Luis Alberto López Wario,* Salvador Pulido Méndez,* José Jorge Cabrera Torres,* Eduardo Andrés Escalante Carrillo,* Gerardo Fidel Martínez Catalán*

Salvamento arqueológico en la carretera Cuitzeo-Pátzcuaro, Michoacán

Este trabajo presenta los resultados de la investigación arqueológica que se desarrolló con el objetivo de evitar afectaciones al patrimonio arqueológico y que se realizó con motivo de la construcción de una carretera federal en el estado de Michoacán. Se analiza la información relacionada con los cuarenta sitios registrados, su ubicación en zonas fisiográficas, áreas geo- gráficas y áreas productivas con relación con el medio ambiente, las relaciones entre los mismos asentamientos prehispánicos y la transformación general en el proceso histórico.

We report on the results of archaeological research conducted to prevent damage to archaeolo- gical patrimony as a result of the construction of a federal highway in the state of Michoacán. It analyzes information related the 40 sites recorded, their location in physiographical, geogra- phical and productive areas in relation to the environment, the relationships between these pre-Hispanic settlements, and the overall transformation within local historical processes.

A partir de la oficialmente así planteada necesidad de actualización en las vías de comunicación para el estado de Michoacán, el gobierno federal decidió pro- yectar la construcción del libramiento carretero poniente de la ciudad capital, que permitiría evitar el paso por la sede del gobierno estatal del tránsito hacia el poniente y sur de la entidad. Como ocurre con este tipo de obras de infraestruc- tura, su construcción originará perturbaciones de diferente índole, entre ellas las de carácter social, las que impactan directamente al medio ambiente y las even- tuales afectaciones al patrimonio arqueológico.

* Dirección de Salvamento Arqueológico, inah. La investigación arqueológica y la obra carretera que la motivó se desarrollan en el ámbito de la entidad michoacana, de la cual resaltamos algunos aspectos sociales. El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (inegi, Panorama sociodemográfico de México. Censo de población y vivienda 2010) informa que para 2010 el estado de Michoacán de Ocampo abarca 3% del territorio nacional, con 58 600 km2 que se dividen en 113 municipios. En ese espacio viven cerca de 4.5 millones de habitantes que significan 4% de la población nacional, y que se alojan en poco más de un millón de viviendas, lo que arroja un promedio de cuatro personas por vivienda. A pesar de los cotidianos y múltiples esfuerzos de la sociedad, y contra lo que dicen los discursos gubernamentales federales y estatales, la mortalidad infantil manifiesta un alto promedio de 4 infantes nonatos por cada 100 partos exitosos, relacionado con los hechos que únicamente 54% de los residentes goza de asistencia médica ya sea pública o privada, que poco más de 70% cuenta con agua potable por toma domiciliaria y que aún 10% de la población vive en casas de piso de tierra, aunado a que sólo la mitad de la población es económicamente activa, para lo que se considera en este dato desde los niños en sus tempra- nos 12 años, sin olvidar que 11% de la población es analfabeta. Como es común en este país centralista, el municipio de cuenta con 2% del territorio estatal con 1 200 km2, y registra 17% de la población de la entidad, la mayor congregación poblacional en la entidad con 730 mil personas.

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 Fig. 1 Trazo de la carretera Libramiento Poniente Morelia, resaltado en línea negra de mayor grosor.

Para esta obra el Instituto Nacional de Antro- ron 60 m del derecho de vía para efectuar las la- pología e Historia (inah) contó con la posibilidad bores de prospección, además de las circunstan- de realizar oportunamente los trabajos de salva- cias técnicas como la disponibilidad de imágenes mento arqueológico para determinar la factibili- aéreas del terreno que será intervenido por la obra. dad de construcción ante la eventual existencia de De esta forma, de hecho se analizó y se verificó vestigios pleistocénicos, prehispánicos e incluso un tramo de territorio de más de 56 km de lar- históricos en la zona de afectación y, en última go por 2 km de ancho en promedio, con el objeti- instancia, con el objetivo de llevar a cabo los es- vo de determinar arqueológicamente el impacto tudios pertinentes para proteger, recuperar y co- regional. nocer con el mayor detalle y profundidad posibles El kilómetro “0” de este eje se encuentra en las las huellas de la vida de antiguos grupos humanos orillas del lago de Cuitzeo, en el norte de Michoa- que habitaron la región. La investigación fue con- cán, en las vecindades del poblado de Arúmba- fiada a la Dirección de Salvamento Arqueológico ro, municipio de Copándaro de Galeana; el otro y desarrollada por los suscritos. extremo se localiza en las inmediaciones de Pátz- Estos trabajos de salvamento estuvieron enmar- cuaro, hacia el centro del estado. El curso del cados en el Proyecto Arqueológico Libramiento nuevo camino pasará en las cercanías de varios Morelia (palm) y se realizaron en un transec- poblados entre los que destacan Morelia, Capula to cuyo eje fue el propio proyecto de construcción y Pátzcuaro; además, se atravesaron los munici- de la obra señalada, longitud en que se considera- pios de Copándaro, Morelia y Pátzcuaro (fig. 1).

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Sin embargo, son sólo dos las zonas fisiográfi- patentes por lo general en formaciones geomé- cas en que se realizará la obra. Por un lado, la zona tricas. norte que forma parte del Bajío y consiste en una También permitió el reconocimiento previo amplia planicie con elevaciones de mediana altu- para la ubicación de caminos y poblados cerca- ra y algunas mesetas, con paisaje semiseco aso- nos para la actualidad, así como para determinar ciado a escasas lluvias, vegetación de matorral en distancias, lo que facilitó el acceso a las áreas de el que destacan los mezquites, aunque en las par- interés. Se entendía que, en conjunto, la informa- tes altas se encuentran pequeños relictos boscosos. ción posibilitaría definir el patrón de los asenta- Por otra parte, la zona sur se integra al Eje Vol- mientos prehispánicos en esta región. cánico Tranversal y se distingue por un abigarra- Así, se efectuaron labores de prospección en la do paisaje de montañas, conos cineríticos, grandes zona de impacto por la obra para evaluar lo ob- extensiones de derrames lávicos o malpaíses y tenido durante la fase de fotointerpretación; se algunos pequeños valles intermontanos, con me- recorrió el área con el complemento de la infor- diana cantidad de lluvias y heladas habituales mación que se recibía de los habitantes de la re- durante los meses de invierno; la vegetación que gión, pues muchos de ellos saben de la ubicación caracteriza a esta área es principalmente de bos- de las construcciones prehispánicas conocidas que de encino y pino (fig. 2). comúnmente como yácatas, “iglesias viejas” o casas de los “antiguos”. Sin embargo, y debido a que no se contó con el Metodología material suficiente para toda la zona, y para evitar mayores contratiempos, se usaron las imágenes Los trabajos arqueológicos iniciaron cuando la satelitales disponibles en la Internet, particular- Secretaría de Comunicaciones y Transportes (sct) mente las obtenidas a través del programa infor- proporcionó la información técnica mínima, es mático Google Earth, que devino una gran herra- decir planos respectivos de la construcción de la mienta tanto para la detección e interpretación de obra y fotografías aéreas del terreno en que se los elementos que conformarían los asentamientos desarrollará. Se analizó el material estereoscópi- prehispánicos como de apoyo en campo para la co con el objetivo de detectar probables zonas con identificación de vías de comunicación y accesos evidencias de alteración provocada por el hombre a los sitios. durante la época prehispánica, como son alinea- Los reconocimientos en campo se hicieron con mientos, montículos, caminos, entre otros rasgos, fotografías aéreas y cartas topográficas con el au- xilio de brújulas azimutales, cámaras fotográficas digitales y dispositivos portátiles de geoposicio- namiento global (gps), que proporcionaron preci- sión para localizar las marcas potenciales y ubicar los sitios con vestigios arqueológicos. Una vez reconocida la presencia de evidencias patrimoniales en un área determinada, se defi­ nieron los elementos que integran el asentamien- to; se recolectó una muestra de los materiales muebles que caracterizan al sitio, principalmente cerámica y lítica; se determinó la extensión apro- ximada del mismo y los datos de su ubicación, se realizaron tomas fotográficas y con estos datos se completó la cédula correspondiente para su re- gistro oficial en el Catálogo Nacional de Sitios  Fig. 2. Volcanes, montañas y valles forman suelos Arqueológicos. En total, se registraron 40 sitios con fértiles. evidencias patrimoniales.

