UN EXTRANJERO EN LA SELVA

JONAH A. FREEDMAN

Estudiante del Programa de Intercambio Universidades ICESI - New Orleans.

Una de las razones más fuertes que por hacer eso, pero realmente no tenra tuve para elegir a Colombia para mi año otra oportunidad. Se necesitaban dos de estudio afuera fue la cantidad de personas para entrar en el programa y oportunidades para viajar, inclusive via­ eso originalmente era lo que yo querra. jar a la selva. No es que no haya natu­ Pero lo que sucedió fue mejor que lo que raleza en los Estados Unidos. Hay bos­ cualquier programa organizado pudo que a la lata. Pero lo que no tenemos es haber sido. jungla con micos, anacondas. Indrgenas La primera persona que conocr fue y todo lo que lleva la selva. Siempre un hombre suizo de sesenta años de habra visto los programas educaciona­ edad en el aeropuerto de Bogotá. El me les mostrando cómo viven los animales pareció buena gente, pero también un y cómo sobreviven los Indios en ella. Y poco loco. Hace diez alias que él vive siempre ha sido un sueño mro llegar allá en el Congo, Afrlce, donde produce acei­ y aprender cómo es para mr mismo. te de la palma africana y siembra yuca. Para un extranjero es muy exótico y El cree que toda la nutrición que nues­ animado una cosa que cualquier perso­ tros cuerpos necesitan son aquellos dos na de EE.UU. no puede hacer. En mi Ingredientes. Dice que algunas tribus de pars no tengo ni un solo amigo que ca­ Afrlca no comen más que eso. Por esto nazca la selva y a todos les gustarla ir. yo le digo que es loco; no puedo vivir Me siento muy afortunado por tener la sin mis frijoles. Ahora él quiere cambiar oportunidad y estoy muy celoso de us­ selvas para sembrar palmas africanas tedes, colombianos, que pueden visitarla en la de Perú y volverse un millonario. cuando quieran. SI yo estuviera vivien­ IMucha suerte, puesl do aqur, lo harra todas las vacaciones. Hablamos (él ya habra ido a Letlcla Entonces, aqur está mi historia de alcan­ muchas veces) y me dijo que fuera al zar mi sueño. Ojalá que la disfruten. Zoológico de Letlcla primero. Me mos­ El cinco de diciembre me fui en avión, tró unas fotos donde los animales están solo, sin programa, para Leticla. Hay sueltos, Incluyendo micos, osos hormI­ mucha gente que piensa que soy loco gueros, jabalres...etc. Me pareció bien

_¡;ii¡;:i&ii.W"~~Wllé'*l¡¡~,~ 5.lil 41 _ 61 ~. ''M ICESI chévere y por curiosidad de tener un Nos acostamos más o menos tem­ en Jesús ni en religiones preesta­ mida y la rumba. De hecho, la cerveza mico en mi espalda, yo fui. Quise que él prano, porque al día siguiente quería• blecidas. En fin, al cabo de tres horas, más popular en todo elAmazonas (bue­ me acompañara porque también ya nos mos recorrer diecisiete kilómetros en nos explicó todo el pasado, presente y no, todo el Amazonas que yo conocí), habíamos hecho muy amigos. Lamen­ bicicleta para llegar a una reservación futuro de su tribu. se llama "Antártica", hecha en Brasil. tablemente, él tenía una reunión por de indígenas huitotos. La casa apenas Después de la siesta, él se fue a re­ También conocí un grupo de euro­ cuestión de negocios y me tocó ir solo. tenía una cama con dos colchones. No coger yuca y piña. Entonces empeza­ peos (como diez), con quienes salimos Lo que sucedió después probable­ había más sábanas para mí y me tocó mos a hablar con la esposa. Tal vez es todas las noches. La cosa más popular mente fue una de las coincidencias más usar mi buzo como cobertor. Gracias a una costumbre de respeto o yo no sé para hacer en Leticia es la misma que "bacanas" y raras en mi vida. Estaba yo Dios había llevado mi propia almohada, qué, pero ella casi no hablaba cuando la gente hace aquí en Cali: bailar salsa cerca a un tanque donde supuestamente porque tampoco había más. Pero no fue él estuvo presente. Al contrario, cuando y merengue. Hay gente aquí en Cali que había un manatí, el cual es una mezcla problema, porque no tuve que pagar un él no estuvo, ella hablaba como si ma­ no cree que hay discotecas en Leticia, entre un delfín y un elefante. Bueno, yo hotel. Se lo juro que soy de buenas... ñana jamás fuera a venir. Nos contó to­ creen que todos son indios desnudos y no vi a ningún manatí en ese tanque; muy de buenas. dos los chismes de la reservación y no