Genealogía Del Teniente General Don Francisco De Valdés Arriola
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GENEALOGÍA DEL TENIENTE GENERAL DON FRANCISCO DE VALDÉS ARRIOLA FRANCISCO J OSÉ F RANCOS S EVILLA (*) (1) Comienzo el estudio del personaje citado haciendo un resumen de la biografía, correspondiente a su servicio en la milicia, publica- da por don Pedro Chamorro Baquerizo en su obra, Estado Mayor General del Ejército Español. Madrid 1850. Don Francisco Valdés y Arriola era natural de la Villa de Mósto- les, nace el 2 de abril de 1788, es bautizado el día cinco, del mismo mes y año, imponiéndole los nombres de Francisco de Paula Vicen- te. Es hijo de don Urbano de Valdés, natural de la, entonces, sego- viana Villa de Navalcarnero y de doña Paula de Arriola, natural de Ochandiano en la diócesis de Calahorra. (*) Licenciado en Derecho (UCM) y Diplomado Superior en Heráldica, Genea- logía y CC. Nobiliarias por la Escuela de la Asociación de Diplomados en Genealo- gía, Heráldica y Nobiliaria (en colaboración con el C.S.I.C.) Fecha de recepción: 05-11-2015 Fecha de aceptación: 03-03-2016 361 HIDALGUÍA. Año LXIII 2016. Núm. 372. Págs. 361-376 FRANCISCO JOSÉ FRANCOS SEVILLA 362 HIDALGUÍA. Año LXIII 2016. Núm. 372. Págs. 361-376 GENEALOGÍA DEL TENIENTE GENERAL DON FRANCISCO DE VALDÉS ARRIOLA Desde su primera edad manifestó inclinación a la carrera de las armas. El 5 de abril de 1804 entró a servir de cadete en el Regimien- to de Infantería de la Princesa. En el periodo de 1804 a 1808: después de haberse hallado con su regimiento en la expedición a Vizcaya, cuando ocurrió en esta pro- vincia la sublevación de Zamácola, fue Valdés uno de los que en 1807 pasaron al norte de Europa, con el ejército que a las órdenes del marqués de la Romana, llevó las banderas españolas en auxilio de las águilas de Napoleón, haciendo el joven militar la marcha a pie hasta la ciudad de Hamburgo. Permaneció don Francisco de Valdés con las expresadas tropas en Alemania y Dinamarca todo el año 1808, siendo nombrado subte- niente el 1º de mayo del mismo año. Encontrándose en agosto si- guiente en la toma de la plaza de Nieborg, situada en la isla de Fionia y también en la toma de la isla de Langland, ambas en Dinamarca. Después de estos hechos y negándose a prestar, como se le exi- gía, juramento de fidelidad al intruso rey José Bonaparte, se fugó de dicha plaza, con una gran parte del ejército expedicionario, y se embarcaron en el navío Edgar para trasladarse a Suecia. Desde don- de se trasladaron a las costas españolas para defender la libertad e independencia de la patria. Llegaron a Santander el 15 de octubre de 1808; don Francisco de Valdés, por estos hechos obtuvo el grado de teniente y la estrella de honor del Norte. Ya en España participó en la batalla de Espinosa de los Monte- ros y en su continuación y retirada marchó a Galicia, donde perma- neció hasta que el ejército francés la evacuó. Entre 1809 y 1813 combatió Valdés por toda la península y Portu- gal al mando de los generales Blake, marqués de la Romana, duque del Parque, don Francisco Ballesteros y el príncipe de Anglona. En concre- to con don Francisco Ballesteros participó en la toma de Santander en junio de 1809. En los ataques de Peñaflor, Cangas de Onís, Santillana, puerto de Santa Lucía, Zamora, Benavente, el Carpio y Alba de Tor- mes. Obtuvo el empleo de teniente y fue nombrado ayudante mayor. El general Ballesteros le nombra primer comandante de la primera co- lumna de tiradores de la vanguardia, con este empleo impidió a una división enemiga el paso del Berrocal, e impidió a los franceses llegar a Zalamea la Real. Sorprendió también por dos veces a una columna 363 HIDALGUÍA. Año LXIII 2016. Núm. 372. Págs. 361-376 FRANCISCO JOSÉ FRANCOS SEVILLA móvil enemiga en la Higuera de Aracena, obteniendo por estas opera- ciones el grado de capitán el 13 de junio de 1810. Es hecho prisionero en Extremadura, cerca de Llerena, el 5 de noviembre de 1810; calumniado por los franceses es trasladado a la cárcel pública de Sevilla. Enterado de este hecho, el general Balles- teros destacó una columna para rescatarle. En las cercanías de Ca- zalla intentaron liberarle, a pesar de las bajas francesas no se llevó a buen término la liberación de Valdés. Este ingresó en la cárcel de Sevilla durante tres meses, el general Ballesteros intentó el canje, pero siempre fue negado por los franceses. Pasados tres meses lo condujeron de Sevilla al castillo de Jaén, donde permaneció siete meses más de penuria y privaciones. Un nuevo traslado de Jaén a Bailen le permitió fugarse y dirigiéndose por las lomas de Úbeda y Baeza a la sierra de Segura