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general consistían en determinar las característi- cas y dimensiones de una unidad habitacional, el sistema de construcción de una terraza o de un montículo, entre otras. Las excavaciones fueron realizadas en las diversas secciones de cada uno de los asentamientos (fig. 4). Considerando el grado del eventual impacto por la obra, los plazos y recursos disponibles, así como los objetivos del proyecto, las excavaciones se restringieron en número; no obstante, fueron suficientes para determinar algunos aspectos que interesaban de los asentamientos, como fechas de ocupación y su carácter dentro del sistema regio-  Fig. 3 Calca de manifestación gráfico rupestre. nal, y al menos los rasgos generales de la filiación Ejemplo en sitio Encino Seco. cultural de sus habitantes, entre otros. Se efectuaron excavaciones arqueológicas en siete de los sitios registrados: La Chancla, Peñas- La presencia de manifestaciones gráfico­rupes- cos, La Nopalera, Encino Seco, La Cuartería, Pa- tres hizo necesaria la calca de las mismas, tanto rástaco y El Jagüey. El total de trazo restringido para preservar su existencia como para posibilitar para el desarrollo de la obra por la sct fue de su posterior estudio, pues en general se encon- 4+450 km, 8.2% del total del trazo carretero. traron deterioradas, ya sea por acción de los agen- Se estableció que una vez concluidas las labores tes naturales como la intemperie y la flora y fauna, de exploración arqueológica, y en función de que o por ser objeto del vandalismo que se efectúa las características y el estado de conservación en ellas a causa de la ignorancia y la indolencia de las evidencias patrimoniales registradas lo per- (fig. 3). mitieran, los tramos serían liberados de manera A la par del reconocimiento de superficie, se secuencial, lo cual ocurrió. consideró la necesidad de excavar en algunos de En esos sitios se obtuvieron materiales cerámi- los asentamientos localizados. Para ello se to- cos y líticos que fueron analizados y cuantificados maron en cuenta las características de los sitios, para obtener datos sobre las formas de vida de la tanto de sus elementos arquitectónicos como la gente que los generó. Éstos, en conjunción con los cantidad y calidad de otros materiales; su ubica- ción en el entorno de los asentamientos; la posi- bilidad de una mejor y mayor colecta de datos, así como su localización en relación con la obra que implicaría su probable afectación a corto o me- diano plazos; por otra parte, se consideró también su unicidad y representatividad. No se debe sos- layar el gran peso de la aquiescencia o reticencia hacia la obra por parte de los propietarios. Las excavaciones practicadas fueron de peque- ñas dimensiones, con áreas de 2 m por 1 m, y tuvieron como objetivo proveer de una secuencia estratigráfica y de ocupación de los asentamientos; las excavaciones de mayores dimensiones, princi- palmente las conocidas como calas, tuvieron el carácter de exploraciones extensivas, con tamaños  Fig. 4 Excavaciones arqueológicas en el palm. adecuados a las metas de excavación y que en Ejemplo en el sitio La Cuartería.

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en las evidencias arqueológicas. En función de lo anterior se consideraron factibles y adecuadas las modificaciones de trazo.1

Resultados

En el área de estudio se establecieron por fotoin- terpretación y análisis de imágenes satelitales 93 marcas potenciales, numeradas del 1 al 93, con probable presencia de evidencias arqueológicas; a dichas marcas se agregaron siete más durante la prospección, denominadas con letras de la A  Fig. 5 Registro de evidencias arqueológicas en a la G, para un total de 100 marcas por verificar. superficie. Ejemplo del sitio La Cuartería. De esas 100 marcas, la mitad no presentaron evidencias arqueológicas muebles o inmuebles; en obtenidos en otras fases del trabajo, se analizaron siete no fue posible verificarlas por diversas razo- y aquilataron para ofrecer una visión posible de nes, principalmente por seguridad para los inte- la evolución social de la zona bajo investigación. grantes; y en 43 casos fueron registradas eviden- El estudio tipológico de las colecciones cerá- cias patrimoniales muebles, inmuebles o de ambos micas permitió ubicar cronológicamente las ocu- tipos que arrojaron un total de 40 sitios con ves- paciones de los sitios registrados, establecer una tigios, pues en tres de los casos dos marcas dife- secuencia ocupacional y proponer las interaccio- rentes conforman un sitio. Para el total de sitios nes sociales inter o intrarregionales, y aunado al patrimoniales registrados se elaboró la cédula análisis lítico permitió generar propuestas de ob- respectiva. tención de materias primas. De 40 sitios registrados, dos corresponden a Con fines de protección, y para futuros estudios evidencias del siglo xx y los restantes 38 son de de las evidencias, se establecieron polígonos en origen prehispánico. En ocho de los 38 casos ar- los sitios arqueológicos Encino Seco, La Cuarte- queológicos se detectó la presencia de manifesta- ría, La Lagunita y Parástaco. ciones rupestres (figs. 6 y 7). Esta determinación del inah orilló a que la sct Del total de sitios patrimoniales, se plantearon generara una propuesta de nuevo trazo, en concre- labores de excavación en trece (32.5% de ese uni- to del cadenamiento 21+628 al km 24+300 y del verso) y en diez de ellos se establecieron restric- cadenamiento 25+922 al km 28+916, la cual al ser ciones iniciales para que la sct efectuara la obra evaluada —con base en el potencial impacto a las evidencias arqueológicas señaladas en las po- 1 Con todo, las labores arqueológicas no estuvieron exentas de las vicisitudes que le otorgan a la arqueología su toque ligonales de restricción total de obra (trazo rojo) de aventura, y en nuestros días incluso de disciplina y de amortiguamiento (trazo amarillo) de los cua- extrema: eventos derivados de múltiple factores, desde los tro sitios (fig. 5)—, se decidió que permitía liberar naturales, en particular de corte climático, que brindaron días de recorrido bajo una pertinaz lluvia o de las en su totalidad del potencial impacto a los sitios contrastantes condiciones de temperatura y las derivadas Encino Seco, La Cuartería y La Lagunita, y casi de la presencia de fauna natural y la inducida, como los en su totalidad al sitio de Parástaco, en cuyo caso enfrentamientos con serpientes y ganado bravo. Empero, la eventual afectación se centraría en la zona de no se puede soslayar que también incidieron las condicio­ nes sociales que impactan con crudeza al país y llegan a amortiguamiento, establecida por la dsa con afectar la seguridad personal, y que en nuestro caso —y ese objetivo, y que se encuentra lejana a la zona por fortuna— no pasaron de unos cuantos sustos. de evidencias arqueológicas de mayor relevancia. Asimismo, en algunos casos es inevitable lidiar con la incomprensión o los intereses de los dueños de los predios En esa área se efectuó un nuevo reconocimien- que se oponían a la construcción de la obra y, por ende, al to, y con ello se determinó que no existiría daño desarrollo del trabajo arqueológico.

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La presencia de estos sitios arqueológicos im- plicó la restricción para otorgar la autorización técnica y legal arqueológica de obra del proyecto carretero. Los sitios en que se determinó la res- tricción inicial son La Chancla, Peñascos, El Ja- güey, La Nopalera, Encino Seco, La Cuartería y Parástaco. En los otros seis sitios, de los trece en que se propuso inicialmente alguna labor de excavación, no se implicaba afectación por la obra, pero su exploración permitiría ampliar la definición de diversos temas académicos de interés para el pro- yecto arqueológico.  Fig. 6 Manifestaciones gráfico rupestres. Detalle Sin embargo, en todo momento se estuvo cons- de un panel en el sitio Barranca de los Monos. ciente que en esos casos se incrementaba la com- plejidad administrativa y operativa para efectuar las exploraciones en ellos. Por eso se plantearon siempre en segundo tér- mino, y siempre una vez cubiertas las labores in- dispensables establecidas en el convenio inah-sct. Al final, se determinó que no fueran explora- dos arqueológicamente los sitios Los Tecorrales, Casahuate, Tres Terrazas, Los Potros, Nube Larga 2 e Iratzio Viejo. Visto en conjunto, a partir del análisis de las  Fig. 7 Fragmentos cerámicos analizados. Ejemplo de tipo Agropecuaria y características de los ele- figurilla Alisado. mentos culturales y las imperantes condiciones naturales, fue posible de- finir dos subregiones de en esos tramos específicos: siete casos de índole corte arqueológico para el tramo prospectado con mayor y tres casos de menor impacto. base en el análisis de varios factores. Se determinó excavar arqueológicamente siete La existencia de dos subregiones arqueológicas sitios, en función de su potencial afectación por coincide e inclina a pensar su probable y estrecha el trazo carretero y por lo relevante de sus carac- relación con factores como son el tipo de suelo y terísticas; sólo fue posible explorar seis de ellos. su uso, los elementos geológicos y los componen- En todos los sitios la gestión para autorización de tes climáticos, que le otorgan unicidad natural a excavaciones se efectuó por conducto de la sct, las áreas y que se caracterizan por un marcado habida cuenta la afectación puntual y directa por cambio de composición de los horizontes edafo- la obra. lógicos.