que uno tiene que volar con vacas, po­ por eso pregunté a la primera persona Salimos a las siete de la mañana en podía creer la cantidad, como que al­ llitos y cerditos en una avioneta para ile­ que vi, cómo hacer para que venga el las bicicletas prestadas para visitar a los gún hijo mató al papá, a Fulana no le gal' allá Nada de eso es verdad. En los elefante que nada. La persona era una huitotos. Después de una media hora, gusta Sutana; otra no puede tener hijos fines de semanas todo el mundo está mujer bien bajita y delgadita, muy boni­ nos dimos cuenta de que el perro de la y hartos más. Cuando ella me preguntó rumbeando en las discotecas y las ca­ ta y sola. Ella me dijo que moviera las casa, Ramón, nos estaba persiguiendo. cuántos hermanos tengo yo, se quedó lles con aguardiente y cerveza hasta la yerbas que flotaban; así lo hice, e inme­ Pobre perrito, tenía que correr los 34 aterrada cuando le conté que apenas madrugada. Todos los indios que viven diatamente llegó el animal. Pudimos to­ kilómetros en un día. Bueno, es culpa tengo uno. así que tus padres alrededor de Leticia (no hay indígenas carlo y alimentarlo. La piel era muy sua­ de él. Unas horas pasaron y llegamos a pueden ser tan irresponsables?", excla­ en Leticia) usan ropa del mundo civili­ ve, pero con una textura parecida al cau­ la reservación. Habíamos oído de un mó ella. "¡He dado a la luz catorce ve­ zado. Si uno quiere ver indígenas bien cho. Ahora mi interés era más con la hombre que se llamaba Jitoma, el jefe ces con sólo cinco hijos muertos", nos tradicionales y desnudos, hay que via­ mujer que con el manatí. Liliana se lla­ del grupo. Cuando llegamos a su casa, explicó. Para los indígenas hay que te­ jar en lancha durante cinco días dentro maba. Empezamos a hablar y creo que estaba descansando en una hamaca y ner al menos diez embarazos. Algún de la selva. Sin embargo, cuídese pues la conversación duró tres horas. Apren­ la esposa estaba cocinando una carne, número menor y la persona se ve muy hay muchos que comen gente. En otras dí tantas cosas de ella, como que es de creo que pescado. Al principio él no qui­ mal educada. Ella no entendía que es palabras, son caníbales. Bogotá, que acabó de llegar a Leticia so hablar con nosotros, porque le pare­ muy dificil y costoso tener tantos hijos Toda la semana que estuve en Leticia como yo, y además que se escapó de cíamos extranjeros y él había tenido pro­ en una sociedad como la de nosotros. paseando con Liliana quería encontrar su esposo y que él la está buscando. blemas con "diablos como nosotros" por En los días siguientes pasamos muy un grupo para ir a la selva, al menos al' pedir "mambe", una medicina hecha con Pero lo más importante de toda la agradable conociendo sitios de Leticia cuatro días; pero la verdad, no me es­ la coca. El dice que es un hombre que conversación fue que ella me invitó a y sus alrededores. Varias veces monta­ forcé mucho en buscarlo. Un día, no vive por, de y con la naturaleza. No en­ quedarme en la casa donde habitaba. mos en bicicleta hasta Tabatinga, la ciu­ obstante, caminando por la calle, vi a tiende por qué necesitamos electricidad Los dueños estaban en Cuba por unos dad del lado de Brasil. Uno inmediata­ dos personas que parecían "gringos" y para vivir, por qué botamos basura da­ meses y estaba sola, y de pronto quería mente sabe cuándo está allá, porque por eso me les presenté. Realmente ñina a la tierra y por qué parece que no "un amigo" para pasar el tiempo. Me aunque no haya una frontera oficial con eran de Quebec, hablaban en francés, nos importara que se termine el mundo. encantó esa idea. policía y ejército, la diferencia entre Co­ ya tenían un programa para entrar en la Creo que después de una media hora En la noche nos reunimos con Stig lombia y Brasil en esta frontera es noto­ selva y, gracias al Señor, me invitaron a le caímos bien y empezaba a relajarse (el suizo) y dos amigos de él de Finlan­ ria. Leticia es bonito y limpio; en cambio acompañarlos. Me dieron la dirección de con nosotros. Primero estuvimos ha­ dia: Yuha y Marc. Fuimos a tomar gua­ los edilicios de Tabatinga se están ca­ un indígena ticuna, el hombre quien se­ blando del medio ambiente. El está muy rapo, una bebida hecha de piña, agua y yendo, las calles