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Actas del Cuarto Congreso Nacional de Historia de la Construcción, Cádiz, 27-29 enero 2005, ed. S. Huerta, Madrid: I. Juan de Herrera, SEdHC, Arquitectos de Cádiz, COAAT Cádiz, 2005. Evolución histórica de la morfología urbana y la tipología constructiva en el altiplano granadino Francisco Javier Suárez Medina Francisco Antonio Navarro Valverde Ana Isabel Ortiz Serrano Se presenta un resumen de nuestro trabajo en la cata- INTRODUCCIÓN logación y estudio de los elementos constructivos y arquitectónicos representativos de las distintas etapas La comarca del Altiplano se sitúa en el nordeste de la históricas en la formación de los núcleos urbanos de provincia de Granada. Como su propio nombre indi- la comarca granadina conocida como «El Altiplano», ca, se identifica por su elevada altitud y su carácter publicado en septiembre de 2001 por la Diputación llano, estando constituida por la Hoya de Baza, como de Granada. zona más deprimida, rodeada esta por ramblas y ba- Se presenta el estudio de los núcleos urbanos del rranqueras que la ponen en contacto con el altiplano altiplano granadino, atendiendo a su emplazamiento, propiamente dicho, que a su vez esta bordeado por evolución histórica y formación de barrios, morfolo- una serie de sierras. Conforman el altiplano los mu- gía urbana y tipologías constructivas. nicipios de Baza, Benamaurel, Caniles, Castilléjar, Se establecen características generales de la Castril, Cortes de Baza, Cuevas del Campo, Cúllar, zona, mediante el análisis de las distintas morfolo- Freila, Galera, Gor, Gorafe, Huéscar, Orce, Puebla gías urbanas (área troglodita, trazado medieval y de Don Fadrique y Zújar. morisco, trama moderna, ensanches del siglo Se pueden considerar como factores condicionan- XIX...), tipologías constructivas (la cueva, la casa- tes de la ubicación de los núcleos de la comarca los cueva, la casa morisca, la casa de pueblo, la casa siguientes: el ser zona de paso entre el levante y el hidalga, el cortijo, la posada...), y construcciones sur peninsular, como en el caso de Baza, Gor, Cú- singulares (fuentes, lavaderos, baños, balsas, ace- llar...; la proximidad a ríos que presentan corrientes quias, aljibes, eras, molinos, palomares, caleras,...), continuas todo el año permitiendo el riego de vegas, previamente catalogadas, incluyendo una descrip- como Benamaurel y Cortes de Baza; así como el tra- ción de los distintos elementos constructivos, y re- tarse de una antigua «zona de frontera», lo que deter- lacionadas con las distintas etapas y acontecimien- minó la ubicación en zonas de altura y serranía para tos históricos. favorecer una actitud defensiva, como es el caso de La ponencia incluye la representación cartográfica Castril de la Peña. de las distintas etapas de formación de los núcleos y Las margas, yesos y conglomerados de las ramblas de las distintas áreas según su morfología urbana, así y barranqueras, junto con la aridez y el contraste de como un reportaje fotográfico de los elementos cata- temperaturas diurnas y anuales, han contribuido al logados. desarrollo en la comarca de un hábitat muy peculiar, el troglodita. La climatología ha influido igualmente 1030 F. J. Suárez, F. A. Navarro, A. I. Ortiz en el desarrollo de una tipología edificatoria específi- ca, la vivienda serrana, aislada del exterior mediante reducción de vanos y huecos, y provista de comple- jos sistemas de canalización y almacenamiento de agua, algunos de ellos existentes ya en la época de los antiguos poblados ibéricos. La historia ha sido un factor decisivo en la confi- guración de la trama urbana de los pueblos de la co- marca. Con la llegada de la cultura musulmana en el siglo VIII, los asentamientos adoptan gran parte de su morfología actual, con calles tortuosas y estre- chas, y manzanas pequeñas, proliferando las cons- trucciones relacionadas con la cultura del agua, baños, balsas, acequias, pozos, fuentes..., constitu- yéndose la mezquita como centro del poder religioso y la alcazaba como centro del poder político y mili- Figura 1 tar, este último de mayor importancia, al situarnos en El altiplano granadino el medioevo en una «zona de frontera».1 La conquis- ta castellana, en un primer momento, y la expulsión de los moriscos, después, hace que aparezcan nuevos época medieval cuando comiencen a trazarse los nú- elementos constructivos, conviviendo o sustituyendo cleos urbanos tal y como hoy se conocen. De esta a los existentes; así la iglesia y los conventos sustitu- época son características las callejuelas estrechas y yen a la mezquita, la casa consistorial y la casa seño- sinuosas, formando manzanas pequeñas. Se trata de rial a la fortaleza; muchas acequias, balsas y baños un crecimiento en yuxtaposición sin orden ni lógica árabes se abandonan y destruyen, y se construyen pó- aparente, pero obedeciendo en realidad a un propósi- sitos, y abrevaderos, pozos y majadas trogloditas to consciente de intimidad y lucha contra el calor. El para el nuevo ganado castellano (la oveja segureña); principal exponente de este plan es el «adarve» o la población morisca se asienta en un primer momen- «azucaque», introduciéndose en las manzanas para to en las periferias de los núcleos, surgiendo el tro- dar acceso a las numerosas y pequeñas viviendas que gloditismo; el plano en cuadrícula se establece junto las forman, y a los que se accede con frecuencia me- al irregular musulmán, aunque con poca incidencia a diante pasadizos. En los núcleos de Baza y Zújar se causa del nulo crecimiento poblacional en estos si- encuentran numerosos ejemplos de adarves o azuca- glos. Las desamortizaciones decimonónicas aumen- ques. tan las tierras en cultivo, incrementando la población La ciudad medieval musulmana se estructura en y el trogloditismo, y generando los «ensanches» en medina y arrabales. La medina, ciudad amurallada, Baza, Caniles y Huéscar. La población burguesa abarca el núcleo político-militar (alcazaba), comer- construye los caserones mientras que la población cial (zoco), religioso (mezquita) y administrativo, jornalera se refugia en las cuevas. En el siglo XX, la con diversas puertas de acceso, nombradas según el emigración que padece la comarca en las décadas de camino al que se orientan, como la Puerta o Arco de los 60 y 70, provoca el abandono de gran cantidad de Baza, en Orce. Ejemplos de medinas se encuentran aldeas y barrios trogloditas. en Baza y Orce, conservándose restos de la alcazaba en todos los asentamientos urbanos de la comarca. Así, por ejemplo, los fosos de la alcazaba de Baza, EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA MORFOLOGÍA URBANA actualmente vías, se denominan Cava Alta y Cava Baja. Las torres y murallas se aprovecharon poste- Morfología medieval musulmana riormente para apoyar en ellas casas o para realizar en su interior viviendas. Los arrabales, o barrios a Aunque se conoce el origen ibérico o romano de to- extramuros, como los de Baza, Orce y Caniles, dis- das las poblaciones de la comarca, será a partir de la ponen de su propia mezquita o rábita, que era el pun- Evolución histórica de la morfología urbana 1031 to de confluencia, y que posteriormente se convirtie- ventos de religiosos (franciscanos, jerónimos, etcéte- ron en iglesias o ermitas, además de sus propios co- ra). Presentan numerosos elementos mudéjares,3 gó- mercios. ticos, renacentistas y en algunas de ellas se constru- En el urbanismo medieval musulmán, los barrios yen posteriores capillas para albergar imágenes tienen una gran importancia, configurándose como barrocas. Las ermitas, muchas de ellas antiguos mo- entes autónomos en los que habitan cada uno de los rabitos, y las que no lo eran, realizadas durante el diferentes clanes o etnias; los barrios de la medina fervor religioso del período barroco, se ubican en las son normalmente ocupados por las familias musul- afueras de los pueblos, junto a los caminos principa- manas que ostentan el poder económico, político y les, constituyéndose en lugares de reunión. Las pla- religioso; los barrios de los arrabales, son con fre- zas en las que se ubican las iglesias, conforman el cuencia mozárabes y judíos, como los situados en elemento central del barrio y del núcleo urbano, al Baza y Gor, con su aljama o sinagoga, o de nueva celebrarse en ellas los mercados, las fiestas e incluso población. las corridas de toros, además de establecerse la Casa señorial y la Casa Consistorial. Mientras que las pla- zas de las ciudades mayores se amplían, como es el Superposición urbanística cristiana caso de la Plaza Mayor de Baza, en los pequeños pueblos o aldeas se configuran nuevas, como las de La conquista castellana y la posterior expulsión de Orce, Galera o Cúllar, bien por no poseerlas anterior- los moriscos, genera un vacío urbano en el núcleo mente, o para diferenciar en mayor medida el viejo medieval, que es aprovechado por los repobladores. poblado medieval-musulmán del nuevo poblado re- No se produce por tanto la yuxtaposición de una nue- nacentista-cristiano. va ciudad renacentista, sino la superposición de ele- mentos urbanísticos como consecuencia del cambio de civilización; aparecen nuevos edificios religiosos Ensanche contemporáneo (iglesias) y civiles (ayuntamientos y casas señoria- les), y nuevos espacios públicos (la plaza mayor o la El desarrollo industrial experimentado en la comarca plaza del pueblo), que se insertan en el antiguo traza- durante el siglo XIX, origina en los núcleos la apari- do medieval, sustituyendo a los existentes, y centrali- ción del «ensanche urbano», a partir de la creación zando la vida de los nuevos habitantes. Por otro lado, de un viario más ancho y regular, y la disposición de se disponen vías y manzanas más amplias, viviendas avenidas y alamedas, y otros elementos estructuran- de mayor tamaño, y una red viaria más regular, aun- que en la mayoría de los núcleos, la pendiente del te- rreno y lo irregular del trazado existente impida la to- tal regularidad de calles y manzanas. La segregación de las etnias no dominantes a las periferias, genera los barrios de la morería2 en los antiguos arrabales medievales, que se tratan de castellanizar y cristiani- zar.