Pablo Neruda En Morelos Mario Casasús
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Pablo Neruda en Morelos 1941-1966 Marío Casasús Casasús, Mario Pablo Neruda en Morelos, 1941- 1966, Ed. Libertad bajo palabra, 2° ed., Morelos, México, 2016 114 págs; 11 x 17 cm. Ilustración de portada: Hugo Ortíz Edición y diagramación: Libertad bajo palabra [email protected] Todos los derechos son de todxs. Índice Prólogo 1 Pablo Neruda en Morelos 7 Los poemas morelenses de Neruda 24 La ruta gastronómica por Morelos 28 El muralismo y La Tallera 34 Divorcio en Jojutla y boda en Tetecala 50 El Casino de la Selva 64 México, el destino final 70 En la tierra de José María Morelos 75 Epílogo 80 Bibliografía 87 Créditos de las fotografías 92 Anexo Fotográfico 93 Prólogo Gunther Castanedo Pfeiffer1 ario Casasús es un entusiasta estudioso de MNeruda. Ha realizado una serie de entre- vistas que en su conjunto proporcionan detalles preciosos e imprescindibles que ayudan al retra- to completo del poeta chileno. Además son varios los libros que ya ha pu- blicado sobre Pablo: El doble asesinato de Neru- da (en coautoría, 2012), Pablo Neruda en Morelos (2016) y La gestión de la Fundación Neruda, una mi- rada crítica (2006). El primero abordó el controvertido asunto de la muerte del poeta, el 23 de septiembre de 1973. La tesis del libro, el asesinato del poeta, es defendido por dos periodistas con encendido encono. Muchos otros de los que nos dedicamos a estudiar la vida del poeta nacido en Temuco, opinábamos de manera contraria. No se trataba de una postura política, sino de un análisis frío de circunstancias. 1 Santander, España (1957). Autor de los libros: Un triángulo literario. Pablo Neruda-Miguel Hernández- José María de Cosío (2005), Pablo Neruda en Santan- der (en coautoría, 2007), Neruda y los barcos (2010), y los primeros volúmenes de la enciclopedia: Personario. Los nombres de Neruda (2011-2015). 1 Junto a la teoría del posible asesinato de Neruda, otros temas como la Fundación Can- talao y el papel que la Fundación Pablo Neruda desempeñó en el cumplimiento de los deseos del autor de Residencia en la tierra, con respecto a su herencia, la Antología Popular y el fraude de su edición en una conocida editorial, han sido puntos que Casasús abordó con pasión y con el lema, todos al agua. Casasús es una referencia a través de sus trabajos para todo el que quiera profundizar en la vida del Premio Nobel chileno. Hay una gran pregunta sobre quién es el mayor poeta de América. Y muchas respuestas, todas ellas válidas. Hay quienes dicen que el pe- ruano Vallejo. Pero otros les contestan que no tiene obra. Otros prefieren a Borges. Y surgen voces que elevan a Paz. ¿Y Neruda?; ¿y Darío? Nadie duda en poner al nicaragüense entre los grandes de América. Ni nadie duda en Neruda. Pero Borges tiene mucho de europeo. Y Darío, gran renovador, presenta un lado parecido. Es Neruda el más americano de los grandes. Es su Canto general, la crónica y geografía americana. Está toda su poesía atravesada por los ríos, bos- ques y mares de Chile. Neruda, el viajero, acumuló paisajes, gentes, sabores, climas en un almacén interior (esterco- lero, a veces, lo llamaría Juan Ramón Jiménez). 2 A lo largo de su poesía se fueron derramando esos países conocidos; esas experiencias salieron una y otra vez. La luz de Ceilán, el aire seco de Castilla, las uvas de Italia... México, país en el que estuvo como Cónsul y que luego visitó en otras ocasiones, lo deslum- bró. Amó sus mercados, su geografía y el tem- peramento de sus gentes. Es México y el estado de Morelos el mate- rial que Casasús analiza metódicamente. Partiendo de la llegada a la capital azteca, a continuación va estudiando los hitos principales de su estancia en el “país amado”, deteniéndose con singular interés en varios momentos. El primero de ellos es el atentado por ele- mentos nazis a Neruda. Es estudiado todo lo ocurrido en Cuernavaca. Casasús escudriña en las hemerotecas, en biografías sobre el poeta, como la espléndida de Edmundo Olivares, y en varios testimonios de Poli Délano y de su padre. Tirando de todos estos hilos consigue ela- borar un relato coherente de los hechos que allí acaecieron y de los personajes que estuvieron involucrados. De esta manera, consigue rescatar la figura de Enrique de los Ríos. Este personaje quedaba en una confusa sombra, debido a un olvido de la memoria de otro de los testigos de aquel hecho, el niño Poli Délano. Casasús con 3 encomiable espíritu de profundizar en la verdad, importunó, preguntó, escudriñó hasta llegar a establecer la historia tal y cómo ocurrió. Este atentado al que se supo sacar prove- cho político fue internacionalmente conocido y sancionado. Los escritos de adhesión vinieron de todo el mundo y de todo tipo de sectores, intelectuales, obreros, europeos y americanos, maestros y mineros, cubanos y peruanos. En un segundo apartado se analizan los poemas morelenses de Pablo, recogiendo de las investigaciones de Marco Antonio Campos y del propio Casasús, un amplio y exhaustivo índice. Casasús ha estudiado la poesía referente a Méxi- co y ha dejado de lado el aspecto de la escritura no poética de Neruda, o sea artículos, entrevis- tas, discursos, etcétera en que el chileno se refi- rió al país azteca. No falta el aspecto de Neruda en relación a la gastronomía. Se detiene, tomando el testi- monio, una vez más, de Poli Délano, sobre la debilidad y audacia del poeta chileno frente a la cocina; recoge anécdotas muy graciosas sobre las peculiaridades inescrupulosas de Pablo a la hora de comer insectos. El detalle de Delia del Carril, mujer de amplios mundos, pero que no los llevaba a su dieta, muy sana, por otra parte. El matrimonio con Delia del Carril es uno de los aspectos más importantes de este libro. 