salió a Murcia. En esta ciudad se había declarado una epidemia de fiebre amarilla y decidió continuar a Alicante. Recibió el encargo del general Santa Cruz de conducir a Ceuta 53 presidiarios, llevando a sus órdenes para custodiarlos, un cabo y cuatro soldados. A los cinco días naufragó, entre Motril y Calahon- da, viéndose obligado a refugiarse en las montillas de Octivar, logró pasar entre el enemigo y embarcarse en Nerja para llegar al puente de Mayorga, cerca de Gibraltar, uniéndose al general Ballesteros. El general Ballesteros le puso al mando de la compañía de cazado- res entrando de nuevo en batalla contra las tropas francesas en Venta de Ojeda, sitio de Tarifa y Torre de la Sal en 1811; Málaga, Osuna, An- tequera y Loja en 1812, siendo ascendido a capitán efectivo. El 19 de agosto de 1813 se halló Valdés en las acciones de la iz- quierda del Ebro, según su hoja de servicios encontrándose en «los casos más apurados que un guerrero puede verse». De 1814 a 1819, concluida la guerra y tras la vuelta de Fernando VII, Valdés se encontraba en Irún con su regimiento y junto a varios oficiales se pronunció abiertamente contra el decreto que derogaba la Constitución de 1812. Por los méritos contraídos durante la Guerra de Independencia se le concede el 30 de mayo de 1815 grado de Teniente Coronel y por Real Orden de 27 de julio la Cruz Supernumeraria de Carlos III; por Real Cédula de 6 de marzo de 1816 fue condecorado con la cruz 364 HIDALGUÍA. Año LXIII 2016. Núm. 372. Págs. 361-376 GENEALOGÍA DEL TENIENTE GENERAL DON FRANCISCO DE VALDÉS ARRIOLA laureada de segunda clase de san Fernando, por el mérito contraído en las acciones de Amposta de 1813. Además obtuvo las cruces de Chiclana, 3º y 6º ejército, ejército de la izquierda, Alba de Tormes, la de prisionero y la de entrada en Tarifa. De 1820 a 1823. Hallándose el 3 de enero de 1813 en las inme- diaciones de Cádiz, para embarcarse con rumbo a Ultramar, se pro- nunció Valdés con los generales D. Rafael del Riego y D. Antonio Quiroga, proclamando la constitución de 1812. Siendo Valdés el pri- mero que penetró con su compañía en las calles de la isla de León. Después organizó y mandó Valdés un batallón al cual dio el nombre de Veteranos Nacionales, y por espacio de dos meses y me- dio combatió a los realistas. Fue ascendido a primer comandante y destinado con el batallón de Bailen a la persecución de facciones capitaneadas por el cura Merino, Cuevillas, Zabala y otros en las provincias de Castilla la Vieja. Obteniendo por esta persecución dos escudos de distinción y pudiendo asegurarse que fue el terror de los realistas hasta la con- clusión de aquella guerra fraticida. El 10 de enero de 1823 fue nombrado Valdés coronel vivo y efectivo del regimiento Órdenes Militares y cuando el gobierno confió el mando del ejército al general Ballesteros, este confió a Valdés el de una brigada. Defensor de la ciudad de Teruel, Valdés fue felicitado por el ayuntamiento Constitucional de este ciudad el 25 de mayo de 1823. Conocida esta acción por Ballesteros, envió a Valdés a Cartage- na, donde a las órdenes del general D. José María Torrijos trabajó para el sostenimiento de la plaza. De donde se fugó en día antes de la caída de la plaza. Embarcado en un falucho llegó a Gibraltar. En 1824, se ocultó Valdés en Cádiz, hasta que descubierto su paradero por el gobierno ordenaron su detención. Valdés burló la orden de detención y marchó a Tánger. Desde Tánger volvió a cru- zar a Gibraltar y con sólo sesenta hombres, el 3 de agosto toma Tarifa, hace prisionera a toda la guarnición junto a gran cantidad de piezas de artillería, más de cuatro mil fusiles y un gran depósito de munición de boca y guerra. Sitiado por más de cinco mil soldados del ejército realista y franceses, cañoneado por cuatro baterías y combatido por mar por dieciocho buques, sostuvo la plaza por es- pacio de diecisiete días con unos doscientos cincuenta hombres. La 365 HIDALGUÍA. Año LXIII 2016. Núm. 372. Págs. 361-376 FRANCISCO JOSÉ FRANCOS SEVILLA noche del 19 del mismo mes, estando todo perdido, abandonó la plaza en lancha junto con los defensores. Fueron perseguidos hasta Tánger donde se refugiaron, siendo conocido posteriormente como el «héroe de Tarifa». De 1823 a 1829. Durante su estancia en el reino de Marruecos con- tinuó la persecución de Valdés por los franceses, pasando una gran cantidad de penurias. Contactando con un paisano de apellido Atalaya concertó, el dos de abril, día de su cumpleaños, su traslado a Gibraltar, junto a D. Mariano Linares su jefe de E. M. y D. Rafael Trías, habiendo fallecido los demás compañeros que les acompañaron en Tánger. De 1830 a 1832.