La Cultura Católica
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Aníbal E. Fosbery LA CULTURA CATÓLICA Edición Digital 2010 -2016 Bicentenario de la Patria La Cultura Católica Universidad FASTA Autoridades Gran Canciller Fr. Dr. Aníbal Ernesto Fosbery O.P. Rector Dr. Juan Carlos Mena Vicerrector de Formación Pbro. Dr. Néstor Alejandro Ramos Vicerrector Académico Dr. Alejandro Gabriel Campos Vicerrector de Asuntos Económicos CPN. Pablo Federico Vittar Marteau Delegado Rectoral para la Subsede Bariloche Dr. Hector Luis Partridge Fr. Aníbal E. Fosbery O.P. LA CULTURA CATÓLICA Edición Digital Universidad Fasta Ediciones Mar del Plata, 2011 Buenos Aires 1999 Nada obsta a la Fe y Moral católicas para su publicación: Revdo. P. Fr. Juan Pablo Berra O. P. Prior Provincial de la Orden de Predicadores Puede imprimirse: S. E. R. Mons. Jorge M. Bergoglio S. J. Arzobispo de Buenos Aires Buenos Aires, 24 de mayo de 1999 Fosbery, Aníbal Ernesto La cultura católica. - 2a ed. - Mar del Plata : Universidad FASTA, 2011. E-Book. eISBN 978-987-1312-34-4 1. Catolicismo. 2. Iglesia Católica. I. Título. CDD 262 Fecha de catalogación: 02/03/2011 eISBN 978-987-1312-34-4 Responsable de Edición Lic. José Miguel Ravasi © Universidad FASTA Ediciones Gascón 3145 – B7600FNK Mar del Plata, Argentina +54 223 4990400 [email protected] La Cultura Católica by Anibal Ernesto Fosbery. Universidad FASTA is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-Nocomercial- Sin_ObraDerivada 3.0 Unported License. Prólogo Agradezco profundamente a Fr. Dr. Aníbal E. Fosbery O. P., Fun- dador y Presidente de la Fraternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (FASTA), que tiene como uno de sus objetivos pastorales la Evangelización de la Cultura, de poder presentar esta síntesis sobre el desarrollo histórico-doctrinal de la Cultura Católica, desde los comienzos de la Iglesia hasta nuestros días. En efecto, como lo he señalado en mi libro Iglesia y Culturas (México, 1988), siguiendo la huella del Santo Padre, fundador del Pontificio Consejo para la Cultura, que desde su origen me ha confiado guiar: “El vínculo fundamental del Evangelio, esto es, del mensaje de Cristo y de la Iglesia, con el hombre en su humanidad misma, es creador de cul- tura en su fundamento más profundo”. Es por tanto muy importante, y casi necesario, para realizar el compromiso de Evangelización en el umbral del tercer milenio, desarrollar los presupuestos fundantes de la Cultura Católica, y la relación de la Cultura Católica con la modernidad. Romano Guardiní decía: “La mayor posibilidad de verdad se encuentra precisamente donde está la mayor posibilidad de amor”. La historia de la Cultura Católica es fuente abundante de experien- cias y compromisos en favor del Amor y la Verdad. El acerbo de la Iglesia es siempre un faro de referencia en el apasionante y verti- ginoso mundo de las novedades, donde se encarna la cultura ca- tólica. No sin razón hoy por hoy el acercamiento a la misma es un desafío y una aventura, es una urgencia y una esperanza. Fr. Dr. Aníbal E. Fosbery O. P. ha puesto, en la mira de su quehacer, la incursión en este campo con la propuesta de su obra: La Cultura Católica. 6 LA CULTURA CATÓLICA “El proceso de encuentro y confrontación con las culturas es una experiencia que la Iglesia ha vivido desde los comienzos de la predicación del Evangelio” (Fides et Ratio, n. 70). Es gracias al párroco, al monje o al sacerdote, y en la Iglesia, que el campesino y el artesano –tanto como el noble– descubrieron el pensamiento, la poesía, la música, la pintura, la escultura, la arquitectura, en virtud de que los establecimientos religiosos supieron perseverar mejor que los laicos, la parte iniciática de la Educación. Esta obra nos acerca a los hechos que la historia vigila. La Cultura Católica se genera, acompaña y crece con la historia de la Iglesia. La historia de la Iglesia es la historia de los Apóstoles saliendo a predicar por todo el mundo, es la historia de la acción del Espíritu Santo colaborando con ellos; es la historia de los signos y señales de Dios confirmando los hechos que se iban sucediendo (Mc 16, 20). Con método histórico progresivo, de estilo erudito, den- so, cuidadoso de los detalles, nos permite paso a paso ir descubrien- do, aunque de manera fugaz, los rostros del pensamiento y la esen- cia de su aporte a la Cultura, a la Iglesia y a la humanidad. Hoy más que nunca la problemática de la cultura en la época contemporánea viene a ser punto de convergencia para orientar el siglo futuro. La contracultura de la muerte surge del secularismo moderno y se inserta en los modelos de sociedades laicas que se proponen con eufemismos ligeros, pasajeros e inconsistentes. Mu- chas son las sombras que oscurecen y acompañan el sentido y el destino del hombre fruto del secularismo. Hoy el neopaganismo ha encerrado al hombre en sí