son como montañas y ría el guía, con el cual negociaríamos el enojado con Colombia por no mandarlo azúcar, y dejada bajo la tierra por un mes todas las señales son en un idioma más Hablamos y negociamos y allin a Río de Janeiro para la conferencia del para fermentar. No pude creer que cada aburridor que se llama portugués. A mí llegamos a un acuerdo de 50.000 pe­ Medio Ambiente. Nos dijo que tenía un vaso de guarapo costaba sólo doscien­ me gustaría aprender el portugués, pero sos por día (50 dólares diarios). Este plan listo para presentar. También ha­ tos pesos (veinte centavos de dólar). en realidad me pareció como el español precio le puede parecer a uno costoso, blamos de religión, como que él sí cree Después de tomar tres, me sentí un poco pero con acento campesino o mal ha­ pero fue lo mejor que había oído en toda en una fuerza mayor como un gran es­ prendido. Después cinco y estuve muy blado. De todas maneras, las únicas la semana. Incluía toda la comida, ha­ píritu. No sabe cómo se llama; no cree feliz. cosas buenas en Tabatinga eran la co- maca con red de mosquitos, botas de

~o)(§iJ:i?r,g~'fit~;&~~~~~~~~. !!.~~$1'~~ 63 ~,~~~¿;~~~~~~~~~~;~/CESI caucho, transportación y un guía para la selva en este día, y por eso teníamos Uno de los árboles que encontramos nas. En fin, mi ticuna me dijo que había explicar todo. Y para no perder más tiem­ que alistarnos, inclusive echarnos un fue de caucho e increíblemente en diez sido una sardina que me había picado po, decidimos rápidamente salir al día aceite natural por todo el cuerpo, que minutos hicimos caucho. El también nos por molestarme, pero no me importaba. siguiente. sabía horrible, llevar camisa de manga enseñó cómo hacer una pelota de cau­ Prefiero quedarme cochino que arries­ Efectivamente, salimos a las ocho de larga y pantalón y además un repelente cho para jugar fútbol, la cual hacían gar la vida. la mañana, los dos de Quebec, un hom­ normal. No he dicho nada todavía de los cuando era más pequeños. También vi­ En los siguientes cuatro días conoci­ bre de Bélgica, el ticuna, un motorista y zancudos, pero en la noche son muy mos aves bien hermosas que el ticuna mos muchas tribus del Amazonas, pero yo, en la lanchita. Anduvimos durante cansones. Apenas llega uno tiene que quería matar con la cerbatana. Gracias no me pareció que hubiera muchas di­ seis horas hasta que llegamos a un cam­ meterse en la hamaca con la red. Pare­ a Dios, él falló todas las veces e inclusi­ ferencias entre ellas. Todas sembraban po en el corazón de Perú, aliado del río ce que hubiera más zancudos que oxí• ve cuando vimos un ratón. Luego nos yuca para hacer de ella y vender una Yavarí. Después de bajar las cosas y geno, y por eso me estuve rascando las contó que su gente es más experta para comida llamada fariña, la cual es yuca colgar las hamacas, fuimos a pescar. nalgas durante tres semanas después. pescar que para cazar. iSe notaba! To­ rallada y cocinada y parece a una davía no habíamos visto micos (una ra­ Pero no estábamos pescando pescado Entramos en la selva caminando y granola. También es muy rica con fríjo• zón muy fuerte por la cual fui a la selva), común y corriente sino piraña. Nunca nuestro ticuna gritó como si fuera un les. Otros grupos sembraban mangos o pero apenas entramos en la lancha, había pescado una piraña, ni siquiera mico (mono) para que vinieran ellos. El piña, o hacían canoas, lo cual tiene un aparecieron. Con cerbatana en una había visto una pi raña. Y fue muy tenía su cerbatana para matar a cual­ proceso fascinante. Primero hay que mano y machete en la otra, nuestro chévere porque había que pescar con quier animal que viéramos. En la selva hallar un árbol bien adentro de la selva ticuna estaba listo para matar. Nos me­ un pedazo de carne cruda del tamaño hay un dicho entre la gente que vive en para cortarlo. Lo más adentro que se timos en la tierra otfa vez para perse­ de un dedo. En una hora yo cogí cuatro; ella: "Si se puede mover, se puede co­ pueda es mejor, porque la tierra es más guirlos, para que yo pudiera sacar una pero me dio pena porque sé que perdí mer". Ellos comen de todo en la selva, fértil allá que afuera y un nuevo árbol foto y para que él pudiera cenar. Sin más carne que lo que gané en piraña. Y, hasta los gusanos. Al