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Estos factores debieron incidir en el tipo, ubi- y se procedió a utilizar el método de tipo/varie- cación espacial y distribución de los asentamien- dad. Se contó con el apoyo de estudios arqueo- tos humanos, sin olvidar el peso de la variable de lógicos realizados en las cuencas de Cuitzeo y su ubicación cronológica. Pátzcuaro, de la zona de y algunas in- La primera de tales subregiones se extiende de vestigaciones efectuadas en las áreas del vecino la playa sur de la laguna de Cuitzeo hasta 8 km en estado de Guanajuato (es el caso de las investiga- línea recta por el trazo carretero hacia el ponien- ciones de Hellen Pollard, Patricia Carot y Beatriz te, y la segunda, después de un espacio vacío de Braniff, principalmente). Con ello fue posible de- evidencias que abarca poco más de 11 km, des­ finir los tipos cerámicos y las fases ocupacionales. de la población de Jerécuaro hasta el final del tra- Se obtuvieron fragmentos de bordes, cuerpos, zo en las inmediaciones de Pátzcuaro, con los asas, y en algunos casos se reunió hasta 40% de restantes 37 km de trazo. la pieza, con lo cual fue posible definir formas Es decir, en el transecto del proyecto de cerca como cajetes, ollas, cazuelas, tecomates, cuencos, de 56 km la distribución de asentamientos res- pipas e incluso fragmentos de figurillas, y en al- ponde en gran medida a factores naturales, en gunos casos se observan huellas de uso tales como combinación con determinaciones de tipo social. restos de hollín. De manera específica, se establece que de 40 En la mayoría de elementos se pudo establecer áreas patrimoniales registradas en la prospección que su función primordial se enfocó a las labores de este proyecto, 20 (50%), se encuentran en te- domésticas, en concreto para almacenar y cocinar rrenos que presentan suelos de tipo Vertisol péli- alimentos; sin embargo, cabe señalar que también co o simplemente Vertisol, con una clara predo- existen fragmentos que indican uso en actividades minancia; catorce casos (35%) se encuentran en rituales, caracterizados por el acabado fino en la suelos de tipo Luvisol vértico, Luvisol crómico o superficie. sólo Luvisol, y con dos sitios cada uno, es decir Mientras en la decoración predomina el engo- 5% en cada caso, los suelos Litosol, Feozem lúvi- be en color rojo, bayo, café o crema; en el caso de co y Andosol, ya sea mólico o húmico. los policromos se registra el rojo sobre bayo o rojo Es decir, en el área de estudio se registraron sobre crema, el blanco, rojo y negro sobre bayo, sitios patrimoniales que se ubican preferentemen- tanto en tipos alisados o pulidos al interior o ex- te en suelos que refieren un alto potencial produc- terior. tivo para una amplia gama de bienes agrícolas o Los materiales que indican su uso ritual pre- de recursos boscosos, aun cuando implicaron un sentan decoración técnica al negativo, con el aca- gran esfuerzo de los antiguos habitantes para el bado en pulido o con excelente bruñido. aprovechamiento de los bienes naturales. Si in- No se puede dejar de lado los tipos alisados, tegramos los porcentajes de los tipos de suelo, que no contienen engobe o pintura y representan resulta que 85% de los asentamientos registrados la mayor cantidad de elementos arqueológicos en se ubica con marcada predominancia en cuatro algunos sitios (fig. 8). tipos de suelo: Vertisol pélico, Luvisol vértico, Para el material lítico se siguió el método tipo- Luvisol crómico y Luvisol con Feozem. lógico (García Cook, 1967; Rodríguez Lazcano, Significativamente, resalta la escasa o nula pre- 2005; Sliva, 1997), que considera como inicio de la sencia de ocupación de espacios en los que predo- clasificación diferenciar las materias primas de mine el suelo Feozem, que cuentan con moderada los artefactos (industria), para posteriormente o alta capacidad productiva. determinar la técnica de manufactura (género o Asimismo, es notable que los habitantes de la clase), la función general a la que fueron someti- época prehispánica se establecieran en áreas cer- dos (uso), la función específica a la que fueron canas a corrientes temporales de agua y a yaci- dedicados (categoría), las formas generales (fami- mientos de basalto. lia), las formas de las partes activas o funcionales En tanto, el análisis de materiales cerámicos se (tipo), y las formas particulares (variantes), si bien hizo con base en sus características de superficie, esta clasificación se orienta al aspecto tecnológico

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y elementos que proporcionen información clara respecto a la tecnología y manufactura. La mues- tra de este estudio se compone de 486 elementos, de los cuales 179 fueron recuperados en las exca- vaciones. En una primera observación para la identifica- ción de la materia prima, es notoria la presencia de elementos manufacturados con obsidiana, vi- drio volcánico generalmente de color negro que se forma cuando las lavas incandescentes se en- frían rápidamente; también se detecta la riolita, una roca ígnea extrusiva de textura afanítica pro- ducida por la solidificación del magma; también elementos elaborados en pedernal o sílex, que es una roca dura, compacta, afanítica, quebradiza, de fractura astillosa, de translúcida a opaca, de color  Fig. 8 Punta de proyectil bifacial, con muescas variado e incluso de basalto, que es una roca ígnea angulares. Ejemplo del sitio Peñascos (recupera- da en prospección). de grano fino y color oscuro (Mirambell, 2005; Pastrana, 2006; Pulido, Araiza y Grave, 1996). Respecto a la tecnología, la evidencia muestra de los artefactos con el fin de establecer la estructu­ una presencia notoria de artefactos tallados, como ra de las industrias de la materia prima empleada. son las navajillas prismáticas de obsidiana, los De esta manera se pueden determinar las acti- raspadores y las raederas; y pulidos, como las vidades sobre el material lítico que realizaron los manos de metates. Destacan los artefactos de antiguos habitantes de la región poniente de Mo- obsidiana, recurrentes en todos los sitios, princi- relia. palmente El Atascado, Parástaco, Cuartería, Pe- Debido a la factibilidad de estudiar todos los ñascos, La Chancla, Rancho Viejo de las Yácatas procesos empleados para elaborar un artefacto, y y Buenavista. con el objetivo de lograr una interpretación amplia Es importante señalar que la obsidiana es una respecto a la tecnología lítica, se realizó primera- materia prima mediante la cual, a través de la mente una clasificación con base en la materia identificación de sus diversas variantes de color y prima y la contabilidad de los materiales en su cantidad de artefactos, resulta posible inferir res- totalidad, incluyendo el material de desecho de pecto a cronología, identificación de talleres y manufactura, de gran importancia para la identi- relaciones comerciales. En este punto destaca el ficación de posibles talleres. sitio Rancho Viejo con la mayor cantidad de ele- No todos los sitios arqueológicos contaron con mentos de obsidiana, 28.9% del total de la mues- material arqueológico en superficie, aun cuando tra, ubicado en la cumbre de una elevación desde fue posible recuperar importantes elementos líti- la cual se pudo desarrollar un control visual de la cos de las excavaciones en los sitios Parástaco, La cuenca de Cuitzeo y, por ende, pudo ser un lugar Cuartería, Encino Seco, Peñascos y La Chancla. estratégico para intercambio. Se recolectaron un total de 912 elementos líti- En este sitio fue posible recuperar gran canti- cos, de los cuales 500 corresponden a los obteni- dad de elementos de obsidiana, principalmente dos en la fase de trabajo de superficie, y 412 fueron fragmentos de manufactura y desechos de talla recuperados durante las excavaciones en los siete relacionados con un núcleo subprismático y diver- sitios mencionados. Para un adecuado desarrollo sos artefactos tallados terminados, lo cual nos de la investigación y mejor manejo del material permite inferir la posibilidad de identificar al sitio recuperado, se conformó una muestra con base en Rancho Viejo como un taller de artefactos de ob- el registro fotográfico y valoración de artefactos, sidiana.