mismo y quieren encontrar en el, en su razón o subjetividad, una distancia con la naturaleza que sólo es posible percibir desde Dios. A la contracultura de la muerte hay que contraatacar con la cultura de la vida. Como atalayas de la verdad, en el presente traba- jo aparecen precisos y oportunos, hombres de ciencia y santidad como los Santos Padres y los doctores de la Iglesia, incluyendo la pródiga y plural riqueza de filósofos y teólogos católicos, todos ellos imbuidos y radiantes de esperanza cristiana. Con el magisterio or- PRÓLOGO 7 dinario de los Sumos Pontífices y de los Concilios, especial atención merece el Concilio Vaticano II y el estupendo y rico magisterio del Papa Juan Pablo II. Esta obra es un intento por mostrar cómo se fue histórica y doc- trinalmente configurando la Cultura Católica. Se inicia con la Re- velación y un proceso de inculturación que permitió el paso de la antiquitas pagana a la antiquitas cristiana y que, con Santo Tomás, llega a madurar. Después el autor señala como la cultura católica se va desintegrando en la modernidad, a partir de los procesos de secularización profana y religiosa. Con claridad y sin falso triunfa- lismo, muestra cual fue la actitud de la Iglesia frente a los modelos de sociedades laicas, en especial dentro del magisterio de los Sumos Pontífices. No pasa inadvertida la cuidadosa atención que dedica al Papa Juan XXIII, al Concilio Ecuménico Vaticano II y al magiste- rio profético de Pablo VI, quien buscó la renovación de la Iglesia sin apartarse de la fidelidad, buscando dialogar evangelizando y evangelizar dialogando. Pero sin duda el platillo fuerte en esta obra es Juan Pablo II, quien abre el diálogo con la modernidad en clave cultural. Desde esta perspectiva, este hijo de Santo Domingo, vislum- bra la Iglesia en el umbral del tercer milenio. Juan Pablo II entiende, con profética clarividencia, que se hacen necesarios los temas fundamentales para poder avanzar desde la cultura católica hacia la inculturación de la modernidad: El tema de los fundamentos de la moralidad católica, el tema del valor e inviolabilidad de la vida humana y el tema del apetito de verdad que proclama la relación de fe y razón, forman el trípode con que el Papa enfrenta a la contracultura y, al mismo tiempo, va a mos- trar el orden natural y el sobrenatural, la fe y la razón, “las dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contempla- ción de la verdad” (Fides et Ratio, n.1) a partir de un proceso de inculturación. La inculturación, para que sea auténtica, se enmarca en dos principios: La fidelidad absoluta al Evangelio y la comunión con la Iglesia Universal. La evangelización inculturada tiene presente 8 LA CULTURA CATÓLICA las aportaciones positivas recibidas a través de los siglos, gracias al contacto del Evangelio con las diversas culturas y la necesidad de purificar las alteraciones al Evangelio que a veces se verifican. Por eso la cultura misma debe ser: “purificada, elevada, perfeccio-nada” (Redemptoris Missio, n. 54) a la luz del Misterio Pascual: “frente al desafío que significa la crisis cultural actual es necesario inculturar el Evangelio a la luz de los tres grandes misterios de la salvación: Navidad, camino de encarnación; Pascua, conducción a través del sufrimiento a la purificación; Pentecostés: comprensión en cada cultura de las maravillas de Dios. Este proceso reconoce los auténticos valores de cada cultura, incorpora los valores cris- tianos ausentes en dicha cultura y corrige sus errores evitando sin- cretismos” (Santo Domingo, n. 230). La presente obra de Fr. Aníbal E. Fosbery es el producto de una experiencia iniciada poco después del Vaticano II y que en la Fra- ternidad de Agrupaciones Santo Tomás de Aquino (FASTA) ha en- contrado el lugar apropiado para salir a la luz. No es sólo el produc- to de la reflexión, sino de la vida iluminada desde la Palabra de Dios y confrontada con la más sana doctrina de la Iglesia. Es un recurso de actualidad, en especial para Laicos y Sacerdotes, en la tarea joven de tocar veinte siglos de Cultura Católica. Será un nece- sario y eficaz instrumento de síntesis histórico-doctrinal para cla- rificar conceptos e imbuirse en el siempre nuevo mundo de las cul- turas y su pluralidad. Este trabajo es digno de particular estudio por la evidente rique- za y actualidad que emergen de su lectura. Razón tenía el gran humanista que me honró con su amistad, Jean Guitton, quien con lúcida y privilegiada reflexión demostró en todos los foros que la Iglesia no se presenta con espíritu de contraposición al mundo mo- derno, sino con el amor de Jesús por este mundo. Fue el genio de la unidad, que trataba de componer aquello que la cultura presenta en contraposición. Su ansia consistía en demostrar que Jesús no era un problema insoluble para la razón, sino un misterio que se convierte en manantial constante de luz.