regresar a Leticia, puede volver a crecer. Del árbol entero embargo, los micos eran más avispa­ en la misma hora, el motorista cogió conocí a unos ingleses que me conta­ hacen la canoa directamente quitándo­ dos y nunca dejaron que nos acercára­ treinta. No lo pude creer. La cena, con ron que habían tenido que comer gusa­ le poco a poco los pedazos que sobran. mos. razón, fue de piraña; y yo, como buen nos en la selva para sobrevivir. Entre El proceso dura dos semanas, y luego vegetariano, no sé mucho de los sabo­ otras cosas, el tour de ellos fue más Llegamos al campo otra vez y me di a los indios les toca remarla hasta Leticia res de carne, pero la piraña no sabía a barato, pero incluyó sólo un guía. Lo mío cuenta que los niños estaban bañándo­ durante dos días para luego venderla. nada, con una textura de caucho. suena mucho más agradable. se en el río. iQué rico!, pensé. Yo tam­ Aunque nos parezca algo muy harto, bién quería hacer eso, especialmente ellos lo hacen alegremente. Como un En la noche fuimos a cazar (con cá­ Entonces, mientras caminábamos, el para quitarme ese aceite. Con champú tonto, pregunté a un jefe por qué él ne­ maras) caimán, el cual es un reptil como guía nos explicó muchos detalles de la y jabón en mano me fui, pero al instante cesitaba dinero si la selva les daba todo. el cocodrilo. Este animal es muy fácil de selva. Este árbol cura malaria, éste es me dijeron los ticunas que eran mejor El me respondió: "Para comprar las co­ encontrar y capturar en la noche. Ape­ para no tener hijos, éste es para tener­ no bañarse con jabón ni champú por­ sas que no sabemos hacer, para tener nas brilla una luz aparece por todos los los... , etc. Ellos tienen un árbol o una que el olor atraería a los zancudos. Bue­ libros que nuestros hijos puedan apren­ lados del agua. Cuando vea dos luces cura para todo. Uno de los canadienses no, por lo menos quería meterme en el der y para curar las enfermedades que rojas son los ojos, y no deje que la luz sufría de asma y el ticuna le dijo que agua para limpiarme el sudor. Pero no podemos curar". pierda los ojos. Esto permite que el cai­ tomara tres cucharadas diarias de gra­ cuando entré, los canadienses empeza­ mán no pueda ver y uno puede acercar­ sa de caimán en forma líquida durante Fue ahí cuando me di cuenta de que ron a gritar que algo estaba picándolos. se lentamente en una lancha para sa­ quince días. Después, se supone que aunque esta gente vive dos días lejos Nos dijeron los ticunas que había pirañas carlo del agua con la mano. En serio; se acaba la enfermedad. Pensando en de la civilización, son muy dependien­ en esta agua, pero no nos morderían al hicimos eso dos veces. El primer cai­ mi familia, le pregunté qué debería to­ tes de la cultura occidental. No tienen menos que estuviéramos sangrando; y mán era chiquitico, pero el segundo era mar mi abuela para su artritis. Me dijo electricidad, no tienen agua mecánica y que uno se puede bañar con las pirañas, muy grande y se necesitaban dos per­ que un trago de tequila mezclado con el tienen que cazar para comer. Sin em­ pero nunca con la anaconda. A pesar sonas para controlarlo. azúcar de un árbol especial. iLe dije que bargo, no creo que que puedan sobre­ Al día siguiente nos levantamos des­ estaba loco! iClaro, mi abuela no va a de todo, pensé que los canadienses vivir sin las herramientas, maneras y pués de una dormida malísima, porque sentir su artritis si está borracha! Pues estaban bromeando. Luego me empe­ conocimientos del mundo occidental. las hamacas eran pequeñitas y había tengo que darle al guía felicitaciones por zaron a picar a mí. Decidí inmediatamen­ Uno de los ejemplos más fuertes de esto un gallo al que quise ahorcar por el rui­ la grasa del caimán porque, en el caso te dejar el agua a los peces. Nos sali­ fue la cantidad de cruces que vi colga­ do de su canto a las cinco de la maña­ del canadiense, estaba mejorando des­ mos del agua y jamás volvimos a me­ das de sus cuellos, las malocas (o cho­ na. lbamos a caminar bien adentro de pués de un día. ternos otra vez en el agua del Amazo- zas) donde rezan enfrente de una esta- tua de Jesús, y el amor y lealtad que que cada región se distingue de las otras tienen por su misionero salvador. por detalles en su forma de