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La interpretación se basa en las relaciones de tapas de jarra elaborados con riolita, en el sitio de intercambio y aprovechamiento de los recursos La Cuartería, y un implemento también de riolita de la región circundante, con base en la identifi- —posiblemente empleado para el moldeo y lus- cación de las propiedades físicas de la obsidiana. trado de recipientes de cerámica—, hallado en el Al considerar los sitios con mayor cantidad de sitio de Parástaco y asociado a un entierro. elementos de obsidiana ya mencionados, 90.8% Finalmente, destacan dos esculturas de piedra corresponde a obsidiana de color gris (con sus basáltica registradas en Parástaco, uno de ellos variantes gris lechoso, gris oscuro, gris transpa- denominado “La mona”, por su peculiar forma rente), proveniente probablemente de los yaci- antropomorfa similar a un simio, y una escultura mientos locales de la región Zinapécuaro-Ucareo; de menor tamaño con forma fálica y rostro antro- menos de 1% corresponde a obsidiana marrón­ pomorfo, asociada a una de las principales estruc- rojiza, posiblemente proveniente del cerro Zinápa- turas del sitio, denominada “La Yácata”. ro; 5.4% corresponde a obsidiana verde, la cual Es decir, a partir del análisis de los materiales pudo haber provenido de la Sierra de las Navajas, líticos se puede señalar la existencia de dos etapas en el estado de Hidalgo, y poco menos de 3% en el panorama cultural: la primera se define por corresponde a la obsidiana negra (Pulido, Araiza la explotación y el aprovechamiento de los recur- y Grave, 1996). sos líticos de la región, así como por el abaste­ En este caso destacan los sitios Rancho Viejo, cimiento de obsidiana del Occidente y centro de Parástaco, La Cuartería, La Chancla y Buenavis- México, mediante el establecimiento de posibles ta, pues cuentan con presencia de obsidiana verde; movimientos de intercambio y definición de la La Cuartería dispone de la mayor cantidad, función de los sitios a través de las dos subregio- 56.25%, lo cual se relaciona con una ocupación nes del poniente de Morelia. durante el periodo Clásico; sin embargo, el resto La presencia de obsidiana es generalizada en la de la evidencia se relaciona con el registro cerá- región; sin embargo, el sitio Rancho Viejo —debi­ mico, convergiendo con la ocupación principal, es do a su localización geográfica en una zona eleva- decir, durante el periodo Posclásico temprano da de la cuenca de Cuitzeo, con control visual sobre (900­1100 d.C.). la misma— representa un área de talla y abasteci- Los principales artefactos de obsidiana son en miento de materia prima procedente de la Sierra su mayoría navajillas prismáticas (con o sin reto- de las Navajas, así como de Zináparo y Zinapécua- que lateral), así como raspadores, raederas, lascas ro, constituyéndose en tal caso como la puerta de retocadas y puntas de proyectil y, en menor fre- entrada de la obsidiana hacia la segunda subregión. cuencia, cuchillos y perforadores. Con la industria de riolita se observa el mismo Otros artefactos de menor presencia son los ela- panorama, siendo La Chancla el sitio de entrada borados de riolita y basalto. La Chancla es un sitio de esta materia prima hacia la otra subregión. que destaca por la abundante presencia de lascas En lo que respecta a la industria de basalto, la y desecho de riolita, principalmente gris y rojiza, distribución de la materia prima no parece impli- pudiendo fungir como un taller de este tipo de car un sitio de acceso y distribución de la misma. materia prima. Al igual que la obsidiana, la rioli- En la segunda etapa el desarrollo tecnológico ta se encuentra presente en casi todos los sitios. general de la región permite identificar una espe- Sobresalen los raspadores, raederas y afiladores. cialización en la manufactura de artefactos líticos En basalto únicamente se registraron artefactos de obsidiana y riolita, principalmente. En este elaborados con la técnica de pulido, como son sentido, la industria de la obsidiana se encuentra manos de metates asociados con terrazas en La representada por la elaboración de navajillas y Chancla, Peñascos, Parástaco y Buenavista, lo puntas de proyectil, dando origen a la especiali- cual se relaciona con el carácter doméstico de las zación mencionada principalmente en la segunda mismas terrazas. subregión, en tanto que en los sitios de la primera Se recuperaron también escasos artefactos con- subregión se observa una mayor cantidad de de- siderados “implementos”, como son dos posibles secho de manufactura y artefactos sin terminar.

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La industria de riolita, por otro lado, parece ser trados para la cuenca de Cuitzeo, pero esto ocurre una actividad manufacturera local de artefactos, principalmente en La Chancla, Peñascos y Ran- principalmente raspadores, tajadores, raederas y cho Viejo; los dos primeros cuentan con presencia cuchillos. La mayor especialización se localiza en de material cerámico y lítico a diferencia de Ran- la subregión de la cuenca de Cuitzeo, contrario a cho Viejo, donde es evidente una mayor densidad lo que se observa con la industria de obsidiana. de materiales líticos. Los elementos cerámicos y Cronológicamente, la evidencia de material lí- líticos indican su uso en la vida cotidiana para tico en la región del poniente de Morelia se asocia el almacenamiento, la preparación y el servicio de a la ocupación durante las fases temprana y tardía alimentos. del Posclásico (900­1525 d.C.). Así, se puede afir- La más temprana ocupación humana en los mar que la densidad de los elementos líticos es asentamientos de La Chancla, Rancho Viejo y directamente proporcional a la accesibilidad de la Peñascos, y en general los detectados en esta su- fuente de materia prima. bregión, tuvo lugar durante el periodo Clásico Vista en detalle, se puede afirmar que a partir (350­900 d.C.), con interacción cultural y comer- de la margen lacustre de Cuitzeo hasta la zona de cial con el Bajío guanajuatense y con la zona ve- derrames lávicos del Quinceo se encuentra una sub- cina de Zacapu, aunque esto no impedía sostener región edafológica, que es denominada por el inegi una relación comercial, quizás muy controlada, como “Subprovincia Sierras y Bajíos Michoacanos”. con algunos sitios del centro de México. En este espacio fueron registradas ocho áreas Aun cuando la característica primordial de es- con evidencias patrimoniales, numeradas del 1 al tos asentamientos es que son de corte habitacio- 8. Es decir, en una franja de 8 km se encontraron nal, el sitio Rancho Viejo puede ser definido como dispersos asentamientos humanos prehispánicos una zona de actividad de talla, manteniendo así de tipo doméstico, sin mayor presencia arquitec- un papel importante en la subregión, al constituir- tónica que algunos acomodamientos de piedras se como un lugar estratégico para el proceso de formando terrazas y en los que se puede determi- producción y de intercambio. nar mayor filiación con la zona denominada Bajío Los tres sitios mencionados en el párrafo pre- que con la meseta tarasca. cedente también presentan ocupación durante el La ocupación principal y más extensa para la Posclásico (900­1525 d.C.), particularmente Ran- subregión de Cuitzeo se presentó durante el pe- cho Viejo, pues si bien no se cuenta con tiestos riodo Clásico, y en algunos sitios permaneció que denoten su temporalidad durante el Posclási- hasta el Posclásico tardío, con probables relacio- co, su importancia está definida por ser una zona nes con los asentamientos ubicados en la zona hoy de manufactura lítica, cuyos productos continua- conocida como el Bajío. ron distribuyéndose hasta esta época. Estos ocho sitios arqueológicos cuentan con Mientras el asentamiento llamado La Chancla elementos materiales distintivos y comparativa- desaparece paulatinamente hacia la mitad del Pos- mente diversos a los sitios ubicados en la otra su- clásico, el de Peñascos crece debido a la influencia bregión, lo cual refuerza el planteamiento de estas proveniente de la zona de Pátzcuaro, al convertirse dos subregiones arqueológicas. probablemente en un lugar de paso para el comer- De la colección cerámica que se tiene para los cio o intercambio de productos entre las cuencas ocho sitios ubicados en la primera subregión, en de Cuitzeo y de Pátzcuaro. los denominados La Chancla y Peñascos se recu- Resalta del material estudiado el tipo cerámico peró material de excavación y se pudo definir con conocido como “Tres palos”, que presenta engobe mayor certidumbre la ocupación; esto permitió en color bayo, o los bicromo con engobe en color proponer rangos de temporalidad de los materia- crema que presenta una banda pintada en el borde les para los otros seis sitios, que se significan por en color rojo. Estos dos tipos cerámicos fueron la escasez de evidencias cerámicas en superficie. registrados en los ocho sitios de esta subregión, Los materiales arqueológicos son recurrentes relacionados con la fase llamada “Loma Alta 3”, en su tipología, semejante a la de los sitios regis- correspondiente al periodo Clásico (350­550 d.C.).

