexico. El Sol de Cuernavaca. La Cr6nica de Hoy. La}ornada. VII La }ornada Morelos. Reforma. Malcolm Lowry juega con el letrero: "(Le gusta este jardfn que es suyo? [Evite que sus hijos lo destruyan!" Imagin6 el jardfn Bib!iografia como sfmbolo de la naturaleza y de la cultura: [Expu lsaremos a quienes lo ­Agamben, Giorgio, Estancias. La palabra y el destruyan!" Relacion6 la imagen con el fantasma en la cultura occidental, Pre­Textos, mito de la caida, refiriendo el letrero a una Valencia, 2001. autoridad paternal ("iEvite que sus hijos lo ­Aguilar Madrid, Guadalupe et al., "Glo­ desrruyan!"), Dios, Adan o Cafn, el primer balization and the Transferof Hazardus Industry: fundador de ciudades; el letrero podrfa Asbestos in Mexico, 1979­ 2000", International referirse en otro tiempo al Estado, defensor Journal of Occupational and Environmental Health, de los patrimonios culturales y naturales vol. 9, num, 3, 2003, pp. 272­279. de la naci6n; pero hoy es a la sociedad ­Appadurai, Arjun, The Social Life of Things. civil: los padres de familia; rambien los Commodities in Cultural Perspective, Cambridge patrones y padrinos de la cultura. University Press, Cambridge, 2005. ___ , "Introduction: Commodities and Sin embargo, no habfa nifios en el jardfn: the Politics of Value", en Arjun Appaudurai, solo un hombre sentado en una banca de The Social Life of Things, Cambridge University piedra. Este hombre pareda ser el mismo Press, Cambridge, 2005, pp. 3­63. diablo, con su enorme rostro color rojo ___ , Modernity at Large. Cultural Dimen- oscuro y sus cuernos, colmillos, y la lengua sions of Globalization, University of Minnesota que colgaba por encima de la barba, con Press, Minneapolis, 2005. aquella expresi6n en la que se unfan el mal, la lujuria y el terror. El diablo alz6 SU mas­ cara para escupir, se levant6 barnboleandose 62 Lowry, Volcdn, 1977, pp. 255­256.

EL CONFLICTO POR EL CASINO DE LA SELVA 99 SECOENClfi Revistadehistorjaycienciassociales

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