4 Neruda quien se había casado en 1930 con María Antonieta Hagenaar y de la que se había separado de forma oficial según las leyes de México en diciembre de 1936, seguía teniendo un impedimento para formalizar la relación con la argentina Delia. Morelos, nos revela Mario Casasús, le pro- porcionó el elemento perfecto para el divorcio de su primera mujer y posterior matrimonio. Existía en Morelos una ley que permitía el di- vorcio, incluso si una de las partes no estaba pre- sente en los juzgados. Este estudio de la ley general y de los deta- lles del divorcio de Neruda se antoja uno de los elementos más novedosos de este libro. Se nos presenta en facsímil la reproducción del acta de matrimonio. Por cierto con aparición de nuevo, del ingeniero agrónomo Enrique de los Ríos. Por caprichos del azar, este divorcio y poste- rior matrimonio no son aceptados por las leyes chilenas, lo que provocará que en 1948, cuando el gobierno de González Videla haga viajar a Maruca a Chile para acusar al poeta de bigamia y así desprestigiar al senador Neruda, quedará exento de tal acusación, al entender los tribuna- les que no había bigamia por no estar reconoci- do el matrimonio. Otros de los ricos estudios de Casasús son la relación de Neruda con Siqueiros y a través 5 de éste la relación con su estudio de pintura “La Tallera” y la visita que Pablo realizó en el año 66. Fruto de esta profundización nos queda la datación exacta de una serie de fotografías en- tre ambos genios de la poesía y la pintura, que hasta ahora quedaban en un confuso encuadre cronológico. Se termina el libro con dos estudios, uno el del Casino de la Selva, sitio que degeneró a la par que el hotel Amatlán, escenario del atentado de Cuernavaca y que Casasús ubica geográfica e históricamente. El otro es la recogida del hecho bien co- nocido del intento del gobierno de México de llevar a Pablo y a su tercera esposa, Matilde, a su país tras el golpe de estado del 11 de septiembre de 1973. Casasús recoge en este libro, pues, todos los detalles de la fraternal relación de Neruda con México y concretamente con el estado de Morelos. Con un estilo periodístico y rico de palabras, la lectura nos hace comprender más claramente esa relación y las huellas que dejó en su poesía y los rastros depositados en su vida. Un espléndido trabajo de un estudioso y apasionado nerudiano. 6 Pablo Neruda en Morelos Mario Casasús Para mi amigo Poli Délano l poeta Pablo Neruda zarpó de Valparaíso E–el 24 de julio de 1940- con destino al puer- to de Manzanillo. El barco japonés Yasukuni Maru seguía la ruta: Hong Kong-San Francisco, con escalas en Valparaíso, Panamá y Manzani- llo; después de arribar en el principal astillero de Colima, el diplomático chileno viajó por tren desde Guadalajara hasta la estación ferroviaria de San Lázaro, el 16 de agosto llegó a la Ciudad de México para dirigir el consulado de la Em- bajada de Chile y el 2 de septiembre recibió el exequátur del presidente Lázaro Cárdenas.1 Las oficinas de la representación chilena estaban en la calle Brasil, el cónsul Neftalí Reyes se instaló en el Hotel Montejo, luego cambió su residencia a un céntrico departamento en la calle Revilla- gigedo, finalmente rentó una propiedad legen- daria: la Quinta Rosa María (antigua villa de Ra- món López Velarde en Mixcoac).2 Entre todos 1 Quezada, Abraham. Pablo Neruda. Epistolario viaje- ro 1927-1973, RIL Editores, Chile, 2004. 2 Catón, Wilberto. “Pablo Neruda en México (1940- 1943)”, en Posiciones, UNAM, México, 1950. 7 los lugares que conoció en nuestro país decidió iniciar en Cuernavaca la Serenata del Memorial de Isla Negra: Serenata de México De Cuernavaca al mar México extiende pinares, pueblos pardos, ríos rotos entre la piedra antigua, eriales, hierbas con ojos de amaranto, iguanas lentas, techos de teja anaranjada, espinas, socavones de mina abandonada, serpientes ígneas, hombres polvorientos, y el camino ondulado, atormentado por la geografía del infierno.3 La primera visita registrada por la prensa data del 28 de diciembre de 1941, cuenta un desagradable incidente de Neruda en Morelos: acompañado por Delia del Carril, Enrique de los Ríos, Clara Porset, Julio Fuenzalida, Luis En- rique Délano, Lola Falcón y su hijo Poli Délano, sufrieron la agresión de un grupo de nazis en el Hotel Parque Amatlán (ubicado en la Avenida Cuauhtémoc, en el barrio de Amatitlán, entre las colonias Jacarandas y Acapatzingo), todavía se respiraba en la atmósfera la destrucción de la 3 Neruda, Pablo.