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Se presentó en formas de vasijas como cajetes, cajetes con soportes muy grandes tipo mamifor- cuencos y ollas utilizados para el uso doméstico. mes o campaniformes, identificados para la zona A manera de referencia, se debe mencionar que de Pátzcuaro. los sitios arqueológicos más cercanos que presen- También se encuentran bordes de olla con diá- tan estos tipos cerámicos son Cerro de la Bolita y metro de los 40 a 45 cm que cumplen la función el de Tres Cerritos, localizados en el municipio de de almacenamiento.2 Este sitio tuvo carácter ha- Cuitzeo al poniente y noreste del sitio La Chancla, bitacional y se encontraba ubicado en la ruta que respectivamente, los cuales tuvieron su apogeo comunicaba los lagos de Pátzcuaro y Cuitzeo. durante el Clásico y donde —además— la arqui- Los seis sitios restantes sólo cuentan con pre- tectura manifestó el estilo teotihuacano. sencia en la fase Loma Alta 3; la falta de material También se obtuvieron fragmentos de figurillas no permite ubicarlos en la misma temporalidad antropomorfas con características teotihuacanas, que el sitio Peñascos, mas por la cercanía proba- lo que hace pensar que se recibió influencia o se blemente fueron contemporáneos. mantuvo interacción y quizás intercambio comer- En síntesis, el sitio La Chancla presentó dos cial con el que significó el centro de poder y ur- ocupaciones humanas correspondientes al periodo bano de mayor importancia durante el periodo Clásico y Posclásico mesoamericano y que apro- Clásico. vechó la ladera de las estribaciones que se levan- A pesar de su escasez, los fragmentos de cerá- tan al sur del asentamiento, modificándola por mica rojo sobre gris indican que también existió medio de terrazas. contacto de los habitantes de la subregión en es- Es importante señalar que desde esa posición tudio con los grupos humanos de la hoy zona de el lago de Cuitzeo quedaría hacia el norte y a muy El Bajío guanajuatense. poca distancia, y si además consideramos que También se cuenta con algunos tiestos en el ocasionalmente el nivel de ese cuerpo de agua sitio La Chancla que se ubican para la fase Urichu debió subir varios metros, ello aproximaría al temprano, que corresponde al Posclásico tem- asentamiento y facilitaría la explotación de los prano (900­1100 d.C.). A manera de ejemplo, se recursos lacustres. mencionan los tipos Urichu café, con acabado rojo El asentamiento tuvo carácter doméstico, y es- so bre blanco sobre café al negativo y Urichu taba constituido por espacios habitacionales y rojo sobre bayo. áreas de baja producción lítica en obsidiana y rio- Uno de los sitios arqueológicos representativos lita, quizás al nivel de taller. En general, la parte y previamente estudiados es el de , baja de las terrazas fue utilizada para uso agríco- ubicado 15 km al noreste del sitio La Chancla; la, mientras las partes superiores se dedicaron al tuvo su mayor relevancia durante el Posclásico uso habitacional. temprano e incluso mantuvo su presencia hasta la En la actualidad, la parte superior de las terra- conquista española, por lo cual consideramos que zas del terreno en que se encuentra el sitio arqueo- mantuvo relaciones con La Chancla, entre otros. lógico está dedicada a la producción agrícola, pues Entre los materiales del sitio La Chancla se re- contiene más acumulación de sedimentos y la gistró un tipo cerámico con engobe bayo y una parte baja se encuentra en barbecho. banda en color rojo, y por debajo de ella un dise- El uso constante del suelo ha provocado la ño de forma reticulada en color de la banda, se- pérdida de los elementos arqueológicos, tanto mejante al tipo Coyotlatelco. los que se encuentran en la superficie como los Por su parte, el sitio Peñascos presenta tiestos que se lo calizan en los primeros 20 cm del sedi- de la Fase Loma Alta 3, pero su secuencia ocupa- mento (fig. 9). cional llega hasta el Posclásico tardío y uno de los tipos más destacados es el llamado Sipiho gris 2 Cabe mencionar la presencia de un tiesto correspondiente (fase Tariacuri, 1350­1525 d.C.); este tipo presen- a una botija u olivera con engobe crema y verde vidriado ta una decoración muy elaborada con base en rojo, se ubica para la época colonial, con función de almace­ negro, blanco y crema. Un ejemplo de ello son los naje.

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filiación cultural. Un elemento importante radica en que incluso en nuestros días el agua es escasa, a excepción de la que se presenta por las precipi- taciones pluviales y la que se conserva en las aguadas. La segunda de las subregiones propuestas se ubica en parte de lo que es la Subprovincia Neo- volcánica Tarasca, y en este caso abarca de los derrames lávicos en las inmediaciones del cerro del Quinceo hasta Pátzcuaro al final del trazo, en un tramo del proyecto carretero cercano a 37 km. En esta franja se ubican 32 de los asentamien- tos registrados, de los cuales 31 son prehispáni­  Fig. 9 Terrazas en el sitio arqueológico La cos, con marcado corte habitacional, y 27 de ellos Chancla, con rastros de cultivo. se con centran en los primeros 15.5 km. Se destacaría una marcada ocupación en la zona cercana a las poblaciones de Capula y Cuto Por su parte, el sitio arqueológico Peñascos no de la Esperanza, con el registro de sitios como Pa- cuenta con arquitectura de carácter monumental, rástaco, Encino Seco, La Lagunita, El Atascado y en tanto la civil no corresponde a edificaciones La Cuartería, los más relevantes de acuerdo con perdurables. Lo más probable es que haya sido las evidencias arqueológicas, dada su ubicación, una pequeña aldea, poblada durante el periodo extensión, calidad y cantidad; por ello se propone Posclásico por gente vinculada con los habitantes que representaban el centro de control adminis- de diversos sitios localizados en la ribera del trativo y religioso del área, además de constituir- lago de Cuitzeo. se como la mayor concentración humana de la Estos grupos canalizaron su esfuerzo a in- región para la época. crementar el espesor de sedimentos a partir de De manera significativa, los cuatro sitios ar- construir terrazas agrícolas y habitacionales, queológicos restantes se ubican en los poco más y corresponde al área que ocupa la porción po- de 19 km que abarcan hasta el final del trazo, pero niente del sitio. aún dentro de la subprovincia Neovolcánica Ta- Es decir, en esta subregión la ocupación prin- rasca. cipal y más extensa se presenta durante el Clásico Esta subregión cuenta con mayor presencia de y en algunos casos durante el Posclásico tardío, con asentamientos humanos durante la época pre- contactos con la zona de influencia o presencia teo- hispánica, tal como ocurre hoy, y con ocupaciones tihuacana y con el Bajío, aunque en menor grado. desarrolladas principalmente en el mismo pe- Al término de esta subregión se encuentra una riodo; es decir, fueron contemporáneos al menos franja de poco más de 11 km, la cual abarca del durante el Posclásico, aunque con ocupación más km 8 al km 19+300 del cadenamiento de la obra extensa e intensa iniciada durante el Posclásico y no fue ocupada por grupos humanos prehispá- temprano y se prolongó hasta el Posclásico tardío, nicos, o al menos no se registraron evidencias ar- con marcado énfasis durante el Posclásico me- queológicas, a pesar de disponer de adecuadas dio; en esta época se volvió propicia la concentra- características para la producción agrícola en tér- ción de una gran cantidad de personas, como es minos edafológicos y de usos potenciales, pues se patente también en el caso de los sitios Nube Lar- caracteriza por sus suelos Feozem, todavía con ga, Iratzio Viejo y Buenavista. importante presencia boscosa, lo que lo hacía al- La mayoría de asentamientos presentan eviden- tamente aprovechable en ese rubro. cias de tipo doméstico; concretamente en los sitios Por ello, se propone que esta zona se constitu- arqueológicos de Encino Seco, La Cuartería y yó como una frontera entre grupos de diferente Parástaco se cuenta además con evidencias de

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varios tipos, indicativas de que ahí tuvo lugar el desarrollo de actividades que los caracterizó como centros de control y de ceremonias rituales. Los materiales de construcción son locales, tierra y rocas de basalto, básicamente, y en gene- ral el sistema constructivo consistió en amontonar rocas para crear un recubrimiento (cara expuesta) y los pisos de las habitaciones y muretes con rocas seleccionadas por sus dimensiones, sin ser objeto de mayores trabajos o acondicionamientos y co- locándolas con la cara más tersa hacia la fachada. Los intersticios se cubrían con fragmentos de las mismas rocas a manera de junteo y con lodo como material aglutinante. En algunos casos de  Fig. 10 Montículos en el sitio arqueológico El espacios con características habitacionales se uti- Jagüey. lizaron rocas de basalto careadas en los umbrales de las habitaciones. Los espacios habitacionales presentan en pro- rrollo de las prácticas cívico­religiosas e incluso medio de 25 a 30 m2 de ocupación, lo que por el control administrativo del lugar. analogía etnográfica (Binford, 1988) se considera Un asentamiento que sobresale en esta subre- común para una familia nuclear (conformada por gión es Encino Seco, caracterizado por la pre- cinco miembros), con accesos y orientaciones va- sencia de varios petrograbados ubicados en las riables en función de las condiciones específicas inmediaciones de los basamentos de evidente uso del terreno ocupado. ritual, cuya más importante ocupación correspon- En este tema sobresale el caso del sitio La de al Posclásico tardío y resulta escasa para el Cuartería por la corta distancia mantenida entre Posclásico temprano. las habitaciones, e incluso con la creación de pa- En concreto, el sitio arqueológico Parástaco sillos y vialidades, lo cual permitió evitar el haci- corresponde a un asentamiento de grandes dimen- namiento. siones que ocupa un área de 2.7 km2; se ubica en En términos generales, la actividad agrícola se un malpaís originado por los enfriamientos de desarrolló en áreas de terrazas naturales o acon- coladas de lava emitidas por dos volcanes locali- dicionadas, en partes bajas de las lomas y en va- zados 5 km al norte y 7 km al norponiente del lles, pero siempre en procura de no utilizar zonas asentamiento. inundables, situación frecuente en esta área, ex- El terreno se conformó a partir de una colada cepto que éstas hayan permitido los cultivos en de lava que al transcurrir por la pendiente fue aco- época de secas, lo cual en su caso permitiría un modando sus materiales eruptivos en un irregular mayor y óptimo aprovechamiento de las áreas cono de deyección, el cual dio lugar a la formación productivas y los recursos naturales (fig. 10). de planicies, lomas y valles intermontanos alter- La función de los sitios Parástaco y La Cuar- nados e interdigitados. tería fue fundamentalmente habitacional, aunque Los grupos humanos que ocuparon este asen- el primero tuvo una sección de claro carácter ce- tamiento le otorgaron a los espacios particula- remonial. En ambos casos el área habitacional se res distintos usos claramente definidos: las partes encuentra en la parte baja del asentamiento; es altas del malpaís, lomas y planicies, fueron ocu- decir, donde el malpaís da paso a una planicie o a padas como espacios de uso habitacional y cívico­ zonas inundables, por lo que cabe la posibilidad religioso, acaso por huertos asociados a las casas de que hayan estado ocupadas por productores habitación del lugar (figs. 11 y 12). primarios agrícolas; la parte superior del sitio per- Por su parte, las laderas y los valles fueron uti- mitió la ocupación por la elite, así como al desa- lizados como espacios productivos agrícolas, las