comportar­ Parece que nuestra cultura tiene su se, en la forma de cocinar, de hacer las pie en todas las puertas. Un Indrgena fiestas, etc. Al dra siguiente caminamos me predicó durante cuatro horas sobre en la selva durante unas cuatro horas; y el por qué yo deberra convertirme al yo, con toda la ropa de la selva que un RESEÑAS BIBLIOGRAFICAS catolicismo. No podra creer que fui a la extranjero deberra tener, no podra creer selva para escapar de las formas de ser que los ind{genas caminaban descalzos y de pensar de la civilización y aur esta­ y sin camisa. Toda la flora y fauna en la ban. Luego pedr a mi ticuna que me lle­ selva tienen espinas y pican; y algunas vara a los bien indrgenas que no hubie­ tienen ponzoña. Allr vi papagayos, tor­ ran visto un blanco como yo. Fue ahr tugas, un tigrillo, un búho, una jaiba, un que me dijo que quedaban a muchos tucán y hormigas que tenran el tamaño dras en lancha de allá y son los que co­ de un dedo y que lo pueden matar a uno ras, encuentros de la universidad con la men gente. Bueno, desde ese momen­ con su veneno. realidad del pars que la rodea, encuen­ to quedé contento con mis Indfgenas La mañana siguiente echamos todo tros de valores. encuentros de ideas y más civilizados. a la lancha y salimos de la selva. Para­ encuentros de seres humanos que, des­ La última noche dormimos en Brasil, mos una vez más en una comunidad de de distintas órbitas, soñamos en un pafs en una casa muy parecida a la de ticunas porel lado del r{oAmazonas para tolerante, que entienda y aprecie (a di­ Jitoma. personas hacerunas compras de artesanras, pero versidad humana, fadoresencial si que­ dormra en un solo cuarto. El jefe tenra se habran ido todos a hacer ventas en remos llegar un dfa a convivir con nues­ la hamaca, los demás tenran el suelo y Manaos (ocho dras de allr por barco). tros congéneres en razonable armonra". De todas maneras, estuve muy conten­ nosotros tenramos el balcón con nues­ y América Negra ha sido también to con mi viaje. Me hubiera gustado que­ tras hamacas. En Brasilia selva es muy producto de esos encuentros de la Ex­ darme mucho más tiempo con una sola diferente que en Perú. Hay menos agua pedición Humana; un encuentro acadé­ tribu para aprender exactamente cómo EXPEDICION HUMANA (y por consiguiente hay menos zancu­ A lJI ZAGA DE lo\ AXlJJCA tXUTA mico inesperado que en estos últimos dos), los árboles son más altos, allf es sobrevivir en la selva. Sin embargo, para cinco años ha sembrado ra{ces hondas donde vi más fauna, y los indios no ha­ un "gringo" que llegó a la selva sin plan, abriendo un espacio de estudio y enten~ blan en español sino en portugués. La creo que me fue muy bien. A cualquier dimiento a la historia, cultura y proble­ noche era mucho más rica y como no persona que tenga el mismo sueño o mática de las comunidades de origen habra zancudos podra conversar con los que esté Interesada en hacer un viaje EXPEDICION HUMANA africano en Colombia y el continente. El indios hasta muytarde. Como le dije, no asr, le aconsejarra: "Hágalo sin vacilar, América Negra (e prometo que no tendrá remordi­ trabajo de Nina de Friedemann en es­ hay muchas diferencias entre ellos sino A la zaga de la América Oculta mientos". tos cinco años ha sido perseverante h~ Pontificia Universidad Javeriana minucioso, delicado, inteligente. Lo ISSN: 0121~5914 seguido muyde cerca y puedo decir, sin 17 x 24 cm. 268 págs. temor a equivocarme, que lo que Nina ha hecho sólo ha sido posible por su Cinco años de América Negra envidiable vocación a su trabajo, por su Más de diez años de trabajo de la permanente capacidad de sorprender­ Expedición Humana, cerca de cuarenta se y por el afecto que siente, y transmi­ vi?jes de trabajo de campo, visitas a un te, por las gentes que escribieron con numero igual de asentamientos huma­ valor y dolor la página esclava de la his" nos de diversos or{genes étnicos en toria del Nuevo Mundo. Colombia, se podrran resumir en una Cinco años de América Negra son sola frase: "La Expedición Humana ha unos pocos en esa larga historia. Pero sido un camino de encuentros con nues­ creo que son demostración genuina del tra propia historia, encuentros de cultu- deseo de conocemos y entendemos, .

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