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Los espacios de la parte oriental del malpaís, aptos para labores agrícolas, recientemente han visto cambiada su vocación productiva, pues han sido lotificados con fines habitacionales, dán- dose un abandono temporal de los terrenos, mis- mos que ocasionalmente son utilizados como pastizales para el ganado vacuno de los vecinos de la comunidad de Tacícuaro, antiguos propieta- rios de estos lugares. Las terrazas fueron construidas aprovechando el afloramiento natural de las rocas que predomi- nan en el terreno (malpaís), posiblemente como una forma para el mejor aprovechamiento del  Fig. 11 Afloramientos aprovechados en el sitio agua de lluvia. Un dato interesante radica en que arqueológico Parástaco. varias terrazas se encuentran en un área inunda- ble, posiblemente utilizada con fines agrícolas, aunque la evidencia de material cerámico en di- chas terrazas significa que posiblemente su uso también fue habitacional, con el fin de aprovechar al máximo la extensión de las zonas inundables, propicias para la siembra. La parte superior de las terrazas era utilizada principalmente para talleres o áreas de manufac- tura de objetos, complementando el área habita- cional ubicada en las terrazas. La zona suroriental del sitio indica un momen- to importante de ocupación habitacional para el último momento de vida del mismo; probablemen- te en las zonas más altas (llanos con alto conteni-  Fig. 12 Probable yácata en el sitio arqueológico do de tierra agrícola sobre el malpaís) los antiguos Parástaco. ocupantes del sitio arqueológico habitaban junto a sus tierras de cultivo, aprovechando lo plano del relieve y su productividad. primeras fueron muchas veces acondicionadas Los espacios ocupados con fines habitacionales con muros de retención, formando grandes zonas en las terrazas del sitio arqueológico de Parástaco de terrazas. Los muros de contención fueron cons- son de reducidas dimensiones: no rebasan 7 m por truidos con los materiales propios del sitio; los 5 m; los espacios estarían encaminados a alojar a valles generalmente fueron áreas inundables un grupo de personas no mayor de cinco miem- explotadas de manera especializada, aunque no se bros, quienes efectuarían labores de cultivo hor- puede precisar en este caso las especies concretas. tícola en las terrazas, y de cocina, descanso y otras Durante el Posclásico, principalmente en la manualidades en el interior y parte en el exterior parte alta de la loma se registraron cuatro áreas inmediato. dedicadas a las actividades cívico­administrati- Hacia el noreste de Parástaco, y a sólo 4 km, se vas, de acuerdo con sus características arquitectó­ localiza el sitio de La Cuartería, que ocupa un área nicas y con el patrón de asentamiento: las plazas, de 32 mil m2. Está localizado en una loma con una probable cancha de juego de pelota, y por la pendiente hacia el noroeste, y es parte del talud presencia de basamentos piramidales conocidos norte de un cono volcánico no completamente localmente como yácatas. conformado, tal vez una chimenea, la cual eviden-

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temente fue modificada en su estructura original ellas fuera mínima o nula; conforme se aplica la para adaptarla a usos habitacionales. mezcla se va aplanando hasta tener el grosor de- La roca madre corresponde a un sustrato de seado y, sobre todo, un nivel uniforme. origen basáltico depositado durante la actividad Así, pues, en el sitio La Cuartería los elementos eruptiva del volcán mencionado. Su parte más constructivos, las dimensiones de los espacios ha- norteña está cubierta por espacios de función do- bitables asociados a la amplia distribución de méstica claramente definidos y ubicados en am- las habitaciones, su ubicación en terrazas de dife- plias terrazas que permitieron suavizar la pendien- rentes niveles y la claramente definida vialidad, te al nivelar los terrenos con el trazo de terrazas sugieren que la loma de La Cuartería tuvo emi- y, al menos, una larga calle que atraviesa el sitio nentemente uso habitacional para grupos de elite, de sur a norte. pues no existen muestras, al menos arquitectóni- Al sur del asentamiento se localiza un pequeño cas o constructivas, que sugieran hacinamiento espacio ceremonial rodeado de pequeñas habita- poblacional. Aunque existen algunas estructu- ciones, que contrastan por su tamaño con las de ras que pudieron tener un uso cívico­religioso, la parte norte del sitio. éstas son mínimas y se localizan al sur de la loma. La loma cuenta con franjas de alto potencial Tomando como referencia el centro del sitio La productivo agrícola, localizadas al noroeste y al Cuartería, un kilómetro hacia el noreste se loca- poniente; esta última también es una zona inun- liza el sitio Encino Seco, caracterizado por una dable desde tiempos remotos. Esta loma hoy es serie de pequeños afloramientos acondicionados utilizada como pastizal para alimentar ganado a manera de basamentos escalonados, a los cuales vacuno productor de leche, uno de los principales se encuentran asociados petrograbados con figu- sistemas productivos realizados por los habitantes ras abstractas que representan espirales y líneas de Cuto de la Esperanza. paralelas, lo cual sugiere que este sitio puede ser La loma en que se ubica el sitio arqueológico considerado un importante espacio de uso cere- La Cuartería presenta terrazas naturales acondi- monial, de relevancia semejante a los tres locali- cionadas para permitir el establecimiento de un zados en el sitio Parástaco. espacio habitacional correspondiente a un asenta- Es decir, más que para uso habitacional, el sitio miento de nivel social alto, por lo menos para el arqueológico Encino Seco estuvo encaminado a final del periodo Clásico y durante el Posclásico la realización de manifestaciones de corte ri- temprano. tual, por ello los espacios habitables son aún más Todo indica que es en esta época cuando en las reducidos que los de la región, hablando en térmi- partes poniente y sur del sitio se ubicaron las es- nos de familias nucleares. Para sus fines construc- tructuras de uso ritual, mientras al centro, y en la tivos, utilizaron materiales del lugar procurando parte más alta, se localizaron los lugares habita- colocar las rocas seleccionadas con la cara más cionales sin hacinar, en tanto las partes más bajas plana a la vista y unidas con lodo. Se detectó una fueron dedicadas a la agricultura. sola ocupación correspondiente al Posclásico, con El sistema constructivo relacionado con su ubi- construcciones habitacionales de reducidas di- cación en las terrazas permite inferir que el espa- mensiones y la presencia de ocho elevaciones tipo cio tuvo vocación habitacional, ocupando áreas montículos, asociados a un conjunto de grabados lejanas a las inundaciones y cercanas a las áreas rupestres. inundables y productivas. Destacan elementos ar- Por otro lado, se determinó que el sitio arqueo- quitectónicos como el utilizado en los pisos de los lógico La Nopalera no es de temporalidad pre- cuartos, el cual consiste en la aplicación, a partir hispánica; sin embargo, se logró definir el área de una primera capa o aplanado de rocas coloca- excavada como una zona de terrazas, aprovechan- das bajo un mismo patrón, de una mezcla de tierra do la elevación natural del terreno y los escurri- con arcilla en las uniones de las piedras, y con la mientos pluviales. ayuda de guijarros pequeños y planos utilizados En cuanto a los bienes muebles cerámicos, en como juntas se lograba que la movilidad entre esta subregión existe más variedad de tipos cerá-

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micos en términos comparativos con los sitios Para el Posclásico tardío se definieron los tipos recuperados en la subregión de Cuitzeo. Los si- Tariacuri café y Tarerio crema, en la fase Taria- tios presentan ocupación durante el Posclásico curi (1350­1525 d.C.), y consta de formas como temprano y el Posclásico tardío, con tipos cerámi- cajetes y jarras. El primero de ellos sólo se encon- cos en su mayoría monocromos pulidos en color tró en Parástaco, y el segundo tanto en este asen- rojo, café o crema, así como los que carecen de tamiento como en Encino Seco y el La Cuartería. decoración o engobe alguno, con el acabado de la Este último es de más uso común, presentando un superficie únicamente alisado. acabado de superficie pulido y en algunos casos Las formas predominantes son cajetes, ollas, con la aplicación de engobe alisado. cazuelas, tecomates y cuencos, varios con bordes Los tipos decorados son el Yaraguato crema, de 45 cm de diámetro, utilizados para el almace- el Sipiho gris con diseños geométricos y técnica namiento y la preparación de los alimentos lo que al negativo, presentes en cajetes, ollas y jarras con refiere el uso doméstico; algunos de estos frag- el grosor en sus paredes de 4 o 5 mm. Los encon- mentos presentan restos de hollín en la parte de la trados en Parástaco son para uso de la elite, pues base, debido a una constante exposición al fuego. cuentan con decoración más sofisticada, diseños En tanto, el uso de las vasijas policromas se geométricos y un acabo bruñido, y fueron utiliza- encaminó al servicio de alimentos; cabe destacar dos para el servicio de alimentos. que algunos tipos policromos han sido estableci- La ocupación de los tres sitios da inicio durante dos para ocupaciones durante el Posclásico medio. el Posclásico temprano hasta el Posclásico tardío, Es indudable que los sitios ubicados en la cer- pero a pesar de tener una amplia temporalidad, es canía de Pátzcuaro tuvieron mayor contacto con hasta el Posclásico medio cuando se registra una Tzintzuntzan, el asentamiento de mayor impor- ocupación más extensa. Además, la interacción tancia en esa zona, lo cual se puede apreciar en con la comunidad vecina de Pátzcuaro estuvo pre- los fragmentos de olla o jarra con paredes muy sente, y evidencia de ello son las vasijas con pa- del gadas, con espesor que va de 4 a 6 mm, con redes muy delgadas y las decoraciones en rojo, engobe en color rojo y acabado bruñido, elemen- blanco, negro sobre crema con o sin negativo, y tos característicos de la región. acabado bruñido con el estilo peculiar de la zona. Los asentamientos de Parástaco, La Cuartería La interacción con sitios ubicados al norte, en y Encino Seco estuvieron presentes a partir de la la zona de Zacapu, pudo ser solamente durante el fase Urichu temprano (900­1100 d.C.) correspon- Posclásico temprano, si tomamos en cuenta la si- diente al Posclásico temprano, y probablemente militud de los tipos encontrados en los tres sitios. su ocupación dé inicio un poco antes, a finales del Para entender de manera más acertada el pro- Epiclásico, si se considera la presencia de la cerá- ceso histórico y social de la región, se realizó el mica de la fase Lupe en el tipo Urichu, parecida análisis de algunas fuentes históricas, y con base al tipo Urichu bayo en la fase Urichu temprano, en los documentos de archivo queda patente el ambos con un engobe en color bayo y pintura en ingente proceso de apropiación de las tierras cer- color rojo con acabado pulido. canas a las ciudades o poblaciones ocupadas ya La decoración plasmada en algunos de los ties- en ese momento con población española, que tos tipo Copujo rojo y blanco sobre crema y Co- buscaba la transformación productiva de la re- pujo rojo y blanco sobre crema al negativo en la gión mediante procesos agropecuarios, principal- fase Urichu tardío para el Posclásico medio (1000­ mente durante el siglo xvi y el primer cuarto del 1350 d. C.), que predomina en la forma de cajete, siglo xvii. indica que eran de uso preferente e incluso exclu- También fue posible analizar algunos do- sivo de la elite. cumentos que reflejan el cambio social desde el También fue posible definir los que son de punto de vista de la captación de impuestos o la uso más personal o incluso ritual, como el tipo revisión de determinaciones y abusos previos, te- rojo con diseño al negativo para la fase Urichu mas con mayor presencia durante el siglo xviii o tardío, presentes en Parástaco y Encino Seco. de los conflictos bélicos a inicios del siglo xix.

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Así, para los siglos xvi y xvii se exacerbó el proceso de apropiación de la tierra indígena y se impuso un cambio en su vocación para transfor- marla en terrenos de pastoreo de ganado mayor y menor, con las consecuencias en las condiciones productivas agrícolas del suelo, así como la obli- gada migración de los “naturales”, quienes busca- ban mantener su existencia ante las presiones de los ibéricos para apropiarse de tierras a las que incluso llegan a caracterizar como “abandonadas” e “inútiles”. Es innegable que conforme avanzaba el proce- so de coloniaje aumentó la presión por la tierra también por parte de otros grupos, como los crio- llos y los mestizos. Al aplicar un procedimiento que explicitaba una sui generis consulta pública se avalaron y le- galizaron las determinaciones resultantes. El gru- po social afectado, “los naturales”, se encontraba en posición de desventaja por la carencia de co- municación en su idioma y por desconocimiento de las implicaciones legales sobre su participación en esa consulta, con lo que validaron los veredic-  Fig. 13 Mapa “Tarímbaro y Cuiseo; Valladolid, tos sobre la transición de la tenencia de la tierra. Mich.”, agn, Tierras 2682, exp. 19, f. 23. En los documentos se resalta la distinción plas- mada entre las denominadas “tierras de labor”, que eran entendidas de acuerdo con su “calidad superior”, y con la facilidad de aprovechamiento indispensable construcción de caminos durante de agua, tierras que por lo mismo eran dedicadas las convulsas repúblicas mexicanas. al cultivo de trigo. Es manifiesto que, en contraste con los resul- En contraposición se encontraban las denomi- tados del estudio arqueológico para la época pre- nadas “sementeras”, que por lo general se ubica- hispánica, a partir del siglo xvi no se encontraron ban en planos entre tierras pedregosas, la mayoría diferencias de ocupación del espacio entre las carentes de agua y en las que se sembraba maíz, subregiones en el área de estudio. es decir, cultivos para los naturales (fig. 13). Las formas de organizarse, ocupar el espacio y Ya en el siglo xviii los casos procesuales, más de vivir responden a un modelo generalizado que que enfilarse a solicitud de tierras, se encaminaron privilegió para los españoles el usufructo extensi- a las disputas por terrenos entre particulares o vo e intensivo por cultivo de trigo y pastoreo de entre particulares y poblaciones; se iniciaba la reses, cabras y ovejas en tierras con alta capacidad manifestación de manera radical con las primeras productiva y con agua permanente, cuya vocación reacciones explícitas de lo decidido 200 años an- anterior diversificaba la producción. tes, con disputas incluso entre los mismos here- Aunque el modelo prehispánico pudo ser de apli- deros de los expoliadores originales. cación generalizada, las formas concretas de apro- En tanto, en los documentos revisados del siglo piarse correspondían a privilegiar las estrategias xix se presentan aspectos que refieren ya de ma- y mecanismos basados en la potencialidad de los nera abierta la convulsión social generada por 300 recursos naturales particulares de cada región. años de ocupación de tierras y apropiación de Este cambio en el orden productivo y de la te- bienes por parte del poder español, así como la nencia de la tierra implicó la disminución de la

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población y su migración, además de que se otor- Para ello, se entendió en todo momento que el gó a los indígenas terrenos con menor capacidad trazo carretero estudiado es un transecto aleato- productiva a los que poseían sus antepasados, y rio en términos arqueológicos; es decir, es un área en la práctica los limitaban aún más con los mo- no establecida en su origen por conceptos patri- vimientos del ganado ibérico. moniales o académicos, sino definida en función Así, en las cinco primeras generaciones poste- de consideraciones ajenas a las labores específicas riores a la conquista española, los herederos de los que desarrolla el inah, y en concreto la arqueo- habitantes de la zona y de sus comunidades suje- logía. tas vivieron el proceso de expolio y desarraigo de Un dato significativo consiste en que el área sus bienes, pues en los años siguientes al estableci- específica no contaba con trabajos arqueológicos miento del dominio ibérico sufrieron la transición previos, o bien que labores anteriores como sería de la tenencia de la tierra y la modificación del el caso del Catálogo Nacional de Sitios Arqueo- uso del suelo, el intenso y desmedido proceso de lógicos y el Procede no ofrecieron los resultados acaparamiento y la pérdida de los bienes, así como esperados, en tanto la carencia de datos oficiales la llegada de mano de obra extraña, también sub- en la Dirección de Registro Público de Zonas y yugada, que sustituyó a su mermada población. Monumentos Arqueológicos del inah (drpzma), Estaban ya a la vista las consecuencias sociales en el Centro inah Michoacán o en publicaciones de tomar determinaciones por parte de los pode- sobre la existencia y características de los asenta- rosos que deciden sobre pueblos, bajo leyes que mientos humanos prehispánicos, principalmente privilegian el usufructo desmedido de bienes por para la zona de Tacícuaro y Capula. lo general ajenos y que son enajenados por quienes Por ello se decidió organizar la investigación dominan en un principio con armas, pero funda- también como una oportunidad para resolver al- mentalmente con presiones ideológicas. gunos planteamientos académicos acordes con las posibilidades de que el área podría sustentarse, con el presupuesto disponible y los tiempos pro- Conclusiones gramados, como se indicó en el proyecto arqueo- lógico respectivo. Los objetivos del proyecto arqueológico se enca- Así, entre los objetivos académicos iniciales minaron a definir, en la medida de lo posible, las resalta que las evidencias arqueológicas se en- características de la ocupación humana en el área, cuentran en un espacio natural, al cual evidencia tanto en sentido de extensión espacial como en su que en todo momento los seres humanos realizan posición cronológica, la secuencia ocupacional y sus actividades en un escenario que posibilita su la precisión sobre las actividades desarrolladas a vida, pero a su vez les pone fronteras asumidas lo largo de un extenso proceso histórico que abar- como retos. ca cerca de 1 700 años. Por lo mismo, una de las primeras labores con- A la par, y como objetivo institucional funda- sistió en definir las condiciones naturales del área mental, se logró evitar afectaciones mayores en en que se efectuaría el proyecto carretero, para espacios con evidencias patrimoniales por el de- establecer sus características y la potencialidad sarrollo de la obra, con base en la instrumentación del entorno. de las estrategias técnicas y legales instituciona- Se determinó la ubicación geográfica, topográ- les que se plantearon en los dictámenes técnicos fica, edafológica y geológica, así como las carac- arqueológicos. terísticas generales de los sitios arqueológicos en Cabe resaltar que en algunos casos de tramos cuanto sus dimensiones, cronologías, potencia­ concretos se solicitó a la sct la modificación del les productivos y probables relaciones culturales; proyecto constructivo, con base en la presencia de estos espacios, con evidencias culturales ar- vestigios arqueológicos de relevancia mayor; la queológicas, se encuentran en el área de obra con dependencia federal aceptó y modificó el proyec- impacto directo e indirecto por la carretera Libra- to (fig. 14). miento Morelia.

07Arqueologia47.indd 139 7/16/14 2:02 PM 140 ARQUEOLOGÍA 47 • enero-abril 2014 ig. 14 Trazo carretero que afectaba a los sitios arqueológicos que afectaba Encino Seco, La Lagunita, carretero La Cuartería y Parástaco. Trazo 14 ig. F 

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Asimismo, fue posible determinar los factores vez que no es aleatoria la distribución de sitios de distribución espacial y las características de las arqueológicos. modificaciones de los asentamientos humanos en Es decir, es probable que las funciones y exis- sus diversas etapas; se definió una secuencia ocu- tencia de los asentamientos dependiera de la de- pacional general de las comunidades prehispáni- terminación del grupo en el poder, al menos para cas, y se avanzó en la definición de los probables el periodo Posclásico, y por lo tanto gravitara al- grupos de comunidades, sus redes y los mecanis- rededor de los recursos explotables en la zona, mos de interacción durante la época prehispánica principalmente los de corte agrícola, lacustre y en el área de obra. forestal, los que en conjunto o por separado gene- De la misma forma, se profundizó en propues- raban algún interés por parte de los grupos diri- tas concretas sobre los mecanismos de la dinámi- gentes. ca sociocultural para el desarrollo de las comu- En algunos casos la ubicación de los asenta- nidades humanas prehispánicas, que se generan a mientos se caracterizó por la escasa presencia de partir de sus propios impulsos internos o como evidencias arqueológicas expuestas en superficie, resultado de la influencia e intervención de grupos por su amplia dispersión y por su ubicación en externos. áreas reducidas, lo que representa la existencia y Se registraron múltiples, diversas e importantes desarrollo de pequeños grupos asentados en un am- áreas con bienes patrimoniales, a pesar de que la plio espacio y dedicados a las labores de producción zona de estudio ha sido objeto de amplios y per- y aprovechamiento de los bienes al alcance. manentes impactos por las transformaciones en el Sin embargo, poco se pudo avanzar en la pro- uso del suelo, desde el pasado remoto con labores puesta de la existencia de redes de distribución de agrícolas y ganaderas hasta épocas recientes (fi­ recursos, con evidencia de centros de control, lo na les del siglo xx a la fecha), con impactos de cual permitiría perpetuar la forma de organiza- cor te agroindustrial (granjas avícolas), industrial ción de los grupos prehispánicos. (canteras y minas) y urbano (unidades habitacio- Esa posibilidad se ve limitada por las caracte- nales, servicios varios y basureros). rísticas de los indicadores, pues en su mayoría En algunos sitios es muy alta la remoción de están referidos a asentamientos de reducidas di- las evidencias, por lo que su presencia se limita a mensiones y con escasa ocupación, además del la superficie o a los primeros 30 cm del depósito. irrefrenable deterioro del entorno y el depósito De manera general, se puede afirmar que en el arqueológico. Se subraya como una asignatura registro arqueológico se observan marcadas dife- pendiente. rencias sociales al interior de los grupos humanos, Contrario a lo que se esperaba, a partir de los sin soslayar que también las diferencias son pa- resultados de los estudios previos para el área Oc- tentes en el uso que le otorgaron al suelo, pues cidente en general —y para la zona en particu- resulta posible definir usos habitacional, ritual, lar—, fue posible ubicar espacios con evidencias administrativo o productivo. mayores, como es el caso de un conjunto de sitios De la misma forma, se constata la existencia de arqueológicos que se propone conformarían un una ineludible relación de los grupos humanos con asentamiento único. el ambiente y los recursos disponibles, bajo una Sin embargo, la mayoría de las ocupaciones perspectiva de control político por parte de grupos humanas definidas se caracterizan por sus redu- dominantes. cidas dimensiones, su escasa extensión en el tiem- Por ello se plantea como propuesta, y eventual po e incluso por lo somero de su presencia en el tema de investigación futura para la zona, el hecho contexto arqueológico. que durante la época prehispánica la ocupación En función de que se complementan funcional- de los espacios específicos y la distribución de los mente y comparten características constructivas, asentamientos no fue autónoma, pues atendía a un materiales arqueológicos, componentes edafoló- plan mayor de tipo social y político impuesto por gicos y topográficos, fases de ocupación, y que la el poder centralizado en la cabecera política, toda distancia entre uno y otro es reducida, del orden

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de 5 km, se propone que los sitios arqueológi- pervisión de obra en el área de impacto de los cos de Parástaco, El Atascado, La Lagunita, La sitios arqueológicos La Chancla, Peñascos, Enci- Cuartería y Encino Seco formaron parte de una no Seco, La Cuartería, La Lagunita y principal- misma estructura urbana. mente Parástaco, además de las correspondientes Fue posible definir algunos enclaves que repre- a las que se efectúen con motivo de la apertura de sentaron durante la época prehispánica el poder los caminos de acceso y aprovechamiento de ban- de corte administrativo y de control, a partir de cos de material. sus posiciones estratégicas, su diversidad de ma- De la misma manera, se considera conveniente teriales y la carencia de evidencias de ocupación desarrollar un proyecto de investigación regional, doméstica. que permita profundizar en el conocimiento de En cuanto a la ocupación del espacio, resalta el los procesos sociales históricos de la zona. aprovechamiento generalizado de los lugares de En la actualidad, los sitios arqueológicos regis- malpaís, espacios que fueron acondicionados para trados de manera individual como son Parástaco, desarrollar labores de habitación, producción y El Atascado, La Lagunita, La Cuartería y Encino administración, situación que se generaliza prin- Seco conforman un corredor arqueológico de gran cipalmente en la segunda subregión. importancia, por encontrarse cerca de la ciudad Cabe destacar que las ocupaciones humanas de Morelia y, más aún, por ubicarse en una zona prehispánicas se establecieron de manera prefe- que se encuentra en alto riesgo por el constante rente en lomas bajas, y los acondicionamientos de desarrollo urbano y la consecuente demanda de los terrenos consistieron en la nivelación de la infraestructura, como es evidente en muchas zo- accidentada topografía, a través de la construcción nas metropolitanas de las principales ciudades de de muros de contención con el objetivo de crear nuestro país. espacios más amplios y evitar la pérdida de sedi- Es por ello que se plantea la necesidad de con- mentos, así como crear terrazas de diversa magni­ formar un proyecto de gestión arqueológica regio- tud y morfología que intensificaron y extendieron nal, con el que se impulsen nuevas y más extensas las posibilidades de los asentamientos. y profundas investigaciones, además de la crea- De tal forma, estos asentamientos comparten ción de áreas de protección reconocidas, sin sos- la característica de ubicarse en afloramientos ro- layar que se considere su eventual disfrute cultural cosos acondicionados con el objetivo de establecer público bajo un programa de protección, conser- viviendas e impulsar la producción agrícola, in- vación y divulgación. cluso a nivel hortícola, en terrazas y en las franjas aluviales que sufren los embates de las inundacio- nes o para la creación de motivos de manifesta- Bibliografía ciones rituales. Los materiales utilizados eran preferentemente de origen local, sin mayores la- • Acuña, René bores para su uso. 1987. Relaciones Geográficas del siglo xvi: Michoa- Políticamente no es correcto, pero es certero cán, México, unam, 1987. afirmar que cerca de 1700 años después del inicio • Alcalá, Jerónimo de de la ocupación humana en estas subregiones, se 2008. Relación de Michoacán, México, El Colegio mantienen las condiciones de usos del espacio en de Michoacán. el tema habitacional con dimensiones reducidas, hacinamiento, los pisos de tierra en las casas, e • Arnauld, Marie Charlotte, Patricia Carot, Marie- incluso la carencia de agua potable y el promedio France Fauvet-Berthlot (eds.) de habitantes por unidad. 1993. Arqueología de las Lomas en la cuenca Como actividades pendientes, por las razones lacustre de Zacapu, Michoacán, México, México, enumeradas al inicio de este escrito, se debe con- cemca (Cuadernos de Reconocimientos Michoa­ siderar que deberán realizarse actividades de su- canos, 5).

07Arqueologia47.indd 142 7/16/14 2:02 PM 143 Salvamento arqueológico en la carretera cuitzeo-Pátzcuaro, michoacán

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